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Cartas a un joven terapeuta, cartas 1-4

Carta n° 1

En las primeras líneas de la primera carta, Irving H. Paul, está defendiendo la

psicoterapia sobre las diferentes corrientes que emergen y comienzan a cobrar auge. Estas nuevas

corrientes prometen poseer métodos para lograr resultados más satisfactorios. Ante la solicitud

de su sobrino Simón sobre lo que realmente sucede desde la psicoterapia cuando se está con un

paciente, Paul le comienza a describir los diferentes métodos y técnicas específicas que él utiliza

en la práctica de la psicoterapia tradicional. Considero esto un poco redundante en la lectura.

Paul le comenta a su sobrino que la psicoterapia tradicional se maneja fundamentalmente

en un plano verbal, lo cual considero cierto, ya que parece estar en contra o en desacuerdo, con la

psicología conductual, en la cual la persona debe modificar su conducta a través de reforzadores.

Paul se muestra apenado, ya que hay una escasez de tratados aceptables y valiosos sobre

psicoterapia, sin embargo, defiende este hecho comentando que el aprendizaje práctico, es el más

adecuado para trabajar en esa especialidad. Considero que es cierto, que el aprendizaje practico

es el más valioso para adquirir conocimiento, sin embargo también considero necesario la

existencia de literatura que abarque temas de interés y que puede enriquecer el conocimiento

adquirido por la experiencia.

Paul le menciona a Simón que la técnica del psicoterapeuta tradicional se ha convertido

en blanco de críticas despiadadas de todos los sectores, que no vacilan en hacerla objeto de

burlas. Considero que en este comentario Paul tiene razón, ya que muchas personas ven a los

psicoterapeutas como personas frías, inhumanas, o despiadadas, y no comprenden que el

ejercicio de su profesión requiere de habilidades específicas para el correcto manejo de la

consulta y desarrollo terapéutico con el paciente.


Cartas a un joven terapeuta, cartas 1-4

Carta n° 2

Me gustó mucho la ilustración que usó Paul al principio de la carta, cuando comentó que

su hijo Ezra explicaba a los demás que su papá conocía gente con un montón de problemas, les

hablaba un rato bien largo en el consultorio, y entonces todos los problemas desaparecen. Así es

como muchas personas en la actualidad conciben la práctica de la psicoterapia, pero en realidad

es un proceso mucho más complejo y que requiere mucha preparación y conocimientos.

De hecho, en esta carta, Paul le menciona a Simón que en la conducción de la

psicoterapia, presta atención especial a todos aquellos fenómenos en que los analistas le han

enseñado a concentrarse: conflictos, defensas, formas de resistencia y transferencia, fantasías.

Esto me parece bastante acertado ya que en una sesión, el psicólogo debe estar receptivo y poner

atención a todo lo que el paciente le dice y a lo que no le dice, es decir tanto al lenguaje verbal

como el no verbal. Me gusta que en este enfoque, el psicólogo es quien alienta al paciente a que

examine su mente con toda libertad, a que exprese sus ideas y pensamientos.

Me parecen muy acertadas las restricciones estrictas que impone la psicoterapia en la

conducta del terapeuta y su participación en el tratamiento. Definitivamente considero que el

terapeuta no aconseja, ni dirige al paciente.

El psicólogo nunca debería influir de manera directa en los actos del paciente, ni guiarlos.

Tampoco debe administrar recompensas o establecer castigos. La relación psicólogo-paciente no

debe entablarse como una relación de mentor, maestro o amigo, sino que se debe mantener una

neutralidad. Sin embargo, contrariando lo que Paul menciona en esta carta, considero que dentro

del proceso, es necesario el procedimiento de entrevista, sobre todo si el paciente muestra

dificultad para expresarse.


Cartas a un joven terapeuta, cartas 1-4

Carta n° 3

Al comienzo de esta carta, Paul le menciona a Simón la importancia de la consigna

básica. Me gustó mucho esta consigna, ya que le da la oportunidad al paciente de decir todo lo

que quiera, ya sean sentimientos o ideas, sin ningún tipo de restricción, y le da a entender que el

terapeuta hará lo posible por comprenderlo. Por otra parte, me gusta porque el paciente tampoco

está obligado a hablar de ello si no quiere, simplemente, tiene la libertad de hacerlo. Dentro de

esta consigna, el paciente debe tomar sus propias decisiones, lo cual me parece excelente.

En esta carta, Paul habla un poco más sobre cuál debe ser la posición del terapeuta dentro

de la sesión. Menciona que el terapeuta en ningún momento debe de actuar como entrevistador,

ya que no es la función del terapeuta sacar a relucir recuerdos ocultos o sentimientos que

infunden terror. Con respecto a esto, considero que aunque una sesión psicológica no es como

una entrevista, pienso que el uso de la entrevista si puede ser necesaria en ciertos casos, y no creo

que deba ser vista como un aspecto negativo en el ámbito de la psicología.

Menciona otros aspectos importantes en los cuales si estoy de acuerdo, como cuando

indica que la actitud del psicólogo debe ser neutral e impersonal, lo que significa que el terapeuta

se debe cuidar de adoptar una condición que implique dirigir al paciente o ejercer algún tipo de

coerción sobre él, de hecho o de palabra. Estoy de acuerdo con esto, ya que el paciente es quien

tiene que decidir y tomar conciencia sobre los cambios que debe hacer por sí mismo.

Me gusta la función sintética de la que habla Paul, ya que consiste en lograr que el

paciente aprenda a ser comprendido y a comprender. Comprender las experiencias del otro

significa conocerlas: reconstruirlas y enunciarlas claramente. El paciente tendrá la satisfacción de

que el terapeuta le comprende.


Cartas a un joven terapeuta, cartas 1-4

Carta n° 4

Al comienzo de esta carta, el autor menciona que el arte de la psicoterapia se compone de

tres elementos, los cuales son el análisis, el tacto y la técnica. Este último elemento es expuesto

en esta carta. Me gusta mucho la manera en que Paul expone el elemento de la técnica, ya que

hace uso de ejemplos, donde los casos presentados son en su mayoría fáciles de comprender,

aunque no corresponden a casos reales. Tales casos exponen la técnica que utilizó el terapeuta en

la psicoterapia, y explica por qué esa fue la mejor opción, me gustó mucho el tipo de explicación.

Paul define la técnica como la manera de asegurar logros, y que se cumplan al máximo

nuestros propósitos analíticos a la vez que mantenemos un grado óptimo de tacto. Considero que

es muy importante que un psicólogo utilice una técnica apropiada en un proceso de terapia, ya

que esta influirá grandemente en la manera en que el paciente logre presentar una mejoría en su

condición. La forma en que se conduce la psicoterapia tendrá efectos en el paciente. La técnica

utilizada por el psicoterapeuta puede formularse de manera totalmente independiente de los

distintos estilos terapéuticos.

Para tener una visión más clara, por técnica, se hace referencia a la manera de interrogar,

de encarar las preguntas directas, las resistencias, etc… Es la manera en que cada terapeuta lleva

sus intenciones a la práctica. Considero que para ser un buen profesional en el área de la

psicología, el poseer una buena técnica es fundamental, ya que aunque se tenga conocimiento de

la teoría, la práctica es muy diferente.

Me pareció muy interesante que durante uno de los ejemplos, se mencionó que no se

deben contestar las preguntas que hace el paciente y que tienen relevancia personal. La

psicoterapia proscribe suministrar al paciente información personal sobre el terapeuta.

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