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La influencia de la Guerra Fría y la Revolución Cubana en América Latina y en Argentina

entre 1955 y 1970.

La Guerra Fría fue un enfrentamiento indirecto, generalmente basado en el espionaje


(CIA-KGB), entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética cuya duración se extendió entre
1945 y 1991. En ese lapso hubo una hegemonía compartida sobre el poder mundial que se
conoció como bipolaridad, ambas potencias la habían heredado de su papel crucial en la
Segunda Guerra Mundial. Tenía un fuerte componente ideológico y económico, entre la
democracia y el capitalismo por un lado y el comunismo totalitario unipartidista con una
economía de planificación estatal, por el otro. Dicho enfrentamiento se transformaba en
una “Guerra Caliente” cuando se trasladaba a países influenciados por uno u otro bando.
Esto se entendía como una tercerización de los conflictos entre ellas.

La Guerra fría además estaba caracterizada por un constante temor a un desenlace


nuclear, ya que ambas potencias habían desarrollado un fuerte poderío atómico y armas
nucleares de destrucción masiva, una carrera que se completaba con la conquista por el
espacio en la demostración de poder. En el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki (más de
100.000 muertos y deformaciones genéticas hasta hoy por la radiación), las bombas
atómicas lanzadas por EEUU habían puesto fin a la Segunda Guerra Mundial con la
rendición de Japón pero al mismo tiempo dejaron la puerta abierta al poder destructivo
del armamento nuclear.

Por otro lado la Guerra Fría propició un posicionamiento conocido como tercermundismo,
mayormente influenciado por la Unión Soviética. Este movimiento se daba en los países
recientemente descolonizados en Asia y en mayor medida en África. Aglutinados en la
Conferencia de Bandung en 1955, tuvieron un claro discurso antiimperialista respecto del
dominio europeo y norteamericano, y tomaron distancias del comunismo soviético.

En América Latina, la Guerra Fría alcanzaría un fuerte impulso a partir de la Revolución


Cubana en 1959 y sobre todo con la crisis de los misiles en 1963. Cuba había adherido a la
Unión Soviética y esta había instalado misiles nucleares que apuntaban a Estados Unidos,
fue un momento de máxima tensión en el enfrentamiento bipolar que acrecentó la
psicosis que venía de antes sobre el fin del mundo en una Tercera Guerra Mundial.

A partir de la conversión de Cuba al comunismo y de su estrecha relación con la Unión


Soviética se van a expandir sobre América Latina las ideas marxistas y las acciones
guerrilleras en busca de una revolución socialista en los países de la región. Por el lado de
Estados Unidos se impulsa un período de gobiernos de facto a través del apoyo a
dictaduras militares de derecha como en Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, etc., es
decir en casi toda América Latina, con el fin de combatir el avance del comunismo en la
sociedad. Ese contexto histórico se prestaba para posibles experiencias revolucionarias y
socialistas como la cubana, lo que significaba un serio riesgo para la hegemonía de Estados
Unidos en América Latina, a la que siempre había considerado como “el patio trasero” en
el cual podía intervenir. La guerra de Vietnam puso en jaque el dominio norteamericano
en la década de 1960 y obligó a ajustar su poder sobre la región más cercana.

En el caso de Argentina la Guerra Fría tuvo algunas particularidades, los poderes de turno,
influenciados por Estados Unidos y por el FMI (Fondo Monetario Internacional), primero
combatirían al peronismo, derrocado por los militares en 1955, como veremos con más
profundidad en la próxima clase. Luego ese antiperonismo se suma al anticomunismo
siguiendo las directivas del departamento de Estado norteamericano, con medidas
represivas como el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) y la Doctrina de
Seguridad Nacional que contemplaba la formación de militares argentinos y
latinoamericanos en la Escuela de la Américas, bajo la órbita norteamericana. Inspirada
en la Revolución Cubana, cuyo símbolo más emblemático será la figura guerrillera del
“Che”, la ideología marxista debía ser extirpada de la sociedad argentina porque
distorsionaba sus valores occidentales y cristianos.

La respuesta de las clases populares en Argentina se dará a través de una combinación


entre el peronismo y el comunismo, ambos proscriptos, mediante huelgas, protesta social
y lucha armada (Montoneros, ERP, etc.) cuestiones que veremos en profundidad en las
próximas clases. Esta respuesta tendrá un componente antiimperialista hacia Estados
Unidos, percibido como un poder colonial y su punto culminante estará ligado a la idea de
liberación, algo que estaba en sintonía directa con los movimientos revolucionarios a
escala mundial.

Consignas a resolver durante el desarrollo de la clase:

1) ¿Cuál era la diferencia entre Guerra Fría y Guerra Caliente?,


2) ¿Cuál era el máximo temor que existía a nivel mundial?,
3) ¿Cómo influyó la Revolución Cubana en América Latina?,
4) ¿Cuáles fueron las respuestas de las clases populares en Argentina ante la
represión estatal y al poder norteamericano?
5) ¿Qué particularidad evidencia la Argentina?

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