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Medicina alternativa, un potencial que trasciende lo

psicoactivo.
Popularmente es conocida como: marihuana, mota, yerba, ganjah, bareta, maracachafa,
entre otras. Pero su nombre científico es cannabis sátiva. Esta planta tiene
aproximadamente 150 principios activos, que actúan principalmente en el sistema
nervioso central (SNC) y es allí donde crea efectos psicotrópicos o terapéuticos.

Sus componentes pueden intervenir antagónicamente en el organismo, es decir, mientras


uno puede contribuir el otro puede inhibir, alguno puede crear daño por el contrario otro
puede repararlo, así lo afirma Ramiro de Jesús Fonnegra Gómez, doctor en botánica de la
Universidad de Sao Paulo.

El ser humano desde siglos ancestrales se ha interesado profundamente por la espesa


naturaleza que el mundo le ha dotado. Durante la historia de la humanidad las personas y
comunidades han utilizado los recursos naturales para fines propios. La marihuana no ha
sido exceptuada, desde sus orígenes tuvo usos industriales, chamanisticos, para el ocio
pero se especificarán principalmente sus usos medicinales.

En la India, su uso médico y religioso comenzó aproximadamente hacia el año 1000 a.c.
La planta era empleada para múltiples funciones: analgésico para dolores de cabeza o
dolores de muelas, anticonvulsivo para epilepsia, tranquilizante para la ansiedad, manía e
histeria, anti-inflamatorio y antibiótico ayudando a curar infecciones en la piel. Como lo
expone la Revista de psiquiatría: Historia del uso medicinal del cannabis: una revisión.
(Antonio Waldo Zuardi. vol.28 no.2 São Paulo Junio 2006).

Una distinción más que necesaria.

La marihuana es la sustancia ilícita más consumida en Colombia según el Estudio


Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia, 2013. En el pasado
estudio de sustancias psicoactivas del 2008 el 7,9% de la población colombiana admitió
haber fumado marihuana alguna vez en la vida sin embargo, hubo un gran aumento, para
el último estudio se elevó la cifra a un 11.5%. Un dato relevante es que el 62% de los
consumidores de marihuana son personas entre los 12 y 24 años.
Existe una delgada línea entre el uso casual y el uso problemático de la marihuana
“recreativa”, en el segundo uso ya interfiere un aspecto de necesidad.
“El uso recreativo está asociado con la ingesta ocasional de la marihuana en situaciones
lúdicas, fiestas, fincas, reuniones de amigos para generar una sensación de relajamiento
y de diversión”. Cuando deja de usarse de forma ocasional y se recurre a un uso habitual
se convierte en consumo por necesidad y no por lúdica. Se transforma en un consumo
problemático debido a que afecta diversas dimensiones de la vida del sujeto, por los
efectos psicológicos a mediano y largo plazo lo que crea un distanciamiento emocional
con los que no están bajo los efectos, argumenta Gloria Esperanza Castañeda Gómez
psicóloga de la Universidad de Antioquia y especialista en ciencias sociales.

A demás de estos estos tipos de consumo, también existe el uso medicinal. “Es el uso
que se da es en función de generar un efecto en el sistema nervioso central que
disminuya la sensación de dolor o malestar asociada a una enfermedad. En esa medida el
uso medicinal es un uso regulado por una fórmula médica y por un tipo de administración
de la dosis regulada también por la fórmula médica” Complementa Gloria Castañeda.

La neuro-protección por parte del cannabis.

Desde hace cuatro décadas y media se iniciaron los estudios científicos sobre las
propiedades terapéuticas de la marihuana y se descubrió el sistema cannabinoide. Se han
ido implementando investigaciones para potenciar los cannabinoides como agentes
terapéuticos, trabajando en la prevención de alteraciones en el SNC su control y
tratamiento. Explica la Revista Cubana de Farmacia con el artículo: Potencial terapéutico
de los canabinoides como neuroprotectores del 2007.

Valeria Rincón Zuluaga es una pequeña de 3 años y 8 meses diagnosticada con epilepsia
refractaria, síndrome hipotónico y retraso de neurodesarrollo. Valeria empezó a ser
medicada desde que tenía 1 año y 3 meses con clonazepam, clobazam, oxcarbazepina
ácido valproico y keppra, esto según los doctores la ayudarían con las convulsiones y los
demás síntomas de dichas enfermedades. Estos fármacos le trajeron muchos efectos
adversos, comenta la mamá de Valeria, Paola Zuluaga González, “tenía efectos
secundarios terribles”.

En noviembre del 2014 los médicos le dijeron a Paola que ya no se podía hacer nada más
por Valeria y que debía seguir siendo medicada. Ella al no observar mejorías en su hija
decidió indagar en la internet y encontró la Fundación Cultivando Esperanza. La fundación
mediante un proceso de destilación de la planta, extrae aceite de cannabis para ser
utilizado como medicina y llevar un tratamiento particular con cada paciente pero al
incrementarse en gran cantidad el número de familias, consiguió un convenio con la
empresa Sannabis para las dosificaciones. Explica Natalia Tangarife Velásquez directora
de la fundación.

Paola Zuluaga cuenta que antes de empezar con el tratamiento de cannabis la niña sufría
por lo menos 5 convulsiones al día cada una de quince a veinte minutos. En un mes
cumplirá un año con el tratamiento y su mejoría es notable. Empezó con una gotica de
aceite de cannabis y actualmente se le dan cuatro; hace cuatro meses que Valeria no
tiene una convulsión y la última duró dos minutos.

Mercado Cannábico.

En Colombia, al igual que muchos países Latinoamericanos, se han creado empresas


donde se producen una variedad de productos para distintas enfermedades derivados de
la planta. Sannabis es una empresa colombiana que investiga, educa sobre la utilidad
integral del cannabis y desarrolla productos medicinales y cosméticos. En su catálogo
tienen cremas para cicatrices, heridas, tatuajes, torceduras, dolores musculares entre
otras. Aceites utilizados generalmente para la migraña, dolores de cabeza y efectos de
enfermedades como cáncer y VIH. Sus medicamentos más costosos son los extractos
puros para aplicaciones terapéuticas en enfermedades como epilepsia, fibromialgia,
depresión, asma, dependencia, entre otras. Sus precios oscilan entre veinticinco mil y
quinientos mil pesos, dependiendo del tipo de medicamento que se requiera.

Juan Paulo Guzmán integrante de Sannabis comentó que la empresa vive gracias al
resguardo indígena TOÉZ en Corinto, Cauca. Ellos son los encargados de todo el proceso
de cultivo y producción de la marihuana para la obtención de los productos farmacéuticos.
Esta empresa inició a principios del siglo XXI en el resguardo, por lo que se acogen a las
leyes indígenas, que incluyen esta actividad como patrimonio material e inmaterial, por lo
tanto, establecen que su trabajo se encuentra inmerso dentro de su cultura, medicina,
espiritualidad y sustento para tener una mejor calidad de vida. “Hemos tenido que hacer
algunas aclaraciones bajo la sentencia 882 del 2011 pero no estamos limitados” Dijo Juan
Paulo.
La marihuana está dentro de las sustancias psicoactivas ilícitas en Colombia. Una
sustancia psicotrópica es toda aquella que cause efectos en el sistema nervioso central y
produzca efectos neuro-psico-fisiológicos según la Ley 30 de 1986, Estatuto Nacional de
Estupefacientes, modificada por la sentencia C-221 de 1994, esta ley establece además
qué: “es dosis para uso personal la cantidad de marihuana que no exceda de veinte (20)
gramos sin embargo, en el marco del nuevo estatuto de estupefacientes se permite el
cultivo de hasta 20 plantas (marihuana en este caso) para el propio suministro.

Una alternativa medicinal con esperanza hacia el futuro.

Antes de que Valeria iniciara su tratamiento con el extracto de cannabis le costaba en


gran medida desarrollar sus capacidades físicas y mentales, ”No se podía sentar porque
se iba de lado”, ahora luego de un año Valeria se ríe, salta, canta y juega con los demás
niños, además lo que está aprendiendo no se le olvida. Paola Zuluaga incluso afirma que
el cannabis actúa como neuro protector; de los cinco fármacos tradicionales que ingería la
niña “ahora solo sigue tomando oxcarbazepina, keppra y el aceite y los efectos
secundarios han disminuido bastante”.

“Para tener efectos terapéuticos la marihuana debe ser ingerida o inyectada, si se inhala
actúa como psicotrópica en el SNC”. Aunque hay una extensa base de datos de
investigaciones alrededor de la marihuana, aún falta una mayor profundización pues las
industrias y las implementaciones de la planta pueden carecer de bases teórico científicas
y tornarse “clandestinas”. Por ahora los derivados farmacéuticos de la planta no pueden
reemplazar a los fármacos tradicionales pero sí pueden contribuir al bienestar actuando
como co-ayudante. Si se continúan las investigaciones científicas de la marihuana, a largo
plazo su uso será crucial para enfermedades como la epilepsia o el alzheimer.
Complementa Ramiro Fonnegra.
Medicina alternativa, un potencial que trasciende lo psicoactivo.
Jorge Andrés Castañeda Betancur.
jorge.j.a.c.b@hotmail.com
c.c 1152701347
Cel: 3117653353

Listado de fuentes.
Ramiro de Jesús Fonnegra Gómez 3012699183
Gloria Esperanza Castañeda Gómez 3104357564
Juan Paulo Guzmán 3193843901
Paola Zuluaga González 3204309006
Natalia Tangarife Velázquez 3113809299

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