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que usó el Salvador. La del mayordomo infiel que estafó a su amo y aun
estar juntos en algún barracón del amo. Pero en la época romana en Palestina
muchas veces con sus amos. Esto es lo que nos demuestra el v. 4 junto con
que el esclavo estafador con su treta se había limitado a recobrar del amo lo
que este tacaño le había defraudado y que la frase «alabó el señor» (hay que
notar que la palabra Señor «kurios» en letra pequeña denota al propio amo,
decimos de uno que nos ha estafado: «¡Mira el gran pícaro! ¡Qué bien lo ha
hecho!» Una ironía quizá bastante amarga. La extraña parábola concluye con
conviene estudiar …
1. La valoración inversa que, Jesucristo hace entre los bienes terrenales y los
celestiales: nos convenía que Él usara esta frase, porque mientras estamos en
este mundo siempre vemos las cosas al revés de como son a causa de la
distancia de tres metros cubrirá tan sólo una casa, pero si lo acercamos a un
palmo de nuestro ojo nos parecerá que cubre toda una ciudad. Es solamente
el verdadero tamaño de las cosas. Jesús ve las cosas desde el lejano monte de
al mundo que nos rodea tan lejos de Dios somos tentados a veces a exclamar:
«Ya puede estar contento el Señor que le tengo en cuenta, le amo y le sirvo»?
E incluso podemos oír la voz del diablo, decimos: «¡Cuidado que no te
Ninguno de nosotros lo diría con nuestros labios, pero alguna vez somos
2. La visión exacta del más allá: los que hemos tenido la experiencia de una
guerra, podemos damos cuenta del valor de las cosas. Antes podíamos
adquirir una gran casa por unos pocos pesos, pero hoy por no haber sido
adquirir tan fácil ahora cuesta cien veces más, y esto es lo que nos revela el
poco? Todo lo de esta vida, que por su brevedad merece este calificativo. El
afán de vida que sentimos los viejos—me refiero sobre todo a los creyentes
fieles—es un afán de vida para glorificar a Dios, servirle mejor que como
pudimos hacerlo en los años de nuestra juventud, que nos parecían entonces
tan largos, y hoy nos parecen tan cortos. Así estaréis todos cuando hayáis
traspasado los límites de los setenta y estéis cercanos a dar el paso definitivo
a la vida verdadera. La vida aquí es sólo una escuela de primer grado, porque
a) El que merece la confianza del Señor. En 1 Ti. 1:12 Pablo dice: «Doy
gracias a Dios que me tuvo por fiel poniéndome en el ministerio». Dios vio
empresa).
Dios pueda tener una alta opinión de nosotros si un día queremos oír de sus
labios las benditas palabras: «Bien, buen siervo y fiel, sobre poco has sido
fiel …». Pues todo lo de este mundo es bien poco según la valoración exacta
que el Señor hace de las cosas presentes comparadas con las eternas.