Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1. Para adorar a Dios debemos entregarle todas nuestras cargas, para que él quite todo lo que
nos frena: tristeza, dolor, la concentración en nosotros. Esto impide abrir la boca.
2. Los Hermanos que están a cargo de dirigir los canticos tienen la bendición de Dios sobre
ellos, no deben tocar para dar la nota simplemente ni cantar solo por cantar, sino que
también en ellos se debe encender el Fuego de Dios.
3. Lo importante es el corazón agradecido, el corazón admirado, el corazón lleno de integridad,
de ternura, de admiración hacia Dios.
4. Pidamos al Señor que nos conduzca por el camino de la adoración que le agrada. (Derribara
todo argumento).
5. Pidamos a Dios que nos enseñe porque queremos hacer bien las cosas. (para que nuestra
alabanza sea sincera) Necesitamos una actitud de honra de obediencia, de sujeción, y de
respeto a nuestro Señor. (Actitud Correcta).
6. Es necesario que no alabemos a Dios de manera mecánica, sino de corazón, porque
podemos tirarnos al piso y no estar humillados. Para dar una autentica adoración no
podemos actuar con apariencia, ni por costumbre, ni por formas, sino por algo genuino,
como resultado de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
7. Podemos Cantar y No estar cantando, obedecer y no estar en obediencia, celebrar y no estar
celebrando.
8. La música fue concebida por Dios, y como nosotros también fuimos creados por Él, ejerce
un poderoso efecto en nosotros.
Dios quiere que sepas lo que estás diciendo cuando adoras que entiendas por qué danzas;
que veas si en realidad todo lo que haces para él es una situación momentánea en tu vida,
algo que desaparecerá a la mínima aflicción.
Cuando adoras no estás dando culto a un hombre sino al Dios que conoce todas las cosas,
a aquel que mira lo oculto del corazón.
Ya no nos concentramos más en nosotros mismos, sino que comencemos a morir al yo para
empezar a ser verdaderos adoradores. Que no viva ya Yo, sino que viva Cristo en mí (Gálatas
2:20).
¿Es Dios el centro de adoración? – ¿Cuál es tu meta cuando adoras? En ocasiones nuestros
cultos están enfocados en agradar los oídos de los asistentes, no a Dios.
Dejemos nuestros malos caminos y volvamos a Jehová, el cual es amplio en perdonar (Isaías
55:7).
EL concepto que tengamos de Dios determinará el grado de nuestra adoración – la medida
de nuestra adoración está siempre proporcional a la magnitud de nuestro amor a Él – el
amor no se demuestra diciendo, sino haciendo.