El 24 de junio de 1539, San Ignacio de Loyola dispuso los pilares para
una nueva orden religiosa: La Compañía de Jesús. Un año después, el cardenal Gaspar Contarini presenta a S.S. Paulo III los Cinco Capítulos de la Fórmula del nuevo Instituto. En Tívoli, Paulo III oye la lectura, de labios del mismo cardenal Contarini. De inmediato los aprueba “vivae vocis oraculo”, diciendo: “Aquí está el Espíritu de Dios”. En septiembre de 1540, el cardenal Bartolomé Guidiccioni aprueba, por fin, el proyecto de la fundación. El 27 de septiembre de 1540 el Papa Paulo III firma la Bula “Regimini militantis Ecclesiae” con la cual aprueba y confirma a la naciente Compañía. San Ignacio convoca, entonces, a los compañeros dispersos para la elección del Superior General.
Luego de llevar a cabo un proceso de elecciones entre los miembros de
la nueva orden religiosa, San Ignacio de Loyola es elegido como el primer Prepósito General de la Compañía de Jesús. El 22 de abril de 1541, se reunieron todos en la capilla del Santísimo Sacramento, en la basílica de San Pablo extra muros. Allí, en la Misa celebrada por San Ignacio, ante el antiguo mosaico de la Virgen, hicieron la profesión solemne, primero San Ignacio y después todos los demás.
“Yo Ignacio de Loyola, prometo a Dios Todopoderoso y al Sumo
Pontífice, su Vicario en la tierra, delante de la Santísima Virgen María y de toda la corte celestial, y en presencia de la Compañía, perpetua Pobreza, Castidad y Obediencia, según la forma de vivir que se contiene en la Bula de la Compañía de Jesús nuestro Señor, y en las Constituciones, en las ya declaradas como en las que adelante se declarasen. También prometo especial obediencia al Sumo Pontífice en lo referente a las misiones, de las que se habla en la Bula. Además prometo procurar que los niños sean instruidos en la doctrina cristiana, conforme a la misma Bula y Constituciones”.
Gobierno de la Compañía
A toda Italia. Y también a Francia. La dispersión mayor había
comenzado antes, con la partida de San Francisco Javier hacia Portugal y de ahí a la India, Indonesia, Japón y China. Poco después los jesuitas deben partir al Brasil y a Etiopía. San Ignacio ve partir, anima, organiza y ora por todos. Ignacio no se mueve ya más de Roma. Su peregrinar termina con la elección de General. Desde ese día toda su preocupación es la Compañía de Jesús, las personas y las obras. De inmediato comienza el fluir de los nuevos compañeros. Con caridad y agradecimiento al Señor, San Ignacio los recibe. Les da lo mejor de sí. Debe atender también, las muchas y diversas peticiones con que son requeridos.
El Papa los está dispersando por Europa. A Alemania, al coloquio de
Worms y a la dieta de Ratisbona. Hacia Austria, España, Inglaterra e Irlanda, a los países eslavos y al Concilio de Trento.
Expansión de la Compañía
A mediados de 1550, San Ignacio completa el texto de las
Constituciones de la Compañía de Jesús. Casi al final de sus días, la Compañía cuenta con más de mil personas y se extiende ya por los cuatro continentes conocidos.
Jesuitas en América Latina
Actualmente hay 2.289 Jesuitas en las 12 provincias que conforman la
Conferencia de Provinciales de América Latina y El Caribe (CPAL); representan sólo el 13% de la Compañía mundial.
A lo largo de la historia, la Compañía de Jesús se ha destacado por
participar activamente en las más diferentes cuestiones sociales: trabajo con las culturas originarias, formación popular y sindical, defensa de los excluidos, investigación científica aplicada y trabajo en ciencias exactas, producción artística, capacitación y educación de diversos grupos sociales, misiones populares, trabajo parroquial, esfuerzos por la paz entre los pueblos, diálogo entre culturas y religiones etc.; todo eso en nombre de la fe y al servicio de la justicia y de la reconciliación.
Una de las características más conocidas de la Compañía de Jesús en
Latinoamérica es su trabajo con instituciones educativas, lo que se hace a través de tres grandes redes: la Asociación de Universidades confiadas a los Jesuitas en América Latina (AUSJAL) que educa alrededor de 250.000 estudiantes; la Federación Latinoamericana de Colegios Jesuitas (FLACSI) que educa más de 190.000 jóvenes, y el Movimiento Internacional de Educación Popular Fe y Alegría que tiene más de 1.500.000 estudiantes en el mundo.
La Conferencia de Provinciales de América Latina y El Caribe (CPAL)
La CPAL fue creada con el fin de promover la coordinación y
colaboración entre las Provincias y Regiones de la Compañía de Jesús en América Latina y El Caribe.
Nació en 1999 confirmada por la palabra de las anteriores
Congregaciones Generales (31 a 34), inspirada en el ejemplo de provincias y regiones de otros contenientes, y gracias a la decisión de los Superiores Mayores jesuitas de responder de forma más eficaz a desafíos apostólicos que van más allá de los contextos provinciales y regionales.
Historia de La Universidad Rafael Landivar Quetzaltenango
El Campus de Quetzaltenango nació a instancias de un equipo local
de quetzaltecos, reunidos en Asamblea General, en la casa de la Sociedad Indígena Quetzalteca, los ciudadanos y clérigos: Carlos Castillo, Arturo Gutiérrez, Rodolfo Richter, monseñor Luis Manresa Formosa, S. J., Venancio Botrán, Calos Weissenberg, Ernesto Schneider, Julián Pérez de Heredia, Humberto Capuano, Juan Gutiérrez y Flavio Pereira, firmaron el acta de fundación del Patronato de Estudios Superiores Universitarios Hermano Pedro de Quetzaltenango, que estaría a cargo de la nueva universidad católica, que más tarde se convertiría en la Universidad Rafael Landívar, Campus de Quetzaltenango.
La Compañía de Jesús buscaba crear oportunidades de superación
para los jóvenes de una región rica en culturas, además de ofrecer enseñanza universitaria altamente calificada y de fácil acceso. Fue así como el 2 de febrero de 1963, la Escuela de Estudios Superiores Hermano Pedro comenzó labores en el edificio del colegio Encarnación Rosal, con 35 estudiantes de la Carrera Técnica de Trabajador Social Urbano. Su director fue el licenciado Julián Pérez de Heredia, quien es recordado por su dedicación, esfuerzo y logros para la institución.
Es por ello que este Campus ha significado una valiosa oportunidad
para los habitantes de la región, quienes se han distinguido por tener fuertes aspiraciones de desarrollo académico y profesional.
En tal virtud, es una institución universitaria que contribuye a promover
la enseñanza superior, la investigación y el servicio; ofreciendo con ello alternativas de solución a los problemas económicos, sociales y culturales del país.
Facultades
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales
Facultad de Ingeniería Facultad de Arquitectura y Diseño Facultad de Humanidades Facultad de Ciencias de la Salud Facultad de Ciencias Ambientales y Agrícolas