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ABSTRACT
La publicación de la tercera edición de Investigación Cualitativa y
Métodos de Evaluación (Qualitative Research and Evaluation Methods)
ofrece la oportunidad de reflexionar sobre las últimas dos décadas de
desarrollo de la investigación cualitativa Los principales desarrollos
incluyen: el final del debate cualitativo-cuantitativo; el surgimiento de
una diversidad y competencia entre abordajes al interior de la
investigación cualitativa; la importancia creciente de la combinación de
métodos; la elaboración de abordajes a través del muestreo
intencionado; el creciente reconocimiento de la creatividad en el centro
del análisis cualitativo; la emergencia de un software cada vez más
sofisticado para facilitar el análisis cualitativo; y nuevos desafíos a la
ética en lo que refiere a considerar los impactos potenciales de la
investigación cualitativa, tanto en aquéllos que son estudiados como en
los que se ven involucrados en la investigación.
1
como investigador posdoctoral (postdoctoral fellow) 1
después de
completar un Doctorado en Sociología de la Organización en la
Universidad de Wisconsin.
Fue a partir de mi tesis que consistió en la evaluación de un innovador
programa educativo, la manera en la cual me encontré con la
evaluación en primer lugar. Cuando la editora de Sage me llamó, yo
acababa de publicar Utilization-Focused Evaluation (1978/1997), el cual
incluía un capítulo que comparaba los métodos
cuantitativos/experimentales con los métodos cualitativos/naturalistas.
A partir de ese capítulo, Sage me envió un manuscrito sobre métodos
cualitativos para que revisara. El libro se centraba en las auditorias de
campo de los programas y en cómo descubrir a la gente que miente
durante las entrevistas. Mi revisión negativa concluyó en mi
recomendación para que no sea publicado. Es entonces cuando Sara
Millar McCune me pidió que escribiera un texto cualitativo. Yo lo
rechacé. Me respondió que deseaba mucho publicar un libro sobre
evaluación cualitativa porque creía que había demanda para un libro así
pero el único que tenía a mano era el que yo no había recomendado. Si
yo no escribía uno, me dijo, ella se vería forzada a publicar el que yo
había desaprobado. Y así es como terminé escribiendo Métodos de
Evaluación Cualitativa en 1980 (Qualitative Evaluation Methods).
La publicación de la tercera edición de ese libro en 2002, ahora titulado
Investigación Cualitativa y Métodos de Evaluación (Qualitative Research
and Evaluation Methods), ofrece una oportunidad para reflexionar sobre
1
N. del T. Dado que no encontramos una definición exacta para “postdoctoral fellow” decidimos dejar entre
paréntesis su expresión original. Lo correspondiente en nuestro contexto a una beca posdoctoral.
2
Completar una revisión profunda es, para mí, parecido a lo que
experimentan muchos estudiantes graduados cuando han concluido sus
tesis. Ellos no quieren volver a verlas por mucho, mucho tiempo, sino es
para siempre. Así es que, cuando he terminado una revisión, pongo el
libro a un costado. Después de siete u ocho años, cuando vuelvo a
pensar en la revisión, y ya no recuerdo exactamente qué incluí y qué no
en el libro, realizo una mirada para ver qué comprende y qué no, dados
los recientes desarrollos en los métodos cualitativos.
He hecho esto tanto para la segunda edición, de 1990, como para la
tercera, de 2002, y me he sorprendido sobre como el campo se ha
desarrollado en una década. Lo que quisiera resaltar aquí son aquellos
cambios que se han destacado para mí durante las últimas dos décadas
en general, y la última en particular.
Cada edición ha llevado un título diferente reflejando los cambios
de énfasis a lo largo del tiempo. La primera edición (1980) fue titulada
Métodos de Evaluación Cualitativa (Qualitative Evaluation Methods) y se
focalizó en la variedad de caminos en los que los métodos de
investigación cualitativa fueron siendo aplicados en la emergente
profesión de la evaluación de programas. Esa primera edición apareció
en medio del agitado debate cualitativo/cuantitativo sobre el valor
relativo de los diferentes métodos y paradigmas alternativos. Yo escribí
ese libro como un libro de métodos, así de simple. Tan es así, que éste
no incluía una revisión de varias perspectivas teóricas (por ejemplo,
fenomenología, constructivismo, hermenéutica). Mi reflexión consistió
en lo siguiente: los libros sobre investigación en encuesta y estadística
no tienen que ver con una discusión basada en la filosofía de la ciencia
(ej., el positivismo) o con los debates de paradigmas. ¿Por qué un texto
de métodos cualitativos debería comenzar con una justificación retórica
y metodológica?
Más aún, mi acercamiento fue pragmático y concreto. Por aquella
época yo estaba trabajando básicamente en la evaluación de programas
locales a pequeña escala en los cuales queríamos averiguar qué es lo
3
que los participantes y el personal estaban experimentando y pensando,
y cómo, si acaso, estaban cambiando. Identificamos las preguntas
relevantes, realizamos entrevistas dirigidas y observaciones, y
mantuvimos el análisis lo más claramente posible, centrados en generar
datos útiles y entendibles para la mejora del programa. Me pareció que
uno podría dedicarse a una investigación claramente cualitativa de este
tipo sin situarla en ninguna tradición filosófica, ontológica o
epistemológica importante. Esto no niega la importancia e influencia de
tales tradiciones, y los estudiantes de doctorado deben entender cómo
los esquemas mentales y perspectivas afectan la investigación, pero los
profesionales de base tienen preguntas concretas y necesidades de
información que pueden ser contestadas de forma muy clara a través de
la investigación cualitativa, y allí es donde yo quería ubicar el libro
original. Había examinado la literatura cualitativa disponible hasta ese
momento y me pareció densa en teoría y filosofía y superficial en sus
métodos y procedimientos. Quise corregir ese desbalance al menos en
lo referente a la práctica de la evaluación utilitaria y pragmática.
Un punto relacionado con ello era adaptar los métodos de campo
que habían sido elaborados en antropología y sociología a los tiempos
más breves y a los propósitos de utilización práctica de la evaluación de
programas. Los métodos de campo antropológicos se basan en
prolongados períodos de observación participante, siempre por muchos
meses, muchas por varios años. Los tiempos de la evaluación, por el
contrario, especialmente para la evaluación formativa (formative
evaluation), puede ser una cuestión de semanas. Los métodos
cualitativos necesitaban ser adaptados a la evaluación de programas.
Eso fue lo que me propuse hacer en 1980.
La segunda edición estuvo influenciada por la maduración del
debate de paradigmas e incluyó mucha más atención a las formas en
que las distintas perspectivas teóricas y filosóficas incidieron en la
investigación cualitativa; así como también a una mayor cantidad de
aplicaciones en la evaluación, al alcanzar esta profesión su plenitud.
4
Hacia 1990, el libro estaba siendo adoptado como texto de estudio en
cursos de posgrado y la mayor crítica de los académicos que lo
utilizaban fue acerca de su descuido de la teoría y la filosofía, por lo que
agregué un capítulo sobre orientaciones teóricas para dichos
académicos, pero me esforcé por mantener la orientación general
utilitaria y pragmática del libro.
Esta última edición, Iinvestigación Cualitativa y Métodos de
Evaluación (Qualitative Research and Evaluation Methods, 2002),
refleja el grado al que los desarrollos de la investigación cualitativa
habían sido llevados, durante la última década, como consecuencia de
una agenda de investigación diversificadora y de una discusión
académica, mucho de lo cual ha encontrado su camino en la evaluación.
Entre ambas ediciones, reuní libros, artículos, papers y ejemplos
de investigación cualitativa. Entre 1990 y 2000 llené con este material
seis cajones. Fue un período de un desarrollo sin precedentes de los
métodos cualitativos. Por ejemplo, durante este período fue publicado el
primer texto abarcativo Manual de Investigación Cualitativa (Handbook
of Qualitative Research) en la inspirada publicación de Norman Denzin
e Yvonna Lincoln (1994) seguida en el año 2000 por una segunda y más
amplia edición (Denzin y Lincoln, 2000a). La simple comparación de
esas dos ediciones brinda una visión de cómo la investigación ha
devenido más compleja y diversificada. En 1995, Denzin y Lincoln
crearon la revista Qualitative Inquiry que hace la crónica de las más
novedosas orientaciones del trabajo cualitativo. En la última década, la
publicación Qualitative Research Method Series, de Sage, alcanzó 45
volúmenes explorando una miríada de asuntos técnicos, metodológicos
y otros temas sustantivos. También durante este período Russ Bernard
transformó Cultural Anthropology Methods (Métodos de Antropología
Cultural) en la nueva revista Field Methods (Métodos de Campo),
ambos reflejando y anticipando la naturaleza crecientemente
interdisciplinaria de la investigación cualitativa. Bernard consiguió
publicar también una segunda edición de Research Methods in
5
Anthropology: Qualitative and Quantitative Approaches (1995) y
escribir un abarcativo texto sobre Métodos de Investigación Social:
Abordajes Cualitativo y Cuantitativo (Social Research Methods:
Qualitative and Quantitative Approaches, 2000).
Estos destacados ejemplos serían simplemente la punta del
iceberg. Al hacer la revisión para una tercera edición, analicé más de
un millar de nuevos libros y artículos sobre métodos cualitativos,
evaluación de programas, estudios de caso, monografías y trabajos
afines publicados en el último decenio. Artículos sobre temas
cualitativos se encuentran distribuidos a través de cientos de revistas
que cubren toda clase de disciplinas y profesiones. Publicaciones
especializadas en cuestiones cualitativas han surgido en varias
profesiones, como es el caso de esta publicación, así como en salud,
enfermería y desarrollo organizacional. Otras nuevas publicaciones
están dedicadas a abordajes específicos tales como Grounded Theory
Review (Revisión de la Teoría Fundamentada). Sofisticados nuevos
programas de software han sido desarrollados para apoyar el análisis
cualitativo. Aparecieron también en servidores de Internet, para
facilitar el diálogo.
Notoriamente, la metodología cualitativa se ha desarrollado
poderosamente en las últimas dos décadas. En el resto de este artículo
analizo algunos de estos desarrollos que considero como más
importantes. Aquí, entonces, y como observador participante, detallo
una breve lista acerca de cómo el campo de la investigación cualitativa
ha cambiado.
2
N. del T. En el texto original, el autor refiere a la presencia de los llamados “stakeholders”. En el caso de los
“programas sociales”, contexto en el cual se sitúa este trabajo, los “stakeholders” son aquellos grupos que
están interesados en los beneficios que puede traer dicho programa. Dentro del ámbito empresarial, los
“stakeholders” son aquellos sectores de la sociedad que tienen o podrían tener expectativas sobre un
determinado bien o servicio. Dentro del campo de la sociología, los “stakeholders” suelen ser definidos como
los “grupos de presión”.
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Próspero Debate entre Metodólogos Cualitativos
Con menos necesidad de establecer el valor de la metodología
cualitativa dentro del debate cualitativo vs. cuantitativo, los
investigadores cualitativos han vuelto su atención hacia sí mismos,
notando que están involucrados en diferentes tipos de investigación
cualitativa desde perspectivas que disputan entre sí. De esta manera,
los metodólogos cualitativos han iniciado la discusión entre ellos
mismos. Como consecuencia de todo el trabajo desarrollado en métodos
cualitativos existe ahora tanta variedad entre los investigadores
cualitativos como la que existe entre académicos y evaluadores
orientados cualitativa y cuantitativamente. Un propósito básico de la
nueva edición es el de elucidar las principales perspectivas en dicho
debate, caracterizar la diversidad de aproximaciones cualitativas hoy
disponibles y examinar las influencias de dicha diversidad en sus
aplicaciones, especialmente, pero no de forma exclusiva, en la
evaluación de programas. He intentado captar y organizar esta
diversidad cualitativa identificando criterios alternativos de evaluación
para los estudios cualitativos.
9
investigación cualitativa. ¿Con qué perspectivas y a través de qué
criterios será juzgado nuestro trabajo por aquellos que se encuentran e
involucran con el mismo? Entendiendo los criterios que otros usen para
relacionarse con nuestro trabajo, podemos prever sus reacciones y
ayudarles a posicionar nuestras intenciones y criterios en relación a sus
expectativas y criterios, en un diálogo al que dedico gran cantidad de
tiempo.
Los breves apartados que siguen describen sucintamente los cinco
grupos alternativos de criterios.
Criterios Constructivistas.
a) Reconocimiento de la subjetividad (discutir y tomar en cuenta las
prenociones)
b) Honradez/Formalidad
c) Autenticidad
d) Triangulación (captando y respetando perspectivas múltiples)
e) Reflexividad
f) Praxis
g) Particularidad (haciendo justicia a la integridad de los casos
únicos)
h) Comprensión elevada y profundizada (verstehen)
i) Contribuciones al diálogo
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Criterios artísticos y evocativos.
a) Abre el mundo a nosotros de algún modo
b) Creatividad
c) Calidad estética
d) Vitalidad interpretativa
e) Fluye de uno mismo; arraigado en una experiencia vivida
f) Estimulante
g) Provocativo
h) Se conecta con el público y lo moviliza
i) Voz diferente/distintiva, expresiva
j) Siente lo “verdadero” o lo “auténtico” o lo “real”
El utilitarismo pragmático.
a) Utilidad
b) Viabilidad
c) Decoro
d) Precisión (equilibrio)
e) Investigación sistemática
f) Competencia del evaluador
g) Integridad/honestidad
h) Respeto por la gente (equidad)
i) Contribuciones a la mejora de programas
j) Responsabilidad hacia el bienestar público general (tomando en
cuenta la diversidad de intereses y valores)
13
social. Los criterios del constructivismo aplicados a la evaluación
proporcionan el fundamento para la Evaluación de Cuarta Generación
(Guba y Lincoln, Fourth Generation Evaluation, 1989) y la sensibilidad
necesaria frente a las múltiples perspectivas de los grupos de interés
(stakeholders) (Greene, 1998a,b, 2000).
17
sencillas a través de una investigación cualitativa. Ellos juzgan las
respuestas pragmáticamente por su utilidad, relevancia y aplicabilidad.
18
En los breves apartados que siguen quiero resaltar otras pocas
dimensiones de la investigación cualitativa que han cambiado a lo largo
del tiempo y que me parecen particularmente importantes para
comprender la situación y la talla actuales de los métodos cualitativos.
Muestreo Intencionado
19
El muestreo intencionado es uno de los elementos nucleares distintivos
de la investigación cualitativa. Quizás, nada capte mejor la diferencia
entre los métodos cuantitativos y cualitativos que las diferentes lógicas
que aseguran las formas de abordar el muestreo aleatorio. Es típico de
la investigación cualitativa focalizar en profundidad sobre muestras
relativamente pequeñas aún en casos singulares (n = 1), seleccionadas
intencionalmente. Los métodos cuantitativos cuentan con muestras más
extensas seleccionadas de manera aleatoria. No solo las técnicas de
muestreo son diferentes, sino que la lógica inmediata de cada uno es
también única porque el propósito de cada estrategia es diferente.
Mientras que el propósito del muestreo aleatorio basado en la
probabilidad es el de la generalización desde la muestra a la población,
aquello que sería un “sesgo” en el muestreo estadístico, y por tanto un
punto débil, se convierte en el centro del foco para el muestreo
cualitativo, y por tanto en una fortaleza. La lógica y el rendimiento del
muestreo intencionado yacen en la selección de casos ricos en
información para su estudio en profundidad. Los casos ricos en
información son aquéllos de los cuales uno puede dar cuenta de mucho
sobre cuestiones de central importancia para el propósito de la
investigación, de allí el término de muestreo intencionado. Estudiar
casos ricos en información genera entendimiento y una profunda
comprensión más que generalizaciones empíricas. Por ejemplo, si el
objetivo de la evaluación es el de aumentar la efectividad de un
programa en el alcance a los grupos socioeconómicos más bajos, uno
aprendería mucho más a través del estudio en profundidad de un
pequeño número de familias pobres cuidadosamente seleccionado que a
través de la recopilación de información estandarizada de un muestreo
amplio estadísticamente representativo de todo el programa. El
muestreo intencionado focaliza en la selección de los casos ricos en
información cuyo análisis iluminará las preguntas del estudio.
En cada nueva edición de mi texto cualitativo, he agregado
nuevos tipos de muestreo intencionado y aumentando el número de
20
ilustraciones sobre variaciones en él. A la hora de las conclusiones, será
aquello que hemos construido como muestra, sobre lo que tendremos
algo para decir. Comprender la importancia del muestreo intencionado
y sus variantes ha sido motivo de un desarrollo crítico de las últimas
dos décadas. Hoy se toma como por dado, pero 20 años atrás las
estrategias y variedades del muestreo no estaban articuladas, por lo
que estábamos abandonados a la impresión general de que la
investigación cualitativa solo significaba pequeñas muestras y estudios
de caso. Hoy podemos elegir una estrategia de muestreo intencional
precisa para responder a una clase específica de investigación. Esta es
la clase de desarrollo que contribuyó con la desaparición del debate
cualitativo-cuantitativo.
25
Pautas para el análisis de los datos cualitativos pueden ser
encontradas en abundancia y estudiar ejemplos de análisis cualitativos
puede ser especialmente de ayuda. Pero las pautas, las sugerencias de
procedimiento, y los estudios ejemplares no son reglas. El factor
humano es la gran fortaleza y la debilidad fundamental del análisis y la
investigación cualitativos – un arma científica de doble filo. De este
modo, los analistas tienen la obligación de monitorear e informar sus
propios procesos y procedimientos analíticos de la manera más
completa y sincera posible. Esto significa que el análisis cualitativo es
un nuevo marco de trabajo de campo en el cual los analistas deben
observar sus propios procesos aun mientras realizan su análisis. La
obligación final del que realiza el estudio consiste en analizar e
informar sobre las características que tomó el proceso analítico que
tuvo lugar para arribar a los descubrimientos concretos. La extensión
de tal informe dependerá del propósito del estudio.
Software Cualitativo
Estoy encontrando cada vez más y más informes y disertaciones
(tesinas) que abren sus discusiones de análisis con detalles sobre el
programa de software que fue utilizado. Me encuentro tan entretenido
como alarmado a raíz de este esfuerzo por aumentar la credibilidad del
análisis a través de su asociación con softwares de computadora, como
si éste desplazara, o al menos, redujera, el núcleo humano y creativo
del análisis cualitativo. No recuerdo haber visto nunca un análisis
estadístico que comenzara con la afirmación de que se ha utilizado
SPSS para ejecutar un análisis de regresión y seguido por una apología
acerca de las maravillas y méritos del SPSS. Las computadoras y
softwares son herramientas que facilitan el análisis cualitativo, pero
ellos no hacen en realidad el análisis. Los programas de software
cualitativos facilitan el almacenamiento de datos, la codificación, la
recuperación de información, la comparación, y los vínculos – pero el
análisis lo hacen los seres humanos. El software ha hecho
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significativamente más fácil el penoso trabajo de la localización manual
de un párrafo codificado. Los programas de análisis aceleran los
procesos de localización de temas codificados, la agrupación de datos
en categorías, y la comparación de los pasajes a transcripciones o
incidentes provenientes de las notas de campo (and comparing
passages in transcripts or incidents from field notes). Pero los analistas
cualitativos que hacen análisis de contenido deben todavía decidir qué
cosas van juntas para formar un patrón, cuáles constituyen un tema,
cómo nombrarlos, y qué significados extraer de los estudios de caso. Es
el ser humano, y no el software, el que debe decidir cómo enmarcar un
estudio de caso, cuánto y qué incluir, y cómo contar el relato. Mientras
que las computadoras pueden jugar un rol en el análisis de datos
cualitativos, como lo hacen con los cuantitativos, no pueden proveer la
creatividad y la inteligencia que hacen de cada análisis cualitativo algo
único.
Lo que comenzó como un abordaje de software diferente se hizo
más estandarizado, así como los varios paquetes informáticos han
convergido en el ofrecimiento de funciones similares, aunque dichas
funciones se presenten bajo diferentes nombres. Todos ellos facilitan el
marcado de texto, la construcción de libros de código, la catalogación,
la categorización, la creación de memos, y la visualización de múltiples
entradas al texto lado por lado (side-by-side). Las capacidades de
importar y exportar información varían. Para algunos equipos de
trabajo y múltiples usuarios más que para otros. Las capacidades de los
gráficos y las matrices también varían, pero se están tornando cada vez
más sofisticados. Siempre lleva tiempo cuando se trata de aprender a
usarlos con mayor efectividad. Cuanto más grande sea el volumen de
datos para ser analizados, más útiles serán estos programas. Más aún,
conocer cuál programa de software se usará antes de la recolección de
los datos, servirá para recolectar e ingresar los datos de la manera en
que funcione mejor para dicho programa en particular. Los grupos que
suelen discutir sobre cuestiones cualitativas a través de Internet,
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debaten, consideran y comparan las fortalezas y debilidades de los
diferentes programas de software. Mientras las preferencias varían,
estas discusiones habitualmente terminan en el consenso de que
cualquiera de los principales programas satisfarán las necesidades de
la gran mayoría de los investigadores cualitativos. Cada vez más, las
distinciones dependen de “el sentimiento”, “el estilo”, y el “uso
sencillo” – cuestiones de preferencia individual – más que de
diferencias en sus funciones. Todavía las diferencias existen y se espera
que los nuevos desarrollos resuelvan las limitaciones existentes. Y,
aunque el análisis a través de un programa de software se ha
convertido en algo común y muchos confían en él con plena convicción,
y puede ofrecer un salto notable en la productividad para aquellos que
son expertos, éste no es requisito para la investigación cualitativa.
30
el florecimiento de una diversidad distintiva y una competencia
de abordajes dentro de la investigación cualitativa, incluyendo
diferentes criterios para juzgar y diferenciar la calidad;
la aceptación creciente y la importancia de la combinación de
estrategias y métodos, diseños emergentes, y la flexibilidad y
adaptabilidad en el trabajo de campo;
la elaboración de abordajes a través de muestreos intencionados;
la siempre creciente apreciación y reconocimiento de la
creatividad en el centro del análisis cualitativo, a pesar de
la emergencia de softwares cada vez más sofisticados para
facilitar y apoyar el análisis cualitativo; y
Los nuevos desafíos éticos y preocupaciones acerca de
comprender mejor los potenciales impactos de la investigación
cualitativa tanto sobre aquellos que son estudiados como los que
están involucrados en la investigación, y la manera en que la
investigación participativa y los diseños emergentes desafían las
miradas tradicionales del consentimiento informado y la
confidencialidad.
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