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Cibercultura

Unidad 2: Fase 2 - Presentar Comunidad Virtual de Conocimiento - CVC

Mayra Alexandra Rojas cód. 1081512911

Grupo No 403037_390

Sigifredo Arias
Tutor

Universidad Nacional Abierta ya Distancias


UNAD
2019
UN POCO DE HISTORIA SOBRE LA VIOLENCIA DE GENERO

Desde las épocas más remotas de la cultura humana se ha manifestado siempre la

subordinación de las mujeres respecto a los hombres. Este fenómeno no se ha limitado sólo

a concebir la inferioridad femenina, sino que ha trascendido las fronteras de lo racional, hasta

llegar incluso a manifestarse mediante comportamientos agresivos, que acreditados por el

patriarcado y ratificados luego por las sociedades ulteriores, conforman la ya histórica y

universal violencia de género.

Para el sociólogo Bebel (1879), en su obra La mujer en el socialismo afirma que “la

discriminación de la mujer en la sociedad representó la primera forma de explotación

existente, incluso antes que la esclavitud.”

Para otros este fenómeno data del año 400 A.C., cuando las leyes de Bizancio

establecían que el marido era un Dios al que la mujer debía adorar, la mujer ocupaba un lugar

tan insignificante que ni siquiera podía recibir herencia o beneficio alguno.

Dentro otros estudios realizados hasta el momento se hace referencia a una serie de

factores de riesgo que perpetuán las dinámicas de violencia en la pareja como lo son la

dependencia económica, desconocimiento de los derechos, dependencia psicológica,

antecedentes familiares de malos tratos, baja autoestima. Además se hace referencia a las

consecuencias psicológicas para la mujer víctima, para su sistema familiar y la sociedad en

general, incluyendo las implicaciones referentes a salud pública y de las condiciones


psicológicas y lingüísticas que posibilitan el maltrato en la pareja, su mantenimiento y

justificación.

A continuación se hará referencia a algunas investigaciones-intervenciones realizadas

que permiten ampliar la comprensión acerca de la violencia hacia la mujer en las relaciones

de pareja.

En una investigación realizada por Hernández Montaño (2007) desde una

aproximación sistémica, se parte de la comprensión de la violencia como construida entre

dos, interacción en la cual mujer y hombre tienen una participación activa. Teniendo como

objetivo identificar los elementos del contexto conyugal que favorecen la violencia y

determinar la manera en que la mujer retroalimenta la violencia de distintas maneras. Se

aplicó una encuesta a 50 mujeres, en la cual se indagaban creencias, valores y sentimientos

que las mujeres atribuían a sus experiencias relacionadas con la violencia, así como los

factores contextuales conyugales que favorecieron la aparición de las interacciones violentas.

El estudio llegó a la conclusión que la mujer generalmente recurre a conductas verbales

durante los episodios de violencia, mismas que sirven como conductas detonantes y

retroalimentadoras de la agresión física, por la que optan los varones. En la investigación se

describen las conductas con que las mujeres participan en tales interacciones violentas,

teniendo como referente la construcción circular de la violencia propuesta por Perrone y

Nannini (1997), concluyendo que es necesario centrar el tratamiento terapéutico en la

generación de cambios en los patrones de interacción circular, más que en el cambio de

conducta de uno solo de los actores de dichos episodios.


Otra investigación realizada por Matud, Gutierrez & Padilla (2004) refleja el impacto

psicológico generado en la mujer vinculada con una pareja que la maltrata. Mediante la

evaluación y el tratamiento psicológico fue posible aumentar la seguridad de la mujer,

ayudarle a recuperar el control de su vida y remediar el impacto psicológico del abuso,

haciendo énfasis en que no todo tipo de terapia es adecuado para tratar estos casos. La

psicoterapia tuvo en cuenta la necesidad específica de cada mujer, la validación de sus

experiencias, el empoderamiento y la diversificación de alternativas. El resultado de la

intervención grupal evidenció una mejoría significativa en la depresión, ansiedad, estrés,

aumento de autoestima, confianza en sí mismas y control de sus vidas.

Una comprensión más amplia de la violencia intrafamiliar, fue resultado de un estudio

realizado por Cooper & Vetere (2005) en Londres y Oxford. El grupo de investigación

compuesto por una terapeuta de familia y trabajadora social, y un psicólogo clínico y

académico, quienes compartían el compromiso con el trabajo sistémico los llevo a formular

un enfoque de evaluación, rehabilitación y terapia para trabajar con violencia en las

relaciones familiares. Trabajaron con distintos rangos de violencia intrafamiliar, incluidos

padres que son violentos con sus hijos, hombres que son violentos con su pareja, mujeres que

son violentas en sus relaciones íntimas, adolescentes que son violentos con sus padres, y

padres que son violentos con los adultos mayores. Respondieron a la pregunta acerca de por

qué algunos hombres son violentos en sus relaciones de pareja y por qué otros no lo son. El

estudio trato de explicar por qué no actuar violentamente, centrándose en la comprensión de

las raíces de los patrones de relación intergeneracional que describen el comportamiento, el

significado y el contexto. A través de la intervención realizada con grupos de personas en


Londres y Oxford los investigadores concluyen con una serie de contraindicaciones para el

trabajo terapéutico con los hombres y mujeres violentos, varios elementos tales como: la

incapacidad para reconocer la violencia como un problema, incapacidad para reconocer la

responsabilidad del acto violento, dificultad para resolver problemas de manera constructiva,

sin violencia, la noción de la violencia como una expresión de malestar, poca motivación

interna para el cambio, incapacidad para reconocer factores que influyen en el mantenimiento

de la

conducta violenta, el irrespeto, el descontrol social y la concepción de la mujer como

un objeto y no como persona. Lo interesante de esta investigación es la visibilizacion de

elementos que obstaculizan el fin del ciclo de conductas violentas, son imaginarios sociales

que son compartidos tanto en Londres y Oxford, como en Colombia, son obstáculos con los

cuales los terapeutas se enfrentan diariamente en los procesos de intervención en casos de

maltrato intrafamiliar y conyugal.

En el trabajo llamado percepción social de la violencia de pareja desde los estereotipos

de género, realizado por Cantera & Blanch (2010), se destaca el papel que desempeñan los

estereotipos de género y de violencia de género en el ámbito de la prevención e intervención

en violencia en las relaciones conyugales. Utilizando para su estudio muestras de diversos

países hispanoamericanos, se plantean como objetivo general la evaluación del grado de

anclaje social de los estereotipos sobre género y violencia de género, comprobando que tales

estereotipos todavía gozan de un notable arraigo social, tanto en hombres como en mujeres,
y son socialmente relevantes en la medida en que influyen en las explicaciones comunes de

las causas de la violencia en la pareja y también en el modo como se piensa la misma.


Bibliografía

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OMS/OPS. (1998). Violencia contra la mujer. Un tema de salud prioritario. Salud familiar y

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Chocrón Bentata L, García Campayo J,Violencia Doméstica. SEMFYC. Madrid 2003.

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