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Ese día, un grupo de criollos quiteños manifestó su decisión de constituir un gobierno soberano. No
se trata, sin embargo, de un hecho aislado. Es, más bien, la consecuencia de una serie de sucesos
previos, en su mayoría internacionales:
LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS, que fue más bien tomada como inspiración,
al ver como Las colonias que se habían formado en América del norte reaccionaron en
contra de los impuestos y monopolios de la corona inglesa y se declararon libres e
independientes el 4 de julio de 1776 luego de múltiples batallas y conflictos armados.
Tomo la idea de formar una República Constitucional gracias a LA REVOLUCIÓN FRANCESA,
donde el 14 de julio de 1789, Francia puso fin a las monarquías e inicio su era republicana.
Esta revolución proclamo la "libertad, la igualdad y la fraternidad" como parte de la
declaración de los derechos del hombre y del ciudadano.
La oportunidad de ganar gracias a la reciente INVASIÓN DE NAPOLEÓN En 1808, donde el
poderoso napoleón Bonaparte invadió la península ibérica que depuso al rey Fernando VII
y lo reemplazo por su hermano de José Bonaparte, llamado popularmente "pepe botellas".
Los españoles organizaron juntas de gobierno para respaldar a su rey, lo que provocó el
aprovechamiento de Quito para proclamar su independencia.
También se ha de destacar el chance que permitió la DECADENCIA DEL IMPERIO ESPAÑOL
donde España había sostenido una larga lucha para desalojar a los árabes de territorio. Para
1800, la monarquía española estaba en decadencia por el cansancio y las crisis financieras
provocadas por su adeudamiento.
Durante la revolución, se podría decir que América no estaba sola, pues se apoyaba de
AYUDAS EXTRANJERAS; esto ocurrió debido a que Inglaterra y Francia se hallaban
interesados en poner fin al imperio español, por cuyo motivo apoyaron con armas y
hombres a las sublevaciones americanos que se pronunciaron en contra de España. En esta
lucha participaron numerosos extranjeros. En esta época además, apareció la famosa
"deuda iglesia.
LA REBELIÓN DE LOS ENCOMENDEROS, donde tanto Lima como Quito se levantaron en
armas en los años 1544 y 1548, protestando contra las injusticias y los abusos que los
encomenderos cometían en contra de los indígenas. Al grito de "Abajo el rey" y "viva la
independencia", los revoltosos victimaron al Virrey Núñez de la vela en los campos de
Iñaquito.
LA REBELIÓN DE LAS ALCABALAS, que ocurrió cuando El rey de España había decretado el
nuevo impuesto de las con el fin de recaudar fondos para armar con una flota que le permita
defenderse de los piratas y corsarios. El pueblo rechazo dicha imposición y se levantó en
armas.
El presidente de la audiencia de quito barros de san Millán, tuvo que huir, finalmente,
Alonso moreno de bellido, el líder de la revuelta, y otros compañeros, fueron justificado por
las autoridades españolas. Esto sucedió entre 1592-1593.
LA REBELIÓN DE LOS ESTANCOS, conocida también como “Revolución de los barrios
quiteños" sucedió en 1765 cuando los habitantes de quito se habían levantaron para
protestar contra un impuesto que debía pagarse por todo artículo que entrase.
Gracias a todos estos hechos, se hizo posible uno de los hitos más importantes para alcanzar la
libertad nacional.
Esa madrugada se conformó la Junta Soberana de Gobierno, que tuvo como autoridades principales
al Marqués de Selva Alegre, Juan Pío Montúfar, y al obispo José Cuero y Caicedo, como presidente
y vicepresidente respectivamente. Los doctores Juan de Dios Morales, Manuel Rodríguez de Quiroga
y Juan Larrea fueron nombrados como secretarios de Estado, despachos de lo Interior, de Gracia,
Justicia y Hacienda.
En la mañana siguiente, el día 10 de agosto, el doctor Antonio Ante se encargó de presentar, ante
el Presidente de la Real Audiencia, Manuel Urriez, Conde Ruiz de Castilla, el oficio mediante al cual
se le daba a conocer que había cesado en sus funciones y que el gobierno lo asumía la Junta
Soberana de Quito. Al mismo tiempo, Juan de Salinas se encargó de la guarnición, que, de inmediato,
se pronunció a favor de la Junta. Los criollos de Quito, actuando como “diputados del pueblo”,
suscribieron el Acta, por la cual desconocieron a las autoridades audienciales, reconocieron a la
Junta Suprema como gobierno interino “a nombre y como representante de nuestro soberano, el
señor don Fernando Séptimo y mientras Su Majestad recupere la península o viniere a imperar en
América”; le encargaron sostener “la pureza de la religión, los derechos del Rey, los de la Patria y
hará guerra mortal a todos sus enemigos, principalmente franceses”; y dispusieron la formación de
la falange militar propia. El Cabildo abierto del 16 de agosto, en el que estuvieron los representantes
de los diversos barrios, ratificó solemnemente todo lo actuado.
Así lo entendieron las autoridades de las otras regiones de la Audiencia de Quito y de los Virreinatos
de Lima y de Bogotá. Por ello, aunque los patriotas quiteños llamaron a la unión de “los Cabildos de
las provincias sujetas actualmente a esta gobernación” y especialmente a Guayaquil, Popayán,
Pasto, Barbacoas y Panamá, la Junta de Quito resultó aislada e incluso provocó la reacción de las
otras regiones, desde las que se prepararon milicias para someterla.
En la Revolución de Quito convergieron diversos actores e intereses. Hubo próceres que aspiraron
a la independencia total frente a España. Otros que deseaban solo la autonomía. Algunos aspirantes
a una pequeña monarquía local. Pero dominó en el escenario el rechazo a la invasión francesa a
España, el descontento contra las autoridades y el deseo por un cambio de gobierno que favoreciera
la representación del poder aristocrático criollo. Por eso, los revolucionarios constituyeron la Junta
Soberana.
Con la Revolución Quiteña se originó la conciencia de libertad. Cierto es que la primera Junta todavía
proclamó fidelidad al monarca, pero ello se explica por las precarias condiciones de la lucha patriota,
el temor a la represión y la evidente ausencia de respaldo de las otras regiones del país. Sin embargo,
se movilizaron, por primera vez, conceptos absolutamente nuevos para la vida del país: soberanía,
representación popular, derechos naturales, constitucionalismo, republicanismo y sobre todo
autonomía e independencia.
El papel de Quito en ese proceso fue reconocido en su propia época y en Chile se bautizó a la ciudad
como “Luz de América”,
precisamente porque se
comprendió la trascendencia
emancipadora de su revolución,
que también fue exaltada por el
Libertador Simón Bolívar.
CURSO:
1° BACHILLERATO (PRE-B.I)
ASIGNATURA:
HISTORIA
TEMA (LIBRE):
PRIMER GRITO DE LA INDEPENDENCIA (10 DE
AGOSTO DE 1809) – CORRIENTE DEL HISTORIOCISMO
PROFESORA:
LCDA. CELESTE FLORENCIA
AÑO LECTIVO:
2019-2020
CORRIENTE HISTORIOGRÁFICA: HISTORICISMO
El historicismo designa la formación del sentido histórico. Sostiene que la naturaleza de los seres
humanos y de sus actos solo se puede entender considerándolos como parte integrante del devenir
la historia, de un proceso histórico continuo.
¿QUÉ ES?
Bajo el término “historicismo” se agrupan diferentes corrientes de pensamiento que tienen en
común la consideración del papel histórico desempeñado por el ser humano, llegando algunas de
ellas incluso a señalar la historicidad de la propia naturaleza. Para el historicismo todo lo relacionado
con la vida humana, desde la ideología hasta las instituciones políticas o la ciencia, debe entenderse
a partir de la historia. Wilhelm Dilthey (1833-1911), el pensador más importante del historicismo
alemán, lo expresaba afirmando: “Lo que el hombre es lo experimenta solo a través de su historia”.
Cabe mencionar, asimismo, a pensadores como el italiano Benedetto Croce (1866-1952), quien,
partiendo del idealismo hegeliano y del marxismo, considera la historia como la historia de la
libertad, o al filósofo e historiador británico R. G. Collingwood (1889-1943) que reduce la ciencia y
la filosofía a la historia. Aunque no pueden ser calificados como exclusivamente historicistas, las
consideraciones acerca de la historicidad y la temporalidad de Heidegger o la categórica afirmación
de Ortega y Gasset de que el hombre no tiene naturaleza, sino historia, presentan claros rasgos de
historicismo.
El historicismo también ha contribuido a la revisión crítica del concepto de realidad histórica con
derivadas muy importantes en la política, la sociología o la antropología. De igual forma, la pregunta
de si el historicismo conlleva necesariamente un relativismo o es la única forma de evitarlo, nos
sitúa en un territorio epistemológico de gran importancia.
En este sentido, en el siglo XX, pensadores como el filósofo de la ciencia Karl Popper han entendido
el historicismo como una corriente que propugna la existencia de “leyes históricas” que determinan
el fin de los acontecimientos políticos y sociales.
El historicismo postula la teoría de que la realidad humana tal y como la conocemos hoy en día es
la suma de todos los acontecimientos históricos, por ende la realidad es el producto de la historia.
EJEMPLO DE HISTORICISMO:
En las ciencias sociales un ejemplo de Historicismo es el estudio de la crisis del medio oriente dado
al finales del siglo XX y principios del XXI, en donde el fin de la guerra fría y caída del muro de Berlín
influyen en la distribución de armas en la recién caída Unión Soviética y arman a grupos musulmanes
radicales volviéndolos un peligro para los Estados Unidos. El estudio de estos acontecimientos y su
influencia en el conocimiento de los países musulmanes en el manejo y fabricación de armas es
objeto del historicismo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
1. http://filosofia-une.blogspot.com/2008/10/benedetto-croce-y-su-
historicismo.html
2. http://www.ernestopaolozzi.it/1249/BENEDETTO-CROCE;-LA-
FILOSOF%C3%8CA-DEL-HISTORICISMO-Y-EL-DEBER-DE-LA-LIBERTAD
3. https://www.filco.es/historicismo-ser-humano-proceso-historia/
4. https://www.ejemplode.com/61-que_es/3111-
ejemplo_de_historicismo.html