El odio de la mujer frente a sí misma

Las batallas en el desierto, obra literaria del autor mexicano José Emilio Pacheco, nos
relata la historia de Carlos, niño que aún no entra de lleno a la pubertad y que se encuentra
inserto en el México de mediados los años 40, situación política un tanto compleja al ser
electo el presidente Miguel Alemán Valdés, dejando gran cantidad de cargos
gubernamentales a individuos que desempeñan dichos cargo de manera corrupta. La historia
se centra en la infancia de Carlos y cómo es que este percibe su entorno a través de la mirada
de un niño, y cómo es que esta mirada cambia a partir de vivencias que lo acercan cada vez
más a la adolescencia, significando de igual forma un acercamiento a la madurez.

La mirada inocente y bastante ingenua de Carlos, se ve reflejada en sus acciones y

pensamientos referentes a situaciones que, en el común de los casos y personas, actuarían
inherentemente bajo sus sesgos y prejuicios, a diferencia de la lectura de mundo que nos
presenta nuestro personaje. Esta obra nos muestra una realidad en la cual podemos encontrar
discriminación en distintos ámbitos o aspectos, ya se abajo la mirada de la discriminación
racial, socioeconómica, cultural, de género, etc.

En esta oportunidad se efectuará un análisis de la obra, siempre guiándose bajo la

perspectiva crítica de cómo se presentan las diferencias de género en esta. El texto a trabajar,
en esta ocasión, nos sirve como fiel reflejo del papel o labores que debe cumplir la mujer en
la sociedad y cómo es que esta es tratada si no cumple estas expectativas frente a la sociedad.
En palabras concretas, en este documento se busca registrar la diferencia de género presentes
en la obra, y siendo aún más específicos, documentar qué personajes son la fuente principal
de la discriminación y violencia contra el género femenino en esta obra. En palabras simples
y más esclarecedoras de las intenciones de este ensayo, se busca responder a la interrogante
¿Son las mismas mujeres la fuente principal de denigración frente al género femenino en esta
obra?

En la historia presentada en el texto de Pacheco, Carlos se enamora de Mariana, la joven

madre de Jim, su mejor amigo. Mariana es madre soltera, siendo esta situación una de las
principales causas de los comentarios contra la madre de Jim. Carlos deja notar sus
pensamientos e ideologías respecto a las mujeres en varios fragmentos, defendiendo en varias
ocasiones a la madre de Jim de los comentarios hechos por sus mismos compañeros de
escuela. El gran conflicto de la obra, gira entorno a Carlos y su confesión de amor hacia
Mariana, la cual gentilmente lo rechaza y explica que por diferencias de edad, jamás sería
posible su amor. Esta confesión, por ciertas situaciones es conocida por la familia de Carlos
y sus compañeros, lo que da como resultado el cambio de escuela y además citas a psiquiatras
y sacerdotes de la iglesia. Durante este proceso, se deja entrever las opiniones de distintos
agentes. Primeramente, vemos el diagnóstico que se desprende de un examen psiquiátrico,
en el que se nos muestran dos opiniones diferentes de personas de diferente sexo, por un lado
el hombre encuentra que lo que anda mal con el joven es un problema que desapego y
desprotección de parte de ambos padres, pero por otro lado, la mujer focaliza la culpa
completamente en la madre, argumentando que ella no estaba cumpliendo de manera
eficiente su labor de criadora. En esta situación podemos notar que el juicio contra la madre
del chico es emitido por la misma mujer que centra la culpa solo en ella.

Ya avanzada la historia, la madre de Carlos, hace una crítica directa contra Mariana, no
solo dejando ver todos sus prejuicios fundados en la diferencias de clases sociales, sino que
hace hincapié mayormente en cómo debe comportarse una mujer y cuáles son las faltas
presentes en la madre de Jim, muchas expresadas de manera violenta y denigrantes:

Como es posible que, repetía, que en una escuela que se supone decente
acepten al bastardo, o mejor dicho al máncer de una mujer pública.
Porque en realidad no se sabe quién habrá sido el padre entre todos los
clientes de esa ramera pervertidoras de menores. (Pacheco, 2010, p. 26)

En contraste a las palabras de la madre de Carlos podemos encontrar la descripción que

hace el autor de la misma madre de Carlos mostrándola como una mujer modelo: “siempre
arreglando lo que dejábamos tirado, cocinando, lavando ropa; ansiosa de comprar lavadora,
aspiradora, licuadora, olla express...” (Pacheco, 2010, p. 10).

Por otro lado, el padre de Carlos tiene pocas intervenciones en la historia, pero el momento
en el que este actúa realmente es cuando debe cumplir su labor de padre al reformar actitudes
de Carlos dejando como discurso que a las mujeres se les respeta.

En conclusión, en la obra existen personajes que favorecen el rol de la mujer, o

simplemente buscan un respeto hacia ellas, pero irónicamente estos personajes solo son
hombre. De forma contraria las actitudes más despectivas, denigrantes y humillantes contra
el género femenino, son las mismas mujeres, tomando en cuenta actitudes o comportamientos
que no solo menosprecian o marcan abusos contra el género, sino también, justifican o
argumentan a favor de acciones de violencia, abuso de poder y hasta violaciones a las
mujeres, siempre dejando muy en claro que si eran víctimas de tales desgracias, era
simplemente resultado de sus propios malos hábitos.

Finalmente, es necesarios destacar a Carlos como un agente de cambio frente a la figura

femenina rescatando ciertos pasaje en la cual este no solo reflexiona ante su papel y derechos,
si no también pasa por un proceso de concientización y valoración del género femenino.
Bibliografía
Pacheco, J. E. (2010). Las batallas en el desierto. México: ERA.