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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Alumnos:
Profesor:
TRUJILLO – PERU
2014
Pastos y Forrajes
INTRODUCCIÓN
1. ENSILADO
Pastos y Forrajes
1. que las asociaciones de gramíneas y leguminosas eran la principal fuente de energía,
vitaminas y minerales para la alimentación animal.
2. que la mayoría de las hojas eran pérdidas en el proceso de henificación;
PRODUCCIÓN DE ENSILAJE
El proceso de producción de ensilaje puede ser dividido en cuatro etapas: (1) cosecha;
(2) transporte al silo; (3) compactación; y (4) sellado hermético.
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Recursos disponibles (superficie a cosechar y distancias, equipos y
construcciones, mano de obra, capital, asistencia técnica, insumos, etc.).
Un bovino adulto que consume 50 por ciento de su ración de 10 kg de MS por día bajo
la forma de ensilaje, recibiría 5 kg de ensilaje en base de MS. Para alimentarlo durante
un período de 180 días, serían necesarios 900 kg of ensilaje MS/animal, lo que equivale
a 3,6 t de corte de forraje fresco con 25 por ciento de MS. Asumiendo una pérdida de 15
por ciento de ensilaje, se precisa ensilar un total de 4,14 t/cabeza de forraje en base MS.
Esto equivale a un volumen de 2,3 m3 de capacidad de almacenamiento en silo por
animal, asumiendo una densidad de 0.6 t/m3.
Efectuando las mismas estimaciones y cálculos para el caso de una cabra, sería preciso
disponer de 108 kg de ensilaje de MS a una tasa de consumo de 0,6 kg/día, lo que
equivale a 497 kg de corte de forraje fresco por animal que deben ser ensilados, y un
volumen de 0,83 m3 por animal a reservar en la capacidad de almacenamiento del silo.
4. Antes de sellar el silo para impedir la penetración de aire y de agua se debe expulsar
el máximo de aire del interior del silo.
5. El ensilado y el sellado del silo se deben realizar en el tiempo más breve posible.
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6. Durante la explotación del silo para alimentar los animales, el área de ataque del silo
debe ser lo más reducida posible para que la superficie expuesta al aire sea pequeña.
Esta operación debe ser lo más rápida posible.
Aunque la capacidad total de ensilaje en una finca depende tanto del número y el tipo de
los animales como del período de alimentación con ensilaje, es recomendable que para
reducir las pérdidas a un mínimo, no se almacene todo el ensilaje requerido en un único
silo. La mejor estrategia es preparar silos que puedan ser consumidos individualmente
en un tiempo breve; de este modo el tamaño de cada silo dependerá de la ración diaria
en ensilaje por animal y del número de animales que serán alimentados con dicho silo.
En cuanto al plan de alimentación anual, la mejor estrategia es ensilar durante diferentes
períodos del año y explotar cada silo después de aproximadamente 60 a 70 días de
conservación. De esta forma el ensilaje tendrá óptimas posibilidades de tener de una
buena fermentación y reducir al máximo todo deterioro aeróbico. No obstante, el
momento de ensilado también depende de las condiciones de crecimiento de las plantas
y de la disponibilidad de forraje en estado adecuado para ser ensilado.
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Calidad del silaje:
a) bacterias apropiadas
Estos son los deseables, siendo difícil separar la importancia de cada uno de ellos y son, los
que limitan el buen éxito de un buen silaje.
Pastos y Forrajes
Cultivos de forrajes más utilizados como pastos de corte y ensilaje:
En las regiones tropicales uno de los cultivos más usa- dos como pasto de corte y
ensilaje, es sin lugar a duda el pasto Elefante o Gigante (Pennisetum purpureum,
Schumach).
En Venezuela tenemos más de 26 variedades e híbridos, los cuales son muy fáciles de
establecer, poco exigentes en relación a suelos, de rápido crecimiento, responden
eficientemente a la fertilización, rinden altos rendimientos por hectáreas y cuando se
someten a un manejo adecuado se hacen perennes.
Además, se adaptan a cualquier altura hasta más de 2.000 m. sobre el nivel del mar.
Ensayos realizados en Venezuela han demostrado que el híbrido Taiwan A-146 se
adapta a alturas mayores de 2.500 m.
Otras gramíneas usadas como pasto de corte son Guatemala (Tripsacum laxum, Nassh),
Prodigio (Trip- sacum latifolium Hich) ,Sorgos Forrajeros, entre los cuales existen unos
pertenecientes al género Sorghum vulgare hoy Sorghum bicolor, y otros al género
Sorghum sudanense. Con menos frecuencia son usados los pastos Pará (Brachiaria
mutica), Guinea (Panicum maximum, Jacq.) y Alemán (Echinochloa polystachya,
Hich), Maíz (Zea Mays), éste último particularmente para ensilaje. Entre las
leguminosas, la más usada en clima templado es la Alfalfa (Medicago sativa L.).
Además, podemos utilizar asociaciones con las leguminosas tropicales de los géneros:
Phaseolus, Desmodium, Stylosantes, Glycine, Indigofera, Clitoria, Calopogonium, etc.,
los cuales han dado excelentes resultados en otros países.
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COSECHA DE FORRAJE
Tipo de forraje
En los trópicos, tanto por tradición como por razones prácticas, el principal forraje
conservado son gramíneas. Recientemente, el uso de leguminosas forrajeras, tanto
herbáceas como leñosas ha comenzado a tomar auge. A pesar del interés de este tema,
hay pocos estudios sobre las modalidades para incorporar la tecnología del ensilaje. En
el caso particular de bancos de proteínas con leguminosas leñosas, un problema serio es
la mecanización de la poda. Cuando se ensilan juntos pastos con leguminosas, se debe
asegurar que la mezcla se realice antes de la puesta en el silo. La proporción óptima
entre pastos y leguminosas es una mezcla de 70:30. La mejor manera de mezclar los dos
forrajes es introducirlos simultáneamente dentro de la trituradora. Si es preciso
marchitar el forraje, se recomienda cortar el pasto primero y después comenzar a cortar
la leguminosa; esto evita el riesgo que la leguminosa se seque demasiado y pierda gran
parte de sus hojas.
Pre-tratamiento
Después del corte hay varias labores previas a la puesta en silo, y, según el orden de
importancia, estas son: triturado, marchitado y acondicionamiento. El triturado permite
realizar una mejor compactación y excluir más fácilmente el aire favoreciendo un
desarrollo rápido de la fermentación láctica y contribuye a optimizar la capacidad de
almacenamiento del silo. El triturado requiere un equipo especializado. Se puede usar
una trituradora fija puesta al lado del silo para triturar el forraje que se transporta desde
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el campo; o bien, un remolque que alza el forraje del campo y lo tritura. Un tamaño de
triturado entre dos y cuatro centímetros facilita el proceso de alimentación -ingestión,
regurgitación y rumia. Por otra parte dejar marchitar el forraje antes de ensilar tiene
varias ventajas. Si el desecado asegura un contenido de MS entre 30 y 35 por ciento, no
se producirá efluente, se reducirá el desarrollo de microorganismos indeseables, se
promoverá una mejor fermentación y se aumentará el consumo. También se reducirá o
eliminará la presencia de metabolitos antinutricionales (p.ej. taninos y alcaloides) de
ciertos forrajes como leguminosas herbáceas o leñosas y hojas de yuca. Sin embargo,
este forraje no se debe desecarse a más de 40 por ciento de MS, de lo contrario perderá
sus hojas. El tiempo requerido para marchitar el forraje depende de las especies
forrajeras y de las condiciones climáticas. Este proceso puede demorar entre cuatro y 24
horas, dependiendo del grosor de los tallos.
Además del tiempo necesario para cortar el forraje, es preciso contar el tiempo para su
transporte y su triturado, que preceden el ensilado.
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Sistemas de corte para fincas grandes
La labor de ensilar en gran escala es un proceso complejo. Son necesarios una buena
coordinación y un apoyo logístico eficaz para cosechar el mayor volumen posible de
forraje en el menor tiempo posible.
Los factores esenciales para organizar la campaña de ensilaje deben incluir la potencia y
el número de tractores, el tipo de cosechadoras de forraje, el número y la capacidad de
los remolques, el estado mecánico de la maquinaria, la distancia entre el cultivo
forrajero a cosechar y el silo, y los equipos e insumos necesarios en las técnicas para
preparar, acondicionar y suplir el forraje.
Cosechadoras de forraje
Las cosechadoras pueden ser automotrices o remolcadas por un tractor. Existen tres
tipos de segadoras dependiendo del mecanismo de corte que realicen, a saber:
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Remolques cosechadores
Métodos de compactación
Una gran variedad de implementos son usados para aplicar aditivos, dependiendo del
tipo de aditivo y cuando se agrega; por ejemplo, si se hace en el momento de triturar o
después que el forraje ha sido ensilado. Cuando se ensilan grandes cantidades, lo más
práctico es agregar el aditivo durante el uso del remolque cosechador aprovechando la
turbulencia creada por el soplador para asegurar una mezcla homogénea.
La aplicación manual de aditivos líquidos se hace con equipo muy sencillo, bastando un
recipiente con una manguera con regador, o una bolsa si el aditivo es sólido. Si el silo
tiene paredes anchas también se puede usar un asperjador a presión o una pequeña
distribuidora centrífuga de fertilizantes.
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Condiciones ideales:
Los valores de ácido láctico pueden ser de 8 a 9% del material seco. Se conoce que no
hay suficientes carbohidratos disponibles para producir todos los ácidos orgánicos, sin
embargo, hay otros carbohidratos menos aprovechables que son también utilizados en el
proceso del ensilaje.
Pastos y Forrajes
Como dato apropiado, se citan los materiales
necesarios para la construcción de este tipo de silo.
La melaza es uno de los preservantes utilizados con mayor frecuencia, debido a su bajo
costo y a su alto contenido de carbohidratos aprovechables. Estas mejoran la calidad del
ensilaje y lo conservan. Las proporciones comúnmente usadas están en el orden del 2 al
10%. Esto varía según la edad y la clase del forraje a ensilar. Otros preservantes son el
metabisulfito de Sodio en polvo. Este se añade en proporción de 3 a 4 kgs. por tonelada
de pasto. El uso de más de estas cantidades reduce considerablemente la aceptación por
parte del animal.
Otros preservativos usados son granos de maíz molido, de avena, etc., los cuales se
utilizan de 50 a 75 kgs por cada tonelada de pasto. La cantidad añadida depende del
contenido de humedad del pasto.
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Tipos de silos
Silo trinchera
Este tipo de silo se puede construir en la ladera de un cerro, loma, etc., y consiste en una
zanja abierta en la tierra con paredes desnudas o recubiertas con concreto o bloques.
Debe ser construido cerca del establo, preferentemente en una ladera para facilitar la
excavación. Los terrenos duros y arcillosos son preferidos a los arenosos o sueltos.
TIPOS DE SILOS
En las grandes fincas existen silos con capacidades de 100 m3 o más, altamente
mecanizados que son llenados y vaciados mecánicamente. Esto aumenta la eficiencia
del empleo del tiempo y reduce el costo de la mano de obra. Sin embargo, en fincas
pequeñas con pocos animales, los recipientes con capacidades de hasta 200 litros que se
llenan manualmente son silos muy eficaces. El ensilado debe ser siempre empacado en
forma compacta y mantenido bajo condiciones anaeróbicas. Al usar bolsas se debe
sellar la boca y atándola para mayor seguridad; apilar las bolsas en forma piramidal,
sobre una plataforma y protegerlas con una cubierta.
Se recomienda que para sitios de silos permanentes su base sea dura e impenetrable y
pueden ser:
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Silos verticales
Los silos verticales pueden hacerse de concreto, zinc, madera, metal o plástico. Deben
tener forma cilíndrica para facilitar la compactación. Los silos verticales son ideales
para asegurar una buena compactación, debido a la gran presión que se va acumulando
en su interior a medida que se va agregando forraje y aumenta la altura del ensilado.
Esto protege al ensilaje de quedar expuesto al aire durante el proceso de ensilado y la
explotación del silo. Debe asegurarse que el forraje a ensilar en esta forma tenga por lo
menos 30 por ciento de MS, para evitar que ocurra un escurrimiento de efluente y al
mismo tiempo para aprovechar al máximo la capacidad del silo vertical.
Silos horizontales
Este es el tipo de silo más usado en la práctica y pueden tener forma de trinchera sobre o
bajo tierra. Los silos trinchera (cajón) sobre la tierra tienen paredes laterales de concreto
o de madera. El silo horizontal está muy difundido porque en sus diversas formas se
puede adaptar una modalidad que coincida con las condiciones específicas de la finca.
Sin embargo, comparado con el silo vertical, es más difícil asegurar un sellado
hermético.
Las paredes de la fosa deben tener una cierta inclinación con una pendiente 1:4.
Las pérdidas de material ensilado en el silo de trinchera llegan alrededor de un 18%.
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La cantidad de pasto a ensilar debe ser calculada previamente, de acuerdo al número de
animales que se tengan y de los días de verano. La siguiente tabla da una idea de la
cantidad de pasto a suministrar a los animales:
Supongamos que en una finca se necesita tener pasto ensilado para un período de 80
días, los animales a los cuales se les va a dar silaje son: 20 vacas, 1 toro, 16 mautes y 10
becerros.
Para trazar un silo, se necesitan 8 estacas, una cinta métrica y cuerdas. Con las cuatro
primeras estacas, marcamos el ancho y el largo del silo correspondiente a la parte
inferior y con las cuatro restantes marcamos el ancho superior.
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Construcción del silo:
Una vez marcado el silo sobre el terreno, procedemos al movimiento de la tierra, que
puede hacerse con un "buldozer" o arado de vertedera, o también con pico y pala. El
fondo del silo debe tener también una pendiente hacia la entrada del mismo con una
inclinación de 1:4.
Las paredes laterales así como el fondo puede ser revestidas con concreto, ladrillo o
bloques para darle una mayor duración.
Silos parva
Son silos que no requieren una construcción permanente. Pero, también es el tipo de silo
con mayor riesgo para que ocurran daños en el material de cobertura que protege al
ensilaje y que es indispensable para mantener el ambiente anaeróbico.
En Cuba, se hicieron silos parva de gran tamaño conteniendo 500 t o más, pero sin usar
una buena cobertura plástica para el sellado. Bajo estas condiciones la condición
anaeróbica sólo se logró en el centro de la parva ensilada, y en toda la parte externa de
la parva el forraje se descompuso. En este caso las pérdidas de ensilaje superaron el 25
por ciento.
En algunas fincas grandes se emplean los silos al vacío. Estos requieren usar dos
cubiertas plásticas. El forraje se deposita sobre una cubierta colocada sobre el suelo.
Luego se cubre con la segunda cubierta plástica, cuando la altura de la parva de forraje
todavía permite que los bordes de ambas cubiertas plásticas se junten para poder
sellarlas. El silo se sella con un sistema especial de vacío extrayendo el aire. Este
procedimiento se repite al tercer día después de sellar el silo, para extraer los gases
formados durante la fermentación inicial, parte de la humedad generada por la
respiración y para dar salida a posibles efluentes.
Otro tipo de silo sin paredes rígidas es el "silo embutido." Este usa un tubo de
polietileno, sellado en un extremo y con un anillo metálico en el otro. Se usa una prensa
para verter y empujar el forraje comprimido dentro del tubo e ir formando
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progresivamente un verdadero "embutido" con cerca de 2 m de diámetro y una longitud
proporcional al volumen de forraje ensilado.
SECADO O DESHIDRATADO
Una vez cortado es importante reducir la humedad del forraje antes de almacenar, para
evitar posible enmohecimiento, esta práctica se realiza de la siguiente manera:
Dejar la materia verde cortada en el mismo terreno, expuesto al sol secado durante 2 a 3
días, si es necesario esto depende de la cantidad de humedad del forraje.
En el transcurso de estos días, voltear el forraje por dos o más veces al día, para acelerar
el secado hasta alcanzar una humedad óptima de 60 a 70%
El forraje está en condiciones óptimas de humedad cuando las hojas del forraje aun no
empiezan a caerse.
Es recomendable que durante este periodo no se deje rociar el forraje con las lluvias.
Dentro de este tipo, existen dos formas para construirlos, uno de ellos es el llamado palo
a pique que consiste en ir colocando uno al Iado de otro, enterrados en el terreno,
troncos de madera a una altura de más o menos 2,80 m y 0,40 m de profundidad. Estos
troncos formarán una pared de madera. En igual forma se hace en el lado opuesto a 4 m
de distancia, quedando una construcción semejante a una calle. Dichos troncos vienen
luego unidos por medio de alambre grueso con separaciones de 0,50 m. cada uno. La
descarga del pasto picado se hace por medio de zorras y la compactación con tractor o
también usando la picadora estacionaria. Debido a lo laborioso de su construcción y al
hecho de que su duración es más o menos igual a otros tipos Bunker rústicos, no se
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recomienda su empleo, salvo en aquellas condiciones en que no se disponga de otros
materiales.
Existe otro tipo de silo Bunker, propiamente llamado "rústico" el cual se construye
utilizando horcones, también tubos, alambres gruesos, malla ciclón y las usadas para
hacer carreteras, polietileno, papel alquitranado.
Construcción:
Sobre un terreno plano, seco y de buen drenaje se marcan con estacas los lugares donde
van a ir colocados los horcones o los tubos, éstos irán a una distancia no menor de 1,50
m ni mayor de 2,50 m enterrados a 0,40 m y con una altura máxima de 2,80 m.
Silos Bunker
Toneladas Largo Ancho m. Altura m.
100 23 4,30 1,70
150 30 5,00 1,70
250 35 5,00 2,40
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Una vez colocados los horcones o tubos y estantillos, se procede a colocar la malla
ciclón, teniendo cuidado de ponerla lo más tensa posible, luego será amarrada con
alambre grueso N° 10 distanciados unos 50 cm. cada uno. De igual manera se procede a
construir otra empalizada en frente de la primera y a distancia apropiada de acuerdo a la
tabla antes mencionada.
Lo primero que se debe hacer antes de construir el silo es buscar el sitio apropiado, debe
estar situado en un lugar donde no se encharque y que sea lo más plano posible.
la función debe tener profundidad de 0,30 m. con ancho también de 0,30 m. Para las
paredes se pueden usar bloques de 15 ó 30 de concreto o de arcilla.
Materiales Cantidad
Cemento 60 sacos
Bloques cemento de 15
1,500
cm.
Cabillas 3/8" 32
Cabillas 1/2" 24
Cabillas 1/4" 10
Granzón 12 m3
Arena 6 m3
Piedra para fundación 2 m3
Clavos de 2" 1 kg
Madera de encofrado
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El silo Bunker portátil
Para tal fin se usan varios materiales en la construcción de estas paredes portátiles entre
las cuales podemos señalar las siguientes: madera aserrada en tablas, marcos de madera
con malla de alambre, paredes construidas con láminas de metal. Estas paredes se hacen
en secciones de 2 a 4 metros de largo por 1 a 1,5 de alto. Colocándose las secciones una
a continuación de otra, soportada por estantillos con pie de amigo en la parte exterior de
las paredes. Las distancias entre los estantillos de 1 a 1,5 m. Fijándose las secciones a
los estantillos con alambre o mecate. Las dimensiones del silo pueden ser variables. Sin
embargo, se recomienda que las paredes no tengan más de 24 metros de largo, por el
llenado rápido del silo. El ancho del silo está sujeto a la disponibilidad ya la misma
condición anterior, pero puede variar entre 4-6 y 8 metros. Un silo de 24 metros de
largo, 8 metros de ancho y una altura de 1,5 m. puede almacenar de 150 a 200
toneladas, dependiendo más que todo del repicado. Compactación y la especie de pasto
a ensilar. Para llenar un silo de 200 toneladas se recomienda la siembra de 10 a 15 Has.
con sorgo, maíz o elefante. Los cuales pueden ser cortados en el caso del maíz, cuando
el jojoto esté en leche, en el caso del sorgo cuando la panoja esté formada (entre 50 y 65
días). El pasto Elefante debe cortarse para ensilar entre los 45 y 50 días, al cual
previamente se le ha dado un corte de uniformidad a los tres o cuatro meses después de
su establecimiento.
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porcentaje de humedad de alrededor del 15% en el forraje, lo que asegura su
estabilidad.
La vía húmeda llamada «ensilado», que se aplica tanto a las gramíneas forrajeras
como al maíz y, eventualmente, a subproductos alimenticios como la pulpa de
remolacha, los bagazos de cerveza, etc. Es difícil tener éxito con algunos
forrajes como la alfalfa, bajos en azúcares y con alto contenido en nitrógeno
soluble, que produce malos olores.
2. La tasa de llenado del silo debe marchar a la par con la tasa de compactación el
forraje.
3. Todo el proceso requiere trabajar con rapidez y el silo debe cerrarse idealmente en un
día y al máximo en tres.
Fincas pequeñas
El ensilaje en pequeña escala sólo incluye el uso de una trituradora fija. Todas las
actividades se hacen manualmente o recurriendo a la fuerza animal. Para ensilar 2 t de
forraje al día se necesitan dos personas, un carro tirado por animales de trabajo y una
trituradora fija, con motor eléctrico o accionada por la toma de fuerza de un tractor.
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El programa de rutina para la producción de silo debiera ser:
Si fuese preciso marchitar el forraje, se ensila el corte hecho en la tarde del día anterior
para así asegurar el mayor contenido de carbohidratos soluble, o por la mañana si se
necesita un período más largo para el secado.
Debe cuidarse de cortar sólo la cantidad de forraje que puede ser transportada en la
jornada, para así minimizar las pérdidas ocasionadas por la respiración del forraje y el
desarrollo de microorganismos aeróbicos.
Para asegurar un buen sellado no es preciso que la cubierta de polietileno sea de una
sola pieza; si se asegura una buena solapa entre las piezas se pueden utilizar incluso
cubiertas plásticas recicladas que se encuentren en buenas condiciones (sin
perforaciones) siempre y que cubran bien todo el silo. Sobre la cubierta de plástico se
colocan cuidadosamente objetos pesados de superficie lisa como neumáticos viejos,
bolsas de arena o tierra.
El ensilado comienza después que se ha revestido el interior del silo con una cubierta
plástica. El forraje picado se coloca en capas sucesivas de 20 cm, agregando los aditivos
que se requieran en cada capa. No se recomienda ensilar forraje con menos de 25 por
ciento de MS. Se compacta el forraje haciendo caminar una persona sobre cada capa,
primero en la periferia para acercarse progresivamente al centro.
La puesta en silo se finaliza haciendo una cúpula en el tope, la cual se debe cubrir
inmediatamente con plástico y asegurarla con objetos pesados colocados sobre la
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cubierta. Al usar barriles de metal o de plástico como recipientes, deben colocarse boca
abajo. Los recipientes pueden guardarse bajo techo o ser cubiertos con plástico o
planchas sueltas.
Silos horizontales
Los silos horizontales pequeños (2 m alto, 1 m ancho) se ubican bajo techo. La forma
ideal es la de un cajón rectangular con sus cuatro paredes. En silos con ambos extremos
abiertos el llenado debe comenzar al centro, tratando de ganar altura y evitando que el
forraje se desparrame hacia los extremos, ya que una capa con menos de 40 cm no se
conserva bien. La compactación la hace una persona. En silos a la intemperie se debe
asegurar que el agua no pueda penetrar al silo.
Bolsas plásticas
Fincas grandes
La cantidad de forraje que puede vaciarse dentro del silo en una jornada de trabajo
dependerá del tiempo requerido para compactar el forraje. La experiencia práctica
Pastos y Forrajes
indica que según el tipo de forraje, el tiempo (t) requerido es de 15 t si el forraje está
picado en trozos mayores a 6 cm; 10 t para forraje marchito; y 5 t para forraje fresco
picado en tamaño menor a 2 cm. Esto significa que en una jornada de 12 horas de
trabajo al día, se pueden ensilar en promedio 48 t si el forraje tiene trozos grandes, 72 t
si está marchito y 144 t si el forraje es forraje verde triturado fino. Puesto que las
cubiertas de plástico no son muy resistentes, deberían usarse sólo una vez. Para reducir
costos, se puede comprar plástico sobrante de la campaña precedente a un precio
reducido o incluso reciclar cubiertas en buen estado.
2. HENIFICADO
Durante esas etapas en que no hay forrajes verdes surge la necesidad de alimentar al
ganado con el forraje excedente de primavera y/u otoño. Pero el forraje verde es un
producto perecedero y sólo puede conservarse transformado mediante técnicas
especiales.
Para los animales resulta beneficioso recibir alimentos secos (henos) en épocas en que
la hierba joven es demasiado acuosa. Y, por el contrario, el disponer de un alimento con
un mayor contenido en agua (ensilado) será un complemento equilibrado en los
períodos en los que domina la alimentación seca.
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Cuando en un vegetal separamos la parte aérea de la raíz, aquélla queda privada del
suministro de agua y de elementos nutritivos. Pero sus células aún permanecen vivas
durante un cierto período de tiempo a expensas de sus principios nutritivos, que
permiten la respiración e, incluso, procesos de síntesis.
Segado éste, se elimina vapor de agua por los estomas de las hojas y células exteriores a
velocidad constante, hasta que alcanza un 65 por 100 de humedad. Entonces se cierran
las estomas y sólo se evapora agua a través de las células exteriores de la epidermis. La
velocidad decae progresivamente.
El resultado es que las hojas se desecan mucho más rápidamente que los tallos, que
carecen de estomas. Una parte del agua que contienen se evapora después de su
transferencia a las hojas.
Existe una serie de técnicas encaminadas a agilizar este proceso de evaporación de agua,
a acelerar la muerte de la planta e impedir la actividad de hongos y bacterias.
La principal razón para incluir heno en las raciones de los animales rumiantes (vacas,
ovejas y cabras) y en las de los caballos, es proporcionar energía para sostener las
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diferentes actividades productivas, como son la producción de carne, leche, lana y
trabajo. También porque los rumiantes necesitan algo e alimento fibroso. Si se les da
heno a temprana edad, los terneros desarrollan el rumen y se previene la anemia. Por
otra parte, este tipo de alimento proporciona la energía a mucho menor costo que los
alimentos concentrados. En el caso de los rumiantes y de los caballos los henos tienen
mucha menos importancia como proveedores de proteínas, minerales y vitaminas, que
como proveedores de energía. En cambio el heno tiene mucha mayor significación
como fuente de vitaminas, minerales y proteínas, que como fuente de energía en el caso
de los animales monogástricos (por ejemplo, las aves y los cerdos).
Los siguientes hechos fundamentales, explican brevemente las diferencias entre los
animales, respecto al valor relativo del heno como fuente de los diversos elementos
nutritivos:
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Las relaciones simbióticas entre las bacterias gastrointestinales y el huésped, no
están tan bien desarrolladas en el caballo como en los rumiantes, pero son
mucho mejores que en los cerdos o en las gallinas.
Los animales con estómago sencillo, tienen que confiar para obtener la energía
que necesitan, en alimentos que puedan ser digeridos por enzimas elaboradas por
su propio organismo.
Los animales con estómago sencillo, tienen que recibir con su ración
aminoácidos ya formados.
Los animales con estómago sencillo, tienen que recibir con la ración, las
vitaminas del complejo B y la vitamina K.
2 - TIPOS DE HENO
Aunque existen henos preferidos, una gran variedad de leguminosas y pastos se pueden
utilizar y se utilizan con buenos resultados para preparar heno; el tipo que se produzca
depende del suelo, inclusive pH, clima, etc.
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Siempre que sea factible, se recomienda que se cultive una leguminosa para preparar
heno porque, en comparación con los pastos, las leguminosas son más ricas en
proteínas, vitaminas y minerales, su rendimiento es mayor y fijan nitrógeno cuando se
las inocula, porque las bacterias (rizobios) que están en sus raíces captan el nitrógeno
atmosférico libre. Sin embargo, muchas veces es preferible una mezcla de pastos y
legumbres por razones de sabor y facilidad de henificado.
He aquí los principales cultivos para heno y los aspectos más importantes de cada uno:
2. Heno de cereales. Los cereales como la cebada, la avena, el centeno y el trigo son
buenos cultivos para heno si se siegan cuando los tallos y las hojas están verdes todavía.
Producen un heno más nutritivo si se siegan en la etapa en que los granos están blandos.
En comparación con las leguminosas y la mayoría de los pastos, los henos de cereales
rinden menos y no son tan nutritivos. En general son pobres en proteína, calcio y
caroteno, y si se los deja madurar suelen ser más ricos en fibra que los cultivos para
heno más comunes.
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El heno de avena es un alimento excelente para caballos. Se henifica con facilidad y a
los caballos les agrada. El heno de avena es pobre en proteína, de modo que su valor
alimenticio se acrecienta mucho cuando se da junto con alfalfa o alguna otra
leguminosa.
3. Tréboles. Los tréboles suelen cultivarse para heno en combinación con pastos. La
combinación de trébol y fleo es la más popular. En comparación con la alfalfa, los
henos mezclados de trébol y fleo contienen menos proteína y su calidad no es tan buena.
Los pastos suelen ser más pobre en proteína y calcio, más rico sen fibra y menos
sabrosos que los henos de leguminosas comunes, y, con excepción del Sudan grass y de
los sorgos híbridos, no rinden tanto como la mayoría de las leguminosas. Sin embargo,
crecen en condiciones más diversas que la mayoría de las leguminosas y muchas veces
ocurren como vegetación nativa en regiones incultivables.
Otras consideraciones a tener en cuenta a la hora de elegir las especies para henificar
son las siguientes:
Los henos hechos con leguminosas suelen ser más rico sen proteína y minerales que los
henos de gramíneas. La mayoría de los henos de gramíneas incluyen cierta cantidad de
trébol. La alfalfa (Medicago sativa) es una leguminosa muy importante que se cultiva en
muchos países para preparar heno. El valor del heno de alfalfa radica en su contenido,
relativamente alto, de proteína bruta, que puede llegar a los 200 g/Kg de materia seca si
se trata de alfalfa segada al comienzo de la floración.
En ocasiones, los cereales se siegan en verde para hacer heno, lo que suele hacerse
cuando el grano se encuentra en estado “lechoso”. El valor nutritivo de los henos de
cereales segados en esta fase de madurez, es semejante al de los henos hechos con
gramíneas maduras, aunque el contenido en proteína es algo más bajo. En la tabla
Pastos y Forrajes
siguiente se indica la composición de los henos preparados con distintas especies. Las
cifras no indican las variaciones en el valor nutritivo. Si se tienen en cuenta los
extremos, es posible producir henos de excelente calidad, con contenidos en proteína
digestible superiores a 115 g/Kg de materia seca y valores de energía metabolizable
superiores a 10 MJ/Kg de materia seca. Por el contrario, los henos de mala calidad,
hechos con hierba madura cosechada en malas condiciones climáticas, pueden presentar
contenidos en proteína digestible negativos, con valores de energía metabolizable
inferiores a 7 MJ/Kg de materia seca; el valor nutritivo de este tipo de productos, no es
mayor que el de la paja de avena
Pastos y Forrajes
Nutritivo de este tipo de productos, no es mayor que el de la paja de avena.
Pastos y Forrajes
Características de varias especies forrajeras
Fase de crecimiento
Planta
Estado fisiológico de cosecha
forrajera
Leguminosas
Medicago
10 - 50 % de floración
sativa
Gramíneas
Lolium
Floración temprana
multiflorum
Festuca
Floración temprana
arundinácea
Sorghum 25 % de floración
bicolor 0.75 - 1.0 m de altura
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3 - MÉTODOS DE HENIFICADO
3.1.1. Siega
Su resistencia al embozado.
Dos son los principios básicos generalizados para realizar la siega: el empleo de cuchilla
y contracuchilla, que actúan durante el corte como una tijera, produciendo un cierre por
aplastamiento en las zonas cortadas, y el corte con golpe con una cuchilla desplazándose
a alta velocidad (sin contracuhilla), que solo producirá un corte limpio si la velocidad se
suficientemente alta y la cuchilla está bien afilada, pero sin el aplastamiento y cierre de
la zona cortada.
Para realizar este trabajo existen básicamente dos tipos de segadoras, alternativas o
barras de corte, y rotativas. Las alternativas son las clásicas barras guadañadoras o
segadoras, que han sido durante mucho tiempo las principales máquinas de siega,
arrastradas por animales, acopladas lateralmente al tractor, o más recientemente
autopropulsadas (motosegadoras y cosechadoras de forraje). Pueden ser de dos tipos
seguían su mecanismo de corte, de dedos (barras normales) o de doble cuchilla.
La barra segadora realiza un corte limpio de la planta, lo que facilita un rebrote rápido,
pero es más lenta y frágil que los otros tipos de segadoras. Necesita un terreno uniforme
bien nivelado, especialmente para el trabajo de máquinas autopropulsadas de corte
Pastos y Forrajes
amplio. Es ideal para la siega de alfalfa y de cualquier planta que se espera rebrote
posteriormente. En cambio tiene problemas en la siega de cultivos forrajeros muy
densos como veza-avena o praderas encamadas. Requiere un mantenimiento de
cuchillas cuidadoso, siendo recomendable su afilado frecuente.
El corte se produce por la acción conjunta de las dos piezas componentes de la barra,
una móvil y otra fija (inmóvil) que actúa de contracuchilla. Los tallos son cortados por
la acción de las dos, que actúan como tijeras.
En las barras de doble cuchilla que carecen de dedos, existen dos sierras accionadas de
forma contraria, lo que permite un mayor rendimiento y un menor número de atascos.
Aparte de las barras de corte citadas, movidas por la toma de fuerza del tractor, hay que
destacar la existencia de máquina autopropulsadas con el mismo sistema de corte, bien
de pequeño tamaño, como las motosegadoras, útiles para el trabajo en pequeñas o
medianas parcelas, bien de gran tamaño (más de 2 m de ancho de corte), aptas para las
grandes explotaciones. Estas últimas, se fabrican hoy combinadas con rodillos
acondicionadores, denominándose la máquina segadora-acondicionadora
autopropulsada.
Pastos y Forrajes
La segadoras rotativas producen el corte por impacto sobre el tallo de varias cuchillas
que giran a gran velocidad. Producen más daños en planta, desgarros, y los fragmentos
más pequeños pueden desaparecer entre el rastrojo, de la pradera o cultivo, perdiéndose
como tal cosecha. El rebrote de las plantas es más lento a consecuencia de los daños
realizados. Son máquinas de mayor rendimiento y más fácil mantenimiento que las
barras segadoras. Aunque necesitan más potencia de tractor son muy versátiles y pueden
aplicarse en toda clase de praderas y cultivos forrajeros.
Pueden clasificarse, según la posición del eje, en horizontales (de mayales) o verticales
(de tambores o discos).
Las segadoras de mayales son muy poco utilizadas para henificación, aunque son
bastantes populares como máquinas para ensilado. Realizan un trabajo útil en praderas
densas, sin atascos, rasgando y troceando bastante el forraje, pero producen gran
pérdida de foliolos y hojas en las leguminosas.
Las segadoras rotativas verticales pueden ser de tambores o de discos. Las de tambores
suelen llevar dos o cuatro tambores, cada uno con varias cuchillas, accionados de forma
que giran en sentido inverso dos a dos, lanzando el forraje hacia atrás entre cada dos
tambores vecinos, obteniéndose cordones bien formados.
Pastos y Forrajes
Segadora de tambores
Segadora de discos
Pastos y Forrajes
Segadora de discos
Dentro de los dos tipos de corte citados (segadoras alternativas y rotativas) existen
máquinas que acoplan uno u otro sistema de siega a los rodillos acondicionadores
clásicos, constituyendo las llamadas segadoras-acondicionadoras. En una sola pasada
realizan tres operaciones: siega, acondicionado, e hilerado, reduciendo costes y
mejorando calidad, al reducir el tiempo de secado en un 30-40 %, según circunstancias
climatológicas.
Los trabajos de siega conviene realizarlos después de la salida del sol, una vez que el
forraje ha perdido algo de humedad y rocío de la noche.
En lo que respecta a la altura de corte, conviene hacerla a 5 cm del suelo. De esta forma
se facilita el secado del forraje, ya que habrá una circulación del aire más libre a través
de la masa forrajera segada.
Pastos y Forrajes
Contenido de materia seca de un forraje de ray-grass italiano según los distintos
métodos de siega y acondicionado
3.1.2. Secado
Los factores que determinan la rapidez de la pérdida de agua del forraje a henificar son:
el clima, la cantidad y disposición de la hierba en la hilera y el tipo de planta.
Pastos y Forrajes
A nivel de planta individual, la pérdida de agua se produce a través de las hojas,
mientras que el agua de los tallos se elimina en parte después de su traslocación a las
hojas. También existen diferencias entre especies en cuanto a la rapidez de desecación,
siendo en general las gramíneas más rápidas que las leguminosas, y entre éstas el trébol
blanco más lento que otras plantas.
Pastos y Forrajes
casos el forraje bien hilerado para protegerlo del rocío o posibles lluvias. El secado en
hileras, aunque más lento, se hace necesario para obtener un heno de calidad.
En condiciones secas normales, con uno o dos pases de rastrillo hilerador es suficiente
para un heno de calidad, el primero a las 24 ó 36 horas del corte y el segundo (si es
necesario) entre 24 y 36 horas antes de empacar.
El empleo de desecantes como el ácido fórmico para acelerar la pérdida de agua ha sido
ensayado en Inglaterra, y aunque el tratamiento es efectivo, su empleo no está muy
difundido en la henificación, aunque sí en el ensilado.
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rastrojo para que la hierba segada quede aislada del suelo, generalmente mas frío y
húmedo.
Debe procurarse que la anchura del acondicionador sea igual a la de siega (relación 1/1),
ya que con las relaciones inferiores de 1/2 a 1/3, que se encuentran en algunas
máquinas, el acondicionado es menos intenso y los tiempos de secado llegan a aumentar
hasta en 5 horas.
Acondicionadores de rodillos
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La velocidad periférica de los rodillos es de tres a cuatro veces mas rápida que la de
avance de la máquina, para que se produzca la succión de los tallos y su aplastamiento,
además de obligar a la hierba a salir de la maquina a mayor velocidad que la de avance,
formando un baraño suelto y aireado que no precise sucesivos esparcidos y aireados.
Acondicionadores de dedos
Consiguen el lacerado del forraje por su choque contra varias filas de dedos, montados
en un eje horizontal animado con movimiento de rotación.
Los dedos han evolucionado pasando de las formas rectas a las de Y invertida, con lo
que la parte inferior del tallo (con mayor consistencia) recibe más golpe que la superior.
Sin embargo, un empleo poco cuidadoso del acondicionador de dedos puede ocasionar
excesiva pérdida de hoja en las leguminosas, sobre cuando se actúa en condiciones
secas.
Pastos y Forrajes
Recientemente se han introducido (aunque, por el momento, no se comercializan en
España) acondicionadores maceradores que actúan aplastando fuertemente la hierba,
que queda en el suelo formando un tapiz de muy pequeño espesor. Algo similar se
consigue con unos rodillos de púas de nylon que giran con velocidades ligeramente
diferentes y un lanzador-esparcidor que esparce muy uniformemente el forraje sobre
todo el campo segado. Con estos sistemas se acelera notablemente el secado de la
hierba, siendo especialmente apropiados para acelerar este proceso en climas húmedos.
Voltear los cordones de manera que se pongan hacia arriba las partes más
húmedas.
Pastos y Forrajes
Cuando las características del rastrillo se adaptan preferentemente para realizar las
operaciones indicadas en los dos primeros grupos, se suele hablar de rastrillo
“hilerador”o “acordonador”, mientras que si se adaptan a los dos últimos se suelen
considerar como “volteador” o “henificador”.
Tres son los aspectos fundamentales que se deben analizar para valorar el trabajo de un
rastrillo:
Los daños en el forraje siempre están en relación con el grado de humedad de éste. Así,
con el mismo rastrillo, se tienen pérdidas del 1-2% en el momento de la siega, 4-5% en
el acordonado y si el heno está próximo a la desecación estas pérdidas pueden alcanzar
del 8 al 10%.
Rastrillos de soles.
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3.1.3. Empacado y transporteEn la cadena de recolección, después de conseguir que el
contenido en humedad de la hierba sea suficientemente bajo, es necesario proceder a la
recogida y, por tratarse de un material de baja densidad, a su compresión, para reducir
su volumen de almacenamiento.
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El mayor inconveniente es el alto coste de realización, por kilogramo de heno.
Pastos y Forrajes
ordenadamente, en forma de almiar prismático sobre el remolque, haciendo el
cruzamiento automático de las pacas del conjunto para darle una mayor rigidez. Puede
llegar a cargar las 150 pacas de su capacidad normal en 15-20 minutos, haciendo la
descarga posterior en bloque, basculando hacia atrás la plataforma del remolque.
Otro modelo de remolque autocargador, tras recoger las pacas del suelo por un tobogán,
las eleva y deposita alineada en una especie de rampa o pista de cuatro pisos
horizontales que ocupa totalmente el remolque. La descarga se hace de la misma forma
que la carga, pero en sentido inverso, de manera ordenada, utilizando el tobogán, que
puede orientarse en distintas direcciones y alturas, a fin de conectarlo a una cinta
transportadora para subir las pacas al almiar.
Las grandes pacas cilíndricas se obtienen por enrollamiento progresivo del forraje en un
tipo de máquina denominado rotoempacadora. Las dimensiones de estas pacas oscilan
entre 1,6 y 1,8 m de diámetro, con una longitud o altura de 1,5 a 1,7 m. Los pesos varían
entre 400 y 700 Kg para el heno y 250 a 450 Kg para paja.
Rotoempacadoras trabajando
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Con ciertos tipos de ganado en explotaciones en las que el consumo del heno vaya a
hacerse en zona próxima a la parcela de producción, pueden descargarse con la misma
rotoempacadora en dicha zona, a la intemperie, más o menos agrupadas, ya que las
pérdidas por lluvia son escasas, y protegidas del ganado por un pequeño cercado se
reparten y distribuyen cuando sea necesario. Este sistema disminuye notablemente los
costes, tanto de empacado como de transporte. La utilización en autoconsumo
directamente en el campo es fácil con determinados tipos de ganado, con lo que el
proceso de distribución también se abarata enormemente. Concretamente su consumo
por vacuno en grandes comederos de rastrillo de sección clásica en V, es bastante fácil.
Conviene también citar un tipo de remolque que distribuye el forraje de las rotopacas,
desenrollándolo progresivamente y facilitando así su consumo por el ganado. Esto
puede ser especialmente útil en las explotaciones extensivas de gran número de cabezas.
Pastos y Forrajes
Empacado de grandes pacas prismáticas
3.1.4. Almacenamiento
Las pacas de heno convencionales se apilan formando montones o almiares, unas veces
al aire libre, lo que no es muy corriente debido al elevado precio del heno, y otras en
heniles o cobertizos que las protegen de la lluvia. Este tipo de construcciones deben ser
lo más diáfanas posibles, con una altura mínima de 4 m y normalmente cerradas por el
lado o lados de los vientos de lluvia dominantes en la zona.
Pastos y Forrajes
Las dimensiones del henil han de fijarse según el volumen previsible de pacas, que irá
en función del peso total de heno recolectado y de su densidad. En condiciones
españolas, el valor medio suele ser de 130 Kg/m3. El heno debe quedar perfectamente
protegido de la lluvia y del sol, pero bien ventilado.
Las pacas cilíndricas grandes ofrecen mejor protección ante la lluvia debido a su
sistema de elaboración por enrollamiento, aunque se debe evitar depositarlas en sitios
húmedos. Si se almacenan al aire libre es aconsejable disponerlas en un lugar abrigado
de los vientos húmedos. El apilado de estas pacas es difícil y los montones muy
inestables, por lo que deben detenerse precauciones al moverlas. Caso de disponer de
sitio suficiente al aire libre, pueden dejarse horizontalmente unas junto a otras sin
formar montones.
Las pacas cilíndricas al aire libre durante todo un invierno, sólo se humedece por la
lluvia en los 3-4 cm exteriores, manteniéndose el resto del heno perfectamente seco.
Pastos y Forrajes
en una pequeña experiencia de Infante y col. (1980) en Extremadura, con heno de veza-
avena, se compararon tres sistemas de almacenamiento y conservación del forraje
cosechado:
De lo expuesto se deduce que, para las zonas de verano seco, el heno que vaya a ser
utilizado en el verano y otoño siguiente a su recolección puede ser conservado en
rotopacas a la intemperie, siendo su calidad semejante a la de las pacas guardadas en
henil y abaratándose el almacenamiento en la medida de no ser necesaria alguna para su
conservación, al menos en inviernos de lluvia normal.
El gran enemigo del forraje en proceso de henificación es la lluvia. Por eso, en los
países del norte de Europa, debido a lo imprevisible y frecuente de las precipitaciones,
Pastos y Forrajes
se han desarrollado técnicas para evitar este peligro. Se ha extendido el sistema de
secado del heno en almacén o henil, a base de ventilación forzada.
Este método permite recolectar el heno en un estado mucho más precoz, y de forma más
rápida, lo que redunda en la mejor calidad del mismo.
Para que el coste energético sea menor, es fundamental trabajar con un forraje no
demasiado denso y homogéneo, es decir preferentemente sin empacar (a granel), o bien
en pacas de baja presión.
Pastos y Forrajes
suelo del almacén, formada por un suelo enrejillado o emparrillado, de madera u otro
material, o bien paneles reticulados soldados apoyados en soportes separados ente 0,90
y 1,20 m. Este tipo de plataforma debe tener una resistencia de unos 1300 Kg/m2
cuando el forraje está húmedo, para alturas consideradas como máximas de 5-6 m en la
pila de heno almacenar sobre dicha plataforma de secado, que suele ocupar casi toda la
superficie de almacén-henil.
Se necesita también prever una cierta altura libre por encima del montón, sobre todo
cuando se utilizan sistemas de manipulación a granel, consistentes en una grúa-puente
situada en el techo, con unos sistemas de garras o brazos articulados para mover el
heno.
La velocidad del aire a través del forraje debe ser de 20 cm por segundo, mientras que a
la salida del ventilador no debe superar los 8 m/s en el conducto principal, con unas
aberturas hacia el área emparrillada de secado de sección suficiente para una velocidad
inferior a 4 m/s. Esto exige en la plataforma de secado que la superficie cubierta por
madera u otro material sea inferior al 40 %, dejando libre el paso del aire en un 60% del
área total.
En todo momento se pueden distinguir tres zonas en el montón de forraje, una primera
seca, en la base, que constituye un obstáculo a la penetración del aire hacia las capas
superiores; una segunda intermedia, en proceso de secado, y una tercera en la zona de
arriba todavía húmeda y no secándose, pues el aire que le llega está saturado de agua.
Cuando se maneja el heno en pacas es conveniente presecarlo hasta un 30-40% en
campo, e introducir las pacas progresivamente. Cuatro o cinco capas el primer día, y
tras ventilar unos 3-4 días, volver a introducir otras 2 ó 3 capas a la vez, continuando así
sucesivamente. Esto sugiere otro de los sistemas de ventilación forzada en el cual el
forraje se seca sobre un área de ventilación de dimensión reducida, diferente del lugar
de almacenamiento, lo que supone una doble manipulación.
Esta variante ofrece la ventaja de un secado mucho más rápido al limitar la altura de la
masa de forraje ya seca, y reducir el área de ventilación. Sin embargo, la superficie
mínima de ventilación implica, para un mismo caudal el aire, una mayor velocidad a
través del forraje, y por tanto un ventilador de más potencia y mayor consumo
energético. En consecuencia, esta solución no parece muy aceptable, salvo que las
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construcciones existentes no se adapten al sistema de secado en almacén habitual o bien
en los casos en que la doble manipulación que se exige al heno esté estudiada de una
forma simple y eficaz.
Finalmente se debe indicar que, ya que la energía del calentamiento del aire constituye
un factor decisivo en cuanto a la rentabilidad de la instalación, cualquiera que sea el
método empleado, se están desarrollando sistemas de energía solar para este
calentamiento, a fin de sustituir a los quemadores de fuel-oil tradicionalmente
utilizados.
4 - PÉRDIDAS
Pastos y Forrajes
Acción de las enzimas vegetales
Es uno de los cambios que tiene lugar derivado de la continuación de la vida de los
tejidos de la planta. La respiración prosigue, hasta cuando la vida cesa, cosa que viene a
ocurrir aproximadamente cuando el forraje alcanza un contenido de agua inferior al 38
por 100. Durante el tiempo caluroso, seco y ventoso, la hierba húmeda, debidamente
manipulada y volteada mecánicamente, se deseca con gran rapidez, de modo que las
pérdidas ocasionadas por la actividad de las enzimas vegetales, son mínimas.
En los forrajes recién segados, las proteasas existentes en las células vegetales
hidrolizan rápidamente las proteínas con formación de péptidos, hidrólisis que prosigue
con cierta degradación de aminoácidos específicos. Sin embargo no se observa
disminución en el contenido de nitrógeno total. Por el contrario, al disminuir el extracto
no nitrogenado como consecuencia de la respiración de los tejidos de la planta aún viva,
se observa que relativamente el heno se enriquece en proteína. Falsa apariencia, ya que
las cantidades totales de compuestos nitrogenados no se alteran como consecuencia de
la desecación.
A las pérdidas antes referidas le sirve de compensación el que, mientras la planta sigue
viva, continúa fotosintetizando hidratos de carbono que sirven de contrapeso a los
gastados en respirar. Cuando el forraje está amontonado o acordonado, la proporción del
mismo que recibe luz es pequeña y, por tanto, despreciable la compensación
mencionada. Sin embargo, cuando por acelerar la desecación se extiende el forraje en la
parcela, prácticamente todo él queda bajo la acción de los rayos solares, y ambos
fenómenos, respiración y fotosíntesis, quedan en parte compensados durante las horas
diurnas. La disminución neta del extracto no nitrogenado es así menor.
Pastos y Forrajes
Para acelerar los procesos de desecación en el campo, se emplean una serie de aparatos
y métodos “acondicionadores” de rodillos lisos o estriados que destruyen la estructura
celular de las plantas, lo que permite al aire penetrar en la masa con más rapidez. Un
método más tradicional, que todavía se realiza en ciertas partes del mundo, en especial
Suiza, Italia, Alemania Occidental y Escandinavia, consisten en hacer heno en trípodes
o caballetes.
4.1.3. Oxidación
Pastos y Forrajes
compuesto afectado es la provitamina caroteno, precursor de la vitamina A. El caroteno
se oxida con gran facilidad y este proceso es acelerado por la temperatura y la acción
fotoquímica del sol. Por ello, cuando la temperatura es alta y el sol intenso, se produce
un heno de color pajizo, señal inequívoca de la pérdida importante de la provitamina. En
tal situación, extender el forraje en la parcela causaría, aparte de una fuerte pérdida de
hojas por desecación rápida de éstas, una desaparición prácticamente total del caroteno.
De ahí que en climas de centro y sur de España conviene, al menos en verano, henificar
con el forraje ahilerado para conservar al máximo el caroteno. Lógicamente la
disminución del caroteno es más fuerte en las primeras horas de henificación que en las
últimas. En condiciones normales se han registrado pérdidas de hasta un 15 por 100 en
las primeras seis horas y de un 25 por 100 después de dos días. A los efectos de la
alimentación de rumiantes, un heno de alfalfa normal tiene, a pesar de tan graves
pérdidas, suficiente caroteno para satisfacer las necesidades nutritivas del animal.
Únicamente existe problema cuando la alfalfa se utiliza como fuente de vitamina A
dentro de una ración cuyos restantes constituyentes son pobres en ella.
Cuando el forraje está recién cortado y aún fresco, se conserva todavía la integridad
celular y es difícil, por tanto, que le agua de rocío o lluvia pueda penetrar en su interior.
Pastos y Forrajes
El lavado que entonces se produce es nulo o despreciable. Posteriormente, en cambio,
cuando el agua cae en el momento en que el heno está a medio hacer y las cubiertas
celulares han perdido su típica impermeabilidad, el agua penetra hasta el interior de las
células, arrastrando consigo no sólo los elementos minerales solubles (sales), sino
también los hidratos de carbono (azúcares) que no hayan desaparecido por combustión.
A estos efectos de lavado, es más grave la lluvia cuando se produce de forma tardía que
cuando ocurre inmediatamente después de la siega.
Durante el proceso de desecación, las hojas pierden humedad con más rapidez que los
tallos, haciéndose quebradizas y fácilmente desmenuzables durante la manipulación. La
manipulación mecánica excesiva puede determinar la pérdida del material foliar y,
puesto que las hojas henificadas son más ricas en nutrientes digestibles que los tallos, el
heno resultante puede ser de bajo valor nutritivo. La pérdida de hojas durante la
desecación es más fácil que ocurra con las leguminosas, como la alfalfa. En la
actualidad se dispone de distintas máquinas que permiten reducir las pérdidas debidas al
desprendimiento de las hojas. Si la hierba es machacada o aplastada, el ritmo de
desecación de las hojas y tallos no es tan diferente. El empacado del heno en el campo
con un contenido en humedad de 300-400 g/Kg, y la subsiguiente deshidratación por
ventilación forzada, reduce notablemente las pérdidas físicas.
Pastos y Forrajes
Pérdidas en el secado al sol del heno de alfalfa, en relación con el tiempo de
permanencia en el campo, para reducir la humedad hasta un nivel apropiado para
almacenar
Pastos y Forrajes
sensiblemente. El calor tiende a acumularse en el heno almacenado en masa, pudiendo
producirse la combustión.
Pastos y Forrajes
pero pueden volverse de color marrón; el color marrón oscuro de los henos
sobrecalentados, o de otros alimentos, puede atribuirse a las reacciones de Maillard.
Los cambios que tienen lugar durante el tiempo de conservación tienden a aumentar la
proporción de los componentes de la pared celular y a reducir el valor nutritivo.
Pastos y Forrajes
4.3 Conservadores del heno
El fin perseguido al emplear conservadores del heno es poder almacenarlo con niveles
de humedad que, si no se usaran dichas sustancias, determinarían un grave deterioro por
enmohecimiento. Se han estudiado numerosos compuestos, pero los que han recibido
más atención han sido el ácido propiónico y su derivado menos volátil bis propionato
amónico. Para los henos cuyo contenido en humedad es de 300 g/Kg, el nivel de
utilización de estos productos químicos es de unos 12 Kg/t, que deben distribuirse
uniformemente. Los henos de contenidos en humedad del orden de 400-500 g/Kg
pueden conservarse perfectamente, tras la aplicación del propionato, siempre que se
almacenen correctamente y el aditivo se aplique en cantidad suficiente y se distribuya
uniformemente.
Más recientemente, el buen efecto del tratamiento de la paja con amoníaco anhidro ha
estimulado los estudios del tratamiento del heno con dicho gas. El amoníaco anhidro
inyectado en las pilas de pacas de heno húmedo cubiertas con plástico, ha aumentado la
estabilidad, en condiciones aerobias y anaerobias, y mejorado el valor nutritivo del heno
(aunque existen cierto peligro de que se formen toxinas).
Almacenamiento
Las pacas de heno convencionales se apilan formando montones o almiares, unas veces
al aire libre, lo que no es muy corriente debido al elevado precio del heno, y otras en
heniles o cobertizos que las protegen de la lluvia. Este tipo de construcciones deben ser
lo más diáfanas posibles, con una altura mínima de 4 m y normalmente cerradas por el
lado o lados de los vientos de lluvia dominantes en la zona.
La realización de estos almiares se facilita mucho disponiendo de paredes desde apoyar
las pacas, pudiéndose utilizar elevadores mecánicos de pacas o simples cintas
transportadoras, para facilitar el trabajo de los operarios.
Pastos y Forrajes
Un cargador telescópico facilita la formación de almiares de gran altura
Las dimensiones del henil han de fijarse según el volumen previsible de pacas, que irá
en función del peso total de heno recolectado y de su densidad. En condiciones
españolas, el valor medio suele ser de 130 Kg/m3. El heno debe quedar perfectamente
protegido de la lluvia y del sol, pero bien ventilado.
Pastos y Forrajes
galvanizadas, sujetadas mediante cuerdas y con algún peso encima.
Las pacas cilíndricas grandes ofrecen mejor protección ante la lluvia debido a su
sistema de elaboración por enrollamiento, aunque se debe evitar depositarlas en sitios
húmedos. Si se almacenan al aire libre es aconsejable disponerlas en un lugar abrigado
de los vientos húmedos. El apilado de estas pacas es difícil y los montones muy
inestables, por lo que deben detenerse precauciones al moverlas. Caso de disponer de
sitio suficiente al aire libre, pueden dejarse horizontalmente unas junto a otras sin
formar montones.
Las pacas cilíndricas al aire libre durante todo un invierno, sólo se humedece por la
lluvia en los 3-4 cm exteriores, manteniéndose el resto del heno perfectamente seco.
en una pequeña experiencia de Infante y col. (1980) en Extremadura, con heno de veza-
avena, se compararon tres sistemas de almacenamiento y conservación del forraje
cosechado:
Pastos y Forrajes
rotopacas a la intemperie, siendo su calidad semejante a la de las pacas guardadas en
henil y abaratándose el almacenamiento en la medida de no ser necesaria alguna para su
conservación, al menos en inviernos de lluvia normal.
Puede ser consumido sin problemas por cualquier tipo de ganado y constituir la
totalidad de la ración base. Tiene propiedades astringentes. Es ideal para iniciar a
rumiantes jóvenes en el consumo de forrajes. Por su gran estabilidad, el heno es
susceptible de comercialización.
Las pacas deben ser abiertas y el heno extendido sobre el pesebre o en una zona de
alimentación. Si se dispone de rastrillos especiales para heno se reducen las pérdidas.
Pastos y Forrajes
llena de heno desempacado que va cayendo hacia el rastrillo a medida que es consumido
ad libitum por los animales.
Hay diversos tipos de máquinas que permiten incorporar de forma mecanizada el heno a
los animales.
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6 - DESHIDRATACIÓN DE FORRAJES
Pastos y Forrajes
mundo de las industrias transformadoras, con unos objetivos comerciales que en más de
un 80% son las fábricas de piensos compuestos. Estas utilizan el forraje deshidratado en
forma de harina o gránulos -de alfalfa fundamentalmente- para incluirlo en pequeñas
proporciones en las raciones de aves y cerdo. Este mercado demanda el forraje seco por
su contenido en proteínas, caroteno y xantofila (pigmento que colorea la yema de los
huevos).
La alfalfa, con un 15-18% de proteína bruta, puede producir habitualmente entre 2000 y
2500 Kg/ha de proteína total, rendimiento que puede considerarse como máximo en
nuestras condiciones de cultivo, ya que ni las leguminosas grano, con producciones
proteicas por debajo de los 1000 Kg/ha, ni la soja, alcanzan los rendimientos citados.
En consecuencia es esta planta la que con más generalidad ocupa las deshidratadoras
actuales, si bien en Francia existen algunas cooperativas que, en la programación de
cultivos para la planta deshidratadora, introducen además, para alargar la duración de la
campaña, festuca, ray-grass o trébol, que son aprovechados generalmente por el ganado
de los propios agricultores cooperativistas. En España, la mayor concentración de
deshidratadoras se encuentra en las regiones tradicionalmente cultivadoras de alfalfa,
esto es Aragón (Zaragoza principalmente), Navarra y Lérida, en las cuales se concentra
casi el 70% de las instalaciones, seguidas por la zona del Duero, con un escaso 15%.
Existen diversos sistemas para la eliminación del agua de los forrajes (presión,
absorción, etc.), pero el más utilizado es la aplicación directa de aire caliente, como ya
hemos visto al hablar de la ventilación forzada. Dentro de este sistema el proceso puede
hacerse a baja (130 a 150 ºC) o alta temperatura (800-1000 ºC), siendo este último el
más empleado.
Pastos y Forrajes
La alimentación del cilindro secador se controla por un tornillo alimentador (A), cuya
velocidad depende de la temperatura de salida, media en el ciclón principal (E). De esta
forma el forraje con un elevado contenido de humedad entra más despacio que el forraje
seco. Este, se separa del chorro de aire en el ciclón y pasas a través de una válvula
rotativa(G), mientras que el aire húmedo se expulsa por un ventilador (F) y una
chimenea (H).
El forraje, ya deshidratado, pasa después al molino de martillos, donde es triturado en
forma de harina. Este puede ser el producto final en unos casos, mientras que en otros se
conduce después a una prensa granuladora (N) del tipo de las utilizadas en las fábricas
de piensos. La presentación en una u otra forma del producto final depende del sistema
de comercialización.
Pastos y Forrajes
La instalación de una deshidratadora exige una fuerte inversión que, por lo general,
queda reservada a asociaciones de agricultores o grandes empresas.
Como los gatos fijos suponen, aproximadamente, el 25% de los gastos totales, para la
rentabilidad de la instalación se ha de procurar un índice de ocupación lo más elevado
posible, ya que, en caso contrario, la elaboración de un kilogramo de producto seco
puede sufrir un incremento próximo al 20-30%.
Pastos y Forrajes
La forma posterior de presentar el forraje desecado (gránulos, pastillas, etc.), sí tiene
una cierta influencia en la ingestión, derivada de variaciones en la digestibilidad, aunque
muy ligeras.
Las vacas de leche pueden recibir forrajes deshidratados como único forraje durante
lactaciones enteras, sin ningún problema sanitario o reproductivo, ni del porcentaje de
grasa de la leche. La única condición es que consuman un poco de paja y que el forraje
no esté excesivamente picado. Recolectados en su punto óptimo, los forrajes
deshidratados cubren la producción de 15 a 18 Kg de leche, además de las necesidades
de mantenimiento (Jarrige, 1973). Sin embargo, dado su elevado precio, es evidente que
una alimentación basada exclusivamente en ellos es muy cara. Pero en cambio, la
incorporación de 1 a 5 Kg/día por vaca, como complemento a diferentes raciones de
base, principalmente ensilaje de maíz-urea, puede ser muy interesante.
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III. CONCLUSIONES
Otro problema en el fomento del uso del ensilaje es la falta de conocimiento técnico y
experiencia práctica, tanto de ganaderos como de especialistas en producción animal, de
los principios y las técnicas del ensilaje. Como parte de la tendencia actual hacia una
ganadería sustentable menos dependiente de insumos comerciales y materiales
importados, el ensilaje debe asumir un papel de mayor importancia.
CORTE
Los forrajes a ensilarse (abena, cebada) deben ser cortados cuando los granos de esta
especie están en estado LECHOSO. En este estado el forraje ha acumulado el máximo
de sustancias nutritivas (energias, proteínas, minerales y vitaminas) el proposito es
aprovechar estas sustancias nutritivas para la alimentación de las vacas y convertirlos en
LECHE.
PICADO
Los forrajes para ensilar deben ser picados en trozos de 1 a 2cm, esto con el fin de
facilitar el compactado y / o apisonado. Nota: se puede también ensilar los forrajes sin
picar, la mayor desventaja es que el apisonado tienen que realizarse con maquinaria para
que no ingrese aire
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HUMEDAD
La humedad es uno de los factores que debe tomarse en cuenta al momento de ensilar:
considerando adecuado cuando la humedad del forraje se ha reducido a un 60 y 70%
punto optimo para ensilar sin agregar otros productos y evitar enmohecimiento del silo.
El método empírico que permite estimar el porcentaje de humedad en el forraje, es el
método “GRAB - TEST” o método de la Bola, que consiste en comprimir con la mano
un puñado de forraje picado durante 20 a 30 segundos:
1. Cuando chorrea mucho jugo de la mano la humedad es Superior al 75%.
2. Cuando chorrea poco, pero la bola mantiene su forma al abrir la mano, la humedad es
de 70 a 75 %.
3. Cuando no chorrea jugo y la bola se expande lentamente al abrir la mano, la humedad
es óptimo entre 60 a 70%.
4. Cuando la bola se expande rápidamente al abrir la mano la humedad es inferior al
60%.
IV. BIBLIOGRAFÍA
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