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El ayuno es una de las herramientas principales para la comunión con Dios. Pero, ¿qué
significa ayuno espiritual? Simplificando, es la abstención de alimento para dedicarse a
finalidades espirituales. El objetivo es conducir a una persona a una lucidez espiritual
plena y facilitar la comunión profunda con Dios, pues el organismo no utilizará energía
para la digestión, y así, el cerebro tendrá más energía para reflexionar en cosas
espirituales. Es una práctica religiosa voluntaria, exige pureza de vida y excluye la
exhibición.
1) Para quien tiene miedo. Existen muchas cosas en la vida que nos provocan miedo:
falta de empleo, enfermedad, hambre, personas, pero el ayuno proporciona una
oportunidad especial para una comunión íntima con Dios. La amistad con el Señor
Jesús trae paz y seguridad al corazón (2 Crónicas 20:3, 4).
2) Para quien está arrepentido. El arrepentimiento es una obra milagrosa del Espíritu
Santo. Si su corazón se encuentra afligido y siente dudas sobre el perdón divino,
ayune. Usted tendrá un espacio ideal para la reflexión y la lectura de la Biblia. Y
así, Dios le hará sentir su perdón y promoverá alivio al alma (1 Samuel 7:6; Jonás
3:5)
3) Para quien busca la conversión. Convertirse significa cambiar de dirección. Dios
desea mantenernos siempre en su camino. Al pueblo de Israel, el Señor le solicitó
ayunar para llevarlo al quebrantamiento de corazón y conducirlo a la conversión.
Haga ayuno periódicamente y busque una comunión mayor con Dios (Joel 2:12).
4) Para quien necesita de una respuesta divina. La acción de ayunar lo colocará en
una condición de entrega a Dios, y lo hará sensible para discernir sus respuestas
(Ester 4:16).
5) Para quien desea humillar el corazón. El ayuno es un antídoto excelente para el
orgullo que desea instalarse en el interior. Por medio de él nos damos cuenta que
dependemos completamente de Dios (Esdras 8:21; Salmo 35:13).
6) Para quien enfrenta fuertes pruebas. Jesús se sentía fortalecido por el ayuno. Al
enfrentar las terribles tentaciones de Satanás se encontraba completamente lúcido.
Debemos seguir el ejemplo de Jesús. Al enfrentar tentaciones o pruebas haga del
ayuno una de las principales armas espirituales (Mateo 4:1, 2).
7) Para quien necesita poder. El ayuno debe resultar en “poder” para romper todas
las cadenas del mal y libertar a los afligidos del alma.
8) Para quien decidió entregarse a Dios. El ayuno es fundamental para una vida santa
y piadosa ante el Señor. Dios oye cada clamor (Joel 1:14).
9) Para comprender la Palabra de Dios. Cuando se tiene alguna duda bíblica, el ayuno
ofrece mayor facilidad para el estudio y la iluminación del Espíritu Santo. El
entendimiento se abrirá por medio del Espíritu que lo guiará por toda la verdad.
¿Cómo ayunar?
Existe también otro tipo de ayuno que produce enormes beneficios para la mente
y ayuda en una mejor comunicación con Dios. Vea a continuación el ayuno
espiritual para los cinco sentidos, realícelo durante diez días por lo menos:
Audición: No escuche radio y músicas seculares. Trate de ir a la naturaleza
para oír su sonido.
Visión: No mire TV (excepto contenidos espirituales), no lea revistas y evita
sitios seculares. Estudie la Biblia.
Paladar: No coma carnes (de ningún tipo), dulces, leche y sus derivados,
tampoco frituras. Use frutas, verduras, nueces, castañas, granos y cereales.
Practique las buenas reglas de salud. Mantenga intervalos de cinco horas entre
las comidas y no coma después de las 19:00.
Olfato: Respire aire puro por la mañana. A lo largo del día respire
profundamente.
Tacto: Haga caminatas en lugares de mucho verde, en lo posible camine
descalzo.
El ayuno es una actividad con un objetivo espiritual que afecta el cuerpo como un todo
en sus componentes físico y mental. La abstinencia de alimentos puede ser más fácil para
algunas personas que para otras. Por esa razón es importante conocer el propio cuerpo y
sus límites antes de pensar en hacer un ayuno.
Si usted ya decidió ayunar, considere este punto algunos días antes de la fecha separada
para ayunar. Primero, es importante mantener el cuerpo bien nutrido e hidratado. También
es importante tener previamente una alimentación variada con cereales integrales,
frijoles/porotos, castañas, frutas y hortalizas. En la preparación para el ayuno no puede
faltar una buena cantidad de líquidos en forma de frutas, jugos, caldos, hortalizas y agua
pura. Es también importante consumir alimentos que contengan carbohidratos, tales como
cereales, panes y masas integrales.