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COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES TRIBUTARIOS

Y ADUANEROS PARA CONOCER LA NULIDAD DE


DERECHO PÚBLICO TRIBUTARIA

TRABAJO DE MAGÍSTER

ANDREA A. ROMERO E.

VALDIVIA-CHILE

2016

1
COMPETENCIA DE LOS TRIBUNALES TRIBUTARIOS
Y ADUANEROS PARA CONOCER LA NULIDAD DE
DERECHO PÚBLICO TRIBUTARIA

Trabajo final presentado a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la


Universidad Austral de Chile en cumplimiento parcial de los requisitos para
optar al Grado de Magíster en Derecho con mención en Derecho Público.

por

ANDREA A. ROMERO E.

Valdivia, Chile

2016

2
A mis hijos, Beatriz y Joaquín, a quienes resté tiempo de dedicación y son los
motores de mi existencia, generadores de la fuerza y energía que preciso para
culminar esta aspiración. A mi esposo y compañero, siempre conmigo.

4
AGRADECIMIENTOS

A mis padres quienes me inculcaron los valores de la


perseverancia y compromiso, infinitas gracias, a mi madre especialmente, por
creer en mí, más que yo misma y a mi hermana por su cariño permanente.

Gracias a Tomás Mera, mi esposo y compañero, padre de


mis hijos, por incentivarme a iniciar esta aventura y acompañarme hasta su
culminación.

A Raúl Letelier W., profesor patrocinante de este trabajo,


por la disposición, optimismo y buena energía para terminar este proyecto.

Agradecida de Dios y de la Vida, por darme la


oportunidad de seguir aprendiendo y avanzando.

5
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………...………………………...10

1.- JURISDICCIÓN TRIBUTARIA……………………………...………....15

1.1.- IMPUGNACIÓN ANTE LOS TRIBUNALES TRIBUTARIOS Y


ADUANEROS……………………………...……………………….......................17

1.2.- PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO GENERAL


TRIBUTARIO……………………………...……………………............................19

1.3.- RECLAMACIÓN TRIBUTARIA ¿RECURSO DECLARATIVO DE


DERECHOS DE PLENA JURISDICCIÓN O JUICIO DE NULIDAD?................23

2.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO……………………………...…...28

2.1.- MECANISMO DE IMPUGNACIÓN GENERAL…………………...............30

2.2.- REGIMEN JURÍDICO DE LA NULIDAD DE DERECHO


PÚBLICO……………………………...………………………...............................33

3.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO TRIBUTARIA………………….38

3.1.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO VIA PARALELA DE


IMPUGNACIÓN……………………………...………………………....................40

3.2.- COMPARATIVA ENTRE REGIMEN IMPUGNATORIO ESPECIAL


TRIBUTARIO Y ACCIÓN DE NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO.................48

3.2.1.- EN CUANTO A LAS CAUSALES…………………………….............................49

6
3.2.2.- EN CUANTO A LA LEGITIMACIÓN ACTIVA……………...............................52

3.2.3.- EN CUANTO AL OBJETO……………………………...………...........................54

3.2.4.-EN CUANTO AL PLAZO PARA ACCIONAR Y EFECTOS DE NO

EJERCER LA ACCIÓN.................................……………………………...….................56

3.3.- VALOR DE LA CERTEZA EN MATERIA TRIBUTARIA………..….........61

3.4.- CADUCIDAD Y PRESCRIPCIÓN EN EL ORDEN


TRIBUTARIO……………………………...………………………........................63

4.-ACCIONES ESPECIALES Y ACCIONES GENERALES…………........67

4.1.- GENERALIDAD, ESPECIALIDAD Y JERARQUÍA


NORMATIVA……………………………...………………………........................68

4.2.- CRITERIO DE ESPECIALIDAD……………………………...…….............72

4.3.- SOLUCIÓN JURISPRUDENCIAL: NORMA ESPECIAL DE


IMPUGNACIÓN PREVALECE SOBRE NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO
DE CARÁCTER GENERAL………………………………………………………73

4.4.- TRIBUNAL TRIBUTARIO Y ADUANERO COMPETENTE PARA


PRONUNCIARSE DE LA NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO RESPECTO DE
LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SOMETIDOS A SU CONOCIMIENTO…..77

5. CONCLUSIONES………………………………………………………...81

BIBLIOGRAFÍA…………..…………………………………………………83

7
ABREVIATURAS

CT: Código Tributario

CPR: Constitución Política del Estado

NDP: Nulidad de Derecho Publico

LGBAE: Ley General de Bases de los Procedimientos Administrativos que


Rigen los Actos de los Órganos de la Administración del Estado.

TTA: Tribunales Tributarios y Aduaneros

CS: Corte Suprema

ICA: Ilustrísima Corte de Apelaciones

DL: Decreto Ley

DFL: Decreto con Fuerza de Ley

8
RESUMEN

El análisis que sigue, pretende dar una visión general del


procedimiento de reclamación tributaria y de la acción de nulidad de derecho
público, desde la perspectiva de sus características, elementos centrales y
distintivos, para centrarse en el sistema normativo tributario de impugnación
que, en concepto de esta revisión, pretende de forma comparativa dar cuenta
de los alcances de la competencia de los Tribunales Tributarios y Aduaneros
para conocer de la nulidad de derecho público impetrada respecto de las
actuaciones emanadas de la administración fiscal en Chile, lo que permite
excluir al mecanismo de nulidad configurado a partir de la Constitución
Política de la Republica, por considerar que la acción de reclamación tributaria
es suficiente y completa como herramienta de defensa de los contribuyentes.

PALABRAS CLAVES

Jurisdicción Administrativa / Justicia Tributaria / Nulidad de Derecho Público/


Competencia Tribunales Tributarios y Aduaneros/ Principio de Especialidad.

ABSTRACT

The following analysis aims to give an overview of the process of tax claim
and action for annulment of public law, from the perspective of its features ,
central and distinctive elements to focus on tax policy challenge system , in
concept of this review will realize the scope of the jurisdiction of the tax and
Customs Courts to hear the public law annulment implored respect of
proceedings arising from the tax administration in Chile, allowing exclude the
mechanism provided from the constitution considering the tax action
sufficient and complete character as a tool for defending the taxpayer.

KEYWORDS

Administrative Jurisdiction /Tax Justice / Public Law annulment/ Taxation


and Customs Courts Jurisdiction / Principle of Speciality.

9
INTRODUCCIÓN

Existiendo un procedimiento y un órgano especial que


conozca de las impugnaciones efectuadas a las actuaciones emanadas del
Servicio de Impuestos Internos y del Servicio Nacional de Aduanas, que son
los Tribunales Tributarios y Aduaneros, cabe preguntarse a quien
corresponderá la competencia para conocer respecto del ejercicio de la acción
general de Nulidad de Derecho Público, o NDP, originada en vicios que
contengan las actuaciones emanadas de la administración tributaria.

La necesidad de contar con mecanismos de control de la


administración, especialmente en áreas en que su intervención tiene efectos
patrimoniales importantes, como en el caso tributario o ambiental, constituye
un tema relevante. La solución legislativa adoptada ha sido la creación de
órganos jurisdiccionales especiales, Tribunales con competencia en materias
sensibles de la actuación de la Administración, cuyos efectos tocan el ámbito
patrimonial de sujetos de especial relevancia económica o social, siendo la
justicia impartida por estos órganos considerada de “alfombra roja” o de
“elite”1.

En este trabajo mediante la descripción de


procedimientos, se pretende determinar los alcances de la competencia de los
Tribunales Tributarios y Aduaneros para conocer de la Nulidad de Derecho
Público alegada en los procedimientos tributarios. Esta síntesis se sustenta
1
Ferrada, J.. “Los Procesos Administrativos en el Derecho Chileno” En Revista de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso XXXVI (1° Semestre de 2011) PP. 251-277. Pág. 264.

10
sobre la probable improcedencia de la Nulidad de Derecho Público como
acción paralela a interponer ante los Tribunales Ordinarios de Justicia,
debiendo ejercer la solicitud de declaración de nulidad, fundada en los
artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, ante el Tribunal
Tributario y Aduanero competente, órgano jurisdiccional llamado a
pronunciarse respecto de la impugnaciones de actuaciones en materia
tributaria.

El sistema de control de actos administrativos actualmente


vigente en nuestro ordenamiento jurídico, se encuentra radicado en tribunales
contenciosos administrativos especiales, siendo improbable el establecimiento
de mecanismos de impugnación comunes a todos los actos administrativos y
la instauración de tribunales contenciosos administrativos con competencia
general, constituyendo el sistema de impugnación general por vía
jurisdiccional de las actuaciones de la administración, un triunfo de la
dogmática y del desarrollo jurisprudencial.

A modo referencial, en Chile la Constitución de 1833


consideraba un sistema contencioso administrativo general radicado en el
Consejo de Estado, órgano especial e independiente del Poder Judicial. La
Constitución de 1925, contemplaba la instauración de tribunales
especializados en materias administrativas, los cuales estarían dentro del
Poder Judicial, pero nunca fueron creados y por su parte la Constitución de
1980, mantuvo la mención a los tribunales contenciosos administrativos, con
el mismo resultado que su antecesora.

11
En la experiencia judicial, durante la vigencia de la
Constitución de 1925, los Tribunales Ordinarios de Justicia se restaron de
admitir demandas con sustento administrativo salvo excepciones fundadas en
la inviolabilidad de la propiedad y el contrato2.

La Constitución de 1980, mediante la integración de sus


normas abrió la puerta para que los asuntos administrativos recayeran en la
jurisdicción ordinaria pero sólo hasta la reforma efectuada el año 1989 que
elimina la mención a los tribunales contenciosos administrativos, se posibilita
que la impugnación de actuaciones administrativas, sean conocidas por los
tribunales ordinarios de justicia, mediante la Acción de Nulidad De Derecho
Público o utilizando el mecanismo de tutela jurisdiccional de derechos,
mediante el Recurso de Protección. Es posible referirse a un control
jurisdiccional a partir del año 1989, mediante la eliminación a la mención
efectuada a los tribunales contenciosos administrativos, lo que sumado a la
interpretación integradora de las normas constitucionales, cimenta un sistema
de control judicial en materia administrativa perfeccionado por la Doctrina y
la Jurisprudencia.

En nuestro país, el legislador adoptó, como regla, la


creación de procedimientos administrativos especiales y en muchos casos ha
contemplado también la creación de tribunales especiales, encargados de
resolver las controversias en áreas específicas.

Se califican como Tribunales Especiales, aquellos


2
Costa E., “Los Tribunales Administrativos especiales en Chile” En Revista de Derecho (Valdivia) VOL XXVII - Nº 1.
Julio 2014. Pp.151-167.

12
creados por el legislador, que son competentes para conocer de reclamaciones
o impugnaciones a la legalidad de un acto de la administración del Estado en
ámbitos específicos y se encuentran fuera del Poder Judicial, por ejemplo, el
Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), los Tribunales
Tributarios y Aduaneros, el Tribunal de Compras y Contratación Pública, el
Tribunal de Propiedad Industrial y los Tribunales Ambientales. Además
subsiste en el sistema chileno de control judicial de las actuaciones de la
administración, tribunales especiales junto a los tribunales ordinarios además
de los órganos administrativos con facultades jurisdiccionales3.

En el ámbito tributario, objeto de este análisis, existe un


órgano jurisdiccional especial llamado a resolver las controversias que surjan
de las transgresiones a la legalidad en que pueda incurrir el Servicio de
Impuestos Internos, siendo vital la relación que se establezca entre el
contencioso tributario especial y el régimen de impugnación de actos
administrativos de carácter general, ejercido mediante la Acción de Nulidad
de Derecho Público, para el aseguramiento de una efectiva tutela judicial del
contribuyente. Al respecto, debe conformar el sistema de control
jurisdiccional de actos administrativos tributarios, un todo coherente que
configure un estatuto de defensa útil al administrado, que abarque todos los
ámbitos de posibles infracciones.

Para lograr delinear este sistema, es necesario detallar,


aunque de manera somera, en qué consiste el sistema de control jurisdiccional

3
Ferrada, J., “Los Tribunales que ejercen la justicia administrativa en el derecho chileno”, en Arancibia M. y otros
(coord.), Litigación Pública, Thomson Reuters, Santiago, 2011. Pág. 119-150.

13
en materia tributaria, como procedimiento especial, para posteriormente poner
a la vista el procedimiento de carácter general, constituido por la Acción de
Nulidad de Derecho Público o ANDP, para finalmente establecer las
comparaciones y las posibles relaciones entre ambos sistemas, para concluir
que el sistema especial abarca la mayoría de los ámbitos de ilegalidad en que
puede incurrir la administración financiera y que, en consecuencia, el sistema
especial es suficiente garantía y asegura la adecuada la tutela judicial al
contribuyente, pudiendo incluso emitir pronunciamiento respecto de la nulidad
de derecho público alegada en procedimiento tributario.

El análisis que sigue, pretende dar una visión general del


procedimiento de reclamación tributaria y de la Nulidad de Derecho Público
como acción, desde la perspectiva de sus características y elementos centrales
y distintivos, para centrarse en el sistema normativo tributario de
impugnación, que en concepto de esta revisión, dará cuenta de los alcances de
la competencia de los Tribunales Tributarios y Aduaneros para conocer de la
Nulidad de Derecho Público impetrada respecto de las actuaciones emanadas
de la administración fiscal en Chile, lo que permitiría excluir al mecanismo
contemplado constitucionalmente, por considerar que la acción tributaria es
suficiente y completa como herramienta de defensa de los contribuyentes.

14
1.- JURISDICCIÓN TRIBUTARIA.

El ámbito tributario resulta ser un área favorecida dentro


del contexto contencioso administrativo, contando con un vasto y desarrollado
cuerpo normativo que regula los procesos y establece los mecanismos
procedimentales para la impugnación de los actos de la administración fiscal,
encontrándose además, dotado de órganos jurisdiccionales especiales e
independientes, creados por ley para la resolución de los conflictos derivados
de sus actuaciones que son los Tribunales Tributarios y Aduaneros.

El actual sistema de resolución de conflictos en materia


Tributaria y Aduanera ha sufrido modificaciones en los últimos años,
buscando alcanzar un estatuto de protección de los contribuyentes atendido
que, hasta la creación de los Tribunales Tributarios y Aduaneros, el sistema
impugnatorio estaba radicado en el propio Servicio de Impuestos Internos y en
el Director Regional, como juez en materia tributaria, lo que generaba
justificadas dudas respecto a la imparcialidad e independencia del órgano
encargado de resolver las controversias, pugnando con un sistema que asegure
el debido proceso.

Los Tribunales Tributarios y Aduaneros son creados


mediante Ley 20.322, publicada en el Diario Oficial el 27 de enero de 2009,
que los instituye como tribunales contenciosos administrativos especiales y de

15
derecho, encargados de conocer las reclamaciones respecto de los actos de la
administración financiera del Estado, debiendo tramitar y fallar las
controversias de acuerdo al procedimiento establecido por ley.

Se transfiere la competencia radicada hasta ese momento


en el Director Regional del Servicio de Impuestos Internos, para conocer las
controversias derivadas de la actividad de la administración tributaria,
satisfaciendo con esto, la necesidad de que sea un órgano objetivamente
independiente y subjetivamente imparcial, creado por ley, el que conozca de
las reclamaciones tributarias y aduaneras4, fortaleciéndose así la actividad
jurisdiccional en esta área.

Su principal tarea consiste en la decisión de controversias


sobre pretensiones que derivan de la obligación tributaria, que es el vínculo
jurídico en cuya virtud, el sujeto denominado activo, el Estado, se encuentra
facultado por ley para exigir del otro, denominado sujeto pasivo, o el
contribuyente, el cumplimiento de una determinada prestación de contenido
patrimonial5, que deriva de obligaciones principales o accesorias6.

El órgano principal de la administración fiscal interna, es

4
El inciso primero del artículo 1° de la Ley Orgánica Constitucional 20.322, dispone que estos Tribunales son órganos
jurisdiccionales, letrados, especiales e independientes en el ejercicio de su ministerio, son unipersonales y no integran el
Poder Judicial, no obstante, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 82 de la Constitución Política de la República, se
encuentran sujetos a la superintendencia, directiva, correccional y económica de la Excma. Corte Suprema, siendo
tribunales contenciosos administrativos especiales y de derecho, en cuanto conoce de las reclamaciones interpuestas
respecto de los actos de la administración financiera del Estado, debiendo tramitar los procedimientos y fallar las
controversias conforme a la ley.
5
Asté M, C., (2010) "Curso sobre Derecho y Código Tributario" Quinta Edición, Santiago, Editorial Abeledo Perrot,
Legal Publishing, Pág.95.
6
Obligaciones tributarias principales, la obligación de pagar los tributos y obligaciones accesorias, relacionadas con las
inscripciones y registros a los cuales deben incorporarse los contribuyentes. Massone P., Pedro (2009) “Tribunales y
Procedimientos Tributarios” Segunda Edición, Santiago, Editorial Legal Publishing, pág. 3.

16
el Servicio de Impuestos Internos7, al que le corresponde la aplicación y
fiscalización de todos los impuestos internos actualmente establecidos o que
se establecieren, fiscales o de otro carácter en que tenga interés el Fisco y
cuyo control no esté especialmente encomendado por la ley a una autoridad
diferente. Su actividad fiscalizadora y de aplicación de tributos, se materializa
a través de actos administrativos que constituyen actuaciones específicas en
materia de impuestos, que en su mayoría corresponden a actos de contenido
particular que se pronuncian sobre solicitudes de devolución de impuestos o
que determinan diferencias de impuestos, concretadas a través de resoluciones
o liquidaciones respectivamente.

1.1.- IMPUGNACIÓN ANTE LOS TRIBUNALES TRIBUTARIOS Y


ADUANEROS.

Los actos en materia tributaria presentan características


propias que, en su mayoría, dicen relación con cuestiones de estimación. Las
controversias que se suscitan, por tanto, se desarrollan en un proceso cuya
resolución es confiada al tribunal especial, en el denominado contencioso
tributario.

El ámbito de competencia de estos tribunales está referido

7
Según artículo 1 de DFL Nº 7, de Hacienda, de 30 de septiembre de 1980. Fija el texto de la Ley Orgánica del Servicio
de Impuestos Internos y adecúa disposiciones legales que señala. (Publicado en el D.O. de 15 de Octubre de 1980, y
actualizado al 31 de enero de 2014).

17
a las controversias derivadas de la relación de determinación, efectuada con
ocasión del desarrollo de la actividad de control y fiscalización llevada a cabo
por la administración financiera8 y materializada en los principales actos
administrativos relativos a la determinación de impuestos que son
liquidaciones y resoluciones.

Los Tribunales Tributarios y Aduaneros conocen de las


materias que versan sobre impuestos fiscales internos y tributación externa.
Cuando se dispute en torno a controversias tributarias indicadas en el artículo
115 del Código Tributario, no existe otro régimen de tutela alternativa, siendo
su esfera de jurisdicción exclusiva y propia, correspondiéndole conocer en
primera instancia de las reclamaciones deducidas por los contribuyentes
respecto de las actuaciones del Servicio de Impuestos Internos, así como de
las denuncias por infracción a las leyes tributarias.

Lo anteriormente señalado, no significa que el sistema


procesal tributario conozca de todas las controversias relacionadas con la
aplicación de tributos, puesto que, los tribunales ordinarios de justicia siguen
conociendo de algunos asuntos tributarios, en base a la materia específica o a
la etapa procesal en que el litigio se encuentre pero, abarca un número menor
de materias9, como el cobro ejecutivo de los impuestos o la aplicación de

8
Massone, P., “Tribunales y Procedimientos Tributarios” Ob. cit. pág. 3
9
Existen tribunales tributarios propiamente tales, y aquellos que conocen de asuntos no tributarios pero que tienen
competencia para conocer de ciertas materias tributarias, siendo Tribunales Tributarios, aquellos que sólo tienen
competencia para conocer asuntos tributarios o al menos en forma preponderante, como el Director Regional del Servicio
de Impuestos Internos, los Tribunales Tributarios y Aduaneros, el Tesorero y Abogado Provincial, y el Tribunal Especial
de Alzada, y serían Tribunales no tributarios, aquellos que normalmente conocen de asuntos no tributarios, pero tienen
además competencia para conocer de ciertos asuntos en materia tributaria, tales como los Juzgados de Letras en lo civil,
los tribunales con competencia en lo penal, como los Juzgados de Garantía y Tribunales de Juicio Oral, las Cortes de
Apelaciones, Corte Suprema y el Tribunal Constitucional. Sería inconveniente e impracticable atribuir la competencia

18
sanciones penales.

En razón del territorio, será competente el Tribunal


Tributario y Aduanero cuyo territorio jurisdiccional corresponda al de la
Unidad del Servicio que emitió la actuación fiscal, liquidación o giro, o dictó
la resolución en contra de la cual se reclame.

1.2.- PROCEDIMIENTO CONTENCIOSO GENERAL TRIBUTARIO.

La reclamación tributaria es el mecanismo especial de


impugnación que, de acuerdo al artículo 124 del Código Tributario, se
encuentra conferida a toda persona, para reclamar respecto de la totalidad o de
algunas de las partidas o elementos de una liquidación, giro, pago o resolución
que incida en el pago de un impuesto o en los elementos que sirvan de base
para determinarlo, siempre que invoque un interés actual comprometido.
Procede también respecto de la resolución administrativa que deniegue
cualquiera de las peticiones a que se refiere el artículo 126 del Código
Tributario.

Se encuentra legitimado para ejercer esta acción, el


contribuyente al cual se le ha emitido una resolución o se ha efectuado una
liquidación de impuestos, debiendo invocar un interés actual comprometido.

para resolver estos pleitos al juez civil, dada la complejidad y el enorme número de controversias, las cuales dicen
relación con cuestiones de estimación difíciles de resolver con los instrumentos probatorios del proceso civil. Ibíd. pág. 4.

19
El demandado en este caso, el legitimado pasivo de la acción de reclamación,
será la oficina o dirección desde la cual ha emanado el acto impugnado10.

La norma requiere para accionar, la existencia de un


interés actual, en el caso de las actuaciones en materias tributarias de
naturaleza heterónoma y particulares, el contenido siempre es patrimonial, ya
que afectan la propiedad, en cuanto determinan diferencias de impuestos que
constituyen sumas de dinero, siendo del interés del administrado, que la
actividad fiscal no afecte su patrimonio o lo afecte en la menor medida
posible, y constituye además la principal motivación para impugnar la
procedencia de la determinación de diferencias de impuestos efectuada.

El ejercicio de la acción de reclamación tributaria, se


encauza a través del procedimiento general de reclamación, procedimiento de
carácter especial, que se caracteriza por ser común y general, además de
supletorio en materia tributaria. Regula todas las reclamaciones que se deriven
de la aplicación de las normas tributarias, con excepción de las regidas
expresamente por normas diversas.

La estructura de este proceso se encuentra en el Libro III


del Código Tributario que, con ocasión de la dictación de la Ley 20.322, fue
perfeccionado incorporándosele etapas en su tramitación y otorgando
garantías a los litigantes, pero manteniendo la estructura procedimental

10
Ibíd. pág. 71.

20
vigente desde la dictación del Código Tributario11.

Se trata de un procedimiento escrito, de lato


conocimiento, que constituye la primera instancia en materia de reclamaciones
tributarias. Se inicia con la impugnación del contribuyente de alguna de las
actuaciones de la administración individualizados en el artículo 124 del
Código Tributario o sobre reclamaciones no expresamente reglamentadas en
los Títulos III y IV del Libro III del Código Tributario12y presenta las
siguientes etapas:

a) Etapa de discusión. Conformada por las actuaciones y diligencias que fijan


la controversia sometida al conocimiento del Tribunal. Se configura por el
acto reclamado y su notificación13, el escrito de reclamo14 y el escrito de
contestación emanado del Servicio de Impuestos Internos. Presentado el
reclamo se confiere traslado al Servicio de Impuestos Internos, por el término

11
En el marco de las reformas al sistema tributario y junto a los proyectos de Reforma Tributaria y Fortalecimiento Del
Servicio De Impuestos Internos, se ingresa en marzo del año 2015, Boletín: 9892-07, mediante Mensaje Nº 1232-362 que
Proyecto de Ley que Perfecciona La Justicia Tributaria, incorporando nuevas instituciones como la conciliación y el
trámite de observaciones a la prueba, además de perfeccionar procedimientos como la reposición administrativa y
establecer la tramitación electrónica de causas en los procedimientos tributarios y aduaneros, para facilitar el manejo de la
información.
12
Al respecto el artículo 123 del Código Tributario señala que se sujetarán al procedimiento del Título II, todas las
reclamaciones por aplicación de las normas tributarias, con excepción de las regidas expresamente por las normas
contenidas en los Títulos III y IV, así la norma nos indica que en materia procesal el procedimiento general de
reclamaciones se aplicará todas las reclamaciones por aplicación de normas tributarias, que no encuentren normativa
particular, por lo que nos referimos al procedimiento de mayor importancia y característica manifestación de la
jurisdicción tributaria.
13
Es decir, de una Liquidación, Giro o Pago, resolución que incida en el pago de un impuesto o en los elementos que
sirven de base para determinarlo, o a una resolución administrativa que deniegue cualquiera de las peticiones a que se
refiere el artículo 126 del Código Tributario; también respecto de los referidos en el inciso final del artículo 64 del Código
Tributario; y a los actos referidos en el N° 7 del artículo 161 del Código Tributario. Ugalde P., R., García E., J. y Ugarte
S., A. (2011). Tribunales Tributarios y Aduaneros. Cuarta Edición Actualizada, Santiago, Editorial Legal Publishing, pág.
131,132.
14
La presentación válida del reclamo, da comienzo al juicio tributario, debiendo cumplir este escrito, con los requisitos
generales de acuerdo al artículo 30 del Código de Procedimiento Civil además de los requisitos señalados en el artículo
125 y 129 del Código Tributario.

21
legal de veinte días hábiles, para evacuar la contestación15.

El acto que fija que la controversia será la actuación


impugnada, el traslado pone en conocimiento del Servicio de Impuestos
Internos la presentación del reclamo y fija la relación procesal válida entra las
partes, el contenido del escrito de contestación puede señalar argumentaciones
y fundamentos, pero no puede perfeccionar el acto administrativo que se
impugna, sólo dará cuenta de las razones jurídicas y de hecho que el órgano
administrativo ha tenido en consideración al momento de emitir una
determinada actuación, tanto así que, aun cuando no se evacúe el traslado por
parte del Servicio de Impuestos Internos, transcurrido el termino conferido, el
Tribunal podría recibir la causa a prueba, fijando los hechos que sean
pertinentes y sustanciales que se encuentren controvertidos.

b) Periodo de prueba. Comienza con la dictación de la resolución que recibe


la causa a prueba, de acuerdo al inciso segundo del artículo 132 del Código
Tributario, el Tribunal Tributario y Aduanero de oficio o a petición de parte
recibirá la causa a prueba si existiesen hechos controvertidos que sean
sustanciales y pertinentes. El término probatorio será de veinte días dentro del
cual debe rendirse toda la prueba y precisa la misma norma, en los incisos
siguientes, cuáles serán los medios de prueba admisibles, agregando que la
prueba en el juicio deberá ser apreciada en sana crítica.

c) Periodo de fallo. El Tribunal Tributario y Aduanero dispone de sesenta

15
La contestación deberá contener de acuerdo a lo señalado en el artículo 132 inciso primero, una exposición clara de los
hechos y fundamentos de derecho en que se apoya, así como las peticiones concretas que se someten a las decisión del
Tribunal

22
días para dictar sentencia16, contabilizado desde el vencimiento del término
probatorio17.
La sentencia dictada debe cumplir lo dispuesto en el
artículo 160 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto al mérito del
proceso, no pudiendo extenderse a materias que no hayan sido sometidas a
juicio por las partes, excepto respecto de aquellas materias en que los jueces se
encuentren obligados a pronunciarse de oficio18.
Debe expresar la forma y las razones por las que fue
valorada la prueba rendida de acuerdo a la sana crítica, debiendo ser fundada
de acuerdo a lo dispuesto en artículo 144 del Código Tributario, explicando
las razones por las cuales dicta la resolución correspondiente, acogiendo o
rechazando el reclamo, debiendo cumplir los requisitos del artículo 170 del
Código de Procedimiento Civil y los establecidos en el auto acordado de
Excma. Corte Suprema sobre la forma de las sentencias19.
1.3.- RECLAMACIÓN TRIBUTARIA ¿RECURSO DECLARATIVO DE
DERECHOS DE PLENA JURISDICCIÓN O JUICIO DE NULIDAD?
Esta distinción no se encuentra en la normativa nacional,
puesto que ha sido la Corte Suprema que ha efectuado esta distinción de
acciones en el ámbito contencioso administrativo chileno, fundada en derecho
comparado y particularmente en la doctrina francesa, distinguiendo dos clases
de acciones contencioso administrativas, las acciones de nulidad o por exceso
de poder y las acciones de plena jurisdicción.
16
Inciso final del artículo 132 del Código Tributario.
17
No contempla el periodo de observaciones a la prueba, lo que mediante modificación legislativa se pretende incorporar
a la tramitación, tampoco las medidas para mejor resolver mencionadas en el artículo 159 del Código de Procedimiento
Civil, no obstante, por aplicación del artículo 148 del Código Tributario que nos remite al Libro I del Código de
procedimiento Civil y siendo dichas medidas compatibles con este procedimiento, procedería que el juez en caso de
estimarlo necesario, las decretara.
18
Tal es el caso del artículo 136 del Código Tributario, relativo a la obligación de declarar de oficio la prescripción.
19
La sentencia debe contener, la parte expositiva, considerativa y resolutiva, comprendiendo en la parte resolutiva todas
las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio, decidiendo si se confirma los actos reclamados o si por
el contrario se deja sin efecto, acogiendo el reclamo, disponiendo también de acuerdo al artículo 1 de la ley 20322, la
devolución y pago de las sumas solucionadas indebidamente o en exceso a título de impuesto, reajustes intereses,
sanciones costas u otros gravámenes.
23
Una acción se denomina de plena jurisdicción cuando el
Tribunal puede hacer todo aquello que se requiera, examinando los hechos y
el derecho, a fin de declarar un derecho subjetivo en favor de un particular,
pudiendo incluso pronunciar la nulidad del acto la que tendrá efectos relativos
a las partes entre quienes se pronuncia.

La acción de nulidad, por su parte tiende a obtener la


anulación de un acto administrativo, con efectos generales y no exige la
existencia de un derecho subjetivo lesionado, requiriéndose para su
interposición la existencia de un interés legítimo en la anulación de la
actuación requerida.

Estima la doctrina nacional que, en nuestro país prima el


modelo subjetivo o declarativo de derechos, siendo en consecuencia la acción
de nulidad, u objetiva, una excepción20.

20
Pierry, P. Prescripción de la responsabilidad extracontractual del Estado. Situación actual de la jurisprudencia de la
Corte Suprema. En Revista de Derecho Consejo de Defensa del Estado, N° 10. Disponible en:

24
Determinar si la impugnación jurisdiccional en
procedimiento tributario se trata de un proceso de plena jurisdicción, o de un
juicio de nulidad, no encuentra respuesta en el Código Tributario, siendo esta
distinción útil, puesto que, determinar que se trata un recurso declarativo de
plena jurisdicción tendrá incidencia en los alcances de la tutela ofrecida por el
Tribunal Tributario y Aduanero, ya que, tratándose de una acción de plena
jurisdicción, el juez gozará de amplios poderes para resolver el litigio,
pudiendo incluso anular el acto reclamado, lo que es relevante para determinar
el contenido de la sentencia y las limitaciones a la competencia para conocer
de la legitimidad de la actuación sometida a su análisis.

Es necesario tener presente que, el objetivo final de un


juicio tributario siempre es la declaración de un derecho patrimonial, ya que se
encuentra encaminado a obtener devoluciones de impuestos solicitadas o la
anulación de una liquidación que determina diferencias de forma indebida,
distanciándose en primera instancia, a causa de esta característica, de una
acción de nulidad.

En el reclamo tributario se contrapone la posición del


contribuyente, quien a través de una declaración de impuestos, valora y
cuantifica su obligación tributaria21 y por la otra, la del Servicio de Impuestos
Internos, quien fiscalizando la declaración del contribuyente, establece

http://www.cde.cl/wps/wcm/connect/cde82685-8d6f-49ad-bb67-066dcb155197/2.pdf?MOD=AJPERES [fecha de
consulta: 1 de junio de 2016]
21
La determinación del impuesto de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 29 del Código Tributario es efectuada primero
por el contribuyente, por lo que se afirma rige el principio de autodeterminación del impuesto, siendo la revisión y el
establecimiento de diferencias mediante una nueva determinación efectuada por el ente fiscal, una forma excepcional de
determinación.

25
diferencias fundado en la existencia de sumas no declaradas o determinando
su efectiva capacidad contributiva, para lo cual emite un acto administrativo
particular, declarando la existencia de una obligación tributaria que debe
basarse en la ley.

El juez tributario, conociendo del asunto sometido a su


conocimiento, se pronunciará sobre el proceso de determinación impositiva y
también respecto de las diferencias impositivas determinadas, pudiendo
revisar si la etapa de fiscalización y las auditorías que forman parte de la
dictación del acto administrativo final, se han sometido a la ley, ya que el acto
impugnado tiene su origen y fundamento en las actuaciones previas
fiscalización.

Tras examinar los antecedentes aportados por las partes,


el Juez Tributario resolverá la reclamación. En caso de acoger la acción
interpuesta, se pronunciará dejando sin efecto la resolución y declarando la
procedencia de una devolución, o, tratándose de una liquidación la dejará sin
efecto y en consecuencia también las diferencias impositivas determinadas.
Puede además, acoger parcialmente el reclamo fijando el monto del impuesto,
sustituyendo la decisión de la administración. La facultad de decidir un litigio
es ejercida por el Juez Tributario en este proceso con plenos poderes, siendo
los límites a esta competencia, la naturaleza del recurso interpuesto,
determinada por el contenido del acto administrativo reclamado y por las
alegaciones que efectúe el recurrente.

El contribuyente al reclamar de una resolución o

26
liquidación, también puede discutir la legalidad del acto administrativo fiscal,
puesto que, además de ser un acto de naturaleza tributaria, es un acto
administrativo que debe dar cumplimiento a los requisitos generales de las
actuaciones emanadas de la administración, además de los requisitos
especiales de una actuación tributaria, debiendo bastarse a sí mismo, ser
motivado y contener todos los fundamentos de hecho y de derecho, ya que el
acto administrativo fija las pretensiones fiscales en el contencioso tributario,
las cuales son inamovibles en el transcurso del juicio.

El juicio tributario constituye un proceso de impugnación


y de mérito, ya que la constatación de la ilegitimidad del acto de
determinación, impide la verificación del mérito de la decisión y concluye con
la mera anulación del acto, mientras que, constatada la legitimidad formal del
acto, el juez pasa a conocer del mérito de la obligación tributaria, tratándose
en ese caso, de un juicio declarativo de la existencia y medida de la obligación
tributaria. En los casos de reembolsos, se trata también de la ilegitimidad de la
negativa de la administración tributaria y el juicio se referirá a la
determinación del derecho al reembolso. Nos encontramos entonces frente a
un recurso de plena jurisdicción o declarativo de derechos en que el juez, para
resolver lo solicitado, debe verificar primero la legitimidad del acto además de
revisar las razones de mérito que en él se expresan22.

En vista de las amplias facultades que posee el Tribunal,


en que puede incluso anular la actuación requerida a fin de establecer la

22
Massone, P., Tribunales y Procedimientos Tributarios. Op. Cit. Pág. 99, 100.

27
existencia del derecho del reclamante, se puede concluir que nos encontramos
frente a una acción denominada de plena jurisdicción, constituyendo un
proceso declarativo de derechos, siendo la tutela ofrecida por el Tribunal
Tributario para conocer de una reclamación tributaria, tan amplia como la
reclamante lo solicite, lo que resulta en una garantía para los contribuyentes.

2.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO.

La Nulidad de Derecho Público, o NDP, tiene su origen


en el principio de juridicidad y supremacía de la Constitución, que supone el
sometimiento de las actuaciones de todos los órganos del Estado a la norma
fundamental. Este principio, recogido en el artículo 6 de la Constitución
Política de la República, o CPR, supone un imperativo esencial, cual es que,
los órganos del Estado, deben actuar acorde a lo dispuesto en ella y a las
normas dictadas en su conformidad, obligando a los titulares y a los
integrantes de estos órganos, generando su infracción las responsabilidades y
sanciones que determine la ley. Los órganos del Estado actúan válidamente
solo en la medida de su competencia y en la forma prescrita por la ley, sin que
tengan más atribuciones que aquellas legal o constitucionalmente conferidas23.

23
Soto, E., “La nulidad de Derecho público referida a los actos de la administración”, en Revista de Derecho de la
Universidad Católica de Valparaíso, XIV (1991-1992), pág.418.

28
La visión denominada clásica24, sostenida por los
profesores de la Universidad de Chile, Eduardo Soto Kloss y Gustavo Fiamma
Olivares, recoge los postulados de Mario Bernaschina25, que caracterizaba la
nulidad a partir de un concepto construido en base a los preceptos
constitucionales contenidos en la Constitución de 1925, que diferencia los
actos públicos de las actuaciones en el ámbito privado, concluyendo que los
actos del poder público deben tener su propia teoría de la nulidad.

Bajo la vigencia de la Constitución Política de 1980, por


medio de la interpretación e integración de sus preceptos y de normas legales,
se trazó el régimen jurídico para la Nulidad de Derecho Público, fundado en el
artículo 7º de la Constitución, definiéndola como el “mecanismo jurídico
sancionador fundamental, que consistiría en la ineficacia de los actos
estatales dictados en contravención al principio de juridicidad contemplado
en los artículos 6º y 7º de la Constitución Política de la República”26, sin
distinción entre nulidad relativa o absoluta y rechazando la presunción de
validez del acto viciado27.

La nulidad así caracterizada, es concebida como


inexistencia, de lo cual deriva la consecuencia de ser insanable,
imprescriptible y sin necesidad de requerir declaración judicial, ya que sería la
propia Constitución Política la que verifica la nulidad, correspondiéndole en

24
Jara, J., La nulidad de derecho público ante la doctrina y la jurisprudencia, Editorial Libromar, Santiago, 2004. Pág. 27-
32.
25
Concha, R. “El desarrollo del régimen jurídico de la nulidad de derecho público” en Revista de Derecho (Valdivia)
Volumen XXVI - Nº 2 Diciembre 2013. Pp. 94-114. Pág. 101-105.
26
Jara, J., La nulidad de derecho público ante la doctrina y la jurisprudencia. Op. Cit. Pág. 29.
27
Concha, R., “El desarrollo del régimen jurídico de la nulidad de derecho público” Op. Cit. Pág. 102.

29
último caso al juez sólo reconocer este hecho en el respectivo fallo.

Las causales de Nulidad de Derecho Público están


previstas en el artículo 7º de la Constitución, que establece los requisitos de
validez de las actuaciones de la administración, correspondiendo su
procedencia respecto de los vicios de investidura regular, competencia y
forma28.

Un acto nulo no puede imputarse al órgano, por lo que


será ineficaz como acto jurídico estatal, haciendo énfasis en que las partes no
podrán ratificar el vicio o convalidar el acto y advirtiendo que no se sanea por
el transcurso del tiempo, llegando a señalarse que no sería necesaria su
declaración por autoridad, salvo excepciones expresas que la ley establece,
circunscribiendo su ámbito de aplicación a las nulidades administrativas,
excluyendo las nulidades procesales y los actos legislativos, que serían
anulabilidades.

2.1.- MECANISMO DE IMPUGNACIÓN GENERAL.

Desde el primer planteamiento de la Nulidad de Derecho


Público como acción, ha sufrido considerables cambios, subsistiendo como
ideas definitorias, su origen constitucional, el carácter general y el haber sido

28
Soto K., E., “La nulidad de Derecho público referida a los actos de la administración”, en Revista de Derecho de la
Universidad Católica de Valparaíso, XIV (1991-1992). Pp.417-431. Pág.422 y 423

30
construido para el poder público administrativo heterónomo 29, presentándose
como un mecanismo constitucional de carácter general para la anulación de
actos administrativos.

La nulidad fue concebida como sanción específica para


aquellos actos que contraviene los requisitos de validez estipulados en los
incisos 1° y 2° del artículo 7 de la Constitución Política de la Republica,
sanción que opera ipso iure, de pleno derecho. Como consecuencia dicho
vicio es insanable e imprescriptible, puesto que, la propia Constitución a
través de este mecanismo se depura expulsando las actuaciones anómalas
declarándolas nulas desde el instante en que la contravención se produce,
constituyendo entonces el mecanismo de tutela y salvaguarda de la supremacía
constitucional frente a todo acto de la administración para obtener la sujeción
integral, plena y total de los órganos al derecho30.

Su tratamiento como acción y su aceptación como


procedimiento general de impugnación, tiene como fundamento hacer
operativo el principio de juridicidad, puesto que por razones de seguridad en
el tráfico jurídico se requiere de una declaración formal de un órgano
jurisdiccional que reconozca la contravención a la Constitución y
necesariamente será el órgano judicial quien emita esta declaración ya que es
el único órgano al que se le ha conferido la facultad de juzgar de modo
independiente e imparcial una contienda entre partes31.

29
Concha, R., Op. Cit. pág. 99.
30
Soto K., E., “La nulidad de Derecho público referida a los actos de la administración”, Ob. Cit., pág.422, 423.
31
Ibíd. pág.421

31
La acción de nulidad se deriva del derecho constitucional
a la acción, reconocido en el artículo 19 N°3 inciso 1° de la Constitución, en
virtud del cual, cualquier persona que se vea afectada en sus derechos o
situaciones jurídicas protegidas, por actos viciados emanados de la
administración, podrá recurrir a los tribunales ordinarios de justicia, a través
de una acción procesal, con la pretensión que se declare nulo un determinado
acto administrativo. La característica de ser una acción de nulidad se deriva
del inciso 3° del artículo 7 de la Constitución, por estimar que dicho inciso
contempla la sanción de nulidad para aquellos actos dictados en contravención
a los dispuesto en el inciso 1° y 2° de esta norma32, lo anterior sumado al
principio de inexcusabilidad de los tribunales, deriva en que se encuentran
obligados a conocer las objeciones de nulidad planteadas por los ciudadanos.

Por su parte, Gustavo Fiamma la definió como Acción


Constitucional de Nulidad y la conceptualiza como “un poder o una facultad
de accionar ante los tribunales que tiene toda persona pretendiendo la nulidad
de un acto administrativo”33, señala que esta definición ampara el imperio de
la ley, el derecho objetivo; llegando a estimar que cualquier persona estaría
legitimada para accionar por el cumplimiento de la legalidad, aun cuando su
único interés sea el derecho a vivir bajo el imperio de la ley34.

32
Ibídem.
33
Fiamma, G., “La acción constitucional de nulidad: un supremo aporte del constituyente de 1980 al Derecho Procesal
Administrativo” En Revista de Derecho y Jurisprudencia, T. LXXXIII, Nº 3, septiembre – diciembre de 1986, PP. 345-
353.
34
Fiamma, G., “Acción Constitucional De Nulidad Y Legitimación Activa Objetiva”, En Revista De Derecho Público,
Núm. 49, 1991, PP. 91-98.

32
2.2.- RÉGIMEN JURÍDICO DE LA ACCIÓN DE NULIDAD DE
DERECHO PÚBLICO.

El régimen jurídico de esta institución, se ha construido


sobre el texto del artículo 7 de la Constitución Política, la doctrina la esbozo,
para recibir favorable acogida en la jurisprudencia que la acoge a tramitación
y se pronuncia al respecto, con lo que se traza el régimen normativo para que
la Acción de NDP cobre existencia y tenga eficacia en nuestro ordenamiento
jurídico, dotándolo de normatividad en ausencia de una descripción legal,
asignándole características y efectos, para ser adoptado como un
procedimiento impugnatorio de carácter general.

La configuración de la acción, se efectúa en ausencia de


reglamentación, su desarrollo responde principalmente a la ausencia de
tribunales contenciosos administrativos y a la inexistencia de una acción
general de impugnación de los actos de la administración, siendo su
basamento fundamental la normativa constitucional contenida en el artículo 7
inciso 3°, en relación con otras normas constitucionales, como el artículo 38
inciso 2°, el artículo 76 inciso 2° y el articulo 19 N° 3 y N° 14, también de la
Constitución, además de su integración con normas de rango legal como el
artículo 3; 253 y siguientes del Código de Procedimiento Civil; y el artículo 5,
134 y siguientes del Código Orgánico de Tribunales.

Las primeras sentencias pronunciadas respecto de la

33
nulidad de derecho público, la delinearon sustantivamente como una nulidad
de carácter imprescriptible35 cuyos vicios serían insubsanables, dejando el acto
sin posibilidad de convalidación36.

Las principales discusiones doctrinarias se originan en


cuanto a su caracterización, ya que la utilización de la Acción de NDP como
mecanismo de impugnación puso de manifiesto falencias que la inicial teoría
de Nulidad de Derecho Público no logra explicar en su aplicación práctica37.
Esto lleva a efectuar continuas revisiones al concepto que, divergen de la tesis
clásica, en cuanto se aleja de la concepción de nulidad como vicio que opera
de pleno derecho, en el tema de la imprescriptibilidad y considerando que no
cualquier vicio que afecte el principio de legalidad en el actuar de los órganos
del Estado, constituye un vicio que dé lugar a la nulidad38.

Respecto a la característica de la nulidad de derecho


público, como vicio que opere de pleno derecho, dicha apreciación se
encuentra en franco abandono, considerándose un mito jurídico, fundado
principalmente en errada interpretación histórica efectuada por la doctrina
respecto de la eficacia ipso iure de la nulidad de los actos jurídicos39 y su
asimilación de la doctrina de la “inexistencia” jurídica40.

Actualmente se considera la declaración judicial como


35
Casación en el fondo, 20 de noviembre de 1997. Pérsico París, Mario E. con Fisco de Chile, en Gaceta Jurídica
209/1997. Pp. 67-76.
36
Así, por ejemplo, en la sentencia Bellolio de 1998 se expresó respecto de la nulidad de derecho público, "que se puede
producir por desviación de poder, ausencia de investidura regular, incompetencia del órgano, violación de la ley y vicios
de forma del acto administrativo impugnado” CS, 24.03.98, Bellolio, Juan, RDJ t. 95 (1998), p. 23.
37
Jara, J, Op. Cit. pág.47.
38
Concha, R. Op. cit., Pág.105.
39
Jara, J., Ob. cit., Pág.48, 49.
40
Ibíd. pág.67.

34
requisito para que opere la NDP, estableciéndose expresamente en el artículo
53 de la Ley 19.880 de Bases Generales de los Procedimientos
Administrativos, que rigen los actos de los órganos de la administración del
Estado, o LGBA o Ley de Bases, la presunción de legalidad de los actos
administrativos desde su inicio, lo que lleva aparejado su ejecutividad,
ejecutoriedad y aún su ejecución forzosa, en ciertos casos (artículo 3 y 51 de
la Ley de Bases), así como la posibilidad de convalidación de los actos
administrativos defectuosos, que puede operar por el transcurso del tiempo
(artículo 53 inciso 1° LGBA) o mediante declaración posterior en orden a
ratificar, confirmar o subsanar la actuación imperfecta, (artículo 13 inciso 3°
LGBA). Esto permite afirmar, la existencia como principio de Derecho
Administrativo, la permanencia o conservación de las actuaciones, que se
traduce en que, si bien la ilegalidad del acto administrativo no resulta
indiferente para la ley, su extinción no se permite fundado en cualquier vicio,
requiriéndose la concurrencia de ciertos requisitos de trascendencia para
afectar la validez del acto41. Así en virtud de la citada regla, a pesar de ser un
determinado acto irregular, éste no se anula si se puede cumplir con el fin del
acto, de modo que, lo que determina la invalidez de un acto administrativo no
es la mera ilegalidad, sino que, dicha ilegalidad imposibilite obtener el fin, que
el ordenamiento jurídico considera objeto de protección42.

Respecto de la imprescriptibilidad de la Acción de NDP,


es importante consignar que la doctrina jurisprudencial, no obstante continua

41
Bermúdez, J. “Estado Actual del Control de Legalidad de los Actos Administrativos. ¿Qué queda de la Nulidad de
Derecho Público?”. Revista de Derecho de Derecho Vol. XXIII N°1 Julio 2010, PP. 103-123. Pág. 108.
42
Jara J., Op. cit. pág.125 y sig.

35
calificándola como imprescriptible43, ha resuelto que sus efectos patrimoniales
se encuentran sujetos a las reglas generales de prescripción establecidas en el
Código Civil44, lo que implica que el efecto propio de la nulidad, esto es, el
devolver las cosas al estado anterior a la dictación del acto nulo, se encuentra
limitado por los plazos de prescripción comunes.

En este sentido, la jurisprudencia de la Corte Suprema ha


sido constante, manteniendo la distinción entre acción de nulidad y las de
contenido patrimonial, para los efectos de aplicación de las normas de la
prescripción contenidas en el Código Civil, lo que tiene el efecto práctico
inmediato de limitar ostensiblemente su aplicación, puesto que recurrir de
NDP en la mayoría de las ocasiones, tiene como objeto fundar una posible
restitución o reparación patrimonial.

Respecto de las causales de nulidad, se sostiene que no


cualquier vicio que afecte el principio de juridicidad en el actuar de los
órganos del Estado acarrea nulidad, sino sólo aquellos expresados en el
artículo 7 de la Constitución45. Se ha planteado la posibilidad de aplicar el
artículo 1462 del Código Civil, que establece que hay un objeto ilícito en todo
lo que contraviene al derecho público chileno, como una posibilidad de
contemplar la vulneración a la legalidad material en dicha regla, como causal
de nulidad mediante remisión dada por los artículos 6 y 7 de la Constitución46,

43
Concha, R., Op. cit. Pág.105.
44
CS Sentencia de fecha 7 de noviembre de 2000 causa Rol 852-2000, caratulada Aedo con Fisco.
45
Concha, R. Op. cit. Pág.106
46
Bermúdez, Jorge “El principio de legalidad y la nulidad de Derecho Público en la Constitución Política. Fundamentos
para la aplicación de una solución de Derecho Común”, en Revista de Derecho Público, Volumen 70, año 2008, pp. 273-
285.

36
pero la Corte Suprema ha limitado las causales de NDP a los vicios de
investidura, competencia y de forma, establecidos en el artículo 7º de la
Constitución, excluyendo el irrespeto de la legalidad material como causal y,
en consecuencia, restándole a la NDP el carácter de cláusula general de
anulación por vulneración del principio de legalidad47.

Respecto a la legitimidad activa, o a quien corresponde la


titularidad de la acción. En nuestro derecho, la regla general en materia
administrativa está dada por el artículo 38 inciso 2° de la Constitución que
señala que, cualquier persona que haya sido lesionada en sus derechos por la
Administración del Estado, puede demandar ante los tribunales que determine
la ley. Es condición indispensable para iniciar una acción judicial en contra
del Estado, la existencia de lesión en un derecho, reiterando la fórmula general
de protección jurisdiccional de los derechos de los particulares o
reconocimiento del derecho de acción, establecido en el artículo 19 N°3 de la
Carta Fundamental48.

La doctrina, no obstante el texto legal, ha entendido que la


referencia a derechos que hace el artículo 19 N°3, incluye la titularidad de
derechos y la de intereses legítimos49, pretendiendo con esto extender la
legitimidad activa para ejercer esta acción. Pero dicha interpretación se ha
topado con la definición jurisprudencial, que entiende que la titularidad de la
acción le corresponde a quien se le ha vulnerado un interés que asimila a un

47
Concha, R. Op. cit. Pág.106.
48
Bordalí, A. y Ferrada, J., (2008) “Estudios de Justicia Administrativa” (Lexis Nexis). Pág. 138 y sig.
49
Ferrada, J., “Nuevas restricciones a la nulidad de derecho público como proceso administrativo: una jurisprudencia
interesante, pero inconsistente”, en Anuario de Derecho Público, Universidad Diego Portales, 2010. Pp. 189-203. pág. 193

37
interés calificado50, configurándolo como poco más o menos de la misma
entidad y sustancia que un derecho subjetivo, limitando de este modo la
titularidad de la Acción de NDP.

Se constata que con el transcurso del tiempo y su


ejercicio, la Nulidad de Derecho Público ha cambiado profundamente,
afectando su operatividad y ámbito de aplicación, evolucionando de su
carácter de medio de impugnación general hacia una acción residual, siendo
las restricciones impuestas por vía jurisprudencial, limitantes sustantivas del
ámbito material para su ejercicio efectivo.

3.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO TRIBUTARIA.

Constatada la circunstancia que conviven en nuestro


sistema normativo, mecanismos de control jurisdiccional establecidos
mediante procedimientos especiales, junto a la Nulidad de Derecho Público
concebida como un procedimiento de carácter general, corresponde
determinar la relación que existe entre ésta y el procedimiento especial de
control de la actividad administrativa en materia tributaria.

En materia tributaria, se ha considerado a la Nulidad de


50
Ibíd. pag.195, 196.

38
Derecho Público como una vía paralela de impugnación de las actuaciones del
Servicio de Impuestos Internos, una vía básicamente civil en que se reconoce
competente para conocer de esta acción, a los tribunales ordinarios de justicia
en procedimiento ordinario de mayor cuantía.

Como primer acercamiento, tenemos que el surgimiento


de la Nulidad de Derecho Público como mecanismo de control jurisdiccional
de las actuaciones administrativas, cumple el rol de suplir la inexistencia de
una acción o procedimiento legalmente establecido a fin de garantizar la
adecuada tutela judicial de los administrados.

La instauración de los Tribunales Tributarios y


Aduaneros, tribunales especiales, independientes, imparciales, órganos
jurisdiccionales con competencia contencioso administrativa de carácter
especial en materia tributaria, nos lleva forzosamente a evaluar la vigencia de
la Nulidad de Derecho Público como senda análoga y compatible de
impugnación de las actuaciones del Servicio de Impuestos Internos, ya que
seguir considerándola como acción simultánea de impugnación, implicaría
mantener la vía general de carácter civil, conservando competencia para su
conocimiento los tribunales ordinarios de justicia, en procedimiento ordinario
de mayor cuantía, respecto de actuaciones específicas en materia tributaria,
aún en el marco de la nueva justicia tributaria vigente en todo el territorio
nacional desde el año 2013.

39
3.1.- NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO COMO VÍA PARALELA
DE IMPUGNACIÓN.

La Nulidad de Derecho Público cuando se ha ejercido en


el orden tributario se ha considerado una vía paralela de impugnación de las
actuaciones del Servicio de Impuestos Internos, una vía civil que reconoce
competente para conocer de esta acción a los tribunales ordinarios de justicia
en procedimiento ordinario de mayor cuantía.

Esta visión fue adoptada por la judicatura radicada en el


Director Regional del Servicio de Impuestos Internos, decretando su
incompetencia y disponiendo se recurriera para ante el Tribunal que
corresponda, que era el Juez de Letras competente de acuerdo al territorio.
Esta solución, fue ratificada por la Corte Suprema51 en Sentencia de fecha 2 de
enero del año 2012 en causa Rol 7308-2009, en cuanto dispone en su
Considerando Cuarto, que la acción de nulidad de derecho público relativo a
actuaciones del Servicio de Impuestos Internos, es una acción de carácter
civil, la cual en razón de la materia debe conocer el juzgado respectivo,
sujetándose al procedimiento ordinario de mayor cuantía, juicio ordinario.
Este mismo criterio se afirma en sentencia de fecha 26 de noviembre del año

51
CS Sentencia de fecha 2 de enero del año 2012, causa Rol 7308-2009, Considerando Cuarto: “Que, sin embargo, el
planteamiento de la recurrente es equivocado, por cuanto la competencia para conocer las acciones de nulidad de
derecho público se encuentra entregada a los tribunales ordinarios de justicia en razón de la materia, según se desprende
de los artículos 38 inc. 2 de la CPR y 3 del CPC. En efecto, la nulidad de derecho público es materia de un juicio
ordinario y no de una reclamación tributaria como la de autos. De esta manera, no es procedente alegar la nulidad de la
sentencia recaída en juicio tributario que no hace tal declaración, porque la competencia de esos tribunales se encuentra
acotada a conocer del reclamo de liquidaciones tributarias y tratándose de un tribunal de naturaleza especial, no ha
podido emitir pronunciamiento en el sentido que se pretende…”

40
2013, en causa Rol 2955-2012, evidenciando el mismo razonamiento
sostenido previamente, en su considerando décimo tercero52.

No obstante las sentencias aludidas, existen también


pronunciamiento de la Corte Suprema, en que no cuestiona la competencia
ejercida por el Tribunal Tributario radicado en el Servicio de Impuestos
Internos, avocándose al análisis de fondo de la alegación de nulidad y a los
presupuestos que se han tenido a la vista para el rechazo de la misma 53,
analizando la aplicación de la normativa atingente al caso y las exigencias de
validez de la liquidación de impuestos. Señala al efecto que, los magistrados
del mérito resolvieron acertadamente al afirmar que, en virtud del principio de
conservación de los actos administrativos, no toda omisión puede dar lugar a
una pretensión de nulidad, desde que los defectos atribuidos por el
contribuyente al acto de liquidación carecieron de la virtud de producir la

52
CS Sentencia de fecha 26 de noviembre del año 2013, causa Rol 2955-2012, “Considerando Décimo Tercero: Que en
lo tocante a la infracción de normas constitucionales y legales por no haberse declarado la nulidad de derecho público
que se reclama, es necesario señalar que tal alegación sólo puede ser materia de un juicio ordinario, pues lo que se
busca es una declaración que debe ser conocida en un procedimiento de lato conocimiento, cuestión que excede la
competencia de los tribunales tributarios que fijan los artículos 115 y siguientes del Código Tributario, y el objeto de la
litis de los procedimientos que el mismo código previene, motivo por lo que las argumentaciones de este capítulo no son
susceptibles de casación en el fondo, razón suficiente para desestimar la impugnación en este extremo”.
53
CS Sentencia de fecha 21 de junio de 2011, causa Rol 1.907-2009. “Considerando Quinto: Que en lo referente al
primer capítulo del recurso, cabe señalar que la sentencia de primera instancia desestimó que se produjeran los vicios de
nulidad de derecho público alegados por el reclamante. En efecto, expresó que con arreglo a lo dispuesto en los artículos
6 letra A Nº 3 del Código Tributario y 7º letra I de la Ley Orgánica del Servicio de Impuestos Internos se dictó por el
Director Regional de La Serena la Resolución Nº 128 de 4 de febrero de 2005, mediante la cual se designó como primer
subrogante al Jefe del Departamento de Fiscalización, quien suscribió las liquidaciones de autos indicando que actuaba
por orden del Director Regional. Agregó que no es requisito de validez de una delegación interna del Servicio de
Impuestos Internos su publicación o notificación, puesto que basta que se registren y se comuniquen según lo dispone el
artículo 14 de la Ley Nº 18.834 y la Ley Nº 18.575. Por otra parte, el fallo del tribunal de alzada estableció que las
liquidaciones impugnadas cumplen con los presupuestos de validez, agregando que la omisión atribuida no es
transcendente, puesto que en materia de nulidad de derecho público se debe tener presente el principio de conservación
de los actos administrativos, en cuanto conduce al mantenimiento de aquéllos que aun presentando una determinada
irregularidad pueden alcanzar el fin propuesto sin menoscabar o entorpecer las garantías que el ordenamiento brinda a
las libertades y derechos de los particulares. Alude al artículo 13 de la Ley Nº 19.880 que consagra el principio de la no
formalización, prescribiendo que el vicio de procedimiento o de forma sólo afecta la validez del acto administrativo
cuando recae en algún requisito esencial del mismo y genera perjuicio al interesado, circunstancias que no concurrieron
en la especie”.

41
existencia de un perjuicio, el que es inherente a cualquier declaración de
nulidad. Pronunciamiento similar se advierte en Sentencia de 11 de noviembre
del 2014 dictada en causa Rol 16.350-13, en Considerando Tercero54.

Es posible advertir que, no obstante estimarse que la


acción de nulidad es una acción civil, cuya resolución compete a los tribunales
ordinarios de justicia, al efectuar el análisis de fondo de las alegaciones de las
partes lo argumentado por la Corte Suprema permite concluir que, el
pronunciamiento de fondo emitido por el Tribunal Tributario no es objeto de
reparo por el máximo tribunal.

Respecto de la impugnación de las actuaciones emanadas


del Servicio de Impuestos Internos que la Ley 20.322 entrega al conocimiento
de los Tribunales Tributarios y Aduaneros, la respuesta jurisprudencial sigue
siendo una interrogante, no obstante como ya se indicó, aun antes de entrar en
vigencia la mencionada norma, en los fallos detallados así como en Sentencia
de fecha 9 de enero de 2013, dictado en causa Rol 7317-2011, en
considerando Octavo55, se advierte una señal en orden a aceptar los
pronunciamientos respecto de la nulidad efectuada por juez tributario, en

54
CS Sentencia de fecha 11 de noviembre del 2014, causa Rol 16.350-2013, Considerando Tercero “… para resolver si
en la especie se configura la causal de invalidación denunciada, sin que ello importe un pronunciamiento de esta Corte
sobre la competencia del Tribunal Tributario y Aduanero para conocer y resolver el específico asunto controvertido en
estos autos, es necesario determinar si el recurrente dio cumplimiento a lo previsto en el artículo 769 del Código de
Procedimiento Civil, esto es, si reclamó de la falta de competencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región de
Los Lagos y de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt, para conocer y resolver la nulidad de la notificación de la
Citación N° 192300452, de 8 de julio de 2011, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos
por la ley, pues, de comprobarse el descuido de este extremo legal, el recurso de casación formal deducido no podrá
prosperar. Considerando Sexto “(El Servicio de Impuestos Internos)…no ha reclamado de la falta de competencia que
arguye, oportunamente y en todos los grados establecidos por la ley, en la forma que demanda el artículo 769 del Código
de Procedimiento Civil, todo lo cual trae como corolario, según la misma disposición recién citada, que la primera
causal del recurso de casación formal sea desestimada.”.
55
CS Sentencia de fecha 9 de enero de 2013, causa Rol 7317-2011.

42
cuanto califica la decisión adoptada por la Directora Regional del Servicio de
Impuestos Internos, que confirma en todas sus partes las Liquidaciones Nºs 74
y 75, que establecen diferencias de impuesto por costo tributario en la
enajenación de derechos sociales entre empresas relacionadas; como ajustada
a derecho, y aun cuando declara la improcedencia de la acción en sede
jurisdiccional tributaria, cuando se refiere al fondo, acepta implícitamente la
competencia para conocer de dicha alegación, señalando que “no se divisa
vulneración de los artículos 115, 124 y 126 del Código Tributario puesto que
los jurisdicentes se han pronunciado dentro de la esfera de su competencia
sobre la totalidad del fondo de la reclamación deducida por la contribuyente
y en el marco del procedimiento legalmente previsto para tal efecto”. Esta
sentencia presenta una prevención efectuada por el Ministro Sr. Brito, quien
no comparte el motivo octavo, porque en su concepto toda alegación de
“nulidad de derecho público” excede la competencia de los tribunales
tributarios que fijan los artículos 115 y siguientes del Código Tributario, y el
objeto de la litis de los procedimientos que el mismo código previene; siendo
de su parecer, rechazar este capítulo del recurso.

De lo resuelto por la Corte Suprema se advierte que, pese


a considerar el carácter de tribunal especial que tiene un Tribunal Tributario,
cuando analiza el pronunciamiento respecto a la Nulidad de Derecho Público,
acepta las razones de fondo considerando que se encuentra dentro de la esfera
de su competencia, por constituir una alegación efectuada por el contribuyente
al momento de reclamar de la actuación del Servicio de Impuestos Internos
ante la judicatura tributaria.

43
Con posterioridad a la dictación de la Ley 20.322 la Corte
Suprema, no se ha pronunciado respecto a la competencia de los Tribunales
Tributarios y Aduaneros para resolver la Nulidad de Derecho Público en
materia tributaria, pronunciándose sólo respecto a la preparación del recurso
de casación sin analizar las alegaciones de competencia. Por ejemplo en
sentencia de fecha 20 de agosto del 2014, dictada en causa Rol 16013-2013,
en su considerando cuarto56 señala que, no se emite pronunciamiento respecto
a la competencia, analizando solo la preparación que requiere el recurso de
casación en la forma, de acuerdo al artículo 769 del Código de Procedimiento
Civil y rechazando dicho recurso, por estimarse no se habría discutido la falta
de competencia del Tribunal Tributario y Aduanero en la forma legal exigida

56
CS Sentencia de fecha 20 de agosto del 2014, causa Rol 16.013-2013, Considerando Cuarto: “Que en cuanto al recurso
de casación en la forma, y sin que lo que se dirá y concluirá en las siguientes consideraciones importe un
pronunciamiento de esta Corte sobre la competencia del Tribunal Tributario y Aduanero para conocer y resolver el
específico asunto controvertido en estos autos -la nulidad de la notificación de la citación practicada por el Servicio de
Impuestos Internos durante la etapa de fiscalización y revisión de la situación tributaria de un contribuyente-, ni tampoco
sobre si, en su caso, son en verdad los Tribunales ordinarios los competentes para ello, cabe primero abocarse a
dilucidar si el recurrente dio cumplimiento a lo previsto en el artículo 769 del Código de Procedimiento Civil, esto es, si
reclamó de la falta de competencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región del Bío Bío y de la Corte de
Apelaciones de Concepción, para conocer y resolver la nulidad de la notificación de la citación N° 1885, de 18 de abril
de 2012, ejerciendo oportunamente y en todos sus grados los recursos establecidos por la ley, pues, de comprobarse el
descuido de este extremo legal, el recurso de casación formal deducido no podrá prosperar…”. Agregando que… “del
incidente de nulidad de la notificación de la citación Nº 1885, el apoderado del Servicio derechamente contestó este
incidente, solicitando "no hacer lugar a la petición de nulidad del contribuyente, con costas" por tres razones, expuestas
en el siguiente orden y sin ningún tipo de jerarquización: "1.en cuanto al acto recurrido", argumentó que la solicitud se
plantea en términos que hacen ininteligible la identidad de la liquidación sobre la que se efectúa la petición de nulidad;
"2. del incidente de nulidad planteado", explicó por qué, en su opinión, la solicitud carece de fundamentos serios y
atendibles; y, "3.competencia para conocer de la solicitud del contribuyente", hizo presente que tanto la jurisprudencia
como la doctrina han sido contestes en afirmar que la competencia jurisdiccional para conocer y resolver una nulidad de
derecho público corresponde a un tribunal ordinario y no a un tribunal especial, como lo son los Tribunales Tributarios y
Aduaneros. Lo reseñado deja de manifiesto que el Servicio no plantea en su escrito de fs. 35, de manera principal, una
cuestión de competencia, por vía de declinatoria, con la cual persiga, de conformidad al artículo 111 del Código de
Procedimiento Civil, que el Tribunal Tributario y Aduanero de la Región del BíoBío se abstenga del conocimiento del
incidente de nulidad planteado por el contribuyente y remita los antecedentes al tribunal de letras competente para
conocer y decidir esta cuestión accesoria. Al contrario, como se comprobó recién, el Servicio desarrolla diversos
argumentos destinados a afianzar su petición de rechazo del incidente de nulidad, siendo la incompetencia del Tribunal
sólo uno más de los enunciados, todo lo cual revela de manera patente, que el Servicio de Impuestos Internos no
controvirtió adecuadamente la competencia del Tribunal Tributario y Aduanero de la Región del BíoBío para fallar el
incidente en comento, pues al solicitar su rechazo por razones de fondo, necesariamente admitió que dicho Tribunal
ostentaba competencia para pronunciarse sobre el mismo”.

44
y considerando que el organismo fiscal al no promover la cuestión de
competencia de manera principal, ha admitido que el Tribunal es competente
para conocer las alegaciones de fondo.

Un antecedente que puede servir para ilustrar la visión de


nuestro máximo tribunal respecto de la procedencia de la nulidad de derecho
público en sede tributaria, se da en el contexto de la tramitación del proyecto
de ley57 que perfecciona la justicia tributaria y aduanera (Boletín Nº 9892-
07)58, puesto que la Corte Suprema en Oficio N° 42-2015 de fecha 15 de abril
de 2015, informando respecto de las modificaciones relativas a la competencia
de los Tribunales Tributarios y Aduaneros, en particular respecto de
disposición que señalaba que dicho tribunales serían competentes para:
“Conocer y declarar, incluso de oficio, toda nulidad que afecte los actos
administrativos que se originan en el marco de un proceso de reclamación”,
en Considerando Cuarto del documento señala que dicha norma se encuentra
mal redactada, puesto que en el juicio no se originan actos administrativos,
indicando que para buscarle un sentido a la disposición, éste sólo podría
encontrarse en que se faculta al juez para conocer y declarar, incluso de oficio,
la nulidad de los actos administrativos que son materia del reclamo, por
cuanto en virtud del artículo 148 del Código Tributario, en el procedimiento
general de reclamación se aplican supletoriamente las normas del Libro
Primero del Código de Procedimiento Civil, siendo innecesario establecer

57
Página web https://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=10314&prmBoletin=9892-07 [consultada 16 de julio
2016]
58
Mensaje Nº 1232-362 de la Presidenta de la República que inicia Proyecto de Ley que Perfecciona La Justicia
Tributaria y Aduanera. Santiago, 27 de enero de 2015.- Página web
https://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=10314&prmBoletin=9892-07 [consultada 16 de julio de 2016]

45
normas de nulidad procesal. Continúa señalando que, en la opción de entender
que se quiso facultar al Tribunal para anular de oficio o a petición de parte los
actos administrativos antes mencionados, cabe tener presente que éstos gozan
de la presunción de legalidad establecida en el artículo 3° de la Ley N°19.880,
lo que impediría sean anulados de oficio, ya que se afectaría el debido proceso
agregando que, el contribuyente cuando reclama en contra del acto
administrativo (liquidación, giro u otro) está ejerciendo justamente la acción
para obtener la declaración de ilegalidad del acto; añadiendo en el
considerando decimonoveno, que informa desfavorablemente en lo atinente a
la competencia de los Tribunales Tributarios y Aduaneros para anular actos
administrativos, en la forma redactada.

El informe de la Corte Suprema, emite reparos respecto a


la redacción de la norma e informa desfavorablemente la competencia
teniendo en consideración la indiscutible confusión de conceptos en que
incurría el artículo en materia de nulidad de los actos administrativos y la
nulidad procesal, no obstante, no se pronuncia respecto de la conveniencia o
inconveniencia de otorgar competencia a los Tribunales Tributarios y
Aduaneros para declarar la nulidad de los actos administrativos en el marco
del Procedimiento General de Reclamación Tributaria.

Las certeras observaciones efectuadas por la Corte


Suprema, al parecer, tuvieron repercusión y posteriormente mediante

46
indicación efectuada el 9 de octubre de 201559 se modifica la disposición que
agrega un numeral al artículo 1° de la Ley 20.322, el numeral 8° que dispone,
será de competencia del Tribunal Tributario y Aduanero “8.- Conocer y
declarar, a petición de parte, la nulidad de los actos administrativos que sean
materia de una reclamación tributaria o aduanera. Para estos efectos, la
acción de nulidad deberá interponerse conjuntamente con la reclamación
respectiva, dentro del mismo plazo y sujetarse al mismo procedimiento,
agregando que los vicios de procedimiento o de forma sólo afectarán la
validez del acto administrativo materia del reclamo tributario o aduanero
cuando recaigan en algún requisito esencial del mismo, sea por su naturaleza
o por mandato del ordenamiento jurídico y generen perjuicio al interesado”.

De transformarse en ley, este artículo bien podría zanjar


esta aparente dificultad en atribuir competencia a los Tribunales Tributarios y
Aduaneros en materia de nulidad de los actos emanados del Servicio de
Impuestos Internos que adolezcan de los vicios contemplados en el artículo 7
de la Constitución, pero mientras tanto, estimo podemos llegar a la misma
conclusión aún cuando esta disposición nunca entre en vigor.

59
Oficio Nº 1073-363. Formula indicaciones al proyecto de ley que perfecciona la justicia tributaria y aduanera (Boletín
N° 9.892-07). Página web https://www.camara.cl/pley/pley_detalle.aspx?prmID=10314&prmBoletin=9892-07
[consultada el día 18.07.2016]

47
3.2.- COMPARATIVA ENTRE RÉGIMEN IMPUGNATORIO
ESPECIAL TRIBUTARIO Y LA ACCIÓN DE NULIDAD DE
DERECHO PÚBLICO.

Ante este escenario, corresponde ajustar la convivencia de


la Acción de Nulidad de Derecho Público como mecanismo de impugnación
de las actuaciones del Servicio de Impuestos Internos frente a la Acción de
Reclamación Tributaria, para lograr delinear lo que podría ser una adecuada
correlación entre ambas acciones a fin de constituir un régimen de
impugnación útil al contribuyente.

Al efecto cabe precisar que el objetivo de impugnar una


actuación emanada del Servicio de Impuestos Internos, es controlar su
legitimidad formal y la determinación de los presupuestos materiales y
jurídicos de la obligación tributaria que se persigue60. Así, conocerá el tribunal
de la legitimidad del acto y del mérito de la decisión adoptada, fundado en que
se encuentra afectado un derecho subjetivo que la ley califica como interés
legítimo, que no es otra cosa que la solicitud de dejar sin efecto o revisar una
actuación de la autoridad fiscal que afecta el patrimonio del contribuyente.

Delimitar la relación que existe entre la reclamación en


materia tributaria y la Acción de Nulidad de Derecho Público tiene efectos
prácticos relevantes, puesto que, el régimen que podamos establecer
determinará el nivel de protección y garantía otorgado a los contribuyentes,
considerando que ambas acciones persiguen la misma finalidad: la declaración
judicial que deja sin efecto un acto administrativo, fundado en vicios de
legalidad o por infracción al principio de juridicidad.
60
Massone P., Tribunales y Procedimientos Tributarios. Op. Cit. pág. 84.

48
Determinar que son acciones que permiten su ejercicio en
forma paralela, simultánea o sucesiva, puede resultar en que el régimen
impugnatorio en materia tributaria se exponga a la contingencia de sentencias
paralelas, que pueden ser contradictorias, por lo que delimitar el ámbito
relacional de ambas accione es necesario, a fin de establecer la relación más
adecuada buscando evitar el atentado al principio de certeza y seguridad
jurídica.

3.2.1.- En cuanto a las causales.

Para ejercitar la reclamación tributaria, la norma no


precisa cuáles serán los vicios que habilitan para interponer la acción, por lo
que, puede referirse a materias que afecten el fondo de la actuación, en cuanto
a los presupuestos jurídicos y de hecho o que sirvieron de base para
determinar la existencia de diferencias impositivas; o, referirse a cuestiones de
validez de las actuaciones o formales, en tanto dichos vicios formales o
sustanciales lo priven de algún requisito legal.

Las objeciones a las actuaciones emanadas de la


administración tributaria, pueden referirse a la revisión de la legitimidad
formal y de las razones de fondo de la determinación fiscal que se encuentra
compuesta por los presupuestos de hecho, la norma legal y la relación de
determinación, de una prestación económica que el órgano fiscal persigue y
que el contribuyente discute.

La limitación natural de la competencia del Tribunal

49
Tributario y Aduanero, es el propio acto administrativo, ya que el Tribunal no
puede resolver excediendo lo determinado en el acto administrativo
impugnado, así como tampoco, decidir respecto de aquello que no fue motivo
de agravio por el administrado al interponer el recurso ante el tribunal. El acto
de la administración representa el límite máximo del conocimiento judicial, no
pudiendo el examen del juez extenderse fuera de los limites objetivos y
subjetivos puestos en evidencia con el acto61.

Por su parte la procedencia de la Acción de Nulidad de


Derecho Público, se encuentra limitada a las causales expresadas en los
incisos 1° y 2° del artículo 7 de la Constitución Política de la Republica,
precisándose por la jurisprudencia que no cualquier atentando contra la
legalidad de la actuación del órgano estatal, acarrea la Nulidad de Derecho
Público, encontrándose limitada a los vicios de investidura, competencia y de
forma.

Ha señalado la Corte Suprema que la base para invocar la


nulidad, debe comprometer el quebrantamiento de los componentes de
juridicidad contenidos en el artículo 7 de la Constitución que establece
perentoriamente la nulidad, por tanto la infracción del ordenamiento jurídico
que no considera estas causales podría quedar comprendido dentro de las
ilegalidades que señala el artículo 6 de la Carta Fundamental, que entrega al
legislador el establecimiento de las sanciones y responsabilidades62, que no
necesariamente será de nulidad. Posteriormente, en lo que podría entenderse

61
Ibíd., pág. 82.
62
CS Sentencia de fecha 28 de junio de 2006, causa Rol 3132-2005. Considerando décimo cuarto

50
una ampliación de los vicios que conduce a la Nulidad de Derecho Público, se
ha resuelto que ésta corresponde a la sanción que puede acarrear la existencia
de vicios en los elementos del acto administrativo, esto es, competencia,
forma, fin, objeto y motivos, correspondiendo la ilegalidad a vicios de
incompetencia, ilegalidad en cuanto a la forma, desviación de poder,
inexistencia de motivos legales o invocados e ilegalidad en cuanto al objeto63.

El análisis de las causales que habilitan la interposición de


ambas acciones, permite establecer que la reclamación tributaria, no limita las
causales o alegaciones que corresponda invocar en la reclamación tributaria,
siendo el límite de la competencia del tribunal el propio acto y las
impugnaciones que efectúe el recurrente, por lo que las causales contenidas en
el artículo 7 inciso 1° y 2° pueden subsumirse en las alegaciones efectuadas
por el contribuyente al momento de recurrir impugnando una actuación del
Servicio de Impuestos Internos.

No hay limitación sustantiva de las alegaciones que se le


reconocen al contribuyente, procesalmente tampoco es posible restringir las
mismas, ya que por la naturaleza del reclamo se debe poner en conocimiento
del Juez Tributario la totalidad de las objeciones al momento de interponer el
reclamo, oportunidad procesal para alegar la pretendida nulidad. De afectarle
un vicio de aquellos por los cuales se pueda invocar la Nulidad de Derecho
Público, al solicitar este pronunciamiento en el reclamo, se confiere la
competencia al juez para pronunciarse respecto de la invalidez de la actuación

63
CS Sentencia de fecha 16 de enero de 2012, causa Rol 7188-2009. Considerando décimo cuarto.

51
y al momento de resolver, lo estaría haciendo conforme la esfera de su
competencia. Verificar la procedencia de la nulidad invocada, forma parte del
acto administrativo que habilitó la instancia, encontrando límite en el mismo
reclamo, por lo que, la decisión no podrá ir más allá de lo solicitado por el
contribuyente al momento de interponer el recurso.

3.2.2.- En cuanto a la legitimación activa.

En el ámbito contencioso administrativo, están habilitadas


para impugnar un acto administrativo solo aquellas personas que tienen una
relación especial con éste. Reconociéndose esta habilitación o titularidad, a
quienes poseen un derecho subjetivo, un interés legítimo o un interés
simplemente. Excepcionalmente, en procesos cuyo interés general o público lo
exige, se reconoce esa titularidad a todas las personas, mediante el
establecimiento de una acción popular, siendo una excepción calificada en el
sistema jurídico64.

En el caso de la Nulidad de Derecho Público, se entiende


por la doctrina y jurisprudencia que la legitimación activa está dada por la
titularidad de un derecho subjetivo o por la existencia de un interés calificado.
Podrían demandar la nulidad de un acto administrativo, no solo aquellos que
se vean privados de un derecho subjetivo por el acto ilegal, sino además
aquellos cuya actuación atente contra un interés calificado, excluyendo la
acción popular como legitimación general para incoar una acción de Nulidad

64
Ferrada, J., “Nuevas restricciones a la nulidad de derecho público como proceso administrativo: Una jurisprudencia
interesante, pero inconsistente” En Anuario De Derecho Público Universidad Diego Portales. Nº. 1, 2010. Pp.189-203.
Pág. 192.

52
de Derecho Público65.

En el proceso de Nulidad de Derecho Público, es posible


afirmar que se encuentran legitimados los titulares de derechos subjetivos.
Basta el compromiso de un derecho subjetivo, cualquiera sea su entidad o
contenido, para interponer la demanda ante el tribunal competente. El
concepto de interés que utiliza nuestra jurisprudencia para legitimar la acción
de un particular para impugnar un acto administrativo implica que, éste debe
ser legítimo, personal y directo, asimilándolo a la sustancia de un derecho
subjetivo66.

A su turno la Acción de reclamación tributaria se confiere


a toda persona para reclamar, exigiéndole siempre que invoque un interés
actual comprometido, el legislador no habla acá de derecho, extendiéndose a
la voz de interés actual comprometido.

No existe duda que se encuentra legitimado para ejercer


esta acción, el contribuyente que se le ha emitido una resolución o se le ha
efectuado una determinación de impuestos mediante una liquidación, el que
además es titular de un derecho subjetivo, en este caso el derecho de
propiedad. También corresponde dicha legitimación a la persona o personas,
natural o jurídica, a quien dicha determinación afecte, siempre que invoque un

65
Conocida es la construcción doctrinal planteada por Fiamma, quien postulaba la existencia de una acción popular en
materia de nulidad de derecho público, fundada en un aparente derecho reaccional general, atendido el interés público
comprometido en el control de la actuación administrativa. Esta posición ha sido descartada actualmente por la mayoría de
la doctrina, no solo atendido el tenor literal del artículo 38 inciso 2° de la Constitución, sino sobre todo por la
incompatibilidad de dicho postulado con los presupuestos básicos formulados por la doctrina procesal sobre la actividad
jurisdiccional. Ibíd., Pág. 194,195.
66
Ibíd. Pág. 192,193.

53
interés actual comprometido, tal es el caso de un heredero, de una comunidad
hereditaria, de un socio, de una sociedad o de un acreedor del contribuyente.
El interés actual comprometido, siempre se referirá a un interés de contenido
patrimonial, ya que los actos que se impugnan en materia impositiva afectan el
derecho propiedad, imponiendo desembolsos o negando devoluciones,
debiendo señalar el reclamante el interés que ve comprometido y que funda su
reclamación.

De lo expuesto se colige que, tanto la Acción de NDP


respecto de las actuaciones de la administración fiscal, como la reclamación
en régimen tributario, se encuentra establecida en favor de los mismos sujetos.
En ambos casos se encuentran habilitados para accionar los titulares de un
derecho subjetivo, o quienes tengan un interés actual, que en ambos casos se
refiere a un interés de orden patrimonial, atendida la naturaleza de gravamen
de orden pecuniario que representa las actuaciones que determinan impuestos.
El ejercicio de la nulidad en este aspecto se vislumbra más ventajoso, al punto
que no permite propugnar su coexistencia, pugnando con la naturaleza de la
actuación que se reclama y de la especialidad del tribunal que conoce, puesto
que sustrae de la competencia del tribunal con conocimiento especifico en
materia de tributos hacia un tribunal de competencia común.

3.2.3.- En cuanto al objeto.

Distinguir en cuanto al objeto de ambas acciones, permite


determinar si se trata de vías paralelas de impugnación o si el ejercicio de una
excluye la otra. En ambas acciones el objeto es la declaración de invalidez del

54
acto administrativo, para que, declarado el acto nulo se retrotraigan sus efectos
al momento de la dictación del mismo, privándolo de efectos, remontando la
situación al estado anterior a su dictación, considerando que el acto en
cuestión nunca se ha dictado. No obstante, el objeto de la acción de
reclamación tributaria puede ir más allá, ya que, el reclamante puede también
solicitar se establezca un derecho a su favor, además de la mera anulación.

Tratándose de una actuación tributaria, la nulidad


solicitada, por vía de NDP o mediante la reclamación tributaria, tendrá
siempre como finalidad la declaración de un derecho patrimonial, ya que el
acto requerido será una actuación que denegó una devolución de impuestos
solicitada o una actuación que dispone un gravamen pecuniario con cargo al
patrimonio del contribuyente y lo que persigue es evitar la afectación de su
derecho de propiedad.

Como se observa, el objeto pedido es el mismo, lo que


permite excluir la NDP, como acción simultánea a fin de evitar vías de
impugnación paralelas, que además de ineficiente e ilógico, puede dar lugar a
resoluciones judiciales contradictorias67, constituyendo un atentado a la
seguridad jurídica.

De acuerdo a lo analizado, la reclamación en sede


tributaria, representa un mecanismo de protección más amplio puesto que las
facultades ejercidas por el juez tributario, lo son, con amplios poderes,
incluyendo la facultad de anular, pudiendo también complementar, sustituir o
67
Ferrada, J. “Los Procesos Administrativos en el Derecho Chileno” En Revista de Derecho de la Pontificia Universidad
Católica de Valparaíso XXXVI (1° Semestre de 2011) PP. 251-277. Pág. 275.

55
reemplazar la decisión adoptada en la actuación administrativa reclamada.

3.2.4.- En cuanto al plazo para accionar y efectos de no ejercer la acción.

El plazo para interponer reclamación en sede tributaria


es de noventa días contado desde la notificación del acto, de no poder aplicar
las reglas sobre cómputo de plazos, se cuenta desde la fecha de la resolución,
acto o hecho en que la reclamación se funde. Este es plazo legal, fatal e
improrrogable, considera la norma la posibilidad su ampliación a un año, para
lo cual el contribuyente debe pagar la suma determinada por el Servicio de
Impuestos Internos dentro del plazo de noventa días68, a fin de extender el
término legal, al costo de ejecutar provisionalmente lo determinado por el
órgano fiscal.

De no interponerse la acción en los plazos señalados, se


extingue, transformando en definitivo el acto, sin perjuicio de su carácter de
provisional mientras se cumplen los plazos de prescripción69. El plazo para
reclamar es un plazo de caducidad, requiriéndose para su extinción sólo el
transcurso del tiempo, entendiendo por caducidad la perdida de la posibilidad
de ejercitar el derecho que, por disposición de ley o contractual, tendría que
haberse ejercitado en un periodo de tiempo70.

68
Artículo 24 inciso tercero del Código Tributario.
69
Artículo 25 del Código Tributario. Toda liquidación de impuestos practicada por el Servicio tendrá el carácter de
provisional mientras no se cumplan los plazos de prescripción, salvo en aquellos puntos o materias comprendidos expresa
y determinadamente en un pronunciamiento jurisdiccional o en una revisión sobre la cual se haya pronunciado el Director
Regional, a petición del contribuyente tratándose de términos de giro. En tales casos, la liquidación se estimará como
definitiva para todos los efectos legales, sin perjuicio del derecho de reclamación del contribuyente si procediera.
70
Massone, P. (2013) “Principios de Derecho Tributario”. Tomo II. Aplicación y extinción del Impuesto. Tercera Edición
Actualizada y ampliada. Santiago, Editorial Legal Publishing Chile. Pág. 1557, 1558.

56
Extinguiéndose el derecho de oponerse a lo resuelto por el
Servicio de Impuestos Internos se transforma la actuación, en definitiva, lo
que significa que puede ejecutarse lo dispuesto en ella, habilitando la instancia
de cobro de las diferencias determinadas en el caso de las liquidaciones, o,
imposibilitando la revisión de la actuación denegatoria de devolución,
considerándose esa devolución negada un ingreso para la administración.

En cuanto a la Liquidación, una vez queda a firme este


acto, se encuentra habilitada la administración para seguir la instancia de
cobro, mediante la emisión de los Giros correspondientes, posteriormente y en
caso de no ocurrir el pago voluntario, mediante este título se autoriza efectuar
su cobro de manera ejecutiva, según procedimiento contemplado en el Título
V del Código Tributario, denominado Del cobro ejecutivo de las obligaciones
tributarias de dinero.

El cobro de los impuestos cuando se efectúa de forma


forzosa, afecta el patrimonio del contribuyente de forma irreversible, puesto
que puede incluso llevar a remate los bienes del contribuyente deudor, por lo
que las resoluciones deben encontrarse firmes para seguir con las medidas
ejecutivas de cobro, ya que sus consecuencias afectan en forma categórica el
derecho de propiedad.

En materia de Acción de NDP el plazo para su ejercicio,


es una de las aristas más discutidas, principalmente por la propugnación de su
carácter de imprescriptible, que entra en conflicto directo con una serie de
instituciones del ordenamiento jurídico que persiguen la estabilidad de las

57
relaciones jurídicas y la certeza que, se vería seriamente afectada al entender
que la Acción de NDP es imprescriptible.

La NDP, no contempla plazo para su ejercicio, fundado


inicialmente en que el acto administrativo afectado por un vicio de nulidad, no
puede convalidarse ni sanearse por el transcurso del tiempo, por lo que la
acción para solicitar la declaración de nulidad no tendría plazo para ejercerse,
siendo en consecuencia imprescriptible71. Se excluyó de la aplicación de las
normas generales sobre prescripción, fundado en la separación de las normas
de derecho público respecto del derecho común, lo que impediría la aplicación
de la prescripción en la forma tratada en el Código Civil al derecho
administrativo heterónomo72.

Este criterio, sostenido en los albores de la NDP, se


encuentra en entredicho a partir de la elaboración que efectúa la Corte
Suprema en el año 2000, en causa Rol 852-200, Aedo con Fisco73, en que
desarrolla una disociación de las acciones en materia contencioso

71
Soto E., Derecho Administrativo, Bases Fundamentales, Tomo II, El principio de Juridicidad, Ed. Jurídica de Chile,
Santiago, 1996. Pag.172,173.
72
Bermúdez, J., “El principio de legalidad y la nulidad de Derecho Público en la Constitución Política. Fundamentos para
la aplicación de una solución de Derecho Común”, en Revista de Derecho Público, Volumen 70, año 2008, pp. 273-285.
73
CS sentencia dictada con fecha 7 de noviembre del año 2000 en causa Rol 852-2000, Aedo con Fisco. “ 8°) Que, por el
contrario, las acciones personales que tienen por objeto que quien dejó de poseer restituya el valor de la cosa y la
indemnización de perjuicios también deducidas por la actora, cuyo antecedente es la nulidad de derecho público referida
en la consideración precedente y que son objeto de los capítulos de casación primero y último, son de evidente contenido
patrimonial, pues se refieren a las restituciones y reparaciones de valor económico que pretende obtener la actora en
virtud de tal declaración de nulidad. De lo anterior se deriva que su destino se condiciona a los plazos de prescripción
establecidos al respecto por el Código Civil, ordenamiento, por lo demás, que la propia actora invoca para sostener
dichas acciones. 9º) Que asimismo corresponde tener presente que si bien las normas constitucionales de los artículos 7º
inciso final y 38 inciso segundo se refieren a las responsabilidades que pueden derivarse de la actuación contraria a
derecho de los órganos de la Administración del Estado, de ello no se sigue que las respectivas acciones patrimoniales no
estén sujetas, a falta de un estatuto legal especial, a las reglas de prescripción del derecho común, pues éstas
materializan un principio de certeza y seguridad jurídica que impide que pretensiones de ese carácter subsistan
indefinidamente en el tiempo, razonamiento que resulta además consistente con el artículo 2497 del Código Civil que
hace extensivas las reglas sobre prescripción igualmente en favor y en contra el Estado”.

58
administrativa, distinguiendo la acción de nulidad propiamente tal, la que
califica como imprescriptible, de las acciones patrimoniales que tendrán su
origen en la declaración de nulidad, indicando respecto de éstas, que se
encuentran regidas por el Código Civil correspondiendo se aplique la
prescripción contenida en las normas de derecho común.

Esta solución, si bien mantiene de forma simbólica la


característica de imprescriptibilidad, en definitiva, termina por aplicar el
régimen común de la prescripción lo que se ajusta mucho mejor con el
principio de certeza y seguridad jurídica.

La NDP en materia tributaria, no obstante, se considera


una acción ordinaria no cabe a su respecto la aplicación del plazo de
prescripción contemplado en el artículo 2515 del Código Civil de cinco años,
ya que se refiere a actuaciones de la administración fiscal y tratándose de una
acción de aquellas mencionadas en el artículo 2521 del Código Civil, que se
refiere a las acciones a favor y en contra del fisco, el plazo de prescripción
será de tres años.

Este plazo de tres años, coincide también con el término


de caducidad particular establecido en el artículo 126 del Código Tributario,
para pedir devoluciones de impuestos y efectuar solicitudes. Al efecto, dicha
norma dispone que, deberán presentarse dentro del plazo de tres años contado
desde el acto o hecho que le sirva de fundamento, las solicitudes de corrección
de errores propios del contribuyente; las de restitución de sumas pagadas
doblemente, en exceso o indebidamente a título de impuestos, reajustes,

59
intereses y multas; las devoluciones de pagos provenientes de liquidación o
giro, reclamado oportunamente respecto de las cantidades que se determinen
devolver en el fallo respectivo, o cuyo pago, se hubiere originado por un error
manifiesto de la liquidación o giro; la restitución de tributos que ordenen leyes
de fomento o que establecen franquicias tributarias; y las peticiones de
devolución de tributos o de cantidades que se asimilen a éstos, efectuadas
dentro del plazo de tres años, que sean consideradas fuera de plazo de acuerdo
a las normas especiales que las regulen.

Al contribuyente la legislación tributaria le impone el


plazo de tres años para recurrir administrativamente efectuando las solicitudes
indicadas, su inobservancia comporta la preclusión y la imposibilidad de
formalizar estos actos una vez vencido el término legal.

El plazo contemplado en el artículo 126 del Código


Tributario, es totalmente coherente con el plazo de prescripción de la NDP en
materia tributaria de acuerdo al artículo 2521 del Código Civil, con la garantía
que, de ser denegada la solicitud administrativa ejercida en el plazo
contemplada en el artículo 126 del Código Tributario, subsiste la posibilidad
de reclamar de esta resolución de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 124 del
Código Tributario, que habilita el régimen habitual de impugnación tributaria.

La vía administrativa especial entonces configura un


estatuto más garantista, otorgándole al contribuyente en el mismo plazo que
considera para el cómputo de la prescripción de los vicios de nulidad de
derecho público que afecten una actuación en materia tributaria, la posibilidad

60
de recurrir en instancia administrativa, para luego obtenido pronunciamiento si
no se conforma con lo solicitado, se habilita la instancia jurisdiccional de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 124 del Código Tributario.

3.3.- VALOR DE LA CERTEZA EN MATERIA TRIBUTARIA.

El Estado para alcanzar sus fines, debe disponer de una


masa adecuada de medios económicos, que se obtienen de la actividad
financiera que desarrolla el Estado, relacionado con la obtención,
administración y empleo de los recursos monetarios necesarios para satisfacer
necesidades públicas, siendo la actividad financiera instrumental a la
satisfacción de necesidades públicas74.

En el ámbito del derecho impositivo, la actividad


recaudadora del Estado y la consecución de los fines que se proponga llevar a
cabo con los tributos recaudados, depende de la estabilidad de las decisiones
dictadas en materia tributaria, por lo que, así como en el ámbito
administrativo, la certeza jurídica juega un papel muy relevante, siendo
también pilares en el ámbito tributario, el principio de legalidad y seguridad
jurídica. Estos principios están relacionados entre sí, ya que el Principio de
Legalidad tiene como contenido la seguridad, lo que se traduce en que no
puede establecerse tributo o carga impositiva, sino por medio de una ley.
74
Massone, P. (2013) “Principios de Derecho Tributario”. Tomo I. Aspectos Generales. Tercera Edición Actualizada y
ampliada. Santiago, Editorial Legal Publishing Chile. Pág. 48.

61
El fundamento de este principio se encuentra en la
necesidad de proteger el derecho de propiedad de los contribuyentes,
estableciendo un grado mínimo de seguridad, en cuanto de ser perturbada la
propiedad dicha afectación debe estar ordenada por ley. Todo el Derecho
Tributario se encuentra influenciado por este principio de seguridad y certeza
que, manifestada en el principio de legalidad, permiten al ciudadano prever en
grado razonable según las circunstancias, las consecuencias que pueden
derivarse de sus actos a la luz de la regulación vigente.

La seguridad normativa, se alcanza básicamente a través


de la certidumbre del derecho, es decir, que se pueda prever los derechos y
obligaciones que deriven de su actuar. Esta previsibilidad frente a la actuación
estatal, exige en lo fundamental, la existencia de un ordenamiento claro y
sencillo, ausente de normas de reenvío, preceptos excesivamente minuciosos,
clausulas derogatorias genéricas o la excesiva dispersión normativa,
requiriéndose además, como consecuencia de estos requisitos, que la autoridad
pública despliegue una conducta regular, que suponga tener garantías que los
órganos de la administración actuaran de conformidad con dicha norma y
velaran por su cumplimiento75.

En este sentido, es manifestación de certeza o seguridad


jurídica, para los particulares y para el Estado, que las situaciones jurídicas no
se mantengan indeterminadas en el tiempo, estableciendo términos específicos
de caducidad para el ejercicio de la potestad tributaria y para el ejercicio de la

75
Ibíd., Pág. 118.

62
facultad de los contribuyentes de impugnar las actuaciones emanadas de la
autoridad administrativa en ejercicio de la potestad tributaria.

3.4.- CADUCIDAD Y PRESCRIPCIÓN EN EL ORDEN TRIBUTARIO

La potestad tributaria aun siendo inalienable,


intransmisible, irrenunciable e imprescriptible, puede someterse a términos
legales de caducidad para su ejercicio, ya que el derecho positivo como
instrumento de acción social, pretende orientar las conductas hacia los valores
socialmente deseados y propiciando el equilibrio de las relaciones jurídicas.
Este equilibrio no se condice con la indeterminación e incerteza de la
permanencia de conflictos irresolutos, por lo que amenazado el principio de
certeza jurídica por el transcurso del tiempo, el sistema prevé la ocurrencia de
hechos extintivos a fin de definir drásticamente situaciones pendientes,
determinando derechos y deberes subjetivos correlativos76.

La ley impone al contribuyente términos, cuya


inobservancia comportan preclusiones y la imposibilidad de cumplir ciertos
actos una vez vencidos, tales como el plazo para reclamar77 y el plazo para
pedir devoluciones de impuestos.

También establece plazos máximos para que, durante su

76
Massone, P., “Principios de Derecho Tributario”. Tomo II. Aplicación y extinción del Impuesto. Op. cit. Pág. 1564.
77
Artículo 124 y 126 del Código Tributario.

63
vigencia, el Estado pueda determinar impuestos, contado desde la ocurrencia
del hecho generador. Esta circunstancia responde a la necesidad de otorgar a
los contribuyentes una situación de seguridad jurídica, lo contrario sería
aceptar que las decisiones en materia fiscal, nunca puedan ser ejecutadas, o
que, siendo ejecutadas, pueden revocarse en cualquier tiempo, o que el Estado
pueda en cualquier tiempo, efectuar una liquidación de impuestos, poniendo a
los contribuyentes en situación de inseguridad inaceptable.

La certeza, no sólo se establece en favor del Fisco, sino


que, también protege a los contribuyentes, estableciéndose en el Código
Tributario plazos para que la administración liquide y gire impuestos de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 59 y 200. El plazo para liquidar se
encuentra en el artículo 200 y distingue el término ordinario de tres años y el
extraordinario de seis años. Por su parte el artículo 201, establece que, en los
mismos plazo del artículo 200 y computados de la misma forma, prescribe la
acción para perseguir el pago de los impuestos, intereses, sanciones y demás
recargos, siendo el plazo del artículo 200 un plazo de caducidad78 y el del
artículo 201, de prescripción de la acción de cobro79. Asimismo, mediante Ley
18.320 se estableció un plazo de caducidad especial para la facultad

78
Se admite suspensión de los plazos establecidos en el artículo 200, durante el periodo en que el Servicio de Impuestos
Internos este impedido de girar la totalidad o parte de los impuestos comprendidos en una liquidación cuyas partidas
hayan sido objeto de una reclamación tributaria. De acuerdo a lo dispuesto en el inc. 2 del art 24 del Código Tributario.
disponiendo el artículo 201 inciso 5° que la prescripción de las acciones del fisco por impuestos se suspenden en caso que
el contribuyente se ausente del país durante el tiempo que dure la ausencia (art.103 inciso 3° Código Tributario), las rentas
de fuente extranjera se consideran rentas líquidas percibidas, excluyéndose aquellas de que no se pueda disponer en razón
de caso fortuito o fuerza mayor o de disposiciones legales o reglamentarias del país de origen, manteniéndose mientras
subsista las causales que hubieran impedido la disposición de ellas y no empezara a correr plazo alguno de prescripción
(caducidad) en contra del fisco art 12 LIR . La pérdida o inutilización de los libros de contabilidad suspenderá el término
establecida en el inc. 1 y 2 del artículo 200 del Código Tributario hasta la fecha en que los libros legalmente
reconstituidos queden a disposición del Servicio de Impuestos Internos.
79
Massone, P., “Principios de Derecho Tributario”. Tomo II. Aplicación y extinción del Impuesto. Op. cit. Pág. 1569.

64
fiscalizadora del Servicio de Impuestos Internos, fijando un plazo de 36 meses
para revisar a los contribuyentes de IVA, en circunstancias que el plazo
general es de tres años, y contemplando el plazo fatal de 6 meses para citar, de
acuerdo al artículo 63 del Código Tributario, liquidar o formular giros,
contado desde el vencimiento del término que tiene el contribuyente para
presentar los antecedentes.

Cabe precisar que, en el ámbito tributario, se distingue a


la prescripción de la caducidad, precisándose que prescripción se aplica a los
derechos subjetivos en general y la caducidad, a derechos determinados, por lo
general potestativos, establecidos en atención al interés general y de sujetos
particulares, que la ley quiere se ejerzan en un tiempo determinado breve.

La finalidad de la prescripción es extinguir un derecho, la


de la caducidad es fijar un término por el cual un determinado derecho puede
ser ejercitado. La caducidad tiene el efecto de extinguir el derecho, la
prescripción extingue la acción para exigirlo.

La prescripción extingue acciones y derechos por vía de


excepción, mientras que en la caducidad, opera la extinción de una manera
directa y automática, debiendo considerarse sólo con la exposición del
demandante, verificándose de oficio por el tribunal u órgano que este llamado
a revisar el acto. La circunstancia de encontrarse vencidos el término
contemplado en los artículos 200 y 201 del Código Tributario, puede y debe
ser declarado de oficio, de acuerdo al artículo 136 del mismo cuerpo legal.
Mientras que la prescripción debe invocarse, otorgando con esto máxima

65
seguridad jurídica para el contribuyente, que el órgano fiscal no actuará fuera
de los plazos legales al momento de verificar revisiones.

La prescripción constituye un principio general del


derecho destinado a garantizar la seguridad jurídica y como tal se encuentra
presente en todo el ordenamiento jurídico salvo que se establezca
expresamente lo contrario, es decir la imprescriptibilidad. En Derecho
Tributario las acciones son por regla general prescriptibles, lo contrario es una
rareza de lo cual no existe disposición vigente.

En materia tributaria se identifican distintas formas de


prescripción80 destacando aquella que afecta el ejercicio de la potestad o
facultad de la administración para liquidar, revisar liquidaciones y girar
impuestos, la de la acción de la administración para imponer sanciones
tributarias no penales que responden mejor que a la prescripción a un plazo de
caducidad.

La que afecta a la acción del fisco para exigir el pago de


los impuestos y sanciones pecuniarias ya girados y la del sujeto pasivo de la
obligación tributaria, el contribuyente, para solicitar las devoluciones a que se
refiere el artículo 126, plazo de tres años extingue los derechos del
administrado, corresponde a prescripción, y respecto de acciones que no se
encuentren mencionadas en el Código Tributario, se aplica el artículo 2521
inciso 1° del código Civil.

80
Ibíd. Pág. 1599.

66
4.- ACCIONES ESPECIALES Y ACCIONES GENERALES.

Como se ha venido señalando, resolver el problema de la


coordinación de la NDP con los contenciosos administrativos especiales que
establece nuestro ordenamiento, no es tarea fácil, valga considerar el análisis
efectuado respecto del contencioso especial tributario y su relación con la
Nulidad de Derecho Público.

La finalidad del contencioso administrativo especial, al


igual que la acción de NDP, es obtener la declaración judicial de anulación de
un acto administrativo por vicios de legalidad y con efectos generales, por lo
que siempre cabe la interrogante de establecer si ambas acciones se pueden
ejercer de forma simultánea o sucesiva o si el ejercicio de una acción priva la
práctica de la otra.

67
4.1.- GENERALIDAD, ESPECIALIDAD Y JERARQUÍA
NORMATIVA81.

Nos encontramos ante el problema de aplicación de


normas, definida como antinomia, cuando existen dos normas que pertenecen
a dos ordenamientos, dependientes y subordinados, existiendo identidad en el
ámbito de validez material, personal, temporal y espacial de las normas, es
decir, las normas coinciden en qué es aquello que debe ser realizado u
omitido, quién debe realizar dicho comportamiento, y en qué tiempo y lugar
han de suceder82.

En este caso, dos enunciados normativos, uno de origen


constitucional que establece una acción de carácter general para la
impugnación de actos administrativos, entre los cuales se cuentan las
actuaciones del Servicio de Impuestos Internos, con las características y
singularidades ya señaladas y, por otra parte, una norma legal, que establece
una acción especial para la impugnación de actuaciones administrativas
emanadas del Servicio de Impuestos Internos en materia tributaria.

81
Bobbio, N. (1992) “Teoría general del Derecho”. Santa Fe de Bogotá – Colombia, Editorial Temis. Pág.186-207.
82
Agüero-San Juan, S.,"Las antinomias y sus condiciones de surgimiento: Una propuesta para los enunciados normativos".
En Revista de derecho de Valdivia), XXVIII N°2, PP 31-46. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-09502015000200002
[Visita el día 5 de julio de 2016]

68
La presencia de antinomias, considera la existencia de
normas incompatibles entre sí y se predica de aquellas que no pueden ser al
mismo tiempo verdaderas, que pertenecen a un mismo ordenamiento y tiene
un mismo ámbito de validez. La presencia de antinomias se considera un
defecto que el intérprete del ordenamiento jurídico tenderá a eliminar, puesto
que el orden jurídico constituye un sistema y la antinomia representa un
atentado a la coherencia del sistema normativo.

La eliminación de este inconveniente, consiste en eliminar


una de las dos normas y para determinar cuál de las dos normas debe ser
eliminada, se despliegan criterios que permiten resolver el problema y que
corresponden a: Criterio cronológico, según el cual entre dos normas
incompatibles prevalece la posterior; Criterio jerárquico, denominado también
de la lex superior, según el cual de dos normas incompatible prevalece la
norma jerárquicamente superior y el tercer denominado de lex specialis, en
que de normas incompatibles, una general y la otra especial, prevalece la
segunda puesto que la ley especial que deroga la más general, ya que substrae
de una norma una parte de la materia para someterla a una reglamentación
diversa. La situación de antinomia, creada por la relación entre una ley general
y una ley, especial, corresponde al tipo de antinomia total parcial, por cuanto
si se aplica el criterio de ley especial, no se elimina totalmente una de las dos
normas incompatibles, sino sólo aquella parte de la ley general que es
incompatible con la ley especial, así por efecto de la ley especial, la ley
general pierde vigencia parcialmente.

69
De aplicar el criterio cronológico o jerárquico, por lo
general se elimina totalmente una de las normas. En el caso de una norma
superior-general incompatible con una norma inferior-especial, si se aplica él
criterio jerárquico prevalece la primera y si se aplica el criterio de especialidad
prevalece la segunda. No existe una regla consolidada que permita determinar
cuál de los dos criterios se debe aplicar, en este caso, la solución dependerá
del intérprete.

La gravedad de este conflicto en particular, deriva del


hecho de que están en juego dos valores fundamentales de todo ordenamiento
jurídico: el de respeto al ordenamiento, que exige el respeto a la jerarquía y
por consiguiente al criterio de la superioridad, y el de la justicia, que exige la
adaptación gradual del derecho a las necesidades sociales, así como el respeto
al criterio de la especialidad.

70
Teóricamente, debería prevalecer el criterio jerárquico, ya
que si se admitiese el principio de que una ley ordinaria especial puede
derogar los principios constitucionales, normas generalísimas, los principios
fundamentales de un ordenamiento jurídico estarían condenados a perder todo
contenido. Pero, en la práctica, la exigencia de adaptar los principios generales
de una constitución a las nuevas situaciones lleva a hacer triunfar la ley
especial, aunque sea ordinaria, sobre la constitucional.

En el conflicto particularizado en este trabajo, la solución


para resolver la colisión de los enunciados normativos contenidos en la norma
constitucional general que instaura la Nulidad de Derecho Público, como
mecanismo de impugnación general, respecto de la norma especial legal que
establece un mecanismo particular de impugnación en materia tributaria, la
solución se desprende de la aplicación del criterio de especialidad, puesto que
se adapta mejor a la evolución de las materias de que trata, permitiendo que la
norma general, Acción de Nulidad de Derecho Público subsista en aquella
parte en que no colisiona con la norma particular.

71
4.2.- CRITERIO DE ESPECIALIDAD.

Cuando existe conflicto en la aplicación de normas, la


aplicación del principio de especialidad normativa83 para resolver el conflicto,
supone el tránsito de una regla más amplia, que afecta a todo un género, a una
regla menos extensa, que afecta exclusivamente a una especie de dicho
género. Es decir, la preferencia de aplicar la norma reguladora de una especie
de cierto género sobre la norma reguladora de tal género en su totalidad. La
norma que representa el género y la que regula la especie, posee elementos
comunes, pero la norma especial añade un dato ulterior a la que representa el
género.

Se aplicará la norma general, a menos que, en el supuesto


de hecho de la vida real, se den las circunstancias más específicas y en parte
divergentes del supuesto de hecho de la norma especial, en cuyo caso se
aplicará esta última. En esta línea, la regla de la especialidad presupone y no
elimina la simultánea vigencia de la norma general y de la norma especial. La
Ley especial se aplicará con preferencia a la Ley general cuando su supuesto
de hecho se ajusta más al hecho concreto, pues de otra forma quedaría
ineficaz, ya que nunca sería aplicable y no puede suponerse que el legislador
quiso una ley sin efecto. Por el contrario, la ley general se aplicará a todos los
supuestos no encuadrables en la especial y será, por tanto, también eficaz en
su ámbito, produciendo el principio de especialidad normativa una aplicación
preferente de la norma especial sobre la general, en aquellos casos en los que

83
Tardío, J. El principio de especialidad normativa (lex specialis) y sus aplicaciones jurisprudenciales. En Revista de
Administración Pública. Madrid. España Número 162, Septiembre/Diciembre 2003.

72
la norma especial es la que mejor se adapta al supuesto de hecho84.

Se efectúa un desplazamiento de la norma general por la


norma especial en el caso específico, una exclusión de la citada norma general
en tal supuesto, aunque ésta siga estando vigente y se siga aplicando a los
casos no cubiertos por las normas especiales no expulsando a la norma general
del Ordenamiento jurídico. El criterio de especialidad es la aplicación del
principio de justicia según el cual deben ser tratadas de igual modo las
personas que pertenecen a la misma categoría85.

4.3.- SOLUCIÓN JURISPRUDENCIAL: NORMA ESPECIAL DE


IMPUGNACIÓN PREVALECE SOBRE NULIDAD DE DERECHO
PÚBLICO DE CARÁCTER GENERAL.

La configuración de la Acción de NDP como


procedimiento general, presenta una gran dificultad en su aplicación, que se
funda en la debida coordinación de esta acción general con los diversos
contenciosos administrativos especiales que establece nuestro ordenamiento
normativo. Este conflicto de coordinación y superposición de normas, en
algunos aspectos incompatible, que se produce entre la nulidad y las acciones
especiales ha sido resuelto por la Corte Suprema, decantando la solución por
la aplicación del criterio de especialidad para resolver el conflicto.
84
Ibídem.
85
Ibídem.

73
La Corte ha decretando que cuando existe un contencioso
especial de impugnación, debe preferirse dicho procedimiento, rechazando la
procedencia de la Acción de Nulidad de Derecho Público, fundado en la regla
de la especialidad86, señalando que la existencia de vías específicas de
reclamación contra acto impugnado, deben prevalecer antes que ejercicio de
acción genérica de nulidad.

El ejercicio de un contencioso especial, tiene por objeto


que se declare la nulidad de una actuación, con el efecto de inhabilitar al actor
para ejercer posteriormente la Acción de Nulidad de Derecho Público en razón
del efecto de cosa juzgada, pero dicha institución, puede ser enervada
mediante el cambio de los elementos que configuran la triple identidad. Si los
actos administrativos reconocen más de un sujeto afectado o se alega la
defensa de intereses colectivos, aumenta la posibilidad atentar contra lo
resuelto y afectar la seguridad jurídica.

La posibilidad de ejercer ambas acciones a elección del


actor, sujetando este ejercicio a las reglas de la cosa juzgada, en la medida que
ambas acciones tienen el mismo objeto y cumpliéndose los demás requisitos
legales (identidad de partes y de causa de pedir) sería imposible ejercer una de
estas acciones después de que haya existido un pronunciamiento anterior con
fuerza de cosa juzgada. El mismo criterio se puede aplicar para sostener la
imposibilidad de ejercer ambas acciones de forma simultánea, alegando la
excepción de litispendencia.

86
CS Sentencia de fecha 3 de julio de 2014, Causa Rol 8742-2014. Considerando séptimo.

74
Se consideró también una vía de impugnación paralela, al
sostener que la Acción de NDP no era de competencia de los tribunales
especiales, sino materia de un juicio ordinario, separando la acción en razón
del órgano jurisdiccional competente, determinando que debía ser ejercida
ante este.

La Corte Suprema, ha resuelto el conflicto, disponiendo


que cuando existe un contencioso especial, debe preferirse dicho
procedimiento rechazando la procedencia de la Acción de Nulidad de Derecho
Público, fundado en la regla de la especialidad87, señala que la existencia de
vías específicas de reclamación contra acto impugnado, deben prevalecer
antes que el ejercicio de la acción genérica de nulidad.

Este criterio se ha sostenido en varios fallos de la Corte,


entre los que se encuentran el pronunciado el veinte de enero de dos mil doce
en causa Rol 8247-200988 caratulado “Vásquez Encina César con
Municipalidad de La Reina y Simonetti Inmobiliaria S.A.”, en que señaló que
“…la nulidad de derecho público es una sanción general y que su
procedimiento es el ordinario, el que como es sabido tiene las características
de ser general y supletorio respecto de aquellos casos en que no existe un
procedimiento especial de impugnación”, por lo que “…sólo a través del
medio regulado pudo ejercer la acción para pedir la ilegalidad del acto”.

Por su parte en Sentencia de fecha 29 de abril de 2014, en

87
CS Sentencia de fecha 3 de julio de 2014, Causa Rol 8742-2014. Considerando séptimo.
88
CS Sentencia de fecha 20 de enero de 2015, Causa Rol 8247-2009.

75
causa Rol N° 2892-201489, se ratifica la sentencia de la Corte de Apelaciones
de Valparaíso, que rechazó el recurso de protección interpuesto por vecinos
del sector norte de la comuna de Maitencillo, Región de Valparaíso, en contra
de resolución que calificó favorablemente el proyecto inmobiliario “Costa
Laguna”, señalando en su Considerando Séptimo: “Que si bien la
jurisprudencia de esta Corte ha validado un intenso control sustantivo de las
resoluciones de calificación ambiental, no restringiéndose únicamente a
aquellos casos en que éstas habían incurrido en una manifiesta ilegalidad,
ocasión en que evidentemente es procedente la acción de protección, no es
posible obviar que ello pudo justificarse hasta antes de que nuestro
ordenamiento jurídico a través de la Ley N° 20.600 de 2012 creara los
tribunales ambientales, pues desde que éstos se instalaron y ejercen su
jurisdicción constituyen la sede natural para discutir este asunto dados los
términos en que se ha planteado” por lo que “…Es ante esa jurisdicción
especial y por esa vía entonces, donde debe instarse por la invalidación de una
resolución de calificación ambiental.” Agrega que la solicitud de que se
“…invalide una resolución de calificación ambiental dictada por la autoridad
técnica competente aduciendo que adolece de vicios de legalidad en su
otorgamiento…debe ser resuelta en sede de la nueva institucionalidad a que se
ha aludido…”.

Consolida este criterio Sentencia de fecha 3 de julio de


2014, de la Corte Suprema, rechazando el ejercicio de la Acción de NDP
cuando existe un contencioso especial, aplicando la regla de la especialidad.

89
CS Sentencia de fecha 29 de abril de 2014, Causa Rol 2992-2014.

76
Así, en causa Rol Nº 8742-2014, caratulada “Inmobiliaria Las Delicias S.A.
con Báez Subiabre” en que dispuso en su considerando séptimo: “…que la
acción de nulidad de derecho público debe ser entendida e interpretada
armónicamente dentro del ordenamiento jurídico, de modo que su aplicación
ha de ser reconocida no sólo en virtud de la Carta Fundamental, sino también
a la luz de los diversos medios que la legislación otorga a quien se vea
agraviado por un acto de la Administración que ha nacido al margen del
derecho. Por ello, al existir vías específicas de reclamación contra el acto
impugnado, deben prevalecer dichos procedimientos antes que el ejercicio de
la acción genérica de nulidad de derecho público”, criterio reiterado en
Sentencia de fecha diecisiete de diciembre de dos mil quince en causa Rol
8650-2015, que en su Considerando Noveno dispuso que: “…de acuerdo a lo
razonado, la acción de nulidad por la ilegalidad del acto o de declaración de
algún derecho en favor del demandante, debía ejercerse de acuerdo al
procedimiento que la ley contempló para este tipo de situaciones y no
interponerse una acción genérica de impugnación como la intentada”.

4.4.- EL TRIBUNAL TRIBUTARIO Y ADUANERO COMPETENTE


PARA PRONUNCIARSE DE LA NULIDAD DE DERECHO PÚBLICO
RESPECTO DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS SOMETIDOS A
SU CONOCIMIENTO.

Siguiendo la línea explicada en los capítulos precedentes entonces es dable


concluir que los Tribunales Tributarios y Aduaneros, son competentes para
conocer la Nulidad de Derecho Público en materia tributaria.

77
Esta conclusión surge además del análisis de los artículos 123 y 124 del
Código Tributario, como del artículo 1° de la Ley N° 20.322, que dispone que
los fundamentos de un reclamo, “pueden ser tanto argumentos de forma como
de fondo”, y en cuanto el artículo 123 del Código Tributario, no excluye las
materias tributarias que puede conocer el Tribunal Tributario y Aduanero,
señalando que se sujetan a este procedimiento todas las reclamaciones por
aplicación de las normas tributarias, con excepción de las regidas
expresamente por los Títulos III y IV del Libro III.

Por su parte el artículo 124 del mismo Código, establece


que el contribuyente puede fundar su reclamo, basándose tanto en argumentos
de forma como de fondo, ya que la ley no distingue, y el artículo 1° de la Ley
N° 20.322, otorga competencia para resolver las reclamaciones, de manera
que es el tribunal especializado creado por la respectiva ley el competente para
conocer y resolver controversias de naturaleza tributaria.

A lo señalado también debe agregarse que, el acto


administrativo que se impugna es de naturaleza tributaria, aun cuando se
discuta la validez de la actuación por vicios cuya consecuencia sea la
declaración de Nulidad de Derecho Público, por lo que, atendida la naturaleza
jurídica tributaria del acto administrativo en cuestión, estos deben ser
necesariamente de competencia de un Juez Tributario y Aduanero. A esto

78
habrá que añadir que, considerando el principio contenido en el artículo 109
del Código Orgánico de Tribunales de radicación y el principio
inexcusabilidad contenido en el inciso 2 del artículo 76 de la Constitución
Política de la República, que obliga a pronunciarse a estos Tribunales,
radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal
competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente y
reclamada su intervención en forma legal y en negocios de su competencia, no
podrán excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva
la contienda o asunto sometidos a su decisión.

Sustraer el asunto del Tribunal Tributario y Aduanero,


únicos órganos con la competencia precisa y necesaria para conocer del acto
tributario90 atenta contra los principios de economía procesal y de
especialidad, exponiendo al sistema e impugnación tributaria a la contingencia
de generar sentencias contradictorias, sumado como se señaló que es de
parecer de nuestra Corte Suprema que la competencia para conocer de materia
radicada en un tribunal especial, prevalezca.

Por último de considerar, no existe norma específica en


orden a otorgar competencia para conocer de la Nulidad de Derecho Público a
un Tribunal Tributario y Aduanero, cabe consignar que tampoco hay norma
90
Que así se ha decretado en sentencia interlocutoria de fecha 25 de septiembre de 2014 del Tribunal Tributario y
Aduanero de La Región de La Araucanía, RUC 14-9-0001541-1, GR- 08-00090-2014. “4° Que, asimismo, en cuanto a la
nulidad de los actos emanados de la Administración Tributaria, tal como lo ha expresado la I. Corte de Apelaciones de
Talca en sentencia dictada con fecha 4 de enero de 2013, en causa rol 19-2012, si bien no existe norma que obligue a
conocer de la nulidad de Derecho Público a un Tribunal Tributario y Aduanero, tampoco existe una norma que saque de la
esfera de conocimiento de estos tribunales tales incidencias, estimándose que parece más adecuado a la correcta
administración de justicia que la nulidad en dicha materia invocada respecto de liquidaciones de impuestos emitidas por el
Servicio de Impuestos Internos, por su especial naturaleza, sea resuelta por este Tribunal, fundando dicho criterio en los
principios de especialidad y economía procesal, por lo que se estima que este Tribunal Tributario y Aduanero es
competente para conocer de la nulidad de derecho público planteada en esta sede jurisdiccional”.

79
que saque de la esfera de su conocimiento tales incidencias, en concordancia
con lo antes señalado, los artículos 38 y 76 de la Constitución Política de la
República y 5, 45 y 108 del Código Orgánico de Tribunales91.

De esto surge que, existiendo el contencioso tributario


especial, el ejercicio de impugnación de las actuaciones en materia tributaria,
debe prevalecer en su aplicación, eliminando la posibilidad de incoar la
Acción de NDP ante los tribunales ordinarios de justicia respecto de las
actuaciones de la administración tributaria, debiendo someterse la revisión
jurisdiccional al procedimiento especial, sin distinguir las causales por las
cuales se solicita la declaración de invalidez.

91
ICA de Talca, Sentencia de fecha cuatro de enero de dos mil trece, en causa Rol Corte N° 19-2012.

80
5.- CONCLUSIONES.

- De lo analizado concluyo que el Tribunal Tributario y Aduanero es el único


órgano competente para conocer materias tributarias quien tendrá que
pronunciarse sobre la legitimidad de tales actos o del fundamento de la
pretensión fiscal expresada en los mismos, siendo esta competencia única y
excluyente.

- Respecto de las actuaciones administrativas señaladas en el artículo 124 del


Código Tributario, la reclamación representa el único mecanismo de tutela
jurisdiccional concedido a los contribuyentes que debe ser ejercido para ante
el Tribunal Tributario por lo que, la impugnación de estos actos, cuando se
hubieren dictado con omisión de requisitos necesarios para su validez, deberá
solicitarse mediante la acción de reclamación tributaria, constituyendo el
mecanismo exclusivo y excluyente de impugnación, lo que es particularmente
relevante cuando concurra como causal de objeción reparos respecto de la
sujeción al principio de juridicidad contemplado en el artículo 7 de la
Constitución Política de la República.

- La legislación en materia de tributos contempla causales específicas de


impugnación, pero también le asiste al administrado la posibilidad de
impugnar y solicitar la revisión de estos actos, fundado en causales generales
contempladas en el ordenamiento jurídico, pudiendo formular reparos de
legalidad fundado en la infracción a la Ley de Bases Generales de la

81
Administración del Estado, a la Ley de Bases Generales de
Procedimientos Administrativos o a la Constitución Política de la República.

- El mecanismo de impugnación contemplado por la legislación tributaria es


completo, asegura la adecuada protección de los contribuyentes y la aplicación
supletoria de otras leyes, procede sólo respecto de aquellas materias no
previstas en el código y demás leyes tributarias, si la materia se encuentra
tratada en el Código Tributario no es posible remitirse a otro ordenamiento.

- La Nulidad de Derecho Público en materia tributaria debe alegarse ante los


Tribunales Tributarios y Aduaneros quienes son competentes para conocer las
alegaciones, atendido el principio de especialidad y economía procesal, la que
se hará afectiva en la misma reclamación como una alegación de nulidad.

- El mecanismo de impugnación tributaria, excluye la aplicación de la acción


de Nulidad de Derecho Público, a fin de evitar sentencias contradictorias y
atentados contra la certeza de las resoluciones y seguridad jurídica.

82
BIBLIOGRAFÍA

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- CS Sentencia fecha 26 de noviembre del año 2013, causa Rol 2955-2012
- CS Sentencia fecha 21 de junio de 2011, causa Rol 1907-2009
- CS Sentencia fecha 11 de noviembre del 2014, causa Rol 16350-2013,
- CS Sentencia de fecha 20 de agosto del 2014, Causa Rol 16013-2013
- CS Sentencia de fecha 28 de junio de 2006, causa Rol 3132-2005
- CS Sentencia de fecha 16 de enero de 2012, causa Rol 7188-2009
- CS Sentencia de fecha 9 de enero de 2013, causa Rol 7317-2011
- CS Sentencia de fecha 3 de julio de 2014, Causa Rol 8742-2014
- CS Sentencia de fecha 20 de enero de 2015, Causa Rol 8247-2009
- CS Sentencia de fecha 29 de abril de 2014, Causa Rol 2992-2014
- TTA de La Región de La Araucanía, RUC 14-9-0001541-1, GR- 08-
00090-2014, Sentencia Interlocutoria fecha 25 de septiembre de 2014.
- ICA de Talca, Sentencia fecha cuatro de enero de dos mil trece, causa Rol
Corte N°19-2012.

88
3.- FUENTES LEGISLATIVAS.
- Constitución Política de la República de Chile.
- Código Civil
- Código de Procedimiento Civil
- Código Orgánico de Tribunales
- Decreto Ley N° 830 de 27 de diciembre de 1974. Código Tributario.
- Ley Núm. 20.322. Fortalece y Perfecciona la Jurisdicción Tributaria y
Aduanera
- Ley N°19.880 Establece Bases de los Procedimientos Administrativos
que Rigen los Actos de los Órganos de la Administración del Estado.
- DFL Nº 7, de Hacienda, de 30 de septiembre de 1980. Fija el texto de la
Ley Orgánica del Servicio de Impuestos Internos.
- Decreto Ley 824 Ley Sobre Impuesto a la Renta
- Ley 18.320 Establece normas que incentivan el cumplimiento tributario.

89

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