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Ámbito Marítimo-Portuario en el
Puerto de Barranquilla.
Cámara de Comercio de
Barranquilla
Universidad Libre Seccional
Barranquilla
Coordinadores Editoriales
Beliña Herrera Tapias
Luis Felipe Juliao Carbonell
Presentación
Capítulo I
1.5 La navegación
BIBLIOGRAFIA
PRESENTACION
En todo ese tiempo la actividad marítima y portuaria fue determinante para impulsar ese
desarrollo económico y cultural, y por razón de esa intensa actividad ocasionada por la
posición geográfica provechosa de la Ciudad, vimos cómo se establecieron numerosas
industrias y empresas, que aún hoy, en medio de días de los cuales esperamos prontamente
salir, continúan determinando que se la califique como importante polo de crecimiento
económico en la Costa Norte Colombiana.
Como sustrato o basamento a partir del cual esa intensa actividad pudiera dar sus frutos,
está la Navegación, actividad peculiar, signada por la tradición y la experiencia mundial,
sin distingos de fronteras, que abarca no sólo aquellos aspectos técnicos que la tornan más
segura, sino, de especial manera, todas aquellas prácticas inveteradas cuya bondad los años
y las más diversas naciones han reconocido. Es ésta en realidad una materia cuya formación
histórica evidentemente está moldeada por la costumbre dado que ésta regula, en la forma
certera que sólo lo da la experiencia acumulada, las ambigüedades o diferencias que suelen
presentarse en la interpretación y resolución de situaciones jurídicas que las actividades
marítimas y portuarias van generando.
Este manual es pues el resultado de una investigación desarrollada bajos los auspicios de
ambas Instituciones, adelantado por un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad
Libre, bajo la orientación de destacados docentes de esa Institución, y cuyos resultados
fueron examinados y a la sazón avalados por el Comité Jurídico de la Cámara de Comercio,
entidad que cumple así su función certificatoria y difusora de la doctrina mercantil.
El derecho mercantil, como disciplina cada vez más diferenciada del Derecho Civil, tuvo
su origen en la Edad Media, etapa a partir de la cual su desarrollo sistemático no se
detenido hasta nuestros días. En efecto, después de un período de dificultades políticas y
económicas el tráfico mercantil renació en la primera etapa de la Edad Media, sin que en el
ordenamiento común de la época hubiese un componente formativo que permitiera
disciplinar o regular los nuevos fenómenos nacidos de ese tráfico, toda vez que los
derechos romano y germánico carecían de flexibilidad y el derecho canónico era hostil al
comercio con su condenación dogmática de la usura.
Estas condiciones hicieron necesaria una respuesta por fuera del ordenamiento
preestablecido para organizar las nuevas relaciones que se venían desarrollando en esta
época. La respuesta se originó en la misma población, es decir, los comerciantes quienes en
sus progresivas relaciones fueron estableciendo usos uniformes que, hechos públicos y
reiterados con el tiempo1, originaron costumbres con suficiente poder coercitivo para
regular las relaciones comerciales de la época. Surgió así el derecho consuetudinario
mercantil, que desde sus inicios pretendió llenar la ausencia de legislación positiva sobre
dicha materia.
Las relaciones mercantiles desde sus orígenes se han caracterizado por su marcado
dinamismo y constante evolución, situación que ha determinado que la disciplina jurídica
que lo regula -el Derecho Comercial-, sea distinguido como ordenamiento de formación
eminentemente empírica, cuyo desarrollo se ha edificado fundamentalmente a través de la
costumbre mercantil.
1
Los tres requisitos fundamentales que deben reunir los hechos sobre los cuales se construye una costumbre
mercantil tal como lo señala el articulo3 del Código de Comercio son: publicidad, uniformidad y reiteración.
miembros de la colectividad, actos realizados en forma constante y demarcados por su
uniformidad y publicidad, que los comerciantes observan como reglas que se hallan
implícitas en las prácticas mercantiles. En vista de que la dialéctica comercial exige
respuesta ágil a los problemas que surgen en su devenir, resulta indiscutible la relevancia
jurídica e importancia que reviste la costumbre mercantil en nuestro ámbito social, nacional
y más aún local.
Esta fuente formal del derecho comercial, en razón de su surgimiento mediante la praxis,
trae consigo el problema de su prueba, frente a lo cual la legislación Colombiana ha fijado
unos específicos medios para acreditar su existencia. En cuanto a las costumbres
mercantiles locales cumplen labor importante las Cámaras de Comercio, entidades a las
cuales el legislador ha encomendado su recopilación y certificación.
El artículo 6º del Código de Comercio señala que la costumbre mercantil se probará como
lo dispone el Código de Procedimiento Civil, que consagra en su artículo 189 “Los usos y
las costumbre aplicables conforme a la ley sustancial, deberán acreditarse con documentos
auténticos o con un conjunto de testimonios”. Y en cuanto a la Costumbre Mercantil
Nacional, el articulo 190 del estatuto procedimental dispone que “La costumbre mercantil
nacional invocada por alguna de las partes, podrá probarse también por cualquiera de los
medios siguientes: a. Copia autentica de dos decisiones judiciales definitivas que aseveren
su existencia. b. Certificación de la Cámara de Comercio correspondiente al lugar donde
rija.”
Mediante testigos, cuando se pretenda probar de ésta forma, los testigos deberán ser, por lo
menos, cinco comerciantes idóneos inscritos en el registro mercantil, que den cuenta
razonada de los hechos y de los requisitos exigidos a los mismos en el artículo 3º cuales son
2 MADRIÑAN DE LA TORRE, Ramón. Principios de Derecho Comercial. Bogota,: Editorial Temis S.A., 2000. p. 42.
los ya enunciados de uniformidad, reiteración y publicidad; Aduciendo como prueba dos
decisiones judiciales definitivas, para lo cual se requerirá que éstas hayan sido proferidas
dentro de los cinco años anteriores al diferendo.
En razón a que las Cámaras de Comercio tienen un preciso ámbito espacial en el cual
ejercen su jurisdicción, será en éste o en parte de éste donde se verifique la costumbre
recopilada o certificada por la Cámara que adelanta esa labor. Y lógicamente estos usos y
prácticas deben limitarse a los mercantiles, que es el área a la cual se refiere la ley.
3DE SOLÁ CAÑIZARES, Felipe. Tratado de Derecho Comercial Comparado. Tomo I. Montaner y Simón S.A. Editorial.
p. 297 y siguientes.
Ubicándonos en nuestro ámbito territorial, Barranquilla, Distrito Especial Industrial y
portuario, ha sido tradicional foco de desarrollo comercial gracias a su estratégica posición
geográfica (costera) y la presencia una gran arteria fluvial como es el Río Magdalena. Es a
no dudarlo, un lugar en el cual han surgido numerosos usos que cumplen el lleno de los
requisitos para convertirse en costumbre mercantil.
1.5 LA NAVEGACION
Es así como se identificaron dieciocho (18) prácticas susceptibles de ser certificadas como
costumbres mercantiles, si reúnen los requisitos establecidos por el Código de Comercio,
requisitos que constituyeron las variables a medir y que se verificaron en el desarrollo y
análisis de la. Estas prácticas son:
- Carta de alistamiento.
- Tiempo de anteplancha o free time.
- Comienzo del tiempo de plancha.
- Anticipo del Flete por quincenas en el fletamento por tiempo determinado.
- Aprovisionamiento de naves.
- Aprovisionamiento de Naves por las Agencias Marítimas
- Comisión por Gestionar Transporte de Carga para el Buque
-Demoras En El Contrato De Fletamento
-El Pronto Despacho o Premios en el Contrato de Fletamento
- Custodia de la Carga en el Contrato de Fletamento
- Anticipo para la entrega de la carga.
-Contratación de cooperativas portuarias para la prestación de servicios de pre-estiba y
operaciones.
- Reconocimiento de alimentos al personal operativo durante el periodo de labor en el
buque.
- Auxilio De Transporte Extralegal
- Cobro de Anticipo para Clientes Nuevos, Irregulares y Buques “Tramp”
- La jornada de operaciones en el puerto de Barranquilla.
- Bandera de sanidad “yellow flag”.
- Buque Llegado.
CAPITULO II DISEÑO METODOLÓGICO PARA LA RECOPILACIÓN DE LAS
COSTUMBRES MERCANTILES
En una etapa previa a la ejecución del proyecto se realizó un estudio exploratorio, muy
conveniente en las etapas iniciales del proceso para la toma de decisiones y para establecer
las directrices del proyecto., En nuestro caso la realización de visitas previas a las agencias
marítimas y a los operadores portuarios inscritas y registradas en la Cámara de Comercio de
Barranquilla, entidades constitutivas de nuestra población, nos permitió conocer cuáles eran
las funciones reales de estas entidades, analizar cómo desarrollaban su labores diariamente,
cómo regulaban su actividad. Como producto de esta labor identificamos prácticas que
prima facie, podían ser constitutivas de costumbres mercantiles.
Del concepto se desprende como elemento esencial la puesta a disposición del buque en
aptitud para la carga o descarga, de modo que es necesario que se encuentre en condiciones
para recibir o entregar la carga, aptitud que debe ser tanto física (puntales y escotillas
preparados, limpios y a todos los efectos listos para recibir la carga), como administrativa
(cumplimiento de todos los requisitos necesarios para poder efectuar legalmente las
operaciones).5
El grado de aptitud del buque es relativo a lo que el fletador necesite para efectuar las
operaciones de acuerdo a las especiales características de cada tipo de carga. Así por
ejemplo, el buque es apto para cargar aún cuando no tenga lastre6 7, ni tampoco los aparejos
preparados, si el buque puede estar absolutamente listo al tiempo de que el fletador los
necesite para cargar. Asimismo, en cuanto a los requisitos administrativos se refiere,
tenemos que un buque puede dar aviso de listos aún cuando no haya cumplido con las
formalidades legales cuando tales formalidades sean obtener un permiso de policía8, o un
permiso de sanidad, siempre y cuando tales formalidades puedan ser obtenidas sin retardar
la carga o descarga.
Ha sido motivo de discusión si la carta de alistamiento puede ser dada con anterioridad a la
llegada del buque y su puesta a disposición. En Derecho Inglés y en general en el Derecho
Continental Europeo se ha sostenido al respecto que el buque no puede dar aviso de listos
válido sin que se hayan cumplido las dos circunstancias citadas. En nuestro derecho
marítimo Colombiano podemos decir que la expedición de la carta de alistamiento debe
darse al momento en que el buque esté disponible, para lo cual habrá que atender al
4
El Artículo 1666 del Código de Comercio define el fletamento como un contrato por el cual el armador se
obliga, a cambio de una prestación, a cumplir con una nave determinada uno o más viajes preestablecidos, o
los viajes que dentro del plazo convenido ordene el fletador, en las condiciones que el contrato o la costumbre
establezcan.
5
RUIZ SOROA José María, Sabaleta Sarasúa S. y González Rodríguez M. Manual de Derecho del
Transporte Marítimo. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, Vitoria-Gasteiz, 1997. Pág.,234
6
Jurisprudencia caso Sailing Ship Lyderhom Co. V. Duncan Fox & Co,. Citada por Ruiz Soroa, Sabaleta
Sarasúa y González Rodríguez, Op. Cit. Nota 3 a Página 234.
7
El lastre es material de alto peso que se coloca en el barco a fin de que éste entre en el agua hasta donde
convenga.
8
Jurisprudencia caso The Aello (1961) Citado por Ruiz Soroa, Sabaleta Sarasúa y González Rodríguez, Op.
Cit. Nota 5 a Página 234.
concepto de Buque llegado (que más delante se analizará) y a la efectiva aptitud del buque
para que las operaciones relativas al cargue y/o descargue puedan iniciarse, salvo que el
contrato suscrito señale algo diferente, pues las partes gozan de libertad contractual y las
disposiciones así pactadas tendrán fuerza de ley en el marco de la relación jurídica
particular, vale decir con efecto interpartes.
En derecho inglés, por ejemplo, se entiende que el fletante debe dar aviso al fletador de que
el buque se encuentra listo para cargar en lugar designado en el contrato. No se necesita (a
diferencia de la mayoría de los restantes derechos europeos) en derecho inglés dar aviso de
listos a la llegada al puerto de descargue, lo que demuestra cómo la costumbre inglesa trata
en modo diferente este asunto particular y exonera al capitán del buque de la obligación de
expedir la carta de alistamiento al llegar a puerto para la descarga.9
El aviso de listos puede ser considerado como un acto formal de comunicación que requiere
la recepción por parte de su destinatario para su eficacia.10 De ahí que la comunicación no
surta efectos hasta tanto no haya sido recibido por el embarcador, receptor, fletador o la
persona expresamente establecida en el contrato. Al momento de la recepción de eésta carta
de alistamiento las agencias marítimas (población estudiada) inician el estado de hechos o
Statement of Facts, que es la relación detallada de lo que sucede con el buque desde su
arribo y servirá más adelante para deducir si se han cumplido con las obligaciones
contractuales.
9
Ruiz Soroa, Sabaleta Sarasúa y González Rodríguez, Op. Cit. Página 236.
10
Jurisprudencia, H.Ioannis Shipping Corp Vs. tridell Explorations Inc F.2.d. 194 derecho Inglés. (9th Cir.
1964)
una vez el buque atraca o fondea, el capitán expide la carta de alistamiento o aviso por
escrito al agente marítimo o representante de fletador, embarcador o receptor u otra persona
según sea requerida por el contrato para informar que ha arribado al puerto, a muelle o al
sitio de atraque, según el caso, y se encuentra listo para descargar o cargar.
UNIFORMIDAD 100%
Expedición de la Carta
REITERACIÓN 100%
OBLIGATORIEDAD 100%
VIGENCIA 100%
PUBLICIDAD 100%
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
La ejecución del contrato de fletamento comprende dos fases: una de navegación en que el
buque queda sometido a los riesgos de mar y una fase portuaria en que el buque queda
inmovilizado para efectuar las operaciones de carga y descarga. La regulación del tiempo
de plancha y demoras tiene por objeto precisamente el tiempo de la denominada fase
portuaria11.
Bajo éstas premisas fácticas las partes intentan establecer una regulación del tiempo de
plancha, demoras y daños por detención en la denominada fase portuaria del fletamento: la
estancia o tiempo total en que el buque queda paralizado en puerto con objeto de que el
fletador efectúe operaciones de carga y descarga, que puede dividirse en varias fases a
saber:
a) Un plazo de tiempo previsto según uno u otros módulos durante el cual el fletador tiene
derecho a efectuar las operaciones de carga y descarga como contraprestación del pago del
flete sin generar aumento en éste. A éste período de tiempo se le denomina TIEMPO DE
PLANCHA o Laytime.
b) Un período de tiempo de ajuste que constituye una prolongación o aumento del tiempo
de plancha y consecuentemente una contraprestación adicional por parte del fletante. Por
ello se genera el derecho de éste a una compensación económica de la prolongación del
viaje a cargo del fletador o receptor. A éste tiempo extra se le denomina demoras
(demurrage).
11
RUIZ SOROA. Op. Cit. Pág. 229
Hechas estas precisiones conceptuales previas, debemos entrar a definir lo que es la
ANTEPLANCHA. Con éste término, se designa al plazo de tiempo existente entre la
llegada o “puesta a disposición del buque” y el comienzo del tiempo de plancha. 12
El objeto del tiempo de anteplancha consiste en permitir que el fletador pueda preparar los
hombres y utillajes portuarios a efectos de poder realizar las operaciones de carga y/o de
descarga.
“El tiempo para cargar y descargar comenzará a las 13:00 horas si el aviso de
disponibilidad se da antes de las 12:00 horas, y a las 06:00 horas del próximo día
laborable si el aviso se da durante las horas de oficina después de las 12:00 horas….El
tiempo usado antes del comienzo de la plancha contará.”13
Vale aclarar que las pólizas de fletamento son documentos base en este tipo de transporte
que regulan el contrato, y coexisten con el conocimiento de embarque, que mantienen su
función de título de crédito. La mencionada es una típica póliza de fletamento, la llamada
GENCON, de la BIMCO, es apropiada para una amplia gama de cargas.
12
Ibídem, pag. 263.
13
Póliza Tipo GENCON 1994. Baltic And Internacional Maritime Conference.
14
puertos de carga y descarga. En tal caso, se discute si tiene derecho el fletador a disfrutar y
no computar el período de anteplancha o si por el contrario, al haber entrado en demoras,
tan pronto llegue al puerto de descarga comienzan a correr éstas sin que pueda descontarse
éste período.
La solución a este asunto es dudosa, tal como afirma el profesor Ruiz Soroa15, “pudiendo
afirmarse que la práctica tiende a considerar al buque en demoras incluso durante la
anteplancha del puerto de descarga, si consumió toda la plancha fijada como un todo
para cargar/descargar. No así si la plancha venía establecida en dos períodos distintos
para carga/descarga, aunque fueren reversibles o prorrateables.”
Concepto 84%
84%
15
Op. Cit. Pág. 264.
Objeto
VIGENCIA 84%
PUBLICIDAD 84%
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
En el contrato de fletamento se acuerdan los días que el armador permite al fletador para
cargar y descargar el buque. Dependiendo de la cantidad de mercancía a cargar y descargar,
así se acordará el tiempo para realizar esas operaciones. A éste tiempo permitido para
cargar y descargar el buque se le denomina estadías (laytime). Cuando el fletador excede
ese tiempo, entrará en demora (demurrage) o sobreestadías.
El Código de Comercio apenas si regula el plazo de plancha en los artículos 1657 y 1658.
En el primero se trata la fijación de término de estadía para cargue o descargue; señala que
el término de estadía, salvo pacto, reglamento o costumbre en contrario, será fijado por el
capitán del puerto, teniendo en cuenta los medios disponibles en el lugar de cargue o
descargue, la estructura de la nave la naturaleza del cargamento. No obstante éste artículo
no tiene aplicación práctica, pues la Capitanía del Puerto no se inmiscuye en asuntos que
deben obedecer a la voluntad de las partes según sus intereses particulares, quedando pues
ésta fijación a lo que se establezca en los contratos o a los usos del puerto. De ahí la
importancia de estudiar la práctica.
De dicho término se descontarán los días en que las operaciones sean interrumpidas o
impedidas por causa no imputable al cargador o destinatario.
El artículo 1658 del Código de Comercio expresa que los días de estadía son contados
desde el aviso que la nave está lista. Vale recordar lo tratado en el capítulo de Carta de
alistamiento, pues una vez dado el aviso de listos a que nos referíamos empiezan a contarse
los días o el plazo de estadía. Marca la Carta de alistamiento el punto de partida al cómputo
de la plancha. Señala el código “Los días de estadía para el cargue o para el descargue
comenzarán a correr, salvo pacto, reglamento o costumbre local en contrario, desde que al
cargador o a quien deba recibir las mercancías se dé aviso de que la nave está lista para
cargar o descargar.”16Es escueta la regulación contenida en el Estatuto Mercantil
16
Conforme al artículo 1658 del Código de Comercio, los días de estadía para el cargue o para el descargue
comenzarán a correr, salvo pacto, reglamento o costumbre local en contrario, desde que el cargador o a quien
deba recibir las mercancías se de aviso de que la nave está lista para cargar o descargar.
relacionada con el término de plancha, lo que deja a libre discusión de las partes
contractuales el señalamiento de ésta, pero siempre atendiendo a los usos y costumbres del
puerto respectivo.
También es evidente que la terminología del Código es confusa, pues parece identificar el
término de plancha con el de días de estadía para el cargue o para el descargue, y el de
demoras con sobreestadías, y resulta poco didáctico el manejo de la terminología en
general. Se utiliza una serie de términos distintos para expresar idénticos conceptos.
Para ser precisos, en éste estudio se denomina plancha a los días convenidos para la carga y
la descarga.
Veamos un poco acerca de la obligación de cargue y descargue por parte del fletador dentro
del tiempo convenido, para comprender en mejor forma la trascendencia de su observancia
y de la precisión del computo teniendo establecido un punto de partida generalmente
aceptado para el conteo.
Como se vio, el artículo 1657 señala que el término de estadía, será fijado por el capitán del
puerto, teniendo en cuenta los medios disponibles en el lugar de cargue o descargue, la
estructura de la nave la naturaleza del cargamento, pero anota “salvo pacto, reglamento o
costumbre en contrario. De modo que concede valor normativo al uso del Puerto, por
cuanto es Fuente de Derecho para regular las relaciones inter partes en ausencia de pacto
contractual. Además los usos establecidos en general tienen un indudable valor
interpretativo con respecto a unas cláusulas y pactos muy técnicos y de oscura intelección
en muchas ocasiones.
Existe hoy día un moderno esfuerzo efectuado por las Organizaciones Internacionales
interesadas en el transporte Marítimo en orden a unificar la interpretación de los diversos
términos utilizados en los contratos de fletamento. Dichos esfuerzos no se han visto
coronados por un éxito definitivo, aunque una serie de definiciones sobre estos términos
han sido discutidas y aprobadas recientemente por el C.M.I que es el Comité Marítimo
Internacional, G.C.B.S. sigla de General Council Of British Shipping, La BIMCO y la
Federación Internacional de Corredores y agentes (FONASBA). Estas definiciones, que han
tomado en cuenta preferentemente las definiciones dadas por la jurisprudencia Inglesa,
deben ser integradas en el contrato expresamente por las partes si se desea su aplicación a
un caso concreto. Han sido publicadas en un adendum denominado “Charter Party,
Laytime, Defintions 1980”.
b) La duración del término de plancha, cuyo cómputo dependerá del momento en que
inicia y el que termina; y
c) La forma del computo de la plancha, pues puede que no todos los días sean tomados
como hábiles.
- “La llegada del Buque al lugar en donde éste debe ponerse a disposición del
fletador al objeto de cargar y/o descargar.
- Puesta del buque a disposición del fletador a todos los efectos listo para
cargar/descargar.
Las pólizas bien pueden ser del tipo “Puert” (Port Charter Party), “Muelle” (Berth Chater
Party) o “Zona” (Dock Charter Party), según la póliza designe como destino del buque a
uno u otro punto, se considerará al buque llegado al alcanzar el puerto, el muelle, o la zona
portuaria indicada.
17
Op. Cit. Pág. 233.
Otros sistemas jurídicos, establecen en general que la obligación de llegada -a efectos del
tiempo de plancha y de reparto de gastos portuarios sobre todo- se refiere al lugar de carga
(salvo pacto en contrario). Para éstos sistemas la llegada se plasma en la colocación del
buque en el muelle o zona de carga designada por el fletador o en su defecto en el lugar
acostumbrado. Así cita el profesor Ruiz Soroa18 que en derecho Escandinavo la obligación
es la de llegar, o bien al lugar acostumbrado, de carga, o bien, si esto no es posible, a un
lugar “dentro del área pactada” donde la carga sea posible.
Para el caso Español, de una lectura de los artículos 619, 625 y 807 del Código de
Comercio, se deduce que se sitúa este sistema jurídico dentro aquellos en que, salvo pacto
en contrario, la obligación de llegada requiere la llegada al muelle o lugar en que vayan a
realizarse las operaciones de carga/descarga.
Los artículos 619, 625 y 807 mencionados del Código de Comercio Español contemplan
contratos alongside, en que el fletante se obliga a entregar y recibir la carga en el muelle.
No obstante, a condiciones de fletamento FIOS, en que el fletante recibe y entrega la
mercancía “a flote” los gastos de gabarra, carga y descarga no son de navegación y por lo
tanto en base al artículo 1171 del Código Civil de España, el fletante cumple situando en
los límites del lugar de puesta a disposición llámese puerto, muelle, etc.
UNIFORMIDAD 84%
VIGENCIA 84%
PUBLICIDAD 84%
18
Op. Cit. Pág. 233
3.3.2 CERTIFICACION DE LA COSTUMBRE MERCANTIL
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
Se denominan demoras el tiempo de prolongación que está a disposición del fletador para
efectuar operaciones de carga / descarga una vez expirado el tiempo de plancha. También
se designa con el nombre de demoras a la suma o precio convenido entre el fletador y el
fletante para el pago de tiempo de prolongación.
Los artículos 1657 a 1661 del Código de Comercio Colombiano, prevén como una de las
estipulaciones del contrato de fletamento las estadías y sobre estadías que habrán de
contarse, salvo pacto o costumbre en contrario. Así mismo, el artículo 1658 señala lo
siguiente: “Los días de estadía para el cargue o descargue comienzan a correr, salvo pacto,
reglamento o costumbre local en contrario, desde que al cargador o a quien deba recibir las
mercancías se de aviso de que la nave está lista para cargar o descargar”.
Significa lo anterior, que a partir de que el buque llega al puerto, se le señala un tiempo en
el cual debe cumplir las operaciones de cargue y descargue, por lo que el incumplimiento
de lo anterior, es decir, el retardo de la realización de las operaciones pactadas en el buque,
se considera que el buque está en Demora.
Según la doctrina, y más aún para el derecho ingles y americano el concepto de demoras
(demurrage) significa “una suma convenida con el fletador para pagar como daños y
perjuicios convenidos por retraso” o “una suma convenida en el contrato pagadera al
fletante cuando el tiempo de carga y descarga excede de la plancha estipulada”.
Se consideran pues las demoras como una indemnización de daños y perjuicios por mora
del fletador o receptor en la realización de las operaciones portuarias; indemnización
contractualmente tasada preventivamente en la póliza y que equivaldrá al costo diario del
buque.
El artículo 1659 del Código de Comercio al señalar el término de sobre estadía manifiesta
que salvo pacto, reglamento o costumbre local en contrario el término será de tantos días de
calendario cuantos hayan sido los laborales de estadía, y correrá a partir de la terminación
de éste. En este punto tenemos que decir que se admite como práctica local que las
excepciones aplicables por lluvias, huelgas, festivos, etc. no interrumpen el término de las
demoras.
En derecho anglosajón la regla viene expuesta mediante la frase “once on demurrage
always on demurrage” que en nuestra traducción al castellano indica “una vez en demora
siempre en demoras”.
En el contrato de fletamento se acuerdan los días que el armador permite al fletador para
cargar y descargar el buque. Dependiendo de la cantidad de carga a cargar y descargar, así
se acordará el tiempo para realizar esas operaciones. A ese tiempo permitido para cargar y
descargar el buque se les denomina "estadías" (laytime). Cuando el fletador excede ese
tiempo, entrará en "demora" (demurrage) o sobreestadías.
Dependiendo del tamaño del buque o de los gastos usuales diarios que hace el armador para
mantenerlo en operación, así se acordará el precio de las demoras por día.
Usualmente los días que se pactan son días de veinticuatro (24) horas consecutivas, aun
cuando las jornadas de trabajo sean de menos horas, y se excluyen los días domingos y
feriados.
En el lenguaje usual siempre estos contratos se discuten por fax, télex o por correo
electrónico y se emplean expresiones como: 1000 metric tons per weather working days
Sundays and holidays excluded unless used (1000 mt per wwd shex uu), queriendo
significar que mil toneladas métricas por día que el tiempo permita, domingos y feriados
excluidos a menos que se usen; 1000 metric tons per day weather permitting Sundays and
holidays included (1000 mt per day wp shinc), queriendo decir que mil toneladas métricas
por día que el tiempo permita, domingos y feriados incluidos.
Como solución en este caso, al calcular las deducciones del tiempo permitido para
descargar se tendrán en cuenta solamente los períodos de tiempo en que la lluvia caía, aun
cuando los fletadores no hubieran tenido planes para descargar en el tiempo normal.
En los contratos para transporte de carga a granel líquida se acostumbra a pactar estadías
reversibles, lo cual quiere decir que la liquidación se hará sobre la suma total del tiempo
empleado en los puertos de carga y descarga.
UNIFORMIDAD 84%
DEMORAS 84%
VALOR 84%
A CARGO 84%
A FAVOR
REITERACIÓN 84%
VIGENCIA
TEMPORALIDAD 84%
ANTIGÜEDAD 84%
OBLIGATORIEDAD 84%
PUBLICIDAD 84%
19
ROYET GONZALEZ Felipe. Derecho Marítimo Privado. Derechos Reservados. 2004. Página 189.
20
EUZAQUIRRE ECHEVERRÍA Rafael. Contrato de Transporte y Nociones de Derecho Marítimo y Aéreo.
Colección Manual Jurídico Número 77. Editorial Jurídica de Chile Primera Edición. Página 191.
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
Podemos definir esta costumbre, como aquella en la cual, una vez llegado el buque al
puerto, y definido el tiempo estimado para la realización de sus operaciones de cargue y
descargue de mercancía, éste emplea en las mismas, menos tiempo que el permitido.
La opinión común en nuestro derecho positivo vigente, es que no tendría derecho a mejora
alguna por tiempo ganado, esto es por el tiempo que le sobra una vez realizadas las
operaciones mencionadas, toda vez que no se encuentran disposiciones que lo establezcan
así; sin embargo y basándonos en el acontecer diario de las actividades portuarias de la
ciudad de Barranquilla, se ha establecido el pago de mejoras como una práctica conocida y
reiterada por todos.
No obstante, la práctica y la doctrina, han incluido el Despatch Money como una especie de
premio, prima o recompensa que es pagada por el fletante en el evento de que el fletador se
adelante en la realización de las operaciones de cargue y descargue programadas para la
nave.
Según la legislación Chilena, el plazo para cargar y descargar la nave siguiendo el artículo
1011 del Código de Comercio de Chile, dispone que la carga y descarga de la nave se hará
en el plazo principal que designe la póliza, o en el suplementario de las estadías o
sobrestadías si las hubiere.
En el mismo caso, la carga de las naves de cabotaje menor se hará en tres (3) días útiles y
consecutivos, que se contarán desde la fecha del contrato, y la descarga dentro del mismo
plazo camada desde el arribo de la nave.
REITERACIÓN 95%
VIGENCIA
21
EUZAQUIRRE ECHEVERRÍA Rafael. Contrato de Transporte y Nociones de Derecho Marítimo y
Aéreo. Colección Manual Jurídico Número 77. Editorial Jurídica de Chile Primera Edición. Página
191.
TEMPORALIDAD
ANTIGÜEDAD 95%
95%
OBLIGATORIEDAD 95%
PUBLICIDAD 95%
Dentro de las funciones que se derivan del agenciamiento marítimo22 no se encuentra nada
relacionado con la consecución de clientes para organizar el cargamento de un buque, ya
sea como una operación típica de exportación o importación.
22
El contrato de agenciamiento marítimo se entiende como aquel en que el armador que presta
servicios en diferentes puertos puede contratar con un agente para que lo represente con respecto
a la carga y la nave, principalmente en los contratos de transporte, enrolamiento, mantenimiento y
reparación.
Según estudios identificativos de esta práctica, gran parte de la doctrina ha establecido que
la remuneración o la comisión, como suele denominarse en el ámbito del derecho marítimo,
(agency fee), varía según el tipo de contrato que se prevea realizar.
El agente general aparte de la comisión por atender el buque, nutre sus entradas con las
comisiones provenientes de su gestión en la promoción de los fletes, pactando con el
armador un porcentaje para las cargas de entrada o de importación, que no pasa usualmente
de un 5% sobre el valor de los fletes netos contratados por su gestión de promoción y otro
para las de salida o de exportación, que no pasa de un 2,5%.
El agente marítimo puede ser una persona natural o jurídica, pero cuando se trata de una
sociedad el artículo 1490 de nuestro Código de Comercio establece que por lo menos el
60% del capital social deberá pertenecer a personas naturales colombianas23.
Vemos cómo el Código de Comercio, por medio de este artículo, impone una protección,
con lo cual busca salvaguardar, la inversión y el desarrollo de las sociedades comerciales
registradas en nuestro país.
REITERACIÓN 90%
23
ROYET GONZALEZ Felipe. Derecho Marítimo Privado. Derechos Reservados. 2004. Página 68.
VIGENCIA 90%
OBLIGATORIEDAD 90%
PUBLICIDAD 90%
1. Consiste esta práctica en una forma de coaccionar a las naves que arriban al puerto y
solicitan los servicios prestados por los operadores portuarios para que efectivamente
realicen el pago de los servicios contratados y prestados en el buque, evitando con esto
posibles pérdidas para los Operadores Portuarios por el incumplimiento o no arribo del
buque. Asimismo, se busca asegurar la permanencia del cliente, puesto que debemos tener
en cuenta que si bien estos usuarios pueden estar representados por agencias marítimas
éstas solo se encarga de la gestión de las negociaciones que el dueño de la carga les ha
encargado, pero cuando es el dueño de la carga quien contrata de manera directa es él el
responsable.
Por otro lado, si se tienen en cuenta las características que distinguen este tipo de usuarios
de servicios de operaciones portuarias, encontramos que todos ellos, están impregnados de
un aire de inseguridad, incertidumbre, fluctuación, que les imprime cierto grado de
inestabilidad en la relación de prestación de servicios que se traba, sobre todo en lo que
tiene que ver con las obligaciones adquiridas por las partes.
Siguiendo lo anterior, podemos definir como los buques tramp o tramperos, a aquellas
naves sin rutas definidas, las cuales no tienen un itinerario preestablecido de puertos de
arribo; los buques irregulares o esporádicos, como aquellas naves que se constituyen en
clientes informales, poco usuales, los cuales no son muy asiduos en el arribo al puerto; y
los clientes nuevos, son aquellos que solicitan los servicios de las actividades portuarias por
primera vez, por lo cual, no gozan de un historial que demuestre el adecuado
comportamiento frente a las obligaciones adquiridas. Por lo anterior, frente al
incumplimiento de estos buques, los operadores portuarios han encontrado a través de esta
práctica una forma por medio de la cual es posible asegurar la seriedad y compromiso del
cliente.
3.7.1 RESULTADOS DE LA PRACTICA COBRO DE ANTICIPO PARA
CLIENTES NUEVOS, IRREGULARES Y BUQUES “TRAMP”
VIGENCIA 93%
TEMPORALIDAD 93%
ANTIGÜEDAD
OBLIGATORIEDAD 93%
PUBLICIDAD 93%
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
El contrato de fletamento puede definirse como aquél en virtud del cuál una persona pone a
disposición de otra un buque para transportar mercancías a cambio de un precio
denominado flete. Éste concepto pretende reflejar sintéticamente dos aspectos básicos del
contrato de fletamento: La causa del mismo que es la de transportar mercancías y la
relevancia que en este tipo contractual ostenta el medio de transporte utilizado, de forma
que el buque se contempla, en mayor o menor grado, como objeto directo del contrato a
diferencia de lo que sucede en el transporte terrestre en el que se contempla sólo el
resultado y no el medio.
El Puerto de Barranquilla cuenta con un canal de acceso con una longitud de 22 kilómetros
desde la desembocadura del río Magdalena hasta el puente Laureano Gómez (también
conocido como el puente Pumarejo); y es la vía de entrada al puerto desde el mar Caribe.
La Capitanía de Puerto de Barranquilla de primera Categoría, ejerce su jurisdicción desde
Galerazamba hasta 7 kilómetros más allá del tajamar oriental del Magdalena y 27
kilómetros aguas arriba de Bocas de Ceniza en el Río Magdalena.
UNIFORMIDAD
Cual es la jornada:
8 horas 0%
12 horas 0%
24 horas 100%
La jornada es:
Lunes a viernes 0%
Lunes a domingos incluyendo festivos 100%
Otro 0%
REITERACIÓN 100%
VIGENCIA
Actualmente la jornada es de 24 horas
de lunes a viernes incluyendo domingos
y festivos 100%
Continuidad desde hace:
Años 100%
Meses
OBLIGATORIEDAD 100%
PUBLICIDAD 100%
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
Izada la bandera amarilla, ella indica que el buque no puede ser visitado por encontrarse
contaminado, de suerte que ninguno de los tripulantes y la carga puede bajarse o subirse a
la nave hasta tanto se normalicen las condiciones de salubridad; cuando un buque llega a
puerto mantiene izada esta bandera hasta tanto la autoridad sanitaria del lugar manifieste
que se encuentra en óptimas condiciones de salubridad, momento en el cual como un acto
simbólico y solemne se baja la bandera, y será entonces de público conocimiento que el
buque puede ser abordado y es permitido el ingreso o salida de personas y/o bienes.
24
ARROYO Ignacio: "La distribución del riesgo en el derecho marítimo",Madrid,1977.
25
La libre plática, nos indica que el buque o nave puede ser operado, por tener unas condiciones sanitarias
óptimas que se han sido verificadas con la visita oficial, por tanto puede esta nave tener contacto con tierra
y otros buques.
tienen una conciencia de obligatoriedad y le otorgan valor normativo que hace que nuestra
atención se centre ello como objeto de estudio.
UNIFORMIDAD
Descripción del acto simbólico 100%
Efectos del acto simbólico 100%
REITERACIÓN 100%
VIGENCIA
Actualmente se realiza el acto simbólico 100%
Continuidad desde hace:
Años 100%
Meses 0%
OBLIGATORIEDAD 100%
PUBLICIDAD 100%
Tal como se muestra en el cuadro anterior, se dan los requisitos exigidos por el artículo 3
del Decreto 410 de 1971 para que una práctica sea susceptible de certificación, ya que
arrojó un porcentaje igual o superior al 70% de respuestas afirmativas, por lo que se
concluye, que:
AYUDAS BIBLIOGRAFICAS
CODIGO CIVIL COMENTADO, 14ª Ed. Colección Códigos Comentados. Leyer Editorial.
Ley 1 de 1991.
www.andi.com.co
www.camarabaq.org.co
www.consultoriolegal.com
www.mincomercio.gov.co
www.porticolegal.com/int/int_Arrendamientos.html
www.presidencia.gov.co/documentos/2003/julio/arriendos.htm
www.secretariasenado.gov.co/leyes/L0820003.htm
www.sic.gov.co