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marco teórico

Todo profesional en formación o proceso se vuelve un modelo activo durante ese


desarrollo, asociar esta formación con ciertas satisfacciones que generen el consumo del
tabaco en el aprendizaje, lo cual tiene sus bases en la Teoría del Aprendizaje Social o
Teoría Cognoscitivista y Teoría Humanista en las cuales podemos sostener las siguientes
afirmaciones:

El aprendizaje por observación con frecuencia se denomina "modelo", en el sentido


de que las personas aprenden qué esperar por medio de la experiencia de otros. Al
relacionar este aprendizaje por modelo se puede pensar que las personas pueden obtener
una comprensión de las consecuencias de dichas acciones observando a otros individuos
similares, en este caso a otros estudiantes y evidenciando si los procederes resultantes son
efectivos o no en el proceso académico. El aprendizaje por observación es muy poderoso,
cuando la persona que es observada tiene poder, es respetada o se considera que es como el
observador.

Por consiguiente, el refuerzo es un acto de respuesta al comportamiento de una


persona que predice si existe la probabilidad de que se repita o no la experiencia, en este
caso, el uso del tabaco como método relajante ante la tensión como ayuda a los
universitarios. Existen dos tipos de los llamados “refuerzos”, por un lado, está el positivo,
que se lo realiza a través de recompensas en nuestro caso de estudio seria la sensación de
bienestar que genera el consumidor cuando ingiere el tabaco, mismas que incrementan las
posibilidades de que se repitan el comportamiento del estudiante. También están los
negativos los cuales incluyen castigo y falta de respuesta, en el caso de estudio (las
enfermedades respiratorias).

De acuerdo con el autor Skinner y su teoría del conductismo operante, el refuerzo


positivo fortalece la conducta de aproximación y el refuerzo negativo fortalece la conducta
de escape.

Con el refuerzo negativo (anuncios de prevención) se propone eliminar un resultado


que puede convertirse en una amenaza o malestar, en tanto, el castigo se propone para
debilitar la conducta que se considera negativa.
En contraparte, las recompensas pueden utilizarse para promover el aprendizaje y
mantener la utilización del mismo método.

Los procesos educativos universitarios que proporcionan recompensas visualizables,


como las calificaciones o factores motivacionales como elogios, estimulan la
autorrecompensa, es decir, alientan a los estudiantes a establecer hábitos positivos generan
confianza en ellos, es por lo expuesto que cuando el estudiante tiene alguna ayuda o
estímulo para sobrellevar su estrés lo toman como una medida compensatoria, para quienes
consumen cigarrillo, por el contario para quienes no son aficionados a esta práctica para
mejorar su rendimiento académico sienten que es necesario solo el esfuerzo. Por ende,
deben emplearse con alto criterio la motivación extrínseca para ayudar a motivar el cambio
de comportamiento, con el fin de evitar la dependencia de los refuerzos externos.

En la Teoría de Aprendizaje Social, según Albert Bandura en (Bandura, 2019)


muestra que el comportamiento humano se “explica en términos de una teoría dinámica,
recíproca y de tres vías en la cual los factores personales, las influencias ambientales y el
comportamiento interactúan continuamente”. La idea básica de esta teoría indica que las
personas aprenden y se involucran no solo a través de su propio conocimiento sino también
mediante la observación de acciones de otros y los resultados que obtienen al ser aplicados.

Según (Bandura, 2019) “La Teoría del aprendizaje social sintetiza conceptos y
procesos a partir de comprensiones cognoscitivas, conductuales y emocionales del cambio
de comportamiento. Como resultado de ello, es muy compleja e incluye muchos elementos
claves. El primer concepto, determinismo recíproco, tiene que ver con la idea, de que el
comportamiento y el entorno son sistemas recíprocos, y que la influencia tiene lugar en
ambas direcciones. Es decir, el entorno da forma, mantiene y limita el comportamiento,
pero las personas no son pasivas en el proceso, ya que pueden crear y cambiar sus
entornos”.

Bandura considera que el punto más importante de la recompensa en el aprendizaje


determina el esfuerzo que el estudiante le impuso para cambiar un comportamiento, esto
demuestra la confianza en la capacidad del sí mismo para desarrollar con éxito una acción.
Entre las ventajas de incrementar la motivación, la compensación y la confianza en
si mismo incluyen mayores y mejores resultados educativos ante los problemas suscitados
en el desarrollo de su proceso de rendimiento académico y mejores posibilidades de
persistir a lo largo de su carrera.

Adicionalmente es necesario, citar a la teoría Humanista que según Huitt, las


personas actúan con una marcada intencionalidad, con valores y dichas conductas son el
resultado de la experimentación de las consecuencias, así como de recompensas, mediante
la construcción de su propio descubrimiento del yo, que se considera básico a la hora de
aprender. Quienes apoyan a la teoría humanista también creen que es necesario estudiar a
cada persona como un todo independiente, especialmente cómo se desarrolla a lo largo de
su vida académica. el estudio del “yo”, la motivación y los objetivos de cada individuo son
de particular interés.

El aprendizaje humanista se centra en el estudiante y es personalizado. Menciona


que la experiencia es el fenómeno principal en el estudio de la conducta y el aprendizaje
humano. Recalca que las cualidades nos diferencian como seres humanos los unos de los
otros por motivos como (valores, creatividad, capacidad de elección),

Maslow quien es famoso por sugerir que la motivación humana está basada en la
pirámide en donde posiciona la jerarquía de necesidades de acuerdo a la urgencia de suplirlas,
y es obvio que acorde a la educación y el aprendizaje antes de que las necesidades cognitivas
de un estudiante puedan ser satisfechas, habrá que satisfacer sus necesidades más básicas
como la motivación y el afecto.

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