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ANALISIS JURISPRUDENCIAL A LA SENTENCIA DE LA CORTE

CONSTITUCIONAL: T-691 DE 2012

Sentencia T-691/12

Referencia: Revisión fallos de tutela, expediente T-2868287.


Accionante: Heiler Yesid Ledezma Leudo.
Accionado: Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”.
Primera Inst: Juzgado 31 Civil Municipal de Bogotá.
Segunda Inst: Juzgado 21 Civil del Circuito de Bogotá
Revisión: Corte Constitucional.
Sentencia: T-691 del 28 de agosto de 2012.

Magistrada Ponente
MARÍA VICTORIA CALLE CORREA

ASPECTO JURIDICO CONSIDERADO

Esta demanda produce más por argumentos que se encuentran en la constitución política
los cuales comporta una violación de sus derechos a la igualdad (art. 13, CP) y a la
educación, en especial de grupos étnicos protegidos (art. 68, CP) y, en general, un
desconocimiento del carácter pluralista del Estado (arts. 1 y 5, CP). De los cuales el
accionante encuentra que han sido vulnerados y no se les ha realizado una debida
protección por parte de la entidad demandada entre esos el principio de no discriminación.
El derecho a no ser discriminado por razones de raza mediante estereotipos y prejuicios,
especialmente en ámbitos como la educación.
Hechos:

El estudiante Heiler Yesid Ledezma Leudo presentó acción de tutela contra la Universidad
Distrital “Francisco José de Caldas” por considerar que en una clase de su carrera
universitaria se le sometió a un trato discriminatorio, en la medida que un docente empleó
un ejemplo de carácter racista durante una sesión, en frente de él y de todos sus otros
compañeros.

Considera además el estudiante que la Universidad Distrital “Francisco José de Caldas”,


su “alma mater”, no lo atendió en el momento en que le solicitó que protegiera sus
derechos ante la situación de discriminación a la cual se le había sometido.- Dice además,
que por cuestiones de ‘solidaridad de cuerpo’, algunos otros docentes le han sometido a
presiones posteriores, e incluso actos de discriminación y desigualdad, en relación al resto
de sus compañeros.

La Universidad, por su parte, considera que sí llevó a cabo la investigación


correspondiente ante los hechos informados por el estudiante Heiler Yesid Ledezma y se
tomó una decisión al respecto, considerando que no le fueron violados los derechos al
debido proceso del estudiante, ni fue sometido a trato discriminatorio ni excluyente al
quejoso, toda vez que sus solicitudes y reclamos fueron atendidos por todas las instancias
académicas y administrativas donde él presentó sus reclamos, nunca se le negó la
oportunidad para que actuara y hay evidencia de trámites y respuestas.
Dice además la Universidad, que cosa distinta es que las respuestas no fueran favorables a
sus pretensiones, pero que la Universidad actuó acorde a sus reglamentos y normas.

Según la Universidad, Señor Heiler Ledezma, accionante en este caso, estaba buscando
beneficios académicos con el proceso, a costa del buen nombre de sus profesores. Pero la
Universidad reitera que adoptó una decisión a su juicio adecuada, en el legítimo uso de su
autonomía universitaria. El profesor acusado, por su parte, reitera ante la Sala de Revisión
que fue un ejemplo desafortunado, por el cual, de forma inmediata pidió disculpas al
estudiante. No obstante, insiste en que se trata de una expresión ‘castiza’, usual y corriente
en la lengua española, cuyo uso no necesariamente implica un ataque de carácter racial.

Problema Jurídico:

La Sala advierte que en el presente caso hay dos problemas jurídicos a resolver:
1- El eventual irrespeto a los derechos del accionante por parte del profesor Chavarrio
Alvarado.
2- La presunta desprotección por parte de las instancias académicas y administrativas
que se han ocupado de conocer el caso posteriormente.
3-
Primer problema jurídico ¿una persona, en el rol de profesor Universitario, viola
los derechos a la educación y a la igualdad, en especial a de no ser discriminado
cuando en ejercicio de su derecho fundamental a la libertad de cátedra, usa en clase
una expresión que se le acusa de discriminatoria?

Segundo problema jurídico ¿desconoce una universidad los derechos a la igualdad


en especial el de no ser discriminado y al debido proceso de una persona que en su
calidad de estudiante solicita a las directivas de la universidad que se tomaran
medidas?

La acción de tutela de la referencia fue instaurada ante el Juzgado 31 Civil Municipal de


Bogotá, donde fueron negadas las pretensiones del accionante, aduciendo que la
Universidad Distrital dio cumplimiento a lo estipulado en el reglamento estudiantil de esa
alma mater y acogiéndose también a la autonomía universitaria, consideró que los hechos
no eran suficientes para violar los derechos fundamentales aludidos por el accionante.- Esta
decisión fue Impugnada por el señor Heiler, donde ratificó lo que inicialmente había
solicitado y aportó argumentos para reforzar su tesis.

Tesis y explicacion

Por solicitud del Defensor del Pueblo, esta acción de tutela negada por las instancias
anteriores, fue seleccionada en la Corte Constitucional para Revisión, lo que en efecto
ocurrió y se plasmó su decisión en la sentencia T-691 de agosto 28 de 2012.

Para tomar la decisión en sala de revisión, la Corte dejó en claro los argumentos y
conceptos jurídicos en los que se apoyó; de forma muy resumida, resaltamos algunos
apartes conceptuales de la corte que sirvieron de sustento jurídico para fallar.- Entre otros,
la corte definió que:

“Las reglas y principios que inspiran el estado social y democrático de derecho que es
Colombia, excluyen los actos de discriminación en contra de cualquier persona. Son
actuaciones contrarias al principio de dignidad humana y, por tanto, proscritas del orden
constitucional vigente. Cuando tales actos conllevan una puesta en escena, ante un grupo
de personas que hacen las veces de público, la discriminación implica afectaciones
inmateriales a la dignidad que han de ser especialmente valoradas por el juez
constitucional, de acuerdo con las reglas aplicables”.

Definiendo la Corte lo que es un acto discriminatorio, su alcance y afectación al individuo


discriminado, dejó en claro y de forma vertical, que:

“Son muchos y variados los actos de discriminación a los que puede verse enfrentada una
persona. Estos, pueden provenir de distinta clase de individuos o instituciones, tener
diferentes grados de impacto, a la vez que pueden ocurrir en contextos y situaciones
distintas. Los actos de discriminación pueden ser de carácter consciente o inconsciente.
Es decir, la persona que comete el acto puede tener intención o no de discriminar,
incluso puede no darse cuenta que se trata de tal tipo de acto, ni antes ni después de
cometido. Lo relevante del acto, desde la perspectiva de la protección del derecho a la
igualdad y la no discriminación, por lo tanto, no es la existencia de un propósito de
dañar o discriminar, es la existencia o no de un acto que afecte la dignidad humana, con
base en razones fundadas en prejuicios, preconceptos, usualmente asociados a criterios
sospechosos de discriminación como raza, sexo, origen familiar o nacional o religión, por
ejemplo.”

En esta sentencia también encontramos la preocupación de la corte por identificar las raíces
de la discriminación, su subsistencia y su forma de controlarla, haciendo énfasis en que no
solo los particulares acuden a prácticas discriminatorias, sino que también ocurren desde
lo institucional. En torno a esto la corte fue categórica al afirmar que:

“La Corte Constitucional se preocupó desde un inicio por mostrar cómo discriminaciones
estructurales siguen inmersas en las culturas dominantes de los distintos pueblos,
comunidades y grupos sociales que habitan Colombia. Patrones clasistas, sexistas o
racistas, persisten en las estructuras jurídicas, sociales e institucionales, en ocasiones tan
íntimamente vinculadas a las prácticas cotidianas, que simplemente se vuelven invisibles.
Son discriminaciones estructurales que simplemente no se ven. En un estado social y
democrático de derecho, fundado en la dignidad humana, el uso de expresiones racistas
por parte de los docentes está proscrito de los espacios educativos, salvo que ello sea
razonable y proporcionado constitucionalmente, en circunstancias específicas. Ningún ser
humano ha de ser sometido a un trato cruel y degradante como el que supone ser puesto
en un escenario de discriminación, en el cual se reproduzcan estereotipos claramente
racistas, humillantes y ofensivos”

Ratificando la Corte Constitucional su condición de garantista de los derechos de las


personas, consideró conveniente y necesario cambiar el rumbo de los procesos en cuanto a
probar hechos discriminatorios por parte de la víctima, al invertir la carga de la prueba en
estos casos; allí la corte sentenció:

“Uno de los retos más complejos que plantea la protección frente a actos de
discriminación, es su prueba. La jurisprudencia ha resaltado, que una de las principales
garantías en los casos en los que se produce un acto de discriminación, consiste
precisamente en que se invierta la carga de la prueba, en especial cuando se trata de
personas que alegan haber sido sometidas a tal trato, con base en una categoría
sospechosa de discriminación o cuando se trata de personas en situación de sujeción o
indefensión.”
Método

Sistemático

Análisis critico

La corte constitucional con fundamento en los argumentos transcritos, ordenó revocar los
fallos de tutela de primera y segunda instancia de los juzgados 31 civil Municipal y 21 Civil
del circuito, ambos de Bogotá y en su defecto dispuso conceder el amparo de los derechos
vulnerados al estudiante Heiler Yesid Ledezma y ordenó la realización de una serie de
actividades por parte de la Universidad, como desagravios y como reconocimientos al
estudiante discriminado, Heiler Ledezma.

También ordenó la corte que se enviara copia de la actuación de estas actividades a la corte,
a la alcaldía de Bogotá y a la Personería, entre otros, circunstancia esta que, a nuestro juicio
personal, es exagerado y demasiado protagónico, porque conllevaría también a actos
degradantes y humillantes para la Universidad, para su cuerpo directivo, para sus directivas
y para sus estudiantes en general, por parte de la Corte Constitucional.

María Fernanda olea hoyos


Nevar Manuel Ruiz García
Nohora Rubio Hernández

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