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Capítulo 16. Amebiasis


Amebiasis
PARASITOLOGÍA HUMANA
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Capítulo 16. Amebiasis


PARASITOLOGÍA HUMANA
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Capítulo 16. Amebiasis


PARASITOLOGÍA HUMANA
PARASITOLOGÍA HUMANA
Capítulo 16. Amebiasis

Figura 16-1a.
Trofozoíto de Entamoeba
histolytica en vaso sanguíneo
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Figura 16-1b.
Trofozoíto de Entamoeba
histolytica
PARASITOLOGÍA HUMANA
Capítulo 16. Amebiasis

Figura 16-2. Pre-quiste


de Entamoeba histolytica
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PARASITOLOGÍA
Figura 16-3. HUMANA
Quiste tetrágeno de
Capítulo 16. (metaquistes)
E. histolytica Amebiasis con cuerpos cromotoidales
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Figura 16-4. Ciclo evolutivo de
PARASITOLOGÍA HUMANA Entamoeba histolytica.
Capítulo 16. Amebiasis 1. Quistes tetranucleados
(metaquistes). Son ingeridos por
vía oral a través de alimentos o
agua de bebida contaminadas
(A-C).
2-4. Después del desenquistamiento
en el intestino delgado, tanto el
citoplasma como el núcleo se
dividen, originando ocho trofozoítos
pequeños (trofozoítos metaquísticos).
5-6. Trofozoítos maduros (forma
minuta); se reproducen por fisión
binaria.
7. Prequiste uninucleado que
contiene cuerpos cromatoidales y
una vacuola grande de glucógeno.
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8. Quistes con dos núcleos y cuerpos


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cromatoidales.

Continuación…
Figura 16-4.
PARASITOLOGÍA HUMANA 9. Quistes con cuatro núcleos
Capítulo 16. Amebiasis
(metaquistes) que son eliminados con
las heces y son infectantes para la
persona que los ingiere.
10-11. Algunos de los trofozoítos
minutos pueden crecer hacia formas
magnas que penetran la mucosa
intestinal y por vía sanguínea invaden
otros órganos como el hígado,
pulmones y cerebro (a-b-c), donde
forman abscesos (ameboma). Los
trofozoítos sólo se encuentran en la
periferia de estas amebomas.
Abreviaturas: AB, absceso; CH,
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cuerpos cromatoidales; P, pared del


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quiste; E, eritrocitos; PS, seudópodo


único; N, núcleo con el nucléolo
central y puntiforme (cariosoma); VA,
vacuolas alimentarias; V, vacuolas con
glucógeno de quistes jóvenes.
PARASITOLOGÍA
Figura HUMANA
16-5. Factores que influyen en la
patogenicidad de Entamoeba histolytica
Capítulo 16. Amebiasis
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Capítulo 16. Amebiasis

Figura 16-6a.
Amebiasis intestinal,
ulceraciones del colon
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Figura 16-6b.
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Intensa necrosis y perforación


del colon.
Figura 16-6c. Trofozoítos de Entamoeba histolytica
PARASITOLOGÍA HUMANA
en interior de mucosa colónica (dentro de un vaso
Capítulo 16. Amebiasis
sanguíneo)
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PARASITOLOGÍA
Figura 16-7. Úlcera enHUMANA
botón de camisa por
Capítulo 16.Entamoeba
Amebiasis histolytica.
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Capítulo 16. Amebiasis

Figura 16-8. Amebiasis


hepática. Múltiples lesiones.
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PARASITOLOGÍA
Figura 16-9. Trofozoítos HUMANA
de Entamoeba histolytica
Capítulo 16. Amebiasis
en tejido hepático (1000x).
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Los síntomas leves pueden incluir:
PARASITOLOGÍA HUMANA
Cólicos abdominales.
Capítulo 16. Amebiasis
Diarrea: paso de 3 a 8 heces semiformadas al día o paso de heces blandas con moco y
ocasionalmente con sangre.
Fatiga.
Flatulencia excesiva.
Dolor rectal durante una defecación (tenesmo)
Pérdida de peso involuntaria.

La amebiasis es la infección por Entamoeba histolytica. En general, es asintomática,


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pero sus síntomas pueden ir desde diarrea leve hasta disentería grave.

Las infecciones extraintestinales pueden manifestarse como abscesos hepáticos. El


diagnóstico consiste en la identificación de la E. histolytica en muestras de heces o
con pruebas serológicas.

El tratamiento de la enfermedad sintomática es metronidazol o tinidazol, seguido de


paromomicina u otros fármacos activos contra los quistes en la luz.
PARASITOLOGÍA HUMANA
Hay 3 especies
Capítulode Entamoeba morfológicamente indistinguibles, aunque con técnicas
16. Amebiasis
moleculares puede demostrarse que son especies diferentes:

E. histolytica (patógena)
E. dispar (colonizadora inocua, más frecuente)
E. moshkovskii (capacidad patogénica incierta)

La amebiasis se debe a la infección por E. histolytica y tiende a producirse en regiones con


malas condiciones socioeconómicas y problemas sanitarios.

La mayoría de las infecciones se detectan en inmigrantes de América Central, la región


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occidental de América del Sur, las áreas occidental y septentrional de África e India
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subcontinental.

En los países desarrollados (p. ej., Estados Unidos), la mayoría de los casos se diagnostican
en inmigrantes recientes y viajeros que regresan de regiones endémicas.

Todos los años, alrededor de 40 a 50 millones de personas desarrollan colitis amebiana o


enfermedad extraintestinal en todo el mundo, y entre 40.000 y 70.000 mueren debido a
esta enfermedad.
Fisiopatología
PARASITOLOGÍA HUMANA
Capítulo 16. Amebiasis
Las especies de Entamoeba se presentan en 2 formas:
Trofozoíto
Quiste
Los trofozoítos móviles se alimentan de bacterias y tejidos, se reproducen, colonizan la luz
y la mucosa del intestino grueso y, a veces, invaden los tejidos y los órganos. Los
trofozoítos predominan en las heces líquidas, pero mueren en poco tiempo fuera del
cuerpo y, si se ingieren, serían destruidos por los ácidos gástricos. Algunos trofozoítos
presentes en la luz colónica se convierten en quistes, que se excretan a través de las heces.
Los trofozoítos de E. histolytica pueden adherirse a las células epiteliales del colon y a los
leucocitos polimorfonucleares (PMN) y destruirlos, produciendo una disentería
mucosanguinolenta pero con escasos polimorfonucleares en las heces.

Los trofozoítos también secretan proteasas que degradan la matriz extracelular y permiten
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la invasión de la pared intestinal y sectores más profundos. Los trofozoítos pueden


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diseminarse a través de la circulación portal y causar abscesos hepáticos necróticos. La


infección también puede avanzar por extensión directa desde el hígado hacia el pulmón
derecho y el espacio pleural o, rara vez, a través del torrente sanguíneo al encéfalo y otros
órganos.
Los quistes predominan en las heces formadas y resisten la destrucción en el ambiente
externo. Pueden diseminarse directamente de una persona a otra indirectamente a través
de los alimentos o el agua. La amebiasis también puede transmitirse por vía sexual durante
el contacto bucoanal.
PARASITOLOGÍA HUMANA
Disentería Capítulo
amebiana16. Amebiasis

Esta forma, habitual en los trópicos, se manifiesta con episodios frecuentes de heces
semilíquidas que suelen contener sangre, moco y trofozoítos vivos. Los hallazgos
abdominales van desde dolor leve a la palpación hasta dolor abdominal franco con fiebre
elevada y síntomas sistémicos tóxicos. El dolor a la palpación abdominal suele asociarse
con colitis amebiana.
En las recidivas, los síntomas disminuyen hasta convertirse en cólicos repetitivos y
deposiciones blandas, aunque también pueden producirse emaciación y anemia. El
paciente puede manifestar síntomas compatibles con apendicitis. En estos casos, la cirugía
puede promover la diseminación peritoneal de las amebas.
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Infección amebiana crónica


La infección amebiana crónica puede simular una enfermedad inflamatoria intestinal y
manifestarse con diarrea no disentérica intermitente asociada con dolor abdominal,
moco, flatulencias y pérdida de peso. La infección crónica también puede manifestarse
con tumores palpables dolorosos o lesiones anulares (amebomas) en el ciego y el colon
ascendente.
PARASITOLOGÍA HUMANA
Capítulo 16. Amebiasis
Enfermedad amebiana extraintestinal
La enfermedad amebiana extraintestinal se origina en la infección colónica y puede
comprometer todos los órganos, aunque el absceso hepático es la forma más
frecuente.

El absceso hepático suele ser único y en el lóbulo derecho. Puede manifestarse en


pacientes sin síntomas previos, es más común en hombres que en mujeres (7:1 a 9:1) y
puede desarrollarse de manera insidiosa. Los síntomas asociados con esta forma de la
enfermedad son dolor o molestias sobre el hígado que a veces se irradia al hombro
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derecho, además de fiebre intermitente, sudoración, escalofríos, náuseas, vómitos,


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debilidad y pérdida de peso. La ictericia, si aparece, es inusual y leve. El absceso puede


perforar el hígado e ingresar en el espacio subfrénico, la cavidad pleural derecha, el
pulmón derecho u otros órganos adyacentes (p. ej., el pericardio).
En la infección crónica, a veces se detectan lesiones cutáneas, en especial alrededor del
periné y los glúteos, que también pueden encontrarse en pacientes con heridas
traumáticas o incisiones quirúrgicas.
Diagnóstico
PARASITOLOGÍA
Infección intestinal: examen HUMANA enzimoinmunoensayo de las heces y/o
microscópico,
Capítulo 16. Amebiasis
pruebas serológicas
Infección extraintestinal: estudios de diagnóstico por la imagen y pruebas serológicas o
una prueba terapéutica
La amebiasis no disentérica puede confundirse con el síndrome de intestino irritable, la
enteritis regional o la diverticulitis. Un tumor en el hipocondrio derecho también puede
confundirse con un cáncer, la tuberculosis, la actinomicosis o el linfoma.
La disentería amebiana puede diagnosticarse erróneamente como shigelosis,
salmonelosis, esquistosomiasis o una colitis ulcerosa. En la disentería amebiana, las
deposiciones suelen ser menos frecuentes y menos acuosas que en la disentería bacilar.
Las heces contienen en general moco e hilos de sangre. A diferencia de lo observado en
la shigelosis, la salmonelosis y la colitis ulcerosa, las heces de la colitis amebiana no
contienen grandes cantidades de leucocitos, porque los trofozoítos los destruyen.
La amebiasis hepática y el absceso amebiano deben distinguirse de otras infecciones y
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tumores hepáticos.
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El diagnóstico de amebiasis se confirma al hallar trofozoítos amebianos o quistes en las


heces o los tejidos; no obstante, la E. histolyticapatógena tiene características
morfológicas indistinguibles de las especies no patógenas E. dispar y E. moshkovskii. Los
inmunoensayos que detectan los antígenos de E. histolytica en las heces son sensibles y
específicos y se realizan para confirmar el diagnóstico. Los ensayos de detección de DNA
específicos para E. histolytica están disponibles en laboratorios de diagnóstico de
referencia.
PARASITOLOGÍA
Las pruebas HUMANA
serológicas son positivas en
Capítulo 16. Amebiasis

Aproximadamente el 95% de los pacientes con un absceso hepático amebiano


> 70% de aquellos con infección intestinal activa
10% de los portadores asintomáticos
El enzimoinmunoensayo (EIA) es la prueba serológica empleada con mayor frecuencia.
Los títulos de anticuerpos pueden confirmar la infección por E. histolytica, pero pueden
persistir varios meses o años, lo que impide la diferenciación entre la infección aguda y
pasada en los residentes de áreas con prevalencia elevada de la infección. Por lo tanto,
las pruebas serológicas son útiles cuando se considera menos probable una infección
previa (p. ej., los viajeros a zonas endémicas).
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Infección intestinal amebiana
PARASITOLOGÍA HUMANA
La identificación de16.las
Capítulo amebas puede requerir el examen de 3 a 6 muestras de heces y
Amebiasis
métodos de concentración. Los antibióticos, los antiácidos, los antidiarreicos, los enemas y
los medios de contraste radiológico intestinal pueden interferir con la recuperación de los
parásitos y no deben administrarse hasta después del examen de las heces. E.
histolytica debe diferenciarse de E. dispar y E. moshkovskii, así como de otras amebas no
patógenas como E. coli, E. hartmanni, Endolimax nana e Iodamoeba bütschlii. Los análisis
moleculares basados en PCR y el enzimoinmunoensayo para antígenos fecales son más
sensibles y diferencian a E. histolytica de los no patógenos.
En los pacientes sintomáticos, la rectoscopia suele mostrar las lesiones mucosas
características en forma de ánfora, que deben aspirarse y examinarse en busca de trofozoítos.
Las muestras de biopsia de las lesiones rectosigmoideas también pueden mostrar trofozoítos.
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Infección extraintestinal amebiana
La infecciónPARASITOLOGÍA
amebiana HUMANAes más difícil de diagnosticar. El examen de las heces
extraintestinal
Capítulo 16. Amebiasis
suele ser negativo y, en general, resulta difícil recuperar trofozoítos del pus aspirado. Si se
sospecha un absceso hepático, deben solicitarse una ecografía, una TC o una RM, que tienen
sensibilidades similares, aunque ninguna técnica puede distinguir con certeza el absceso
amebiano del piógeno.

La aspiración con aguja está reservada para lo siguiente:


Lesiones de etiología incierta
Aquellos en los que la rotura parece inminente
Aquellos que responden en forma escasa a la terapia con medicamentos
Los abscesos contienen material semilíquido espeso de color amarillento a marrón
achocolatado.

Una biopsia con aguja puede revelar tejido necrótico, pero las amebas móviles son difíciles
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de hallar en el material del absceso y los quistes amebianos no están presentes.


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Una prueba terapéutica con un amebicida suele ser la herramienta diagnóstica más útil para
confirmar un absceso hepático amebiano.

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