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PROFESOR: BACHILLER:
Millán Jonás Devera Genesis
CI: 22.832.703
Hasta las personas más sedentarias tienen una opción, el baile, es del agrado de todos
y requiere poco esfuerzo, sólo tenemos que ponernos la meta de bailar dos o tres veces en
la semana durante al menos media hora y estaremos cubriendo con la cuota de ejercicio.
La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI, que es el resultado, según los
expertos, de una compleja interacción entre genes y factores ambientales, tales como
nutrición, actividad física, calidad/cantidad de sueño, factores psicobiológicos y
culturales, etc. El ejercicio físico contribuye a evitar enfermedades como la obesidad y el
sobrepeso, lo que resulta fundamental, dado que nuestra sociedad es cada día más
sedentaria y más obesa.
Una de las premisas básicas al hacer deporte es hidratarte bien. Como prevención para
evitar un proceso de deshidratación en nuestro organismo es importante mantener el nivel
correcto de líquidos en nuestro cuerpo. Cuando un sujeto va a realizar un ejercicio de
intensidad y repetitivo debe hidratarse antes de empezar, mientras lo realiza y al finalizar
el mismo.
Cáncer: En una revisión con 1.4 millones de pacientes en 10 años, se observó una
reducción del 30% en la incidencia del cáncer de colon dentro del grupo de
personas que hacían ejercicio. Otra revisión, esta vez sobre 1.8 millones de
pacientes en 10 años, se observó una reducción de la incidencia del cáncer de
mama del 20 al 40% en el grupo más activo.
Diabetes tipo 2: Este padecimiento tiene que ver mucho con la mala alimentación
y la falta de ejercicio, por lo que son múltiples las investigaciones que avalan que
su control y prevención dependen en gran medida de la cantidad de ejercicio que
se realice, de hecho se sabe que, gracias a este se logra una reducción del 42% en
la incidencia de Diabetes tipo 2. El ejercicio también es útil para prevenir el
síndrome metabólico y mantener el Osteoporosis. Muchas personas piensan que
el ejercicio sistemático puede dañar los huesos, la realidad es que los fortalece, de
ahí que se pueda asegurar que las actividades físicas moderadas reducen la
prevalencia de esta enfermedad en un 17%. Según una revisión con 4 mil 100
pacientes, este nivel de ejercicio redujo el dolor y la discapacidad derivadas de la
artrosis, sobre todo en el caso de la artrosis de rodilla.