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La sociedad en que vivimos hoy en día está un poco extraña, porque decirlo así, porque
piensa y cree lo que quiere y no le importa lo que piensa el resto, vivimos en un mundo
pagano donde se adora de todo y creer en todo, menos en Dios. Esta muy cerrada de
mente.
Y ni hablar de las culturas que existen en el mundo, que tienen un dios para todo.
Y son por estas razones por las que les digo que vivimos en un mundo pagano. Vivimos
en un mundo donde la mayoría de las personas escogen seguir objetos inánimes, e
inventos del hombre en vez de seguir al Dios verdadero. Y el cristiano representa una
pequeña minoría de personas en el mundo. Y si nos hacemos una pregunta ¿cómo
puede el creyente sobrevivir en un mundo pagano?
1 Corintios 1:5-7 – porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda
palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado
en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la
manifestación de nuestro Señor Jesucristo.
Corintios era la ciudad más importante de Grecia en el tiempo de Pablo. Era un centro
bien ocupado de comercio mundial, de cultura degradada, y de religión idólatra.
Lo que estaba sucediendo es que debido a ésta inmoralidad y corrupción, los corintios
estaban destruyendo su testimonio cristiano. Ósea el pecado se desbordaba, (era como
un virus). Y fue debido a esto que Pablo escribió ésta carta para corregir actitudes
inapropiadas, y para promover un espíritu de unidad entre los hermanos, sus
relaciones y la adoración.
¿Por qué es necesario que sepamos estas cosas? porque a través de ellas nos damos
cuenta que aunque ésta carta fue escrita alrededor del 56 d.C., en realidad las personas
no han cambiado mucho, y esta sociedad se encuentra en más o menos en la misma
situación.
Lamentablemente la mayoría de las personas han escogido ignorar la palabra de Dios
por completo, y lo más triste de todo es que esto no es algo que se aplica solamente al
mundo, sino que también se aplica a un buen número de cristianos.
Aquí vemos que Pablo les dijo a ellos en ese entonces, y nos habla a nosotros de igual
manera diciendo: “…porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda
palabra y en toda ciencia…” Y dice “enriquecidos”
La palaba nos muestra que Dios es rico en bondad, paciencia, misericordia y gracia (Ro.
2:4; 9:23; Ef. 1:7; 2:4).
Cristo mismo posee insondables riquezas (Ef. 3:8), porque en él están escondidos todos
los tesoros del conocimiento y la sabiduría (Col. 2:3). Dios satisface las necesidades del
creyente con las riquezas gloriosas que están en Cristo Jesús (Fil. 4:19).
Dios ha adornado a los corintios con la riqueza que está en Cristo, la cual no es escasa,
sino que nos enriquece «en todo».. En este breve versículo, prefiere resaltar las
palabras en todo, para así indicar que aquellos que reciben las bendiciones de Dios han
sido enriquecidos sin medida.
Después Pablo ilustra respecto a qué los corintios han recibido dones espirituales: «en
toda palabra y en todo conocimiento». Como parte de esos dones especiales,
menciona la destreza de palabra y el conocimiento. Ellos tenían la habilidad para
comunicar la verdad del evangelio, ellos confesaban con sus labios el conocimiento
espiritual que ya tenían en sus corazones.
Pero para que esto suceda existe una condición, y ésta condición la encontramos en los
versículos anteriores a estos, según leemos en Deuteronomio 28:1 cuando leemos:
“…Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y
poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu
Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra…”
Como podemos apreciar, la condición a cumplir es que tenemos que estar atentos a su
voz. No podemos ser olvidadizos, y no podemos ignorar lo que nuestro padre celestial
nos dice en su palabra.
Tenemos al Espíritu Santo que nos guía a la oración. En Lucas 22:39-46, cuando el
Señor fue a orar en el monte de Getsemaní, poco antes de ser arrestado y entregado
en manos de los gobernadores judíos y romanos, encontramos que el Señor dijo:
“…Orad que no entréis en tentación…” Y quiero que nos fijemos bien en que el Señor
pidió esto de ellos con un gran propósito.
La realidad es que no es fácil vivir, y/o sobrevivir en este mundo pagano. Las presiones
sociales y culturales, las tentaciones que nos rodean, y todo lo que esta pasando que
Dios nos habla y el cristiano no está al tanto de todo para estar intercediendo…
¿Por qué sucede esto? porque el pueblo de Dios sufre por falta de oración. Nuestra
vida espiritual sufre por falta de comunicación con nuestro Padre celestial.
Hermanos, el Espíritu Santo nos guía a la oración porque con la oración podemos
conquistar toda oposición. Cuando permitimos que el Espíritu Santo nos guié a la
oración encontraremos que la oración trae sanidad, trae prosperidad, nos da
esperanza, nos libra de las angustias y nos protege de los ataques del enemigo.
La oración es una cobertura divina de Dios; en Marcos 11:24 dice: “…Por tanto, os digo
que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá…” La oración es
el arma más poderosa que existe en el universo, y es la única arma con la que nos
podemos defender contra los poderes y potestades de las tinieblas.
Para concluir. En otras palabras, la presión social y cultural que existía en Corintio
estaba conduciendo a muchos a alejarse de la verdad de Dios. Y en nuestro tiempo no
debemos de dejar que suceda esto, mantenernos firmes en nuestra verdad que es
Cristo,
Que si tenemos que seguir predicando de su palabra que se haga con fe con convicción.
Luchar por que Cristo es vivo y es real, vive en nuestras vidas y no nos podemos dejar
apagar por lo que dice esta sociedad… Que nos mira mal porque dice que Dios no
existe que lo toman por burla. Que ni siquiera tiene respeto por el otro que si cree o
por lo que piensa o lo que opina,
Somos hijos de Dios, somos escogidos y tenemos el deber de predicar su verdad. Así
que su palabra nos insta a que nada nos debe de apagar y que debemos de sobrevivir
en esta sociedad porque si lo podemos hacer tenemos su respaldo, tenemos su palabra
en nuestra vida, somos enriquecidos en el, por que lo tenemos todo.
En otra carta, Pablo escribe que está convencido de que los cristianos «abundan en
conocimiento y están capacitados para instruirse unos a otros» (Ro. 15:14).
Recordemos siempre lo que el Señor nos dice en Mateo 10:22 cuando leemos: “…Y
seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin,
éste será salvo