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Estudiante: Manuela Salinas Camacho

Profesor: Luis Carlos Medina


Sociología 1
Universidad Autónoma de Colombia

Resumen de El proceso de la civilización de Norbert Elías.

El autor de este texto examina cómo las normas europeas post-medievales relativas a
la violencia, el comportamiento sexual, las funciones corporales, los modales en la mesa
específicamente, fueron transformándose gradualmente por el aumento de
la vergüenza y la repugnancia, desde su perspectiva como observador del mundo en el
que vive. El "autocontrol" que se exigía debía ser interiorizado y propagado, por las
cada vez más complejas relaciones sociales y el desarrollo de las auto-percepciones
psicológicas que el autor menciona en el texto, y que cada individuo se veía sometido a
cumplir.

Todos los desarrollos y descubrimientos que se daban en la época, dieron paso a la


organización y estructuración de los comportamientos humanos, que dan como
resultado lo que se conoce como civilización. En este apartado, Elías se enfoca en
exponer las causas que originaron el desarrollo de la civilización o civilité, dado a
conocer por la obra de Erasmo de Rotterdam, De Civilitate Morum Puerilium, donde
describe el significado que recibe este concepto en su época y como se desarrolla en la
sociedad, que en un principio se creería primitiva, haciendo hincapié en que nunca se
trató de un estado incivilizado de la sociedad esos primeros comportamientos y
modales, debido a que en la época, aquello era lo establecido y conocido por todos.
Estas causas las encuentra en el estado cada vez más centralizado de la Edad Moderna y
en la red aún más diferenciada e interconectada de la sociedad.

Igualmente este proceso civilizatorio, que fue lento, tuvo una constitución diferente
para Inglaterra, Francia y Alemania principalmente, unidades políticas en las que el
autor se apoya para remontarse a la Edad Media. Así, para estos dos primero países,
otorgó una mejora en el trato y las costumbres sociales; a diferencia de Alemania se
constituye como cultura.

En una primera instancia, aquello que se conocería como incivilización, estado en el que
se hablaba con naturalidad de los procesos naturales del cuerpo sin tener recato en ello,
pasaría a un estado de vergüenza y completa discreción, en especial en la clase alta, que
hacia mayor insistencia respecto a los buenos modales en la mesa. Este primer concepto
de civilización deriva de la noción de civilité que trataba de caracterizar la especificidad
del comportamiento cortesano del siglo XVI y lo elevado de sus costumbres sociales
frente a la conducta de personas más primitivas y sencillas.

Norbert Elías, realiza un análisis exhaustivo de los cambios graduales que se dan en la
conducta y el carácter psicológico de los individuos, a través de libros de consejos,
como la obra de Erasmo, y los manuales de la Courtoise, donde se manifiestan la
diversidad de códigos y reglas que posteriormente configurarían las buenas costumbres.

En el siglo XVI la clase caballeresca-feudal está en decadencia, dando paso al ascenso


social de una nueva, la clase cortesana-absolutista, de modo que los manuales de
conducta del momento respondían a las necesidades de una sociedad en transición, en
donde, se recogían los modelos de comportamiento que la sociedad esperaba de sus
miembros. Esta situación da lugar a que avance el umbral de la vergüenza y de los
escrúpulos hacia las necesidades fisiológicas del ser humano y su conducta en diversas
situaciones, aumentando la presión externa que unos miembros ejercen sobre otros, a la
vez que crece la presión interna por autocontrol. A partir de las fuentes que el autor
menciona en el texto, argumenta la manera en que una costumbre, aceptada en un
tiempo, posteriormente deja de serlo, debido al aumento de estos umbrales.

La obra de Erasmo, da significado al ser la formulación a una necesidad de la época, es


decir, la necesidad de tener ciertos comportamientos en cada situación cotidiana, en
especial la mesa, la realización de las necesidades fisiológicas, el modo de sonarse o
escupir, las relaciones sociales y el manejo de la agresividad, exigida por una clase
cortesana, que como menciona el autor, es el caldo de cultivo de las buenas costumbres.
También una modelación de los comportamientos que anteriormente, son más
descorteses. De este modo, demuestra que el comportamiento de los hombres
medievales, podría entenderse desde el punto de vista moderno, como primitivo, con
escasa represión de los instintos naturales y sus necesidades, porque no había la
necesidad de reprimirlo y hacerlo en soledad. Por ejemplo, tomar la comida con las
manos, limpiarse los dientes con el cuchillo, limpiarse los mocos en público, chuparse
los dedos, rascarse en la mesa, eructar y desnudarse delante de otros, señalando estas
actitudes como incivilizadas.
Por otro lado, hace ahínco en las relaciones con la clase alta de la sociedad, quien
ejecuta y demanda estos buenos comportamientos, y de quienes se toma ejemplo para
realizar determinadas acciones y la manera de relacionarse con otros. Esto, debido a que
su polo opuesto, la clase caballeresca, era una sociedad en la que los sentimientos
actuaban de una forma más espontanea.

Elías, parte de un problema base, y es la autoconciencia que tienen los occidentales de


ser civilizados, para demostrar que las formas de comportamiento del hombre civilizado
no siempre han sido igual, sino que como se mencionó anteriormente, son fruto de un
largo proceso evolutivo de costumbres y apropiaciones culturales, que enriquecen las
relaciones sociales, aunque en su momento algunas llegaran a ser extremas, cambiando
así la estructura política y psicológica de los individuos. Este proceso, así como en la
Edad Media, no ha culminado, puesto que diariamente se producen transformaciones en
el comportamiento de las personas que van codificando la sociedad.

Cuando las nuevas formas de comportamiento son imitadas por las clases medias se
pierde el carácter de diferenciación con lo cual se impulsa en las clases altas una nueva
fase de refinamiento y elaboración de comportamientos para mantener su prestigio
diferenciador. Elías lo ejemplifica en el cambio de la nobleza caballeresca hacia la
aristocracia cortesana-absolutista. Son fases del proceso civilizador general en las que
estos grupos lideran las transformaciones de las costumbres, destacando el importante
papel de la corte, sobre todo la francesa, para la domesticación y pacificación de las
costumbres nobiliarias, irradiando su influencia al resto de cortes europeas.

De este modo, este proceso de civilización es inculcado a los niños, donde se reprimen
los instintos, hasta que termina por actuar de forma automática. También se explica que
para permitir un mayor progreso económico es preciso un poder político consolidado,
una mayor organización social, de modo que ha de restringirse la agresividad individual
y centralizar el monopolio de la violencia en una autoridad política fiable que cuide el
bien común. Este proceso, dando un contexto político, es el que permite en la Edad
Media acabar con las luchas feudales entre nobles, ceder el poder al rey y que éste
garantice orden.
Estas acciones civilizadas son inspiradas por el aumento de la competencia social, que
permite el ascenso de la clase cortesana, puesto que el individuo recibe aceptación a
medida que escala socialmente, permitiéndose mayor exclusividad y reconocimiento.
Esta sociedad centralizada, castiga, señala y excluye a los individuos que no encajan
con la forma de comportamiento establecido.

En conclusión, con su obra, Elías pretende exponer que la estructura de las funciones
psicológicas y la orientación del comportamiento están íntimamente relacionadas con la
estructura de las funciones sociales y los cambios en la relación entre los seres
humanos. Aunque no es un proceso rectilíneo, se observa en él una predisposición a la
igualación de las formas de vida y de conducta en las diversas sociedades, que a través
de un elemento complejo de coacciones se va produciendo, a lo largo de mucho tiempo,
una transformación progresiva del comportamiento hasta alcanzar lo que conocemos
como civilización actual.

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