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LA PACIENCIA DE MARIA

Mis queridos hermanos lectores nuevamente tengo la oportunidad de compartir con ustedes
la doctrina de la fe. Hoy en este artículo me he propuesto hablarles un poco de la Virgen
María, ya que aún estamos finalizando este mes de octubre dedicado a nuestra Madre; quiero
enfocarme en esta pequeña palabra la PACIENCIA DE MARIA.
Si mis hermanos, esta virtud fue muy bien aplicada en la vida de la santísima Virgen María;
ella es un modelo perfecto de paciencia. Se puede decir con toda claridad que es la llena de
gracia, puesto que ella poseyó todas las virtudes, y de alguna manera todas de un grado
heroico. Como dice Santo Tomas: “la bienaventurada Virgen ha sido excelente, en todas
se nos presenta como ejemplar”. Mis hnos. María reúne todas las características para que
ella sea el modelo adecuado en quien nosotros podamos acudir en su ayuda, intercediendo
como siempre ante su Hijo por aquellas virtudes que más nos cuestan. Como nos dice san
Ambrosio: “fue María de tal condición que su sola vida es modelo para la de todos”.
Mis hermanos vivimos en esta tierra como si fuera un valle de lágrimas, porque de alguna
manera todos tenemos que parecer y con la virtud de la paciencia podemos conseguir la vida
eterna, como nos los dice el Señor (Lc 21, 19). “mediante vuestra paciencia salvareis vuestras
almas” por eso Dios nos dio a la Virgen María especialmente como un modelo de paciencia.
El ángel revelo a santa Brígida que la vida de la Virgen trascurrió entre sufrimientos. Es
como ver crecer una rosa en medio de espinas, así ella fue creciendo en tribulaciones. En
muchos momentos de su vida practicando la paciencia, como, por ejemplo: en las bodas de
Canna, “Mujer, qué nos va a Mí y a Ti?” o cuando estaba a los pies de la cruz de Jesús. Que
amor tan grande nos tiene nuestra Madre María.
Por eso mis hermanos si deseamos ser hijos de la Virgen María tenemos que imitar en mucho,
principalmente en esta virtud de la paciencia, soportemos con paciencia las cruces que nos
viene directamente de Dios, como las enfermedades, la pobreza, las tribulaciones, los
tropiezos, injurias y entre otras.
Te invito a ti amado lector que cada vez que puedas digamos esta oración de san Alfonso
María de Ligorio la Virgen María, pidiendo como siempre su intercesión: Señora mía, Tú,
siendo inocente, lo soportaste todo con tanta paciencia, y yo, reo del infierno, ¿me
negaré a padecer? Madre mía, hoy te pido esta gracia: no ya el verme libre de las cruces,
sino el sobre llevarlas con paciencia. Por amor de Jesucristo te ruego me consigas de
Dios esta gracia. De Ti lo espero.
Un saludo para todos, Dios les bendiga. Y no se olviden de confiar siempre en la Santísima
Virgen María Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En Jesús y María. P. Gerónimo Hernández Reyes C. SS. S.

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