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DRENAJE
INTRODUCCIÓN
La humedad tiene una gran influencia sobre las propiedades de los materiales que constituyen el paquete
estructural y sobre el comportamiento de los pavimentos en general. En este capítulo se discutirán los
distintos métodos para reducir o eliminar el agua de un pavimento. La presencia del agua juega un papel
tan importante que el método AASHTO-86 incorporaba un coeficiente de drenaje en la ecuación de diseño,
que afectaba a base y subbase. Antes de explicar el diseño de dispositivos de drenaje, se describen
brevemente los conceptos y dispositivos de drenaje.
Degradación de la calidad del material del pavimento por acción de la humedad, por ejemplo:
descascaramiento o peladuras en pavimentos asfálticos y fisuras de durabilidad en pavimentos
de hormigón
k = coeficiente de permeabilidad
i = gradiente hidráulico
El coeficiente de permeabilidad varía dentro de un rango muy alto y varía también según la dirección en
que se escurra el agua.
Cedergreen midió la capacidad del agua para infiltrarse a través de pavimentos y encontró que la
permeabilidad del pavimento de hormigón considerando juntas y otras áreas de infiltración era de 5.1
mm/hora (1.4x10-4 cm/seg) y para pavimentos flexibles, teniendo en cuenta fisuras y otras discontinuidades
era de 12.7 mm/hora (3.5x10-4 cm/seg).
3. Proveer un drenaje adecuado para remover efectivamente todo tipo de humedad que pueda entrar en
el pavimento antes que se produzcan deterioros. Para ello se debe:
Diseñar un sistema de drenaje que mantenga el nivel freático por debajo del pavimento o
que pueda evacuar fácilmente el agua que eventualmente pueda ingresar en el paquete
estructural.
Usar bases y subbases permeables, diseñadas no sólo desde el punto de vista estructural,
sino también como capas drenantes. Debido a esto, el agua que ingresa al pavimento drena
en dirección horizontal para salir del camino, en lugar de continuar hacia abajo, hacia la
subrasante.
Colocar mantos drenantes debajo de secciones en terraplén.
No siempre se pueden cumplir con las premisas citadas anteriormente, pero un buen diseño
debe tratar de reunir la mayor parte de ellas y saberlas complementar bien. Por ejemplo, es
imposible el sellado completo de un pavimento, pero un sellado junto a un buen sistema de
drenaje hará que el agua que eventualmente pueda infiltrarse salga rápidamente del paquete
estructural. Un buen diseño de drenaje debe complementarse con buenas tareas de
mantenimiento. También es conveniente darle al pavimento una pendiente transversal de por
lo menos el 2%.
Drenes longitudinales
Están ubicados en forma paralela al camino y pueden constar de una cuneta de una profundidad
determinada o de un tubo colector perforado y un filtro (Figura 7.3).
Figura 7.3. Dren
longitudinal
Figura 7.4. Drenes interceptores longitudinales
Cuando se trata de desmontes muy profundos con niveles freáticos originales altos, un dren longitudinal al
costado del camino puede no ser suficiente y aparecería agua al pie del talud del desmonte, con todos los
problemas que esto causa. En este caso se recomienda colocar a media ladera otro dren interceptor.
Bases permeables
Son bases con alto grado de permeabilidad (mayor de 305 m/día o 0.35 cm/seg) que permiten que el agua que
penetra en el pavimento pueda drenar rápidamente. Estas bases pueden ser tratadas o no tratadas. En el caso
de bases tratadas, éstas pueden ser con cemento o con asfalto. El cemento se agrega en una cantidad de 80 a
170 Kg/m3 y el asfalto entre un 2.0 y 2.5% en peso. Las bases tratadas deben tener suficiente ligante como para
mantener el material ligado y brindar estabilidad. En ambos casos debe usarse material de filtro como subbase
para evitar que esta base drenante se contamine con finos provenientes de la subrasante. Alternativamente se
puede usar un geotextil.
El espesor mínimo para bases granulares drenantes es 4” (10 cm). Este espesor debe ser suficiente para permitir
que el agua vaya hacia drenes colectores laterales. Esta base permeable se debe extender como mínimo entre
0.30 y 1.00 m afuera del borde del pavimento para proveer una superficie estable para la pavimentadora, aunque
normalmente se prefiere extenderla por debajo de la totalidad de las bermas.
Tratada
Tamiz No tratada
N° 57 California California Wisconsin Nueva Jersey
Figura 5.17. Relación entre el coeficiente estructural para base granular y distintos
parámetros resistentes.
Figura 5.18 Relación entre el coeficiente estructural para subbase granular y distintos
parámetros resistentes.
donde
(5.22)
g = densidad (lb/pie)
Para una mezcla con el 40% de arena (SF=0.4), una densidad g=2,240 Kg/m3 (140 pci) y una penetración para
el asfalto Pen = 20, el MR aplicando la fórmula citada es:
Los criterios para diseño de este tipo de materiales son los mismos que para concreto asfáltico. Cuando
se utilizan bajo un pavimento de hormigón se deben hacer las mismas consideraciones que para una base
tratada con cemento.
La rigidez de la base tratada con asfalto puede incrementar las tensiones de alabeo en la losa, por lo que
deben usarse juntas más próximas. Además, en casos de erosión de bases tratadas con asfalto puede
esperarse escalonamiento en las juntas.
Módulo elástico
Este parámetro depende del tipo de suelo, propiedades y contenido de cemento. El módulo elástico de
esta mezcla es independiente de la tensión aplicada dado que estos materiales son linealmente elásticos
en el rango de cargas usuales. No obstante, el módulo elástico se puede incrementar en el tiempo debido
a reacciones puzolánicas. Los valores más usuales para suelo cemento varían entre 345 y 13,800 MPa,
mientras que las bases tratadas con cemento los tienen entre 6,700 y 20,700 MPa.
Figura 5.16 Efecto de la relación de polvo en la resistencia a la compresión de varias bases tratadas con
cemento
Valores de K en función de
Tabla 5.4. Valores de K en función de además, el modulo esta relacionando con el CBR.
Los valores más comunes de K1 y K2 son 9600 y 0.55 respectivamente. Los valores típicos de presión de
confinamiento varían entre 34 KPa (5 psi) hasta elevadas presiones de 345 KPa (50 psi), dependiendo del
espesor de la capa y de la carga. El valor del módulo resiliente para estas condiciones varía entre 23,625
psi (163 MPa) a 82,550 psi (580 MPa) para las condiciones de baja o alta presión.
% mm % % % %
Subbase 50 76(3”) 50 15 25 5
Subbase 40 76(3”) 80 15 25 5
Estabilizado granular 80