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Los avances técnicos de la industria del automóvil son tan vertiginosos que ni los propios
especialistas pueden mantenerse siempre al día. El elevado nivel de exigencia de este ámbito
profesional, en lo concerniente al equipamiento, el ahorro, la optimización de la seguridad, los
sistemas de propulsión inteligente y la comunicación móvil en los vehículos, cautiva cada vez más
al público y por eso vamos a analizar los sensores más importantes del vehículo.
Básicamente, lo que hace un sensor es utilizar una información física o química (como los grados
de temperatura, la cantidad de gases de escape, o el número de las revoluciones del motor),
filtrarla y convertirla en datos electrónicos que se envían a la centralita de forma que la unidad de
control pueda comprenderla. En ésta, los datos eléctricos recibidos se medirán además por su
frecuencia, intensidad y duración, de manera que la información extraída sea lo más exacta
posible. Según la lectura de estos parámetros, contrastados en la unidad de control donde los
datos diarios son almacenados, podrá detectarse si hay algún cambio significativo, en cuyo caso, el
sistema electrónico del automóvil se encargará de avisarnos por ejemplo, encendiendo una luz en
el cuadro de mandos, o de tomar las medidas oportunas gracias a los actuadores, como es el caso
del CTS (Coolant Temperature Sensor, o sensor de la temperatura refrigerante), que varía los
tiempos de apertura de los inyectores en función delos grados a los que esté expuesto el motor.
Los sensores del vehículo, también denominados sondas, se pueden clasificar principalmente en
dos categorías, según su función y según la señal de salida emitida:
Por su función:
Sensores destinados a tareas de mando y regulación, como el ABS que gracias al control que ejerce
sobre la frenada evita que las ruedas se bloqueen y mantiene la dirección.
Aquellos que se usan con fines de seguridad. Un ejemplo claro son los sistemas antirrobo.
Sensores para la vigilancia del estado del vehículo como mantenimiento, como el caso de los que
miden la emisión de gases o la presión de los neumáticos.
Señal analógica, como la del caudalímetro, la presión del turbo, o la temperatura del motor.
Señal digital, la que indica la conexión o desconexión de determinados elementos, como los
impulsos de las revoluciones del sensor Hall.
Señal pulsatoria, como los inductivos que informan del número de revoluciones y las marcas de
referencia.
La lista de los dispositivos en los vehículos modernos parece el menú de un restaurante chino:
asistencia de parqueo, asistencia de aceleración, de frenar, de cambio de carriles, cruise control,
GPS, detector de radar, calentador de asientos, radio satélite, bluetooth, etc. Por eso te
presentamos los más interesantes:
La llave para encender el vehículo es cosa del pasado, hoy un botón suple la escurridiza llave y con
un sólo clic encendemos el automóvil.
Mediante una pequeña pantalla en el panel de control podemos visualizar toda la parte trasera del
automóvil, imágenes que llegan a través de una muy útil cámara de video trasera. La que además
complementa el sistema de seguridad del vehículo y asiste el conductor cuando está dando
reversa.
Es un novedoso sistema que ayuda al conductor a manejar las distancias de los demás vehículos en
la vía, además de brindar un panorama total del tráfico inmediato. Este sistema ha reducido
considerablemente los accidentes por colisión.
Sistema que es un tipo de “radar” que detecta los vehículos que circulan en carriles paralelos y
utilizan las luces parpadeantes a través de los espejos retrovisores, mostrando el punto ciego que
antes no podíamos ver.
Sistema de navegación (GPS):
Hoy el sistema de navegación o GPS en los vehículos es una herramienta casi indispensable, casi
todos los últimos modelos de vehículos cuentan con uno propio y es completamente
personalizable. El GPS ayuda al conductor a encontrar la mejor ruta para llegar mejor y más rápido
a su destino, además de ofrecer una serie de información altamente relevante.
Aunque parezca una herramienta poco importante, tener el poder “electrónico” de abrir y cerrar
la puerta trasera o el baúl del carro es muy importante, por ejemplo cuando tienes las manos
ocupadas.
Muchas veces un conductor no sabe en qué tipo de marcha va (primera, segunda, etc.), es por eso
que esta pequeña herramienta que ahora se encuentra en el panel de control se ha convertido en
un buen aliado del conductor.
Calibrador de temperatura:
Aunque suene raro, tener un termómetro en el panel de control es muy útil. Este brinda un
panorama de la calentura que pueda tener el sistema del coche.
Los sensores son los “sentidos” que le permiten al automóvil determinar el número de
revoluciones del motor, la velocidad, la aceleración, la concentración de gases y la temperatura, al
igual que otras variables que nos hacen la vida más fácil a la vez que nos dan más información.
Sensores Electrónicos
Los sensores electrónicos han ayudado no solo a medir con mayor exactitud las magnitudes, sino a
poder operar con dichas medidas. Pero no se puede hablar de los sensores sin sus
acondicionadores de señal, ya normalmente los sensores ofrecen una variación de señal muy
pequeña y es muy importante equilibrar las características del sensor con las del circuito que le
permite medir, acondicionar, procesar y actuar con dichas medidas.
Climatizador automático
climatizador automatico,coche,consejo El climatizador automático controla, además de la
temperatura deseada por los ocupantes del coche, la orientación de la salida del aire y la potencia
del ventilador en una o varias zonas diferentes, así como por la salida de desempañado del
parabrisas, y a veces incluso el grado de humedad.
El climatizador automático controla, además de la temperatura deseada por los ocupantes del
coche, la orientación de la salida del aire y la potencia del ventilador en una o varias zonas
diferentes, así como por la salida de desempañado del parabrisas, y a veces incluso el grado de
humedad.
Un sistema de climatización simple puede equiparse en todos los tipos de coche, ya sea de serie o
en un taller después de la venta, lo que puede no aplicarse en el caso de que se trate de un
climatizador automático ya que emplea diferentes sensores y micro-motores. La mayor parte de
los vehículos puede disponer de este equipamiento de serie u opcional. Algunos coches de gama
básica solo ofrecen un climatizador semiautomático. En este caso, solo se puede regular la
temperatura.
¿Cómo funciona?
Las ventajas
+ Mejora del aislamiento del habitáculo frente a las variaciones térmicas externas
Los inconvenientes
CIRCUITO DE
CLIMATIZACIÓN: FUNCIONAMIENTO
Para el control de la climatización en el habitáculo del vehículo se necesita el circuito
del refrigerante y el circuito de la refrigeración. Una mezcla de aire frío y caliente
permite crear las condiciones de climatización idóneas, independientemente de las
condiciones externas. Con ello, el aire acondicionado representa un factor esencial
para la seguridad y el confort en la conducción.
Todos los componentes del circuito de refrigeración están conectados entre sí por
medio de mangueras flexibles y/o conductos de aluminio, formando así un sistema
cerrado. En el sistema circulan, accionados por el compresor, el refrigerante y el
aceite del refrigerante.
El filtro deshidratante, la siguiente estación, elimina las impurezas y las inclusiones del
aire del refrigerante y retira la humedad. De este modo, se garantiza la efectividad del
sistema y quedan protegidos todos los componentes ante posibles daños causados
por las impurezas.
Condensadores
El condensador es necesario para enfriar el refrigerante calentado por la compresión,
que tiene lugar en el compresor. El gas caliente del refrigerante fluye a través del
condensador y disipa el calor al exterior a través de la tubería y las laminillas. El
refrigerante modifica su estado de gaseoso a líquido por efecto de la refrigeración.
Funcionamiento
El gas caliente del refrigerante fluye por arriba a través del condensador y disipa el
calor al exterior a través de la tubería y las laminillas. Gracias a esta refrigeración, el
refrigerante sale del condensador en forma líquida por la toma inferior.
Búsqueda de fallos
Pasos de comprobación para eliminar fallos:
Filtros deshidratantes
Los elementos del filtro del aire acondicionado se llaman filtros deshidratantes o
acumuladores, dependiendo del tipo de instalación. El filtro deshidratante tiene la
función de eliminar tanto los cuerpos extraños del refrigerante como la humedad.
Funcionamiento
El refrigerante líquido entra en el filtro deshidratante, atraviesa un agente secante e
higroscópico y vuelve a salir del filtro deshidratante en estado líquido. La parte
superior del filtro deshidratante sirve al mismo tiempo de cámara de compensación; la
parte inferior sirve de acumulador de refrigerante para compensar las oscilaciones de
la presión dentro del sistema.
Envejecimiento
Almohadilla filtrante defectuosa en el interior
Fugas o daños en los racores de empalme
Búsqueda de fallos
En la detección de averías, deberán considerarse los siguientes pasos:
Válvula de expansión/mariposa
La válvula de expansión separa las zonas de alta y baja presión en el circuito de
refrigeración. Se encuentra instalada delante del evaporador. Para alcanzar el
rendimiento de refrigeración óptimo en el evaporador, el flujo del refrigerante se regula
a través de la válvula de expansión en función de la temperatura. Así se garantiza una
evaporación completa del refrigerante líquido, de manera que solamente el
refrigerante gaseoso accede al compresor. Las válvulas de expansión pueden
distinguirse unas de otras por su diseño.
Funcionamiento
El refrigerante líquido procedente del condensador y que pasa por el filtro
deshidratante fluye por la válvula de expansión y se inyecta en el evaporador. El
evaporador proporciona el frío de la evaporación que ha surgido al vaporizarse el
refrigerante. Con ello, se consigue que baje la temperatura. Para conseguir una
potencia óptima de refrigeración se regula el flujo del refrigerante mediante la válvula
de expansión, dependiendo de la temperatura. Al final del evaporador, se conduce de
nuevo el refrigerante al compresor a través de la válvula de expansión. Si sube la
temperatura del refrigerante al final del evaporador, éste se expande en la válvula de
expansión. De esta manera, aumenta el flujo del refrigerante (cantidad inyectada) que
circula hasta el evaporador. Si baja la temperatura del refrigerante al final de la
evaporación, se reduce el volumen en la válvula de expansión. A continuación, la
válvula de expansión reduce el flujo del refrigerante hacia el evaporador.
Comprobación visual
Comprobación acústica
Comprobar que las tuberías de conexión están colocadas correctamente
Comprobar la estanqueidad de la pieza y de los empalmes
Medición de temperatura en el sistema de conductos
Medir la presión con el compresor encendido y el motor en marcha
Evaporador
El evaporador sirve para el intercambio de calor entre el aire exterior y el refrigerante
del sistema de aire acondicionado. El refrigerante líquido, bajo alta presión, se inyecta
al evaporador a través de la válvula de expansión o la válvula de mariposa. El
refrigerante se expande. El aire frío de condensación, que se genera durante la
evaporación, sale al exterior a través de la gran superficie del evaporador, y se
transmite al interior del vehículo mediante la corriente del ventilador.
Búsqueda de fallos
Durante la detección de averías deberán considerarse los siguientes pasos:
Presostatos e interruptores
Los presostatos tienen la función de proteger el aire acondicionado de daños
provocados por altas o bajas presiones. Existen interruptores de baja presión,
interruptores de alta presión e interruptores trinarios. El interruptor trinario comprende
el interruptor de alta y de baja presión, así como un contacto adicional para el
ventilador del condensador.
Funcionamiento
El presostato (regulador de presión) generalmente está montado en la zona de alta
presión del sistema de aire acondicionado. En una situación de alta presión (aprox.
26-33 bar ) desconecta la entrada de corriente hasta el embrague del compresor y
vuelve a conectarlo cuando la presión desciende (aprox. 5 bar). En caso de una
presión demasiado baja (aprox. 2 bar), la corriente eléctrica también se interrumpirá
para evitar daños en el compresor debido a una falta de lubricación. El tercer contacto
de conmutación en el interruptor trinario controla el ventilador del condensador
eléctrico, para así garantizar una condensación óptima del refrigerante en el
condensador.
Búsqueda de fallos
Pasos a seguir en la diagnosis de la avería:
Comprobación visual
Comprobar que los enchufes de las conexiones estén bien apretados
Comprobar si la pieza presenta algún daño
Medir la presión con el compresor encendido y el motor en marcha
Comprobar los recambios (desmontados) con una botella de nitrógeno, con un
manorreductor y un multímetro
Ventiladores
El ventilador del habitáculo realiza la acción de ventilar el vehículo. Consigue que los
cristales no se empañen y proporciona una climatización agradable en el interior.
Ambos factores son indispensables para la seguridad y el confort durante la
conducción.
Empalmes y manguitos
Los empalmes y los manguitos unen todos los componentes relacionados con el
refrigerante. Los empalmes se presionan con una herramienta especial a los extremos
de los manguitos. Existen de diversos tipos.
SERVICIO Y REVISIÓN DE LA
CLIMATIZACIÓN: INFORMACIÓN INTERESANTE
Cambios en la comprobación y en el servicio de climatización
El aire condicionado es un sistema que precisa de un mantenimiento periódico. Por
ello deberá ser revisado en intervalos de tiempo determinados, con el fin de evitar
daños. Una revisión de la climatización y un servicio de climatización pueden
considerarse como una pequeña y una gran revisión respectivamente.
¿Qué debe hacerse y cuándo?
¿Por qué? El filtro del habitáculo se encarga de filtrar el polvo, el polen y todas las partículas de suciedad del aire antes
de que dicho aire fluya limpio y fresco al interior del vehículo. Como cualquier filtro, tiene una capacidad de
absorción limitada. En todos los sistemas de aire acondicionado hay un evaporador. En sus láminas se condensa
el agua. Con el paso del tiempo se acumulan bacterias, hongos y microorganismos. Por esa razón, el evaporador
¿Cuál es el ➔ Comprobación visual de todos los componentes ➔ Sustitución del filtro de habitáculo
proceso? ➔ Revisión del funcionamiento y de la potencia ➔ En caso necesario, desinfección del evaporador
¿Qué debe hacerse y cuándo?
¿Por qué? Incluso en un sistema de aire acondicionado nuevo, cada año se pierde un 10% del refrigerante.
Se considera un proceso normal, por el cual disminuye la potencia de refrigeración y pueden aparecer
daños en el compresor. El filtro deshidratante elimina la humedad y las impurezas del refrigerante.
➔ Cambiar el refrigerante
➔ Revisión de la estanqueidad
➔ Sustitución del filtro de habitáculo
UNIDAD DE CLIMATIZACIÓN Y
REFRIGERACIÓN: VISIÓN GENERAL
La climatización y la refrigeración deben considerarse una sola unidad
Aunque el aire acondicionado y el sistema de refrigeración del motor son dos sistemas
separados, ejercen entre sí una influencia mutua. Al poner en funcionamiento el aire
acondicionado, también se exige un esfuerzo al sistema de refrigeración del motor,
y con ello aumenta la temperatura del refrigerante. Los componentes incluidos en el
refrigerante no sólo lo protegen ante una posible congelación, sino también ante un
sobrecalentamiento del motor. La composición correcta del refrigerante eleva el punto
de ebullición, situándolo por encima de los 120ºC. Una enorme reserva de potencia.
Esto es muy importante, especialmente en verano, ya que el aire acondicionado y el
sistema de refrigeración se ven sobrecargados por la temperatura ambiental y por los
largos trayectos. Por ello, también debería incluirse una revisión del refrigerante en el
servicio de climatización.
EL SENSOR DE LLUVIA Y LUZ: ESTRUCTURA Y
FUNCIÓN
En un principio, el sensor de lluvia iba integrado en el pie del espejo retrovisor
exterior, aunque hoy en día va colocado en la zona interior de la luna delantera, fuera
del campo de visión. El sensor detecta, dentro de su campo de acción, si llueve, y
transmite esta información a la electrónica de control de los limpiaparabrisas. De esta
manera, la frecuencia de lavado en los intervalos de barrido de las escobillas se ajusta
automáticamente a la intensidad de la lluvia. Por ello, el conductor ya no necesita
intervenir manualmente.
Al girar el interruptor de la luz hasta la función AUTO (control automático de las luces
de conducción) se activa el sensor de luz, y la iluminación se enciende o se apaga de
acuerdo con la claridad del entorno (imagen 3).
Estructura de un sensor de luz y lluvia
Sensor de lluvia
El sensor de lluvia detecta, por medio de un procedimiento de medición optoeléctrico,
la lluvia que cae sobre el parabrisas. Este sensor se compone de uno o varios diodos
luminosos (emisores), un prisma y un fotodiodo (receptor). Uno de los diodos
luminosos crea un rayo lumínico, y éste llega hasta el parabrisas a través del prisma;
de allí se refleja varias veces por medio de la superficie exterior del cristal y se
transmite hasta el fotodiodo.
La combinación de la posición del sensor y de la superficie seca del cristal
proporciona la máxima reflexión posible del rayo de luz (imagen 4).
Cuanto mayor es la intensidad de la lluvia, menos luz llega hasta el fotodiodo. Por
medio de la potencia de la radiación, la electrónica de evaluación calcula la cantidad
de lluvia que cae en ese momento sobre el parabrisas y envía la información que
necesita la electrónica de los limpiaparabrisas para controlar la velocidad de las
escobillas. Mediante una medición continua del sensor se puede ajustar y personalizar
el comportamiento de las escobillas de acuerdo con la cantidad de lluvia. Si se detecta
una fuerte cantidad de agua o espuma procedente del vehículo situado delante, el
sistema cambia automáticamente de la función de intervalo a la posición más rápida
de las escobillas.
Sensor de luz
La medición de la proporción de luz exterior se produce mediante un detector
optoelectrónico. Mediante un cristal filtrante antepuesto, el sensor registra longitudes
de onda especiales para poder diferenciar la luz artificial de la luz natural. Con dos
sensores que funcionen de manera independiente se mide la luz del entorno y la
iluminación de la zona delantera del vehículo.
La cantidad de luz existente alrededor del vehículo es registrada por medio del sensor
de luz del entorno en un amplio radio de acción (imagen 6).
La intensidad de luz existente en la zona delantera del vehículo es registrada por
medio del sensor de luz de la zona delantera en un pequeño radio de acción (Imagen
7).
El sensor solar registra la irradiación solar que cae sobre el conductor y sobre el
acompañante a través del parabrisas y transmite este valor a la unidad de
climatización. La unidad de control evalúa esta información y la emplea para regular la
climatización dentro del habitáculo del vehículo. El rango de registro del sensor solar
se corresponde con una semicircunferencia que estuviera apoyada hacia delante con
la inclinación propia del parabrisas.
ILUMINACIÓN DE HEAD-UP-DISPLAY (HUD) O PANTALLA DE VISUALIZACIÓN
FRONTAL
Sensores ópticos
Los sensores ópticos más sencillos se utilizan para el mando de la limpieza automática del
parabrisas o del cristal de dispersión de los faros y para encender las luces del automóvil cuando
se reduce las condiciones lumínicas.
Sensor de lluvia
El sensor de lluvia (figura inferior) detecta la presencia de gotas de agua sobre el parabrisas y hace
posible el accionamiento automático del limpiaparabrisas. De ese modo el conductor es aliviado de
la necesidad de accionar repetidamente la palanca de mando del parabrisas y puede concentrar
toda su atención en la conducción. El modo de accionamiento manual sigue siendo posible por de
pronto como operación adicional. El modo automático (opcional) ha de ser reactivado después de
todo nuevo arranque del motor.
El sensor está constituido por un sensor emisor-receptor óptico (análogo al del sensor de
suciedad). Un diodo luminoso emite luz. Cuando el parabrisas está seco, la luz, que llega al cristal
en un ángulo determinado, se refleja en la superficie exterior (reflexión total) e incide asimismo en
el receptor (fotodiodo), dispuesto igualmente en un ángulo determinado. Si hay gotas de agua en la
superficie exterior, una parte considerable de la luz se desvía hacia el exterior y debilita la señal de
recepción. A partir de determinado grado se conecta el limpiaparabrisas automáticamente, incluso
en
caso de haber suciedad. En las últimas versiones del sensor se utiliza luz infrarroja, en lugar de la
luz usual visible empleada anteriormente.
El sensor regula la velocidad del limpiaparabrisas en función de la cantidad de lluvia medida. En
combinación con accionamientos del limpiaparabrisas de regulación electrónica, la velocidad de
estregado en funcionamiento intermitente puede regularse de modo continuo. Si es proyectada de
repente una gran cantidad de agua sobre el parabrisas, p. ej. al adelantar a un camión, el sistema
conmuta inmediatamente al escalón de velocidad más alto.
El sensor de regulación se puede utilizar también para el cierre automático de las ventanas y del
techo corredizo. Equipado con un sensor de luz adicional, puede activar incluso el alumbrado del
vehículo en caso de oscuridad o al entrar en un túnel, sin que intervenga el conductor. Es incluso
imaginable utilizar en el futuro el sensor de lluvia para informar a sistemas telemáticos del tráfico
sobre la situación meteorológica reinante en un tramo determinado de la carretera.
El inconveniente detectado en este dispositivo es que tiene que permanecer completamente limpio
para así eliminar efectos desfavorables, como sería, por ejemplo, la formación de hielo o vaho
sobre la zona sensible del captador. Para evitar este problema el dispositivo cuenta con un sistema
de calentamiento regulado que se encuentra en contacto con la zona ocupado por el dispositivo en
la luna del parabrisas. De esta forma se asegura el perfecto funcionamiento de la parte óptica de
que dispone este aparato.
Sensor de suciedad
Este tipo de sensor (figura inferior) detecta el grado de suciedad de los cristales de dispersión de
los faros, con el fin de iniciar su limpieza automática en caso necesario. La célula óptica de
reflexión del sensor se compone de una fuente luminosa (LED) y de un receptor de luz
(fototransistor). Está situada en el lado interior del cristal de dispersión, pero no en el trayecto
óptico directo de los rayos de la luz de marcha. Si el cristal de dispersión está limpio o también
cubierto de gotas de lluvia, el haz luminoso de medición radiante en la proximidad del espectro
infrarrojo pasa al exterior sin obstáculo. Sólo una ínfima parte del haz se refleja en el receptor de
luz. Pero si el haz luminoso incide en la superficie exterior del cristal de dispersión sobre partículas
de suciedad, una cantidad de luz proporcional al grado de suciedad se refleja en el receptor y a
partir de determinada magnitud activa automáticamente del sistema limpiafaros.
Luces automáticas
Más allá de los diodos emisores y receptores, los coches que integran este sistema
suelen llevar integrado también otro sensor, en este caso de luz ambiental. Su
función es comprobar el nivel de iluminación que existe en el exterior del coche y
así encender las luces si fuera necesario hacerlo por seguridad. Con este sensor
adicional se pueden controlar las luces del coche activándolas cuando oscurece,
se entra en un garaje o un túnel y desactivarlas cuando no son necesarias sin que el
conductor tenga que intervenir en su encendido o apagado.
Conducir seguro
La llegada a los coches de tecnología como la del sensor de lluvia hace que la
conducción sea, además de confortable, cada vez más segura. No pierde su efecto si
la luna está sucia o si se desencadena un torrencial. Está pensado para mejorar la
seguridad en la carretera al no tener que accionar ninguna palanca y que, así, la
persona que esté al volante pueda centrarse únicamente en la conducción. Pero si
realmente quieres estar seguro no sólo tienes que prestar atención a la vía, sino que
también necesitas contar con una póliza de Coche . Busca, compara, y encuentra
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Los compresores son de varios tipos, pero lo más actuales son de cilindrada variable, con una
válvula de regulación que modifica la carrera de los pistones de su interior, evitando que se
produzcan repetidas conexiones y desconexiones, ahorrando energía y preservando la
mecánica de los elementos de arrastre auxiliar como la correa tensores y poleas.
Compresor alternativo
Su mecanismo es el de biela-manivela muy similar a un motor de combustión interna.
Fueron los primeros que se utilizaron en el mercado pero actualmente ya no se
utilizan. No disponían de cilindrada variable, eran grandes y pesados y provocaban
efectos de inercia importantes así como una fuerza bastante grande necesaria para
moverlo.
Compresor Alternativo
Compresor axial
este compresor es el que se viene utilizando en la actualidad. Los hay de cilindrada fija
y variable, siendo los actuales de cilindrada variable y en vehículos de a partir de 2009
con regulación electrónica. Estos compresores poseen un plato oscilante que gira
solidario al eje y arrastra la baste de los pistones mediante una biela acoplada a un
elemento fijo que oscila según el movimiento del plato oscilante. Un compresor de
estas características posee entre 5 y 8 pistones dependiendo del equipo de A/C que
monte y del caudal que necesitemos.
Compresor de paletas
posee una serie de palas que giran excéntricas y que entran y salen adaptándose al
nuevo diámetro con respecto a su centro conforme avanza. El mecanismo es muy
similar al utilizado en bombas de dirección asistida etc…
Compresor de paletas
Condensador
Se encuentra situado en la parte delantera del vehículo, delante del radiador del líquido
refrigerante del motor. La función de este elemento es provocar un efecto de subenfriamiento
en el fluido refrigerante. Es decir, provocar un descenso de temperatura en el mismo sin llegar
a provocar una pérdida de presión, haciendo que el fluido refrigerante pase a estado líquido.
Estos elementos son de aluminio, el fluido refrigerante llega a unos 16 bares de presión y a
unos 80ºC. Al salir de este elemento lo hacen con la misma presión pero a unos 50-60º y en
estado líquido.
Filtro Deshidratador:
Este elemento queda situado entre el condensador y la válvula expansora. Su misión es filtrar
las impurezas que pueda portar el fluido refrigerante así como absorber la humedad que
pueda contener el circuito. La ubicación de este componente varía. Siendo la principal misión
de este evitar que llegue fluido en estado líquido al compresor, que produciría su destrucción,
Este componente posee en su interior un filtro con bolas de zeolita o silicagel para absorber la
humedad.
Valvula de expansion
Su construcción podemos considerarla como en forma de cruz.
Entre la entrada y la salida hay un cierre, normalmente una bola de acero, que empujada por
un resorte efectúa el cierre. Este resorte es regulable por un tornillo inferior .
En la parte superior se encuentra una membrana de acero redonda cerrada por dos tapas,
una inferior que va soldada al cuerpo de la válvula y otra superiorsoldadas entre sí. A la tapa
superior lleva soldado un tubo capilar al final del cual se efectúa arrollamiento que actuará
como sensor. Este arrollamiento se hace para ganar superficie de sensor pero también se
utiliza un tramo de tubo mas grueso cerrado por un extremo y con el tubo capilar soldado al
otro extremo.En la parte inferior de la membrana hay un platillo de apoyo y el eje que se apoya
en el otro extremo de la bola cierre.
Esta válvula , aunque es regulable, hay que preseleccionarla cuando se diseña el evaporador
según el caudal que será necesario para su buen funcionamiento.
La parte superior de la membrana, tubo capilar y arrollamiento o bulbo, va rellena de gas en
fase líquida que se mantiene a presión.
El bulbo va fijado firmemente sobre el tubo de salida del evaporador y aislado por medio de
pasta de caucho con el fin de que el gas contenido en su interior pueda detectar cualquier
cambio de temperatura en el tubo de salida del evaporador.
Cuando el gas que sale del evaporador , sale mas caliente o frío, esta temperatura se
transmite al gas del bulbo. Este gas cuando se enfría baja su presión, deja de empujar la
membrana, esta al eje del cierre y la bola cierra el paso de gas al evaporador durante unos
segundos mientras esta temperatura de gas se mantiene baja a la salida del mismo.
Durante este tiempo de cierre, el aire del habitáculo sigue pasando a través del evaporador y
cediendo temperatura al gas que sigue expansionándose con lo que su temperatura aumenta.
Este aumento de temperatura es captado por el sensor calentándose su propio gas y
aumentando su presión que por medio de la membrana empuja con el eje, la bola de cierre
provocando la apertura de la válvula y el paso de gas al interior del evaporador donde se
expansiona y repite el ciclo, al enfriarse el gas vuelve a enfriar el del sensor que baja su
presión, cede el esfuerzo del resorte provocando el cierre de la válvula.
Estos ciclos se producen constantemente, con lo cual el gas se mantiene en el evaporador a
una presión casi constante y su funcionamiento es correcto.
La válvula de expansión descrita es con compensación de presión interna, porque la parte
inferior de la membrana está expuesta a la presión de expansión en el evaporador.
Hay otro tipo de válvula de expansión muy parecida a la descrita pero con un tubo capilar que
va desde la cámara inferior de la membrana hasta una conexión en el tubo de salida del
evaporador junto a la fijación del bulbo sensor.
Esta válvula tiene una pared, que separa la cámara bajo membrana del conducto de salida del
gas hacia el evaporador, esta “pared” está atravesada por los ejes de apoyo del platillo que
sostiene el apoyo de la bola de cierre.Este tipo de válvula se llama de compensación externa y
es para aumentar la sensibilidad de la válvula.
Evaporador:
Es un intercambiador térmico, similar al condensador, de aluminio. En esta fase se produce la
vaporización del gas y una caida de presión desde los 14-16 bares a los 1.5 bares y 1 a 3ºC
de temperatura, regresando el fluido al salir del evaporador hacia el compresor en estado
gaseoso.Existen vehículos hoy y día que poseen dos evaporadores para generar dos zonas
de climatización, conocidos como climatizadores bizona.
La temperatura ideal del evaporador es 0 ºC (32 ºF). El refrigerante entra por el fondo del
evaporador como liquido a baja presión. El aire caliente que pasa a través de las aletas del
evaporador hacen que el refrigerante dentro de los tubos se evapore (el refrigerante tiene un
punto de ebullición muy bajo). En el proceso de evaporación el refrigerante absorbe grandes
cantidades de calor, el cual es llevado por el refrigerante fuera del interior del vehículo. Existen
otros componentes de los sistemas de aire acondicionado que trabajan en conjunto con el
evaporador, puesto que deben existir controles para mantener la presión baja, y la
temperatura, puesto que si ésta disminuye por debajo del valor mencionado anteriormente, el
agua producto de la condensación del exceso de humedad no solo se condensará, sino que
se congelará alrededor de los tubos del evaporador, y esto disminuye la eficiencia de la
transferencia de calor en el mismo.
* Gráfica de funcionamiento del sistema de aire acondicionado*
Ya que tenemos una idea de los componentes mecánicos de un sistema de A/A podemos
plasmarlo en una gráfica para entenderlo mejor.
El sistema de aire acondicionado esta dividido en dos secciones, la de alta presión y la de baja
presión. El compresor, es el corazón del sistema y dónde se origina el sistema de alta presión.
Es en sí una bomba accionada por el motor a través de una faja. Se encarga de comprimir y
transferir el gas a través del sistema.
Una vez comprimido el gas pasa hacia el condensador, que tiene funciones similares a la de
un radiador. El condensador enfría el gas de alta presión y a la salida de éste se obtiene
líquido refrigerante a alta presión. Este líquido refrigerante pasa al filtro, también conocido
como receptor-desecante. El filtro tiene la función de limpiar de contaminantes y de humedad
el refrigerante e impedir el paso de refrigerante en forma de gas hacia la válvula de expansión.
La válvula de expansión controla el paso del refrigerante hacia el evaporador. Es un pequeño
orificio regulado por temperatura y presión (en el caso de sistemas con válvula de expansión
térmica), de manera que desde la válvula de expansión baja la presión del refrigerante. Este
descenso de la presión hace que el líquido refrigerante, que tiene un punto de ebullición por
debajo de cero °C, se vaporice dentro del evaporador absorbiendo una gran cantidad de calor
en este proceso, dando como resultado el enfriamiento del evaporador. Con un ventilador
especial se hace pasar aire a través del evaporador obteniendo aire frío que luego se envía
hacia el interior del vehículo.
El refrigerante gasificado y frío regresa al compresor para ser comprimido y continuar con el
ciclo.
Introducción
Esta es la que sirve para medir la baja presión en el sistema, sirve para hacer
vacío y limpieza en el sistema, y también para cargar el sistema del refrigerante
y aceite. Esta se identifica por una L y una caperuza verde o azul.
Línea de descarga:
Su función es transportar el vapor a alta presión recalentado desde la válvula
de descarga del compresor hacia la entrada del condensador, también actúa
como eliminador del recalentamiento, enfriando los vapores recalentados por
acción del compresor y cediendo ese calor hacia el ambiente (alrededores).
Compresor:
Es una bomba de calor que tiene la función de comprimir el gas (fluido
refrigerante) que permite en un ciclo de compresión/descompresión producir
una transferencia de calor de una parte a otra de un circuito frigorífico. El
compresor genera una fuerza comprimiendo el gas que llega desde el
evaporador en estado gaseoso. Esta presión aumenta la temperatura del gas
que vuelve a su estado líquido y se calienta.
El compresor a su vez dispone de una bobina electromagnética que hace de
embrague, accionando el compresor solo cuando es necesario. Cuando el
equipo de aire acondicionado no está activado, la polea gira loca sin ninguna
carga para el motor.
Condensador:
Este está diseñado para disipar calor, y normalmente está localizado frente al
radiador, pero a veces, debido al diseño aerodinámico de la carrocería del
vehículo, se coloca en otro lugar. El condensador debe tener un buen flujo de
aire siempre que el sistema esté en funcionamiento. Dentro del condensador,
el gas refrigerante proveniente del compresor, que se encuentra caliente, es
enfriado; durante el enfriamiento, el gas se condensa para convertirse en
líquido a alta presión.
Ventilador o abanico del condensador:
Válvula de expansión:
Este se encarga de extraer el calor del habitáculo del vehículo, haciendo pasar
el aire atraves de las aletas de enfriamiento del evaporador, convirtiendo así
el aire en frio, de tal forma haciéndolos pasar por los módulos de aire,
impulsándolo a salir por las ventanillas, ya el aire frio.
Qué es el sistema TPMS de control de presión de neumáticos
7 fotos
Se acabó la pila del sensor: la mayoría de los problemas con el sistema TPMS se centran en
que la batería de los sensores se agota. Tiene una vida media de entre 3 y 7 años. No son
intercambiables, de modo que hay que reemplazar el sensor.
Hemos dado un golpe a la llanta: los bordillazos pueden estropear la lámina que mide la
presión en el sensor.
Golpes al desmontar el neumático: cuando destalonamos el neumático viejo para cambiarlo,
el mecánico debe ser cuidadoso a la hora de introducir el desmontable para no golpear o
dañar el sensor.
Desprogramaciones de la unidad de mando: a veces, si nos quedamos completamente sin
batería, al cambiarla o al arrancar con pinzas, la unidad de mando pierde la codificación de
los sensores. Para que mi coche no tome por error la presión de los sensores del coche que
está a mi lado en el semáforo (recuerda que se comunican todos por radio a la misma
frecuencia), la centralita reconoce los de cada rueda porque están codificados, es como el
DNI de cada sensor. Si se desprograma la unidad de control, deja de reconocer a sus
sensores, lo que hace necesario volver a codificar con un equipo de diagnosis específico.
Inhibidores de frecuencia: es posible que, si aparcamos en alguna zona con inhibidores de
frecuencia o bajo un fuerte campo magnético (cerca de una torreta de alta tensión, por
ejemplo), se produzcan errores puntuales en el sistema, pero, tras salir de esa zona de
influencia, debería volver a funcionar correctamente.
Pérdidas de aire: las válvulas que llevan el sensor integrado suelen ser de cuello metálico, a
diferencia de las válvulas normales que son de goma y sellan ellas mismas contra el orificio de
la llanta. Esto se hace así para evitar vibraciones de la válvula a alta velocidad. Al ser
metálicas, necesitan una junta tórica de goma que realice el sellado y tienen un par de
apriete. Es conveniente revisar el apriete de la válvula de vez en cuando y cambiar la junta
tórica si tiene fugas.
Falsas alarmas: a veces, si dejamos el coche aparcado de forma que alguna rueda esté al sol
y el resto a la sombra, el calor puede hacer subir la presión de ese neumático y provocar
alertas que no son reales. Normalmente, en cuanto empezamos a rodar y las temperaturas se
igualan, desaparece la alerta.
1. Evita los golpes y bordillazos: las vibraciones y los fuertes golpes pueden estropear los
sensores, así que evítalos en la medida de lo posible.
2. Revisa los tapones de las válvulas: hay una moda absurda de robar los tapones de las
válvulas; mi consejo es que uses unos corrientes de plástico para evitar tentaciones. Lo
importante es que no entre agua, suciedad ni la orina de los perros en el mecanismo de la
válvula, lo cual puede estropear tanto la hermeticidad de ésta como el propio sensor
electrónico.
¿Qué es el dispositivo de
estacionamiento
automático?
Por último, estos tipos de dispositivos de ayuda al estacionamiento, al igual que los sensores de
aparcamiento, son un tipo de sistema auxiliar y que, en ningún caso, sustituyen la visión del
conductor.
http://www.circulaseguro.com/que-es-el-dispositivo-de-estacionamiento-automatico/
https://www.youtube.com/watch?v=IopCbKBCjLU
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Conduccion eficiente
Hoy en día, los avances tecnológicos en el mundo automovilístico parecen superarse a sí mismos (y
a nuestras expectativas) con gran rapidez, en compromiso con la seguridad y confort que, como
usuarios, experimentamos durante la conducción. Uno de estos avances, que sin lugar a dudas,
facilita y hace más cómoda la experiencia al volante es la automatización de muchos
procesos que, por su sencillez, a veces son más susceptibles de caer en el error humano. Por
ejemplo, una cuestión que pocos admiten pero muchos olvidan es la de encender y apagar las
luces del coche, ya sea por descuido o por no conocer con claridad en qué situaciones concretas
debe usarse cada tipo de alumbrado.
Por suerte, prácticamente la totalidad de vehículos de clase media que existen, incorporan sistemas
de automatización para la activación de luces de gran fidelidad, que hacen más seguros nuestros
trayectos en carretera y ciudad.
Las luces automáticas suponen un dispositivo de seguridad en primer lugar, como hemos dicho,
para evitar errores ocasionados por el factor humano que puedan provocar situaciones
comprometidas en carretera y prever olvidos con el encendido y apagado. Esta función se está
generalizando en la mayoría de los modelos y cada vez resulta más conveniente, aunque todavía
muchos encuentren dificultad al adaptarse y prefieran el alumbrado manual.
Puede venir de serie, ser opcional o se puede añadir con posterioridad, aunque esta última no
asegura el reconocimiento tan fiel de la luz ambiente como los otros métodos. De cualquier forma,
la función tradicional manual sigue disponible en el mando siempre que quiera hacerse uso de
ella para hacer ráfagas de advertencia y señales luminosas, por ejemplo, sin alterar la
automatización.
Funciona gracias a la instalación de células fotoeléctricas que miden la luminosidad
exterior para gestionar en cada caso concreto el encendido y apagado de las luces de cruce (en
exclusiva, aunque ya se van encontrando modelos con función en luces de carretera), a través
generalmente del sensor de lluvia. Este controla tanto las luces como los limpiaparabrisas de forma
automática. Consiste en un sensor instalado en el interior del vehículo a la altura del espejo
retrovisor central que basa su funcionamiento en los principios de reflexión y refracción de la luz.
Por un lado, gracias a un diodo emisor que lanza un haz de luz infrarroja a través del parabrisas que
al encontrarse con una gota de lluvia, cambia su intensidad y ángulo de refracción; este cambio es
detectado por el diodo receptor que interpreta que está lloviendo y activa los limpiaparabrisas.
http://www.aficionadosalamecanica.net/
Además de la función de los diodos, este sensor de lluvia incorpora sensores de luz ambiental y
puntos lejanos que no sólo adaptan la velocidad del movimiento de los limpiaparabrisas en función
de la cantidad de agua detectada (sensibilidad 0,02 metros cúbicos), sino que activan también las
luces de cruce de forma automática, en aquellas circunstancias en que se sobrepase cierto umbral
de luminosidad. Por un lado el sensor de luz ambiental registra la luz mientras circulamos sin tener
en cuenta de dónde procede; y por otro lado, el sensor de luz de la calzada, interpreta la
intensidad de la luz en función de un ángulo menor directamente enfocado delante del vehículo.
Otras automatizaciones
Por último, lo vehículos más modernos incorporan otros sistemas automatizados que facilitan
nuestra visibilidad si hablamos en términos de alumbrado. En primer lugar encontramos las luces
de giro que tienen como objetivo iluminar aquella zona hacia la que estamos girando con nuestro
coche, y que se activan cuando señalizamos con el intermitente y empezamos a girar unos grados el
volante a velocidad media. Al terminar la maniobra y enderezar el volante, las luces se irán
apagando de forma gradual.
Las luces en curva en contraposición con las anteriores no se encienden y apagan al realizar giros
cerrados, sino que son las propias luces de cruce las que modifican su trayectoria gracias a unos
pequeños motores eléctricos para iluminar el trazado que estamos efectuando, ya sea en curvas,
badenes o cambios de rasante.
El asistente de iluminación predictiva anticipa el trazado del recorrido de un viaje largo en
función de lo que se haya programado en el navegador o GPS previamente, para decidir de esta
forma, qué alumbrado usar en cada momento del viaje.
Como ya hemos dicho anteriormente, poco a poco se va implantando la automatización de las
luces de carretera o largas, gracias a un asistente que se vale de una cámara instalada en el
retrovisor central que reconoce los vehículos que vienen de frente o las vías mejor iluminadas, para
activar o desactivar las luces largas en consecuencia y así no deslumbrar al resto de usuarios de la
vía.
Tecnología
para el coche:
asientos
avanzados
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Con cuatro ruedas y suspensiones independientes, la auténtica moto-SUV es el Quadro4
Steinbock
14 Septiembre 2012
IBÁÑEZ @P_Ibanez_
Por una parte se puede generar una vibración, y por otra parte
un conjunto de rodillos o ruedas se mueven, arriba y abajo,
hacia dentro o hacia afuera, para masajear por presión la zona
lumbar. Lo normal es que haya varios programas de masaje e
intensidades y que el ocupante elija la que prefiera. Por
ejemplo coches híbridos como el Citroën DS5 Hybrid4, o
el Audi A8 Hybrid montan como opción asientos con masaje.
En modelos más bien altos de marcas generalistas empiezan a
verse asientos con masaje, aunque sea como opción.
Condensación
Cuando la temperatura dentro de un objeto es superior a la temperatura del exterior, esto puede
causar que las moléculas de agua pasen por un proceso llamado condensación. La humedad está
en todos lados, incluso en un auto que está quieto. Y debido a los objetos interiores como
alfombras, asientos y otros objetos tapizados de tela o vinilo, la superficie metálica del auto será
mucho más fría que el interior, lo que causa que la humedad se forme en las ventanas,
especialmente durante un día frío o lluvioso. Los desempañadores están ahí para combatir este
fenómeno para que los conductores puedan ver por las ventanas y así poder operar el vehículo de
manera segura.
Tipo eléctrico
El parabrisas trasero de la mayoría de los vehículos tiene pequeñas líneas que lo atraviesan. Estas
en realidad son cables eléctricos, los cuales se calientan cuando la corriente pasa a través de ellos.
De esta manera, el calor resultante es usado para desplazar la condensación en el interior de la
ventana, pero también puede funcionar en el exterior. Los elementos calentadores tienen muy
poco calor comparados, por ejemplo con un calentador, así que los humanos no corren peligro de
quemaduras si tocan el cable mientras funciona. El calor solo es el suficiente para combatir la
humedad acumulada en la ventana. Por lo general están cableados a lo largo del techo del auto,
dentro del forro del techo. Los nuevos modelos de automóviles están comenzando a utilizar
elementos calentadores en el parabrisas frontal, también, lo que evita la necesidad de dejar que el
auto caliente antes de encender el desempañador.
Start/Stop
Que un motor diésel gasta menos que un gasolina a igualdad de potencia y ...
11:00
8 Comentarios
Seguridad activa
Los espejos retrovisores son fundamentales para conducir con seguridad pues nos permiten ver
hacia atrás desde diferentes ángulos, y controlar el entorno lateral de nuestro coche. No es cuestión
de repetir lo que ya os hemos contado en otras ocasiones, como por ejemplo cuántos espejos debe
tener nuestro coche y cómo regularlos, o que es posible que en el futuro puedan ser sustituidos por
cámaras de vídeo y pantallas a color.
Los espejos tradicionales son ni más ni menos que un vidrio que tiene un recubrimiento opaco
reflexivo en una de las caras, normalmente con plata o aluminio, o sea, como cualquier otro espejo.
Como todos sabemos un espejo refleja la luz, y precisamente por eso puede haber momentos
mientras conducimos en los que un espejo resulte molesto: cuando conducimos de noche y la luz de
los faros de un vehículo que circula por detrás se reflejan en él y nos deslumbran.
La primera solución propuesta por la industria del automóvil para evitar el deslumbramiento fue el
espejo retrovisor interior de doble posición, que podríamos llamar antideslumbrante. Este espejo
retrovisor no tenía mucho misterio: seguía siendo un espejo tradicional de vidrio pero su soporte
incluía un pequeño mecanismo que cambiaba su posición, o exactamente que cambiaba el ángulo
del espejo, y así cambiaba también la dirección de los rayos de luz que el espejo reflejaría.
El mecanismo se acciona con una pequeña palanca en la parte inferior que manejamos con la mano,
eligiendo entre dos posiciones, la que podemos llamar «normal», y la que podemos llamar «noche».
Este tipo de espejo tiene como inconveniente que requiere de la intervención del propio conductor,
además de que la visibilidad en el modo noche se resiente.
Espejos electrocrómicos
La evolución electrónica nos ha permitido tener los más modernos espejos retrovisores de
oscurecimiento automático o con función antideslumbramiento automática, o si lo preferimos,
electrocrómicos. Este tipo de espejos retrovisores pueden emplearse tanto en el espejo retrovisor
interior central, como en los espejos retrovisores exteriores izquierdo y derecho. Todavía no vienen
de serie en todos los coches y modelos, pues son algo más caros.
A simple vista no vamos a notar nada extraño ni diferente a cualquier otro espejo, aunque si nos
fijamos un poco veremos ciertos detalles diferenciadores. Este espejo retrovisor interior ya no lleva
la palanca inferior, incluye una especie de pilotos (uno de ellos lo es en toda regla y suele estar
encendido con una luz verde), según el caso también lleva un pequeño botón pulsador de encendido
y apagado, y suele ser algo más grueso.
El principio de funcionamiento de este tipo de espejos es básico: en lugar de un espejo de vidrio
convencional de una capa, se utiliza un vidrio electrocrómico multicapa que pierde transparencia y
se oscurece al aplicarse cierta corriente eléctrica (de ahí su nombre).
Por cierto, no hay que confundir el fenómeno electrocromático con el fotocromático (que sería el de
esos cristales de gafas que se oscuren cuando hay mucha luz, sin ningún tipo de sistema eléctrico).
Y tampoco hay que confundir un espejo electrocrómico con un espejo retrovisor exterior de
accionamiento eléctrico.
Un espejo retrovisor electrocrómico tiene cables para recibir la corriente eléctrica, un pequeño
microprocesador integrado y dos sensores de luz. Hay un sensor de luz en la parte trasera el espejo,
mirando hacia el parabrisas, que capta la luminosidad ambiente, para saber si es de día o de noche,
o siendo de noche para saber si hay mucha luz o estamos a oscuras, y un sensor de luz en la parte
delantera, normalmente en la parte inferior, más o menos disimulado con forma de piloto como os
comentaba antes, que capta la luz que pueda llegar desde detrás de nuestro coche.
El espejo es multicapa: la exterior, la que tocamos, es la de vidrio, detrás hay una capa conductora
de la electricidad y detrás de esta hay tres capas más en las que tiene lugar una reacción
electroquímica, una de las capas es de material electrocrómico, normalmente un viológeno que se
colorea más rápido, otra capa es de material capaz de almacenar iones, es el contraelectrodo, y otra
capa es de material conductor de iones, que a veces es una disolución electrolítica. Detrás de todas
ellas está la capa de metal reflexiva.
Los espejos electrocrómicos más habituales se colorean y oscurecen en tono azul oscuro. Cuando
incide la luz de los faros de un coche que circula detrás nuestro sobre el sensor de luz, el
microprocesador identifica la intensidad de la luz, y aplica cierta corriente eléctrica. El
oscurecimiento es variable, si hay más luz, se aplica más corriente y se oscurece más. Así se evita el
deslumbramiento.
Un espejo retrovisor de oscurecimiento automático puede tardar unos seis segundos en oscurecerse.
Para aclararse se aplica la misma corriente pero inversa, puede tardar unos diez segundos en
aclararse. La tensión de funcionamiento de estos espejos es muy baja, parecida a la de una pila,
entre uno y tres Voltios, y su consumo de energía es bajísimo.
La ventaja de estos espejos retrovisores es que son más cómodos para el conductor, ya que no tiene
que accionar nada, y que su oscurecimiento se actualiza de manera constante según las
circunstancias, con diferentes niveles de oscurecimiento según sea de intensa la luz.
Eso sí, hay quien podrá decir que muchas de las funciones que
tienen estos sistemas se pueden tener más barato, o incluso gratis, a
través de un smartphone. Cierto es, lo repasamos en un artículo en
Xataka hace poco, pero no es menos cierto que el hecho de que el
sistema venga integrado en el coche aporta ventajas de diseño,
comodidad y ergonomía, e incluso de funcionamiento, con antena
exterior para señal GPS y teléfono, que dan mejor cobertura, o con
integración con otros sistemas del coche, como la cámara de marcha
atrás, etc.
Hay ya sistemas para todos los precios, y cada vez son más
asequibles. En muchos modelos vienen ya de serie, y en otros
donde sean opcionales pueden costar un precio razonable de
alrededor de los 400 o 500 euros (aunque las
marcas premium suelen cobrar más).