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Moldeo a la cera perdida

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Joyería mesoamericana en oro fabricada por medio del moldeo a la cera perdida en el Metropolitan
Museum of Art, en New York.

Estatua tibetana en bronce de Ganesha.

El moldeo a la cera perdida, fundición a la cera perdida o vaciado a la cera perdida es un


procedimiento escultórico que permite obtener figuras de metal (generalmente bronce y oro)
por medio de un molde que se elabora a partir de un prototipo tradicionalmente modelado
en cera de abeja. Esta tecnología fue desarrollada en la Antigüedad de manera independiente
y paralela por los sumerios, indios, chinos, mesoamericanos e incas, la cual fue adoptada por
civilizaciones contemporáneas o posteriores.
Para la fabricación de objetos con la técnica de moldeo a la cera perdida, se utiliza un modelo
en cera. Este modelo previo es rodeado de una gruesa capa de material refractario que se
solidifica; una vez endurecido, se mete en un horno, que derrite la figura de cera, saliendo esta
por unos orificios creados al efecto (de ahí su denominación) y, en su lugar, se inyecta el
metal fundido, que adopta la forma exacta del modelo. Para extraer la figura es necesario
retirar el molde.
La principal ventaja de este procedimiento es la estrecha tolerancia dimensional, la cual no
puede conseguirse mediante otros procesos. Es posible conseguir dimensiones ajustadas de
0,002 mm por mm. Es un proceso en el que tenemos que controlar numerosas variables, pero
obtenemos un acabado superficial excelente. Es un proceso caro, por lo que se utiliza para la
fabricación de preseries y prototipos, pudiendo ser utilizado en volúmenes de producción
bajos.
Esta forma de trabajar el metal (bronce), requiere un largo, costoso y complicado proceso
junto con una perfecta y adecuada combinación de diversos oficios: para el proyecto general y
la coordinación, los escultores; para los primeros pasos, los moldeadores; para la labor de
horneado, los fundidores y para el acabado, los cinceladores y patinadores.

Índice

 1La técnica tradicional de la cera perdida con bronce


o 1.1Trabajo con el modelo
o 1.2Creación del molde
o 1.3Proceso de fundición
o 1.4Desmoldado y acabado
 2Referencias
 3Véase también
o 3.1Notas
 4Bibliografía
 5Enlaces externos

La técnica tradicional de la cera perdida con bronce[editar]


Trabajo con el modelo[editar]
Se elabora un modelo provisional de cera siguiendo el diseño que ha ideado el artista. Si la
obra va a ser monumental, los modelos iniciales se hacen a escala, para trabajar más
cómodamente. La utilización de la cera se debe a que su textura, dúctil y blanda, permite
modelar con más facilidad, hacer tanteos y añadir o quitar elementos con gran detallismo y
provecho. Actualmente existen otros materiales que pueden sustituir a la cera de abeja, como
la parafina, la gelatina, el látex o la silicona.

 Proceso de Moldeo a la cera perdida


Modelo de una manzana en cera de abeja.


El mismo modelo realizado en parafina.

Modelo hecho en escayola con un molde bivalvo.


Molde macizo de arcilla, parcialmente abierto, para que pueda apreciarse la colocación de
los bebederos y los clavos de sujeción; además del orificio principal y el alma o macho.

La escultura de bronce recién extraída, con los “bebederos”, antes del acabado.
A veces se realiza un paso intermedio para conseguir mayor perfección. Sobre el modelo de
cera (u otro material equivalente) se construye un molde bivalvo, a partir de dos piezas de un
material plástico que se endurezca sobre el modelo. La mayoría de los moldes de esculturas
pequeñas se hacen de yeso, pero se pueden también hacer de fibra de vidrio o de otros
materiales. Cuando el material del molde fragua, se abre y se extrae el modelo de cera. El
molde debe ser prácticamente estanco, lo que obliga a fijarlo fuertemente con unos ganchos,
y, por un orificio, se vierte en su interior escayola líquida. Endurecida la escayola, la pieza se
"desmolda", obteniendo una reproducción en positivo casi idéntica al modelo de cera, pero la
escayola permite apreciar mejor el resultado real, corregir posibles errores y repasarlo con
mayor corrección (por medio de limado, esgrafiado o bruñido).
Creación del molde[editar]
Partiendo de un modelo elaborado en cera (un material maleable y fácilmente fundible), este
se forra con un material maleable pero que endurezca despacio (escayola o arcilla) y que
sea refractario (que resista la acción del fuego sin alterarse). Se aplican tantas capas como
sea necesario, para crear un molde hermético, de una sola pieza.
Se colocan soportes de acero o de otro metal (“clavos” o “alambres”) que se introducen en el
modelo para sujetar el núcleo, que habrá de formar la parte hueca de la escultura. Igualmente,
se suelen abrir pequeños orificios, llamados “bebederos”, que se pueden realizar
colocando canutos de papel encerado, que atraviesan el molde. Por el orificio principal, en
forma de embudo, se vierte el material fundido. Actualmente, la primera capa se hace
de material cerámico refractario, de gran precisión, compuesto de polvo de sílice, el resto
puede ser de ladrillo refractario más basto.
Cuando se ha endurecido el molde definitivo, con sus “bebederos” y “clavos”, si la escultura es
pequeña, se puede verter directamente el bronce fundido hasta amacizarlo. Si la figura
es monumental es conveniente conseguir que sea hueca, pues la cantidad de bronce puede
ser excesiva, repercutiendo tanto en peso como en coste económico.
Para obtener una escultura hueca se vierte por el orificio principal una pequeña cantidad de
cera que quede adherida a las paredes del molde cubriendo por completo su superficie
interna; se pueden verter varias capas para obtener un mayor grosor de la futura capa de
bronce. A este proceso se le conoce como el método directo, que fue el primero en ser
desarrollado y que no permite que existan más reproducciones de la misma obra, ya que se
pierde durante el proceso.1 El interior sigue quedando vacío y se rellena con una sustancia
que va a actuar como un núcleo provisional: una solución de ladrillo poroso molido y escayola,
por lo que al endurecer queda un alma ligera pero maciza y resistente, sujeta por los “clavos”
del molde, de modo que no se mueve y no deforma la cera. El molde, convertido en un bloque
sólido y resistente, ya se puede llevar al horno de mufla.
En el método indirecto, se hace un molde de la pieza a reproducir. Este consta de una parte
blanda, que se hace en la actualidad con silicón, antes del siglo XX se usaba la gelatina. Tiene
un contramolde rígido, que puede ser de yeso o fibra de vidrio. Por medio de baños se va
añadiendo la cera, hasta lograr el grosor deseado. Este molde puede ser reutilizado para
generar más originales múltiples.

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