Sei sulla pagina 1di 19

1

Xavier Greffe

Es la economía de la cultura una economía excepcional?

La economía de la cultura utiliza referencias e instrumentos de la ciencia económica para


aclarar los conceptos de organización y desarrollo de actividades culturales. Así se puede
preguntar: ¿Cuál es el valor de una obra o de una instalación? ¿Por qué empresas culturales
enfrentan dificultades para cubrir sus costos? ¿Cómo hacer sostenible la industria de la
música en la edad digital? ¿Ayuda el reconocimiento de la propiedad artística a mitigar la
debilidad del ingreso artístico? ¿Está Cultura una palanca para el desarrollo?

Muy frecuentemente artistas y actores sociales temen que une acercamiento económico de la
cultura es peligroso pues sustituye una lógica económica a una lógica artística. Eso es
verdadero porque algunos economistas no diferencian sus metodologías según el campo de
actividad considerado. Pero se puede también hacer una economía del sector cultural que
toma en cuenta las características del sector cultural. Además es un sector significativo en la
economía y en la sociedad lo que necesita una vista económica también. Las actividades
artísticas tienen como cualquier actividad social una dimensión económica, aunque las cifras
totales se definen en términos de empleo y PIB giran alrededor de 2,5% en los países de la
OCDE.

¿Que han dicho los mayores economistas sobre ese tratamiento de la cultura?

 Para Adam Smith, la cultura es un "bien público" porque esencialmente ayuda a la


educación, tema que movilizará largamente en su análisis comparativo de los sistemas
educativos inglés y escocés. Más original es su contribución al análisis del
comportamiento de los artistas que demuestren una ' conciencia loca en su buena
estrella "]: ellos tienden a sobreestimar sus posibilidades de ganancias sin calcular las
posibilidades de pérdida correspondiente. Además, esta tendencia es muy fuerte entre
los jóvenes, cuyo inconsciente suspende la evaluación racional de las probabilidades.
Tal análisis se revela de extrema relevancia al considerar hoy la liberación masiva de
carrera artística entre 35 y 45 años de edad;
 Para Marx, el valor de las obras de arte es una excepción a la ley del valor trabajo,
aunque podría ser admitió que cuando esas obras son producidas el valor puede
corresponder a su costo de producción. Pero en el tiempo es el valor de uso que
devolverá determinante ;
 Para Marshall, los bienes culturales poco respetan el principio canónico de la utilidad
marginal: quien consume más y más música aprecia la más y por lo tanto le pedirá
más. Por lo tanto ese Marshall podría escribir que " los precios en la que se venderán
estos activos dependerá de la pasión y la riqueza de estos compradores. Pero eso
2

significa también que la educación artística es necesaria para crear el deseo de esas
prácticas culturales.
 Keynes ilustrará un sesgo burocrático de la gestión de la cultura. Director de Covent
Garden, pondrá toda su energía para subsidiar el baile pero privando entonces a los
recursos de la ópera.
 De una naturaleza completamente diferente es la contribución de Schumpeter. Verá en
creatividad artística algo trascendental sobre innovación económica. Para él, la
creación real puede ser definido como el paso de un estándar a otro estándar, así que
"esta transición puede en ningún modo ser margen reducido a sucesivos
movimientos”. Para ilustrar esa ruptura, continuó: « entiendo que la pintura de Cristo
de Mantenga era considerada un salto cualitativo en el desarrollo de las artes,
precisamente porque era inmensamente nuevo...». Donde la creatividad económica va
a menudo a través de una modificación de las existentes distribuciones de
probabilidad, la creatividad artística hace obsoleto cualquier distribución de
probabilidad preexistente. La novedad artística es un testimonio de lo que es a la
bases de la economía cuando se estudia la innovación y el desarrollo.

Probablemente es el libro de Baumol y Bowen 1966 que toca el gong inicial de la economía
cultural. Analizan el desafío económico mayor y palpitante que las actividades culturales
encuentran cada día y ofrecen una explicación central que irradia en todos los temas de
economía de la cultura. Esa visión que subraya la dificultad de manejar con sostenibilidad en
una economía de mercado va a tener un papel considerable y puede considerarse como el
paradigma inicial de la economía de la cultura contemporánea. Con et tiempo dos otras
perspectivas se han desarrolladas: la primera focaliza las dificultades económicas de la
cultura en la incertitud de la demanda; la secunda trata de analizar la contribución de la
cultura al desarrollo sostenible.

¿1. ¿Cultura (entendida como artes) parte maldita del mercado?


En 1966, el libro de Baumol y Bowen desarrollará el principio de no sostenibilidad de la
cultura en una economía de mercado. Esa idea no era nueva. Además, la idea de que artistas
no pueden vivir de su arte es considerada como una expresión fuerte del romanticismo,
incluso usada como una bandera como el poeta de Vigny en Chatterton: «Uno hace arte solo si
no hay necesidad de vivir!

¿1.1. La cultura sector tecnófobo?

Solicitado por la Fundación Ford para explicar las dificultades que enfrentan las empresas de
los musicales de Broadway, los dos autores parten de las artes escénicas o poca productividad
aparece contra lo que está sucediendo a los otros sectores de la economía. Ejecución de un
quinteto de Schubert pide el mismo número de músicos que hace dos siglos. Número de obras
3

de teatro se llevan a cabo para utilizar siempre el mismo número de jugadores aun sí puede
jugar en el número de extras. Como resultado en el tiempo, eso cree un incompresible
aumento en los costos en comparación con los otros sectores de la economía que
experimentan un aumento de la productividad, por ejemplo la industria automóvil: al inicio
del siglo XX se necesitaba 40 obreros para hacer un coche en un día, hoy se necesita solo uno!.
En esas últimas actividades productividad permite de reducir los precios, aumentar la
remuneración o inflar ganancias. Pero esas perspectivas no son posibles para las actividades
culturales. Que pueden hacer entonces?

 Pueden alzar las remuneraciones de los artistas para que siguen la dirección general
del salario promedio: pero si hacen eso, el costo de producción va aumentar, el precio
de venta va a disminuir, y la demanda será más débil a través una pérdida de
consumidores,
 Para no alzar los precios tienen entonces que no alzar las remuneraciones, pero
pueden entonces perder los artistas que ven su poder adquisitivo disminuir de una
manera continua.
 Para evitar esos dos fracasos (no contener los precios y no mantener las
remuneraciones) pueden disminuir la calidad del espectáculo, pero van a sustituir el
déficit económico con un déficit artístico. Así el término ' de la adaptación literaria
"esa llamada cierta representaciones teatrales tendrán de hecho otro objeto pero para
reducir el número de actores y extras, o aún más directamente la duración de un
espectáculo.

No hay solución sino una enfermedad que se llama la enfermedad de los costos. Sin
necesariamente hacer recomendaciones, Baumol y Bowen consideran subsidios o donaciones
como la condición para asegurar la sostenibilidad de las actividades artísticas en una
economía de mercado. Esta consecuencia todavía se convertirá en el abanderado de todos los
que quieren una financiación estatal de la cultura.

¿Es la idea de la falta de progreso técnico en el campo de las artes defendible? Si los
tradicionales espectáculos artísticos (teatro, música) dan esta impresión, va bien con otras
formas de expresión artística, tal cine o música o hasta la pintura. Incluso podríamos hablar
aquí de un cierto tabú contra cualquier cambio en las funciones de producción artística, por
ejemplo, el uso de medios electrónicos en la ejecución de música clásica, aunque las
innovaciones en la instrumentación musical han sido constantes en la historia de la música.
Por su parte, el cine, presentado por algunos avances como hostil a la técnica, ha demostrado
ser un campo de desarrollo de innovaciones tecnológicas, pero es cierto que tales
innovaciones eran a menudo los más caros. Cuatro argumentos se pueden añadir a esta
reserva:

 Hay aumento de la productividad en actividades auxiliares de actividades artísticas


(ticketing, distribución);
4

 La cobertura de los medios de comunicación que expande las audiencias vale


economías de escala y ganas de productividad, aunque también es una fuente de
costos.
 Es difícil admitir aquí que los gustos no pueden cambiar y calificar las redistribuciones
de calidad, que obviamente no podrían ser considerados en el momento donde
aparecen las obras de arte.
 Aplicar ahora que solicitantes de arte no siempre están dispuestos a pagar más para
contribuir a solucionar la enfermedad de coste también. Además, la disponibilidad a
pagar por los servicios que aumenta el precio real puede aumentar, especialmente si
uno hace hincapié en la dimensión de la experiencia normalmente concedida bienes
de propiedad cultural. En los últimos 50 años, ha aumentado el porcentaje de gasto en
actividades culturales en sentido amplio, que no es sorprendente, puesto que la
cultura se define fácilmente como un bien superior. Pero vale solo para países que ya
tienen un alto nivel de vida y fuera de crisis.

1.2. ¿Un área asistida?

A pesar de estas reservas, las consecuencias de esta "ley" son considerables y han forjadas una
“cultura” de la economía cultural.

¿De los malos privados al bien público y viceversa?

Si los recursos deben solicitarse a quienes no son usuarios directos de servicios culturales, tal
los estados (o el mecenazgo), se necesita destacar la importancia de los valores "colectivos"
de la cultura.

 El subsidio puede justificarse porque las actividades culturales transmiten un valor de


existencia o un sentido de identidad compartida, que permitiría la ejecución de
proyectos conjuntos con otros socios y algo así la formación de capital social. El
argumente tiene mucho sentido pero ya encontramos el desafío de la
interculturalidad. En qué medida puede decirse sin ninguna duda que el consumo de
actividades culturales por un individuo tendrá un impacto positivo sobre otras
personas mediante la creación de un entorno más favorable para el diálogo, sus
encuentros, sus compromisos? Cuando algunos sostienen la idea de la integración a
través de la cultura, podría hablar también de una explosión por la cultura.
 El subsidio puede justificarse por los valores de uso: unos son directos, otros son
indirectos (V. más abajo). El problema aquí es entonces de saber si los beneficiaros no
deben participar a un esfuerzo financiero del cual van a disfrutar.
 El subsidio puede justificarse también por su aporte a la calidad de vida de los
residentes y a la atractivita de los asientos de población:

En el momento en que el estado se compromete a subvencionar la cultura, el reto de la


evaluación se hace evidente. Sin embargo dos legitimidades pueden competir. La primera es la
legitimidad artística, es decir, la calidad de las creaciones. La segunda es la legitimidad
5

económica, es decir la creación de bienes y empleos considerando las numerosas necesidades


que el estado debe considerar. Se podría concluir que los dos criterios se cumplen por ejemplo
cuando la audiencia valida valor artístico. Pero la temporalidad de las dos formas de
legitimidad no es lo mismo. La legitimidad económica será levantada tan pronto como los
subsidios se renovarán, por ejemplo cada año. Por el contrario, la legitimidad artística puede
requerir períodos más largos de reconocimiento y aprendiendo bien. Es necesario darle
tiempo al tiempo para que el público reconozca el valor de actividades artísticas y se
compromete a pagar el precio.

¿El sector sin fines de lucro, el alternativo para los males públicos y privados?

¿Puede ser el papel de un sector sin fines de lucro una contribución positiva frente a la
enfermedad de los costos? Sin duda considerable y más allá de lo que puede sugerir la
renuncia a las oportunidades de ganancias. El ejemplo americano, a menudo mal conocido,
vale aquí valor de escuela. En los Estados Unidos se crearon muchas empresas culturales
privadas en los campos del patrimonio (Museo) y de las artes escénicas (Société de conciertos,
teatros, etc.). Sin embargo la gran mayoría de estas instituciones quebraron al final del siglo
19e, dejando espacio para fundaciones, asociaciones o cualquier otra forma de organización
sin fines de lucro. Para conseguir las contribuciones aún tenía persuadir que las sumas
entregadas se utilizaran oportunamente. Compañías utilizadas entonces se han transformadas
en organizaciones sin fines de lucro. Así fue advertido el riesgo moral, y el sector podría crecer
de forma más realista. Baumol insistió además que las conclusiones de su análisis hacen una
súplica para la movilización del sector privado sin fines de lucro. Pues una literatura ase ha
desarrollada para demostrar que tales organismos no está exento de los debates la existencia
de costes adicionales resultantes de la distribución de beneficios personales o ganancias
(perks).

2. La procesión de los extremos


21. "Nadie sabe".

El productor de bienes culturales enfrenta un universo marcado por la alta incertidumbre


[Caves, (2000)]. Eso es la característica central de los bienes culturales. Pues son nuevo
(creación, interpretación), el productor no sabe si tendrá una demanda. Eso es lo que
llamamos el riesgo del producto. Pues si el producto no puede encontrar une legitimización,
hay un segundo riesgo para él, lo que se llama el riesgo des productor. Riesgo del producto y
riesgo des productor no son idénticos, por ejemplo si el productor tiene coproducción o
seguros lo que permite a el de compartir una perdida con otros agentes.

 Para evitar el riesgo de producto, el productor puede lanzar un nuevo producto


explotando temas que fueron un éxito; integrar en el producto el nombre de un artista
reconocido; adaptar un texto existente y que tuvo éxito.
6

 Para evitar que su propio riesgo, el productor buscará asegurarse, incluyendo


compartiendo sus pérdidas con otros, como se muestra en el ejemplo del cine. En los
sesenta, algunos artistas querían compartir las ganancias de los productores,
conscientes de que la calidad y el éxito del producto cultural eran el resultado de su
"propio talento" Hoy, los productores ven también el interés que ofrece eso portaje
porque el portaje de las ganancias puede devolverse en portaje de las perdidas.

En cualquier caso, nada asegura que el productor puede controlar las cascadas informativas
que garanticen el reconocimiento de su producto. Por ejemplo, cuando sale una película,
inmediatamente ella se pone en el torneo con otras películas; si sale bien la primera semana,
estará expuesta a otros torneos con las nuevas películas liberadas. Si gana uno o más torneos
sucesivos, puede anticipar recompensas altas, superando sus costos de producción. El éxito
depende de una cascada informativa porque la gente habla y reacciona y eso se hace como una
bola de nieve: Pero la bola puede ser virtuosa o viciosa., el proceso sigue siendo aleatorio por
naturaleza. Este tema de cascadas informativas no es tan nuevo y en sus escritos sobre arte
Walter Benjamín lo enseña.

¡Por qué los productores o artistas serán entonces participan en mercados donde las cosas
están tan mal aseguradas! Naturalmente porque su deseo creativo no es monetario solo por
muchos de ellos. La explicación más económica ha sido dada por Adam Smith cuando hace una
comparación entre las actividades culturales y una lotería. La oportunidad de ganar con la
compra de un billete de lotería es improbable. Pero si muchos se involucran de esta manera,
los premios a ganar son más atractivos, dando incentivos para tomar riesgos. Además, los
productores aprenden rápidamente que frente a un producto que lleva a exponer su creador o
/ y su productor a un riesgo máximo, la mejor manera de superar esta dificultad es ofrecer
muchos productos, o por siguientes.

2.2. El que gaña se lleva todo, o la economía de la superestrella

La economía de la cultura se convierte en una economía de extremos en lugar de promedios


procesos. Pero aquí una diferencia de calidad mínima puede desempeñar une diferencia de
resultados económicos considerables. Este resulta de ' el ganador se lleva todo ' está bien
ilustrada por el fenómeno de las superestrellas. Están creadas voluntariamente por los
productores para ser seguros de atraer y concentrar la atención para ellos: se necesita
estrellas aun mismas si son fabricadas. Amplificado por la cobertura de los medios, la
notoriedad hace ir de estrellas a superestrella. Desde el momento en que la tecnología permite
la duplicación de servicios y bienes, gerentes son impulsados a dar salarios más altos a los
actores más conocidos. Este fenómeno es acumulativo, una estrella conocida reuniendo un
público ampliado, lo que refuerza su reputación y así sucesivamente.

23. ¿La incertidumbre bloqueada? El mundo del arte como un oligopolio


7

¿Puede bloquearse la incertidumbre y escapar así a los riesgos? Una respuesta esta oferta por
el análisis del mercado del arte contemporáneo. Siguiendo el trabajo de Howard Becker,
varios econ9omistas han considerado que el arte era más un sistema construido donde un
artista puede ver o no su talento consagrado. Siempre unos artistas eran reconocidos por las
instancias de las academias de arte. Así comenzó una corriente de que es un artista no el que
demostró un talento sino el que está autorizado a demostrarle. Muchos observadores, sujetos
a los desafíos de la validación artística-contemporánea, consideran que el precio de las obras
se explica por el reconocimiento por parte del pequeño mundo de los críticos, curadores y
galeristas.

Este enfoque se unió a la cuestión de las barreras a la entrada. Hoy desaparecieron sistemas
académicos. El desafío entonces es saber si esta selección se realizará por el mercado o por un
sistema artificial: el pequeño mundo del arte. Así el concepto de oligopolio fue utilizado para
interpretar la entrada de artistas en el mercado del arte. Hay muchas ganas de entrar pero
una pequeña cantidad sólo eventualmente encontrara mediante el efecto de un juicio del
Interior del sistema por quienes lo organizan. Las formas de este juicio son variables:
obtención de una recompensa, la invitación a una exposición en un museo, un artículo o un
comentario en un diario. Sin duda este enfoque deja una cuota de incertidumbre entre
llamado y elegido. Pero las reglas son mucho determinantes, quizás mucho más que una
diferencia de talento o trabajo

24. La palanca del digital

Durante mucho tiempo, el papel de digital especialmente era considerado como una manera
de facilitar la distribución de los bienes culturales mediante su venta a distancia (Amazon) o,
más recientemente, extendiendo en el tiempo sus perspectivas de recuperación, porque su
costo de almacenamiento es casi cero (la larga cola). Hoy, la transformación que impone el
digital a la economía de la cultura es radical.

Nuevos espacios de consumo y producción cultural

Durante mucho tiempo, la economía de la cultura se implementaba en unos espacios


dedicados, más y más públicos con excepción de la lectura. Hoy este consumo está
fragmentado en varios pedazos. Además más y más bienes culturales se consumen de forma
individual y no más colectiva, por ejemplo a través de su computadora o de su portable.

Siempre dedicado a la práctica de la lectura, el espacio privado se ha beneficiado del proceso


de equipos audiovisuales. Pero a diferencia de los medios tradicionales utilizados en
conjunción con los ritmos diarios de la vida familiar, esos nuevos medios han introducido
nuevas temporalidades en rotura con estos ritmos tradicionales. Si la privatización del espacio
toma la plaza de las manifestaciones públicas, la individualización del consumo desconectada
los vínculos que se realizaban a través de las tradicionales formas de consumo cultural.
Acceso a la música es aquí muy relevante a través del uso generalizado de los portables.
8

Acceso al cine se hace más y más a través de los tele cargamentos en las computadoras.
¡Hablar de socialización por la cultura cambia de sentido!

Nuevos modelos de negocios

Apareciendo gratis es menos organizado voluntariamente por el estado sino impulsado por
las nuevas tecnologías Este cambio cree un desafió económico. Al inicio el problema era de
encontrar una repuesta al copiare porque el costo de reproducción era disminuyendo de una
manera drástica. Hoy el problema es mucho más amplio y trata de diseñar una nueva
economía de la cultura. Una valoración económica es necesaria para cobrar los costos de vida
de los artistas y los costos de los productores, independientemente del problema de las
existencia o no de ganancias. En un mundo donde muchos precios han bajado o desaparecidos
se necesita entonces de innovar para movilizar unas contrapartes monetarias de estos valores
y así remunerar a los creadores. Esta búsqueda de nuevos modos de valorización se convierte
hoy más a menudo a través de una petición de nuevos modelos de negocio.

 Crear una nueva exclusividad y divisibilidad es un tipo de modelo. A partir de un


contenido se lo declina entre diferentes medios posibles: Operar así sucesivamente
una película a través de un teatro, un DVD, el Video on Demand; Hacer la edición de
ese contenido en diferentes formas: así sucesivamente editar un libro de tapa dura,
entonces en tapa rústica, o incluso en versión electrónica; Incrustar ese contenido en
un dedicado equipo, así las consueles de juegos videos.
 Dominar el mercado de derivados, así como la venta de música de una película en la
forma de un CD; el uso de una novela como bases para el guión de una película, la
creación de productos que representan los personajes de una película.
 Implementar los mecanismos de apropiación indirecta : cuando un contenido cultural,
montado sobre una base individual, puede utilizarse varias veces, se intentará
recuperar una parte del valor así renovado
 Gestionar colectivamente de una manera gratis, así como las licencias obligatorias.
 Apoyar a la distribución de los bienes culturales por los medios de comunicación y los
proveedores de acceso Internet: Una consecuencia a menudo subestimada es el
creciente papel tomado por los medios de comunicación en la distribución de los
bienes culturales. El paradojo es entonces que los que disfruten el más de la cultura
son los que no pagan por la cultura! Probablemente eso proveedores deberían
solicitarse, y no pueden decir aquí que son solamente un sistema de correo electrónico
pues sus ganancias dependen directamente de los cargamentos, y, finalmente d ellos
gastos de advertencia y publicidad que están proporcionales a esos clics o
cargamentos.

Una última transformación de la cultura en el ámbito de la economía digital merece ser


aliviada: la inversión del proceso de recuperación de obras de arte tradicional.
Tradicionalmente, una creación artística es primero viva a través de un concierto y después
valorada por ejemplo a través de la venta de CDs, DVDs, etc. Con el digital, este proceso es al
9

revés. En el momento, la primera forma de contacto entre la música y sus oyentes se


convirtiera primero en la forma registrada incluyendo en Internet y – por el mejor – segundo
a través de la organización de conciertos sucesivos.

¿3. La cultura como una palanca para el desarrollo sostenible?


En las últimas dos décadas, han proliferado trabajos para resaltar las contribuciones de las
actividades culturales al desarrollo económico y social.

3.1. La vertiente económico

Dos características de la economía contemporánea subrayan el papel de la cultura como un


"factor de producción”:

- Considerando el papel del conocimiento en la definición y la producción de nuevos bienes, la


economía del conocimiento celebra las tradiciones artísticas y los saberes antiguos en un
doble título. Como una fuente de un patrimonio continuamente renovada, estas actividades
artísticas irrigan creatividad y ponen a disposición de todos los sectores económicos muchas
referencias para nuevos signos, formas, colores, símbolos, etc...

-La economía global permite ir más allá de la visión de una economía donde la mayor parte
del consumo se centraría en unos pocos productos casi genéricos. Competitividad a través de
calidad permite encontrar nuevos mercados, inicialmente en forma de nichos.

A partir de aquí tres puntos pueden desarrollarse.

El aporte del turismo

El primero efecto económico es muy naturalmente el aporte del turismo que hace vivir por
parte no solo el sector cultural sino los de hospitalidad, trasporte, productos derivados, etc.
Ese efecto sobre el empleo y la balanza de pagos y bien reconocido.

 Pero los ejemplos majestuosos que se da de ellos son generalmente relacionados a


monumentos excepcionales… Cuando se pasa a pequeños monumentos o museos las
cosas cambian.
 Sumado a esto, es el hecho de que los beneficios esperados de la herencia cultural son
muy sensibles a las características del territorio. Son más importantes cuando el
territorio donde se ubican es densamente poblado. Este resultado, ya establecido en la
década de 1980, no ha dejado de ser confirmado desde. Cuando ciudades tienen las
capacidades necesarias para la satisfacción de las necesidades de los turistas,
territorios poco diversificados y de tamaño reducido están obligados a importar los
recursos externos necesarios, lo que disminuye los beneficios que esperaba. Los
economistas aquí sugieren un concepto de multiplicador. Es esencial que el ingreso
10

que viene del exterior permanece en este territorio y que puede entonces re - gastarse
en beneficio de otras personas y así sucesivamente. Este efecto multiplicador se
materializa si los recursos del territorio que se movilizan para ofrecer estos servicios y
no las importaciones procedentes de otros territorios.
 Como cualquier proceso de desarrollo, estos efectos cuando son beneficiosos, a
menudo conducen a cambiar la riqueza relativa de los diferentes actores locales. Esta
vez, conducen a multiplicar las tensiones sociales. Así presiones inflacionarias pueden
generar comportamientos especulativos e investigación rentas. Muchos sitios del
Patrimonio Mundial conocen a esos problemas..

“Productos culturales “ y Diseño

El segundo efecto considera el uso de la culturo no como un consumo final (como en el caso
del turismo) sino como un consumo intermediario, lo que va a demostrar la importancia del
diseño como interfaz entre cultura y economía. Productos, cualesquiera que sean, tan
funcional y estética, combinan esas dimensiones en diversas proporciones, ofreciendo dos
casos extremos: los que han perdido cualquier utilidad de función pero que tienen una
dimensión estética o semiótica (obra de arte); los que no tienen ningún valor estético sino
funcional (producto genérico). Además, la cultura es necesariamente más reclamada como
consumo final pero también como consumo intermedio – lo que da una dimensión cultural a
los productos económicos estándar. Esto nueva visión de la cultura orienta la atención de los
economistas de la cultura al diseño. La expresión es caídas bajo cualquier forma diversos:
diseño gráfico, diseño ambiental, diseño de interiores, diseño de productos, diseño textil y
moda, etc.]. Eso rompe con el enfoque tradicional de arte porque da al arte efectos
considerables sobre la industria.

Los saberes-Haceres

En tercero debemos destacar aquí el papel del patrimonio cultural intangible, y


principalmente aquí de los saberes-haceres. Muchos de ellos parecen comprometidos y sin
futuro, pero si se los reutiliza según diferentes trayectorias y si se les integran unos progresos
técnicos pueden desarrollarse en nuevos productos y empleos. Tenemos ejemplos: los
doradores a la hoja de oro de Kanazawa que pudieron pasar el dorado de las estatuas budistas
a objetos decorativos en todas las áreas; el movimiento de la microbatik a Bandung; la
redistribución de recursos en caolín en Limoges donde el saber hacer en cerámica se
extendiendo de la decoración a los implantes medicales, etc.

3.2. La vertiente social: De Los valores intrínsecos de la cultura a sus valores extrínsecos

La economía de la cultura se concentra tradicionalmente al valor intrínseco de la cultura o la


dimensión es decir a la satisfacción artística y estética. En su libro Regalos de la Musa:
redefiniendo el debate sobre los beneficios de las artes (2004), McCarthy & alii enseñan
también valores extrínsecos de la cultura. Experiencias artísticas ayudan a los individuos a
resolver problemas no artísticos, ya sea problemas de capacitación, salud, inserción, etc.].
11

Junto a los beneficios intrínsecos de la cultura, relacionada con la satisfacción de orden


estético, por lo tanto, subrayan la existencia de ganancias extrínsecas o instrumentales:

 Beneficios educativos y cognitivos: prácticas culturales mejorando habilidades de


conocimiento, etc.;
 Beneficios en términos de salud para pacientes que sufren de depresión,
enfermedades como la de Parkinson, problemas psiquiátricos, etc. El ejemplo
tradicional es el uso de la música para la salud, la movilización del patrimonio cultural
para la integración social es un importante portal de desarrollo sostenible. El
descubrimiento del poder terapéutico de la música a través de la operación del
patrimonio musical parece aparecer al principio del siglo XX, para luego tomar el
nombre de musicoterapia [vi]. Pero muestra de arqueología enseñan que las primeras
civilizaciones ya utilizaban música para fines terapéuticos. Pitágoras dice que la
música es una medicina musical y se utiliza para el tratamiento de enfermos mentales.
Esculapio prescrito música y armonía a las personas con trastornos emocionales. Hoy
en Ciudad como Sevilla o Buenos Aires se utiliza flamenco y tango para curar a las
enfermedades de Alzheimer y Parkinson.
 Beneficios a nivel de comportamiento, en la forma de un mejor autocontrol, una mejor
comprehendió de las necesidades de los demás, una mayor apertura a la comunidad
donde se vive.
 Beneficios sociales, a través de una mejor actitud para la interacción y una mayor
capacidad para crear un capital social y organizativo. El Patrimonio cultural de una
ciudad como Arles nuevas perspectivas. En el caso de los jóvenes inmigrantes, la
ciudad organiza cursos de descubrimiento de la ciudad, que consisten no sólo en el
reconocimiento del terreno, pero en talleres de expresión artística - dibujo, fotografía,
cerámica, de diferentes formas de patrimonio construido y sus componentes. En sí
mismo, la experiencia podría haber parado ahí. Pero encuentra, cinco años después,
que estos jóvenes estudiantes son masivamente voluntarios con motivo de las
jornadas del patrimonio para animarlas en beneficio de los turistas como los
ciudadanos de larga fecha. Los servicios municipales de la ciudad de Arles entonces
deciden probar una experiencia de descubrimiento de las calles y las fachadas de la
ciudad en la dirección de la comunidad de gitanos, haciendo utilizar a los jóvenes rutas
que no tenían el hábito de tomar, debido a la falta de leer y entonces de localizarse
fácilmente. Los jóvenes están interesados en los significados de los signos, anuncios,
etc., lo que les anima a aprender a leer. Después de esta experiencia, la renuencia de la
población gitana hacia lectura desapareció. Estas movilizaciones del patrimonio
cultural también son para los adultos El Museo del Louvre organiza talleres de
práctica artística – principalmente dibujo y pintura en los cárceles de la región de
Paris, llevada a cabo por curadores, profesores de historia del arte y artistas visuales y
que implica la formación en el arte como dibujo de prácticas de iniciación. "Permisos
de salidas" se conceden también a algunos de los detenidos, para visitar el Museo del
Louvre en compañía de sus supervisores, una totalmente nueva experiencia para el
público interesado.
12

Tan impresionante puede ser la lista de beneficios extrínsecos, no es evidencia en sí mismo.


Para ampliar las ganancias, diálogo inherente a cualquier actividad artística debe llevarse a
cabo, y las actividades deben ser regulares. Además, esta nueva forma de abordar el papel
económico de la cultura puede exacerbar los conflictos entre la lógica endógena del campo del
arte y los correspondientes valores extrínsecos relacionados cada una a diferentes lógicas
exógenas como la lógica de acumulación económica, la de salud, etc... Entonces, la libertad del
artista puede desarrollarse en un estatuto de subcontratista al beneficio de estos campos.

3.3. La vertiente ambiental

La construcción de habitaciones refleja los efectos positivos del patrimonio cultural tal como
los efectos negativos de su desaparición. Los hombres siempre han buscado un equilibrio
entre el clima y el hábitat, jugando en los espacios de la proporción relativa abiertos y
cerrados, estableciendo el deambular de los lugares según la época del año, teniendo en
cuenta las distintas posibilidades de almacenamiento de información técnica de los
materiales. También varían sus métodos de materiales de construcción. Así en el Perú toma
mucho tiempo para moldear los ladrillos en la tierra, pero una vez que se terminó, la totalidad
del hábitat de la población se construye en un solo día. En Djenné un día solo es suficiente
para aplicar el sellador. Frente a las necesidades cuantitativas y emergencias, estos métodos
tienden a ser olvidado en el tiempo, y sustituimos estos hábitats por soluciones de emergencia
de bajo costo. Como consecuencia del terremoto de Haití, solo las viviendas tradicionales han
resistido. Las nuevas estructuras metálicas u otras no enfrentaron el poder de terremotos, lo
que había hecho la arquitectura tradicional basada alrededor de estructuras en madera con
relleno con materiales locales. No sólo esta ruptura de técnicas fue fatal, pero había
substituido coloridos hormigón con más triste y gris. Pero ese uso de los conocimientos
tradicionales no debe desaparecer y ser junto a la recomposición normal de los oficios frente a
las oportunidades técnicas y tecnológicas nuevas. Hay un desafío de la transmisión de
conocimientos como lo evidencio el sistema de escuelas talleres creado por la iniciativa del
periodista Peridis en 1992 en Santa María de la Huerta. En ocasión de la renovación de los
sitios de monumentos, combinan la formación profesional y una formación más general para
los jóvenes para adquirir conocimientos tradicionales. Una vez terminada la construcción,
competencias pueden movilizarse en otros sitios, edificios nuevos o viejos. Como estas
escuelas están movilizando a jóvenes en dificultad, combinan objetivos económicos (empleo),
sociales (integración) y ambiental (protección), sobre la base de asociaciones locales que
apoyen sus dimensiones financieros, humanos y técnicos. Todavía necesitamos sistemas de
clasificación nacionales (o regionales) para validar estos conocimientos para la futura
movilidad de los jóvenes. En Manila, el establecimiento del escuela taller Intramuros ha sida
una oportunidad para reconocer una nueva calificación, válida en cualquier industria.

El uso de materiales, tales como piedra seca, madera o adobe, también refleja el potencial
contemporáneo del patrimonio cultural para asumir estos desafíos ambientales. Una
importante tradición de construcción se encuentra en el uso de cualquier seco viene y
construido de piedra. Una ilustración es la del adobe. Es la base de la tradicional arquitectura
13

vernácula en varios países, especialmente en áreas donde el agua abundante, suelo mineral y
arena. Permite construir edificios lo suficientemente grandes, disfrutando también de une
buen poder energético. Como es una arquitectura que se considera como pobre y poco capaz
de hacer grandes edificios de viviendas colectivas, ha sido progresivamente marginados y su
know-how en parte perdido. Pero en 2005, un grupo de científicos ha probado las
propiedades relativas de la adobe con otros materiales. Cualidades de la compresión y
resistencia resultan ser excepcionales y así en un País como Portugal se reutiliza este material.
En un país donde se reduce la presión de la población y la gente quiere mejorar la calidad de
un hábitat incumplidora, la reutilización de este patrimonio inmaterial aporta soluciones de
flexibilidad de las aplicaciones, el fortalecimiento de la calidad de vida y ahorro de energía.

3.4. La vertiente territorial: Territorios más atractivos?

Otra forma de contribución de la cultura al desarrollo refiere a la producción de rodamiento


territorios de desarrollo.

Una primera expresión de este tema fue el análisis de las contribuciones que podría hacer
turismo 'cultural' para el desarrollo de un territorio. Esas estrategias basadas en el turismo
cultural pueden tan ser virtuosas como viciosas para el desarrollo local. Los factores
determinantes aquí residen en el grado de integración de los territorios correspondientes, la
permanencia de las actividades culturales en el tiempo, incluso un vínculo positivo entre los
residentes y los turistas. Además, si la cultura puede irrigar el desarrollo mediante los flujos
turísticos sus efectos se dejan sentir también a través la exportación directa de bienes
culturales consumidos fuera de los territorios afectados.

Una segunda parte del enfoque es el mejoramiento de la vida física que se espera del
desarrollo de la cultura a través varios factores: el aumento del bienestar de los residentes, el
aumentó los valores de propiedad, la atracción de nuevos residentes y de nuevos negocios. Si
muchos barómetros de los factores explicativos de la atracción de los territorios existen hoy,
están lejos de poner siempre el papel de la cultura en el primer plano.

Este tema es por parte hoy el tema de la ciudad creativa : Por el sociólogo Florida, las
ciudades son creativas si saben atraer la clase creativa o un conjunto de los trabajadores
joven, bien entrenados y con estilos de vida muy libre, esas personas que constituyen según el
corazón de la clase creativa. Florida entonces intenta demostrar que las ciudades que ofrecen
los rasgos culturales más ricos atraen esa clase creativa, la presencia de los cuales convertirá
la ciudad en una ciudad siempre más creativa. De hecho el razonamiento es sesgado. No se
sabe si son los equipos culturales que van a atraer la clase productiva o el hecho que lq ciudad
productiva puede entonces crear nuevos equipos culturales.

La perspectiva de la aplicación de los efectos territoriales de la cultura genera gradualmente


una literatura importante en los últimos años, dedicados al tema de los distritos y los distritos
culturales. La contigüidad de las empresas culturales se beneficiaría de la atmósfera que crean
así: se pueden beneficiar inmateriales intercambios de información y asesoramiento, pero
14

también para tomar ventaja de la existencia de un mercado de trabajo cualificado o


infraestructuras comunes en materia comercial. Este enfoque es consolidado por la naturaleza
adhocratica de las actividades culturales. Sin embargo, la proximidad de las empresas
culturales crea por lo tanto dos posibles efectos: un efecto de competencia, que puede llevar a
reducir la tasa de supervivencia de las tasas de las empresas; un efecto de sinergia, que puede
aumentar la esperanza de vida de las empresas.

Référencias Bibliograficas
ABBING H. [2003], “Why Are Artists Poor? The Exceptional Economy of the Arts”, Amsterdam University Press, Amsterdam.

ADORNO W. Th. et M. HORKHEIMER [1936], "The Culture Industry: Enlightenment as Mass Deception", in Mass Communication
and Society, Ed. J.Curran, Sage, Berkeley.

ANDERSON, C [2006], The Long Tail, Random House, London.

ARROW, K [1974], The Limits of Organization, Norton, New York.

ADLER, Max., [1985], « Stardom and Talent », American Economic Review, 75(3): 340-351.

BAXANDALL, Michael. [1972], L'œil du quattroccento. L'usage de la peinture dans l'Italie de la Renaissance, Gallimard Paris.

BAUMOL W et BOWEN W. G. [1966], Performing Arts: The Economic Dilemma, The Twentieth Century Fund New York.

BAUMOL W et BAUMOL H. [1984], “The Mass Media and Cost Disease”, in: The Economics of Cultural Industries, WS. Hendon, The
Association for Cultural Economics Akron.

BAUMOL, W [2003], Discours de réception de docteur honoris causa, Université de Paris I.

BECKER, G [1964], Human Capital: A Theoretical and Empirical Analysis with a special reference to education, University of
Columbia Press, New York.

BECKER, H. [1982], Art Worlds, University of California Press, Berkeley.

BENHAMOU F [2002], L’économie du star-system, Odile Jacob, Paris.

BENHAMOU F. (2004], L’économie de la culture, La découverte, Repères, 5e édition, Paris.

BENJAMIN W, [1936], « L’œuvre d’art à l’âge de la reproduction technique », dans : (1991), Ecrits Français, Gallimard,
Bibliothèque des idées, Paris.

BERGE, JP et GREFFE X. [2006], La thèse de la classe créative : une vérification statistique sur le cas français, Working Paper,
Matisse, CES, Université de Paris I.

BERLEANT A. [1997], Living in the landscape: Towards an aesthetics of environment, The University Press of Kansas, Kansas City.

BESEN S.M. [1986], “Private copying, reproduction costs, and the supply of intellectual property », Information Economics and
Policy, Volume 2, Issue 1, 5-22.

BIANCHINI P. et PARKINSON M. [1993], Cultural Policy and Urban Generation: The West European Experience, Manchester
University Press, Manchester.

BOUNIE D. et BOURREAU M. [2008], Les marchés à 2 versants dans les médias », dans : GREFFE X. et SONNAC N. [2008],
CultureWeb, ouvrage cité, 477-93.

BOURDIEU P. [1979], La distinction : Critique sociale du jugement, Editions de Minuit, Paris.

BOURDIEU P. [1992], Les règles de l’art. Genèse et structure du champ littéraire, Le Seuil, Paris.
15

BOUDIEU P. et DARBEL P. [1979], L’amour de l’art : les musées d’art européens et leur public, Editions de Minuit, Paris.

CAREY J. [2005], What good are the arts ?, Faber et Faber, London.

CAVES R. [2000], Creative Industries; Contracts between Arts and Commerce, Harvard University Press, Cambridge.

CHANTEPIE P. et LE DIBERDER A. [2006], Révolution numérique et industries culturelles, La découverte, coll. Repères, Paris.

CHIN-TAO WU [2002],“Privatising Culture: Corporate Art Intervention since the 1980s, Verso, London.

COWEN T. [1996], “Why I do not believe in the cost-disease. Comments on Baumol”, Journal of Cultural Economics, 20(2): 207-
214.

COWEN T. et TABARROK A. [2001], “An Economic Theory of Avant-Garde and Popular Art, or High and Low Culture”, Southern
Economic Journal, 67(2): 115-127.

COWEN T. [2002], Creative Destruction. How Globalization is changing the World’s Cultures, Princeton University Press,
Princeton.

CROW Th. [2000], La peinture et son public à Paris au XVIIIe siècle, Macula, Paris.

CUNNINGHAM S. [2008], In the Vernacular: A Generation of Australian Culture and Controversy, Queensland University Press, Sta
Lucia.

CURRID E. [2007], The Warhol Economy: How Fashion, Art and Music Drive New York City, Princeton University Press, Princeton.

CWI D. [1980], Public support of the arts : Three arguments examined », Journal of Cultural Economics, pp.45-55.

DANTO A. [1982], “The Artworld », Journal of Philosophy 61, pp. 561-84.

DE VANY A. [2004], Hollywood Economics: How extreme uncertainty shapes the film industry, Routledge, London.

DICK B. [1997], City of Dreams: the making and remaking of Universal Pictures, The University Press of Kentucky, Lexington, Ky.

DOMECQ J-P. [2005], Artistes sans art ?, Editions 10/18, N°3768, Paris.

DUPUIS X. [1985], « La microéconomie du spectacle vivant » dans: ADEC et Ministère de la culture : L’économie du spectacle
vivant et de l’audiovisuel, La documentation française, 17-33, Paris.

DUPUIS X et GREFFE X. [1980], « L’opéra : entre festival permanent et répertoire », Le Monde, 14 Juillet, 15.

ENGLISH J. [2005], The Economy of Prestige: Prizes, Awards and the Circulation of the Cultural Value, Harvard University Press,
Cambridge.

FEIST A. et R HUTCHINSON [1990], Cultural Trends 1990, The Policy Studies Institute London.

FILER R. K. [1986], « The « Starving » Artist : Myth or Reality : Earnings of Artists in the United States », Journal of Political
Economy, 96: 56-75.

FLORIDA R. [2002], The Rise of the Creative Class. And How It's Transforming Work, Leisure and Everyday Life, 2002. Basic
Books, New York.

FRANK R. et P. COOK [1995], The Winner take all society, The Free Press, New York.

FREY B. et W. POMMEREHNE [1989], Muses and Markets : Exploration in the Economics of Arts, Basil Blackwell, Oxford.

FUMAROLI M. [1991], L’Etat Culturel : Une religion moderne, Editions de Falloix, Paris.

GABZCEWICZ J. et N. SONNAC [2006], « Concentration des industries de contenu et diversité des préférences », in: Greffe X. (sous
la direction de) [2006], Création et diversité culturelle au miroir des industries culturelles, ouvrage cité, 353-72.

GALENSON D. [2006], Artistic Capital, Routledge, New York.

GENSOLLEN M. [2006], « La culture entre économie et écologie : L’exemple des communautés en ligne », dans Greffe X. : Création
et diversité au miroir des industries culturelles, ouvrage cité, pp. 285-312
16

GERARD-VARET L.A., CHANELO. et GINSBURGH V. [1993] : « Rentabilité des placements sur le marché de l’art de 1957 à 1988 »,
Risques, 13.

GINSBURGH V. et THROSBY D., eds. [2006] Handbook of the economics of art and culture, Amsterdam, Elsevier,

GLUCK M. [2005], Popular bohemia: Modernism and Urban Culture in Nineteenth-Century Paris, Harvard University Press,
Cambridge.

GHOSH A. [2000], The size distribution of international box office revenues and the stable Paretian Hypothesis, Working Paper,
Economics Department, University of California at Irvine.

GOLDHABER M. [1992], « The attention society », Release 1.0,N°3, E. Dyson [ed], Edvneture Holdings, New York, 1-20.

GOMBRICH E. [1950] ,The Story of Art, Phaedon, London,

GRAMPP W. [1989], Pricing the Priceless: Arts, Artists and the Economics, Basic Books, New York.

GREFFE X. [1985] : « Le pot de terre et le pot de fer : l’économie du spectacle vivant face à l’audiovisuel », dans : ADEC et
Ministère de la culture : L’économie du spectacle vivant et de l’audiovisuel, La documentation française, Paris, 17-33.

GREFFE X. [1989], L’offre et la demande de monuments, Economica, Paris.

GREFFE X. [1999], Managing our Cultural Heritage, Aryan Books, London et Delhi

GREFFE X. [1999], L’emploi culturel à l’âge du numérique, Anthropos, Paris.

GREFFE X. [2004a]: Arts and Artists from an economic Perspective, Economica et UNESCO, Paris.

GREFFE X. [2004b], "Artists in a digital Age", The Journal of Arts and Management, 2, 66-88.

GREFFE X. [2005a], La valorisation du patrimoine culturel, La documentation française, Paris.

GREFFE X. [2005b], Economie de la propriété artistique, Economica, Paris.

GREFFE X. [2007], French Cultural Policy [en japonais], Bookdom Books, Tokyo.

GREFFE X. [2007a]: Artistes et marchés, La documentaion française, Paris.

GREFFE X. [2007b], “The role of social economy in local development”, dans: Noya, Antonella et Emma Clarence [eds.], The Social
economy: Building Inclusive economies, OCDE, Paris, 91-118.

GREFFE X. [2008a], “The economy of cultural landscapes”, Queensland University, Working Paper.

GREFFE X. [2008b], “Krach ou remise en ordre?”, Artension, 44: 63-4.

GREFFE X. [2009], L’anlyse de l’impact du Louvre sur l’économie française, Etablissement public du Grand Louvre, Paris.

GREFFE X. et SATO N. [2008], “Cultural Value Logics in a Global Economy : Linking Artists and Artisans”, Cultural economics :
Review of the Japan Association for Cultural Economics, 6(2): 3-20.

GREFFE X. [ed] [2006], Création et diversité au miroir des industries culturelles, La documentation française, Paris.

GREFFE X. et S. PFLIEGER [2005], Culture and Local development, OCDE, Paris.

GREFFE X. et S. PFLIEGER [2009], La politique culturelle en France, La documentaion française, Paris.

GREFFE X. et V. SIMMONET [2008], ‘La survie des nouvelles entreprises culturelles: Le rôle du regroupement géographique”,
Recherches Economiques de Louvain, 74[3], 327-57.

GREFFE X.. et N. SONNAC (eds.), [2008], CultureWeb, Dalloz, Paris.

GREFFE X. et MAUREL M. [2009], Economie globale, Dalloz, Paris.

HANNIGAN J. [1998], Fantasy City: Pleasure and Profit in the postmodern metropolis, Routledge, London.

HAUSER A. [2003], The Social History of Arts, Routledge, London, 4ème edition.
17

HEILBRON J. et GRAY M. [2001], The Economics of Art and Culture: An American Perspective, Cambridge University Press,
Cambridge.

HEINICH N. [2005], L’élite artiste: Excellence et singularité en régime démocratique, Editions Gallimard : Bibliothèque des
Sciences Humaines, Paris.

HESMONDHALGH D. [2002]: The Cultural Industries, Wise, London.

HOWKINS J. [2001], The Creative Economy: How people make money from ideas, The Penguin Press, London.

LANDRY Ch. [2001], The Creative City, Comedia, London.

LEBRECHT N. [2001], Covent Garden: The Untold Story. Dispatches from the English Culture War: 1945-2001, Simon et Schuster,
London.

LEE CASSEY J. [1998], Bose-Einstein Dynamics in the Motion Picture Industry Revisited, Mimeo, Economics Department,
University of California at Irvine.

LEIBOWITZ S. J. [1985], “Copying and Indirect Appropriability: Photo Copying of Journals”, Journal of Political Economy, 4: 945-
57.

MCCARTHY K. F. JINNETT K. [2001], A New Framework for Building Participation in the Arts, Rand Corporation, Sta Monica, Cal.

MCCARTHY K ., ONDJATEE, E., ZAKARAS, L. et BROOKS A. [2004], Gifts of the Muse : Reframing the Debate about the Benefits of
Arts, Rand Research Division, Sta Monica, Cal.

MACDONALD R. [1988], « The Rise of the Superstar », The American Economic Review, 78(3): 732-755.

MARSHALL A. [1890], Principles of Political Economy, Macmillan, London (Traduction française de la quatrième édition de 1971
par Gordon et Breach)

MENGER P-M. [1999], “Artists Labor Markets and Careers”, Annual Reviews, 25: 571-74.

MENGER P-M. [2003], Portrait de l’artiste en travailleur, Le Seuil, Paris.

MENGER P-M. [2005], Les intermittents du spectacle. Sociologie d’une exception, Editions de l’EHESS, Paris.

MENGER P-M. [2009], Le travail créateur: S’accomplir dans l’incertain, Gallimard, Paris.

MOLOTCH M.C. [2003], Where the Stuff Comes From?, Routledge, London.

MONTIAS J.M. [1982], Artists and Artisans in Delft. A Socio-Economic Study of the Seventeenth Century, Princeton University
Press, Princeton.

MOULIN R. [1992], L’artiste, l’institution et le marché, Flammarion, Paris.

MOUREAU N. [2000], Analyse économique de la valeur des biens d’art, Economica, Paris.

MOUREAU N. et D. SAGOT-DUVAUROUX [2006], Le marché de l’art contemporain, La découverte, Paris.

MUIR, G. [2009], Lucky Kunst: The Rise and Fall of Young British Artists, Aurum Press, London.

PASQUIER D. [2006], “L’espace privé comme lieu de consommation culturelle », dans GREFFE X. (sd.) : Création et diversité au
miroir des industries culturelles, ouvrage cité, 239-54.

PUTTANAM R. [2000], Bowling alone: The collapse and revival of American community, Simon et Schuster, New York.

RAGOT S. [2008], « La concurrence de la VOD sur les différents modes de consommation des films », dans : Greffe et Sonnac
[2008], CultureWeb, ouvrage cité, 323-333.

RECTANUS M. [2002], Culture Incorporated: Museums, artists and corporate sponsorships, University of Minnesota Press
Minneapolis.

REICH R. [1991], The Work of Nations, Albert A. Knopf, Inc, New York. (Traduction française: L'économie mondialisée, Dunod,
Paris 1993).
18

ROCHET J. et TIROLE J [2005], “Two-sided Markets: A Progress Report”, Institut d’Economie Industrielle de Toulouse: IDEI
Working Paper, 275.

ROSEN S. [1981], « The Economics of Superstars », American Economic Review, 71(3): 845-56.

ROUET F. [2000], Le livre : mutations d’une industrie culturelle, La Documentation française, Paris.

SANTAGATA W. [2002], "Cultural Districts, Property Rights and Sustainable Economic Growth" in International Journal of Urban
and Regional Research, 5: 25-42.

SANTAGATA W. et G. SIGNORELLO [2000], “Contingent Valuation and Cultural Policy Design: The Case of «Napoli Musei Aperti»,
in Journal of Cultural Economics, 24(2): 78-97.

SANTAGATA W. [2006], “Cultural Districts and to their role in developed and developing countries”, dans GIinsburgh V. THROSBY
D. [eds], Handbook of the Economics off Arts and Culture, ouvrage cite.

SANTAGATA W. [2007], Creativita culturale, Franco Angeli, Milano.

SASSOON D. [2006], The Culture of the Europeans : From 1800 to the Present, Harper, London.

SCHUMPETER J.A., [1933], “Development” Newspaper of Economic Literature, XLIII [March 2005], 108-120.

SMITH A. [1776], Recherches sur les causes et la nature de la richesse des nations, Livre II.

SPALDING J. [2003], The Eclipse of Art: Tackling the Crisis in Art Today, Prestel, London.

SCOTT A.J. [2000], The Cultural Economies of Cities: Essays on the Geography of Image-Producing Industries, Sage Publications,
London

SCOTT A.J. [2005], Hollywood: The Places, The Industry, Princeton University Press, Princeton.

SHINER L. [2001], The Invention of the Art, The University of Chicago Press, Chicago.

STEINERT H. [2003], Culture Industry, Oxford: Blackwell.

THOMPSON D. [2008], The $12 million Stuffed Shark: The Curious Economics of Contemporary Art and Auction Houses, Aurum
Press, London.

THROSBY D. [1994], “The Production and Consumption of the Arts: A View of Cultural Economics”, Journal of Economic
Literature, 32: 1-29.

THROSBY D. [2001], Economics and Culture, Cambridge University Press, Cambridge.

URFALINO Ph. [1996], L’invention de la politique culturelle de la France, La documentation française, Paris.

VEELTHUIS O. [2006], Talking Prices: Symbolic Meanings of Pricing on the Market of Contemporary Art, Princeton University
Press, Princeton.

VETTESE A. [2002], Invertir en Arte, Piramide, Valencia.

VOGEL H. L. [1994], Entertainment Industry Economics, Cambridge University Press, (5e ed.), Cambridge.

WATT R. [2000], Copyright and Economic Theory: Friends or Foes? Edward Elgar Publishers, Cheltenham.

WHYTE W. [1968], The Last landscape, University of Pennsylvania.

ZUKIN Sh. [1982], Loft Living, John Hopkins Press Baltimore.

ZUKIN Sh. [1985], The Culture of Cities, Blackwell Publisher Cambridge.


19

Potrebbero piacerti anche