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D
Directora Dra. Marta E. Casaús Arzú
Departam
mento de Historia Moderna- Área de Amé
érica
Programa Oficial de
d Posgrado Doctorado en Estudios Latin
noamericanos
AGRADECIMIENTOS.......................................................................................................................... XIX
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................... 1
RESUMEN ............................................................................................................................................... 1
NORTE TEÓRICO......................................................................................................................................... 11
a) Memoria como espacio de luchas (poder y resistencia) .......................................................... 11
b) La agencia de los emprendedores de la memoria .................................................................... 11
c) Memoria oficial y marcos de memoria......................................................................................... 13
d) Memoria literal y memoria ejemplar ............................................................................................ 13
e) Comunidades de memoria ............................................................................................................ 15
f) Lugares de memoria ....................................................................................................................... 16
SUR METODOLÓGICO ................................................................................................................................. 18
a) Método etnográfico ........................................................................................................................ 19
b) Estudios de Caso ........................................................................................................................... 20
c) Cartografía participativa ................................................................................................................ 21
d) Entrevistas....................................................................................................................................... 22
e) Grupos Focales .............................................................................................................................. 23
f) Antropología visual.......................................................................................................................... 23
g) Revisión documental ..................................................................................................................... 24
SÍNTESIS CAPITULAR ................................................................................................................................. 25
I
1.6 CARTOGRAFÍA CULTURAL: PRÁCTICAS Y ESPACIOS DE MEMORIA .................................................... 49
1.7 COMUNIDADES DE MEMORIA ............................................................................................................... 50
1.8 LA (DES) CONEXIÓN DE TRABAJOS DE MEMORIA ENTRE DOS CONTINENTES: LOS CASOS DE ESPAÑA
Y EL SALVADOR ......................................................................................................................................... 51
II
5.1 DE LA CARTOGRAFÍA DEL MONUMENTO HEROICO A LA TRANSGRESIÓN DEL CONTRA-MONUMENTO
.................................................................................................................................................................. 197
5.2 LOS EMPRENDEDORES DE LA MEMORIA: LA SOCIEDAD CIVIL Y LOS DERECHOS HUMANOS ........... 200
5.3 LAS REPRESENTACIONES DE “LA AUSENCIA”: GESTIÓN DE LA MEMORIA DEL DESAPARECIDO Y
MASACRADO ............................................................................................................................................. 207
6.1 DEL MUSEO DEL GRAN RELATO NACIONAL AL DE LAS HISTORIAS COTIDIANAS Y LOS DERECHOS
HUMANOS ................................................................................................................................................. 231
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................................282
ANEXOS ...............................................................................................................................................304
Relato #1. “Territorios sentidos”: las exhumaciones como deber de memoria ....................... 304
Relato #2. La conmemoración de Las Aradas ............................................................................. 307
Relato #3 El Recorrido de dos museos comunitarios de la memoria ....................................... 315
ANEXO 2. REGISTRO DOCUMENTAL DE MOVILIZACIÓN DE POBLACIONES REFUGIADAS Y SUS FUENTES
.................................................................................................................................................................. 322
III
ANEXO 3. LISTADO DE MASACRES EN BASE A FUENTE MAPA MASACRES Y CONMEMORACIONES,
ELABORADO POR EQUIPO MAÍZ EN EL AÑO 2005 ................................................................................... 327
IV
ÍNDICE DE IMÁGENES
IMAGEN 30: PIEZA MUSEOGRÁFICA DEL MUSEO SCHAFIK VIVE, COMUNIDAD SEGUNDO
MONTES, MORAZÁN .........................................................................................................................191
IMAGEN 31: DETALLE DEL MURAL ARTÍSTICO QUE FORMA PARTE DEL MONUMENTO A
LA MEMORIA Y LA VERDAD ............................................................................................................209
VI
IMAGEN 35: ACTIVIDADES DE CONMEMORACIÓN EN EL MONUMENTO A LA VERDAD ...224
VII
ÍNDICE DE MAPAS
MAPA 1: UBICACIÓN DE EL SALVADOR EN EL CONTINENTE AMERICANO ..........................83
VIII
ÍNDICE DE CUADROS
XI
CONADES Comisión Nacional de Asistencia a la Población Desplazada
de El Salvador.
XII
LASA Latin American Studies Association
RN Resistencia Nacional
XIII
UNESCO Organización de Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura
XIV
GLOSARIO DE SALVADOREÑISMOS
Balacera Tiroteo.
Cabal Exactamente.
XV
militar por vía aérea -especialmente con helicópteros- a menudo en
zonas montañosas, con el fin de tener acceso a las
comunidades y no dar tiempo de huida. Término usado por
los informantes.
XVI
Matate Bolso elaborado de fibra de henequén.
XVII
A Camilo
Al colectivo del Museo de la Palabra y la Imagen
A todos los emprendedores de la memoria
A las víctimas recordadas en los "lugares de memoria"
XVIII
AGRADECIMIENTOS
XIX
A Ellen Moodie y Lena con quienes compartí casa mientras escribíamos,
"cada una con su tema" de investigación.
XXII
INTRODUCCIÓN
Resumen
1
“Estudio de largo plazo de una comunidad, región sociedad o cultura, generalmente basado en visitas repetidas o bien a
base de la experiencia del investigador” (KOTTAK, 2000:14).
2
“Posguerra o posconflicto es el período de tiempo que sigue a la superación total o parcial de un conflicto armado. Se
puede definir en base a un atributo: la reducción del número de homicidios relacionados con el conflicto respecto a un
umbral determinado. Yo utilizo una definición con frontera de cierre flexible, pues implica fortalecimiento de la paz para no
recaer en el conflicto. Es decir, abarca un mayor número de atributos que se desarrollan en tiempos diferentes o siguen
pendientes, tales como la reconciliación, la atención a población vulnerable, la construcción de memoria y verdad, la
justicia transicional y la reparación, la prevención de la violencia y el crimen, la reforma de las Fuerzas Armadas y de
Policía, la reconstrucción y el desarrollo económico, la estabilización política y la participación del sector privado, la
sociedad civil y la comunidad internacional en todos ellos” (UGARRIZA, 2013:147).
1
guerra civil es abundante aunque irregular, se expandió en la posguerra, y falta
reunirla, difundirla y estudiarla sistemáticamente. La producción de literatura
testimonial biográfica, novela histórica, ficción, y recopilaciones de historias orales
se incorpora al plano del ciudadano que quiere brindar su versión, "sus
memorias". Además encontramos una creciente producción de documentales,
donde cineastas relatan principalmente las experiencias de población civil. Y
finalmente existen en menor cantidad investigaciones académicas que ubican
desde las ciencias sociales el surgimiento de estudios de la memoria, mediante
distintas disciplinas, enfoques, métodos, fuentes y casos. Esos tres tipos de
contribuciones exponen factores clave como la polarización política, el clima de
represión y terror, la escala de la violencia, la impunidad y la transición política.
Pero hay un vacío analítico de cómo los actores sociales gestionan la memoria,
principalmente falta un estudio que evidencie sus prácticas culturales que dan
significado a los lugares de memoria, acompañadas de conmemoraciones,
rituales y generación de museos desde donde proponen formas subalternas de
historia ante el olvido oficial.
2
revisión documental. Esta combinación es una de las fortalezas de mi trabajo,
pues permite la extracción de datos de diversa proveniencia, y su corroboración
mediante triangulación y complementariedad. Otra fortaleza es la implementación
de la cartografía participativa para confrontar formas de representación, desde
una perspectiva de las comunidades memoria.
3
En esta parte sintetizo en orden cronológico los principales hitos históricos
de mi período de estudio3. Con ello explico el contexto implícito y constante de
negación estatal y de algunos sectores poderosos de la sociedad, que motiva a
que los emprendedores de la memoria defiendan el reconocimiento social y la
legitimidad política de sus narrativas del pasado, generando lugares de memoria
y utopías ciudadanas.
Tras la convulsa década de los años 70s y doce años de cruenta guerra
civil, firmaron los Acuerdos de Paz (1992) representantes de partido de derecha
en el gobierdo desde 1989, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), y de la
organización político-militar de izquierda Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), que pasó a ser un partido político. La posguerra
desata en El Salvador un período de profundos cambios sociales y culturales, no
sin contradicciones y obstáculos. Se abrió un inusitado escenario donde
aparecieron nuevos actores sociales, quienes configuraron discursos y acciones
en aras de fortalecer la construcción de un Estado democrático.
3
Abordados con mayor profundidad en el Capítulo II. Del Terror al Olvido: Una Mirada a la Historia Contemporánea de El
Salvador (1960-2015).
4
Existen dos tímidas iniciativas de revisión a la historia oficial que emprendió el gobierno de ARENA, mediante el
Ministerio de Educación, en la reforma educativa de 1993. Una es la incorporación en la currícula estudiantil de temas de
historia contemporánea con breves referencias a la insurrección de 1932, el voto de las mujeres, y el conflicto Armado en
El Salvador. La otra es la publicación de dos tomos de Historia Nacional (MINISTERIO DE EDUCACION, 1993).
4
esclarecía los casos más emblemáticos de violaciones a los derechos humanos
perpetrados durante el conflicto armado. El informe también incluyó acciones a
emprender para promover la justicia. Pero fue criticado y deslegitimado por las
fuerzas políticas de la época; hubo pocos esfuerzos de difusión y ninguno de
reparación económica y moral a las víctimas. Representantes del Estado
reiteraban que la reivindicación de causas sociales debía dejarse atrás para
alcanzar el progreso y la armonía. Es decir, El Salvador pasó del conflicto a la
paz negociada, sin dimensionar colectivamente la brutal violencia de la guerra ni
plantearse la justicia social. Ante esta coyuntura, surge una novedosa gestión de
la memoria como una forma de resistencia por parte de variados actores sociales
que mi tesis examina en capítulos específicos: las comunidades repobladas, la
sociedad civil organizada en torno a derechos humanos, y el Museo de la Palabra
y la Imagen (MUPI).
5
Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños Desaparecidos, creada por el sacerdote jesuita de la UCA Jon de Cortina.
6
El génesis, desarrollo y superación del conflicto armado dejaron una fuerte
impronta en escritos, documentales y estudios sobre la memoria, que discuto con
más profundidad en el Capítulo I. Piezas para un Estado de la Cuestión. En
síntesis, ha sido una producción irregular, mayoritariamente clandestina antes y
durante la guerra, y durante la postguerra tuvo una fase de eclosión. Además, no
ha sido sistemáticamente reunida, difundida y analizada, lo que dificulta presentar
un panorama completo. Yo lo estructuro en tres grandes campos: 1) La literatura
testimonial biográfica, novela histórica y de ficción, y relatos de memoria
colectiva; 2) La producción audiovisual: y 3) la producción académica desde
estudios de ciencias sociales principalmente desde historia y antropología.
8
fotografiadas para utilizar la fotografía como dispositivo de memoria, y produjo un
documental que relata la experiencia del Museo Comunitario de Memoria de
Arcatao, "Museo de la Memoria Sobreviviente".
9
ensayo sobre el trabajo del MUPI y la inclusión de voces subalternas, en un
artículo titulado Museos, Memoria Social y la Nación Justa (DE LUGAN, 2011). La
tesis de grado en antropologa de la salvadoreña Carmen Molina Tamacas titulada
La función cultural de los museos de San Salvador (MOLINA TAMACAS, 2008),
expone la etapa de posguerra como un período de eclosión de iniciativas de
museos privados ante la ausencia de museo nacional, y cómo estos han
funcionado como espacios culturales alternativos desde su condición de museos
privados, generando exposiciones para nuevos públicos en la capital salvadoreña
principalmente.
Este último apartado, relativo a los estudios de memoria desde las ciencias
sociales (historia y antropología) será ampliado en el capítulo I Memoria y
lugares, piezas para un estado de la cuestión. Se incluye la producción
académica de España en términos de metodología y enfoques teóricos.
Coordenadas de orientación
Norte teórico
6
El primer capítulo de esta tesis desarrolla ampliamente un estado de la cuestión sobre la producción intelectual relativa
al campo de memoria y las prácticas culturales
11
La gestión de la memoria implica un trabajo que pone a la persona y a la
sociedad en un lugar activo y productivo, donde se vuelve agente de
transformación y, en el proceso, se transforma a sí mismo y al mundo. “Está
relacionado con el concepto de agencia, que no se refiere sólo a la voluntad y la
racionalidad humana de un individuo, sino que se basa en el descentramiento del
sujeto para decirnos que no estamos solos en la tarea de transformación” (EMA
LÓPEZ, 2004:14).
7
La gestación de una cuestión pública, como la gestión de la memoria, es un proceso que se desarrolla a lo largo del
tiempo, y que requiere energías y perseverancia. Tiene que haber alguien que lo promueva, que empuje y dirige sus
energías al fin deseado. Esta es parte de los "trabajos" del emprendedor de la memoria de los que habla Jelin (JELIN,
2002: 39).
12
central para establecer y elaborar la "historia/memoria oficial" (JELIN,
2002:39)
c) Memoria oficial y marcos de memoria
¿Para qué sirven las memorias oficiales? "son intentos más o menos
conscientes de definir y reforzar sentimientos de pertenencia, que apuntan a
mantener la cohesión social y, definir fronteras simbólicas" (JELIN, 2002:39),
cristalizando una sola visión del pasado. Proporcionan los puntos de referencia
para encuadrar las memorias de grupos y sectores dentro de cada contexto
nacional. "Una vez establecidas estas narrativas oficiales, ligadas históricamente
al proceso de centralización política de la etapa de conformación de Estados
nacionales, se expresan y cristalizan en los textos de historia que se transmiten
en la educación formal. Al mismo tiempo, se constituyen en los blancos para
intentos de reformas, revisionismos y relatos alternativos" (JELIN, 2002:41).
Estos momentos son los que Jelin denomina "deshielos" que son:
13
Aunque en esos espacios de apertura pueden entrar varias memorias,
desde la perspectiva de derechos humanos y un plano filosófico de "deber de
memoria" como le llamaría Paul Ricoeur (2004) existen planos éticos de
memoria. Fue Tvetzan Todorov (1998) quien introdujo los términos memoria
literal y memoria ejemplar. La primera queda encerrada en sí misma.
8
“El sufrimiento personal (especialmente cuando se vivió en "carne propia" o a partir de parentesco sanguíneo) puede
llegar a convertirse para muchos en el determinante básico de legitimidad y de verdad. Paradójicamente, si la legitimidad
social para expresar la memoria colectiva es socialmente asignada a aquellos que tuvieron una experiencia personal de
sufrimiento corporal, esta autoridad simbólica puede fácilmente deslizarse (consciente o inconscientemente a un reclamo
monopólico del sentido y contenido de la memoria y de la verdad. El nosotros es reconocido como excluyente e
intransferible” (JELIN, 2002:86).
14
e) Comunidades de memoria
15
lugar, debemos trabajar por el reconocimiento de las memorias de
acontecimientos pasados, en forma tal que estas memorias puedan ser
llevadas a espacios y tiempos diferentes, donde otros también puedan
entrar en contacto con este pasado. En tercer lugar, especial atención
debe prestarse a la forma en que una comunidad de memoria se vincula
con el reconocimiento, remembranza y consecuencias prácticas de la
memoria (ARCILLA, 2014:34)
Hasta aquí hemos visto el completo escenario donde trabajan los
emprendedores de memoria como actores de la agencia cultural. Ahora
entraremos a una discusión no menos compleja, que tiene que ver con la acción
de generar lugares de memoria por parte de los actores sociales.
f) Lugares de memoria
Los lugares de memoria, dice Silvina Fabri, podrían entenderse como "los
sitios que condensan significaciones en torno a una política nacional de la
memoria" (FABRI, 2010:103). En ese sentido pongo en discusión el concepto de
"lugares de memoria"10 acuñado inicialmente por el francés Pierre Nora (1984).
Sobre todo en su aplicabilidad en otras latitudes fuera de Francia, y en otros
planos, más locales que nacionales. Eugenia Allier Montaño (2008), discípula
formada con Pierre Nora, discute esta pertinencia. Ella menciona que los lugares
de memoria coadyuvan el estudio de los lazos entre memoria, olvido, identidad y
la construcción imaginaria de la nación a través de las memorias nacionales.
10
Nora acuñaba, dentro del campo académico, dos conceptos con implicaciones espaciales importantes. De un lado, la
idea de lugar de memoria, definida por Nora como «toda unidad significativa, de orden material o ideal, de la que la
voluntad de los hombres o el trabajo del tiempo ha hecho un elemento simbólico del patrimonio de la memoria de una
comunidad cualquiera» En segundo lugar, la noción de política de memoria, que indicaría la producción, desde las élites
políticas e intelectuales, de un discurso sobre el pasado al servicio de objetivos del presente, así como la puesta en
práctica de ese discurso en la sociedad a través de la conmemoración y de otras actuaciones de alcance público(incluidas
las intervenciones de carácter espacial y paisajístico).
16
El otro punto que cuestiona Allier Montaño es el de concebir a los lugares
de memoria como un taller que trabaja con restos o vestigio donde la memoria se
pone a trabajar. Para el caso de América la autora refuta esa aseveración
mencionando que los lugares de memoria son nacidos de la propia efervescencia
de la memoria y no de su desaparición11. Y es efectivamente esa implicación en
la acción cultural de memoria que fomenta los trabajos de memoria de los
emprendedores sobre los lugares, volviéndolos activos y vivos.
11
Lo que sí debe quedarnos claro es que, tratándose de pasados recientes y sobre todo cuando ellos fueron violentos,
los lugares de memoria pueden funcionar de distinta manera que aquellos referidos a pasados más lejanos.
17
En este punto, introduzco la categoría de territorio como un espacio
ecológico y colectivo que está regido por la experiencia comunitaria. El territorio
es la condición del modo de ser en el espacio. En este sentido, "es el espesor
histórico; como matriz de lo social, como procedencia de potenciales trayectorias
históricas, como cuerpo lleno donde se inscribe la memoria cultural" (PRADA,
1995:24). Vinculado al territorio se produce el proceso de territorialidad, que es:
18
experiencias –muchas con las que trabajé no saben leer y escribir- Logré
también establecer valiosos vínculos con mis informantes, principalmente
mujeres, con quienes pude generar confianza en ellas mismas y en segundo
plano conmigo. Extraer sensiblemente información traumática y en muchos casos
mantenida confidencialmente como parte del duelo pendiente o por temor a la
impunidad, me permitió profundizar en temas que no han sido investigados, para
así corroborar datos mediante triangulación y complementariedad. Otro aporte
innovador en aspectos metodológicos ha sido la implementación de cartografía
participativa, que me ha permitido confrontar las formas de representación
cartográfica desde una perspectiva de las comunidades memoria. En síntesis, mi
tesis es un mapeo nacional de diversas prácticas de memoria, a partir de tres
estudios de caso que cuentan con un profundo análisis, producto de la
metodología implementada.
a) Método etnográfico
19
creación de exposiciones o museos de memoria en comunidades repobladas y mi
experiencia como fundadora y gestora cultural del MUPI.
b) Estudios de Caso
20
país. Realicé tres entrevistas, extraje del libro de visitas las narrativas de los
visitantes sobre su experiencia en el museo y revisé encuestas evaluativas
realizadas por el mismo museo. Retomé los escritos sobre el MUPI de diversos
investigadores, incluyendo a Leigh Binford (2007), Carmen Molina Tamacas
(2009), Mneesha Gellman (2015) y Robin María De Lugan (2012).
c) Cartografía participativa
21
mapas de mi autoría, usando recursos documentales y entrevistas para graficar
las movilizaciones de las migraciones de refugio y repoblación.
d) Entrevistas
22
e) Grupos Focales
f) Antropología visual
23
En definitiva, usa los medios audiovisuales para describir, analizar e interpretar la
cultura.
g) Revisión documental
Síntesis Capitular
25
Capítulo II. Marco Histórico: El Salvador de la locura a la (des)Esperanza
27
subalternas que generan "comunidades memoria", y su territorialización desde su
concepción de "museo sin paredes".
Anexos
28
CAPÍTULO I. MEMORIA Y LUGARES: PIEZAS PARA UN ESTADO
DE LA CUESTIÓN
29
vieron confrontados al mostrar crueles formas de violentar los derechos humanos
básicos; y hoy, los sobrevivientes se unen al reclamo de justicia y verdad en lo
que se considera un “deber de memoria”. Esta eclosión ha tenido que enfrentar
diversos contextos a lo largo de la historia, cuestionando el papel del historiador
en la generación de narrativas ante las demandas ciudadanas.
14
La memoria no es solo una función psicológica individual; sino que es algo que no se puede separar de lo social. Y la
memoria individual es real en tanto que participa de la memoria colectiva. Por último, este autor estaba convencido de que
la memoria tiene una función social. Es decir que el pasado mitificado es utilizado para justificar representaciones del
presente (Micheaneau, 2002).
30
una serie de hechos sociales en relación a la memoria.
Por medio del lenguaje se vehiculizan las luchas por las representaciones
del pasado, centradas en el poder, la legitimidad y el reconocimiento.
Estas luchas implican, por parte de los diversos actores, estrategias para
oficializar o institucionalizar una (su) narrativa del pasado […] Parte de
estas luchas, intentan lograr posiciones de autoridad o hacer que quienes
las ocupan, acepten y hagan propia la narrativa que se intenta difundir.
También implica, una estrategia para ganar adeptos, ampliar el círculo que
acepta y legitima una narrativa como propia, identificándose con ella
(JELIN, 2002:41).
En ese sentido, se puede definir también el rol de los actores desde su
ámbito de poder. Es decir, desde el lugar de enunciación.
Podría decirse que, con relación a las dictaduras del Cono Sur, el
movimiento de derechos humanos ha sido y sigue siendo un actor privilegiado.
37
Su presencia y accionar han sido sistemáticos y permanentes en Argentina, y con
menor fuerza se han manifestado en Chile, Uruguay y en la realidad
latinoamericana en general. Esto ubica como actores no solo a especialistas en
derechos humanos, sino a familiares de las víctimas, que enarbolan los derechos
humanos como referentes de justicia y verdad ante la impunidad y que cuentan
con una legitimación pública a través del testimonio y la denuncia y otras
prácticas simbólicas, como las de madres de plaza de mayo.
15
Cabe mencionar que Ricoeur declara que prefiere el término “condición histórica” al de “historicidad” por lo equívoco
que puede resultar el segundo y porque “condición” connota tanto el estar situado como condicionalidad –condiciones de
posibilidad de rango ontológico– respecto a las categorías de la hermenéutica crítica (RICOEUR, 2004:240).
39
pasado actual y memorizado” (CUESTAS, 1998: 209).
16
"Una concepción bastante corriente de la memoria, sostiene que ésta es un efecto del pasado sobre el presente.
Notemos que para Nora, la memoria es exactamente lo contrario. Él considera que la memoria no preexiste a su
expresión, lo que es un poco provocativo. Nora considera que no hay nada que recuperar del pasado, por que el pasado
está muerto, el pasado no se encuentra ubicado o escondido en algún lugar; es definitivamente pasado y no resucitará por
sí solo. Pero sí que existen talleres para crearlo de nuevo: esos son los lugares de memoria" Micheaneau, 2005:3).
40
conocimiento del pasado que tenemos, pero sin experiencia propia"
(LAVABRE,1994:28).
En la definición que Nora propone, se complejizan las nociones
previamente existentes sobre la relación entre memoria y lugares, ya que son
deudoras de los planteamientos de Maurice Halbawchs (1925) sobre las teorías
de la memoria como acción social, relacionando a los lugares con los marcos
sociales de la memoria que se relacionan a su vez, con una temporalidad y
espacialidad. Es decir, "son ejes espacio-temporales que actúan como anclajes
de la memoria, lo que permite su fijación, de modo que ésta no se pierda al no
tener puntos de referencia. Estos marcos no son dados, sino que construidos
socialmente y que se definen por su dimensión significativa" (HALBWACHS en
VÁSQUEZ, 2003:192).
Es como pensar que no se puede hacer historia del tiempo presente, o que
el presente no es importante cuando se hace una historia de la memoria,
siendo que justamente los Lieux de la Memoire son una muestra del
"presentismo". La variante en este sentido obedece a que para el caso de
América latina la historia del tiempo presente está marcada por fuertes
implicaciones políticas que llevaron a graves violaciones de derechos
humanos que se entre cruzan las memorias políticas, políticas de memoria
y prácticas memoriales presentes (ALLIER MONTAÑO, 2008:92).
41
Otro punto que pone en cuestión la autora es que Nora señala como
fundamental la desaparición del recuerdo para consagrarle un lugar de memoria,
puesto que se trata de un objeto donde el pasado se encuentra retomado en el
presente. Provocando una "historia en segundo grado".
En los años 1990 - Pierre Nora- sugirió que los lugares de memoria eran
«esas conchas sobre la orilla cuando se retira el mar de la memoria viva».
Ellos están ahí, pero la única relación activa que se puede tejer con ellos
es justamente la que proponen los Lieux: una relación de segundo grado,
hecha de la reactivación de aquello de lo que ellos han sido la historia.
Para este historiador, solo se habla de memoria cuando esta ya no existe,
cuando ha desaparecido: «Si aún habitáramos nuestra memoria, no
tendríamos necesidad de consagrarle lugares. No habría lugares, porque
no habría memoria arrastrada por la historia». Es por ello que «los lugares
de memoria son, en primer lugar, restos. La forma extrema donde subsiste
una conciencia conmemorativa en una historia que la llama, porque la
ignora. Es la desritualización de nuestro mundo lo que hace aparecer la
noción. (ALLIER MONTAÑO, 2008:95).
Ante eso Allier Montaño lanza las preguntas “¿Los lugares de memoria
surgen de la necesidad de consagrarle un sitio porque está desapareciendo? ¿O
pueden nacer precisamente de la efervescencia del recuerdo?” (ALLIER
MONTAÑO, 2008:95).
Por otra parte, otros autores discuten el papel que debe jugar los lugares
de la memoria en vinculación con territorio. Observar la forma ampliada de
42
relaciones que un lugar de memoria rompe el silencio cotidiano de un espacio
urbano o rural para dar nuevas significaciones a la forma en que los individuos se
relacionan con este y su entorno. Asi lo comprende Silvina Fabri (2010) al
mencionar los procesos de "lugarización" (FABRI; 2010:103) se refiere a las
formas de articulación del espacio y memoria colectiva con el fin de rememorar,
conmemorar o denunciar. El lugar de memoria articula prácticas cotidianas que
dan nuevo sentido a los lugares y permiten delinear una diferenciación territorial
que brinda al espacio una nueva carga simbólica. Hablar de territorialización en
lugares de memoria es abrir la discusión a conceptos de construcción socio
espacial.
43
geografía adquiere una nueva dimensión.
Esta se caracteriza por avances teóricos que intentan explicar la
problemática social, siempre manteniendo su especificidad disciplinaria.
De este modo, la geografía actual utiliza todo el bagaje teórico-
metodológico para resignificar los conceptos tradicionales a través de
nuevas perspectivas. El objeto de estudio, es el espacio geográfico
entendido como un espacio social que será interpretado teniendo en
cuenta los procesos sociales actuales e históricos, que interactúan y
construyen/reconstruyen ese espacio geográfico. (SHMITE & NIN, 2006-
2007:171)
Al hablar de espacio geográfico, nos referimos específicamente al
territorio. Cristina Teresa Carballo en su libro Cultura, Territorios y Prácticas
Religiosas (2009) reflexiona sobre el significado cultural de territorio desde
diversos aportes de geógrafos culturales.
Este término fue usado por los filósofos franceses Gilles Deleuze y Félix
Guattari, a principios de los años setenta, para desarrollar una idea forjada
ya por Marx en su percepción del capitalismo como una máquina
devoradora, que paulatinamente se iba apropiando de diversos “territorios”
–la agricultura, la cultura, la educación, la industria– hasta llegar a
desterritorializarlos y dejar al proletariado sin territorios, momento en el
cual, ya sin nada que perder, la revolución sería posible(SZURMUK &
MCKEE, 2009:82).
44
Si desterritorialización es una acción relativa a la forma de relacionamiento
con el territorio, habrá que entender territorio como lugar de experiencia donde se
configura el sentido de "territorialidad"
45
cuales estos actores (o sus antecesores) inscribieron los sentidos en esos
espacios, lo cual permite que un determinado «espacio» se convierta en
un «lugar» (JELIN & LANGLAND,2003:2)
Esta semantización no es automática o producto del azar, sino de la
agencia y la voluntad humana. Los procesos sociales que implican la acción de
“marcar” espacios, requieren de la presencia de “emprendedores de memoria”,
como prefiere llamarle Jelin, es decir, de sujetos activos en un escenario político
del presente. Estos sujetos pueden ser los sobrevivientes, en el caso de una
memoria de la represión, o bien sus descendientes; aunque también pueden ser
personas que se identifican con estos trabajos de memoria enarbolando sus
demandas desde diversas asociaciones civiles. En estos procesos, el mismo
Estado puede convertirse en articulador de las demarcaciones, pues recordemos
que la institucionalidad de la memoria atraviesa diversas etapas para su
legitimación.
47
conmemoración aporta marcos de referencia que indican cómo se ha de recordar,
qué se ha de recordar y qué significa esa memoria” (VÁSQUEZ, 2001:189). El
aseguramiento de los simbolismos adecuados a las versiones de la memoria, que
se quiere promover en las conmemoraciones, tiene como consecuencia el
carácter organizado y normativo de sus ritos. El mantenimiento de la memoria en
las conmemoraciones supone, entonces, el respeto y apego a las tradiciones y
ritos que las caracterizan. Por lo tanto, cualquier conmemoración implica una
puesta en escena, en un determinado escenario, que transmite significados
relativos a una determinada versión de los hechos que se recuerdan. En este
sentido, a la vez que establecen la continuidad del pasado en el presente, en
fechas y lugares establecidos, las conmemoraciones tienen como objetivo: fijar
ciertas versiones como verdaderas. “La institucionalización constituye un
referente de legitimidad y legitimación: indica las cosas que han sucedido y cómo
las cosas deben suceder” (FERNÁNDEZ DROGUETT, 2007:156)
49
Por su parte, Stuart Hall (1997), desde los estudios culturales, ha destacado el
gran impacto del sistema de representaciones en la configuración de la sociedad
actual. Según su punto de vista, las representaciones tienen que ver con lo
cultural, pero sobre todo, con el significado que dan a la cultura, porque
transmiten valores que son colectivos compartidos, que construyen imágenes,
nociones y mentalidades respecto a otros colectivos. "Las representaciones son
el resultado de un proceso dinámico de orden histórico que hay que
contextualizar, pues es este contexto histórico el que marca los significados y
los registros; por tanto, el análisis de las representaciones culturales y de los
imaginarios colectivos tiene que enmarcarse en el contexto de su creación"
(HALL, 1997:45).
50
remembrance: The dynamics of collective memory.17 ella se refiere a los relatos
que construyen sobrevivientes de sucesos traumático, y de cómo desde esas
subjetividades narrativas se puede configurar una comunidad. Su concepto de
comunidades de memoria se refiere a “un grupo de personas que comparten un
sentido de crear lazos afectivos y que permanecen unidos debido a una
experiencia compartida en un intento de encontrar significado a un evento
particular” (IRWIN-ZARECKA, 1994:47). Retomando los aportes de Irvin-
Zarecka, Nicolas del Valle (2014) desde la realidad latinoamericana resume las
comunidades de memoria como comunidades que comparten una ausencia o
pérdida de un familiar o ser cercano. Este estado les lleva a una movilización
para la gestión de la memoria, principalmente vinculado a la dignificación de la
víctima y acceso a justicia.
17
A community of memory is one created by that very memory. For people to feel a uses of bondign with others solely
bacause of a shared experience, the experience itself would often be of extraordinary if no traumatic quality. Soldiers who
came back from the trenches of world war I, veterans of the war in vietnam, survivor of the atomic bomb, escapees from
Pol Pot´s Cambodia, survivor of hte Holocaust - all these groups reamained a part in their visceral, often untraslatable
memories of horror. The experience that shared could not be truly shared with others, at least not at the same level of
understanding. And a sense of recognition, inmediately apparent whan survior meet each other is too expectional quality.
(IRWIN-ZARECHA, 1994)
51
En palabra del historiador Jesús Izquierdo18
18
Sobre la producción intelectual de Jesús Izquierdo véase: (IZQUIERDO, 2014), (IZQUIERDO & SANCHEZ, 2006)
(FABER, IZQUIERDO & SANCHEZ DE LEON, 2011)
52
doctorales se amasaban en el silencio. Paloma Aguilar fue pionera con su
estudio sobre La memoria histórica de la Guerra Civil española (1936-
1939): Un proceso de aprendizaje político. (CUESTAS, 1998:223)
Josefina Cuestas acota la importancia de los trabajos sobre las relaciones
entre memoria, socialización y consenso político en el País Vasco durante el
primer Franquismo y los trabajos que retoman fuentes orales para describir el
pasado conflictivo. Finaliza mencionando que España avala el presente
democrático dejando deudas pendientes con el pasado a fuerza de una ilusoria
"convivencia" donde remover el pasado tiene sus costes.
No se puede dejar por fuera el aporte del filosofo Manuel Reyes Mate,
dedicado a la investigación de la memoria, el papel de los vencidos y el papel de
la filosofía después del Holocausto, su ensayo La Herencia del Olvido (2009) le
concedió el Premio Nacional de Literatura (ensayo). Sobre las vertientes teóricas
en el abordaje de los análisis de memoria en España es clara la influencia de
Pierre Nora (1989-1992), La Capra (2004) , Paul Ricoeur (2004), Walter Benjamin
(2001) pero también la influencia latinoamericana principalmente la experiencia
del cono sur con la compilación de trabajos de la memoria de Elizabeth Jelin
(2002) y los autores varios que participaron de la colección Memoria de la
Represión. De ahí que Jesús Izquierdo reflexione sobre la necesidad de
aprendizaje desde un enfoque poscolonialista de la experiencia latinoamericana
en términos de estudios de memoria.
54
En términos de dialogo entre la realidad española y la salvadoreña ha sido
inexistente desde las ciencias sociales; no así desde la experiencia de
procuración de justicia. Resalta el caso de la participación activa de jueces
españoles en el tribunal de justicia restaurativa implementado por el Instituto de
Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana, una especie de tribunal
de conciencia del que participan ya en su sexta edición jueces españoles ad
honorem19.
19
El tribunal se realiza con la participación activa de víctimas y comunidades discutiendo los sucesos, ubicando sus
causas y precisando las sanciones. Además, define como básico el arrepentimiento, la admisión de culpas y la reparación
a las víctimas por parte de los perpetradores. Su propósito principal es restaurar –lo más que se pueda– las relaciones
entre las personas ofendidas y sus ofensores, así como las de sus comunidades. Sobre esa base, el Tribunal analizó
declaraciones de víctimas directas, testigos diversas masacres y casos de desaparición forzada o torturas a presos
políticos. El tribunal es conformado por : Paulo Abrão Pires Junior, presidente de la Comisión de Amnistía de Brasil;
Belisario dos Santos, ex Secretario de Justicia y Defensa de la Ciudadanía del Estado de Sao Paulo, Brasil; José Ramón
Juániz, presidente de Abogados del Mundo, sección Valencia, España: José María Tomás, presidente de la Fundación por
la Justicia, Valencia, España; Ricardo Iglesias, abogado salvadoreño y consultor en derechos humanos y Gloria Giralt de
García Prieto, salvadoreña luchadora por la justicia.
55
del conflicto, su memoria y el lugar que ocupa dentro de la sociedad
salvadoreña actual (REY TRISTÁN & CAGIAO VILA, 2011: 12)
Específicamente sobre trabajos de memoria en El Salvador se ha
conformando desde finales del conflicto armado un grupo de investigadores que
conforman el núcleo de estudios de la memoria que provienen principalmente de
la antropología y la historia
Desde las ciencias sociales, uno de los primeros trabajos sobre memoria
fue el libro La tierra prometida (PEARCE,1986) que utiliza fuentes de historia oral
para la reconstrucción de la represión en las comunidades del norte de
Chalatenango. El antropólogo norteamericano Leigh Binford publicó el libro Vidas
y memorias del Mozote un estudio etnográfico sobre el norte de Morazán
(BINFORD, 1997), en el que contrastó fuentes orales, documental y visitas de
campo en el momento de las exhumaciones en el cantón El Mozote.
Posteriormente continuo con investigaciones en el norte de Morazán como el
artículo A perfect storm of neglect and failure: postwar capitalist restoration in
Northern Morazán, El Salvador (BINFORD, 2010)
Son valiosos los aporte del antropólogo Ralph Sprenkls, su tesis doctoral
Revolution and Accommodation. Post-insurgency in El Salvador
(SPRENKLS,2014), analiza las etapas del movimiento insurgente salvadoreño y
la configuración del término post-insurgente. Su estudio sobre la memoria
militantes brinda elementos para comprender la construcción de rememoración
de los líderes tanto de izquierda como de derecha. Roberto d’Aubuisson versus
Schafik Handal. Militancy, memory work and human rights (SPRENKLS,2011);
además de otros ensayos sobre la posguerra como La guerra como controversia:
una reflexión sobre las secuelas políticas del informe de la Comisión de la Verdad
para El Salvador (BINFORD, 2012); y otro sobre el papel de las organizaciones
de derechos humanos en la gestión de memoria, titulado The Price of Peace. The
Human Rights Movement in Postwar El Salvador (BINFORD, 2005).
57
Lara Martínez coordina la carrera de antropología social en la Universidad
de El Salvador que inició en 2005 y ha logrado formar una generación de
jóvenes antropólogos destaca el trabajo del alumno Miguel Villela sobre la
memoria de la masacre estudiantil de la Universidad de El Salvador en un análisis
comparativo con la masacre de estudiantes de Tlatelolco, México. Sobre esto
publicó un artículo denominado Hacia la configuración de una nación con
democracia: análisis comparativo sobre lugares de memoria de los movimientos
estudiantiles en El Salvador y México (VILLELA RAMOS, 2014).
58
ese enfoque viene de la propuesta de Pierre Nora (1984-1992). Es decir,
estudiar la memoria desde la historia implica, analizar las interpretaciones y usos
del pasado en el presente
60
CAPÍTULO II. DEL TERROR A LA OLVIDO: UNA MIRADA A LA
HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE EL SALVADOR (1960-2015)
63
Hubo un fraude electoral en los comicios presidenciales de 1972 y llegó al
poder un ala militar más punitiva, encabezada por el Coronel Arturo Armando
Molina. Esto junto con el nuevo impulso dado por el Estado a las actividades
económicas parecía dar buenos resultados en la contención política, al menos
durante los dos primeros años de ese gobierno:
64
organizaciones campesinas; y le seguirían otros20 que incrementarían el terror"
(KRAMER, 2009:49).
65
terroristas o insurgentes eran tanto las personas armadas como las que
propagaban ideas contrarias al régimen. Con esta interpretación, cualquiera
podía ser sospechoso por estar en una reunión sindical, un mitin o incluso
actividades religiosas, estudiantiles e intelectuales; y eso generó más
desaparecidos y torturados. Por ejemplo, el Arzobispado de San Salvador
encabezado por monseñor Oscar Arnulfo Romero, Contabilizó
715 personas capturadas por las fuerzas de seguridad bajo dicha ley
desde el 15 de diciembre de 1977 al 9 de julio de 1978. De ellas, 590
fueron dejadas en libertad después de haber sido golpeadas en la mayoría
de los casos, dos fueron asesinadas y 21 desaparecidas […] Las
incipientes organizaciones guerrilleras empezaron a secuestrar a
personalidades prominentes e incrementaron las acciones de hecho;
mientras que el gobierno abolió dicha ley, presionado por la difusión
internacional de las violaciones a los derechos humanos (KRAMER, 2009:
56).
En 1979, la Junta Revolucionaria de Gobierno derrocó al General Romero,
con el apoyo de los Estados Unidos y amplios sectores políticos. Pero enfrentó
tantas fricciones internas y externas que rápidamente se disolvió, y se conformó
en dos ocasiones más por distintos representantes hasta 1982.
66
2.2 La Guerra Civil: 1980-1992
68
agrarias, económicas y sociales para contener la insurrección, afectando los
intereses de la élite económica dominante.
21
"Refugiados son quienes salen de su lugar de residencia como consecuencia de la violencia, del terror y de la guerra, y
emigran al exterior de su propio país. Desplazados son todas aquellas personas que salen de su lugar de residencia,
como consecuencia de la violencia, del terror y la guerra, y se asientan en otros lugares del territorio nacional. Montes,
Segundo. El problema de los refugiados y desplazados salvadoreños". (MONTES, 1986:42)
69
accederían a la edad reproductiva y a la competencia por puestos de
trabajo, lo cual generaría, además de un incremento en la tasa de
dependencia, una excesiva presión laboral. Por otro lado se dio una
aceleración desmesurada del proceso de transición de población rural a
urbana, sin capacitación de la población emigrante, ni de las áreas
urbanas receptoras (MONTES, 1989:66).
A partir de entonces, disminuyó el número de víctimas civiles y la barbarie
de los crímenes relativamente. Para 1984 se reportaban 500 mil salvadoreños se
desplazaron dentro del país, y 245 mil se refugiaron fuera (COMISIÓN DE LA
VERDAD, 2014: 37).
71
El proceso de diálogo comenzó formalmente en 1984, durante la
administración del presidente Napoleón Duarte, en la cual las partes sostuvieron
las rondas en La Palma y Ayagualo, aunque sin alcanzar acuerdos sustanciales.
Desde el inicio de ese proceso hasta 1989 -con la llegada del presidente Alfredo
Cristiani de ARENA al poder-, fue la oficina del Arzobispado de San Salvador
quien se empeñó en el cumplimiento de los derechos humanos y la
responsabilidad del Estado en los 80 y se encaminó a fomentar el acercamiento
de las partes, pero la representación gubernamental mostró ser inflexible en sus
posiciones hasta esa fecha ya que el gobierno y las fuerzas económicas estaban
dispuestas a negociar únicamente la incorporación del FMLN al sistema electoral
22
Similar a la Ley 22.924 (también llamada Ley de Pacificación Nacional o Ley de Auto-amnistía) válida en Argentina en
1983, la Ley 23.492 (conocida como Ley de Punto Final) válida en Argentina de 1986 al 2005; el Decreto Ley 2191
(llamado Ley de Amnistía) válido en Chile desde 1978 y la Ley 46/1977 (conocida como Ley de Amnistía) válida en
España desde 1977.
74
En realidad, esta ley ha amparado incondicionalmente a representantes
del estado y militares, paramilitares y excombatientes guerrilleros responsables
por crímenes de diverso nivel de atrocidad. De esta forma, la población
salvadoreña pasó de un estadío de conflicto a uno de paz negociada, sin llegar a
conocer la dimensión brutal de la violencia de guerra ni plantearse la justicia
social. Contrario a Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y otros países
latinoamericanos que -tras sus informes de la verdad- generaron políticas
públicas de memoria para casos de violencia política, bajo la consigna de "nunca
más" (AA.VV, 2011); la política de memoria salvadoreña aprobó la impunidad de
los crímenes contra la población civil y un cómplice olvido ante las demandas de
justicia de las comunidades y personas afectadas. El constante argumento de los
representantes del Estado fue que la reivindicación de causas sociales debía
dejarse atrás, para darle continuidad al progreso detenido durante los que
denominaron "años perdidos".
Por todo ello, tiene inmenso valor la lucha de diversos actores sociales por
el esclarecimiento de la verdad, la administración de justicia y la memoria en El
75
Salvador. Su reto no ha sido la imposición de una memoria, sino una alteridad de
memorias reconocidas por el Estado y la construcción de una sociedad más
democrática y tolerante. Las formas más novedosas gestión de la memoria como
una forma de resistencia han sido planteadas por tres grupos de actores.
76
creó productos culturales para revisitar la historia nacional. Sus exposiciones
itinerantes se volvieron una herramienta pedagógica de memoria al incorporar a
personajes y hechos históricos excluidos de la historia oficial, y asegurar terreno
en espacios pedagógicos estatales, como escuelas y casas de cultura.
Los actores se han tenido que adecuar a las permanencias y cambios del
contexto político, en la medida la correlación de fuerzas entre la derecha e
izquierda ha ido cambiando. En 1997, la coalición de izquierda liderada por el
FMLN ganó la Alcaldía Municipal de San Salvador, considerada la más
emblemática del país. Bajo diversos líderes, la izquierda se mantuvo en el poder
municipal por cuatro períodos consecutivos (1997-2009), que fueron
aprovechados por organizaciones de la sociedad civil para solicitar la donación de
un espacio a fin de construir el Monumento a la Memoria y la Verdad. Hubo en
paralelo otras iniciativas de gobiernos locales como Santa Tecla, en el área
metropolitana de San Salvador, pero principalmente en comunidades repobladas
del interior del país -como San Antonio de los Ranchos, Perquín y Meanguera-
que generaron espacios y procesos para reivindicar la memoria histórica con los
ciudadanos.
23
En el Cantón el Mozote, y caseríos aledaños sucede en diciembre de 1980 una de las más atroces masacres
perpetradas por el Estado hacia población civil de la historia latinoamericana. Más de 1,000 campesinos entre hombres,
mujeres, niños y niñas fueron asesinadas por militares. El hecho fue negado por el gobierno de turno, a pesar de un
artículo periodístico publicado en The New Yorker, con fotografías de Susan Meiselas y Alma Guillermoprieto, e
investigación de Raymond Bonner y Mark Danner (DANNER, 1994).
77
reparación moral de víctimas del conflicto y ex combatientes, tales como el
Programa de Apoyo Integral a Veteranas y Veteranos, creado en 2012, para
compensar a los excombatientes de la guerrilla y atender a quienes tomaron las
armas independientemente del bando. Se prevé validar este programa bajo una
ley para garantizar su permanencia. En enero de 2010 se creó por decreto
ejecutivo la Comisión Nacional de Búsqueda de niños y niñas desaparecidas, que
legitima el trabajo realizado por organizaciones como Pro-Búsqueda, fundada por
el sacerdote jesuita Jon Cortina. El Decreto Ejecutivo 204 de Reparación a las
Víctimas de Graves Violaciones a Derechos Humanos Ocurridas en el Contexto
del Conflicto Armado Interno, ratificado en octubre de 2013, entre otros puntos,
compromete a la Secretaría de Cultura, a desarrollar tres acciones: La primera es
la declaratoria de lugares de memoria como bien cultural; la segunda acción es la
re-edición y amplia difusión del Informe de la Comisión de la Verdad; y la tercera
es la creación de una sala especializada en memoria histórica de las víctimas del
conflicto armado en el Museo Nacional de Antropología e Historia. En el 2014, se
declaró al lugar de las Aradas, del Río Sumpul como Bien Cultural24.
24
Según la Ley General de Patrimonio Cultural (1993), Bien Cultural es la figura que la Secretaría de Cultura puede
declarar, mientras que la Asamblea Legislativa puede hacer las declaraciones de monumento nacional, monumento
histórico, sitio histórico, artístico o arqueológico.
25
El Consejo Directivo de Programa está integrado por representantes de la Presidencia de la República, Secretaría de
Inclusión Social, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de Economía (específicamente de la Dirección General de
Estadísticas y Censos), además de organizaciones de sociedad civil como Pro Búsqueda, Tutela Legal, y Madeleine
Lagadec.
78
museografico sobre la memoria de masacres para el Museo Nacional de
Antropología e Historia.
26
Funcionan como tribunales de conciencia, son simbólicos y se vuelven una estrategia de las organizaciones de la
sociedad civil para contrarrestar la invisibilidad que caracteriza a algunas violaciones de derechos humanos, así como
para evidenciar la impunidad les rodea.
79
civiles desarmados, incluyendo al menos a 450 niños. Como medidas de
reparación, la CIDH ordenó investigar a fondo los hechos, concluir el censo sobre
las víctimas, asegurar que la Ley de Amnistía no obstaculice la investigación, y
realizar exhumaciones para identificar y entregar restos a los familiares. Un
comité pro-memoria de la comunidad del Mozote está trabajando en el censo.
80
Todo esto demuestra que sigue siendo una tarea difícil y riesgosa asumir
la recuperación y difusión de la memoria histórica, lo que pone en valor aún más
los esfuerzos de los emprendedores culturales y la necesidad de conocer y
difundir su quehacer. Por ello, la contribución de mi tesis es analizar
rigurosamente el rol del Estado y la sociedad civil en los trabajos de gestión de la
memoria.
81
CAPÍTULO III. COMUNIDADES Y "TERRITORIALIDADES
SENTIDAS": LA HISTORIA EN TRES TIEMPOS
27
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
82
desplazados. Las tress etapas históricas de estas comuniidades peregrinas
incluyen datos socio-ecconómicos de los actuales territorios dond
de se asientan.
En la segunda
a parte del capítulo, se analiza la movilidad
m de estas
comunidades a la luz de
d conceptos vinculados a la nueva geog
grafía para explicar
la forma en que esos espacios se territorializan y desterritoria
alizan, tomando en
cuenta que desde la pe
erspectiva de los estudios culturales el territorio
t se analiza
a de habitarlo y apropiarlo. El aporte de Raúl Prada sobre
en relación a la forma
territorialidad se expliica a través de prácticas simbólicas que generan los
individuos sobre los te
erritorios, entendidos estos como "espessor histórico, como
matriz de lo social, com
mo procedencia de potenciales trayectoria
as históricas, como
cuerpo lleno donde se inscribe
i la memoria cultural" (PRADA, 19
996:4)
El vínculo de una
u comunidad es en parte el territorio
o, más que por su
significado material porr los significados compartidos que perm
miten generar sobre
83
los espacios habitados (o abandonados) un sentido de comunidad, en palabras
de Cohen la comunidad es
3.1.1 El éxodo.
84
desarrollaron altos niveles de organización y movilización en las calles, que
fueron duramente reprimidas por los cuerpos policiales y los llamados
escuadrones de la muerte. La población rural se organizó para exigir mejoras en
las condiciones laborales en las fincas de café y haciendas de algodón y por la
tenencia de tierra, y se unen al descontento social. Diversas comunidades
comienzan a concientizar y organizarse en torno a la "celebración de la palabra"
bajo la influencia de catequistas que proclamaban la Teología de la Liberación.
Así, surgieron en Morazán las Comunidades Eclesiales de Base (CEBES), que
sembraron la semilla de su organización en torno a varias demandas28. En
Chalatenango surgió la Federación Cristiana de Campesinos Salvadoreños
(FECCAS) que desarrollaba un fuerte trabajo organizativo en Aguilares, el
Paisnal, Guazapa, Suchitoto, Cinquera, Tejutepeque, San Pedro Perulapán,
Santa Ana y otra áreas
“El inicio fue a través de la Biblia, entonces había un catequista que nos
convocaba para hablar de la palabra de Dios, leíamos la Biblia y
encontramos que en nuestra comunidad se repetía la historia del Antiguo
Testamento, y nos decían que la guerra que hubo en aquellos tiempos
pasados, nosotros la íbamos a volver a vivir, y así fue, que igualmente
seríamos perseguidos y cabal, así pasó” (Entrevista a Santos Rivera,
Guarjila, Chalatenango, febrero 2015).
Las reivindicaciones giraban en torno a la demanda de mejores
condiciones de vida en el campo y la ciudad. Por ejemplo, en Morazán, al oriente
del país, la mayoría de los campesinos en la época de "las cortas de café"
abandonaban temporalmente sus viviendas para ir a trabajar en condiciones de
trabajo inhumanas y con baja remuneración económica. En Chalatenango y
Usulután las condiciones en las algodoneras eran similares.
28
Sobre el proceso de concientización y la organización a partir de la Comunidades Eclesiales de Base en Morazán el
MUPI realizó el documental "La Palabra en el Bosque".
85
Los gobiernos militares de entonces, trataron de deslegitimar estas
demandas reivindicativas, y muchas veces el solo hecho de vivir en una
comunidad que contara con “unas cuantas personas organizadas” bastaba para
ser tildada de guerrillera, y reprimida por las organizaciones paramilitares. Al
inicio, en las zonas rurales, los asesinatos eran selectivos, utilizando las listas
elaboradas por los "orejas" paramilitares, civiles encargados de brindar
información sobre las personas organizadas a nivel comunitario. Las acciones de
represión incluían amenazas de muerte e incendios a casas y cultivos. El acoso
era tan grande que muchas familias optaron por dormir fuera de las casas,
abandonando sus viviendas. A mediados de los años 70, tanto en Morazán,
Chalatenango y en otros puntos de El Salvador, las personas comenzaron a
migrar internamente, alejándose cada vez más de su lugar de origen, generando
núcleos de familias errantes. Las historias del destierro originado por la violencia
se multiplicaron
"Ahí fue donde empezó la represión del ejército en esos años. Porque
nosotros salimos de la casa en septiembre, salimos a huir, porque ya no
podíamos vivir ahí, había mucha represión, mucho hostigamiento del
ejército, nos fuimos para La Guacamaya, allá estuvimos tres meses. Nos
fuimos en ese entonces como 20 personas, pero habían más personas por
todos lados huyendo, pero lamentablemente ahí fue donde se concentraba
más la represión. En octubre fue la gran represión, masacraron a la gente.
Cuando entró el ejército, los que logramos salir de ahí sobrevivimos, los
que no murieron. Cuando nosotros regresamos, ya estaba arrasada la
tierra, los animales, toda la alimentación, totalmente destruidas las casas.
Como no había esperanzas de vivir allí, nos fuimos al refugio en
Colomoncagua" (Entrevista a María Martínez, Comunidad Segundo
Montes, Morazán, agosto 2015)
86
Imagen 1: Pinta de la insignia y el emblema del Batallón Atlacatl en el Caserío El Mozote, Morazán
A finales de los años 70s la población comenzó a ser acosada por las fuerzas militares, las marcas para denotar su
presencia en los territorios eran evidentes. Foto del Archivo Histórico del Museo de la Palabra y La Imagen (MUPI).
29
En anexo también se puede encontrar la entrevista realizada a Marvin Hernández y Fidel Campos, quienes relatan la
metodología y principales hallazgos de esta labor de mapeo de masacres. Esta organización ha logrado obtener estos
datos del acompañamiento a conmemoraciones en lugares de masacres, fomentando los comités Pro-Memoria.
88
pasar, pero cuando logré pararme, el ejército estaba ametrallando la orilla,
ametrallando a la gente. Eran borbollones de sangre” (Testimonio de
Felipe Tobar, Las Flores, Chalatenango en SALAZAR & CRUZ, 2012:34).
“En el Bahío estaba el operativo que fue como al tercer día también y
estuvo feo, ahí hablaban de romper el cerco del ejército, porque había
soldados de un lado y del otro. Allí también quedaron bastantes familias.
Ahí dicen que ni se podían contar los muertos de tantos que había.
Nosotros que habíamos alcanzado a pasar el río andaba buscando a mi
marido, y allí lo mataron, porque al otro lado del río estaban ya los militares
disparando” (María Dolores Guardado, participante del Taller de
Cartografía Participativa. Arcatao, Chalatenango, abril 2015).
"A las doce del mediodía terminaron de matar a todos los hombres y
fueron a sacar a las muchachas para llevárselas a los cerros. Las madres
lloraban y gritaban que no les quitaran a sus hijas, pero las botaban a
culatazos. A los niños que lloraban más duro y que hacían más bulla eran
los que primero sacaban y ya no regresaban. A las cinco de la tarde me
sacaron a mí junto a un grupo de 22 mujeres. Yo me quedé la última de la
fila. Aún le daba el pecho a mi niña. Me la quitaron de los brazos. Cuando
llegamos a la casa de Israel Márquez, pude ver la montaña de muertos
que estaban ametrallando. Las demás mujeres se agarraban unas a otras
para gritar y llorar. Yo me arrodillé acordándome de mis cuatro niños. En
ese momento di media vuelta, me tiré y me metí detrás de un palito de
manzana. Con el dedo agachaba la rama para que no se me miraran los
pies. Los soldados terminaron de matar a ese grupo de mujeres sin darse
cuenta de que yo me había escondido y se fueron a traer otro grupo. Hacia
las siete de la noche acabaron de matar a las mujeres. Dijeron “ya
terminamos” y se sentaron en la calle casi a mis pies. “Ya terminamos con
los viejos y las viejas, ahora sólo hay esa gran cantidad de niños que han
quedado encerrados. Allí hay niños bien bonitos, no sabemos qué vamos a
hacer”. Otro soldado respondió: “La orden que traemos es que de esta
89
gente no vamos a dejar a nadie porque son colaboradores de la guerrilla,
pero yo no quisiera matar niños”. Pasaron los soldados ya con el matate
de tuza de maíz y una candela prendida, y le pusieron fuego a las casas
donde estaban los muertos. Las llamas se acercaban al arbolito donde yo
estaba, y me asustaban las bolas de fuego. Tenía que salir. Se oía el llanto
de un niño dentro de la fogata, porque a esa hora ya habían comenzado a
matar a los niños" (AMAYA, DANNER, & HENRIQUEZ CONSALVI,
1996:48).
Desolación y muerte producto de la práctica de "tierra arrasada". Esta fotografía fue tomada en diciembre de 1981
por Carlos Henríquez Consalvi, “Santiago”, una semana después de la masacre del Mozote, a pesar de la prueba
documental el gobierno negó hasta el final del conflicto armado, esta y otras masacres. Archivo histórico del Museo
de la Palabra y La Imagen (MUPI).
90
las vicisitudes, masacres y movilizaciones de las comunidades en estas zonas
existe una importante recopilación de historia oral.30
Imagen 3: Pinta elaborada por miembros del Batallón Atlacatl, de la Fuerza Armada de El Salvador en el Caserío El
Mozote, Morazán.
Leyenda del texto dejada en un muro de una vivienda tras la masacre en el Cantón El Mozote "Aquí [estuvo] el
[Batallón] Atlacatl el papá de los subversivos, 2da compañía, aquí la cagaron hijos de puta, si huevos les hacen falta
pídalos por correspondencia al Batallón Atlacatl, nosotros los angelitos del infierno volveremos porque queremos
terminar con todos". Fotografía por Carlos Consalvi, “Santiago”, a una semana de la masacre de diciembre de 1981.
Archivo Histórico del Museo de la Imagen y la Palabra.
3.1.2 El refugio.
30
Véase el libro Suchitoto Lucha Tierra Memorial de Lucha y Esperanza (FUNDABRIL, 2013)
91
Las acciones militares obligaron inicialmente a esas poblaciones a
asentarse en “refugios”, en su mayoría, ubicados en la capital San Salvador y en
las cabeceras departamentales más seguras, aunque también en condiciones
usualmente precarias. Fue así como los refugiados del oriente, el occidente y la
zona central del país acabaron viviendo bajo un mismo refugio.
Las zonas bajo control militar de la guerrilla se ubicaron principalmente en la parte norte de los departamentos de
Chalatenango y Morazán. Imagen retomada de la revista “El Salvador” (Sistema Radio Venceremos, 1984) .
92
infraestructura comunal básica, y promoción de servicios de salud y de educación
popular. Los desplazamientos provocaron cinturones de pobreza en la capital,
pues las familias campesinas, que no traían más que sus pocas pertenencias,
fueron tomando predios baldíos. La marginalidad a la que estuvieron expuestas,
no permitió que alcanzaran el nivel de cooperación y solidaridad de los refugiados
en los campamentos.
Visión parcial del Campamento Mesa Grande Honduras. Muchos recuerdan las carpas que eran compartidas por 12
personas. Foto del Archivo Histórico MUPI .tomada entre 1981-1986
93
libertad de movilización en los asentamientos de Managua y Estelí, donde
permanecieron casi 9 años.
31
85% de analfabetismo (CAGAN, 1993:15)
94
Mapa 3: Llegada al refugio de Colomoncagua, Honduras
Mapa de elaboración propia. Fuente: archivos de ACNUR, Museo de la Palabra y La Imagen, entrevistas y trabajo de
campo. Infografía por Emmety Pleitez.
95
Mapa 4: Llegada al refugio de Estancia, Honduras
Elaboración Propia. Fuente: archivos de ACNUR, MUPI, entrevistas y trabajo de campo. Infografía por Emmety
Pleitez.
96
5,000 personas optaron por regresar a diversos puntos de El Salvador"
(FUNDABRIL, 2013:43).
Mapa de elaboración propia. Fuente: archivos de ACNUR, Museo de la Palabra y la Imagen, entrevistas y trabajo de
campo. Infografía por Emmety Pleitez.
97
político administrativa de los municipios, pues, los caseríos y cantones, se
agruparon por sectores32.
Los refugiados vivieron fuera del país entre siete y once años. Allí tuvieron
la oportunidad de refundarse como comunidades, participando en talleres de
agricultura y proyectos de salud, y los más pequeños se matricularon en las
escuelas. Esta experiencia les reafirmo los valores basados en la participación
colectiva.
32
A mediados de 1983 se crea la primera junta subregional de los Poderes Populares de la Sub Zona 1 (Arcatao, Nueva
Trinidad, San José Las Flores, San Antonio los Ranchos, San Isidro Labrador, Las Vueltas, y San Antonio la Cruz, que era
la tercera parte del territorio de Chalatenango, con aproximadamente 7,000 personas (SALAZAR & CRUZ, 2012: 35).
Véase de esa fuente el Cuadro de nueva distribución de territorios a partir de los asentamientos de los Poderes Populares
Locales.
98
frente de guerra. Siendo el FMLN una organización político-militar, no es
raro que sus métodos y concepciones de trabajo se trasplantaron al
refugio. Así nació un fuerte liderazgo altamente centralizado y vertical pero
muy eficiente en su labor organizativa, que hizo del refugio una comunidad
fuertemente organizada y concienciada sobre valores comunitarios y
colectivización. La clandestinidad obligaba a un método de trabajo
bastante conspirativo: se disciplinaba y se educaba a toda la población en
ello. De no ser así, el refugio se hubiera convertido en una cacería de
brujas por parte de los militares combinados de Honduras y El Salvador
(SIERRA, 2004: 73).
En los refugios se generaron nuevos aprendizajes, especialmente en labores productivas. Foto del Archivo Histórico
del Museo de la Palabra y La Imagen (MUPI), colección especializada CE, CE 4, Refugiados y Repoblaciones,
Comunidad Segundo Montes, Morazán.
“Las tierras del lugar donde estábamos eran bien infértiles, eran terrenos
áridos, sin embargo con las características de los salvadoreños que dicen
que son bien trabajadores, y con la asesoría de algunos agrónomos que
llegaron como colaboradores internacionales, que nos enseñaban cómo
producir rábanos, apio y habían huertas. Peces también, recuerdo una vez
100
que criaron tilapias, hicieron un tabanco que lo llenaron de agua”
(Entrevista a Roberto Argueta, Comunidad Segundo Montes, Morazán,
2015).
Steve Cagan resume la experiencia del refugio de Colomoncagua,
Honduras, que se ha convertido en un modelo de desarrollo comunitario
101
La elaboración de productos domésticos para uso dentro de los campamentos fue la base de aprendizaje de labores
artesanales en período de posguerra. Foto del Archivo histórico del Museo de la Palabra y La Imagen (MUPI),
colección especializada CE, CE 4, Refugiados y Repoblaciones, Comunidad Segundo Montes. (circa 1987)
102
las comunidades retornaran al país en medio de la guerra. Sin embargo, las
exigencias de retorno de los refugiados eran cada vez más fuertes.
Lo que más que se manejó allá fueron las actividades religiosas. Hubo un
tiempo que todas las tardes había reuniones para estudiar la Biblia, hacer
conciencia a la gente, porque las actividades religiosas para eso eran, para
trabajar con toda esa gente que no estaba consciente de la lucha. Fíjese
que en el refugio había gente que aquí había tenido su dinero, su
comodidad, pero también había gente que había sido muy pobre, muy
marginada. Y nos tocó vivir una vida en comunidad. Cuando se habla de
una vida en comunidad, significa que si una persona tiene sal para comer,
la tienen todos. O sea que ahí la gente que no estaba acostumbrada a
compartir sus cosas tuvo que hacerlo. Fue una sola comunidad. Fue un
proceso de transformación y no fue fácil porque había que hablar con la
gente, hacerle conciencia de por qué se produjo la guerra, de por qué
estábamos ahí y por qué teníamos que vivir en comunidad. Hacer
conciencia de que aquí nadie iba a tener más que el otro; y como aquí
había una desigualdad tremenda antes de irnos allá. Ese proceso, tanto
como en las cosas materiales como en las espirituales, en todo verdad, fue
un gran trabajo, porque así como hay gente que estaba consciente en la
lucha, había gente que no. Fue así que se formó lo que se llamaba
103
conciencia. La mayoría tuvo conciencia al final. (Entrevista a María
Hernández, refugiada. Los Quebrachos, Morazán, 2015).
Imagen 7: “Ustedes son una alternativa para el futuro de El Salvador”: Comunidad Segundo Montes, Morazán
Las palabras de apoyo del jesuita Segundo Montes asesinado en 1989 sirvieron para construir "la comunidad
imaginada". Los refugiados de Colomoncagua que repoblaron la zona norte de Morazán reconocen la solidaridad de
este sacerdote jesuita al dar el nombre de Comunidad Segundo Montes a su nuevo asentamiento. Foto del archivo
histórico del MUPI, colección especializada CE, CE 4, Refugiados y Repoblaciones, Comunidad Segundo Montes.
(circa 1988)
104
(SALAZAR & CRUZ, 2012: 56) que contó con un fuerte apoyo de organizaciones
sociales que vigilaban para evitar el acoso militar a estas comunidades33.
Los refugiados en sus jornadas de retorno manifestaban con carteles su deseo de volver a tierras salvadoreñas. Foto
del Archivo Histórico del MUPI.
33
Esta estrategia la implementaron para evitar el ataque a los civiles. Los voluntarios de iglesias de Estados Unidos
ejercían un rol de defensores de derechos humanos.
105
salvadoreños registrados en los países vecinos -alrededor de 32,000- habían
retornado al país, originando una nueva situación social y poblacional en la zona,
aun en medio de la guerra. Las comunidades que constituyeron las
repoblaciones, además de crear su propia organización socio-local, vieron la
necesidad de integrarse en torno a una organización superior y con objetivos y
líneas de trabajo regional. Así surgió la Coordinadora de Comunidades y
Repoblaciones de Chalatenango conocida por sus siglas CCR, cuyo principal eje
de unión y de demanda fue el derecho a la vida, que el ejército y el gobierno se
negaban a reconocer, tanto a la población que nunca salió del país y que pasó
guindeando todos esos años, como la población que retornó y la repoblada.
(SALAZAR & CRUZ, 2012:63). La Coordinadora Nacional de la Repoblación
(CNR) planteaba "rescatar el derecho de la población civil a vivir en sus lugares
de origen". Estos movimientos de "repoblación" contaban con el apoyo de la
Iglesia Católica.
106
cuchillo", le dije yo, porque sabemos que a reconstruir vamos, le dije yo-
no venimos a hacer otra guerra, ustedes así lo piensan, pero nosotros no
llevamos ese pensar, vamos a reconstruir, para que después se venga la
demás gente, con todos los niños", porque como dice la canción queremos
llegar a nuestras tierras queridas"34. (Entrevista a Irma Díaz, Quebrachos,
Segundo Montes, Morazán, diciembre 2014).
Los refugiados tomaron la decisión de retornar al país aún en medio de la guerra. Los primeros procesos de retorno
de refugiados se desarrollan desde 1987. Foto del Archivo Histórico del MUPI.
Los primeros viajes fueron exploratorios, para preparar el terreno y que los
demás contingentes vinieran unos meses después con mejores condiciones. Los
refugiados, especialmente los de Colomoncagua y Mesa Grande, vinieron en
caravanas, acompañados hasta la frontera por delegaciones de ACNUR; luego
hicieron solos el camino hasta asentarse en lugares abandonados, donde
comenzaron a levantar casas con tablones y ramas, apropiándose del territorio
que luego serviría de base a la repoblación.
34
Irma Díaz cita una canción compuesta por la población refugiada en la que hablan de los deseos del retorno a su país,
la canción se llama "El retorno del refugiado".
107
"Sí, entonces el primer retorno masivo de Honduras fue el 10 de octubre
de 1987. Regresaron la gente de Guarjila, Las Vueltas y Santa Marta, eran
más de 3,000 gentes que vinieron en ese retorno, era una caravana
terrible, porque nosotros nos dividimos algunos fueron a Chalatenango,
bueno yo fui a Santa Marta, otros fueron a Las Vueltas y así, porque eran
comunidades 24 grupos al mismo tiempo. Después se organizó el retorno
de, vino la gente de San Antonio Los Ranchos, después vinieron los de
Teocinte, tuvimos un retorno de Nicaragua también" (Entrevista a Isabel
Hernández, ex-directora de CRIPDES, mayo 2015).
Los refugiados de Colomoncagua iniciaron una fuerte campaña de incidencia para su retorno en 1989. Foto de
Archivo de la Comunidad Segundo Montes
108
Llegaron a sitios totalmente abandonados y desolados por la guerra. Las
viviendas y manantiales de fuentes de agua estaban destruidas. Posiblemente la
única ventaja era que las tierras habían descansado durante los años anteriores,
aunque era peligroso cultivarla por las minas soterradas. Poco a poco la
organización social se articuló nuevamente en las comunidades, que contaron
con apoyo para hacer labores de reconstrucción y rehabilitación de servicio de
agua, de salud elemental, de acompañamiento religioso, de despensa alimentaria
de insumos y herramientas agrícolas de propiedad comunitaria.
Al llegar a la zona de repoblamiento los terrenos lucían áridos y descuidados, fue necesario el trabajo colectivo. Foto
del archivo histórico MUPI. Colección especializada CE 4. Refugiados y Repoblaciones.
Elaboración propia. Fuente: archivos de ACNUR, MUPI y trabajo de campo. Infografía por Emmety Pleitez.
110
Mapa 7: Retorno a El Salvador del refugio Mesa Grande, Honduras
Elaboración Propia. Fuente: archivos de ACNUR, Museo de la Palabra y la Imagen, entrevistas y trabajo de campo.
Infografía por Emmety Pleitez.
Definitivamente no fue nada fácil llegar a vivir en esa zona, las tierras
donde se asentaron estas comunidades eran inhóspitas y con condiciones
111
limitadas para los cultivos de subsistencia; por tanto, la organización
colectiva siguió funcionando para seguir presionando por el cumplimiento
de sus demandas. Además "tenían que empezar a andar por sus propios
esfuerzos" (CAGAN & CAGAN, 1993:46).
“Cuando nosotros vinimos en un principio se nos daba la comida, de
repente se nos dice que no, ya no hay comida, ¿y entonces? Cuando te
están garantizando la comida y de repente ya no, te aflige, nuestros papás
sabían ya que era hacer eso, valiéndose por sí solo, pero nosotros no
sabíamos qué estaba pasando aquí, había tiempos que pasábamos
hambre, eran tiempos difíciles, sin embargo se fueron pasando, se fue
resolviendo la situación" (Entrevista a Roberto Argueta, Comunidad
Segundo Montes, agosto 2014).
Una vez las comunidades repobladas estaban asentadas en un espacio
físico, no fue nada fácil, puesto que siempre eran controlados y acosados por el
ejército.
112
Imagen 12: Construcción de la Comunidad Segundo Montes, Morazán
Todos los repoblados participaron de la construcción de las viviendas en los terrenos adquiridos legalmente a partir
1992 bajo el Programa De Transferencia de Tierras. El proceso incluyó largas negociaciones con los dueños de las
tierras Foto del Archivo Histórico del MUPI, colección especializada CE, CE 4, Refugiados y Repoblaciones,
Comunidad Segundo Montes.
113
nombre, esto les permitió vender sus antiguos terrenos y pagar su casa. Los
terrenos para construir viviendas eran todos iguales, aunque algunas familias que
pudieron aportar más, pudieron ampliar un poco sus terrenos. Vale aclarar que no
se observan marcadas desigualdades en la posesión de terrenos para vivienda.
35
Sobre los conflictos afrontados por las iniciativas productivas en el Norte de Morazán lease: (BINFORD, A Perfect
Storm of Neglect and Failure: Capitalist Restoration in Northern Morazán, El Salvador, 2010)
114
Imagen 13: Comunidad Los Limones II durante el proceso de repoblación en Segundo Montes, Morazán, 1992
Durante los primeros años de repoblación los asentamientos requirieron de un ordenamiento territorial para luego
pasar al proceso de delimitación de los linderos para la compra de terrenos y la legalización de sus tierras. Foto del
Archivo de la Comunidad Segundo Montes. (circa 1992)
La salud fue otro de los grandes esfuerzos realizados por las comunidades
una vez concluido el conflicto armado. En Guarjila, cantón del municipio de
Chalatenango, se generó una experiencia que constituyó un baluarte del esfuerzo
de salud en las comunidades organizadas: crearon un sistema de salud
comunitario de alta calidad, con gran participación de la población, formándose
promotores de salud en casi todos los cantones y una clínica central.
115
escolar formal, para ello se gestionó que el Ministerio de Educación reconociera a
los educadores populares, principalmente mujeres, para que fueran incorporadas
en el modelo de escalafón educativo. La cooperación española aportó en el
proceso de inserción de los maestros populares al sistema formal del Ministerio
de Educación. El proceso implicó mucha dedicación pues durante cuatro años
tomaron clases nocturnas para obtener el reconocimiento del escalafón. El
aprendizaje acumulado en la educación popular es un capital totalmente
reconocido por la comunidad, asumido por los maestros populares y transferido a
sus hijos, ya que es reconocido como parte identitaria de su conformación como
comunidad.
“Yo trabajé 12 años de maestra popular, trabajé del 82 al 94, cuando vine
aquí [del refugio] trabajé cuatro años más. En el 90 que vinimos, nosotros
traíamos el objetivo de compartir los que aprendimos en Honduras como
comunidad del norte de Morazán, por eso nos distribuimos todos los
maestros, un grupo estuvo dando clases en diferentes zonas de los
repoblamientos. Aunque no había nada de equipo, no se perdió tiempo,
siempre se dio clases. Entonces teníamos que dar clase y recibir la
capacitación para el título. Las capacitación era de 7 a 9 de la noche, el
trabajo era bien pesado, y yo tenía que atender además a mis hijos. Me
compliqué, me dio parálisis y ya no pude estudiar. Pero yo le dije a mi hija,
metete vos y luego sacás el escalafón y te quedás con eso. Desde
entonces ella es profesora" (Entrevista a María Hernández, Comunidad
Segundo Montes, Morazán, agosto 2014).
La educación popular, en Chalatenango tiene sus raíces en el proceso de
concientización de los años 70 que llevaron a cabo las comunidades eclesiales
de base.
36
Buenaventura Chinchilla era un maestro, dueño del terreno de Las Aradas, donde se produjo la Masacre en 1980 en
Chalatenango. Él permitió que varias familias que huían de la represión se asentaran en su terreno.
116
llevaba por título "Progresando juntos con la Cuma y el Lápiz" (SALAZAR
& CRUZ, 2012:94).
En Morazán, ante el tardío proceso de certificación de los maestros
populares, se creó el Sistema Local de Educación del Municipio de Meanguera
(SILEM) que ayudó para que los docentes terminaron sus estudios superiores
gracias al apoyo de la Universidad de Girona, España. El orgullo de la educación
popular, les llevó a la creación de un museo de sitio en la Comunidad Segundo
Montes donde se cuenta la historia del refugio, acompañada de artefactos de la
época, pero principalmente por los relatos de la repoblación de sus padres y
madres, historias registradas en dibujos y relatos escritos por sus hijos asistentes
a la escuela de San Luis en la Comunidad Segundo Montes.
117
“En la comunidad Segundo Montes se da un proceso complejo, se habla
de los sueños de los líderes, como Juan José Rodríguez. Yo creo que para
la mayoría, la vida en la comunidad es agradable, habrá muchos
detractores, pero la mayoría dice que la comunidad es un lugar donde dan
ganas de vivir. Yo creo que es un lugar histórico que tiene sus raíces y que
conserva el espíritu de la gente, el espíritu de la lucha. Es una gente
religiosa, que recuerda todavía a sus muertos, recuerda a sus hijos, hay
señoras que perdieron a algunos de sus hijos o a todos, y es bien difícil
venir a querer borrar el tema de la Segundo Montes, solo eso es lo más
preciado, es que les recuerda el éxodo, la huida, el retorno." (Entrevista al
joven Roberto Argueta, Comunidad Segundo Montes, agosto 2015)
3.2 Datos etnográficos de las comunidades repobladas: Imaginar la
comunidad, forjar la comunidad
118
ciudadana y niveles de alfabetización estos muestran un notable crecimiento con
recursos autogestionados.
120
San Antonio de la Cruz 1,824 176 1,648 893 931
121
POBLACIÓN
Población
ESTUDIANTIL
Urbano
Urbano
Urbano
Urbano
Urbano
Urbano
Rural
Rural
Rural
Rural
Rural
Rural
#
Arcatao 28 X 43 59 435 230 335 397 78 0 23 22 18 1,668
TOTAL 41 16 183 453 1,552 2,038 819 1,207 432 131 122 70 412 7,476
Fuente: Diagnósticos y Planes Municipales con enfoque de género 2008. Cuadro de elaboración propia con
datos suministrados por el Ministerio de Educación, incorporando datos de CRUZ & SALAZAR, 2012:183
122
PRODUCCIÓN
Hortaliza
(manzanas
Conejos
Frutales
Maicillo
Vacuno
(Sorgo)
Cerdos
Cabras
Pesca
Arroz
Frijol
Aves
Maíz
cultivadas)
Arcatao X X X X X X X X X X X X
Guarjila ( X X X ND X X X X X X X X
Fuente: Diagnósticos y Planes Municipales con enfoque de género 2008. En CRUZ & SALAZAR, 2012.
Cuadro 4. Votaciones para Concejos Municipales y Alcaldes 1994 en los municipios del
Nororiente de Chalatenango
123
1994 Arena % Fmln % Válidos
Fuente: Datos del Tribunal Supremo Electoral. Tabla elaborada por CRUZ & SALAZAR, 2012
124
Fuente: Tribunal Supremo Electoral. En CRUZ & SALAZAR, 2012
ARENA 47 19 9 14 36 7
Comunidades, participación y
San Antonio Los
San Antonio La
Nueva Trinidad
Chalatenango
San José Las
Las Vueltas
Nombre de
San Isidro
Organismos de desarrollo
Labrador
Ranchos
Guarjila,
Arcatao
TOTAL
Flores
Jesús
Cruz
125
Hombres 128 ND 58 135 31 86 132 ND ND 570
Concejo Municipal 1 1 1 1 1 1 1 1 0 8
Directiva Comunal 8 12 8 7 2 8 13 2 1 61
(ADESCOS)
Comité de Mujeres 4 3 5 ND 2 4 4 1 2 25
Comité de Jóvenes 2 1 1 ND 2 1 3 4 1 15
Junta Agua 4 1 2 1 1 1 2 0 1 14
Comité Coordinadores de 1 1 ND ND ND 1 ND 4 1 8
Barrios
Comité de hermanamiento 2 1 1 ND 1 1 1 1 1 9
Directiva de Jóvenes y 2 1 1 1 ND 1 1 1 1 9
Deportes
Huertos Familiares 4 1 6 1 1 2 1 25 1 42
Comité Pastoral 8 1 4 8 2 1 1 7 ND 32
Comité de lisiados 2 1 1 ND ND 4 ND 1 1 10
Cooperativa Agropecuaria 1 1 1 ND ND 1 ND 1 2 7
Comités de desarrollo X X X X X X X X ND
municipal
Asambleas Comunales X X X X X X X X X
Fuente: Diagnósticos y Planes Municipales con enfoque de género 2008. En CRUZ & SALAZAR, 2012:164
126
En términos de autogestión y organización comunitaria, la vinculación con
cooperantes y hermanamientos con iglesias han permitido el desarrollo de
diversos proyectos en diferentes áreas para fortalecer su desarrollo.
Los
que intervienen
CC-R comunidades
Nombre de Jesús
en municipios y
Nueva Trinidad
Antonio
comunidades
San Antonio
Las Vueltas
de la Cruz
Ranchos
Arcatao
Guarjila
San
INSTITUCIONES DE APOYO EVENTUAL
PRISMA Agua X X X X
Ministerio de Salud X X X X X X X X X
Salud
Ministerio de Educación X X X X X X X X X
Educación
Ministerio de Coordinación X
Medio Ambiente ambiental
FISDL Proyectos de X X
desarrollo local
PNC Seguridad X X X X X
Juzgado Justicia X X X X X X
127
Comunit.
CORDES Asistencia X X X X X X X X X X
Agropecuaria
ICCO Cooperación X
Cooperación Cooperación X
Técnica Sueca
Hermanas de la Acompañamiento X
asunción Pastoral
Jesuitas Acompañamiento X
pastoral
Cáritas Acompañamiento X
pastoral
CALMA Salud X
UCA Formación X
Profesorado
Representadas en el municipio
CORDES Asistencia X X X X X X X X X
agropecuaria
PROVIDA Salud X X X X X X
128
CCR Coordinación de X X X X X X X X X
Comunidades
Fuente: Diagnósticos y Planes Municipales con enfoque de género 2008. En CRUZ & SALAZAR, 2012:204
129
Municipio Población Urbano Rural
Meanguera 7,818 3,734 4,084 1,535 701 834 6,283 3,033 3,250
Jocoaitique 2,877 1,403 1,474 825 397 428 2,052 1,006 1,46
Cuadro elaborado con base en datos del VI censo de población y V de vivienda, Digestyc, 2007)
analfabeta
hombres
alfabeta
alfabeta
alfabeta
mujeres
Total
Total
Total
Total
Jocoaitique 2,222 1,761 461 1,076 902 174 1,146 859 287 20.7% 16.2% 25.0%
Meanguera 6,012 4,683 1,329 2,815 2,306 509 3,197 2,377 820 22.1% 18.1% 25.6%
Cuadro elaborado con base en datos del VI censo de población y V de vivienda, Digestyc, 2007
130
la prevención de enfermedades. A pesar de que tienen los servicios básicos, en
esta población se requiere de servicios especializados, puesto que el 5% tiene
alguna discapacidad como consecuencia del conflicto armado, y es precisamente
éste sector el que está alcanzando edades más vulnerables (Asociación Proesa,
Conamype y Ministerio de Relaciones Exteriores). De acuerdo a la bibliografía
consultada, Meanguera cuenta con el trabajo de varias organizaciones que
apoyan el desarrollo comunitario como: Fundación Segundo Montes, Centro de
Arte y Cultura “Paco Cutumay” y un programa de becas para estudiantes y un
centro de cuido diario y comedor para personas de la tercera edad en estado de
vulnerabilidad; así como organizaciones de jóvenes y de mujeres (Asociación
Proesa, Conamype y Ministerio de Relaciones Exteriores).
Cuadro 13. Datos de producción de los principales productos agrícolas del municipio de
Meanguera para el año 2008
132
En cuanto al fenómeno delincuencial que se vive en el resto del país,
puede decirse que estas comunidades se mantienen al margen, En lo que va del
año 2015 no se han registrado muertes violentas ni extorsiones en la Segundo
Montes ni en San Luis (PNC, 2015). A pesar de ello, una de las fuentes menciona
que los estudiantes en Meanguera están empezando a ser asediados por
influencia externa de las pandillas y el narcomenudeo, lo cual si no se toman
medidas de prevención puede generar problemas delincuenciales en el futuro
(Asociación Proesa, Conamype y Ministerio de Relaciones Exteriores, SF)
Hombres
Hombres
Hombres
Mujeres
Mujeres
Mujeres
Total
Total
Total
Jiquilisco 47,784 22,93 24,846 20,270 9,401 10,869 27,514 13,537 13,977
8
Cuadro elaborado con base en datos del VI censo de población y V de vivienda, Digestyc, 2007
37
Algunos de los focos migratorios del Bajo Lempa están ubicados en la costa Este de Estados Unidos. Alirio Alemán,
originario del cantón La Noria, del Bajo Lempa, radica en Virginia desde 1982 y ha escrito varios libros dedicados a los
pobladores de esas zonas. Destinó tres años para recrear el relato de supervivencia de la familia Martínez, que al igual
que cientos de pobladores de la zona alta de Morazán, se vieron obligados a huir por el asedio del ejército. Bajo el título
“Diario de una vida, Los hijos perdidos de El Salvador” (2011), la crónica cuenta la vida de Esperanza Romero, quien nació
en campo de refugiados de Colomoncagua, Honduras. Su madre, Olga Martínez, dio a luz al poco tiempo de llegar; de la
misma forma, otras mujeres de su familia lograron escapar con niños muy pequeños -algunos de un año y otros recién
nacidos- cruzando las aguas del río Goascorán. Ante las escasas oportunidades de sobrevivencia, Esperanza emigró a
Brentwood, en Nueva York y se ha mudado en varias oportunidades. El libro es una autopublicación de Alirio Alemán y
tuvo una circulación muy limitada.
134
para cubrir necesidades secundarias. Las actividades económicas de la
comunidad están divididas en: Ganadería es la segunda fuente de
ingresos, agricultura, albañilería. Las mujeres se dedican en su mayoría a
las actividades hogareñas, pequeños negocios y servicios, trabajan
algunas en organizaciones sociales que trabajan a nivel del Bajo Lempa
otras han tenido que salir de la comunidad a las ciudades en busca de
empleos” (BERRIOS, 2008:84).
Por su parte, en Nueva Esperanza, Berríos menciona que la economía se
complementa además con otras actividades, muchas mujeres trabajan en las
escuelas, en la guardería, costura y procesamiento de frutas. La comunidad tiene
participación en ONG´s de la zona, muchos trabajan en la cooperativa “Modelo
Esperanza”, hay hombres que se dedican a la albañilería, estructura metálica,
mecánica automotriz y transportistas públicos y jóvenes que trabajan en el sector
servicios. Aún así, la fuente principal de ingresos es la agricultura y ganadería
(BERRIOS, 2008:54). Esto se comprueba con el programa de paquetes agrícola,
en la cual las entregas de paquetes se han realizado en un alto porcentaje (ver
cuadros anexos).
135
Analfabeta
analfabeta
analfabeta
hombres
alfabeta
alfabeta
alfabeta
mujeres
Total
Total
Total
Total
Jiquilisco 36,518 27,183 9,335 17,190 13,329 3,861 19,328 13,854 5,474 25.6% 22.5% 28.3%
Cuadro elaborado con base en datos del VI censo de población y V de vivienda, Digestyc, 2007
Cuadro 16. Servicios de salud prestados por la Unidad de Salud estatal del municipio de
Jiquilisco.
Tipo Descripción
136
Básica Consulta médica, Controles prenatales, Controles de niño sano,
Planificación Familiar, Acercamientos comunitarios, Atención a
los adultos mayores, Controles Puerperales, Inscripción del
recién nacido,
Cuadro de elaboración propia con base en datos del Ministerio de Salud 2015
139
este proceso se vino gestando desde el refugio mismo, pues antes de venir a
poblar los territorios, ellos soñaban y proyectaban como sería esa comunidad que
querían habitar era un proceso de "comunidad imaginada" que se basara en
honrar la memoria de sus víctimas de la violencia y de proyectar los aprendizajes
colectivos basados en la solidaridad y cooperativismo. Unos años después de
haber logrado la legalización de sus tierras en los territorios repoblados es
cuando se lanzan a la reterritorialización de sus lugares de procedencia, huida y
refugio a través de prácticas y rituales (estas prácticas culturales serán
desarrolladas en el siguiente capítulo).
141
experiencias de vida colectiva dan sustento al "nosotros" que forma su identidad
comunitaria. Esta identidad está más fortalecida que el sentido comunitario vivido
previo al conflicto, observan que antes de la guerra las condiciones en la vida
rural eran precarias, y los vínculos vecinales poco articulados; no fue sino luego
de esa experiencia fuerte que se generan formas de afrontar la vicisitudes y de
llevar el luto de la pérdida desde un ser colectivo, donde se genera un modelo
comunitario que produce nuevas formas de organización social que les da
autonomía a esas comunidades, tanto que logran crear sus propios sistemas de
educación, salud y producción. De igual forma, se generan nuevas dinámicas
relativas a la gestión de la memoria, que no dejar en el olvido todos los territorios
de peregrinaje de estas comunidades.
142
CAPÍTULO IV. CARTOGRAFÍA COMUNITARIA Y PRÁCTICAS
CULTURALES EN LOS LUGARES DE MEMORIA
Pensar el territorio es imaginar sus límites, incluir sus ríos, montañas, pero
también los significados que éste ha tenido para sus pobladores, sus apegos y
desapegos y la búsqueda de nuevos territorios conquistados a fuerza de
sobrevivencia o refugio. La nueva geografía desde la segunda mitad del siglo XX
se ha planteado un análisis más allá del territorio mismo, incluyendo las prácticas
que se ejercen sobre él, fomentando con ello una territorialidad o sentido de
pertenencia. Toda esta dimensión simbólica trae aparejada una serie de
postulados, con sus respectivos autores, que desarrollaremos en la primera parte
de este capítulo.
143
tradicionales de generar marcas visibles en el paisaje como resultado de las
actividades humanas transformadoras del espacio físico38.
144
centrarse en su producción; es decir, el proceso de "agencia" del mapeo, para
poder significar las prácticas culturales desde el ámbito simbólico y no el
meramente cultural materialista. Por tanto, hablamos de mapear elementos
simbólicos traducidos en acciones humanas; por ello referimos el término
“práctica cultural”, que se refiere a la interacción dinámica entre estructura social
y acciones individuales que está mediada simbólicamente, de tal manera que la
acción deviene en “práctica” diferencial, configuradora de las relaciones sociales
a través de “representaciones distintivas” consistentes en esquemas de
percepción y evaluación, es decir, mecanismos simbólicos de apropiación. "La
apropiación tal como la entendemos nosotros apunta a una historia social de usos
e interpretaciones, relacionados con sus determinaciones fundamentales e
inscritos en las prácticas específicas que los producen" (DE CERTAU 1992:53,
en RIVERA, 2008:298).
Por ende, nos interesa identificar esas prácticas culturales que permiten la
transformación de un espacio en un lugar de memoria y como éstas han incidido
en los procesos de territorialidad de las personas que les dan vida desde su rol
de emprendedores de la memoria, tanto en cuanto luchan por el reconocimiento o
la instauración de sus memorias sobre los lugares. Es preciso abordar el rol de
las comunidades de memoria que son:
145
Este capítulo se estructura en tres apartados. En el primero abordaremos
dos prácticas cartográficas: la aplicación del ejercicio de la cartografía
participativa en una comunidad repoblada tras vivir todo el proceso descrito de
éxodo, refugio y repoblación, y la elaboración cartográfica llevada a cabo por la
institución llamada Equipo Maíz, que produjo un mapa de El Salvador donde se
reflejan las masacres y conmemoraciones. La cartografía se muestra como una
herramienta de gran eficacia en la extracción de la información y sitúa a los
pobladores en un nuevo rol, el de cartógrafo social, en cuanto son capaces de
plasmar la información sobre los territorios habitados y evidenciar sus
transformaciones. Aparte del valor que aporta la cartografía participativa para
recrear los eventos pasados, queremos destacar otros valores fundamentales,
como el terapéutico, de tal forma que la revelación de episodios traumáticos se
convierte en un factor sanador y, por otro, el valor obtenido del estrechamiento de
los lazos de cohesión grupal, es decir, la construcción colectiva del relato a través
de la empatía y la sinergia con los otros miembros. Para el primer ejercicio hemos
relatado la jornada de trabajo con un grupo de pobladores del municipio de
Arcatao con quienes implementamos la metodología de la “Cartografía
Participativa Comunitaria” y en el segundo el mapa de masacres y
conmemoraciones elaborado por el Equipo Maíz.
147
mapas parlantes para definir señales limítrofes, relatos de personajes que le
pueblan y sucesos históricos que los definieron; 2) por medio de recorridos,
peregrinaciones o caminatas para evocar cronopaisajes, o sea, paisajes que a
través del relato nos remiten a otros tiempos en ese lugar sobre el que
transitamos; 3) con ayuda de la cartografía participativa, donde los habitantes de
un territorio se confrontan con un papel en blanco para trazar en él sus territorios
y los elementos de memoria que ellos consideren. Podrán tener forma de mapas
con límites temblorosos, como esos que aprendimos en la escuela, o podrán
tener una sobreabundancia de elementos naturales o podrán ser como una
mancha vacía de todo.
- "Mi nombre es Rosa Rivera, trabajo en la directiva del Comité del Museo
de Memoria Sobreviviente. Yo era de Arcatao, pero salí durante la guerra a
combatir".
- "Yo soy Denis, mis padres estuvieron en la guerra, vivían en otro cantón
que quedaba en otro municipio, después se fueron al refugio de Mesa
Grande y ahora viven acá en Arcatao, todo eso pasó por motivos de la
guerra".
- “Mi nombre es Ana, igual que los demás, vinimos a quedar aquí por la
guerra, porque yo antes vivía por el lado de San Antonio de la Cruz y
desde el 86 estamos viviendo aquí".
- "Yo me llamo María Dolores, y por motivos de la guerra me vine para acá,
porque por motivo de la guerra vivo ahora en Arcatao, pero antes vivía en
Patamera".
149
Una de las estrategias de la cartografía comunitaria es reconocerse como
parte de la comunidad. En este caso, el ejercicio conllevó reconocer los
acelerados procesos de desterritorialización afrontados durante la guerra civil,
desde donde ahora definen su actual territorialidad. La “movilidad" es
considerada por ellos mismos como parte de su identidad.
40
El Museo de la Memoria Sobreviviente es una iniciativa local de museo comunitario, impulsado, principalmente, por
mujeres integrantes del Comité de Memoria Histórica.
150
Imagen 14: Participantes del Taller de Cartografía Participativa recorriendo la exposición "Chiyo, un niño en la
guerra"
La exposición de “Chiyo” funcionó como dispositivo de la memoria para el proceso cartográfico. Fotografía por
Georgina Hernández, 2015
152
Para llegar al acuerdo de qué dibujar, al principio hubo discusiones largas,
propiciando un espacio de sociabilidad territorial. Podemos decir que en el grupo
de hombres hubo mayor interacción, se intercambiaban los rotuladores de color
para plasmar dibujos. Ya que ese grupo decidió trabajar la comunidad previo al
conflicto armado, realizaron un dibujo con una casa campesina, junto a espacios
comunitarios como la iglesia, la escuela, los campos de siembra. Todo ello lo
dibujaron en el centro del papel, sin contornos. Este fue su eje para luego
reflexionar sobre los nombres de los poblados que quedaron desolados tras el
conflicto armado. Le sumaron los nombres y apellidos de familias que allí
habitaron. Dejaron plasmadas una importante red de actores en movilización.
Algunos nombres de lugares de origen fueron: San Antonio de la Cruz, Cantón El
Sitio, Cantón Los Rivera, Cantón Patamera, Caserío Los Orellanas, El Zapote y
Cantón Cerro Grande, entre otros. El lugar nostálgico partía de la casa
campesina como su punto de partida para enumerar los demás poblados vecinos,
en un momento previo al conflicto armado.
153
Imagen 15: Grupo de mujeres trabajando en el Taller de Cartografía Participativa
El grupo de mujeres adultas mayores decidió representar el período de represión y éxodo en el mapa. Fotografía por
Georgina Hernández, 2015
“Solo salimos con la cobija y nada más, aquí primero andaban buscando a
todos los hombres, ya después cogimos miedo todas las personas y
empezamos a dormir afuera, porque después no respetaban, lo mataban a
donde fuera. A una muchacha, aquí por el caserío El Rincón, la mataron.
Ella era hermana de mi tía, ella estaba embarazada, la mataron, le sacaron
el niño, y se lo dieron a los perros; la llevaron por el rio, la violaron,
después la quemaron” (Participante Taller de Cartografía Participativa,
Arcatao, Chalatenango, Abril 2015).
154
“Miramos cosas negras, bien negras, y porque no nos dejamos, no nos
morimos, y porque no nos dormimos, es que estamos contando esto
ahora, porque si no, no hubiera nada” (Participante Taller de Cartografía
Participativa, Arcatao, Chalatenango, Abril 2015).
La mujer -que inicialmente se negó a dibujar- tomó el marcador de color
negro y dibujó un garabato, lo repintó con tanta fuerza que casi rompe el papel:
queda formada una nube negra. Una de ellas dijo: “A mi hermano lo mataron en
el 80 y también a un hermano de mi tío, entonces ya a casi a todos los hombres
los mataron. Cerca de un caserío de La Peña, los mataron los soldados del
puesto militar de Patamera”. Entonces, una de las mujeres sugiere poner los
nombres de esas personas asesinadas. En ese momento toman los rotuladores,
otra sugiere dejar aparte, con color oscuro el nombre de los asesinos. El mapa se
fue convirtiendo en un lugar de enunciación, donde el territorio asumía nombres
propios, el nombre de sus familiares. Sin notarlo, aquellas mujeres habían
tomado cada una un rotulador cada para ir escribiendo los nombres de familiares,
la historia era tan propia que era imposible que otra persona la representara.
Relató una de las participantes:
41
Guindar: colgar algo. Ejemplo: Pasamos guindadas de mi mamá, es decir, pasamos (el río) colgadas de mi madre.
155
mientras la otra trenza. Les propongo "trenzar la tristeza" haciendo referencia a
este relato poético:
Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía
hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado
entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo. Había que
tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría
llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los
obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus
manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la
masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas
triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo
escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es
una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y
suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la
melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por
alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque
fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo.
Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…Y mañana que
despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida
entre el telar de tu cabello (KLUG, 2014).
Imagen 16: Mujeres "trenzando su tristeza"
156
Testimonios de los sucesos fuertes vividos durante la Masacre del Río Sumpul. Fotografía por Ninel Pleitez, 2015
157
Imagen 17: Presentación de los mapas realizados en el Taller de Cartografía Participativa
Los resultados del mapeo comunitario fueron presentados a la comunidad durante la misa de conmemoración del
desembarco militar de 1986. Fotografía por Ninel Pleitez, 2015
158
inhabitable. Tuvieron que trabajar mucho para procurar crear un entorno para
habitarlo. Algunas frases que describen la vida del refugio son:
“Cuando se llegó allí, eso era un potrero. Tuvimos que quitar todo el
montarrascal. Después empezamos a construir las carpas de lona, en esas
carpas vivían hasta cuatro familias" (Participante Taller de Cartografía
Participativa, Arcatao, Chalatenango, Abril 2015).
"Se hicieron cocinas colectivas, allí se formaban las coordinaciones, y los
grupos de mujeres se coordinaban para cocinar para todos. Se molía maíz,
para toda la gente” (Participante Taller de Cartografía Participativa,
Arcatao, Chalatenango, Abril 2015).
“Allí vivían familias que no se conocían de antes. Eran como quince
personas en cada carpa” (Participante Taller de Cartografía Participativa,
Arcatao, Chalatenango, Abril 2015).
Cuando el taller termina, hemos tomado más tiempo del programado y es
hora de almorzar. La mayoría de asistentes debe ir a una reunión de lisiados de
guerra y deciden regalar las trenzas de la tristeza para que acompañen el mapa
de la "huida". Por la tarde asisto a la misa en honor a las víctimas del
desembarco militar en 1986. Llego al evento junto al equipo del MUPI. Por lo
menos cien personas participan del acto en el interior de la iglesia. El padre
Nicolás anuncia que esta misa es en honor a las personas asesinadas el 8 de
abril de 1986, durante el operativo militar del ejército. Inicia la misa mencionando
los nombres de personas que murieron en ese suceso. Dos mujeres brindan su
testimonio, una de ellas se equivoca de suceso, y empieza a relatar sobre otra
masacre, eran tiempos diferentes pero el dolor de la pérdida era igual. Me invitan
a dar unas palabras y a contar sobre el ejercicio realizado por la mañana con el
grupo de cartógrafos sociales. Invito al grupo de cartógrafos a pasar al frente con
los mapas, juntos relatamos la experiencia. Rosa Rivera decide dejar los mapas
al centro de la iglesia, en el camino principal. Al finalizar la misa algunos se
acercan a ver aquellos trazos y dibujos, en los que quizá ven reflejados sus
propias historias de vida.
159
público -los pobladores- se burla de los militares. Todo es un simulacro, un
performance basado en las historias recogidas por los cartógrafos comunitarios.
160
El mapa elaborado en este ejercicio, en los tres grupos, más que trazos
que señalan límites, mostraban escenas, más que distancias, marcaron un
cronotopo: un tiempo y espacio que perteneció al "allá" del tiempo pasado, para
significarse "aquí" en el presente. A pesar de que los pobladores del actual
Arcatao no se conocían, antes de la represión, comprenden que la solidaridad
activada a raíz de la historia dolorosa compartida en la huida y el refugio, ha sido
la que conforma el "nosotros" del presente. A pesar de su dispersión previa al
conflicto, reconocen que no hubo mayores variaciones de la vida rural en los
años 70 entre el campesinado. El hecho de escenificar un espacio nostálgico
para de ahí partir a enumerar los lugares de procedencia de las familias que
pueblan el actual Arcatao, mostró la información previamente socializada sobre
sus lugares de procedencia, denotando un fuerte grado de conocimiento y
reconocimiento entre ellos.
161
territorio. Éstos, por su parte, contaban de igual forma con un bagaje de
información transferida por sus padres, haciendo referencia de "A mí me contaron
que…", volviendo esa enunciación un espacio de autoridad para hablar sobre un
territorio, que aunque no conocieron, les habían evocado tantas veces, o bien
habían recorrido durante los peregrinajes conmemorativos, de tal manera, que lo
llegaron a asumir como "su territorio".
Imagen 18: Grupo de hombres jóvenes, participantes del Taller Cartografía Participativa
El grupo de jóvenes optó por elaborar un mapa de los poblados antes de la represión militar. Se pudo observar la
transferencia de los relatos por parte de sus familiares. Fotografía por Georgina Hernández, 2015
162
En cuanto a las fibras de dolor que removió el hecho de dibujar su mapa,
se evidencia la vinculación sentimental hacia los territorios transitados en su
peregrinaje, estamos hablando de "las territorialidades sentidas". El hecho de
incluir una actividad reparadora que distanciara a aquellas mujeres del "territorio
de dolor" por un momento, sirvió para generar vínculos entre ellas, para
reconocer recursos sanadores bajo la complicidad del círculo de apoyo entre
mujeres. Después de abrir ese dolor, era preciso volverlas al presente,
reconociendo el lugar desde el cual hablaban. El hecho de trenzar permitió volver
a encontrar la mirada de una en la otra, asentir o disentir entre ellas. El uso de
otros recursos como cordeles y papeles de diferentes texturas permitió "sentir" las
formas de representar. El hecho de dejar las trenzas atadas de aquel mapa fue
también un acto reparador, de reconocer el dolor, para dejarlo en el lugar al que
perteneció. La acción de pasar página y trazar otro mapa, el del refugio, permitió
delimitar la temporalidad, reconociendo que ésta fue una etapa posterior en la
que se hallaron inmersos en otro territorio, en otro país. Después de las escenas
desordenadas de las masacres acompañadas de nombres y apellidos, vino la
representación del orden controlado del refugio. Vinieron nuevos aprendizajes
con ello, señalaron los aprendizajes colectivos.
163
4.3 Cartografiando el dolor y los lugares de memoria: El proceso de
elaboración del Mapa de masacres y conmemoraciones del Equipo Maíz
164
usted ve aquí representan el lugar físico de las masacres" (Marvin
Hernández, Equipo Maíz, junio 2015).
Los miembros de ese pequeño equipo se convirtieron de esta forma en
cartógrafos sociales, no como testigos directos de las historias, como fue el caso
de los pobladores de Arcatao, sino desde la recopilación de relatos a terceros que
les confiaron su testimonio, a quienes con grabadora en mano, cámara
fotográfica, papel y lápiz, se dieron a la tarea de darle sentido iconográfico en un
mapa a aquellos testimonios. El mapa señala con puntos de color rojo
numerados, cada una de las masacres que se ubican en un mapa de El Salvador
con sus 14 departamentos que conforman la división político-administrativa del
país. Sobre ese mapa se fusionan dibujos que representan escenas del presente
(imágenes que los cartógrafos vieron en su visita de campo) que describen
actuales prácticas culturales o lugares. En algunas partes del país los puntos
rojos se concentran con mayor intensidad, dejando poco espacio para ver
representado en el presente las acciones conmemorativas. Este mapa es una
suerte de transgresión del espacio. Se convierte en un mapa del deseo, en el que
se dibujan ideales de reconocimiento, de cómo una masacre pudo haber sido
asumida como un hecho que afectó a la población, más allá del poblado donde
sucedió el hecho.
165
Imagen 19: Mapa de Masacres y Conmemoraciones del Equipo Maíz
La dimensión nacional de las masacre y las conmemoraciones se territorializan a través del trabajo cartográfico.
Imagen por Equipo Maíz, 1998
Resaltan las escenas rurales, ríos y árboles que se integran con dibujos de
murales coloridos, monumentos o placas, cementerios con flores, plazas y
parques fusionando el territorio y los lugares de la memoria. Hay personas, hay
vida, es decir se representa un paisaje cultural, una escena habitada. Este mapa
supera a la elaboración cartográfica tradicional, en tanto la representación
geográfica sólo se centra en la tierra, ésta es una cartografía humana que incluye
la práctica de los seres humanos interviniendo el territorio a partir de prácticas
culturales.
"Todos estos lugares que usted mira aquí, que tienen dibujos, es porque
existen, cuando fuimos es lo que vimos, y decidimos tomarlos como iconos
para el mapa" (Marvin Hernández, Equipo Maíz, junio 2015).
El Equipo Maíz realizó múltiples acciones de "mapeamiento" (mapeo o
mapping) como diría Cosgrobe (1999). Según el autor, éste puede ser definido
como:
Una medida del mundo que no se limita a lo matemático y que puede ser
igualmente espiritual, político, o moral, e incluir todo lo aprendido,
imaginado o contemplado. Sobre esas condiciones, los mapeamientos,
166
tratan de mundos materiales e inmateriales, y de hechos y deseos en
cuanto a el mapa se vuelve una materialización del conocimiento humano,
y un estímulo para nuevos compromisos cognitivos (COSGROBE,
1999:12)
En el proceso cartográfico interesa, además de la georreferencia, todas las
nominaciones y nomenclaturas que le acompañan, en este caso, se indica con
círculos de color rojo y su número respectivo las masacres sucedidas. En cuanto
al "nombramiento" de las masacres, unas toman el nombre de la aldea y otras
retoman las características paisajísticas del lugar donde se sucedió; por ejemplo,
la Masacre de El Mozote se refiere a la aldea que lleva ese nombre; Masacre del
Botadero en referencia al lugar que era un basurero público; Masacre de la
Catedral que refiere a un punto específico dentro de la ciudad; Masacre del Río
Lempa que refiere al accidente geográfico donde se desarrolló el suceso. Todo
eso brinda una nueva nomenclatura al espacio territorial.
El mapa es a la vez un documento que contiene una tabla que enlista las
masacres y conmemoraciones agregando una información significativa relativa al
número de víctimas y al tipo de acceso a la justicia. Se incluyen las siguientes
leyendas: a) Nombre de la masacre: obedeciendo al nombre específico del lugar
dónde sucedió o bien por una característica paisajística; b) Lugar y fecha en que
se sucedió la masacre: ordenada por departamento; c) Número aproximado de
víctimas: los datos parten o del Informe de la Comisión de la Verdad (cuando
ocurrieron entre 1980 y 1992) o de los testimonios de entrevistados de las
personas (algunas veces de un solo entrevistado); d) La situación del caso: se
refiere al nivel investigación alcanzada sobre el caso, es decir, al avance en la
realización de las pruebas científicas de exhumación: la mayoría aparecen como
no investigados, algunos recogen datos de exhumaciones brindando el número
167
de cuerpos exhumados divididos por mujeres, hombres y niños; e) La forma de
impunidad: cada una contiene la palabra "sin justicia", en referencia a que a
ninguna se le ha seguido un juicio debido a la Ley de Amnistía (la repetición de
este dato en todas las casillas se vuelve una especie de mantra que indica el
estado de impunidad sobre los 227 casos registrados); f) El nombre de los
responsables: señalan la fuerza militar gubernamental, y en algunos casos
señalan bajo la orden de quién, con el cargo y nombre del militar. Ante mi
pregunta sobre la no inclusión de las masacres cometidas por la guerrilla hacia la
población civil, Marvin Hernández menciona que no se incluyeron porque no es
comparable la cantidad de personas asesinadas por el gobierno que por la
guerrilla. Observamos que los mapas simbolizan el poder de la información del
cartógrafo; en el caso de los cartógrafos sociales del grupo focal de Arcatao el
mapa dibuja a los actores de las invasiones a sus territorios y este mapa señala a
una parte de los actores represivos vinculados a las violaciones de los derechos
humanos. El silencio ante los otros actores indica que las ausencias de
marcación son indicadores de una forma de apropiación del territorio desde quien
realiza la cartografía. "Desmontamos la mirada omnipresente del geógrafo
institucional que delimita territorios y que nos indica hacía dónde y cómo ver",
como diría Diez Temamanti (2014:26) para fundar una mirada alterna que no sólo
mira sino "siente" el territorio habitado. De igual forma, reparamos en cómo los
emprendedores de memoria lucharan por imponer "su verdad" en contraposición
de la memoria oficial, y no por eso dejará de tener silencios.
"No, no tenemos incluidas las realizadas por la guerrilla, solo las del
Ejército contra población civil. Era con esa idea de hacerlo así. Para
diferenciar la magnitud, porque cualquiera diría que fueron hechos
similares, pero no es cierto, no fueron hechos similares, la magnitud de lo
que hizo el ejército, el Estado no es comparable con lo que hizo la
guerrilla". (Marvin Hernández, Equipo Maíz, junio 2015).
El mapa tiene el título "Contra el Olvido y la Impunidad” y, además, de la
tabla informativa, contiene un resumen de los datos. Recoge que fueron 227
masacres cometidas contra población civil (aunque incluyen a miembros de la
guerrilla caídos en combate). Se menciona que el mínimo de víctimas estimadas
es de 9.967 personas, advirtiendo que de algunas masacres no se tiene el
número determinado (los datos son retomados de cifras aproximadas brindadas
168
por alguna persona sobreviviente). Menciona que todos los casos gozan de
impunidad salvo el de las religiosas norteamericanas, donde los autores
materiales recibieron condena42. En otro recuadro se mencionan las fuentes de
donde se obtuvo la información haciendo referencia los lugares visitados y los
comités de víctimas que brindaron la información. Se nombran tres instituciones
que fueron visitadas para recopilar o contrastar el dato de las masacres: “Centro
para la Promoción de los Derechos Humanos (CPDH) Madeleine Lagadec”,
“Comisión Interamericana de Derechos Humanos” y la Oficina de Tutela Legal del
Arzobispado de El Salvador. El mapa se elaboró entre 2003-2005 (véase en
Anexo 3 Listado de masacres en base a fuente de Mapa Equipo Maíz).
Este ejercicio cartográfico por parte del Equipo Maíz contribuyó para que
las víctimas de las masacres fueran reflejadas en el mapa nacional y permite
dimensionar los lugares afectados por la violencia político-militar. Pareciera ser la
dermis de ese cuerpo que se llama país. Es importante resaltar que la técnica
cartográfica ha sido utilizada en jornadas de trabajo sicológico con familiares de
víctimas que conforman los comités pro-memoria que se ubican en diferentes
puntos del país y que son los que realizan las actividades conmemorativas, estos
cuentan con el apoyo del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA).
42
En el caso del asesinato de las 3 monjas Maryknoll: Ita Ford, Maura Clarke y Dorothy Kaszel, así como la laica Jean
Donovan en 1980, fue condenado en Estados Unidos y expatriado el ex ministro de Defensa y general retirado Eugenio
Vides Casanova 2014.
169
En 2007 y 2008 promovieron varios actos públicos en la Plaza Cívica de
San Salvador, presentaron exposiciones fotográficas de hechos violentos que
ocurrieron en las comunidades y las acciones de reparación moral que se
realizan para dignificar a sus víctimas con símbolos, testimonios, fotografías de
los victimarios responsables de estos hechos, mapeo de las masacres ocurridas
en el país durante la guerra. Han producido una especie de exposiciones
itinerantes con estos materiales que son mostrados de manera artesanal en
tablones donde se distribuyen fotos, documentos y mapas durante las
celebraciones de conmemoraciones o en los Tribunales de Justicia Restaurativa
(véase capítulo 4). Los mapas se vuelven un elemento articulador de una
narrativa visual de la impunidad y de la "territorialidad sentida" como diría Jelin
(2002).
La mayoría de comunidades repobladas cuentan con mapas de elaboración propia donde evidencian los lugares de
masacres y conmemoración. Fotografía por Georgina Hernández, 2015
170
que cuenta con aldeas repobladas por personas que estuvieron en refugios. En
este mapa se usa una iconografía específica para representar las masacres
(militares en uniforme verde olivo usando armas y apuntando a las personas que
están tiradas sobre ataúdes). Así se observa que las comunidades están
generando sus propios mapas como una forma de generar territorialidad en el
espacio que habitan, es decir, "sus pequeños mapas de poder" donde ellos son
los cartógrafos. Los proyectos de mapeo realizados por las comunidades incluyen
representaciones artísticas del espacio ya que se vuelven un lienzo donde se
indican las rutas de peregrinaje y éxodo, todo ello representado con una
iconografía propia, lo que nos lleva a denominarlos "mapas performativos", que
son formas alternativas de representar el espacio, procurando subvertir las
convenciones cartográficas "oficiales", generando mapas para producir "formas
cartográficas subversivas del espacio" (PINDER, 1996, en SEEMANN, 2001).
171
Imagen 21: Detalle de la Exposición del Comité de Víctimas Afectadas por la Violencia en el Parque Barrios, San
Salvador, 2010. Actividad organizada por el IDHUCA
Los talleres sobre procesos de justicia restaurativa brindados por el IDHUCA incluyeron la elaboración de mapas para
representar la represión en los territorios. Fotografía por Georgina Hernández, 2010
172
Imagen 22: Detalle de la Exposición del Comité de Víctimas Afectadas por la Violencia en el Parque Barrios, San
Salvador, 2010. Actividad organizada por el IDHUCA.
Los mapas elaborados por los cartógrafos sociales son una forma de
ejercer territorialidad, de forma que el territorio es asumido en un mapa de autoría
propia, y donde no importa tanto la exactitud geográfica, sino la representación
de los hechos que marcan la actual identidad de los pueblos. La elaboración
cartográfica y el sentido antropocéntrico de los mapas convierten la acción
cartográfica en un hecho poético-político que delinea el mapa del deseo.
174
se incluye la configuración de un "lugar sagrado", que posee un pasado histórico
o mítico como símbolo hereditario. Por ejemplo, las prácticas sagradas y
profanas, como lo enuncia Mircea Eliade (1998) "transforman lo profano en
sagrado" (p.3), allá donde el acto conmemorativo de la masacre, incluye un
escenario donde se sacralizan los sucesos del pasado, volviendo ese espacio un
lugar sagrado, producto de rituales conmemorativos y los significados que los
participantes, o peregrinos, transfieren a ese lugar.
43
Lugar de la Masacre que lleva el mismo nombre ocurrida en diciembre de 1980, donde murieron 1,000 personas, la
mayoría de ellos niños.
177
allí durante la masacre, ubicado a un costado de la iglesia. Además de la
intervención total del casco urbano del municipio de Perquín, la mayoría de
edificaciones de organizaciones gubernamentales, iglesia y casas particulares
cuentan con murales. En ellos se recrean las escenas de los momentos
históricos afrontados en ese municipio, que estuvo bajo control militar durante el
conflicto armado. Este municipio se vuelve un ejemplo de la forma en que el
nuevo trazado urbano incluye elementos muralistas en los espacios públicos
donde se representa la historia comunitaria y deseo de una nueva "comunidad
imaginada". Se puede hacer el parangón con la iniciativa muralista del México
pos-revolucionario.
178
Imagen 23: Mural en la iglesia del municipio de Torola, Morazán, elaborado por la Fundación Walls of Hope
Los
murales se vuelven relatos gráficos de la historia comunitaria que se evidencia en las principales edificaciones de las
comunidades repobladas. Fotografía por Georgina Hernández, 2010.
Imagen 24: Mural de la “Última cena en Morazán”, elaborado por la Fundación Walls of Hope en local CEBES de
Perquín, Morazán
179
En los murales se dibuja la "comunidad imaginada" en la que se incluyen a los personajes asesinados durante el
conflicto armado. Fotografía por Georgina Hernández, 2015
182
Imagen 25: Misa de conmemoración en el sitio de la Masacre de Las Aradas, Chalatenango
Año con año pobladores de diversas comunidades repobladas hacen el peregrinaje al lugar de la Masacre de Las
Aradas. Fotografía por Georgina Hernández, 2015
183
y victimarios cambian, pareciera que con este acto performativo del teatrillo se
quisiera cambiar el papel que los campesinos jugaron en aquel momento de
represión. En la representación, se recurre a la sorna por parte de los asistentes:
los mismos pobladores, algunos de ellos sobrevivientes de masacres, gritan
burlándose de quien actúa como militar. Los jóvenes van ataviados con
uniformes militares y portan armas. Encienden juegos artificiales para hacer más
real la atmósfera vivida. A gritos indican a un grupo de personas (actores), que
representan a la población civil, que se junten en el centro y les disparan. Se
usan bolsas con líquido de color rojo para emular la sangre. Posteriormente, los
actores recrean las palabras usadas por los militares: "nos dijeron que
matáramos a todos, que no quedara ni uno vivo, hasta los niños". Mientras
recrean la escena de asesinato, la demás gente del público les grita: "cuilios
cerotes", "maricones", "culeros", son frases de rabia y burla que se encadenan y
sirven como ejercicio reparador. En el acto performativo podemos reparar en la
transferencia a los jóvenes de los roles dramáticos. Ellos son los principales
actores del teatrillo, y es, a partir de ese rol performativo, como se vuelven parte
del nos-otros44.
44
En el plano societal, es posible identificar algunos de esos "otros" dispuestos a escuchar en el suceder de las
generaciones. Son las nuevas generaciones que interrogan, que preguntan, sin los sobreentendidos que permean el
sentido común de una generación o grupo social victimizado.
184
Imagen 26: Jóvenes del teatrillo escenificando la llegada de militares al lugar de la Masacre de las Aradas,
Chalatenango
Las representaciones de Teatrillos son una performance de la recreación de los sucesos pasados esta vez
reinterpretados en el presente. Fotografía por Georgina Hernández, 2015.
45
En la herencia cultural de la práctica peregrina, los principales centros de peregrinación componen un mapa dinámico y
complejo de espacialidades donde la fuerza sagrada del lugar define paisajes culturales en que la fe juega el papel
organizador (CARBALLO, 2009-2010: 58). En este caso, ha sido el acto de sacralización del lugar de memoria el que ha
dado el papel organizador de esa nueva cartografía.
185
(ELIADE, 1998:3). Sin embargo, en algunos casos, tomará elementos "profanos"
para volverlos "sagrados" a través de la ritualización, tal como sucede en estos
actos conmemorativos en lugares de memoria.
186
Imagen 27: Representaciones iconográficas de "estaciones" del Viacrucis Martirial. Iglesia de Arcatao, Chalatenango
Imagen 28: Representaciones iconográficas del Vía Crucis Martirial. Iglesia de Arcatao, Chalatenango
Representaciones del Vía Crucis Martirial simbolizan la transición de lo profano a lo sagrado de los sucesos que
tienen significado histórico para las comunidades. Fotografías por Georgina Hernández, 2015
187
Museo de la Revolución en Perquín; así como los museos de Suchitoto y La
Sabana, en el Bajo Lempa entre otros.
46
Las fotografías "Pintadas al óleo" se usan para dar color a la fotografía blanco y negro. Algunas familias que perdieron
todos sus bienes y solo rescataron alguna fotografía solicitan a los estudios fotográficos que realicen retratos pintados
para crear un retrato familiar, es una recreación ficticia de un momento fotográfico inexistente que solo es recreado a partir
del "sentido de pérdida" para favorecer la unión simbólica de los familiares que se perdieron en la guerra.
188
pasado, es ahí que la representación en dibujos y murales ha sido un recurso de
transmisión.
47
Véase en Anexos: "Relatos Etnográficos desde el lugar de la memoria, cartografiando desde adentro: Relato #3 El
Recorrido de dos museos Comunitarios de la memoria: El Museo de la Memoria Sobreviviente en Arcatao y el Museo
Schafik Vive o Museo del Refugio de Colomoncagua".
189
refugiados en tierras hondureñas en demanda del retorno a su país. Este museo
se articula sobre uno de los principales elementos de orgullo identitario de esa
comunidad: "la Educación Popular". Con ello se muestra como este aprendizaje
colectivo se vuelve una herramienta de gestión de memoria de la historia
comunitaria.
Imagen 29: Museo "Schafik vive", Comunidad Segundo Montes. Recopilación de la historia del Refugio de
Colomoncagua, Honduras; elaborado por estudiante de la comunidad
La transferencia generacional ha sido el principal recurso del Museo Schafik Vive. Fotografía por Raúl Rodas, 2015
190
Imagen 30: Pieza museográfica del Museo Schafik Vive, Comunidad Segundo Montes, Morazán
Dibujo elaborado en 1994 por una estudiante de 6° grado de la escuela de la Comunidad Segundo Montes, Morazán,
representando el retorno de la población del refugio de Colomoncagua, Honduras en 1990. Fotografía por Raúl
Rodas, 2015
48
Desde esa relectura se podría reinterpretar la visión que ha predominado sobre los Acuerdos de Paz, donde se
menciona que no hubo vencedores ni vencidos, aduciendo que los únicos afectados del conflicto armado fueron los
bandos en contienda. Esa afirmación se vuelve una forma de invisibilizar el dolor de las víctimas civiles y sus familiares.
193
significados atribuidos históricamente, generando polémicas y visiones"
(GONZÁLEZ, 2014:81).
195
CAPÍTULO V. MONUMENTO A LA VERDAD Y LA MEMORIA:
CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN DE UN LUGAR DE
MEMORIA
196
5.1 De la cartografía del monumento heroico a la transgresión del contra-
monumento
La violencia fue una llamarada que avanzó por los campos de El Salvador.
Arrasó aldeas, copó los caminos, destruyó carreteras y puentes, eliminó
las fuentes de energía y redes transmisoras; llegó a las ciudades, iglesias
y centros educativos, golpeando familias, vulnerando a la justicia y a la
administración pública; señaló como enemigo a cualquiera que no
aparecía en la lista de amigos. La violencia todo lo convirtió en destrucción
y muerte, porque tales son los despropósitos de aquella ruptura de la
plenitud tranquila que acompaña al imperio de la ley, y porque la
esencialidad de la violencia es la modificación, abrupta o paulatina, de la
certidumbre que la norma crea en el ser humano, cuando esa modificación
no se produce a través de los mecanismos del estado de derecho. Las
víctimas eran salvadoreños y extranjeros de todas las procedencias y de
todas las condiciones sociales y económicas, ya que la violencia iguala en
el desamparo ciego de su crueldad (COMISIÓN DE LA VERDAD EL
SALVADOR, 1993:7).
El relato anterior del Informe de la Comisión de la Verdad (1993) es
esclarecedor sobre la situación de violencia vivida en el país y la salida a la paz
negociada que abría paso a una paz negociada que llegaron a unos acuerdos
que pusieron fin al conflicto. Parte de los acuerdos fue la creación de una
Comisión de la Verdad para investigar las más graves violaciones a los Derechos
200
humanos ocurridas durante este conflicto bélico49. El informe, denominado "De la
Locura a la Esperanza: la guerra de los Doce Años en El Salvador" se dio a
conocer el 15 de marzo de 1993, 26 meses después de la firma de los Acuerdos
de Chapultepec. La Comisión recibió testimonio directo de 2,000 personas con
relación a 7,000 víctimas e información de fuentes secundarias relacionadas con
más de 8,000 víctimas. Además, se recibieron 23,000 denuncias presentadas a
través de otras instituciones o remitidas por carta. De todo este cúmulo de
denuncias se elaboró una lista de 13.569 casos de los que la Comisión
seleccionó 32, considerados ejemplarizantes de los patrones de violencia de las
partes contendientes, la Fuerza Armada de El Salvador, los Escuadrones de la
Muerte y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
49
La decisión de crear la Comisión de la Verdad fue adoptada por las Partes en los Acuerdos de México, firmados en
Ciudad de México el 27 de abril de 1991. Estos acuerdos definen las funciones y facultades de la Comisión. La autoridad
de la Comisión queda ampliada en el artículo 5 del Acuerdo de Paz de Chapultepec, intitulado "Superación de la
Impunidad". En su conjunto, estas disposiciones constituyen el "Mandato" de la Comisión. El Mandato define las funciones
de la Comisión como sigue: "La Comisión tendrá a su cargo la investigación de graves hechos de violencia ocurridos
desde 1980, cuya huella sobre la sociedad reclama con mayor urgencia el conocimiento público de la verdad."
201
Los trabajos de recolección testimonial para el informe de La Comisión de
la Verdad se convirtieron en un instrumento importante para evidenciar la atroz
violencia, visibilizando los discursos de las víctimas que señalaban los actos
arbitrarios de sus victimarios. Además confluyeron discursos de actores
provenientes del movimiento social, desarrollando así un marco interpretativo
para inscribir la represión como una violación a los Derechos humanos. El
historiador Jesús Izquierdo, al comparar los actores sociales y sus discursos en
los casos de España y Latinoamérica, observa una mayor proximidad entre el
pasado cruento y el presente democrático en los regímenes de memoria
instaurados en la época post-dictatorial de esta última región, los cuales desde
muy temprano han sido presionados por movimientos sociales a favor de los
Derechos humanos (IZQUIERDO Y SÁNCHEZ, 2009:326). Su posición refuerza
la de Elizabeth Jelin quien en referencia al caso latinoamericano observa que "en
ese período se instaló y legitimó una interpretación de la represión como violación
a los Derechos humanos” (JELIN, 2003:48),
50
Con la obra de Mauricio Gaborit se instituye una clara red entre la figura de víctima y la necesidad del relato como
elemento de reparación social, elemento bastante dinamizado por los actores sociales en tanto discursos de gestión de la
memoria. Véase: Gaborit, Mauricio. Recordar para vivir. El papel de la memoria histórica en la reparación del tejido social.
ECA: estudios centroamericanos No. 701-702 (marzo-abril de 2007), p. 203-218; Gaborit, Mauricio. Memoria histórica:
relato desde las víctimas. ECA: estudios centroamericanos No. 649-650 (nov.-dic. 2002) p:1021-1032: Gaborit, Mauricio.
Memoria Histórica: Revertir la Historia desde las víctimas. En Gómez Isa, Felipe. El Derecho a La memoria. Universidad
de Deusto, Bilbao 2006; Portillo, Nelson, Gaborit, Mauricio y Cruz, José Miguel (compiladores). Psicología social en la
posguerra: teoría y aplicaciones; desde El Salvador. UCA Editores. San Salvador, 2005.
202
como el rescate, la conservación de las voces de las víctimas manifestadas en
narrativas de “ruptura”, los cuales se complementan con otras memorias. Y es
precisamente el paradigma de los Derechos humanos el que explica el sentido de
expresiones como “recuperar la memoria” o “perder la identidad”. Para el caso de
la gestión de la memoria en El Salvador, las categorías “recuperación de la
memoria histórica” y “pérdida de la identidad” son instauradas en el imaginario
social a partir de su vinculación con métodos psicosociales ligados a los procesos
de reparación moral de la víctima. La recuperación de la memoria histórica se
enmarca en la reparación del tejido social que como colectivo sirve de apoyo a la
difícil tarea de evocación del recuerdo traumático.
51
Éstos han formado una Coordinadora Nacional con el objetivo de hacer del conocimiento público los acontecimientos
del pasado, para reconstruir y validar la memoria histórica desde una perspectiva crítica y propositiva. IDHUCA. Memoria
en El Salvador. http://www.uca.edu.sv/publica/idhuca/memoria.html
204
de la conmemoración del asesinato de los jesuitas. En 2005 surgió en dicho
festival el Foro Verdad, Justicia y Paz en el cual participaron organizaciones
nacionales e internacionales relacionadas con el tema de la memoria y justicia,
realizando acciones colectivas de procesos memoriales, entre ellos los mapas de
memoria de la represión en las comunidades que vivieron esos sucesos (véase
capítulo III. Comunidades y “territorialidades sentidas”: La historia en tres
tiempos). En este ámbito se realizó la Ruta de la Memoria Histórica que incluyó
varios municipios donde se cometieron graves violaciones de Derechos humanos
en la época del conflicto armado, con el propósito de compartir con las víctimas y
sobrevivientes la memoria de los hechos ocurridos y su experiencia metodológica
en el trabajo que realizan, buscando la reparación moral y la construcción de la
memoria histórica. Esto desembocó en la creación del Tribunal Internacional de
Justicia Restaurativa, que es una suerte de tribunal de conciencia instaurado
entre el IDHUCA y la Coordinadora Nacional de Comités de Víctimas de
Violaciones de los Derechos humanos en el Conflicto Armado (CONACOVIC).
52
El tribunal se celebra cada año en diferentes comunidades, especialmente repobladas, que fueron las que sufrieron los
vejámenes. En el tribunal participan como jueces internacionales: Paulo Abrão Pires Junior, presidente de la Comisión de
Amnistía de Brasil; Belisario dos Santos, ex Secretario de Justicia y Defensa de la Ciudadanía del Estado de Sao Paulo,
Brasil; José Ramón Juániz, presidente de Abogados del Mundo, sección Valencia, España; José María Tomás, presidente
de la Fundación por la Justicia, Valencia, España. y Ricardo Iglesias, abogado salvadoreño y consultor en derechos
humanos. Se puede consultar página de Audiovisuales UCA/Tribunal de Justicia Restaurativa IDHUCA, donde se
encontrarán registros audiovisuales la totalidad de las jornadas del tribunal de Justicia Restaurativa:
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205
Humanos “Madeleine Lagadec” desarrollan actividades de acompañamiento
comunitario relativas a la memoria de víctimas. La Asociación Pro-Búsqueda,
fundada al finalizar la guerra por el sacerdote jesuita Jon Cortina, se dedica a
buscar a niños y niñas que fueron separados violentamente de sus familias y
dados en adopción tanto a nacionales como extranjeros de forma fraudulenta. La
entidad cuenta desde 2010 con la ayuda de una comisión especial. También en
el primer año del gobierno de Mauricio Funes, en el marco de la celebración de
los Acuerdos de Paz, se legitimó por primera vez el resarcimiento de las víctimas;
dando muestra de las primeras acciones referentes a las deudas históricas
pendientes con la sociedad civil. Por su parte, la Fundación Madeleine Lagadec y
Tutela Legal apoyaron procesos de exhumación solicitados por pobladores que
quieren trasladar los restos de sus parientes hacia sus lugares de origen o en sus
comunidades repobladas. En este trabajo acompañé la entrega de cuerpos
inhumados y realicé una entrevista a Ninel Pleitez, antropóloga colaboradora de
exhumaciones con la Fundación Madeleine Lagadec (véase anexo 1"Relatos
etnográficos desde el lugar de la memoria: Cartografiando desde adentro", relato
#1 “Territorios sentidos”: las exhumaciones como deber de memoria).
208
Imagen 31: Detalle del mural artístico que forma parte del Monumento a la Memoria y la Verdad
El mural artístico es una sección del Monumento a la Memoria y la Verdad. Se representa de manera gráfica la
situación de represión, masacres, desapariciones y asesinatos selectivos. Resaltan los rostros de madres buscando a
sus hijos desaparecidos. Foto por Georgina Hernández, enero 2014
209
quizás en el olvido del olvido como meta de esconder también la amenaza
subyacente, la pretensión del poder de decirnos: puedo reducirte tanto, hasta que
nunca hayas existido. Y esa amenaza necesita, para funcionar, ser parte de
nuestra cotidianeidad, de nuestra temporalidad" (OBERTI & PITALLUGA,
2001:14). En consecuencia, los sentidos de la memoria de la represión no
pueden dejar de estar presentes en cualquier intervención crítica en las redes de
enunciación del presente.
210
“Llegaron y le dijeron a uno de mis hijos mayores, que a mi hijo lo habían
asesinado y que lo habían capturado en un lugar que le dicen San Martín y
que lo habían venido a tirar a la morgue de Apopa, cerca de aquí de San
Salvador, pero mi esposo fue y no lo encontró, no encontró el cadáver,
entonces desde esa fecha nosotros seguimos buscándolo, buscándolo, y
hasta la fecha yo lo espero siempre”. (Testimonio de Antonia Morales de
Cabrera en GUZMAN & MENDIA AZKUE, 2003)
“Lo capturaron aquí por San Jacinto, y se lo llevaron hasta por Mercedes
Umaña, allí, junto con un mi sobrino, los obligaron a meterse a un callejón
y los mataron a los dos. A mi hijo le quebraron los huesos de la mano, le
habían quitado la piel, quizá para que no lo conociéramos, pero yo si lo
conocí por la forma de las manos y la forma de los pies, por eso sabía que
él era” (Testimonio de Alicia Emelina de García, en GUZMAN Y MENDIA
AZKUE, 2003)
Esta búsqueda se volvió un peregrinaje por los diversos lugares que se
enunciaban a través del testimonio. En algunos casos, el itinerario mostraba el
hallazgo de cementerios clandestinos, pero en otros la ausencia anuló la
búsqueda, pues no encontraron jamás los cuerpos de sus hijos. Esto les llevó a
tomar medidas públicas. Fueron comunes Las Paradas frente a cárceles de la
Policía de Hacienda en demanda de la libertad de los detenidos e información
sobre los desaparecidos.
Durante el final de los años 70s e inicios de los 80s las acciones militares
se ensañaron contra la población rural del país, especialmente en lugares que
empezaban a ser percibidos como zonas bajo control de la guerrilla. Una nueva
dinámica de la geografía del terror se conformaba esta vez, no de forma
individual por desaparición forzosa o asesinato, sino de manera colectiva, contra
comunidades enteras que fueron aniquiladas y cuyos sobrevivientes huyeron a
refugios, demarcando un andar en su experiencia de vida.
211
La historia oficial del conflicto armado se encamina a atribuir las
violaciones de los Derechos Humanos a la naturaleza y dinámica propia del
conflicto, calificándolas como excesos lamentables, como los asesinatos a
poblados enteros usando violencia extrema que incluyó la quema de los cuerpos.
Esta lectura implica la negación del aspecto más alarmante de nuestra
experiencia nacional: que la violencia y el terror se usaran como estrategia de
Estado. La Comisión de la Verdad destacó las medidas encaminadas al
esclarecimiento de los graves delitos y al reconocimiento de la honorabilidad de
las víctimas, sugiriendo la construcción de un Monumento Nacional con los
nombres de víctimas civiles afectados por la violencia y la instauración de un
Feriado Nacional, a fin de favorecer la reparación moral de sus familiares.
53
Asociación de Mujeres por la Dignidad y la Vida, Museo de la Palabra y la Imagen, Oficina de Asociación de Pro-
Busqueda de niñas y niños desaparecidos, Centro para la Paz, Centro para la Promoción y Defensa de los Derechos
Humanos "Madeleine Lagadec", Comisión de Derechos Humanos, Comité de Familiares de Víctimas de Violaciones a los
Derechos Humanos Marianela Garcia Villas, Comité de Madres de Desaparecidos y Asesinados Políticos "Monseñor
Oscar Arnulfo Romero"
212
varias negociaciones se dio en donación un terreno en el Parque Cuscatlán,
ubicado en el centro histórico de San Salvador.
213
en su condición de civiles. Gloria Guzmán admite que el proceso de definición de
sociedad civil afectada "ha sido un ejercicio de, para mí, de mucha madurez, un
proceso de reflexión desde la democracia". En ese sentido los emprendedores de
la memoria han generado a su vez aprendizajes de inclusión y negociación,
imprescindibles en el terreno de las lucha por las memorias.
"Fue bastante difícil definir los criterios para escoger los nombres… y
bueno, allí predominó que tenían que ser nombres de personas que fueran
asesinadas o desaparecidas en el conflicto armado, a partir del 70 al 92;
porque se habla de la guerra a partir del 80, pero en este monumento se
incluyó a partir del 70, que también inicia todo el proceso de resistencia; y
en ese sentido, era esta relación de victimarios y víctimas ¿a quiénes se
iba a incorporar? O sea, como la parte ideológica no influyera en quiénes
iban a estar en los nombres. En ese sentido, el criterio fue que debían ser
víctimas civiles, y que digamos que fueron violados sus derechos en
circunstancias civiles, o sea, no estaban armados… estaban cumpliendo
como ciudadanos… transitando… y fueron sacados o raptados; pero en
ese sentido se determinó que no se iban a incorporar nombres de
personas que fueron de grupos armados, de los distintos bandos.
Entonces, esa fue otra discusión bastante grande... porque allí hay
nombres de victimarios… entonces eso ha generado un poco de polémica"
(Entrevista a Ena Peña, del comité gestor del Comité Pro Monumento,
enero 2012).
Otro elemento importante fue ajustar el recuento de las víctimas civiles a
partir de los registros de las organizaciones de Derechos Humanos, pues la
Comisión de la Verdad solamente incluía aquellas que se produjeron durante el
conflicto armado. Esto contribuyó a visualizar el periodo de pre-guerra como parte
importante de la construcción de un terrorismo de Estado y generar un marco
ciudadano contra la legitimación del horror silenciado por los grupos paramilitares
y el Estado. Además sacó a la luz la encomiable labor de las organizaciones de
derechos humanos o que se vincularon a esa labor, como la Oficina de Tutela
Legal, con sus importantes acervos de denuncia resguardados a pesar de
amenazas constantes durante todo el conflicto armado.
214
"La etapa de recolección de nombres fue la más difícil, la fuente de
recolección de nombres era el informe de la Comisión de la Verdad, las
fichas de denuncias de desaparecidos que tenían los diferentes comités de
Derechos Humanos, y también realizamos una campaña a nivel nacional
donde pedíamos que toda persona que hubiera perdido un familiar civil
llenaran una ficha" (Entrevista Claudia Sánchez, Comité Pro Monumento,
febrero 2012)
"Luego nos encontramos con mucha gente que ya había aparecido, que
pusieron su denuncia y no la va a retirar, entonces decidimos hacer una
campaña, bueno, la campaña de "los nombres para no olvidar ", que tenía
doble o triple objetivo. Por una parte recoger más nombres que no se
registraron en ningún lado; por otro lado, que gente que se viera en el
listado y que está viva, que acudiera a quitarse, a borrarse de ese listado;
y por otro vincular, a que la gente colaborara, nos inventamos esto de "un
nombre para no olvidar" hicimos un cálculo muy simbólico de $4 lo que
podría costar grabar un nombre" (Entrevista a Gloria Guzmán, Comité Pro-
Monumento, 17 de julio de 2015).
215
proceso de creación del memorial mismo, brindando nombres, participando de los
foros consultivos, corroborando los datos del familiar desaparecido. Estas
acciones propiciaron la creación de comités pro memoria a nivel local que fueron
los referentes territoriales para dar corporeidad al sueño que se concretaría en
forma de monumento.
216
Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado en su país, que se construirá
en el Parque de la Memoria55, contrastándolo con la propuesta arquitectónica y
de contenido simbólico del Vietnam Veterans Memorial ubicado en Washington
D.C. y diseñado por Maya Ying Liniv. Este estudio destaca que los sitios elegidos
para los monumentos tienen sentidos previos que aparecen a su vez
reconfigurados por la instalación de los memoriales.
55
El Parque está ubicado en un espacio público en la costanera norte de la ciudad y forma parte a su vez, de un proyecto
mayor que pretende devolverle a la ciudad de Buenos Aires
217
El Monumento a la Memoria y la Verdad se ubica en el Parque Cuscatlán
de San Salvador, lugar que durante los años 70s fuera punto de concentración de
multitudinarias marchas de organizaciones sindicales y de madres de
desaparecidos que denunciaban los actos arbitrarios de violencia. Este parque,
es uno de los pocos pulmones verdes que oxigenan la ciudad, parece sustraerse
del bullicio del centro urbano. Curiosamente, sin percibirse una política de uso
cultural del espacio, poco a poco se fue configurando en ese lugar un núcleo
cultural variado, pues allí se ubican además la Galería Nacional de Arte Salarrué,
el Museo de Niños Tin Marín y el Gimnasio Nacional. .
Los nombres guardan un orden alfabético que muestra, para el caso de las
masacres, cómo familias enteras fueron asesinadas. Se ubican en igual nivel y
tamaño, nombres personajes como el escritor Roque Dalton o Monseñor Romero.
Esto simbólicamente ubica a todos los afectados en un mismo nivel de jerarquía
como víctimas de violación a los Derechos Humanos. Se incluye una placa de
granito con listados de nombres de masacres. Se incluye la denominación de
“NN” para hacer referencia a aquellas personas que no fueron identificadas.
219
Imagen 32: Búsqueda de nombres de familiares en el Memorial
Buscar el nombre del desaparecido y encontrarlo en el memorial cumple una función tranquilizadora y reparadora
para familiares de la víctima. Foto de Georgina Hernández Rivas, noviembre 2014
220
Imagen 33: Parte del “muro” con nombres y apellidos de personas asesinadas
Las dimensiones del muro (casi 3mx90m) permiten evidenciar a simple vista la enorme cantidad de personas
masacradas, asesinadas o desaparecidas entre 1970 a 1991. Foto por Georgina Hernández, noviembre 2014.
Hemos dejado escrito en piedra, lo que se suele decir, porque esto está
escrito en piedra. Entonces en el memorial yo creo que se ha dejado
escrito una verdad que se ha construido desde abajo (Entrevista a Gloria
Guzmán, Comité Pro-Monumento, 17 de julio de 2015).
5.7 El Monumento como punto de encuentro de "los otros lugares"
222
Imagen 34: El Monumento a la Memoria y la Verdad y la acción reparadora sobre la "ausencia"
El Monumento a la Memoria y la Verdad cumple una función de camposanto donde personas depositan sus ofrendas
florales el 2 de noviembre día de muertos Foto por Georgina Hernández, 2014
"Yo lo que quiero saber es dónde están sus restos, porque el día de los
finados (día de muertos) no tengo yo donde ir a dejar una flor" (María
Hernández, 2 de noviembre 2014).
El Memorial, entonces, se convierte en una especie de camposanto
adonde ir a “enflorar”, es una forma de reterritorializar el sentido del lugar y la
fecha conmemorativa que ha encontrado de manera natural sus formas de
apropiación, que consolidan una memoria reconciliada.
223
Imagen 35: Actividades de conmemoración en el Monumento a la Verdad
Las conmemoraciones son una forma de legitimación del monumento a través de un ejercicio ritual de
transformación de un espacio en un lugar sagrado de rememoración de la memoria de su familiar. La fecha 2 de
noviembre (día de difuntos) tiene una función simbólica en tanto los mismos familiares han legitimado el espacio
como un campo santo. Foto cortesía del Comité Pro Memoria, San Salvador.
224
Imagen 36: Actividades de conmemoración en el Monumento a la Memoria y la Verdad, San Salvador
El monumento cumple la función de espacio de articulación de diversas victimas que se encuentran en un solo punto
del país para rendir homenaje a sus desaparecidos y asesinados. Las prácticas culturales en ese lugar incluyen
rituales con complejos elementos simbólicos Foto cortesía del Comité Pro Memoria, San Salvador.
225
memoria o de un lugar recreado como es el caso de este memorial; ya que el
lugar en sí no transmite la atmósfera sagrada del recuerdo, pues no se
sucedieron ahí los hechos. Por tanto, es imprescindible generar empatía por la
forma en que se representa el mensaje de "pérdida" y de "violación de Derechos
Humanos", en este caso la forma de generar vinculación fue a través de la
individualización de la víctima, pero además, el acto de juntar "varias víctimas"
dimensiona la pérdida colectiva que nos deja un conflicto armado, esta
dimensión corresponde asumirla como país.
Imagen 37: Homenaje a artistas asesinados cuyos nombres se encuentran en el muro del Monumento a la Memoria
y la Verdad
La vinculación de personas o colectivos que honran la memoria de familiares, amigos o personajes, es fundamental
para generar vinculación con este lugar. Fotografías, dibujos, pequeñas instalaciones y altares son manera de
apropiarse del lugar. Foto por Georgina Hernández, 2014
Por otra parte, se busca que el memorial sea "legitimado" por el Estado por
ello se ha dejado una placa de granito sin utilizar para registrar cuando sea
declarado monumento nacional. De momento se ha declarado como Bien Cultural
Protegido en caso de conflicto armado.
227
Imagen 38: Declaratoria de Bien Cultural Protegido del Monumento a la Memoria y la Verdad
El Monumento a la Memoria y la Verdad aún no cuenta con declaratoria formal de bien cultural brindada por la
Secretaría de Cultura; sin embargo se ha gestionado su protección como bien protegido por parte. Esta categoría la
brinda la Asamblea Legislativa para edificios
228
construir una memoria colectiva que nos implique como sujetos sociales
(FABRI, 2010:113).
Fundamentalmente, este monumento busca generar una memoria
ejemplarizante sobre procesos de reparación moral hacia y entre las víctimas,
pues aporta un elemento reparador, y refuerza la alianza entre organizaciones
civiles, poniendo en evidencia su rol en la sociedad de posguerra: la continua
vigilancia del respeto a los derechos humanos, sumado a las deudas de pasado.
"Yo lo que sí estoy segura que todo ese proceso, fue un proceso muy
sanador en el colectivo. Yo creo que a nivel individual y a nivel de sujeto
político, como a nivel de organizaciones de Derechos Humanos, la gente
que estuvimos directamente, yo creo que fue un proceso súper sanador; y
por otro lado, yo siento que por lo menos yo lo he registrado de esa
manera, que para mí y supongo que es un proceso terapéutico y siento
que podemos, que hemos podido pensar en todos los dolores, en todo lo
que nos hizo llorar en esa época, pero nos invitaba a la acción, eso la
acción humana y política que otra gente y, y lo sobrelleva y sale adelante y
eso con una terapia de otro tipo" (Entrevista a Gloria Guzmán, Comité Pro-
Monumento, 17 de julio de 2015).
La gestión de la memoria en espacios como memoriales y monumentos
debe estar abierta a las variadas interpretaciones de las nuevas generaciones y a
los usos que otros actores más allá de las víctimas le den al monumento. Para el
caso de los lugares de memoria en América Latina se debe poner especial
atención al uso de los memoriales como palestra pública desde donde se
proclaman gestas ciudadanas en defensa de derechos humanos.
229
ética y humanizar sobre el legado de la violencia y el mantenimiento del régimen
de verdad.
La cuarta parte analiza el papel del MUPI como emprendimiento. Bajo los
tres postulados que enmarcan el título del capítulo: "un museo, varias voces y
muchos lugares"; caracterizo su modelo museológico, las voces incluidas desde
la subalternidad generando nuevas formas de "comunidades memoria", y la forma
de territorialización desde su concepción de "museo sin paredes".
56
Periodista venezolano que parte a Centroamérica en 1972 como voluntario tras el terremoto que asoló Managua. En
1980 se incorpora al movimiento insurgente salvadoreño con la idea de fundar una radio clandestina.
230
6.1 Del museo del gran relato nacional al de las historias cotidianas y los
derechos humanos
57
"Los museos nacionales fueron un punto de arranque para la construcción de los estados nacionales porque inventaron
la tradición, reconstruyeron un pasado idealizado y recrearon héroes y símbolos patrios para la fundación de las nuevas
naciones latinoamericanas" (ANDERMANN, 2000 y LEVIN, 2006 en CASAUS ARZÚ, 2012:94).
231
también como lugares de educación de la ciudadanía58, con unas prácticas
y un discurso expositivo que necesariamente responden a
condicionamientos y fines políticos (y no solo científicos). Se trata de los
grandes lugares de la memoria, allí donde el discurso expositivo intenta
expresar cómo una sociedad quiere ser vista y cómo ve o quiere ver a las
demás, en el presente y en su pasado (BUSTAMANTE, 2012:18).
Es importante analizar los momentos en que los museos renuevan sus
salas, cierran sus puertas o se abren a una total renovación, pues suelen estar
relacionados a inflexiones en la concepción de nación, historia y memoria. A nivel
general de museología.
58
Luis Gerardo Morales (2012) indica que "el museo histórico patriótico ha seguido unido al texto de enseñanza en razón
de su subordinación al sistema público escolar, al que se hizo responsable de servir como vehículo del “espíritu nacional”.
A este momento de la historicidad espacial del museo mexicano lo denomino modelo del museo-texto, ya que el objeto
museográfico queda atrapado por la imagen de la palabra escrita y convertido en fetiche de un modo de practicar la
transmisión cívica" (p.44).
232
Una institución al servicio de la sociedad de la cual es parte inalienable, y
tiene en su esencia misma los elementos que le permiten participar en la
formación de la conciencia de las comunidades a las cuales sirven. A
través de esta conciencia puede contribuir a llevar a la acción a dichas
comunidades, proyectando su actividad en el ámbito histórico que debe
rematar en la problemática actual. Es decir, anuda el pasado con el
presente, se compromete con cambios estructurales imperantes y provoca
otros dentro de su realidad nacional respectiva59 (MUSEO NACIONAL DE
HISTORIA NATURAL, 1972).
En ese contexto de fuerte crítica contra-hegemónica por parte de los
movimientos sociales se va cimentando la denominada nueva museología. Los
dos productos más significativos de esa corriente son el eco-museo y los museos
comunitarios:
59
Mesa redonda sobre la importancia y el desarrollo de los museos en el mundo contemporáneo. Resoluciones. En:
Noticiario Mensual Nº 190- 191, año XVI: 5- 7. Museo Nacional de Historia Natural, Santiago, Chile.
233
Ambos modelos comparten la implicación ciudadana en aspectos
organizativos, expositivos y en la construcción de procesos de inclusión,
democratización, diversidad, sostenibilidad, y formas de legitimarse frente a otros.
Gracias a la nueva museología surgió una atmósfera democrática y presente,
amparada en la permanente participación de la sociedad y en la ampliación de la
noción de patrimonio. En ese sentido, "se identifica al museo más que como lugar
-es decir, como una institución o como un espacio físico- como una red de
relaciones entre objetos y personas; y como, un agente social y cultural que juega
un papel relevante en la configuración de lo social, las mentalidades y la cultura"
(MACERIA OCHOA, 2012: 39). En definitiva,
60
La autora prefiere denominar museos-de-memoria (con guiones seguidos) a los museos vinculados a procesos y
demandas de colectivos en torno a la verdad, la justicia, la reparación, la promoción de una cultura de los derechos
humanos u otras reivindicaciones afines. Al escribirlos como un solo término desea distinguirlos de otros museos.
234
comprensión de esas situaciones y promover posicionamientos éticos.
También pueden representar hitos conmemorativos o hechos relacionados
con el triunfo de la democracia o la paz. Buscan crear una memoria
ejemplarizante, una idea de comunidad consciente, de comunidad
comprometida con el desarrollo justo y democrático de la sociedad,
comprometida con los derechos humanos. Pretenden movilizar la cohesión
social, la autocrítica y la capacidad reflexiva para favorecer un cambio de
actitudes y un compromiso cívico a fin de evitar que se repitan esas
situaciones trágicas u otras similares (MACEIRA OCHOA, 2012: 82).
235
Analizar el contexto cultural de El Salvador ayuda comprender las
condiciones y actores que enmarcaron el desarrollo del MUPI, pues
236
En el siglo XX, el caso clave que marcó el inicio de una serie de graves
vulneraciones a los derechos humanos y opresión cultural fue el levantamiento
campesino-indígena de 1932. El estado respondió con cruentas matanzas, una
política de exterminio indígena, y la negación y resignificación oficial de este
hecho –como un momento en el que se salvó al país de la intervención
comunista- (ALVARENGA, 2011). El esquema de 1932 se repitió en diversas
embestidas contra la cultura, como las ocupaciones militares de la Universidad de
El Salvador (1972, 1980 y 1989)61, y los atentados contra la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas62.
61
Que incluyeron cierres indeterminados, saqueos de sus instalaciones, destierro y muerte de alumnos y catedráticos (el
rector Rafael Menjívar Larín secuestrado y torturado en 1972, el rector Félix Ulloa fue asesinado en 1979).
62
Que incluyeron difamación pública, bombas, cateos militares, el asesinato de un estudiante y detención de otros en
1980. Además del asesinato de dos trabajadoras y seis maestros sacerdotes jesuitas incluyendo al rector Ignacio Ellacuría
en 1989.
237
generar conciencia política a través de sus corridos y música de cuerdas.
Finalizado el conflicto armado, el movimiento crítico de cultura se vinculó a los
emprendedores de memoria que confrontaron la tradición conservadora,
enfocada en la cultura vernácula y de tradiciones sin cuestionar elementos como
el racismo, y la invisibilización de indígenas y mujeres en el ámbito cultural.
63
Ver el artículo El Museo Nacional “David J. Guzmán’. Revista La Cofradía, publicación de la Administración de
patrimonio Cultural. Ministerio de Educación. San Salvador, El Salvador. 1 de enero de 1977. (En MOLINA TAMACAS,
2009).
238
Consecuentemente, para David J. Guzmán era imperante contar con un
inventario nacional de las riquezas y curiosidades vegetales y minerales, así que
el museo fue una institución dedicada a este fin clasificatorio y comercial. "Su
discurso era referido hacia afuera, para atraer inversionistas extranjeros; y la élite
económica tomaba este discurso y la participación en las ferias internacionales
como incentivos para sus exportaciones" (HERNANDEZ RIVAS, 2009:37). El
museo deambuló por varias sedes y después de 62 años de su fundación fue
rebautizado como Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán
(MUNA). Aún carecía de un enfoque etnológico; por el contrario, estaba
enmarcado en un afán científico generalista, “progresista” y comercial. "En los
años 70, las autoridades gubernamentales crearon una sede apropiada y
seleccionaron a personas con formación antropológica para que desarrollaran un
enfoque orientado hacia el conocimiento de la identidad nacional" (MOLINA
TAMACAS, 2009:34). Para esa época se realizaban ya las primeras
excavaciones arqueológicas con rigor científico, de la mano de arqueólogos
extranjeros. La colección de las piezas arqueológicas fue atesorada y expuesta
en el MUNA por corto tiempo. En 1986, un devastador terremoto derrumbó varias
edificaciones de la capital, incluyendo al MUNA que fue inmediatamente cerrado
hasta el 2002, cuando abrió en un nuevo local. Contemporáneamente se da el
boom de museos públicos, privados y generados por iniciativas ciudadanas;
como el Museo de Arte Contemporáneo (MARTE)64, el Museo de Arte Popular, el
Museo Militar, el Museo Tecleño, otros ejemplos locales y el MUPI (MOLINA
TAMACAS, 2009).
64
Es un museo privado, arquitectónicamente potente, inaugurado en el 2003, y que "a partir de su impresionante
colección, hace que de facto se convierta en un museo nacional de arte" (DE LUGAN, 2012:176).
239
Destacan la creación de la Red de Bibliotecas Públicas, que se convertiría en la
Red de Casas de Cultura diseminadas por el país; la reforma educativa que
incluía educación a distancia y televisión educativa; el Centro Nacional de Artes
(CENAR) y el Bachillerato en Artes, que formaron importantes cuadros aún muy
prominentes en la escena cultural.
240
El MINED apoyado por la UNESCO implementó el "Programa Valores"65,
que según la antropóloga Robin De Lugan (2012) estaba fundamentado en
valores universales legados de proyectos internacionales; pero estaban alejados
de la comprensión de la historia reciente del país por parte de la generación de
posguerra. La autora centra su análisis en las iniciativas de construcción de la
“identidad cultural” y la “identidad nacional”, incluidas en el currículo central del
sistema educativo de El Salvador. Se trató de imponer valores morales, sin
vincularlos a la guerra o la contemporánea transición. Sin embargo, en 1994, el
MINED cambia la currícula y edita los dos tomos de Historia Nacional -conocidos
como el libro azul y rojo (MINISTERIO DE EDUCACION, 1993), donde se abre
una rendija estratégica para abordar la historia reciente. Se abordan los
movimientos sociales y los períodos dictatoriales del siglo XX, tales como la
insurrección indígena de 1932, las cruentas masacres y represión sucesivas, el
movimiento sufragista de mujeres, los regímenes militares y el surgimiento del
movimiento popular en los años 70s, antesala dela guerra. También se incluyen
el proceso de paz y el primer período de elecciones democráticas. Esta rendija
permitió que el MUPI tradujera contenidos clave a exposiciones itinerantes, como
luego explicaré.
65
Este programa constituyó el primer intento de la UNESCO en ayudar a El Salvador a reconstruir tanto la sociedad civil
como la identidad nacional en el período inmediato de la posguerra. Un proyecto piloto denominado “Programa Cultura de
Paz” se promovió simultáneamente en El Salvador, Ruanda y Mozambique –naciones que estaban emergiendo de
intensos conflictos civiles y de violencia. El proyecto pretendía inspirar “la creación de otros proyectos de desarrollo
humano en tiempos de conflicto” a través del énfasis en las “súper metas” (Lacayo Pararon, et al., 1996: 15). Al combinar
el manejo de conflictos, la transformación social y el desarrollo humano, la meta era alcanzar una “conciencia de cultura de
paz” más elevada.
241
Durante el período previo a las elecciones del 2009, el partido FMLN
realizó una serie de consultas a gremios, entre ellos los artistas e intelectuales;
ellos albergaron la esperanza de que CONCULTURA llegaría a convertirse en un
Ministerio, elevando la cultura a una dimensión importante del Estado-nación. En
vez de ello, cuando el FMLN llegó al poder, CONCULTURA se transformó en
Secretaría de Cultura de la Presidencia. En los primeros cinco años del gobierno
de izquierda hubo tres cambios abruptos de dirección, el Secretario de cultura fue
removido, directamente por orden presidencial; esto generó muchas críticas y
desconfianza del gremio, evidenciando la peligrosa relación de la dependencia
directa de la Presidencia de la República. En cuanto a trabajo sobre la memoria
histórica, se toman iniciativas bastante dispersas y no planificadas. Por ejemplo,
se abre la dimensión de patrimonio al incluir declaratorias de sitios donde
sucedieron violaciones a los derechos humanos de la población civil. En el año
2012 se declara “Bien Cultural Patrimonial” al lugar de conmemoración del
Mozote (Morazán) y al sitio de Las Aradas (Chalatenango), bajo el Decreto 204,
que además incluye el Programa de Reparación a las Victimas de Graves
Violaciones a los Derechos Humanos Ocurridos en el Contexto del Conflicto
Armado Interno (PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA DE EL SALVADOR, 2013).
Sin embargo, se sigue careciendo de una ley de cultura y una política cultural
formalmente definida; pero, especialmente, existe una ausencia total de una
política de memoria.
66
Revista El Salvador y periódico Venceremos publicado en España y México por las oficinas de solidaridad en esos
países, bajo el sello editorial del Sistema Radio Venceremos.
243
Ante ello, los actores civiles buscaron conservar la memoria histórica y
comunicarla. Por ejemplo, en Morazán se inició la creación del Museo de la
Revolución, usando pertrechos de guerra que personal Naciones Unidas y
excombatientes recuperaron, desactivaron y volvieron piezas de museo. Rondaba
1994 cuando las radios comunitarias surgieron, principalmente en comunidades
repobladas como Radio Segundo Montes (Morazán), Radio Sumpul
(Chalatenango) y Radio Izcanal (Bajo Lempa).
"No había mucha condición para la memoria, porque todo mundo estaba
en otra cosa, en la reinserción de la guerra civil. Pero bueno, igual y
seguimos trabajando en la clandestinidad, desde el lugar donde
inicialmente guardamos el archivo de la radio, a las primeras formas de
relacionarnos con el gobierno para que maestros y alumnos nos visitaran"
(Entrevista a Carlos Henríquez Consalvi ‘Santiago’, julio 2015).
Empezamos sistematizando el material radiofónico y escrito de Radio
Venceremos, y localizando otros archivos, así que a esa fase la llamamos
"Primero la palabra”. A través de contactos con oficinas de solidaridad
244
internacional y viajes semi-clandestinos, repatriamos archivos audiovisuales
sumamente comprometedores y delicados desde Nicaragua, Cuba, Costa Rica,
México, España y Francia. A ellos, se sumaron archivos personales de fotógrafos
corresponsales de guerra como Susan Meiselas, Steve Cagan y Giovanni
Palazzo entre otros. En 1995, ONUSAL cerró sus oficinas pues el país debía
seguir, por sí mismo, el proceso de reconciliación. Entonces obtuvimos sus
valiosos archivos ONUSAL y los de ACNUR para integrarlos en nuestro acervo
documental, ponerlos a disposición de investigadores y utilizarlos para la
verificación de procesos jurídicos seguidos por organizaciones de derechos
humanos ante tribunales internacionales. Este acto de confianza de
organizaciones internacionales irradió seguridad hacia la institución a otras
organizaciones, intelectuales locales e internacionales y, lo que sería
especialmente inesperado pero valioso, a la ciudadanía. Paulatinamente, nuestro
archivo fue ganando legitimidad al ser usado por un grupo emergente de
investigadores extranjeros interesados en la guerra y la negociación de paz. Entre
ellos están Ellen Moodie, Jeff Gould, Eric Ching, Paul Almeida, Lotti Silba, Molly
Todd, Robin De Lugan, Leigh Binford, Ralph Sprenkels, Patricia Alvarenga, y Aldo
Lauria Santiago. Algunos de ellos empezaban la aventura de sus tesis doctorales,
hoy son quienes convocan las mesas temáticas y organizan los congresos sobre
estudios salvadoreñistas LASA (Latin American Studies Association), Congreso
Centroamericano de Historia y Congreso Centroamericano de Estudios
Culturales. También nutrieron nuestro acervo donando sus investigaciones y
fuentes documentales consultadas.
245
donde se revelara el pasado y la historia cultural era un buen escenario para
lograrlo. Sin duda, los primeros años de posguerra fueron un momento singular e
intenso, y fue inusitada la confianza de diferentes individuos y agentes sociales
en nuestro incipiente proyecto. El llamado era para todos, sin distinción, por ello
tuvimos donaciones inclusive de ex-militares como el general Adolfo Blandón,
quien se desempeñó como Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada.
Durante tres años nos lanzamos por todo el país a escuchar e investigar las
historias detrás de los objetos.
247
Imagen 39: Exposición “La huella de la memoria”, Feria Internacional de El Salvador, 1997
248
En 1994, se hace una reforma educativa que modificó la malla curricular,
abriéndose a temas de la historia reciente aunque no de manera profunda. El
MINED no contaba con recursos informativos para asumir la tarea de discutirlos y
diseminarlos. Aprovechamos estas circunstancias para ingresar por la puerta
trasera al sistema educativo ofreciendo exposiciones a través de la red nacional
de Casas de Cultura y centros educativos, con los que empezábamos a tener
relaciones de manera informal, no legitimada oficialmente.
Imagen 40: Exposición “La huella de la memoria”, Feria Internacional de El Salvador, 1997
Romper el recorrido usual de un centro comercial, una plaza o en este caso una feria ha sido una forma de
reterritorialidad del espacio público. Foto cortesía MUPI
Imagen 41: Exposición “Prudencia Ayala, La Hija de la Centella”, Museo de la Palabra y la Imagen, 2013
250
• La Gracia de Dar las Gracias, 2010
251
Imagen 42: Exposición “Memoria de los Izalcos”, Museo de la Palabra y la Imagen, 2006
La inclusión de grupos étnicos desde la concepción misma de la exposición es una forma de trabajo desde las
subalternidades. Foto cortesía MUPI.
A pesar de todo el trabajo, falta escalar con mayor fuerza el potencial del
MUPI ante la institucionalidad cultural o educativa del país, de momento el apoyo
gubernamental ha sido marginal. Desde el 2010 cuenta con un convenio con el
Ministerio de Educación y atiende semanalmente a 800 jóvenes, bien en el local
del MUPI ubicado en San Salvador, o a través de la movilización semanal de al
menos dos exposiciones a diferentes escuelas o casas de cultural. Además de la
visita de público general, cuyo perfil es variado como revela el libro de registro de
visitas. En este, la mayoría resalta la labor en forma de agradecimiento,
mencionando que de no ser por esa institución no se conocería de la historia
reciente del país.
6.4 Reflexiones a tres bandas: "Un museo, varias voces, muchos lugares"
Esta parte aborda los tres elementos que articulan la agencia del
emprendimiento del Museo de la Palabra y la Imagen. El apartado (6.4.1.) "un
museo" ubica la modalidad de institucionalidad museológica en la que podemos
encajar la labor del Museo de la Palabra y la Imagen, con fuerte énfasis en
derechos humanos. El segundo apartado (6.4.2.) analiza la forma de integrar
“varias voces", revisa cómo se trabaja con personajes desde las
subalternidades y la micro historia, asimismo, desarrolla la forma en que el MUPI
integra varias voces que permiten observar su rol incluyente. Finalmente, el
apartado (6.4.3.) "muchos lugares" define la forma en que la característica de
itinerancia le ha permitido concebir formas de territorialidad a partir de la
vinculación entre ciudadanía y territorios visitados, generando nuevos públicos y
descentralizando la producción cultural.
255
vincularse con autoridades locales u otras instancias, para incidir en la
conservación y difusión de sus patrimonios locales.
256
El Archivo Histórico del MUPI un componente identitario del crisol de formas que comporta la gestión cultural de
esta institución. Foto cortesía MUPI.
257
historiadores y antropólogos para la revisión de los materiales a exponer. Pero
fundamentalmente, el guión museografico integra la parte experiencial de la
construcción misma de la exposición, haciendo referencia a la forma en que los
materiales llegan al MUPI. Por ejemplo, además de exponer la vida del personaje
del que se recibe la colección, se incluye en el texto explicativo (cédulas
museográficas) la forma en que este material llegó y la historia de las personas
que lo resguardaron y lo donaron. De esta forma, se generó un vínculo con la
labor ciudadana de resguardo del patrimonio.
258
Imagen 44: La Exposición “Memoria de los Izalcos”, con la que el MUPI contribuyó a reactivar formas tradicionales
de elaboración de artesanías y uso de tintes naturales y el consejo de comunidades indígenas
La incorporación de voces subalternas incluyen fundamentalmente a grupos excluidos como pueblos indígenas, con
ellos se trabaja no sólo su representación en las exposiciones sino también se acompaña sus iniciativas de
reivindicación, incluyendo, las iniciativas económicas como forma de gestión cultural. (Foto cortesía del MUPI).
67
http://www.contrapunto.com.sv/reportajes/el-museo-de-las-rebeldias).
68
A finales del siglo XX, “el término subalterno fue puesto en escena por el grupo de subalternistas de la India y su grupo
de “Subaltern Studies”. Pero la genealogía del término se traza a Antonio Gramsci, el primero que lo utilizó en un sentido
teórico para referirse a la relación entre hegemonía (gobierno por consenso) y dominancia (gobierno por la fuerza”
(SZURMUK, MÓNICA; MCKEE, ROBERT, 2009:256).
260
Señala que el reciente convenio MINED-MUPI genera un programa de visitas
permanentes de escolares y exposiciones itinerantes a centros escolares fuera de
los centros urbanos. Ello ha permitido crear una forma de resistencia "desde
adentro" al sistema formal, sin por ello dejar de incluir personajes silenciados, por
ser considerados grupos minoritarios o por tener una visión "incómoda" al statu
quo. Mneesha resalta el entramado de voces que ocupan el espacio del museo:
Este proyecto contrapone diversos grafismos y el lenguaje culto y el vernáculo reflejados por el escritor y pintor
Salvador Salazar Arrué en su miríada de protagonistas de origen popular a lo largo de su trayectoria, en cuentos,
novelas, artículos periodísticos, correspondencia y pinturas. Fue otra manera de incorporar la subalternidad. Foto
cortesía del Museo de la Palabra y la Imagen.
262
Imagen 46: Instalación artística de Milton Doño "Arqueología de la memoria 1+9+3+2 =30,000", que acompañó la
exposición Memoria de los Izalcos (2006)
Las intervenciones artísticas son una forma de transgresión del espacio museográfico, por tanto se vuelven
una forma de territorialidad "desde adentro" (Foto cortesía MUPI)
263
Que son por su propia naturaleza, locales y localizadas. Están en un
espacio delimitado y específico. Sin embargo, sus sentidos son de distinta
escala y alcance, tanto en lo que hace a los emprendedores que lo
proponen y luchan como para los “otros” –otros coetáneos o de
generaciones y tiempos posteriores–. Lo que comienza siendo algo muy
local, que afecta e involucra a grupos específicos en espacios comunales,
cobra sentido para otros muy lejanos, a través de complejos procesos de
identificación y de reconocimiento (JELIN & LANGLAND, 2003:5).
Imagen 47: Cartografía de la itinerancia de las exposiciones del MUPI al año 2015
264
un espacio de discusión y deliberación colectiva, que está abierta a la
participación voluntaria de cualquier persona. Al regirse por normas de
inclusión, deliberación y publicidad, este concepto se entrelaza con
naturalidad con diversos ideales de la modernidad. A la esfera pública se
le concibe, entonces, como el espacio donde los ciudadanos discuten
temas de interés colectivo, y donde se definen e implementan los cursos
de la acción política que habrá de seguir la comunidad en su conjunto
(SZURMUK, MÓNICA&MCKEE, ROBERT, 2009:97).
La titularidad y legitimidad de la identidad de museo fue otorgada por la
misma ciudadanía, que se convierte en público activo al ser confrontado por
alguna exposición del museo en espacios públicos, bien un parque, una feria o
un centro escolar. En ese sentido el museo irrumpe en el espacio en busca de las
audiencias y genera una transgresión en el territorio al quebrar la dinámica del
uso común de esos espacios.
Los
Espacios del MUPI son también transgredidos por los mismos visitantes que llegan a modificar el recorrido mismo
del MUPI incluyendo nuevos objetos durante el período de exposición. El espacio museográfico se vuelve un campo
de inclusión. (Foto cortesía del MUPI).
266
Imagen 49: Ficha policial de la Colección Literatos, usada en la exposición Roque Dalton, La Palabra del Volcán (1999)
La instalación artística recreaba una galería de "presuntos comunistas" usando nombres y fotos verídicos rescatados
de una aduana; y fue una revelación para algunas de las personas ahí incluidas, que ignoraban haber sido objeto de
vigilancia por parte del estado y los paramilitares (Foto cortesía del MUPI).
Imagen 50: Instalación artística “Murmullos” de la argentina Claudia Bernardi, en Masacre el Mozote (2006)
Las instalaciones artísticas rompen la linealidad del recorrido, llevan al visitante a otra atmosfera, a un "crono
paisaje" donde el tiempo y lugar se transforman producto de la incorporación del elemento sensorial. En este caso
es la evocación casi fantasmal de más de 400 niños masacrados (Foto cortesía del MUPI).
268
El MUPI, reconocido y legitimado por la ciudadanía y el Estado, ha llegado
a la diáspora salvadora, principalmente en Estados Unidos, compartiendo
referentes identitarios más allá de la imagen nostálgica del país de “postal", para
que sea crítica desde el territorio en el que habitan. Es un "museo de la memoria
en movimiento" de tres maneras, por su itinerancia que ha llevado la producción
cultural donde el Estado no ha logrado intervenir; por movilizar el pensamiento
crítico en la ciudadanía de posguerra; y por integrase como un actor más en el
campo de luchas por las memorias y contribuir a la movilización social hacia las
deudas del pasado desde lo cultural, ampliando el modelo de gestión cultural.
269
VII. CONCLUSIONES
270
1) ¿Cuál fue el rol del Estado sobre la creación de políticas de memoria tras el
conflicto armado?
273
generación de diversos vínculos de territorialidad, que resignifican los espacios
habitados. La desterritorialidad servirá para explicar los procesos de desapego,
temporal o definitivo de un territorio debido a la carga emocional producto de la
violencia. La reterritorialidad significa la conquista creativa de nuevos territorios.
En el caso de las comunidades repobladas, se refiere a la conquista del territorio
de refugio y repoblación; para el caso del Monumento a la Memoria y la Verdad,
el haber ganado un espacio en el corazón de la ciudad capital para erigir el
monumento; y, en el caso del MUPI, se refiere a las formas innovadoras de
transformar espacios públicos en espacios de exposición itinerante.
274
desarrollado el emprendimiento del museo, ha significado una gran capacidad de
adaptación. Trasladar exposiciones y romper con la dinámica tradicional del
espacio público significó nuevas formas de "tomas" creativas de calles, plazas,
parques y ferias, ante la inexistencia de espacios culturales. Es decir, ha
generado una transgresión en el territorio. A partir de sus prácticas, se puede
considerar al MUPI como un "museo de la memoria en movimiento”.
276
Las prácticas culturales en torno al Monumento a la Memoria y la Verdad,
incluyen el peregrinar de las comunidades y familiares de víctimas
desaparecidas, asesinadas y masacradas para rendir homenaje en un solo lugar,
como "comunidad de memoria" que comparten "la pérdida", pero ahora también
"un lugar donde procesar el luto". Por ello, de manera espontánea, cada 2 de
noviembre, día de los muertos, ese espacio se convierte en un lugar de prácticas
culturales de remembranza.
277
especialmente los que se enfocan en la marcación y territorialidad de lugares de
memoria. Dicha herramienta permite generar formas de representación del
sentido de apropiación del territorio. Dota al cartógrafo social la posibilidad de
descolocar la mirada dominante de la geografía tradicional. La cartografía
participativa es la que ha permitido, en el marco de esta tesis, sustentar la
hipótesis sobre cómo las prácticas culturales de gestión de memoria han
generado una nueva cartografía cultural de posguerra.
69
De esta forma, disponemos de momentos que permiten ese ejercicio de evocación, y otros, en los que, por situaciones
políticas de represión, el recordar no se puede realizar abiertamente. En consecuencia, se produce una relación de
reciprocidad entre la memoria y las realidades sociales. Elizabeth Jelin (2002) prefiere llamar a esos momentos, períodos
de deshielos.
278
para la reparación moral de los sobrevivientes. Las prácticas de memoria han
respondido a las realidades sociales en las que los actores se han visto inmersos,
desde el imperativo de "deber de memoria" en un período histórico de transición;
y han pasado del fin de un régimen de guerra, a uno que se inscribe bajo la
premisa de la construcción de la paz.
70
Juan Manuel Diez Tetamanti, menciona que los mapas del deseo son proyecciones a futuro, a veces utópica de las
sociedades que queremos construir ((DIEZ TETAMANTI, JUAN MANUEL (coord.), 2014:30)
280
281
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303
ANEXOS
71
Elizabeth Jelin adapta el término “emprendedor de la memoria” de la propuesta “Moral Entrepreneur”, emprendedor
morales, o agentes sociales que -muy a menudo sobre la base de sentimientos humanitarios- movilizan sus energías en
función de una causa. Toma prestado ese término para aplicarlo al de luchas de la memoria y se refiere al emprendedor
que se compromete en su proyecto pero involucra a otros. El emprendedor es un generador de proyectos, de nuevas
ideas y expresiones de creatividad. La noción remite también a la existencia de una organización social ligada a un
proyecto de memoria.
304
memoria para las comunidades marcadas por un devenir que transcurrió por el
proceso de la huida, la búsqueda de un refugio y la repoblación. Es decir,
comunidades caracterizadas por haber vivido varios procesos de
reterritorialización.
En los últimos años de la década de 1970, la vida en las tierras del norte
de Chalatenango era un “sin vivir”. Las acciones militares contra la población civil
eran una amenaza constante, que se materializó en incontables ocasiones. Las
viviendas de la familia de Rosa Rivera fueron cateadas varias veces. Tanto llegó
a ser el acoso que esta familia, al igual que muchas otras, en 1977 empezó a
adoptar la costumbre de dormir fuera de casa para estar alerta ante la
intensificación del acoso de los grupos paramilitares. Finalmente, el 1 de abril de
1980 fue asesinado Nazario Rivera, el padre de Rosa.
Dos meses más tarde, Rosa volvería a ese mismo lugar, esta vez para
enterrar allí a su madre, quien fue asesinada por los militares con crueldad
extrema.
Uno de sus hermanos también fue asesinado unos kilómetros más abajo,
mientras guindiaba durante la denominada Masacre de Las Aradas, en el mes de
mayo de ese año. Su cadáver quedó tirado allí, junto a los de otros cientos de
personas asesinadas en aquel fatídico día.
72
Según el Informe de la Comisión de la Verdad, en la Masacre del Mozote murieron alrededor de mil campesinos;
especialmente niños, niñas, mujeres y ancianos.
305
gestionar la exhumación de los cuerpos de los masacrados en el norte de
Chalatenango, entre los que se encontraba su familia. Realizó varias visitas al
Instituto de Medicina Legal, que hacía caso omiso a sus peticiones. A esto se le
sumó el agravante de que el terreno en el cual sus padres fueron enterrados pasó
a ser territorio hondureño; después que un fallo internacional zanjara una antigua
disputa limítrofe entre El Salvador y Honduras. Por estas complicaciones el
proceso se demoró, pero tras años de negociaciones se consiguieron los
permisos para iniciar el proceso de exhumación.
306
cuerpos que no han sido reconocidos, porque no encontramos a los familiares de
ellos". Y es que en esos aciagos días muchos familiares huyeron o quizá
murieron en otras masacres. Algunos huyeron lo más lejos que pudieron, como lo
hizo Jesús Rivera, hermana de Rosa, que para protegerse escapó hasta el
departamento de La Unión, en la otra punta del país. No supieron nada de ella
por muchos años.
73
Preparar o cocinar tortillas.
74
Rosa Rivera es la impulsora de este museo de sitio, que muestra la experiencia de las personas que abandonaron
Arcatao afectados por la violencia vivida en los años 70s, la incorporación de algunos pobladores a la guerrilla, y el éxodo
de la mayoría de la población a poblados vecinos o a los campamentos de refugiados.
307
fotógrafo chileno que logró entrar en el lugar. En el escenario de la
conmemoración, estos objetos se vuelven sacros.
Rumbo a la conmemoración
308
Finalmente llegamos al río, donde al otro lado se divisaba ya un grupo
grande de personas. Dejamos el vehículo y nos cruzamos caminando sobre
algunas piedras. Me dijo el esposo de Rosa: "Imagínese que ese día de la
masacre el río estaba tan crecido que no se veía casi la otra orilla. Pobre gente, si
nos salvamos de milagro y estamos aquí ahora aquí para contarlo". Había ventas
de comida y de souvenires de los movimientos revolucionarios: boinas, ropas de
camuflaje, discos pirateados con música revolucionaria. Se destacaban las
camisas en variados colores con el rostro de monseñor Romero75.
La conmemoración
75
En esos meses estaba hecho el anuncio que en el mes de junio sería proclamado Monseñor Romero como Beato
Mártir Monseñor Romero, quien fuera el arzobispo de San Salvador en aquellos años previos a la guerra civil donde la
escalada de violencia era insostenible. Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980.
309
Uno de los primeros puntos de la agenda fue brindar un minuto de silencio
por la reciente muerte de un joven de nombre César, proveniente del cantón
Guarjila, comprometido con el trabajo comunitario. También se pidió un minuto de
silencio por todas las madres masacradas en el Río Sumpul. (En El Salvador, el
día de la madre se celebra en el mes de mayo). Asimismo se rindió honor a
“Victoria”, ex combatiente internacionalista de origen alemán.76 Los muertos
recientes de la comunidad son conmemorados junto a los masacrados.
76
Su nombre real era Begoña, una mujer de origen alemán que se une a la guerrilla a inicios de los años 80s, es
reconocida por su labor como médica en los campamentos de la guerrilla, pero también en el acompañamiento de las
brigadas médicas a población civil en los campamentos de refugiados. Al finalizar el conflicto armado ella decide quedarse
a vivir en Guarjila donde muere de cáncer. Una mujer muy querida por los lugareños.
77
Ramón "El Suizo" es un personaje muy particular, es un internacionalista que se unió a la guerrilla en los años 80s. Tras
la firma de los acuerdos de paz se dedicó a recopilar historias de vida y material fotográfico de combatientes que "cayeron
en combate", es el principal promotor de conmemoraciones. Es usual verlo en las conmemoraciones en varias
comunidades repobladas del país. El es un emprendedor de la memoria.
78
Se le llama "guinda" a la huida colectiva al momento de una emboscada militar. La "Guinda de Mayo", sucedida en
1981 sucede cercana al Río Sumpul a unos kilómetros más abajo de las Aradas, cientosde personas que huían hacia el
refugio fueron asesinadas, principalmente mujeres y niños.
310
interconectada. Las memorias se transmiten por las palabras de quien las vivió y
son contadas revividas en un ejercicio de recreación del relato por quienes les
sucederán: sus hijos.
Una mujer de nombre Vilma brindó su testimonio. Ella era una de las
mujeres que se refugiaban con sus familias en el terreno de Las Aradas.
Recordaba cómo el operativo militar arreció aquel 14 de mayo y cómo estas
familias emprendieron la huída tratando de resguardarse de los disparos y
bombardeos.
Recordaba lo difícil que era avanzar con adultos mayores y niños y niñas
que lloraban. Mencionó uno a uno los nombres de los familiares o vecinos que
iban muriendo durante la huida, alcanzados por alguna bala o ahogados al
momento de cruzar el río. Los gritos y llantos eran muchísimos. Contó que ella
iba con cuatro familiares y su voz se quebró al hablar del momento en que
asesinaron a sus hermanos. Los asistentes le animaban a seguir con su
testimonio. Cerró su discurso mencionando que todavía hay cosas por las que
seguir luchando: "necesitamos una calle para que sea más accesible llegar acá,
ya que estamos viejos y no tenemos tanta resistencia como antes", dijo
reconociendo que a la mayoría de sobrevivientes de aquella masacre ya
sobrepasan los 60 años y les es difícil llegar.
311
lugares de memoria histórica como Bienes Culturales, porque estos guardan un
significado para las comunidades79.
a la mesa de la creación,
79
El sitio de lasAradas es uno de los primeros lugares de memoria declarados como Patrimonio cultural en el país. Toda
la gestión de para su declaratoria fue hecha por la comunidad organizada en un Comité Pro Memoria de las Victimas del
Río Sumpul, aprovechando la declaratoria del acuerdo presidencial 204, del que ya se ha hecho referencia en esta tesis.
80
Canto popular de la misa campesina "Vamos todos al banquete"
312
ya me espera la comunidad,
compartiendo la propiedad
81
"El con qué" significa que no falte la comida, que es acompañada por la tradicional tortilla.
313
Llegó el momento de presentar las ofrendas: algunos restos óseos y ropa
que se encontraron en el terreno y las que trajo Rosa Rivera prestadas del Museo
del Memoria Sobreviviente.
82
Tipo de machete de un solo borde afilado que termina en una punta curva, de uso muy común en el campo
salvadoreño.
314
Al terminar aquel acto de recreación-burla, curiosamente la mayoría de
asistentes jóvenes quiere fotografiarse con los militares y sus armas. Uno de los
asistente hace piruetas diciendo "yo así me les escapaba a estos hijos de puta,
porque yo era bien vergón, no me dejé matar. Yo fui guerrillero". Pidió un arma a
uno de los soldados e invitó a unos cuantos a tomarse fotografías también con él,
con una boina de lado y una camisa del Che Guevara. Sin duda, aquello era un
teatrillo donde todo mundo era actor. La gente ahora se alistaba de nuevo para la
peregrinación, esa misma del "retorno" a sus comunidades repobladas.
Fuera de las aguas hay niños, niñas, mujeres, campesinos y jóvenes que
huyen hacia el río, dibujados en la misma escala que los militares que disparan al
primer grupo de víctimas. Vienen perseguidos por otros soldados y helicópteros
que les atacan, sugiriendo que el plan de la masacre era forzar a las víctimas a
caer en una emboscada.
315
Imagen 51 Mural elaborado por la comunidad en el Centro de formación de Arcatao, donde funciona el Museo de la
Memoria Sobreviviente.
316
una serpiente junto a los militares, un buitre en cuyo plumaje se dibuja una
calavera y una banda de color negro en la parte inferior del mural que está
poblada de calaveras que miran al frente.
"Estas son bombas que no reventaron y estas son bombas que tiraron
para el desembarco acá en Arcatao el 8 de abril de 1986, cuando
asesinaron a muchas personas, a unas personas las encerraron en la
iglesia, separaron a las personas las mujeres, los hombres, los niños y los
hombres se los llevaron porque los alrededores de la iglesia para
torturarlos, aun hay personas con cicatrices en el cuerpo de ese momento
de represión". Entrevista a Rosa Rivera, Arcatao. Febrero 2015.
318
cercanías de Arcatao. A ese propósito menciona Rosa Rivera que los restos de
las seis personas asesinadas en este hecho han sido enterrados en el
denominado "Santuario", una pequeña capilla a las afueras de Arcatao donde se
paulatinamente se están ubicando los cuerpos de personas que quedaron
dispersos en varios puntos del país tras morir en masacres o asesinatos
selectivos. Muchos de los restos exhumados tras procesos legales van a este
lugar de descanso final, que se vuelve un sitio simbólico de reencuentro que
reconstruye comunidades destrozadas por la violencia de aquellos años.
Debo admitir que a pesar que desde hace más de 20 años realizo visitas al
norte de Morazán nunca había visitado el Museo Schafik Vive. Está ubicado en la
Comunidad Segundo Montes, en cuya calle principal hay un letrero que lo
anuncia. Éste último ha llamado mi atención desde hace mucho tiempo.
Este día tengo una entrevista con un campesino y ex guerrillero que tiene
la iniciativa de crear un museo sobre los campamentos de refugiados. Termino la
entrevista, y me dirijo al museo Schafik Vive, que se ubica en el lugar donde
funcionan las oficinas del Sistema Local de Educación del municipio de
Meanguera (SILEM). La puerta está abierta y parece que no hay nadie. Entro y
me dispongo a empezar el recorrido. Un grupo de jóvenes entra también al lugar,
ubicándose en uno de los salones aledaños.
319
A primera vista pareciera que no hay un guión de recorrido museográfico:
Una bandera del País Vasco y una del FMLN penden de un hilo a la entrada. Un
pequeño busto del histórico líder de la guerrilla Schafik Hándal parece ser el
único elemento que se vincula al nombre del museo.
Este ejercicio fue parte del proceso formativo de los maestros populares,
quienes con la asistencia de una universidad del País Vasco obtuvieron la
acreditación del Ministerio de Educación para ser reconocidos formalmente
dentro del sistema educativo oficial. Durante el proceso tomaron consciencia de
la importancia de relatar con orgullo la historia de su comunidad, que pone al
centro a la educación popular como ejemplo de desarrollo comunitario. El museo
se creó con un fuerte sentimiento de orgullo identitario.
"Digamos que nosotros como colectivo juvenil queremos darle más vida a
lo que es el Museo de Refugiados de la comunidad Segundo Montes,
queremos recrear cómo era la vida en los refugios. Yo creo que es muy
320
particular la historia de nuestra comunidad, y que no solo se queda en lo
que se refleja en ese museo, porque es una historia viva porque todavía
hay una conmemoración del aniversario del retorno del refugio, que
siempre se hace en el mes de noviembre. Entonces, a medida vas
viviendo eso, tu familia va viviendo eso y entonces se vive como
comunidad. Incluso hay gente que hace viajes a Colomoncagua, en
excursiones. Algunos van a enflorar a sus muertos que quedaron allá y
otros simplemente por ir y recordar un poco. Yo voy con mi familia, vamos
casi todos los años en Semana Santa, nos quedamos acampando allá, se
trata de transmitir esa experiencia a los más chicos también". (Entrevista a
Raúl Rodas, organización juvenil de Comunidad Segundo Montes.
Morazán, julio 2015)
En cada comunidad repoblada existe por lo menos una iniciativa de
museo comunitario que funciona en relación a un círculo de otros lugares de
memoria como murales, memoriales o sitios donde ocurrieron crímenes de
guerra. Estos espacios son vistos por la mayoría de pobladores como lugares que
sirven para reconstruir su memoria, para poder recuperar elementos de su cultura
material que quedó perdida por la tierra arrasada y el ir y venir de sus lugares de
éxodo, refugio y repoblación. Los museos comunitarios de memoria se vuelven
lugares estables de resguardo de sus pocas pertenencias materiales colectivas
que fueron sobreviviendo en cada movilización. La mayoría de personas
compartieron muchos objetos, por ello puede decirse que un solo objeto
recuperado representa a toda la comunidad.
321
Anexo 2. Registro documental de Movilización de poblaciones refugiadas y
sus fuentes
-Informe de
ACNUR,
noviembre
de 1990
La Estrella
de Panamá,
19 de
322
noviembre
de 1990
-Historia de
Ciudad
Romero,
enero de
1991
Morán, 2013
Guarjila (Chalatenango)
323
12 de octubre de 1986,
2,000 personas
Las Vueltas
(Chalatenango)
12 de octubre de 1986,
350 personas
Teosinte
(Chalatenango)
16 de agosto de 1987,
150 personas)
El Tremedal
(Chalatenango)
16 de agosto de 1988,
150 personas
Guancora
(Chalatenango)
29 de octubre de 1989,
120 personas
Nueva Trinidad
(Chalatenango)
324
21 de marzo de 1991,
200 personas
Guancorita -Horizontes
(Chalatenango) Nuevos,
Cambiaron su nombre a Junio- julio
Ignacio Ellacuría el 22 de 1990
de julio de 1990
-Diario de
De 769 personas que Hoy, 16 de
regresaron de Mesa noviembre
Grande, 520 fueron a de 1988
Guancorita
Suchitoto, Embalse de
Suchitlán
325
Cagan, 1993
En el retorno el 20 de
junio de 1986 iban 26
familias, en total 126
personas, cuando se
dirigían a Las Flores
son detenidos por varias
horas en el puente
Colima y en la ciudad
de Chalatenango
326
Anexo 3. Listado de masacres en base a fuente Mapa masacres y
conmemoraciones, elaborado por Equipo Maíz en el año 2005
327
7 Iglesia Ctón. Las Piedras, 12 No Sin Justicia Fuerza Armada
Azacualpa Mun de Metapán, investigado
marzo de 1981
14 Las Hojas Mun. de San Antonio 74 Amnistiado Sin Justicia Fuerza Armada
del Monte, 22 de al mando del
febrero de 1983 Mayor óscar
Alberto León
Linares y
Defensa Civil
328
15 El Zarzal Mun. de Santo 3 No Sin Justicia Fuerza Armada
Domingo de investigado
Guzmán, 1984
329
22 El Crío El Almendro, 5 No Sin Justicia Fuerza Armada,
Almendro Mun. de Huizúcar, investigado escuadrones de
15 de septiembre de la muerte y
1981 defensa civil
330
Comunidad Ignacio
Ellacuría, 11 de
febrero de 1980
33 Río Sumpul Crío Las Aradas, 600 No Sin Justicia Fuerza Armada,
Ctón Yurique. Mun. investigado Guardia
Ojos de Agua. 14 de Nacional y
mayo de 1980 paramilitares de
ORDEN
331
35 El Copinol El Copinol, Crío. El 3 No Sin Justicia Fuerza Armada
Jícaro, Cantón Las investigado (Destacamento
Minas, 9 de julio de Militar -1) y
1980 paramilitares de
Las Vueltas
332
La Cruz. 14 de
octubre de 1980
333
50 La Clínica Reubicación 2, Mun. 7 No Sin Justicia Fuerza Armada
de Chalatenango, 11 investigado (Boinas Negras
de enero de 1981 y 4° Brigada de
Infantería)
334
febrero de 1981 Fuerza Aérea,
Policía de
Hacienda,
Ejército
Hondureño
335
63 Los Ctón Los Naranjos y 16 No Sin Justicia Fuerza Armada
Naranjos Crío los Baditos, investigado (DM-1), orden y
Ctón El Amatillo, Fuerza Aérea
Mun de las Vueltas,
4 de octubre de 1981
336
Defensa Cilvil,
un total de
14,000
efectivos.
337
72 Los Crío Los Miranda, 4 No Sin Justicia Fuerza Aérea
Miranda Ctón Santa Anita, investigado Salvadoreñay
Mun. de San Antonio Batallón Atlacatl
La Cruz, 6 de
Noviembre de 1985
338
N° Nombre de Lugar y fecha N° aprox. Situación del Forma de responsables
la masacre de caso impunidad
víctimas
339
noviembre de 1980 Escuadrones
de la Muerte
340
Grande 19 de marzo de 1981 exhumacione de la muerte de
s ORDEN
96 Tenango- Mun. de Suchitoto, 250 entre 28 víctimas Sin Justicia Fuerza Armada
Guadalupe 28 de febrero de mujeres y exhumadas al mando del
1983 niños Coronel
Onecífero
Blandón y los
tenientes
Domingo
Monterrosa y
Juan Orlando
Zepeda, en la
operación
"Guazapa 10"
341
Suchitlán noviembre de 1983 investigado
342
y Defensa Civil
343
de 1980 Fuerza Armada
y Defensa Civil
344
121 Amayo Ctón. Amayo, San 4 No Sin Justicia Destacamento
Juan Nonualco, 2 de Investigado Militar
junio de 1980 Ingenieros de la
Fuerza Armada
y Defensa Civil
124 San Rafael Ctón San Rafael, 6 4 víctimas Sin Justicia Destacamento
Los Lotes Mun. de exhumadas Militar
Zacatecoluca, 17 de Ingenieros de la
septiembre de 1980 Fuerza Armada
y Defensa Civil
345
128 Pineda 3 Ctón. Pineda, Mun. 27 No Sin Justicia Destacamento
de Zacatecoluca, 27 Investigado Militar
de octubre de 1980 Ingenieros de la
Fuerza Armada
y Defensa Civil
346
135 San Hda. San Faustino, 42 No Sin Justicia Destacamento
Faustino Ctón. San Francisco, Investigado Militar
Los Reyes, Mun. de Ingenieros de la
Zacatecoluca, 18 de Fuerza Armada
diciembre de 1980 y Defensa Civil
347
y Defensa Civil
144 San Rafael Ctón. San Rafael , 4 4 Víctimas Sin Justicia Defensa Civil
Los Lotes Mun. de exhumadas del Cantón San
Zacatecoluca, 21 de Lucas
noviembre de 1981
148 San Felipe Ctón, Las Isletas, 14 No Sin Justicia Defensa Civil
Mun. de San Pedro
348
Masahuat, 23 de Investigado
octubre de 1984
349
marzo de 1981 Honduras.
156 Río Lempa Entre Cabañas y 147 (44 No Sin Justicia Batallón Atonal
Chalatenango, del menores) Investigado y Belloso
20 al 29 de octubre
de 1981
157 Santa Cruz Mun. de Ilobasco, 11 270 No Sin Justicia Fuerza Armada
de noviembre de Investigado
1981
350
víctimas
351
170 San Carlos Mun. de Tecoluca, 9 No No Sin Justicia Fuerza Armada
de septiembre de determina Investigado
198 0 do
352
Jobo, El Perical, La
India y Paz Opico
183 Santa Clara Mun. de Santa Clara, No 7 víctimas Sin Justicia Fuerza Armada
23 de marzo de 1982 determina exhumadas
do
353
junio de 1982
189 Las Piletas Ctón. San Jacinto, No No Sin Justicia Fuerza Armada
Mun. de determina Investigado
Apastepeque, "Zona do
Angela Montano", 9
de abril de 1984
191 San Ctón. San Francisco, 10 Se han Sin Justicia Batallón Jiboa
Sebastián Mun. de San realizado de la 5° Brigada
Sebastián, 21 de exhumacione
354
septiembre de 1988 s de Infantería
192 Hospital de Hda. Catarina, Ctón 5 3 víctimas Sin Justicia Fuerza Aérea
Campaña el Tortuguero, Mun. exhumadas Salvadoreña en
de Santa Clara 15 de la operación
abril de 1989 "Rayo"
196 Río Lempa Entre Usulután y San 50 (niños y No Sin Justicia Fuerza Armada
Vicente, 22 de junio niñas) Investigado
de 1981
197 El Aceituno Crío. Los Limones, 150 No Sin Justicia Fuerza Armada
Ctón San Antonio, Investigado
Mun. de El triunfo, 9
de agosto de 1981
355
de septiembre de
1981
199 La Quesera Ctón. Las Piletas y 617 41 víctimas Sin Justicia Batallón
Las Delicias, Mun. exhumadas Atlacatl, Atonal
de Berlín; Ctón y Pipil
Linares Caulotal,
Valle Nuevo, San
José Montañita,
Linares Montañita y
La Quesera Mun. de
San Agustín; Ctón
San Juan Letrán,
San Marcos Lempa,
San Pedro y Bolívar,
Mun de Jiquilisco y
Ctón San Nicolás
Lempa, Mun. de
Tecoluca Depto. de
San Vicente, del 21
al 30 de octubre de
1981
356
203 El Ctón. San Juan del 7 No Sin Justicia Guardia
Cocodrilo Gozo, Mun de Investigado Nacional
Jiquilisco (fecha no
precisada)
357
208 Trompina Críos. Trompina y 25 No Sin Justicia Fuerza Armada
Bejucal, Mun. de Investigado
Sociedad del 8 al 16
de mayo de 1980
358
216 Jocoaitique Mun. de Jocoaitique, 22 No Sin Justicia Fuerza Armada
julio de 1981 Investigado y Defensa Civil
218 El Mozote Críos El Mozote, 1000 281 Sin Justicia Batallón Atlacatl
Ranchería, Los víctimas en el operativo
Toriles, Jocote exhumadas, "tierra
Amarillo, Ctones, La amnistiado arrasada"
Joya y Cerro Pando, dirigido por el
Mun de Meanguera, coronel
11, 12 y 13 de Domingo
diciembre de 1981 Monterrosa
359
Honduras, 29 de Marcala
agosto de 1984
360
Anexo 4. Cuadro de perfil de los entrevistados
Campos, Fidel Trabajó desde 1995 hasta 2015 en San Salvador 8 de mayo
el Equipo Maíz del 2015
361
Georgina y la Imagen del 2015
362
Simeón Cañas
363
de los estudios de Memoria en El
Salvador.
364
Anexo 5. Galería fotográfica muralismo Walls Of Hope.
Imagen 52 Oficina PADECOMSM en Perquín, Morazán.
365
Imagen 54: Casa de la Juventud, Perquín, Morazán. Realizado con niños y niñas del municipio.
366