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El viejo y el mar análisis literario

Análisis de la novela El viejo y el mar


Sabemos que el buen literato no describe objetos sino ámbitos, no relata hechos sino
acontecimientos, no expresa procesos de producción fabril sino procesos creadores. Al
percatarnos de ello, nos elevamos al nivel de realidad y actividad en que se mueven las
obras literarias valiosas. Así, El viejo y el mar no se reduce a contarnos las peripecias por
las que pasa un viejo pescador para atrapar un pez fuerte y voluminoso, y la decepción que
sufre cuando ve que su capacidad de defensa no es suficiente para evitar que los tiburones
devoren poco a poco su codiciada presa. En caso contrario, este relato de aventuras marinas
podría resultar divertido pero carecería de todo valor estético. Lo que nos revela aquí
Hemingway es el sentimiento de vinculación fraternal que alienta en el viejo pescador
respecto a muchas realidades de su entorno, incluso aquellas a las que agrede y mata en
función de su oficio de pescador. Al ver los delfines que nadan y resoplan en torno al bote,
exclama: «Son buena gente, dijo. Juegan y bromean y se aman entre ellos. Son nuestros
hermanos, como los peces voladores. Entonces empezó a sentir lástima del gran pez que
había enganchado.

Biografía
Ernest Hemingway es un novelista estadounidense, cuya obra ya
es considerada clásica en la Literatura del siglo XX, y ha ejercido
una notable influencia tanto por la sobriedad de su estilo como
por los elementos trágicos.
Estudió en el Oak Park and River Forest High School, donde
aprendió a tocar el violonchelo y formó parte de la orquesta. Se
interesaba también por el boxeo y peleaba con sus compañeros en
los descampados. En los estudios se destacó en Lenguas, pero
sentía apatía por las otras asignaturas. Mostró sus aptitudes
literarias en el diario escolar, usando el alias Ring Lardner, Jr.
Al acabar sus estudios, en 1917, no quiso ir a la Universidad, como quería su padre, ni
quiso perfeccionar sus estudios de violonchelo, como le hubiera gustado a su madre. Se
trasladó a Kansas y en octubre de 1917 comenzó a trabajar de reportero en el Kansas City
Star.
Ya se había iniciado en el periodismo cuando se alistó como voluntario en la Primera
Guerra Mundial, como conductor de ambulancias, hasta que fue herido de gravedad. De
vuelta a Estados Unidos retomó el periodismo hasta que se trasladó a París, donde alternó
con las vanguardias y conoció a E. Pound, Pablo Picasso, J. Joyce y G. Stein, entre otros.
Participó en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial como corresponsal,
experiencias que luego incorporaría a sus relatos y novelas.
Personajes principales
Algo importante de esta novela o libro es que no se esfuerza por crear cientos de personajes
principales y secundarios llenos de extensas historias. El viejo y el mar se centra en una
sola historia, así que solo necesita de pocos personajes.
 Santiago: el protagonista de la obra, se nos presenta como un viejo pescador flaco y
desgarbado, con arrugas profundas y piel quemada por el sol. A pesar de su vejez,
se nos muestra como un hombre fuerte y valiente aunque se siente solo y su única
compañía es la de un muchacho al que enseñó el oficio de la pesca. Este sentimiento
de soledad se acentúa cuando se encuentra mar adentro en su bote, pues alude
constantemente a su añoranza del chico y, por ello, aunque piensa que lo pueden
considerar loco, dialoga consigo mismo. Es un hombre austero y humilde, el cual
está marcado por la mala suerte, puesto que lleva 84 días sin pescar ningún pez y
sobrevive gracias a la ayuda del muchacho, que le proporciona comida y cebo para
pescar. Sólo tiene dos pasatiempos: uno es el béisbol y por ello, siempre se
preocupa de estar al tanto de los resultados de la liga (a través de periódicos viejos),
los cuales comenta con Manolín. El otro son sus recuerdos de juventud, cuando
viajó en un gran barco a África y vio los leones, o cuando era fuerte y ganó un duelo
de pulso. También destaca el amor y el respeto de Santiago hacia la naturaleza, su
admiración hacia las aves, los peces, las tortugas y el mar en general, a los que trata
siempre de hermanos. A pesar de ser un viejo solitario y pobre, es querido y
respetado por los demás pescadores y cuando lleva dos días sin volver de pescar
todos se preocupan por él. Su necesidad de acabar esa mala racha sin pescar le hace
pensar en varias ocasiones en el fracaso, obsesión constante a lo largo del relato.
 Manolín: es el joven que ya desde pequeño acompaña a Santiago en sus jornadas de
pesca para aprender el oficio. Sin embargo, después de cuarenta días sin que el viejo
cogiese ningún pez, sus padres deciden que salga a faenar en otro bote más
productivo. A pesar de ello, sigue visitando a Santiago todos los días y, como se
siente preocupado por la situación casi precaria, por la que está pasando su amigo,
le proporciona comida, toallas y agua para que se asee y acude a visitarlo para
hablar sobre béisbol o aventuras que Santiago vivió en África durante su juventud.
El muchacho también echa de menos faenar con Santiago y promete acompañarle
alguna vez. Es él quien ayuda al viejo al principio del relato y quien lo vela al final;
es la única persona que se preocupa por él.
 El pez: puede ser considerado como un personaje más, pues es personificado, en
cierto modo, por Santiago cuando habla con él. Todo comienza como una jornada
normal en la rutina del viejo, salvo que lleva ochenta y cuatro días sin pescar un
pez, y para él el número de la suerte es el ochenta y cinco, por lo que confía en que
esa racha de mala suerte terminara ese día. En efecto, al cabo de unas horas nota que
algo pica en el cebo; desde ese momento se desarrolla una lucha, lenta, reflexiva y
pausada, que durados días hasta que puede matar al pez. A lo largo de ese tiempo,
Santiago imagina cuáles pueden ser los movimientos del pez y habla con él,
tratándolo siempre como hermano, hablando de su nobleza y dignidad, e incluso
pidiéndole perdón por pescarlo y matarlo. Serán las acciones del pez, al arrastrar la
barca de Santiago mar adentro y agotarlo, las que desencadenarán de alguna manera
el desenlace: los tiburones, al olor de la sangre del pez, lo devorarán, pese a los
intentos de Santiago de evitarlo.

Argumento
Santiago es un viejo pescador cubano. Le seguía un joven muchacho llamado Manolito,
quien le tenía un aprecio muy grande. Un día Manolito tuvo que dejar a Santiago por
órdenes de su familia, para ir con pescadores con mayor suerte que el viejo con respecto a
sus pescas. Sin embargo, él joven muchacho le seguía ayudando y haciéndole compañía.
Un día el viejo salió a la mar con el objetivo de terminar con su mala racha en la pesca. El
muchacho le había conseguido cebo. Al cabo de unas horas de navegar, tras haber perdido
de vista la costa, un pez picó el anzuelo. Era un pez enorme, dispuesto a luchar hasta la
muerte, si era preciso. La barca navegó a capricho del pez mar adentro. Las fuerzas del
viejo cada vez iban a menos y predecía que el pez le podía matar, pero tenía una fuerte
determinación por conseguir sacarlo del agua, y no le importaba si tenía que dejar su vida
en el intento. Tras una larga y dura batalla, el pez tuvo la peor suerte, y el viejo, rebosante
de felicidad, ya que no creía que el pez fuese tan inmenso, lo amarro al costado de la barca,
para poner rumbo a la costa. "Era tan grande, que era como amarrar un bote mucho más
grande al costado del suyo". Todo su empeño habría sido inútil si no consiguiese llevar el
pez a tierra firme. Sin embargo, y para su desilusión, apareció un tiburón. Cuando el
escualo se acercó a comer el pez el viejo le asestó un mortal golpe en la cabeza con su
arpón. Se había librado del tiburón, pero no tardarían en acercarse otros más siguiendo el
rastro de la sangre desparramada del pez herido. El viejo logró batirlos, pero se habían
comido medio pez. Por la noche se le acercaron más, que acabaron con él, dejando solo la
cabeza, la espina y la cola, suficientes para dar testimonio de la hazaña.
Así, llego por fin a puerto. Era de noche y no había nadie para ayudarle a recoger. Cuando
terminó se fue a su casa a dormir. A la mañana siguiente el muchacho, muy preocupado,
fue a su casa para ver cómo estaba y le prometió que saldría a pescar con él. Los demás
pescadores reconocieron el mérito de Santiago, al ver los restos del pez, que era un Pez
Espada.

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