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EH2607 Literatura y Memoria

Ximena Azua R.

Volverse Palestina: memoria y narración


Antonia Caviedes Herrera
“Volverse Palestina”, 2014, editorial Literatura Random House, presenta dos trabajos de
Lina Meruane. El primero de ellos, Volverse Palestina, puede leerse como una crónica de
viaje donde se narra el difícil retorno de la autora a los territorios ocupados por Israel en
Palestina, como también una búsqueda de su identidad y genealogía. Luego, Volvernos Otros,
es un ensayo donde también se regresa a Palestina pero por medio de la reflexión y de un
estudio intensivo del lenguaje utilizado para referirse al conflicto de la zona en cuestión.
Lina Meruane, es una escritora y docente chilena nacida en Santiago de Chile en 1970. Es
descendiente de palestinos e italianos. Estando en Nueva York, Meruane siente el llamado
palestino por medio de emisarios que la enfrentan a su lejano origen árabe. “Usted es una
palestina, usted es una exiliada. ¿Usted no conoce su tierra?”, le hace ver Jaser, un taxista de
origen palestino. Eventualmente Meruane viaja a Tel Aviv, Israel, para entender de primera
mano lo que allí se vive. El origen de Volverse Palestina, según las propias palabras de la
autora, radica en “esa experiencia [que la hizo plantearse] la idea de hacer algo a contrapelo,
y ese algo […] ha sido escribir esta crónica.”
Cuesta en un principio relacionarlo con la temática de memoria por el hecho de que Meruane
nos señala desde la primera página que ella no es palestina. Hasta antes de viajar a las tierras
en conflicto, cuando se habla de Palestina no se trata de una narración de su propia vida, sino
de algo heredado de sus abuelos en lo que ella nunca ha participado cercanamente. Pero ¿que
es la memoria? Para responder esta pregunta podemos examinar las definiciones de memoria
de la RAE que fueron destacadas y discutidas al comienzo del curso.
 10. f. pl. Libro o relación escrita en que el autor narra su propia vida o
acontecimientos de ella.
 11. f. pl. Relación de algunos acaecimientos particulares, que se escriben para ilustrar
la historia.
 12. f. pl. Libro, cuaderno o papel en que se apunta algo para tenerlo presente.
Estas definiciones tienen en común el transformar la memoria en escritura, pero también en
entenderla como una narración de hechos particulares y personales. Frases en los primeros
capítulos como “quizás con el tiempo se vuelvan chilenos comunes y corrientes. Como yo.”,
refiriéndose a los refugiados palestinos en Chile, separan categóricamente a la autora de una
identidad palestina, sin embargo, existe una transformación tal que hacia el final de su ensayo
Volvernos Otros encontramos un discurso diferente: “no soy israelí ni judía ni
verdaderamente palestina, sólo un poco árabe de apellido inverosímil y otro poco chilena,
pero ciudadana de diversos conflictos”. Es interesante estudiar lo que ocurre entre una
afirmación y la otra.
Construcción de la Memoria y la Narración
Si tomamos la narración como un impulso del ser humano para darle sentido al mundo,
además de ser el medio para expresar las memorias en forma escrita, podemos traducir el
deseo de Meruane de escribir las crónicas de su viaje a Palestina como la necesidad de generar
para sí misma una memoria acerca de este lugar hasta entonces tan lejano.
Si bien Meruane no fue parte del exilio físico que vivieron sus antepasados, se puede entrever
que es exiliada de lo que ella siente es su sangre y sus orígenes. Este exilio de su identidad
parte con sus abuelos y los primeros inmigrantes palestinos cuando se dejó morir el idioma
materno al ser tratado como “un código secreto vedado a los hijos: se comerían la lengua
antes de legarles a ellos el estigma de una ciudadanía de segunda”. Luego es su padre quien
en varias ocasiones a lo largo del libro y por distintos motivos se muestra reacio a volver a
Palestina, a la provincia chilena en que nació, e incluso hablar del pasado de su familia.
dándole la espalda al asunto reiteradas veces: “Habría sido cosa de acercarse al cruce pero
sus grades pies permanecieron hundidos […] mi padre se dio la vuelta y caminó en dirección
opuesta”.
Por esto al llegar a Israel no es tanto un regreso físico, ya que nunca ha estado ahí antes, pero
sí es un regreso a una parte de su memoria e identidad familiar que buscaba renacer. Son
nuevas amistades y tías lejanas que conoce en este viaje quienes la alientan, le heredan y la
ayudan a construir una memoria que luego usará para darle cuerpo y profundidad a su
narración.
Desde que fue interrogada y catalogada como sospechosa en el aeropuerto, Meruane pudo
sentirse palestina. Al vivir la represión del pueblo palestino en carne propia adoptó esa batalla
como propia, se imaginó lo que hubiera sido su vida si hubiese nacido ahí y en base a esto
surgió en ella esta memoria palestina que estaba alineada con las situaciones que veía y los
relatos que escuchaba. Tanto así que en su último día de viaje incluso se molestó con un
taxista israelí al sentirse discriminada por ser palestina, denotando como su transición estaba
completa. Pero no es tan fácil construir y aceptar una memoria, ella misma reconoce a modo
de cierre en Volverse Palestina que no sabe si ha vuelto, “no sé si nunca pueda”. Pero ya
estamos inclinados a creer, igual que su anfitrión, Ankar, que volver es ahora parte importante
de su vida.
Efectivamente con Volverse Otro Meruane vuelve a Palestina, si bien no físicamente, pero
con incluso más fuerza. En este ensayo Meruane desmenuza cada palabra que tiene algún
significado para el conflicto y nos da su interpretación a la vez que argumenta a favor o contra
de otros autores que se han referido al tema, lo que en conjunto crean una cruda y atrapante
narración sobre la opresión de palestina y las culpabilidades israelíes. En este ensayo se
aprecia como su memoria palestina fue reforzada a través de un gran estudio y reflexión sobre
el conflicto. Podemos decir que la construcción de la memoria está finalizada e instalada en
su persona.
Pero ¿una memoria artificial es suficiente para llevar adelante un relato que sea creíble? Debo
decir que al principio pensaba que no, y no era la única. En especial a lo largo de Volvernos
Otros, cuando la autora tomaba un papel tan decisivo, personal e incluso polémico al hablar
del conflicto israelí-palestino, era difícil no cuestionarse que tan cierto o verdaderamente
personal podía ser para ella cuando al parecer recién se involucró en él hace un par de años.
Después de todo se trataba de una persona chilena, no palestina. Incluso si aceptamos que
heredó parte de la nacionalidad palestina de parientes cercanos como sus abuelos, ¿significa
que también heredó este conflicto?
Si examinamos la historia del conflicto, prácticamente desconocida para mi antes de este
trabajo, hace siglos que el territorio palestino estaba controlado por el imperio otomano y
luego por el imperio británico. No fue hasta 1947 cuando Palestina se reconoció frente a la
Naciones Unidas como un estado, sin embargo, también se creaba en ese momento el estado
Israelí dentro de esta misma zona, a donde desde hace años habían llegado miles de judíos
escapando del holocausto principalmente. La comunidad árabe no aceptó esto en un
principio, pues Israel para ellos no era más que otra colonia y entonces comenzó el conflicto
israelí-palestino (judío-musulmán) que no ha hecho más que perjudicar a estos últimos,
reduciendo sus fronteras incluso hasta hoy, donde prácticamente la conformación de su
estado es imposible debido a la ocupación civil y principalmente militar que tiene Israel
dentro de lo que deberían ser sus fronteras.
Volviendo a los abuelos de Meruane, ellos eran palestinos cristianos, no musulmanes, que
llegaron a Chile huyendo del imperio otomano y su servicio militar obligatorio a principios
del siglo XX, antes de que el conflicto israelí-palestino oficialmente comenzara. Meruane se
refiere a esto en Volverse Palestina cuando Zima, una palestina musulmana, está hablando
sobre las emigraciones producto del conflicto:

“Espero que Zima termine la lavada para preguntar que serían mis abuelos. Zima
se queda un momento pensando. Dentro de este contexto…[…] no sé si cuentan.
No sé si existen… Ya pasó un siglo, me dice, dubitativa”

La diferencia en la religión y en las circunstancias por las que pasaron ambas familias, de
algún modo crean una barrera entre ambas y nos da una idea de lo que significa para Zima
ser palestino en la actualidad cuando añade que lo que realmente importa es “decidir volver
y quedarse”, algo que en ese momento no sucede con Meruane, pues hoy es profesora en la
Universidad de Nueva York.
Su nivel cercanía al conflicto es nuevamente mencionada en Volvernos Otros:

“Alguien me ha dicho mientras escribo que no me corresponden verdaderas velas


en este entierro, pero yo me digo que velitas me tocan. Las velas que arrastro
prendidas desde la sangre. Las que me traje, apagadas, aquella vez, de Beit Jala.
Las que estoy quemando al volver por escrito a Palestina”
Para mí fue este momento en que dejé de lado el cuestionarme su discurso y sus motivaciones,
y acepté la premisa en la que se insistía tanto a través del libro, de volverse palestina, de
volverse otro, ya sea por sangre, por experiencias, o por adoptar una memoria colectiva y
hacerla propia. Después de todo es cosa de cada uno decidir hasta donde llegan sus raíces y
su empatía o compromiso con la humanidad.
De alguna forma se puede relacionar esta misma disyuntiva, sobre la veracidad de adoptar
memorias políticas y colectivas, en el caso chileno cuando una persona joven es ignorada o
desestimada al manifestarse sobre la dictadura militar ya que “ni siquiera había nacido”, frase
que he escuchado muchas veces. Ya sea por pensar que es una narrativa que no les pertenece,
o porque es algo que creen sería mejor olvidar. Frente a esto yo discrepo, ya que al ser chilena
es parte de mi identidad. Sería deshonesto pretender que no sucedió o que ya no importa,
cuando es algo que afectó personalmente a tantas personas. Mientras el periodo de dictadura
permanezca en la memoria histórica, política y social, va a estar inevitablemente y con razón
en la memoria de las nuevas generaciones.
Por último, qué tan potente sea esta memoria va a influir directamente en que tan potente es
la narración sobre cualquier tema o acontecimiento. Por ejemplo, cualquier persona que
estudio en la región metropolitana debería al menos ser capaz de decir que los Selk’man
fueron un pueblo indígena del sur de Chile que ya no existe. Es lo que enseñan en los colegios.
Ahora, un grupo de personas de Magallanes puede crear una narración de esto mismo mucho
más detallada y mucho más potente, ya que es parte de su tierra y de sus raíces. Incluso,
según mi experiencia, lo llamarán genocidio, podrán nombrar personajes que participaron en
él, sabrán sus antecedentes y sus consecuencias. Es decir, al ser algo tan presente en su
memoria, son capaces de expandir su narración y usar un lenguaje más preciso y amplio. Esa
capacidad de utilizar el lenguaje es a lo que todos deberíamos aspirar al hablar sobre un tema
que no mueve o nos interesa, y entender de donde viene es el primer paso para eso.
Bibliografía
• La segunda (26 de noviembre de 2013). «Lina Meruane y su "Volverse palestina":
"Tuve que desnudarme literal y metafóricamente»
• Lina Meruane (2014) Volverse Palestina (1ªed.) Santiago, CH: Literatura Radom
House

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