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LUCIO CABAÑAS BARRIENTOS Y EL

PARTIDO DE LOS POBRES


(1938-2014)
Por Alberto Guillermo López Limón

(Lucio Cabañas Barrientos y Pedro Hernández Gómez (Ramiro Ramírez, Jaime


Medina Torres) detenido desaparecido el 9 de enero de 1975 por agentes de la
policía de Tehuacán, Puebla)
Lucio Cabañas Barrientos nació en el Porvenir, Municipio de Atoyac de Álvarez,
Guerrero, en diciembre de 1938. Hijo de Cesáreo Cabañas Barrientos y Rafaela
Gervasio Barrientos. Cuando sus padres se separan, Rafaela se unió con Serafín
Cabañas. Lucio se desarrolló desde los siete años en El Cayaco, con su abuelo
paterno, en casa de su tía Marciana Iturio Serafín, quien lo adoptó como madre de
“crianza”, por lo que adoptó el apellido Cabañas, igual que su padre. Durante su
infancia, su padre, su padrastro y sus tíos Leonardo Cabañas y Juan Iturio fueron
asesinados por pistoleros sin que nadie hiciera justicia. Para poder estudiar la
Normal, Lucio se escapó de su casa. En febrero de 1956 entró en la escuela
normal Raúl Isidro Burgos, en Ayotzinapa, para terminar su sexto año de primaria.
En este lugar se enfrentó con el ausentismo de los maestros, así que organizó a
su grupo y logró la remoción del director del plantel.

Emergió de las luchas estudiantiles, primero en la Normal Rural de Ayotzinapa,


Guerrero, y, luego, como militante de las Juventudes Comunistas de México, a
partir de su ingreso en 1959. Participó activamente en el movimiento cívico en la
deposición del gobernador Caballero Aburto en 1960. Participó como Secretario
General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México de
1962 a 1963. Ya titulado, se vinculó gremialmente con el Movimiento
Revolucionario del Magisterio, dirigido en ese entonces por Othón Salazar, y con
las asociaciones de padres de familia con quienes tuvo siempre una relación muy
cercana. El liderazgo que fue construyendo entre las comunidades fue el resultado
de su compromiso con los problemas de los pueblos, entre ellos la explotación
forestal, los precios del café y el robo descarado sobre las tasas de impuestos;
luchó contra los que se enriquecían a costa del sufrimiento y trabajo de los más
pobres, contra la estructura violenta que caciques, pistoleros, gobierno estatal y
federal, policías y soldados, agredían a los trabajadores del campo; contra la falta
de justicia para el pobre siempre que recurría a la autoridad. En toda esta lucha
estuvo siempre al servicio de los “principales” de los barrios y él mismo pasó a ser
“principal”, junto a los viejos.

En abril de 1967 el maestro Alberto Martínez Santiago fue removido de la escuela


“Juan N. Álvarez” de Atoyac, por sus ideas progresistas; es reubicado en Coyuca
de Benítez. Los padres de familia protestaron y se organizaron, al no ser
atendidos, con integrantes de la ACG, CCI y de colonias populares dando origen al
Frente de Defensores de la Escuela Juan Álvarez. Aunque fácil de resolver el
asunto, la prepotencia y autoritarismo de las autoridades de educación pública fue
complicando su solución negociada. El frente de Defensores convocó a un mitin
en la plaza central de Atoyac para el 18 de mayo de 1967. El gobierno del estado
se decide por la violencia. Envió agentes de la policía judicial con la misión de
impedir el pacifico acto y recuperar las instalaciones de la escuela. Ante 2,500
personas reunidas los policías intentaron detener a Lucio y abrieron fuego sobre
los civiles indefensos. Incluso se llegó a disparar a la multitud desde las azoteas
de las casas aledañas.
Las locatarias sacaron de la plaza a Lucio y se lo llevaron al mercado, de allí se
traslada a El Ticuí, de donde regresa a Atoyac. De agosto a noviembre de 1967
recorre junto con los profesores Serafín Núñez Ramos, Hilda Flores Solís y Félix
de la Cruz los poblados de La Vainilla, San Francisco del Tibor, San Vicente de
Jesús, San Martín de las Flores y Rincón de las Parotas, en la sierra de Átoyac.
En este tiempo, promueve reuniones entre miembros de la Unión de Cafeticultores
Independientes, adherida a la CCI para invitar a un congreso de productores para
el 7 de septiembre para derogar el gravamen del sobreimpuesto de 7.5
centavos/kg al kilo de café y la desaparición de la Unión de productores de Café
de Atoyac. Junto con los maestros Juan Mata Cebrián, Serafín Nuñez e Hilda
Flores Reinada publica el volante “El Huarachudo, Voz de los Pobres de Atoyac”.

Lucio se sumerge en la clandestinidad. Promueve la


organización del Partido de los Pobres. Al principio anda
con cinco gentes, después con otros dos, finalmente se
queda con la única compañía de Clemente Hernández
Barrios. Durante lo que resta de 1967 y 1968 recorre
pueblos y barrios de la región. El 67/ 07/ 29 aparece el
primer número de “El Huarachudo”. Difunde volantes
con llamados a la población para que se sumaran a la
naciente organización. Los pueblos mantienen formas
de organización comunitaria, tomando acuerdos
mediante asambleas, en donde abordan los diversos
problemas a los que se enfrentan. Lucio aprende de
esas formas de organización y se ilustra para poder llevarlas a cabo. Se acerca a
las asambleas comunitarias para explicar y promover la necesidad de formar
defensas armadas, de acumular esfuerzos para la lucha guerrillera.

Para Lucio el revolucionario tenía que “proletarizarse”, “meterse al pueblo”, “ser


pueblo”, “hacerse pueblo”. Debería de aprehender del pueblo, “sacar la enseñanza
del pueblo”, “aprender de él”, “no llegar a enseñar”. Forma círculos de estudio y
promueve la movilización de los pueblos en torno a la defensa de los intereses
más sentidos por los campesinos (la madera, el café, el acaparamiento, el agio),
sin dejar de lado los problemas magisteriales. Busca hacer conciencia de su lucha.
Avanza consolidando las más diversas alianzas.

El ejército detecta los círculos de estudio promovidos por Lucio. Los considera
reuniones subversivas porque “se les enseña marxismo a los campesinos”. [Exp.
DFS 100-10-16-4-72, L9,H 206]

El Partido de los Pobres se forma con una amplia base social. Se sostiene en los
Comités Clandestinos organizados en las comunidades (después llamados
Comités Revolucionarios del Pueblo). Su brazo armado se denomina Brigada
Campesina de Ajusticiamiento, cuya meta era formar el Ejército del Pueblo. En la
base de la estructura se encuentran las Comisiones de Lucha, células de apoyo
dentro de las poblaciones.

A partir de 1968 Lucio comienza a reclutar a los integrantes profesionales de la


naciente Brigada Campesina de Ajusticiamiento, constituida por dos tipos de
integrantes: a) los combatientes transitorios (campesinos que formaban parte de
de las bases del Partido y que se decidían a unirse a la Brigada durante tres
meses como combatientes, para luego regresar a sus lugares de origen y
promover al Partido en sus comunidades, y, b) los combatientes fijos, los cuales se
dedicaban de tiempo completo a la lucha político-militar. En realidad, los tres
meses nunca fue un tiempo rígido, se acordaba previamente con Lucio, las partes
quedaban de acuerdo. La BCA-PDLP además, se forma por bases de apoyo
logístico, personal que permite mantener contacto con las gentes que quieren
establecer relaciones con Lucio. Otros militantes se integraron a la lucha en
plataformas externas a la región, en particular al sector magisterial y al MRM, así
como de delegados de varios grupos armados del país que se comisionan a
establecer contactos con la BCA-PDLP a fin de incorporarlos a su seno.
Al principio las actividades de recuperación de fondos económicos se concretan a
pequeñas sumas, misiones de información y expropiación viables. El PDLP cuenta
con un núcleo de comandancia de gran lealtad, alta capacidad y mucha rotación
de milicia. Su área de acción predominante fue la sierra de Guerrero, aunque tuvo
también varias células operando en Michoacán, la región Huasteca, en áreas
urbanas diversas y en la Ciudad de México. El tamaño de la brigada era de una
gran elasticidad. Siendo pequeña podía crecer según la tarea planeada y podía
tener actividad permanente sin mucho desgaste. La lucha de los pobres se
extiende y arraiga en la sierra guerrerense de Atoyac, Tecpan y Coyuca,
ejerciendo control sobre la misma, donde logra hostigar con efectividad al Ejército
Mexicano.

La BCA-PDLP nace con trece elementos fijos. Al terminar la primera mitad de


1968 opera con 17 hombres en La Remonta-El Porvenir, municipio de Átoyac. El
Ejército detecta al grupo armado pero subestima su influencia y lo considera
únicamente como una gavilla. [Exp. DFS 100-10-1L, 32,H 124]

En agosto de 1968, la BCA-PDLP ejecuta a Tinito Villegas, de Cacalutla. El 11 de


octubre se publica en el periódico La Verdad, un desplegado firmado por Lucio,
exigiendo a las autoridades el cumplimiento de las leyes y el encarcelamiento del
Ejecutivo del estado y su gabinete. La influencia personal de Lucio con los
comisarios ejidales y con las reservas o guardias rurales de la región, resulta de
particular importancia para el desarrollo del movimiento.

El 14 de noviembre de 1968 el Ejército Mexicano emprende su primera ofensiva


contrainsurgente contra las fuerzas político-militares de la ACNR y del PDLP.
Moviliza las fuerzas conjuntas de la XXVII y XXXV Zonas Militares para
concentrarlas en los poblados de Campo Amor, Santo Domingo y Puerto Gallo,
municipios de Atoyac y Tlacotepec.

Con la salida del núcleo militar de la ACNR de la zona de operaciones y su


traslado a San Luis Acatlán, el Estado Mayor de la Defensa Nacional aprueba la
Operación Rastrilleo, consistente en peinar regiones completas donde se supone
se esconde Genaro Vázquez Rojas. La ACNR intenta hacer crecer su influencia en
Ilatenco y Tierra Colorada. Desde ahí dan a conocer el No. 4 de la gaceta El
Cívico, aparecido el 13 de mayo de 1969. Se producen las primeras detenciones
desapariciones de personas, sin producir mayores resultados para los fines
planeados.

La Operación Amistad se lleva a cabo del 25 de julio al 13 de agosto de 1970, de


manera conjunta entre la XXXV y XXVII Zona Militar sobre el territorio de Ilatenco,
Tlaxcalixtlahuaca, Tierra Colorada, Pázcala, Colombia, Atenco y El Rincón. Es el
inicio de las operaciones contrainsurgentes que dejarán miles de torturados,
secuestrados, ejecutados extrajudiciales, desaparecidos, presos inocentes
procesados, genocidio, matanzas y muchas otras formas de violaciones a los
derechos humanos.

De mayo de 1970 a mayo de 1971 la directiva del PDLP recae en Lucio, César,
Eduardo, Eugenio y el Doc. Cuenta con 13 elementos fijos. Tiene reuniones
periódicas de balance y para tomar decisiones. Desde 1969 la BCA-PDLP recibe
en su seno con objetivos de formación militar a elementos de otros grupos
guerrilleros del país. Para 1971 se incorporan elementos de La Partidaria, grupo
que meses más tarde formará la Liga Comunista 23 de Septiembre.

El 20 de julio de 1970 la BCA-PDLP secuestra al rico ganadero Juan Gallardo


Vega; por su rescate reciben $100,000.00. Posteriormente, en el puerto de
Acapulco recuperan en un asalto $15,000.00. Con el dinero compraron armas.

Para marzo de 1971, el PDLP ha extendido su zona de influencia. Desarrolla un


brazo político militar en Aguascalientes, bajo el nombre de Fuerzas
Revolucionarias Armadas Socialistas. El comando asalta el Banco Agrícola y
Ganadero obteniendo $395,000.00. El 16 de abril de 1971 otro comando asalta el
banco de Comercio en Empalme, Sonora. Sin embrago, al poco tiempo son
detenidos todos sus integrantes.

En marzo de 1971 inicia la Operación Telaraña, plan que define la actuación de los
elementos militares en función a la observancia y aplicación de procedimientos de
operaciones irregulares en su aspecto relativo a contraguerrillas. Se inicia la noche
del 30 de abril y culmina el 1 de mayo de 1971. En las primeras horas se
secuestra al padre de Genaro Vázquez y a familiares cercanos de Lucio Cabañas,
a simpatizantes, y a población no relacionada con el conflicto armado. Decenas de
detenidos son concentrados en el Cuartel de Atoyac y posteriormente en el Campo
Militar No. 1. La operación militar fue directamente coordinada por el Secretario de
la Defensa nacional, General de División Hermenegildo Cuenca Díaz; el Jefe de la
Policía Judicial Federal Militar, General de Brigada Vicente Fonseca Castro; el
Coronel Venustiano Carranza Tijerina y el General Fonseca Castro. El Presidente
Echeverría fue enterado de todas las detenciones ilegales. [Exp. DFS 100-10-16, L
3H, 133]. A las capturas, le siguieron los bombardeos aéreos (como el ocurrido el
14 de mayo de 1971 en El Refugio contra combatientes de la ACNR) y las
ejecuciones extrajudiciales.

Lucio se plantea la meta de expandir la labor del PDLP a otros estados del país. A
mediados de 1971 a través de Salvador Ángeles Salas, Ramón López Sánchez,
intenta organizar un brazo armado en el estado de Veracruz. Elementos de la
Dirección Federal de Seguridad detiene a la mayor parte de los participantes. En
julio de 1971 había fundado, al lado del profesor Filemón Bahena Román las
Fuerzas Revolucionarias Armadas Socialistas. El 03 de enero de 1972 un
comando bajo las órdenes de Abelardo Velásquez Cabaña intenta
infructuosamente implantar un núcleo revolucionario en Chiapas. El 17 de enero
de 1972 sus esfuerzos por desarrollar la guerrilla en Sonora fracasan al ser
detenido la mayoría de sus participantes integrantes de la Brigada 10 de Julio.

A nivel de apoyo urbano, un grupo de


líderes universitarios expulsados de la
Universidad Autónoma de Guerrero,
entre los que se encuentra Carmelo
Cortés, se incorpora a las filas del
PDLP. Juan García Costilla y
Nicomedes Fuentes García forman el
Movimiento Armado de Liberación 8 de
Octubre. Posteriormente le cambian el
nombre constituyendo las Fuerzas
Armadas de Liberación; se coordinan
con Carmelo. A principios de 1974
realizan el robo de armas a la Base
Naval de Icacos, contando con cerca de 40 integrantes.

El 06 de enero de 1972 un comando de la BCA-PDLP secuestra al director de la


Preparatoria No. 2, Jaime Farell Novelo. El 13 del mismo mes son detenido los
participantes y liberado el secuestrado. El 02 de febrero de 1972 soldados
detienen a dos ex guerrilleros; después de ser torturados señalan la ubicación de
dos campamentos de la BCA-PDLP. Columnas volantes de la XXVII Zona Militar
toman por asalto los campamentos de El Posquilete: “Los Mangos” y “Las
Patacuas”, decomisando material de guerra y deteniendo a varios guerrilleros. Son
trasladados al Cuartel donde son torturados. Fruto de “los interrogatorios”, el
ejército detecta y toma por asalto los campamentos “Los mangos”, “Las Pascuas”,
“El Escorpión”, “El cascabel”, La Martica”, “La Palma de Coco”, “El Chiflón”, “Los
Cayacos”, “El Jabalí”, “La Sorpresa”, “El Winduri”, “San Martin” y “El Moreno”,
además de las huertas de algunos de sus partidarios, como los de Bartolo Silva en
La Remonta, la de Pascual Cabañas en El Imperial y la de Domitilo Barrientos en
El Encanto, así como en el Cerro de La Silleta. Son detenidos docenas de
personas, la mayoría recupera su libertad, pero algunas son desaparecidas.
En febrero de 1972, la dirección del Movimiento de Acción Revolucionaria contacta
con Lucio. Wenceslao José García y Arnulfo Ariza acuerdan con Lucio de enviar
hombres de primera línea formados en Corea del Norte para apoyar las tareas de
formación militar de la BCA. Diez “marinos” se instalaron de tiempo completo con
los militantes de la BCA. Solidariamente el MAR envía armas, parque y dinero,
producto de un asalto bancario efectuado en Acapulco, a la BCA.

El 15 de marzo de 1972 un comando de la BCA, donde participa Lucio, secuestra


a Cuauhtémoc García Terán, hijo del acaparador de café, funcionario del Banco de
Crédito Rural, Carmelo García Galeana. Se pide por su vida tres millones de
pesos y diez mil volantes con el ideario del PDLP. A partir del 20 de abril agentes
de la policía judicial y, fundamentalmente, elementos del Ejército Mexicano
comienzan a detener masivamente a supuestos integrantes de la BCA-PDLP. Ese
día se realiza un cateo donde son detenidas siete personas en el Instituto México
Acapulco; todas se encuentran desaparecidas. Hasta ese momento existen 15
personas desaparecidas.

El 25 de junio de 1972 se inicia la ofensiva del PDLP.


Ese día, en Arroyo Las Piñas, a dos kms. y medio de
San Andrés de la Cruz, rumbo a Santiago La Unión,
fuerzas de la BCA-PDLP emboscan a tropa del
Ejército Mexicano. Mueren diez soldados (un teniente
y un sargento, los demás de tropa) y dieciocho
heridos con lesiones moderadas. Los rebeldes no
sufren ningún herido. Tras el ataque, los guerrilleros
se trasladan a su campamento en el cerro de La
Patacua, donde se aprueba su plan anual 1972-1973,
contemplando tres ataques al Ejército, un secuestro
económico y otro político, y se designa una nueva
dirección. Los mandos de la DFS reconocen que con
esa acción han “dejado la fase de la subversión y
entran de lleno a la lucha abierta como guerrilla,
actuando como fuerza popular” en contra del Ejército y las fuerzas de seguridad.
[Exp. DFS 100-10-16, L3] Antes de la emboscada los pelotones instalados en los
pueblos para controlar a los habitantes, estaban a cargo de sargentos. Después
de la emboscada pusieron partidas militares a cargo de puros tenientes.

En respuesta al ataque guerrillero, la zona militar desata una brutal represión


contra la población civil. Se rodea el poblado de San Francisco del Tibor el 27 de
junio de 1972, concentró a los hombres en la cancha y se lleva secuestrados a 35
campesinos. Lo mismo sucede en los poblados circunvecinos. Aunque ninguno
había participado en la emboscada, los militares, a través de la tortura, lograron
que confesaran su supuesta participación. Todos los acusados fueron trasladados
a la Penitenciaría de Acapulco y sentenciados a 28 años de cárcel.

La dirección del MAR decide fortalecer a la BCA-PDLP y traslada a la sierra de


Saúl López de la Torre, Marina Ávila Sosa, Fabián Teporaca, Inés y Roque. A su
vez Los Procesos refuerzan con Héctor Escamilla Lira e Isadora López Correa.
Todos ellos forman parte del comando que realiza el segundo ataque a las fuerzas
armadas el 23 de agosto de 1972; después de lo cual bajan de la sierra. La BCA
se divide en dos. Una se traslada al campamento de Los Jicotes y la otra a Tres
Pasos. Wenceslao José García, integrante de la dirección del MAR-23S, en
agosto de 1972 se entrevista con Lucio Cabañas para invitarlo a la reunión
nacional que se llevaría a cabo el próximo año en la Ciudad de Guadalajara, la
cual dará origen a la Liga Comunista 23 de Septiembre.

El 23 de agosto de 1972 la BCA-PDLP embosca por


segunda ocasión a tropas del Ejército Mexicano. Ahora,
en Arroyo Oscuro, delante de San Andrés de la Cruz.
Participan 20 guerrilleros. Mueren 18 soldados, hay 16
heridos y resultan ilesos 6. Los prisioneros son curados
y puestos en libertad por los rebeldes sin sufrir ningún
tipo de represalia. El Ejército calcula que fueron 150
personas las que participaron. Al día siguiente, en su
análisis, el Teniente coronel de Infantería Diplomado
del Estado Mayor, Jefe de la Sección de Inteligencia,
Luis Mario Vargas, señala que “La población civil en el
área de Atoyac de Álvarez, continúa con su actitud de
descontento contra el gobierno y repudio al Ejército.
Actitud motivada por el bajo nivel de vida que confronta
y el abandono que sufren por parte del gobierno de la
República.” “Los grupos que han atacado a las fuerzas militares, cuentan con todo
el apoyo, voluntario o por temor o amenaza, de la gente de la región, ya que de
otra forma se dispondría de información acerca de ellos. No es creíble que nadie
se dé cuenta de que un grupo numeroso de individuos armados (en el último caso
cerca de 100) se reúna o se desplace. Fácilmente los lugareños pueden identificar
a quienes forman parte de su comunidad o a quienes no forman parte de ella.” “Se
plantea al C. Presidente de la República la conveniencia de llevar un gran impulso
económico al área, como un medio de disminuir el descontento y sobre todo la
ayuda de las regiones a quienes se oponen con medios ilícitos.” El 25 de agosto
son movilizados cinco batallones de infantería y 10,000 policías del Estado,
coordinados por el General Javier Fonseca de la Dirección de la Policía Judicial
Federal Militar.
Incapaces de encontrar al núcleo armado, las represalias se dejan sentir contra la
población civil. Entre el 28 de agosto y el 5 de septiembre de 1972 son detenidas
más de 91 personas de El Quemado, a las que se les unieron 15 más de otras
poblaciones aledañas. 34 de ellas fueron trasladadas a la Penitenciaría de
Acapulco el 7 de septiembre, las demás son transportadas al Campo Militar No. 1.
Casi al año, los presos de ambas emboscadas son puestos en libertad al retirarse
los cargos por parte de la autoridad competente. A partir de ese momento el
Ejército Mexicano dispondrá una política genocida en contra de los campesinos.
Ya no entregará a sus detenidos a la autoridad civil, dispondrá de ellos a su
arbitrio. La XXVII Zona Militar de Atoyac es habilitada, a partir de entonces, como
campo de concentración.

En El Quemado el Ejército se llevó a ancianos, jóvenes y


adultos; sólo dejó mujeres y niños. Unos son liberados (varios
murieron al poco tiempo como consecuencia de las torturas
recibidas), muchos enviados al Campo Militar de Pie de la
Cuesta en Acapulco, otros más al Campo Militar No. 1, donde
desaparecieron. Los detenidos no tenían nada que ver con los
hechos que se les imputaban. Además, el Ejército impidió a las
familias de los detenidos contratar mano de obra para la
cosecha anual de su café, con lo que destrozaron la economía
familiar de los habitantes, además de dejarlos endeudados con
los préstamos a cuenta de su cosecha.

El 20 de septiembre de 1972 la guerrilla ataca la Partida Militar acantonada en


Tepetixtla, Guerrero. Lo que resta del mes y el siguiente, el Estado refuerza su
presencia en la zona del conflicto a través de obras públicas que forman parte del
nuevo Plan Integral de desarrollo del Estado y recrudece la represión en la región.
El Ejército hostiga a las comunidades. Detiene a los pobladores acusándolos de
abastecer al PDLP. El 24 de septiembre de 1972 las 50 casas de los pobladores
de los Llanos de Santiago de la Unión, incluyendo la capilla evangélica, son
incendiadas por los soldados. La población huye; son despojadas hasta la fecha
de la mayor parte de sus tierras. Se siguen produciendo detenciones
desapariciones. Ya suman 36 los casos de desaparecidos.

El 03 de octubre de 1972, bajo la Orden de Operaciones 21, a iniciativa del


General J. Solano Chagoya, Comandante de la XXVII Zona Militar, aprobada por
el Secretario del Ramo, se divide el área de operaciones en cuatro zonas de
contraguerrilla, asignando a cada una de ellas a una Compañía de Fusileros de los
Batallones de Infantería 19º, 27º, 48º y 49º. Para adecuar la táctica
contrainsurgente, se cambian las autoridades militares. A partir del 01 de
noviembre de 1972 la XXVII Zona Militar queda al mando del General Juan
Manuel Henríquez Rodríguez. En Atoyac es destacado el 27º Batallón de
Infantería al mando del Coronel Maximino Gómez Jiménez. En el mismo lugar, el
50º Batallón al mando del Coronel Alfredo Rubén García Cruz. En Cruz Grande se
encuentra el 48º Batallón de Infantería al mando del Coronel Roberto Heile
Rangel. Y en la plaza de Acapulco el 19º Batallón de Infantería al mando del
coronel Ramón Rocha Guiar. La medida se completa el 06 de diciembre de 1972
con el envío de oficiales de sanidad militar, enfermeras y otros elementos para
efectuar labor social en el área El Paraíso, Tepetixtla y Atoyac de Álvarez.

Mientras tanto, en noviembre de 1972 se lleva a cabo en el campamento “El


Venado” la Conferencia Nacional de Grupos Armados. Participan representantes
del PDLP, MAR, “Los Guajiros”, un grupo en formación de Morelos encabezado
por Vicente Estrada Vega y, aunque no formaba parte de los grupos armados, del
MRM, a través de Inocencio Castro Arteaga. A su interior se formaron dos
tendencias. Por un lado, los que se definieron por la creación de una Coordinadora
Nacional Revolucionaria, aglutinados en torno a la Organización Partidaria,
manifestándose porque la Conferencia terminara en la constitución de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, a través de la fusión de los aparatos militares de las
distintas organizaciones. Por el otro, la posición sostenida por el PDLP, aceptando
la necesidad del intercambio de gente y experiencia entre los diferentes grupos
revolucionarios existentes pero sin llegar a la fusión, cediendo su autonomía. La
primera tendencia subordinaba el trabajo del campesino al proletario, la segunda
consideraba al campesino como el protagonista verdadero del proceso
revolucionario. Al final, se acepta el traslado de militantes urbanos al campamento
guerrillero de la BCA-PDLP con el objetivo de intercambiar experiencias y
continuar platicando sobre la posibilidad de unificar el movimiento revolucionario
armado.

En diciembre, la BCA-PDLP realiza asambleas en La Sidra, Tres Pasos y El


Cacao. Continúan reclutando militantes. Eran bien recibidos por la población. El 25
de diciembre en la localidad de Salto Chiquito incluso tomaron parte de un baile
celebrado en su honor por la población. Meses después Salto Chiquito fue
arrasado por tropas del Ejército Mexicano.

Debido a la parasitosis o amibiasis que padecía, lo que le provoca fuertes dolores


de cabeza, en diciembre de 1972 Lucio baja de la sierra para recibir atención
médica en la Ciudad de México, además de reforzar sus vínculos personales que
tenía con muchos maestros de distintas partes del país desde que había militado
en la FECSM y el MRM. Queda como responsable de la BCA Carmelo Cortés
Castro. En el D. F., Lucio se hospeda en la casa de Alberto Salvador Ulloa
Borneman.
Durante un mes y medio, es atendido por el doctor Ignacio Madrazo Navarro,
quien lo somete a un angiograma, lo diagnostica y le receta medicinas y reposo.
Sin embargo, el líder guerrillero usa el tiempo para contactar a simpatizantes en
Michoacán, Aguascalientes, Sonora, Durango, Veracruz (donde se reúne con el
Pbro. Carlos Bonilla Machorro) y Morelos, donde recluta sobrevivientes del
jaramillismo. Además, organiza un comando mixto de militantes de la BCA, M23S,
Liga Comunista Espartaco y Movimiento Jaramillista, para expropiar la sucursal
bancaria del Banco Comercial Mexicano en la SEP, el 13 de abril de 1973.

Durante los cuatro meses de ausencia de Lucio, enero a abril de 1973, la directiva
del PDLP recae en Carmelo Cortés Castro y Carlos Ceballos Loya. Al dejarlos
temporalmente Lucio, se trasladan al campamento “Las Vacas”, cerca de Salto
Chiquito. En marzo de 1973 se trasladan a la sierra de Guerrero el máximo
responsable de Los Procesos, Ignacio Arturo Salas Obregón (Oseas), Wenceslao
José García (Sam), Manuel Gámez García (Julio) y Leopoldo Angulo Luken (El
General). Dialogan con Carmelo y demás elementos de la BCA. Encabezados por
Rodolfo Gómez García (El Viejito), los elementos de La Partidaria plantean la
destitución de Lucio para poner en su lugar a Carmelo, pues consideran que el
PDLP no tiene la posibilidad real de erigirse en la vanguardia del proletariado,
pues su composición predominantemente campesina no se lo permitía. Su única
alternativa es la de sumarse al nuevo partido que estaban impulsando a nivel
nacional. Además, Carmelo toma la iniciativa de cambiar los lineamientos
programáticos del PDLP. Elabora el documento conocido como Segundo Ideario
del Partido de los Pobres, donde se habla de la revolución socialista, de destruir el
estado burgués y explotador, de formar un gobierno de todos los trabajadores. En
esos días, Aurora de la Paz Navarro del Campo, quien se había separado de
Aníbal, ambos del MAR, se une amorosamente a Carmelo.

En febrero de 1973 se propone y planea el secuestro de Francisco Sánchez


López, el cual se realiza el 7 de abril. Al negarse la familia a pagar todo el monto
del rescate, sin consultar a Lucio, la BCA-PDLP ajusticia el 18 de abril al
secuestrado.

El 23 de abril de 1973 se produce la masacre de Los Piloncillos. Ese día, a las


9:00 de la mañana, cien elementos, entre ellos 15 vestidos de civil, del 27º
Batallón de Infantería y de la XII Zona Militar al mando del Coronel Salgado
Salgado y del Comandante de la Partida Militar de El Paraíso, toman por asalto la
comunidad de Los Piloncillos, Atoyac de Álvarez; allanan diversos domicilios,
sacan a sus moradores de sus casas con lujo de fuerza y brutalidad. Toda la
población es concentrada en la cancha de juego del poblado. Delante de todos,
los soldados separan a Eleazar Álvarez Jacobo (18 años), Santín Álvarez Ocampo
(24 años), Toribio Peralta Rivera (17 años); Saturnino Santillán García y
Crescencio Reyes Laguna (70 años), los forman frente a la escuela y, colocados
frente a la pared, son acribillados y rematados con el tiro de gracia. De ahí, los
soldados se fueron a la casa de Saturnino Sánchez García (60 años), quien
estaba inválido y sentado, y en presencia de su familia es pasado por las armas
con más de cien impactos. Al salir del poblado, los soldados dejaron en el río dos
bombas molotov. En la subida de Arroyo Grande fueron recogidos por helicópteros
para ser trasladados al Cuartel de El Paraíso. Nunca se investigó. Se falseó la
información. La impunidad prevaleció. El número de desaparecidos a llegado a los
44.

El comando urbano del PDLP de la Ciudad de México es capturado el 21 de abril


de 1973. Ese mismo día, elementos del Ejército Mexicano secuestran en San
Vicente de Benítez a siete supuestos milicianos de la BCA-PDLP; seis de ellos
hasta la fecha se encuentran desaparecidos. Durante el resto del mes y del año se
incrementan alarmantemente los casos de detenidos desaparecidos por soldados.
El 27 de abril Lucio se reintegra a la BCA a través del campamento del “Nanchal”.
Se dedica a organizar la Segunda Asamblea Anual del PDLP, la cual se realiza del
18 al 20 de mayo de 1973, en el Campamento de El Ciruelar, con la asistencia de
200 personas; cien del PDLP y las otras cien de organizaciones afines: Liga
Comunista Espartaco, Movimiento de Acción Revolucionaria, Unión del Pueblo,
Comando 2 de Octubre de Aguascalientes, PCM, MRM, organizaciones
estudiantiles guerrerenses, Frente Jaramillista de Morelos. Al final se elige una
nueva directiva dirigida nuevamente por Lucio.

En la asamblea se discute la línea estratégica de la BCA y se elabora un


comunicado. Sin embargo el problema del liderazgo se prolonga hasta que Lucio
provoca, utilizando todos sus recursos carismáticos, la expulsión temporal de
Carmelo de la BCA-PDLP. El 13 de junio Carmelo y diez milicianos más dejan el
campamento para jamás regresar. En la ciudad deciden formar las Fuerzas
Armadas Revolucionarias, tratando de convertirlas en el brazo armado urbano del
PDLP, a lo cual se opone tajantemente Lucio. Lucio refuerza su liderazgo
expulsando del seno de la BCA-PDLP toda disidencia. El 10 de julio de 1973
expulsa a todos los integrantes de La Partidaria (la cual desde marzo se había
transformado en la Liga Comunista 23 de Septiembre). 15 cuadros
experimentados en la lucha militar abandonan para siempre el campamento. La
posibilidad de unir a todo el movimiento revolucionario nacional fracasa por los
diversos liderazgos, pues nadie quiere dejar la dirección de su organización
revolucionaria. Solo la parte del MAR que no se fusiona en la LC23S mantendrá
hasta el fin relaciones de coordinación revolucionaria con el PDLP. En agosto de
1973 el PDLP ejerce un control bien establecido sobre una amplia región de la
Sierra.

A su reincorporación en la sierra, Lucio planea la extensión del movimiento


armado a otros lugares de la República. Los hermanos Jorge Francisco y Moisés
Pérez Cipriano en coordinación con Abelardo Morales Gervasio (Rammel),
realizan varios intentos en Bolaños, Jalisco. Fracasan. Más adelante, se les
comisiona a formar una célula en Acapulco, dando origen al Comité Emiliano
Zapata; el comando realiza una expropiación a un pagador de la obra El Farallón,
logrando obtener $18,000.00. En julio de 1973 llegan a la sierra un cargamento de
armas enviadas por sus colaboradores de Durango. Se distribuyen entre la Sierra
de Atoyac y Ometepec, donde la BCA-PDLP comienza a desarrollar una nueva
zona guerrillera.

Con el apoyo del MAR, surgen las Fuerzas Armadas del Pueblo, conducidas bajo
la dirección conjunta de Horacio Arroyo Souza y Ángeles Salas Salvador. El 13 de
septiembre de 1973, con la ocupación militar de la colonia Rubén Jaramillo en
Morelos y la detención de elementos del MAR, la Dirección Federal de Seguridad
detecta la presencia guerrillera en la Huasteca. El Ejército Mexicano desarrolla
una operación de cerco y aniquilamiento durante diez meses hasta que desarticula
el movimiento guerrillero.

Horacio Arroyo Souza (Rubén Palafox, Roberto, Conrado, Víctor), Ingeniero


agrónomo egresado de la Universidad
Nicolaíta de Michoacán, de 27 años de
edad, es detenido desaparecido en
agosto de 1974, en la Huasteca
Potosina, capturado cerca de la mina El
Chico, Hidalgo, por tropas del Ejército
Mexicano. Comanda los esfuerzos
unitarios entre el MAR y el PDLP en la
zona de la Huasteca. Miembro de
dirección nacional del MAR. Nace en el
Rancho El Zapote, Tiquicheo,
Michoacán. Recibe entrenamiento
militar en Corea del Norte, donde funge
como comandante del segundo y tercer
grupo. En México, dirige el Comando de
Exploración del MAR. Se incorpora a la
LC23S. Después se retira. Junto con
Ángeles Salas Salvador (Castro
Fuentes Isidro, El Vendal, Pablo
Santana López), son los responsables
de abrir un foco revolucionario o un brazo armado de la BCA-PDLP en la Huasteca
Hidalguense. No se sabe el destino final del comando que guiaba; si murieron
combatiendo, si fueron fusilados o si los trasladaron al cuartel militar Pachuca,
donde los desaparecieron o ejecutaron extrajudicialmente. Sobrevive el pequeño
grupo del profesor Ángeles Salas. Aun no se ha hecho el recuento total de
desaparecidos y ejecutados extrajudiciales dejados en la lucha contrainsurgente
contra las comunidades campesinas e indígenas de la Huasteca Hidalguense
durante 1973 y 1974.

En agosto, la BCA-PDLP reanuda su campaña ofensiva contra el Ejército


Mexicano. Para ese entonces prácticamente ejerce un gobierno autónomo,
popular y democrático. Lucio se dedica a resolver todo tipo de asuntos en las
poblaciones, desde las necesidades médicas, escasez de dinero, alimentación; da
medios para los traslados, consejos, impone orden dentro de los pueblos. Ejerce
la autoridad política y administrativa. Apoya con los recursos económicos
conseguidos por la BCA-PDLP cuanto puede a los pueblos y sus comunidades. Se
fortalecen mutuamente la BCA y las Comisiones de Lucha de los pueblos. El 24 de
agosto la BCA-PDLP ataca un vehículo militar; son heridos un sargento y un
soldado. Durante todo el mes de septiembre de 1973 la BCA mantiene sitiada
Tepetixtla, con la guarnición militar acantonada. A fines de octubre los milicianos
se extienden a la sierra de Chilpancingo. El PDLP comienza a cobrar impuestos
de guerra al maderero del poblado de San Cristóbal, materializándose en la
entrega de 60 pares de botas Tempac a la BCA el 08 de noviembre de 1973.

A partir de noviembre de 1973 la situación existente, en la que los guerrilleros


comienzan a pasar de la guerra de movimientos a la guerra de posiciones, la
región pasa a convertirse en un escenario de guerra. A principios de mes, el
campamento guerrillero se establece cerca de San Cristóbal, Chilpancingo, en un
lugar denominado Los Riegos. Se encuentran concentrados entre 100 y 150
guerrilleros. Son detectados por la inteligencia militar de la SEDENA y de la DFS.
Con la Operación Luciérnaga, el Ejército Mexicano desata una feroz
contraofensiva para recuperar el control territorial de la Sierra de Coyuca.
Comienza a llenar de tropa la zona. Da un paso más en su política de genocidio.
Desconoce la dignidad humana del detenido y los convierte en una cosa, en un
“paquete” a partir del 22 de noviembre de 1973, los cuales pueden ser
desechados al arbitrio de sus torturadores.

El 11 de noviembre de 1973 los rebeldes de la BCA, comandados por Lucio,


chocan contra cerca de 300 elementos de tropa, entre los poblados de
Yerbasantita y Las Compuertas, en la Sierra de Coyuca de Benítez; muere un
rebelde, un sargento, un cabo y dos soldados. Lucio y sus compañeros deciden
retirarse hacia Santa Rosa, donde Lucio conoce a quien será su última esposa,
Isabel Ayala Nava, con quien procrea una niña, a la que le ponen el nombre de
Micaela. El 13 de noviembre, tropas del ejército ubican y toman por asalto dos
campamentos de los guerrilleros. Se envían tres columnas volantes para localizar
y aniquilar la BCA-PDLP. Dos días después, se ordena a la totalidad de la partida
militar de Ciudad Altamirano taponear la posible ruta de escape de los rebeldes. El
18 el ejército toma posiciones por distintos lados organizando el asalto en
columnas volantes con el fin de cercar a la BCA-PDLP.

Los guerrilleros se ven forzados a dispersar su contingente, por lo que se


producen varios enfrentamientos cercanos en tiempo y lugar en La Llave, Los
Riegos, Yerbasantita, Las Trancas y Santa Rosa. En el paraje La Llave, al oeste
de Yerbasantita, la brigada de Lucio (conformada por tres personas), armado con
carabinas M-2, montan una emboscada contra los elementos del 32º Batallón de
Infantería; el ejército tiene cuatro muertos, un herido y un desaparecido, la BCA un
muerto, un detenido que después es ejecutado extrajudicialmente y otro que logra
huir (Lucio). En los Riegos los rebeldes se enfrentan por dos lados contra 520
soldados. Logran replegarse y huir por arriba del cerro, donde ya no fueron
seguidos; son detenidos el ingeniero Agustín Álvarez Ríos y Raúl Castañeda
Peñaloza (Armando). También se produce otro enfrentamiento en Yerbasantita,
dirigido por Lucio. El ejército tiene entre 20 a 25 heridos y 12 muertos. Sin
confirmar, se tiene la información de que en Las Trancas la BCA-PDLP sufre, en
un enfrentamiento contra soldados, 30 muertos. Algunos fueron enterrados y otros
dejados para que los campesinos los encontraran y enterraran. El 25 se produce
otro choque en Santa Rosa entre tropas del Ejército y la BCA-PDLP. Se continúan
las detenciones ilegales y el acrecentamiento de las desapariciones forzadas.
Lucio decide regresar a la Sierra de Atoyac. Para fines de diciembre la lista de
desaparecidos se ha incrementado a 55.

A finales de 1973 y principios de 1974, la BCA-PDLP se ve en la necesidad de


ajusticiar a varios traidores. Son los casos de Salvador Baltasar, José Benítez (en
enero de 1974), Enrique Juárez Alvarado (cuyo encargo recae en Lucio, su esposa
Isabel Ayala y otros tres milicianos); en enero de 1974 los hermanos Agustín y
Josefina Mesino, Miguel Ángel (El Panadero), José Natividad Paco (Tibe Paco),
Juan Ponce Fierro, Alfredo Rojas Vela, Rosendo Serna Ramírez, director del
periódico “El Rayo del Sur”.

A fines de 1973, a través del maestro Inocencio Castro Arteaga, también militante
del MRM, el senador Rubén Figueroa le dirige una carta a Lucio proponiéndole
entablar pláticas para pacificar al estado de Guerrero. Los guerrilleros rechazan la
solicitud de la carta. En enero de 1974, la directiva de la BCA comisiona a los
profesores Pedro Hernández Gómez (Ramiro) e Inocencio Castro Arteaga
(Gilberto), se trasladen a la Ciudad de México con el fin de estudiar los hábitos y
costumbres del senador Rubén Figueroa Figueroa para que, de ser posible, fuera
secuestrado. La fuerte escolta usada por el senado disuade a los guerrilleros a
llevar a cabo por el momento su cometido. A la semana, los comisionados se
encuentran nuevamente en la sierra. A Pedro Hernández se le comisiona hasta
abril de 1974 la tarea de politizar a diferentes pueblos de Atoyac y a reclutar
nuevos elementos para la lucha guerrillera.

El 15 de febrero de 1974 se produce un nuevo enfrentamiento en la sierra de


Atoyac entre fuerzas del Ejército Mexicano y de la BCA-PDLP. Mueren dos
soldados. El 20, a 5 kilómetros al oeste del Barrio Los Enríquez, la Patrulla Meza
choca contra una brigada de la BCA-PDLP, causándole dos bajas.

A partir del 05 de marzo de 1974, con la detención del miliciano de la BCA-PDLP


Pedro Sonora Mendoza, por agentes de la Policía Judicial del Estado, por órdenes
del Gobernador, coordinado con el Procurador General de Justicia del Estado,
violando las garantías constitucionales, los detenidos por los cuerpos de seguridad
policial serán trasladados y puestos a disposición de la XXXV Zona Militar. En vez
de que el poder militar entregue los detenidos al poder civil, éste entrega civiles a
los militares en el tiempo en que ya es evidente el ejercicio de la política de
desaparición forzada.

El 16 de marzo de 1974 la BCA-PDLP embosca a la policía montada en el tramo


Coyuquilla Norte, Coyuquilla Sur. En respuesta, el ejército ocupa Río Santiago,
saca a todo el poblado de sus casas. Detienen a varios habitantes y, en presencia
de todos, los someten a brutales torturas. Al siguiente día, la BCA, con Lucio al
frente, ocupa temporalmente el poblado; 14 jóvenes se les suman. En los
siguientes días nuevos reclutas se integran a la fuerza revolucionaria. El 21, por
equivocación, una brigada de la BCA-PDLP, formada por 20 guerrilleros al mando
de Pedro Hernández Gómez (Ramiro), al montar una emboscada contra agentes
judiciales en El Cacao, abren fuego y matan a un trabajador de la Comisión
Federal de Electricidad. Tres días después, la brigada se traslada a El Valle,
donde intentan infructuosamente emboscar a tropas del Ejército. Se trasladan a El
Salto, con los mismos resultados; se trasladan al Cerro de San Andrés y
posteriormente a El Saltito donde se unen a las fuerzas comandadas por Lucio.

El 22 de marzo los rebeldes llegan a El Cacao, se reúne toda la comunidad en la


cancha; se celebra, durante una hora y media, una asamblea popular precedida
por Lucio. Al siguiente día sucede lo mismo en el poblado de San Juan de las
Flores. En todas las asambleas que participa, Lucio expone las razones por las
cuales se encuentran levantados en armas e invita al poblado a unirse en la lucha
contra los gobiernos estatal y federal y derrocar al régimen actual. Los campesinos
de Las Cataratas le brindan hospitalidad y alimento a los integrantes de la BCA-
PDLP.

Entre el 08 y 10 de abril de 1974 tropas de la XXVII Zona Militar toman por asalto
dos campamentos guerrilleros capturando 51 mochilas con ropa, documentación,
cintas grabadas por Lucio, medicamentos y correspondencia. Los datos más el
trabajo de las columnas volantes permiten la detención de más activistas del
PDLP y de la BCA, muchos de ellos se encuentran desaparecidos. A partir del 22
de abril se intensifica la movilización de tropas. De marzo a mayo se eleva
alarmantemente el número de personas detenidas desaparecidas. Incluso se
producen desapariciones en las redes urbanas del PDLP en la Ciudad de México.
El número de desaparecidos se incrementa a 99 casos registrados.

Durante las semanas que pasaron desde la primera negativa a conceder una
entrevista al senador Figueroa, el tío de Lucio (Luis Cabañas Ocampo), en
diversas ocasiones llega al campamento guerrillero reiterando la propuesta de
Figueroa. El 12 de abril de 1974, la dirección de la BCA-PDLP decide aceptar la
realización de la entrevista. Sin embargo, se toma la decisión equivocada de
secuestrar al senador como una manera de solucionar los problemas de
crecimiento y fortalecimiento interno de la guerrilla, además de imponer la lógica
de guerra. El secuestro le da enorme publicidad al PDLP. A través de Pascual y
Luis Cabañas Ocampo, tíos de Lucio, se acuerdan las condiciones del lugar y
fecha del encuentro. Las condiciones que exigen -que acate el Ejército Mexicano,
su retirada provisional de la zona de combate-, son negadas por el Secretario de
la Defensa Nacional.

El 18 de mayo de 1974 se celebra, con la asistencia de 100 delegados, la última


asamblea del PDLP en El Ciruelar. Se toma como puntos fundamentales seguir
golpeando al Ejército Mexicano a través de la BCA-PDLP y hacer mayor
propaganda del PDLP. Terminada la reunión, la BCA avanza por el camino de El
Interior a Caña de Agua, donde acampa.

El 30 de mayo de 1974, a las 9:00 a.m., Rubén Figueroa y su comitiva hacen


contacto con los milicianos de la BCA en el crucero de la carretera Acapulco
Zihuatanejo, que conduce de San Jerónimo a El Ticuí. A las 7:00 p.m. llega Lucio
con 12 de sus compañeros. Después de tres días de negociaciones, no se llega a
ningún acuerdo, pues Lucio fija como condición de inicio la liberación de todos los
presos comunes. El diálogo se interrumpe cuando se comunica a Figueroa y su
comitiva la decisión de la BCA-PDLP de secuestrarlos. El 02 de junio de 1974
aparece el primer comunicado del PDLP dirigido a la opinión pública donde da a
conocer el secuestro del senador.

La BCA se traslada a su campamento ubicado en el cafetal de los hermano Mata


en el ejido Pitos, Pitales y Letrados. La familia de Figueroa al conocer el
desenlace, de inmediato hace contacto con el padre Carlos Bonilla a fin de
solicitarle su intervención para la satisfactoria liberación de Figueroa. Se traslada a
Guerrero y al percatarse que la Dirección Federal de Seguridad tiene en su poder
al profesor Inocencio Castro solicita su libertad para que él pueda intervenir como
mediador. Al principio el subdirector de la DFS, Miguel Nazar Haro, se niega a
liberarlo, finalmente, presionado, cuando Bonilla se niega a servir de intermediario,
acepta.

Por parte de la BCA-PDLP a partir del 08 de junio de 1974, Pedro Angulo Barona
(Gorgonio) y Manuel Serafin Gervasio (Javier), son comisionados para negociar
con la familia de Figueroa su liberación e ir por el rescate. Abelardo Morales
Gervasio (Rammel), sirve de contacto entre Bonilla y los guerrilleros. El Ejército
Mexicano decide cerrar el cerco, detener los contactos de la BCA-PDLP que
portan los comunicados y liberar a Rubén Figueroa a cualquier costo.

Mientras tanto, la BCA decide reducir al mínimo el número de sus miembros. De


sus 92 integrantes, prescinden de 35. Los 57 combatientes son divididos en dos
partidas, la primera de 36 es comandada por la dirección del PDLP y, la otra, de 21
se encargará de vigilar a los rehenes. Ambos grupos se ven obligados a continuos
desplazamientos. Comienza la escasez de víveres. El gobierno federal no
negocia. La BCA-PDLP se ve en la necesidad de quedarse únicamente con 40
hombres; 10 bajo la comandancia de Lucio y 30 donde va Figueroa y su comitiva,
bajo las órdenes de Heriberto Valle.

La respuesta del ejército al secuestro de Figueroa fue brutal en contra de las


comunidades campesinas, a las que considera como bases del movimiento
guerrillero. Ante la impotencia de localizar a la BCA, los militares atacan a la
población civil indefensa.

El 20 de junio de 1974, en la mañana en la casa de la señora Ramos Tapia,


Rancho Tenexpa, municipio de Tecpan de Galeana, es secuestrado nuevamente el
profesor Inocencio Castro Arteaga, por agentes de la Policía Judicial del Estado y
soldados. Es desaparecido. Tres días después, el 23, llegan a México un grupo de
63 militares de la Escuela Superior de Guerra del Brasil, encabezado por Walter
de Menezes Paz, Procurador Militar. Al siguiente día arriba otro contingente de
militares brasileños se les une. Son expertos en tácticas contraguerrilleras. El 24
de junio el “Grupo Sangre”, organizado por la DFS, informa a su superioridad, a
través del Capitán Luis de la Barreda Moreno, Director Federal de Seguridad, que
en fechas recientes tanto en Acapulco como en otras poblaciones han venido
apareciendo cuerpos sin vida de personas no identificadas. Los cadáveres
presentan impactos de arma de fuego, señales de haber sido torturados y
desfigurados en el rostro y otras partes del cuerpo, producidas por quemaduras. Al
no ser identificados ni reclamados, los restos han sido enterrados en fosas
comunes.

Los cuerpos, según el Exp. DFS 100-10-16-4L 9, H 244-245, pertenecen a


personas conectadas con Lucio Cabañas Barrientos y su gente, que han sido
aprehendidos cuando bajan de la sierra para abastecerse de víveres y otros
objetos necesarios para ellos, o sirven de correo entre los remontados y quienes
se encuentran en la zona urbana. Las detenciones han sido realizadas por orden
expresa del Comandante de la XXVII Zona Militar, con sede en Acapulco, General
de División D.E.M. Salvador Rangel Medina. Entre la población civil se
responsabiliza de las muertes al teniente Coronel de Infantería D.E.M. Francisco
Quiroz Hermosillo, Comandante del 20º Batallón de la Policía Militar.

El 28, 29 y 30 de junio la Fuerza Aérea bombardea el cerro de la Mojileca, donde


la BCA-PDLP había instalado uno de sus campamentos.

Del 01 al 05 de julio de 1974 el titular de la SEDENA, General Hermenegildo


Cuenca Díaz visita la XXVII Zona Militar de Atoyac y la región de operaciones.
Durante su estancia, los altos mandos el ejército estudian del documento “Análisis
y evaluación de la situación actual, político militar, en relación con el secuestro del
senador Rubén Figueroa, por la gavilla “guerrillera” de Lucio Cabañas”.

En el documento el ejército reconoce que se encontraba enfrentando a una


guerrilla que cuenta con el apoyo del pueblo y que el ejército debía de actuar
“empleando los conocimientos de todo el personal militar que ha salido al
extranjero para recibir diversos cursos de adiestramiento que tienen relación con
la contraguerrilla.” El ejército debía de reorganizarse en unidades flexibles que le
permitan “adaptarse a las circunstancias de una auténtica guerrilla”. Se sugiere el
control sobre la población civil del área crítica, el control de abastecimientos,
principalmente víveres; una campaña permanente psicológica y la elaboración de
un “Manual de Instrucciones”, que debe ser estudiado y aprendido como parte del
adiestramiento para todas las operaciones críticas.

El ejército hace un censo de toda la población civil, la cual fue obligada a


concentrarse en los poblados mayores, en los que las fuerzas militares tendieron
un cerco para controlar los movimientos de la población. Terrenos, animales y
cultivos fueron abandonados, las comunidades se volvieron pueblos fantasmas o
cuarteles del ejército. A este tipo de desplazamiento forzado se le conoce con el
nombre de “aldea vietnamita”. Tal fue el destino de por lo menos de los siguientes
poblados: Barrio de Los Martínez y la Peineta, en el Ejido de San Francisco del
Tibor; El Molote, La Junta de los Ríos, delante de la Remonta; Agua Zarca; Cerro
Prieto de los Pinos; Las Pascuas y El Refugio (estos tres últimos concentrados en
El Quemado); El Carrizo; La Cebada; El Barrio de Las Cuevas (concentrado a la
Vainilla); El Escorpión; Salto Chiquito o El Saltito; El Posquelite, El Sombrero y El
Suspiro; así como otros más grandes, como El Porvenir Limón (barrio de donde
era originario Lucio); Tres Pasos del Río (utilizado como cuartel); y Corrales de Río
Chiquito.

El 11 de julio de 1974 se reúnen los grupos de la BCA-PDLP. Analizan sus fallas,


pues casi logra escaparse Figueroa. 11 milicianos renuncian a la BCA y regresan
a sus zonas de origen. El 13 se produce un enfrentamiento entre el grupo que
custodia al senador Figueroa y tropas del ejército, en el camino que lleva a San
Juanito al Plan de los Metates. Muere un guerrillero. Ese mismo día, en La Gloria,
tropas del ejército sorprenden a la BCA comandada por Lucio. Los cinco rebeldes
logran huir, aunque al día siguiente son capturados tres de ellos por una patrulla
de la XXXV Zona Militar, establecida en La Gloria. Son trasladados al Campo
Militar No. 1. Ernesto Mesino Lezma, Raymundo Morales Gervasio y Margarito
Vázquez Baltasar se encuentra desaparecidos. En los siguientes días se
incrementan las detenciones. Tan solo del 16 al 18 de julio se producen 17
detenciones; varios se encuentran desaparecidos. Ya suman 119 casos
comprobados.

El 13 de julio de 1974 la Fuerza Aérea bombardea las cercanías de Corrales de


Río Chiquito. Muere un campesino. El 22 de julio el Secretario de la Defensa
Nacional regresa nuevamente a la XXVII Zona Militar. En esos 17 días el ejército
avanza sitiando a los pueblos de la región, se ha enfrentado a la BCA, se ha
detenido a casi una veintena de personas ilegalmente, varias de las cuales son
desaparecidas, auxiliándose de madrinas y guías forzadas a traicionar a su propia
gente, utilizando medios brutales de tortura. La mayoría de los detenidos son
trasladados al Campo Militar No. 1. A partir de esa segunda visita, las detenciones
irán en aumento. El Secretario de la Defensa, con aprobación del Presidente Luis
Echeverría Álvarez, ordenaba detener e interrogar a los sospechosos, así como
informarle de sus resultados.

Del 26 al 28 de julio de 1974 se reúne el conjunto de la BCA-PDLP. Se da a


conocer el tercer comunicado para la liberación de Figueroa. Ante la negativa del
gobierno federal a negociar, los guerrilleros solicitan 50 millones de pesos por la
libertad de Figueroa, para ser entregados el 02 de agosto de 1974. El 27 de julio
en el campamento de La Delfa, se incorpora a la guerrilla Marcelo Serafín Juárez
(Arturo). Con 15 años, permanecerá al lado de Lucio hasta su muerte y será
capturado vivo por el ejército, para ser posteriormente desparecido. La BCA
decide dividirse en dos columnas independientes. La de mayor número de
combatientes, 42, debía marchar al oriente con los secuestrados y encargarse de
llevar a cabo en el menor tiempo posible las negociaciones con la familia de
Figueroa. La otra, la menor, al mando de Lucio, equipada con las mejores armas y
mayor cantidad de parque, debía dirigirse a la sierra de Tecpan con el objetivo de
atacar a las fuerzas militares, distrayendo así su atención de la columna principal.
El 29 de julio se separaron definitivamente las dos columnas, nunca volverán a
reunirse.

El pequeño grupo de Lucio se va al Cacao, cerca de la Poza de Atoyac y Tecpan,


para organizar emboscadas a convoyes militares. Tenía la intención de llegar a la
sierra de San Luis, hasta los límites del estado de Michoacán. El 14 de agosto de
1974 once milicianos de la columna mayor desertan. Quedan 31 insurgentes.

El 05 de agosto de 1974, iniciando con una herencia de 144 desaparecidos,


comienza el nuevo Plan de Operaciones contra la BCA-PDLP. El General Salvador
Rangel Medina es relevado de la comandancia de la XXVII Zona Militar. En su
lugar es nombrado el General Eliseo Jiménez Ruiz, quien fungía hasta ese
entonces como Comandante de la XXXV Zona Militar con sede en Chilpancingo.
De acuerdo al Plan de Operaciones, se organizan seis agrupamientos con sus
respectivos mandos y áreas de responsabilidad. Se les encomienda como parte
de su misión el control de víveres y personas sobre las rutas que conducen a la
sierra y procedentes de ella. Los puestos de control militar deben de impedir el
paso de víveres, armamento y municiones que pudieran ser destinados a la BCA-
PDLP. Además, se les encomienda la identificación y captura de integrantes de la
guerrilla y sus contactos. El Plan se lleva en forma paralela a las operaciones de
rastrilleo constante de la zona para ubicar y liberar al senador Figueroa.

El 08 de agosto de 1974 la columna comandada por Lucio se enfrenta contra 150


soldados del 27º Batallón de Infantería, en un lugar denominado “Monte Alegre”,
entre Plan de los Molinos y ranchería La Cebada. Mueren once soldados y otros
seis son heridos. Los rebeldes tienen un herido accidental, por bala en el empeine
del pie. Al no poder caminar es trasladado a Corrales de Río Chiquito al cuidado
del comisario ejidal. Sin embargo, días después Miguel Ángel de la Cruz Martínez
es detenido por soldados. Informa de la existencia de tres grupos de la BCA-
PDLP: el que comanda Lucio, el que escolta al senador y su comitiva y los del
Grupo “18 de Mayo”.
Mientras tanto, la columna de la BCA que conduce al senador intentando acelerar
la liberación de Figueroa, envía como correo a Abelardo Morales Gervasio
(Rammel), quien al bajar de la sierra es capturado el 07 de agosto y trasladado al
Campo Militar No. 1, donde es brutalmente torturado. El 09 de agosto el Pbro.
Carlos Bonilla, mediante la gestión de Fernando Gutiérrez Barrios y la anuencia de
Francisco Quiroz Hermosillo, llega al Campo Militar No. 1 a visitar a Abelardo.
Rammel redacta una carta para Lucio con las condiciones para liberar a Figueroa
y en intercambio sería soltado él y dejarían en libertad al profesor Inocencio
Castro. La carta es enviada a Lucio a través de Félix Bautista y Juan, quienes son
conducidos a la sierra el 11 de agosto por Bonilla, entrando por Arteaga. Abelardo
e Inocencio jamás fueron puestos en libertad. Se encuentran desaparecidos.

El 12 de agosto de 1974 Rubén Figueroa Alcocer y el ex gobernador campechano


José Ortiz Ávila entregan los primeros 25 millones de pesos del rescate al Pbro.
Carlos Bonilla. Al día siguiente se traslada a la sierra a pagar el rescate. El dinero
es entregado sin incidentes. Días después, ocurre lo mismo con los otros 25
millones de pesos, aunque ahora son entregados al obispo Sergio Méndez Arceo
en el Seminario Conciliar de México. Esta última suma le fue devuelta a la familia
Figueroa el 09 de septiembre de 1974, un día después de la liberación, por parte
del ejército, del senador.

De los primeros 25 millones, Manuel Serafín Gervasio (Javier), detenido


desaparecido el 05 de septiembre de 1974 por elementos del Ejército Mexicano,
junto con su primo en la colonia 20 de Noviembre de Acapulco, tenía 15 millones,
de los cuales, después de ser torturado, devuelve 14 millones y medio de pesos.
Los 300 mil pesos que Manuel había entregado a los familiares de Lucio, son
recuperados por el ejército cuando elementos de tropa detiene en Tixtla, Guerrero,
el 25 de octubre de 1974 a doña Rafaela Gervasio Barrientos, madre de Lucio,
junto con su hija Bartola, Conrado y Juan Serafin Gervasio -el esposo de Bartola-,
Cleofas Barrientos y sus tres hijos de 5, 4 y dos años, así como a Isabel Ayala
Nava, última esposa de Lucio, y su hija de un mes de nacida Micaela Cabañas
Ayala. Todos son trasladados al Campo Militar No. 1, donde permanecerán
durante tres años sin ser procesados.

Se desconoce el destino de los 200,000 pesos entregados a diversos campesinos


que fueron detenidos por soldados tiempo después. De los 10 millones
encomendados a Félix Bautista, el ejército recupera el medio millón que le fue
entregado a un profesor de la Preparatoria 9 de Acapulco. Lo demás fue
entregado al PCM.

El 14 de agosto de 1974 desertan del campamento de la BCA-PDLP más de 30


milicianos. El 17 de agosto la Fuerza Aérea bombardea el paraje Los Cajones,
entre El Camarón y Los Valles. Después, brigadas de paracaidistas del Estado
Mayor caen en la zona para desplegarse en el terreno. Se detiene a tres
campesinos los cuales son desaparecidos. Ese mismo día toda la comunidad de
Corrales de Río Chiquito abandona su población. Dejan todo. La mayoría se dirige
a San Juan de Las Flores, El Ticuí, El Interior y El Pará. La población es ocupada
por tropas del ejército, al mando del Mayor Escobedo. Saquean todo; lo que no
pueden llevarse lo queman. La gente de Corrales de Río Chiquito es perseguida
en todos los pueblos a donde emigra. Muchos son desaparecidos. Son obligados
a regresar en enero de 1975, bajo riguroso control militar.

El ejército impide a las comunidades el abasto de alimentos y de artículos de


primera necesidad. El hambre cunde en la sierra. Para desplazarse los lugareños
necesitan de salvoconductos expedidos por el ejército. La entrega de despensas
que repartían los soldados servía para detectar dónde se encontraba la gente y
para realizar detenciones. Los jefes de familia que no iban personalmente por sus
despensas inmediatamente eran incluidos en una lista y se les consideraba
participantes en la BCA-PDLP.

El 19 de agosto de 1974, acumulando 166 casos registrados de personas


desaparecidas, el ejército inicia la Orden de Operaciones Número Seis, donde se
encomienda a la Fuerza de tarea Zorba y a los puestos de revisión 1 al 5,
identificación y captura de integrantes de la guerrilla y sus contactos; seguir
manteniendo los obstáculos para la libre circulación de víveres que puedan ser
destinados al “enemigo”. Tres días después lanza el Plan de Operaciones Número
Siete. Los militares tratan con extrema crueldad a los pobladores de Caña de
Agua, Río Chiquito, Mezcalito, el Coco y otros por el rumbo del Porvenir al
Paraíso, ampliando las “aldeas vietnamitas”.

El 21 de agosto una columna de la BCA-PDLP sostiene un encuentro contra el


Grupo Escobedo, Grupo Iñigo y Grupo Llanos del 48º Batallón de Infantería; son
capturados dos combatientes. Ese mismo día, por la noche, a la altura de La
Huerta de Los López, la BCA-PDLP comandada por Lucio embosca una columna
de 100 soldados que se dirigían de El Ticuí a Caña de Agua. Los soldados tienen
29 bajas, 14 muertos y 15 heridos. Días después, el 25 de agosto nuevamente se
enfrentan insurgentes y tropas federales. Muere un rebelde y son secuestrados
ocho personas. En los siguientes días, el ejército se dedica a recapturar a toda la
gente a la que había acusado un año atrás de participar en emboscadas al lado de
la BCA-PDLP, pero que el Juez había liberado por falta de pruebas. Ya no las
entregará a ninguna autoridad competente. Algunos serán desaparecidos y otros
estarán largo tiempo recluidos en los campos militares, ahora convertidos en
campos de concentración. Para el 06 de septiembre se establecen puestos de
revisión en Cayaco, el Control “Jupiter” establece emboscadas para evitar que los
guerrilleros abandonen la zona de operaciones y se traslada varios desaparecidos
a diversos cuarteles. [LP 648848] Los casos documentados de personas
desaparecidas se incrementan a 208 casos.

El 07 de septiembre de 1974, la comandancia de la BCA-PDLP comete un error


fatal. En los justos momentos en que se encuentran arreglando las condiciones
para soltar al senador y sus compañeros, deciden enviar a José a Acapulco para
acelerar la entrega de Figueroa. Contraviniendo toda norma de seguridad,
consistente en que cuando alguien salía del campamento éste tenía que
cambiarse de lugar. Los guerrilleros no se mueven. José, de tan solo 15 años de
edad, miembro de la escolta de Rubén Figueroa, al bajar de la sierra es capturado.
Sometido a intensas torturas indica el lugar donde se encentra el campamento
guerrillero, en El Molino, moviéndose rumbo a Las Pascuas, cerca de Huicón,
destino a Zacualpan. El ejército mantendrá a José como madrina en los retenes de
El Tejabán y Zacualpan, y más tarde como guía por la sierra de El Quemado,
hasta Las Pascuas. Muchos de sus anteriores compañeros serán capturados para,
la mayor parte de las veces, desaparecer.

El 08 de septiembre de 1974 inicia la Operación Atoyac, bajo la comandancia del


Teniente Coronel Juan López Ortiz de la XXVII Zona Militar. El destacamento
militar estaba compuesto por 60 hombres de las patrullas “Martín” y “Vicente”, del
27º Batallón de Infantería. La columna de la BCA que custodia al senador se
encuentra en Las pascuas, al oriente de El Quemado; lugar donde iban a soltar a
Figueroa. Las 48 personas, 11 de ellas mujeres, son cercados por elementos del
ejército mexicano. Abren fuego contra los insurgentes. Al final el ejército rescata a
Figueroa y sus compañeros. Pierden la vida Sixto Serafín Castro (Sebas), brazo
principal de la BCA-PDLP. Febronio Díaz Figueroa y el tío de Lucio, Luis, resultan
heridos por el fuego de los soldados. Al ser trasladados a un hospital, fallece el
último. Los demás insurgentes logran escapar.

Tres días después, el 11, la columna de la BCA es sorprendida y emboscada por


tropas del ejército. Mueren 18 combatientes y una docena son detenidos y usados
como guías las próximas semanas. Los guerrilleros capturados sirvieron para
ubicar los restos de la columna, desbrozar el campo para que puedan aterrizar los
helicópteros y muy probablemente, al no existir constancia de lo contrario, fueron
ejecutados extrajudicialmente cuando dejaron de ser útiles. Sus identidades no
aparecen en los archivos entregados por la Secretaría de la Defensa Nacional al
Archivo General de la Nación. La primera derrota militar de la BCA-PDLP marca el
inicio de su derrota estratégica. Sólo quedan 11 combatientes de los 42
integrantes originales de la columna.

Al día siguiente de la liberación de Figueroa, son detenidos diversos trabajadores


de la Revista ¿Por Qué?, por el delito de publicar en números anteriores los
comunicados del PDLP. Permanecen desaparecidos, internados en el Campo
Militar No. 1, del 09 al 21 de septiembre de 1974.

Mientras tanto, la columna de Lucio desde el 29 de agosto recorre de la sierra de


Atoyac a la sierra de Tecpan. A principios de septiembre, comisionan a Ricardo y
Leoncio para conseguir dinero, botas y vituallas. Leoncio es detenido por el
ejército en Caña de Agua. De 14 elementos originales, llegan solo 11 al pueblo de
El Zapote, donde acampan una semana. Después, se dirigen a Cayuca. El 08 de
septiembre en los momentos que se encuentran realizando una asamblea con los
pobladores de Los Toronjos y La Cayuca, se enteran de la liberación de Figueroa y
la versión oficial de la baja, entre muertos y heridos, de 35 de sus compañeros.
Días después se les llega a avisar que el único muerto en la operación fue Sixto
Serafín Castro.

Lucio, ante las noticias, decide cambiar de planes y restablecer contacto con la
columna que custodiaba a Figueroa. Avanzan rumbo Achotla y Las Palmas. En el
campamento de San Andrés, en Achotla, los alcanza Álvaro, quien, junto con
Franti, Chelo (Crispín Hernández), Rubén y Silvino, se había trasladado a la Sierra
de San Luis donde operaba la Brigada 18 de Mayo del PDLP (era el nombre con
que se conocía a la BCA en esa zona). En ese mismo lugar, llega Ricardo a
comunicarles la detención de Leoncio. Por su parte, el ejército sigue
desapareciendo y trasladando gente a sus
diversas instalaciones militares.

El 13 de septiembre elementos de la Policía Judicial


Federal Militar secuestran a Manuel Serafín
Gervasio, medio hermano menor de Lucio, en la
colonia 20 de Noviembre de Acapulco. Lo
trasladan a la Base Aérea de Pie de la Cuesta,
donde fue sometido a tormento. Fruto de la
información que obtienen, el ejército recupera una
petaca con $14, 500,000.00, parte del rescate
entregado por la familia de Figueroa, enterrada a
31 kilómetros de Acapulco, rumbo a la Ciudad de
México. Manuel se encuentra desaparecido. [Radiograma 10220 del 74/ 09/ 13,
SDN 99/ 295/ 33 y SDN 99/ 294/ 357, de E. Jiménez al Srio. DN HCD] [Tarjeta
informativa del 74/ 09/ 14 de la Subjefatura Ofl. De Perm. Para atención
Superioridad SDN 99/ 295/ 37 y Telegrama 50025 de A. Sánchez al Cmte. 27ª ZM
EJR del 74/ 09/ 17, SDN 99/ 295/ 39 y 355] [Exp. DFS 80-85-94, L 1, H 297] Ya
suman 220 los casos documentados de personas desaparecidas.

En la tarde el 20 de septiembre de 1974, la BCA-PDLP comandada por Lucio se


enfrenta, por quinta ocasión, contra tropas del ejército, en la carretera de Cacalutla
a la sierra, entre los barrios de Ixta y Las Trincheras. Mueren nueve soldados y
quedan siete heridos. Los guerrilleros pierden la historia gráfica de la guerrilla, la
cual queda hasta la fecha en poder del Ejército Mexicano.

Para septiembre, ubicando los mandos del Ejército Mexicano la disgregación de la


columna principal de la BCA y la posible ruta seguida por las fuerzas reducidas
comandadas por Lucio perfeccionan un nuevo plan que comienzan a impulsar a
fines de septiembre. Las madrinas (ex guerrilleros “quebrados” u obligados a
colaborar con el ejército) son usadas para desarticular las redes de apoyo que la
BCA-PDLP tiene en lo más profundo de la sierra, reforzado con el “peinado” que
grupos especializados del ejército comienzan a realizar en los lugares probables
de la sierra, donde pudieran guarnecerse los insurgentes.

Los 14 integrantes de la BCA-PDLP acampan en Los Toronjos el 10 de octubre.


Por un error, son detectados por una columna volante. Al otro día, amanecen
cercados. Los militares abren fuego con balas y granadas. Los guerrilleros
intentan romper el cerco. Se dividen en tres grupos. Dejan todas sus mochilas, las
grabaciones realizadas a Figueroa, la ropa, las hamacas; todo su equipo cae en
poder del Ejército Mexicano. Los soldados tuvieron 31 bajas, 16 muertos y 15
heridos. Por los rebeldes, muere Pedro Mesino Benítez (Rutilo); Margarito Castillo
Iturio (Martín), es herido (será detenido desaparecido el 17 de noviembre de 1976
en el Estado de México); y es capturado Esteban Abarca Benítez (Guillermo), uno
de los dos guías de la BCA; hasta la fecha se encuentra desaparecido. Tras
romper el cerco, cada grupo escapa por donde puede. Ya no vuelven a
reagruparse. El ejército se adueña de la lista de los 41 campamentos empleados
por la BCA-PDLP desde el inicio de sus operaciones. Para el 10 de octubre de
1974, la lista de desaparecidos documentados alcanza los 271 casos.
César, Edi-Carlos y
Eusebio huyen juntos. Más
adelante son alcanzados, y
se les unen, Juan, Martín y
Ricardo. Los seis llegan a
La Caña el 12 de octubre.
Después se trasladan a
Zintalapa, donde llegan el
18. El 21 se encuentran en
La Finca; acampan en El
Interior el 22. En ese lugar,
se les unen el 13 de
noviembre Ernesto, José
Juan (Felipe Ramos
Cabañas), Acasio y
Gabriel, de la Brigada 18
de Mayo de la BCA-PDLP.
Algunos guerrilleros que
habían sobrevivido al rescate de Figueroa se trasladaron a la sierra de San Luis
donde establecieron contacto con la Brigada 18 de Mayo; se suman a los
restantes sobrevivientes en el campamento de El Interior. En ese lugar se
encuentran cuando reciben la noticia de la muerte en combate de su comandante.

Mientras tanto, Lucio rompe el cerco. Más de doce días le tarda llegar Atoyac. Va
herido de los pies, pues tiene que caminar sin huaraches; se le entierra un espinal.
Se cae en un barrancón; enfermo, con calentura por la infección de la planta de
los pies. En Los Corrales recibe ayuda. Le dan una carabina R-15. Lo medio
curan. Le acompañan sólo tres compañeros. Esta confiado, a pesar de las
adversidades, en poder reestructurar a la BCA y al PDLP en 1975. Cree que el
PDLP conserva los 25 millones del rescate de Figueroa. Planea el crecimiento de
las fuerzas guerrilleras, la compra de armas más poderosas, el mejoramiento de
las radio comunicaciones entre sus milicianos; la publicación de un periódico, la
instalación de una radiodifusora propia; establecer contacto con grupos
revolucionarios de otros países; visitar los estados; de extender la organización del
PDLP a todo el país. Una traición puso fin a los sueños de Cabañas.
Tras el enfrentamiento en que muere Lucio Cabañas, es detenido
desaparecido por soldados Marcelo Serafín Juárez. Tenía 15 años de edad.
Se producen diversos enfrentamientos entre el ejército y los grupos dispersos de
la BCA-PDLP. El 07 de noviembre una patrulla de la XXVII Zona Militar detecta y
ataca un campamento de sobrevivientes de la BCA en la ranchería El Cucuyachi.
Esteban, Martha y Silvano, comandados por Ramón (Salomón Ríos García) huyen
dejando armamento. Trataban de hacer contacto con Gregorio Fajardo de los
Santos (Kaliman). Formaban parte de los que custodiaban a Figueroa. El 14 de
noviembre en otro enfrentamiento producido en la ranchería Rincón de Las
Parotas, muere en combate Aureliano Martínez Cabañas y son detenidos Sabas,
Miguel y Margarito. El 30 de noviembre es emboscado otro grupo de la BCA.
Mueren en combate Daniel Sánchez Juárez (Ricardo); Crispín Hernández (Chelo);
y Franti. Se estaban bañando cuando los sorprende el ejército. Arturo logra
escapar. A marchas forzadas se reúne con Lucio en el Otatal. Lucio va
acompañado por tres guerrilleros.

El 01 de diciembre de 1974, bajo la guía de José Isabel Ramos (Chavelo),


campesino cafetalero del ejido de Santa Lucia, Tecpan, el pequeño grupo de
cuatro guerrilleros, comandados por Lucio, llega a la región de El Otatal. Con el
pretexto de ir a tratar un asunto relativo a sus créditos a las oficinas del
INMECAFE, se separa temprano de ese mismo día del grupo. Lucio le entrega
$2,000.00. Baja para delatarlos al ejército.

En el Guayabillo le da mitad de esa suma a su primo Gilberto Ramos, que era


comisario municipal; le indica el lugar donde se encuentra Lucio y sus
compañeros, encargándole que hable con el oficial en turno del ejército para
concertar una cita con él en la tarde de ese mismo día. A las 10 de la noche en la
casa de Gilberto, José se reúne con un general, un mayor y un capitán en ropas
de civil. Planificaron la emboscada.

A las 7 a.m. del 2 de diciembre de 1974 se levanta el delator. Con su sobrino y los
demás que lo acompañan desde que los encontró en el camino de El Gueyabillo a
El Otatal, le lleva a Lucio y sus compañeros comida.

La última comida de Lucio es una calabaza hervida. Sin percatarse son rodeados
por los Grupos “Avispa” y “Vallecitos”, Patrullas 3º uno y dos, “Isaías” una, Sección
Barraza y Coral, así como la Sección Ocho, al mando del Comandante del 19º
Batallón de Infantería. Cerca de 200 hombres. Al retirarse del campamento José
Isabel, los soldados abren fuego.
Marcelo Serafín Juárez, detenido desaparecido el 2 de diciembre de 1974,
después del enfrentamiento en que perdiera la vida Lucio Cabañas.
Durante una hora los cuatro guerrilleros resistieron. Al final Lucio Cabañas
Barrientos, Lino Rosas Pérez (René), mueren en combate. Esteban Mesino
(Arturo), capturado con vida, es ejecutado extrajudicialmente. Al ser inhumano,
pues su cadáver y el de Lino son enterrados por los soldados a flor de tierra, los
pobladores lo encuentran con las manos atadas a la espalda con una agujeta.
Existe la versión que sostiene que Lucio para evitar caer con vida y dañar más al
PDLP con la información que pudieran extraerle a través de la tortura, decide
suicidarse. Es capturado con vida el joven Marcelo Serafín Juárez (Roberto); hasta
la fecha se encuentra desaparecido. El ejército tiene dos soldados muertos y cinco
heridos. Queda en manos del ejército un rifle AR-15 (el cual portaba Lucio), un AR-
18, una carabina M-1 y 4 carabinas M-2; un rifle Winchester calibre 30-06, dos
rifles calibre 22 y dos escopetas. Además de documentos, literatura y efectos
personales de Lucio Cabañas Barrientos.

El 03 de diciembre de 1974, en la madrugada, con suma discreción, pues el


ejército no quería que se repitiera lo mismo que sucedió en el entierro de Genaro
Vázquez Rojas, donde miles de campesinos se volcaron para despedir los restos
de su dirigente, es enterrado el cuerpo del profesor Lucio Cabañas Barrientos en
el cementerio de Atoyac de Álvarez, en una tumba sin identificación. Tiempo
después se construye sobre sus restos una tumba de cemento para recibir a un
individuo llamado Raúl Gallardo Benítez. En 1999 sus restos son exhumados. Se
les aplica una prueba de ADN. Se comprueba su autenticidad. Actualmente sus
restos reposan al pie del monumento que el pueblo le construyó en su memoria,
en el Centro de Atoyac.
Hasta el 23 de diciembre de 1974 la lucha contrainsurgente empleada contra la
BCA y el PDLP deja un saldo documentado de 290 personas desaparecidas en el
estado de Guerrero. En los sucesivos meses el ejército y los cuerpos policiales
desatarán una represión que dejará, entre otros, 245 personas más
desaparecidas. Hasta 1982, solamente registrados en el estado de Guerrero,
aparecen 535 casos de detenidos desaparecidos, a los que se suman los
acontecidos fuera del estado (7 casos en Hidalgo, 11 en el Distrito Federal, 9 en el
Estado de México, 3 en Puebla, 1 en Oaxaca y 1 en Yucatán), pero realizados en
personas relacionadas con el PDLP y demás organizaciones político militares de
origen guerrerense, incluyendo la ex novia del profesor Lucio Cabañas Barrientos,
maestra Elsa Velazco Cahuitz, detenida desaparecida por elementos del Ejército
Mexicano en Yucatán, probablemente en 1974. En total por lo menos hablamos de
567 desaparecidos.

(Primera edición elaborada en enero de 2009)

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