INSTITUTO GAL EINAI DE ISRAEL

Centro de Difusión de Cabalá y Jasidut de rabi Itzjak Ginsburgh shlita

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Cuentos de Tzadikim
Las Historias del Baal Shem Tov
Por el rabino Itzjak Ginsburgh

Figure 1Casa del Baal Shem Tov en Mezibuz

Acerca de Rabi Israel Baal Shem Tov

Nacido en la provincia de Podolia, en el oeste de Ucrania, el Baal Shem Tov dedicó la
primera parte de su vida a ayudar a aliviar la angustia física y espiritual de sus compañeros
judíos, al mismo tiempo que profundizaba en los misterios de la Cabalá con una fraternidad
de místicos, los nistarim, literalmente “ocultos”. En el año 5494 [1734], se reveló como
cabalista y sanador y procedió a fundar un movimiento popular que revitalizaría la vida
espiritual de los judíos en todo el este de Europa. Este movimiento llegó a ser conocido
como Jasidut.

Las enseñanzas del Baal Shem Tov enfatizan aquellos componentes de la experiencia
interna del hombre que se correlacionan con las fuerzas supremas discutidas en la Cabalá
clásica. Por lo tanto, avanzó la contemplación cabalística más allá del ámbito de la
abstracción filosófica hacia la esfera de la comprensión psicológica inmediata.

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El deseo del Baal Shem Tov de ir más allá de la convención cabalística y forjar un nuevo
camino de servicio encuentra expresión en la siguiente historia: Se dice que el Baal Shem
Tov una vez recurrió al uso de un Nombre Divino para cruzar un río intransitable, pero luego
se lamentó de lo que él consideraba el empleo innecesario de un poder divino
sobrenatural. Después de pasar muchos años haciendo expiación por ese acto, una vez
más se encontró al borde de una corriente furiosa y la cruzó recurriendo sólo a la fe simple.

Era este recurso de fe, accesible para todos los judíos, lo que el Baal Shem Tov buscaba
aprovechar en la vida diaria. En el proceso, destiló el espíritu esencial de la Cabalá,
mejorando tanto su relevancia como su impacto.

El deseo supremo del Baal Shem Tov era lograr el propósito final de la creación, los días
de Mashíaj, cuando nuestro mundo será un lugar de residencia para la esencia absoluta de
Dios. Esto, la culminación de la revelación de la Cabalá, es la enseñanza de Jasidut.

Las innovaciones de la Torá del Baal Shem Tov

A veces, cuando el Baal Shem Tov transmitía una enseñanza de la Torá, el rabino
Iaakov Iosef de Polonie (conocido como el Toldot Iaakov Iosef por su libro), el
principal y famoso discípulo académico del Baal Shem Tov gritaba en el medio, "En
los escritos de Ari (el rabino Isaac Luria, quien había fallecido más de cien años antes
de que naciera el Baal Shem Tov) ¡está escrito de otra manera!"
Una vez, en la víspera de Shabat, el Baal Shem Tov estaba aprendiendo una
enseñanza de la Torá que incluía algo de las enseñanzas de Ari. El Baal Shem Tov
despertó al rabino Zeev Kitzes, que estaba durmiendo allí, para que pudiera ser
testigo de la forma en que el Santo Ari estaba estudiando la enseñanza con el Baal
Shem Tov, en caso de que el Toldot gritara que eso no es lo que está escrito en el
Ari.
Y eso es exactamente lo que sucedió. Al día siguiente, cuando el Baal Shem Tov
estaba repitiendo la enseñanza de la Torá, el Toldot gritó: "¡Eso no es lo que está
escrito en las enseñanzas del Arizal!" El Baal Shem Tov llamó al rabino Zeev Kitzes
para que testificara que así es como escuchó al Baal Shem Tov aprendiendo con el
Santo Ari.
Sipurei Maran Haramaj, p. 26

En una historia diferente, aunque similar a la anterior, se cuenta que uno de sus estudiantes
se quedó dormido y vio al Baal Shem Tov y al Arizal debatiendo entre ellos sobre una
enseñanza de la Torá, hasta que finalmente el Arizal aceptó la explicación del Baal Shem
Tov. Esa historia nos muestra lo elevado de las enseñanzas de Baal Shem Tov: incluso
cuando cambia lo que está escrito en el Arizal, está en lo correcto. Sin embargo, nuestra
historia anterior describe un tipo de situación diferente: tanto el Baal Shem Tov como

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el Toldot Iaakov Iosef (que fue maravillosamente brillante) aprendieron las enseñanzas del
Arizal, pero solo el Baal Shem Tov estaba completamente en sintonía con la profundidad y
la verdad de esas enseñanzas2.

La razón de esto es que había una gran diferencia en la forma en que los
dos tzadikim aprendieron la Torá. El Toldot aprendió lo que estaba escrito en el libro, y por
eso gritó: "¡En el Ari no está escrito así!" El Baal Shem Tov, por otro lado, estudió con el
Ari mismo, escuchó sus palabras con sus propios oídos y lo vio con sus propios ojos y como
resultado tuvo una mejor comprensión de las enseñanzas.

Esto es lo que los sabios nos enseñan: "Quien relata algo que escuchó en nombre de la
persona de quien lo oyó decir, debería ver como si el que habla estuviera delante
suyo.3 Siguiendo la tradición de la dimensión interna de la Torá, el Baal Shem Tov veía al
maestro cuya enseñanza estaba estudiando. El sagrado Zohar también usa
constantemente la frase "ta jazei" (‫)תא חָּ זֵי‬,
ָּ “ven y mira", sirviendo como una invitación a la
persona que está aprendiendo a ver realmente la fuente de sus palabras. Esto en contraste
con la invitación que se encuentra comúnmente en el Talmud de Babilonia "Ta shmá" (‫ָּתא‬
‫)שמַ ע‬,
ְׁ "ven y escucha". El Talmud se centra en las enseñanzas más exotéricas de la Torá
y es descrito por sus sabios4 usando el verso "Él me ha sentado en la oscuridad como los
muertos del mundo".5

El Toldot no es el único sabio que descubrió que hay una forma diferente de entender la
enseñanza, más auténtica y vital de lo que originalmente entendió. Una situación similar

2
Otra maravillosa historia nos cuenta que una vez, en un ascenso del alma, el Baal Shem Tov estaba
estudiando el santo Zohar junto con el Arizal. Debatieron sobre un pasaje en particular y fueron a preguntarle
al autor del Zohar, Rabi Shimón Bar Iojai, y dijo que el Arizal estaba en lo cierto. Pero el Baal Shem Tov
sostuvo que su interpretación era correcta e insistió en preguntar a la misma Shejiná [la Presencia Divina, que
era el tema de la enseñanza]. De ella vino la respuesta de que la interpretación del Baal Shem Tov era
correcta.
En el espíritu de esta historia, también podemos explicar la nuestra de manera diferente. No es que el Baal
Shem Tov estuviera más en sintonía con las palabras del Ari que el Toldot, sino que estaba más en sintonía
con la fuente de la enseñanza que hasta su propio autor. Como sabemos que el Arizal no escribió sus libros,
sino que fueron escritos por rabi Jaim Vital y otros discípulos, podemos decir que quizás el Toldot estaba más
en sintonía con las enseñanzas de los autores de los libros, pero Baal Shem Tov se unió a la fuente de las
enseñanzas, la forma en que el mismo Ari las había entendido.
3
Talmud Ierushalmi, Shabat 1:5.
4
Sanhedrín 24a.
5
Lamentaciones 3:6.

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está relacionada también con el el Maguid de Mezeritch, el gran discípulo del Baal Shem
Tov6.

Esta no fue una deficiencia de los dos grandes discípulos del Baal Shem Tov, porque esa
era la condición general del mundo de la Torá, que antes de la aparición del Baal Shem
Tov, estaba constreñido por barreras limitantes y alienantes, que no permitían un estudio
esclarecedor y vital de la Torá.

El Baal Shem Tov vino a inyectar frescura y vitalidad al servicio a Dios y a revelar la novedad
de la Torá para que las mismas antiguas enseñanzas pudieran ser vistas por los eruditos
con una comprensión completamente nueva. Como los sabios enseñan que en el futuro
"'una [nueva] Torá vendrá de mí', una innovación en la Torá vendrá de mí".7

6
En otra historia (que aparece en la recopilación del rabino Ginsburgh Or Israel Vol. 1), el Baal Shem Tov le
muestra al Maguid cómo su comprensión de un pasaje del Zohar es superficial en comparación con la
profundidad y vitalidad de la explicación de ese pasaje del Baal Shem Tov.
7
Midrash Vaikrá Rabá 13:3.

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