INTRODUCCIÓN: Hay ocasiones en nuestras vidas que muchas veces vivimos haciéndoles preguntas innecesarias al señor, preguntas como, porque esto o porque lo otro y muchas veces no son de nuestra incumbencia en lugar de poder centrarnos en lo que dios ya ha establecido para nosotros. Transición del tema: En esta noche es de lo que quiero hablarles sobre la palabra de Dios cumpliendo su propósito para nuestras vidas paso a paso y es por eso que en esta ocasión hablaremos de la ascensión. PRESENTACIÓN DEL TEMA: En aquel entonces la iglesia del señor conmocionada y no era para menos, tenían al Señor Jesucristo otra vez con ellos y dice la biblia que él les predicaba del reino de dios, seguramente que oían atentamente pero también seguramente tenían muchas inquietudes, y eso es notorio cuando le preguntaban cuando era la restauración de Israel. Amen. Podemos notar que lo creyentes estando con el señor recibiendo su palabra con promesas maravillosas. Estaban más preocupados o son inquietudes por cosas que a ellos no les competía porque el señor les responde: no os toca saber a vosotros los tiempos o las sazones que el padre puso en su sola potestad. Has esto bien esto si debe interesarles: y recibiréis poder cuando haya venido sobre ustedes el espíritu santo y me seréis testigos en Jerusalén, samaria, en toda Judea y hasta lo último de la tierra. Bueno esto nos lleva a la reflexión de que muchas veces nosotros nos encontramos en esta situación, escuchando las promesas de dios para nuestras vidas no aguardamos con expectativa esas promesas sino que estamos más enfatizados preocupados por cosas que no nos compete o no nos aprovecha en nada. Porque aquellos creyentes ya habían escuchado la promesa del señor que sucedería después de su partida que vendría el consolador (Jn.16:7) y otra vez cuando ellos se quedan mirando hacia el cielo se quedaron perplejos, atónitos, impresionados de lo que estaban viendo, pero una vez más estos dos varones, que según la biblia describe se trataría de dos Ángeles, se presentaron para recordarles una vez más lo que el señor ya les había dicho en (Mt.24:30) que el vendría nuevamente. Entonces podemos ver que muchas veces podemos encontrarnos en esa misma situación, no regocijados cuando vemos cumplirse lo que ha dicho para nuestras vidas sino que a veces hasta nos lleva a pensar que podemos dudar de lo que estamos viendo (Mt.28:17) pero para eso necesitamos vivir día a día, confiados en lo que Dios ha dicho, que hará, que es lo que hará. Y dejar de estar perdiendo el tiempo en cosas que nada nos aprovechan, sino más bien enfocados, en los planes y propósitos de Dios para nuestras vidas con toda expectativa para que cuando suceda nos regocijemos y estemos completamente agradecidos. Amen.