Sei sulla pagina 1di 8

PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

Últimamente, mucho se ha hablo sobre el infierno en los últimos días.

Existe cuatro visiones predominantes sobre ese tema, son ellas:

 Tormento eterno
 Universalismo
 Aniquilacionismo
 Aniquilacionismo posterior al castigo

Un poco de perspectiva historia

Nosotros que vivimos en el siglo 21 naturalmente ira pensar que la opción


numero 1, por ser la más famosa hoy día, fue la más predomino en los
primeros siglos de la iglesia, pero eso no es verdad. Una lectura básica en
los escritos de los padres de la iglesia nos muestra que la visión de un
tormento eterno solo pasó a existir en finales del siglo II d.C, siendo
precedida por la visión aniquilacionista e universalista. Eso es reconocido
hasta mismo por el mayor predicador del tormento eterno que ya existió
en la iglesia antigua- Agustino de Hispona-, que en su época reconoció que
“existen muchísimos que a pesar de no negaren las escrituras no
acreditan en tormentos eternos.

Basilio, el grande (329-379 d.C), que fue contemporáneo de Agustino,


también reconoció eso. El dijo: “gran parte de los hombres afirman que
habrá un fin a la punición de aquellos que fueron punidos”. La posición
predominante de los primeros padres, del primero siglo hasta meados del
segundo, era aniquilacionismo subsecuente a la punición. A partir de
Orígenes, el primer gran universalista, muchos otros padres adoptaran tal
postura, como Ambrosio (el tutor de Agustino), Clemente de Alejandria,
Gregorio de Nissa, Gregorio Nazianzeno y hasta mismo Jeronimo, antes de
cambiar de opinión y pasar a atacar severamente Orígenes.

De los padres que creían en el tormento eterno, si destaca Irineu, que


difundió tal doctrina en fines del siglo II, y el propio Agustino, que torno
esa doctrina la más famosa en los siglos siguientes, como la visión
predominante que marcaria las próximas eras. Por eso, fue después de la
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

época de Agustino, el obispo más famoso de la historia de la iglesia, que la


visión del tormento eterno si torno predominante en la iglesia.

UNA PERSPECTIVA BIBLICA

Tormento eterno. Sus adeptos (iglesia católica y la mayoría de los


protestantes) cree que el tormento en el infierno no tendrá fin, será
eterno, por los siglos de los siglos, independientemente del pecador no
haciendo distinción entre aquellos que pecaron mas y aquellos que
pecaron menos, pues ambos serán punidos con tormento eterno en la
vida futura. Usan pasajes bíblicos que, para ellos, favorece a la perspectiva
inmortalista, como el texto de Mateo 25.46, que hablaría de sobre “vida
eterna” para los justos y “tormento eterno” para los impíos. Se apegan
también a textos apocalípticos (Ap. 14.11; 20.10) que sustentarían tal
tesis, y los textos que hablan sobre el “fuego eterno” (Mt.18.8; 25.41; Jd 7)

El problema con esa interpretación es que, en primero lugar, Mateo 25.46


no habla de “tormento” (basanos), pero de “punición” (Kolasin). Todos los
léxicos del griego concuerdan que esa punición, decurrente de la palabra
griega kolasis, es la pena capital- la muerte - , significando literalmente
“mutilar, cortar fuera, muerte y destrucción, extirpar a alguien de la vida.
O sea: el texto está hablando sobre vida eterna y muerte eterna, y no
sobre vida eterna o tormento eterno. El contraste es entre existencia e
inexistencia para siempre, y no existencia eterna en ambos casos.

Otro problema con esa interpretación es la identificación literal de


elementos apocalípticos, que por definición es un libro hiperbólico-
escatológico, y no literal. Además, la comparación de pasajes, como
apocalipsis 14.11 con Isaías 34.9,10, nos muestra que el “humo que sube
para siempre” no es sinónimo de un fuego quemando para siempre, pues
ese mismo texto de Isaías habla que:
“… sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre, y su
tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día,
perpetuamente subirá su humo; de generación en generación será
asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

Finalmente, la interpretación sobre el “fuego eterno” falla en no


considerar que el fuego sea eterno por los efectos de la destrucción
eterna, y no por el proceso. Fue así en todas las veces que la biblia uso tal
lenguaje para algo que aconteció en el mundo real. Como vimos, Isaías
34.9-10 habla de humo subiendo para siempre en Edon, pero no hay
humo subiendo literalmente hasta hoy. Semejantemente, jeremías habla
de un fuego que consumirá los palacios de Jerusalén y que “no se
apagara” (Jer 17.27), pero no hay ningún fuego quemando hasta hoy allí.
En Ezequiel vemos que el bosque del Nequev seria incendiado por una
llama abrasadora que no “será apagada” (Ez 20.47-48), y Judas habla de
las ciudades de Sodoma y Gomorra sufriendo la pena del “fuego eterno”
(Jd 7), aun que el fuego que consumió estas ciudades en Génesis 19.24
haya sido temporario, y no eterno, tales ejemplos nos muestran
claramente que el lenguaje de “fuego eterno” siempre se refirió a los
efectos de la destrucción total, y no un proceso sin fin.

UNIVERSALISMO. Sus adeptos defienden esa tesis en pasajes como 1ª


Corintios 5.5, que dice:

“el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin


de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”, y filipenses
2.10-11, que dice:
“para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese(A) que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios
Padre”, y por fin, Romanos 14.11:
“Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará
toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios”. Para ellos, eso
significa que todos los perdidos un día se doblaran a los pies de
Cristo y serán salvados por él. O sea: que, al fin, todos serán
salvados.

Esa interpretación falla en dos aspectos principales: (a) poca


evidencia bíblica de apoyo; (b) poca capacidad de refutación a las
evidencias contrarias. La poca evidencia se nota por el hecho de que
tal tesis es apoyada mucho mas por el sentimentalismo de
argumentos pasionales que Escrituristicas, y de tales referencias
ofrecidas pudieren ser perfectamente interpretadas de otra forma.
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

La “destrucción de la carne” no indica que el pecador de 1ª Corintios


5.5 no había pasado por un arrepentimiento futuro aun en vida, pero
implica apenas en la muerte corporal. Por lo tanto, el espíritu salvo
en el día del Señor (resurrección/venida de Cristo) no hace
referencia, necesariamente a un perdido, pero a un salvado.

Textos que muestran que toda rodilla si doblando delante de Cristo


también no implican necesariamente en el universalismo, pero
apenas que todos reconocerán que Jesús, a quien ellos condenaron
en vida, realmente es el Señor. Lo que será de esas personas después
de eso no es dicho en esos textos. Pasajes como 2ª Corintios 6.1-2,
Heb 3.13; 9.27 indican que no existe segunda oportunidad de
salvación después de la muerte. Además de eso, si el universalismo
es verdadero, no existiría fuego eterno ni pro el proceso ni por el
efecto, ya que el efecto no sería eterno ni irreversible. Seria,
entonces, un lenguaje inapropiado. Ellos también tienen gran
dificultad en explicar los 152 pasajes bíblicos que hablan en
aniquilamiento de los impíos y las decenas de pasajes que hablan en
castigo, ya que, según ellos, no ocurrirá ni una cosa ni otra con los
impíos.

Aniquilacionismo directo. Esa visión es compartillada


principalmente por los testigos de Jehová, y se apoya en centenas de
pasajes bíblicos que retratan aniquilacionismo, pero falla en
desconsiderar pasajes que hablan de castigo, como Lucas 12.47-48-

“Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se


preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado
poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”,
hace referencia a personas que recibirán pocos azotes y otras que
recibirán muchos azotes. Si nadie recibe ningún azote, tal texto no
haría sentido. Además de eso, el lenguaje expresado por Cristo a los
fariseos, de que “estos recibirán mayor azote (vv 47) también no si
encuadra en el aniquilacionismo directo, en que los impíos también
resucitaran, así como los justos (Dn 12.2; Jn 5.28,29).

Aniquilacionismo posterior al castigo. Es una visión más plausible


bíblicamente. Ella es apoyada por más de 150 versículos que
enseñan que los impíos serán destruidos en la vida futura, al envés
de ser atormentados para siempre. Hay literalmente decenas de
expresar ese hecho, usadas en el AT y en el NT, como, por ejemplo,
que los impíos serán:
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

a) Eliminados (Pr 2.22; 2ª Pd 2.12,13; Santiago 4.12; Mt 10.28; Fl


1.28; 1ª Ts 1.8,9)
b) Destruidos (Pr 2.22)
c) Arrancados - Muertos ( Jn 8.24; 11.28; 6.47-51; Rm 6.23; Is
11.4; Ez 18.21)
d) Exterminados (Sl 37.9; Mc 12.5-9; Hch 3.23)
e) Ejecutados ( Lc 19.14,27)
f) Devorados (Ap 20.9; Jb 20.26-29;)
g) Hecho cenizas ( 2ª Pd 2.6; Is 5.23)
h) No tendrán futuro ( Sl 37.38; Pv 24. 20)
i) Perderán la vida ( Lc 9.24)
j) Serán consumidos (Sf 1.8; Lc 17.27-29; Nahúm 1.10)
k) Perecerán ( Jn 10.28; Jb 4.9; Sl 68.2; Lc 13.2-5)
l) Serán destrozados (Lc 20. 17,18; Mt 21. 44; 1ª Sm 2.10)
m) Serán pisoteados por los justos (Hch 2.34,35)
n) Desaparecerán como humo ( Sl 37.20; Is 5. 24)
o) Tendrán un fin repentino ( Sf 1.18; Is 29. 5,6; 1ª Ts 5.3)
p) Serán como paja seca (Sl 1.4-6; Is 5.24)
q) Serán reducidos al polvo (Sl 9.17; Mt 21.44; 2ª Pd 2.6)
r) Desaparecerán ( Sl 73.17-20)
s) Dejaran de existir (Sl 104. 35)
t) Serán apagados (Pv 24.20)
u) Serán como nunca hubiera existido (Ob 1.16)
v) Serán reducidos a nada (Is 41.11,12; 1ª Co 2.6)
w) Serán evaporados (Os 13.3)
x) Será quitada sus vidas (Pv 22.23; Jn 12.25)
y) No heredaran los cielos (Ap 20.9)
z) No mas existirán (Sl 104.35; Pv 10.25)

Así siendo, los impíos resucitaran y serán juzgados y condenados,


unos a “pocos azotes” (Lc 12.48) y otros a “muchos azotes” (v. 47),
para después de ese castigo, merecido y proporcional, serán
eliminados.

MORALMENTE HABLANDO, hagamos una analogía de un padre con su


hijo. Supongamos que su hijo comenta en error, le desobedeciera, usted
no ir a pegarle con un cinturón para siempre. Usted obviamente ira
castigarlo por algún tiempo, eso es, por tanto correspondiente a sus
errores. Si ni nosotros, simple seres humanos, somos capaces de castigar a
alguien a un tormento eterno, cuanto menos Dios, que es mucho más
justo y amoroso que nosotros.
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

Además de eso, la teoría del tormento eterno falla en desconsiderar


penas distintas para pecados distintos. En el tormento eterno no hay
diferenciación: todos serán punidos con la misma pena, la sufrieren
eternamente. Asi siendo, no hay cualquier diferencia entre Adolf Hitler,
que fue responsable por la tortura y asesinato de por lo menos seis
millones de judíos, y un adolescente que murió a los 12 años sin conocer a
Cristo: ambos serian condenados para un tormento eterno e
indiscriminado. Pero la biblia no enseña eso. Ella hace clara diferencia
entre los pecadores, al punto del propio Señor Jesús decir:

“Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se


preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.
Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado
poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”
(Lc 12.47,48)

Si alguien recibirá pocos azotes significa, obviamente un fin, o si no, sería


poco. El contraste que Cristo establece aquí demuestra que no habrá una
misma punición indiscriminada a todos los pecadores, como un tormento
eterno para todo el mundo, pero a un castigo que es proporcional a los
pecados cometidos por cada uno. Así siendo, tenemos noción del principio
de la proporcionalidad establecido en toda la biblia, algo que no existe
dentro de la visión del tormento eterno.

Universalismo. La visión universalista es el exacto contrapunto al


tormento eterno. Mientras aquellos fallan en desconsiderar penas
relativas a pecados relativos, esa falla en el mismo aspecto, pero, al envés
de condenar todos indistintamente a un mismo tormento eterno, da la
vida eterna para el mundo. Así siendo, cualquier persona impía de ese
mundo, incluyendo los mayores déspotas y genocidas de la humanidad, no
sufrirán cualquier punición después de la muerte, pues en el fin
alcanzarían la vida eterna con Dios. No habría cualquier ventaja en ser
justo aquí en la tierra, pues ambos acabarían en los cielos con Dios, al
final. El universalismo no establece un patrón de mundo justo, pero
apenas el sueño de todo y cualquier pecador. Un mundo justo exige una
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

pena proporcional a cada uno que cometió injusticias. Si el universalismo


fuese real, no valdría la pena abrir mano de esa vida por amor a Cristo,
aceptando sufrimiento, tribulación y martirio en esa tierra, si los que no
hacen nada de eso lo alcanzaran de la misma manera. Aun, la sangre de
Cristo y la aceptación por la fe serian ineficaces en última instancia, pues
aquel que no tenía fe en Jesús, que despreciaba a Cristo y que burlaba de
Dios seria salvo tanto cuanto aquel que fue justificado por la fe. De esa
manera, tendría sido inútil servir y creer en Jesús. Lo que muestra que el
universalismo no puede ser meramente justificable.

ANIQUILACIONISMO DIRECTO (así como el universalismo) es, así diciendo,


el lado inverso de la moneda del tormento eterno, pues en ambos casos
no habría distinción entre pecadores, ni graduación de pecados o punición
proporcional. La diferencia es que, en el primer caso, esa impunidad seria
en factores nulos- sin punición para nadie- mientras en el otro seria en
factores extremos- punición para todos y para siempre.

Ninguna de las tres visiones anteriores responde en términos


proporcionales a los pecados de cada uno, como la biblia parece
establecer frecuentemente (Lc 12.47,48; Os 12.2; Is 58.18; Sl 62.2; Ap
22.12; 2ª Tm 4.14).

ANIQUILACIONISMO POSTERIOR AL CASTIGO. Es la única visión


moralmente justificable y que suple las carencias de las otras visiones. Ella
no enseña un tormento eterno desproporcional a los pecados cometidos,
ni un castigo infinito por pecados finitos. Por otro lado, ella también no
enseña que todo el mundo será salvo en el final, tornando inútil la fe en
Cristo, ni un aniquilacionismo directo, que nada mas es sino impunidad.
Ella enseña que primero los impíos serán castigados, cada uno por el
hecho correspondiente a sus pecados, unos mas y otros menos.

Esa visión es la única que trabaja en cima del principio de la


proporcionalidad, que es claramente atestado por la biblia. La
proporcionalidad es, como sabemos, la base del patrón de justicia que rige
al mundo. Ninguna de las tres visiones respeta el principio de la
proporcionalidad, sea por predicar un tormento eterno para todo el
mundo, sea por predicar la salvación final para todos o entonces por
PARA LA ANALICE DE LA COMISION DE DOCTRINA -

enseñar una muerte sin castigo para nadie. Dios, sabiendo que los
pecados de los impíos no podrían pasar impunes, los castiga por el hecho
correspondiente y justo – proporcional a los pecados de cada uno – y en
seguida tales irán para la muerte eterna, ya que un tormento eterno sería
injusto, moralmente injustificable y contra la ley de la proporcionalidad, al
mismo tiempo en que salvar todo el mundo sería igualmente injusto.

En esa visión no hay una perpetuación del pecado y del sufrimiento, como
seria caso para siempre existiesen criaturas blasfemando, murmurando y
peleando con Dios, ni enseña la existencia de un “punto negro” en algún
lugar del universo, en un verdadero lago de fuego donde billones de seres
humanos sufren en tormentos eternos. Ella enseña la total y completa
erradicación del pecado en la nueva creación, lo que podría ocurrir caso
existiese la completa extinción de los pecadores, pues el pecado solo
existe en función de la existencia de pecadores. Ella también enseña la
total transformación del universo, para una nueva creación donde no
existe más muerte, pecado, blasfemia, demonios o impíos, más donde
Dios es todo en todos (1ª Co 15.28), cuando no habrá más muerte, ni
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron (Ap 21.4).

PR. EDIL SON DIAS,

14/03/2019

Potrebbero piacerti anche