Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Xavier Greffe
Muy frecuentemente artistas y actores sociales temen que une acercamiento económico de la
cultura es peligroso pues sustituye una lógica económica a una lógica artística. Eso es
verdadero porque algunos economistas no diferencian sus metodologías según el campo de
actividad considerado. Pero se puede también hacer una economía del sector cultural que
toma en cuenta las características del sector cultural. Además es un sector significativo en la
economía y en la sociedad lo que necesita una vista económica también. Las actividades
artísticas tienen como cualquier actividad social una dimensión económica, aunque las cifras
totales se definen en términos de empleo y PIB giran alrededor de 2,5% en los países de la
OCDE.
¿Que han dicho los mayores economistas sobre ese tratamiento de la cultura?
significa también que la educación artística es necesaria para crear el deseo de esas
prácticas culturales.
Keynes ilustrará un sesgo burocrático de la gestión de la cultura. Director de Covent
Garden, pondrá toda su energía para subsidiar el baile pero privando entonces a los
recursos de la ópera.
De una naturaleza completamente diferente es la contribución de Schumpeter. Verá en
creatividad artística algo trascendental sobre innovación económica. Para él, la
creación real puede ser definido como el paso de un estándar a otro estándar, así que
"esta transición puede en ningún modo ser margen reducido a sucesivos
movimientos”. Para ilustrar esa ruptura, continuó: « entiendo que la pintura de Cristo
de Mantenga era considerada un salto cualitativo en el desarrollo de las artes,
precisamente porque era inmensamente nuevo...». Donde la creatividad económica va
a menudo a través de una modificación de las existentes distribuciones de
probabilidad, la creatividad artística hace obsoleto cualquier distribución de
probabilidad preexistente. La novedad artística es un testimonio de lo que es a la
bases de la economía cuando se estudia la innovación y el desarrollo.
Probablemente es el libro de Baumol y Bowen 1966 que toca el gong inicial de la economía
cultural. Analizan el desafío económico mayor y palpitante que las actividades culturales
encuentran cada día y ofrecen una explicación central que irradia en todos los temas de
economía de la cultura. Esa visión que subraya la dificultad de manejar con sostenibilidad en
una economía de mercado va a tener un papel considerable y puede considerarse como el
paradigma inicial de la economía de la cultura contemporánea. Con et tiempo dos otras
perspectivas se han desarrolladas: la primera focaliza las dificultades económicas de la
cultura en la incertitud de la demanda; la secunda trata de analizar la contribución de la
cultura al desarrollo sostenible.
Solicitado por la Fundación Ford para explicar las dificultades que enfrentan las empresas de
los musicales de Broadway, los dos autores parten de las artes escénicas o poca productividad
aparece contra lo que está sucediendo a los otros sectores de la economía. Ejecución de un
quinteto de Schubert pide el mismo número de músicos que hace dos siglos. Número de obras
3
de teatro se llevan a cabo para utilizar siempre el mismo número de jugadores aun sí puede
jugar en el número de extras. Como resultado en el tiempo, eso cree un incompresible
aumento en los costos en comparación con los otros sectores de la economía que
experimentan un aumento de la productividad, por ejemplo la industria automóvil: al inicio
del siglo XX se necesitaba 40 obreros para hacer un coche en un día, hoy se necesita solo uno!.
En esas últimas actividades productividad permite de reducir los precios, aumentar la
remuneración o inflar ganancias. Pero esas perspectivas no son posibles para las actividades
culturales. Que pueden hacer entonces?
Pueden alzar las remuneraciones de los artistas para que siguen la dirección general
del salario promedio: pero si hacen eso, el costo de producción va aumentar, el precio
de venta va a disminuir, y la demanda será más débil a través una pérdida de
consumidores,
Para no alzar los precios tienen entonces que no alzar las remuneraciones, pero
pueden entonces perder los artistas que ven su poder adquisitivo disminuir de una
manera continua.
Para evitar esos dos fracasos (no contener los precios y no mantener las
remuneraciones) pueden disminuir la calidad del espectáculo, pero van a sustituir el
déficit económico con un déficit artístico. Así el término ' de la adaptación literaria
"esa llamada cierta representaciones teatrales tendrán de hecho otro objeto pero para
reducir el número de actores y extras, o aún más directamente la duración de un
espectáculo.
No hay solución sino una enfermedad que se llama la enfermedad de los costos. Sin
necesariamente hacer recomendaciones, Baumol y Bowen consideran subsidios o donaciones
como la condición para asegurar la sostenibilidad de las actividades artísticas en una
economía de mercado. Esta consecuencia todavía se convertirá en el abanderado de todos los
que quieren una financiación estatal de la cultura.
¿Es la idea de la falta de progreso técnico en el campo de las artes defendible? Si los
tradicionales espectáculos artísticos (teatro, música) dan esta impresión, va bien con otras
formas de expresión artística, tal cine o música o hasta la pintura. Incluso podríamos hablar
aquí de un cierto tabú contra cualquier cambio en las funciones de producción artística, por
ejemplo, el uso de medios electrónicos en la ejecución de música clásica, aunque las
innovaciones en la instrumentación musical han sido constantes en la historia de la música.
Por su parte, el cine, presentado por algunos avances como hostil a la técnica, ha demostrado
ser un campo de desarrollo de innovaciones tecnológicas, pero es cierto que tales
innovaciones eran a menudo los más caros. Cuatro argumentos se pueden añadir a esta
reserva:
A pesar de estas reservas, las consecuencias de esta "ley" son considerables y han forjadas una
“cultura” de la economía cultural.
Si los recursos deben solicitarse a quienes no son usuarios directos de servicios culturales, tal
los estados (o el mecenazgo), se necesita destacar la importancia de los valores "colectivos"
de la cultura.
¿El sector sin fines de lucro, el alternativo para los males públicos y privados?
¿Puede ser el papel de un sector sin fines de lucro una contribución positiva frente a la
enfermedad de los costos? Sin duda considerable y más allá de lo que puede sugerir la
renuncia a las oportunidades de ganancias. El ejemplo americano, a menudo mal conocido,
vale aquí valor de escuela. En los Estados Unidos se crearon muchas empresas culturales
privadas en los campos del patrimonio (Museo) y de las artes escénicas (Société de conciertos,
teatros, etc.). Sin embargo la gran mayoría de estas instituciones quebraron al final del siglo
19e, dejando espacio para fundaciones, asociaciones o cualquier otra forma de organización
sin fines de lucro. Para conseguir las contribuciones aún tenía persuadir que las sumas
entregadas se utilizaran oportunamente. Compañías utilizadas entonces se han transformadas
en organizaciones sin fines de lucro. Así fue advertido el riesgo moral, y el sector podría crecer
de forma más realista. Baumol insistió además que las conclusiones de su análisis hacen una
súplica para la movilización del sector privado sin fines de lucro. Pues una literatura ase ha
desarrollada para demostrar que tales organismos no está exento de los debates la existencia
de costes adicionales resultantes de la distribución de beneficios personales o ganancias
(perks).
En cualquier caso, nada asegura que el productor puede controlar las cascadas informativas
que garanticen el reconocimiento de su producto. Por ejemplo, cuando sale una película,
inmediatamente ella se pone en el torneo con otras películas; si sale bien la primera semana,
estará expuesta a otros torneos con las nuevas películas liberadas. Si gana uno o más torneos
sucesivos, puede anticipar recompensas altas, superando sus costos de producción. El éxito
depende de una cascada informativa porque la gente habla y reacciona y eso se hace como una
bola de nieve: Pero la bola puede ser virtuosa o viciosa., el proceso sigue siendo aleatorio por
naturaleza. Este tema de cascadas informativas no es tan nuevo y en sus escritos sobre arte
Walter Benjamín lo enseña.
¡Por qué los productores o artistas serán entonces participan en mercados donde las cosas
están tan mal aseguradas! Naturalmente porque su deseo creativo no es monetario solo por
muchos de ellos. La explicación más económica ha sido dada por Adam Smith cuando hace una
comparación entre las actividades culturales y una lotería. La oportunidad de ganar con la
compra de un billete de lotería es improbable. Pero si muchos se involucran de esta manera,
los premios a ganar son más atractivos, dando incentivos para tomar riesgos. Además, los
productores aprenden rápidamente que frente a un producto que lleva a exponer su creador o
/ y su productor a un riesgo máximo, la mejor manera de superar esta dificultad es ofrecer
muchos productos, o por siguientes.
¿Puede bloquearse la incertidumbre y escapar así a los riesgos? Una respuesta esta oferta por
el análisis del mercado del arte contemporáneo. Siguiendo el trabajo de Howard Becker,
varios econ9omistas han considerado que el arte era más un sistema construido donde un
artista puede ver o no su talento consagrado. Siempre unos artistas eran reconocidos por las
instancias de las academias de arte. Así comenzó una corriente de que es un artista no el que
demostró un talento sino el que está autorizado a demostrarle. Muchos observadores, sujetos
a los desafíos de la validación artística-contemporánea, consideran que el precio de las obras
se explica por el reconocimiento por parte del pequeño mundo de los críticos, curadores y
galeristas.
Este enfoque se unió a la cuestión de las barreras a la entrada. Hoy desaparecieron sistemas
académicos. El desafío entonces es saber si esta selección se realizará por el mercado o por un
sistema artificial: el pequeño mundo del arte. Así el concepto de oligopolio fue utilizado para
interpretar la entrada de artistas en el mercado del arte. Hay muchas ganas de entrar pero
una pequeña cantidad sólo eventualmente encontrara mediante el efecto de un juicio del
Interior del sistema por quienes lo organizan. Las formas de este juicio son variables:
obtención de una recompensa, la invitación a una exposición en un museo, un artículo o un
comentario en un diario. Sin duda este enfoque deja una cuota de incertidumbre entre
llamado y elegido. Pero las reglas son mucho determinantes, quizás mucho más que una
diferencia de talento o trabajo
Durante mucho tiempo, el papel de digital especialmente era considerado como una manera
de facilitar la distribución de los bienes culturales mediante su venta a distancia (Amazon) o,
más recientemente, extendiendo en el tiempo sus perspectivas de recuperación, porque su
costo de almacenamiento es casi cero (la larga cola). Hoy, la transformación que impone el
digital a la economía de la cultura es radical.
Acceso al cine se hace más y más a través de los tele cargamentos en las computadoras.
¡Hablar de socialización por la cultura cambia de sentido!
Apareciendo gratis es menos organizado voluntariamente por el estado sino impulsado por
las nuevas tecnologías Este cambio cree un desafió económico. Al inicio el problema era de
encontrar una repuesta al copiare porque el costo de reproducción era disminuyendo de una
manera drástica. Hoy el problema es mucho más amplio y trata de diseñar una nueva
economía de la cultura. Una valoración económica es necesaria para cobrar los costos de vida
de los artistas y los costos de los productores, independientemente del problema de las
existencia o no de ganancias. En un mundo donde muchos precios han bajado o desaparecidos
se necesita entonces de innovar para movilizar unas contrapartes monetarias de estos valores
y así remunerar a los creadores. Esta búsqueda de nuevos modos de valorización se convierte
hoy más a menudo a través de una petición de nuevos modelos de negocio.
-La economía global permite ir más allá de la visión de una economía donde la mayor parte
del consumo se centraría en unos pocos productos casi genéricos. Competitividad a través de
calidad permite encontrar nuevos mercados, inicialmente en forma de nichos.
El primero efecto económico es muy naturalmente el aporte del turismo que hace vivir por
parte no solo el sector cultural sino los de hospitalidad, trasporte, productos derivados, etc.
Ese efecto sobre el empleo y la balanza de pagos y bien reconocido.
que viene del exterior permanece en este territorio y que puede entonces re - gastarse
en beneficio de otras personas y así sucesivamente. Este efecto multiplicador se
materializa si los recursos del territorio que se movilizan para ofrecer estos servicios y
no las importaciones procedentes de otros territorios.
Como cualquier proceso de desarrollo, estos efectos cuando son beneficiosos, a
menudo conducen a cambiar la riqueza relativa de los diferentes actores locales. Esta
vez, conducen a multiplicar las tensiones sociales. Así presiones inflacionarias pueden
generar comportamientos especulativos e investigación rentas. Muchos sitios del
Patrimonio Mundial conocen a esos problemas..
El segundo efecto considera el uso de la culturo no como un consumo final (como en el caso
del turismo) sino como un consumo intermediario, lo que va a demostrar la importancia del
diseño como interfaz entre cultura y economía. Productos, cualesquiera que sean, tan
funcional y estética, combinan esas dimensiones en diversas proporciones, ofreciendo dos
casos extremos: los que han perdido cualquier utilidad de función pero que tienen una
dimensión estética o semiótica (obra de arte); los que no tienen ningún valor estético sino
funcional (producto genérico). Además, la cultura es necesariamente más reclamada como
consumo final pero también como consumo intermedio – lo que da una dimensión cultural a
los productos económicos estándar. Esto nueva visión de la cultura orienta la atención de los
economistas de la cultura al diseño. La expresión es caídas bajo cualquier forma diversos:
diseño gráfico, diseño ambiental, diseño de interiores, diseño de productos, diseño textil y
moda, etc.]. Eso rompe con el enfoque tradicional de arte porque da al arte efectos
considerables sobre la industria.
Los saberes-Haceres
3.2. La vertiente social: De Los valores intrínsecos de la cultura a sus valores extrínsecos
La construcción de habitaciones refleja los efectos positivos del patrimonio cultural tal como
los efectos negativos de su desaparición. Los hombres siempre han buscado un equilibrio
entre el clima y el hábitat, jugando en los espacios de la proporción relativa abiertos y
cerrados, estableciendo el deambular de los lugares según la época del año, teniendo en
cuenta las distintas posibilidades de almacenamiento de información técnica de los
materiales. También varían sus métodos de materiales de construcción. Así en el Perú toma
mucho tiempo para moldear los ladrillos en la tierra, pero una vez que se terminó, la totalidad
del hábitat de la población se construye en un solo día. En Djenné un día solo es suficiente
para aplicar el sellador. Frente a las necesidades cuantitativas y emergencias, estos métodos
tienden a ser olvidado en el tiempo, y sustituimos estos hábitats por soluciones de emergencia
de bajo costo. Como consecuencia del terremoto de Haití, solo las viviendas tradicionales han
resistido. Las nuevas estructuras metálicas u otras no enfrentaron el poder de terremotos, lo
que había hecho la arquitectura tradicional basada alrededor de estructuras en madera con
relleno con materiales locales. No sólo esta ruptura de técnicas fue fatal, pero había
substituido coloridos hormigón con más triste y gris. Pero ese uso de los conocimientos
tradicionales no debe desaparecer y ser junto a la recomposición normal de los oficios frente a
las oportunidades técnicas y tecnológicas nuevas. Hay un desafío de la transmisión de
conocimientos como lo evidencio el sistema de escuelas talleres creado por la iniciativa del
periodista Peridis en 1992 en Santa María de la Huerta. En ocasión de la renovación de los
sitios de monumentos, combinan la formación profesional y una formación más general para
los jóvenes para adquirir conocimientos tradicionales. Una vez terminada la construcción,
competencias pueden movilizarse en otros sitios, edificios nuevos o viejos. Como estas
escuelas están movilizando a jóvenes en dificultad, combinan objetivos económicos (empleo),
sociales (integración) y ambiental (protección), sobre la base de asociaciones locales que
apoyen sus dimensiones financieros, humanos y técnicos. Todavía necesitamos sistemas de
clasificación nacionales (o regionales) para validar estos conocimientos para la futura
movilidad de los jóvenes. En Manila, el establecimiento del escuela taller Intramuros ha sida
una oportunidad para reconocer una nueva calificación, válida en cualquier industria.
El uso de materiales, tales como piedra seca, madera o adobe, también refleja el potencial
contemporáneo del patrimonio cultural para asumir estos desafíos ambientales. Una
importante tradición de construcción se encuentra en el uso de cualquier seco viene y
construido de piedra. Una ilustración es la del adobe. Es la base de la tradicional arquitectura
13
vernácula en varios países, especialmente en áreas donde el agua abundante, suelo mineral y
arena. Permite construir edificios lo suficientemente grandes, disfrutando también de une
buen poder energético. Como es una arquitectura que se considera como pobre y poco capaz
de hacer grandes edificios de viviendas colectivas, ha sido progresivamente marginados y su
know-how en parte perdido. Pero en 2005, un grupo de científicos ha probado las
propiedades relativas de la adobe con otros materiales. Cualidades de la compresión y
resistencia resultan ser excepcionales y así en un País como Portugal se reutiliza este material.
En un país donde se reduce la presión de la población y la gente quiere mejorar la calidad de
un hábitat incumplidora, la reutilización de este patrimonio inmaterial aporta soluciones de
flexibilidad de las aplicaciones, el fortalecimiento de la calidad de vida y ahorro de energía.
Una primera expresión de este tema fue el análisis de las contribuciones que podría hacer
turismo 'cultural' para el desarrollo de un territorio. Esas estrategias basadas en el turismo
cultural pueden tan ser virtuosas como viciosas para el desarrollo local. Los factores
determinantes aquí residen en el grado de integración de los territorios correspondientes, la
permanencia de las actividades culturales en el tiempo, incluso un vínculo positivo entre los
residentes y los turistas. Además, si la cultura puede irrigar el desarrollo mediante los flujos
turísticos sus efectos se dejan sentir también a través la exportación directa de bienes
culturales consumidos fuera de los territorios afectados.
Una segunda parte del enfoque es el mejoramiento de la vida física que se espera del
desarrollo de la cultura a través varios factores: el aumento del bienestar de los residentes, el
aumentó los valores de propiedad, la atracción de nuevos residentes y de nuevos negocios. Si
muchos barómetros de los factores explicativos de la atracción de los territorios existen hoy,
están lejos de poner siempre el papel de la cultura en el primer plano.
Este tema es por parte hoy el tema de la ciudad creativa : Por el sociólogo Florida, las
ciudades son creativas si saben atraer la clase creativa o un conjunto de los trabajadores
joven, bien entrenados y con estilos de vida muy libre, esas personas que constituyen según el
corazón de la clase creativa. Florida entonces intenta demostrar que las ciudades que ofrecen
los rasgos culturales más ricos atraen esa clase creativa, la presencia de los cuales convertirá
la ciudad en una ciudad siempre más creativa. De hecho el razonamiento es sesgado. No se
sabe si son los equipos culturales que van a atraer la clase productiva o el hecho que lq ciudad
productiva puede entonces crear nuevos equipos culturales.
Référencias Bibliograficas
ABBING H. [2003], “Why Are Artists Poor? The Exceptional Economy of the Arts”, Amsterdam University Press, Amsterdam.
ADORNO W. Th. et M. HORKHEIMER [1936], "The Culture Industry: Enlightenment as Mass Deception", in Mass Communication
and Society, Ed. J.Curran, Sage, Berkeley.
ADLER, Max., [1985], « Stardom and Talent », American Economic Review, 75(3): 340-351.
BAXANDALL, Michael. [1972], L'œil du quattroccento. L'usage de la peinture dans l'Italie de la Renaissance, Gallimard Paris.
BAUMOL W et BOWEN W. G. [1966], Performing Arts: The Economic Dilemma, The Twentieth Century Fund New York.
BAUMOL W et BAUMOL H. [1984], “The Mass Media and Cost Disease”, in: The Economics of Cultural Industries, WS. Hendon, The
Association for Cultural Economics Akron.
BECKER, G [1964], Human Capital: A Theoretical and Empirical Analysis with a special reference to education, University of
Columbia Press, New York.
BENJAMIN W, [1936], « L’œuvre d’art à l’âge de la reproduction technique », dans : (1991), Ecrits Français, Gallimard,
Bibliothèque des idées, Paris.
BERGE, JP et GREFFE X. [2006], La thèse de la classe créative : une vérification statistique sur le cas français, Working Paper,
Matisse, CES, Université de Paris I.
BERLEANT A. [1997], Living in the landscape: Towards an aesthetics of environment, The University Press of Kansas, Kansas City.
BESEN S.M. [1986], “Private copying, reproduction costs, and the supply of intellectual property », Information Economics and
Policy, Volume 2, Issue 1, 5-22.
BIANCHINI P. et PARKINSON M. [1993], Cultural Policy and Urban Generation: The West European Experience, Manchester
University Press, Manchester.
BOUNIE D. et BOURREAU M. [2008], Les marchés à 2 versants dans les médias », dans : GREFFE X. et SONNAC N. [2008],
CultureWeb, ouvrage cité, 477-93.
BOURDIEU P. [1992], Les règles de l’art. Genèse et structure du champ littéraire, Le Seuil, Paris.
15
BOUDIEU P. et DARBEL P. [1979], L’amour de l’art : les musées d’art européens et leur public, Editions de Minuit, Paris.
CAREY J. [2005], What good are the arts ?, Faber et Faber, London.
CAVES R. [2000], Creative Industries; Contracts between Arts and Commerce, Harvard University Press, Cambridge.
CHANTEPIE P. et LE DIBERDER A. [2006], Révolution numérique et industries culturelles, La découverte, coll. Repères, Paris.
CHIN-TAO WU [2002],“Privatising Culture: Corporate Art Intervention since the 1980s, Verso, London.
COWEN T. [1996], “Why I do not believe in the cost-disease. Comments on Baumol”, Journal of Cultural Economics, 20(2): 207-
214.
COWEN T. et TABARROK A. [2001], “An Economic Theory of Avant-Garde and Popular Art, or High and Low Culture”, Southern
Economic Journal, 67(2): 115-127.
COWEN T. [2002], Creative Destruction. How Globalization is changing the World’s Cultures, Princeton University Press,
Princeton.
CROW Th. [2000], La peinture et son public à Paris au XVIIIe siècle, Macula, Paris.
CUNNINGHAM S. [2008], In the Vernacular: A Generation of Australian Culture and Controversy, Queensland University Press, Sta
Lucia.
CURRID E. [2007], The Warhol Economy: How Fashion, Art and Music Drive New York City, Princeton University Press, Princeton.
CWI D. [1980], Public support of the arts : Three arguments examined », Journal of Cultural Economics, pp.45-55.
DE VANY A. [2004], Hollywood Economics: How extreme uncertainty shapes the film industry, Routledge, London.
DICK B. [1997], City of Dreams: the making and remaking of Universal Pictures, The University Press of Kentucky, Lexington, Ky.
DOMECQ J-P. [2005], Artistes sans art ?, Editions 10/18, N°3768, Paris.
DUPUIS X. [1985], « La microéconomie du spectacle vivant » dans: ADEC et Ministère de la culture : L’économie du spectacle
vivant et de l’audiovisuel, La documentation française, 17-33, Paris.
DUPUIS X et GREFFE X. [1980], « L’opéra : entre festival permanent et répertoire », Le Monde, 14 Juillet, 15.
ENGLISH J. [2005], The Economy of Prestige: Prizes, Awards and the Circulation of the Cultural Value, Harvard University Press,
Cambridge.
FEIST A. et R HUTCHINSON [1990], Cultural Trends 1990, The Policy Studies Institute London.
FILER R. K. [1986], « The « Starving » Artist : Myth or Reality : Earnings of Artists in the United States », Journal of Political
Economy, 96: 56-75.
FLORIDA R. [2002], The Rise of the Creative Class. And How It's Transforming Work, Leisure and Everyday Life, 2002. Basic
Books, New York.
FRANK R. et P. COOK [1995], The Winner take all society, The Free Press, New York.
FREY B. et W. POMMEREHNE [1989], Muses and Markets : Exploration in the Economics of Arts, Basil Blackwell, Oxford.
FUMAROLI M. [1991], L’Etat Culturel : Une religion moderne, Editions de Falloix, Paris.
GABZCEWICZ J. et N. SONNAC [2006], « Concentration des industries de contenu et diversité des préférences », in: Greffe X. (sous
la direction de) [2006], Création et diversité culturelle au miroir des industries culturelles, ouvrage cité, 353-72.
GENSOLLEN M. [2006], « La culture entre économie et écologie : L’exemple des communautés en ligne », dans Greffe X. : Création
et diversité au miroir des industries culturelles, ouvrage cité, pp. 285-312
16
GERARD-VARET L.A., CHANELO. et GINSBURGH V. [1993] : « Rentabilité des placements sur le marché de l’art de 1957 à 1988 »,
Risques, 13.
GINSBURGH V. et THROSBY D., eds. [2006] Handbook of the economics of art and culture, Amsterdam, Elsevier,
GLUCK M. [2005], Popular bohemia: Modernism and Urban Culture in Nineteenth-Century Paris, Harvard University Press,
Cambridge.
GHOSH A. [2000], The size distribution of international box office revenues and the stable Paretian Hypothesis, Working Paper,
Economics Department, University of California at Irvine.
GOLDHABER M. [1992], « The attention society », Release 1.0,N°3, E. Dyson [ed], Edvneture Holdings, New York, 1-20.
GRAMPP W. [1989], Pricing the Priceless: Arts, Artists and the Economics, Basic Books, New York.
GREFFE X. [1985] : « Le pot de terre et le pot de fer : l’économie du spectacle vivant face à l’audiovisuel », dans : ADEC et
Ministère de la culture : L’économie du spectacle vivant et de l’audiovisuel, La documentation française, Paris, 17-33.
GREFFE X. [1999], Managing our Cultural Heritage, Aryan Books, London et Delhi
GREFFE X. [2004a]: Arts and Artists from an economic Perspective, Economica et UNESCO, Paris.
GREFFE X. [2004b], "Artists in a digital Age", The Journal of Arts and Management, 2, 66-88.
GREFFE X. [2007], French Cultural Policy [en japonais], Bookdom Books, Tokyo.
GREFFE X. [2007b], “The role of social economy in local development”, dans: Noya, Antonella et Emma Clarence [eds.], The Social
economy: Building Inclusive economies, OCDE, Paris, 91-118.
GREFFE X. [2008a], “The economy of cultural landscapes”, Queensland University, Working Paper.
GREFFE X. [2009], L’anlyse de l’impact du Louvre sur l’économie française, Etablissement public du Grand Louvre, Paris.
GREFFE X. et SATO N. [2008], “Cultural Value Logics in a Global Economy : Linking Artists and Artisans”, Cultural economics :
Review of the Japan Association for Cultural Economics, 6(2): 3-20.
GREFFE X. [ed] [2006], Création et diversité au miroir des industries culturelles, La documentation française, Paris.
GREFFE X. et V. SIMMONET [2008], ‘La survie des nouvelles entreprises culturelles: Le rôle du regroupement géographique”,
Recherches Economiques de Louvain, 74[3], 327-57.
HANNIGAN J. [1998], Fantasy City: Pleasure and Profit in the postmodern metropolis, Routledge, London.
HAUSER A. [2003], The Social History of Arts, Routledge, London, 4ème edition.
17
HEILBRON J. et GRAY M. [2001], The Economics of Art and Culture: An American Perspective, Cambridge University Press,
Cambridge.
HEINICH N. [2005], L’élite artiste: Excellence et singularité en régime démocratique, Editions Gallimard : Bibliothèque des
Sciences Humaines, Paris.
HOWKINS J. [2001], The Creative Economy: How people make money from ideas, The Penguin Press, London.
LEBRECHT N. [2001], Covent Garden: The Untold Story. Dispatches from the English Culture War: 1945-2001, Simon et Schuster,
London.
LEE CASSEY J. [1998], Bose-Einstein Dynamics in the Motion Picture Industry Revisited, Mimeo, Economics Department,
University of California at Irvine.
LEIBOWITZ S. J. [1985], “Copying and Indirect Appropriability: Photo Copying of Journals”, Journal of Political Economy, 4: 945-
57.
MCCARTHY K. F. JINNETT K. [2001], A New Framework for Building Participation in the Arts, Rand Corporation, Sta Monica, Cal.
MCCARTHY K ., ONDJATEE, E., ZAKARAS, L. et BROOKS A. [2004], Gifts of the Muse : Reframing the Debate about the Benefits of
Arts, Rand Research Division, Sta Monica, Cal.
MACDONALD R. [1988], « The Rise of the Superstar », The American Economic Review, 78(3): 732-755.
MARSHALL A. [1890], Principles of Political Economy, Macmillan, London (Traduction française de la quatrième édition de 1971
par Gordon et Breach)
MENGER P-M. [1999], “Artists Labor Markets and Careers”, Annual Reviews, 25: 571-74.
MENGER P-M. [2005], Les intermittents du spectacle. Sociologie d’une exception, Editions de l’EHESS, Paris.
MENGER P-M. [2009], Le travail créateur: S’accomplir dans l’incertain, Gallimard, Paris.
MOLOTCH M.C. [2003], Where the Stuff Comes From?, Routledge, London.
MONTIAS J.M. [1982], Artists and Artisans in Delft. A Socio-Economic Study of the Seventeenth Century, Princeton University
Press, Princeton.
MOUREAU N. [2000], Analyse économique de la valeur des biens d’art, Economica, Paris.
MUIR, G. [2009], Lucky Kunst: The Rise and Fall of Young British Artists, Aurum Press, London.
PASQUIER D. [2006], “L’espace privé comme lieu de consommation culturelle », dans GREFFE X. (sd.) : Création et diversité au
miroir des industries culturelles, ouvrage cité, 239-54.
PUTTANAM R. [2000], Bowling alone: The collapse and revival of American community, Simon et Schuster, New York.
RAGOT S. [2008], « La concurrence de la VOD sur les différents modes de consommation des films », dans : Greffe et Sonnac
[2008], CultureWeb, ouvrage cité, 323-333.
RECTANUS M. [2002], Culture Incorporated: Museums, artists and corporate sponsorships, University of Minnesota Press
Minneapolis.
REICH R. [1991], The Work of Nations, Albert A. Knopf, Inc, New York. (Traduction française: L'économie mondialisée, Dunod,
Paris 1993).
18
ROCHET J. et TIROLE J [2005], “Two-sided Markets: A Progress Report”, Institut d’Economie Industrielle de Toulouse: IDEI
Working Paper, 275.
ROSEN S. [1981], « The Economics of Superstars », American Economic Review, 71(3): 845-56.
ROUET F. [2000], Le livre : mutations d’une industrie culturelle, La Documentation française, Paris.
SANTAGATA W. [2002], "Cultural Districts, Property Rights and Sustainable Economic Growth" in International Journal of Urban
and Regional Research, 5: 25-42.
SANTAGATA W. et G. SIGNORELLO [2000], “Contingent Valuation and Cultural Policy Design: The Case of «Napoli Musei Aperti»,
in Journal of Cultural Economics, 24(2): 78-97.
SANTAGATA W. [2006], “Cultural Districts and to their role in developed and developing countries”, dans GIinsburgh V. THROSBY
D. [eds], Handbook of the Economics off Arts and Culture, ouvrage cite.
SASSOON D. [2006], The Culture of the Europeans : From 1800 to the Present, Harper, London.
SCHUMPETER J.A., [1933], “Development” Newspaper of Economic Literature, XLIII [March 2005], 108-120.
SMITH A. [1776], Recherches sur les causes et la nature de la richesse des nations, Livre II.
SPALDING J. [2003], The Eclipse of Art: Tackling the Crisis in Art Today, Prestel, London.
SCOTT A.J. [2000], The Cultural Economies of Cities: Essays on the Geography of Image-Producing Industries, Sage Publications,
London
SCOTT A.J. [2005], Hollywood: The Places, The Industry, Princeton University Press, Princeton.
SHINER L. [2001], The Invention of the Art, The University of Chicago Press, Chicago.
THOMPSON D. [2008], The $12 million Stuffed Shark: The Curious Economics of Contemporary Art and Auction Houses, Aurum
Press, London.
THROSBY D. [1994], “The Production and Consumption of the Arts: A View of Cultural Economics”, Journal of Economic
Literature, 32: 1-29.
URFALINO Ph. [1996], L’invention de la politique culturelle de la France, La documentation française, Paris.
VEELTHUIS O. [2006], Talking Prices: Symbolic Meanings of Pricing on the Market of Contemporary Art, Princeton University
Press, Princeton.
VOGEL H. L. [1994], Entertainment Industry Economics, Cambridge University Press, (5e ed.), Cambridge.
WATT R. [2000], Copyright and Economic Theory: Friends or Foes? Edward Elgar Publishers, Cheltenham.