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Ciencia, técnica, historia y filosofía

en la atmósfera cultural de nuestro tiempo

Nuestra vida corporal discurre, de ordinario. sobre la Ue-


1Ta y denb·o del aire. La tierra es casi íntegramente posesión de
alguien: individuo o Estado. Es, dícese en Economía, un bien
con precio, y precio alto. El aire -por ahora- es un bien inapre­
ciable, es decir: sin precio ni fijado ni fijable o por la graciosa­
mente llamada democracia del mercado o por una Autoridad,
con más poder bruto que gracia y eficiencia.
Ahora se sabe que el aire es una mezcla de oxigeno y ni­
I rógeno, sobre lodo: y. en pequeñas dosis, de vapor de agua,
nrgón, neón, belio ... Eso nos lo dice la ciencia físico-química. La
vida nos dice que el aire es al.mósfera: palabra griega que, verti­
da al lenguaje corriente. si-gnifica: esfera en que respiramos.
Tal es su función vital; y tal lo ha sido para el hombre. probable­
rnente desde hace ur1 millón de años. sin cambio apreciable de
composición. Mas que el aire sea una mezcla de gases, de cuá­
les y cuánto de cada lmo es descubctrniento de la ciencia, y no
<lcbe datar de mucho más de un stglo.
La mente. alma o espü·itu del hombre vive dentro de otra
,'\t mósfera. Son casi coetáneos el clescub1;mieJ1 to de la com posi­
ción física ele la atmósfera material, y el ele esa atmósfera del
alma que se denomina "cultura de una época» o «concepción del
universoi,. Saber de qué se compone, y en qué proporción y cuá­
h s son sus cambios, tempestuosos o coüdianos. es toclavia más
nwdcrno clescub1imienlo. Démosle un nombre al descubridor:
·I dt• Uíllhey. Hasta él respiró cada época de manera inmediata,
hH·o11s<'ie·nte. global, cual los pulmones el aire. su concepción

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del universo, su atmósfera cultural: mas no supo ni qué era ni l. ¿QUÉ ES CIENCIA. COMO PRJMl:;R Y PRlMARJO lfü<;MENTO
de qué se componía. La respiraba; no lo sabía; le faltaba algo así DE NUí�STRA ATMÓSFERA CULTURAL?
como la fisico-quimica de su cultura.
Nuestra alma o espíritu cambia muchísimo más y mas ¿Qué es ciencia para nosotros; para nosotros los hombres
radicalmente que nuestro cuerpo. En on millón de años la at­ del siglo x.x.? Qué fue o qué entendieron por ciencia g1;egos. me­
mósfera física no se ha alterado notablemente. pero la atmósfe­ dievales. renacentistas. es cuestión de historia a la que hemos
ra cultural se ha transformado al menos seis veces; o por la dado ui1 discreto diez por ciento. frente a setenta por ciento de
introducción de nuevos elementos o por cambio en la dosifica­ ciencia y técnica actuales: y qué será ciencia para los hombres
ción de los preexistentes. Cambios equivalentes. dicho en len­ del año tres mil. del treinta mil. del trescientos mil. del tres mil
guaje físico, a los de introducir en la composición del aire vapor miJJones, es cuestión de superprofecía. y no nos con-e prisa de­
de oro. o invertir la dosificación de nitrógeno y oxigeno. 20 por cirlo, fuera de la advertencia de ser modestos y cuidamos de no
ciento para el primero y 78 para el segundo. hacer el 1;diculo con pretensiones epocolátricas o egolát1icas.
Componentes formales de nuestra atmósfera cultural son Ciencia es. pa ra nosotros. un ideal: el ideal de conocimiento
ciencia. técnica. historia, Olosofía. teología, derecho. arte. ¿Cuál teórico, técnico, ontológíco, fenomenológico. objetivo y sistemático.
es la dosificación típica de todos ellos en nuestra época. o sea, Por lo pronto a todo campo de conocimiento y acción le ha
cuál es la composición de nuestra atmósfera cultural? entrado la obsesión ele ponerse en regla con la ciencia. Biología.
Los tantos por ciento en que voy a hal>lar no poseen, claro economía. sociología... biblioteconomía, periodismo, folklore...
está. más que un valor simbólico. Y. por supuesto. lo que se dirá aspiran a ser ciencia: y a ratos se creen serlo ya. Y ostentan,
es más bien planteamiento que pretensiones de definitiva res­ con pretendida inocencia o con discreta complacencia. estadís­
puesta. ticas, formulitas, fórmulas, conceptuaciones y axiomáticas in­
Nuestra concepción del universo, nueslra atmósfera cul­ cipientes ... ante la corte suprema científica presidida desde hace
tural o el aire de nuestro espúitu se compone ele un cuarenta siglos por las Matemáticas. acompañadas; ahora de física y ló­
por ciento de ciencia, de un treinta por ciento de técnica; de un glca. A la filosofía actual también le ha entrado tal «complejo»; y
diez por ciento de historia; de un siete por ciento ele filosofía: de se habla de la füosofia cual de la ciencia por excelencia y emi­
un cinco por ciento ele derecho: de un cuatro por ciento de arte; nencia. frente y sobre las demás ciencias que, desgraciadas. no
de un dos por ciento de teología. y dejemos un dos por ciento saben. aun siendo ciencia. ni lo que son, ni lo que deben ser.
para otros elementos. En otras épocas -en la medieval, por ejem­ Las pretensiones son de lo más barato que hay: y con bien
plo-. la dósis de teología debió ser el ochenta por ciento: un cin­ poco se suelen contentar los pretenciosos o pretendientes a la
co por ciento para la filosofía. "esclava de la teología•. y un me­ mano de Ciencia. Caigamos en cuenta de por lo poco que se dan
dieclto por ciento para ciencia... Atmósfera de gases asfixiantes a sí mismos el titulo de científicos y se meten a hablar de Cien­
fuera para medjevales nuestra atmósfera: y para nosotros. la cia, de crtsis de la ciencia ... comparando todo ello con lo muchí­
suya. simo que incluye el ideal actual de ciencia. ideal de los científi­
Es, por tanto. ele decisiva importancia saber qué es cien­ cos e11 serio. a tiempo completo y de por vicia.
cia. técnica, historia y füosofía -los demás componentes que Tomar el conocimiento por ideal según el cual organizar
«perdonen por Dios». Un poco por justicia y otro poco por urba­ ínLegramente la vida es empresa de nuestros días -los que van
nidad se les hará el debido acatamiento a lo largo de estas li­ creciendo en duración desde el Renacimiento. Antes, en el pa­
neas:Y comencemos con el tema «qué es ciencía», el oxígeno de sado inrnecliato, el ideal de la vida humana lo constituia la
miestra atmósfera cultural. salvación del alma. a lo largo de la peregrinación por i.m valle
de lágrimas. El conocimiento modelo o ideal era la teología. su
l'onclo, la fe: y su altavoz, la autoridad. Así que acción salvado­
ra f rente a conocimiento de la realidad. Hay un cono.cimiento
pn.íclico de la realidad -el que dan los sentidos naturales, el

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que de lo que de ellos dan abslrac idea y conceptos, en unos: ve:-rcmos si sirven o no para vida eterna, para dar razón a la
en otros. saca experienc-ia. hace expertos hábiles, artesanos Biblia y para merecer la aprobación ele moralistas... Mas a
diestros; proporciona recetas. procedimientos. !.rucos y maflas, medida que se ha ido sabiendo con conocimiento teórico-técni­
secretitos de oficio ...-: por sobre él el hombre inventó el conoci­ co qué son las cosas. el para qué de ellas ha resultado ser el
miento teórico. o de lo real por 111edio de teoría y de teo1ia pnra hombre. y no la vida eterna. la moral natural. .. : todo ello. eso
conocünJent.o ele lo real, y. conocido lo real por teoría, dominar­ sí sometido al hombre. El conocimiento teórico-técnico ontoló­
lo. Nada de teoría ptU'a. contemplativa. abstracta cual ideal gico es antropológico. La ciencia versa ya sobre qué son las
final. o visión eterna de la Verc.lacl-Dios: sino teoría paTa saber rosas. mas de modo que lo que ellas son lo sean. efecllvamen­
qué es una cosa y, sabido el qué es. aprovechai·Ja. b·ansfo1·­ Le. para el hombre. Van tres componentes.
máIJdola o no. para que sirva al hombre. A esta fusión entre El ideal cie ciencia abarca un nuevo componente; el [eno­
teoría y practica llamémosla lecno-logía: y al sabio tecnólogo. menológíco. El ideal ele la ciencia, dícese con otra palabra más
Y ahí están esos ejemplares de tal fusión teórico-práctica que 11sada, es la Verdad. Pero hay que ver qué ele cosas enliende la
se llaman física. química... o arquitectura moderna: y esotros gente por verdad. por esa palabra que Lanto llena la boca. y que
aspirantes a ella, cual economía. biología. Lo más fino de las se la pronuncia con in.disimulable retintín de amenaia y maza­
matemáticas y lógica -lo teórico. por excelencia- ha pasado a zo final decisivo. Verdad es lo que una cosa tiene de patente o de
ser teoría de lo fisico. de lo real. y teor1a directora de la técnica, manillesto ante se11üclos y entendimientos; se opone. pues, a
de la praxis ordenada, planificada, lejos ya del abigarramienlo oculto, a oscuro y penumbroso. Pero lo que sin más o natural-
y bazar de inventivas. ocurrencias, trucos. recetas de aquellos 1nenl.e ostentan ante nosotros las cosas -desde ai1·e. portien-a.
tiempos en que conocer era, cuando más. ideal de una parte a dos. a hombre. a sol...- es lo más insignificante: minucias y
del hombre: la destinada --decíase- a vivir en ob·o mundo. ya perifollos. Será tan patente cuando queramos la luz -tan fenó­
desde éste; y no era el ideal del hombre íntegro y real que lo es meno cuanto se quiera. dicho en griego-; mas lo que nos mani­
ya, el de este mundo y de un mundo ya para él. Así que el ideal fiesta la luz de sí oculta lo que ella es: y con grandes dificultades
moderno de ciencia excluye por igual el conocimiento abstrac­ se ha llegado a saber que luz es. realmente. movimiento ondula­
to y el empí rico: incluye el teórico-técnico. Primer y segundo torio l1·ansversal de un eampo electromagnético cuya energía se
componenLe. El ideal de ciencia actual exige conocimiento teó­ condensa en fotones. Eso es realmente: y. por saber que lo es. el
rico-técnico onlológico; prescinde. por ello, del conocimiento hombre que lo descubrió puede producir luz. La verdad de la
valoral o axiológico. Es decir: de toda valoración o enjuicia­ realidad no es lo que ostenta. lo evidenle: es lo que el hombre ha
miento reUgioso. moral o estélico. Prescinde de ellos; no los conseguido, por inventos, que ostenten las cosas. El ideal de
niega ni los impugna. si ellos no se entrometen en el campo de cie11cia actual es (enomenológ'ico real; hacer aparecer lo que las
la actitud e instalación cientiucas. La teología ocupó el campo cosas son. ocultado por ellas mismas bajo la forma de sus apa­
de la astronomía hasta Ga1ileo. en parte por impotencia de la riencias o parenciales inmediatos o naturales. Ciencia actual
filosolia. esclava de la teología. y en pai-te por la cle1lciencia 1·s. por eminencia. ontología fenomenológica real. cosa que no lo
multisecular de la ciencia y lécnica fisica. Por ello se podía t"� la así llamada y cacareada por tantos filósofos. Van cuatro
babla1· ele opiniones c1stronómicas. heréticas. próximas a he­ <'ornponcnles del ideal definidor de la ciencia actual.
rejía ... Galileo colocó cuestiones como •cuál es el centro del Sea el qt1lnlo: objeUvo. Por él se descarta la subjetividad,
mundo. si el sol se mueve o no. si se mueve o no la l.ierra. si los la ro11ciene1a. el yo. el tú: Yo Galileo. Yo Leibniz. Yo Newton... Yo
astros son cuerpos corn1ptibles o inco1Tuptibles, si cielo es cielo Linslcin ... Cua11do se habla, porque está en el ambiente. de la
o cielo es como la tierra...•. los colocó. digo, eo nivel ontológico: 11/�jc.lividacl de 1A ciencia, todos entendemos ya que por él se ex-
el de qué es la realldacl, y prescindía del axiológico valoraUvo 1'!11ye el qt1e el yo -así sea el dePlalón. el del Papa reinante, el
moral y religioso. Con él se lnaugura oficialmente ese compo­ tic· Oppcnhelmer. el de Gauss o Riemann- entre cual uno de los
nente del plan científico moderno: conocimiento teórico-técni­ 1·omponcnlcs necesa1ios y propios de una aflnnación. teorema
f
co ontológico. Primero. sepamos qué son las cosas: después 11 "x10111a c1e11ti icos. En las frases «el teorema dePitágoras•. •la

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teoria de la relaUvidad de Einslein ... », mencionar tales nom­ ordeu interior. De esos moldes han salido las cosas matemáti­
bres ilustres no pasa ele ser un acto de deferencia histórica. no cas con estructura de ciencia de principios; las físicas, con la
un paso de la demostración. Pero esla interpretación de «obje­ de causa-efecto, y así de Jas demás.
tivo� es mucho menos importante que esta otra: objelivo es Tales procedimientos o moldes realizan, cada uno a su
Imparcial. frente a esas actitudes y malas costumbres huma­ manera. el ideal de sistemaUCismo.
nas de parr.ialJzarse, cual en política. religión. a1te... : sean Cuando empleamos. pues. la palabra Ciencia no la tome�
actitudes y hábitos ele individuos sueltos. o ele corporaciones. mos en vano o en vago. Es un tipo de conocimiento teórico-léc­
de rglesias o de Estados. La ciencia no es de nadie. Sus adqui­ nico. ontológico, fenomenológico, objetivo y sistemático. obteni­
siciones son de lodos por igual, sea cual fuere su moral. for­ do según alguno o algunos de cinco modelos.
mas políticas, religiosas. La ciencia. o conocimiento teó1;co­ Cuando oigáis o leáis que ciencia es «conocimiento de las
técnico-on tológico-fenomcnotógico es Ltn bien de la Humani­ cosas por sus causas o princlpios11 recordad que es una verdad
dad. Cumple. sin pretencioso ele exhibicionismo. lo del Evan­ a medias o en una cuarta o quinta parte, y que se le escapa lo
gelio: ,,el sol sale poi· igual para justos y pecadores. y el cielo decisivo: Ciencia es un ideal; un acorde de seis notas. de seis
llueve por igual sobre buenos y malos». exigencias extremadas. Si suena a la vez. y en su debido tono.
En una tercera acepción. objeUvo descarta secrelismo. Si ctencia será ciencia actual: uno de los componentes de la at­
la circunferencia pudiera, en un momento dado. ocultarnos al­ mósfera cultural de nuestra época.
guna ele sus propiedades o escamotearnos algunos de sus pun­
tos; si al protón pudiera darle la gana de no descub1;r la masa !l. TECNlCA, EN CUANTO SECUNDO ltLEMENTO DE NUESTAA
gravilaloria, es decir: pudiera pesar o no pesar. si lo quiere, no ATMÓSFERA CULTURAL
sería posible la ciencia. Lo real no tiene secretos: lo oculto no
esta ocultado. Lo real es leal, decía Einstein. En orden de importancia. la técnica ocupa el segundo
La ciencia no tiene secretos y se lrata con una realidad que lugar entre los componentes de Ja abnósfera cultural normal de
tampoco los tiene. De ahi que la sensación de seguridad que da la nuestra época.
ciencia al cienüfico sea el gran sustituto de fe y de confianza. Pero aparle de la vaga i-esonancia conceptual que tinti­
Por fin: la ciencin actual completa el acorde ele los compo­ nea en términos cual técnica, técnico, tecnocracia, tecnócra­
nentes de su ldeal con el ele «sistemáUco•. Negativamente exclu­ tas. tecnólogos ... es ineludible tratar de definir qué es técnica y
ye de sj el enciclopeclismo. cliccionarios. inclices. tarjeleros. Todo técnica actual.
puede hallarse en una enciclopedia. por orden alfabético; y el Que respiramos técnica. ele mañana a noche. basta. para
mismo libro suele damos la misma materia en forma sistemáti­ mostrarlo. con hacer un somero recuento de lo que nos rodea.
ca en el texto y en forma alfabética al final, en sus indices. Todo usamos y consumimos. Y tal vez. fuera de unos esmirriados ár­
ello: enciclopedias. etc .. son instrumentos preclentiflcos. Sisle­ boles, tolerados y pocos: de unos ríos, benévolamente asi llama­
máüco excluye erndición y emditos, aficionados. marisabidillas cl<>s µor tradición, sin fundamento ya, embaulados y malolien­
y seiioritos. Pero exige posillvamentc oJ"den: un orden tal que tes; Lle w1 sol. cuidadosamente evitado; ele alguno que otro pá­
abarque tocio. Muchos procedimientos ha inventado la ciencia jaro despistado: de un cielo apenas rni.rado. y de unos montes
para imponer orden a esa 11ovizna tropical -continua y variada­ defendidos heroicamente por nuestros paisajistas. no haJlare-
de elatos. curiosidades, ocurrencias. recelas, atisbos, hallazgos. 111os cosa que se presente y obre con su materia, ror:rna y usos
afim1aciones. aparatos. que cae sobre sentidos y mente desde naturales. ¿Qué hacemos aún de natural con nuestro cuerpo y
hace siglos. Menciono cinco: imponer orden. o sistematicismo. alma? ¿Quién camina aún a pie. .fuera ele unos desgraciados y
por la correlación ele principio a principiados (axiomas a teore­ desgraciab\es seres Uamados peatones? ¿Quién va a ver las co­
mas), por los Lle causa-efecto. elementos-todo, abstracto-con­ ius 111is111as. y no prefiere verlas en cine o televisión?
creto, nalutifacto-constructo. Son los grandes modelos o mol­ Nuestra atmósfera fisica. geográfica, anímica es artificial,
des para dar a los diversos lipos de cosas sistemaUcismo de c·n•¡'ie11lcmenle artJficial. Lo natural retrocede, cada vez más, al

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fondo. al trasfondo del fondo; y tal vez no larde muchos años el dades y potencias esenciales. no da para hacer o engendrar un
que cambien a nuestra alma de cuerpo. conio se lo han cambia­ avión, w1a media ele nylon. un submatino. un lápiz, un televisor,
do ya a nuestra voz: de salida ele boca. garganta y pecho a sali­ una axiomática. un esquema lógico. unas coordenadas...
da de discos o cinta magnelofónica: y se le están ya sustituyen­ Lo rutificial, los artefactos o tecnemas, es ele otro orden
do a lógica y malemáticas las potencias naturales ele que ellas que lo natural; y lo natural. por muy formado que esté: oro.
se servían en monopolio especifico, cual el entendimiento, y ya mám1ol. lino, uranio, petróleo. hierro.... ha sido rebajado todo:
«discun-en• y «calculan» máquinas. Si no inventamos otras fae­ materia, forma y propiedades. al nivel de mate11al en bruto; ha
nas al entendimiento, -pronto no sabremos qué hacer con él y se sido descalificado en su constitución óntica y ontológica, si se
atrofiará cual ciertos órganos de nuestro cuerpo. me excusa la altisonancia de estas palabras g1iegas castellani­
Los que inventaron sílice tallada o cuchillo ele piedra. rue­ zadas.
da, rueca. Uecha. cazuelas, bastón. timón, balsa, ladrillos... no Entre natural y artificial, entre naturaleza y lécnica. en­
supieron que desencadenaban una reacción en cadena, una tre hombre natural. el más inteligente. y el técnico. se interpo­
avalancha de novedades, de anlinaturalidades, de monstruos nen un abismo sin fondo. No hay puente lógico; hay que saltar.
que, milenio a milenio al principio, siglo a siglo después, y ahora con ese tipo de sallo, llamado por Hegel unas veces dialéctico;
día a día. amenaza con, sorber la sustancia de lo natural y los olras. cualitativo.
naturales sesos del hombre. y transustanciar todo en artefac­ La tlsica moderna, la cuántica. perdió, no hace mucho
tos. en ser arUficial. en tecnemas ... más de medio siglo, el miedo a los saltos cuantitativos; «si la
No nos fiemos de la mansedumbre con que nos sirven la naturaleza no da saltos•. Natura non íacil sallus -dicho sea en
escoba o la pulidora, de la docilidad nonnal y asegurada del el honisono latín medieval-, la técnica los hace, la física cuán­
auto; de la abnegación, no pretenciosa, del altavoz; de la pa­ tica los da; y es uno de sus axiomas típicos el de cuanlilkar, es
ciencia, admirable e inagotable, del papel...; ni nos t.ranquiLice decir: determinar la magnitud del salto. la magnitud del quán­
esa otra servicialidad sutil de fórmulas. esquemas de verdad. tum de energía que dé para saltar de un nivel a otro.
axiomáticas. sistemas de coordenadas. Lodo ello inventos, arte­ Los filósofos todavía padecemos -salvo honrosísimas y
factos mentales. y no engendros de entendimiento natural. raiisimas excepciones- de mieditis cuántica, de continuismo
«Dichosa edad y dichosos siglos aquellos,, en que podia, enlitativo. Dicho en otra forma, para que de una u otra se me
con sencilla verdad, decir Aristóteles: «si la naturaleza hiciera cntieuda: padecemos de miedo a novedad, de idolatria a la iden­
lechos los haría como los que. por técnica, hacemos nosotros: sí tidad. al ser. de qujen se dice, desde Parménides, ser la identi­
nosotros por técnica hiciéramos plantas las haríamos como las dad su at1·ibuto esencial. Y todavía creemos, entre inocentes e
que engendra la naturaleza», «que la técnica no hace más que 1g11ora11tes de lo que pasa en ciencia, que pelearnos por qué es
imitar a la naturale2a, cuando ésta es perfecta. o ayudarla a el se1·, qué es esencia... es nada menos que gigantomaquia -lu­
que llegue a su perfección cuando, por un accidente. no llegare cha gigantesca entre gigantes.
ella de por si y sola a la pe1·fección propia». Santa Teresa pudo decir con verdad aquello «ele que entre
No nos atreveríamos nosotros. ni siquiera los más beatos Jos pucheros también anda Dios». pues las cocinas de sus con­
aristotélicos. a ejemplificar diciendo: «si la naturaleza hiciera ,�eulos eran casi naturales cocinas. por todo: desde rnate1;a1 y
aviones los baria como nosotros por Lécnica los hacemos; si no­ Ion na de pucheros. por fuego, a manjares. Dios creó la natura­
sotros hiciéramos por técnica un cerebro nos resultaría co1no el leza. los cielos y tierra naturales. y lo que en ellos hay; nada,
natural. como el que nos nace». Dltiamos. más bien: •Si la natu­ p11es. más consonante que el que entre tales pucheros, fuego y
raleza se pusiera a hacer aviones o submarinos le resultruian 11rnnjares anduviera Dios, cual paseaba. así nos lo dice la Bi­
sin remedio, peces o pájaros; sl nosotrns nos ponemos a hacer l? lia, por el paraíso te1Tenal al caer de la tarde para lomar la
cerebros. nos resultaria. sin remedio. un cerebro electró11ico,. Es fn,sca, bien apetecible en eJ marasmo Lropical de Mesopotamia.
que nuestro arle y técnica no imita ya a la naluraleza: y la nalu­ Pero en nuestras cocjnas, verdaderos laboratoiios. equi­
raleza. con toda su perfección a cuestas, y con todas sus propie- ¡,atlos ele ollas de presión, gas y electricidad. hornos gradua-

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bles. lavadoras y secadoras. neveras... ¿andará el Dios natural pecie de centauros. Algo semejante piensan, tal ve-¿, las águilas
como se paseaba en las cocinas de los trogloditas o en las no a la vista de los aviones.
mucho más avanzadas de un sencillo convento de monJllas en Ya no pueden pensarlo tanto esos acicalados pen-os que
Ávila, allá por los nnales del siglo xvr? nos ladran, un poco despectivamente, a los peatones. desde las
Lo natural se ha ido al fondo de nuestros aparatos. de ventanillas de ciertos autos de lujo.
cocina o no: sus fom1as. operaciones y usos ya no son nalura­ Realmente, en realidad de verdad, el hombre actual es un
les. Son, y recalco en el verbo se r. son inventos. creaciones. híbrido de naturaleza y técnica. Y lo más grave del caso se con­
productos del hombre; no del hombre natural, sino ele un hom­ centra en que lo es porque él se ha inventado ese modo de ser
bre que se ha improvisado el po1· si mismo eso de ser inventor. híbrida.mente, y se lo inventa e impone a la naturaleza.
creador, productor de lo que Jamás. dejada, a sí misma, pudiera Nos hallamos, pues, siendo todo: naturaleza y hombre en
hacer la naturaleza, ni la suya ni la exlema. Si unos pocos. que estado de híbridos. ¿Y nos extrañamos ante la magnitud y nove­
son ya miles, son los inventores, la humanidad ha inventado dad de los problemas de toda especie: de religiosos, políticos.
las acciones y hábitos de servirse de los inventos. lo que es un urbanísticos ... hasta científicos y filosóficos que tal hibridismo,
invento de segunda mano; todos los hombres, en todo. se van en desan-ollo, nos Impone o nos hemos impuesto y propuesto
progresivamente convirtiendo, improvisando, aprendiendo. a ser cual aventura y empresa del hombre actual. y. por ello, del uni­
creadores de segunda mano, respecto de los creadores de pri­ verso. y, de consiguiente. del ser?
mera que son los inventores y productores de artefactos: inven­ Que tal modo de sernos y hacer ser a todo sea una aven­
tores de nueva manera como el ser es. Y perdonad este desliz tw-a.y una empresa no podemos ni perderlo un solo momento de
fraseológico, premeditado, hacía metafísica o filosofia primera y vista ni, visto, disimulárnoslo cobardemente.
primaria. como la llamaba Alistóteles. Contra una aventura y empresa de tal calibre -perdonad
Pero inventos o artefactos no lo son lan sólo neveras. au­ que lo califique de ontológico-. no existe ni puede montarse una
tos, televisor, máquina de escribir, imprenlas. aviones. máser y compaüia de seguros ontológicos.
láser...: inventos son. y artefactos, nuestras formas políticas y La técnica no es un procedimiento para inventar y usar
sociales, religiones y artes. Que la democracia sea un invento y aparatos o hacer edificios, pretenciosos rascacielos o modernas
artefacto. en nada la descali1lca; al revés. Puestos a recorrer dis­ Lorres de Babel; la técnica es la aventurada empresa inventada
tancias sobre la tiena, mejor lo hacemos en auto que con las por el hombre de dar a todo un nuevo Upo de ser: el artíficial. ..
piernas; y. pueslos a excavar, mejor lo hace una excavadora me­ ¿Terminará tal empresa en bienavenluranza o en mala­
cánica que un natural picapedrero. a pico y pala. Puestos y em­ ventura? No sabemos ni podemos saberlo. Se trata de algo nue­
peñados en vivir un millón de hombres juntos. suerte tenemos del vo en la historia de la humanidad: y lo nuevo no tiene ni vigilia
invento de ciudad moderna, por deficientes que sean su urbanis­ ní octava.
mo y organización. Y bienvenida sea la invención de iglesias para •Quien no se avenlurn no pasa el man. dice un refrán
no tener que hacer de trogloditas religiosos en catacumbas -en que debieron repetirse hace unos siglos Colón y compañía.
canteras abandonadas. lrocadas en cementerios e iglesias. Nos Quien no se aventura a lo técnico no pasará el mar de lo
quejamos. a veces. de lo arWlcial -ciudades, autos, teléfonos. go­ nalural. Lo malo del caso consiste en que. como en parecido trance
bierno ... Todo eso son hijos nuestros, muchisimo más y mejor que dería Pascal. estamos embarcados ya: embarcados en técnica.
los naturales, al modo que el creyente está convencido de que es
él. y lo natural, muclúsimo más y mejor. más hondo y decisiva­ 111. IIISTORíA. COMO TERCER ELEMENTO DE NU!<.:STRA
mente, hijo de Dios creador. que lo es de sus naturales padres. J\TMÓSF'ERJ\ CULTURAL
El hombre actual es, todavía, un híbrido de natural y arti­
ficial. de naturaleza (o esencia) y técnica. •¡Libertad! ¡Cuántos crímenes se han cometido en tu nom­
Si a una vaca le diera de repente un ataque de entendi­ bt !" : frase célebre. apóstrofe o insulto, si no inventado por un

miento, pensaría. al vernos pasar en moto. que éramos una es- lutabtr11i0, tirano, dictador o dictadorzuelo con ínfulas de sabi-

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hondlllo. si digna de que se la ofrezcamos al ctlclador.lUelo si­ de Adán y Eva. y ele la serpiente. si queremos descargar un poco
guiente que esté preparando ya su proclama o pronunciamiento. a uuestros primeros padres. ele semejante descomunal rcspon­
¡Historial ¡Cuantas definiciones se han cometido en lu sabili<.lad que. aun. está trayendo cola.
nombre! Como son tantas y Lantas. una más puede pasar lm­ Pero el hombre aprendió de Dios cómo se hace historia o
perciblda, o. como se dice en la deliciosa Jerga de econo111ia del qué es historia.
mercado de competencia libre. una más no va a alterar el pre­ Historia se hace y es una serte temporal y orcleuada de
cio: el concepto corriente de Historia. Lnventos que hagan estela coherente en los anteriores. O s1 me
La manía de hacer historia o de hacerle a todo su historia excusáis el tufillo popular de la frase: Hislo11a es sa1·t.a ele J11-
no data de muchos siglos. La historia que hizo l)!os en persona ve11los que traen cola.
abarcó nada más seis días. y en el séptimo descansó. La histo­ Estelas en el mar hicieron ya las barcas y galeras anu­
ria divina del mundo se acabó el primer sábado de la primera guas; y estelas producen en el aire. bien Visibles. los aviones de
semana del mundo. En seis días se hicieron a golpe de pala­ propulsión a chorro. Y estelas dejan. ostentosaruente. los cohe­
bras, de i.Hágase», cielos. Uerra, firmamento. plantas. animales tes de cualquier feria.
y hombre. Lo que pasó después del Gran Sábado compone la No nacen arcos ni Oechas, ni anclas ni Limones ni remos.
historia divino-humana: el recuento de los desperfectos y des­ ni aguja. hilo. ruecas y lana.... ni murallas ni plazas. ni teas ni
trozos causados por el hon1bre, remendados por Dios de cuando fósforos... ni cónsules. llibunos, emperador. papa. rey. presi­
en cuando en el Antiguo Testamento. y remediados por Cristo dentes de república... Todo eso. e infinitamente más. son JJ1vcn­
en el Nuevo. aunque el remedio sea de multiseculannente len­ los. enmn teriall:í'.ac:lón de ocurrencias geniales.
tos efectos. En total la historia divina del Mundo cabe holgada­ Pero quien tuvo la ocun-encla de hacer Iue�o-y no sólo la
mente en unos milenios. paciencia de aguardar a que la naturaleza lo hiciera- y consi­
llagamos unos segundos de silencio para marcar reve- guió invenlar un procedimiento fijo y disponible pru·a hacerlo, e
rentemente la distancia entre Dios y Gamow. inventó, pongo por caso. ese complejo. ya simplejo para noso­
Gamow, en la sugerente obra suya Lc1 creación e/el uni­ tros. de pedernal. hierro y yesca. desató una avalancha de in­
verso (1952). chispeante en ingenio. bien servido de matemáti­ ventos coherentes con los anteriores, una ver, enn1ateriatb:a­
cas y física las más modernas, nos dice. resumiendo él mismo la dos. fl'ósforos engloban desde hace poco en su estela a yesque­
historia de la creación nalural-cienlifica del mundo: •En menos ros prirnlt ivos. no tanlo que los nacidos a primeros ele este siglo
de uua hora se hicieron los átomos: eu LU10S pocos centenares (xx. n.c.) no los hayamos visto usar por nuestros pacli-es. y al
ele millones de años, las estrellas y planetas: pero han sido me­ englobar los fósforos a los yesqueros. los descalifican. los vucl­
nester unos tres mil millones de aiios para que se hiciera el vc11 «obsoletos•. «piezas de 111useo•.
hombre•. En cuanto al f'inal del universo, y con él el ele la histo­ En la estela ele auto. cslán honrosamente jubllndas bigas.
ria humana. baste recordar que nuestro Sol liene aún por de­ rarro:,.as. diligencias: a la espera de que algún olro Invento den­
lante unos cinco mil millones de años. antes de que consuma lro de la línea general ele anular espacio y tiempo t'On velocidacl,
en radiación su provisió11 de hidrógeno. Largo nos lo fían. Acep­ relegue a nuestros pretenciosos autos a Nenerables jubilados•.
tamos lo fiado. y confü:monos a la ci<'ncia y Lécnlca. que es cual En la eslela o cola de geomelria ax:lomáUca se hallan englo­
fiarnos y confiar nuestros pulmones al aire. lmdas ordenadamente la geomettia del heleno Eurlicles... y las
Dios no hizo el mundo de un golpe: todo de una vez. Lo ,·asi conlcmporáncas muestras ele Gauss. Lobalschcvski, Rlc-
hi:1,0 hislóricamcnle. con ritmo temporal y orden temporal ele 111un11; y n formar parte ele la eslela o cola de la teoría de la
creaciones ascendentes desde cielo a hombre. n•l,ttlvlclacl ha pasado la fislca ele Newlon, que a su vez hizo
La creación. y la historia. la detuvo Dios. y se terminó con pasar n lri cola la fisica medieval y La griega.
el hombre. Hablando a nuestra manera: la humana -y yo no No creamos que esa forma política nueslrn que llamamos
tengo otra-, tal fue su primera intención. La historia propia­ cl1·rt1<>c·rnrta sea un engendro natw·aJ cual son limonero. a111c­
mente humana del mundo es producto. y se origina. del pecado lla. wrlc'braclo superior, hon11iguero o avispero... Es un i11vc11lo.

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producto o enmaterialización eficiente de una ocun-encia ge­ Allá, de párvulos, nos echaban a veces los maestros a la
nial, de una aventura emprendida, como siempre, por unos po­ cola de la clase. ¿No aprenderemos todos. en todo, a irnos dis­
cos; empero, sobrevenida o emergida al mundo humano, relegó creta y voluntariamente a la cola de la historia en el momento
a su cola a esos otros «inventos,, o «formas sociales inventadas,, oportuno? Para ello hacen falta muchas cosas. acéptase la va­
que son, o fueron, monarquía constitucional, monarquía abso­ guedad del calificativo cuantificador de <•muchas», pero entre
luta, tiranía... y regímenes tribales. Todos esos fueron, en su ellas una: sensibilidad a las auténticas novedades. a las nove­
tiempo. inventos. consolidaciones de ocuITencias y aventuras. dades cuajadas o fraguadas en inventos. Novedad que no cuaja
Ahora son piezas de museo, o cuando más andan por nuestro en invento es novelería. Y ocurrente que no llegue a inventor no
mundo. a veces, cual decorosos jubilados. pasará de novelero. Los noveleros y novelerías son peste típica
La historia se mueve a golpes o al compás de inventos. de nuestra época. precisamente por ser, de manera espectacu­
A veces un invento durará siglos y siglos, por no advenir otro larmente destacada, época de inventos.
que lo eche a la cola y lo desvalorice cual anticuado, antigua­ Inventos, aventura y empresa forman el complejo catego­
lla. anacronismo... Que en las piezas musicales notas hay y rial de la histo1ia en cuanto historia.
acordes que duran los mismos por compases y más compa­ No hay ciencia, en nuestros días. que no lleve a cuestas
ses. sin peligro de caer en monotonía. gracias a la provisión su hist01ia. Matemáticas, historia de las matemáticas; quími­
descomunal de la inventiva musical. Mas. en la historia, in­ ca. historia de la química; biología. historia de la biología: filoso­
ventos hay -de formas políticas, sociales, religiosas, científi­ fia, historia de la filosofía; arte. historia del arte; religión, histo­
cas. técnicas...- que duran por siglos, que se obstinan en per­ ria de las religiones; economía, historia de la economía: técnica.
durar... Son los remansos. las marismas, los tradicionalismos historia de la técnica y así de lo demás. En primera potencia;
de la historia. Pero, al primer •invento• que sobrevenga, pa­ que en segunda surgen filosofia de la histo1ia e Historia de las
san, sin remedio, a la cola. al museo; y les sucede instantá­ historias de la filosofía: Filosofia de la historia de las religiones,
neamente lo que al retrato de Dorian Gray: les sale de golpe, la e Historia de las historias de los dogmas... De ordinario, por casi
vejez a la cara: sus defectos, parcialismos, provincialismos, ana­ inevitable, una historia, digamos de la biología, es. realmente,
cronismos. historia de las historias que se han hecho de la biología... La
El hombre, se viene diciendo y repitiendo desde hace sus historia, en p1imera o superiores potencias. es una obsesión de
buenos dos mil trescientos años. es «animal racional». Eso pasó nuestro tiempo. El loco que. en este punto. hizo ciento fue Hegel.
a la cola, a formar parte de la estela de un ser que inventó el Loco genial al afilmar e intentar probar que filosofia es historia
hombre para sí, abunido de ser animal racional natural. El ser de la filosofía, que la fUosofia es historia. Y recuérdese que en
que el hombre actual está inventando para sí es el de técnico. Filosofía entraba o metía Hegel todo lo divino y lo humano, para
Hagamos el balance de lo que todavía tenemos en nível y con esta clásica frase de resumen ahorramos larga. y siempre
estado natural; en voluntad. entendimiento, sentidos, memo­ incompleta. enumeración.
ria... Y notaremos que tal haber natural decrece ahora no al La filosofia es historia. Historia de la filosofia no es retahíla
ritmo de siglos o milenios. sino por años. y desfile de errores, incorrecciones, remiendos. atisbos o auroras
Las plumas de ave han pasado a la cola o estela de nues­ de La Filosofia por antonomasia. única verdadera. Filosofia es
tras estilográficas. El arte (inventado) de escrfü1r tiene ya histo­ historia en parecido sentido a como el hombre es ni.J.10, joven,
ria. Y no nos duele, de manera inconfesable, la presencia de los mayor de edad y viejo. La esencia del hombre -esa de •animal
tinteros y plumas de nuestros abuelos. Pero nos duele -hasta racional»- no es ni Infante ni vieja: no tiene edades; pues, por eso
refrenar y reprimir, ocultar y soterrar con técnicas plusquamfreu­ 1nismo, no es esencia real del hombre real. Es un abstracto que
dianas- el tener que confesar y aceptar que tantas y tantas co­ ní nace, ni crece. ni muere. Nadie querrá ser eso: nadie querria
sas queridas ·-eficientes, adoradas y vividas y viveres de otra épo­ ser hombre esencial. El hombre real es histo1ia biológica. Que
ca- pasen a piezas de museo. a jubiladas. a obsoletas -en políti­ nadie nos venga por ello a decir o acusar de historicismo antro­
ca, ciencia, religión, arte, técnica... ¡lOlógico o de antropo1ogía historlc1sta. Que la filosofía es hist01ia

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equivale a decir que es viviente lntetertivo. sentimental, empren­ seos ele algunos científicos y teólogos, y otras gentes ele no muy
dedor. aventurero. Nada etc eso es lllslortclsmo, µor mucho que buena voluntad para con los filósofos.
se dlga y se lo enrostren a Hegel los de Filosofía el<>ma o perenne. Dmante los muchos siglos -del m al .xm- en Jos que la
A los detractores de la mutabilidad, decía Galileo. habría que con­ leologia partió y repartió los elementos ele la atmósfera cultu1:al
denarlos a ser estatuas. A los detractores de la historia habría que debía, para salvarse, respirar la humanidad. la teo1og1a se
que condenarlos a ser esencia. llevó o arrogó la parte del león: la mejor y la mayor. A la filosofia
Histo1ia es, pues. una manera eminente y total de ser vi­ le asignó la parte de esclava; a las ciencias. la de esclavas de la
viente. Po1· Sl!r la histolia elem.ento de la atmósfera de nuestra Esclava. Es decir: la filosofia fue el ama de Llaves de las ciencias
época. es nuestra época la más viva, vivaz. viviente y repleta de y técnicas. O en lenguaje más decoroso, pero no menos real. las
viveres que haya exlsticlo jamás. Y por esa misma ra7,ón. sólo ciencias eran subalternas de la filosofía.
que inversa. jamás en ninguna época histórica ha habido tan­ La historia -que es la vida misma del hombre integro. de
tos muertos de tan djve1·sas y originales muertes. y tantas. tasi la humanidad concreta- ha invertido las formas; y ahora -cre­
variadas y nuevas maneras de asesinato como en nuestra épo­ clentemente desde el Renacimiento- la filosofía es subalterna
ca, ele muertes y asesinatos de fonnas políticas. sociales. reli­ ele ciencia, técruca e historia. Lo es. cada dia más, el filósofo
giosas, teóricas. arlisticas. económicas. respecto del científico, del técnico y del historiador. Subalterno
No nos espantemos ya ante la cantidad y calidad de in­ ele todo eso lo será Ud., don Juan -me parece oír a más ele uno
ventos que por todas partes nos invaden. y hacen de lo anterior de mis esLimados colegas-: no yo. ni yo, ni yo lo soy; ni lo sere­
muertes en esa sutil y no maloliente muerte que se !Jama obso­ mos jamás.
lescencia o ru1Ugualla. De nada le valieron a la teocracia sus derechos <livinos
No nos espantemos ni ante los nuevos invenlos ele fom1as h1mediatos para no ser ya. y desde siglos. régimen político en
de vida humana, social, polillca. económica, religiosa. artística. ninguna parte del mundo que se esiime en rugo; ni los derechos
filosóllca que vayan irrumpiendo en el ámbito de la vida. ni de clivinos mediatos de los reyes absolutos han impedido su des­
los diíuntos -ele muerte nalural o artificial- que vaya lo nuevo aparición nada gl01iosa del ámbito de la historia. Ni a la física
haciendo. Llorémoslos moderadamente si son nuestros mucr­ artslotéUca, reina y señora durante quince largos siglos. le va­
los: mas con lágrimas. o lagrimeo en los qjos, cumplamos lo del lieron de nada la autoridacl de Aristóteles y las bendiclones y
Evangelio: •dejad que los mueitos entierren a sus muertos•. Son <:'<msagraclones eclesiásticas para haber quedado arrinconada
palabras de Jesucristo. cual venerable antigualla en mamotretos de uso p1ivado. <:asi
Que no las haya dicho. como tantas otras. en vano, y to­ clandestino; ni le valió a la geomelria de Euclides su indisputa­
mémoslas en se1;0 los füósofos. sobre tocio. ble reinado cientifico de más de dos mil años pa1:a e�adirse ue
pasar a ser una de lantas geoo1etrias equiposlbles. y la más
rv. LA rlLOSOFiA: COMO CUAHTO ELEMENTO DE NUESTll/\ simple. respecto a 1a geometria axiomática general o funclamen­
ATMÓSFERA CULTUHAL fnción &ferencial moderna...
A la lógica aristoléUca -la proclamada lógica natural del
Los refranes no se han rucho siempre para que los tome­ <'nlencllmienlo humano- le ha sucedido lo que Je hubiese pasa­
mos por no1ma. Algunos provocan, ellos mismos. a quebranlar­ do a la mejor galera romana, caso de proclamarse navío natu­
los. De ellos tal vez uno sea el de "Quten parle y bien reparle se ral. Bastará para refutar tal prebmciosidad la presencia de un
queda siempre con la rnejor parte». trasallánlico. Las lógicas artificiales modernas son tan poten­
En el reparto de •importancia• para la atmósfera cultural tes y especializadas cual auto. avión. televisor... La lógica aris­
prnpla de nuestra época se le ha dado aqlú a la íilosofia el cuar­ totélica es. cuando más, lógica de párvulos o de primera ense­
to lugar. con un simbólico siete por ciento. Las mejores tajadas nan1..1. Y ni �rnn esto; que ya se enseña a nuestros niños co­
se las han llevado ciencia. técnica e historia. No hemos dado a nHmz¡,¡r matemáticas y lógica con teoría de los conjuntos.
la mosofia la peor parte: tales fueran. a lo mejor, los malos de- ¿Y creemos los filósofos gozar de excepcional. rarísima y

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superlativa inmunidad en ontología. metafisica. ética... «natu­ 1812 a nuestrns días, fisica, matemáticas, biología y técnica han
rales» o «esenciales» al entendimiento humano? avanzado espectacularmente de Uianera asombrosa. Para Ja
Puedo creer. decía Osear Wilde. cualquier cosa mJentras inmensa maymia de los filósofos actuales es como si no hubie­
sea suficientemente imposible. Procuremos. con todo. no acu­ ran venido al mundo Gauss, Riemann. Einstein. Heisenberg.
mular imposibilidades. que terminaremos por no poder creer. Fermi. Oppenheirner ... A lo más hablan de ellos ele «oídas» o por
Pero. ante todo. ¿qué es filosofía actual? o ¿a qué se ha citas; y, a veces. por citas de citas.
reducido en nuestro presente histórico la filosofía de liempos A mitad del siglo pasado (XIX, n.e.) .nacía una nueva cien­
pasados? ¿A qué función social o humana podemos aspirar los cia: la economía política. O la economía -real y praclicacla des­
filósofos y con qué dosis conb;buir al futuro inmediato de la de siglos. explosivamente desarrollada por la revolución indus­
sociedad humana? trial- pujaba por darse forma científica. a la vez y a la una eco­
Muchas. graves y difíciles preguntas son éstas para que nomía y política, economia y vida social. ¡A trabajar, a trabajar
pueda responderlas aqui, y ahora, caso de que supiera hacerlo. en sociologia. bajo su forma concreta de economía política!. se
Lo malo es que tan sólo sé preguntar. y. cuando más, aventurar dijo a si mismo Marx; y manos a la obra, durante unos cua1·enta
un inicio de comienzo de principio de respuesta. años, las puso. y resultó El Capital.
En su Fenomenología del Espíritu. y después de una mirada Me temo que no nos agrade a los hispanoamericanos oír
a la historia de la filosofia, Hegel pierde la paciencia y suelta aquel de boca de Hegel y Marx ni de ninguna otra. así sea la del Papa,
desplante irreverente. mas verdaderisimo: «ya es hora de que el eso de •a Lrabajar, a trabajar»: y me temo también que no nos
filósofo deje de ser filósofo. o amante de la sabiduría: y sea ya suene particularmente seductor y reverente a los filósofos eso­
sofós o sabio». Van ya más de dos mil años de filosofar. de aspirar tro conexo de •a trabajar. a trabajar las ciencias y en economía
y suspirar por la sabiduría. Basta ya, parece decirnos Hegel. de política•. Pero, si no me equivoco. tal es la tarea que define a la
defrnir la füosofia como •amor a la sabiduóa•, dejando. con Pla­ filosofia si quiere ser actual.
tón. lo de ser sabio para los dioses. y contentándonos nosotros. En otros tiempos, hace siglos, se decía pomposamente que
con esas sobras y migajas de ser aspirantes eternos a sabios. el On de las leyes y del Gobierno -regio o popular- era •el Bien
Marx. en 1848. increpó tuda y cruelmente a los filósofos común•. •Ley es una orden de la razón, dirigida al Bien común y
con aquella su Tesis XI sobre Feuerbach: •Los filósofos no han µromulgada por el que tiene a su cuidado la Comunidad.• Aho­
hecho hasta ahora sino interpretar el mundo; ya es hora de que ra, puestos a trabajar en eso ele •Bien común•. realmente co­
se pongan a transformarlo». rnún. hablamos de producto nacional bruto. de producto nacio­
Hegel y Marx han perdido la paciencia: y según el retin­ nal neto, de ingreso nacional, renta nacional. .. y se proponen
Lín con que hubieran pronunciado tales frases nos sonarán a las autoridades con un presupuesto bien especificado aumen­
irreverentes invectivas. a desaforados insultos o a inacepta­ tarlo en un determinado tanto por ciento anual o quinquenal.
bles conminaciones. La de Marx indisimuladamenle nos dice: El abstracto filosófico clásico, límpido. alumbrador. orientador
¡a trabajar. a trabajar de sociólogos!: la de Hegel: ¡a trabajar. a -e il1operanle. como la lucecita de la estrella polar-. ha sido
trabajar de científicos! Hegel se puso, diciendo y haciendo. a sustituido por esa tarea concreta, inmediata. un poco bruta,
trabajar en su Ciencia de la Lógica (1812). movilizando para más eficiente, ordenada por un parlamento al votar un p1-esu­
ello lo que de ciencia matemática, física. química. biológica... pueslo y encomendar su ejecución al gobierno. El cuidado de
Je ofrecían los sabios científicos de su presente histórico: la romunidact se llama ahora «presupuesto»; haberlo inventa­
Newton. Leibniz, Lagrange, Laplace. Carnot. los que no sólo do. e ir realizándolo dentro de y contra las fallas humanas. es
habían sido •amantes de» la matemática. física o biología sino 1:irea de nuestra época.
matemáticos. físicos. biólogos: habían sido científicos-y- téc­ . .Verdad es el abstracto filosófico por excelencia y monopo­
nicos. Fuera de algunos de la escuela neokantiana de Mar­ lio. Mas la ciencia y técnica. a la una, nos proporcionan •el pro­
burg. nadie ha empleado ni entonces ni ahora en el cuerpo de la d 11clo socio-cultural bruto de verdades. reales de verdad•. Las
filosofia más matemáticas y fisica que Hegel. Y eso que desde \'t. rclarlcs reales. provenientes de esos factores de producción

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que son ciencia y técnica. compone11 lo que (k• verdades reales
produce la sociedad.
La sociedad real 110 progresa por la idea de Bien; progre..qa
realmente por buenos presupueslos que empleen y fomenteu el
producto social. brulo o nelo. La Olosotia no progresa por la idea
de Verdad. Progresa. realment,e. por las empresas extlosas de
ciencia-y-técnica.
L� lllosofia no es. actualmente, algo así como •conocimien­
to universal y necesaiio ele las causas y principios supremos de
todas las cosas,. La filosofia actual no liei1e deíü1ición: llene
tarea. Tuvo definicíón en aquellas épocas en que no sabía muy
bien el hombre. y a ve.ces ni bien ni mal. qué tenia que hacer el
hombre real en este mundo 1·eal. Tuvo clefirüción la filosoíla en
aquellas mismas épocas en que la et;,lrella polar o La luna ser­
vían tan sólo de vaga orientación o burdo calendario. Luna y
estrella polar eran de otro mul'lClo: nosotros, lo éramos del su­
blunar. por condenación esencial o natural. Ahora. ele nuestro
presente histórico. luna va a servimos de mina o de laboratorio
o de lugar ele turismo. Y a la estrella polar se le conserva eso de
polar por transitoria condescenden<'ia: nos sirve mejor ur1 co­
rriente piloto automatico.
La filosofía actual no Licne definición: liene una tarea im­
puesta: trabajar en ciencia. técnica y economía políUc-a. Si llena
bien su Larea. saldrá. ;i lo mejor. graduada de mt-·tacicncia, de
metatécnica. o de melaeconomia... mas ya no de ,ueLafisJr;i. No
será ya amor de la sabidLu-ia. sino sabiduría. y sabidL11ia real.
encamada, enmaterializada. encorporalizada -cual en realidad
apropiada para se1 real: actual y ac-tuanLe-, encame. materia o
en cuerpo de cieucia. de técnica. Por algo Dios. para redimirnos
en füme. de manera real ele ve.rdad, se encarnó. se enhumanizó
en Cristo. Si la filosofia no se encama en nuestras ciencias rea­
les por virtud de las técnicas. si no co1Te la aventltra de nuestras
ciencias y técnicas. si no se levanta a empresn ele lransfonnar el
mw,clo natw·al. la lllosofia tendrá o conservará la definición: «co­
noclmienlo universal y necesario de las causas y priucipios su­
premos de Loclas las cosas•. O la ele tcintcrprelación del senUdo ele!
mundo•. o la de «Concepción del universo y del hombre•.
Pero naclic ya nos sacará de la carne a los filósoros actuales
esa acomplejan le frase-espina: «bastnya ele interpretar-JdcalisUca.
realistica. materialisUca. espi.rilualislicamenle- el mundo; a lrans­
formarlo. a transfom1arlo; a trabajar. a trabajar. siguiendo el buen
ejemplo ele nueslras ciencias y el de nucsl.ras técnicas•.

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