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CONTENIDO

Prólogo…………………………………………………………………….. 9
Introducción general…………………………....................................... 13

Capítulo Uno
EL CONCEPTO DE GUERRA ESPIRITUAL DESDE UNA PERSPECTIVA BIBLICA.
……… 17

1. La cosmovisión bíblica de la presencia del mal en la historia.

2. El mal en el Antiguo Testamento…………….…………………

3. El mal en el Nuevo Testamento………………………………..

4. Cristo, el ungido para liberar del mal y del pecado en su triple oficio…

Capítulo Dos
EL PODER DEL MUNDO Y LAS TINIEBLAS APLICADO A LA REALIDAD
ACTUAL……… 31

1. Una visión global del mundo actual………………………………


a. El trasfondo del mundo post-moderno…………………….....
b. La creciente degradación destructiva………………………..

2. Un interés exagerado en el tema del ocultismo, a través del Movimiento de la “Nueva


Era”……

3. El poder atractivo del ocultismo………………………………….

4. La condenación de la Biblia a las prácticas del ocultismo…….

Capítulo Tres
LAS BASES BÍBLICAS PARA LA GUERRA ESPIRITUAL……… 49

1. ¿Se puede hablar de “Liberación” y de “Sanidad Interior” como doctrinas


bíblicas?.........

2. La diferencia entre “Liberación” y “Sanidad Interior”………….

3. La importancia bíblica del Ministerio de Liberación Espiritual...

4. Principios de la Guerra Espiritual………………………………..

5. Principios básicos de Autoridad Espiritual……………………..

6. El principio de cooperación con Dios…………………………..

4
Capítulo Cuatro.
LA EXPERIENCIA DE LA GUERRA ESPIRITUAL EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA
CRISTIANA…… 65

1. La experiencia de la iglesia apostólica……………………………

2. Los siglos II al IV: Los Padres de la Iglesia………………………

3. El Período de la Edad media (476 a 1453 d.C.) y del Renacimiento o Período de la


Reforma (1453 a 1648 d.C.)……..

4. El Período Post-Reforma o Iglesia Moderna (1648 a 1901 d.C.)

Capítulo Cinco
LA EXPERIENCIA ACTUAL EN LA GUERRA ESPIRITUAL CONTRA EL
DIABLO……… 91

1. La lucha contra los “espíritus territoriales” malignos………

2. El gobierno demoníaco en el mundo…………………………

3. Los elementos de identificación del enemigo………………

4. La obra de los demonios en la vida de las personas………

5. ¿Es posible ver a cristianos endemoniados?........................

6. Las manifestaciones demoníacas que no aparecen en la Biblia…

7. Los paradigmas que ayudan a entender los fenómenos en el campo espiritual…

8. ¿Cómo se pueden detectar las manifestaciones demoníacas? ….

Capítulo Seis
COMO DESARROLLAR UNA VIDA CRISTIANA FUERTE Y MADURA……… 133

1. La guerra contra los apetitos de la carne……………………

2. La guerra en contra de la mente…………………………….

3. La defensa espiritual del creyente…………………….…….

4. Liberación y mantención de una vida espiritual óptima……

Capítulo siete
EXAGERACIONES O DESVIACIONES EN QUE PUEDE CAER LA DOCTRINA DE LA
GUERRA ESPIRITUAL… 167

5
1. La raíz del problema: Una deficiente hermenéutica…………

2. Los modelos que se emplean actualmente………………….


a. La toma de Jericó (Josué 6)…………………………………
b. La victoria de Josafat (2 Crón. 20)…………………………

3. Los criterios de medición o evaluación.................................

4. El problema de la alegorización extrema…………………….

5. Una notoria espiritualización de las cosas……………………

Conclusiones finales………………………………………… 195

Bibliografía seleccionada……………………………………………... 199

6
PROLOGO
Hablar hoy en día de “Guerra Espiritual”, es un tema que despierta seriamente el interés
de un vasto sector evangélico. La razón para esto es clara; nadie desconoce que estos
tiempos son especialmente peligrosos. En la práctica son el cumplimiento de las
palabras proféticas que anunció el apóstol Pablo. En ellas se describe el espíritu
dominante de este siglo, que probablemente será testigo de la segunda venida de
Cristo a la tierra. Pablo dijo:
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios;… (1 Timoteo 4:1)
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural,
implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios. (2 Timoteo 3:1-4).

Desde el punto de vista exegético, el apóstol estaba describiendo los tiempos que
vendrían después de su generación. De hecho se puede demostrar históricamente que
las doctrinas de demonios y las herejías comenzaron a ser introducidas tempranamente
en la iglesia de los primeros siglos. Pero, si hacemos una extrapolación y aplicación
hermenéutica, no hay duda que el apóstol está describiendo de manera nítida nuestros
tiempos actuales. Las características que predominan en los hombres de nuestra
sociedad occidental están reflejadas en estas palabras proféticas en la actualidad.

Ejemplo de esto es que las últimas décadas se han caracterizado por una decadencia
moral y la propagación abierta del sexo sin límites en casi todas las esferas de nuestra
cultura. Las consecuencias están a la vista: relaciones sexuales pre-matrimoniales,
embarazos de adolescentes, abortos, abuso sexual de niños, pedofilia,
homosexualismo, enfermedades venéreas y problemas en los matrimonios futuros. Esta
degradación no parece conocer límites. Esta mal llamada “libertad sexual” ha producido
crímenes de aborto en miles y miles de adolescentes, que han dejado en ellos una
atadura espiritual que ha marcado sus vidas. Pero, lo más lamentable es que estas
influencias sensuales, en cierto grado, también han traspasado las barreras de la iglesia
afectando a jóvenes, adultos e incluso a ministros del culto.

En ninguna época anterior ha existido, para la venta, tanta pornografía disponible a


vista y paciencia en los kioscos públicos como en el día de hoy. La televisión hace lo
suyo en la propagación del sexo. A toda hora se ven las insinuaciones tanto en novelas,
show, comerciales y películas con marcado acento erótico. Este clima sexista de la
sociedad genera que los matrimonios sean cada vez más inconsistentes. A tal punto
que los divorcios llegan a ser más frecuentes que los casamientos.

En estos tiempos se habla de legalizar las prácticas homosexuales. La tendencia


moderna se inclina a la tolerancia social y al reconocimiento legal a dichas uniones
antinaturales. El SIDA es una plaga a nivel mundial que ha aparecido para quedarse. Y

7
en la práctica, la principal solución ofrecida a una sociedad decadente es la fe en el
preservativo.

Otro aspecto que caracteriza estos tiempos es la alta competitividad que existe en el
campo de lo laboral. Como resultado de esta vorágine social se observa a mucha gente
que sufre de estrés. Hoy en día las enfermedades psiquiátricas son una de las
principales causas de ausentismo laboral. Frente a tanta presión del medio, el espíritu
solidario se aleja día a día, y los resultados son individualismos y personalismos. Y
como profetizó acertadamente el apóstol Pablo, para los postreros días en que:
“...habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,…amadores de los deleites más que
de Dios” (2 Tim.3:1-5).

Y como caldo de cultivo, en estos tiempos finales, están en boga los “espíritus
engañadores y las doctrinas de demonios” (1 Tim.4:1). Hoy en día se observa una
explosión de los cultos esotéricos como nunca antes se ha visto en toda la historia. Y
esto a la verdad, nos guste o no reconocerlo, ha debilitado mucho la fe de los actuales
creyentes. Un alto porcentaje de cristianos actuales no entiende ni viven la ortodoxia, ni
el compromiso de la fe, sino que llegan a ser tolerantes en sus principios y a aceptar
ideas sincréticas en cuanto a la fe cristiana.

El hombre natural no comprende las cosas de Dios, pero el hombre espiritual o que ha
nacido de nuevo, sí las puede entender. Goza de una naturaleza divina. Si el hombre
espiritual comprende las cosas del Espíritu de Dios, también debería comprender las
cosas demoníacas. Pero,… aquí está el problema. Aunque muchos han recibido
enseñanzas sobre los asuntos del Espíritu, pocos han sido instruidos en los asuntos de
los espíritus inmundos.

Son pocos los Seminarios o Institutos Bíblicos que ofrecen cursos sobre el tema de
guerra espiritual y el enfrentamiento con demonios. A veces escuchamos expresiones
de cristianos que dicen: “Mientras haya dos tercios de ángeles buenos alrededor, no
tengo porqué preocuparme por el tercio restante de ángeles caídos”, o “Yo le dedico
todo el tiempo de mis pensamientos al Señor. No tengo tiempo ni interés para las obras
de Satanás”. Aunque estas expresiones parecen nobles y espirituales, lo cierto es que
no reflejan la realidad espiritual que enseña la Biblia.

Por estas razones, presento este libro con el objetivo de visualizar el sano equilibrio que
debe existir en los asuntos de la fe cristiana. Es mi deseo contribuir a establecer dicho
equilibrio entre la enseñanza bíblica y la experiencia práctica de la lucha espiritual.
Ambas no se contradicen, al contrario, se complementan, o más bien se subordinan la
una a la otra.

Espero en Dios que este trabajo contribuya a alcanzar estos propósitos en la vida de
cada lector.

Dr. Eugenio Ramírez Morales


Año 2009

8
INTRODUCCIÓN

oy por hoy, las expresiones: “Guerra Espiritual”, “Sanidad Interior” y/o “liberación”

H son vocablos muy conocidos. Son temas muy relacionados entre sí y de mucha
recurrencia. En la actualidad se habla de “expertos en Guerra Espiritual”, de
“Seminarios sobre la Guerra Espiritual”. Una abundante literatura del tema abarrota las
librerías cristianas. Muchos desean tener conocimiento acerca del tema.

¿Por qué tanto interés en un tema como este? ¿No parece ser un nuevo viento de
doctrina de estos últimos tiempos? ¿Qué hay de realidad en todo lo que se dice del
tema? ¿Las prácticas realizadas se ajustan a los patrones bíblicos? ¿La historia de la
iglesia entrega antecedentes que ayuden a clarificar el tema? ¿Si esto es así, existen
algunos elementos erróneos encubiertos que están reñidos con la sana doctrina? ¿Los
términos o vocablos que se emplean tienen para todos el mismo significado? Estas y
otras preguntas serán abordadas en el desarrollo de este libro.

Para alcanzar una comprensión más acabada del tema, es importante tomar en
consideración todos los factores que están involucrados en la Guerra Espiritual. Es
decir, debemos considerar aquello que es real y aquellas cosas cuestionables desde el
punto de vista de la revelación bíblica. Debemos ver los alcances y las limitaciones del
tema. Es necesario probar y examinar todas las cosas a la luz de la enseñanza bíblica.

En relación a esto, la exhortación paulina es pertinente, cuando dice: “Examínense para


ver si están en la fe; pruébense a ustedes mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo
Jesús está en ustedes? (a no ser, por supuesto, que no pasen la prueba.) Espero que
reconocerán que nosotros no hemos fracasado” (2ª Corintios 13:5-6 NVI).

¿Por qué estudiar el tema? Es necesario examinar el tema de “La Guerra espiritual”,
porque en la actualidad se observa una explosión de los cultos esotéricos y de las
prácticas ocultistas que influyen en la vida de las personas. Al examinar las verdades
bíblicas que hablan de este tema se obtendrán las herramientas para desarrollar el
ministerio espiritual. Tales conocimientos servirán para ayudar a expandir el evangelio
usando el poder de Dios como arma contra las huestes espirituales contrarias.

Como autor de esta investigación, entiendo que existen distintos criterios y enfoques del
tema. A mi parecer, aún no existe dentro del mundo cristiano claridad meridiana y de
consenso respecto al tema. La perspectiva de este libro apunta a demostrar que las
“huestes espirituales de maldad” o demonios no son influencias ni poderes abstractos;
sino que son personalidades con voluntad, conocimiento y sentimientos. Por tanto, solo
la autoridad delegada por Jesucristo será la única arma efectiva contra los poderes de
las tinieblas.

En este estudio quiero demostrar que: “Las actuales prácticas de la Guerra Espiritual
corresponden a un genuino movimiento del Espíritu Santo. Esto está respaldado por la
Biblia y apoyado por la historia de la iglesia”.

Como metodología de trabajo, esta investigación será realizada en base a una


abundante bibliografía tocante a los aspectos, tanto doctrinales como históricos de la
9
Guerra espiritual. Se considerará la enseñanza bíblica, así como la historia de la iglesia.
También serán tomados en consideración aquellos aspectos prácticos en el
enfrentamiento de las “huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” que
incluirán testimonios recopilados y entrevistas.

Como objetivo de esta investigación está el deseo de hacer un valioso aporte en los
siguientes aspectos:
1. 1.- Entregar un análisis acerca de tres aspectos de la denominada “Guerra
Espiritual”:
 Los fundamentos bíblicos sobre los cuales se apoya el tema.
 La experiencia histórica que avala las ideas bíblicas.
 La visión práctica de la guerra espiritual.

2. Ofrecer una respuesta bíblica, histórica y práctica que demuestran que el


ministerio de Liberación es un auténtico movimiento de Dios.
3. Refutar los posibles aspectos extra bíblicos que han sido introducidos en la
enseñanza del tema, y cuya utilización puede llevar a la confusión y/o rechazo.
4. Detectar las exageraciones y exponer el camino que conduce a las posibles
desviaciones a que se está expuesto. Esto avalado por la experiencia y por la
historia.
5. Dar un aporte como fundamento bíblico y práctico. Ambos fundamentos no se
contradicen, por el contrario, se complementan.
6. Presentar el sano equilibrio que debe existir en la vida cristiana: Los conceptos
de la gracia y de la responsabilidad individual.

10
Capítulo Uno
EL CONCEPTO DE GUERRA ESPIRITUAL DESDE UNA PERSPECTIVA
BIBLICA

¿C uál es el trasfondo espiritual de todo acto de maldad? Esta pregunta no


parece tener sentido para los cristianos. Sabemos que todo lo malo no viene
de Dios sino del maligno. Sin embargo, el mundo no cristiano no piensa así.
Con frecuencia se escucha en las noticias acerca de reportajes que hablan de ataques
dirigidos por grupos satánicos contra Iglesias, tanto Católicas como Evangélicas. ¿Qué
hay detrás de todo esto? ¿Es solo el resultado de la delincuencia social? Esta situación
es apenas la punta del “Iceberg” de un problema mucho mayor, y que a nadie deja
indiferente. Pero, este problema tiene en sus orígenes un trasfondo del mundo espiritual
que se hace presente en el mundo natural.

En este primer capítulo serán examinadas dos grandes ideas: (1) la presencia del mal
desde sus orígenes y (2) la gran victoria de Jesucristo sobre el mal y el pecado.

1. La cosmovisión bíblica de la presencia del mal en la historia.

La historia de la salvación tiene dos elementos básicos que configuran su trama. Uno
es el problema del pecado en la naturaleza del hombre y el otro es el problema del mal.
Es decir, la lucha entre el bien y el mal. Ambos temas están entrelazados y son
interdependientes. Esto es lo que justifica la intervención de Dios para salvar al hombre
del pecado y del mal. Esta visión, desde principio a fin, traspasa todas las páginas de la
Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El mal y el pecado han
introducido a la raza humana el dolor, el engaño, la oscuridad y la desesperanza.

El origen del mal se remonta a los primeros capítulos de Génesis. Allí se presenta la
imagen de la “serpiente”, como un ser inteligente que tiene como propósito engañar a la
primera mujer. Después de ocurridos los hechos bíblicos que afectarían a toda la
humanidad, vino la intervención de Dios. Las consecuencias de la catástrofe ocurrida
por el desorden introducido por el pecado fueron las siguientes:
1) Está la vergüenza. Adán y Eva conocieron personalmente el mal: “sus ojos
fueron abiertos”.
2) Hay una separación de Dios. La comunión con Dios se cortó. El pecado despojó
al alma de la pureza. A esto se le denomina la muerte espiritual.
3) Se produce una falta de sinceridad delante de Dios. Adán dijo: “Escuché que
andabas por el jardín, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me
escondí”.
4) La naturaleza humana se corrompió y el hombre adquirió la tendencia a pecar.
Adán culpa a otros: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo
comí”.
5) Dios castigó el pecado con dolor, sujeción y sufrimiento.1 Estas consecuencias
del pecado tuvieron la inmediata reacción del Señor. El manifestó un decreto de

1
Pablo Hoff., El Pentateuco, Pág.31.
11
enemistad entre la “simiente de la mujer” y la “simiente de la serpiente” conocido
como “la primera promesa de redención” en Génesis 3:15:
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre su
simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar”

La importancia de este versículo radica en el hecho de que Dios entregó una promesa
de redención y manifiesta la oposición continua que existirá entre ambas simientes: La
simiente del diablo y la simiente de la mujer (Jesucristo). Pablo Hoff explica este pasaje
y señala sus implicancias. Este autor dice lo siguiente:

Provocaría enemistad entre la simiente de la serpiente


(los que rechazan a Dios a través de los siglos) y la
simiente de la mujer (la descendencia pía de Eva). Esta
enemistad ha sido y será perpetua, desde la época de
Abel hasta la segunda venida Cristo. Uno de los
descendientes píos daría un golpe mortal al enemigo,
pero saldría herido (se considera que una herida en la
cabeza es fatal, pero una en el calcañar no lo es) Es
una promesa mesiánica que se cumplió en el Calvario
(Heb.2:14-15). La redención prometida en Génesis 3:15
llegó a ser el tema de la Biblia.2

En consecuencia, la historia de la humanidad es el relato de una batalla entre estas dos


simientes; la simiente la mujer –Cristo y sus redimidos– y la simiente del diablo hasta
terminar el final con Satanás arrojado al lago de fuego y azufre. (Ver Juan 8:44; 1ª Juan
3:10).3

2
Pablo Hoff, op.cit., Pág. 32.
3
3 Juan 8:44. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha
sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando
habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira”.
1ª Juan 3:10. “En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no hace
justicia, y no ama a su hermano, no es de Dios”
12
Satanás y sus demonios han desplegado una verdadera guerra contra la simiente de la
mujer en venganza por el veredicto del Edén.

Al considerar lo que hemos mencionado hasta ahora y se añaden algunas ideas


podemos resumir las enseñanzas implicadas de Génesis 3:15 así:
 Habrá una hostilidad mutua entre Satanás y la mujer.
 Fue Dios quien estableció esa enemistad; no lo hicieron ni serpiente ni la mujer.
“Pondré enemistad…”
 La mujer representa a toda la humanidad, no solo al sexo femenino. En Gén.
3:20 se llama a la mujer “Eva” (Significa: Vida) porque será “madre de todos los
vivientes.
 Este odio mutuo sería trasmitido en el tiempo por las dos simientes dobles. (ver
cuadro anterior).
 Este conflicto perpetuo, no estará exento de dolor. Los términos “aplastará la
cabeza”, “herirá” expresan esta idea. Jesús mismo dijo: “En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).

El Dr. Ed Murphy hace un comentario del conflicto entre las dos simientes principales.
Él dice lo siguiente:

Resulta interesante comprender el origen satánico de la traición,


la angustia y la muerte de la simiente singular de la mujer: el
Señor Jesucristo (…) En este caso se revela la estupidez de
Satanás. Por así decirlo, el diablo se la jugó a si mismo. Al llevar a
Jesús a la cruz, él y todo su reino de principados y potestades
quedaron totalmente derrotados (Colosenses 2:14 –15; Hebreos
2:14 –15).

Luego agrega respecto al conflicto que ha manejado la iglesia a través de los siglos:

Sin embargo, como bien sabemos, cuando Satanás y sus huestes


demoníacas fueron aplastados por Jesús, la simiente de la mujer,
13
no resultaron aniquiladas. Todavía ejercen autoridad sobre
aquellos que no conocen a Cristo… y tienen permiso, bajo la
voluntad soberana y el control del Señor, para hacer la guerra a
los hijos de Dios.4 4

Partiendo de esta base, podemos hacer un recorrido a lo largo de la Biblia, tanto en el


Antiguo como en el Nuevo Testamento, donde la presencia del mal llega hasta nuestros
tiempos actuales. La historia de la humanidad está plagada de conflictos, riñas, actos
brutales inspirados por los más bajos sentimientos y de guerras motivadas por intereses
religiosos y económicos.

2. El mal en el Antiguo Testamento.

Caín: La primera expresión de las consecuencias del pecado, se ven aparecer en el


capítulo cuatro de Génesis: el asesinato de Abel por parte de Caín. El motivo fue la
envidia religiosa. Por primera vez aparece en Génesis 4:7 el vocablo “pecado”. El autor
sagrado presenta en este pasaje al pecado como una especie de fiera que está al
asecho para dominar a su presa. La Biblia de Jerusalén señala el sentido de la
advertencia divina: “Más si no obras bien, a la puerta está el pecado acechando como
fiera que te codicia, y a quien tienes que dominar” (Gn.4:7 BJ).

David: Fue engañado por Satanás cuando le incitó a que censara al pueblo de Israel al
no reconocer que dicha sugerencia o pensamientos provenían de la mente del enemigo
de la humanidad (1ª Crónicas 21:1).

Job: También fue engañado por los mensajeros que vinieron a él diciéndole que el
fuego que había caído del cielo era de parte de Dios (Job 1:16) y que las otras
calamidades que vinieron sobre sus bienes y su familia venían de la mano de Dios. El
primer capítulo del libro demuestra claramente que Satanás fue la causa principal de
todas sus desgracias, usando los elementos de la naturaleza y la maldad de los
hombres para afligir a este hombre justo. También se aprecia en las duras palabras de
su esposa, que le dijo: “Maldice a Dios y muérete”. Este era el fin al cual quería llegar el
diablo, de usarla como instrumento para llevar a Job a renegar de su fe.

Moisés y el pueblo de Israel. La influencia satánica sobre el pueblo de Israel es casi


proverbial. El Israel del desierto fue un pueblo incrédulo, rebelde e idólatra
(1ªCorintios 10:1-22). El apóstol Pablo usa el ejemplo negativo de los israelitas para
enseñar a los creyentes en Corinto el deber de luchar en contra de los males,
especialmente la idolatría reinante en la ciudad de Corinto. Pablo señala que los
israelitas terminaron por desagradar a Dios “por lo cual quedaron postrados en el
desierto” (1ª Cor.10:5). La advertencia paulina es severa. Él les dice: “Mas estas cosas
sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como
ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó
el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de
ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos al Señor, como también
algunos de ellos le tentaron”.

4
Dr. Ed Murphy, Manual de Guerra Espiritual, Págs.245-246.
14
3. El mal en el Nuevo Testamento.

Con la venida de Cristo la existencia y la obra maligna de Satanás y los demonios


quedaron aún más al descubierto. En el Nuevo Testamento aparecen expresiones
referidas a Satanás (120 veces) y a los espíritus malignos (208 veces), que en total
suman 328 referencias al mundo de las tinieblas. De hecho vemos al mismo diablo
tentando y desafiando al Señor en el desierto, después de su bautismo en el río Jordán.
En ese pasaje podemos establecer un paralelo entre la tentación del Edén y la
tentación de Cristo en el desierto. Es decir, el desierto de Judea y el jardín del edén
llegaron a ser instancias paralelas en las que se pusieron a prueba al primero y al
segundo Adán, respectivamente.

Cristo y los demonios. Desde el punto de vista bíblico, Jesucristo creía literalmente en
la existencia de los demonios. Para el Señor las fuerzas del mal eran intensamente
reales y personales. De hecho él veía que las sanidades y liberaciones de personas
perturbadas por posesión demoníaca, eran la evidencia de que el Reino de Dios estaba
presente entre ellos. Él sabía que Satanás era el gran enemigo de Dios. Jesucristo se
dirigía a los demonios que echaba fuera, no como ilusiones de mentes enfermizas, sino
como seres reales. Kenneth Latourette comenta: “Para él el hecho de que los demonios
estaban siendo privados de su funesto poder sobre los hombres, era prueba clara de
que el reino de los cielos, el gobierno de Dios, estaba empezando”.5

Pedro: El diablo engañó a Pedro al sugerirle palabras para tratar de desviar al Señor
del camino de la cruz. Ante tales insinuaciones, el Señor le respondió duramente a esa
alusión diabólica: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no
pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mateo 16:22-23).

Esta era la primera vez que Jesús anunciaba su muerte. A Pedro no le gustaron estas
palabras clasificadas como de “derrota” y “fatalidad”, porque echaban a perder sus
aspiraciones de ser alguien importante dentro del reino de Cristo. Sus palabras fueron:
“En ninguna manera esto te acontezca”. Después de recibir grandes palabras del
Señor, ahora éste le dice: “¡Quítate de delante de mí, Satanás!”. ¿Estaba endemoniado
Pedro? Por supuesto que no. Pero, el diablo tocó su orgullo. La muerte del Señor solo
le traería retroceso a “sus” proyectos humanos. Así que el Señor lo sentenció: “¡No
pones la mira en las cosas de Dios, sino en la de los hombres!”.

En las epístolas paulinas: se aprecian varias expresiones que hablan de engaños


diabólicos. Pablo habla de “falsos apóstoles”, de “engañadores”, de la manifestación de
Satanás como de un “ángel de luz”, y describe a sus ministros como disfrazados de
“ministros de justicia” (2ª Corintios 11:13-15).

Pablo habla en una de sus cartas de una situación particular que le afectó a él.
Después de recibir gloriosas revelaciones del Señor, cuando fue arrebatado al cielo, él
mismo dice: “... y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase

5
Kenneth Latourette, Historia del Cristianismo (tomo 1) Pág.74.
15
desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que
me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera” (2ª Corintios 12:7).

En los textos juaninos. El apóstol Juan declara que: “Para


esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del
diablo” (1Jn.3:8). Es decir todos los apóstoles creían en la
presencia literal del diablo y los demonios.
Lo mismo ocurre en los mensajes a las iglesias del
Apocalipsis (Apoc.2 y 3). Cada uno de los mensajes a las
siete iglesias se conjuga en el contexto de la lucha espiritual.
Como asimismo, son mencionadas promesas de victoria para
cada iglesia: “Al que venciere…” (Ver Apoc. 2:7,11; 17,26;
3:5,12, 21). Consideremos brevemente las descripciones de los
sufrimientos a manos del espíritu del mundo. Aquí se
menciona:

. Persecución: en el caso de Esmirna, por parte de los


judíos (2:9-10).
. Influencia idolátrica e inmoralidad sexual: en el caso de
Pérgamo con las doctrinas de Balaam (2:13-16).
. Falsas doctrinas: como es el caso de Tiatira y la nefasta
influencia de Jezabel (2:20-25).
. Rechazo étnico y social: como es el caso de Filadelfia
(3:8-10).

16
. Autosuficiencia: como es el caso de Laodicea, quienes se
ufanan de tener de todo y confiar en sus posesiones (3:16-
17).
. También, se habla de “falsos maestros”, de “falsos
apóstoles”, así como falsas enseñanzas de diversas clases
(2:2-3) En Apocalipsis 2:9 se menciona la “sinagoga de
Satanás” y en 2:4 se habla de “las profundidades de
Satanás” como elementos existentes dentro de la Iglesia.

4.- Cristo, el ungido para liberar del mal y


del pecado en su triple oficio
En el Antiguo Testamento se ungía a los profetas, a los
reyes y a los sacerdotes. El Ungido por excelencia (griego,
“Cristos”; hebreo, “Massiah”) fue ungido para cumplir el
triple oficio de: Profeta, sacerdote y rey.
El apóstol Pablo, presenta en la epístola a los Romanos,
la doctrina de las dos cabezas que representaron a toda la
humanidad. El primer hombre: Adán y Jesucristo, el segundo
Adán (Rom.5:12-21). En su tesis, el apóstol marcó un claro
contraste entre la obra condenatoria del primer Adán y la obra
salvadora del segundo Adán (Jesucristo). Veamos la obra de
ambos:

. La obra de Adán trajo: Pecado, muerte, juicio y


condenación.
. La obra de Cristo trajo: el don gratuito, la gracia, la
justicia, la vida, el perdón y la justificación del pecador.

Adán y Cristo representaron las dos cabezas de la


humanidad. Adán trajo la condenación sobre la raza humana y
Jesucristo, la justificación y el perdón. El argumento del
pasaje es demostrar que el mal hecho por Adán fue deshecho
por Cristo. Como cabezas federales, cada uno representaba a
toda la humanidad. Similar al caso cuando un jefe de Estado

17
firma un documento oficial, lo hace en representación de todo
el pueblo que representa; actúa en nombre de todas las
personas que componen la nación.
De igual manera, la obra de cada uno representó a todos
los hombres; la desobediencia de Adán, contrasta con la
gloriosa obediencia de Cristo. Pablo dice: “Porque así como
por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno,
los muchos serán constituidos justos” (Rom. 5:19).
En el siguiente cuadro se grafica el contraste entre
ambas obras.

18
En el caso de Adán, antes de la caída, también gozaba
de este triple oficio. El primer Adán fue creado a la imagen de
Dios e investido con conocimiento (profeta), con santidad
(sacerdote) y con dominio sobre la creación (rey). Y, como
muy bien lo expresa el autor Francisco Lacueva: “El pecado
comportó ignorancia, iniquidad y miseria esclavizante. De ahí
que fuese necesario un Mediador profeta, sacerdote y rey,
porque Cristo debía ser profeta, para salvarnos de la
ignorancia del pecado; sacerdote, para salvarnos de la
culpabilidad del pecado; y rey, para salvarnos del dominio del
pecado”.6
En la literatura profética se destaca al Mesías como “el
Ungido” por excelencia. Los profetas definen al Mesías como
el instrumento espiritual de la salvación de Dios. Los profetas
que hablaron del Mesías, se remontan más allá de sus siervos,
los israelitas, y ven personificado en el Siervo de Jehová las
cualidades que esperaban ver en el pueblo de Israel.
El Mesías o Cristo es designado para una misión
especial, para lo cual es investido con el Espíritu de Dios. La
unción del Espíritu sería la base para su función salvadora.
Isaías dice del Mesías: “y reposará sobre él el Espíritu de
Jehová, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de
Jehová” (Isaías 11:2).
Jesús, durante su misión terrenal, aplicó a su ministerio
un conocido pasaje mesiánico. Cuando visitó la ciudad de
Nazareth, la tierra donde se había criado, fue a la sinagoga: “y
como era su costumbre”, se levantó a leer. Le dieron el libro
del profeta Isaías, donde leyó y validó sobre sí mismo la
misión descrita en la porción leída:

6 Francisco Lacueva, La Persona y la Obra de Jesucristo, Tomo IV en


“Curso de Formación Teológica Evangélica”, Pág. 243.

19
El Espíritu del SEÑOR omnipotente está sobre mí, por
cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los
pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a
proclamar liberación a los cautivos y libertad a los
prisioneros, a pregonar el año del favor del SEÑOR. (Isaías
61:1-2 NVI; vea Lucas 4:16-21).
Este pasaje ilustra adecuadamente la descripción de
trabajo del Mesías. El Espíritu del Señor ungió a Cristo para
ministrar a las necesidades de los hombres. Su redención no
tendría como objeto librarlos del poder de Roma. Sus
victorias no serían sobre enemigos políticos, sino sobre el
pecado y el mal, expresadas en el poder del mundo, del
diablo y de la carne. De acuerdo al pasaje de Isaías, se
describe el daño que produce el pecado en el ser humano. El
pecado empobrece, entristece, esclaviza, enceguece, oprime y
roba toda esperanza al hombre. Pero, por otro lado, la obra
del Mesías es evangelística, sanadora, libertadora y
restauradora. Este es el fundamento bíblico de la lucha entre
el bien y el mal. Entre la obra de Dios y las cadenas
esclavizantes del pecado sobre la humanidad.
En el próximo capítulo se expondrá acerca de la visión
del engaño diabólico aplicado a la realidad actual.

20
21
CAPITULO DOS
EL PODER DEL MUNDO Y LAS
TINIEBLAS APLICADOS A LA
REALIDAD ACTUAL

¿C

ontra quién se lucha en el mundo espiritual? La lucha


del cristiano es triple: Contra el diablo, el mundo y la
carne. En su momento se abordarán cada uno de estos ítems.
De la obra del diablo se hablará con detalles, así como de la
carne en los próximos capítulos. En este capítulo quiero
presentar la Guerra del creyente contra el mundo.

¿Qué queremos decir cuando se habla de que el creyente


lucha contra el “mundo”? El Dr. Ed Murphy ofrece una
aclaradora explicación. El dice: “Puesto que cada creyente
forma parte de un grupo cultural, muchas de las normas de esa
unidad se convierten en su mundo pecaminoso. El estilo de
vida egocéntrico del grupo trata de imponerse
inexorablemente sobre el cristiano para conformarlo según su
molde”.7 Eso quiere decir que las normas culturales propias
de cada individuo lo influencian en su manera de pensar y de
actuar.

7 Ed Murphy, Manual de Guerra Espiritual, Pág.209.

En el mundo existen tres elementos culturales en


relación con el evangelio: Están los elementos neutrales,
están los componentes compatibles y están los elementos
incompatibles con el evangelio. No todos los componentes
sociales y culturales son malos. Algunos de estos
componentes son neutrales al evangelio. Otros son

22
compatibles con él. Y otros definitivamente son contrarios al
espíritu del evangelio.
Dentro de los componentes neutrales del mundo, está la
vestimenta, los tipos de viviendas, el tipo de alimentación y
las relaciones sociales. Las personas pueden ser cristianas sin
cambiar dichos aspectos propios de su cultura. Dentro de los
conceptos sociales, compatibles con el evangelio,
encontramos la influencia de la cultura judeocristiana. Esta
influencia cultural favorece algunos valores sociales tales
como el amor al prójimo, la protección a la familia, la
fidelidad en el matrimonio, la buena educación de los hijos, el
respeto a la propiedad ajena, el cuidado de los ancianos y la
atención a los discapacitados. Todos estos son aspectos
positivos, y congruentes con el evangelio.
En cambio, existen otros aspectos socioculturales, y
filosóficos, que definitivamente no son compatibles con el
estilo de vida que presenta el evangelio. Y es a esos
conceptos, contrarios al evangelio, que el Nuevo Testamento
los denomina: “El Mundo”. Entonces, a la luz de esto se
puede definir al “mundo” como la expresión social y colectiva
de nuestros otros dos enemigos: el interno (nuestra naturaleza
pecaminosa) y el externo sobrenatural (el diablo y sus
demonios). La sumatoria de ambos aspectos, estructuran al
“Mundo”, como la sociedad contraria a los principios de Dios,
y cuyo espíritu está inflamado por el infierno.

En este sentido, el mensaje evangélico desafía a la


cultura, e incluso llega a cambiar el equilibrio cultural de los
miembros de ese grupo social. Básicamente, son dos los
aspectos que el evangelio afecta en la cosmovisión de las
culturas: (1) Está la cosmovisión espiritualista o religiosa. La
fe cristiana es exclusiva y excluyente de cualquier otro
pensamiento que no se basa en la revelación bíblica. En este
sentido, el sincretismo religioso es incompatible con la fe
cristiana. (2) Está el aspecto del pensamiento y las conductas

23
contrarias al evangelio. Con esto, hacemos referencia a toda
esa masa de pensamientos, opiniones, especulaciones,
impulsos impuros, aspiraciones egoístas y arbitrarias que
encontramos de continuo dentro de la atmósfera moral o
inmoral que respiramos a cada momento y que influencia en
nuestros modelos de pensamiento y conducta. Todo esto
obliga al creyente a tomar las decisiones necesarias para
cortar con aquellas actitudes y conductas reñidas con el
evangelio.
Existen tres grupos de pecados presentes en el mundo
que impiden recibir la gracia de Dios. Estos son: Los pecados
carnales, los pecados de la lengua y los pecados del corazón.
Dentro de los pecados carnales, están los hábitos
sexuales como la práctica de la fornicación y el adulterio.
También, están incluidas las aberraciones sexuales como
homosexualismo y lesbianismo. La adicción a la pornografía.
Los malos hábitos, las conductas mundanas, así como los
vicios diversos.
Dentro de los pecados de la lengua están el enojo, la
maledicencia, las murmuraciones, las quejas, los malos
comentarios, que traen como resultado los conflictos
interpersonales, las rivalidades, el machismo, la violencia
intrafamiliar y las guerras entre grupos humanos antagonistas.
Dentro de los pecados del corazón están el orgullo y la
vanidad o vanagloria que traen como resultado cadenas de
individualismo y egoísmo.
El propio Señor dijo que las manifestaciones del pecado,
brotan del corazón caído del hombre y que estas llegan a
moldear en gran medida su carácter. Estas conductas son las
que, según el Señor, contaminan y denigran al hombre. El
dijo:

24
Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los
homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el
engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia,
la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y
contaminan al hombre” (Marcos 7:21-23)
En estas palabras de Jesús se encuentran descritas las
características del hombre guiado por los criterios mundanos
que desagradan a Dios. Y en consecuencia es “el mundo” y la
propia naturaleza pecaminosa contra la cual se lucha en la
vida cristiana.
El apóstol Juan dijo:
“No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo.
Si alguno ama el mundo el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la
carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo” (1Jn.2:15-16).
De este pasaje se desprenden los tres componentes que
existen en el mundo, a saber: “los deseos de la carne”, “los
deseos de los ojos” y “la vanagloria de la vida”. Veamos cada
uno de ellos:

. Los deseos de la carne: se refieren al anhelo apasionado o


las ansias que proceden de nuestra la naturaleza
pecaminosa. Son los deseos y apetitos sexuales de nuestro
ser interior. Las pasiones contra las cuáles luchamos
diariamente. Es la guerra que se libra dentro de nosotros
mismos. Pablo dijo: “Porque el deseo de la carne es
contra el espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y
estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que
quisiereis” (Gálatas 5:17).

25
. Los deseos de los ojos: que vienen del mundo exterior. Se
refiere a la inclinación que tenemos a ser cautivados por la
apariencia externa de las cosas. Es el espíritu que cree que
la felicidad del ser humano se encuentra en las cosas que
el dinero puede comprar y los ojos pueden ver. Los
“deseos de los ojos” fue lo que llevó a la ruina a Acán
cuando “vio”, “codició” y “tomó” cosas del anatema (Vea
Josué 7:21). Los “deseos de los ojos” llevaron al rey
David a cometer adulterio e indirectamente un asesinato
(2 Samuel 11-12).

. La vanagloria de la vida: es una arrogancia o jactancia


relacionada con la ostentación externa, ya sea de riqueza,
posición o el deseo de destacarse sobre otros en una vida
de lujos.

Estos componentes del “mundo”, según la Biblia, forman


aquel ambiente que nos rodea en nuestra propia cultura,
inflamada por conceptos contrarios a la fe cristiana, que trata
de imponernos a diario sus valores no cristianos a nuestra
mente, a nuestras emociones y doblegar nuestra voluntad.
Contra este mundo estamos en “guerra”. El “mundo” es
nuestro enemigo porque está controlado por el “príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia” (Efesios 2:2). Este espíritu contrario al
evangelio, es el que ha subyugado por siglos los pensamientos
de los hombres.
En este capítulo deseo ofrecer una visión global del
mundo actual. Para ello presentaré las bases del “post-
modernismo”, y la franca decadencia moral y social que hoy
se observa. Y de cómo el mundo de las tinieblas, por medio
del movimiento de la “Nueva Era” ha ganado gran terreno e
influencia espiritual.

26
1.- Una visión global del mundo actual.
a. El trasfondo del mundo post-moderno.
El mundo actual, denominado como “Post-modernismo”
es el resultado de las influencias cultivadas en el siglo XVIII.
Se denominó coma “La Ilustración”, al movimiento
filosófico y literario imperante en Europa y América
caracterizado por la extraordinaria confianza del hombre en la
capacidad de su razón natural para resolver todos los
problemas de la vida humana. El intelectualismo desarraigó a
Dios y puso a la razón como el centro de todo. Dentro de los
postulados filosóficos se hablaba de una moralidad común,
con énfasis en los derechos humanos. Las ideas básicas de la
Ilustración fueron: (1) La creencia en el hombre. El hombre
era el centro de todo. (2) la creencia en la ciencia. (3) La
creencia en el progreso. (4) La creencia en la evolución de
Darwin. La evolución tocando la moral, la política y las
creencias. Los valores, incluidos la fe, eran subjetivos. (5) La
creencia en la libertad, nacida de la Revolución francesa.
Libertad de los imperios, de los dogmas de la iglesia y el
fomento del “libre pensamiento”. (6) La creencia en la bondad
innata del ser humano. El hombre tiene “un corazón de oro”,
es un “pequeño ángel”. En esencia estas fueron las ideas de la
Ilustración.

Con posterioridad al siglo XVIII, el materialismo


científico y tecnológico cambió la manera de pensar y de
concebir al mundo. Personajes como Carlos Darwin, Carlos
Marx y Sigmund Freud con sus ideas definieron los
postulados modernos. El pensamiento evolucionista de
Darwin hizo un boquete en la esfera de un Dios único y
creador. Por su parte Freud y su psicoanálisis del inconsciente
hizo otra grieta en la forma de entender al ser humano y por
último Marx y “La Revolución de las Masas” terminaron por

27
derrumbar el fundamento en la supremacía de la razón. La
razón ya no era la base de todo.
Pero, también la modernidad trajo consigo un
sobrepoblamiento de las ciudades, cuyo resultado fue un
“nuevo salvajismo” social a través de la urbanización. Esto
fue el traslado de gente del campo y ponerla en la gran
ciudad. Aquí se vieron enfrentados a una nueva selva con
lacras sociales como violencia, crímenes, drogas y un
anonimato alienante. Estas imágenes descritas es lo común en
muchos lugares en los tiempos actuales.
El inicio del cambio post-moderno surgió en la década
de los sesenta. Allí se dio inicio a un gran cambio en que se
tiraron las creencias antiguas y se formuló una nueva manera
de ver el mundo. El slogan era: “La era antigua ha muerto, la
nueva está surgiendo”. Esta forma de ver las cosas es lo que
hoy se denomina el “post-modernismo”.
b. La creciente degradación destructiva
Los actuales tiempos sufren cambios dramáticos y
acelerados. Los cambios son más rápidos que el pensamiento.
Hoy en día se está matando el medio ambiente. Los países
desarrollados han dado un énfasis en el armamentismo
nuclear.
Los medios masivos de comunicación hablan casi a
gritos sobre la profunda decadencia moral donde nuestra
generación ha descendido. Hoy está presente el problema del
SIDA, que como principal solución solo acentúa la fe en el
preservativo. Ahora existe una nueva clase de moral donde el
sexo libre es “honesto” y “hermoso”. Ahora el divorcio es el
modo más rápido y fácil para librarse de una relación que
comienza a ser aburridora. El aborto se busca como el medio
común para terminar con el problema de un embarazo
“inconveniente”.

28
Hoy en día los parámetros de medida son subjetivos.
Donde cada uno hace lo que mejor le parece. Donde la verdad
es subjetiva y relativa, lo que inevitablemente conduce al
individualismo. Este espíritu post-moderno afecta en todos los
órdenes, entre ellos también a la iglesia. El individualismo
hace que las personas se dividan. Es como si dijeran: “si no
me gusta tu cara, me voy y comienzo otra cosa”. La pregunta
es ¿Quién controla los acontecimientos? ¿Cuán honestos son
las autoridades de los pueblos, frente al poder corruptor del
dinero? ¿Cuáles son las bases de sustento de nuestra
sociedad? Las autoridades gubernamentales tienen el rol
fundamental de proteger a la sociedad y de proyectar su
desarrollo. Pero, hoy en día los valores de la probidad y la
buena voluntad parecen cada vez más escasos. El filósofo
Platón ya se preguntaba acerca de los dirigentes políticos y
sociales en el siglo IV a.C. con esta pregunta: “¿Y quién va a
guardar a los guardianes?”.
El individualismo ha traído cadenas de pobreza,
corrupción en política, males sociales, sexo libre y consumo
de drogas a todo nivel. Como bien dijo el filósofo Suizo Jean
Jaques Rousseau (1712-78): “Los hombres son libres, pero
están encadenados por todos lados”. Estas palabras, dichas
hace tantos años, aún están vigentes en el día de hoy. Todo
estos problemas afectan la sociedad actual y hacen más difícil
el anuncio del mensaje evangelístico.
Antes se hablaba de un principio general que mantenía
unido el conocimiento y eso era la razón humana. Pero, por
todos es sabido que existen muchas cosas de la conducta
humana que se hacen y que no son racionales. Como por
ejemplo, el enamorarse no se explica por medio de la razón.
Como dijo Blaise Pascal (1623-62): “El corazón tiene razones
que la propia razón desconoce”.

Las características de la era post-moderna son múltiples.


En la actualidad no existe una meta histórica, solo historias

29
personales. Las variantes son tantas, que cada uno hace lo que
le parece mejor, llegando a la confusión generalizada. El
“vivir el hoy” y la gratificación instantánea son, quizá, en
esencia el mal que aqueja a nuestra sociedad. Esta visión
destructiva, no pone nada nuevo en su reemplazo. Esto no se
razona, pero se siente. Todo es sensación por encima del
raciocinio.
Este ambiente tan variado y sin estructura clara, es
propicio para que se desarrollen todo tipo de males. El
hombre moderno reconoce una insatisfacción espiritual, y
busca llenar ese vacío interior. El problema radica en: ¿Dónde
lo busca?
2.- Un interés exagerado en el tema del
ocultismo, a través de los postulados de la
“Nueva Era”.
En estos tiempos, el hombre contemporáneo está
buscando en los postulados del Movimiento de la “Nueva
Era”. Esto ha creado un verdadero sincretismo religioso que
nadie entiende. Incluso hay “cristianos” que creen en la
reencarnación, en los cristales mágicos y emplean amuletos
para la “buena suerte”, entre otras cosas. Todo esto es
evidencia de un claro deterioro en las convicciones de la fe
cristiana. Este vacío espiritual evidente conduce a un aumento
acelerado de las creencias ocultistas. Frente a la realidad
observada, surge la pregunta: ¿Por qué tanto interés en el
tema del ocultismo? La respuesta más adecuada radica en el
hecho innegable que, en estas últimas décadas se ha visto una
verdadera avalancha de las prácticas ocultistas y satánicas en
todas sus formas. El satanismo hoy está dando la cara al
mundo, y se presenta como una alternativa filosófica de
pensamiento y práctica, especialmente envolvente entre la
juventud.

30
Esencialmente, lo que hoy se conoce como “La Nueva
Era” es un movimiento filosófico, de carácter cultural y con
aspiraciones religiosas. Esta corriente agrupa a una amplia
variedad de sociedades y organismos de sensibilidades
parecidas como el Partido Ecológico, los humanistas, los
llamados ciudadanos planetarios, la Buena voluntad mundial,
entre otros. Se nutre de los elementos religiosos hinduistas,
judeo cristianos y budistas. Esto constituye un credo espiritual
sincrético y selectivo al gusto del profesante. Además, del
seguimiento de las principales filosofías orientales, la Nueva
Era incluye las prácticas esotéricas, el ocultismo, la
preocupación por la naturaleza, la comida vegetariana y el uso
de las drogas. Es una nueva forma de “espiritualidad”, cuya
búsqueda de lo sagrado excluye cualquier mediación
institucional y ritual. Según los cultores de la Nueva Era, eso
desvirtúa la relación directa y personal entre el hombre y la
divinidad. La doctrina de la reencarnación es la piedra angular
de la filosofía de la Nueva Era. Cristo es considerado un
espíritu elevado como Buda, Mahoma o Zoroastro, y que el
ángel Gabriel es un extraterrestre.
En el siguiente cuadro se presenta un claro contraste de
ideas entre las enseñanzas bíblicas y las ideas de la Nueva
Era, tocante a Dios, Jesucristo y el hombre:

31
El cristianismo bíblico frente al
pensamiento de la Nueva Era

Según la Biblia:

Según la Nueva Era:

Dios es …

Padre personal

Fuerza impersonal

Solo bueno

Bueno y malo

Creador de todo

Todo

Jesucristo es …

La segunda persona
de la Deidad

32
Un hombre que tomó
el oficio de Cristo

Dios y hombre

Dios en el hombre

Murió y resucitó

Murió y se reencarnó

El hombre es…

Creado a imagen de
Dios

Dios

Malo en su estado
presente

Básicamente bueno.

Espíritu y cuerpo

Básicamente espíritu

Después de la
33
muerte su cuerpo
resucitará

Después de la
muerte su cuerpo
se reencarnará

Salvo por la gracia de


Dios

Salvo por las obras


humanas.

34
El satanismo, con todas sus variantes se expresa
básicamente en este movimiento. La visión de la “Nueva
Era”, aglutina y amalgama una serie de doctrinas y prácticas
cuyo objetivo es abarcar no tan solo el mundo espiritual e
invisible, sino también las áreas del pensamiento humano,
como son: la ética, la educación, la salud, la entretención, lo
político y lo económico. Como corona de todo pretende
establecer una nueva religión mundial que retoma e integra
las antiguas religiones paganas, y con ello satisfacer las
aspiraciones religiosas de un amplio abanico de seres
humanos.
Desde esta perspectiva, es lógico pensar que Dios
entregará mayor claridad bíblica sobre el tema de la lucha
espiritual contra el mundo. Es decir, derramaría mayor luz
para enfrentar y dar golpes certeros al mundo y a las tinieblas,
a objeto de extender el Reino de Dios con poder en el más
amplio sentido de la palabra. En este contexto se aplica lo que
Pablo dijo: “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre
nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2ª Corintios
2:11, énfasis nuestro).
A través de este seudo ambiente espiritual, se puede
observar una definida campaña para presentar las prácticas del
ocultismo como algo serio y respetable al hombre
contemporáneo. A esta altura, cuando aparece tan
abiertamente en los medios de comunicación masiva, y con
tantos seguidores que se sienten atraídos por sus postulados,
ya no se puede calificar a dichas creencias como una
“subcultura” subterránea. La atracción que hoy ejerce el
ocultismo es enorme.

Nunca antes las manifestaciones del ocultismo han


tenido tanta difusión y tanto compromiso popular como en la
actualidad. Cada persona parece conocer el signo del zodiaco
bajo el cual nació, aunque no lea el horóscopo diariamente.

35
No obstante su popularidad, los resultados pueden ser muy
peligrosos, por lo que está involucrado detrás de ello.
La palabra “ocultismo” viene del latín “occultus”, y se
refiere a cosas que están escondidas, secretas y misteriosas.
Esta “seudo-ciencia” pretende investigar y someter al dominio
humano las fuerzas ocultas de la naturaleza, las fuerzas
psíquicas y las de misterio. En otras palabras, el ocultismo
está relacionado con lo sobrenatural y con la presencia de
fuerzas demoníacas.
Dentro de las llamadas “ciencias ocultas” se encuentran
la astrología, los horóscopos, la hechicería, quiromancia
(lectura de las manos), adivinación, la Guija (tabla de
escritura espiritista), las cartas del tarot, el espiritismo
(consultar a los muertos), la proyección astral (salir del cuerpo
en espíritu), la utilización de la bola de cristal, el satanismo, la
magia blanca y negra entre otras.
La comunicación del mensaje ocultista se extiende por
todos los medios de comunicación: Cine, televisión, libros,
revistas especializadas y álbumes de colección infantil. Como
cosa paradojal, las revistas de horóscopos, y predicciones de
brujos son las que más se venden en las estanterías del
comercio. Todas las revistas relacionadas al tema vienen con
una excelente presentación gráfica.
De esta oleada satánica, los niños son el mercado más
prometedor. Las actuales series animadas presentan un fuerte
contenido relacionado con los poderes del ocultismo. En la
programación infantil de televisión, es normal oír palabras
características tales como: “magia”, “hechiceras”, “fuerzas
del universo”, “poder universal”, entre otras. También se
exalta lo grotesco, la lucha con figuras monstruosas, que
además aparecen alternando con los seres humanos en una
natural convivencia.

36
Los populares juegos de video están relacionados con
las ideas del ocultismo y la promoción de la violencia. La
relación violencia-ocultismo va de la mano. Uno de los video-
juegos más populares es el “Mortal Kombat”, cuya
característica es el combate a muerte entre dos luchadores. La
ambientación escénica está rodeada de figuras demoníacas y
de un misticismo ocultista. Todo esto deja entrever la evidente
intención del mundo de las tinieblas, a través de estos medios,
en preparar a una nueva generación de jóvenes a la cual lo
oculto y la invocación de espíritus les resulte una expresión
natural. Como también, se busca fomentar en los niños el
deseo de tener poderes dañinos para influir en otros.
3.- El poder atractivo del ocultismo.
¿Por qué tanta gente busca en lo oculto? ¿Por qué
personas “educadas”, buscan respuesta en algo tan peligroso?
¿Cuáles son los factores que han contribuido al aumento en su
popularidad? Básicamente son cuatro las principales razones:
(1) La existencia de un vacío espiritual. Esto hace que las
personas que tienen necesidades espirituales busquen en otro
lugar para satisfacerlas. La opinión de un representante de la
iglesia católica, reconoce que “posiblemente el cristianismo
ha sido un poco seco en sus expresiones espirituales
litúrgicas, lo que podría haber contribuido a que mucha gente
vaya a buscar en otro tipo de comunidades una experiencia
física”. Las respuestas que se buscan dicen relación con salud,
dinero, amor y trabajo.
(2) La curiosidad. Muchos de los que se involucran en
estas prácticas lo hacen con las llamadas “ciencias
inofensivas”, tales como la consulta del horóscopo, la lectura
de las cartas del tarot o el uso de la tabla de Guija. Después
pasan a una participación más profunda debido a una
creciente curiosidad.

37
(3) El ocultismo ofrece una realidad a las personas. Todo
ser humano anhela encontrar algún tipo de respuesta
definitiva a las preguntas básicas de la vida, y el mundo del
ocultismo le ofrece muy gustoso las respuestas engañadoras.
Por ejemplo: La tabla Guija le promete orientación, el
médium le habla por el “espíritu de un pariente fallecido”. Y
el vacío del corazón humano es llenado con una experiencia
que no proviene de Dios.
(4) Apela a los deseos egoístas y a una moral pobre. La
práctica de la ética judeocristiana resulta difícil de cumplir en
la actualidad. Por ejemplo: la fidelidad en el matrimonio es
menos frecuente. Hoy, el placer es la norma moral. Lo bueno
no existe, lo malo no existe, solo lo que nos conviene. Y las
influencias de espíritus malignos sobre las personas es cada
vez más común.
La Biblia enseña que en los postreros días muchos serán
desviados de la fe. El apóstol Pablo profetizó cuando dijo:
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán (dejarán) la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios” (1ª Timoteo 4:1). Es
decir, se cumplen las palabras proféticas de que las
actividades ocultistas aumentarían al aproximarse la Segunda
Venida del Señor. Esta declaración del apóstol Pablo describe
adecuadamente la realidad actual. Las prácticas del ocultismo,
en todas sus formas, han llegado a ser “socialmente
aceptables” en la mayoría de las culturas del mundo. El
resultado ha sido un aumento de las cadenas de tinieblas sobre
las personas que se someten al poder de los brujos, y que
además hacen lucro de la buena fe de la gente.

38
4.- La condenación de la Biblia a las
prácticas del ocultismo.
La enseñanza de la Biblia es clara y previsora. La Palabra
de Dios condena de manera categórica y sin excepción, todas
las prácticas del ocultismo. Los pasajes bíblicos más
conocidos sobre el tema así lo señalan. Dios hablando a Israel
dice:
“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo por fuego, ni
quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni
hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien
consulte a los muertos. Porque es abominación para con
Dios cualquiera que hace estas cosas... Perfecto serás
delante de tu Dios” (Deuteronomio 18:10-13).
Tales prácticas fueron condenadas a muerte en el antiguo
Israel:
“Y el hombre o la mujer que invocare espíritus de los
muertos o se entrega a la adivinación, ha de morir...”
(Levítico 20:27).
“No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los
consultéis, contaminándoos con ellos. Yo soy vuestro
Dios” (Levítico 19:31).
La experiencia fatal del rey Saúl estuvo asociada con el
ocultismo. Este terminó desastrosamente, y el autor bíblico lo
señala:
“Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra
Dios, contra la Palabra de Dios, la cual no guardó, y porque
consultó con una adivina. Y no consultó con Dios; por esta
causa lo mató y traspasó el reino a David hijo de Isaí”
(1Crónicas 10:13-14).

39
El Nuevo Testamento presenta estas actividades como
obras de la carne. Pablo dice:
“... y manifiestas son las obras de la carne; adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías y cosas semejantes a estas,...” (Gálatas 5:19-21).
En estos pasajes se observa que la Biblia condena el
ocultismo, en todas sus formas, y a quienes lo practican en
términos fuertes e inequívocos.
La conclusión es que el camino del ocultismo es ancho y
conduce a la destrucción. En consecuencia, un cristiano
verdadero no tiene ninguna razón para involucrarse en el
ocultismo, porque esto pertenece al reino de las tinieblas. La
acción correcta es buscar la presencia y autoridad de
Jesucristo quien ha vencido todo poder enemigo en la cruz
(Col.2:13-14).

40
41
Capítulo Tres

LAS BASES BÍBLICAS


PARA LA GUERRA
ESPIRITUAL

a Biblia es clara cuando presenta la idea de la existencia


de un mundo espiritual paralelo al nuestro, habitado por
ángeles y por demonios. El mundo natural que nos rodea, se
puede palpar, ver y sentir. No así el mundo espiritual que es
invisible a los ojos humanos. No obstante, el mundo invisible
influye en el mundo físico y en la conducta de las personas.
Desde el punto de vista divino, fue Dios quien tomó la
iniciativa de intervenir en los asuntos humanos, mediante el
acto de la revelación. La corona de la revelación divina fue la
presencia de Jesucristo entre los hombres. El apóstol Juan
dice: “... y aquel verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”
(Juan 1:14). Así que, tanto Dios como las tinieblas ejercen su
influencia en el mundo natural.
En este capítulo quiero entregar las pautas que definen
las armas y las estrategias de la Guerra Espiritual. Aquí serán
definidos y ejemplificados los conceptos de “liberación”,
“Sanidad del alma” y los principios de autoridad espiritual.
1.- ¿Se puede hablar de “Liberación” y de
“Sanidad Interior” como doctrinas bíblicas?

Si se entiende la palabra “doctrina” como enseñanza


bíblica, por cierto lo es. Está basada en una realidad que se ha
afrontado a lo largo de los siglos hasta el día de hoy. Por

42
tanto, esta doctrina forma parte de la enseñanza bíblica, dentro
de la sección de “la demonología”.
Por su parte, la doctrina de la “Sanidad Interior” ha sido
puesta en duda, dentro de algunos grupos cristianos. Se dice
que es una práctica pagana, practicada por los cultores de la
“Nueva Era”. El punto de duda es con respecto a las posibles
regresiones a la infancia e incluso al vientre materno. ¿Qué es
lo bíblicamente correcto y qué es lo falso en estas prácticas?
En los últimos tiempos, ha entrado fuertemente dentro
de la cultura occidental, el engaño de la doctrina de la
“reencarnación”. Esta se ha vuelto muy popular. La razón se
debe a que quienes practican la hipnosis “terapéutica”
intentan regresar a una persona a través de su niñez, infancia,
nacimiento y período de gestación. Y con esto también,
supuestamente, a otras vidas anteriores por medio de esta
práctica. Cuando alguien se somete a terapia de hipnosis, la
persona “recuerda” con detalles a personas, sitios y
acontecimientos que, se presume, posiblemente no podría
haber conocido a menos que hubiese estado presente en una
vida anterior.

Ocasionalmente, durante un tiempo de liberación, un


ministro podría encontrarse “supuestamente” con esta clase de
situaciones. Pero, ¿qué es lo que en realidad sucede? Cuando
muere una persona que había hospedado a un demonio, éste
buscará a otra persona para vivir en ella. Él traerá a su “nueva
casa” todas las memorias de su existencia en el huésped
inicial. El demonio, hablando a través de la persona durante la
liberación (o mientras está bajo hipnosis) tratará de engañar a
los presentes haciéndoles creer que la persona había tenido
una vida anterior. Esta mentira demoníaca es la base para la
así llamada “evidencia de la reencarnación”. El espíritu
maligno va de cuerpo en cuerpo a lo largo de los siglos. El
demonio intentará engañar a otros con la doctrina de la
reencarnación. Esta doctrina oriental afirma que el individuo

43
expía los pecados de las vidas anteriores mediante las buenas
obras realizadas en las vidas posteriores. Estas ideas
pretenden (y en un sentido lo logran sobre los incautos)
acabar con la eficacia de la muerte vicaria de Jesús en el
Calvario (Hebreos 10:10-14), y con la sentencia bíblica de
que todos los hombres deben experimentar la muerte sólo una
vez, y después el juicio (Hebreos 9:27).
La enseñanza bíblica niega la existencia de la
reencarnación. Las posibilidades de vida son solo una vez, y
después en el juicio, cada uno dará a Dios cuenta de sí,
mientras estuvo en el cuerpo (2ª Corintios 5:10).
La doctrina y práctica de la “Sanidad Interior”, puede
operar hasta los momentos de vida del individuo. Estos
pueden incluir aún desde el vientre materno. Por ejemplo, un
bebé en gestación, percibe si es un hijo no deseado por su
madre, y esto le afectará en su personalidad posterior.
Cuando una persona se convierte a Cristo, al interior de
las iglesias, se debería hacer “sanidad interior”, en caso de ser
necesario, por causa de aquellos patrones de conducta que trae
y que afectan negativamente su vida. Nos referimos a asuntos
como amarguras, odios, falta de perdón, y cosas similares,
que si las mantenemos en nuestros corazones, causan estorbo
en el crecimiento de la vida cristiana. (Sobre este tema se
darán mayores detalles en el capítulo seis).
La lucha espiritual es tripartita: contra el diablo, el
mundo y la carne. Son tres influencias que afectan al
individuo. Los espíritus malignos, el espíritu del mundo, y la
propia naturaleza carnal. Si se adopta una postura unilateral,
se puede caer erróneamente en uno de los dos lados: (1) En
una “espiritualización” exagerada solo del aspecto diabólico o
(2) en una visión humana de todas las circunstancias.

Para evitar que el ministerio se desequilibre, es


necesario tener en cuenta que aproximadamente sólo el 10%

44
de los problemas son de naturaleza demoníaca. Y el 90 %
restante obedece a otras causas.
La experiencia enseña que determinadas situaciones
externas pueden afectar a las personas. Tanto en el área física,
mental, emocional y espiritual. Sea esto por experiencias
traumáticas; como una violación sexual, o una mala relación
con los padres. El mal trato o la falta de amor influyen en la
personalidad del individuo. Y, cuando éste viene al Señor,
llega con esas ataduras emocionales.
Durante la conversión a Cristo, no siempre son
cicatrizadas automáticamente todas las heridas del pasado.
Este es un proceso, que en algunos casos tomará su tiempo.
En la práctica, se observan muchos casos de creyentes que no
quedan totalmente liberados de su pasado, por medio de la
conversión a Cristo. De esa manera, los espíritus malignos
utilizan estos malos recuerdos, y les causan tormentos por
medio de ellos. Esto, no necesariamente obedece a causas
demoníacas. Pero, una experiencia de este tipo, puede abrir
puertas a espíritus destructores. Por ejemplo, el caso de los
sentimientos de odio. El sentir rencor u odio es una expresión
humana. Es la reacción natural frente a realidades injustas. Y
como expresión humana es legítima. La Biblia dice: “Airaos,
pero no pequéis” (Efesios 4:25). Pero, también es cierto que
una “actitud de odio”, puede llevar a un “demonio de odio”.
Estos sentimientos y emociones no resueltos, pueden llegar a
esclavizar a una persona, y permitir que espíritus inmundos
invadan su personalidad.
2.- La diferencia entre “Liberación” y
“Sanidad Interior”.

Los términos “Liberación” y “Sanidad interior” están


relacionados; porque en ambos casos corresponde a una
acción directa del poder del Espíritu Santo que opera en un

45
individuo. La diferencia entre ambas es la siguiente:
“Liberación” se refiere a la influencia de demonios y la
“Sanidad Interior” tiene que ver con los traumas emocionales
del pasado de una persona.
Ilustremos la diferencia con un ejemplo de Sanidad
Interior. Esta experiencia narrada ocurrió en el ministerio de
este autor:

Un día se me acercó una hermana de la iglesia. Me


pidió oración por una molestia que sentía en su
estómago. Iba a orar por su molestia, cuando en ese
momento, se abrió conmigo en confianza y me dijo:
“¡Quiero contarle otra cosa!”. Me dijo: “Yo no quiero
a mi madre. No lo puedo entender. Yo soy cristiana,
sirvo al Señor, pero siento un rechazo hacia ella. Yo
veo a mis compañeras de trabajo que ellas aman a sus
madres y quieren estar con ellas y no sirven al Señor”.
Comencé a hacerle algunas preguntas indagatorias de
su pasado. Fue así que me contó que cuando ella tenía
como doce años, su madre, en un arrebato de ira le dijo
una palabra muy fuerte: “¡Mejor te hubiera
abortado!”. Esas palabras salieron de la boca de una
madre a una niña de doce años. La crueldad de esas
palabras, proferidas en un momento de rabia, produjo
en ella un distanciamiento hacia su madre. En ese
instante el Espíritu del Señor me indicó que esa era la
raíz de su problema. Comenzamos a orar por eso. Ella
cayó al piso y el Espíritu Santo comenzó a tocar en su
vida todos esos recuerdos dolorosos y durante unos cuatro
minutos, aproximadamente comenzó a vivir esos
recuerdos, y a decir: “¡Mamita, mamita, estoy solita.
Por favor, llega luego. Yo tomo tus ropas y las aferró a
mi, por favor, mamita, llega luego!”. Luego, pasó a
otro recuerdo, en que decía: “¡Mamita, yo no fui, por

46
favor no me pegues!”, y así varias cosas por el estilo. Y
terminó diciendo: “¡Mamita, yo te amo. Mamita, yo te
voy a ir a ver. Mamita, yo quiero estar contigo!”.
Esa semana fue a ver a su madre. Se reconcilió con ella y
con su abuela, con quien también tenía algunas heridas.
Después de esa experiencia, esta mujer quedó transformada y
libre de esas ataduras. Eso es Sanidad Interior. No se puede
afirmar que esto era a causa directa de los demonios, sino que
era atribuible a sus vivencias traumáticas de su pasado que le
causaban dolor a su alma.
3.- La Importancia Bíblica del Ministerio de
Liberación Espiritual.
Desde el punto de vista bíblico y teológico, el comprender y
manejar conceptos correctos acerca del ministerio de liberación
y de Sanidad Interior, hará la diferencia con relación a la
eficacia en el ejercicio ministerial. Este ministerio es de real
ayuda a quienes lo reciben.
Consideremos la importancia en el contexto de la vida y del
servicio cristiano. Esto considera los siguientes aspectos:

. Valida y prueba la veracidad de la Palabra de Dios. Jesús


liberó a los endemoniados y sanó los enfermos (Mateo
8:16-17).
. Provoca la caída de Satanás y de su reino de tinieblas.
Jesús dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...
(Lc.10:17-18).
. Contribuye a establecer el reino de Dios en la tierra. Jesús
dijo: “… si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los
demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de
Dios (Mateo 12:22, 28).

47
. Ayuda al cumplimiento de la Gran Comisión. “Estas señales
seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios (Marcos 16:17-18).
. Demuestra el poder del nombre de Jesús. En mi nombre
echarán fuera demonios (Marcos 16:17-18).
. Da continuidad al ministerio de Jesucristo. “… las obras
que hago, él las hará también” (Juan 14:12; Hch.1:1).
. Aplica los beneficios de la obra de Cristo en la cruz.
“…despojando a los principados… los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Col.2:15,
Gál.1:4).
. Restaura el cristianismo del primer siglo a la iglesia.
“tiempos de restauración” (Hch.3:21).
. Activa la unción del Espíritu Santo y sus dones.
(Hch.10:38).

4.- Principios de la Guerra Espiritual.


El Nuevo Testamento emplea varias metáforas para
explicar la naturaleza de la vida y del servicio cristiano. Entre
las figuras más conocidas están las de: una carrera, una
batalla, el de un escape del mundo; de un camino de
peregrinaje; de una milicia. De ser siervos (esclavos, gr.: doulos)
sometidos por amor a su amo, entre otras.
Pablo, en lo postrero de su vida, se despidió
satisfactoriamente con estas palabras:
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he
guardado la fe. Por lo demás me está guardada la corona
de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo en aquel
día...” (2ª Timoteo 4:7-8).

48
Siguiendo una de las imágenes, -- la de una lucha o batalla
por la fe – el apóstol Pablo presenta el enfrentamiento con el
mundo invisible y hostil en términos militares. El dice:
“Nuestra lucha no es contra seres de carne y hueso, sino
contra seres incorpóreos --malignos soberanos del mundo
invisible, poderosos seres satánicos y príncipes de las
tinieblas que gobiernan este mundo – y contra perversas
huestes espirituales en el mundo espiritual” (Efesios 6:12,
La Biblia al día).

En este versículo, el apóstol describe la lucha ineludible


de todos los creyentes contra el mundo de las tinieblas. Y en
esto, como dice Raúl Caballero: “Las palabras „armisticio.,
„condiciones de paz., „convivencia pacífica. y „diálogo. no
están en el vocabulario de Dios”.8
Consecuentemente con lo anterior, el enfrentamiento
espiritual requiere de armas espirituales. Pablo dice:
“Para destruir las fortalezas del mal, no empleo armas
humanas, sino las invencibles armas del todopoderoso
Dios. Con armas tan poderosas puedo destruir la altivez de
cualquier argumento y cualquier muralla que pretenda
interponerse para que el hombre no encuentre a Dios. Con
armas tan poderosas puedo apresar a los rebeldes,
conducirlos de nuevo ante Dios y convertirlos en seres que
deseen de corazón obedecer a Cristo” (2ª Corintios 10:4-5,
La Biblia al día).
Respecto a este versículo Donald C. Stamp hace el
siguiente comentario:

8 Raúl Caballero, Efesios, en “Comentario Bíblico del Continente Nuevo”.


(Miami: Editorial Unilit, 1992), Pág. 235.

49
La lucha del creyente es contra fuerzas espirituales de
maldad (Ef.6:12). Por tanto, las armas del mundo
como el ingenio, el talento, la riqueza, la capacidad de
organización, la elocuencia, la propaganda, el carisma
y la personalidad son en sí insuficientes para derribar
las fortalezas de Satanás. Las únicas armas adecuadas
para destruir los baluartes de Satanás, la injusticia y
las falsas enseñanzas son las que Dios da.9
Si las armas divinas son espirituales, y a la vez
“poderosas en Dios” ellas guardan relación con las
actividades espirituales que tienen influencia en el mundo
espiritual. Estas son: la oración, el ayuno, la consagración, la
intercesión, una vida justa, la proclamación del evangelio, la
lectura de la Palabra de Dios, la práctica del amor, el poder
del Espíritu, entre otras.
Pues bien, ¿Cuál de ellas son empleadas en los avances
espirituales? Stamp comenta:

9 Donald C. Stamp, Nota a 2Co.10:4 en Biblia de Estudio Pentecostal,


N.T., Pág. 393.

Hoy la iglesia con frecuencia se ve tentada a


enfrentarse al mundo con las mismas armas del
mundo, es decir, mediante la sabiduría humanista, la
filosofía, la Psicología, las atracciones emocionantes, los
espectáculos que se montan en las iglesias, etc. A
menudo todo eso tiende a tomar el lugar de las
costumbres fundamentales del NT de la oración
ferviente, la meditación en la Palabra de Dios y la
proclamación del evangelio con poder. Las armas
mundanas no pueden producir el avivamiento del
Espíritu Santo, porque no pueden destruir las
fortalezas del pecado, ni liberar del poder de Satanás

50
ni vencer las malas pasiones que corren desenfrenadas
en el mundo en la actualidad.10
La lucha espiritual debe estar acompañada de una vida de
oración e intercesión por el cuerpo de creyentes y por los
ministros que proclaman el Evangelio. El mismo apóstol
Pablo pidió oración para alcanzar este propósito. El dijo:
“Oren también por mí para que, cuando hable, Dios me de
palabras para dar a conocer con valor el misterio del
evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren
para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo”
(Efesios 6:18-20 NVI).
La victoria en la lucha espiritual es posible gracias a la
conquista alcanzada por Jesucristo en la cruz. Su obra ha
operado una derrota definitiva contra los poderes espirituales
adversos. Pablo dice:
“Dios despojó de su poder a los seres espirituales que
tienen potencia y autoridad, y por medio de Cristo los
humilló públicamente llevándolos como prisioneros en su
desfile victorioso” (Colosenses 2:15 VP).
Entonces, los propósitos del ministerio de liberación son los
siguientes:

10 Donald C. Stamp, op. cit. Pág. 393.

. Combate la operación demoníaca en la vida de las


personas.
. Abre el camino a la vida de santidad.
. Trae libertad espiritual.
. Incrementa el hambre por Dios y la sed por Su presencia.

51
5.- Principios Básicos de Autoridad Espiritual.
En Lucas 10:17-20 se encuentra una declaración asombrosa
de Jesús acerca de la autoridad espiritual. El Señor había
enviado a setenta de sus discípulos, de dos en dos, a fin de
preparar su llegada a las ciudades donde él habría de ir. (Lucas
10:1). Cuando ellos regresaron le contaron, con gran asombro,
que aún los demonios se les sujetaban al reprenderlos en su
nombre. Jesús les confirmó a sus discípulos que esta
experiencia representaba el inicio de la pérdida de autoridad del
maligno:
"Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo... He aquí
os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre
toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os
regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino
regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los
cielos" (Lucas 10:18-20).
A partir de esta declaración, se desprenden varios principios
básicos de la autoridad del creyente para enfrentar los poderes
espirituales contrarios:

(1) La autoridad espiritual es delegada por Cristo ("He aquí os


doy potestad"). El enfrentamiento se hace desde una
posición de "hijos de Dios". Sometidos a su autoridad
espiritual.

(2) La autoridad debe ser ejercida en sujeción a los líderes


puestos por el Señor en su cuerpo. (Los espíritus se os
sujetan...y nada os dañará"). Para tener seguridad en la
lucha, se requiere la cobertura espiritual de equipo. La batalla
espiritual independiente no cuenta con el apoyo bíblico. Es
a través del reconocimiento de las autoridades que Dios ha
puesto en el Cuerpo que el creyente puede enfrentar los
poderes contrarios. En otras palabras, en el Reino de Dios
no se concibe la idea de andar como “llanero solitario” en

52
la lucha espiritual. (Efesios 4:11-13; 16). Cuando alguien
dice: “Mi cobertura solo es el Señor, y no me sujeto a
hombre alguno”, ya ha puesto en serio riesgo su vida
espiritual.

(3) La autoridad de Cristo es siempre triunfante. ("Hollar –


pisar --... toda fuerza del enemigo").

(4) La autoridad es total sobre el mal. ("sobre toda fuerza del


enemigo"...Yo veía a Satanás caer del cielo”). Para eso es
necesaria la identificación específica del enemigo. La
estrategia está dada en apuntar, no a ciegas, sino directo al
blanco las armas espirituales. En relación a la disciplina
cristiana, Pablo se expresa con estas palabras: "Así que, yo
de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera
peleo, no como quien golpea al aire" (1Corintios 9:26).

(5) La autoridad no es la base de la vida cristiana, sino la


seguridad de la salvación. ("vuestros nombres escritos en
los cielos"). La clave para llevar una vida victoriosa en la
lucha espiritual es que esta se asume desde la posición de
hijos. No se lucha para ser salvo, sino porque somos salvos
(Santiago 4:7). En otras palabras, aquí no está en juego la
salvación

La autoridad espiritual es poder delegado. Pablo dice: "Por


lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder
de su fuerza". Esto no quiere decir que el creyente se debe
fortalecer en si mismo, o tratar de ser fuerte, aguantando todo.
Más bien dice: "fortaleceos en el Señor".

El que sirve en liberación debe estar consciente que Dios


mismo es la fuerza que le respalda. Solo así puede hacer frente
al enemigo sin temor ni vacilación. El ejemplo más claro es el
caso del policía. Cuando está en las calles dirigiendo el tránsito,
él puede levantar la mano a un automovilista y éste debe
detenerse. El policía no lo hace con su fuerza física, sino por la
53
54
autoridad de que está investido por el gobierno que representa.
Del mismo modo, detrás del creyente, hay un poder mayor que
el de los enemigos espirituales. El mundo de las tinieblas está
obligado a reconocer esa autoridad. La clave está en que el
creyente reciba el testimonio del Espíritu Santo a su espíritu de
que Dios le ha dado la autoridad.
Jesús prometió investir de poder a sus discípulos, para llevar
su nombre a todo el mundo. "...recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén...y hasta lo último de la tierra" (Hechos 1:8). Esto
significa que tales principios pueden ser usados en la
restauración espiritual de familias, congregaciones,
denominaciones, ciudades y aún países.
Los siguientes pasajes bíblicos presentan esta idea de
autoridad espiritual delegada:
"Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros
hermanos en todo el mundo" (1Pedro 5:8-9).
"Someteos, pues a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros" (Santiago 4:7).
6.- El principio de cooperación con Dios.
De esto se desprende un nuevo principio: “El Espíritu
Santo obra a través de la vida de un creyente, sujeto solo en
cooperación activa a la voluntad de Dios”.

Sabido es que Dios puede actuar soberanamente, de vez


en cuando, aún en contra de la falta de cooperación de un
creyente. Pero, cuando un creyente camina en una relación de
entrega consciente a Dios, el Espíritu Santo lo usa con toda
intención y con un motivo no accidental. El cristiano llega a ser

55
un "instrumento escogido". Un instrumento en el cual el cuerpo,
la mente, las emociones y la voluntad se han rendido al Espíritu
del Señor. De este modo será efectivo el empleo de autoridad
espiritual. El creyente dentro de la fe cristiana no asume una
actitud pasiva, como hacen los practicantes del ocultismo, sino
que obra en cooperación con Dios y no dominado por un poder
extraño a él.
Este principio operó en el ministerio del apóstol Pablo. El
estaba consciente de su entrega al Espíritu. Al describir sus
logros, reconocía que lo realizado era imputable solo a la
abundante gracia de Dios. El dice que había trabajado más que
todos los otros apóstoles, añadiendo: "pero no yo, sino la gracia
de Dios conmigo" (1Corintios 15:10).
Esta entrega al Espíritu del Señor le dirigía e impulsaba en
el logro de sus propósitos ministeriales. Y sigue diciendo:
...enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de
presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo
cual también trabajo, luchando según la potencia de él,
la cual actúa poderosamente en mí (Colosenses 1:28-
29).
Y aún añade:
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho
por medio de mí para la obediencia a los gentiles, con la
palabra y con las obras, con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera
que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico,
todo lo he llenado del evangelio de Cristo (Romanos
15:18-19).
Este mismo principio lo enseñó Jesucristo, en su relación
con el Padre. El dijo: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo
trabajo... De cierto,...os digo: No puede el Hijo hacer nada por
si mismo, sino lo que ve hacer al Padre" (Juan 5:17-19).

56
La dependencia del poder del Espíritu Santo para ejercer el
ministerio de liberación es fundamental. La autoridad para
actuar en Dios se basa en este principio bíblico. Esto está
ilustrado ampliamente en el libro de los Hechos de los
Apóstoles.
En el próximo capítulo se hará un recorrido histórico para
demostrar que estos principios bíblicos de la autoridad espiritual
funcionaron desde los tiempos apostólicos hasta los tiempos
actuales.

57
Capítulo Cuatro
LA EXPERIENCIA DE LA GUERRA
ESPIRITUAL EN LA HISTORIA DE
LA IGLESIA CRISTIANA

l mundo cristiano y la historia de la iglesia son muy


amplios en los tópicos y hechos que aborda. Todo está
unido y relacionado, unos más que otros. En consecuencia, es
difícil hacer la separación entre algunos temas para referirse
solo a uno como es el área de la demonología, el exorcismo o
expulsión de demonios, el empleo y funcionamiento de los
dones carismáticos, el crecimiento y avance de la iglesia. Sin
embargo y para no extender demasiado esta investigación,
procuraré enfatizar solo el aspecto del exorcismo o expulsión
de demonios. Para ello citaré documentos de autores que
escribieron sobre la realidad de la iglesia en sus épocas. Este
recorrido será hecho desde los tiempos apostólicos hasta
llegar a los tiempos actuales. Y el objetivo será la
demostración de la realidad de la lucha o guerra espiritual
durante la historia de la iglesia.
1.- La experiencia de la iglesia apostólica.
Los principios de autoridad espiritual fueron empleados
por la Iglesia primitiva. Es claro que los primeros creyentes
no derrotaron los poderes de las tinieblas, expresados en la
idolatría pagana por medio de los poderes del ocultismo, solo
con las hermosas enseñanzas del “Sermón del Monte”. Ellos
emplearon el poder del Señor.

58
Los apóstoles en Jerusalén se caracterizaban porque su
mensaje era respaldado asombrosamente por milagros de
sanidades y liberaciones de espíritus inmundos. Lucas dice:
“El poder de Dios se manifestó entre la gente por medio de
muchos milagros hechos por los apóstoles…. Así que
sacaban a los enfermos y los acostaban en camas o en
camillas para que al menos la sombra de Pedro los
cubriera mientras caminaba por la calle. Mucha gente de
los pueblos cercanos a Jerusalén traía a sus enfermos y a
los atormentados por espíritus malignos, y todos
fueron sanados” (Hch.5:12-16 VP).
En estas narraciones también se destaca a Felipe, el
evangelista en la ciudad de Samaria. El texto señala lo
siguiente:
“Felipe fue a la ciudad de Samaria y allí anunció el mensaje
acerca de Cristo. Un gran número de samaritanos escuchó
a Felipe, vio los milagros que hacía y le ponía mucha
atención a su mensaje. Muchos que tenían espíritus
malignos fueron sanados; los espíritus les salían
dando alaridos. También fueron sanados muchos
inválidos y paralíticos. Los habitantes de esa ciudad
estaban muy contentos” (Hch.8:5-8 DHH).
Durante el primer viaje misionero de Pablo y Bernabé se
narra el enfrentamiento en contra de un falso profeta, llamado
“Barjesús”. Pablo y Bernabé estaban predicando en la isla de
Chipre. Al llegar a Pafos, la capital política de la isla, se
enfrentaron con este hombre. Lucas denomina a este enemigo
de la fe de “mago y falso profeta” (Hechos 13:7-12).

De acuerdo a las circunstancias históricas, la capital de


Chipre era famosa por el culto a Venus, la diosa del amor. Su
culto era sinónimo de inmoralidad y lujuria. Además, se

59
invocaban las fuerzas del ocultismo, por medio de la magia y
la superstición. El mismo gobernador de la Isla, Sergio Paulo,
tenía su propio mago dentro de sus asesores políticos. El
procónsul es denominado por Lucas como un “varón
prudente” quien deseaba escuchar el mensaje del evangelio.
Por su parte, el mago hacía intentos para impedir a
Pablo y a Bernabé que le predicaran al gobernador de la isla.
Al darse cuenta de que el gobernador, Sergio Paulo, era un
genuino buscador de la verdad, y el mago era un enemigo de
la fe, Pablo lo reprendió en términos fuertes. Hizo uso de la
autoridad espiritual contra este enemigo del evangelio. Lucas
dice que Pablo: “lleno del Espíritu Santo, fijando en él los
ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo
del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de
trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he
aquí la mano del señor es contra ti, y serás ciego, y no verás
el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él
oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le
condujese de la mano”. Esa es autoridad espiritual empleada
para castigar a un opositor. Y luego añade que: “el procónsul,
viendo lo que había sucedido, creyó, maravillado de la
doctrina del Señor” (Hechos 13:12).
Las experiencias de los apóstoles en Pafos ilustran la
oposición que han de encontrar los misioneros cristianos.
Elimás, es un prototipo de los opositores egoístas que en todas
partes se van a oponer a la labor apostólica. Así pues, los
mensajeros del evangelio deben esperar antagonismos
violentos, pero tienen también la seguridad de triunfar.

Otro ejemplo más del empleo de la autoridad espiritual


se ilustra con el ministerio de Pablo en Efeso. La ciudad de
Efeso, era la capital de Asia Menor. Esta ciudad tenía fama de
ser “guardiana del templo de la gran diosa Diana”, la
principal deidad pagana en esa región (Hechos 19:35). Diana
era la diosa de la fertilidad y su culto se caracterizaba por la

60
inmoralidad. De acuerdo a los datos históricos, el templo
dedicado en honor a la diosa “Diana” o “Artemisa” era de
enormes proporciones. El espacio de construcción era más
extenso que el edificio del Vaticano en Roma11. Tenía 127
columnas de veinte metros de altura y era considerado una de
las Siete Maravillas del mundo antiguo.
Además de esto, el ocultismo, la hechicería, la magia y
la confusión general reinaban en Efeso. ¿Cuál fue el secreto
del éxito de Pablo en la guerra espiritual? El ministraba en el
poder del Espíritu Santo, que es un poder mayor. El texto dice
que: “Dios le dio a Pablo el poder de hacer milagros
asombrosos; a veces bastaba poner sobre el enfermo un
pañuelo o alguna prenda de Pablo para que el enfermo
sanara o los demonios salieran” (Hechos 19:11-12. La Biblia
al día).

11 La comparación del Vaticano, con el templo de la diosa “Diana”, son


usadas a modo de ejemplo para establecer una relación proporcional, ya
que el edificio del Vaticano es la construcción cristiana más grande del
mundo.
12 “Cincuenta mil monedas de plata”: La moneda de plata aquí aludida es
la dracma, y equivalía al denario, que era el salario por un día de trabajo.
Entonces, esta cifra representa el valor de once años de trabajo de un
obrero.

El impacto del poder de Jesucristo sobre sus ministros


ungidos fue notorio. En este mismo pasaje se lee que el poder
de Dios sacudía las conciencias de la gente y movía su
voluntad, pues añade que: “muchos de los que creyeron
llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes
habían hecho, y muchos que habían practicado la brujería
trajeron sus libros y los quemaron en presencia de todos.
Cuando se calculó el precio de aquellos libros, resultó que
valían como cincuenta mil monedas de plata.12 Así el mensaje

61
del señor iba extendiéndose y demostrando su poder”
(Hechos 19:18-20 VP).

2.- Los siglos II al IV: Los Padres de la iglesia.


Los testimonios sobre la presencia de demonios y su
derrota por parte de los creyentes de los siglos posteriores a la
iglesia primitiva fue un hecho notorio y ampliamente
documentado. Los mayores testimonios documentados
corresponden al período de los denominados “Padres de la
iglesia” hasta finales del siglo IV. Con el fin demostrar la
realidad de la lucha espiritual y que el enfrentamiento con los
demonios continuó en la historia de la iglesia como una
experiencia verdadera y no como algo explicable en términos
“psicológicos” o “psiquiátricos” es que se darán citas
documentadas por los escritores antiguos en relación a este
tópico.
El primer autor antiguo es Justino Mártir (165 d.C.). El
habló de espíritus malignos arrojados por los fieles que
invocaban el nombre de Cristo. En su segunda apología
dirigida al Senado romano, Justino Mártir escribió lo
siguiente:

62
Hay infinidad de poseídos de demonios en todo el
mundo y en vuestra ciudad en particular; muchos de
nuestros hombres cristianos, expulsándoles en el
nombre de Jesucristo,... han sanado y siguen sanando a
esa pobre gente, echando fuera esos demonios como
ningún exorcista ha podido hacerlo.13
Esta primera cita prueba tres cosas: (1) La presencia
atormentadora de espíritus malignos o demonios dentro de la
sociedad romana. (2) El poder eficaz del nombre de Jesucristo
para ayudar a las personas poseídas para expulsar de sus vidas
esos demonios que los atormentaban y (3) la existencia de
otros “exorcistas” que pretendían ayudar, aunque sin la
eficacia o los resultados obtenidos por los cristianos, a
personas con problemas espirituales.
En esa misma época Irineo (170 d.C.) confirmaba la
eficacia de aquella creencia, y añade que los resultados que
esto producía eran liberación, sanidades y crecimiento
numérico de la iglesia. Irineo dijo:

13 Jessie Penn. Guerra contra los santos. (Barcelona: Editorial CLIE), pp.
201-202.
14 Irineo, Contra las herejías II, Cap. XXXI, citado por E. Backhouse y C.
Tyler en Historia de la Iglesia Primitiva. Desde el siglo I hasta la
muerte de Constantino. (Terrassa: Ed. CLIE), Pág.140.

“Hay cristianos que echan los demonios de un modo


positivo, de tal manera que los que han sido liberados
se hacen cristianos y se juntan a la iglesia (…) Otros
sanan a los enfermos con solo ponerles las manos
encima. Hasta ha habido muertos que han sido
resucitados, permaneciendo después muchos años con
nosotros”14

63
Otro de los brillantes expositores de la fe cristiana fue
Tertuliano (155 - 220 d.C.). Un ilustre doctor, de
pensamiento profundo y de espíritu fervoroso. En su caminar
cristiano abrazó la fe bajo la visión montanista. En una
Apología dirigida a los gobernadores del imperio romano, en
relación a la presencia de demonios, él escribió lo siguiente:

...dejad que una persona que esté poseída de demonios


sea traída ante vuestros tribunales. El espíritu maligno,
teniendo que hablar a través de un creyente confesará
que es un demonio, mientras que si fuera un pagano
mentirá diciendo que es un dios.15
Esta cita permite entrever, no solo la presencia de
demonios dentro de la sociedad romana, sino la obra de
confusión y engaño que estos seres espirituales producían en
la gente, incluso hasta los jueces de los tribunales, donde los
conceptos religiosos paganos dominaban.
Para que hubiese liberaciones de espíritus malignos, la
oración era esencial, como lo es actualmente. Los
historiadores E. Backhouse y C. Tyler señalan las cualidades
que tenían la oración, e incluso la antigua costumbre de la
“señal de la cruz”.
Respecto a la oración, los autores dicen lo siguiente:

15 Citado por Jessie Penn en Guerra contra los santos. Pág. 201.
16 E. Backhouse y C. Tyler, Historia de la iglesia Primitiva, Pág. 131.

“La oración puede llamar a las almas que vagan por la


senda de la muerte; fortalece a los débiles, devuelve la
salud a los enfermos, libera a los que son poseídos por
el demonio, abre las cárceles de los inocentes… La
oración es la fortaleza de la fe, el arma de ataque y la
defensa contra un enemigo que constantemente procura
sorprendernos”.16

64
A la “señal de la cruz” también se le atribuían virtudes.
Esta se hizo costumbre desde muy antiguo. Ya en tiempos de
Tertuliano (185 – 220 d.C.) se había generalizado. La señal de
la cruz: “pronto se trasformó en una práctica, en la que la
señal externa sustituyó fácilmente el culto de corazón del
creyente. A esta se le atribuía la virtud de ahuyentar a los
malos espíritus y se la consideraba un sortilegio contra las
tentaciones, las enfermedades o los accidentes” (las cursivas
son nuestras).17

17 E. Backhouse, op. cit., Pág. 141.


18 W. Walter, Historia de la iglesia cristiana, Pág.71.
19 Eusebio, Historia eclesiástica, 6:43.11. citado por Williston Walker en
Historia de la Iglesia Cristiana. (Kansas City: Casa Nazarena de
publicaciones), Pág. 90.

Otro testimonio histórico de la decadente realidad


espiritual que se vivía en la ciudad de Roma la entrega un
documento de esa época. Se trata de una carta del obispo
Cornelio de Roma, fechada alrededor del año 251 d.C. que
muestra las condiciones reinantes en la iglesia en la ciudad de
Roma. La iglesia de Roma llegó a ser una de las más grandes
e importantes iglesias del Imperio. Ya en aquellos años la
iglesia de Roma era calificada como “la iglesia principal, de
donde toma su origen la autoridad episcopal”.18 Esta fue una
de las principales razones que impulsó a desarrollar el
concepto del papado y de la sucesión apostólica de Pedro.

El manuscrito en cuestión habla del nivel de


organización de esta y señala que: “había cuarenta y seis
presbíteros y siete diáconos” que dependían de esta iglesia. Y
que debajo de ellos, constituyendo lo que pronto sería
conocido como las “ordenes menores” había siete
subdiáconos, cuarenta y dos acólitos y cincuenta y dos
exorcistas, lectores y ujieres”.19 Eso quiere decir que el
ministerio de Liberación era algo formal y establecido dentro
de los órdenes del ejercicio funcional de las iglesias. El

65
documento describe las funciones que los exorcistas
desempeñaban. El historiador W. Walker dice que las
funciones de los lectores y exorcistas: “habían sido
originalmente consideradas como carismáticas. Los exorcistas
continuaron siendo considerados así en el Oriente, donde no
eran precisamente funcionarios”, como lo eran en la iglesia de
Roma. Luego agrega que: “La tarea del exorcista era echar los
espíritus malignos, en cuya acción se creía firmemente en esa
época.”20

20 Williston Walker, Historia de la Iglesia Cristiana. Pág. 91.


21 Citado por Jessie Penn en Guerra contra los santos. (Barcelona:
Editorial CLIE), Pág.202.
22 Nilda Macías, Santos protectores. (Bs. Aires: Ed. Planeta), Pág. 56.

Ya en el año 250 d.C. el obispo Cipriano de Cartago


(200 -258 d.C.), uno de los discípulos de Tertuliano, se
expresaba de manera similar. Al comentar que los demonios
inspiraban a los falsos profetas, afirmó lo siguiente: “Sin
embargo, estos malos espíritus, reprendidos en nombre de Dios,
inmediatamente nos obedecen y se os someten, siendo
forzados a salir del cuerpo que están poseyendo”.21

Una autora que escribió acerca de la vida de “los santos


protectores” (bajo la visión y concepción del catolicismo),
cuando escribe de Cipriano, hace el siguiente comentario
acerca de él: “... Cipriano pertenecía a los santos exorcistas,
poseía el don de clarividencia (veía el mundo espiritual) y
practicaba la liberación de todo hechizo, brujería o maleficio
de las personas afectadas por males demoníacos. También
enseñaba que toda persona de fe es un deshechizador”.22 Esta
cita señala dos cosas: (1) que el propio Obispo Cipriano lo
practicaba frente a la necesidad de la época, y (2) que también
lo enseñaba para que otros lo hicieran también. No era algo
exclusivo y restringido a un solo “grupo pequeño de
“iluminados”, sino que aspiraba a que estas prácticas fuesen

66
masificadas al interior de la iglesia, en vista de las
necesidades observadas.

A medida que avanzaba el siglo III, la iglesia ya había


adquirido estructura organizativa en cuanto a los
nombramientos oficiales de obispos. La elección de obispos
era hecha por los presbíteros y otros miembros del clero de la
ciudad. Latourette confirma que dentro de la estructura era
reconocida la función de los exorcistas en el ministerio de
liberación. El dice: “El obispo escogía y ordenaba al clero
subordinado. Entre estos los primeros rangos eran presbíteros
y diáconos. Bajo estos estaban las órdenes menores, tales
como subdiáconos, acólitos, exorcistas, lectores y porteros”.23

23 Kenneth S. Latourette, Historia del cristianismo (tomo 1), Pág. 178.


24 Kenneth S. Latourette: op. cit., Págs. 113-114.

Dentro de los hombres usados por Dios en el siglo III,


figura el nombre de Gregorio, quien en el año 240 d.C. inició
su ministerio en el Ponto. Fue conocido en la historia como
“Gregorio, el Taumaturgo” u Obrador de Maravillas, por los
dones carismáticos que en él se manifestaban. Debido a su
fructífero ministerio, se decía de él que “cuando fue hecho
obispo, halló sólo diecisiete cristianos en su sede y que a su
muerte sólo quedaron diecisiete paganos”.24

En las regiones de Egipto y Alejandría surgieron


quienes son conocidos en la historia como Los Padres del
desierto. Ellos ejercieron gran influencia en la zona por su
santidad y alejamiento de las tentaciones mundanas. El
connotado autor argentino Pablo A. Deiros, en uno de sus
libros de historia eclesiástica, dice que los “padres del
desierto enseñaron y entrenaron en los dones del Espíritu a
sus discípulos, a partir de su propio ejemplo y práctica. De
allí que, asociadas a las vidas de los grandes padres, había
una serie interminable de historias de señales, prodigios,

67
milagros y maravillas como también testimonios de los
múltiples dones carismáticos que estos ejercían”.25
Uno de los personajes famosos de ese lugar y época fue
Antonio, quien es considerado el fundador del monasticismo
cristiano en Egipto. Este hombre dejó literalmente todo,
basado en las palabras de Cristo al joven rico: “anda, vende
lo que tienes, y dalo a los pobres,… y ven y sígueme”
(Mat.19:21). Impactado por estas palabras del Señor,
abandonó sus posesiones y se dedicó a la vida ascética, para
luego retirarse como ermitaño. Esa actitud atrajo a muchos
imitadores, algunos de los cuales vivían solos y otros en
grupo.

25 Pablo Deiros. La acción del Espíritu Santo en la historia. Las lluvias


tempranas (años 100 – 550), Pág.235.
26 Williston Walter, Historia de la Iglesia cristiana, Pág.137.
27 Kenneth S. Latourette: op. cit., Pág. 281.

Antonio vivió fuertes experiencias espirituales en sus


confrontaciones con los demonios. Se decía de él que “se
creía atormentado por demonios en todas las formas
imaginables.26 A nuestros días han llegado a ser proverbiales
los dichos y las representaciones artísticas de “Las
tentaciones de San Antonio”. Latourette agrega que: “Para él
los demonios y el diablo eran muy reales, y tuvo con ellos
muchas luchas”. Cuando se retiró a la vida solitaria, “muchos
lo visitaban, algunos en busca de consejos espirituales, otros
en busca de la milagrosa sanidad de sus enfermedades”.27

Con posterioridad, fue Pacomio quien dio cuerpo a


estas comunidades alejadas de la sociedad, para buscar y vivir
la santidad. Dentro de estas comunidades, el Dr. Deiros
presenta particularmente el caso de Macario (300-390 d.C.)
que vivió por sesenta años como ermitaño en el desierto. Se
dice que se ocupaba intensamente de la oración y que había
entrado en un estado de éxtasis continuo. A los cuarenta años,

68
Macario era conocido por ejercer los dones de sanidades,
liberación de demonios y profecía. Casiano cuenta que
“Macario de Egipto resucitó un hombre muerto, con el
propósito de convencer a los herejes que no creían en la
resurrección de los muertos”.28
Cuando se mencionan los motivos del asombroso
desarrollo que hizo a los no cristianos abrazar la fe, las
razones eran muy variadas. Entre estas se mencionan: (1) El
cambio en la conducta moral. (2) Las iglesias eran inclusivas
y sólidas en sus fundamentos sociales. El desmoronamiento
de la sociedad romana llevó a millones a buscar la seguridad
en la fe. (3) En tiempos de calamidades las iglesias se
ayudaban mutuamente con dinero o víveres. (4) El
cristianismo era abierto a todo tipo de personas, y no solo a un
determinado segmento poblacional. Pero, la principal razón,
fue el poder milagroso de liberación espiritual. El historiador
Kenneth Latourette menciona lo siguiente:
Sabemos de una familia entera, encabezada por el
abuelo, que se hizo cristiana, porque oyeron de un caso
de posesión demoníaca que fue sanado por haber
invocado el nombre de Cristo. En el quinto siglo en una
parte de Galia unos cuantos paganos se convirtieron
porque cuando una peste atacó los rebaños, los de los
cristianos no contrajeron la enfermedad o sanaron
habiendo sido atacados, lo cual se debió a un milagro
obrado por su fe.

28 Juan Casiano, Colaciones, citado por P. Deiros, op. Cit.,Pág.236.

No fue sólo a los milagros del renacimiento moral hacia


los cuales los cristianos podían dirigir la atención; pues

69
los paganos fueron atraídos también por los milagros de
curación obrados en el nombre de Cristo.29
3.- El Período de La Edad Media (476 – 1453
d.C.) y del Renacimiento o Período de la
Reforma (1453 -1648 d.C.).
Cuando llegamos al período de la “Edad Media”, así
denominado por los historiadores, se observa un tiempo de
“Oscurantismo espiritual”. La Iglesia de esa época, creció en
poder terrenal pero, perdió mucho en lo espiritual durante esa
larga noche de oscuridad.

29 K. Latourette, op. cit., pp. 146, 149.


30 Samuel Vila. Historia de la Inquisición y la Reforma en España.
(Terrassa, Ed. CLIE, 1977), Pág. 13.

El poder estaba reservado solo para algunos señores. La


iglesia pasó de ser perseguida a gozar de un alto honor dentro
de la sociedad romana. Como institución de la época estaba
más preocupada por la búsqueda del poder terrenal por
encima del supremo bien espiritual. En ese tiempo era
“conveniente hacerse cristiano”. El autor Samuel Vila
comenta respecto a esta época. El dice:” Jamás en la historia
de Occidente institución alguna ejerció un poder más amplio
y efectivo del que tenía la Iglesia en la Edad Media sobre sus
fieles. El poder acarreó riqueza y una general relajación de
las costumbres”.30 Su máxima expresión del poder fue la
institución del papado y el denominado “Santo Imperio
Romano” iniciado por el emperador Carlo Magno en el año
742 d.C. El período de “Las Cruzadas” entre 1095 y 1270
d.C. ocupó gran parte de la atención en Europa e impulsaron
el poder gubernamental de la iglesia, el contacto con otras
naciones y el comercio entre ellas.

Desde el punto de vista espiritual, la reacción durante la


Edad Media, fue el nacimiento del “espíritu monástico” en

70
Europa, tanto entre los hombres como entre las mujeres. Los
miembros de estas comunidades monásticas vivían juntos.
Hurlbut dice:

Muchos que anhelaban una vida más elevada estaban


descontentos con la vida que les rodeaba y se
retiraban del mundo. Ya fuese solos o en grupos,
habitaban en retiro, procurando cultivar la vida
espiritual por medio de la meditación, la oración y los
hábitos ascéticos. Este espíritu monástico empezó en
Egipto, donde fue fomentado por el clima cálido y las
escasas necesidades de la vida.31

31 Hurlbut, Narro y Flower. La Historia de la Iglesia Cristiana. (Miami,


Ed. Vida, 13ra. Ed., 1980), Pág. 79.
32 W. Walker, Historia de la iglesia Cristiana, Pág.104.

Así que la vida piadosa se trasladó principalmente a los


monasterios, donde las tareas principales eran la oración, la
copia de las escrituras y el trabajo agrícola. Su lema era: Ora
y trabaja (Latín: “Ora et labura”). Walker dice que: “La vida
de celibato, pobreza y retiro contemplativo de las actividades
del mundo era admirada como el ideal cristiano, y su práctica
estaba ampliamente difundida.”32 Entonces, las mayores
expresiones espirituales son tomadas de la vida monástica.
Existen testimonios maravillosos de las profundas
experiencias en el Señor, que incluiría la atención de los
asuntos espirituales, como era el caso de brindar ayuda a
personas con ataduras espirituales de demonios.

Pero, durante la primera mitad del siglo IV, ya habían


comenzado a entrar las supersticiones al mundo cristiano.
Cuando el Emperador Constantino en el año 324 d.C.
promulgó el decreto que establecía al Cristianismo como la
religión oficial del Imperio, fue inevitable contener la
avalancha de costumbres paganas al interior de la iglesia. Ya

71
a fines del siglo IV, las imágenes de santos y mártires
aparecieron en los templos. Al principio como recuerdos,
luego pasaron a ser reverenciadas y luego se les rindió culto.
La adoración a la virgen María sustituyó a la adoración de
Venus y Diana en el mundo pagano. La conmemoración de la
Cena del Señor se transformó en un sacrificio, y el anciano
evolucionó de predicador a sacerdote. Todo esto ocurría
debido a la degradación moral en que yacía el pueblo.

La gente se bautizaba por masas, sin experimentar el


milagro del Nuevo Nacimiento. El historiador Juan Fletcher
comenta que: “Llegaron al extremo de atribuir un poder
milagroso a las cenizas de los santos; los lugares donde estos
habían fallecido, se consideraban sagrados,…y se estableció
la costumbre de celebrar fiestas en memoria de todo aquel que
había llevado una vida un poco elevada sobre el nivel común,
y dado ejemplo de piedad….”33

33 Juan Fletcher, Historia Compendiada de la Iglesia Cristiana, Pág. 134.


34 Juan Fletcher. op. Cit., Pág. 176.

Durante la Edad Media, más que en épocas anteriores,


apareció la costumbre de reverenciar las reliquias. Según la
historia: “Cada uno de los peregrinos que volvía de Palestina,
traía tantas (reliquias) que habrían suficientes para decorar
una iglesia”.34 El asunto era que a estas reliquias se le
atribuían poderes para sanar enfermos y liberar de espíritus
malignos.
Con la llegada del Renacimiento, la cosmovisión de la
época cambió radicalmente. Se puede decir que el
denominado “Período del Renacimiento” fue una vuelta a los
clásicos griegos, la filosofía, las artes y las costumbres
paganas. La Reforma Protestante obedece al espíritu de la
época, de reexaminar toda la cosmovisión que se tenía de
aquel entonces.

72
Dentro de las manifestaciones que reafloraron estuvo la
vuelta a un neopaganismo de cultos ancestrales. A fines de la
Edad Media, durante el Renacimiento y entrada la edad
moderna, hubo un incremento sostenido de las prácticas de la
brujería y la hechicería. Y como contraparte se desarrolló la
persecución de las herejías y la caza de brujas por parte de la
iglesia de la época, a través de los tribunales de la “Santa
Inquisición”.
Samuel Vila comenta acerca de la Inquisición papal y dice
lo siguiente:

Desde los inicios de la época feudal existían


tribunales eclesiásticos presididos por los obispos,
que entre otros cometidos, velaban por la pureza de
las creencias de los fieles. Sin embargo, su
ineficiencia para cumplir con su objetivo se hizo
patente por la fácil extensión de las herejías en el
siglo XII. Varios intentos realizados por el Papado,
entre finales del siglo antes citado y el primer tercio
del siguiente, para sacudir a los obispos de su apatía
(y en algunos casos posiblemente sus escrúpulos) y
obligarlos a cumplir con su misión represiva, fallaron
por completo.35
El gobierno de la iglesia de la época no estaba en
condiciones espirituales para afrontar y detener la avalancha
del mundo de tinieblas que irrumpía en la población de
Europa. Es decir, con ello no se respondía a las esperanzas de
los creyentes. La preocupación por la salvación afligía a los
cristianos, que se sentían acorralados entre un Dios
todopoderoso y arbitrario y las amenazas de un Satanás
omnipresente. Latourette señala lo siguiente:

35 Samuel Vila, Historia de la Inquisición, Págs. 36-37.

73
Para los cristianos de aquella época, el invisible
mundo de los espíritus era muy real. Se creía que el
diablo y sus huestes eran el origen de muchos y acaso
de la mayor parte de los males que acosaban a la raza
humana. Igualmente vívidas eran aquellas fuerzas y
espíritus que se oponían al mal. En efecto, la mayor
contribución del cristianismo a este respecto consistió
en establecer la seguridad de que no es necesario que
los hombres se sometan a los demonios sino que
puedan ser protegidos contra ellos, y que si eran
víctimas suyas podían ser librados. … se creía que la
señal de la cruz era eficaz en contra de las
maquinaciones de los aliados en las tinieblas y
circulaban muchos cuentos acerca de la potencia de la
cruz como guardiana contra ellos.36

36 K. Latourette, op. cit., Pág. 631.


37 Samuel Vila, Historia de la Inquisición y la Reforma en España, Pág.
11.

Como el Renacimiento coincidió con el incremento de las


prácticas de la hechicería, y la consecuente caza de brujas: “el
concepto de herejía adquirió perfiles más precisos al
formularse el Dogma, o sea el conjunto de doctrinas
defendidas por la Iglesia”.37 Correspondió al Papa Gregorio
IX, en el año 1232 organizar el tribunal de la Inquisición para
reprimir herejías, sacrilegios, brujerías y delitos morales.

La invasión de herejías y de prácticas diabólicas


sobrepasó las capacidades de la iglesia para contrarrestarlas.
Debido a la ignorancia general de las verdades del Evangelio,
en mayo del año 1252, el Papa Inocente IV autorizó el empleo
de la tortura en los interrogatorios. Con ello, la Inquisición
religiosa quedó formalmente instaurada. Sus tribunales se
establecieron por toda la cristiandad. El poder de estos
tribunales doblegaba todas las leyes seculares que pudieran

74
constituir un obstáculo en el desempeño de sus funciones. Los
niveles de represión alcanzaban ribetes sorprendentes.
Incluso, el propio abogado defensor no podía hablar con el
reo a solas, sino en presencia de un oficial del tribunal. En
realidad, el “abogado” no pasaba de ser un agente más,
dedicado a establecer la culpabilidad del reo. Así que, en la
práctica, el detenido carecía de defensa alguna.

Los métodos de tortura a que eran sometidos a objeto de


obtener las confesiones de los acusados eran brutales. Cuando
se estudia ese período de la historia se descubre cuán
espeluznantes fueron las experiencias vividas que duraron por
más de tres siglos. Incluso estos tribunales se establecieron
entre las colonias españolas en América. Pero a su vez,
Samuel Vila, quien escribió acerca del tema de la Inquisición,
dice que los interrogatorios y las torturas a que eran sometidos
los acusados en los tribunales de la “Santa Inquisición”, eran
menos graves que la aplicada en los tribunales seculares. Y
también, señala que no se le aplicaba el tormento físico si el
acusado confesaba previamente, ante lo cual la mitad accedía
a hacerlo, de acuerdo a las estadísticas que manejaban los
tribunales inquisidores.38
El autor católico Jean Comby hace un comentario del
papado de la época, y dice lo siguiente:

38 Samuel Vila, op.cit., Págs. 38 -60. (Las citas solo son referenciales y no
citadas al pie de la letra).

“Inocencio VIII, un triste Papa desde todos los


puntos de vista, le dio una consagración o golpe
oficial a la hechicería con la bula Summus
desiderantes (1484). El Papa describe los maleficios
de los demonios “íncubos” y “súcubos” e invita a la
represión. Encarga a dos dominicos que redacten El
martillo de las hechiceras (1487), un tratado de
demonología y de procedimiento para obtener

75
confesiones. La caza de brujos y sobre todo de
hechiceras durará hasta mediados del siglo XVIII. Se
calcula en cien mil personas las que murieron en la
hoguera en estos tres siglos.39
A lo largo de la historia, la demonología católica ha
afirmado que existen demonios masculinos y femeninos
capaces de tener contactos sexuales con los humanos. En otras
tradiciones culturales, como las Leyendas de Chiloé en Chile,
también existen entidades similares. Y lejos de ser un mito
antiguo, para algunas personas, la existencia de esas criaturas
es una realidad actual y constatable. A partir del siglo XIII,
con la instauración del Tribunal de la Inquisición, los casos de
supuestos contactos sexuales con los demonios comenzaron a
multiplicarse. Los íncubo y súcubo serían, según los
demonólogos cristianos, los demonios que, obedeciendo
órdenes de Satanás, tendrían encuentros sexuales con los
humanos.
Los vocablos “Incubos” y “súcubos”, provienen del latín
incubare y sucubare (estar acostado debajo, o encima). Serían
seres sobrenaturales, pero capaces de materializarse en
nuestro universo tridimensional dotado de cuerpos reales y
físicos, con carne y sangre y esperma. Los íncubos serían los
demonios con forma de varón, cuya misión sería la de
cohabitar con mujeres humanas; y los súcubo serían diablesas
femeninas que fornicarían con los hombres.

39 Jean Comby, La Historia de la Iglesia (Vol.2) “Del siglo XV al siglo


XX”, Pág. 13.

Tanto los íncubos como los súcubos acostumbraban a


visitar a los mortales en sus lechos para tener relaciones
sexuales con ellos. Al despertar, en muchas ocasiones, de no
ser por encontrar restos de sangre o semen en las sábanas, los
violados solo recordaban la experiencia como un sueño
erótico. Tanto es así que algunos reconocidos demonólogos,

76
como el mismísimo San Agustín, en el siglo IV d.C., negaron
durante algún tiempo que estos lujuriosos demonios tuviesen
cuerpos físicos. Según la angelología católica, los ángeles – y
por ende también los demonios – no poseen cuerpos físicos.
Sin embargo, ante la avalancha de testimonios recogidos por
los inquisidores, estudiosos de la talla de San Agustín (en el
siglo IV) y Santo Tomás de Aquino (siglo XIII) terminaron
por aceptar la realidad física de estas entidades demoníacas.
Los relatos acerca de estos "visitantes de dormitorios"
estuvieron presentes en numerosos procesos inquisitoriales
por brujería. Sería interminable enumerar todos los casos en
que un acusado de hechicería confesó detalles de sus
encuentros sexuales con los demonios. Esta es la mayor
evidencia, aunque se debe tener en cuenta que muchas de esas
confesiones fueron arrancadas de los acusados utilizando
instrumentos de tortura. Tales sistemas de interrogatorio
inquisitorial harían confesar al más piadoso de los mortales
todos los crímenes y aberraciones que el torturador desease.
Confesar cualquier absurda práctica infernal sería preferible a
soportar los tormentos sometidos por la inquisición.

En el caso de los monjes, tanto de varones como de


mujeres, el componente del celibato obligatorio del sistema
católico romano indudablemente alentó todo tipo de fantasías
nocturnas en sus celdas, que en aquel tiempo podrían ser
consideradas visitas de los demonios. Por otro lado, el
marcado machismo que ha imperado en la historia de la
iglesia identificaba a la mujer como el mayor instrumento de
Satanás. “La represión sexual desató las fantasías más
disparatadas en los inquisidores y demonólogos, llegando a
asegurar que algunos íncubos tenían el pene bifurcado cuan
lengua de serpiente, o en forma de tridente, para poder

77
penetrar anal y vaginalmente a la bruja, quien a la vez
realizaba una felatio”(sexo oral).40
Para cerrar este tema, y tratar de ser objetivos en la
evaluación, se debe tener en cuenta que esta reacción fue lo
“mejor que pudo hacer” la Iglesia Católica frente a un problema
espiritual que los sobrepasó como institución. Es necesario
recordar que en aquel entonces, debido al oscurantismo
propio de la época, no existía la capacidad espiritual para
ayudar a las personas. El “evangelio” que se predicaba, no era
el verdadero Evangelio de la gracia que enseña la Biblia. Los
conceptos que se manejaban no entregaban satisfacción
espiritual. Así que la gente buscaba satisfacer su hambre de
tener una experiencia mayor con lo sobrenatural, y las
expresiones del neopaganismo vinieron a llenar ese vacío en
el corazón de los hombres de la época. El ideal cristiano
estaba concentrado en la vida monástica, que profesaba una
minoría, y que los mantenía alejados de las “influencias
mundanas”. Pero, no manifestaban una actitud de servicio
externo, sino más bien estaban concentrados en la mantención
de la vida religiosa al interior de los monasterios.

40 Manuel Carballal, Artículo: “Los demonios del sexo” tomado de


Internet: “Mundo de Misterios”. Acerca de este tema, existe abundante
información en Internet. Además de algunos testimonios propios
recogidos que se ampliarán en el próximo capítulo de este libro.

Si hacemos un análisis de lo que significó la institución


de los tribunales del “Santo Oficio de la Inquisición” en
Europa y América, hoy son inconcebibles. Mediante este
sistema religioso, se sometieron a los acusados a
recriminaciones e inhumanas torturas físicas. Tales prácticas
realizadas en nombre de la fe hoy son inaceptables. Sabido
por todos es que “la fe no entra con sangre” y esta postura
está muy lejos del ideal evangélico. En la actualidad, los
cristianos de todas las tradiciones se avergüenzan de que tales
métodos se hayan utilizado en el nombre de Jesucristo. La

78
inquisición fue un período de tiempo que empañó la historia
de la iglesia y nadie duda que no se debe volver a repetir.
Existen dos razones que permiten entender (pero, no
necesariamente aceptar) la permanencia de tales tribunales
eclesiásticos durante tantos años: (1) El dominio que ejercía la
Iglesia en esa época sobre la conciencia de la población. Y (2)
la ignorancia e incapacidad espiritual de sus dirigentes para
resolver con la autoridad espiritual dichos asuntos. Entonces,
en vista del contexto de la época, se puede decir que esa fue
su reacción natural frente a las actividades satánicas que se
manifestaban entre la población de Europa y América. Como
iglesia, sentían como suyo el deber y la obligación de actuar
frente a un problema demasiado evidente.
4.- El Período Post-Reforma o Iglesia Moderna
(1648 a 1901 d.C.)
Dentro de los dos principales grupos que luego de la
Reforma iniciaron una búsqueda para vivir en la plenitud del
Espíritu Santo, podemos destacar a los pietistas representados
por Madame Guyón y a las llamados: “Sociedad de los Amigos”,
también denominados como: “Los cuáqueros”. Estos últimos,
fueron dirigidos por el inglés Jorge Fox (1624-1691). Al
momento de iniciar su ministerio, las iglesias eran muertas y
formales. El biógrafo de Fox dice:

El movimiento cuáquero parece haber sido levantado


por Dios en el momento exacto y propio para librar a la
iglesia del formalismo y al mundo de la impiedad. Jorge
Fox, como los profetas de antiguo, fue enviado por
Dios para llamar a la iglesia a volver al camino del
culto espiritual.41

41 James G. Lawson, Las Experiencias más profundas de cristianos


Famosos. Pág.141.

79
El término “Cuáqueros” significa tembladores. Del verbo
inglés to quake (temblar). Se les aplicó este apodo,
despectivamente por su manera de actuar al orar. El mismo
Fox describe estas escenas en que el Espíritu del Señor se
manifestaba vívidamente:

El poder de Dios los hacía temblar, y empezamos a


tener grandes reuniones, y el gran poder y obras de
Dios se hicieron manifiestas entre el pueblo, con
admiración de la gente y de los clérigos. – y agrega –
Más tarde fui a Mansfield, donde hallé un numeroso
grupo de profesos y del pueblo; aquí me sentí impelido
a orar, y el poder de Dios fue tan grande que la casa
parecía moverse.42

42 James G. Lawson, op.cit,. Pág. 150.


43 James G. Lawson, op. cit., Pág. 153.

Una vez que predicó en Carlisle, Fox describe la reunión


así: “el poder del Señor era tan grande y causaba tanto miedo
entre los que se hallaban en la casa-con-torre que la gente se
movía y temblaba, y muchos temían que el techo y las paredes
les iban a aplastar”.43 En medio de estas manifestaciones
también se producían grandes conversiones a Cristo, y
liberaciones de espíritus inmundos, según el relato del mismo
Fox.

En el siglo XVIII, tanto Inglaterra como la naciente


nación de los Estados Unidos, recibieron la visitación del
Espíritu Santo. Esta visitación dejó una huella profunda en la
sociedad de aquel entonces, que vivía en una notable
decadencia moral y espiritual. Dios usó a varios siervos de su
ejército para encender el fuego. Entre ellos se destacaron el
norteamericano Jonathan Edwards, los ingleses Juan Wesley,
su hermano Carlos Wesley y Jorge Whitefield, quienes
representaban el naciente metodismo. Estos y otros ministros,

80
encendieron un avivamiento que cambió el curso de la
historia.

Juan Wesley (1703-1791), llegó a ser un destacado


evangelista, escritor y erudito bíblico. El cuenta su
experiencia cristiana en su diario personal. Los historiadores
reconocen que el secreto del éxito se debía en parte a su
postura respecto a la salvación, alejándose de la vieja escuela
calvinista, tan extendida en otras denominaciones. Sin
embargo, lo más importante se debía a las profundas
experiencias espirituales. Wesley y los otros predicadores
metodistas de su tiempo, experimentaban gran poder al
predicar bajo la unción del Espíritu Santo y alcanzaron a
multitudes con el evangelio de Jesucristo. Lawson comenta:
“Las gentes se estremecían y temblaban, o caían por el suelo,
en las reuniones, abrumados por el peso de sus culpas que
sentían a lo vivo bajo las prédicas de estos hombres de
Dios”.44
Multitudes comenzaron a escuchar a este varón de Dios
y a sus otros compañeros de milicia espiritual. Junto con el
impacto de la Palabra, señales y manifestaciones
extraordinarias se produjeron en los servicios, así como
liberaciones de espíritus malignos. Era frecuente ver a los que
asistían a sus reuniones gritar con ansiedad o caer por tierra
en los servicios. Esto le ocurría, tanto a cristianos como a
inconversos, que caían bajo el poder de Dios. Unos eran
capacitados espiritualmente para servir al Señor y otros para
redargüirles de pecado o liberar de las cadenas de opresión del
diablo.
Las convicciones respecto a las manifestaciones
sobrenaturales cambiaron radicalmente en la vida y ministerio
de Wesley. Donald W. Dayton dice:

44 Lawson, op. cit., Pág. 179.

81
Wesley parece haber estado convencido... de que la
„frialdad espiritual. era la causa de que después de
Constantino hubieran declinado los dones y milagros.
Negaba que la causa fuera „porque ya no había
necesidad de ellos, ya que todo el mundo era cristiano.
Wesley insistía más bien en que el amor de los
cristianos se había enfriado, „se había vuelto pagano y
sólo le quedaba una formalidad sin vida.... A los
metodistas... se les acusaba a menudo de „pretender
para sí casi todos los dones apostólicos, de manera
plena y general, tal como se los poseía en la
antigüedad.. Wesley negaba que esto fuera así, pero
dejaba lugar para una continuidad de lo milagroso en el
sentido de que „Dios oye y responde a nuestras
oraciones aun más allá del curso común de la
naturaleza..45

45 Donald W. Dayton, Raíces Teológicas del Pentecostalismo. Pág. 26.


46 Lawson, op. cit., (las cursivas son nuestras). pp. 190-191.

En otro pasaje, Lawson describe el ministerio de Wesley


con las siguientes características: “Por donde quiera que iba
Wesley la gente caía por los suelos en sus reuniones... Otros
gritaban cortados en el corazón y exclamando con ansiedad
„¿qué haremos para ser salvos?.. Y agrega lo siguiente: “Al
volver a Londres, predicó en Wapping y veintiséis personas
cayeron bajo convicción del pecado. Algunos cayeron y no
quedó fuerza en ellos... y otros temblaban y se estremecían, y
algunos tenían convulsiones en varias partes del cuerpo”.46
Esto puede ser interpretado como manifestaciones
demoníacas.

En la primera mitad el siglo XIX, la iglesia protestante


volvió a desviarse del rumbo señalado por los grandes
reformadores del pasado y cayó en los conceptos del

82
movimiento de “la alta crítica” como resultado de la influencia
del liberalismo, el evolucionismo y la Revolución Francesa.
Pero hacia fines del siglo XIX, Dios levantó a poderosos
evangelistas como Carlos Finney, Dwight L. Moody, R. A.
Torrey, Lorenzo Dow, Pedro Cartwright, Jacobo Knapp entre
otros, quienes predicaron bajo la unción del Espíritu Santo.
En sus ministerios se vieron todo tipo de señales milagrosas.
Eran hombres de mucha oración, y cuya unción se manifestó
para traer salvación a miles. Hubo sanidades abundantes,
milagros notorios y liberaciones de espíritus malignos.
Con la entrega de esta información respecto al
enfrentamiento con el mundo de las tinieblas, se deja atrás los
hechos y antecedentes ofrecidos por la historia.
Corresponderá ahora hacer un análisis de la realidad actual.
En el próximo capítulo hablaré acerca de la experiencia
que se vive en la actualidad en el campo de la guerra
espiritual y el enfrentamiento con los demonios.

83
Capítulo Cinco
LA EXPERIENCIA
ACTUAL EN LA GUERRA
ESPIRITUAL

espués de examinar la historia de la iglesia, y observar la


lucha vivida contra las huestes de maldad, llegamos a los
tiempos actuales. El autor del Eclesiastés dice que “nada nuevo
hay bajo el sol” (Eclesiastés 1:9). Eso quiere decir que la lucha
espiritual sigue siendo en esencia la misma. Existe un dicho
popular de reza: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.
Es decir, los patrones de acción del mundo de las tinieblas son
los mismos que ha empleado desde los tiempos bíblicos y
durante la historia de la iglesia. Por tanto, el diablo sigue
empleando los mismos patrones en la actualidad. ¿Cuál es la
diferencia, entonces de los tiempos actuales, en relación a los
tiempos anteriores? En vista del espíritu de la época, los
demonios solo han actualizado la forma de atacar al hombre
moderno y contemporáneo, pero el objetivo en esencia sigue
siendo el mismo: destruir la imagen de Dios en el hombre.
En este capítulo abordaremos la guerra espiritual
considerando tres aspectos: (1) Cómo descubrir los espíritus
territoriales malignos. (2) Cómo reconocer la obra del maligno
en la vida de las personas y (3) cómo entender las
manifestaciones demoníacas que no aparecen en la Biblia.

84
1. La lucha contra los “espíritus territoriales”
malignos.
Una de las definiciones que la Biblia entrega de la guerra
espiritual es el de un enfrentamiento en contra de ángeles
caídos. El pasaje de Efesios 6:12; dice que “no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este
siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes”. Esta clasificación indica que existen rangos en el
mundo de las tinieblas, con diferencias de autoridad y
ocupación. Eso significa que la organización del gobierno
diabólico ejerce su dominio a distintos niveles; Sea este: Un
país, una ciudad, una comuna, un sector, una familia y una
persona. En otras palabras, el diablo ha dividido el mundo en
territorios o regiones mayores y menores. Y en cada lugar ha
asignado ángeles caídos, para ocupar cargos de gobiernos
como “espíritus territoriales”.
Jessie Penn entrega la siguiente definición de los
“espíritus territoriales” descritos en este versículo:
(1) “Principados”, tienen fuerza y dominio para ejercer su
poder con los gobernantes y las naciones.
(2) “Potestades”, tienen autoridad y poder de acción en todas
las esferas que les sean abiertas.
(3) “Gobernadores”, tienen la capacidad de comandar en las
tinieblas y cegar a las gentes a través del engaño.

(4) “Huestes espirituales de maldad” en los lugares


celestiales, cuya fuerza está dirigida contra la iglesia de
Cristo en forma de “dardos”, asaltos y todo tipo de
engaños imposibles de imaginar en cuanto a “doctrinas” y
mentiras que ellos mismos planean y forman.47

47 Jessie Penn Lewis, Guerra contra los Santos, Pág. 25.

85
Esta estrategia de control territorial era buena, pero no
funcionaría sin adoración a ellos. Así que estos ángeles
malignos se acercarían a los humanos revelándose a ellos como
sus dioses, o sus divinidades locales. Esta ha sido la forma en
que a través de la histórica de la humanidad estos “dioses” o
“espíritus territoriales” han ejercido para controlar su región y el
corazón de los pueblos. Estos hechos son tan evidentes en todos
los países donde manifiestan adoración de las deidades paganas
ancestrales y a la introducción de expresiones deformadas
introducidas y promovidas por el catolicismo que acepta a “Los
Santos protectores”, dentro de sus doctrinas.
Estos niveles de influencia diabólica se confirman cada
vez más por las vivencias de misioneros que testifican del
dominio satánico sobre países. La lucha es más encarnizada
donde prolifera la idolatría y la hechicería. Una misionera en
Mozambique, contó al autor de este libro acerca de su
experiencia vivida en este país africano. La presión satánica que
sentía era tan fuerte, que a su llegada pasó una semana sin poder
dormir y en constante oración. Todas las noches se escuchaba el
retumbar de tambores de los brujos. Sin embargo, el
conocimiento adquirido y la autoridad demostrada en este
campo eran sorprendentes. Su experiencia personal la obligó a
internarse en esta área de la vida cristiana.

Lo mismo ocurre en ciudades o pueblos gobernados por


un poder maligno, donde es más patente el dominio de estos
principados diabólicos o "espíritus territoriales". Un ejemplo
bíblico fue la ciudad de Pérgamo,48 en Asia Menor. En el

48 De Pérgamo un escritor antiguo dijo que “se dedicaba a la idolatría más


que el resto de Asia”. La elevada colina junto a la ciudad estaba adornada
con numerosos templos dedicados a Zeus, quien era llamado Soter Theos,
el Dios Salvador. Pérgamo fue la primera ciudad de Asia que levantó un
templo al emperador Augusto. Era famosa por sus escuelas de medicina; y
Asclepios, dios de la salud, simbolizado por una serpiente, recibía culto en
la ciudad. Un comentarista dice: “Más que cualquier otra ciudad de Asia,

86
le da al visitante la impresión de ser la sede de la autoridad. Es muy
apropiado, pues, que en ella, como se nos dice, estuviera el trono de
Satanás”. (Comentario Bíblico Moody, cita de Apocalipsis 2:12-17), Pág.
546.

mensaje dirigido a las siete iglesias en Apocalipsis, el Cristo


resucitado le habló a la iglesia de esa ciudad con estas palabras:
“Yo conozco... donde moras, donde está el trono de Satanás;
pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aún en los
días en que Antipas mi testigo fiel que fue muerto entre
vosotros, donde mora Satanás” (Apoc. 2:13). Por la historia se
conoce que Pérgamo era el centro de culto idolátrico al
emperador romano.
¿Qué base existe para afirmar que los creyentes tienen
autoridad para atar los espíritus malignos de una ciudad o de
un país? La respuesta a esta pregunta se debe dar desde dos
perspectivas. (1) La enseñanza bíblica tocante a los “espíritus
territoriales” y (2) la aplicación práctica de esta doctrina.

Desde el punto de vista bíblico, en el Antiguo


Testamento se observa la creencia de que los “dioses
habitaban en las localidades”. Cuando los grupos nómades
cambiaban de lugar de residencia, generalmente cambiaban
sus dioses. El caso de Israel fue singular en la historia. Ellos
fueron el único pueblo que pasaron de su experiencia nómada
en el desierto al establecimiento en la tierra prometida, sin
cambiar de Dios. Cuando vino la deportación y cautiverio de
Israel por los asirios en el año 722 a.C. los nuevos moradores
de la ciudad de Samaria, preguntaron: ¿quién era el dios de la
tierra del país? (2ª Reyes 17:27). Si esta creencia, por más
pagana que sea, tiene su lógica y razón de ser, es porque existe
el asentamiento y presencia de determinados espíritus
malignos en algunas zonas geográficas. Dichos espíritus se
revelaban a las personas y exigían adoración. Los tipos de
adoración ofrecidas a estas “dioses locales” iban desde
simples ofrendas hasta las más crueles expresiones

87
sanguinarias como fue el caso del culto a Moloc o Milcom,
donde había sacrificios de seres humanos, especialmente
niños. Las víctimas eran puestas vivas en los brazos
enrojecidos por el fuego de la estatua de bronce, con cabeza
de becerro que representaba al dios Moloc. La víctima caía
entre los brazos ardientes del ídolo al sonido de flautas y
tambores. (Ver Lev.18:21, 20:2-5; 1 Rey. 11:5; 31-33 2
Rey.16:3). También en América, hubo cultos con
características sangrientas, como en los antiguos Aztecas de
México.
El otro argumento es el hecho que los espíritus
inmundos del endemoniado gadareno le pidieron a Jesús no
ser expulsados de aquella región (Marcos 5:10). ¿Por qué los
demonios del endemoniado gadareno no querían ser
expulsados de aquella región? En este caso se puedan entregar
dos respuestas:
Primero: Comparando el relato con los otros
evangelios, notamos que solo Marcos dice de no ser
expulsados a “otras regiones”. Lucas habla de no mandarlos
“al abismo” (Lucas 8:31), con relación al tormento eterno.
Por su parte Mateo solo dice: “si nos echas fuera, permítenos
ir a aquel hato de cerdos” (Mateo 8:31). En este caso puede
ser “fuera de la región” o “al abismo”, el texto no especifica.
Como solamente tenemos la información de Marcos, y los
pasajes paralelos no arrojan mayor luz, es necesario tener
cuidado de no elaborar supuestos sin base bíblica suficiente.
El tormento al que los demonios se referían es al castigo final
que seguirá al día del juicio. Los demonios le pidieron a Jesús
no ser encarcelados en el abismo antes de aquel día.
Segundo: La creencia que los demonios operan en
determinadas áreas. Al conocer su hábitat les resulta más fácil
ejercer su labor maligna, sobre los pueblos y sus habitantes.

88
A juicio de este autor, ambas ideas no son
contradictorias, sino complementarias. Es decir, se puede
referir a ambas cosas por separado. La presencia “territorial”
y su destino en el “abismo” final.
Desde el punto de vista práctico, la experiencia también
avala esta verdad. Conocido por todos es el hecho que
determinadas localidades son reconocidas por sus actividades
ocultistas, esotéricas, idólatras y satánicas. Incluso, el nombre
de algunas localidades, en lengua nativa, guarda relación con la
invocación de espíritus. El aspecto bíblico y práctico, es la
intercesión grupal por una ciudad o localidad. El objetivo es
crear una verdadera atmósfera en el ámbito espiritual que ate
los espíritus malignos que operan en la zona, para que estos
suelten las mentes de las personas a quienes tiene cautivas. La
oración de intercesión guarda directa relación con la obra de
evangelización para alcanzar a los hombres con el evangelio.
Con la intercesión se corta o se limita la acción de las
tinieblas.
Un misionero que trabajó por años en Ecuador, nos
contaba a un grupo de estudiantes acerca de su experiencia en
la plantación de iglesias en ese país. En Quito, la ciudad
Capital había mucha actividad de brujería. Entonces, un grupo
de intercesores oraron coordinadamente y sin cesar durante
dos meses previos a la campaña. Hasta que llegó un momento
en que comenzaron a venir los brujos a preguntarles, por qué
no funcionaban en ellos los poderes malignos. Lo que habían
hecho los intercesores en oración fue atar a los demonios
territoriales que operaban en ese sector. Por esta razón, no
pudieron operar con sus actividades, porque había un poder
mayor que estaba actuando, a través de estos grupos de
intercesión.

Este mismo patrón se repite en todas aquellas localidades


conocidas por las prácticas del ocultismo o actividades

89
satánicas. Es así que, la nominación de ciertas localidades de mi
país natal refleja su carácter demoníaco. Por ejemplo, los
nombres de “Melipilla” (cuatro diablos), “Tocopilla” (hoyo del diablo),
“Talcahuano” (dios del trueno) son evidencia de esto. La
provincia de “Talagante”, cuyo significado es "lazo de brujas",
es conocida en el lenguaje popular como "la ciudad de las
brujas" y "tierra de machis", denotando con esto un aspecto
pintoresco. Incluso, el escudo de la ciudad tiene la figura de una
bruja sobre una escoba como emblema. La misma artesanía que
se elabora en la zona presenta a las brujas como algo pintoresco.
Y este fenómeno se puede apreciar también en muchas ciudades
de los países latinos. Sin embargo, las fuerzas malignas, en las
esferas celestes son determinantes en el nivel espiritual de sus
habitantes. Las bases de las tinieblas están más arraigadas en
estos lugares. Con esto son afectadas familias y personas.
2.- El Gobierno demoníaco en el mundo.
Las huestes espirituales de maldad están organizadas de
acuerdo a una estructura piramidal de autoridad. El sistema de
gobierno es monárquico. Analicemos cómo están organizadas
las tinieblas:

. Jefe supremo: Satanás (Job 1:7).

Los nombres que la Biblia emplea para denominar al jefe


supremo del mundo de las tinieblas, denotan su naturaleza
maligna:

. Se le llama: “Satanás”, que literalmente significa:


Adversario, en oposición a todo lo de Dios.

. Se le llama "Diablo" que literalmente significa:


Calumniador.
. Se describe al enemigo como "Apolión y Abadón" cuyo
significado en griego y hebreo es: destructor,
respectivamente (Apocalipsis 9:11).

90
. Se le denomina como “El Tentador" (Mateo 4:3). Porque
su negocio es la tentación. También se le describe como
"La serpiente antigua" (Apocalipsis 20:2).
. También se le otorgan otros títulos como el "dios de este
siglo" (2 Corintios 4:4). El "Príncipe de este mundo" y
“Príncipe de la potestad del aire" (Juan 12:31; Efesios
2:2). Estos títulos se refieren a su poder sobre la humanidad
que no se somete a Dios. El diablo se presenta como
"Ángel de luz" (2ªCorintios 11:14). En su actuar es
descrito como “León rugiente" en pos de su presa (1
Pedro 5:8).
. Se le denomina "El maligno" (1Jn.5:19), porque su
naturaleza está carente de todo elemento de bien; es
totalmente malvado, cruel y tirano sobre sus súbditos.

Con la invasión de esta ola satánica, se observa un mayor


conflicto con los espíritus malignos. Las
manifestaciones de endemoniados y la presencia maligna son
más fuertes que antes. El testimonio de un número
considerable de ministros evangélicos, demuestra que ha
aumentado la actividad demoníaca en estas últimas décadas.
Frente a los nuevos desafíos que nos presenta el mundo
espiritual, es necesario tomar ciertas precauciones para
enfrentar los conflictos. Las áreas que afectan los poderes
demoníacos son en la parte espiritual y en lo físico. Las vías
de acceso de los demonios son variadas. Entre las vías más
frecuentes de contacto con demonios se observan las
siguientes:

. Por una actividad pecaminosa sostenida.


. Por medio de experiencias traumáticas.
. Por medio de los vicios, como alcohol y drogas.
. Por la relación con el ocultismo en todas sus formas
(Deuteronomio 18:9-14).

91
. Por las prácticas idolátricas, dedicación de niños a los
demonios y a la idolatría;
. Por el empleo de objetos maldecidos o fetiches paganos, y
a veces por enfermedades prolongadas.

3.- Los elementos de identificación del enemigo.


Jesús dijo: "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7:16).
La identificación de los poderes malignos se realiza a dos
niveles:

. Elementos generales: La cultura, las artes, las tradiciones,


expresiones religiosas, comercio, vestimentas del pueblo,
entre otros.

. Elementos particulares: Vicios y comportamientos


extraños.

Estos elementos son determinantes para establecer la


estrategia evangelizadora de un pueblo o grupo. La lucha
espiritual tendrá un sentido más efectivo al identificar el o los
gobernante(s) de las tinieblas. Atar a los "hombres fuertes" que
gobiernan en cada localidad es la estrategia divina para la guerra
en las "regiones celestes" contra los “espíritus territoriales”
malignos.
Muchas veces los elementos culturales de un pueblo son de
naturaleza pecaminosa y pagana. (Algo explicamos de eso en el
Capítulo 2: “El poder del mundo”.)
Veamos algunos ejemplos de elementos generales
conocidos:

. La violación de una mujer, en Isla de Pascua (Chile), no se


considera, en el ámbito social, como un delito penal, aunque
así lo contempla la legislación civil.
. Las expresiones artístico-religiosas, como “La fiesta de la
Tirana”, en el norte de Chile, mantienen este patrón. Siguen
por tradiciones realizando sus danzas, siendo una de las más

92
importantes el baile de "la diablada" en que utilizan
máscaras que representan demonios.
. También, la forma de vestir de la población denota los
espíritus malignos. Dentro de las denominadas “tribus
urbanas” están los grupos "trasher" y los “góticos” cuyas
vestimentas negras, adornadas con elementos de muerte,
son propias del dios de este siglo.

Agréguese a esto que el empleo de toda simbología


representativa es un factor de invocación. A través de los
símbolos los espíritus malignos adquieren, por así decirlo,
ciertos "derechos legales" para dominar determinadas
situaciones. Dentro de los elementos particulares, están los
vicios que denigran como: el alcoholismo, la drogadicción,
los apostadores compulsivos. El comportamiento homosexual,
u otras atrocidades morales, son cadenas que destruyen la
imagen de Dios en el hombre. Estas no son características de
la "idiosincrasia" de un pueblo, sino del dominio maligno.
Para conocer las ataduras sobre las personas, a veces será
necesario indagar en la historia de la ciudad, en las creencias
populares y en las costumbres idolátricas propias de una región.
Como también, indagar en el trasfondo familiar de una persona,
para descubrir demonios hereditarios, prácticas ocultistas de
algunos antepasados, alcoholismo hereditario, enfermedades, o
experiencias traumáticas, que tengan repercusión en el presente.

Muchas veces, se heredan maldiciones de los


antepasados. Los abuelos o padres habrían consultado
adivinos o practicado la brujería y esto no se corta
automáticamente en los creyentes. Las maldiciones
generacionales son reales. Las maldiciones divinas
perseguirán y alcanzarán al hombre que se rebela contra Dios
(Deuteronomio 28:46). Estas maldiciones pueden ser el
resultado del pecado y la iniquidad transferidas a los hijos y a

93
los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación
(Éxodo 34:7).
Esos principios se manifiestan en la historia familiar.
Con frecuencia se pueden observar determinados patrones que
se repiten en las siguientes generaciones. Por ejemplo, cuando
individuos manifiestan tendencias suicidas, por regla general,
ha existido otro pariente en la familia que ha hecho lo mismo.
Este mismo patrón se observa en los casos de fracasos
matrimoniales. Este es un modelo que se va repitiendo como
una cadena que afectará en distintos niveles y porcentajes.
Cuando alguien se convierte a Cristo, esto debería cortarse
automáticamente. Pero en la práctica, no siempre es así. Solo
el poder y la “bendición de Dios” son las que cortan las
maldiciones generacionales. (Este tema será ampliado en el
capítulo 6: “Cómo desarrollar una vida cristiana fuerte y
madura”).
La Biblia enseña que Jesús trajo la redención de aquellas
maldiciones, haciéndose El mismo maldición por nosotros
(Gálatas 3:13). También enseña que el que “está en Cristo,
nueva criatura es” (2ª Corintios 5:17). Pero, la experiencia
observada nos dice que existen algunos casos en que esto no
se corta automáticamente, y las secuelas siguen. Frente a estas
evidencias circunstanciales es necesario enfrentar dichas
maldiciones y hacer una renuncia formal para que sean
cortadas definitivamente de la vida de los afectados. Esto se
realiza una vez que se entiende la situación que afecta al
individuo, y se enfrenta con oración, confesión, renuncia y el
asumir la nueva posición “en Cristo”. Pablo dijo: “Ninguna
condenación –maldición- hay para los que están en Cristo
Jesús” (Romanos 8:1). Así los cristianos tienen el poder y la
autoridad para quebrar la esclavitud y las maldiciones sobre
su descendencia.

Las maldiciones y actividades demoníacas pueden


comenzar por un pacto con los poderes de las tinieblas.

94
Algunas personas se han vendido a Satanás, en abierta
oposición a todo lo de Dios. Con ello, espíritus demoníacos
viven y dirigen sus vidas. Pero, al entrar en relación con
Cristo, queda anulada la fuente del poder maligno, que le
gobernaba. ¿Por qué? Porque ha sido cortado por el poder
victorioso de Jesús, quien los exhibió públicamente venciendo
sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:5). Desde un punto de
vista práctico, estamos en condiciones de afirmar que existen
lazos o pactos que son más fuertes que otros. Cada caso de
liberación es particular. A modo de ilustración, quiero ofrecer
algunos ejemplos, que entregarán mayor luz acerca de lo que
estamos diciendo:
Primer caso: Recuerdo a una pareja que antes de ser
creyentes, estaban muy involucrados en las prácticas del
ocultismo. Al llegar a Cristo, de acuerdo a su propio
testimonio, toda influencia enemiga desapareció con la
conversión. En ellos hubo claridad y desde un comienzo
renunciaron abiertamente a toda práctica y creencia de las
tinieblas.
Segundo caso: También conocí a una joven muy
involucrada en las artes del ocultismo. El caso concreto fue
que, después de su conversión, le tomó prácticamente un año
quedar libre de cualquier influencia demoníaca sobre su vida.
Le ayudamos durante su proceso de liberación. Hubo que
tener mucha paciencia y comprensión para no desechar a una
persona con tanto conflicto espiritual. Con esto quiero señalar
que no existe una norma igual para todos. Cada caso debe ser
revisado y atendidas las necesidades que se presenten.

Tercer caso: Puedo mencionar el testimonio de una


mujer cristiana, que su madre le consagró de pequeña a la
virgen María. Esto hizo que ella, una vez adulta, desarrollara
una fijación, una preocupación por su madre a nivel extremo.

95
Todo esto lo sentía siendo creyente. No tomaba conciencia de
que la situación que le afectaba era de origen maligno. Al
tiempo después, durante una ministración, Dios le liberó de
esas cadenas y pudo centrar sus sentimientos a niveles
normales. Entonces, estos ejemplos nos enseñan que
situaciones como estas deben ser reconocidas y cortadas en el
nombre y en el poder del Señor Jesucristo.
También, esto se aplica a personas que han vivido
experiencias traumáticas, como una violación en el período de
la niñez o adolescencia. Después que alguien llega al Señor,
con frecuencia vienen a su mente esos recuerdos dañinos, en
los momentos de sublime adoración. Eso significa que esas
heridas no han cicatrizado. Pero, una vez constatado el hecho,
estas heridas deben ser ministradas por medio de la autoridad
de Cristo.
A continuación presentamos un cuadro que grafica tres
aspectos del conflicto espiritual:(1) La Lucha Espiritual, (2)
La Voluntad de Dios y (3) El Arma Espiritual a emplear para
enfrentar situaciones espirituales que atan las vidas de las
personas.

96
Como este esquema es muy importante manejarlo para el
ejercicio de liberación espiritual y Sanidad Interior, su
contenido será ampliado en el capítulo Seis: “Cómo desarrollar
una vida cristiana fuerte y madura”.
4.- La obra de los demonios en la vida de las
personas.
Los seres humanos son hechos a imagen de Dios. Los
espíritus malignos son enemigos implacables del hombre. Su
objetivo es dañar esa imagen, y poseer al hombre por todos
los medios. El ambiente en el cual Satanás y sus demonios se
desenvuelven es el pecado y la inmundicia. Los demonios son
como ratas que se alimentan de basura. Si uno retira la basura,
entonces las ratas serán relativamente fáciles de sacar. Los
demonios son como las moscas que pululan donde hay
heridas y putrefacción. ¿En qué consiste la obra nefasta de los
demonios? Estas operan en varias áreas:
a. Ponen enfermedades físicas. (Job 1:5-10; Mateo 9:33). El
ejemplo más directo de la Biblia es el caso de la mujer que
por dieciocho años estuvo encorvada. Jesús al sanarla dijo:
"Mujer, eres libre de tu enfermedad..." y afirmó que Satanás
la había atado durante esos años (Lucas 13:10-16).
No todas las enfermedades son resultado de los demonios.
El Nuevo Testamento distingue entre ambos. Jesús "echó
fuera demonios y sanó a todos los enfermos" (Mateo 8:16).
"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando, predicando... y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo... y
le trajeron... afligidos por diversas enfermedades y
tormentos, los endemoniados, lunáticos, y paralíticos y los
sanó" (Mateo 4:23-24).

b. Llevan a la impureza moral. Cuando la Biblia habla de


espíritus inmundos, se refiere a una influencia maligna que

97
induce a una conducta libertina y pecaminosa. Así, los
demonios pueden llegar a la posesión total de la persona
(Mateo 10:1) Jesús dijo: “Cuando el espíritu inmundo sale
del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no
lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y
cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que
él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel
hombre viene a ser peor que el primero” (Mateo 12:43-45).

c. Pueden atormentar seriamente. El tormento es interior.


El demonio está dentro de la persona, y es necesario sacarlo.
Una madre clamó por su hija a Jesús así: "...Mi hija es
gravemente atormentada por un demonio" (Mateo15:22).
Al liberarla Jesús dijo: "...el demonio ha salido de tu hija"
(Mc.7:29).

El tormento puede ser físico. Provoca un bloqueo de áreas


naturales como hablar, ver y oír que afectan su contacto con
la realidad. Por regla general, este tipo de personas son seres
muy necesitados de ayuda.

d. Causan opresión mental. La opresión es algo externo. El


campo de lucha es la mente. Los demonios atacan con sus
mentiras, sugerencias, acusaciones, argumentos y diferentes
estrategias con el fin de quebrar toda resistencia, y hacer
pensar como ellos quieren. La opresión actúa a través de la
tentación y la persecución. De hecho se oponen al progreso
espiritual de los hijos de Dios. Se debe recordar que la lucha
no es contra “carne y sangre” o contra seres humanos, sino
contra huestes espirituales opositoras (Efesios 6:12). La
armadura de Dios es la única seguridad para enfrentar la
opresión mental.

El apóstol Santiago describe los pasos en el desarrollo del


pecado. El apóstol dice: “que cada uno es tentado, cuando de su

98
propia concupiscencia o deseos engañosos, es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después de haber
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado,
da a luz la muerte” (Santiago 1:14-15).

99
. Atracción del deseo engañoso o la mentira: Tentación.
. Concepción. Aceptar la idea de pecar o ceder. Con esto
queda atrapado por la tentación.
. Consumación con resultado de atadura espiritual o muerte
espiritual.

La restauración espiritual se obtiene mediante la confesión


en arrepentimiento y la aplicación de la sangre de Jesucristo (1ª
Juan 1:7-10). Esto se refiere a depositar la confianza en el valor
del sacrificio del Señor.
5.- ¿Es posible ver a creyentes que manifiesten
demonios?
Esta es una pregunta clásica y a la vez polémica. No se
puede responder con un simple “sí” o “no”. El asunto tiene
varias aristas. Un sector evangélico negará rotundamente tal
posibilidad, y otro grupo lo cree factible. La perspectiva
unilateral puede llevar a dos extremos equivocados, como
son:
(1) Creer que todo es atribuible a los demonios. En este
nivel, el diablo acapara la atención de los creyentes, llegando
incluso a equiparar su poder con el poder de Dios. Todo se ve
y se explica en términos espirituales. Se puede ver a los
demonios actuando en la salud, la depresión y el stress, los
problemas financieros, la falta de trabajo, y asuntos similares.
El desequilibrio y el fanatismo pueden hacer presa del
cristiano. Por ejemplo: si una persona tose, estornuda o
bosteza ya le quieren sacar “ese demonio de...” tos, estornudo
o bostezo, según sea el caso.

(2) Creer que estamos totalmente inmunes a Satanás.


Algunas personas e inclusos ministros cristianos no aceptan
en nada del concepto de atadura demoníaca. En lugar de eso
conciben al mundo de las tinieblas como una especie de

100
fuerza nebulosa que está desprovista de toda personalidad.
Esto no lo hacen necesariamente porque estén a favor del
enemigo, sino porque no comprenden lo serio que es el tema y
la habilidad y las artimañas del adversario.
Para comprender esto, en el justo equilibrio, es
necesario ver las dos caras de la moneda. Por un lado, “La
seguridad que tiene el creyente en Cristo” y por otro lado “El
descuido de la comunión con Dios”. La primera guarda
relación con la parte divina y la segunda con la
responsabilidad humana. Con relación a esto podemos afirmar
lo siguiente:
Primero: ¡Un cristiano lleno del Espíritu Santo, que
vive conforme a la voluntad de Dios y no practica el pecado,
no puede estar endemoniado! El hecho bíblico es que “Dios
le guarda, y el maligno no le toca” (1Juan 5:18). Pablo añade
que “el que se une al Señor, un espíritu es con él” (1Corintios
6:17). En este sentido, los demonios podrán molestar y
oprimir a un creyente fiel, pero no ejercer dominio y control
de su voluntad rendida a Cristo.
Segundo: ¡Un cristiano guiado principalmente por
criterios mundanos y que tolera la impureza, le abre la
puerta a los espíritus malignos por medio del pecado! Por
tanto, nada garantiza que esa persona estará libre de la
influencia y engaño de los demonios. Si los demonios le
atacan, y él no cuenta con los resguardos propios de la fe, lo
más probable es que, a lo menos, tendrá tropiezos en su vida
cristiana. Eso significa que las prácticas pecaminosas,
vulneran las defensas espirituales del creyente. De este modo,
se abren algunas “puertas espirituales”, a través de las cuales
se le otorgan, por así decirlo, ciertos “derechos” a los
demonios sobre su vida. Esta afirmación está avalada, por la
enseñanza bíblica, así como también por la experiencia.

101
La aplicación práctica:
Lo normal es que un creyente nacido de nuevo no
peque. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente. En la
práctica, se pueden observar grandes necesidades y carencias
en la vida de la mayoría de los creyentes. Las razones para
esto pueden ser diversas. Razones familiares, sociales,
emocionales; pero la principal de ellas guarda relación directa
con la lucha espiritual. Para eso, es necesario vivir la
consagración y una disciplina piadosa. Lo concreto es que la
Biblia exhorta a permanecer firmes contra las asechanzas del
diablo.
La vida cristiana es una lucha constante contra un
mundo espiritual adverso. Las Escrituras hablan acerca de un
gran conflicto entre las fuerzas del Señor con los ángeles y los
santos, en contra de Satanás y los ejércitos demoníacos. La
exhortación paulina es a la vigilancia “para que Satanás no
gane ventaja alguna..., pues no ignoramos sus
maquinaciones” (2ª Corintios 2:11). Pablo exhortó a los
Corintios a que abandonaran los patrones equivocados de
conducta, debido al riesgo de caer en los lazos del diablo. Les
dijo: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu,
perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2ª Corintios
7:1). La contaminación de la carne incluye toda forma de
impureza física, mientras que la contaminación del espíritu
abarca la vida interior, los motivos y los pensamientos.

En este caso, ¿Cuál podría ser una “contaminación de


espíritu”? Probablemente se refiere a las prácticas de la
idolatría pagana, presentes en la época de Pablo. Esto
consistía en rendir culto público a los demonios. ¡Es difícil no
pensar que una persona que practica algún tipo de idolatría,
no llegará a ser fuertemente influenciado por los espíritus
malignos involucrados en ella! Por eso, el apóstol dice

102
enfático: “¡Limpiémonos!”. Este vocablo está en imperativo y
en tiempo aoristo, lo que indica un acto absolutamente
urgente y definitivo.
Una verdad bíblica fundamental…. Pero carencias
espirituales.
La Biblia es clara al afirmar que: ¡Todo creyente tiene el
Espíritu de Dios! Pablo es enfático al decir: “Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9). Pero,
también es cierto que ningún creyente es perfecto. En el
ejercicio ministerial, he podido observar manifestaciones de
demonios, incluso en gente que formaba parte del coro de la
iglesia. Personas de las cuales se espera un mayor nivel de
compromiso y de pureza personal. ¿Cómo explicar esto? Se
puede señalar que, la mente humana y el ser humano en general,
tienen muchas áreas o dependencias, como puede ser una
casa. Siguiendo con esta figura de la casa; se puede mantener
un sector muy lindo y ordenado, como es el living, pero en
otra dependencia, dentro del mismo recinto, puede estar sucio
y desordenado. Lo mismo puede ocurrir con la vida espiritual.
Cuando se estudia este aspecto de la vida cristiana, al
principio, parece algo ilógico que se pueda dar algo como
esto. Pero, en la práctica se observa otra perspectiva del
asunto. El hecho objetivo es que existen entre “los santos”
grandes carencias y manifiestas necesidades en algunas áreas
que requieren ser ministradas por Dios. Y, desde una perspectiva
pastoral, es mejor aceptar la realidad que se observa. Si se
adopta una postura cerrada ante los hechos observados y estos
son negados, el ministerio se vuelve ineficaz para suplir las
necesidades espirituales.

El desarrollo y crecimiento espiritual es un proceso.


Esto significa que la vida cristiana es una relación continua y
dinámica de aprendizaje de nuevas experiencias en el Señor.
Con la conversión a Cristo: “todas las cosas son hechas

103
nuevas”. Según el apóstol se experimenta una “novedad de
vida” (2ª Corintios 5:17; Romanos 6:4). La propia experiencia
nos enseña que a medida que se crece en la vida cristiana, uno
se enfrenta con nuevas realidades pecaminosas que deben ser
vencidas por medio de la fe. Dios prueba el corazón del
creyente, a objeto de sacar esos “falsos modelos” que aún
existen al interior de cada uno de nosotros. Estos modelos se
expresan en actitudes incorrectas que deben ser cambiadas,
una vez confrontadas con la realidad divina, mediante el
arrepentimiento

En conclusión, es posible que el enemigo se introduzca


en las cosas del Espíritu. El enemigo puede tocar, por medio
del engaño, todos los aspectos de la vida y del servicio
cristiano. Incluso se ha introducido durante las épocas de
avivamiento espiritual. Históricamente, se ha observado
actitudes carnales que se han producido en todos los
movimientos espirituales. Mientras el creyente viva en este
“vaso de barro” (su cuerpo) estará expuesto a experimentar
situaciones anómalas dentro de lo divino. La historia de los
avivamientos narra, no solo los aspectos hermosos y
destacables del tema, sino también, se reconoce la presencia
de excesos carnales. Del propio Juan Wesley se decía que “era
un gran organizador y un disciplinario muy estricto. Echaba
fuera de las Sociedades Metodistas a todo el que fuera frívolo
o descuidado. Los expulsaba por docenas”.49

49 James G. Lawson, Las experiencias más profundas de cristianos


famosos. Pág. 192.

Entonces, es perfectamente posible que personas que


participan en la iglesia, bajo determinadas circunstancias,
manifiesten en ocasiones actividades demoníacas. Son
personas, que siendo creyentes, necesitan de la ayuda
pastoral, pues no han sido libres completamente, y aún
mantienen algunas ataduras espirituales sobre su vida. Una

104
vez liberados se pueden mantener a resguardo del maligno,
bajo la cobertura de la sangre redentora del Hijo de Dios
(Romanos 3:24-25; Apocalipsis 5:9).
6.- Las manifestaciones demoníacas que no
aparecen en la Biblia.
Como se ha explicado anteriormente, el mundo de las
tinieblas está organizado, y cubre una amplia zona de
influencia (Daniel 10:12-13; Efesios 6:12). Su estructura es
piramidal, cuya cabeza es ocupada por Satanás. El resto de la
estructura está organizada en principados, potestades,
gobernadores, huestes de maldad y otras fuerzas malignas.
Las narraciones bíblicas dan a conocer una amplia gama de
formas en que los demonios se manifestaron en los tiempos
bíblicos. Pero, en los tiempos actuales se observan, además
otras formas de manifestación demoníaca, a lo cual las
Escrituras no entregan información; ni a favor ni en contra.
Entonces, ¿Es legítimo descalificar a priori, si no aparece
expresado directamente en la Biblia? Las formas en que el
diablo puede atacar son muy variadas.

Gran parte de este conocimiento, además de la


enseñanza bíblica, llega a través de la experiencia del
enfrentamiento con los poderes malignos. Los ejemplos son
múltiples y en algunos casos resultan muy sorprendentes. Por
ejemplo, cierto hermano “bautista”, (que se caracterizan por
ser muy racionales en sus apreciaciones), testificaba que en
una oportunidad, mientras escribía un artículo sobre autoridad
espiritual, comenzaron a salir gusanos de su máquina de
escribir. Esto, no es ni “bíblico”, ni “lógico”, pero ocurrió. La
pregunta es: ¿Cómo explicar esto? Otro pastor testificaba que
mientras predicaba en cierto sector con mucha actividad
satánica, sentía que su cuerpo y su rostro eran golpeados con

105
algo semejante a “huevos reventados” que corrían sobre su
cuerpo.
Para explicar estas cosas, con cierta lógica bíblica, es
necesario buscar un equivalente en el ministerio de Jesús o de
los apóstoles y sacar un modelo de aplicación general.
Cuando situaciones como estas son descalificadas a priori, o
consideradas como “perturbaciones de la mente” no resulta en
nada provechoso, frente a la necesidad de una persona que
manifiesta fuertes ataduras espirituales.
Como se ha señalado, una buena parte del sistema de
organización y manifestaciones de los demonios se conocen,
no solo por las enseñanzas bíblicas, sino por medio del
testimonio de personas que han estado involucradas en el
ocultismo y/o cultos esotéricos. Hoy, es de conocimiento
público que el diablo introduce a sus agentes encubiertamente
a las iglesias cristianas, a objeto de hacer caer a los ministros
o promover su desprestigio dentro de la comunidad. Estas son
estrategias satánicas empleadas por los brujos. Algunos de
ellos se han convertido a Cristo, por el poder de Dios, y de ese
modo se han conocido de tales estrategias malignas.

Por otro lado, algunos casos de liberaciones de personas


involucradas en la brujería llegan a ser sorprendentes. A modo
de ilustración, quiero presentar una experiencia personal. Me
refiero al caso específico de una mujer que llegó a un culto de
la iglesia. Su aspecto era desaliñado y pobre. Ella había
practicado la brujería, durante muchos años. Tuvo una fuerte
relación con los demonios, que le daban poder y protección
para ejercer sus actividades. En esa ocasión, esta mujer estaba
decidida a buscar a Dios, y a abandonar definitivamente su
vida anterior. El asunto era que los demonios la atormentaban
con grandes dolores en las piernas, a tal punto que a veces no
podía caminar. Ella nos explicó esto y nos pidió que orásemos
por sus piernas, lo cual hicimos. Luego nos dijo: “¡me

106
molestan, los cubos, los cubos!”50 Le pregunté: “¿qué son los
cubos?” Me respondió: “¡Esos, los demonios chicos!”. Esa
era la primera vez que escuchaba tal expresión. De tal modo
que posteriormente me informé que los “cubos” (o íncubo)
son un tipo de demonios que mantienen relaciones sexuales
con personas, especialmente mujeres.
Ya ha sido mencionado, en el capítulo anterior, el tema
de los “demonios del sexo”: íncubo y súcubo. Con respecto a
esto, nada se habla en la Biblia, pero las evidencias de su
existencia y manifestaciones no ameritan dudas.
Dejando a un lado las delirantes fantasías de algunos
procesos inquisitoriales por tratos con íncubo y súcubo, lo
cierto es que aún hoy existen casos que son atribuidos al
contacto sexual de un humano con demonios. Casos que son
afrontados desde una perspectiva más científica que teológica,
a pesar de que casos como estos generalmente son
despreciados por la comunidad científica por ser interpretados
popularmente como casos de “histeria”, aún dentro de algunos
círculos cristianos.
Ahora quiero complementar estas ideas con relatos
actuales que corroboran estas afirmaciones que no aparecen
en la Biblia, y de cómo ayudar a personas que sufren este tipo
de opresión diabólica. En una investigación, tanto
bibliográfica como de campo, indagué más profundamente
acerca de estas experiencias diabólicas.

50 Sobre este tema se ha entregado amplia información, en el capítulo


Cuatro sobre la historia de la iglesia. Como fue mencionado, el material
extrabíblico es muy abundante. De tal modo que el diccionario define
íncubo” como un espíritu maligno que procura acostarse con las
personas, especialmente mujeres, con quienes buscan tener relaciones
sexuales.

El primer caso corresponde a una sacerdotisa de la


Iglesia de Satanás, que no es la única satanista contemporánea

107
que afirma haber mantenido relaciones sexuales con los
demonios. Ella escribió en un libro que publicó en España, el
siguiente relato:

"Yo me había acostado muy cansada aquella noche,


pero aún no estaba dormida cuando sentí una presión en
un pecho. Notaba perfectamente como me apretaban el
seno con lujuria, y me excité. Sentí como unas manos
recorrían mi cuerpo y como apartaban la ropa de la
cama. Y por fin sentí la penetración. Un gran pene
rugoso me penetraba con fuerza, sabía quien era ese ser
invisible y eso me excitaba más. Y por fin tuve un
orgasmo brutal. Era mi primer orgasmo con el diablo, y
desde entonces estoy absolutamente enamorada de él.
Yo ya no podría amar a ningún hombre, porque he
conocido el placer con los demonios, y ningún hombre
puede estar a la altura de eso...". 51
Este testimonio no se trata de una historia extraída de
cualquier tratado de demonología de la Edad Media, sino de
un testimonio moderno. La mujer que afirma haber vivido
esas cópulas con los demonios es Raquel Joana, sacerdotisa
satánica española que ha reflejado sus experiencias sexuales
con los demonios en un lujurioso libro titulado Confidencias
de una bruja. Obra inédita que en su día fue candidata al
prestigioso premio literario: La Sonrisa Vertical.

51 Tomado de Internet: El mundo de misterios, artículo “Los demonios del


sexo” escrito por Manuel Carballal. Existe bastante información acerca
del tema en Internet, lo que evidencia aún más estas realidades.

El segundo caso corresponde al testimonio directo de un


hombre (ahora hermano en la fe) que llevaba una vida muy
lasciva antes de hacerse cristiano. El relató, al autor de este
libro, que en una oportunidad llegó a su casa una mujer muy

108
sensual y voluptuosa, que se le insinuaba para tener relaciones
sexuales. Ante tal invitación, la llevó a su habitación, y
mientras estaban realizando el acto sexual, la mujer
desapareció literalmente de entre las sábanas.
El tercer caso corresponde a una entrevistada. La
protagonista de los hechos, en la actualidad, está bajo nuestra
cobertura ministerial, y le confesó al autor de este libro acerca
de las experiencias de violaciones por parte de los demonios
(íncubos) durante muchos años. Su trasfondo ha sido de dolor
y sufrimiento emocional y social. En vista de los hechos, ella
accedió a contarnos estas experiencias. Pero, por ser alguien
cercano se cambiará su nombre, para proteger su identidad y
se le llamará con el nombre de María (no es su nombre). Este
es el testimonio que se relata a continuación.
Entrevista
P. ¿Cuál es su nombre?
María Rivera (No es su verdadero nombre)
P. Gracias por acceder a esta entrevista y compartir
su testimonio. Quiero preguntarle: ¿Desde
cuándo que comenzaron a sucederle estas
experiencias?

Esto me comenzó a ocurrir desde lo dieciocho años. La


primera experiencia me ocurrió cuando trabajaba de
asesora del hogar. Estaba dormida, cuando sentí que
algo me presionaba todo el cuerpo. Eso me despertó y
comencé a sentir frío y miedo. Desde un comienzo sabía
que esto era algo demoníaco. Abrí mis ojos y vi un bulto
enorme, como una cosa negra. Era pesado. Me
afirmaba los brazos. No tenía forma de hombre. Sentía

109
asco. No podía gritar, estaba paralizado mi cuerpo.
Luego sentí una penetración que me causó miedo y a la
vez placer.
Cuando él terminó sentí que salía como una serpiente
de entre mis piernas. Cuando eso se iba, la pieza donde
estaba quedaba con olor a azufre. Ese olor quedaba
impregnado en el ambiente. Desde esa vez comencé a
sentir miedo a dormir.
P. ¿Con cuanta frecuencia siguieron sucediendo
estas visitaciones?
Después de la primera vez, esto comenzó a venir con
frecuencia. Aproximadamente una vez por mes, hasta
que conocí al padre de mis hijos, y eso dejó de venir por
un largo tiempo. Pero, ocurría que cada vez que tenía
una fuerte discusión con mi pareja, y me sentía
desprotegida esto venía y lo volvía a hacer. Así que eso
me llevó a buscar pareja, para que ese ser no se me
acercara. Cada vez que quedaba sola volvía con
violencia.
P. ¿Alguna vez le habló algo?
No, solo conocía el olor.
P. ¿Cuánto duraban estas agresiones sexuales?
Lo mismo que con una pareja.
P. ¿Experimentó alguna vez orgasmos sexuales?

Sí, y eso me llevaba a sentirme culpable y con miedo.


No me atrevía a contárselo a nadie, porque podrían
pensar que estaba loca. Yo había leído libros donde
hablaban de esas experiencias con demonios. También

110
en la televisión mostraron una vez un reportaje en que
mujeres habían sido violadas por entes y aparecían con
rasguños. Algunas decían que eran extraterrestres. Pero
a mí, nunca me aparecieron rasguños. Solo me tapaban
la boca y me adormecía para que no gritara.
P. ¿Alguna vez gritó?
Sí, pero mi voz no salía. En varias oportunidades venía,
incluso con mi pareja a mi lado. Yo trataba de
despertarlo, pero él también estaba dormido y no podía
despertar.
Hubo ocasiones en que yo sabía que él venía. Abría la
puerta y comenzaba a sentir escalofríos y miedo. Ahora
veía la figura. Era como de un hombre alto y de negro.
Pero, nunca le vi el rostro. Todo esto que me ocurría me
hacía sentir culpable y sucia, lo que me llevó a tratar
varias veces de quitarme la vida.
P. ¿Alguna vez pidió ayuda en la iglesia para
liberación?
Sí, pero fui liberada de otras cosas, pero no de eso.
Mientras con más frecuencia buscaba al Señor, eso
venía. Y con ello venía la culpa y la depresión. Como me
sentía sucia, no contaba con la autoridad para echarlo,
porque mi autoestima estaba muy baja.
P. ¿Influyó eso en su carácter?
Sí, porque trataba de protegerme de mis sueños. Este
espíritu se alimentaba de mi temor.
P. ¿Cuál ha sido su experiencia desde que ha
estado bajo nuestra cobertura ministerial?

111
He encontrado esa ayuda. Especialmente en las
reuniones de damas. La confianza y el amor que tiene la
pastora. Especialmente, porque me hablaba fuerte y
para mí esto era necesario, porque me ayudó a
levantarme. Porque, a la verdad, no me creía el “cuento”
que yo estaba sentada en lugares celestiales,
juntamente con Cristo. Eso me lo decía la pastora.
P. ¿Cuántas veces le ha ocurrido desde que está
con nosotros?
Unas cuatro o cinco veces, durante el año que he estado
con ustedes.
P. ¿A qué atribuye el hecho que haya tenido que
pasar por estas experiencias?
Yo creo que es a causa de mis antepasados, porque
ellos practicaron la brujería. Y hubo anteriormente un
pastor que me ministró, y él me dijo que Dios le había
mostrado que yo había sido ofrecida a los brujos, y que
yo era una sacerdotisa elegida.
P. ¿Existe alguna otra referencia o vivencia que nos
pueda dar para aclarar aún más este cuadro
siniestro?

Sí. Me recuerdo que a los dieciséis años, se me


apareció una mujer en mi trabajo, cerca de la
medianoche. Fue una visión, pero muy real. La vi bajar
de la escalera. Yo pensaba que era mi patrona, pero vi
que su figura era muy esbelta, para ser mi patrona,
quien era ya anciana. Mi trabajo consistía en cuidarla a
ella. Esta mujer que vi en la visión, venía vestida de
blanco con una túnica hasta la pantorrilla. En la mano

112
izquierda tenía un candelero con cuatro velas
encendidas. Se paró a los pies de mi cama. Ella
hablaba, pero yo no entendía, porque el miedo me
invadía. Esta mujer era bonita de cara.
P. ¿Qué hizo esta mujer de la visión?
Ella estiró la mano derecha hacia mí y comenzó a
ungirme, pero no me tocaba. Entonces dije: “¡La sangre
de Cristo tiene poder!”. Cuando dije esa frase, la imagen
comenzó a desvanecerse de abajo hacia arriba y desde
esa vez comenzaron a ocurrir muchas cosas negativas y
a tener pesadillas. Yo buscaba estar sola, y no compartir
con nadie. Yo amaba la soledad y con eso escapaba de
la realidad. Fue en ese ambiente cuando comencé a
experimentar estas visitas de los demonios a mi
dormitorio.
P. ¿Conoce de alguien cercano que también lo ha
vivido?
Sí, mi hija mayor. Ella me ha contado que eso también la
ha tocado en algunas oportunidades durante la noche.

¡Muchas gracias, hermana María! (No es su nombre)52

52 Entrevista a la hermana María Rivera (no es su verdadero nombre)


realizada en Santiago de Chile, en abril de 2006. Su nombre se ha
cambiado para proteger su imagen.

A modo de complemento del testimonio referido, cuando


el cuerpo es entregado a la acción de los demonios, este se
transforma en un instrumento pasivo del diablo. En el mundo
cristiano, el creyente no llega a ser un instrumento pasivo de
Dios, sino un colaborador con Dios en su obra. En

113
consecuencia, los efectos desastrosos, pueden afectar varias
partes del cuerpo, como fue el dolor en las piernas en el caso
anteriormente mencionado. El autor Jessie Penn, respecto a
esto, dice lo siguiente:

Cuando el estado de pasividad al que le han


sometido los espíritus malignos alcanza este clímax
pueden resultar afectadas otras partes del cuerpo,
como por ejemplo, rigidez en los miembros, letargo,
pesadez, dolor de espalda o de cabeza, mareos, etc.
Los ojos han perdido brillo y expresión y la mirada
está perdida. Todo esto ha empezado con la
pasividad de la mente o la voluntad durante la cual
el creyente entregó a los espíritus mentirosos: a) su
control o “dominio propio” y b) el uso de su
voluntad.53
Frente a lo mencionado, que parece tomado de los cuentos
de misterios, volvemos a preguntar: ¿Es posible que esto
realmente ocurra? Hablar de ello parece algo inverosímil o de
una mente perturbada psíquicamente. Entonces volvemos a la
pregunta inicial: ¿Qué dice la Biblia respecto a esto? La
respuesta es que la Biblia no dice nada, pero la experiencia ha
entregado mucha información. Debido a esto, ¿se puede
descalificar a priori, o calificarlo de una “fantasía”?
Manuel Carballal, en su artículo: “los demonios del sexo”
hace el siguiente comentario:

53 Jessie Penn, op.cit., pp.89-90.

Desde el punto de vista sociológico, los antropólogos


tienen la tendencia a explicar estos fenómenos. Si uno
de esos supuestos estudiosos fuese un académico
antropólogo, probablemente relacionaría el relato con
las creencias indígenas, influenciadas por el

114
catolicismo, que habrían generado un mito
demoníaco, con seguridad relacionado con las épocas
de siembra y cosecha. No se porqué los antropólogos
tienen la manía de relacionarlo todo con la siembra y
la cosecha... 54
7.- Los paradigmas que ayudan a entender los
fenómenos en el campo espiritual.
Para entender cabalmente este tema es necesario
emplear paradigmas bíblicos. En otras palabras, es mejor
pensar que las Escrituras ofrecen algunas informaciones
básicas, acompañadas de manifestaciones concretas, como
son las convulsiones, los gritos, los alaridos, ahogos y cosas
semejantes, que sirven para comprobar la realidad en las
manifestaciones demoníacas. Pero, la Biblia no describe toda
la gama de posibles manifestaciones en que pueden operar las
tinieblas.
La información bíblica es general. No entra en detalles
que explican todo los casos. Es necesario señalar que la Biblia
no busca poner énfasis, ni quiere destacar, las actuaciones o
reacciones de Satanás; sino más bien, los autores bíblicos
desean dar a conocer la acción de Dios en la historia. Los
ejemplos narrados por la Biblia ilustran los principios de
autoridad espiritual. Esos ejemplos sirven de modelo para
abarcar aquellas situaciones que no se mencionan
explícitamente en la Biblia. De este modo, se busca establecer
un paradigma de aplicación general a los casos actuales.
Ejemplos bíblicos que sirven de paradigma

54 Manuel Carballal, artículo: “Los demonios del sexo”, tomado de


Internet.

Un paradigma es un ejemplo o modelo que sirve para


establecer paralelos bíblicos con la realidad actual. En este

115
caso, se menciona lo que la Biblia dice, y se establece con ello
el modelo que permite explicar ciertas manifestaciones donde
no se encuentra información bíblica. Veamos los ejemplos:
a. Algunas descripciones generales:

“Y recorrió Jesús toda Galilea... y le trajeron... afligidos


por diversas enfermedades y atormentados, los
endemoniados, lunáticos 55 y paralíticos y los sanó
(Mateo 4:23-24). Pedro dice: “Cómo Dios ungió... a
Jesús... y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
con él (Hechos 10:38).
Los variados tormentos que causan los demonios pueden
afectar tanto en lo físico, como en lo espiritual.

55 Lunático: Es un término popular con que la Biblia designa a la persona


afectada o bajo la influencia de la luna, enferma física y mentalmente. Si
hemos de ver en Mt.4:24 un catálogo popular y no técnico, médicamente
hablando, podemos identificar a los lunáticos con posesos que atribuyen la
enfermedad a un “espíritu mudo”.

b. Los Espíritus de inmoralidad.

“Entonces llamando a sus discípulos, les dio autoridad sobre los


espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar
toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1). “Cuando el
espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos,
buscando reposo, y no lo halla... Entonces va y toma consigo
otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el
postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero
(Mateo 12:43-45).

“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de


demonio inmundo, el cual exclamaba a gran voz, diciendo:
Déjanos; ¿qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has

116
venido para destruirnos? Yo conozco quién eres, el santo de
Dios (Lucas 4:33-34).
Estos ejemplos dan a entender que una influencia maligna
induce a una conducta libertina y pecaminosa. En algunas
ocasiones se puede observar manifestaciones demoníacas en
personas que realizan movimientos sensuales y grotescos.
Puede llegar incluso a la posesión total de la persona. En el caso
del endemoniado de la sinagoga, el demonio reconoció la
autoridad de Jesús para juicio. De esa misma manera, los
demonios reconocen la verdadera autoridad espiritual de que
está dotado en creyente en Jesucristo.
c. La liberación de un sordomudo y epiléptico. Un padre
desesperado le dice a Jesús:
“Traje a mi hijo que está poseído por un espíritu que le ha
quitado el habla... cada vez que se apodera de él, lo derriba.
Echa espumarajos, crujen los dientes, y se queda rígido....
Le pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no
pudieron... respondió Jesús:... Tráiganme al muchacho. Y se lo
llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu
convulsionó al muchacho, que cayó al suelo y comenzó a
revolcarse echando espumarajos. ¿Desde cuándo está así?,
le preguntó Jesús al padre del muchacho. Desde su niñez.
Muchas veces lo ha echado en el fuego o al agua para
matarlo... Jesús... reprendió al espíritu malo... el espíritu dio
un alarido, lo convulsionó con violencia, y salió de él. El
muchacho quedó como muerto, tanto que muchos decían:
„Está muerto.. Pero Jesús lo tomó de la mano y lo levantó, y el
muchacho se puso de pié” (Marcos 9:17-27 NVI).

Con el ejemplo del muchacho, en este pasaje, se observa


que los demonios lo tiraron al piso, lo revolcaron, crujía los
dientes, sufre de convulsiones violentas, tiraba saliva
espumosa, grita prolongadamente y queda sin fuerzas. Estas

117
características ilustran convenientemente algunas de las
experiencias vividas en actuales manifestaciones demoníacas y
consecuentes experiencias de liberación espiritual.
d.- Liberación del endemoniado gadareno.
“Cuando Jesús saltó de la barca en la orilla gadarena del lago,
un endemoniado salió del cementerio y se le acercó corriendo.
Vivía entre los sepulcros, y tenía tanta fuerza, que cada vez
que lo ataban con grillos y cadenas rompía las cadenas,
despedazaba los grillos y se iba. Nadie tenía la fuerza suficiente
para dominarlo. Día y noche vagaba solitario por los
sepulcros y los montes gritando e hiriéndose con piedras
afiladas. Cuando vio a lo lejos que Jesús se acercaba, corrió a
su encuentro y se tiró de rodillas ante El. -¡Sal de este hombre,
espíritu inmundo!- ordenó Jesús. El endemoniado emitió un
chillido horrible, electrizante, y el demonio habló: --¿Qué
tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¡Por Dios, no me
atormentes! -¿Cómo te llamas?- le preguntó Jesús. El demonio
le respondió: Legión, porque somos muchos los que
estamos en este hombre. Los demonios le suplicaron que no
los enviara a ningún lugar distante de allí. Precisamente había
allí un enorme hato de cerdos que pacía junto a las colinas
ribereñas. – Envíanos a los cerdos – suplicaron los demonios.
Al asentir Jesús, los espíritus inmundos salieron del hombre
y entraron al hato de cerdos que, enloquecidos, se
precipitaron al lago por un despeñadero y se ahogaron...
Pero al ver sentado allí, vestido y en su juicio cabal al que había
estado endemoniado, se acobardaron... El que había estado
endemoniado le suplicó que lo dejara irse con él. Pero Jesús le
dijo: No. Vete a vivir con los tuyos y cuéntales las maravillas que
el Señor ha hecho contigo, lo misericordioso que ha sido
contigo” (Marcos 5:1-19. La Biblia al día).

118
Este ejemplo del gadareno muestra un caso extremo de
posesión demoníaca. Las manifestaciones de los demonios en
su vida fueron varias:

. Los demonios reconocieron autoridad. El endemoniado le


vio de lejos y corrió a él. Los demonios le dijeron a Jesús:
“¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?”

. Enajenación de la realidad: Tenía casa y parientes, y sin


embargo vivía en el cementerio.

. Canibalismo: Seguramente comía la carne de los muertos.


Una costumbre realizada actualmente por algunos grupos
satánicos.

. Violencia: Tenía mucha fuerza. Era desmesurada y nadie


le podía atar con grillos y cadenas.

. Deseos suicidas: Se dañaba a si mismo con piedras en


medio de su tormento. El tormento que sentía era tan
grande que así buscaba la autodestrucción.

. Gritos o aullidos: Andaba gritando como un loco por los


montes.

. Control de las facultades: El demonio podía hablar a


través de sus cuerdas vocales.

119
. Habitación de muchos espíritus en una persona. Se auto
denominó “legión”,56 porque eran muchos demonios
presentes dentro de su persona.
. Influencia en la conducta de los animales: Al ser
expulsados los demonios del cuerpo de ese hombre a los

56 Una legión era una división mayor de soldados en el ejército romano. Se


componía normalmente de 6.000 infantes en tiempos del NT. Con el
tiempo la palabra llegó a significar numeroso grupo indefinido. En el
caso del gadareno, quiso decir que estaba poseído de una multitud de
demonios.

120
cerdos, estos se enloquecieron y se arrojaron al mar,
donde murieron ahogados.

Estos ejemplos bíblicos dan testimonio de que las


manifestaciones de demonios pueden llegar a ser muy fuertes
e insospechadas. Existen algunos patrones comunes en todo
esto; pero, cada caso de posesión es particular en sus
reacciones. La experiencia ha demostrado que los casos más
fuertes y más difíciles de tratar son aquellos que se han
involucrado en alguna de las formas del ocultismo.
Jessie Penn habla con respecto a la amplitud del engaño
que puede alcanzar la obra de los demonios en una persona,
sea este creyente o incrédulo. El dice lo siguiente:

Cuando el creyente es engañado por los malos espíritus


es posible que también sea dominado por lo físico y se
dé al mundo de lo sensual. Esto puede suceder como
consecuencia de experiencias “espirituales” que se
sienten en el plano físico, pero que en realidad no
tienen nada de espiritual, porque no provienen del
Espíritu. A veces se sienten sensaciones de “fuego”, de
“elevación espiritual” o “temblores” o
“estremecimientos”, y toda clase de sensaciones
corporales agradables, en apariencia espirituales, que
alimentan a los sentidos de estos creyentes que se
sienten como andando más allá del cuerpo y llamándose
a sí mismo espirituales.57
Lo que menciona el autor citado es cierto. Para ampliar e
ilustrar esto, quiero citar una experiencia vivida en nuestro
ministerio que nos ayudará a entender este punto.

57 Jessie Penn, Guerra contra los santos, Pág.90.

121
Un día llegó a la congregación, en la cual servo, una dama
viuda de mediana edad. Después de oír el mensaje, se entregó a
Cristo y se congregó con nosotros durante un tiempo. Pasaron
cerca de seis meses, en los cuales conoció a una persona, quien
le propuso una relación amorosa. Ella aceptó dicha relación.
Razón por la cual dejó de congregarse con nosotros.
Aproximadamente unos nueve meses después, me llamó
por teléfono, contándome de las "maravillas del Señor". Entre
las cosas que me dijo fue que "el espíritu de Jesús se le estaba
manifestando de una manera especial". Además, decía que
"debíamos leer el libro de Apocalipsis", que el tiempo era
corto, y si no lo hacíamos, "no estaremos dentro de los 144
mil". Según esta persona, Dios también le había revelado que
ella era una de las “dos testigos” descritas en el Capítulo 11 del
libro de Apocalipsis.
Dentro de la conversación, reconoció que se había
apartado de Dios, viviendo en pecado. Pero, que ahora "el
espíritu de Jesús" se manifestaba en ella como nunca. Sin
embargo, en su casa no comprendían "estas cosas del Señor".
Por tanto, "como una niña, esperaba mis instrucciones" que le
orientaran, en la forma de actuar.
Era obvio que esta hermana estaba engañada por un
espíritu de mentira. Después de entregarle alguna orientación,
le solicité que viniera a la Iglesia, y que allí oraríamos por ella.
Efectivamente, al día siguiente se presentó en la
congregación. Se sentía muy contenta de estar allí. Durante el
desarrollo del servicio, se hacía notar por los movimientos de
sus brazos, similar a una danza suave. Al ver eso, me di cuenta
que algo iba a ocurrir. Me dirigí a los hermanos del equipo de
liberación, quienes ya habían tomado cuenta y estaban orando
por la situación. Una hermana del grupo de liberación se ubicó
a su lado, mientras ella aún seguía haciendo esas
manifestaciones.

122
Me acerqué para saber, qué espíritu discernía en la
hermana. Me contestó: "Estas manifestaciones son de su
espíritu humano, pero la veo rodeada de hechicería".
Posteriormente, al momento de la ministración, pasó al
altar junto a un grupo de hermanos. Le expliqué que
deseábamos ayudarle. Formamos un círculo de oración junto al
equipo de liberación. Recuerdo que, después de poner mi mano
sobre su cabeza, seguía haciendo estos movimientos. Ante lo
cual, se le ordenó al espíritu que se sujetara. En un principio no
obedecía. Recordemos que la autoridad es sobre los
demonios, y no sobre el espíritu humano que tiene libre
albedrío. Después, la hermana cayó al piso y pudimos
ministrarle mejor. Mientras permanecía tendida, oramos por
ella. Un miembro del equipo de liberación reprendió al
espíritu inmundo, hablándole al oído de la hermana afectada.
Enseguida, su cuerpo se puso rígido. Teníamos afirmadas sus
manos y sus pies. Y comenzó a agitar su cabeza, y emitió un
grito prolongado y profundo. Después cayó en un relajo y la
hermana que mantenía afirmada su cabeza me dijo: "sufre de
esquizofrenia". Otro hermano del equipo, recibió lo mismo, y
me señaló que estaba lista para orar por su salud mental.
Oramos por sanidad y protección. Enseguida, abrió sus ojos y
nos miró. Le pregunté: “¿Cómo se siente?”. Me respondió que
bien. Sus ojos reflejaban alivio y ternura. Seguimos orando
para que fuera llena del Espíritu Santo.
Una vez terminado el culto, conversé con ella de su
situación familiar. Me explicó que su esposo había muerto en
muy extrañas circunstancias. Ella sabía que, la ex esposa de su
marido, le había hecho un mal. Le expliqué algunas pautas para
mantener su liberación y cómo resistir las fuerzas malignas.
Con posterioridad, una familia que la conocía me comentó que
la hermana sufría de esquizofrenia, y que había estado
internada en varias ocasiones.

123
8.- ¿Cómo se pueden detectar las manifestaciones
demoníacas?
Existen ciertos parámetros que permiten detectar y
determinar algunas manifestaciones, que resultan chocantes al
espíritu. Aunque no estén en la Biblia, es el Espíritu Santo
quien dará la luz suficiente como para enfrentar una necesidad
puntual. Como ya se mencionó, la intención primaria de Dios
no es mostrar la manifestación de las tinieblas, sino traer la
liberación de la persona afectada. Hay dos formas para
reconocer si una persona tiene demonios:
Primero. Cuando la persona afectada manifiesta que
siente cosas extrañas dentro de si. Es el momento de examinar
la situación, haciendo las preguntas necesarias. Se comienza
por descartar si está relacionado con la salud física, para luego
entrar al área espiritual, y poder determinar las posibles
razones de por qué la persona se siente así. Por regla general,
una persona con problemas espirituales tiene una mirada
extraña, o pide ayuda. Si esa persona ha tratado de cambiar
sus caminos, si ha confesado sus faltas, y con oración y ayuno
ha hecho un intento con todas sus fuerzas para limpiar su
vida, pero no ha tenido éxito, entonces se puede considerar
que necesita liberación.
La segunda forma para saber es, cuando se manifiestan
los espíritus malignos, que resulta ser lo más característico.
Ya sea por reacciones violentas, gritos, y/o rechazo. En esos
casos se debe actuar sujetando a la persona y expulsando los
demonios de ella.
A modo de conclusión de este capítulo, habrá ocasiones
en que los que ministran liberación deberán depender
directamente de la guía del Espíritu Santo, para llegar al
fondo del asunto, y así ayudar a las personas con ataduras
espirituales.

124
Las tres maneras en que una persona puede llegar a
tener una atadura espiritual son las siguientes:

(1) De manera voluntaria: cuando el afectado se ha


involucrado conscientemente en las prácticas del
ocultismo.
(2) De manera involuntaria: cuando se ha hecho en
ignorancia; pero, de igual manera afecta la vida
espiritual de quien lo ha practicado.
(3) Por actos de Hechicería58 o magia negra. Esto es
cuando ha sido dirigida alguna acción maligna en contra
de alguien a objeto de hacerle daño.

58 Hechicería. El diccionario bíblico define a la hechicería así: Práctica


que trata de influir en las personas y los hechos por medios ocultos, a
objeto de hacer daño. El AT la condena por ser una forma velada de
idolatría. En el NT la hechicería también se considera abominación. La
iglesia creía que la hechicería era real, pero solo por el respaldo que los
demonios le daban. Los que practican la hechicería serán enjuiciados
severamente (Ap.9:21; 18:23; 21:8; 22:15).

En el caso de la hechicería, con fines dañinos, se puede


observar que esto es más común de lo que uno pudiera pensar.
Es una práctica tan soterrada y secreta que su comprobación
se nota solo por los efectos sobre la persona contra quien está
dirigida. La experiencia práctica nos dice que, al momento de
orar por las necesidades de la gente durante los cultos, un
número considerable de personas, con su rostro muy afectado,
y hasta con vergüenza, confiesan que les han hecho
hechicería.

La intención de la hechicería siempre es dañar a la otra


persona, por motivos innobles o vengativos. La mayoría de
los casos que he atendido, corresponden a mujeres, que han
sido víctimas de la venganza de otra persona que las odiaba.
La afectada es atormentada por los espíritus malignos,
enviados por el poder de un brujo o bruja, a petición de un
enemigo de la víctima. La mayor frecuencia de casos de

125
brujería se da por motivos de celos, en el caso de mujeres, y
en el caso de los varones por envidia contra un competidor
para dañar su vida o su negocio. Este tipo de prácticas,
también se dan con frecuencia en el mundo de la política.
Frente a estos hechos mencionados, surge la siguiente
pregunta; ¿Acaso el cristiano, no está libre de todo posible
ataque maligno? La respuesta es que lo está, pero
condicionada a que se mantenga protegido bajo la cobertura
de la sangre de Cristo, donde ningún poder maligno puede
traspasar. Pero, también, se puede sentir el efecto de cuando
es realizado, y más fuerte será cuando la persona está débil
en su vida espiritual.
En el próximo capítulo se abordará el tema de ¡Cómo
desarrollar una vida cristiana fuerte y madura!

126
Capítulo Seis
¡CÓMO DESARROLLAR UNA
VIDA CRISTIANA FUERTE Y
MADURA!

a esencia de la vida cristiana es el seguimiento de la persona


de Jesucristo, a quien el creyente reconoce como Salvador
personal y como Señor de su vida. Una de las principales
demandas que el Señor hizo a sus discípulos fue: "Si alguno
quiere venir en pos de mí, niéguese a si mismo, y tome su cruz
y sígame" (Marcos 8:34).
La Biblia emplea varias figuras para representar el
seguimiento del Señor. Entre las más conocidas, que describen
el vivir para Dios, se menciona: una carrera, una batalla, un
camino, una milicia. Estas imágenes nos ilustran y aclaran las
áreas de lucha, a las cuales se enfrenta el cristiano
permanentemente. Estas son: el diablo, el mundo, y la carne. De
esta triple cosmovisión se desprende la combinación de los
distintos “encuentros de poder” que el cristiano se enfrenta en
esta vida:

. El diablo:
. La lucha contra Satanás y sus demonios.
. El mundo del ocultismo.
. Los brujos y todo el reinado de las tinieblas.

. El Mundo:
. El sistema que gobierna este mundo gobernado por el
diablo.

127
. Las instituciones humanas rebeldes a Dios.
. Los gobiernos o reinos humanos.
. Los pueblos en rebelión contra Dios.
. La carne:
. Nuestra vieja naturaleza caída.
. Las tendencias pecaminosas.
. Los pensamientos y creencias erradas.

De la correcta comprensión de la lucha espiritual, dependerá


la vida de victoria en la experiencia cristiana. A continuación
presentamos un gráfico que muestra todas las posibles
combinaciones en que un creyente se puede ver involucrado
durante la vida cristiana. Consideremos el siguiente gráfico:

128
En relación a esto, el autor Jessie Penn señala lo
siguiente:

En la iglesia cristiana profesante incontables


“pensamientos” y “creencias”, que se oponen a la
verdad de Dios, son introducidas por los espíritus
engañadores en la mente de estos “cristianos” por
medio de falsas “enseñanzas”, haciéndoles así
inefectivos en la guerra contra el pecado y Satanás y
sujetándoles al poder de los poderes malignos. Por lo
tanto, todos los “pensamientos” y “creencias” deberán
ser probados por la verdad de la palabra de Dios en su
contexto y contenido total,…”59
1. La guerra contra los apetitos de la carne.
La lucha contra nuestra propia naturaleza pecaminosa es
muy evidente. Jesús dijo: “Porque de dentro del corazón de
los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las
fornicaciones, los homicidios; los hurtos, las avaricias, las
maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia,
la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro
salen, y contaminan al hombre” (Marcos 7:21-23). Este pasaje
habla de todas aquellas inclinaciones del hombre interior,
también conocidas como los “apetitos de la carne”. El propio
apóstol Pablo expresa en Romanos siete, el conflicto interior
que experimenta todo cristiano en relación a la carne y a las
tendencias pecaminosas, en términos dramáticos. El se expresa
en los siguientes términos:

59 Jessie Penn, Guerra contra los santos, Pág.31.

“Y yo sé que en mi, esto es, en mi carne, no mora el


bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el
hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal

129
que no quiero eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya
no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que,
queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está
en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la
ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se
rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a
la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable
de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así
que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, más
con la carne a la ley del pecado (Romanos 7:18-25).
La naturaleza carnal acompañará al creyente todos los días
de su vida. Sin embargo, frente al fragor de la lucha, muchas
veces nos hemos preguntado: ¿Por qué Dios permite esta
situación tan incómoda? La respuesta más evidente es para que
en ningún momento lleguemos a pensar que alguien se sienta
capaz de salvarse por su propia piedad o capacidad. Por eso, el
mundo tiene un poderoso Salvador que entregó su vida para
salvarnos del pecado, del diablo y de la muerte.
A la luz de las palabras de dramatismo que emplea el
apóstol, podemos hacer un cuadro del contraste entre “La ley de
la mente” y “la ley del pecado” presente en la vida del
cristiano. La ley de la mente se refiere a la intención de cumplir
con la voluntad de Dios y la ley del pecado se refiere a la fuerza
de la concupiscencia dentro de nosotros. El resultado práctico es
una fuerte lucha para todos los creyentes. Consideremos este
cuadro.

130
LA LEY DE LA MENTE CONTRA LA LEY DEL PECADO en
ROMANOS SIETE

La ley de la mente

La ley del pecado

1. “Sabemos que la ley es


espiritual”, v.14ª

1. Más “yo soy carnal” v.14b

2. Quisiera actuar de un modo


distinto de “como lo hago”,
v.15ª.

2. Pero siento que estoy “vendido


al pecado” v.14c.

3. “lo que hago” lo “aborrezco”,


v.15d.

3. “Lo que hago no lo entiendo”


v.15ª.

4. “Lo que no quiero esto hago”,


v.16ª.

4. “No hago lo que quiero”, v.15b.

5. “Apruebo que la ley es buena”,


v.16b.

5. Pero, hago “lo que aborrezco”,


v.15c. Hago “lo que no quiero”,
v.16ª.

6. No soy yo quien hace lo que


131
hago, v.17ª.

6. Sino que “el pecado que mora


en mí” hace esto, v.17.

7. “El querer el bien está en mí”,


v.17ª.

7. Más “el hacer el bien no está”


en mí. V.18b.

8. “Quiero hacer el bien”, v.19ª.

8. Pero, “no hago el bien que


quiero”, v.19ª; “hago lo que no
quiero”, v.20ª.

9. “No soy yo quien hace lo que


hago” v.20b.

9. Sino que “el pecado que mora


en mi” hace “lo que no quiero”,
v.20b.

10. Yo deseo “hacer el bien”, v.21.

10. Pero, “el mal está en mí”, v.21.

11. “Según el hombre interior, me


deleito en la ley de Dios”, v.22.

11. Pero, “veo otra ley en mis miembros


que se rebela contra la ley de mi
mente”, v.23ª.

132
12. “La ley de mi mente” (es lo
opuesto a la ley del pecado),
v.23.

12. Esa ley distinta “me lleva


cautivo a la ley del pecado que
está en mis miembros”, v.23b.
Soy un “miserable”, v.24ª. Soy
un prisionero “de este cuerpo
de muerte”, v.24b.

13. “Con la mente sirvo a la ley de


Dios”, v.25.

13. Pero, “con la carne (sirvo) a la


ley del pecado”, v.25b.

Después de ver cuán real es en la vida práctica el contraste


entre la ley de la mente y la ley del pecado, la lucha es fuerte
para todo creyente. ¿Cómo se alcanza la victoria en esta lucha?
La relación que el creyente alcanza con Jesucristo, a través del
Espíritu Santo, impartirá la victoria sobre los apetitos carnales.
Los deseos de la carne son el campo a través del cual Satanás
pretende controlar la mente, por medio de los instintos básicos
del cuerpo: sed, sueño, hambre, reproducción y autodefensa.
Las palabras de Pablo alcanzan ribetes dramáticos entre la
angustia y la esperanza. El exclama: “¡Miserable de mi! ¿Quién
me librará de este cuerpo de muerte?”, y luego responde con
alivio: “¡Gracias doy a Dios por Jesucristo Señor nuestro!”
(Rom.7:24-25). Después de estas palabras, introduce el tema:
“La vida en el Espíritu” que desarrolla en el capítulo ocho de la
epístola, donde presenta el principio de “la ley del Espíritu de
Vida en Cristo”. Es decir al Espíritu Santo, como la fuerza que
vigoriza y da la victoria sobre los apetitos de la carne.
La enseñanza de la Biblia exhorta a guardar el cuerpo en
pureza, porque este es el templo del Espíritu Santo (1ª
Corintios 6:19-20). Dios demanda y exige santidad de los
suyos. El cuerpo es para Cristo y Cristo para el cuerpo. Pablo
es categórico al decir:

133
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el
hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que
fornica, contra su propio cuerpo peca (1 Corintios 6:18).
Aún añade:
No se engañen: nadie puede burlarse de Dios. El
hombre cosecha lo que siembra. El que siembra para
agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma
naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para
agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna
(Gálatas 6:7-8 NVI).
La clave está en mantener una vida de santidad. La
pregunta es: ¿Cómo se puede santificar el cristiano? La
respuesta es: Siendo templos limpios del Espíritu Santo
(1ªCorintios 6:19-20).
El proceso de santificación del creyente está enfocado
hacia dos áreas:
(1) Despojarse del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos (patrones de conducta falsos)
renovándose en el espíritu de la mente.
(2) Vestirse del nuevo hombre (Cristo), creado según
Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:22-24).
Esto se logra, básicamente por la comunión con Dios a
través de la oración y en la lectura devocional de su Palabra.
Desde la óptica divina, la santidad cristiana tiene dos
aspectos: (1º) Es perfecta e instantánea. Es decir, está
relacionada a nuestra posición “en Cristo” y (2º) es práctica y
progresiva.

El primer aspecto se refiere a la posición espiritual en el


Señor. Los méritos de su sacrificio satisfacen plenamente la

134
demanda de justicia exigida por Dios. Hebreos lo declara en
términos absolutos. El autor sagrado dice:
Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para
siempre a los que va santificando. También el Espíritu
Santo nos da testimonio de ello. Primero dice: Este es el
pacto que haré con ellos... y añade: nunca más me
acordaré de sus pecados y maldades. Y donde se han
perdonado éstos, ya no hay ningún sacrificio por el
pecado (Hebreos 10:14-18 NVI).
El segundo aspecto de la santidad es práctico y progresivo
en cuanto al conocimiento de Dios revelado al creyente. Pablo
enseña que "debemos considerarnos muertos al pecado, pero
vivos para Dios en Cristo” (Romanos 6:11). Es decir, la muerte
del creyente al pecado es una realidad en lo que se refiere a su
posición en Cristo; pero, debe serlo también en la práctica. El
apóstol añade: "Por lo tanto, no permitan que el pecado reine
en su cuerpo mortal, para que no obedezcan a sus malos
deseos" (Romanos 6:12 NVI). En otras palabras, la justificación
divina es la garantía del perdón de los pecados. Pero, es el deber
de todo cristiano buscar y mantener la santificación personal. La
obra de Cristo, se perfecciona a través de la consagración del
creyente a Dios como respuesta a su plan redentor. ¡Si se
descuida la vida espiritual, se puede caer de la gracia y así
quedar con una atadura!
Esto explica la razón de porqué hombres de Dios, que han
experimentado el amor divino, al caer de la gracia, les cuesta
levantarse (Gálatas 5:4). Esto se debe a las ataduras que causa
el pecado. Una atadura insensibiliza al creyente y como
consecuencia, le resulta difícil alcanzar nuevamente la gracia
para el arrepentimiento.

135
2. La guerra en contra de la mente.
Quizás la guerra más permanente a la que el cristiano se ve
enfrentado guarda relación con los pensamientos. El Señor se
queja, a través del profeta Isaías y dice:
"Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos... porque mis pensamientos no son vuestros
pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos" (Isaías 55:7-
8).
La correcta manera de pensar, debe sujetarse a los
pensamientos de Dios. Esto forma parte del plan divino.
Jesucristo, como Señor, demanda tener el primer lugar en el
pensamiento: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
gran mandamiento" (Mateo 22:37-38). El profeta Isaías
reitera: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías
26:3).
Se sabe que, por su naturaleza caída, la mente es hostil y
rebelde. Pablo afirma que: "La mentalidad pecadora es enemiga
de Dios: no se somete a la ley de Dios, ni puede hacerlo"
(Romanos 8:7 NVI). Esto significa que el enemigo pone
pensamientos que no podrán ser controlados, solo con la fuerza
de voluntad. Los pensamientos erróneos cuando son admitidos
por la mente, bajo el engaño diabólico, son los que hacen creer
al creyente de que son verdaderos. Respecto a esto el autor
Jessie Penn dice:

Puesto que el engaño se basa en la ignorancia y no en el


carácter moral, un cristiano que sea “verdadero” y
“fiel” hasta la medida del conocimiento que posee, está,
por lógica, abierto al engaño en la esfera donde es

136
ignorante en cuanto a las “estratagemas” del maligno
(2ª Corintios 2:11).
En relación a esto, los espíritus que más operan, en estos
tiempos modernos, son el espíritu de error y de rebelión
(1Timoteo 4:1). Una de las tácticas principales de que se vale el
maligno es el engaño. Este opera en tres niveles diferentes.
El primer nivel está dirigido al incrédulo, a quien Satanás
mantiene ciego a la realidad del evangelio. Para eso emplea los
medios de comunicación masiva. Por ejemplo, en las seriales de
televisión, con mucha frecuencia se imparten modelos de los
ritos ocultos. Se observa con frecuencia gente agorera,
astrólogos, y toda clase de mensajes ocultistas. El movimiento
de la "Nueva Era" surgió con fuerza en la década de los años
ochenta para hacer efectivas estas ideas engañosas, ofreciendo
un disfraz de "religión" diseñado al gusto de las personas.
Este tipo de espíritus que operan a través de los medios de
comunicación, atan las mentes y los pensamientos para no ver la
verdad completa. Con mucha frecuencia se observan mensajes
subliminales, enviados al inconsciente del individuo. Estos
mensajes apuntan a la destrucción de los valores espirituales y
morales.
Esta avalancha de poderes ocultos está dirigida
especialmente al mundo infantil. Los programas de televisión
acentúan la invocación de espíritus y la comunicación con ellos.
Ciertos juguetes de entretención representan demonios. Así
como las revistas y álbumes de colección enseñan la iniciación
a la magia y a la astrología. Se enseña el uso de dados mágicos,
conjuros de amor, lectura de las manos y toda suerte de
actividades con énfasis en las prácticas del ocultismo. El
propósito es hacer creer a los niños que participar del mundo de
los espíritus es algo natural y bueno.

El mismo apóstol Pablo, habla sobre las influencias


espirituales a que está sometido el mundo. El declara: "Aún si

137
nuestro evangelio está encubierto, lo está para los que se
pierden. El dios de este mundo ha cegado la mente de los
incrédulos, para que no vean la luz del evangelio de la gloria
de Cristo, el cual es imagen de Dios" (2Corintios 4:3-4 NVI).
El segundo nivel de engaño está dirigido al creyente
carnal. Alguien que frecuenta las cosas del Señor, pero su estilo
de vida, aún sigue dominado por el viejo hombre. El engaño del
diablo le hace creer ideas como: "¡Tú nunca podrás triunfar, ni
ser tan espiritual como ese hermano!", o "¡Eso es sólo para
gente especial!". El diablo busca entrar a través de los
pensamientos por las cosas que se ven. Es el medio que emplea
las tinieblas para influenciar las mentes con sus falsos modelos.
La inundación de "basura" del ocultismo es tan fuerte que, a
veces no se alcanza a reaccionar a tiempo.
Los demonios no tienen autoridad para hacer su obra
nefasta, a menos que encuentren "puertas abiertas" en la mente
del creyente. Se dice que la mente es el "taller del diablo". Todo
elemento de cooperación, al aceptar ideas engañosas, producirá
efectos devastadores en la vida espiritual. Al llegar a este punto,
la destrucción es inevitable e ineludible. Los conflictos
espirituales son el resultado final de situaciones no resueltas que
se almacenan por largo tiempo. Las constantes divisiones del
Cuerpo de Cristo son la evidencia más lamentable de la acción
de las tinieblas.
La lucha contra la mente carnal es diaria. La Biblia enseña
que se debe mantener la mente limpia, sin guardar conflictos
para el día siguiente. La exhortación bíblica dice: "Cuando se
enojan, no pequen. No permitan que el sol se ponga estando
aún enojados, y no den cabida al diablo" (Efesios 4:26-27
NVI). Además, se anima a los cristianos a no tener parte "con
las obras infructuosas de las tinieblas" sino mas bien estas
deben ser expuestas a la luz (Efesios 5:11).

138
El tercer nivel de engaño, está dirigido a los creyentes
maduros. El deseo del maligno es engañar, "si fuera posible,
aún a los escogidos" (Mateo 24:24). La forma de hacerlo es con
mucha sutileza. El enemigo trata de sorprenderlos cuando están
descuidados y vencerlos en el ámbito espiritual, para que no
sean eficaces sus esfuerzos.
Los "dardos de fuego del maligno" (Efesios 6:16) van
dirigidos a la mente del cristiano. Como la mente es el centro
neurálgico de la propia guerra espiritual, el diablo conoce la
importancia de ella en el hombre. Aquí edifica Satanás sus
"fortalezas", introduce sus "argumentos", el orgullo o
"altivez", y todo "pensamiento" contrario a Dios (2 Corintios
10:4-5). A través de la mente implanta jactancia carnal,
temores, inseguridades, envidias, celos, y así puede controlar la
vida de un creyente descuidado. Así como al creyente carnal, el
diablo le introduce ideas de baja autoestima, como que: “Tú no
puedes”, “tú no sabes esto” y cosas así; en el creyente maduro
trabaja con el orgullo. Le insinúa cosas como: “Tú eres un
instrumento especial”; “Eres el favorito de Dios”; “Tu
ministerio será el más grande de todos los demás”. “Tu unción
y revelación es mayor que la de fulano”.
La exhortación bíblica es a permanecer vigilantes (Mateo
26:41). El arma espiritual contra los "dardos de fuego del
maligno" es el "escudo de la fe". En el armamento romano, el
escudo cubría el cuerpo entero. Esto indica que se debe
aprender a guardar la mente bajo la completa seguridad de la
sangre de Cristo, por donde ningún dardo enemigo puede
penetrar.

En la vida cristiana, el espíritu humano es el nexo en la


relación con Dios, y con el mundo espiritual (Juan 4:24; Efesios
6:12). Como el espíritu representa la parte más elevada del
hombre, esta se relaciona con su temperamento. Aquello que
domina su espíritu se convierte en un atributo de su carácter.
Por ejemplo, si permite que el orgullo lo domine, se dice que

139
tiene un espíritu altivo (Proverbios 16:18). Del mismo modo, el
espíritu del creyente es habitado por el Espíritu Santo (Romanos
8:16). Así, el espíritu renovado por la gracia llega a ser el centro
de la conciencia y de la adoración a Dios (Juan 4:23-24).
El espíritu humano u hombre interior posee reglas para su
uso y gobierno. A continuación se entregan algunos pasajes
bíblicos que hablan acerca del carácter y el ejercicio de la
voluntad:
“Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no
sabe dominarse” (Prov. 25:28 NVI).
“Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios
mío iluminas mis tinieblas” (Salmo 18:28 NVI).
La lucha espiritual, está graficada en el dibujo siguiente. Las
explicaciones se darán a continuación. Básicamente se refiere a
la vida de victoria de la “Nueva Criatura” (2Cor.5:21), que ha
sido transformada e inflamada por el Espíritu Santo.

140
141
De acuerdo al gráfico, se pueden reconocer tres áreas en el
espíritu humano renovado (Ezequiel 36:26-27):

(1) La conciencia (Juan 8:9; Hebreos 9:14). Es el área de


expresión de la voluntad de Dios hacia nosotros.
(2) La intuición. Esta área es la que permite percibir la
presencia del Señor, y ser enseñados por Dios.
(3) La comunión. Es el área donde se adora a Dios

En la vida espiritual es necesario aprender a conocer el


estado del hombre interior, ya que es él quien se enfrenta a los
demonios en el mundo espiritual.
Existen tres estados en el espíritu humano:

(1) El estado bajo u oprimido. El espíritu está seriamente


asediado por los demonios. Se le ayuda al espíritu con una
mente dispuesta a la batalla. Como dice Joel 3:10: "Diga
el débil, fuerte soy"...en el Señor (Vea Efesios 3:16; 6:10).

(2) El estado en calma o paz. Este es el estado óptimo para


recibir edificación y guianza de Dios.
(3) El estado exaltado. La persona ha perdido el control
pasando a interpretar otras manifestaciones como
espirituales, cayendo en la carnalidad.
Al diablo se le llama el "príncipe de la potestad del aire"
(Efesios 2:2). El obra a través de “espíritus territoriales” o
demonios que se ubican, en zonas geográficas. Por esto es
necesario conocer el mundo espiritual; aunque éste sea invisible
a los ojos. Al no discernir el espíritu que se mueve (Ejemplo:
desánimo, pesadez espiritual) se está ejerciendo una lucha
contra espíritus sin cuerpo, pero que operan en las personas. La
intención del diablo es robar la salvación, oprimir y atar a los
creyentes para que lleven una vida de pobreza espiritual.

142
3. La defensa espiritual del creyente.
No se debe desconocer que el diablo está organizado. Opera
por medio de una variedad de espíritus malignos que le sirven a
sus propósitos. En consecuencia, en este campo de batalla
espiritual, se está peleando contra el diablo por las almas de los
hombres.
Para enfrentar la lucha espiritual con éxito, es necesario
hacer un examen a la vida interior del creyente. Hacer una
introspección íntima y preguntarse: ¿Qué cosas se han hecho
con el cuerpo?, ¿Qué influencias o modelos contrarios a las
Escrituras hemos recibido? Se debe determinar cuándo es la
emoción de la persona o cuándo son espíritus de depresión que
obran en contra. Esto se realiza confrontando diariamente la
vida espiritual a la luz de la Escritura, que es como un espejo
(Santiago 1:22-25). Solo el conocimiento y aplicación de la
verdad, mediante la fe, es el arma empleada para permanecer
libres de las mentiras de Satanás.
Además, en Efesios 6:10-17, el apóstol Pablo señala que
para enfrentar adecuadamente la lucha espiritual se debe tomar
toda la “armadura de Dios” (v.11). Esta “armadura” es el
conjunto de armas que Dios ofrece a sus soldados para la lucha
espiritual, y que luego explica en los versículos 14-18. En el
versículo trece dice: “tomad toda la armadura de Dios, para
que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes”. Ese “día malo” se debe entender como días
especialmente duros en las tentaciones y ataques diabólicos en
que los creyentes deben luchar más fuerte, pues, no todos los
días son malos.

Las imágenes gráficas, aplicadas a la vida cristiana, ayudan a


entender más fácilmente las verdades espirituales. La
descripción que hace Pablo de la “armadura de Dios” o

143
Panoplia espiritual60, está inspirada probablemente en las
armas del soldado pretoriano que custodiaba al apóstol en la
prisión, desde donde escribió la carta. En ella el apóstol hace
una descripción de sus partes con directa aplicación a la
realidad espiritual. Las distintas piezas de la armadura
representan determinadas actitudes espirituales que el
creyente debe mantener. Con el fin de hacer las aplicaciones
pertinentes, se considerará
brevemente el significado
histórico de la armadura y el
probable significado espiritual
que Pablo le asigna a las
partes que la forman:

60 La armadura o panoplia (........., que se traduce literalmente como


“toda armadura”, o “plena armadura” (pan, todo, hoplon, un arma), se
emplea para (a) referirse a una armadura literal, Lc.11:22; y (b) de ayudas
espirituales provistas por Dios para vencer las tentaciones del diablo. Entre
los griegos, la panoplia era el equipo completo utilizado por la infantería
pesada. (W.E. Vine).

. El cinturón de la verdad.
La túnica que llegaba hasta la
mitad del muslo, puesta sobre
la ropa interior, era sujetada
con un cinto, donde también
se sostenía la espada. Cubría
las partes vulnerables del
cuerpo y recordaba al soldado
que formaba parte del ejército
romano y que debía estar siempre preparado para la lucha. La
aplicación es que el soldado cristiano está revestido de la
verdad. Esto representaría un claro entendimiento de los
principios y valores básicos y esenciales de la Palabra de Dios
y de su “posición en Cristo”. Esa era la primera prenda del

144
soldado, y en lo espiritual lo es el conocimiento de la verdad
como la base de la vida cristiana.
. La coraza de justicia. Estaba formada con láminas de
bronce y era puesta sobre la túnica y estaba destinada a
proteger el pecho y la espalda. Esto puede significar dos
cosas: Una posición de “justicia (justificados) en Cristo” y
una obediencia activa a la Palabra de Dios.
. Las botas o calzado. Destinadas a proteger los pies y las
piernas. También había sandalias livianas que cubrían hasta
casi la mitad de la pierna. Representaría la disposición a
anunciar fielmente el Evangelio a los que no le conocen (Cf.
Rom.10:15).
. El escudo de la fe. El escudo era una pieza larga, hecha de
madera, con marco de hierro y forrado en cuero. Servía para
proteger el cuerpo, con pequeños movimientos del brazo
izquierdo al cual estaba sujeto. Esto indica la defensa y
seguridad completa bajo la eficacia del valor de la sangre de
Cristo, por donde ningún poder enemigo puede penetrar. El
escudo se empleaba particularmente en los asaltos a las
fortalezas, desde las cuales solían ser arrojados sobre los
asaltantes dardos encendidos. Pablo dice que el “escudo de la
fe” puede apagar o detener los “dardos de fuego del maligno”.
. El yelmo de la salvación. Era el casco del soldado que
protegía la cabeza y el rostro. La aplicación es que el yelmo
protege al creyente contra los malos pensamientos, las
intenciones de la carne y todas las maquinaciones que nacen
del ser interior. Los pensamientos se mantienen seguros en la
salvación ofrecida por Dios.
. La espada del Espíritu. La espada era el arma ofensiva
contra el enemigo. Aquí representa la proclamación de la
verdad misma, contenida en el Evangelio que alejará las
tinieblas (Juan 8:32). Las otras partes son defensivas, pero la
espada permite avanzar y atacar.

145
El versículo dieciocho termina diciendo: "Orando en todo
tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en
ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos".
Con la armadura de Dios (o actitudes hacia Dios) se está listo
para la lucha. La guerra se pelea y se gana en oración. El orar en
el Espíritu produce la victoria espiritual.
Cuando Dios creó al hombre, le entregó el mundo para
gobernarlo y enseñorearse. El pecado trajo sujeción, esclavitud
espiritual y moral. Solo la obra de Cristo, ha despojado al diablo
de su autoridad sobre los hombres. Ha exhibido públicamente a
las fuerzas del mal, declarando su derrota en la cruz. La Biblia
declara que el Señor en la cruz: “Desarmó a los poderes y a las
potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al
exhibirlos en su desfile triunfal” (Colosenses 2:15 NVI).
Por medio de la fe en el sacrificio y resurrección de Cristo,
una nueva autoridad ha comprado a los creen en El. Efesios lo
declara con estas palabras:
...y la incomparable grandeza de su poder para los que
creemos...que ejerció en Cristo... muy por encima de
todo gobierno y autoridad, poder y dominio y de todo
título otorgado, no solo en este tiempo sino también en
el venidero. Dios puso todas las cosas bajo sus pies...
(Efesios 1:19-22 NVI).
La victoria de Jesucristo en la cruz alcanzó varios aspectos y
significados prácticos para la vida de fe:

. Venció a Satanás como autor del pecado, de la enfermedad


y de la muerte.
. Lo venció como gobernante de los reinos del mundo. Con
su victoria, Él se convirtió en Señor de todo.
. Después de resucitar, el mismo Señor declaró: "Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra".

146
Esta nueva autoridad fue transferida por Cristo a su iglesia.
Pablo dice que: "....lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo” (Efesios 1:22-23).

De la misma forma que el creyente en Cristo se comunica con


Dios en el ámbito espiritual, así los siervos de Satanás se
comunican en el ámbito espiritual con su dios. Se debe
reconocer que los siervos de Satanás conocen más del uso del
espíritu que la mayoría de los cristianos. El espiritismo, la
necromancia y las demás formas de comunicación con lo oculto
son reales. Un ejemplo de esto son las proyecciones astrales, en
que los brujos salen de sus cuerpos.61
Una conocida ex-bruja del Brasil, convertida al
cristianismo, asegura de acuerdo a su testimonio, que el poder
de los brujos tiene la capacidad para destruir en solo tres días un
hogar, y en siete transformar a un hombre en homosexual. Pero
en general, en el mundo cristiano, el auténtico poder de Dios
contra las huestes de maldad no ha alcanzado los niveles que
Dios quiere para su iglesia. En consecuencia, será la
responsabilidad de los creyentes buscar la autoridad del Espíritu
que ha sido delegada por Jesucristo y emplearla para librar la
batalla en el mundo espiritual, contra huestes espirituales ya
vencidas.
4.- Liberación y mantención de una vida
espiritual optima.

61 Desdoblamiento o también llamado “Viaje astral” es la práctica que implica


salir del cuerpo en espíritu, cuyo objetivo es viajar en el espacio. Esto se practica
por medio de los poderes del ocultismo. Es la forma frecuente en que trabajan los
brujos y todos los que realizan prácticas satánicas. En el caso de los cristianos, no
se deben buscar tales experiencias. Han existido ciertos casos en que Dios
soberanamente lo ha hecho con algunos creyentes, pero no es recomendable
buscarlo como experiencia.

El diablo y todos sus espíritus malignos reconocen y


deben sujetarse delante de la autoridad de Dios. El juicio de

147
Satanás se ejecutó en el calvario. Eso significa que el diablo no
puede acusar a los hermanos, porque están cubiertos bajo el
poder de la sangre de Cristo. El evangelio es poder de Dios y
revela la condición de las personas oprimidas para libertarlos de
las ataduras satánicas. La lucha espiritual puede operar en
cuatro áreas:

. Contra las ataduras del pecados.


. Contra las experiencias traumáticas.
. Contra los falsos modelos de vida y
. Contra las maldiciones familiares.

En cada una de estas áreas Dios desea obrar. En el siguiente


cuadro se presenta un diagrama de la lucha espiritual, seguida
por la voluntad de Dios y por el arma espiritual que se debe
emplear:

¿Cuál es el problema básico que se enfrenta en las


realidades espirituales? Cuando el ser humano se convierte al
Señor llega ante Dios con una vida semejante a un campo

148
invadido por influencias espirituales, haya estado conciente de
ello o no lo estuviera. Esto es así porque una vida sin Cristo
está: “… siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2). Pero, ahora el
creyente está “En Cristo”, lo que significa que ya no debe
someterse a tales poderes, sino que debe “fortalecerse en el
Señor y en el poder de su fuerza”, para estar firme “contra las
acechanzas del diablo” (Efesios 6:10-11). Así que, todo
beneficio que Jesucristo alcanzó en la cruz para el hombre,
debe ser apropiado por el creyente a través de un acto de fe.
¿Cuáles son los pasos para hacerlo? Básicamente son tres los
pasos:

. Confesar los pecados cometidos en arrepentimiento.


. Someterse concientemente al señorío de Jesucristo sobre
la vida (Rom. 10:13).
. Declarar que se está muerto al pecado, pero vivo para
Dios (Rom.6:11-14).

Pero, mientras el creyente no actúe con fe en el terreno


espiritual, el poder de Dios no se ha de manifestar plenamente
sobre su vida. Eso significa que aquellos poderes espirituales
que nos oprimían antes de convertirnos, no se alejarán de la
vida automáticamente al volverse a Cristo. Por el contrario,
van a luchar para entorpecer el caminar con el Señor.

En consecuencia, el enfrentamiento contra estos poderes


espirituales se efectúa a través de dos maneras: Individual y
mediante la ayuda de terceros. Eso significa que el creyente
debe asumir a solas con Dios su lucha, por medio de la
oración. Pero, a su vez, a veces será necesaria la ayuda de
hermanos mayores con autoridad espiritual.62 Esto es, porque
en ocasiones, es tal la naturaleza de la lucha espiritual que un

62 Como principio primario, no es bueno que el cristiano desarrolle una


dependencia de un ministro o un hermano que libre la batalla por él

149
creyente está enfrentando que se hace necesario el apoyo de
otros hermanos que le ayuden a recibir discernimiento y orar
por él. En estos casos la asistencia pastoral es necesaria. Esto
último se da, especialmente en los casos en que el convertido
estuvo involucrado en actividades del ocultismo, antes de ser
cristiano.

LA CONFESIÓN DE PECADOS

LA LUCHA
ESPIRITUAL

LA VOLUNTAD
DE DIOS

EL ARMA
ESPIRITUAL

Pecados no
confesados

Dar limpieza

Confesión y
Renuncia

Uno de los factores de más influencia en la personalidad


del cristiano es su pasado pecaminoso no confesado en forma
específica. Al mismo tiempo es tal vez uno de los aspectos
menos enfatizados en la actualidad. El apóstol Juan afirma lo
siguiente:
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a
nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si
confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo
para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda
maldad (1Jn.1:8-9).
Esta palabra está dirigida a creyentes y no a inconversos.
Es la confesión la que trae el perdón y no solo eso, sino
también limpieza de toda maldad o injusticia (gr: .........). Lo
primero apunta al pecado como deuda que Dios perdona y lo
segundo a la mancha que El remueve. La Biblia presenta
varios pasajes que advierten acerca del peligro de ocultar el
pecado, así como de las promesas de bendición si estos son
150
confesados.

151
En el salmo 32, el rey David presenta una declaración de
bienaventuranza de quien ha sido perdonado. Este salmo
presenta los dos cuadros: (1) Las consecuencias de la ausencia
de confesión, y (2) los resultados de confesarlo.
Primero: La no confesión de los pecados. David dijo:
Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo
el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mi tu mano;
se volvió mi verdor en sequedades de verano (Salmo 32:3-4).
La falta de prosperidad espiritual en la vida de un creyente
puede estar muy ligada a la ausencia de confesión de sus
pecados. El no confesar pecados es causa de opresión
espiritual.
Segundo: Resultados espirituales que trae la confesión de
pecados:
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes
andar. Sobre ti fijaré mis ojos (Salmo 32:8).
La comprensión de las cosas espirituales comienza en este
punto, cuando se deja que el Espíritu Santo muestre los
pecados que dejaron manchas espirituales. Estos dos
principios de la confesión de pecados son declarados en el
libro de proverbios. Dice el autor: “El que encubre sus
pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia” (Prov. 28:13).
En el libro de los Hechos se narra un episodio revelador
en este aspecto. Lucas dice:

Muchos de los que creyeron ahora llegaron y confesaban


públicamente sus maldades. Varios de los que habían

152
practicado la hechicería juntaron sus libros, los trajeron y los
quemaron públicamente (Hechos 19:18-19 NVI).
El pasaje muestra que aunque muchos se habían
convertido del paganismo, aún guardaban supersticiones y
libros de magia. Lo sucedido a unos judíos exorcistas
ambulantes trajo una convicción a la iglesia en Efeso de lo
inútil e indebido de estas prácticas y llegaron confesando este
pecado ante Dios y cortando con las raíces de la brujería al
quemar los costosos libros.
¿Cómo es posible que estos creyentes en Efeso no
hiciesen esto al momento de convertirse? ¿Se puede decir que
su conversión era falsa? La respuesta a estas preguntas es que
la convicción de lo pecaminoso no siempre llega al instante de
aceptar la fe. Generalmente, estas convicciones vienen
progresivamente y en ocasiones motivadas por un
acontecimiento como el que aquí se narra. En otras palabras,
los creyentes no son convertidos o perfeccionados en un
instante.
Por regla general, los criterios mundanos pueden persistir
junto con una genuina experiencia cristiana. Un ejemplo que
ilustra esto fue la iglesia de Corinto, enclavada en una de las
ciudades más corruptas de la antigüedad. Por las exhortaciones
paulinas, se desprende que a los creyentes en Corinto les tomó
algún tiempo ser convencidos de que tanto, la inmoralidad
sexual, como la participación en las prácticas de idolatría eran
incompatibles con la fe cristiana (1ªCorintios 6:9-11). Los
esfuerzos paganos, demostraron lo inútil que es tratar dominar
los espíritus malignos. Muchos de los convertidos de Pablo en
Efeso, se daban cuenta que las prácticas paganas, eran
inútiles, así como peligrosas.

153
Factores claves en la confesión de pecados:
1. Se deben evitar las generalidades. Es necesario ser
específico en el pecado que se confiesa.
2. Se deben incluir pecados de infancia, si fuera necesario.
Las experiencias de la temprana edad marcan por el resto
de su vida a las personas. Por ejemplo: La costumbre de
manipular a quienes le rodean. Si un niño es manipulador,
puede manifestar esta costumbre de adulto. Y,
probablemente se va a evidenciar en su vida espiritual en
una falta de sometimiento a las autoridades de la iglesia.
3. Una vez que el pecado ha sido confesado, debe haber una
renuncia formal a ser seducido nuevamente por el mismo
pecado. “… renunciando a lo oculto y vergonzoso, no
andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios”
(2ª Corintios 4:2). La renuncia ayuda a resistir la tentación
a caer nuevamente en el mismo pecado confesado, pues se
ha renunciado a ser seducido.
4. Aunque todos los pecados son iguales delante de Dios,
algunos pecados, por su naturaleza, dejan consecuencias
más serias que otros en la persona. Algunos pecados
altamente condenados por las Escrituras son: Las prácticas
del ocultismo en cualquiera de sus formas (Deut. 18:9-14).
Las desviaciones o liberalismo sexual (1ªCor.6:9, 18). El
incesto (Deut.27:22). Y el bestialismo o sexo con
animales (Deut.27:21).
La confesión trae perdón y limpieza espiritual. También,
corta toda maldición que esté sobre la vida de una
persona. Si esto no es reprendido, se puede transformar en
un problema posterior a sus descendientes.

5. La confesión debe ser hecha a Dios. Si es necesario, se


debe pedir la ayuda a los líderes de la iglesia. En este

154
punto, la labor de un ministro será ayudar y guiar a dicha
persona para que obtenga su liberación.
Para cerrar esta idea de la confesión de pecados, es
necesario recordar que en este proceso de limpieza espiritual
no está en juego la salvación. El creyente no es salvo por la
cantidad de pecados confesados, sino por su fe en el sacrificio
de Cristo, que trae la salvación. La confesión guarda relación
con la santificación progresiva del creyente.

LA LIBERACION DE EXPERIENCIAS TRAUMATICAS

LA LUCHA
ESPIRITUAL

LA VOLUNTAD
DE DIOS

EL ARMA
ESPIRITUAL

Experiencias
Traumáticas

Sanidad

Perdón y
Bendición

Algunos de los problemas espirituales de los cristianos


pueden estar asociados con experiencias traumáticas
experimentadas en la infancia o durante la adolescencia.
Esto es particularmente serio cuando personas en su
infancia se vieron envueltos en pecados abominables como
por ejemplo: incesto, abuso sexual, diversas perversiones,
mentira compulsiva u ocultismo. Sin duda, en aquellos
pecados que se cometen voluntariamente, la confesión trae
liberación de los problemas de conciencia y de las opresiones
del enemigo que afectan la conducta. Pero, en los casos en
que el individuo fue víctima de abusos de cualquier tipo, el
camino para la liberación es el perdón hacia quién o quiénes
pecaron contra él (Mateo 5:44; Rom. 12:14).

También las experiencias de violaciones sexuales o


155
incitación bajo coerción a practicar actos abominables, dejan
profundas huellas que entorpecen el crecimiento espiritual del
hijo de Dios. En los casos de abuso sexual, queda como

156
resultado una fuerte inseguridad que se manifiesta en temores,
problemas de personalidad e integración grupal. En los casos
de varones abusados, el enemigo trae a la mente
constantemente la mentira de una homosexualidad reprimida.
En el caso de las niñas, lo más común es culparse del hecho
pensando que ellas provocaron, en alguna forma, la situación
y esto puede desembocar en un abandono a la inmoralidad
sexual y aún a la prostitución.
Los abusos que sufren los niños en la actualidad se
pueden agrupar en cuatro categorías amplias, que a su vez se
interrelacionan. Cada tipo de abuso deja huellas negativas en
común. A continuación presento un cuadro de cuatro tipos de
abusos. Las reacciones negativas que se enumeran no son
exhaustivas. Porque, el resentimiento, la ira y los problemas
en las relaciones interpersonales acompañan casi siempre a
cada una de estas cuatro clases de abuso.

4 clases de
abusos

Cuatro reacciones negativas comunes

Abuso sexual

Vergüenza extrema y problemas sexuales.


También se dan el miedo y la ira.

Abuso físico

Rabia excesiva y problemas en las relaciones


interpersonales.

Abuso
psicológico

Auto imagen muy negativa y espíritu de


rechazo. Siempre produce ira.

Abuso religioso

Confusión extrema en cuanto a Dios y la fe


cristiana; incapacidad de confiar en El y en
su Hijo.

157
Nuestro Señor Jesucristo anunció que El vino a “…
sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a
los cautivos” (Lucas 4:18). Cualquier experiencia que traiga
una esclavitud de dolor, rencor, amargura, depresión o

158
profunda tristeza, necesita el poder sanador de la sangre de
Jesucristo.
También se da el caso de que el creyente durante la
infancia haya sido objeto de algún sortilegio con el objetivo
de traerle supuestos “beneficios”. Es común que algunas
madres lleven a sus hijos con alguna curandera para
“santiguarlas”, pero lo único que se consigue es dejar en ellos
un bloqueo espiritual que va a entorpecer el futuro caminar
con Dios. Todo curanderismo deja huellas espirituales, ya que
la persona fue dejada expuesta a los poderes espirituales que
trabajan con el hechicero. En estos casos el creyente debe
confesar perdón hacia quien o quienes le llevaron con el
curandero, y declararse libre en el nombre de Jesús de toda
atadura espiritual que vino sobre su vida como producto de tal
experiencia.

IDENTIFICANDO LOS FALSOS MODELOS DE ESTE


MUNDO

LA LUCHA
ESPIRITUAL

LA VOLUNTAD
DE DIOS

EL ARMA
ESPIRITUAL

Modelos Falsos

Liberación

Identificación,
Confesión y
Renuncia

El objetivo de Dios es que cada creyente refleje la vida


abundante que El promete (Juan10:10). Pero, esto no siempre
se da en plenitud. Una de las causas son los falsos modelos o
patrones de conducta que vienen de la formación familiar.
Estos patrones son asumidos como “normales”, pero dichas
conductas son contrarias a la vida cristiana.
159
El apóstol Pablo dijo: “No os conforméis a este siglo…”
(Rom.12:2a). El concepto de “conformarse” lleva a la idea de

160
acomodarse a un molde, una forma o un patrón de vida.
Luego dice: “… sino transformados por medio de la
renovación de vuestro entendimiento” (Rom.12:2b). Aquí, el
apóstol está demandando de los creyentes reconocer y
rechazar todos aquellos modelos o patrones de conducta que
caracterizan la manera en que la humanidad, sin el
conocimiento de Dios, adopta y transformar sus vidas a través
de una sistemática renovación de la mente. Solo de esta
forma, se cumplen las palabras del apóstol: “para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta” (Rom.12:2c).
Es necesario identificar y rechazar los modelos
incorrectos a la luz de la Palabra de Dios. Las áreas de
influencia de los modelos mundanos abarcan prácticamente
todos los aspectos de la vida humana. Estos falsos modelos
son recibidos comúnmente en el hogar y la comunidad que
nos rodea. Un ejemplo típico, es la conducta que manifiestan
algunos cónyuges cuando entran a la vida matrimonial, que
llega a ser tan diferente a la que tenían al momento del
noviazgo. De acuerdo a las estadísticas, el porcentaje de
divorcios es muy alto en nuestra sociedad modera. Del
porcentaje que aún permanece junto, un 60% de mujeres, en
las encuestas ha manifestado la disconformidad de su vida
matrimonial. Se han quejado de la negativa transformación de su
esposo(a) una vez que están casados.
Otros ejemplos equivocados son el humanismo secular,
los modelos inmorales, las familias mal constituidas. El que
ha practicado sexo ilícito, generalmente desarrollará una
conducta torcida en el matrimonio. Es triste comprobar que
muchos hijos de Dios, aunque están redimidos, siguen
viviendo como mundanos. Esta es la mayor evidencia que
demuestra que aún se mantienen criterios y principios
contrarios a los enseñados en la Palabra de Dios.

161
A eso la Biblia le llama la “vana manera de vivir”. Y
como dice el apóstol Pedro: “la cual recibisteis de vuestros
padres” (1 Ped.1:18). Estos falsos modelos se manifiestan en
conceptos equivocados sobre la familia, las relaciones
humanas, el liderazgo, el sexo y las finanzas, entre otras. Los
falsos modelos son originados y duplicados sin ser evaluados
por la verdad de Dios al respecto.
El arma espiritual a emplear es: la Identificación, la
confesión y el acto formal de renuncia a los falsos modelos de
vida.

RECONOCIENDO LAS INFLUENCIAS ESPIRITUALES


FAMILIARES

LA LUCHA
ESPIRITUAL

LA VOLUNTAD
DE DIOS

EL ARMA
ESPIRITUAL

Maldiciones
Familiares

Liberación

Identificación,
Confesión y
Renuncia

Esto se refiere a lo que se denomina como la “herencia


espiritual”. La Biblia enseña claramente que los pecados de
generaciones pasadas afectan la vida de sus descendientes. En
Éxodo 20:4-5 Dios dice:
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté
arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte celoso, que visito la
maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen,…”
162
La realidad es que los pecados de los antepasados afectan
a las siguientes generaciones. El apóstol Pedro dijo:

163
“… sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana
manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres,
no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha
y sin contaminación,…” (1 Ped.1:18-19).
La mayor evidencia de la genuina conversión a Cristo se
aprecia en el abandono de los patrones pecaminosos, que les
habían sido heredados de sus familias. Esto se refiere a una
influencia que se había hecho cada vez más fuerte en las
generaciones por la acumulación de tradiciones en una
sociedad que valorizaba tales costumbres ancestrales.
Las maldiciones generacionales en la esfera espiritual
son tan reales como lo son las bendiciones de Dios. Con
frecuencia se puede apreciar claramente cómo la cadena de
maldiciones cobra más y más fuerza y se va repitiendo como
un ciclo interminable en las siguientes generaciones de
quienes no toman en cuenta a Dios en sus vidas.
Dios ha prometido en su Palabra cambiar la maldición en
bendición. Pero, nuevamente está el principio que esto no se
manifiesta automáticamente en la vida del creyente. Por el
contrario, se debe identificar este problema en la esfera
espiritual, en la forma de confesión específica, declarando la
decisión de renunciar y no volver a someterse a la cadena de
pecados y problemas que vienen como producto de la
maldición.
¿Cómo reconocer si existen maldiciones generacionales
operando en la vida de algún creyente (o incrédulo)? Lo
primero, es importante examinar el historial familiar y
determinar qué factor común se repite: ¿idolatría?, ¿Fracasos
matrimoniales?, ¿seducción por el ocultismo?, ¿suicidios?,
¿alcoholismo?, ¿pornografía?, ¿infidelidad?, etc. Lo segundo
será evaluar aquellas seducciones que más oprimen las vidas,
para determinar los pasos a seguir.

164
En Deuteronomio 28:1-14 se describe con detalle las
bendiciones que vendrían sobre el pueblo de Israel si este se
mantenía fiel al Señor. Pero, al mismo tiempo, el Señor les
advierte acerca de las maldiciones que les alcanzarían si eran
infieles a su redentor. En este capítulo (Ver Dt.28:15-46)
aparecen agrupadas siete posibles evidencias de estar en la
línea de una maldición familiar. Estas son:

1. Problemas mentales, emocionales o tendencia depresiva.


2. Enfermedades crónicas o hereditarias.
3. Esterilidad, tendencia a abortar o problemas femeninos
semejantes.
4. Fracasos matrimoniales.
5. Constante insuficiencia económica.
6. Tendencia a ser objeto de frecuentes accidentes.
7. Historial familiar de suicidios o muerte prematura.

El proceso de liberación de las maldiciones familiares son:


Identificar o reconocer el problema. Hacer la confesión y
renunciar a toda herencia espiritual de maldición.
En el próximo capítulo se hablará de la “otra cara de la
moneda”. Una visión negativa de los errores y desviaciones a
que está expuesta esta doctrina de la Guerra Espiritual.

165
166
Capitulo Siete

EXAGERACIONES O
DESVIACIONES EN QUE PUEDE
CAER LA DOCTRINA DE LA
GUERRA ESPIRITUAL

n los capítulos anteriores se habló de la realidad de la


Guerra Espiritual, con su base bíblico-teológica.
Corresponde ahora preguntarse: ¿Todas las prácticas que se
realizan son correctas y se enmarcan dentro de los conceptos
bíblicos? En opinión de este autor, parece que no todo es así.
En este capítulo expondré con cierto temor y asumiendo la
responsabilidad de mis palabras, sobre aquellos aspectos y
prácticas que considero que son incorrectos o que proceden de
dudosa fuente.
1. La raíz del problema: Una deficiente
hermenéutica.

¿De dónde vienen las desviaciones doctrinales? ¿Por qué


surgen tantas ideas diferentes si todos emplean la misma
Biblia? La respuesta a estas preguntas corresponde
esencialmente al empleo de una hermenéutica deficiente. La
correcta interpretación de la Biblia es imprescindible en
todos los argumentos que se presentan. La historia y el
desarrollo de la iglesia, han estado ligadas a la interpretación
bíblica. Cada movimiento histórico al interior de las iglesias
ha buscado sus bases bíblicas para apoyarse. A modo de
ejemplo, en el caso de la Reforma Protestante, encabezada por

167
Martín Lutero en el siglo XVI, la base teológica fue: “Solo la
gracia, solo la fe y solo la Escritura”.
El hecho es que, cuando se introducen otras ideas,
aunque tomadas de la Biblia, pero mal interpretadas, se
pueden llegar a desarrollar ideas extrañas y curiosamente
antibíblicas y alejadas del verdadero espíritu cristiano.
A continuación presento un cuadro de pasajes bíblicos
que, por regla general, se entienden erróneamente y eso puede
conducir con mucha facilidad a elaborar argumentos
equivocados y erróneos.

La Verdad
Bíblica

Interpretación
Correcta

Interpretación
errónea

Comentario

“La sangre de
Jesucristo…
nos limpia de
todo pecado”
(1Jn.1:7)

Limpia momento
a momento. La
fuente de
limpieza no
proviene del
creyente, sino de
Dios.

La sangre de
Cristo deja al
hombre
impecable,
exento de fallas
personales

La sangre de
Cristo lo limpia
por la fe, pero
se mantiene la
168
inclinación
hacia el
pecado.

“Porque no
sois vosotros
los que
habláis, sino el
Espíritu de
vuestro
Padre…”
(Mt.10:20)

Las ideas no
provienen del
creyente, sino
del Espíritu
Santo que
inspira a decir las
cosas.

El hombre no
debe hablar, sino
tener una actitud
completamente
pasiva.

Esta
interpretación
errónea
propicia la
base para la
pasividad de la
mente.

“Pedid y se os
dará;… todo
aquel que pide
recibe” (Mt.7:7-
8). “… si
pedimos
alguna cosa
conforme a su

Se debe pedir de
acuerdo a la
voluntad de Dios
y se recibirá.
169
Pedid “todo” lo
que queráis y lo
recibiréis,
incondicional-
mente.

Pensamiento
que lleva a una
oración no
inteligente, la
cual no busca
conocer la
voluntad de

170
voluntad él nos
oye” (1Jn.5:14).

Dios.

“Porque Dios
es el que en
vosotros
produce así el
querer como
el hacer…”
(Flp.2:13).

El hombre debe
de “querer” y
actuar en
cooperación con
Dios.

Dios ejerce su
voluntad en lugar
de hacerlo yo, y
Él obra en lugar
de obrar yo.

Una actitud
pasiva siempre
es peligrosa.

“y ninguno
enseñará más
a su
prójimo…”
(Jer.31:34;Heb.8:11)

No necesito que
ningún hombre
me enseñe las
conclusiones de
su vieja
naturaleza, pero
sí alguien que
me enseñe
según haya sido
él enseñado
adecuadamente
por el Espíritu
171
Santo.

No debo admitir
enseñanzas de
ningún hombre,
sino directamente
de Dios.

De este modo
se estorba el
conocimiento y
el crecimiento
en la fe.

“El os guiará a
toda verdad”
(Jn.16:13).

El Espíritu de
Dios nos guiará,
pero me toca a
mí ver cómo y
cuándo.

Él ya me ha
guiado a toda la
verdad.

Siempre habrá
otros asuntos
que conocer de
Dios.

“… y purificar
para sí un
pueblo
propio...” (Tito
2:14).

Somos
propiedad de
Dios y nos
sujetamos al
señorío de
Cristo.

172
Estamos
“poseídos” por
Dios, quien nos
mueve y nos
controla como
autómatas.

Una actitud
pasiva de la
mente, siempre
es peligrosa.

173
“Porque la
letra mata,
pero el
Espíritu
vivifica”
(2ªCor.3:6).

Este es un
contraste entre la
Ley mosaica (la
letra) y el
evangelio (el
Espíritu).

Es inconveniente
e innecesario
estudiar la Biblia,
nos podría matar
espiritualmente.

La Biblia es
Palabra viva y
vivifica el alma
del creyente.

“No os hagáis
maestros
muchos de
vosotros”
(Stgo.3:1).

El conocimiento
trae
responsabilidad
de cumplir lo
ordenado por
Dios.

No se debe
estudiar ni
enseñar la
verdad a otros.

Cada creyente
es responsable
de estudiar la
174
Biblia para su
propia
edificación.

Para interpretar las Escrituras será necesario manejar


algunos principios básicos de hermenéutica. La ciencia de la
hermenéutica entrega las herramientas para hacer
comprensibles los pasajes bíblicos de acuerdo a la intención
originaria que tuvo el autor sagrado al comunicar la verdad.
Para eso es necesario entender lo que el autor quiso decir a
sus receptores originales, basados en el lenguaje gramatical y
considerando el contexto histórico. Estos principios generales
se aplican a todo tipo de literatura antigua. La hermenéutica
especial es aquella que interpreta o aplica reglas específicas
para la interpretación de los distintos géneros literarios;
llámese historia, poesía, lenguaje figurado, profecía, y
literatura apocalíptica.

En el caso específico de los términos empleados en la


guerra espiritual, y como se trata de cosas espirituales, que se
explican en la Biblia por medio de figuras y metáforas, es
fácil caer en una espiritualización de los elementos
representados. Ya sea cuando se habla del soldado, de las
armas o de la guerra, propiamente tal. Es decir, si no se aplica

175
una interpretación adecuada se puede caer en una
extrapolación peligrosa de las figuras empleadas.
El lenguaje figurado o analógico usado en la Biblia,
tiene como propósito hacer comprensible una verdad
espiritual mediante el empleo de una figura conocida en
términos humanos. Se destaca la verdad principal, sin
necesidad de interpretar todos los detalles de ella, como en el
caso de las parábolas.
Cuando se interpreta una parábola, se busca siempre la
lección principal, y los detalles deben considerarse solo como
elementos decorativos a la narración. A modo de ejemplo
usaré la parábola de La Semilla de Mostaza. El tema principal
de la parábola es el Reino de Dios, como el propio texto lo
señala. Esta nos dice:
“El reino de los cielos es semejante al grano de
mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo;
la cual a la verdad es la más pequeña de todas las
semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las
hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen
las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas” (Mateo
13:31-32).

La lección es que la extensión del Reino de Dios sobre la


tierra, comienza desde algo tan pequeño, como una semilla de
mostaza, y llegará a crecer a una escala mucho mayor (como
un árbol). Los detalles como “las aves en sus ramas”, no
tienen significado alguno. Solo decoran la narración. Sería
inapropiado ver en “esas aves”, por ejemplo, la presencia de
las sectas falsas que se cobijan bajo el follaje espiritual de la
iglesia, para hacer sus actividades nefastas. O decir que “las
ramas”, representan las distintas iglesias del cristianismo, a
través de la historia. Eso sería ficción, alegoría y una abierta

176
descontextualización de la intención que tuvo Jesús al
emplear dicha parábola como parte de su enseñanza.
Este principio de interpretación también se debe emplear
cuando se consideran las analógicas ya señaladas
anteriormente en el estudio.
2. La selección de modelos que se emplean
actualmente.
La gran mayoría de los ejemplos o modelos están tomados
de las acciones del pueblo de Israel en el Antiguo Testamento.
Muchas veces la forma supera al principio involucrado. Todo
estos ejemplos están acompañados por medio de una prolífera
producción musical, cuyas letras se enmarcan dentro de la
temática; como por ejemplo: “Dios está llamando a la
guerra...”, “Con mi Dios yo asaltaré lo muros...”, “las armas
de la guerra... son fuertes en Dios”, “los muros caen...”, “El
Señor marchando va... lucharé hasta la tierra conquistar...”,
“Varón de guerra es Jehová...”, “Levántate... Señor, huyan
delante de ti tus enemigos...”, “En mi vida el capitán es
Cristo, no hay armas que nos puedan derrotar...”, y así por el
estilo.
a. La toma de Jericó.
El ejemplo clásico es la toma de Jericó. Esta ciudad,
durante la conquista israelita, fue rodeada durante siete días,
antes de ser tomada (Josué capítulo 6). En esta conquista se
aprecia el factor del respaldo divino. ¿Por qué Jericó fue
entregada a los israelitas de una manera tan sobrenatural?
Pablo Hoff explica:

1. Para evitar un sitio prolongado en que los israelitas


pudieran desanimarse y las otras ciudades-estados de
Canaán pudieran recobrar ánimo, unirse y atacar a Israel.
Una ciudad amurallada situada en la cumbre de una

177
colina podía resistir a una fuerza enemiga durante un
período casi indefinido, mientras tuviera agua y
alimentos.
2. Para enseñar a Israel que la tierra de Canaán era un regalo
de Dios recibido por fe, más bien que por la victoria de
sus armas.

3. Para aumentar la fe de los israelitas a fin de que ganaran


las batallas futuras. Los soldados de Dios debían saber
que la fe y la obediencia les darían la victoria y que nada
podría obstaculizar su conquista, fueran ciudades, carros
de hierro o formidables ejércitos.63
Según la Biblia esta fue una hazaña de la fe. “Por la fe
cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días”
(Hebreos 11:30). La ciudad fue tomada con una estrategia
muy extraña. Si es una hazaña de la fe, entonces se
desprenden lecciones y principios de fe. Agreguemos a esto,
que nunca se volvió a repetir esta forma de conquistar otra
ciudad cananea. Entonces las lecciones de fe son las
siguientes:

63 Pablo Hoff, Los Libros Históricos. Pág. 37.

1. La obediencia de la fe. Dios había prometido entregar la


ciudad en las manos de Josué, pero todos los israelitas
tenían que cumplir al pie de la letra los mandatos divinos.

2. Las armas de la fe. Los israelitas no debían usar


armamento pesado. Los hombres armados iban delante y a
la retaguardia de los sacerdotes que tocaban las bocinas de
carnero. Las bocinas no eran instrumentos de guerra, sino
religiosos. Una vez derrumbados los muros, el resto del
ataque fue hecho por los soldados, quienes “destruyeron a
filo de espada todo lo que en la ciudad había... y

178
consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella
había...” (Josué 6:21, 24).
Un asunto son los principios de fe involucrados y otra es
la repetición de la forma. En la actualidad, en algunos grupos
cristianos, se ha llegado a adoptar la forma como el modelo
bíblico a seguir. Se dice lo siguiente: “nosotros debemos
hacer lo mismo”. Es decir, rodear las ciudades con la idea de
que “con eso conquistaremos la ciudad para Cristo”.
También, se incluye en esto, el acto de rodear los templos
católicos y echarles maldiciones por su idolatría flagrante. De
alguna manera, se cree que haciendo eso, se atan “los
demonios de idolatría”. Visto de esa manera, se observa que
su fundamento es cuestionable.
b. La victoria de Josafat.

El otro ejemplo es la victoria del rey Josafat contra los


hijos de Amón y de Moab (2ª Crónicas 20). La historia bíblica
da a entender que ésta fue la prueba de fe más grande para
Josafat. La victoria obtenida fue en respuesta a la fe y no a un
método determinado o estrategia humana. El pasaje nos dice
que Judá había sido invadida por un gran ejército formado por
las naciones vecinas, encabezadas por Moab y Amón. El rey
Josafat sintió temor, pero aún así no reunió a su ejército para
tomar las armas. Su actitud fue distinta: pregonó ayuno y
reunió al pueblo de Jerusalén en oración a Jehová. El mismo
lo dirigió en oración. Reconoció que los hebreos no tenían la
fuerza suficiente contra ese poderoso ejército enemigo. Su
oración decía: “A ti volvemos nuestros ojos”. Tras la oración,
se levantó una palabra profética. El Espíritu del Señor vino
sobre un levita, y éste profetizó que la batalla no sería de
Judá, sino de Dios. El Señor les decía: “Paraos, estad quietos,
y ved la salvación de Jehová”. Consecuentemente, el rey y el
pueblo creyeron la palabra profética y marcharon hacia el sur,

179
donde estaba el enemigo. La victoria fue obtenida por medio
de cánticos de alabanza que los levitas interpretaban cuando
precedían al ejército judío en la batalla. Dios confundió esta
alianza de los pueblos enemigos, y los volvió el uno contra el
otro y así fueron destruidos. Los habitantes de Judá
encontraron los campamentos enemigos cubiertos de
cadáveres, llenos de adornos de oro y ricas joyas. Pasaron tres
días recogiendo despojos.
De esta historia se deben desprender los principios
prácticos, y no necesariamente la forma. El escritor Alejandro
MacLaren expone dichos principios de fe que se deben
aplicar. El dice:
1. La oración de Josafat nos enseña que cuando existe
verdadera confianza en Dios, ésta va acompañada
siempre por la desconfianza en los recursos humanos.
2. Alabar al Señor es la mejor manera de prepararse para
el conflicto. Las armas más poderosas son la hermosura
de la santidad (las vestiduras de los sacerdotes) y la
alabanza a Dios.

3. La verdadera fe proporciona la victoria y Jehová


bendice por medio de ella. Si alabamos a Dios en medio
de las aflicciones, el valle de la batalla se convertirá en
el “Valle de Beraca” (“bendición”) y nos llevaremos un
gran despojo para enriquecer nuestra vida.64

64 Alejandro MacLaren, Expositions of the Holy Scriptures (Exposición de


las Sagradas Escrituras, 17 tomos), Tomo 3 (Grand Rapid, Ed.
Eerdmans, 1944), pp. 170-176.

Pero, ¿Cómo se aplica o se practica en la actualidad?


Aquellos que lo hacen, pasan del principio involucrado a la
repetición de la forma. Es decir, mediante “un acto de fe” se
rodean los barrios, se cantan alabanzas, se arrojan elementos

180
como aceite y sal.65 Se ungen con aceite los pies, las manos y
se sale proclamando: “¡Yo os he entregado... todo lugar que
pisare la planta de vuestro pie!”. Y así se llega a pensar que
de este modo “conquistaremos la ciudad para Cristo” y
“poseeremos el territorio que Dios nos ha entregado” (Josué
1:3).

65 El símbolo del aceite fue usado por Jacob al ungir la piedra como señal
(Génesis 28:18). La sal fue usada por Eliseo para sanar las aguas
insalubres de Jericó (2ª Reyes 2:19-22).
66 Historia del hombre, Vol.2.Col. Mampato. Nicolás Velasco y Alberto
Ruiz, Redactores. pp.51-52.

El modelo misionero y evangelístico es el Nuevo


Testamento. Pues bien, de tales prácticas no se encuentra
información en el Nuevo Testamento. Tampoco que se haya
realizado durante alguna época en la historia de la iglesia. Lo
más cercano en la historia del cristianismo fueron las
Cruzadas, de los siglos XII y XIII. La idea era libertar la
Tierra Santa del dominio de los turcos. Los peregrinos, en sus
visitas a tierra santa sufrían la opresión, el saqueo y algunas
veces la muerte. La primera cruzada se denominó “La
Cruzada de los pobres”. Esta fue convocada por un humilde
monje, Pedro el Ermitaño, quien iba de aldea en aldea
narrando a los campesinos lo que había visto y sufrido en
Tierra Santa. Predicó la Cruzada con tanto fervor que
cincuenta mil aldeanos, con sus esposas e hijos, abandonaron
sus chozas para seguirlo. Aquella pobre gente partió de
Francia sin armas ni provisiones, esperando recibir ayuda
milagrosa de Dios, creyendo que en pocos días estarían en
Tierra Santa. El resultado fue que la mayoría murió de
hambre; otros se comieron sus caballos y sus bueyes,
abandonando las carretas en el camino. Muchos perecieron de
sed, bajo el sol despiadado y ardiente. Los pocos que llegaron
fueron masacrados por los turcos. Ninguno de ellos regresó
con vida a Francia.66

181
En consecuencia, la conclusión más natural es pensar
que esto obedece a una buena intención por parte de los
hombres de Dios, pero sin el fundamento apropiado. Y a pesar
de todo, Dios en ocasiones puede honrar esta forma de actuar
cuando es sincera y se hace con fe.
En la Biblia se encuentran ejemplos de actuaciones
divinas, seguidas de un gran respaldo a los hombres, aunque
existiera cierto nivel de ignorancia por parte de sus
protagonistas. Los ejemplos de los jueces Gedeón y Jefté, lo
ilustran a cabalidad. (Jueces 6-8 y 11:30-40). Los jueces en el
antiguo Israel fueron libertadores guerreros de la opresión de
pueblos vecinos. En ellos actuaba el Espíritu del Señor. Esta
unción que venía sobre ellos era uno de los factores evidentes
de la intervención de Dios para llevar adelante su cometido.
La disposición a pelear y la unción del Espíritu de Dios,
fueron los elementos básicos para traer el reposo y la paz a las
tribus en tiempos de opresión de pueblos enemigos.

Sin embargo, la ignorancia religiosa era notoria. Esta


nueva generación conocía solo aspectos externos de la
religión hebrea, pero no conocían la realidad espiritual de la
ley mosaica. En otras palabras, la mezcla de ideas religiosas
sincréticas les hacía caer en actitudes erróneas. Por ejemplo,
Gedeón después de la derrota de los madianitas demostró gran
prudencia cuando rehusó el título de rey (Jueces 8:22-35).
Pero, por otro lado, asumió equivocadamente labores
religiosas que le estaban prohibidas por la ley. La Biblia dice
que se construyó un efod de oro, para ejercer funciones
religiosas. Y el autor sagrado destacó el hecho, pues dice: “…
y todo Israel se prostituyó tras de ese efod en aquel lugar; y
fue tropezadero a Gedeón y a su casa” (Jueces 8:27). Pablo
Hoff comenta: “Parece que Gedeón era poco instruido en la

182
ley de Moisés, como la mayoría de los jueces de aquel
entonces, y actuaba por ignorancia”.67
Jefté es el otro caso que ilustra la actuación sincera, pero
bajo un manto de ignorancia religiosa de la ley mosaica. Jefté
fue un hijo bastardo y había sido expulsado del hogar por los
hijos legítimos. Pero, también era hombre de gran valentía y
nobleza de carácter. Llegó a ser el instrumento de Dios para
que Israel se sacudiera el yugo de la opresión de los amonitas.
El se esforzó para ser un siervo del Señor en Israel, pero sus
acciones revelaron una trágica amalgama de la devoción a
Jehová con la ignorancia y la superstición pagana. Su voto
temerario y necio de ofrecer a Dios a la primera persona de su
casa que saliera a encontrarle después de la batalla fue una
mancha fatal en su carácter. Cuando entró en batalla, leemos
que “el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté” (Jueces 11:29).
Pero, solo sus conceptos paganos le impulsaron a ofrecer un
sacrificio humano por la victoria y a pronunciar un voto
formal con este fin (11:30-31). Evidentemente, Jefté ignoraba
las expresas prohibiciones de la ley de Moisés, en contra de
todos los sacrificios de niños (Lv. 18:21; 20:2-5; Dt. 12:29-
31).
3. Los criterios de medición o evaluación.

67 Pablo Hoff, Los Libros Históricos, Pág. 71.

¿Cuáles son los criterios de evaluación en la efectividad


de la lucha espiritual? La manera correcta es la intercesión por
medio de los grupos de oración. Cuando se intercede se forma
una especie de nube espiritual que cubre el país o el sector
sobre el cual se ora, que impedirá la acción de las tinieblas.
Con esta afirmación, en ningún caso se niega el buen
resultado que pudiera alcanzar la intercesión de grupos de
oración en determinados lugares que se desean alcanzar con el

183
evangelio. Sin embargo, el solo hecho de hacer acciones
como las anteriormente señaladas, en si mismas no pueden
producir resultados efectivos. El fundamento de la fe sería
incorrecto
Entonces el criterio para medirlo sería por los resultados
o sus efectos concretos en el crecimiento y desarrollo de las
iglesias que lo practican. A juicio de este autor, eso no se
puede medir mediante criterios objetivos. Lo objetivo sería,
mayor desarrollo en el crecimiento numérico de una
congregación, y desarrollo individual de la vida espiritual del
cristiano. Esto reflejado en una mejor conducta ética, en la
madurez del carácter cristiano y en la toma de conciencia de
las responsabilidades de sus miembros. En otras palabras, se
debe reflejar un mayor desarrollo de la fe, la esperanza y el
amor por parte de los creyentes.
La Biblia es muy clara en lo que toca a criterios para
medir el nivel de madurez de una iglesia local. En el Nuevo
Testamento, Pablo los resume en las tres virtudes teologales.
“Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor: estos tres.
Pero el mayor de ellos es el amor” (1ª Corintios 13:13).
4. El problema de la alegorización extrema.
El método de interpretación alegórica de las Escrituras
desconoce el contexto y el trasfondo del pasaje bíblico y hace
abuso de la imaginación del intérprete, atribuyendo al texto
significados fantasiosos o forzados que apoyan su argumento.

Un ejemplo de esto ocurrió cuando cierto predicador,


expuso sobre Josué y la conquista de Canaán. Al final de su
sermón mencionó que Dios les había entregado, al igual que
Josué, una espada para cortar a los enemigos. Luego, exhortó
a los hermanos, diciendo: “¡toma, ahora tu espada y úsala!”.
El levantó su mano, y simulando tener una espada, comenzó a
cortar en el aire “el pecado y la maldad”. Luego dijo: “¡alza

184
tu espada y comienza a cortar!”. Ante la orden, todos los
hermanos comenzaron a cortar “no sé qué”. Luego proclamó
y lo gesticuló a si mismo: “¡si te es pesada la espada, tómala
con ambas manos, y sigue cortando, Dios esta noche nos dará
la victoria!”. Y así todos los asistentes tomaron “la espada
con ambas manos” y siguieron cortando. Obviamente esto
debe ser entendido como un acto simbólico o profético. No
podría ser literal. Pero, al día siguiente, me preguntaba: “¿Qué
pasaría, si alguno de estos hermanos siguieran con la idea que
tenían una “espada espiritual” en su mano, y siguieran
cortando, cuanta cosa les pasara por delante?”. Creo que con
eso estarían entrando en el terreno de las fantasías
espirituales. ¡Gracias a Dios, no se ha sabido de ningún caso
de esos!
Otro ejemplo similar, fue el caso de una predicadora
norteamericana, durante un congreso. Ella alegorizó su
mensaje durante la mayor parte de la exposición. Dio énfasis
a determinadas formas de guerra espiritual, como: gritos,
aplausos y zapateos. Enseñaba que estas acciones eran la
manera de derrotar a Satanás y a las huestes de maldad. Con
esto daba a entender que, de alguna manera, Dios habitaba en
el ruido y esto provocaría cambios es la esfera espiritual. Así
que, todo hecho a gran volumen, equivalía a la presencia de
Dios entre su pueblo.
Con cierta frecuencia, se oye de interpretaciones de
textos bíblicos con aplicaciones verdaderamente fantasiosas.
Cierto predicador enseñó, en una conferencia sobre guerra
espiritual, que Pablo se había desdoblado en su espíritu, para
estar presente entre los Corintios para disciplinar al incestuoso
mencionado en el capítulo cinco. En el texto dice:
“Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en
espíritu, ya... he juzgado... En el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de
nuestro Señor Jesucristo” (1Corintios 5:3-4).

185
Pues bien, dicha interpretación no resiste el más sencillo
análisis. Es absurdo pensar que ese fue el sentido de las
palabras que el apóstol quiso decir cuando lo aplicaba a este
caso de disciplina moral. Enseñanzas como estas son las que
tergiversan el sentido de la verdadera autoridad espiritual, y la
hacen aparecer como algo absurdo y fantasioso.
Llegó a mis oídos, el caso de una iglesia que hacía
guerra espiritual, donde gesticulaban todo. Mientras oraban,
“el líder espiritual” le decía a uno: “¡Toma tu espada en la
mano y combate! Luego le dijo a otro: “¡Aquí está Satanás,
písale la cabeza y aplástalo bajo tus pies!”. Así el hermano
comenzó a pisar intensamente sobre el piso, “la supuesta
cabeza de Satanás”. Otro joven decía: “¡Aquí tengo tu cabeza,
Satanás!”. En la vida cristiana real, esas cosas no tienen
consistencia práctica. No son efectivas contra los poderes
malignos, y solo llevan a la confusión de los creyentes. Al
momento que se predican o gesticulan parece ser algo muy
espiritual y edificante. El problema viene después. Ejemplo de
esto, es el hecho de que ese joven que le “pisaba la cabeza a
Satanás”, hoy en día ya no sirve al Señor.

En otra iglesia tenían la costumbre que cada vez que el


predicador subía al púlpito para predicar, iban delante suyo
“dos guardianes”, uno a cada lado, quienes gesticulaban con
sus manos que llevaban una espada que cortaba todo y con
ella iban “allanando el camino al predicador”, mientras se
dirigía al púlpito para predicar. Veamos la otra cara de la
moneda: su efectividad. ¿Las personas a quienes se les
ministra son libertadas por Dios? Probablemente sí, y las
personas son efectivamente ministradas, sanadas y libertadas
por Dios. El asunto para medirlo, si es correcto o no, no es
precisamente el resultado. Por regla general, Dios siempre
honrará la fe con que se hacen las cosas, si con esto se cree
servir sinceramente al Señor. El punto es que estas cosas

186
pueden desviar la atención de Dios, y llevar a un mundo de
fantasías espirituales, nacidas de experiencias subjetivas.
El otro problema que se observa respecto a la
alegorización de la Biblia es que, cuando se predica, las
enseñanzas parecen ser muy sublimes y profundas. Pero, a la
hora de enfrentar la realidad, y echar mano a las promesas de
Dios, estas no funcionan, porque su interpretación tiene una
base alegórica y subjetiva. No está fundamentado sobre la
enseñanza de sólidos principios bíblicos. Frente a la vida
práctica del crecimiento cristiano, solo la enseñanza bíblica
bien aplicada permitirá enfrentar con eficacia a los enemigos
espirituales: el mundo, el diablo y la carne.
Conocí el caso de una iglesia, guiada principalmente por
las revelaciones y las visiones que los hermanos tenían. A un
importante líder de esa congregación, “Dios le mostró” que en
un costado del altar del templo estaba “un pozo con la Sangre
del Cordero”. Quien lo dijo era una de las personas más
respetadas de esa congregación. Así que esto fue valorado por
los miembros de la congregación, a tal punto, que cuando se
oraba por un enfermo en el altar, y no sanaba, era llevado al
sector donde estaba el “pozo de la sangre”. Allí, se oraba y
gesticulaba simbólicamente, que se tomaba de la sangre del
pozo, y se la aplicaba sobre el enfermo, y éste era sanado.
Para los líderes de la iglesia eso representaba “un gran
privilegio de parte de Dios” el contar entre ellos con un “pozo
de la sangre del cordero”. ¿Pero, la gente sanaba? Sí, sanaba,
porque Dios honraba su fe, y su buena intención. Sin
embargo, la forma de practicar la fe en la sanidad divina era
totalmente subjetiva, y no tiene base alguna en el Nuevo
Testamento. ¡Si Dios honra la fe de los creyentes en este tipo
de situaciones, con mayor razón, honrará su propia Palabra,
sana y rectamente interpretada!

187
5. Una notoria espiritualización de las cosas.
El otro problema que se observa es una marcada
espiritualización de todos los aspectos de la vida. Es decir,
todo lo que sucede está en directa relación con “esta guerra
espiritual”. Todo lo que ocurre durante la vida, tiene solo dos
orígenes: o lo hizo Dios o lo hizo el diablo. Esto aplicado
hasta en las cosas más fortuitas y naturales. Es decir, todas las
circunstancias obedecen a una explicación espiritual. Por
ejemplo: un profesor de la Escuela dominical preguntó a los
alumnos: “¡¿Por qué llueve?!”. Un hermano le respondió muy
seguro: “¡Llueve, porque Dios quiere que llueva!”. Tal vez la
respuesta puede parecer muy espiritual y acertada. Pero,
desconoce asuntos tan elementales como las leyes de la
naturaleza que rigen el clima lluvioso que fertiliza los campos
para producir los alimentos. Pero, en general existe la
tendencia a espiritualizar las cosas y se quiere ver en todo la
mano directa de Dios. Y por el contrario, se piensa que las
calamidades naturales, las produce el diablo. Y de ese modo,
supuestamente, se explican todas las cosas que suceden. Así
se llega a determinar que: “nada es casualidad, y todo tiene
un propósito”, o “Dios con esto quiere un trato con
nosotros”. Con esta forma tan simplista de razonar, resulta
fácil caer en el fanatismo religioso.

Otros ideas extrañas que se han escuchado, es que esta


“guerra espiritual” es tan real que los hermanos ven,
literalmente, dardos que caen sobre ellos. Y deben hacer
gestos como “tomar el escudo de la fe” o la “espada del
Espíritu”. Una persona contó a este autor que un hermano “en
visión de Dios” le dijo a otro: “¡deja que te saque los dardos
que tienes en tu espalda!”. Me imagino, que hasta cierto
punto, eso puede ser real, en el sentido que así lo capta la
persona, o de ese modo Dios permite que lo sienta. El Espíritu
Santo puede, y de hecho lo hace, acomodar las circunstancias

188
dentro de la misma analogía. Pero, no se puede hacer, ni
extraer doctrinas de experiencias personales o subjetivas. Las
experiencias personales, no siempre son repetibles en todos
los casos
Un caso digno de “Ripley”
La experiencia de una iglesia pentecostal, en la ciudad
de Santiago de Chile, que comenzó con un genuino ministerio
de liberación, degeneró en situaciones absurdas. Llegaron a
desarrollar una mezcla incoherente de doctrinas y un
engañoso orgullo espiritual, muy anticristiano. Se trata de una
iglesia pequeña, de un barrio de nivel socioeconómico medio-
bajo. Aquí analizaremos cómo fue el proceso de desviación
doctrinal.
En sus inicios, comenzó como un ministerio muy
efectivo. Las personas eran realmente liberadas de influencias
demoníacas en sus vidas. Pero, en cierta ocasión se manifestó
durante una reunión, el supuesto espíritu de un brujo. Los
hermanos comenzaron a hablar con ese espíritu. Como había
fluidez en la comunicación, los creyentes le animaban para
que “aceptara al Señor en su corazón”. Su respuesta fue que
él, “no podía hacerlo, por temor a Satanás”. Situaciones como
estas siguieron manifestándose por un tiempo. Un grupo de
líderes de la iglesia estaban muy entusiasmados por conocer
más ampliamente otras áreas del mundo espiritual, mediante
estos casos. Los supuestos espíritus de brujos, se
manifestaban en tres o cuatro mujeres más de la
congregación. A esas personas se les llamó “puentes”. Eran
hermanas de la congregación que aceptaban esa situación.
Aparentemente no entendían el serio peligro que significaba
esta clase de sincretismo religioso; una mezcla entre
espiritismo y cristianismo.

Este tipo de experiencias se volvieron cada vez más


frecuentes y más extrañas. Y como dato curioso, se

189
manifestaban al momento de la predicación. ¿Qué ocurría
entonces? Prácticamente un grupo, salía del salón e iba al
sector de los baños, para seguir esta manifestación. Los que
escuchaban el sermón, cuando se podía, era un grupo
minoritario de la congregación.
En cierta ocasión, se manifestó, supuestamente, el
espíritu de un “cacique araucano”. Este espíritu les daba a
entender la situación de desesperanza en que se encontraban,
y que ellos podían ayudarlos. A partir de esta experiencia,
nació en la iglesia una nueva doctrina: “La oración por los
muertos”. Esto, en la práctica, se refería a hacer oraciones por
los nativos pre-colombinos que poblaron esta tierra. Como
ellos no conocieron el evangelio, ahora lo podían hacer
mediante esta iglesia. De este modo, podrían ofrecerles el
mensaje del evangelio a los espíritus de, tal vez, millones de
indígenas de América, y así llegarían a tener la oportunidad
de ser salvos.
Siguiendo en esta misma línea, cierto joven de esa
iglesia vivió una experiencia traumática. Antes de hacerse
cristiano, él había tenido una fuerte pelea con otro individuo.
El fulano quedó tirado en el piso, y supuestamente había
muerto, aunque nunca hallaron el cuerpo. En una ocasión se
manifestó un espíritu que decía ser el espíritu del individuo
agredido. Este lo acusaba de estar sufriendo en el infierno por
su culpa. La situación fue dramática para este joven. Durante
varios días su mente era atormentada por esta acusación
demoníaca. ¡Se sentía culpable del sufrimiento eterno de otra
persona en el infierno! Fue una situación muy preocupante. Es
como para destruir a cualquiera. Gracias a la oportuna
intervención de otro cristiano maduro, a sus consejos y ayuda,
pudo superar la situación, y hoy sirve al Señor.

El apoyo bíblico que empleó esta iglesia para fundamentar


dichas prácticas son dos citas de la primera Epístola de Pedro.

190
Los textos citados se enmarcan dentro de la descripción de la
muerte y resurrección de Cristo, en su acción redentora.
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los
pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios,
siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus
encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron,
cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días
de Noé, mientras se preparaba el arca, en el cual pocas
personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua”
(1ªPedro 3:18-20).
El otro texto es:
“Porque por esto también ha sido predicado el evangelio
a los muertos, para que sean juzgados en carne según los
hombres, pero vivan en espíritu según Dios” (1Pedro. 4:6).
La conclusión a que arribaron era que podrían llegar a
ellos mediante desdoblamientos del espíritu. Este tipo de
manifestaciones se hacían prácticamente todos los días. Según
ellos, así podrían llegar a predicarles a los “espíritus
encarcelados” en el infierno, incluso, a los espíritus de los
pre-diluvianos.
La práctica del “desdoblamiento espiritual” lo
justificaban diciendo que, esta era una forma “establecida por
Dios” para llegar a los brujos, incluso de otros países. Según
ellos, como era imposible predicarles a los brujos
personalmente, ya que por temor a Satanás, no se acercarían a
Cristo; ahora, mediante este sistema, podrían cambiar de
época y trasladarse a otros lugares en el mundo espiritual,
para que fueran salvos. En la práctica, durante los cultos, se
comenzaron a hacer oraciones por los muertos. De este modo,
se derivó a la costumbre de ir a predicar a los cementerios.

191
¿Qué significan las palabras de estos pasajes aludidos,
como base escritural? ¿La aplicación que se hace de ellos,
concuerda con la interpretación correcta?
Estos versículos forman parte de la serie de pasajes más
difíciles de interpretar de toda la Biblia. Es decir son textos
oscuros, llenos de dificultades y misterios. Las reglas de la
hermenéutica enseñan que los pasajes oscuros deben ser
interpretados a la luz de las enseñanzas claras de la Biblia.

Dentro del contexto general, estos pasajes forman parte


de un paréntesis donde la idea general es clara. El apóstol
Pedro habla de los padecimientos, resurrección y glorificación
del Hijo de Dios. Los sufrimientos vicarios de Cristo fueron
inmerecidos: “padeció una sola vez por los pecados, el justo
por los injustos”; el propósito fue para “llevarnos a Dios”;
este fin se consiguió, y ahora el creyente tiene acceso a Dios
por medio de él. La idea principal es clara. “El propósito del
escritor no fue despertar especulaciones vagas, sino dar
aliento práctico”.68 “La pasión y muerte de Cristo han de
servir de estímulo a los cristianos cuando sean perseguidos
injustamente”.69

68 Carlos R. Erdman. Las Epístolas generales. (17 Vol.), Pág. 78.


69 José Salguero. Biblia Comentada. Vol.VII, Pág. 128.
70 Carlos R. Erdman, op. cit. Pág. 78.

Cuando el texto habla de que Cristo “predicó a los


espíritus encarcelados,... en los días de Noé”; una de las
posibles interpretaciones señala que “la predicación la efectuó
Cristo, en la persona del Espíritu Santo, en los mismos días de
Noé, y no entre la muerte y la resurrección”.70 Es decir, estaba
el Espíritu de Cristo, por medio de la predicación de Noé,
llamando al arrepentimiento. Esta interpretación estaría
avalada por la misma epístola, donde menciona que el
Espíritu de Cristo, estaba presente en el ministerio de los
profetas del Antiguo Testamento. Pedro dice: “Acerca de esta

192
salvación, los profetas, que hablaron de la gracia destinada
para ustedes, investigaron con mucho esmero, tratando de
saber a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el
Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, al predecir los
sufrimientos de Cristo y la gloria que a éstos seguiría”
(1Pedro 1:10-12 NVI. Énfasis nuestro).

La otra posible interpretación habla que la predicación a


los “espíritus encarcelados” la realizó Cristo entre la muerte y
la resurrección. La doctrina del descenso de Jesús al Hades,
aparece en el credo apostólico, por primera vez en el año 390,
con la frase “descendit in inferna”= descendió a los infiernos
(a los lugares inferiores).71 En este caso, se alude, no al
infierno de fuego, sino que corresponde al mundo de los
espíritus de los muertos, en Hebreo: Sheol y en griego: Hades.

71 Francisco Lacueva. Curso de Formación Teológica Evangélica. Vol. IV


“La persona y la Obra de Jesucristo”. (Terrassa, Ed. CLIE). Pág. 197.
72 Predicación (gr. .........), en el Nuevo Testamento, se emplea
siempre para designar la predicación de las buenas nuevas. Por
consiguiente equivale a evangelización.

Pues bien, el texto dice que Cristo, en la condición de


“espíritu”, fue a predicar a “los espíritus encarcelados”. Es
decir, con su alma humana, ya glorificada, unida a la
divinidad, pero separada del cuerpo, que todavía seguía en el
sepulcro, Cristo descendió al lugar de los espíritus de los
muertos a predicar la buena nueva de la resurrección. El
sentido del vocablo “predicar” (gr.: keryssein), habla de la
misericordia de Dios y de los efectos de la redención. Esta
predicación, tiene que ver con el anuncio de una buena nueva.
La hipótesis de una predicación condenatoria o también
referida a los “ángeles caídos” que menciona la epístola de
Judas (Judas 6) estaría en contra del pasaje72. Se hace
evidente que si tiene que ver con redención, esos “espíritus
encarcelados” son las almas de los justos, muertos antes de la
venida de Cristo al mundo, pues el versículo veinte, dice que

193
eran los hombres incrédulos durante la construcción del arca
de Noé.
El hecho de que el apóstol destaca especialmente a los
contemporáneos de Noé, no lo hace para excluir a los demás.
Desea resaltar el largo alcance y la eficacia de la muerte
redentora del Hijo de Dios. Esta llegó incluso a aquellos que
en otro tiempo fueron considerados como grandes pecadores y
provocaron el mayor castigo de Dios sobre el mundo. Los
contemporáneos de Noé, fueron incrédulos a su predicación,
cuando la paciencia de Dios esperaba su arrepentimiento
(v.20). Pero después, cuando se desencadenó el diluvio que
confirmaban las palabras de Noé, al ver que no tenían ninguna
posibilidad de librarse, se arrepintieron, y antes de morir
pidieron perdón a Dios, y lo obtuvieron.
Entonces, si el alcance retroactivo de la obra expiatoria
de Cristo alcanzó tanto espacio de tiempo, es lógico pensar
que cubrió desde ese tiempo, hasta la muerte de Cristo. La
esperanza de los justos del Antiguo Testamento estaba puesta
en la venida del Mesías. Ellos esperaban la redención futura.
Esta esperanza se ilustra con las palabras del salmista: “Pero
Dios redimirá mi vida del poder del Sheol, porque él me
tomará consigo” (Salmo 49:15). Esta liberación ocurrió,
efectivamente, entre la muerte y resurrección de Cristo,
cuando descendió al mundo de los espíritus de los muertos, el
Sheol, para libertar a los justos del Antiguo Testamento que
esperaban la redención del Mesías (Cf. Efesios 4:9).

La visión de la vida futura en el Antiguo Testamento no


posee perspectivas muy jubilosas. No se presenta como una
aniquilación del ser humano. Antes bien, “predomina la idea
de supervivencia, pero en el Sheol, es un estado en que el
alma, desencarnada, arrastra una existencia lánguida, sumida
en oscuridad silenciosa y en la inacción, en el abandono y el

194
olvido (Salmo 6:5; 31:17; 88:3-6, 10-12).”73 La perspectiva
del Nuevo Testamento, cambia esta visión lúgubre, pues
Cristo, “quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la
inmortalidad por el evangelio” (2Timoteo 1:10).
El segundo texto de 1ª Pedro 4:4-6, especialmente el
versículo seis, que dice:
“Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a
los muertos, para que sean juzgados en carne según los
hombres, pero vivan en espíritu según Dios.”

73 José M. Martínez. Hermenéutica Bíblica. Pág. 327.


74 Donald C. Stamp, redactor de las notas en Biblia de Estudio
Pentecostal, nota a 1 Pedro 4:6, Nuevo Testamento. , Pág. 555.

Se trata de otro pasaje difícil. Pero es mejor entenderlo,


de acuerdo al contexto, como “referencia a los que escucharon
el evangelio mientras estaban vivos en la tierra, pero que
ahora están muertos. Oyeron el evangelio y creyeron, y
aunque han muerto, ahora viven con Dios. Este versículo se
puede parafrasear así: „El evangelio se les predicó a los que
creyeron y después murieron, para que tuvieran vida eterna
con Dios.”.74

En conclusión, ninguno de los pasajes apoya la idea de


una “segunda oportunidad” para los que mueren en pecado,
sin la gracia de la salvación. Tampoco dan pie para creer que
todos los hombres se salvarán sea cual fuere la forma en que
hayan vivido en la tierra. Esta obra de salvación, la hizo
Cristo, y una sola vez, en favor de los santos del Antiguo
Testamento. El ser humano, por más espiritual que sea, no
tiene el poder para libertar a espíritus residentes en el infierno.
Esa es la idea del purgatorio, de sacar gente del sufrimiento,
post-muerte, por medio de oraciones y ruegos, para que
accedan a la gloria. Esta práctica, aun es sostenida por la
Iglesia Católica Romana. Dicha doctrina nació en el siglo IV,

195
como una respuesta al deterioro espiritual de la iglesia, con
motivo de su institucionalización dentro del Imperio Romano.
El fundamento fue tomado de los libros apócrifos, y con
apoyo secundario de otros textos del Nuevo Testamento. Pero,
tales enseñanzas no tienen base en la enseñanza general de la
Escritura. No son más que conclusiones indefendibles de
frases en que se desconocen los pormenores del contexto
histórico.
Volviendo a la iglesia aludida, los otros textos bíblicos
secundarios que usaron para apoyar estas ideas fueron:
Jeremías 33:3.
“Clama a mi, y yo te responderé, y te enseñare cosas
grandes y ocultas que tú no conoces” (Énfasis
nuestro).
Juan 14:12.
“... el que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará
también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre”
(Énfasis nuestro).
1ª Corintios 2:9-14.

“... cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en


corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para
los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros
por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún
lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre
que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos
recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha

196
concedido... Pero el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente”. (Énfasis nuestro).
Estos textos, son relativos y, no guardan directa
relación, con los pasajes de la Epístola de Pedro. Cada
escritura tiene su propio fondo histórico, que aquí es
ignorado. Nadie duda que Dios puede ampliar el
conocimiento de su gloria, a todo siervo que desea buscarle,
pero siempre enmarcado dentro del mensaje bíblico. Las
mayores obras que los futuros cristianos podrán hacer, se
refiere a “todos los que creen”, y no solo para un grupo
selecto de personas. Sin embargo, es poco probable que estas
palabras puedan ser aplicadas primeramente a los milagros
que obraron los apóstoles después de la ascensión de Jesús. El
libro de los Hechos contradice esa opinión, pues no informa,
por ejemplo, que ningún apóstol resucitara a un hombre de
cuatro días de muerto. Debe ser aplicado a la difusión del
Evangelio que sería más extensa en tiempo de los apóstoles
que en sus días, y al mayor número de conversiones que en
consecuencia tendrían lugar. Ninguno de los sermones que
Jesús predicó convirtió a tres mil personas en un solo día,
como sucedió el día de Pentecostés. Las “mayores obras”,
entonces, significan un número más crecido de conversiones,
y mayor cantidad de milagros, por la presencia múltiple de
creyentes ungidos por Dios. Jesús era solo uno y, por ende,
estaba más limitado en su actuar. Pero ahora, a través del
Espíritu Santo, en muchos cristianos, el alcance es mayor.

El pasaje de 1ªCorintios 2:9-14; que dice: “Cosas que


ojo no vio, ni oído oyó... Dios ha preparado para los que le
aman...”, también fue mal interpretado. Según este grupo,
solo son discernibles por los “súper espirituales”, y está mal

197
aplicado. El propio contexto habla de la revelación de Dios en
la historia. Los que crucificaron a Jesús, no se dieron cuenta
lo que estaban haciendo. Si lo hubiesen sabido no le habrían
dado muerte al Hijo de Dios. Cuando menciona las cosas que
“Dios ha preparado” se refiere que no fueron percibidas en el
Antiguo Testamento; pero ahora, en Cristo, han sido
reveladas. Es decir, el evangelio habla de los grandes secretos
que estuvieron escondidos en las generaciones anteriores,
pero que han sido revelados en esta dispensación de la gracia,
que inauguró Jesucristo, el Mesías con su venida (Cf.
Romanos 16:25-26).

¿Quienes pueden entender estas verdades? El pasaje


divide a los hombres entre “naturales” (griego: psychikoi) y
“espirituales (griego: pneumatikoi).75 El natural, es aquella
persona que solo tiene su razón para interpretar los hechos.
No estaría capacitado para entender lo sobrenatural. Pero, el
espiritual, ha entrado en el plano sobrenatural de la vida
espiritual, y puede entender el plan salvador. Es decir,
corresponde al creyente “nacido de nuevo” y “el hombre
natural” a la persona sin esta experiencia espiritual. En este
sentido, el hombre natural no puede juzgar lo espiritual, pues
con su razón no puede comprender, ni aceptar el plan divino
de salvación. En cambio, el hombre espiritual, puede juzgar
de todo, tanto lo natural, como las cosas espirituales, que
superan lo natural.

75 Naturales (gr.........) y Espirituales (gr. ...........). En


conformidad con los términos, el hombre “natural” o “psíquico” es el
hombre que tiene a su disposición solo la luz de la razón natural; en
cambio, el “espiritual” es aquel que no solo dispone de esa luz, sino que
sobre ella tiene la luz sobrenatural de la revelación divina, dada por el
Espíritu Santo.

Descontextualizados estos pasajes, y aplicados a la


experiencia particular de esta iglesia, resultaban ser muy
gratificantes. Pues, naturalmente, estos “nuevos secretos

198
revelados”, y las grandes obras, solo estaban disponibles para
los “súper espirituales”. Personas con capacidades especiales
dadas por Dios para entender estos “grandes misterios
revelados”. Y esto, consecuentemente, llevó a esa iglesia a
desarrollar un desequilibrado orgullo muy anticristiano, por
ser “un ministerio único en el mundo”. Nadie lo tenía, sino
solo ellos. Todo esto choca violentamente con el espíritu
bíblico.

199
CONCLUSIONES
FINALES

as conclusiones a que se arriban en este libro, es que la


doctrina de la “Guerra Espiritual” no puede ser calificada
como de una “ficción”, porque tiene elementos reales
innegables. Pero, tampoco se puede definir, en su forma
actual, como “absoluta realidad”, porque en ella se encuentran
aspectos que bordean lo subjetivo y fantasioso. Como “Nuevo
énfasis doctrinal”, el concepto de Guerra Espiritual, se debe
entender en la actualidad, como la expresión de la lucha entre
el bien y el mal claramente descrita por la Biblia y avalada
por la historia frente a una realidad que no se puede negar. En
este sentido, se puede decir que: la guerra está ganada por
Cristo, lo que resta es la lucha espiritual por mantener lo
conquistado en la cruz.
Entonces, las conclusiones finales son las siguientes:
1. El concepto de “Guerra Espiritual” no es nuevo. Es lo
que siempre ha ocurrido a través de los siglos entre el
bien y el mal. Por tanto, será el deber de todo creyente
entender su posición en Cristo, y asumir los principios
bíblicos para avanzar en la proclamación del evangelio de
Jesucristo.

2. El énfasis actual, nace como una respuesta al desafío que


las tinieblas organizadas están dando como estrategia de
conquista. Desde esta perspectiva, la iglesia debe estudiar
y aplicar los principios de autoridad espiritual. El

200
principio dice que “cuando el pecado abundó,
sobreabundó la gracia” (Romanos 5:20). Si aplicamos
este principio al día de hoy, este se debe entender así:
“donde se están desplegando abundantemente las fuerzas
satánicas, los creyentes deben esperar mayor poder para
contrarrestar más efectivamente las fuerzas del mal”.
3. El empleo de la autoridad espiritual está en directa relación
con el nivel de espiritualidad de la iglesia. La oposición
por parte del mundo de las tinieblas se hace más fuerte en
la medida que baja la consagración de los creyentes. Al
bajar el nivel de consagración, baja automáticamente el
discernimiento de las maquinaciones satánicas (2ª
Corintios 2:11). La mayor prueba de esto fue el período
de la Edad Media. Los niveles del asalto demoníaco
sobrepasaron la capacidad espiritual de la Iglesia de la
época, para contrarrestar eficazmente dichas fuerzas del
mal. Por tanto, a mayor consagración y compromiso
cristiano, mayor avance en los planes de evangelización y
edificación del cuerpo de Cristo.
4. La sana interpretación de las Escrituras proveerá las
verdaderas estrategias de conquista espiritual. Se deben
seguir los patrones y principios del Nuevo Testamento en
su aplicación. Del Antiguo Testamento se deben extraer
solo los principios involucrados y no las formas descritas.
La repetición de una forma no siempre tendrá el mismo
efecto en todas partes. ¿Por qué no volvieron los israelitas
a conquistar otras ciudades, mediante el sistema de
rodearlas? La respuesta es que eso fue una situación
particular, y no una estrategia bíblica para repetirla
siempre.

5. Frente a las necesidades espirituales del ser humano solo


el poder del Espíritu Santo entrega la verdadera libertad

201
al hombre (Juan 8:32). Pero, el ser humano tiene la
tendencia a enmarcar a Dios en los modelos propios. Eso
nunca será posible. El Señor es un Dios de variedad y el
Espíritu Santo es su agente. Frente a los casos de
manifestaciones “extrañas”, pero que son de origen
diabólico, será la persona del Espíritu Santo quien
proveerá las pautas y las estrategias necesarias para
brindar una eficiente ayuda espiritual y alcanzar a la
población que nos rodea, bajo sus circunstancias
particulares.

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en Santiago de Chile, en abril de 2006.

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OTROS LIBROS DEL Dr. EUGENIO RAMIREZ M.
Temas: Sobre Guerra Espiritual y Liberación
“CONTRA HUESTES DE MALDAD”. Manual de
Instrucción práctica para el ministerio de liberación.
Este libro es sin duda un gran aporte a los llamados a capacitarse en este
ministerio. Detrás de la autoridad delegada por Jesucristo, existe un poder
mayor que el de Satanás. Este estudio enseña como emplear esa
autoridad en Cristo contra las “huestes de maldad, en las regiones
celestes” (158 páginas).
“VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA GUERRA
ESPIRITUAL”. Una perspectiva Bíblica, Histórica y
Práctica.
La perspectiva de este libro apunta a demostrar que las “huestes
espirituales de maldad” o demonios no son influencias ni poderes
abstractos; sino que son personalidades con voluntad, conocimiento y
sentimientos. Por tanto, solo la autoridad delegada por Jesucristo será la
única arma efectiva contra los poderes de las tinieblas. En este libro se
quiere demostrar que: “Las actuales prácticas de la Guerra Espiritual
corresponden a un genuino movimiento del Espíritu Santo. Esto está
respaldado por la Biblia y apoyado por la historia de la iglesia. (207
páginas)

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Temas sobre: El Espíritu Santo

DONES Y MINISTERIOS. La Obra del Espíritu Santo.


Ayer y hoy. (Publicado por Editorial VIDA).
Cuando pensamos en la Obra del Espíritu Santo entramos en una de las
aventuras más fascinantes de la vida cristiana. Del Espíritu Santo
recibimos la gracia, la revelación, la comunión, la fortaleza, la adopción, el
fruto del Espíritu y los Dones Espirituales. Pablo dijo: “No quiero hermanos
que ignoréis acerca de los dones espirituales” (1Cor.12:1). Hoy en día los
“Dones Espirituales” son casi unos perfectos desconocidos. El propósito
de este libro es hacerlos conocidos y activarlos en la vida cristiana normal.
(272 páginas).
LA UNCIÓN QUE QUIEBRA LOS YUGOS. Estudios
acerca de las Manifestaciones de la Unción.
Este libro, abarca un tema de actualidad: Las manifestaciones espirituales,
como las caídas, la “risa santa”, la borrachera espiritual, entre otras.
Este libro aborda con seriedad el tema, desde una perspectiva de alguien
que acepta como de Dios este movimiento. Su autor entrega una buena
base bíblica, histórica y vivencial. Contesta los argumentos más ácidos de
los críticos del movimiento y entrega sólidos fundamentos que avalan
estas experiencias espirituales. (233 páginas).
ACADEMIA PROFÉTICA. Formando una Generación
Profética.
Este libro está orientado a levantar el quehacer profético en la iglesia local,
así como el formar e instruir maestros proféticos. Cuenta con un sólido
fundamento doctrinal, como también el aspecto práctico. Una Escuela
Profética persigue tres objetivos: (1) Brindar enseñanza acerca de lo
profético. (2) Producir convicción y confrontación de las motivaciones
personales (3) Entregar impartición y activación profética. Este libro se
enmarca dentro de los conceptos de la actual “Reforma Apostólica”. (272
páginas).

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Comentarios Bíblicos
DE TODO LO MEJOR. Una exposición exegética de la
Epístola a los Hebreos.
Cuando pensamos en la Epístola a los Hebreos, pensamos en una gran
aventura. Y la verdad es que resulta ser una fascinante aventura el estudio
de esta carta bíblica. El libro explica con detalles acerca del sistema de
sacrificios levíticos, para aplicarlo a la obra de Jesucristo, como suprema y
definitiva revelación divina. Este libro es ideal para la preparación de
sermones, así como también, para la enseñanza en la iglesia local. (213
páginas)
EL EVANGELIO DE MARCOS. Un Estudio para
discipulado.
Este libro explora la fascinante vida de Jesucristo basado en el evangelio
de Marcos. Dividido en 16 lecciones. El énfasis está para la formación de
discípulos, para servir a un mundo necesitado, de acuerdo al patrón que el
mismo Hijo de Dios empleó con sus propios discípulos. (160 páginas)
DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO A LA PLENITUD
CRISTIANA. Un Estudio de la Epístola a los Romanos.
(Material para discipulado)
Un curso de ocho lecciones basadas en la Epístola a los Romanos. Sus
verdades profundas ayudarán al creyente a comprender las grandes
doctrinas de la salvación y de la vida cristiana. (157 páginas)

LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES. Un Estudio para


Discipulado.

La experiencia de la iglesia primitiva, nos ayudará a comprender las


estrategias que deben emplear las iglesias modernas. Este estudio
presenta en 16 lecciones los grandes principios del evangelismo, con
énfasis en misiones. (245 páginas).

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Sermones de edificación
“PALABRAS DE VIDA” Sermones de edificación y
crecimiento espiritual.
Sermones del Antiguo Testamento. Volumen 1.
Sermones del Nuevo Testamento. Volumen 2.
Estas obras son el resultado de años de la reflexión propia en la Palabra
de Dios y de predicación en el púlpito. Ambos volúmenes constan de 47
sermones, cada uno que han sido adaptados para usarlos desde cualquier
púlpito y son un verdadero manantial de “Aguas de Vida” que refrescarán
el alma de los oyentes y les edificarán en la fe. (230 páginas)
AVIVAMIENTO, DISCIPULADO, CONSAGRACION y
temas sobre LIDERAZGO CRISTIANO.
Este libro presenta el desarrollo de siete sermones sobre temas de
avivamiento, de discipulado y de Consagración. También incluye 15
artículos breves sobre el tema de liderazgo, que fueron escritos y
publicados en varios periódicos cristianos. (180 páginas).

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