Sei sulla pagina 1di 3

“CULTURA DEL CIELO” – Ps.

Dario Fargas (05/09/19)

¿Qué significa “cultura”?, según el diccionario es un conjunto de


conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres que caracterizan a un pueblo,
una clase social, referente a una época.
Los venezolanos tenemos una rica cultura, tradiciones, hábitos y hasta un
lenguaje propio. De nuestro vocabulario pueden salir palabras o frases como
“me di un mamonazo”, significa “me di un golpe fuerte”; entre muchas otras
cosas.

Todos tenemos una cultura, pero la cultura del cielo comenzó desde
Génesis, cuando Dios creó el Edén y al hombre, instauró una cultura de
autoridad y de intimidad con el ser humano, a través de esta nosotros podemos
entender la autoridad y la intimidad con Él. Pero, a causa del pecado se dañó
todo, fue sacado del huerto del Edén.

Génesis 3:8-10 “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto,


al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de
Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y
le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo,
porque estaba desnudo; y me escondí.”

Desde allí se dañó la intimidad directa con Dios. Él no sentía pena, ni


vergüenza, después de fallar sí. Si te da pena levantar tus manos, alabar a
Dios, te falta intimidad con el Señor.
Cuando el ser humano fue separado de Dios, mantuvo su instinto de
gobernar pero a su manera. Adán gobernaba, sobre la tierra. Se fueron
formando ciudades, culturas y costumbres, todas con base en la adoración,
pero no a Dios, sino lo que el humano veía como superior; los indígenas
adoraban lo natural, la tierra, el sol, la luna, y así.
Ten claro, que si la cultura que posees si no es la del cielo, no es la correcta.

Cuando conoces a Jesús tu cultura y tus costumbres cambian, a la del cielo.


A partir de este día, yo quiero que te mantengas en la cultura del cielo.

El primer Adán falló, y llegó el postrer Adán para restaurar lo que se había
dañado. Jesús vino a la tierra a buscar y salvar lo que se había perdido; salvar
las almas y restaurar la cultura del cielo que se había perdido en el huerto del
Edén.

Nuestra cultura terrenal no es buena, es aquella que transmite el no amar,


no perdonar, ser envidioso, ¿qué cultura estamos transmitiendo a los demás y
a nuestros hijos?
La cultura venezolana era reconocida por ser amable, buen físico,
caballerosidad, pero ahora ¿cómo nos ven?, como ladrones, pordioseros.
Jesús vino para rescatar la cultura celestial. Nos dijo, yo gobierno en los
cielos, y ustedes en la tierra, como mis representantes; como el plan original.
(Salmo 115:16).

Como hijo de Dios, crea una cultura del Reino. Transmite el “ama a Dios
sobre todas las cosas”, “los diez mandamientos”.

1. RESCATANDO LA CULTURA DEL CIELO


Antes, la tierra estaba bajo el dominio del hombre porque sencillamente el
hombre la entregó, por el pecado. No dañes tu cultura, no entregues tu
autoridad por el pecado.

Cuando el postrer Adán vino a la tierra, lo hizo sin corrupción, murió como un
cordero y reconciliando a la humanidad para tener intimidad con Dios. Resucitó
como un león, restaurando Su dominio en la tierra.
Con esto somos limpios, adquirimos una cultura nueva y como hijos, venimos a
ser embajador de Él para que Su cultura sea multiplicada.

Tu cultura no puede ser afectada por la del mundo, la tuya debe afectar a
la del mundo.

Mateo 28:18-19; en otras palabras Jesús dijo: “todo me pertenece, ahora


vayan a poblar la tierra con la cultura del cielo, y restauren todo como era en el
principio.”
Adquieres autoridad con la cultura del cielo, transmítela a los demás.

Tenemos que establecer la cultura que Jesús nos enseñó, una cultura de
honra y respeto. Hijos que honren a los mayores y a sus padres naturales y
espirituales.
Honra y respeto, me lleva a Eliseo y Elías, “para ser un Eliseo hay que servirle
a un Elías.” Elías es conocido como uno de los profetas más grandes de la
Biblia, Eliseo era sólo un servidor, pasó de ser un don nadie a ser el
portador de la doble unción, su secreto: establecer una cultura de honra y
respeto al hombre de Dios. (1 Reyes 19:19-21); no significa ser un
“chupamedias” es una honra servir al hombre y a la mujer de Dios.

El hombre no soporta mucha humillación sin promoción, pero para ser


promovido debes honrar a la autoridad, espiritual y del hogar.
Tenemos que entender y aplicar la cultura de honra y respeto, hacia los
apóstoles de esta casa, ellos son como ese Elías para nosotros. Aun entre
nosotros, como hermanos tenemos que honrarnos y respetarnos, si no lo
hacemos, ¿quién lo hará con nosotros?

Debemos ser como Eliseo, aquel que entiende el llamado de Dios en su vida,
y que sirve a su autoridad con honra, amor y respeto.
Uno de los mandamientos es:
Efesios 6:2-3 “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento
con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”
El primer mandamiento con promesa y es el más difícil, el honrar. Tenemos
que honrar a nuestros padres naturales y espirituales, porque ellos son o
fueron el instrumento de Dios para crear unos hábitos y una cultura del cielo.

2. CULTURA DE COMPASIÓN Y AMOR


Romanos 12:9-10 NVI “El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense
al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y
honrándose mutuamente.”

Acá están las cuatro culturas: honra, respeto, compasión y amor. Todo
cristiano debería tener estas cuatro culturas, y si las reflejáramos afuera,
muchas cosas cambiarían.
La honra es siembra y cosecha.

Todos tenemos que tener una cultura de amor y compasión.


Compasión habla de que: no todo el mundo es igual a ti, por lo tanto debemos
tener misericordia con tus hermanos.

Jesús estableció una cultura de compasión mientras soportaba las ofensas,


la vergüenza, tuvo misericordia de ellos, hasta ellos podían ser salvos. De
nosotros también, no merecemos la salvación.

Romanos 11:36 “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea
la gloria por los siglos. Amén.”
Todo es por él y para él. Nuestra cultura del cielo es gracias a él, somos
embajadores del cielo por él.

Como hijos, nuestra cultura debe notarse, esas cuatro. Y así el que se
acerque será afectado y transformado por esta cultura. Nuestro idioma de fe,
debe afectar.

Una embajada es un pedacito del país dentro de un país extranjero, por


ejemplo: una embajada brasileña en Venezuela, es un pedacito de Brasil
dentro de Venezuela. Allí todo es distinto, dentro de ese lugar, las leyes
cambian, no es igual que afuera.
Nuestra embajada es del cielo, lo que ocurre aquí es lo que ocurre en los
cielos.
Nosotros tenemos inmunidad diplomática, protección y seguridad divina.

Potrebbero piacerti anche