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ACCIONES CAMBIARIAS DERIVADAS DE LOS TÍTULOS VALORES

Las acciones cambiarias son las que se amparan en la existencia de los títulos valores, en
tal sentido se debe presentar el mismo para hacer valer las mismas, por lo cual es claro
que la acción cambiaria es diferente a la acción causal, es decir, si un crédito ha sido
garantizado con una letra de cambio, la acción cambiaria es la que tiene como amparo el
titulo valor y no el crédito, es decir, se desvinculan la causa con el título valor.
Las acciones cambiarias son el principal derecho que posee el tenedor del título valor,
pues es mediante su ejercicio que podrá hacerse cobro del importe contenido en el título.
Efectivamente. Las acciones cambiarias facultan únicamente al tenedor legítimo del título
valor para exigir a los obligados cambiarios el cumplimiento de la prestación contenida
en dicho documento cambiario. Es decir, el pago efectivo de la deuda.
Jiménez (1992) señala:
“La acción cambiaria nace del título, y es consecuencia de la obligación que
contrae cada uno de los que en ella ponen su firma, sea como girador, endosante,
avalista o aceptante, comprendiéndose en este carácter, no sólo el girado que
aceptó, sino también, en su caso, al interviniente en la aceptación y al indicatario
que aceptó la letra en cumplimiento de la indicación hecha en el momento.”(p.
159)
Las acciones cambiarias toman nombres y características diferentes de acuerdo a la
persona contra la cual va dirigida. Hay al respecto 3 clases de acciones cambiarias que
pueden ser usadas de acuerdo al caso determinado: acción directa, acción de regreso y
acción de ulterior regreso o reembolso cambiario.

Los títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa, que puede ejercitarse
contra el obligado principal y/o sus garantes.
El mismo tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente a la acción directa, la
acción cambiaria de regreso, contra los endosantes, garantes de éstos y demás obligados
del título, distintos al obligado principal y/o garantes de éste.
Quien ha cumplido con el pago de un título valor en vía de regreso, puede repetir dicho
pago contra los demás obligados que hayan intervenido en el título valor antes que él,
ejercitando la acción de ulterior regreso. La misma acción corresponde a quien pague en
esta vía, contra los obligados anteriores a él.
ACCIÓN CAMBIARIA DIRECTA

El artículo 90.1 de la ley de títulos valores peruana vigente, ley 27287, establece que los
títulos valores confieren a su tenedor la acción cambiaria directa, que puede ejercitarse
contra el obligado principal y/o sus garantes.
La ley establece que puede ejercitarse contra el obligado principal y/o sus garantes. Como
vemos, la ley no señala quién es el sujeto activo de la acción directa, refiriéndose
solamente a los sujetos pasivos. Podemos señalar que el sujeto activo de la acción directa
es el tenedor legítimo del título valor, a quien se le debe hacer efectivo el pago a la sola
presentación del documento.
La cuestión estaría en determinar cuándo un simple poseedor puede probar que es el
legítimo tenedor del documento. Al respecto, el art. 45.1 de la Ley de títulos valores precisa
que el poseedor de un título valor transmisible por endoso, es considerado como tenedor
legítimo si justifica su derecho por una serie ininterrumpida de endosos.
Montoya (2000) expresa:
“Respecto a los sujetos pasivos, la ley anterior señala al aceptante y sus avalistas. La
actual, como vimos, considera al obligado principal y sus garantes. Obligado
principal, no solo es el aceptante sino también el girador, e cual, naturalmente,
puede tener garantes. Garantes, como son los avalistas y los fiadores, pues con
ambos institutos se asegura y respalda el cumplimiento de la prestación contenida
en el título valor.” (p. 148)
La Ley establece que prescribe a los tres años, a partir de su respectivo vencimiento, la
acción directa contra el obligado principal y/o sus garantes.

ACCIÓN CAMBIARIA DE REGRESO

El artículo 90.2 de la ley de títulos valores peruana vigente, Ley 27287, establece que el
tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente a la acción directa, la acción
cambiaria de regreso, contra los endosantes, garantes de éstos y demás obligados del título,
distintos al obligado principal y/o garantes de éste.

Es aquella que corresponde al tenedor legítimo del título valor y además a cada uno de los
obligados que haya tenido que efectuar el pago a un tenedor posterior, La acción de regreso
se ejercita contra cualquier obligado que puede ser el aceptante o sus avalistas. La
responsabilidad del endosante deriva del hecho de que por el endoso asume la posición de
un girador.
Solis (1995) señala:

“La acción de regreso es el derecho que incumbe al tenedor de una letra de cambio
para reclamar el pago del importe de la misma al librador o, en caso de haberlos,
a los endosantes anteriores a dicho tenedor, así como a los avalistas de todos ellos.
Se denomina “pago por vía de regreso”, toda vez que el tenedor reclama a las
personas que le precedieron en la firma de la letra; es decir, el tenedor reclama
siguiendo un orden inverso o de regreso en el sentido cronológico.” (p. 215)
La acción de regreso puede ejercerse contra cualquiera, algunos o todos los firmantes
anteriores, excluidos el aceptante y su avalista, sin tener que observar un orden
determinado cuando reclama a uno o varios de dichos obligados.
Al igual que en toda acción cambiaria, en la de regreso todos los obligados al pago lo
están con carácter solidario.
En suma, la acción de regreso faculta al tenedor del título valor a dirigirse contra los
endosantes, garantes de estos y demás obligados del título, distintos al obligado principal
y/o garantes de éste. Generalmente el obligado principal es el aceptante y sus garantes lo
son sus avalistas y/o, sus fiadores. Pero existen algunas situaciones en las que deja de
serlo, recayendo dicha calidad en el girador; tal es el caso, por ejemplo, de cuando se
produce el protesto por falta de aceptación de una letra de cambio, en la que, al no ser
aceptada, convierte a su girador en sujeto pasivo de la acción cambiaria directa-artículos
90.1 y 123-; ello sin perjuicio de que el tenedor pueda dirigirse contra los demás obligados
del título valor vía acción cambiaria de regreso.
La nueva ley señala que la acción de regreso se podrá ejercer en forma conjunta o sucesiva
a la acción directa. Sin embargo, tratándose de la letra de cambio parcialmente aceptada,
el art. 148 establece que el tenedor podrá ejercitar las acciones cambiarias que
correspondan, antes d vencimiento del título valor. Esta norma concuerda con los arts. 122
c) y 153.1 b).
La ley establece que prescribe al año, a partir de su fecha de vencimiento, la acción de
regreso contra los obligados solidarios y/o garantes de éstos.

ACCIÓN CAMBIARIA DE ULTERIOR REGRESO O REEMBOLSO

El artículo 90.3 de la ley de títulos valores peruana vigente, Ley 27287 establece que quien
ha cumplido con el pago de un título valor en vía de regreso, puede repetir dicho pago
contra los demás obligados que hayan intervenido en el título valor antes que él,
ejercitando la acción de ulterior regreso. La misma acción corresponde a quien pague en
esta vía contra los obligados anteriores a él.
Castillo (2009) expresa que:
“Implica la posibilidad que otorga la ley a quien pagó el título valor en la
oportunidad en que fue exigido, de solicitar el reembolso d pago que efectuó a
cualquiera de los obligados de regreso.” (p. 145)
Esta acción protege cambiariamente a quien siendo endosante pagó el título valor cuando
le fue presentado por el tenedor, es decir, que quien se convierte en el nuevo tenedor del
documento, puede hacer uso de la vía ejecutiva correspondiente para reembolsarse los
pagos que se vio obligado a realizar, como consecuencia de su condición de obligado de
regreso.
Si el pago efectuado es parcial, para el ejercicio de la acción cambiaria, deberá el tenedor
del título valor entregarle a quien efectuó tal pago y a costa de éste, la copia certificada
notarial o judicial del título valor con la constancia de haber sido parcialmente pagado.
Tal copia certificada tiene mérito ejecutivo.

La ley establece que prescribe a los seis meses, a partir de la fecha de pago en vía de
regreso, la acción de ulterior regreso contra los obligados y/o garantes de éstos, anteriores
a quien lo ejercita. Dentro de este mismo plazo debe ejercitarse la acción de repetición que
corresponda al garante del obligado principal contra éste.

REQUISITOS PARA EJERCITAR LAS ACCIONES CAMBIARIAS

Salvo disposición distinta de la Ley, para ejercitar las acciones cambiarias señaladas en
el Artículo 90 constituye requisito obligatorio:
a) En los títulos valores sujetos a protesto, haberse verificado el mismo.
b) En los títulos valores que sean objeto de formalidad que sustituya al protesto, haber
logrado la constancia de la falta de cumplimiento de la obligación conforme al Artículo 82;
o, de ser el caso, el protesto conforme a los Artículos 73 y 83.
c) En los títulos valores no sujetos a protesto, la tenencia del título cuyo plazo esté
vencido o resulte exigible la obligación según texto del documento o, en su caso, de la
constancia de la que trata el último párrafo del Artículo 18.
Además, en estos casos se requiere haber cursado información a la Cámara de Comercio
respectiva del incumplimiento, salvo que ello se cumpla conforme al último párrafo del
Artículo 87.
La falta de los requisitos señalados en los incisos a) y b) anteriores podrá subsanarse si
dentro de los plazos de prescripción de la respectiva acción cambiaria señalados en el
Artículo 96, el tenedor logra obtener, en forma expresa o ficta, el reconocimiento judicial
en su contenido y firma del título valor, por parte del o de los obligados respecto a quienes
se ejercite la correspondiente acción cambiaria.
En los títulos valores a los que se refiere el inciso a) que lleven la cláusula de que trata el
Artículo 52, se ejercitará la acción cambiaria por el sólo mérito de la cláusula "sin
protesto" y cumplir lo señalado en el inciso c) anterior.
El primer inciso contiene los requisitos obligatorios sin los cuales no se podrá ejercer las
acciones cambiarias. Cuando el legislador incorpora la frase “salvo disposición distinta
de la presente ley”, se entiende que existen situaciones en las que la misma ley, obvio,
posibilita el cumplimiento de requisitos distintos o alternativos para que proceda el
ejercicio de la acción cambiaria. Uno de esos casos lo encontramos en el art. 235, el cual
prescribe que en el caso del warrant que no represente además el crédito garantizado, la
acción cambiaria procederá siempre que:
a) Se hubiese solicitado la venta de los bienes dentro de los 30 días siguientes del
protesto o de la constancia de la formalidad sustitutoria; o, en los casos de haberse
incluido una cláusula que libera de protesto, desde la fecha de vencimiento del
crédito;
b) Se ejercite dicha acción cambiaria dentro de los treinta días siguientes de la fecha
de la venta de la mercadería; y,
c) El primer endosante no haya endosado el título liberándose de responsabilidad.
d) Entre los requisitos obligatorios, se indica que para que la acción cambiaria se
pueda ejercer contra títulos valores sujetos a protesto, este debe haberse
verificado; tal es el caso de la letra de cambio (art. 147); el pagaré (art. 161); la
factura conformada (art. 168); el cheque (art. 213); el warrant (art. 233); y el título
de crédito hipotecario negociable (art. 243), entre otros. Pero justamente en estos
títulos valores, es decir, en los “sujetos a protesto” es posible pactar el “sin
protesto”, conforme lo prevé el art.81.1, de modo tal que si existiese dicha cláusula
en el título con arreglo al art. 52, no se precisará pues de tal protesto notarial o
judicial.

Beaumont (2000) refiere:

“En los títulos valores sujetos a la formalidad sustitutoria al protesto, se debe


obtener constancia del incumplimiento de la obligación que será emitida por la
respectiva empresa del sistema financiero nacional, ESFN, a la cual el tenedor
presentó el título valor para su cobro. Dicha constancia o comprobación deberá
colocarse en el documento observando los plazos para el protesto que señala el art.
72.” (P. 134)
Asimismo, el tenedor podrá optar por e protesto notarial voluntario del título valor. Como
se recuerda, aquel es el caso de cheques y otros títulos valores cuyo pago debe verificarse
con cargo en cuenta bancaria, según cláusula que conste en el mismo documento cuya
constancia la coloca la empresa respectiva u otra con la cual la empresa designada
mantenga acuerdo de truncamiento a que se refieren los arts. 26.1, 26.3 y 25 de esta nueva
ley de títulos valores.
En los títulos valores no sujetos a protesto, es decir, los valores mobiliarios, los
certificados bancarios de moneda nacional y extranjera, conocimiento de embarque y la
carta de porte; se exige la tenencia del título valor cuyo plazo esté vencido o resulte exigible
la obligación. Tratándose de valores representados por anotación en cuenta se exigirá la
constancia de titularidad que expide la institución de Compensación y Liquidación de
Valores, la cual goza de mérito ejecutivo. Se requiere, además, la comunicación a la
Cámara de Comercio respectiva, salvo que una vez iniciada la acción cambiaria sea el
juez o Tribunal Arbitral quien curse copia de la demanda a la Cámara de Comercio
Provincial que corresponda.
El segundo inciso establece que el incumplimiento de los requisitos en los títulos valores
sujetos a protesto o formalidad sustitutoria, son subsanables, siempre que dentro de los
plazos de prescripción de la respectiva acción cambiaria, el tenedor logre el
reconocimiento judicial expreso o ficto, por parte de los obligados, del contenido y firma
del título valor.

PAGOS A RECLAMARSE CON EL EJERCICIO DE LAS ACCIONES


CAMBIARÍAS

El tenedor del título valor está facultado a exigir a aquel contra quien dirige la acción
cambiaria. Los siguientes pagos:

 El importe y/o los derechos patrimoniales representados por el título valor a la


fecha de su vencimiento. Como sabemos, los derechos patrimoniales son aquellos
derechos representados en un título valor, que pueden ser creditorios (o sea. una
suma de dinero) o recaer sobre mercaderías o bienes y los derechos de
participación.

 Los intereses compensatorios más moratorios que se hubieran pactado según el


texto del título valor o del respectivo registro o, en su defecto, los intereses
moratorios legales a partir de su vencimiento

 Los gastos de protesto o de la formalidad sustitutoria, en su caso, y otros


originados por la cobranza frustrada, incluido los costos y cosías judiciales o
arbitrales, debidamente sustentados, de haberlos. Los gastos de protesto son las
sumas pagadas al notario para que efectuara la notificación al obligado principal.

 La suma total pagada, es decir aquella indicada en el título valor; salvo el caso de
pago parcial, en que sólo podrá reclamarse la suma insatisfecha.

 Los intereses que correspondan, los cuales devengarán a partir del día en que se
efectúa el pago.
 Otros gastos, que son los derivados del protesto o formalidad sustitutoria. Los
costos y cosías judiciales o arbitrales.

Los obligados a reembolsar los pagos señalados, son aquello que antecedieron en la
tenencia del título valor al que efectuó el pago, es decir, los anteriores endosantes, el
girador y los avalistas y/o fiadores.
Los pagos materia de reembolso son:
- La suma total pagada, es decir aquella indicada en el título valor, salvo el caso
de pago parcial, en que sólo podrá reclamarse la suma insatisfecha.
- Los intereses que corresponda, los cuales devengarán a partir del día en que se
efectúa el pago.
- Otros gastos, que son los derivados del protesto o formalidad sustitutoria, los
costos y costas judiciales o arbitrales.

EJERCICIO DE LAS ACCIONES CAMBIARIAS

Las acciones cambiarías pueden ser ejercitadas coercitivamente por cualquiera de las vías
procedimentales contenciosas previstas en el Código Procesal Civil, es decir, el tenedor
puede optar por demandar en un proceso de conocimiento, abreviado o sumarísimo,
atendiendo a la cuantía pretendida o presentar una demanda ejecutiva. No cabe duda que
lo más conveniente para los intereses del tenedor es demandar en la vía procedimental
ejecutiva, ya que esta otorga mérito ejecutivo al título valor, esto es, que la sola
presentación del título acarreará que el juez. Ordene el pago de la deuda; lo que no sucede
en las otras vías procedimentales, pues en ellas el juez deberá escuchar a la otra parte
antes de ordenar el pago de la suma adeudada.

RECHAZO DEL EJERCICIO DE LA ACCIÓN CAMBIARIA POR EL OBLIGADO

Una vez iniciado el proceso ejecutivo, el obligado cambiarlo demandado puede


contradecir la demanda ejecutiva presentada por el tenedor, fundándose en lo siguiente:

 El contenido literal del título valor o en los defectos de forma legal de éste.

 La falsedad de la firma que se le atribuye.


 La falla de capacidad o representación del propio demandado en el momento en
que se firmó el título valor.

 La falla del protesto, o el protesto defectuoso o de la formalidad sustitutoria, en


los casos de títulos valores sujetos a ello.

 Que el título valor incompleto haya sido completado en forma contraria a los
acuerdos adoptados, acompañando necesariamente el respectivo documento
donde consten tales acuerdos transgredidos por el demandante.

 La falta de cumplimiento de algún requisito señalado por la ley para el ejercicio


de la acción cambiaría.

OPCIONES QUE TIENE EL TENEDOR DE UN TÍTULO VALOR SI ES QUE LA


ACCIÓN CAMBIARÍA RESULTA IMPROCEDENTE

En caso de que la acción cambiaría no resulte procedente, es decir que no logre conseguir
el pago del título valor, el tenedor puede optar por la acción causal y. en defecto de ésta.
La acción de enriquecimiento indebido. Estas últimas son las llamadas acciones
extracambiarias. Porque no surgen directamente del título valor, si no de las relaciones
subyacente a éste.
Como decimos, en defecto de la acción cambiarla o alternativamente a ésta, el tenedor
podrá cobrar el importe del título valor haciendo uso de la acción causal, la misma que
prescinde de las formalidades del título valor, basándose en forma exclusiva en las
obligaciones que surgen de la relación o negocio subyacente que le dio lugar. Lo cual
significa que coloca en primer plano al negocio jurídico que vinculó a las parles
originariamente, esto es. Una compraventa. Arrendamiento o cualquier otro negocio
jurídico que haya causado la emisión.
Aceptación, garantía o transferencia del título valor. Como vemos, la acción causal está
referida normalmente a los obligados inmediatos, vinculados entre sí por relaciones
jurídicas extracambiarias que habrían sido el origen del título valor.

IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN CAMBIARIA ENTRE SÍ

Las personas que ocupen la misma posición e igual responsabilidad en un título valor
responderán solidariamente frente al tenedor y no procederá la acción cambiaria entre
ellas y sus relaciones quedan sujetas a las disposiciones propias del derecho común.

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