EUCARISTÍA DE CONFIRMACIONES

PARROQUIA SAN FRANCISCO DE ASÍS - CERRITOS

2019

COMENTARIO INICIAL

Congregados en la casa del Señor como una sola comunidad y en torno a

la persona de Monseñor Nelson Jair, nuestro Obispo, oremos por cuantos
en el día de hoy, recibirán el sacramento de la Confirmación, para que el
Espíritu transforme sus vidas y los constituya testigos idóneos del
Evangelio de Cristo.

PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS

El obispo, con la mitra puesta, se sienta en la sede.

Monición (después del Evangelio),

Después de haber sido preparados convenientemente durante este año,
quienes van a ser confirmados, son llamados y presentados ante el
Monseñor Nelson Jair, quien, en nombre de la Iglesia los acepta para
recibir este sacramento.

RENOVACIÓN DE LOS COMPROMISOS BAUTISMALES (terminada

la homilía)

Quienes van a ser confirmados, encienden ahora el cirio que cada uno
porta y que recuerda su propio bautismo, que los introdujo en la fe en
Cristo y en la Iglesia. La confirmación prolonga y ahonda el sacramento del
bautismo. Ahora ellos, por su propia autonomía y voz, hacen renuncia a
Satanás, al pecado y a sus obras, y profesan la fe de la Iglesia que han
venido a confirmar en este día.

Los candidatos de pie con el cirio encendido.

El Obispo, sentado, con mitra y báculo, los interroga. (Ceremonial de

los Obispos 463)

IMPOSICIÓN DE MANOS

Luego que todos digan: “Esta es nuestra fe, …, en Cristo Jesús, Señor
nuestro. Amén” o bien “Un solo Señor…un solo Dios y Padre”.

El gesto de la imposición de las manos es uno de los más antiguos en la

Iglesia y representa la entrega del Espíritu Santo y la consagración que se
hace de los candidatos. Hoy el Obispo, sucesor de los Apóstoles, impone
las manos sobre estos confirmandos e invoca sobre ellos el Espíritu de Dios
para que los colme con sus siete dones.

UNCIÓN CON EL SANTO CRISMA

Terminada la imposición de manos o al concluir la oración de imposición

“Por Cristo nuestro Señor. Amén”
Hemos llegado al momento culmen de la celebración. El obispo los marcará
con la cruz de Cristo para significar que son propiedad del Señor y los
ungirá con el Santo Crisma, signo del buen olor de Cristo. Ser ungido es ser
de Cristo, para dar testimonio de la verdad, anunciar el evangelio y buscar
la santidad sin desfallecer.
El Obispo de pie con mitra y báculo, moja el pulgar derecho en el crisma,
la cual es sostenido por el diácono, y traza el signo de la cruz en la frente
del confirmando. (CO 466)
 ORACIÓN UNIVERSAL

Amados hermanos: Oremos confiadamente a Dios, nuestro Padre; que

nuestra plegaria sea unánime, como una misma es la fe, la esperanza y la
caridad que el Espíritu Santo ha infundido en nuestro corazones, y digamos:

Padre de bondad, óyenos.

Por estos hijos tuyos Padre de misericordia, para que enraizados en la fe

y cimentados en la caridad, con su vida den testimonio de tu Hijo Único,
Jesucristo Señor nuestro.

Por sus familiares y padrinos, responsables de su fe, para que con su

palabra y ejemplo de vida, los ayuden a seguir fielmente a Cristo.

Por la Iglesia, congregada por el Espíritu Santo en la unidad de la fe y

de la caridad, para que en unión con el Papa Francisco, con nuestro
Obispo Nelson Jair, y con todos los demás pastores de tu pueblo, crezca
y se difunda entre todas las naciones, hasta la venida gloriosa de
nuestro Señor.

Por el mundo entero, para que todos los hombres, quienes tenemos un
solo Creador y Padre, nos reconozcamos como hermanos, y busquemos
con sincero corazón el Reino de Dios.