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NOCIONES DE HIDROLOGÍA ISOTÓPICA

Héctor Panarello – Cristina Dapeña

1. ISÓTOPOS DEL AGUA

La molécula de agua está formada por dos elementos: hidrógeno y oxígeno. El


hidrógeno se presenta en la naturaleza bajo la forma de dos isótopos estables, el protio (1H) y
el deuterio (2H), y un isótopo radiactivo, el tritio (3H o T). El oxígeno posee tres isótopos
estables: 16O, 17O y 18O. La sustitución de isótopos, tanto de oxígeno como de hidrógeno, en la
molécula de agua produce variaciones en aquellas propiedades controladas directamente por
la masa molecular, como la densidad, la presión de vapor, etc. (IAEA, 1981). Estas variaciones
dan lugar a un fraccionamiento isotópico, o separación, durante los procesos físicos tales como
la difusión y cambio de estado.

1.1. ISÓTOPOS ESTABLES

1.1.A. Generalidades

Las abundancias promedio de los isótopos estables del hidrógeno en la naturaleza


son (Way et al., 1950, en Hoefs, 1973):

1
H: 99,9844%
2
H: 0,0156%

Debido a la gran diferencia de masas entre los dos isótopos estables del hidrógeno, la mayor
conocida en la naturaleza, este elemento exhibe el mayor fraccionamiento isotópico dentro de
los elementos químicos.

Con respecto al oxígeno, las abundancias promedio de sus isótopos son (Nier, 1950,
en IAEA, 1981):
16
O 99,759 %
17
O 0,0374%
18
O 0,2039%

Considerando los isótopos estables del oxígeno e hidrógeno, quedan definidas nueve
especies moleculares posibles del agua con diferente masa molecular. La especie más
abundante está formada por dos átomos de protio y uno de oxígeno-16, pero también se
deben considerar aquellas especies más pesadas que incorporan un átomo de deuterio o de
oxígeno-18.

En el agua de mar, estas tres especies aparecen en las siguientes proporciones


aproximadas (Dansgaard, 1964):
1
997.680 por millón masa 18 H216O y especies menores
1 2 16
320 por millón masa 19 HH O
1
2.000 por millón masa 20 H218O
Estas proporciones pueden variar de un agua a otra, según su historia.

Las tres especies moleculares del agua poseen distintas masas molares, factor que
provoca comportamientos diferentes en procesos físicos como cambios de estado, difusión,
etc. Las aguas que contienen una mayor proporción de la especie molecular ligera 1H216O
tienen una presión de vapor mayor que aquellas que contienen mayor proporción de especies
moleculares pesadas. Como la presión de vapor determina la velocidad de evaporación o
condensación del agua, las moléculas ligeras evaporan más rápidamente y condens an en
forma más lenta que las moléculas pesadas. Es decir, presentan una tendencia mayor a
permanecer en la fase vapor durante el cambio de estado, y por lo tanto el vapor que escapa
de una superficie líquida para formar una nube es más pobre en oxígeno-18 y deuterio que el
agua que le dio origen, que queda así enriquecida en isótopos pesados. Este enriquecimiento
será más notorio en reservorios confinados como lagos y embalses, a diferencia del mar,
"reservorio infinito", donde la evaporación no modifica el contenido de isótopos pesados.

De esta forma tiene lugar un fraccionamiento isotópico, o separación, que es más


importante a medida que disminuye la temperatura. Esta dependencia del factor de
fraccionamiento con la temperatura, como así también la condensación parcial durante las
precipitaciones, genera los llamados efectos de "altitud", "continental", "latitud" y las
variaciones estacionales El efecto de "altitud" se debe a que el vapor residual después de la
precipitación es más liviano que el original. Por lo tanto, a medida que asciende la masa de
aire, las precipitaciones serán más livianas, observándose valores más empobrecidos a
medida que aumenta la altitud. Una situación similar tiene lugar a medida que la masa de aire
avanza tierra adentro, generándose un efecto "continental" con lluvias más ligeras al ir
avanzando sobre el continente (Panarello y Parica, 1984). El efecto de "latitud" se debe a que
el fraccionamiento isotópico producido durante los cambios de estado aumenta con la
disminución de la temperatura (Dansgaard, 1964). Por lo tanto, como al aumentar la latitud
disminuye la temperatura, en líneas generales, las precipitaciones en los polos son
isotópicamente más ligeras que en el ecuador. Esta dependencia con la temperatura también
da origen a variaciones estacionales, siendo las precipitaciones más ligeras en invierno que en
verano.

Por estas razones, los procesos físicos y los fenómenos meteorológicos responsables
del transporte del agua en las diferentes fases del ciclo hidrológico producen una
caracterización isotópica del agua de acuerdo a su historia, que puede ser de gran utilidad en
el estudio de su origen y comportamiento.

Cuando la precipitación alcanza la superficie del suelo su composición química puede


modificarse, princ ipalmente, por evaporación o por mezcla con aguas de distinta composición.
Estas modificaciones serán tanto más importantes cuanto mayor sea el tiempo de
permanencia del agua en superficie, que depende, a su vez, de la permeabilidad de los
materiales superficiales del suelo. Si la permeabilidad es elevada, la infiltración es rápida y la
composición isotópica del agua infiltrada puede ser idéntica o similar a la de las
precipitaciones. En caso contrario, se produce evaporación previa y el agua infiltrada es más
pesada.

Una vez que el agua se infiltra a profundidades mayores de 3 ó 4 metros, deja de estar
sometida al proceso de evaporación y por lo tanto su composición isotópica se mantiene
constante. Ésto no se cumple para zonas desérticas donde la influenc ia de la evaporación se
distingue hasta varios metros de profundidad. Sin embargo, la composición isotópica de las
aguas subterráneas puede modificarse por mezcla con aguas de diferentes procedencias, y en
el caso de aguas sometidas a altas temperaturas, por intercambio isotópico entre el oxígeno
del agua y el de las rocas .

Cuando el agua experimenta un cambio de estado se produce un fraccionamiento tanto


para el 18O como para el 2H, de acuerdo con sus respectivos coeficientes de fraccionamiento.
En la naturaleza, el proceso de condensación tiene lugar en condiciones de equilibrio, mientras
que el de evaporación suele realizarse en condiciones de no equilibrio. Si la evaporación
ocurre en condiciones de equilibrio, la composición isotópica del vapor producido está
determinada por la presión de vapor de las distintas especies moleculares, y δ 18O y δ 2H (ver
definición más adelante) se relacionan entre sí según la expresión δ 2H = 8 δ 18O (Dansgaard,
1964).

Cuando no se cumplen las condiciones de equilibrio, la velocidad de evaporación de las


distintas especies moleculares del agua depende tanto de las respectivas presiones de vapor,
como de sus coeficientes de difusión en el agua y en el aire (Plata Bedmar, 1979). Las
velocidades de difusión de las tres especies moleculares del agua mencionadas anteriormente
se ordenan de la siguiente forma (Dansgaard, 1964):

V[H2O] > V[ 2 HHO] > V[H218O]

Como consecuencia de esta relación, cuando se produce la evaporación en


condiciones de no equilibrio, el vapor producido tendrá una mayor proporción de 2HHO que
aquel originado en condiciones de equilibrio, generándose un "exceso de deuterio" en el agua
a partir de la cual se producirán las precipitaciones. Posteriormente las precipitaciones
ocurrirán como resultado del proceso de condensación, que tiene lugar en condiciones de
equilibrio. De esta forma se explica que la mayor parte de las precipitaciones caigan dentro de
una línea cuya pendiente coincide con la descripta anteriormente para condiciones de
equilibrio, ya que en ambos casos la condensación se produce en condiciones de equilibrio. La
línea obedece a la siguiente ecuación (Craig, 1961a):

δ 2H = 8 δ 18O + 10 ‰

donde la pendiente coincide con aquella descripta para condiciones de equilibrio. Esto
se debe a que en ambos casos la condensación, proceso que rige el valor de la pendiente de
este tipo de rectas, se produce en estas condiciones (Figura 1). La representación gráfica de
esta recta recibe el nombre de recta meteórica y la ordenada al origen es el exceso de
deuterio (Fig. 1-1)

En el caso de evaporación a partir de un cuerpo de agua cerrado, como se comentó


anteriormente, se produce un enriquecimiento de isótopos pesados en la fase líquida. El
efecto cinético de la evaporación hace que las moléculas de H21 8O queden retenidas
preferentemente en el líquido, y su concentración aumenta más rápidamente que la de
2
HHO. Como resultado, δ 2H y δ 18O se modifican a lo largo de una recta, llamada línea de
evaporación, Figura 1, 2-3-4, cuya pendiente oscila, en la mayoría de los casos, entre 4 y
6. El valor de la ordenada al origen suele ser menor que 10‰ y puede disminuir hasta
hacerse negativa. En general, estos parámetros son buenos indicadores del proceso de
evaporación. Sin embargo, existen casos en que este proceso se puede confundir, por
ejemplo, con un fenómeno de mezcla de aguas, y por lo tanto se debe recurrir a otros
parámetros, como la comparación con datos químicos, para identificar de qué fenómeno se
trata. Otros procesos como los geotérmicos o a la interacción con CO2 y/o H2S se indican en
la figura 1, 7-6.

Figura 1. Recta meteórica promedio mundial y las principales causas de fraccionamiento


durante el ciclo hidrologico

EXPRESION DE LOS RESULTADOS

Los análisis δ 18O y δ 2H, se indican en desviaciones por mil definidas como:
-
δ = 1000 RM RE ‰
RE
donde,
δ: desviación isotópica en ‰
M: muestra.
E: referencia internacional
R: relación isotópica (2H/1 H, 18O/16O).

La referencia utilizada es Vienna Standard Mean Ocean Water (V-SMOW)


(Gonfiantini, 1978). Las incertidumbres analíticas son ±0,2‰ y ±1,5‰ para δ 18O y δ 2H
respectivamente.
La relación isotópica se define como el cociente entre el número de moléculas de la
especie más pesada, menos abundante, y el de la especie más ligera, más común (Plata
Bedmar, 1979). Para oxígeno-18 y deuterio les correspondería, respectivamente, las
siguientes expresiones:

HD16O H218O
R2 = --------------- y R18 = ---------------
H2 16 O H216O

Por definición, el valor d V-SMOW = 0 ‰. Por lo tanto, un d positivo indica una mayor
concentración de los isótopos pesados 18O o 2H que el patrón.

1.2. ISÓTOPOS RADIACTIVOS

1.2. A. Tritio
El 3H, emite radiación ß- y tiene un período de semidesintegración de 12,32 años.
Su origen puede ser natural o artificial. Naturalmente el tritio se forma en las capas
superiores de la atmósfera por interacción entre nucleidos livianos y neutrones secundarios
producidos por la radiación cósmica (Panarello y Albero, 1983). Rápidamente se oxida a
H3HO, para precipitar luego con las lluvias e incorporarse de esta manera al ciclo
hidrológico. La producción artificial es debida fundamentalmente a las detonaciones
nucleares y la operación de centrales atómicas.

La gran cantidad de tritio inyectada en la atmósfera por las pruebas de artefactos


nucleares realizadas entre 1945 y 1963 dieron lugar a un pico en la concentración de este
isótopo en las precipitaciones, registrándose máximos de hasta 10000 U.T. (Figura 3) ( 1
U.T.= 1 átomo de 3H en 1018 átomos de 1H = 3.2 pCi/Lagua) en 1963 en el Hemisferio Norte
(Albero y Panarello, 1980). Posteriormente, al disminuir la producción de tritio artificial, los
niveles decrecieron, tanto por decaimiento como por dilución y actualmente se encuentran
en los valores prebomba. La Red Nacional de Isótopos en precipitación (Dapeña y
Panarello, 1999, 2002, Panarello, et al.,1998), que forma parte de la Global Network for
Isotopes in Precipitation (GNIP) del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA),
realiza el seguimiento de la concentración de este isótopo en muestras mensuales de aguas
de lluvia en localidades de la Argentina, distribuidas en todo su territorio.
Figura 2. Evolución del tritio en las precipitaciones en el Hemisferio Norte y el Hemisferio Sur

EXPRESION DE LOS RESULTADOS

La unidad aceptada para indicar la concentración de tritio en aguas es la unidad de tritio


(U.T.), donde:

1 U.T. = 1 3H : 1018 1H

El tritio puede resultar de utilidad para estimar el tiempo de recarga de un acuífero, ya


que el tritio se desintegra a través del tiempo. De este modo, valores de tritio similares a
aquellos correspondientes a las precipitaciones de las cuales se recarga el acuífero indicarán
tiempos relativamente cortos de infiltración. Valores menores podrían indicar tiempos
intermedios de recarga, o bien una mezcla entre aguas recientemente infiltradas y aguas
muertas. Las aguas muertas en tritio son aquellas que no poseen tritio debido a su largo
tiempo de permanencia en el acuífero. Vale aclarar que un agua muerta en tritio puede no ser
muerta para carbono-14. Si los valores de tritio correspondientes a las precipitaciones que
recargan el acuífero son muy bajos, estas variaciones no serán tan notorias, lo que dificultará
su interpretación.

2.3. APLICACIONES DE LOS ISÓTOPOS DEL AGUA EN HIDROGEOLOGÍA

2.3.A. Generalidades y antecedentes

Los isótopos del agua constituyen excelentes trazadores para estudios hidrológicos ya
que forman parte de la molécula de agua. Por esta razón, se encuentran distribuidos
ampliamente en el medio y, además, su utilización evita cualquier tipo de contaminación por
agregado de sustancias.
El movimiento del agua por el sistema acuífero supone el transporte de sustancias
disueltas y de variaciones en la composición isotópica de la propia molécula de agua. Este
tranpsorte está controlado por los fenómenos advectivos y convectivos asociados al
movimiento general de las masas de agua, a la difusión-dispersión en el seno del agua, a la
interacción entre el agua y el medio (la roca) y la presencia de fuentes (disolución) y sumideros
(precipitación, descomposición, desintegración) de mas a (Custodio, 1993). Todo ello se refleja
en cambios en las concentraciones químicas e isotópicas, siendo menos notorios para estas
últimas, razón po la cual se las utiliza como trazadores.

Teniendo en cuenta los fraccionamientos que sufren los isótopos estables (sección
2.1.A), y la desintegración de los radiactivos, se puede interpretar la historia de un acuífero.
Estos datos isotópicos serán de mayor utilidad si se los puede complementar con datos
químicos, ya que no necesariamente son afectados por los mismos procesos y de la misma
manera. Asimismo, se debe tener en cuenta la situación geográfica y geológica del área en
estudio.

De todos modos, cualquier interpretación depende en gran medida de un muestreo


correcto y representativo, factores que no siempre se pueden controlar completamente.

Las aplicaciones de los isótopos del agua en estudios hidrológicos son muy variadas y
son numerosos los trabajos que las contemplan. Entre ellas se pueden nombrar la
identificación de las fuentes de recarga de un acuífero (Lizarau et al., 1987; Levín et al., 1988;
Panarello, 1992; etc.), la infiltración de un río como fuente de recarga (Payne, 1980; Panarello
et al., 1993b; etc.), la infiltración de lagos (Rao et al., 1987, etc.), la fuga de embalses (Plata
Bedmar et al, 1989; Roldào et al, 1989; etc.), el origen de la salinidad de las aguas (Levín et
al., 1973; González Báez et al, 1990; Panarello et al., 1993a; etc.), el origen de aguas
geotermales (Bonorino et al, 1987; Changkuon et al., 1989; etc.), la determinación de la
relación entre acuíferos (Rao et al., 1987; etc.), etc. En la mayoría de los casos un mismo
estudio isotópico contempla varias de estas aplicaciones, y se complementa con estudios
químicos y/o hidrogeológicos.

2.3.B. Origen de la salinidad de las aguas

Teniendo en cuenta que uno de los problemas a analizar en este trabajo se relaciona
con la salinización de acuíferos, se proporciona una explicación más detallada de la
contribuición de los análisis isotópicos a la resolución del mismo.

La salinidad de un acuífero puede tener orígenes muy diversos, como por ejemplo:

- concentración de sales por evaporación


- disolución de rocas
- disolución de residuos de fertilizantes
- mezcla: - agua de mar
- aguas mineralizadas de acuíferos inferiores
- salmueras de piletas de petróleo, etc.
En muchos casos, la medición de la composición isotópica de las aguas es suficiente
para determinar el origen de la salinidad. Si la salinidad se debe a la concentración de sales
por evaporación en superficie, los valores de δ 18O y δ 2H se encontrarán sobre la línea de
evaporación (ver sección 2.1.a.). En el caso de tratarse de aguas meteóricas que se han
salinizado por la disolución de rocas, su composición isotópica será similar a las otras aguas
subterráneas no saladas del mismo acuífero (Plata Bedmar, 1979). Esto se debe a que la
composición isotópica no varía durante el proceso de disolución. Si el agua ha adquirido su
salinidad por mezcla, ya sea con agua de mar, con aguas mineralizadas provenientes de
formac iones infrayacentes, generalmente en el caso de sobreexplotación; o por contaminación
con salmueras de piletas de petróleo, la composición isotópica de las aguas salinizadas caerá
en una línea de mezcla cuyos extremos serán el agua meteórica original y el agua de mar, las
aguas mineralizadas de la formación infrayacente o la salmuera del petróleo, según el caso.
Lamentablemente, no siempre se tiene acceso a la composición isotópica de este último
extremo. Además, si el porcentaje de mezcla es bajo, o bien, si los valores isotópicos de los
extremos muestran poca variación entre sí, puede resultar muy difícil identificar con certeza la
existencia de mezcla, mediante técnicas isotópicas.

En algunos casos los datos isotópicos por sí solos no pueden resolver el problema del
origen de la salinización de un acuífero. Si se los combina con datos químicos, generalmente
se puede obtener una mejor explicación al problema. Sin embargo, la relación entre salinidad y
composición isotópica en el caso de mezclas sólo se puede advertir cuando la salinidad no
está perturbada por intercambio químico. Por lo tanto al hacer las correlaciones, se deben
elegir elementos conservativos como cloruros en salinidades bajas y valores de TDS (sólidos
totales disueltos) para salinidades más altas (IAEA, 1981). No es aconsejable utilizar iones
alcalinotérreos, ya que son objeto de intercambios iónicos y reemplazos. Al graficar datos
isotópicos (δ 18O o δ 2H) contra datos químicos (ej. Cl-, etc.) para el caso de mezclas, los puntos
representados caerán en una línea que unirá los extremos de la mezcla. En general, aguas de
distinto origen no mostrarán valores, tanto isotópicos como químicos, exactamente iguales.

Sin embargo, siempre se debe tener en cuenta que los valores isotópicos y químicos
de las aguas subterráneas pueden ser debidos a una combinación de todas estas causas
mencionadas, factor que dificultará la interpretación de los datos.

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