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Integración metabólica

El metabolismo corporal se compone por una compleja red de reacciones que actúan de
forma simultánea con el fin de satisfacer las necesidades de ATP, el poder reductor y los
precursores para biosíntesis del organismo completo, asegurando así su buen
funcionamiento. Este metabolismo, incluye procesos catabólicos donde se libera energía y
procesos anabólicos que requieren un aporte energético, usualmente proporcionado por la
hidrolisis del ATP.

Ambas procesos ocurren en tres niveles. En el primer nivel se lleva a cabo las
transformaciones entre macromoléculas complejas como las proteínas, los lípidos o los
ácidos nucleicos y moléculas sencillas como los aminoácidos o los ácidos grasos, mientras
que en el segundo nivel se transforman los monómeros y compuestos más sencillos como el
piruvato y el AcetilCoA. En el tercer nivel tiene lugar la degradación de intermediarios
metabólicos como el CO2 o el agua, que también son utilizados para la síntesis de
biomoléculas.

Entre los diferentes mecanismos que los organismos vivos utilizan para coordinar estos
procesos metabólicos se incluyen la disponibilidad de sustratos, la regulación de la
actividad enzimática (ya sea por interacciones alostéricas y/o a modificaciones covalentes)
y la regulación de la concentración de enzimas activas.

La integración del metabolismo se encuentra controlada por dos hormonas peptídicas, la insulina y
el glucagón y dos hormonas complementarias, las catecolaminas adrenalina y noradrenalina. Estas
hormonas permiten el almacenamiento de energía cuando se dispone de alimento en abundancia,
así como ponen a disposición esta energía en situaciones específicas, como la hambruna.

Patrones metabólicos de distintos órganos

Cada órgano del cuerpo humano tiene una anatomía y desarrolla unas actividades
metabólicas especificas acordes a la función que desempeña, este perfil metabólico de cada
órgano se ve sesgado por los dos grandes estados de saciedad del organismo, saciedad y
ayuno.

A continuación, se describen los patrones metabólicos de algunos órganos:


 Cerebro: El cerebro utiliza la glucosa como combustible para la obtención de ATP,
molécula indispensable para llevar a cabo la transmisión de los impulsos nerviosos,
función principal del cerebro.
 El tejido adiposo tiene un metabolismo oxidativo ya suple sus necesidades
energéticas oxidando glucosa y ácidos grasos. Este tejido está compuesto de
adipocitos, células metabólicamente activas que respondiendo a estímulos
hormonales esterifican y liberan dichos ácidos grasos al plasma, lo que al mismo
tiempo depende de los niveles de glucosa en estas células adiposas.
 El tejido muscular esquelético transforma la energía química en energía mecánica
permitiendo que se genere el movimiento. A nivel metabólico, este tejido genera
ATP a partir de creatina fosfato, glucosa, glucógeno, ácidos grasos y cuerpos
cetónicos, según su tipo y grado de actividad.
 El hígado representa la central metabólica del organismo pues asegura el adecuado
suministro de metabolitos a los demás órganos. En la vena porta que drena
directamente en el hígado, se liberan los nutrientes que se absorben en el intestino,
exceptuando los ácidos grasos, por lo que éste actúa como un regulador entre el
tubo digestivo y el resto del organismo al controlar y distribuir estos nutrientes.
Además, cumple una función muy importante en la regulación de la glucemia.

Ciclo alimentación – ayuno

la utilización de los alimentos y la movilización de las reservas en el organismo se


desplazan durante el tiempo que trancurre entre las comidas cerrando un ciclo
denominado de alimentación-ayuno, en el que se diferencian tres etapas: estado
postabsortivo después de una comida, ayuno nocturno y estado de realimentación
(primera ingesta). En todas ellas, el metabolismo energético del organismo está integrado
y regulado con el fin principal de mantener la glucemia relativamente constante.

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