ADAMS Técnicas de estudio

1. Técnicas de estudio
Con estas Técnicas de Estudio no pretendemos descubrirte nada nuevo; sim-
plemente queremos hacerte reflexionar acerca de cómo debes enfrentarte al estudio
con el fin de que consigas un resultado óptimo. Ten en cuenta que lo que te indicamos
NO son NORMAS FIJAS, cada uno debe ade-
cuarlas a sus posibilidades.

Para obtener un mejor resultado en la or-

ganización de estudio diario debemos pro-
curar seguir una serie de pasos:

a) Confección de buenos esquemas-

resúmenes (cuando hablamos de
resúmenes hablamos de una serie
de apuntes que nos ayuden a recor-
dar todo el contenido)

b) Estudio de la materia prevista para

el día en la planificación:

— Comprensión perfecta.

— Memorización.

c) Realización de tareas: consulta de

las dudas a los tutores, realización de ejercicios de autoevaluación y evalua-
ción .

d) Revisión de lo que se estudiará al día siguiente. Si podemos avanzar y

comenzar a leer la materia que nos espera para el día siguiente, estaremos
facilitando nuestra tarea.

e) Repaso de lo estudiado anteriormente. Dado que manejamos una gran canti-

dad de información no debemos olvidarnos de repasar de manera periódica,
puesto que si avanzamos en la materia sin volver atrás, cuando queramos
retomar lo anterior se nos habrá olvidado por completo.

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2. Método de estudio
Es el procedimiento por el cual un estudiante
adopta una manera de aprender, cuyo seguimiento
le va a permitir mejorar su forma de estudiar y, en
definitiva, a comprender, aprender y recordar la ma-
teria del curso.

Un método de estudio adecuado requiere el

seguimiento de unas etapas, que deberán tener un
orden lógico. Las detallamos a continuación con
una breve explicación:

2.1. Comprensión
2.1.1. La prelectura
Lectura rápida que nos ayudará a tener un visión de conjunto del texto.

Al iniciar el estudio lo primero que debemos hacer es examinar el contenido con

una primera lectura de reconocimiento.

Para ello lo primero que hay que hacer es leer de principio a fin sin detenerse,
intentando localizar las ideas principales, generales. En esta primera toma de contacto
con la materia se debe conseguir tener una visión de conjunto, sin subrayar por el mo-
mento nada de lo que leamos.

Antes de iniciar la lectura es bueno echarle un vistazo al índice para saber exacta-
mente de qué tratará el tema.

Según se avanza en la lectura debemos plantearnos preguntas acerca de lo que

trata con el fin de favorecer la concentración.

2.1.2. La lectura
Lectura comprensiva del texto, el
objetivo será comprender lo que se ha
leído.

Si con la prelectura conseguíamos

una primera aproximación al tema (de
qué partes estaba formado, cuál era
su temática) ahora es el momento de
adentrarnos en la materia de modo
más profundo. En este punto ya esta-
mos preparados para estudiar.

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El primer punto debemos dedicarlo a la lectura comprensiva, leer para entender,

con lo que debemos hacerla de manera pausada, reflexiva, párrafo a párrafo, usando
el diccionario para aclarar el significado de los términos que no entendamos. No de-
bemos avanzar hasta que no hayamos comprendido íntegramente el texto que tenemos
delante.

Cuando estemos dentro de este proceso debemos tener en mente dos objetivos
básicos:

— Seleccionar lo fundamental: tratar de seleccionar las ideas y los aspectos

más importantes del tema y ver su encadenamiento lógico.

— Jerarquizar ideas: no todas las ideas tienen la misma importancia por lo que
hay que buscar las ideas fundamentales del tema y a partir de ellas las
secundarias, los detalles, fechas… Vamos de lo general a lo específico de tal
manera que cuando volvamos sobre ese tema en el repaso y recordemos una
idea principal esta nos llevará a recordar las ideas secundarias asociadas a
la anterior.

2.1.3. El subrayado
Subrayado de las ideas principales

Para seleccionar y jerarquizar ideas lo mejor es ayudarnos con el subrayado:

— Hay que señalar palabras clave y hacer anotaciones al margen, lo subra-

yado nos ayudará a conocer lo más fundamental del tema que nos ocupa.

— Nos permite destacar lo más interesante, lo que hay que tener en cuenta.
Esto favorece la comprensión y la memorización, en especial para los re-
pasos futuros.

— Hay que limitarse a lo relevante para nuestro estudio, que dependerá del
nivel de conocimiento que se tenga del tema.

Hay distintos tipos de subrayado:

— Lineal, líneas horizontales.

— Estructural, breves anotacio-

nes al margen que nos ayudan
a completar lo subrayado.

— Realce, son palabras o signos

que nos llamen la atención.

Muy importante, lo subrayado

debe tener sentido, tanto de manera
aislada como formando parte con todo
lo demás.

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2.1.4. La sintetización
Después de realizar la lectura y
subrayar las ideas claves estaremos en
condiciones de elaborar una síntesis
breve y con nuestras propias palabras
de los conocimientos que hemos ad-
quirido con el fin de lograr una mayor
asimilación.

a) El esquema. Podemos decir

que el esquema es algo así
como el esqueleto del tema.
Permite expresar contenidos
brevemente, jerarquizarlos y relacionarlos. El esquema surge como conse-
cuencia del subrayado estructural. En él solo pondremos palabras clave.

b) El resumen. Se trata de expresar en pocas y precisas palabras lo más im-

portante. Debemos hacerlo con nuestras propias palabras construyendo de
este modo un extracto de las ideas básicas.

Para hacer el resumen podemos rellenar, con nuestras propias palabras, el esque-
ma procurando que tenga unidad, relación entre las ideas y, sobre todo, que guarde
fidelidad con el modelo.

La elaboración de resúmenes permitirá distinguir lo fundamental de lo accesorio

favoreciendo con esto la COMPRESIÓN, la MEMORIZACIÓN y el REPASO.

2.2. La Memorización
Aprender y retener la información hasta ser capaces de reproducirla.

La memorización permite fijar unos contenidos en

nuestra mente (adquisición), retenerlos (consolidación)
y evocarlos (utilización).

Por lo tanto es un mecanismo básico para poder re-

producir en un momento dado lo aprendido.

Para poder recordar algo hay que tener un verda-

dero propósito de hacerlo, interés por fijar un contenido
en la mente. Por tanto, concéntrate en lo que pretendas
recordar.

Antes de memorizar, es imprescindible compren-

der. Si no entiendes algo, te costará un gran esfuerzo me-
morizarlo y lo olvidarás con más facilidad.

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Utiliza a menudo lo estudiado; para ello procura emplear diversos procedimien-

tos que hagan intervenir el mayor número de entradas sensoriales: vista (lectura), oído
(recitado) y realiza ejercicios prácticos.

2.3. El Repaso
Es un paso imprescindible para retener lo apren-
dido hasta usarlo, es decir, para evitar el olvido.
Para repasar, use como estrategias básicas la
relectura de los libros y el recitado: expresar de
viva voz y a nuestra manera lo estudiado y luego
comprobarlo utilizando para ello el material de sínte-
sis confeccionado por nosotros mismos.
Realiza los ejercicios y las actividades prácti-
cas de autoevaluación para repasar lo estudiado.