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Concepto de estructura[editar]
Para Durkheim, la sociedad está estructurada alrededor de un conjunto de pilares que se
manifiestan a través de expresiones. Así, se acerca al Dios de Spinoza tal como fue
tomado posteriormente por el estructuralismo, que encuentra así en este autor
antecedentes y fundamentos. No obstante, no se debe confundir este concepto con la
caracterización que Durkheim hace de Dios y las religiones, que, tal como figura en Las
formas elementales de la vida religiosa, describe a las creencias religiosas expresadas en
ritos, simbologías, emblemas o ideas abstractas como representaciones elaboradas por la
sociedad para afirmar su sentido, su objetivo como tal. Las creencias se evidencian al
padre de la sociología clásica como indispensables para la reproducción de la sociedad,
en tanto acarrean una moral (de este modo, al hablar de creencias nos encontramos
expuestos al factor subjetivista en el pensamiento de Durkheim, ya que para hacer efectivo
el fin de los lazos sociales es necesario que los componentes de la sociedad se apropien
de las creencias internalizadas y actúen conforme a ellas).
Así, la idea de Dios proviene del hombre, aunque su manifestación como sustancia sea
espinoziana.
El suicidio[editar]
Portada de la edición original de El suicidio.
El suicidio. Estudio de sociología (1897) es una de las más importantes obras de Émile
Durkheim. Trata sobre el suicidio como fenómeno social. Con ello rompe la tendencia
tradicional de considerarlo como un fenómeno estrictamente individual y por ende solo
como objeto de la psicología o de la moral. Durkheim considera la tasa anual de suicidios
que existe en varios países europeos desde la sexta década del siglo XIX. Esto es, desde
un punto de vista social. Analizando esas tasas, se percata de que suelen mantenerse
constantes o con cambios muy leves a lo largo de prolongados períodos. También se
percata de que la tasa de suicidios es diferente de unos países y de unas comunidades a
otras. Por ejemplo, en las sociedades católicas había menos suicidios que en las
sociedades protestantes, pero entre los judíos todavía menos que entre los católicos. A
partir de ello, infiere que el suicidio es ante todo un hecho social y sus causas son antes
sociales que individuales o netamente psicológicas.5
Durkheim propone identificar las diferentes causas sociales del suicidio. A partir de ello,
distingue entre cuatro tipos de suicidio:
1. El suicidio egoísta tiene lugar cuando los vínculos sociales son demasiado débiles
para comprometer al suicida con su propia vida. En ausencia de la integración de la
sociedad, el suicida queda libre para llevar a cabo su voluntad de suicidarse. Su
excesivo individualismo, producto de la desintegración social, no le permite
realizarse en cuanto individuo social que es.