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PROCEDENCIA DE LAS ACCIONES DE TUTELA CONTRA LOS FALLOS

JUDICIALES.

Estudiar las procedencias de las acciones de tutela frente a una providencia judicial nos

permite comprender en qué momento nos encontramos con una “vía de hecho” u otro caso

que de origen a una vulneración de un derecho fundamental por parte de la autoridad

jurisdiccional. Por ello, este ensayo busca analizar tal situación y exponer los múltiples

pronunciamientos de la Corte Constitucional con respecto al uso de esta figura contra las

decisiones de las autoridades judiciales, no obstante, previamente es necesario definir

algunos conceptos para la fácil comprensión del lector.

Como lo establece el artículo 86 de la Constitución Política de Colombia “Toda

persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento y

lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien

actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales

fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la

acción o la omisión de cualquier autoridad pública” bajo esta premisa, en este caso

se puede afirmar que toda persona ante una eventual arbitrariedad o capricho que

carezca de un fundamento objetivo por parte de una actuación de la autoridad

judicial podrá alegar la protección de sus derechos fundamentales a través de la

acción enunciada en el artículo 86 de la Carta Magna; el cual busca que la justicia

sea más efectiva y, sobre todo, más rápida que los medios de control tradicionales,

especialmente cuando esta se invoca por la realización de una “vía de hecho”.


La acción de tutela por vía de hecho es una figura novedosa que busca atacar las sentencias

cuando estás vulneran los derechos fundamentales bajo el precepto de ser un Estado Social

de Derecho y que a través de la Corte Constitucional se busca garantizar el amparo de

estos; por eso, es menester señalar que la vía de hecho se puede apreciar desde el ámbito

del derecho administrativo o desde el carácter jurisdiccional; y es así porque esta figura

confronta los actos arbitrarios o caprichosos de los servidores públicos como se establece

en la Constitución Política; por eso, tanto los actos jurídicos de la administración, como los

fallos judiciales son susceptible a dicha figura. Sin embargo, es la acción de tutela por vía

de hecho contra las autoridades jurisdiccionales en el cual nos enfocaremos.

Según la Corte Constitucional a través de la sentencia T-518 de 1995 establece que:

“Las "vías de hecho" implican una decisión judicial contraria a la Constitución y a la

Ley, que desconoce la obligación del Juez de pronunciarse de acuerdo con la naturaleza

misma del proceso y según las pruebas aportadas al mismo. Los servidores públicos y

específicamente los funcionarios judiciales no pueden interpretar y aplicar las normas

en forma arbitraria, pues ello implica abandonar el ámbito de la legalidad y pasar a

formar parte de actuaciones de hecho contrarias al Estado de derecho, que pueden ser

amparadas a través de la acción de tutela”. De acuerdo a lo enunciado anteriormente la

Corte ha sido clara con respecto a la definición de la vía de hecho, y a su vez, delimita el

deber del Juez Constitucional estableciendo posteriormente el alcance de los fallos de la

acción de tutela al expresar que “La procedencia de la acción de tutela contra

providencias judiciales no autoriza al Juez constitucional para entrar a resolver sobre

la cuestión litigiosa controvertida dentro del proceso, pues su labor se limita a analizar

la conducta adoptada por el funcionario judicial, la cual se concreta a través de la


providencia demandada. Si la decisión no es producto de una actuación arbitraria o

abusiva sino el resultado de una confrontación objetiva y seria entre la normatividad

aplicable y el caso concreto, dicha actuación no puede ser objeto de amparo

constitucional a través del mecanismo de la acción de tutela.”. Es decir, que ante una

eventual irregularidad de la conducta por parte de la autoridad judicial podrá ser

admitido el recurso; sin embargo, la acción de tutela no puede servir como instrumento

para sustituir decisiones proferidas por los jueces, como consecuencia de procedimientos

y competencias que para cada caso han previsto la Constitución y la Ley. Así mismo, se

pronuncia sobre la procedencia de la acción de tutela contra los fallos judiciales, el cual

establece que “En lo que tiene que ver con la procedencia de la acción de tutela contra

providencias judiciales, ésta resulta procedente en todos aquellos casos en los que la

actuación de la autoridad judicial carezca de fundamento objetivo y sus decisiones sean

el producto de una actitud arbitraria y caprichosa que traiga como consecuencia la

vulneración de derechos fundamentales de la persona, incurriendo de esa manera en lo

que se ha denominado como "vía de hecho".

Cabe señalar que esta figura es subsidiaria, es decir, solo podrá usarse cuando el afectado

no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquélla se utilice como

mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable; pues así lo pronuncia la misma

constitución en su artículo 86. No obstante, desde su concepción inicial, la Corte

Constitucional ha refinado su compresión a tal punto que a través de sus fallos más

recientes establece las causales generales y especiales para el amparo Constitucional contra

las sentencias tanto por “vía de hecho” como en las que no hay, es decir, aquellas donde no
existe un acto arbitrario y mediante una serie de sentencias pronunció algunas

características de la tutela sobre las actuaciones judiciales.

Algunas sentencias relevantes son las sentencias descritas a continuación: Inicialmente con

la sentencia C-543 de octubre 1° de 1992, mediante la cual se declaró la inexequibilidad de

los artículos 11, 12 y 40 del decreto 2591 de 1991, ha sido reiterada en el sentido de que

contra las sentencias judiciales no procede la acción de tutela, en razón de la intangibilidad

de la cosa juzgada. No obstante, en la aludida sentencia se dejó abierta la posibilidad del

ejercicio de la acción de tutela, cuando las autoridades judiciales por un acto u omisión

suya en el curso del proceso, tanto en la actuación procesal anterior, como en la posterior a

la sentencia, incurren en una vía de hecho, o adoptan una decisión susceptible de causar un

perjuicio irremediable a cualquiera de las partes o/a terceros, y se quebranta o se amenaza

violar un derecho constitucional fundamental.

Dejando abierta dicha posibilidad, las sentencias T-231 de 1994, la T-081 de 1994 y la T-

055 de 1994 trajeron consigo la admisión de la acción de tutela contra las providencias

judiciales que constituyan “vía de hecho” teniendo en cuenta la siguiente hipótesis: “De

acuerdo con lo expuesto, la posibilidad de que la vía de hecho judicial, pueda vulnerar un

derecho fundamental - como lo es el derecho a la jurisdicción -, constituye una razón

suficiente para darle curso a la acción de tutela” es así que bajo la hipótesis anterior aunque

inicialmente no era posible atacar o confrontar un fallo con esta figura, ahora se podría y a

su vez, deberá cumplir con unos elementos; que serían:

(i). La existencia de una providencia judicial


(ii). Un juicio de constitucionalidad sobre la declaración judicial (la existencia de la

arbitrariedad)

(iii). la existencia de una lesión o amenaza de uno o más derechos fundamentales

En efecto, después de ser admitida dicha figura la tensión entre la Corte Suprema de

Justicia y el Consejo de Estado con la Corte Constitucional se torno irremediable por el

constante choque que venían teniendo; considerando que la Corte Constitucional respecto a

la revisión de las acciones de tutela, encontramos que al asumir su papel protagónico en

defensa y protección de la Constitución, esta en más de una ocasión desconoció los efectos

jurídicos de cosa juzgada de algunas sentencias proferidas por las otras altas cortes, es

decir, revocó sentencias al considerar que estas habrían cometido una arbitrariedad;

situación que disgusto a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de

Estado; estos consideraban que escasa vez, en su instancia, se daría algo como ello. El

reproche de los magistrados permitido que la Corte Constitucional estableciera una nueva

concepción de la figura de “Vía de Hecho”; es así como surge o introduce en el ámbito

jurisprudencial las “causales genéricas de procedibilidad de la acción de tutela contra

providencias judiciales”

El pronunciamiento anterior busco armonizar las posiciones de la Corte Constitucional,

El Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia y fue mediante las sentencias T-949

de 2003 y T- 462 de 2003 de la Corte Constitucional reflexiona sobre el alcance de la

expresión “vía de hecho” para contemplar ahora los siguientes preceptos: (a) La

obligación constitucional e internacional de brindar protección, garantía y defensa de los

derechos fundamentales; (b) El ejercicio de la autonomía interpretativa del juez en sus

decisiones, es decir, ya no se refiere exclusivamente a un capricho o a una arbitrariedad,


sino también a una discrecionalidad interpretativa del Juez. Así mismo, para aclarar la

Corte ha precisado lo enunciado con anterioridad a través de lo establecido en la

Sentencia T-328 de 2005; en el cual ha confirmado qué: “(…) (i) dadas las condiciones

de procedibilidad, es conducente la acción de tutela contra todas las autoridades

judiciales –aun contra las altas cortes-. (ii) Una de las razones que sustentan este aserto

es el deber que vincula a todas las autoridades del Estado de proteger y promover los

derechos fundamentales. (iii) Todo proceso de tutela debe tener como decisión definitiva

una sentencia que deniegue o acceda a las pretensiones del peticionario. (iv) Todas las

sentencias con las cuales culmine un proceso de amparo, deben ser remitidas para su

eventual revisión a la Corte Constitucional. (v) Una decisión de otra naturaleza, es

decir, por ejemplo, un auto de rechazo de la petición de amparo vulnera los derechos

fundamentales de acceso a la administración de justicia y a la tutela judicial efectiva de

las personas. (v) toda decisión diferente a una sentencia judicial que culmine un

proceso de tutela, aunque formalmente no lo sea, debe entenderse como una sentencia

judicial y debe también, en consecuencia, ser remitida a la Corte Constitucional para su

eventual revisión”. Y a su vez, la misma sentencia establece que es necesario: “(…)

realizar una labor hermenéutica de ponderación entre las normas en conflicto y

justificar, mediante la fundamentación razonable de la decisión, (…) para conservar la

integridad del principio de autonomía judicial frente a la posibilidad de tutela contra

sentencias judiciales es el carácter excepcional de este tipo de amparo, al condicionar

su procedibilidad a la configuración de alguno de los defectos genéricos arriba

mencionados” Es decir, para que no se vulnere el principio de autonomía judicial, es

indispensable que se realice una ponderación y establecer algunos defectos en los cuales

la acción de tutela se podría proceder.


Defectos que la Corte ha enfatizado al expresar mediante la Sentencia C-590 de 2005 unos

requisitos que son necesarios para que se configure la acción, por tanto, señala qué “(…) La

tutela sólo puede proceder si se cumplen ciertos y rigurosos requisitos de procedibilidad.

Dentro de estos pueden distinguirse unos de carácter general, que habilitan la

interposición de la tutela, y otros de carácter específico, que tocan con la procedencia

misma del amparo, una vez interpuesto”. Dichos requisitos o causales de carácter general

y específicos; serán conforme a lo expreso en la misma Sentencia C-590 de 2005 descritos

a continuación:

A. Requisitos o causales generales de procedencia de la acción de tutela contra decisiones

judiciales los siguientes:

a. - Que el asunto que se debata sea de relevancia constitucional.

b.- Que se haya agotado todos los medios – ordinarios y extraordinarios – de

defensa.

c. - Que se cumpla el requisito de la inmediatez (dentro de un término oportuno,

justo y razonable).

d.- Que se trate de una irregularidad procesal, y esta tenga un efecto decisivo o

determinante en la providencia.

e. - Que la parte accionante identifique los hechos que generaron la vulneración,

los derechos fundamentales vulnerados y que los hubiera alegado en la

instancia procesal.

f. - Que no se trate del ejercicio de una acción de tutela en contra de un fallo de

tutela.
B. Requisitos o causales especiales de procedibilidad para que proceda una tutela contra

una sentencia se requiere que se presente, al menos, uno de los vicios o defectos que

adelante se explican:

1. Defecto orgánico: Se presenta cuando el funcionario judicial que profirió

la providencia impugnada carece, absolutamente, de competencia para

ello.

2. Defecto procedimental absoluto: Se origina cuando el juez actuó

completamente al margen del procedimiento establecido.

3. Defecto fáctico: Surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que

permita la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión.

4. Defecto material o sustantivo: Son los casos en que se decide con base en

normas inexistentes o inconstitucionales o que presentan una evidente y

grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión.

5. Error inducido: Se presenta cuando el juez o tribunal fue víctima de un

engaño por parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una

decisión que afecta derechos fundamentales.

6. Decisión sin motivación: Implica el incumplimiento de los servidores

judiciales de dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos de sus

decisiones en el entendido que precisamente en esa motivación reposa la

legitimidad de su órbita funcional.

7. Desconocimiento del precedente: Se presenta, por ejemplo, cuando la

Corte Constitucional establece el alcance de un derecho fundamental y el

juez ordinario aplica una ley limitando sustancialmente dicho alcance. En


estos casos la tutela procede como mecanismo para garantizar la eficacia

jurídica del contenido constitucionalmente vinculante del derecho

fundamental vulnerado.

8. Violación directa de la Constitución: procede la acción de tutela contra

decisiones judiciales involucran la superación del concepto de vía de

hecho y la admisión de específicos supuestos de procedibilidad en eventos

en los que, si bien no se está ante una burda trasgresión de la Carta, si se

trata de decisiones ilegítimas que afectan derechos fundamentales

En conclusión, se puede apreciar como la Corte Constitucional desde su inicio en búsqueda

de garantizar los derechos fundamentales; cumpliendo con la Carta Magna ha venido

desarrollando diversas característica u elementos para a ser de la acción de tutela una

herramienta más efectiva y oportuna a la hora de impugnar una decisión judicial. Es así como

ha aclarado, dirimiendo y desarrollado unos postulados para evitar “el choque de trenes” que

posterior a la Constitución de 1991, se ha venido presentando con las altas Cortes a través de

sus decisiones. Por eso, para una mayor comprensión de lo anterior en un cuadro

expondremos la sentencia fundante; y aquellas que han sido relevantes para esclarecer

cuando la acción de tutela puede proceder contra una decisión judicial.


Declaró la inexequibilidad de los artículos 11, 12 y 40 del
decreto 2591 de 1991, No obstante, en la aludida sentencia
se dejó abierta la posibilidad del ejercicio de la acción de
tutela, cuando las autoridades judiciales incurren en una vía
Sentencia C-543 de 1992
de hecho, o adoptan una decisión susceptible de causar un
perjuicio irremediable a cualquiera de las partes o/a
terceros, y se quebranta o se amenaza violar un derecho
constitucional fundamental.

Estas sentencias trajeron consigo la admisión de la acción


de tutela contra las providencias judiciales que constituyan
“vía de hecho” teniendo la siguiente hipótesis “De acuerdo
con lo expuesto, la posibilidad de que la vía de hecho
judicial, pueda vulnerar un derecho fundamental - como lo
es el derecho a la jurisdicción -, constituye una razón
Sentencia T-231 de 1994,
suficiente para darle curso a la acción de tutela”, sin
Sentencia T-081 de 1994
embargo, esta ocasiono controversia porque la Corte
Sentencia T- 055 de 1994:
Constitucional revocó sentencias de las otras Cortes al
considerar que estas habrían cometido una arbitrariedad;
situación que disgusto a los magistrados de la Corte
Suprema de Justicia y del Consejo de Estado porque la
Corte Constitucional desconoció los efectos jurídicos de
cosa juzgada de algunas sentencias proferidas por ellas.

En estas sentencias la Corte Constitucional reflexiona sobre


el alcance de la expresión “vía de hecho” para contemplar
ahora los siguientes preceptos: (a) La obligación
constitucional e internacional de brindar protección,
garantía y defensa de los derechos fundamentales; (b) El
Sentencia T-949 de 2003
ejercicio de la autonomía interpretativa del juez en sus
Sentencia T-462 de 2003
decisiones, es decir, ya no se refiere exclusivamente a un
capricho o a una arbitrariedad, sino también a una
discrecionalidad interpretativa del Juez para así armonizar
dos extremos a saber, presentados como antagónicos por la
Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado.

En esta sentencia la Corte establece que para que no se


vulnere el principio de autonomía judicial, es indispensable
Sentencia T-328 de 2005 que se realice una ponderación de la norma y establecer
algunos defectos en los cuales la acción de tutela se podría
proceder.
La Corporación en esta sentencia con respecto a la tutela
establece que en virtud de la jurisprudencia desarrollada
sólo puede proceder si se cumplen ciertos y rigurosos
Sentencia C-590 de 2005 requisitos o causales de procedibilidad. Dentro de estos
pueden distinguirse unos de carácter general, que habilitan
la interposición de la tutela, y otros de carácter específico,
que tocan con la procedencia misma del amparo, una vez
interpuesto.
Webgrafía

http://www.constitucioncolombia.com/titulo-2/capitulo-4/articulo-86

https://www.revistamisionjuridica.com/la-via-de-hecho-una-nueva-herramienta-

para-impugnar-los-actos-administrativos/

http://www.corteconstitucional.gov.co/RELATORIA/1992/C-543-92.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1995/T-518-95.htm

https://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/listados/tematica2.jsp?subtema=26306&ca

dena=a

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1994/t-231-94.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1994/t-081-94.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2003/T-949-03.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2003/t-462-03.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2005/C-590-05.htm

http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2005/T-328-05.htm

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