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ENTRE CIENCIA Y
UNIVERSID AD IBEROAMERICAN
IBEROAMERICANA
A
INSTITUTO Y DE ESTUDIOS
SUPERIORES DE OCCIDENTE
Héctor M. Acuña
RECTOR Traducc
Traducción
ión de Alfonso Mendiola y Cinta
ancisco Otero
GENERAL
osé de Jesús de la Cerda Gastélum
IRECTOR DE RELACIONES
Elena
Elena Hernán dez C
IBEROAMERICANA
BIBLIOTECA FRANCISCO CLAVIGERO
Lo legendario de la institución
Traducción de los 1-VI y Alfonso Mendiola; de Cientificidad e historia: la informática
"Un camino sin trazar y " Cinta. Ciencia-ficción, o el lugar del tiempo
Portada: Ana Elena Pérez
Psicoanálisis e historia 23
la. reimpresión de la segunda en español, 2007 Dos estrategias del tiempo 23
Freud y la historia 25
D.R O Instituto Tecnológico y de Estudios Tradiciones
de Occidente)A.C. 29
Periférico Sur Manuel 8585 Derivas nacionales 31
45090 Tlaquepaque, Jal. Desplazamientos y perspectivas 36
sigue siendo esencial. Por lo tanto, éste será el centro oscuro de algu
nas consideraciones que yo quisiera intro 1 aislarse, ha tratad o de sustraer la producción de esta
ciencia y de la ficción, abordando solamente tres cu a la y a la comercialización de los relatos
al producido por la
" es también lo legendario de 1 nuestra actualidad. Esta retirada, que tiene tanto
tución historiadora; 2. el aparato científico, por eje (un cuerpo de Estado), como de corporación (una
tiene también aspectos de ficción en el trabajo de historiar; 3. al tió la circunscripción de objetos más antiguos (un
la relación del discurso con lo que lo produce, e de u n material muy escaso (unos archivos) y la
una institución profesional y después con una m e operaciones controlables por la profesión (unas técnicas).
podemos considerar a la historiografía como una me si los procedimientos generales de la
de ficción, o como un lugar en donde se reintroduce el
simbolizante. El texto sustituye por lo tanto la elucidación de la selectiva y de un aparato técnico codificador, el perió-
institucional fabrica por la representación de un pasad a televisión. Todo sucede como si, a través de Dan Rather, Af -
Da una apariencia de (pasada) en lugar de la praxis (present
que lo produce: uno es'pu esto en el lugar del otro.
núm. 4,1964.
DE HISTORIA Y E NT
NTR E CIENCIA Y
que es susceptible de ser constituido en series (lo que de esta manera, el cálculo no se ocupa, esencialmente, más
,
historia urbanística o una historia electoral, en detr Es una gestión de unidades La historia real es,
historias, dejadas sin cultivar o abandonadas a un artesanado de , echada de sus laboratorios a la calle. Por
Por esto, la reacción
reacción de
También se deben definir las unidades tratadas de manera riadores hacia la matematización
matematización es muy ambigua.
el signo (objeto cifrad o) no sea jamás identificado c ren. A la vez seducidos
seduci dos y rebeldes.
rebel des. Yo
Yo
las palabras, cuyas variaciones históricas o semánticas comprometer dad teórica,
teórica, sino de una situación de
la estabilidad
estabil idad del signo y, por lo tanto, la validez del cálculo. A arla, tal como se
restricciones
restricciones exigidas
exigidas por ele l lavado de los datos, se añaden las
" "
ueden señalar al menos tres aspectos del funcionamiento
imponen los límites de los instrumentos teóricos. Por ejemplo, se n
" "
una lógica vaga capaz de tratar las ca (donde la
" " "
poco , bastante , quizás , etcétera, que son caract
" "
, el cálculo de probabilidades, la
histórico. A pesar de las investigaciones
investigaciones recientes
recientes que, par tiendo de ística aplicada), el análisis de los
nociones de proximidad o de distancia'
" " "
rousse, 1975.
DE HISTORIA Y ENTRE Y
más seguros y más extensos en lugar de ser aprovech ada en " "
problemática del hacer creer por la acción de citar al po-
las operaciones formales que posibilita, la computadora aparece ,como su corolario, una problemática del creer que está
" "
trabajos
trabajos bajo su fi gura actual de poder tecnocrático.
tecnocrático. Se
Se introduce en acción de citar al otro. Las dos están ligadas, al ser el poder lo
historiografía a titulo de una realidad socioec
socioeconóm
onómica
ica más bien
instituciones científicas,
científicas, transformada
transf ormadass en potencias
potencia s logísticas,
logísticas, se
de operaciones, y objetivado en su exterior en un sistema métrico organización de discursos quizás igualmente científicos. Por
unidades cronológicas, esta experiencia no tiene más que un lengu cho de la diferenciación entre sexos, se debe concluir
ético: el imperativo de producir, principio de la ascesis capitalista . produce una historiografía distinta de la de u n hombre?
Quizás al restau rar la ambigüedad que comprende la relación yo no tengo una respuesta, pero constato que esta
jeto-sujeto o pasado-presente, la historiografía volvería a su tarea oblematiza el lugar del sujeto, y obliga a tratarlo,
gua, tanto filosófica como técnica, de decir el tiempo com epistemología que construyó la verdad de la obra sob re la
" "
ambivalencia misma que afecta el lugar donde ella está, y en consecu ncia del locutor. Interrogar al sujeto del saber significa
pensar la equivocidad del lugar como el trabajo del tiempo e erse a pensar el tiempo, si es verdad que el sujeto se organiza
interior mismo del lugar del saber. Por ejemplo, la arqueología que estratificación de tiempos heterogéneos y que, mujer, negro
taforiza el empleo, sin embargo técnico, de la informática, hace aparec 1 está estructurado por su relación con el El tiempo es
en la realidad de la producción historiográfica esta exper ente la imposibilidad de la identidad con el lugar. Por ahí
esencial al tiempo, que es la imposibilidad de identificarse al lu a entonces una reflexión sobre el tiempo. El problema de la
Que lo otro estuviese
" " ahí, en el lugar, es el modo en el cual se se inscribe en el lugar de este sujeto que es en sí mismo el
núa ahí el El tiempo también puede regresar en el pensamie diferencia, historicidad de la no -identidad en sí.
historiográfico por una modificación corolaria que concierne a la el doble movimiento que trastorna en su al lugar
ca y a la concepción objeto, y no más a las del lugar. Así la hist
"
de la historiografía introduciendo en ellos al tiempo, hace
"
inmediata no autoriza a distanciarse de su objeto que, de he
" "
mbién al discurso del afecto y de las pasiones. Después de
la domina, la envuelve y la coloca de nuevo en la red de todas las o central en el análisis de una sociedad hasta el fin del siglo
"historias . Lo mismo
" historia oral", cuando no se contenta co a Spinoza, Hume, Locke, o Rousseau), la teoría de l as
transcribir y exorcizar estas voces cuya desaparición era antiguamente e los intereses fue lentamente eliminada por la economía
condición de la historiografía: si se pone a escuchar, sin detenerse en , en el siglo la sustituye por una interpretación racional
que puede ver o leer, profesional descubre enfrente de a sus inter aciones de producción y sólo conservó de la antigua
locutores que, aunque no especialistas,son eilos también sujetos produ nte, permitiendo dar al nuevo sistema u n anclaje en las
tores de historias y firmantes del discurso. De la relación sujeto -objeto . Después de un siglo de rechazo, la economía de los
pasa a una pluralidad d e autores y de personas con unas relaciones co ornó bajo la modalidad freudiana de una economía del
tractuales. Ella sustituye la jerarquía de los por una diferenci . Con Tótem y tabú, El malestar en la cultura o Moisés y el
ción recíproca de los sujetos. Desde entonces, la relación que presenta, necesariamente en relación con un rechazo, el
con otros el lugar particular en que está el técnico, introduce una e expresa y funda de nuevo las cargas afe
tica de estos lugares, es 'decir una experiencia del tiempo. structuraciones colectivas. Estos afectos son
3. El sujeto del saber. Que el lugar d ond e se p
sea pertinente, eso aparece naturalmente más el plano colectivo, el mismo problema se plantea, co
la difícil relación que mantiene la nueva
curso historiográfico trata cuestiones que problem lista con la pluralidad de su objeto-sujeto. Ver
ique et le des idées en
Sobre este " " pasado en el presente, cf. a con núm.1 2,1979, pp. 69-87.
DE CER
T U
EA Y ENTRE CIENCIA Y
and fhe
DE
eso
de lo
pero
ejemplo,
re de
asma, y
familiaridad de este
"
en ese
iencia que
Y
DE CERTEAU
representado, citado,
psicoanálisis la
diferentes de distribuir el espacio de la
Y ENTRE CIENCIA Y
DE
entre
colectiva.
científica.
HISTORIAY ENTRE CIENCIA Y
DE
1968.
du mouvement
De aquí la importancia de las narratividad
HISTORIA Y Y
DE
de un
siones del
" de tener derecho a resolver problemas
"
En Estados donde Freud fue invitado en 1909 Jr., Freud and fhe Oxford, Oxford
y Ferenczi), el sentimiento de que por fin al psicoan
se le otorgó la consagración universitaria que le fue rechazada en
DE ENTRE CIENCIA
obstáculo cierra Y
de su obra:
en
curiosamente de la
DE CERTEAU HISTORIA Y ENTRE CIENCIA Y
E
ce que 'Les (diciembre en La de 1'
Aubier Montaigne, 1947, pp. 83 92.
LA
HISTORIA Y LITERATURA
el de la literatura histórica.
novela fantástica la frontera que la ciencia po-
entre lo real y lo imaginario. Ver Todorov, Introduction la
1970 a la lzteratura de
os Aires, Tiempo Contemporáneo,
DE HISTORIA ENTRECIENCIA
Presupuestos históricos
"científicamente "
cientificidad"a
histeria "
Freud formado,
locales en electrodiagnóstico , "
de la sociedad liberal, recibió de su lugar de nacimiento esta her lina científica,no instituye unidades propias. Hace
que se convirtió en un dato sociocultural. Pero no lo ac a a salir el carácter ficticio de su objeto y muestra las
un postulado. Al contrario, lo desmantela; destruye su miento nos hace recordar el
Una comparación muestra lo esencial. E literaria que Karl Marx practicó en El dieciocho
los derechos y los deberes de la conciencia ilustrada: para desmitificar la representación política, al rechazar la
tad y responsabilidad, una autonomía del conocimi
"
todo social por lo político.
permita al hombre "salir de su minoría d o son igualmente los
progreso se apoya en el postulado individualista. ración que
Freud rechaza una a una todas las afirmaciones kantianas. En su an a la escena de la que fue borrada; y la novela es el
sis, el adulto aparece determinado por su minoría de edad"; el
" " "
define aún el lugar de donde desaparece. No a de las veces autónomo con relación al funcionamiento de las
otro -una máscara7. Este procedimiento crítico es aciones, está sometido a unos mecanismos generadores de
no. Cuando la cientificidad " se construye un lu
"
ucen la histeria; sus des-
"
pera ahí donde las pasiones han sido rechazadas por una historia d que le es retirada es la fuerza de su operatividad. Éste es el
te, entre los residuos de la racionalidad y los desechos de la o teórico de la novela.
Sin embargo ahí,y mientras más son ellos rechazados, estos m es también reaprender un lenguaje "olvi-
tos ciegos y sin lenguaje técnico determinan la economía de
" "
a y reprimido por la
sociales. Freud les devuelve una legitimidad en . Enraizado en la diferencia sexual y en las escenas infantiles, esta
científico, lo que evidentem ente deporta este discurso hacia ula, disfrazada, en los sueños, las leyendas y los mitos.
Su análisis de afectos concierne bajo dos modos muy vez su fundame ntal y la proximidad con
rso, Freud sabe que, junto a los novelistas y los poetas,
la antigüedad y de la superstición
ciencia Pero finalmente
este admirador nada serio, quien mejor ha
comprendido la posibilidad que
ginal y transgresivo en el recurso a
que quizás permanecerá de Freud:
muestra a la misma literatura como una lógica
al hombre de ciencia .' Cierto que "
marcas del lugar de su producción. Nos devuelve a una teoría de íticas están entrecortadas de
afectos y de sus representaciones. Existe en la obra de Freud
lística. Ésta no la clasificación, sin e un punto estratégico: la posición
construía a partir de una nomenclatura psicol sujeto de un supuesto saber . La teoría insiste sobre
"
Siguiendo el juego de los afectos entre sus ocultamientos y sus que regresa a la nada del saber y a la reciprocidad
" "
siones, el psicoanálisis analiza de hecho, las modalizaciones del dora de una relación de otro a otro. Pero frecuentemente la
ciado por los contextos de habla; ésta funda una lingüística
" un saber acreditado por una agregación y por el
sobre un equivalente, actualmente pensable, de lo que er institución. Lo contrario es verdad también: lo
antigua teoría de las pasiones. ad que la práctica reduce a nada.
ta ambivalencia. En relación
El poema la institución
alista, otras veces como relación con un maestro; destaca la
El lenguaje del analista y el del analiza ra ora institución .
" " "
problemática. Finalmente los dos corres la cuestión volviendo a lo que Freud nombra
en la obra de Freud, de la construcción y
" ria
" punto nodal de las
leyendas " und
mente de que Freud llame ficción o
" "
en el freudismo provocándole una oscilación entre los momentos pecado de la historia del que la escri
se podrían llamar analíticos y los moment
" " hay inocencia primera, ni en la escritura. La
del psicoanálisis está hecha de esta alternancia e e su explotación, aun
y los abusos de autoridad mo del discurso.
Charles de G
Ver Roland Barthes, L'ancienne rhétonque , en Co
" "
" "
sentencia de Schiller: vuelve creíble en el nombre del otro. Aquí el otro es el poema.
1
Y necesario que na da de eso exista para que lo abrace este mecanismo, se reencuentra la relación del discurso con
y que yo pueda creer totalme nte en él ía y la institución, dos formas de la misma estructura: toda
Nada-nada2' es pedagógica, y el discurso pedagógico es siempre
"
renunciar (lo que sería un duelo mallarmeano) a un lugar q
"
Castel, Le
LA RISA DE FOUCAULT
DE
disciplina, colocado
"
finalmente establecido , es
"
No, no .
" "
hallazgos son los acontecimientos
a un orden. Pensar, al que aún no está pensado. Esta inventiva
asombrarse que esté ras y de las cosas, experiencia intelectual de una
buscar, recorriendo sus p tauradora de posibles, Foucault la marca con un
han formado, y descubrir en firma de filósofo a la ironía de la historia.
"cómo y hasta dónde sería posible pensar de otro ica del asombro proporciona constantemente
que Foucault respondió a sus interlocutores de B a en el empeño, a veces imperioso y frágil,
palabra más ajustada a las sutilezas de re tenaz, con el cual busca elucidar
que designaba su estilo filosófico: soy yo? "
o que los azares le revelan. Ella un
incluso a su trabajo archivístico y analítico por desdoblar los
de verdad que primero son indicados por las luces paradójicas.
Una práctica intelectual , clasificar, distinguir y comparar
sabrían apagar la vibración de des pertar que
n sus textos su manera de descubrir. Sus obras combinan por
ención con el cuidado de la aun
las proporciones varíen y, en el curso de los años, la exactitud
poco a poco sobre el reír, porque se desarrollaba su pasión de
o por una lucidez que se convierte, en sus dos libros, en
pojada incluso de su alegre virtuosismo. Lo
este excepcional ejercicio del
tica asidua de los nacimientos
" "
un reír loco
y que sacud
"
legales? No, es la e
"
casi éxtasis, del aso
Aristóteles a el momento insta
filosófica. Por unos resquicios del discurso,
DE
prácti cas int ele ctu ale s en tanto que se inscriben en la red de las mil
de ejercer el poder. Así pues, el objeto cambia: no apunta más
actores, sino a las acciones; tampoco a los personajes cuya silue
destacaba sobre el fondo de una sociedad, sino a las operacio "
Y ENTRECIENCIA Y
Curiosamente, la masa y la verdad tienen en común el ser in
ores anónimos que representan el drama que lleva el nombre de un
"
inventar formas de pensar de otro modo . "
v
DEL LENGUAJE:
a preguntarse paradójicamente:
dice de esencial?
El sol negro
Y no sin razones.
de la p.
DE HISTORIA Y E NTR E Y
" "
nes el resto del significadoo el residuo latente en el
" "
de la p.
DE
HISTORIA Y ENTRE Y
nal; se partía de la
venir hasta ahí una
de p. 6
, p. 478, n.1.
DE HISTORIA Y ENTRE CIENCIA Y
ción, i) que se agitan como locos, j) innumerables, k) dibujados co odización de Foucault no es muy original: transición del siglo
pincel finísimo de pelo de camello, 1)et coetera, m) que acaban de r fin del siglo mitad del Pero ella tiene un carácter
per el jarrón, n) que de lejos parecen "En el asombro de a la exigencia que la sorpresa desconcierta. A un pensa -
taxonomía", añade Foucault, "lo que se ve de golpe, lo que, por me o preocupado de identificar una coherencia, la fractura se le
del apólogo, se nos muestra como encanto exótico de otro pensa enta como un acontecimiento, pero un "acontecimiento
to, es el del nuestr o: la imposibilidad radical de pensar eso". más fundamental que la continuidad constatable en el
Un índice, nada más. Sin embargo, a través de él se hace nto de superficie", una "brusca" modificación sobreviene (Foucault
rencia a otro orden, a otro "modo del orden", que se ofrece a nu sobre lo súbito) que puede ser un "desplazamiento ínfimo pero
pensamiento como lo que le confunde y le fascina. Lo aberrante tamente esencial" y que "voltea todo el pensamiento
primera señal de otro mundo; y si la curiosidad ávida d Así, "algunas veces en pocos años una cultura cesa de pensar
capar a su propia problemática, esto sucede por la preocupació o lo había hecho hasta ese momento, y se pone a pensar en otra
comprender "los códigos fundamentales de una cultura " distinta y de otro Algo fundamental se produce cuando esto
reencontrar, más allá de la sorpresa, un principio de orden. Lo de, localizado en las anticipaciones o en las consecuencias, pero
2
nomo es a la vez lo estimulante y lo inadmisible. Es la herida permanece finalmente inexplicable "una erosión desde el
racionalismo. Hay por lo tanto dos niveles en el desarrollo del p Una alteración señala el fin de un "sistema de simultane idad" y
ma: por una parte la comprensión de un sistema que es omienzo de otro. Las mismas palabras y las mismas ideas son a
otra, la exigencia de una colocación recíproca de sistemas concebi reutilizadas, pero no tienen más el mismo sentido, no son más
como "modos de ser diferentesdel orden". das y organizadas de la misma manera. Esto es un "hecho" con
Lo envía a una estructura esencial, o a un "es al tropieza el proyecto de una interpretación totalizante y unitaria.
ma" sobre el cual inscriben y se coordinan analogías u opos
para nosotros impensables. Como la parte emergente de u n ice
excepción rara, institución, una teoría implica una coherencia iscontinuidadesde la razón
situada al nivel de las ideas y de las palabras, sino "por debajo
ellas. Esta coherencia nos invita a preguntamos "sobre cuál siste pturas que cuartean y finalmente delimitan las culturas se
"según cuál de identidades, de similitudes, de analogí n en el "nivel" en que el análisis ha reconocido un "sistema de
distribuyen, de nosotros, tantas cosas diferentes y semej ultaneidad" que organiza la múltiple variedad de los signos cul-
Así sucede con el encerramiento de los locos, o hasta con la concepci De aquí surge el problema: es la validez, cuál es la na -
de la gramática siglo za de este "nivel" caracterizado como el del "subsuelo" o de la
Cuando a discernir que ayer las ciencias se h epistemológica"? Por todo elemento de respuesta, tenemos la
constituido, las experiencias se han reflexionado, las racionalidades era en la que las estructuras aparecen en el relato de Foucault.
han formado en de un "a histórico" diferente del por este camino se encuentra borroso el hecho de que este
tro, cuando constatamos que "el orden en función del cual no es definido por un método, o también que el relato describe un
pensamos no tiene el mismo modo de ser que el de la época clas eso de investigación. Hay reciprocidad entre la técnica de
nosotros mismos hemos cambiado por este descubrimiento. y, por otro lado, el tipo de ordenación de los hechos que es
ción con el prójimo, modificada por la percepción de esta d rcionado a los instrumentos que utiliza un sistema de interpreta -
ción cultural, transforma nuestra relación con nosotros mismos . Por esto las rupturas de la historia se plantean ahí donde se
suelo de nuestras tiembla a medida que se revela el he tiene la explicación estructuralista del historiad
de no poder pensar más un pensamiento de ayer.
La sorpresa' que problematiza nuestro a priori se expresa, en
"relato", por el esfuerzo para localizar las fracturas a partir de los
temas que en ellos se precipitan o que se abren en estas fronteras
Pero quizás simplemente es lo que Foucault es incapaz
del método. En términos de un rigor técnico (designémoslo, a p la teología, hay el mismo problema que en la medicina.
de Foucault, como historia de las ideas), formula no designan las mismas cosas. Las ideas, los
cuestión actualmente "fundamental" (término que aciones subsisten, pasando de un universo mental a
de la verdad. No hay ninguna filosofía y, a en cada ocasión determinadas por las estructuras que los
que no sea confrontada a tal problemática e inclus y les dan una significación diferente. Los mismos objetos
debatir) no la evite. "funcionan" de otra manera.
Existe una persistencia en la cual la forma e
de las ideas surgen nociones nuevas que p
ctura de otro tipo. En realidad, en estos casos
inosas que no determ inan el contenido de la
ente los recubren: nociones aptas para ab
aparece sin embargo con la noc
HISTORIA Y ENTRE CIENCIA Y
DE
" "
sas, porque sobre el modo de ser del orden que le es propio,
tiempo epistemológico lleva en si una alteridad que toda
ción busca suprimi r objetivándola, pero sin jamás poder esconder
curo trabajo, ni preveni r su veneno mortal,
p. 431.
pp. 588-589.
pp. 596-597.
HISTOR
I Y
A ENTRE CIENCIA Y
DE
"
soy es, por lo tanto, puesta en peligro por su propio lenguaje,
decir, por este afuera donde desaparece el sujeto que
" To
" "
pensamiento tiene su verdad en un pensamiento del afuera .
Este pensamiento del afuera , bien se puede suponer que n
" " "
iones abiertas
33 p. 525.
34 Ibid., p. 526.
35
de la folie, p. 437.
37 p. 233.
Les mots et les p. 311.
DE
sumisa, nuestro
rica de la historia?
DE HISTORIA Y ENTRE CIENCIA Y
sur de 1968;
sur 1974 [El amor del
DE HISTORIA Y E NT
NTR E CIENCIA Y
Microtécnic
Microtécnicas
as de producción de una ficc ión panóptica da sentido a nuestra propia sociedad transmitiendo a nuestras
Esta
Esta manera de pensar no p uede tener un discurs o propio, pues
a retorna en lo esencial a una práctica del no-lugar. El espacio
es el marco de una transformacióninterna debido a su empleo
o. una fachada, la artimaña retórica de u n relato. Mientras
e el libro anal iza la transformación de las ideologías de las Luces
cuando la práctica
2
entrará, de las comidas y de las intimidades que nunca conocerá. uss de sus bororos O de otros pueblos. Los queridos
"
pordiosero, etnólogo en potencia, se inventa mundos a lo que primero domesticaba yo según mis deseos, o que ma -
entrará. Lo que resucita no es más que un sueño. En un inicio, el en nuestros escaparates y por nuestras lecturas, se me
riador hace lo mismo con los restos que recaba en los arch enseña, a nosotros los
documentos: reconstruye un mundo que nunca conocerá. adores, que, oculta en ese pasado, hay una cierta estructuración
el mismo. No encuentra al otro (un pasado) más que a opone a nuestro trabajo, y que, por otra parte, oculto en mis
imaginación. Es un erudito, aún no es historiador. Pasé, así, entre o en nuestras intenciones presentes, hay un tipo de estructura-
muertos, robándoles palabras perdidas que yo no sabía utilizar que determinaba la primera mirada de curiosidad dirigida hacia
nalmente, me en esos fragmentos de su lengua que, a mis es "
. En esas dos formas de lo oculto , nace la historia verdadera; las
"
" "
entre un presente y su pasado.
El trabajo histórico, si tiene una significación, consiste en sac
"
toriográfica.
Resulta necesario mencionar, asimismo, que la relación
historia y estructura ocurre también por otras razones, y que la
riografía es el mod o sobre el que se constituye una
al volver a utilizar el material de documentos recopilado por
sobre su propio pasado y al estructurar de manera diferente los
mentos extraídos las narraciones producidas por el
se verifica hoy en historiografía negra, cubana o argelina) .
terminar, vuelvo a los espirituales de la edad clásica, sal
" "
desarrollo de práctica científica, la aventura y los r a que captamos un objeto del pasado. La pregunta queda
implicados en la ingenua ambición de comprender
" "
qué quiere decir comprender un pasado . Y se formula
" "
este título pone duda la relación que tiene cualquier discu La segunda observación que haré se refiere al uso del
histórico con sus condiciones de posibilidad, o más ampliamente, t de ese intemporai" que se consideraría ser, en la historia, un
"
rmal. Pero, de acuerdo con ese modelo, se pensaba que otros pue -
1969, pp.
DE Y ENTRE CIENCIA Y
"
lenguaje) de las cosas que suceden.
"
"
ora que esos textos dispersos están aislados del resto y reunidos
"
"
paración (en el sentido ,químico del término). Los significantes dis -
"
persos en la cultura y calificados por ella como antiguos se dividen
"
8
Bentham ya lo decía y el análisis freudiano nos lo 'enseñó a
busca enterrar lo más rápidamente posible a quien honra, p por el escultor); por otra, la huella silenciosa (la marca dejada por los
así niega lo que queda de historia en su escritura científica.
La historia es erótica, sin por elio tener que dejar de ser una
ducción técnica. Michelet nos esto, si lo releemos, cuando garantía abandonada por lo ausente (la huella). Esta forma de
"
"
emoria articula, sin terminarlas, las huellas del otro.
de la historia la narración del cuerpo que no habla y la alucinación
retorno, la resurrección literaria) del muerto. El cuerpo es cuerpo
"
f f
LA DE LA PODREDUMBRE:
" "
algo de arcaico aunque no por eso carezca de Ese alg
es como un fantasma que retorna al escenario.
sucede con muchas alucinaciones auditivas que se reiteran en las auténticas " y sus "sentimientos verdaderos " lo hacen
riencias místicas. De entre la voz y la vista hay una inversión de
contenidos, en la obra de Schreber. La voz le da un lugar que es el
reverso de lo que ve Schreber es nombrado basura por el " "
Dios a quien contempla toda su pureza Los términos eológicas, políticas o psicoanalíticas.
contrarios simbolizan en una estructura y
a ser aniquilado vernichtenden)se
escucha en medio del espectáculo ofrecido por la omnipotencia
"
"
de Dios . La palabra inscribe en la nada al testigo de la gloria.
Más exactamente, esta vocación de ser carroña profiere el'secr eto que
sostiene la epifanía divina de la cual Schreber porta la marca
grabada o escrita sobre su cuerpo en admiración ante lo grandioso y " "
"
lo sublime . Dictada por una voz, la podredumbre del sujeto es la
"
lugar dice que se el oro puro de una verdad revelada. En este " "
ma ciencia supone que la materia no es mentirosa , de tal suerte
acto ella vuelve a encontrar el conocimiento que se desplegó en las
narrativas místicas.
Pero esto sólo concierne al contenido. Más importante es la
una confesión encajada una adhesión. El nombre expresa en el lenguaje lo que hace olvidar 1
Una vez más, la a es la iniciación por de esta " realidad escondida detrás de una
dad de las prácticas so Tiene siempre por
Es un no "olvidar" sus solidaridades a la que se de can los
Ver Clastres, resistencia que, durante el tiempo del suplicio, se repetía nomb
torture les sociétés p La victoria de la tortura es borrar la memoria de todo otro nombre
DE CER
TE U
A
Jean
MICHEL DE HISTORIA Y Y
madre que nada pierde, y en la red de los rayos divinos que tejió, pod or lo podrido; la tradición, por la corrupción que, reconocida,
en 1898, creerse capacitado para cagar sobre el mundo entero .
" " " a a la institución a seguir s iendo la
Por lo tanto, en la cocina pasa otra cosa que en el salón. Quizás
más bien hay que buscar en la línea reciente y momentáneamente es-
bozada por Teresa de Ávila y otros, que deseaban entrar en un orden
corrupto y que no esperaban de ello, por lo tanto, ni su identidad ni un
reconocimiento, sino la sola alteración de su necesario delirio. Esto
sería encontrar en la institución a la vez la seriedad d e lo real y la sin-
razón de la verdad que ella anuncia.
"Yo fundo -así tan solo como yo he estado siempre en mi relación con
la causa psicoanalítica También sus estrategias nacen de un des- ,
apego que dirige frecuentemente a los compañeros más (era
ya una característica de Freud, que prefería lo distante, como si una
separación crease el espacio analítico). En la leyenda (que tiene sus
razones) representa por otra parte una retórica de la sustrac-
ción. Ese nombre propio recorta la silueta de un personaje
eño mundo de los intelectuales, desprecia el código
hace correr a los medios de comunicación masiva para
más presencia; en el campo de la investigación,
que funda la capitalización del saber sobre la legibilidad
iados. hace entender lo que él impide comprender.
diencia que irrita las leyes aparentes de publicidad.
r otra parte. Eso le sucede como una enfermedad.
o ya tiene más de sesenta años. Nadie su
De todas maneras, no es eso. Yo me d i cuenta que lo
"
Nada de compromisos, tanto con la televisión como con el Vincennes ceptos corolarios de "objeto a" y de "sujeto tachado" Du-
de los bellos años o con los cursos de conferencias en el extranjero. rante este segundo periodo, las cosas ya se estropean. En la sala de la
Coquetería sin duda es esto también un juego?),esta r etirada es el Escuela Normal Superior que sirve de teatro a esas operaciones desde
gesto violento que su pensamiento hace y de donde nacen todos sus 1964, el público crece, aumenta, desborda, cada vez es más
funda el habla de la misma manera como la teoriza y ble. El lugar "pulcro" (fíjese, la Escuela Normal) se llena d e cualquiera
sostiene su acción. y de lo que sea. En 1968, la dirección no soporta más la "suciedad" que
no pertenece a nadie. no está ahí, tampoco agarrado en la aumenta, y toma pretexto del desorden físico para echar fuera el
trampa de su propio discurso donde los fieles creen tenerlo, ni ligado a orden intelectual. Una vez más, se desplaza. Debe guiar a otro
una institución ni a una genealogía, aunque fuesen las suyas. habla lado a la h orda que es la enferme dad de su palabra. Con su flauta, la
y está solo: lo que es la misma cosa. es Otro, tal como firma ese lleva al Panteón (al país de los muertos), pero, al mismo tiempo, quiere
tamento de 1980: "Si llega que yo me vaya, piensen que es con el fin de restaurar unos lugares "pulcros",' gracias a una acción de comando
ser Otro por fin. Uno puede contentarse de ser Otro como todo el sobre el departamento de psicoanálisis (Vincennes), por la fundación
mundo después de una vida pasada en querer a pesar de la de un "sitio" de la Escuela Freudiana (calle Claude-Bernard núm. 60) y
ESO llegó. El paseante ha partido. No ha cesado de partir, po- al endurecimiento de los procesos iniciáticos de aceptación (el
en el lugar de su c uerpo (cuerpo físico, cuerpo doctrinal, cuer- En la estrategia que responde a su masificación, el aparato lacaniano
po social) los significantes inductores de un "habla" que se llama que, ayer, articulaba una palabra pública sobre el trabajo silencioso de
Esa política de sustitución se acaba en el momento en que una disciplina se encuentra distribuido en un dispositivo geográfico
"Otro como todo el mundo". Queda su nombre cerca de la
que sitúa en lugares diferentes por un lado la palabra, librada a la
Escuela tempestuosa es sepultado, como en los bordes del Etna moralidad científica de speech, y por el otro la selección
las sandalias de Los "escritos" sólo ca y profesional de una Escuela prestigiosa -dos elementos que tienen
este paseante, el efecto del retirarse que sostenía su la misma etiqueta, El aislamiento, y por lo tanto la
no me cuido, aquí, de la tumba ( "teórica" o no) dad de las condiciones institucionales del análisis crean entonces, en el
levantar en su beneficio esos "escritos" -e interior de la Escuela, una serie de sorpresas, de revisiones desgarra-
d a d e s el al se sustrajo-.' Y doras y de tensiones que no cesaron de aumentar. Puesto al desnudo,
repetir la lección, sino de destacar el acto que ha el poder que sostiene la "libre palabra" debe, de ahora en adelante, ser
ética de un habla. también tomado en cuenta, por la teoría que lo suponía.
ro, en qué se convierte esta palabra desorbitada de los circuitos
sionales, desligada, ab-soluta en la muchedumbre?
La Tiempo de los "nudos borromeos". Con mecates, se supone que
el Maestro va a producir una metateoría en términos de topología. Se
El final será mi los últimos años del S puede. La demostración no es convincente, aun si ella pone en juego la
tonces: el viejo decae. están los seminari coincidencia de los dos polos extremos del lenguaje enunciado
rados en el hospital reserva escriturario más formal y el malentendido oral del diálogo -, y ofrece
analistas-colegiales? Se kstaba ahí "entre amig una teoría general del espacio para pensar la metonimia (proceso
dianos, el Maestro tallaba las piezas de un "organón" coanalítico y literario más fundamental que la metáfora). Dos puntos
yo, las psicosis, el objeto, el inconsciente, la trans tan fascinantes que junto con muchos otros yo tengo ganas de creer en
antes de concentrarse en la cuestió ellos. Pero ahí no está lo esencial. real iza un rito teórico. La lenta
,
Sobre este recorrido, las interpretaciones no faltan. Ver el esquema presentado por
" Jacques en 9 de septiembre de 1981,
PP
El autor juega con el doble sentido del adjetivo propre, que tanto "pulcro"
como "propio". tomó el poder del departamento de psic
sesión. que no estaban de acuerdo con su interpretación del psico
"El artista Si hacemos excepción de los escritos de Freud (de los cuales re -
tiene, por otra parte, sobre todo los más "literarios , La interpretaci ón de
"