Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Todo emprendimiento siempre requiere una dosis importante de planificación. Planificar es una
etapa básica y crucial de todo proceso de la administración, y es parte de la clave del éxito de la
gestión. Tanto para emprendimientos nacientes como para empresas en marcha, existe la
necesidad de planificar financieramente el desempeño de las empresas y cuando analizamos el
largo plazo, nos encontramos frente a la necesidad de formular y evaluar proyectos de inversión.
Como menciona Dumrauf, “los beneficios de realizar una planificación financiera son varios…
sabemos más acerca de lo que puede pasar y podemos prever posibles problemas antes que se
presentes. El proceso de raciocinio a que nos obliga es (…) valioso en sí mismo”.
En la planificación financiera de largo plazo, se ponen de relevancia las tres grandes decisiones
financieras: la inversión, la financiación y la política de dividendos. La política de inversiones es
quien ocupará un rol central.
La planificación financiera del largo plazo, comenzará por reflexionar sobre la política de
inversiones, la cual afectará los flujos de efectivo y los resultados de la compañía para los años
siguientes. Esta política tiene para Horngren, tres fases:
Los gerentes financieros conocen que la evaluación de proyectos forma parte de la planificación
financiera de largo plazo, y generará variaciones en la estructura de inversión y de financiación, tal
como vemos en la figura 1.1. La evaluación de proyectos, en términos genéricos, podría ser
comprendida como una decisión de ampliación o reducción de un determinado activo la cual
deberá ser financiada con algún mix de deuda y patrimonio neto, el cual por ahora dejamos con
signos de pregunta hasta que avancemos en la determinación de la composición óptima de pasivo
y patrimonio neto para financiar la inversión.
Las Decisiones Financieras: Una vez que hemos comprendido la visión económico-financiera de la
organización, podremos apreciar que existen tres decisiones clave para todo gerente financiero: la
decisión de inversión, la decisión de financiación y la decisión de dividendos. Los gerentes
financieros suelen llamar a estas decisiones como estratégicas, aunque lo cierto es que dentro de
la decisión de inversión existen decisiones de corto y de largo plazo, como así también en las
decisiones de financiación y dividendos. De esta manera, comprar una nueva empresa es una
decisión de inversión estratégica, sin embargo comprar dólares con los excedentes temporarios de
caja no lo es. Emitir acciones para financiar proyectos de inversión costosos es una decisión de
dividendos de largo plazo, mientras que constituir una reserva voluntaria dentro del patrimonio
neto no lo es.
La Decisión de Inversión: La decisión de inversión debe pasar primer por el tamiz de la estrategia
de la firma, para luego ser analizada desde una perspectiva económica y financiera.
Los activos que se incorporan deberían brindarle a la empresa un rendimiento superior al costo de
su incorporación. Sin embargo, no todos los activos aportarán los mismos rendimientos, y
tampoco tendrán la misma capacidad de convertirse en efectivo, es decir que no tendrán la misma
liquidez. ¿Cómo seleccionar activos? Cuando decide comprar una línea de producción y no otra,
está ejecutando la decisión de inversión. Cuando decide comprar una compañía ya en
funcionamiento, antes que crecer endógenamente, está ejecutando la decisión de inversión.
Cuando decide cerrar una unidad de negocios, o cuando descarta un proyecto de inversión
también está ejecutando la decisión de inversión.
La gestión financiera busca crear valor para el grupo inversor. Los creadores de dicho valor son
fundamentalmente los activos de la compañía, es decir los recursos que generarán un flujo de
efectivo positivo en el futuro. Son los activos los encargados de producir los buenos resultados de
la organización. Así como la buena calidad de los ingredientes marcan la diferencia entre un buen
plato de comida y uno mediocre, los buenos activos serán los que se ocupen de generar buenos
resultados por la operación.
Como dice Moyano “Desconocer estos instrumentos o pensarlos aislados de los demás vehículos
financieros tradicionales sería una miopía financiera. No integrarlos a la realidad del ente para
satisfacer las necesidades de la estructura de inversión sería una actitud irresponsable del gerente
financiero”.
Existen en el pasivo herramientas específicas para cada activo. Lo mismo ocurre cuando
inversiones a largo plazo se financian con pasivos de corto plazo, o cuando el capital de trabajo es
financiado con pasivos costosos. El pasivo tomado debe responder a las características del activo
que la empresa requiere en su operatoria.
Todo CFO debería estar consciente que sus decisiones actuales, repercutirán en el corto, mediano
o largo plazo. Es por ello que debe reflexionar el tipo de pasivo a tomar, ya que no es lo mismo
asumir obligaciones que venzan en un año, frente a otras que venzan en cinco años. Así, el
préstamo bancario ya no es el único vehículo al que pueden acceder las empresas, sino que
existen mecanismos financieros no tradicionales o modernos, que ayudan a consolidar el proceso
de creación de valor.
Un gerente financiero debe conocer cuáles son las conceptos y metodologías para analizar qué
pasivo tomar, en qué momento, con qué condiciones. Cuándo pedir recursos al patrimonio neto y
cuándo hacerlo en el banco debe ser una decisión planeada, que surge de la reflexión formal de la
organización.
Las políticas de dividendos no son sencillas, y muchas veces evidencian problemas de agencia, ya
que los accionistas invierten en una empresa para retirar utilidades, mientras que los
administradores suelen aplicar trabas legales para retener fondos para financiar proyectos de
inversión. Las firmas que nunca distribuyen utilidades son penalizadas por sus accionistas y
pueden estar sujetas a una compra hostil para reemplazas al Management. Las firmas que
reparten todos los recursos que el ente pudo generar, encuentran dificultades para sustentarse en
el largo plazo, ya que la autofinanciación de las actividades es un principio valorado por las
finanzas corporativas.
1. Idea: Todo proyecto de inversión comienza con la obtención de una idea de negocios, que
hace las veces de puntapié para el análisis. Esta idea de negocios surge muchas veces en la
mente de los emprendedores, o a través de alternativas aportada por la gerencia producto
de su análisis estratégico en la cual se plantea desarrollar nuevos productos o nuevos
mercados.
Sin lugar a dudas hay ideas de negocios que son más atractivas que otras, y es por ello que
en esta etapa se analizan a la luz de la información disponible.
“Sin proyectos de inversión a largo plazo que INCREMENTEN la riqueza del accionista, la
empresa debería entonces distribuir los fondos disponibles en forma de dividendos para
que el grupo inversor los aplique en otros proyectos que reporten un rendimiento tal
que incremente su RIQUEZA”.
La creatividad es un gran aliado en la detección de ideas de negocios, es decir en la
búsqueda de necesidades que se encuentren insatisfechas en el mercado, y que la
empresa puede satisfacerlas de manera rentable.
2. Recolección y Procesamiento de Información: A partir de la determinación de la idea de
negocios, comienza un proceso de recolección de información para su procesamiento. La
información puede provenir de datos propios de la empresa o información del mercado,
tanto a nivel primario (especialmente recolectada por la empresa) o secundario (fuente de
datos existentes en el mercado). El procesamiento de la información buscará medir la
viabilidad de la idea de negocios en función a las distintas perspectivas que analizaremos
seguidamente.
En esta etapa es muy importante indagar sobre los antecedentes del proyecto, ya que
conocer estudios anteriores es de mucha utilidad para ahorrar costos y conocer el por qué
algunos precursores fueron exitosos y otros fracasaron. Esto permite determinar cuáles
son las estrategias que otros desarrollaron para la consolidación del proyecto.
3. Estudio de Mercado: El objetivo del estudio comercial, es culminar con una estimación de
los beneficios que tendrá el proyecto. Por ejemplo, para el caso de proyectos nacientes
como el nacimiento de una empresa, el análisis comercial buscará determinar cuál será la
demanda que enfrentará el proyecto a lo largo del horizonte de planeación.
El rubro ventas es un concepto que condicionará el comportamiento de otras variables.
El nivel de ventas estimadas condicionará los niveles de inventarios a mantener, los
niveles del rubro créditos por ventas y en función a ello se estimarán las necesidades de
capital de trabajo necesarias para el funcionamiento del proyecto. Una comprensión del
mercado es muy importante para poder estimar las variables económicas y financieras del
proyecto. Es por ello que es importante conocer no solamente cómo se comportará el
consumidor, sino también comprender cuál es el papel que juegan los distribuidores, los
sustitutos, los competidores actuales y potenciales, y también los propios distribuidores.
La comprensión de la estructura del mercado es muy importante para comprender la
relación entre los precios y los costos. El análisis comercial del mercado, podría ser
dividido en dos grandes niveles, el nivel estratégico del marketing, y el nivel operativo.
Como toda definición de estrategia, siempre está vinculada al largo plazo de la
organización, es decir que tiene relación con lo que la empresa es y quiere ser, con la
imagen que la empresa tiene de sí misma para el futuro, como integrante de una industria
determinada. Estas definiciones estratégicas que forman parte del marketing estratégico
pasan inadvertidas para los emprendedores. Todo proyecto de inversión debe ser
analizado a la luz de las definiciones estratégicas de más alto nivel de la organización: su
misión, su visión, sus valores y objetivos. Es justamente la conjunción de lo que la
empresa quiere ser, su propia imagen de futuro lo que define el posicionamiento deseado,
es decir el lugar que la empresa quiere ocupar en la mente del consumidor.
Los proyectos de inversión deben asistir al posicionamiento deseado por la empresa, y ser
impulsores del mismo y no elementos que generen confusión. El posicionamiento es difícil
de conseguir y sostener, sobre todo porque demanda mucha coherencia. Si el liderazgo
que persigo es por diferenciación, el posicionamiento debe ser distintivo. La opción de
liderazgo en costos o de diferenciación puede ser realizada sobre la totalidad del mercado
o sobre un nicho específico. Para poder determinar si la empresa abordará todo el
mercado o sólo a una parte del mismo, primero debe segmentarlo. La segmentación no es
otra cosa que la división del mercado en distintas fracciones que serán homogéneas entre
sí y heterogéneas entre sí. La segmentación permite identificar subgrupos dentro del
mercado, a los cuales la empresa podría o no asistir, dependiendo siempre de su
estrategia. Una vez que la firma identificó que el mercado tiene estratos o subgrupos,
nichos o segmentos, la firma debe decidir cuáles son atractivos y cuáles no, para
determinar cómo abordarlos.
No existen evaluaciones exactas de proyectos de inversión. El futuro siempre nos será incierto, y
existirán muchos acontecimientos y eventos futuros que no podremos controlar, y que impactarán
sobre la organización. La evaluación de proyectos se nutre fuertemente de las expectativas
futuras, es decir que trabaja con el Business Plan de la compañía, con el modelo de negocios que
quiere desarrollar a futuro, y no tanto así con lo que ha conseguido históricamente. Debemos
esforzarnos por hacer un análisis profundo de las variables, de manera de poder acercarnos a un
valor razonable del proyecto.
Sí debemos esforzarnos por aplicar correctamente la metodología, por descubrir todos los
ingresos y egresos de los proyectos, por determinar aquellos conceptos que sean relevantes para
la toma de decisiones y aquellos que no lo son. En la planificación de largo plazo, importa más la
metodología que el valor resultante. No hay un único valor exacto, sino que más bien debemos
hablar de un rango de valor, el cual debe orientar nuestra toma de decisiones.
Los problemas de una errónea Evaluación de Proyectos: Los problemas que se derivan de una
errónea planificación financiera de largo plazo, son justamente una mala asignación de recursos
escasos, y por lo tanto una erosión en el valor del accionista. Lo que permite en última instancia la
planificación financiera es poder pensar de una manera sistémica, integral, y nos ayuda a
monetizar los distintos conceptos para intentar ponderar si los beneficios superan a los costos. Si
esto no lo tenemos claro, tomaremos decisiones incorrectas.
Una correcta Evaluación de Proyectos permite adquirir una visión integral para la solución de
problemas. Como hemos visto, no solamente se realiza un análisis económico financiero, sino que
también hay connotaciones comerciales, de procesos internos, de persona, legales, fiscales. La
Evaluación de Proyectos también tiene una fuerza alineadora muy importante, ya que quien
evalúa proyectos debe hacerlo para asistir a una estrategia de una corporación que ya sido
definida, y que será apuntalada mediante los nuevos proyectos que se vayan generando.
Para el analista financiero, también será de utilidad comprender las tipologías de proyectos de
inversión que dependerán del tipo de inversión a estudiar. En función a ello podríamos clasificar a
los proyectos de la siguiente manera:
Los factores de riesgo que ajustarán la tasa de rentabilidad mínima deseada por los
propietarios son:
En los universos ciertos o deterministas, se conoce con precisión y exactitud, cuál será el resultado
de los distintos sucesos que pueden presentarse. Es decir que si el decisor toma una decisión,
conoce de manera anticipada cuál será el resultado que obtendrá producto de tal decisión. Para
un gerente financiero que se encuentra diagramando la planificación financiera de largo plazo, es
crucial que conozca cuál es el universo asociado a las distintas variables de decisión. Los niveles de
inversión, las tasas de interés, ciertos costos y gastos suelen ser variables deterministas.
En los universos aleatorios o estocásticos, el decisor no conoce cuáles son los posibles resultados a
obtener, es decir que los estados de la naturaleza les son desconocidos. Aun así, lo que caracteriza
a un universo estocástico es que, a pesar de ser desconocido el futuro resultado de ciertas
variables sujetas al proceso decisorio, el analista puede asignar una determinada probabilidad de
ocurrencia.
En la evaluación de proyectos, las ventas son una variable aleatoria, ya que la firma desconoce
cuál es su posible valor futuro, es decir que no tiene certeza, sin embargo sí es posible que puede
asignarles probabilidades a los posibles resultados, y ello hace que el análisis cambie radicalmente.
No es lo mismo indicar que las ventas se incrementarán en el próximo ejercicio en un 25%, a
mencionar que dicho incremento se producirá con una probabilidad del 90%.
La Ciencia Estadística tiene a la Teoría de Probabilidades como soporte, el problema es que los
gerentes financieros son reacios a este tipo de instrumentos, más por ignorancia que por
dificultad.
Lo importante sobre las decisiones basadas en premisas probabilísticas, puede resumirse en los
siguientes puntos:
Decisiones en Universos Inciertos: Los universos inciertos, tal como lo indica su nombre, parten
de la premisa que no existe un conocimiento de los posibles resultados de las variables objeto de
proceso decisorio, sin embargo tampoco podemos conocer cuáles son las probabilidades
asociadas a tales situaciones. Es decir que no sólo no conocemos cuál será el posible resultado de
las ventas, sino que tampoco podemos conocer la probabilidad de que se den determinados
valores de la variable. Sin lugar a dudas, la existencia de universos inciertos complica la evaluación
de proyectos de una manera significativa. La incertidumbre implica que las ventas van a sufrir
fluctuaciones.
La herramienta para el análisis de este tipo de universos es la Teoría de Juegos, ya que hay una
relación entre dos o varios jugadores que intentan obtener de manera racional un determinado
resultado. Este tipo de análisis es de mucha utilidad para analizar mercados de estructura
oligopólica.
De este modo, los enfoques deben coexistir para que los gerentes financieros puedan comprender
dónde están parados, y el contexto en el que operará su gestión financiera. Si sólo prevalece uno
de los enfoques, su gestión estará destinada al fracaso. El trípode de las finanzas, implica
comprender la situación económica, financiera y de riesgo de una determinada compañía en un
momento particular de su historia.
La situación económica alude a la capacidad que tiene una empresa, de generar resultados lo
suficientemente buenos como para que los accionistas mantengan su inversión en la compañía, y
no destinen esos recursos a otras opciones de financiación de riesgo similar que les reporte un
mejor rendimiento. La situación económica implica apreciar los resultados que genera una
empresa, y ver si los mismos cumplen con las expectativas del grupo inversor. Siempre debe ser
analizada en términos relativos y no en meros resultados absolutos.
La situación financiera se refiere a la capacidad que tiene un ente para hacer frente a sus
obligaciones en tiempo y forma. Esto quiere decir que la situación financiera analiza si una
organización puede pagar sus deudas de la manera debida y en el momento debido. La situación
financiera es complementaria de la situación económica, pero tiene identidad propia, ya que no se
vincula con los resultados que tiene la empresa, sino con la capacidad de tener efectivo disponible
para poder pagar cuando es debido.
Una empresa puede gozar de una muy buena situación económica porque genera cuantiosos
resultados, sin embargo puede enfrentar una pésima situación financiera. Una mala situación
financiera conduce a la empresa a malas situaciones económicas. De igual modo, una mala
situación económica conduce a la empresa a una mala situación financiera. Si una firma enfrenta
disminuciones en sus niveles de actividad y logra concretar menos ventas. La posición al riesgo es
un complemento importante para el análisis de la situación económica y financiera. Si la
volatilidad que enfrentan los resultados el alta, la empresa puede enfrentar problemas en el
futuro, a pesar que en el presente brinde buenos índices económicos y financieros. Si el nivel de
actividad cae bruscamente y la empresa cuenta con elevados costos fijos, tendrá una posición al
riesgo mayor que una empresa con bajos costos fijos. Una firma que cuenta con poca cobertura
frente a variaciones en el tipo de cambio y tiene a su vez sus ventas en moneda extranjera, será
más riesgosa que otras. Igualmente si la firma cuenta con excesiva financiación de terceros y
escasos recursos aportados por los propietarios, será más riesgosa que otra firma con mayor
porcentaje de capitales propios. Es decir que existen innumerables situaciones que evidencian que
los resultados esperados por la empresa y la situación financiera pueden no ser las que la empresa
esperaba.