Sei sulla pagina 1di 110

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA MADRE Y MAESTRA

FACULTAD DE CIENCIAS, HUMANIDADES Y ARTES

CARRERA DE FILOSOFÍA

VISIÓN FILOSÓFICA DE LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO


POLÍTICO DE GIOVANNI SARTORI

Tesina de grado para optar por el título de Licenciado en Filosofía

Sustentante

Jhanfri Darinel Féliz Gómez

Asesor

Juan Francisco Zapata

Santo Domingo, Distrito Nacional

15 de marzo de 2019
VISIÓN FILOSÓFICA DE LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO
POLÍTICO DE GIOVANNI SARTORI
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN

Desde tiempos antañales, el hombre ha manifestado la necesidad intrínseca de


asociación con sus semejantes; es precisamente esta capacidad asociativa y social la que
da el atributo de ser un animal político desde toda su esencia. La agrupación de los
hombres en torno a ideales sociales comunes y leyes que rigen el modus vivendi y el
modus operandi, son los primeros pasos que el hombre primitivo da para consolidar un
sistema social capaz de responder a las necesidades de sus iguales. Con el paso de los
años y la realidad del progreso, el ciudadano de la antigüedad comienza a escatimar
esfuerzos aunados con sus comunes en pro de la consecución de un sistema capaz de
redistribuir las riquezas de todos de forma justa y equitativa. Durante la antigüedad, el
ser humano se congregó en la sociedad en torno a diversos sistema políticos, que de
forma directa respondían a algunas necesidades de forma efectiva y a otros no tanto. Es
hacia el siglo V a.C., durante el gobierno de Pericles, cuando aparecen las primeras
manifestaciones de la Democracia en torno a la Ciudad-Estado de Atenas.

El sistema democrático es la respuesta del hombre a una realidad política en


específica. A su vez, es dinamismo e innovación constante. Es respuesta integral de
todos en torno a un conjunto de ideales y normativas legales. La Democracia,
esencialmente intenta ser el gobierno del pueblo, donde el mismo pueblo es quien
encabeza de forma legítima, organizada, representativa y participativa, los destinos de
su comuna vital, llamada sociedad. A su vez, a lo largo de la historia la Democracia ha
desprendido de sí una serie de confusiones y formas de aplicabilidad, que a su vez
problematizan la materialidad de sus acciones integrales. Para hablar del problema de la
Democracia en nuestros días, debemos fijar la mirada en su etimología y la practicidad
dada a lo largo del proceso de desarrollo de la historia. Es necesario saber que la falta de
integración masiva del demos, ha generado y genera en nuestros días grandes y
profundas crisis políticas y sociales cuyos resultados provocan un estado de desinterés
con el compromiso social que nos compete. La profundidad de este problema se refleja
en la concentración masiva del poder en grupos minoritarios y no en la participación
mayoritaria del pueblo.

Para los griegos de la antigüedad, los beneficios de la democracia eran la


posesión exclusiva y absoluta de los ciudadanos de la polis, siendo el poder del pueblo,
8 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

una posesión particular sólo de “Los muchos”. Durante la Edad Media todo poder
político era administrado por los altos mandos eclesiales y la monarquía, no por el
pueblo, o al menos, por la mayoría. El control elitista del poder ocasionó fuertes crisis
que, sin más, marcarían una ruptura absoluta con el medioevo y llevarían al período
transitivo del renacimiento.

El humanismo legado por el renacimiento trajo consigo un espíritu de libertad y


valoración absoluta de la primacía legítima del hombre, su naturaleza y compromiso
con la ciudadanía, que se traduce en el bien común integral. El humanismo intenta llevar
al hombre a la consideración de sí mismo, como un ser libre de ataduras y dogmatismos
religiosos y/o sociales; esto impera un activo y mayor compromiso en el quehacer
industrial, intelectual y político.

Llegada la modernidad, la visión de la realidad social y la comunicación se hace


diversa e incluso se extiende a más personas. La modernidad trajo consigo una nueva
visión del poder, el Estado, la Economía y el rol que debía jugar cada Ciudadano.
Durante los siglos XVIII y XIX, la humanidad alcanzó un vasto progreso económico,
fruto de la industrialización masiva. Este desarrollo industrial de manera preponderante
provocó un fuerte control del poder económico y político en los burgueses, por el costo
del sometimiento de la clase proletaria, bajo el yugo opresor de la explotación salvaje en
las industrias. Estos acontecimientos generaron diversas corrientes de pensamiento y
reflexión en torno a la posesión del poder. Para Karl Marx, las ideas de desarrollo
surgen cuando un estado de bien material se ha fraguado; por esto, es necesaria la
revolución, como toma del poder. Marx nos explica que los grandes cambios surgen de
la lucha agresiva entre las clases; por tal razón, la toma del poder y del control legítimo
del pueblo (Proletariado), es una lucha rebelde. Años más tarde, la lucha de poder
fraguada en la modernidad cientificista e industrial iniciaría diversos procesos
tensionados de luchas armadas, cuyo cauce desembocará en los mayores conflictos
bélicos vividos por la humanidad.

Luego de la Segunda Guerra Mundial el mundo experimentó grandes cambios en


todas las esferas de la vida social. El exceso de ideologías y la fragmentación
postmoderna del pensamiento hace confusa la idea de lo que es la democracia
esencialmente y cuáles son las condiciones para su buen funcionamiento. El problema
de la democracia, en nuestros días se agudiza de manera incesante, por la diversidad de
ideas erróneas y falaces en torno a ella. Este problema, sin duda alguna, determinan el
INTRODUCCIÓN 9

mal funcionamiento de las acciones democráticas de nuestros días. La crisis generada


en la post guerra lleva al hombre a cuestionarse de manera incesante y, a repensar una
nueva forma de hacer política; adaptada y actualizada a su contexto.

En este trabajo de investigación, nos compete presentar una visión integral de la


democracia, puesto que las ideologías políticas, aisladas y parciales de nuestros días,
son un intento fallido y estereotipado de hacer política. Por esto impera una democracia
idealista y pragmática, integrativa e interactiva, participativa y extensiva a todos; capaz
de superar los meros colores partidistas y los discursos publicitarios vacíos. Es
necesario una sistema democrático, capaz hacer valer los grupos plurales; al punto que
ellos mismos sean capaces de influir y generar los cambios diversos y necesarios en la
sociedad de hoy.

Hoy el discurso masificado sobre la Democracia no ha sido más que un mero


discurso carente de realidad. En la actualidad las ideologías radicales y el
individualismo arropan la vida del hombre, creando un ambiente globalizado y
fragmentado de manera radical, a su vez, dividido en pequeñas partes. La fragmentación
de la sociedad en grupos ideológicos aislados entre sí contribuye a crear un ambiente
donde el bien común se limita únicamente a un grupo determinado de personas y/o
colores partidistas. Por tanto, es necesaria la implementación de un sistema democrático
integral, donde los actores principales de la sociedad sean capaces de implementar
políticas integrativas de bien y lucha colectiva; no individualistas, separatistas y/o
consumistas.

La democracia como integración y participación de los grupos plurales y todo el


pueblo, es una nueva y eficaz forma de hacer política participativa, fundamentada en el
bien y la verdad; donde estas dejan de ser meras teorías abstractas y, pasan a jugar el
papel fundamental que a ellas les corresponde. Para Giovanni Sartori, la democracia es
una acción vertical e integrativa, donde el pueblo, mediante la opinión pública, toma su
rol activo, se forma, participa y actúa según lo que le impera la sociedad. (Cfr. G.
Sartori, La democracia en 30 lecciones). Por esta razón nos hemos propuesto
adentrarnos en los postulados de la Filosofía política de Giovanni Sartori y reflexionar
de forma exhaustiva en torno a la Democracia.
10 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Por esto hemos querido adentrarnos en le reflexión en torno a Sartori. A su vez


hemos titulado este trabajo de investigación Visión filosófica de la Democracia en el
pensamiento Político de Giovanni Sartori.

En este trabajo de investigación en torno a la propuesta democrática en el


pensamiento político de nuestro autor, nos hemos propuesto de forma general: Describir
la propuesta democrática de Giovanni Sartori, partiendo del análisis crítico a los grandes
períodos históricos, que ayudaron a la formulación de su pensamiento político;
contrastando su teoría democrática con las perspectivas actuales de la reflexión y praxis
política. A su vez, hemos dividido este trabajo de investigación en tres capítulos, que de
forma lógica nos llevan al análisis profundo de los postulados políticos y democráticos
de nuestro pensador.

El primer capítulo que lleva por título: Influencias, fundamentos y contextualización


histórica de la teoría democrática de Giovanni Sartori, tiene como objetivo específico:
Conocer de forma analítica las influencias filosóficas y políticas,
fundamentos y el contexto del pensamiento político y democrático de
Giovanni Sartori.
La pregunta investigativa que direcciona el accionar de este capítulo es:
¿Cuáles son los postulados filosóficas y políticas que influyen, fundamentan
y contextualizan el pensamiento político de Giovanni Sartori?

El capítulo segundo que lleva por título: Aproximación al Concepto de Democracia


propuesto por Giovanni Sartori, tiene como objetivo específico:
Definir el concepto de Democracia según la propuesta de Giovanni Sartori.
La pregunta investigativa que direcciona el accionar de este capítulo es:
¿Cuál es el concepto de Democracia que desarrolla Giovanni Sartori?

El capítulo tercero que lleva por título: La Democracia participativa como


superación del individualismo y consumismo político (Crítica a las perspectivas
actuales), tiene como objetivos específicos:
Contrastar la teoría democrática propuesta por Sartori ante las perspectivas
reflexivas y práxicas actuales del hacer político y social.
Proponer la Democracia participativa, como un modo de superación de las
perspectivas políticas adversas y difusas de la actualidad.
La preguntas investigativas que direccionan el accionar de este capítulo son:
INTRODUCCIÓN 11

¿Cómo se contrasta la teoría democrática desarrollada por Sartori con las


propuestas reflexivas actuales en torno a las teorías políticas?
¿Cómo puede la propuesta democrática de Sartori superar las perspectivas
actuales del hacer político?

El método que orienta nuestra investigación filosófica es el tradicional europeo;


actualizado según las propuestas de Meynet. A su vez, implementaremos el método
filosófico analítico, crítico y argumentativo; basado en fuentes bibliográficas y análisis
de documentos.
CAPÍTULO I

INFLUENCIAS, FUNDAMENTOS Y CONTEXTUALIZACIÓN DE LA


TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI
CAPÍTULO I

Influencias, fundamentos y contextualización de la teoría


democrática de Giovanni Sartori

1.Introducción

En torno al pueblo y la generatividad legítima del poder del pueblo se ha


reflexionado de forma exhaustiva a lo largo de la historia. A su vez, las teorías
reflexivas y empíricas en torno al pueblo son las que dan traste a la interacción del
Poder y el Pueblo, la Libertad y la Justicia, formando de esta forma las bases
conceptuales y materiales del hacer político que se fundamenta en el liberalismo. Son
los sistemas Democráticos el resultado de una serie de acontecimientos políticos, que se
van desarrollando y configurando de forma paulatina. Por esta razón, nos es preciso
adentrarnos en la reflexión profunda de este capítulo y entenderle, puesto que constituye
el análisis de los fundamentos y la contextualización de la teoría democrática de nuestro
autor.

En este capítulo primero, que lleva por nombre Influencias, Fundamentos y


contextualización de la teoría democrática de Giovanni Sartori, nos proponemos de
forma específica, adentrarnos en la reflexión de los elementos que constituyen un eje
central de los postulados filosóficos y políticos del pensador italiano Giovanni Sartori,
para así cumplir de forma satisfactoria con el objetivo de describir los procesos iniciales
que ayudan a la conformación de las propuestas políticos que nuestro autor presenta
como Democracia. Con la presentación de este capítulo primero, intentamos dar
respuestas fidedignas, a las preguntas fundamentales que guían la metodología de
nuestra investigación. A su vez, adentrados en la reflexión de los fundamentos de las
propuestas democráticas de nuestro autor, lo interrelacionamos y contrastamos con otros
pensadores que le influenciaron y, a su vez, iluminaron la reflexión política en torno a la
Democracia y su papel en la sociedad.
16 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

1.1 Concepto de pueblo (Demos)


Es imposible abordar el concepto de Democracia sin antes adentrarnos en la
descomposición y definición etimológica de sus partes. Sobre todo, nos es preciso
adentrarnos en la reflexión y analizar quienes realmente son concebidos como los
actores fundamentales y protagónicos del sistema.

Según la RAE el pueblo es «Conjunto de personas de un lugar, región o país


determinado»1. El pueblo es expresión de diversidad plural y masificación unitaria de
todos los ciudadanos. El pueblo es estructuración de todos, entorno al gobierno y las
leyes que rigen un lugar determinado. La concesión de pueblo ha variado durante todo el
proceso de desarrollo y consolidación de la historia. Es decir, lo interpretado por el
hombre como pueblo se actualiza según el contexto mismo en que éste dinamiza el
existir.

Para los griegos de la antigüedad, el Demos era una agrupación de ciudadanos,


pequeña y unida entre sí, organizada en ciudades-estados. El accionar cotidiano de los
ciudadanos de la polis giraba en torno a las leyes formuladas de manera directa en el
pleno de la ciudad. El título de ciudadano de la polis griega era dado partiendo de
diversos criterios; tales como: El lugar o casta de procedencia, posición económica y/u
oficio, entre otras cuestiones. Cabe recordar que no todos los existentes en la polis
tenían el título de ciudadano, por ende no todos gozaban del privilegio de participar con
derecho y libertad de tomar decisiones vinculantes o ser reconocidos como miembros
del pueblo2.

En la Grecia de la antigüedad, la palabra pueblo tenía diversos significados, y por


ende, distintas formas de aplicabilidad ambiguas y confusas entre sí. Para algunos el
título de pueblo era un beneficio legítimo de todos demos, con excepción de los
forasteros, prosélitos, esclavos, mujeres y no libres. En otros casos, la legitimidad de ser
pueblo era únicamente de los muchos hoi polloi. En otros análisis el bienestar que
generaba el título de pueblo era solo derecho de la mayoría hoi pleíones y, en casos
extremos se reducía únicamente a la multitud óchlos que formaba parte del pleno
local3, y los demás un medio que facilitaba conseguir beneficios que perpetuaran la
autoridad ejercida mediante el poder sobre los otros. El poder ejercido, de manera

1
RAE, Diccionario oficial de la Lengua Española, Tomo II, 1857.
2
Cf. G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I 42.
3
Cfr. G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 13.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 17

hegemónica, por el pleno local se justificaba de diversas formas, tal es el caso de la


inteligencia natural.

Las hipótesis en torno a la legitimidad de nuestro deber ciudadano, surgen desde la


antigüedad, adentrando así a los pensadores a la reflexión. Para algunos pensadores de
la antigüedad griega, el tipo de alma es el determinante de nuestras acciones. Es el alma
la guía absoluta e indeleble de todos nuestros pasos, y hasta de nuestra capacidad
racional. Por tanto, quienes tenían la capacidad de dirigir con dignidad y destreza,
poseían un alma dotada de lo suficiente para gobernar a los comunes. Platón y
Aristóteles son quienes postulan con mayor convicción que unos nacen para gobernar y
otros para ser gobernador, ya que esto mantiene el equilibrio del bien estar del pueblo y
salvaguarda las buenas acciones políticas, que son la fuente y esencia de toda ciudad.

Por esta razón, Platón hacia el siglo 310 a.C. inicia una ardua tarea de teorizar en
torno a la sociedad y la política. La materialización de la teoría política de Platón es un
intento de salvaguardar la pureza misma de la sociedad; todo esto fundamentado en la
virtud, la justicia y la inmortalidad del alma. Platón considera que todos los afanes y
acciones del hombre, dotado de lo necesario para ser ciudadano, deben ir encaminadas a
la consecución de la virtud en la sociedad. Para este pensador, la virtud necesariamente
debe llevarnos a la justicia, que es la esencia y medio para llegar a la plenitud de las
acciones y sentido de la polis. Platón considera que es tarea del filósofo, fundador del
Estado, gobernar a los hombres, modelar su actuar acorde a la virtud misma que poseen.
Es el filósofo el gobernante por excelencia del Estado.

En contraposición a los postulados republicanos de Platón, Aristóteles teoriza y


argumenta puntos distintos, que de forma sistemática marcarán (marcan, recuerde que
escribió en presente antes) la reflexión filosófica en Atenas. Aristóteles, exalumno de la
Academia, hacia el año 315 a.C. postula ideas sobre lo que es esencialmente el pueblo
y la forma en que este debe proceder, en cuanto al accionar político se refiere.
Aristóteles marca su sistema filosófico, de forma suma, mirando de forma antecedente
el alma, como principio constitutivo y fundamental de nuestras acciones. Aristóteles
considera que todas las cosas poseen alma y ella es en cierto modo todas las cosas.
Aristóteles considera que el hombre es un animal social, con alma racional y debe ser
visto desde dos aristas: Su particularidad y posteriormente de forma colectiva;
necesariamente debe ser visto como ente de actuación, compromiso y contribución con
la sociedad.
18 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Para Aristóteles, el hombre no puede estar exento de participar en las acciones


sociales, puesto que ésta constituye parte importante de su ser persona. Para Aristóteles,
la naturaleza arrastra pues instintivamente a todos los hombres a la asociación política.
Por esta razón, al mismo hombre impera la responsabilidad de ser sociedad; no como
uno más, sino como un agente activo del control y desarrollo político.

Para este pensador, el pueblo es sinónimo de masificación colectiva, que


necesariamente debe estar comprometida con las leyes y la sociedad. Aristóteles postula
que las acciones del hombre, visto desde todas sus dimensiones, necesariamente deben
seguir el curso de la virtud, que es expresión de aceptación de nuestra naturaleza. Solo
los hombres capaces de conocer la virtud, están destinados a gobernar y necesariamente
deben cumplir el compromiso esencial que les toca. Aristóteles considera como pueblo
y ciudadanos de la polis solo a los hombres capaces y dotados de lo necesario para
serlo. El único requisito no es contribuir con las acciones sociales, sino la
predisposición a observar la virtud. Por esta razón postula: «La verdad es que no
debemos considerar ciudadanos a todos sin los cuales no podría existir la ciudad, ya que
ni siquiera los niños son ciudadanos en el mismo sentido que los hombres, ya que estos
lo son en absoluto y los niños en virtud de un supuesto»4.

Con el proceso de conquista llevado a cabo por los romanos a los pueblos de oriente,
inicia un masivo intercambio cultural entre Roma y Grecia y, en esto, una extensión
cultural vasta a todos los pueblos dominados por el imperio. Al llegar Roma a Grecia,
encuentra todo un sistema social, religioso y político ya conformado y establecido;
incluso el más fortificado de toda la región. Grecia estaba invadida militarmente por los
romanos, mientras que Roma y los pueblos dominados eran conquistados,
culturalmente, por los griegos. Algunas costumbres y expresiones del lenguaje fueron
interpretadas de una forma distinta a la propuesta cultural de los griegos; tal es el caso
del significado de pueblo. Con el traspaso y posteriormente el intercambio del griego
Demos por el Populus latino, cambia radical y confusamente la visión de quienes
formaban parte del pueblo y cuál era su papel en la sociedad.

Hacia el siglo 30 a.C. Roma Imperial era la metrópolis social, económica, comercial
y, por ende, política de todo el mundo conocido. Durante estos siglos Roma se
constituyó como un poder hegemónico y metropolitano, donde se dinamizaba toda la

4
ARISTÓTELES, Política., 76.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 19

economía, las leyes y el poder político. Generalmente las plazas romanas eran
abarrotadas por la diversidad étnica; aunque esta era una actividad común, no todos
gozaban del amparo y los privilegios otorgados por la ciudadanía romana. Los no libres,
los forasteros, los esclavos y hasta los bárbaros no tenían la legitimidad de sus
decisiones; estaban sometidos a la voluntad de su amo o simplemente de las leyes,
imponentes de manera extrema, dictadas por el senado, adjunto al emperador. La
ciudadanía romana daba un estatus estandarizado y, esto reservaba algunos beneficios,
derechos y deberes a quienes la poseían.

Es necesario hacer saber y destacar que el pueblo, en la concesión romana, posee una
diferencia significativa en comparación con otras concesiones de pueblo. Para la Roma
imperial el populus romano era entendido de forma corporativa, no como el total de
individuos, congregados entorno a las leyes que rigen un lugar, sino de forma piramidal,
jerárquica y privilegiada. La consideración de ciudadanía, necesariamente imperaba
acciones distributivas entre el estado y la persona que poseía el título. El estado tenía el
deber de garantizar los servicios básicos del pueblo; a su vez, el pueblo tenía el deber de
estar presto al imperio para los servicios en que pudiera ser de utilidad.

Hacia el año 313 de nuestra era, la concepción de pueblo cambia de manera radical
en la Roma Imperial el Edicto de Milán, el Emperador Constantino permite la libertad
religiosa, posteriormente Teodosio el Grande cristianiza de forma absoluta el Imperio,
declarando el cristianismo como la religión oficial. Con la cristianización de las
instituciones del Sacro Imperio, solo los bautizados alcanzan el título de ciudadanos de
la Roma y esto les delega una serie de beneficios sociales, políticos y económicos. En el
caso de los esclavos y las personas no libres seguían poseyendo su misma condición,
pero con más privilegios en pro de su ser persona, de su humanidad.

Con la caída del Imperio Romano, la autoridad monopólica ganada durante largos
años se divide en diversos bandos. Es necesario resaltar que La Iglesia heredó y
posteriormente extendió a otras tierras su autoridad y jerarquía. Es necesario ir a la Edad
Media para comprender la concesión romana de Pueblo. Es aquí, en el medio evo,
cuando se logra mejorar la aplicabilidad de las propuestas romanas. Durante el medio
evo se abre radicalmente las puertas de la libertad a aquellos esclavizados y excluidos
por el sistema de tal momento. La visión tradicional de amo y esclavo se va abriendo a
la libertad, tomando en cuenta que todos son creaturas de Dios. «El ser creado por Dios,
es viviente y racional, a la vez social en la familia y los distintos niveles de la sociedad
20 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

colectiva»5. De igual forma Santo Tomás de Aquino considera como ciudadano el


individuo dotado de sustancialidad y racional, esto es lo que atribuye a sí la capacidad
suprema de ser ciudadano6. La Edad Media dio un notable giro a la consideración de
todos como personas; aun así, no todos ejercían su ser ciudadanos con los mismos
derechos. La concesión de pueblo o ciudadano, durante el Medio Evo, es asignada por
los poderes jerárquicos de la Iglesia y de la autoridad Monárquica.

Para los pensadores cristianos de este controversial período, solo eran considerados
como actos para ejercer sus derechos aquellas personas bautizadas y que estaban de
acuerdo con la doctrina y la jerarquía de la Iglesia Católica. Paradójicamente, los
bautizados, cristianizados y todos los miembros del pueblo tenían el mismo título, pero
no igualdad en cuanto a la extensión y aplicabilidad de derechos. Toda autoridad social
es puesta al frente por Dios y esto debe llevarnos a salvaguardar su legitimidad, aunque
esta sea perjudicial para el pueblo. El medievo se caracterizó, de manera singular, por el
sometimiento de todos ante la autoridad.

Con el renacimiento, el hombre rompe de manera radical con la concesión


teocentrista y, de manera absoluta centra el fundamento de su existir en sí mismo. Cabe
destacar que esto también surtió su efecto en la vida social y política. Durante el
renacimiento el hombre, desde su particularidad y colectividad, aúna esfuerzos en pro
de sistemas capaces de responder a las necesidades de todos. El renacimiento es la
antesala del despegue científico, económico, político generado en la modernidad. El
renacimiento constituyó los inicios de un posterior desarrollo, inconmensurable,
centrado en el mismo hombre.

Llegada la modernidad, el hombre intenta propiciar mejores sistemas, capaces de


brindar un mejor estar a los hombres en medio de la sociedad. A lo largo de la
modernidad el hombre, mediante la técnica, logra mejores formas de interacción y
diálogo con la naturaleza. El hombre de la modernidad fue capaz de dinamizar la
economía en pro del desarrollo, que consigo traía bienestar. Iniciado y puesto en marcha
el proceso masivo de la industrialización y superada la visión centralizada y jerárquica
del poder el hombre descubre nuevas formas de someter a sus semejantes. Durante la
Modernidad, no todos tenían las mismas oportunidades de alcanzar el desarrollo.

5
P. CHÁVEZ AGUILAR, San Agustín. Apuntes para un dialogo con la ética actual, 173.
6
Cf. E. GALÁN, La filosofía política de Santo Tomás de Aquino, 39-40.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 21

La modernidad se caracterizó por el fuerte sometimiento ejercido por burgueses a los


miembros no pudientes de la sociedad europea. Sí bien es cierto, la industrialización
alcanzó un vasto progreso en términos económicos a cambio del sometimiento de los
más desposeídos de aquel momento. La concesión moderna de pueblo se ejemplificaba
de forma antagónica entre los burgueses y el proletariado. Todos eran parte constitutiva
del pueblo, puesto que las acciones conjuntas dinamizaban la economía y el desarrollo,
pero no todos tenían la misma cobertura en cuanto a la aplicabilidad del derecho se
refiere. Muchos pensadores modernos postulan su quehacer filosófico en este clima de
pluralidad del pensamiento y luchas diversas entre clases. Para Rousseau imperan
formar sistemas capaces de hacernos regresar a nuestra antigua condición natural, donde
el derecho de legislar de manera justa no esté sometido al presupuesto del poder 7. La
modernidad se caracterizó por la apertura a la pluralidad, manifestadas en el macro-
desarrollo. Por tanto, el pueblo Moderno es manifestación hexagonal, separadas por las
clases sociales.

Es propicio resaltar el valor singular de las ideas materialistas y revolucionarias de


Karl Marx y, todo lo que de ella se desprende. Las ideas marxistas son expresión,
anhelo y necesidad de libertad del proletariado ante la explotación radical del
capitalismo salvaje, legado por la industrialización. Ante la falta de voces, Marx teoriza
sobre el pueblo y atribuye el verdadero, sentido, fundamento y significado a las bases
humildes de la sociedad. Es a partir del desarrollo que las ideas de bien común se
materializan, por esto impera la toma del poder generador del bien por el proletariado 8.
Para Karl Marx es el proletariado el dinamismo de toda economía. Por esta razón,
imperan cambios sociales, capaces de beneficiar a los más desposeídos; el mecanismo
para que la mayoría tome lo que le corresponde es la rebeldía revolucionaria, acentúan
los postulados marxistas. «El objetivo inmediato de los comunistas es el mismo que el
de todos los partidos obreros: Constitución de los proletarios en clases, derrocamiento
de la burguesía y conquista del poder político»9. La propuesta de Karl es una sociedad
comunista, cuyo fin sea la igualdad social, donde no exista la propiedad privada y todos
puedan vivir con los mismos derechos en pro del bien común.

7
Cf. J. J. ROUSSEAU, Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, 41.
8
Cf. S. BAGÚ, Marx-Engels. Diez conceptos fundamentales, 7.
9
L. GUEVARA, Manifiesto. Marx y Engels, 47.
22 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Para Sartori el pueblo es el conjunto de ciudadanos, cuyas acciones deben ir dirigidas


al buen funcionamiento de las acciones beneficiosas al mismo pueblo. El pueblo es
expresión de pluralidad, en cuanto a criterios y formas de pensar se refiere. Para Sartori,
el pueblo es sinónimo de armonía entre la mayoría que ejerce el poder y la minoría
opositora. Ante las diversas formas de pensar; Giovanni nos propone el principio de la
Mayoría Limitada, donde los muchos tengan límites en el ejercicio del poder. En cuanto
a la minoría, esta es la manifestación de la contraposición de ideas que en toda sociedad
debe darse. Por tanto, el pueblo es masificación plural de los ciudadanos entorno a un
territorio determinado, donde el poder de la mayoría es limitado por los derechos
igualitarios de la minoría opositora10.

1.2 Concepto de poder (Kratos)


Como hemos resaltado, la Democracia se compone de elementos constitutivos, que
guían su aplicabilidad y beneficio, como orden político eficaz. Uno de estos elementos
constitutivos es el poder. Según la vigésima primera edición del diccionario oficial de la
RAE el poder es la «Suprema autoridad rectora del estado para dirigir al pueblo»11. El
poder no es un concepto abstracto o amorfo, sino que es un actuar útil y colectivo,
mediado por el estado, las leyes, el respeto a la dignidad; considerando como
fundamental la armonía que debe existir entre la pluralidad. Necesariamente el poder
impera acciones integrales de la autoridad competente para dirigir al pueblo en sus
acciones; legando nuevas y mejores formas de procurar el desarrollo en pro del mismo
pueblo. Por tal razón, el poder político que actúa en la sociedad no es una mera
autoridad hegemónica homogénea que somete al pueblo a la esclavitud caprichosa del
estado, sino que es la capacidad de dirigir mediante políticas públicas eficaces, las
acciones de los ciudadanos; cuyo fin más integral debe llevarnos a la materialización
bien de todos.

El existir del hombre es un constante dinamismo cambiante de lo que piensa y de


cómo actúa en un momento determinado. Es el hombre, que mediante la reflexión y el
actuar, va dando significado al existir mismo, va adaptado a la realidad los cambios que
el mismo provoca. Por tal razón, lo concebido como poder se va haciendo distinto según
el desarrollarse del hombre en la historia misma.

10
Cf. G. SARTORI, Teoría de la democracia, TOMO I, 46.
11
RAE, Op. Ci.t, 1791.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 23

Es necesario volver a la antigüedad de la Grecia; ir de manera inicial al período


mítico, para posteriormente explicar la visión clásica del poder. Durante el periodo
mítico, todo poder humano era legado por los dioses del olimpo. A lo largo el período
mítico, el hombre no era más que un administrador de lo poco que los dioses le
proveían. Por tanto, su transcurrir por el mundo sometiendo a los demás era un mandato
divino. Durante el período mítico griego el poder era la fuerza usada por los dioses para
regir a su pueblo y, en esto someter a otros pueblos vecinos mediante la represión y la
esclavitud. Todos los desterrados durante las conquistas diversas, realizadas en este
período eran sometidos a la esclavitud. Las victorias bélicas eran entendidas como
ganancia para los dioses y posteriormente para el pueblo. Eran los dioses del Olimpo
quienes tenían pleno poder, los ciudadanos eran vistos como simples mediadores entre
el ejercicio del Poder de las deidades mágico-religiosas y las acciones hombres.

Con el inicio de la filosofía y los primeros postulados filosóficos comienza el hombre


a dar los primeros pasos en el desarrollo del pensamiento crítico. Hacia los siglos V y
IV a.C., la concesión mito-krática, comienza a cambiar. Para estos siglos de la Grecia
Clásica, los dioses son los que dirigen los destinos de los pueblos y, son estos que con
su autoridad divina elijen linajes para controlar, mediante el poder humano y divino, las
acciones de los hombres. Hacia el siglo III a.C. Platón y Aristóteles reflexionan sobre el
poder y como el Estado debe, mediante su autoridad, salvaguardar las buenas acciones
de los hombres comunes.

La concesión platónica del poder fragua sus raíces en la idea del mundo supra
sensible, la divinidad y la inmortalidad del alma. Para Platón, todo poder humano, de
gobierno y dirección de los hombres está mediado por los dioses. Platón considera que
los dioses son quienes disponen del pleno poder para regir las acciones de los hombres.
La propuesta platónica, en cuanto a la dualidad, nos pone de manifiesto la composición
de alma y cuerpo. El tipo de alma, en la concesión de Platón, es el determinante de tus
acciones. Por tanto, el tipo de alma a poseer es que marcará los límites del ejercicio del
poder. Aunque son los dioses los gobernantes por excelencia, Platón abre camino a la
consideración de que el hombre es cogobernante de sus semejantes. Platón considera
que quien gobierna debe seguir el camino de la virtud y la razón. Por tanto, este
pensador de la Grecia antigua considera que solo el filósofo tiene el deber y la potestad
de gobernar con dominio comunista a sus iguales. Para Platón de Atenas, el poder es la
capacidad de dirigir a otros y llevarlos a la virtud.
24 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

La concesión aristotélica del poder es una respuesta con pequeñas divergencias a la


postura platónica. Aristóteles considera como coposeedores del poder a todos los que
pueden ejercitar su naturaleza de zóon politikon. En el pensamiento aristotélico el poder
es un mecanismo para llevar a todos los ciudadanos al bien común. Es pues el poder, el
mecanismo por excelencia para hacer que los hombres alcancen la virtud. Quien posee
de manera absoluta el poder, en el pensamiento aristotélico, es quien dirige la
aristocracia. Necesariamente deben los hombres con autoridad propiciar leyes que sean
capaces de materializar la filosofía práctica o ética. A los hombres responsables de
gobernar, les impera delegar responsabilidades a los demás y, en esto, garantizar la
buena organización de todos, de forma que la Ciudad-Estado, pueda generar el
desarrollo y la virtud que del bien común se desprende. Para conseguir esto es necesario
abrazar el compromiso con las leyes de su patria, no solo como un territorio delimitado,
sino como el lugar común de todos. «Porque así como el hombre, pues en su perfecta
naturaleza, es el mejor de los animales, así también apartado de las leyes y la justicia es
el peor de todos»12. El bien común demanda, necesariamente, fiel apego a la justicia y a
las leyes

La organización ciudadana propuesta por Aristóteles no es con el mero fin de una


sociedad ideal y/o irreal, sino de una sociedad equilibrada, centrada en la familia y el
desarrollo de todos. Es por esto que Aristóteles no centra su atención en la simple
administración, organización o visión corporativa de la polis, sino que sus postulados
incitan al hombre a propiciar el desarrollo mediante la ética, la vida política y el valor
por la vida familiar. Por tanto, el estado necesariamente alcanza su mayor bien cuando
está conformado por familias. Son estas las encargadas de materializar el bien común en
la realidad. Para Aristóteles el poder es el mecanismo de control de las acciones de
hombres, cuya materialización final debe generar participación homogénea de los
ciudadanos en los asuntos políticos. El poder de los hombres debe seguir el camino del
equilibrio y es el poder que obedece a las leyes que rigen la naturaleza.

«Naturalmente hay algunos hombres libres y otros siervos, a los cuales les conviene
más servir y es justo que sirvan»13. Por esta razón, el poder es el uso de la libertad para
realizar acciones en pro del bien común; a su vez, es respeto y accionar conforme a las
leyes y la justicia, es el mecanismo para propiciar el desarrollo.

12
ARISTÓTELES, Op. Cit., 17.
13
Ibíd, 24.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 25

Durante el periodo de expansión del imperio romano, la concesión griega de poder


cambia de manera radical. La Roma imperial se caracterizó por la concentración masiva
del poder en las élites del gobierno imperial. El poder ejercido por el emperador era
absoluto y, en coordinación con el senado. Durante este periodo las leyes funcionaban
como el mecanismo para mediar las actuaciones de los ciudadanos comunes. Por tanto,
el poder social era ejercido mediante las leyes.

Para Marco Tulio Cicerón, el poder es la garantía de gobierno equilibrado entre


quienes gobiernan, y las leyes, Cicerón nos explica que «Hasta los monarcas más
nobles se convierten en tiranos si nada restringe su poder»14. Esto impera respeto de los
dirigentes a las leyes y, necesariamente, sus acciones deben estar guiadas por la buena
conducta, característica dada por los seres divinos que forman parte del panteón de los
dioses romanos15.

Luego de la conversión del imperio romano, se va prefigurando lo que será la


concesión de poder que el medio evo desarrollará. Es preciso resaltar la expresión
teocrática que caracterizó a la Edad Media. Durante este periodo la concesión de poder
era interpretada como un regalo de Dios a sus elegidos y, eran los monarcas quienes
tenían toda autoridad de gobernar de manera absoluta a sus semejantes. Es propicio
hacer notar el valor singular de la iglesia en el gran legislar el poderío del medio evo.

Para San Agustín el poder es un instrumento divino, dado por Dios a los hombres
para gobernar a los hombres. San Agustín insta al respeto de los ciudadanos a sus
gobernantes, puesto que ellos, son puestos por Dios al frente, como quienes dirigen.
Este pensamiento agustiniano prefigura la concesión teocrática del poder, que resonará
durante todo la edad media.

El medio evo se caracterizó por la centralización del poder en las élites monárquicas
y en la jerarquía eclesial. La concesión del poder en la edad media es entendida como la
autoridad de los gobernantes, dada por Dios para regir a los hombres. A su vez, esta
autoridad para dirigir a los demás debe ser entendida como contribución de los
gobernantes en pro de la gente y el bienestar de su demarcación determinada. Para
Santo Tomás de Aquino, todo gobernante es puesto por Dios; a su vez, este tiene la
tarea de regir al pueblo según los planes de Dios, fundamentando su actuar en la justicia

14
M. T. CICERÓN, Como gobernar un país, 17.
15
Ibíd, 16.
26 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

y el bien de los hombres. De manera necesaria, los hombres tienen el deber de actuar
conforme al respeto de las leyes y sus gobernantes; obrando de manera justa con todos.
Desde esta perspectiva tomista, el poder es una herramienta para materializar la idea del
bien común en la sociedad; donde los principios de este nacen de Dios y a Él tienden
como a su fin.

Para Nicolás Maquiavelo, el hombre es un ser cuya naturaleza tiende a la maldad y al


dominio despiadado de los hombres. Nicolás es quien inicia la radical separación entre
la política y la ética del bien común. Maquiavelo conceptualiza el poder como la
autoridad ejercida por quienes gobiernan sobre los gobernados; que necesariamente
debe ser basada en la autoridad, la represión y la fuerza. Por tanto, su autoridad debe ser
ejercida sobre los demás con fuerza y terror, incitando a los demás a sentir el terror de
ser gobernados y estar sumidos en la autoridad de quienes gobiernan16. Esto implica
realizar acciones totalitarias y cerradas, que solo beneficien a las élites que le ayuden a
fortificar su dominio sobre los dominados.

Con las propuestas de Jean Jacques Rousseau, se rompe el paradigma teo-krático de


la representación del poder. Ya para este período, donde el antropocentrismo tiene su
mayor esplendor, el hombre necesita un sistema capaz de responder a sus necesidades y
cuyo centro sea el mismo. Para Rousseau el poder es el resultado de la autoridad legada
por los hombres a un gobernante fruto de un acuerdo o pacto social entre todos. Este
pacto es necesario para la buena convivencia de todos entre sí, quienes mediante el
mismo delegan su libertad y poder a un gobernante.

Rousseau nos explica que la naturaleza del hombre es, en sus inicios, el bien;
posteriormente es la sociedad que lo transforma en un ser negativo, cuyas obras tienden
al mal. Por esta razón, es necesario un pacto social, que nos ayude a materializar el
equilibrio que la sociedad impera en procura del desarrollo. Jean Rousseau propone que
«Se conviene en que todo lo que cada uno enajena de sus bienes, de su libertad, es
solamente la parte de todo aquello cuyo uso importa a la comunidad»17. Este pacto
social implica delegar ciertos derechos a la autoridad de un gran soberano, el estado.
Las acciones del estado, necesariamente, deben ser en constante relación con el
ciudadano, quien necesariamente debe guiar su accionar en pro del bien y desarrollo,
administrado por el estado. En la concesión de Rousseau, el poder es la capacidad del

16
N. MAQUIAVELO, El príncipe, 100.
17
J. J. ROUSSEAU, Contrato social, 56.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 27

estado de guiar las acciones de los hombres, con el objetivo de dirigirlos al equilibrio,
que se traduce en bienestar.

Llegada la modernidad Thomas Hobbes desarrolla su concesión de poder iniciando


con una visión antagónica a la teoría propuesta por Rousseau. Hobbes explica que el
hombre es un lobo contra el mismo hombre, cuya naturaleza va dirigida al mal al
conflicto social. Por esta razón, es necesario un acuerdo o pacto social, donde el estado
medie las acciones de los hombres y la forma en que estos contribuyen con el estado. La
visión del poder propuesta por Thomas Hobbes encuentra su punto central en el control
absolutista del Leviatán; haciendo referencia con esto al papel superior y absoluto del
estado de dirigir las acciones de todos. Hobbes postula que «el mayor de los poderes
humanos es el compuesto con los poderes de la mayoría de los hombres unificados por
el consentimiento en una persona natural. Civil, de cuya voluntad depende el uso de
todos esos poderes»18. Para Thomas, es el Monarca absolutista, y nadie más, quien tiene
la autoridad de dirigir todo lo que a los hombres se refiera. En él es en quien reside la
naturaleza y el acuerdo civil del poder. Por tanto, las acciones mismas de los hombres
deben estar fundamentadas en el respeto a Las leyes y la contribución con la República.

Ante los postulados absolutistas del poder, surgen las propuestas materialistas del
Karl Marx, poniendo en contraposición la idea de que el poder es el resultado de un
acuerdo entre los hombres. Las ideas Materialistas de Marx son un intento de
transformar la idea de poder centralizado y representado en la burguesía. Karl intenta
dar un nuevo sentido al poder, cuyo centro sea el proletariado; esto con el objetivo de
que todos seamos iguales ante el estado y las leyes. Ante la centralización de poder en
manos de la burguesía, Marx nos propone el principio de rebeldía, capaz de arrebatar lo
que al pueblo impera y entregárselo al mismo pueblo. Este proceso de lucha entre clases
es necesario puesto que la historia es un constante conflicto antitésico entre los
poderosos y los que tienen el poder. Para Karl Marx el poder es la capacidad de
autoridad, dominio y control de una imperante sobre otra, esto en respecto a la idea del
orden social. Necesariamente el poder socialista debe tender al comunismo, un estado
donde todos seamos iguales.

La posmodernidad se caracteriza por la muerte de los meta relatos, las verdades


absolutas y los valores universales; esto da paso a la transformación radical de la

18
T. HOBBES, Leviatán, 189.
28 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

concesión de poder desde sus inicios hasta la actualidad. Con las reflexiones
posmodernas, el poder pasa de ser una representación elitista a ser una correlación
individual que categoriza al individuo en su accionar cotidiano. Para Michel de Foucault
el hombre está situado en las relaciones de poder, que permean todo su accionar.
Foucault nos explica que el ejercicio equilibrado del poder debe estar fundamentado en
acuerdos estratégicos, capaces de generar buena convivencia entre todos19. Por esta
razón para Michel Foucault, el poder no es un mero ejercicio de la opresión, sino un
mecanismo de producción de la sociedad, cuya aplicación es inmediata a la vida. «El
poder se aplica a la inmediata vida cotidiana, categoriza al individuo, lo marca por su
individualidad, lo adhiere a su propia identidad y le impone una ley de verdad que él
debe reconocer y que otros deben conocer en él»20. Por tanto, el poder es relación de
derecho colectivo e individual, traducido en desarrollo, no como una mera imposición
radical de las leyes sobres las masas, sino como acción generadora de progreso.

Para Giovanni Sartori, el poder es «Relación armónica de acciones plurales entre los
individuos»21. Sartori explica que el poder es la relación que existe entre las leyes y los
individuos, basadas en la armonía en medio de la pluralidad. El poder es pues,
capacidad gestora del estado, dada por la mayoría a la minoría que gobierna; teniendo
en cuenta sus límites, sabiendo que el pueblo es el gran soberano legítimo del poder. El
poder, para Sartori, es una acción vertical de interacción entre el pueblo que gobierna
mediante leyes y el pueblo que es gobernado. Por tanto, el poder no es una mera
titularidad de autoridad, sino acciones de gobierno de los hombres sobre los hombres.
Por esta razón, son necesarias acciones integrales, capaces de contribuir en el proceso
de desarrollo del mismo estado, aún en las divergencias de criterios. Para Sartori,
necesariamente, el poder es participación individual y colectiva de los ciudadanos en
pro de una causa común, el bien.

1.3 Breve excursos sobre la Democracia en la historia: Influencias de la


Democracia histórica en el pensamiento político de Giovanni Sartori
Combinado los elementos etimológicos y pragmáticos que constituyen la
Democracia, es propicio definirle y analizar su praxis a lo largo del proceso de
desarrollo de la historia Según La RAE, la Democracia es «Predominio del pueblo en el

19
Cf. M. FOUCAULT, El sujeto y el poder, 63.
20
Ibíd, 23.
21
G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 20.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 29

poder político de un estado determinado»22. Por tanto, la Democracia etimológica


impera acciones concretas, capaces de salvaguardar la primacía del pueblo en la
administración del poder político. Por eso, la Democracia es un proceso dinámico,
nunca acabado, que se va direccionando con el constante pasar del tiempo.

La democracia es el resultado de una serie de procesos filosóficos, históricos,


económicos, políticos, bélicos y sociales, con el objetivo de responder de mejor forma a
la manera del hombre realizar política y todo lo que de ella se desprende. La
democracia, como poder de gobierno del pueblo sobre el pueblo, insta la realización a
acciones contextualizadas, capaces de responder a las necesidades del mismo hombre.
Tal como hemos descrito, la democracia es el resultado de la combinación de dos
elementos integrales y necesarios en sí: El Pueblo Demos y el Poder Kratos. Así como
estos se van reactualizando según la dinámica del tiempo, de esta misma forma, la
democracia responde a las prácticas políticas necesarias en un momento determinado de
la historia.

Para reflexionar de manera eficaz sobre Democracia en la Posmodernidad, es


necesario ir a los inicios de sí misma y en esto, estudiar las diversas formas de
aplicación del poder del pueblo sobre sí, construidas a lo largo de la historia, éstas con
su diversidad de acepciones. Por tanto, nos impera contextualizar las diversas
manifestaciones democráticas desarrolladas a lo largo de la historia, puesto que ellas
constituyen un eje transversal en la forma de hacer política de nuestros días.

1.3.1 La democracia en la Antigüedad


Las primeras formas de aplicación democráticas, en la antigüedad griega surgen, de
manera breve y con poca duración, hacia la primera mitad del siglo V aC., en Atenas;
metrópolis y centro de Grecia, donde convergía la expresión suma de la cultura en todo
el mundo oriental. Atenas, a su vez, poseía el mayor esplendor social, económico y
político de todas las ciudades estados de Grecia. Con la primera manifestación
democrática los atenienses intentan encaminarse a la búsqueda de un sistema de
gobierno, capaz de responder de manera directa a las necesidades del pueblo. Por esta
razón, la democracia directa de Atenas ejercía su función mediante la participación
directa de todos los hombres libres de la polis.

22
RAE, Op. Cit, 745.
30 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Con la reforma de Clístenes, hacia finales del siglo V se inaugura una nueva forma
de ver al hombre libre y su compromiso ante la sociedad, ya no como un ser gobernado
de manera absoluta y opresiva, sino como contribuyente con el desarrollo de la polis y
con esto, de todos los que en ella residían. Los atenienses consideraban que la única
forma de ser plenamente humanos era mediante la participación en la polis, lugar donde
se nace, se crece y se es humano. Es por esta razón que los hombres democráticos de
Atenas, tenían el deber de procurar una buena polis, fundamentada en: La justicia, la
felicidad y la virtud, de la que deben beneficiarse los ciudadanos. Para los residentes en
Atenas, la ciudad democrática, debe fundamentarse en una serie de requerimientos,
capaces de generar bienestar a todos; para una buena polis, es necesaria la justicia,
capaz de promover e instar a sus ciudadanos al bien común. Por tanto, las acciones de
los responsables de regir la ciudad estados, deben procurar salvaguardar la buena
educación de sus semejantes, puesto que esta es la forma más eficaz de salvaguardar el
bien de la ciudad, ya que quien está bien educado se vuelve buen ciudadano y no
persigue otro interés que el bien de la polis23.

El Maestro Robert Dahl, luego de reflexionar de manera exhaustiva sobre la


Democracia en la antigüedad, nos explica que el afán y búsqueda fundamental de los
atenienses era contribuir con el bien mismo de todos y la ciudad, y como individuo en
su particularidad pues era de vital importancia para la ciudad. La mejor forma de
materializar estas ideas de progreso mediante la Democracia. «Para ser, además, la
mejor de las polis, debe ser también como lo es Atenas, una polis democrática»24.
Atenas, en el periodo clásico, poseía mayor consolidación de las acciones democráticas
en toda Grecia, y era esta la visión ideal de los estados vecinos.

Es propicio destacar que los postulados entorno a la Democracia y, posteriormente su


aplicación, instaron a la oposición reflexiva de algunos pensadores y líderes locales. No
todos los pensadores Griegos se sentían identificados con la forma democrática de hacer
Política. Por algunos comentaristas y críticos, Platón es considerado un recio crítico del
sistema democrático, de igual forma Aristóteles postula ideas distintas de cómo debe ser
la forma de gobierno ideal en la polis.

Tal como hemos puntualizado, durante la antigüedad griega, la Democracia se


caracterizó por una brevedad aplicativa y sus divergencias en el campo de la reflexión,

23
Cfr. R. A. DAHL, La Democracia y sus Criterios, 23.
24
Ibíd, 24.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 31

tal es el caso de Aristóteles. «Aristóteles considera que la democracia es la forma


corrompida de gobierno de los muchos»25. Los postulados Aristotélicos ponen la
democracia en un lugar no privilegiado, puesto que la administración del poder, que
impera acciones justas y virtuosas, en ocasiones se vuelve la posesión absolutista de los
muchos en explotación a los más pobres. Por esta razón Aristóteles propone un
«Gobierno de los pobres en su propio beneficio»26. Aún en esta propuesta extrema, el
poder ejercido por los pobres no está exento de convertirse en explotación de las masas.
Por esta razón, propone como buenas formas de gobierno la monarquía y la aristocracia,
puesto que, de esta forma, el poder de gobierno se ejerce de manera más eficaz, sine qua
non, sin necesidad de participación total.

1.3.2 Transitividad de la Edad Media

Durante el medio evo, el predominio y primacía del poder, no daba paso a


administraciones foráneas; todo poder absoluto era administrado por la monarquía y/o
los altos mandos eclesiales. Este hecho esquematizaba de manera radical la práctica
social de todos los ciudadanos, no dando admisión o cabida alguna a la diversidad social
de las ideas y sus influencias en los cambios de la historia. Esto constituyó, a juicio de
algunos comentaristas de la edad media, un despotismo sin precedentes, donde todas las
acciones de los hombres eran regidas de manera teocrática.

Es evidente que la Edad Media no admitía el espíritu democrático que la antecedía, sí


es propicio destacar que el medio evo marcó los inicios de las trasformaciones políticas
que comenzarán a gestarse, posteriormente, en el Renacimiento y luego se manifestarán
durante la Modernidad. Durante los finales de este período, se desarrollan en los
monasterios las técnicas electorales como forma de elección de sus superiores absolutos.
En los monasterios era imposible recurrir al principio hereditario, ni al de la represión
mediante la fuerza.

Es en la Edad Media tardía, en los monasterios, que se nos legan grandes pilares de
la acción democrática, tales como: El principio de la mayoría, como superación de las
imposiciones absolutas. Otro importante pilar de las acciones democráticas
desarrolladas en el medio evo es el principio de no legitimidad hereditaria del poder,
esto en respuesta a la perpetuación del poder familiar, como mecanismo de

25
G. SARTORI, Elementos de la Teoría Política, 35.
26
ARISTÓTELES, Op. Cit., 1317b.
32 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

monopolización de los monarcas en pro de sus vástagos. Durante este período se rompe
con la consecución del poder mediante la represión, sino mediante formas que ayuden a
salvaguardar nuestra dignidad27. Estas medidas monásticas marcaron un hito
significativo en la construcción de un sistema político no centrado en Dios, sino en las
acciones de los hombres. El renacimiento marcaría una ruptura absoluta con la tradición
monárquica, poniendo en funcionamiento nuevas formas de la titularidad y ejercicios
del poder.

1.3.3 La Democracia en la Modernidad

Con el Renacimiento, se inicia una ardua lucha en pro de la instauración de un


sistema de gobierno capaz de responder al mismo hombre, no desde realidades supra
humanas, sino desde el mismo dinamismo real de los seres humanos. Este periodo instó
al hombre a reflexionar y en ello, a teorizar sobre cuál era el papel del estado, el hombre
en el mismo y como debía el estado salvaguardar el estado de derecho y paz con todos.
Estas reflexiones renacentistas sobre el papel central del hombre en la historia,
permearon toda la vida de Europa, tanto en las acciones comunes, políticas, como
artísticas. Es pues, el espíritu renacentista el impulso dinámico del hombre que va
realizando su existir en sociedad, en pro de lo necesario. Aunque los afanes fueron
exhaustivos, la Democracia representativa de la modernidad, se dio y consolidó
mediante una serie de procesos sintéticos estrechamente necesarios entre sí

Durante el siglo XVII, las naciones europeas, intentan romper con la visión clásica y
eclesial de absolutismo monárquico, custodiado por las jerarquías eclesiales. En este
proceso de arduas confrontaciones y convulsiones se hace necesaria la Representación
de un monarca capaz de cumplir con los estándares del momento. Este gobernante debía
ser propiciador de la producción y del cumplimiento de las leyes, ser un hombre de
burocracia. Thomas Hobbes hace postulados sobre el papel a favor del absolutismo
monárquico, el estado y la forma correcta de gobernar, a los hombres que forman parte
del estado

Los postulados de Hobbes se fundamentan en torno a un acuerdo o pacto social entre


los hombres, esto con el objetivo de salvaguardar el mismo estado de derecho y
equilibrio social. Mediante el dominio absoluto del Leviatán, el estado, salvaguarda a

27
Cf. G. SARTORI, Elementos de la Teoría Política, 40
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 33

los ciudadanos de la guerra civil y el caos. Por esta razón, la autoridad del monarca debe
ser respetada por encima de todo criterio subjetivo y querer particular. Es pues, el
soberano, la institución encargada de regir todas las acciones de los hombres, procurar
el cumplimiento de las leyes y salvaguardar los acuerdos de paz entre todos 28. Por esta
razón, el estado conformado por un Rey o Asamblea Soberana, tiene el deber de mediar
entre las acciones de los hombres en pro del estado de equilibrio.

Durante el gobierno del Rey Carlos I Estuardo, en Inglaterra, se cometieron


atrocidades marcadas, que ocasionaron diversas tensiones en todo el estado. Durante el
siglo XVII, el parlamento Inglés intentó otorgar mayores derechos a los ciudadanos
ingleses, con el objetivo de disminuir de manera proporcional los poderes inferidos al
monarca. A su vez, el parlamento pide mayor participación en las acciones distributivas
del estado. Ante estas pretensiones parlamentarias, el Rey disuelve el parlamento, hasta
que en 1640 el estado de precariedad lo lleva a otorgar las funciones parlamentarias
exigidas por los comunes. Al ver que cada vez más el poder conferido a su persona le
era menor, se inicia un proceso bélico del estado en contra de los comunes
parlamentarios. En 1649, el Rey Carlos I es juzgado por el parlamento y posteriormente
asesinado. En 1651 el ejército monárquico es derrotado de manera absoluta, por lo que
se inicia un arduo proceso de transformación política y consolidación social en
Inglaterra. Luego de los acontecimientos acaecidos, Inglaterra se convierte en una
República, donde Oliver Cromwell obtiene el poder en 1653, convirtiéndose en Lord
and Protector of the Republic, hasta su muerte en 1658.

Estos acontecimientos ya mencionados, son las bases de la respuesta liberales dadas


por John Locke en relación a la búsqueda de una República fundamentada en el
desarrollo colectivo y la apertura a la libertad. Las propuestas liberales de Locke son
una contraposición contras las ideas absolutistas de Hobbes. El centro de su teoría
liberal se fundamenta en el contrato social entre los ciudadanos y el estado. Por otro
lado, postula que el objetivo de todo sistema social es salvaguardar los derechos
fundamentales del individuo, puesto que el Estado no está por encima de ningún
individuo. En cuanto a la violación de los derechos, postula Locke, el ciudadano tiene
derecho a la rebelión en pro de su respeto29.

28
Cf. T. HOBBES, Op. Cit., 272.
29
Cf. OCEANO, Atlas Universal de Filosofía, 826.
34 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Con la Revolución Inglesa concluida, se intenta superar la postura Ortodoxa


monárquica por el espíritu de la división de los poderes del estado, como manifestación
de la legitimidad de todos en el ejercicio de gobernar, con mayor equidad y justicia30.
En este punto, John Locke tiene un importante papel. Los postulados de este filósofo
inglés son un intento bilateral de consolidar el ser ciudadano, y el papel que a este
compete en las cuestiones sociales. Con sus postulados, Locke, propone la división en
cuanto a la titularidad y ejercicio del poder se refiere. Este propone el poder fraccionado
en tres partes, dependientes entre sí para el buen funcionamiento de la Democracia
republicana. La división propuesta por Locke es la siguiente: Poder legislativo, cuya
acción más importante es la de gobernar mediante la representación. El poder federativo
que tiene la obligación de velar por la seguridad nacional; a su vez, salvaguardar la
concordia y las relaciones gubernamentales con otras naciones. Por última, el poder
legislativo. Para John, este es el más importante poder de todos, puesto que
esencialmente este tiene el deber salvaguardar las garantías ciudadanas expresadas en
deberes y derechos y el buen funcionamiento del estado mediante la aplicación de las
leyes.

Locke considera que la división de la titularidad y ejercicio del poder social es la


mejor forma de hacer y contribuir con la democracia, puesto que el poder de gobierno
no es una posesión estática divina o innata, sino empirista, que debe llevarse en buen
estado sobre la práctica cotidiana31. Con la formación de los ciudadanos entorno a un
acuerdo social, se asegura un buen estado de derecho y libertad de las acciones de los
hombres, cuyo fundamento debe llevarnos al bien. Estos postulados legados por él, son
un intento de superar los fracasos históricos de la monarquía inglesa, que marcaron de
manera nefasta la historia de Inglaterra y toda Europa

La revolución francesa se da en un contexto de procesos bélicos incitados por la


ilustración. Con dicha Revolución se da singular primacía a las propuestas de Locke;
aunque se evalúa la eficacia o no del gobierno representativo en las acciones de la
titularidad del poder. De manera suma, las aplicaciones democráticas propuestas por
Rousseau y Montesquieu, tienen como focos los valores de la Revolución: Libertad,
Igualdad y Fraternidad. Son estos valores los que marcarán el paradigma programático
de las acciones políticas y democráticas de Europa por algunos años.

30
Cf. R. DAHL, Op. Cit., 36.
31
Cf. J. LOCKE, Segundo tratado sobre el Gobierno Civil, 22.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 35

Jean Jacques Rousseau es, para algunos críticos, el teórico inspirador de la


Revolución francesa. En algunos de sus escritos, Jean Rousseau pone de manifiesto su
falta de afinidad con las políticas representativa, puesto que la sociedad histórica es un
constante caminar a la degeneración moral. Por esta razón considera que las acciones de
los individuos deben ir dirigidas a la construcción de un nuevo pacto social, cuyo
fundamento sea la educación, capaz de propugnar una nueva sociedad. La propuesta de
Rousseau es un esfuerzo oportuno por resaltar los valores humanos y como estos deben
contribuir en el orden social y su eficacia En las posturas propuestas por Rousseau, el
hombre ha nacido libre y esencialmente lo es, esta debe guiar la calidad de todas sus
acciones. «Renunciar a la libertad es renunciar a la cualidad de hombres, a los derechos
de humanidad e incluso a los deberes»32. Por tanto, el hombre no puede ser motivo de
sometimiento, ya que sus acciones libres y voluntarias son manifestación de acción y
compromiso con la sociedad.

Con la propiedad privada inicia el problema en las acciones sociales de los hombres,
puesto que ésta es una manifestación egoísta y antinatural del hombre frente a sus
semejantes. Rousseau nos explica que el estado político es la respuesta del hombre al
problema del poder, su titularidad y a la propiedad privada. Mediante las leyes, el
hombre hace contratos sociales, cuya finalidad es salvaguardar el estado de equidad y de
derecho entre todos. Este contrato social, constituye el eje central de la teoría presentada
por Jean Jacques Rousseau, donde la libertad es el punto determinante de todas las
acciones de este estado contractualita.

Como hemos resaltado, las propuestas ilustradas de la revolución generaron la


instauración de un nuevo sistema político, cuyo objetivo fundamental era superar los
errores repetitivos de la Monarquía y sus acciones absolutistas. En este proceso de
consolidación de la república francesa, se rompen los vínculos con la iglesia y cualquier
sistema que inste al absolutismo. Se sustituyen los símbolos religiosos por íconos que
resalten el valor de los nuevos cambios fundados en la ilustración. En este proceso de
fundación de la república francesa, se da singular primacía a un sistema de leyes
fundadas en el valor del hombre ilustrado, actor y contribuyente de la sociedad y lo que
en ella se desarrolla.

32
J. J. ROUSSEAU, Contrato Social, 37.
36 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Charles Montesquieu fue un pensador y abogado, enmarcado dentro del contexto de


la ilustración, por los que sus postulados filosóficos y políticos se fundamentan en el
constitucionalismo, como forma eficaz de organización social. Es Montesquieu,
fundamentalmente, un pensador liberalista y democrático, fiel creyente de los derechos
civiles como manifestación de la libertad de los hombres y los límites del estado. La
separación de poderes, inicialmente propuesta por John Locke y desarrollada por
Montesquieu, son un intento de fundamentación del estado civil, del pueblo y todos los
ciudadanos en pro de la modernización del estado. Para Montesquieu, la modernización
del estado garantiza los derechos civiles y políticos, hace posible, de forma eficaz, la
libertad de acción y de desarrollo de los seres humanos. Montesquieu cree en un
gobierno capaz de legar responsabilidades a sus ciudadanos, capaz de superar el
absolutismo monárquico.

Charles Montesquieu divide en 3 las funciones del gobierno: Poder Ejecutivo, cuyo
papel es la creación y modificación de las leyes. El Poder Legislativo tiene el deber de
garantizar la seguridad del estado por medio de la creación y cumplimiento de las leyes.
El Poder Judicial actúa de manera justa sobre quienes irrumpen el deber y no actúan
concordes a las leyes. Con estas propuestas Montesquieu manifiesta su concesión
democrática, postulando que la Democracia es participación de todos los ciudadanos en
concordia con la República y los hombres.

La Modernidad europea se caracterizó por las incesantes acciones del hombre en pro
de la consolidación de las naciones europeas como Repúblicas, donde la primacía de las
acciones políticas se fundamente en la dignidad del mismo individuo. Es por esto, que
los esfuerzos comunes van dirigidos a la consecución de un sistema capaz de superar las
monarquías y sus acciones absolutas. Es en la modernidad donde la Democracia sufre
una significativa trasformación y se convierte en un sistema político, donde el poder del
pueblo era representado por un gobernante, cuyo deber fundamental era la creación de
leyes que salvaguarden el desarrollo del estado y el bien común, complementados con la
influencia de la industrialización.

Las propuestas económicas y políticas de John Locke tuvieron gran incidencia en la


Europa de los años posteriores a la Revolución Francesa. Sus propuestas son el
fundamento del capitalismo, y por tanto, del manejo de la técnica como mecanismo de
generación de mayores capitales económicos. Con la Revolución Industrial la Europa
del siglo XVIII y XIX, relanzó su sistema económico y alcanzó un vasto progreso
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 37

material y tecnológico, sustituyendo los métodos rudimentarios de producción por


mecanismos más novedosos. Con la combinación de la técnica y las industrias, las
naciones europeas revolucionaron la sistematización de la economía.

El vasto progreso generado por la industrialización legó a los burgueses la capacidad


de ser administradores del poderío económico, que se traducía en el sometimiento de la
clase obrera. Esta división de poderes de la sociedad industrial motivó a Karl Marx a
postular sus ideas materialistas sobre el estado, y posteriormente a proponer un sistema
de gobierno capaz de responder a las necesidades del proletariado. Las propuestas
marxistas son, fundamentalmente, una fuerte carga ideológica que intenta contrarrestar
la teoría sistemática de la economía Capitalista y la Democracia.

Las propuestas marxistas se fundamentan en el materialismo, cuya postura directa


gira en torno al desarrollo social colectivo como resultado de la correcta e igualitaria
administración de las riquezas generadas por el estado. Para Karl Marx, los individuos
logran desarrollarse en la medida proporcional que poseen bienes materiales. Por esta
razón, el estado no debe escatimar esfuerzos en pro del beneficio de todos. Las
propuestas marxistas intentan modificar la forma clásica de hacer política y de
administrar los bienes estatales. Karl considera que las políticas del estado deben ir
dirigidas al comunismo, iniciando por la lucha revolucionaria entre clases; cuyo interés
es arrebatar el poder a quienes de manea desmesurada y opresiva lo poseen. La lucha de
clases nos lleva al socialismo, donde se instauran los postulados comunistas en pro del
desarrollo de la sociedad. Una vez lograda tal condición, el estado se convierte en
comunista, donde las riquezas del estado son administradas y repartidas de manera
igualitaria; aboliendo de esta forma las clases, la propiedad privada; pasando el estado a
ser el administrador por excelencia de los recursos públicos. En sus teorías comunistas,
Marx propone la lucha de clases como manifestación revolucionaria rebelde en contra
de las desigualdades sociales. Durante años posteriores, los sistemas marxistas se
declaraban como mecanismos democráticos de administración de las riquezas del
estado33. Las influencias del pensamiento de Marx, durante los años posteriores,
avasallaron los sistemas políticos. Las ideas propuestas por Marx generaron diversas
interpretaciones de la realidad, por lo que sumieron las acciones políticas de Europa en
profundas crisis ideológicas de lo que es la Democracia y las acciones que esta impera.

33
Cfr. G. SARTORI, La Democracia después del comunismo, 16.
38 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

1.3.4 La democracia luego de la caída del muro de Berlín

Luego del vasto desarrollo industrial, iniciado durante la Modernidad y consolidado


durante los siglos XIX y XX, las potencias fueron desarrollando carreras militares y
armamentistas trascendentes, capaces de brindar inmunidad frente a determinados y
amenazantes escenarios. Las industrias de experimentación armamentista fueron
capaces de desarrollar técnicas de tan alto nivel, capaces de aniquilar a la humanidad en
poco tiempo. Las armas inventadas, capaces de destruir de forma masiva eran un
excelente y significativo aliado de las naciones en conquista de territorios. Las
constantes luchas de poder entre las superpotencias del mundo, dieron paso a los
mayores conflictos bélicos de la humanidad. La Primera y Segunda Guerra Mundial.
Las Guerras Mundiales fueron capaces de reorientar todo el panorama político de la
humanidad contemporánea.

Los conflictos mundiales gestados durante el siglo XX permearon las prácticas


confusas del quehacer político no solo de Europa y América, sino de todo el mundo. El
final de la Segunda Guerra Mundial dio paso a la Guerra Fría. Durante (La redacción
está incorrecta. Debe decir entre los años, o desde tal fecha a tal fecha) los años 1947 a
1991 los bloques vencedores del recién concluido proceso bélico pasan ahora a
discutirse los destinos políticos, culturales e ideológicos de la humanidad, siendo el más
importante la discusión sobre la instauración mundial de un sistema económico. Por un
lado, el bloque Occidental, dirigido por los Estados Unidos, persigue la instauración del
Neoliberalismo por encima de todo sistema económico y el Bloque del Este, liderado
por la Unión Soviética, que, a su vez, hace frente a Estados Unidos, maniobrando en pro
del poderío Comunista iniciado por Lenin. Este choque ideológico antagónico,
desencadenó en la humanidad años de incertidumbre y de confusión sobre la verdadera
estructura normativa del quehacer político y económico

La Unión Soviética, fue capaz de estructurar un gran poderío entre las naciones con
tendencias Comunistas y unificarlas en una sola nación conocida como URSS. El vasto
control Social y Político les propició las herramientas necesarias para crear un Muro que
separase a Alemania en dos partes, la Occidental y la Oriental. El muro de Berlín,
durante los años posteriores a su construcción, fue el emblema por excelencia de la
intensidad entre las luchas ideológicas de ambos Bloques, con fuertes divergencias y
amenazas entre sí. A su vez, el Muro de Berlín fue el emblema de la búsqueda incesante
de libertad y bien integral de los hombres.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 39

La caída del Muro de Berlín en el año 1989, significó el inicio del desmoronamiento
de la Unión Soviética y el Comunismo como sistema político y económico. La caída de
esta importante y controversial frontera ideológica es el preámbulo de la disolución de
la URSS. El fin de ésta significó la división de sus naciones en repúblicas
independientes, poniendo fin al comunismo institucional, iniciado con Lenin y la
Revolución Bolchevique a principio del siglo XX. Con el fin de la Guerra Fría, se
instaura una nueva visión de la Democracia. La Democracia después del comunismo,
centra su atención y singular acción en la Participación, como eje y norma fundamental
del accionar Político necesario en el mundo. Con la instauración de la Democracia
Neoliberal se configuran las bases de un sistema Democrático capaz de superar la
representación política y abrirse a la diversidad participativa.

Luego de la caída del Muro de Berlín, la humanidad entra en un proceso de


transición y superación de las prácticas políticas absolutistas y se abre a nuevos
horizontes de participación del demos y al desarrollo económico mediante el avance de
las tecnologías. Con la aplicación de la Democracia participativa se conjuga con el
liberalismo económico y la política; éstas encarnan un espíritu de libertad y
trascendencia de las barreras nacionales, por lo que la humanidad se abre de forma
masiva al libre comercio, a la comunicación sin fronteras y al fortalecimiento de las
estructuras que buscan las relaciones internacionales y lo que estas generan. Es por esto
que la Democracia de la posguerra fría y el siglo XXI necesariamente debe entenderse a
la luz de la diversidad de las personas, la trascendencia más allá de las fronteras
nacionales y la importancia suma del neoliberalismo económico como forma de
producción y desarrollo de la sociedad.

1.4 El Liberalismo Político - Económico y el triunfo de la Democracia liberal


Los sistemas políticos son la respuesta del populus institucionalizado como estado,
frente a la necesidad de orden y administración de poder. Es pues la Democracia el
sistema político que mediante un proceso de confrontación electiva, discute la
titularidad y el ejercicio del poder o capacidad de administrar el gobierno34; donde las
decisiones comunes integren la participación de los miembros del demos. Es la
Democracia el sistema político que centra su mirada de forma integral en el hombre, y

34
Cf. G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 20.
40 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

la posesión natural de dignidad que le impele ante el estado, traducida en el derecho


intrínseco que tiene a ser libre, igual en derechos y la oportunidad natural a poseer
vienes. Combinados estos elementos que al hombre atañen, nos es preciso adentrarnos
en la reflexión de frente a este en el accionar del sistema político.

La reflexión en torno al hombre como propiciador de libertad es profunda ya que su


ser ente de acción es complejo, indefinible e inabarcable. Por esta razón, el proceso de
análisis de los sistemas políticos, constituye una ardua labor, puesto que estos se
integran, de forma sistemática, de pequeñas partes, importantes y necesarias entre sí.
Por esta razón, de forma suma, la Democracia liberal centra su atención en la
complejidad del ser individuo particular, y la libertad fundamental que legitima el
derecho a poseer propiedad privada, vienes y riquezas, traducidas en libertad, igualdad y
progreso.

Fundamentalmente el bienestar que impera a la sociedad se edifica en la integral


contribución de los ciudadanos con el estado; en esto la íntegra administración de las
riquezas tiene un rol sine qua non. Por esto, las políticas públicas llevadas a cabo por
quienes poseen la administración temporal del poder deben seguir el camino de la
realización trascendente del hombre. Viendo al hombre de forma integral, nos compete
de forma suma, sistemas integrales, que de igual forma salvaguarden el desarrollo. Ante
esta realidad la propuesta democrática de Sartori se apoya, de forma necesaria, en un
sistema económico capaz de ver al hombre desde su dimensión de ente particular y
social, libre y soberano, que forma parte constitutiva de un todo llamado pueblo, cuyo
accionar debe llevarlo a contribuir con este.

Es por esto que el sistema económico ideal, con capacidad aplicativa, debe tomar en
cuenta que la propiedad privada es garantía del hombre y de su ser parte del Estado
Constitucional, no realización absoluta de sí. La sociedad no es de forma acabada una
manifestación de seres económicos sin más, sino seres en constante dinamismo35. Para
comprender de forma fidedigna el papel del liberalismo en la Democracia es preciso ir
sobre la historia y apreciar los elementos constitutivos de sí, puesto que ellos son la base
de la Democracia Liberal y participativa propuesta por nuestro autor.

Con la Ilustración, los sistemas monárquicos absolutistas de toda Europa comienzan


a tambalearse y posteriormente a desmoronarse. El triunfo del movimiento ilustrado

35
Cfr. G. SARTORI, Elementos de la Teoría Política, 141.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 41

frente a las corrientes asociadas a la Monarquía marca un hito trascendental, capaz


superar las fronteras físicas. La ilustración legó a la humanidad, herramientas
competentes, capaces de propiciar la Libertad en su máxima expresión.

Los acontecimientos reformadores gestados en Europa y EEUU durante los siglos de


la ilustración dotaron de materialidad las propuestas Sociales y Económicas de John
Locke, Rousseau y Montesquieu. A su vez, complementadas con un sistema económico,
como respuesta íntegra del deseo del hombre por ser libre e igual en derechos ante el
estado. Frente al sometimiento y a favor del liberalismo, Rousseau considera que
«Ningún hombre tiene autoridad natural sobre sus semejantes»36. En esta definición del
filósofo francés, se expone de forma precisa el estado natural de libertad poseído por el
hombre. Es pues, la libertad, un estado intrínseco y esencial del individuo ante el estado
y sus semejantes. Por otra parte Montesquieu considera que «El efecto natural del
comercio es la paz»37. Esto nos viene a explicar que el efecto que produce la libertad
comercial o Liberalismo económico, es la paz contributiva entre los hombres y las
naciones. Por esta razón el Liberalismo como sistema económico, salvaguarda el estado
natural del hombre, que tiende a la libertad social y a la posesión de riquezas. Ante esta
realidad, es necesaria la Democracia Liberal, como alternativa de desarrollo del estado y
del individuo particular.

Dentro de los elementos constitutivos de la propuesta Democrática desarrollada por


Sartori, las políticas económicos liberales, que favorecen al estado y propician el bien
del libre mercado, tienen un valor preponderante. Por esta razón nos impera definir lo
que Giovanni entiende por Liberalismo político y económico y como este juega un
papel esencial en el actuar democrático y económico del estado. Sartori considera como
Liberalismo el «Elemento intrínseco necesario en la Democracia»38. A juicio de
Giovanni Sartori las políticas económicas fundamentadas en la libertad política y
económicas; a su vez, complementan de forma positiva las acciones democráticas del
estado. Por esta razón, la Democracia se complementa con el Liberalismo, puesto que
ante el estado, salvaguarda de forma íntegra la primacía de sí y a él otorga la libertad de
realizarse de forma personal.

36
J. J. ROUSSEAU, El contrato social, 36.
37
C. MONTESQUIEU, Del espíritu de las leyes, Tomo II, 274.
38
G. SARTORI, Teoría de la Democracia Tomo II, 445.
42 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

En el proceso de fundamentación de sus postulados acerca del tema de la


Democracia, nuestro autor, de forma sistemática, salvaguarda las diferencias entre el
liberalismo Político y económico. Sartori considera que el Liberalismo como accionar
político se asimila desde una visión armónica entre la libertad y la igualdad de los
hombres39. El Liberalismo político mira al hombre desde sus particularidades y
diferencias, respeta la autonomía de sus decisiones libres y voluntarias, y conjuga todas
las pluralidades existentes para armonizar el estado. «Esta visión pluralista del mundo
es la que nos lleva a la libertad, que a su vez nos lleva a la Democracia Liberal»40. Toda
Democracia Liberal debe, necesariamente edificarse en las bases de la libertad, como un
valor necesario.

En cuanto al Liberalismo económico, a juicio de nuestro autor; este propicia la


libertad de los seres humanos para administrar sus bienes y convertirlos en riquezas. El
objetivo de las teorías económicas es precisamente comprender el mundo y
redireccionar las practicas económicas con el objetivo de beneficiar mejor a los
individuos. Para Sartori, los intercambios comerciales internacionales tienen suma
importancia, puesto ellos salvaguardan el bienestar nacional, la eficiencia del mercado y
brindan la posibilidad a los estados de potencializar su capacidad. Aunque nuestro autor
hace énfasis en la diferencia de los tipos de liberalismo, declarara que «Las
Democracias en orden social y/o económico amplía y complementa la Democracia en
orden político»41. Es por esto que la Democracia no es un proceso estereotipado y
absolutista, sino que necesariamente se complementa con un sistema económico capaz
de responder de mejor forma a las necesidades y libertades sociales del individuo.

1.5 Contextualización de la teoría democrática de Giovanni Sartori


Con la caída del Muro de Berlín en el año 1989 y la desarticulación de la Unión
Soviética en el 1991, los teóricos políticos intentan reactualizar la tradicional forma
democrática e impulsan la novedad de una nueva forma de sistema político, con el
objetivo de responder de forma actualizada a las necesidades sociales del hombre de
nuestros días. En este tramo de la historia, la humanidad se globaliza y saca de juego
todo poder represivo e ideológico, de igual forma, las prácticas políticas

39
Cf. Ibíd, 467.
40
G. SARTORI, La Democracia en 30 Lecciones, 66.
41
G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 8.
CAP. I: FUNDAMENTOS DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI 43

antidemocráticas, adoptando así una nueva visión de hacer Democracia participativa.


Frente a este panorama político globalizado y difuso, donde la posverdad se apodera de
las praxis políticas, se enmarca de forma configurativa la teoría Democrática de
Giovanni Sartori.

Con la finalización de la guerra fría y la declarada muerte de las ideologías, resurge


la libertad de pensar y expresar las ideas en que se creen; este derecho vital y reclamado
de libertad encarna en las sociedades la diversidad de ideas y criterios, desfasando así,
las verdades absolutas. Por esta razón la pluralidad de criterios y política resurge y se
institucionaliza. Los sindicatos y grupos sociales son una manifestación de legitimación
del afán de los individuos por reclamar sus derechos y el bienestar que naturalmente le
es dictaminado42. Ante este clima de ideas plurales y subjetivas, Sartori presenta su
teoría democrática, como alternativa que conjuga las diferencias de cada individuo y las
armoniza.

Con la desarticulación de la URSS y la finalización de los conflictos ideológicos


gestados durante la Guerra Fría, la tecnología impacta de forma inigualable la
humanidad. El impacto generado por los medios de comunicación masivo sobre los
individuos genera de forma precisa una idea correcta o errada en torno a la sociedad y al
mundo. Ante este fenómeno de tecno-cratización de la vida común, urgen mecanismos
eficaces que ayuden a formar una sana y recta visón de la sociedad, amparada en la
íntegra opinión pública, capaz de generar desarrollo. A juicio de Sartori urge controlar
los flujos de opiniones exógenos, que desinforman a la sociedad; este problema hetero-
dirige a las personas y crea la confusión política43.

Los medios de comunicación de masa impactan la vida cotidiana de las personas, sus
acciones comunes y la forma en las que ejercen sus derechos y libertades. Con el
impacto que los medios de comunicación ejercen sobre las masas, se recrea una nueva
visión sobre los conceptos claves que rigen la normativa de las acciones sociales, de
forma específica, nuestro zoon politicon. Es preciso subrayar que este clima
tecnológico, marca de forma suma la confusión democrática actual que nuestro autor
propone e intenta superar. «Entre las condiciones para la Democracia, la que menos se
invoca es que las ideas erróneas sobre la Democracia determinan que la Democracia

42
Cfr. N. BOBBIO, El futuro de la Democracia, 18.
43
Cfr. G SARTORI, La sociedad teledirigida, 65.
44 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

funcione mal»44. El panorama difuso de la política hoy impera redirección e integración,


aplicabilidad pragmatista de los ideales entorno a la Democracia.

En suma, la propuesta Democrática precisada por Giovanni Sartori, se enmarca


dentro de los parámetros existentes luego de la Guerra Fría, donde las ideas subjetivas
entorno a la universalidad, absolutistas, nacionalista e ideológica, son desfasadas. Como
manifestación de rechazo a la opresión ideológica, surgen los sindicatos y grupos
sociales, como manifestación y búsqueda de legitimación de las libertades personales
derechos naturales. Ante un clima tecnológico y de hetero-dirección, se enmarca la
propuesta democrática propuesta por nuestro autor, con el objetivo de redireccionar las
confusiones creadas en torno a la Democracia etimológica y su aplicabilidad. Es por
esto, que el rol fundamental de toda acción política debe iniciarse a partir de la
confrontación entre la dimensión práxica y la teórica. Las formas de aplicabilidad de los
sujetos, en torno a la Democracia, deben iniciarse en una clara concesión de sí, lo que
guiará un correcto y eficaz accionar.

44
G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I, 21.
CAPÍTULO II

APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE DEMOCRACIA PROPUESTO POR


GIOVANNI SARTORI
CAPÍTULO II

Aproximación al Concepto de Democracia propuesto por

Giovanni Sartori

2. Introducción

Desde los inicios del hombre, su esencia le ha llevado a buscar formas eficaces de
organización política que facilite de forma dinámica su existir. El hombre, como animal
racional, que se desarrolla dentro de una comuna social de iguales, tiende de forma
directa a escatimar esfuerzos en pro de la creación de un sistema capaz de responder a
sus necesidades básicas, es aquí cuando el hombre siente la necesidad de adentrarse en
la reflexión y formar un sistema acorde a su realidad. Es en Atenas, hacia el siglo V a.C.
que surgen las primeras manifestaciones democráticas, con el gobierno de Pericles. Bien
es cierto que lo entendido por el hombre como Democracia se adapta a un contexto
vital, por esto nos detenemos en este capítulo a definir lo que Sartori entiende por
Democracia, reflexionamos sobre sus fundamentos y como esta debe llevarnos a jugar
un papel significativo en el accionar dinámico de la sociedad.

En este capítulo segundo, que lleva por nombre Aproximación al Concepto de


Democracia propuesto por Giovanni Sartori, nos proponemos de forma específica,
adentrarnos en la reflexión de los postulados filosóficos y políticos del pensador italiano
Giovanni Sartori, para así cumplir de forma satisfactoria con el objetivo de
aproximarnos a los postulados políticos que nuestro autor presenta como Democracia.
Con la presentación de este capítulo segundo, intentamos dar respuestas fidedignas, a
las preguntas fundamentales que guían la metodología de nuestra investigación. A su
vez, presentados los postulados democráticos de nuestro autor, lo interrelacionamos y
contrastamos con otros pensadores que han iluminado la reflexión política en torno a la
Democracia.
48 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

2.1 La Democracia política según Giovanni Sartori

A lo largo de todo el proceso de desarrollo de la humanidad, los hombres han


propiciado acciones comunes que ayuden a salvaguardar su bienestar. Desde la
antigüedad y toda majestuosidad cultural, pasando por la Edad Media, posteriormente el
Renacimiento, la Modernidad y todo su engranaje científico, intelectual y tecnológico,
las acciones políticas han sido vista desde aristas muy difusas y contradictorias entre sí.
A lo largo del proceso de desarrollo de la humanidad, algunos pensadores han apostado
por sistemas distintos a la Democracia. A juicio de Jean Jacques Rousseau, la
Democracia no es para grupos grandes ni pueblos pobres; por el contrario, a juicio de
Rousseau la Democracia debe darse en un estado de armonía, organización y
pequeñez45.

Cuando en el estado existen marcadas diferencias, en cuanto a clase social se refiere,


el funcionamiento de la Democracia se limita al estancamiento y a la falta de
funcionalidad. A Juicio de Rousseau, la división de poderes recrea en los gobernantes
un instinto de dominio y control de sus semejantes46. Este profundo desea de control es
el determinante del mal funcionamiento de la Democracia, a juicio de Jean Jacques
Rousseau. Por tanto, su propuesta intenta materializar una Democracia sin ataduras, de
pocos ciudadanos, de posesiones, donde la Libertad y la Justicia se puedan llevar a su
máxima expresión. Por el contrario, a los postulados de Rousseau, que nos manifiesta
un sistema Democrático basado en la Representación, desarrollamos una perspectiva
participativa de la Democracia, amparada en las ideas filosóficas y políticas de
Giovanni Sartori, como escape a las propuestas elitistas de Jean Jacques.

Llegado el siglo XXI, luego de la Revolución Bolchevique y concluida la Segunda


Guerra Mundial, nos enmarcamos de forma directa en el proceso bélico tensionado de la
Guerra Fría, donde la humanidad experimenta profundos y adversos cambios en cuanto
a la sociedad y su papel se refiere. Es en este punto donde se inicia el desarrollo de las
ideas Democráticas que nos interesa postular.

Durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial el panorama de la praxis


política en el mundo se fue configurando de forma sistemática con el objetivo de
conseguir la reestructuración y actualización de los sistemas políticos dominantes. Con

45
Cf. J. J. ROUSSEAU, Contrato social, 93.
46
Ibíd.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 49

la Guerra Fría, las potencias mundiales inician un proceso tensionado de


confrontaciones ideológicas en torno al Comunismo, el Socialismo, el Liberalismo y la
Democracia, como sistemas de gobierno y sistema económico. Es pues la caída del
Muro de Berlín el acontecimiento histórico que configura de forma normativa, las
posibilidades de un sistema democrático liberal. Contextualizada la teoría en torno a la
Democracia, propuesta por Sartori, es puntual definirle de forma precisa y clara, pues
es el primer paso para dotar las ideas de materialidad y aplicabilidad.

Ante las confusiones en torno a la Democracia, es necesario definirle de forma


etimológica, como mecanismo que supone las bases teóricas de toda reflexión y sistema
filosófico. Sartori expone que la Democracia como etimología, vocablo a vocablo
significa «Poder del pueblo»47. Esta definición literaria nos refiere, de forma temporal, a
la antigüedad griega y la ciudad estado de Atenas, durante el gobierno de Pericles,
donde la aplicabilidad democrática era menos compleja y confusa. La Democracia
política y liberal de la que Sartori nos explica gira en torno al derecho constitucional de
la Opinión Pública, cuyas confrontaciones dialécticas son un intento por discutir,
mediante un proceso electivo, la titularidad y el ejercicio del poder48. La propuesta
desarrollada por nuestro autor, tiene un carácter superativo frente a la visión griega en
torno a la Democracia.

La Definición griega visualiza la Democracia como poder directo poseído de forma


legítimo por los hombres libres para tomar decisiones con trascendencia social. Frente a
esto, Sartori propone un sistema Democrático apoyado en la armonización entre
Representación política y la Participación masiva de la opinión pública, que lega su
poder supremo a gobernantes, para pasar a ser gobernados. No obstante, es propicio
resaltar que esta visión representativa de la Democracia no se estatiza en postulados,
sino que es trascendida por la aplicabilidad participativa, otorgando al mismo pueblo el
derecho legítimo de la integración libre y constitucional en las tomas de decisiones
importantes en el estado.

Durante los últimos años, las sociedades han cambiado de forma sorprendente. Este
fenómeno obliga a las sociedades a replantear los sistemas en torno a los que se rodean
los seres humanos de forma contingente. En el panorama político, surge la participación
democrática, como mecanismo de integración y armonización de la sociedad. Joseph

47
G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 3.
48
Cf. G. Sartori, La Democracia en 30 Lecciones, 21.
50 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Zimmerman nos refiere que «La amplia diversidad que exhiben los proyectos y
programas por lo que concierne a su importancia e impacto en la ciudadanía indica que
la participación ciudadana es más necesaria»49. Esto impera la integración armónica de
toda la sociedad en torno a las leyes que direccionan el estado de derecho liberal: la
igualdad, la libertad y la propiedad privada. Hacer Democracia participativa es tensionar
las pluralidades existentes en la sociedad, con el fin de armonizarlas de forma integral.

En contraste a las ideas rousselianas, postuladas al principio de este capítulo, Sartori


introduce un nuevo mecanismo de integración masiva en las acciones sociales. Es pues
la sociedad un conglomerado de seres plurales, cuyo fin es diverso en toda su
esencialidad. Frente a esta realidad, es imposible limitar la Democracia a grupos
pequeños y elitistas, puesto que la sociedad se articula de diversas visiones del mundo,
que en ocasiones presentan antagonismos. Frente a la postura de un sistema
Democrático basado en la Representación política, mediante el valor de la virtud 50,
Sartori nos proporciona una teoría democrática fundamentada en la participación, como
mecanismo de integración colectiva.

La propuesta democrática que Sartori postula, hereda sus influencias del período
reformador ilustrado, gestado en Europa y se conjuga con el liberalismo económico,
formando una combinación sistemática de Democracia Liberal. Mediante la
participación igualitaria, se intenta abolir las problemáticas exclusivas que se presentan
en torno al gobierno. Por esta razón «La participación puede tender a disminuir los
problemas de acceso anteriormente identificados: inequidad y exclusión
tecnoburocrática»51. Necesariamente la participación democrática demanda de
integración colectiva, de armonía en torno al estado constitucional, como mecanismo de
superación frente a la exclusión y al individualismo social, fruto de la globalización de
las informaciones.

Ante la tecno-burocratización de la actualidad, urgen bases fundamentadas en


procesos democráticos capaces de responder a las necesidades del hombre social y
político de nuestros días. La propuesta democrática de nuestro pensador, es un intento
reformador que intenta propiciar políticas democráticas de acciones verticales, libres,
directas y participativas, en favor del demos, no como expresión masificada de la

49
J. ZIMMERMAN, Democracia participativa. El surgimiento del populismo, 14.
50
Cf. J. J. ROUSSEAU, Contrato Social, 93.
51
L. ARTILES GIL - Et al., La ciudadanía a la búsqueda de la política, 42.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 51

sociedad, sino como expresión argumentativa de la opinión pública en relación al


Estado y las leyes52. Por esta razón, las acciones verticales del estado deben ir en
procura de «híper ciudadanos»53, capaces de referir sus acciones a las leyes y a la
integración política en la civitas. Este papel fundamental de híper ciudadanía, impera
conocimiento en las cuestiones que a él refiere decidir. Este rol es capaz de conjugar el
la libertad, respeto y la tolerancia en relación a las diferencias de los ciudadanos54. Este
sistema democrático, fundamentado en el liberalismo, es capaz de integrar a todas las
partes del estado de forma igualitaria, con el objetivo de soterrar la dictadura de la
mayoría sobre la minoría.

2.1.1 La opinión pública.

Todo proceso democrático está constituido por actores horizontales, que Cimenten de
forma constitutiva el buen funcionamiento. Desde siempre la opinión pública ha tenido,
en acto, un papel fundamental, en lo que a la política se refiere, cuya
institucionalización se da en la Revolución Francesa Desde la antigüedad, pasando por
la Modernidad, hasta hoy, la opinión pública ha jugado un papel sine qua non y
fundamental en el destino de las sociedades que intentan procurar el desarrollo en sus
instituciones e individuos. Todo el engranaje político gira, de forma necesaria y
contingente, en torno a la relación existente entre gobernantes y gobernados. Este
proceso de interrelación es manifestación de las relaciones existentes del poder del
pueblo y el poder legado por el pueblo a los gobernantes. En el proceso del ejercicio
constitucional del derecho al sufragio, el pueblo manifiesta la legitimidad de su poder
como demos55. La Opinión pública juega un papel fundamental dentro del sistema
democrático. Asociado a la participación ahonda raíces profundas, que van desde la
masiva participación mediante el voto hasta la contribución con las acciones propias del
ciudadano, en pro del desarrollo y el bien común. Es por esta razón la Opinión Pública
un componente en constante dinamismo, cuya materialización tendrá el imperativo
categórico de la readecuación constante en pro de la adaptación de todos en la causa de
la construcción de una sociedad encaminada al desarrollo.

52
Cf. G SARTORI, La sociedad teledirigida, 164.
53
Ibíd.
54
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 64
55
Cf. G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I, 116.
52 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

La opinión pública es más que masificación total del pueblo en busca de ideales
superfluos o lejanos. La opinión pública es institucionalidad, es derecho, es híper deber
del individuo en su conjunto. Por esto, a los ciudadanos comprende el deber de afrontar

su realidad y dinamizarla, con el objetivo de procurar el desarrollo. Antes los


cambios constantes generados en el mundo durante las últimas décadas nos exigen
nuevas opiniones, generadas por nuevos hombres, puesto que «Una nueva realidad
exige un hombre nuevo»56. Esto impera superar la común masificación y afrontar las
nuevas exigencias del ser ciudadano de nuestros días.

Dentro del quehacer filosófico, dirigido al campo de la teoría política, la concesión


en torno a la Opinión pública se relativiza, dependiendo del sujeto que encabece la
reflexión. Para Jurguen Habermas, la Opinión Pública, es una manifestación de la
acción comunicativa que debe guiar las normativas de las sociedades. A su vez, s un
esfuerzo para superar los déficit democráticos de las sociedades contemporáneas. La
propuesta en torno a la Opinión Pública, según Habermas, debe llevar al individuo a
adquirir el rol de ciudadano, que a él impele57. Este proceso de acción comunicativa en
que se fundamenta la teoría de Habermas tiene el fin último de ser dirigida al estado,
lugar donde la opinión pública se forma, de forma integral o deformada. Por esto, el
ciudadano que se desarrollo en su entorno alcanza su sí mismo de forma plena mediante
la acción comunicativa con sus semejantes, sinónimo de Opinión Pública,
fundamentada en el sujeto que compone la sociedad58.

2.1.2 Opinión pública mediante el sufragio

El ejercicio del sufragio, tiene un rol fundamental en la política como integración del
demos. A diferencia de la Opinión pública, es durante la modernidad, cuando se
reconoce en distintos estados de Europa el valor trascendente del sufragio como forma
de extensión de la Democracia a la ciudadanía; jugando estos un papel legitimador en
las acciones que regulan el poder. Tal como hemos resaltado en acápites anteriores,
adjunto de la opinión pública, el sufragio cimenta de forma horizontal las bases
participativas e integrativas del sistema democrático, enfocado, sobre todo, en la
libertad igualitaria. Esta acción horizontal de la Democracia, es integrativa, al mismo

56
G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 18.
57
Cf. J. HABERMAS, Teoría de la acción comunicativa, Tomo II, 506.
58
Ibíd, 507.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 53

tiempo, legitima el buen funcionamiento de una sociedad que de forma colegiada se


encamina al desarrollo. Este instar al desarrollo, de forma necesaria impera de una
acción fundamentada en la comunicación integral, de acciones que de forma directa
influyan en la consecución del bien, que se genera mediante la regulación de los medios
de comunicación.

Este proceso comunicativo que se da mediante el sufragio, de forma necesaria debe


desprender de sí acciones capaces de regular la influencia de la mediatización global en
la materialización efectiva de las opiniones que de la sociedad se desprenden. El
filósofo español Manuel Castells nos explica que los cambios gestados durante los
inicios del segundo milenio interpelan de forma directa al hombre de nuestras días,
frente a la globalización constante que se genera en el mundo, el espacio vital se
convierte en una sociedad red, donde todos están interconectados, convirtiéndose las
acciones sociales regionales y/o nacionales, hiperacciones globales59. Frente a esta
realidad existencial, que trascienden las barreras comunicativas, urgen mecanismos
eficaces que salvaguarden la eficacia de la acción del sufragio en la sociedad. Con la
expansión de los medios comunicativos masificados, el sufragio directo tiende a ser
sustituido por medios que faciliten su funcionamiento. Ante esto, no se puede perder de
vista el papel trascendental que el sufragio significa, puesto que él es expresión de
Libertad y Justica del pueblo, que mediante una acción concreta expresa sus criterios de
cambios.

Visto desde la reflexión filosófica el sufragio es «La incorporación de los sectores


populares de la vida política, representados con el colorio necesario»60. Es el sufragio, a
Juicio de María Yannuzzi la incorporación bilateral entre los grupos sociales,
representados con colores signos y simbolismos y por otro lado, el pueblo elector, que
ejerce su derecho legítimo de electividad, mediante el voto. De forma necesaria, la
sociedad se forma a partir del momento en que sus miembros se institucionalizan en
torno a las leyes. Cada miembro adulto del estado es legítima persona con facultades
que salvaguardan derechos y deberes, aún en las diferencias sobre cualquier concesión.
Por esto, surge el sufragio, como alternativa fundamental en la que se da participación al
ciudadano libre, quien mediante voto o referéndum, lega su poder a un representante de
sí en el gobierno; pasando la legitimidad de su poder a otro, que ejerce posterior

59
Cf. M. CASTELLS, La Sociedad Red, Tomo I, 159.
60
M. YANNUZZI, Democracia y sociedad de masas, 31.
54 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

autoridad sobre sí y los demás gobernados. La actualidad del sufragio atraviesa una
serie de cambios paulatinos y constantes. Para dar respuestas específicas y
epistemológicas es preciso adentrarse en una reflexión más profunda de la realidad
política.

2.1.3 Elemento refrendario de la Democracia según Sartori

La Democracia es el dinamismo de un sistema de gobierno, que ampara de forma


segura la Libertad y la Justicia. Este íntegro accionar de la Democracia demanda de una
serie de elementos que constituyen su eficaz funcionamiento en la sociedad. Es un
imperativo categórico de la Democracia, dar la participación necesaria a los individuos,
con el objetivo de su realización. Es por esto que ahora nos ocupamos del elemento
refrendario de la Democracia, haciendo referencia a los referéndums. Todo esto con el
objetivo de poner de relieve las calificaciones hechas por Sartori.

El objetivo de todo sistema refrendario es la participación directa de los ciudadanos


en la elección o aprobación de alguna realidad concreta dentro de los lineamientos del
estado. A juicio de Giovanni Sartori, el sistema refrendario directo es una manifestación
democrática empobrecida61. Es por esto que la verdadera forma refrendaria debe
llevarnos a una estructura política donde el demos elija de forma particular las cosas
personales que a cada individuo atañe, esto sin imposiciones gubernamentales62. Es en
este punto donde la Democracia alcanza su mayor esplendor y efectividad, cuando cada
ciudadano e capaz de convertirse en artífice de su propio desarrollo, cuando cada
ciudadano procura una eficaz contribución con el correcto orden del estado. A juicio de
nuestro autor, el sistema refrendario debe garantizar un mayor acercamiento entre
quienes son gobernados y quienes ejercen el poder. La Democracia, en su manifestación
refrendaria, tiene el imperativo de llevar a todos a propiciar esfuerzos colectivos en pro
del correcto orden.

A juicio de Sartori «La opinión pública y la democracia electoral tienen que ver con
la dimensión horizontal de la política: Las bases del edificio»63. En este opúsculo del
corpus de Sartori se nos insta a reflexionar en torno al papel fundamental del pueblo.

61
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 Lecciones, 39.
62
Ibíd.
63
Ibíd, 43.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 55

Estos actores a juicio de Sartori, constituyen las bases de todo sistema político, que insta
a sus ciudadanos al desarrollo integral.

2.2 Acción vertical de la Democracia

El Estado es una macro o gran estructura social, conformado por micro estructuras
dinámicas, que movilizan las acciones de los ciudadanos en relación a sus semejantes.
La verdadera eficiencia de los sistemas sociales que se enmarcan dentro del estado,
necesariamente se rigen por normativas precisas, capaces de salvaguardar la
organización directa de sí y su contribución con el medio vital. De la misma forma
ocurre con la Democracia, ésta se constituye de un conjunto de elementos
fundamentales, que rigen su correcto y eficaz funcionamiento. Es por esto, que nos
atañe la ocupación de direccionar la mirada en una arista del sistema democrático
propuesto por Sartori, este como sistema jerárquico y vertical. Antes bien, es preciso
definir esta comprensión en torno al tema que en este capítulo nos ocupa. Según los
postulados Democráticos de Sartori, la Democracia vertical «Es pues, la Democracia
como sistema de gobierno, y por tanto, cómo estructura jerárquica»64. De frente a esta
descripción jerárquica de la administración del poder legítimo del pueblo, nos es preciso
describir las normativas fundamentales en las que se apoya esta dimensión vertical de la
Democracia.

2.2.1 Constitucionalismo

Según el diccionario El pequeño Larousse, la palabra constitución nos viene a


significar «Conjunto de leyes fundamentales que establecen la forma de gobierno,
regulan las relaciones entre gobernantes y ciudadanos, y determinan la organización de
un estado»65. La constitución de un estado determinado es el conjunto de leyes que
dictan los indicativos de gobierno y de acción entre quienes gobiernan y sus ciudadanos.
Es la constitución el organismo independiente que regula las interacciones, acciones y
relaciones en los ciudadanos de un estado determinado.

La propuesta democrática desarrollada por Sartori postula la idea de principios de


gobiernos jerárquicos, basados en la interrelación con el fin último de generar
desarrollo. Es por esta razón que Sartori insta a la interrelación de los ciudadanos con

64
Cf. G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I, 43.
65
LAROUSSE, El pequeño Larousse, 280.
56 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

las leyes. Para Sartori, las instituciones fundamentales que edifican el edificio de la
sociedad deben estar en constante interrelación entre sí, con el objetivo de dinamizar y
hacer más fuerte la estructura estatal. La constitución propuesta por nuestro autor busca
un equilibrio entre el ejercicio del poder y el control del mismo66.

La constante interacción de los ciudadanos con sus leyes, creará conocimiento y


capacidad de respeto y cultivo por el sano equilibrio de sus propias acciones. A las leyes
comprendidas en la constitución y su estado dinámico impera salvaguardar leyes, cuya
materialización promuevan la asociación unitaria de los ciudadanos y, posteriormente,
el desarrollo del estado. Todo esto con el objetivo fundamental de materializar formar
positivas y equilibradas de políticas públicas centradas en el bien común integral de
todos.

2.2.2 El gobierno

Todo necesita de leyes capaces de generar estabilidad y bienestar. A su vez, es


necesaria la intervención administrativa de poderes capaces de propiciar estabilidad y
redistribución de las riquezas. Dentro de la estructura social, el gobierno tiene el deber
sumo representar al pueblo y administrar de forma eficaz la legitimidad de lo al pueblo
impele, el poder. Es por esto que la dinámica interrelacionar entre ciudadanos y las
leyes se tensa de forma permanente.

Por esta razón, el consenso colegiado como mecanismo de gobierno, salvaguarda en


la sociedad la subsistencia frente a los conflictos. Sartori hace énfasis en una propuesta
de gobierno capaz de superar el individualismo y fortificar las estructuras sociales, al
punto exacto de que nos legue resultados organizacionales competentes, capaces de
lidiar de forma positiva con la resolución de problemas67. Ante el individualismo
monopólico y opresor de los sistemas de gobiernos distanciados de los gobernantes,
urgen prácticas políticas y jurídicas que propicien transformaciones reformadoras
íntegras, centradas en el hombre. Por esta razón las instituciones estatales urgen de un
papel trasformador y mediador entre el estado y las necesidades de los ciudadanos.

2.2.3 Las instituciones

66
Cf. G. SARTORI, Elementos de la teoría Política, 27.
67
Cf. G. Sartori, ¿Qué es la Democracia?, 58.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 57

Las instituciones estatales, surgen en el estado como mecanismo mediador entre los
ciudadanos y quienes gobiernan de forma más directa. Las instituciones son voz del
estado frente a una realidad específica y determinada. Es por esta razón que mediante
las prácticas constitucionales equilibradas, el gobierno basado en la justicia, el estado
escatima esfuerzos comunes para responder de forma integral al hombre. Por esta razón,
las instituciones deben estar en armonía constante entre lo que establecen las leyes, los
gobernantes y las necesidades de los demás. Es por esto que el estado crea las leyes
como mecanismo institucional de dialogo entre sí y los ciudadanos, con el objetivo de
brindar respuestas amparadas en las leyes a quienes lo necesitan.

2.3 La libertad igualitaria

A lo largo del proceso de desarrollo de la historia, la libertad ha sido vista desde


diversas y variadas aristas, en la mayoría de los casos, se asocia el término únicamente a
la libertad como interioridad del hombre. Es en la Modernidad, con John Locke que se
marca de forma sustancial la diferencia entre la libertad como interioridad y la libertad
como acción política. A su vez, es Thomas Hobbes quien mejor define la Libertad
política, aludiendo que la Libertad es ausencia de impedimentos externos a sí68. Esta
descripción que Hobbes hace, implica interrelación entre los ciudadanos y el estado,
fundamentado en la capacidad de respeto y colaboración entre ambos. La libertad
Política es empírica y a priori, pues su materialidad se consolida en las prácticas reales
de la vida cotidiana. A su vez, ésta antecede al individuo, que dotado de inteligencia, se
interconecta de forma teórica y práctica con el mundo, la sociedad, el gobierno y las
leyes, recreando así sistemas capaces de responder a él y a su realidad.

Con el proceso histórico y bélico llevado a cabo por la ilustración mediante la


revolución francesa, se comienza se acentúan las acciones comunes en la igualdad como
un valor fundamental e inalienable en cada ser humano. A juicio de algunos teóricos
políticos, la libertad como condición vital de cada ser social, conlleva de forma esencial,
un cúmulo de complejidades. A su vez, esta puede verse desde dos aristas, tales como:
Igualdad común para todos e igualdad como oportunidad justa para todos. La igualdad
común admite un principio marxista, que insta la posesión común de lo mismo para
todos, esto sin tener en cuenta las diferencias de cada persona. La igualdad como
oportunidad justa para todos, insta al análisis y conocimiento del individuo,

68
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 68.
58 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

posteriormente, beneficiado. La igualdad de la que Sartori nos habla sigue las líneas del
liberalismo, entendiendo la igualdad como un valor benéfico, que evalúa las
pluralidades de cada individuo y responde a esto de forma integral69.

Al conjugar la Libertad de frente a la Igualdad, adquirimos un valor significativo


dentro de la teoría democrática de Giovanni Sartori, que procura la materialización de la
igualdad como una propuesta de libertad y justica70. Con la Libertad igualitaria Sartori
pone de relieve al individuo en la sociedad, cuyo derecho fundamental es la igualdad,
asociada al derecho legítimo de la libertad personal e individual. La Libertad igualitaria
se traduce en acciones sociales y económicas concretas, cuyas propuestas se consolidan
atendiendo a la justicia o igualdad de condiciones frente a las necesidades
fundamentales. Con la libertad igualitaria, el individuo como ente social asume un
compromiso de contribución con la Democracia como participación justa de todos en
pro de políticas públicas ideales y reales. El rol del individuo que asume la libertad
igualitaria procura poner en práctica los valores de híper-ciudadano, contribuyente de
forma equitativa con el desarrollo de su nación.

El primer lapso de tiempo en el que se conjugan ambos conceptos es con la


Revolución francesa. Años posteriores se institucionaliza la libertad como una forma de
sostenimiento de la economía, sabiendo que el hombre es un ser naturalmente individual
y distinto a cada ser. La libertad igualitaria como valor económico procura implementar
políticas económicas, que focalicen al hombre social desde su ser personal e individual,
para posteriormente facilitar formas eficaces de progreso y desarrollo. Frente a la
Democracia participativa, el hombre tiene la opción libre y voluntaria de participar en lo
que sus criterios subjetivos le indiquen. De igual forma ocurre con la Libertad
igualitaria en términos económicos; al individuo impera el derecho de propiedad y
posesiones privadas. Por esta razón, es el mismo hombre el alquimista de su progreso.

La libertad igualitaria de la que Sartori nos habla es el resultado final del que la
Democracia forma parte del medio instrumental. Frente a la realidad diversificada de la
sociedad, urgen mecanismos sociales y políticos capaces de responder a sí, garantizando
la libertad justa a todos. Por esto «Los demócratas han accedido a la tesis de que la
libertad es el fin y la democracia es el instrumento»71. Ante la necesidad del hombre de

69
Cf. G. Sartori, ¿Qué es la Democracia?, 176.
70
Ibíd.
71
Ibíd, 203.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 59

aceptación de sí, tomando como referencia la libertad justa, la Democracia que mira la
libertad igualitaria, es una eficaz alternativa en pro de la diversidad y su armonización.

2.4 La pluralidad

Las primeras manifestaciones masificadas de expresiones plurales se dan con la


reforma protestante, iniciada por Martín Lutero durante los siglos XVII y XVIII. Las
propuestas de la reforma inician una ardua tarea, cuyo objetivo era lograr el desmonte
de la visión absolutista propiciadas por la jerarquía eclesial. Otro de los objetivos de la
reforma protestante iba direccionado a la separación y rechazo rebelde de gran número
de feligreses a los dogmas y el pago de indulgencias e impuestos a los jerarcas de la
iglesia. Las rebeliones separatistas gestadas en el seno de la iglesia, dieron como
resultado la excomunión de todos los que no acataran las normas institucionales
propuesta por la jerarquía.

Años más tarde, los reinos de toda Europa se tambalean de forma progresiva y
desmesurada, desembocando así en la Guerra de las Religiones, cuyo resultado más
notorio es la separación de las Monarquías europeas en naciones distintas y separadas.
En este lapso de tiempo, la autoridad suprema del Papa es cuestionada de forma
permanente, logrando así una marcada descentralización de su poder y el poder de la
iglesia. Con los acontecimientos revolucionarios de Inglaterra se marca un hito
significativo en cuanto al respeto de las diferencias plurales de cada individuo. Durante
los acontecimientos gestados en el proceso bélico de la Revolución Inglesa se da por
sentado el valor significativo del estado como mediador ante las diferencias de cada
individuo. Con la Revolución de Inglaterra, inicia el proceso de derrumbe de las
barreras absolutas que irrumpan con la libertad absoluta de los hombres72.

La reforma protestante y la revolución inglesa dieron los primeros pasos en la


consecución de lo que siglos más tarde se convertiría en las bases de un sistema de
gobierno, capaz de fundamentar sus políticas sociales en la libertad del individuo y la
pluralidad de sus ideas. El mandato que en este punto nos compete intenta mostrar las
implicaciones que necesariamente sustentan la pluralidad y como esta de forma directa
configura el inicio de un proceso cuyo final es la Democracia Liberal que nos propone
Sartori.

72
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 Lecciones, 65.
60 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Como hemos resaltado de forma anticipada, la Pluralidad política tiene implicaciones


claves, que dinamizan la eficacia del funcionamiento de la teoría democrática propuesta
pro nuestro autor. Sartori las presenta de forma clara y precisa:
Primero: el pluralismo debe concebirse como una creencia de valor. Segundo: el pluralismo
presupone e implica “tolerancia”; y, por tanto, se consolida negando el dogmatismo, el
fideísmo y el fanatismo. Tercero: el pluralismo exige que la Iglesia esté separada del estado
y que la sociedad civil sea autónoma a ambos73.

Esta descripción tiene como eje transversal y actor fundamental al individuo que
hace sociedad entorno a sus connaturales, cuya naturaleza es la diferencia en el pleno
uso de la palabra. Ante las marcadas diferencias en cuanto a la visión de la realidad, la
sociedad y la política, nos urge comprender que cada creencia particular posee valor en
sí misma. Esto implica tolerancia, que a su vez niega toda imposición de criterios y
verdades elaboradas con el objetivo de confundir; esto implica el rechazo a todo
absolutismo, fideísmo y fanatismo de índole social y/o religiosa.

La construcción de una sociedad fundamentada en la libertad implica un valor sumo


por los postulados que encarnan la pluralidad. Por esto, el desarrollo de acciones
políticas y sociales fundamentadas en la Democracia Liberal, exige la separación de la
iglesia y el Estado. A juicio de Sartori, el Estado es la institución con derecho legítimo
para administrar y ejecutar políticas públicas. No obstante, frente al Estado, el individuo
tiene plena autonomía y derecho, lo que implica la armonización entre ambos con el
objetivo de propiciar las políticas públicas que generen el desarrollo. De forma
subjetiva, al estado, como macroestructura que garantiza los derechos fundamentales,
impera garantizar la Libertad religiosa de los individuos. La estructura estatal no es un
mero sujeto monolítico, sino que va más allá. Por esto el resultado positivo de toda
acción democrática se deriva de una unicidad estrecha con los estamentos
fundamentales de la sociedad.

Este proceso funcional de armonización entre los actores fundamentales de la


sociedad, nos lleva necesariamente a la pluralidad y todo lo que de ella se desprende.
Esta interacción nos lleva a la libertad, cuya institucionalización forma el liberalismo,
como sistema económico propiciador del desarrollo. De esto se cimentan las bases de la
Democracia liberal, cuyas políticas intentan salvaguardar la íntegra libertad de los
hombres. Esta visión plural de la sociedad, necesariamente impera aplicación, puesto

73
Ibid.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 61

que su materialización inicia los primeros pasos de un proceso de desarrollo colectivo.


Optar por la pluralidad social y política es una buena razón para adentrarnos en la
consecución de la Libertad y la Justicia74, bases fundamentales de toda sociedad que
sigue las vías de la organización social y el progreso individual y colectivo.

2.5 Integración participativa de la minoría en las acciones democráticas

El objetivo de todo sistema democrático debe ir direccionado a la conjugación


benéfica y eficaz que nos generan la libertad y la justicia, vistas de forma integral,
como medios de contribución y realización del hombre y su entorno vital. De forma
sistematizada, es la Democracia, el sistema político, que mira al hombre desde la
posesión inalienable de la dignidad. Por esto, el ciudadano tiene importancia
trascendente dentro de las acciones humanísticas, políticas y sociales que el estado
realiza. Frente a esto, es preciso postular lo trascendental de la integración participativa
de las minorías en las acciones que dinamizan el desarrollo y la contribución con la
sociedad. Puesto que la Democracia es acción política, que busca la armonización entre
los grupos plurales, a esta impera la interrelación eficaz entre las masas minoritarias de
la sociedad con el estado, esto con el objetivo de propiciar de forma beneficiosa la
aplicabilidad de la Democracia, con miras al desarrollo.

En todo proceso con miras a la democratización del estado, a los ciudadanos impera
asumir de forma participativa y colegiada, las acciones fundamentales del proceso
electivo. A raíz de lo que hemos visto, el objetivo de todo proceso electivo es generar
resultados derivados del voto, que atribuyan el poder legítimo del pueblo a gobernantes.
A ellos impera dinamizar formas eficaces que propicien la participación integrativa de
los ciudadanos en el estado, sin importar condición alguna. Frente al crecimiento y a la
tecnocratización de la sociedad, el poder legítimo del pueblo corre el riesgo de subyugar
la libertad75, por esto la participación integrativa funge como alternativa superativa de
los sistemas de partidos frente a sus opositores.

Formar sociedades de forma organizadas, en procura del desarrollo es un proceso


humano que trasciende la mera lógica triunfalista de los sistemas electivos. Es un
proceso integral del mismo ser humano, que dotado de razón intenta formular ideas y
postulados, capaces de materializarse en pro del progreso y la libertad. Es por esto que

74
Ibíd, 66.
75
Cf. N. BOBBIO, Igualdad y Libertad, 139.
62 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

al ciudadano mismo impera trascender los estereotipos exclusivistas cerrados y


encaminar sus acciones a la instauración de un sistema democrático que sea capaz de
verle como parte propiciadora y no como excluido. Al sistema mismo impera el
establecimiento de normativas que regulen el direccionamiento de los sistemas de
elección y participación poseleccionaria de las agrupaciones con visiones y postulados
gubernamentales distintos.

La organización ideal que a la sociedad impera formar, necesariamente debe contar


con la integración masiva del demos, puesto que es la alternativa que complementada
con la libertad y la justicia, encausan al estado en el camino del progreso y del
desarrollo. Giovanni Sartori considera que «Los partidos son parte de un todo»76. Este
concebir los partidos y sus sistemas como parte de un todo llamado pueblo,
necesariamente se consolida con su constante integración e interacción en la sociedad de
la que se desprende toda acción en favor del desarrollo de los ciudadanos. Es preciso
concebir los partidos como organismos colectivos, conformados por ciudadanos, cuya
naturaleza es la desigualdad, pero con ideales a fines. Es necesario entender el sistema y
la sociedad como un círculo de seres, cuya tarea es la materialización del progreso. Por
esta razón, es preciso entender que «Los partidos son un instrumento o agencia para
representar al pueblo al expresar sus exigencias»77. Este proceso de representación de
los ideales de un grupo de ciudadanos bajo las doctrinas de un partido es una
manifestación suma de cuán distintos somos. Por esta razón, la integración de las
minorías en las acciones democráticas de la sociedad, deben fundarse en los principios
dialógicos y práxicos, cuya efectiva aplicación nos generan la tolerancia y la
contribución directa con nuestra tarea de ser ciudadanos.

Las exigencias integrativas de las minorías en el sistema democrático implican de


forma necesaria, ponerse de frente de forma asociativa y contributiva ante el sistema
político, y con esto, propiciar la participación trascendente del electorado en la
sociedad. Este principio necesario es un intento de superación del unipartidismo que nos
lega como resultado la Dictadura de la mayoría. Con la participación integrativa de los
grupos minoritarios se insta al pluralismo y sus implicaciones positivas.

El mundo tal y como lo conocemos está interrelacionado, el buen funcionamiento de


sus normativas asegura un estado de desarrollo imprescindible para manejo eficaz de las

76
G. SARTORI, Partidos y sistemas de Partidos, 51.
77
Ibid, 55.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 63

instituciones del estado. En las acciones políticas debe notarse la interrelación de poder
que se da entre los actores fundamentales de la sociedad78. Esta descripción constituye
un valor fundamental, que se desprende de la justicia y la libertad, notándose de esta
forma una visión intersubjetiva de la acción política; es decir, una estructura que
trasciende el mero populismo masificado y se centra en el individuo como persona
particular. Es por esto que urge a las instituciones del estado superar el aislamiento
partidista, que provoca la Dictadura de la mayoría. Es propicio la creación de sistemas
que adjunto de los partidos políticos dinamicen las relaciones interideales entre sí, cuyos
resultados tengan carácter integrativo de los grupos minoritarios.

Como hemos resaltado de forma directa en líneas que anteceden a este tópico, la
Democracia se consolida y llega a la mejor versión de sí misma en la misma medida en
que los ciudadanos escatiman esfuerzos particulares y colectivos en pro de la
regulación eficaz del sistema político, el libre mercado y la educación. Por esto, las
políticas llevadas a cabo por los partidos y sus sistemas, deben trascender las meras
barreras de los ideales cerrados, deben ver al hombre de forma integral, no como un
objeto de mercado, cuya acción se limita de forma única al proceso electivo. De igual
forma, el sistema de gobierno, de forma necesaria, debe instar a sus instituciones a la
aplicación de políticas públicas integrativas.

Otra alternativa eficaz de mediación plural, que a su vez insta a la integración


igualitaria es el consenso. El consenso según Giovanni Sartori es, en sentido pasivo,
«Aceptación»79. En sentido activo el consenso implica compartir, impera
«Obligación»80. El consenso como mecanismo integrativo impera actuaciones
dialógicas y práxicas, con el objetivo de dar respuestas y consolidar acciones unitarias
en referente a una determinada situación. En referente a la democratización como
integración, el consenso toma fuerza y logra unificar esfuerzos colegiados en pro de una
misma causa, el bienestar del pueblo. Las dimensiones direccionales que el concepto
democrático propuesto por Sartori intenta seguir, se interrelacionan de forma vertical y
horizontal. La forma vertical explica la forma en que el sujeto gobernado se relaciona
con el estado y las leyes propuestas. La forma horizontal necesariamente implica
integración de todos entre sus semejantes y el estado.

78
Cf. J. FERNÁNDEZ, Norberto Bobbio: El filósofo y la Política
79
G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I, 121.
80
Ibid, 122.
64 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

La consolidación de la teoría democrática propuesta por nuestro autor se consolida y


llega a su expresión con la participación política. Sartori nos explica que la participación
democrática es, de forma necesaria, dialogo intrapartidista y extrapartidista, es también
privilegio de acciones comunes en pro de la causa del demos. A juicio de Sartori, la
participación común del pueblo en pro de la integración trasciende el mero hecho
electivo o de los Referéndums; es mucho más que esto, es contribución, es acción
común, es participación dirigida con el objetivo de materializar el fin último, generar el
bienestar organizativo del pueblo.

La oposición es manifestación social de libertad. A su vez, imperan acciones


concretas, complementarias de la soberanía que legitima de forma natural al pueblo
mismo. Por esta razón, la visión política desarrollada por nuestro autor da singular
primacía a la diversidad, a la integración, todo esto fundamentado en la libertad misma,
connatural al individuo. Por esta razón, a los sistemas de partidos, que con sus
actuaciones dinamizan la Democratización de la sociedad, tienen la implicación de
propiciar mecanismos eficaces capaces de responder al hombre de forma integral, esto
impera entendernos como parte de un todo llamado pueblo. El ejercicio del poder
político de gobierno no es sometimiento de quienes piensan de forma distinta, por el
contrario, debe instarnos al consenso dialógico, como mecanismo integrativo. Es
también la integración de la minoría en las acciones protagónicas del ejercicio, un
mecanismo eficaz que nos aleja de la dictadura, nos aleja del fascismo y del gobierno
absolutista. La Democracia, por tanto, debe ver a todos como parte importante, debe
contar con la ayuda y la contribución de todos. La Democracia, como sistema de
gobierno debe contribuir con el desarrollo de la saciedad y todos los que forman parte
de sí.

2.6 La democracia como participación de los grupos plurales y opositores

Desde los inicios de la constitución y organización política de los hombres en


sociedades, las discrepancias y diferencias han estado presente. Se hace ilusorio explicar
con datos certeros el inicio de las ideas y las acciones distintas entre los seres humanos.
Con el paso de los años y la aparición de las monarquías absolutistas, las ideas plurales
y las manifestaciones políticas adversas y/u opositoras quedan sin efecto. Las
monarquías europeas del Medio Evo, ejercieron un poder monopólico en los
ciudadanos, subyugando así toda capacidad de oposición política e ideológica. Con la
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 65

Revolución Inglesa y el inicio de la ilustración inicia un proceso de dinamismo y


convulsión social en toda Europa. De forma posterior y en el marco de la ilustración se
da la Revolución Francesa, cuyos resultados destronaron la visión tradicional de
absolutismo y gobierno monárquico

La alternativa más notoria, de cara a esta problemática, se afronta con la creación de


parlamentos, cuyo objetivo principal era velar por el bien del pueblo, a su vez tenían la
tarea de limitar el poder ejercido por los gobernantes. Con la creación de los
parlamentos y la integración de la ciudadanía en el gobernar las sociedades, se va
rompiendo de forma paulatina con la centralización del poder de gobierno, admitiendo
así formas diversas de pensar y aplicar los postulados políticos. Como hemos resaltado
de forma anticipada, la verdadera y eficaz consolidación de las acciones políticas, cuyo
paradigma sea la Democracia, se salvaguardan cuando el estado es capaz de conjugar
las diversas formas de pensar, yendo así tras la aplicabilidad de políticas públicas
fundamentadas en la tolerancia y el bien de todos.

La Democracia, como sistema cuyo centro o poseedor legítimo del poder es el


pueblo, logra su cometido en la medida en que se crean sistemas y estructuras sociales
que dinamicen la integración de los grupos plurales y opositores en el aparato estatal.
De cara a los problemas agudos que una sociedad puede presentar, el gobierno cuyas
acciones se limiten al intrapartidismo rompe con un parámetro político imperante en
nuestros días. Por esta razón el maestro Joseph Zimmerman explica que urge la
consideración integrativa de los ciudadanos en la administración descentralizada81. Esta
integración contributiva y asociativa entre los actores protagónicos de la sociedad debe
fundamentarse en la pluralidad, y con esto se da paso a la libertad. Conjugada la
sociedad y la libertad, se desprenden de sí exigencias concretas, que necesariamente dan
paso y nos llevan a la pluralidad como forma complementaria de la Democracia.

Sartori en su teoría democrática, hace énfasis en la tolerancia como mecanismo de


armonización entre las ideas plurales que permean la sociedad de nuestros días. Con la
globalización del mundo, las ideas trascienden el plano de la physis y se encausan en un
plano superior. Con la globalización el hombre, sus ideas y sus acciones logran
expandirse de forma masiva, logrando así la adopción de nuevas formas de comprender
y pensar el mundo y lo que en él existe. Por este avance masivo del hombre en el mundo

81
Cf. J. ZIMMERMAN, Op. Cit, 182.
66 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

de las informaciones, abundan formas distintas y diversificadas de pensar y actuar. Por


tanto, en estas divergencias, al sistema social y político impera la integración y
armonización de ellas, con el objetivo de redireccionar su eficacia en pro de la
organización y contribución efectiva de todos con la causa de un estado con miras al
desarrollo progresivo y constante.

La sociedad, de forma necesaria se compone de elementos integrales cuya


dinamización se desprende del contraste entre sí. Dentro del quehacer político los
partidos imprimen un carácter expresivo sine qua non. Luego de la Primera Guerra
Mundial, como mecanismo de agrupación entorno a ideales específicos, los partidos
políticos surgen y toman trascendencia y valor fundamental dentro del aparato
público82. Dentro de este marco de convulsión social y restructuración geopolítica la
oposición política inicia su labor protagónica dentro de la sociedad.

Dentro de la conformación de la estructura electoral, la oposición tiene roles, que


necesariamente deben ser asumidos con responsabilidad y criterios humanísticos. Todas
las acciones llevadas a cabo por quienes contraponen sus ideas a la aplicación de
políticas deben girar, de forma esencial, en torno a la consecución de la libertad y el
desarrollo; cuyas expresiones más certeras se concretizan en la aplicación de políticas
públicas capaces de responder de forma efectiva a la sociedad en conjunto. Como ya
hemos resaltado, la sociedad se dinamiza en la medida exacta en que el estado de
gobierno es capaz de conjugar estos elementos y encausarlos en procura de un bien
efectivo. Frente a este devenir, surge la oposición, como voz parlante del reclamo y la
soberanía popular.

En su teoría democrática Sartori, hablando de Ferrero, se refiere a lo siguiente: «en


las democracias la oposición es un órgano de la soberanía popular tan vital como el
gobierno. Cancelar la oposición significa cancelar la soberanía del pueblo»83. A juicio
de Sartori, la oposición política es un intento magnánimo, cuyo objetivo fundamental
debe ser salvaguardar el estado de derecho propio de los ciudadanos. La manifestación
más eficaz y profunda del papel de la oposición en el estado surge de la libertad misma
que es connatural a los hombres. Es por esto qué al estado, como persona macro
jurídica, reguladora de las acciones de los ciudadanos y del cumplimiento de las leyes,
le toca asumir de forma integral el respeto y el fortalecimiento de la oposición política,

82
Cf. G Sartori, Partidos y sistemas de Partidos, 59.
83
G. FERRERO, Il Potere, 217. En: G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 17.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 67

como mecanismo antitético e integrador de todos en la procura del bien, visto desde
diversas aristas.

La sociedad política propuesta por Sartori se fundamenta en las ideas racionales, que
necesariamente deben acompañarse del empirismo político como mecanismo de
materialización y cumplimiento de los postulados. Es por esto que Sartori escatima
esfuerzos en pro de la Justicia y la Libertad, generadoras de desarrollo colectivo. El
intento de materializar políticas integrativas y participativas, tiene como meta suma, el
bien común, no como idea, sino como praxis. Este equilibrio generativo y progresivo
que nos lega la Democracia Liberal y participativa propuesta por Sartori no se limita de
forma única a beneficiar a las élites conservadoras del Estado, sino que integra de forma
armónica las diferencias plurales de las personas, las asume y unifica, con el objetivo
de responder de forma precisa a la realidad del hombre que conforma la sociedad de
nuestros días.

La ocupación de toda sociedad organizada debe ser propiciar en sus miembros un


ambiente organizado de desarrollo y equilibrio, equilibrio capaz de generar progreso en
su máxima expresión. Por esto, el papel de la oposición política debe generar
contraposición y falsiabilidad en cuanto a propuestas sociales y acciones jurídicas se
refiere84. Con este mecanismo se salvaguarda, sobre todo, el respeto a la dignidad de los
seres humanos centro de toda acción positiva desprendida de la Democracia.

Teniendo presente que la Democracia como sistema de gobierno es un intento nunca


acabado del hombre en reconocer de forma legítima el poder del pueblo mediante la
materialización de formas de participación en la estructura estatal, su papel no se limita
a esto de forma única. A la Democracia como sistema de gobierno impera la integración
y redireccionamiento de las masas y las estructuras integrantes de la sociedad en pro de
las causas comunes. Es preciso destacar que la Democracia de forma única no es un
sistema sin más, sino que de sí desprenden exigencias que deben ser afrontadas por los
actores protagónicos del estado.
2.7 La democracia participativa como integración activa en la política

Desde los inicios del hombre primitivo, la organización de sí en sociedades


dinámicas, normadas por leyes ha jugado un papel trascendental. De la organización
política del homo primitivo en sociedades, se da paso al cultivo de las explicaciones

84
Cf. N. BOBBIO, De la razón del Estado al gobierno democrático, 169.
68 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

mitológicas frente a la realidad situacional que le toca vivir. El hombre, como ente
racional, homosapiens, necesita formular normativas que le ayuden a defenderse de los
instintos y la destrucción. Es la capacidad racional del homosapiens la que le ayuda a
ver el mundo y entenderlo, la que le ayuda a multiplicar su propio saber 85. Esta
multiplicación dinámica de saber del hombre, situado en su entorno vital, le lleva a
augurar esfuerzos colectivos que propicien formas eficaces de integración colectiva y
administración justa.

Con la revolución francesa, se propicia un escenario político capaz de ver al hombre


y entenderlo de forma integral. La Revolución Francesa da traste al reconocimiento de
la Libertad del hombre y su autonomía frente al estado. Por esta razón, es necesario
interpretar cuales exigencias impera un sistema que responda de forma eficaz a las
necesidades del ser humano. Los republicanos enmarcados en el contexto de la
Revolución Francesa consideran lo siguiente: «El mejor sistema político es aquel en el
cual los ciudadanos son iguales en aspectos importantes: Ante la ley»86.

En el marco de esta reflexión, Robert A. Dahl considera como importante y valor


sumo, dentro de los parámetros de un sistema de gobierno la igualdad de todos ante las
leyes. Es por esto, que el sistema ideal, centrado en el ser humano, mira al ciudadano de
forma integral, ve su valor preponderante, ante las leyes y con esfuerzos escatima
acciones que contribuyan al desarrollo de sí como ente particular que conforma un todo.
No obstante, no puede ser el hombre visto como igualdad absoluta sin más, sino como
un ser cuyas acciones deben desprenderse de la justicia, lo propio de sí y necesario.

Con la Modernidad se da traste a otra interpretación centrada en el hombre como


núcleo, rompiendo con los parámetros medievales. Las ideas marxistas rompen con la
idea de libertad y posesiones privadas. Es con la Revolución rusa y la conformación de
la URSS cuando se da materialización en Europa a los postulados de Marx y Engels.
Frente a la instauración de un régimen comunista que aniquila la posibilidad de
realización personal y privada, Sartori propone la igualdad desde otro orden distinto «La
libertad es Justicia»87. En contraste con la visión igualitaria represiva materializada por
el marxismo instaurado por la URSS, la igualdad propuesta por Sartori se centra en el

85
Cf. G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 29
86
R. DAHL, Op Cit., 36.
87
G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 71.
CAP: II. APROXIMACIÓN A LA PROPUESTA DEMOCRÁTICA DE SARTORI 69

liberalismo, asimilando al ciudadano como un ser cuya naturaleza es la desigualdad, y,


por tanto, al estado impera respeto de sí.

Durante los siglos posteriores a la postulación del pensamiento marxista y su


posterior aplicación, las potencias predominantes e influyentes en el mundo pan
ideologizan los sistemas económicos; con esto reagrupan en bloques de países
asociados, en cuanto a intereses se refiere sus políticas públicas y económicas. En
contaste con la atribución de economía y políticas de izquierda y derecha nuestro autor
responde con la siguiente afirmación: «Lo repito: la economía está destinada a producir
riqueza. La política se dedica, en concreto, a la distribución o redistribución de la
riqueza»88. Es por esto, que las políticas materializadas por un sistema democrático
deben tener como fundamento esencial la Libertad misma, redirigiendo así las acciones
a la justicia, que dota a cada individuo de lo que es propio y necesario a sí.

Es por esto que la propuesta democrática de nuestro autor se fundamenta de forma


autónoma en la participación e interacción de los actores protagónicos del estado, el
pueblo. Frente a la exclusión masiva que los sistemas políticos y partidistas puedan
ejercer en relación a los ciudadanos, la propuesta democrática de Sartori, por el
contrario es inclusiva, mediada por las acciones activas de los ciudadanos. Frente al
exclusivismo partidista, fundando en las ideologías urge una nueva visión de sociedad
política y de homosapiens, capaz de repensar una vez más lo propio de sí y su entorno.
Es por esta razón que nuestro autor redirecciona nuevas acciones en pro de un nuevo
sistema alternativa a las prácticas históricas y fallidas de hacer política.

En contraste con las propuestas posconsumista e individualista de la sociedad, urgen


mecanismos colectivos, capaz de moldear la forma de pensar de los individuos. Frente a
los discursos inútiles y huecos de los partidos fundados en ideologías eufóricas, urge un
nuevo hombre capaz de reflexionar entorno a su espacio y propiciar acciones comunes
en pro del progreso y el desarrollo positivo de la sociedad. Haciendo mención de
Kalakowski Giovanni Sartori nos explica: «La euforia es siempre breve. La euforia del
postcomunismo ya ha pasado y las premoniciones de los peligros inminentes son
crecientes»89

88
G. SARTORI, La Democracia después del comunismo, 97
89
L. KOLAKOWSKI, Amidst Moving Ruins, 43. En: G. SARTORI, La Democracia después del comunismo,
131.
70 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Ante la necesidad de nuevas formas que insten a la unidad, la propuesta democrática


desarrollada por nuestro autor materializa modos eficaces de participación activa en la
política. En la medida en que los ciudadanos afrontan las necesidades, en esa misma
medida se escatiman esfuerzos justos e igualitarios en pro del fin último, el bien común
que genera el libre mercado, la libertad y la Democracia.
CAPÍTULO III

LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA COMO SUPERACIÓN DEL


INDIVIDUALISMO Y CONSUMISMO POLÍTICO

(CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES)


CAPÍTULO III

La Democracia participativa como superación del individualismo y


consumismo político

(Crítica a las perspectivas políticas actuales)

3. Introducción

Con la caída del Muro de Berlín en el año 1989 y la posterior desarticulación de la


URSS se generan una serie de hitos en el panorama político mundial, traduciéndose en
notorios cambios que posteriormente darían pies a la transformación de las normativas
clásicas del hacer político. Con la finalización de la Guerra Fría, las concesiones
políticas tradicionales se readecúan, dando cabida a nuevas estructuras práxicas de
aplicar los postulados en torno a la Democracia. Es en este lapso cuando los teóricos
políticos propician en la reflexión la combinación entre el sistema democrático griego y
el sistema democrático que evolucionó durante la Modernidad. Con la asociación entre
estas dos estructuras democráticas se concluye con un nuevo sistema democrático,
amparado en la Libertad, la Justicia y la participación. No obstante, las perspectivas
políticas actuales presentan algunos abruptos cambios, que desvirtúan la mirada de la
esencia personalista y humanística de esta ciencia idealista y empírica.

En este capítulo tercero, titulado La Democracia participativa como superación del


individualismo y consumismo político, nos proponemos de forma específica,
adentrarnos en la reflexión de los postulados filosóficos y políticos del pensador italiano
Giovanni Sartori, para así cumplir de forma satisfactoria con el objetivo de contrastar la
teoría democrática desarrollada por nuestro autor con los nociones actuales de quehacer
filosófico-político. Con la presentación de este capítulo tercero, intentamos dar
respuestas fidedignas, a las preguntas fundamentales que guían la metodología de
nuestra investigación. A su vez, presentamos la materialización de los postulados
democráticos de nuestro autor y, con esto lo interrelacionamos y contrastamos con otros
pensadores que han iluminado la reflexión política en torno a la Democracia.
74 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

3.1 Perspectivas políticas actuales

Con la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el panorama social y político de


la humanidad completa cambia de forma masiva. Las guerras mundiales, reconfiguraron
nuevas estructuras entorno a las praxis sociales y políticas; por lo tanto, reconstruyeron
nuevas formas de pensar el mundo y el papel de los ciudadanos dentro de su territorio
delimitado. Con la Guerra Fría y la lucha ideológica entre las superpotencias socialistas
y capitalistas, se dan por sentados una serie de acontecimientos ideológicos y
postulados, que desvían la mirada de los valores absolutos, encarnando así un espíritu
de subjetividad radical dentro de la sociedad y la vida de los hombres.

Con la desarticulación de la URSS se da por concluido el ciclo de las ideologías, no


obstante, reaparecen nuevas formas difusas de concebir el valor del ciudadano en la
sociedad. Con la declaración de muerte de las ideologías, se supone la superación del
espíritu marxista, colectivizando de forma eficaz, los esfuerzos plurales de cada
individuo. Aunque este fue el ideal de la Guerra Fría, desfasar las ideologías
antagonistas, el ideal dista mucho de la realidad. Por esto es preciso hacer eco de las
palabras de R. Kagan, que postula lo siguiente

El mundo moderno quería creer que por fin de la Guerra Fría no sólo cerraba un conflicto
estratégico e ideológico, sino todos los conflictos estratégicos e ideológicos. La gente y sus
líderes ansiaban un mundos trasformado, pero era un espejismo, el mundo no se ha
transformado90.

Frente a la difusión contradictoria, que declara la muerte de los sistemas ideológicos,


los medios de comunicación nos bombardean con campañas desenfrenadas de
publicidad consumista y mediatización de propuestas políticas, dando paso a la división
ideológica de la sociedad. Por un lado, postulamos y declaramos a vivas voces la muerte
de los sistemas ideológicos y, por otro lado, instamos a la sociedad al multiculturalismo,
que se aleja de forma radical de la propuesta armónica de la pluralidad. El
multiculturalismo, donde la sociedad se fracciona en partes alejadas entre sí, fruto de las
concesiones tan ambiguas y subjetivas de la realidad.

La marcada crisis de valores de la sociedad posmoderna embarga la libertad y nos


introduce en un trance. La constante y aislada búsqueda de sentido en la superficialidad,

90
R. KAGAN, El Retorno de la Historia y el fin de los sueños, 11.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 75

hace menguar al hombre de la búsqueda de mejoras dentro de la sociedad. Jean François


Lyotard, en su ética posmoderna reflexiona de la siguiente manera:

La emancipación no está vista ya como alternativa a la realidad, como ideal que hay que
conquistar e imponerle desde afuera. Se trata más bien de uno de los objetivos que el sistema
pretende alcanzar en uno u otro sector que lo conforman, trabajo, impuestos, mercado,
familia, sexo, «raza», escuela, cultura, comunicación91.

En relación a la reflexión de Lyotard, ante el sometimiento ideológico de nuestros


días, al que Sartori llama el opio de la mente, al ciudadano político le compete el
imperativo categórico de la emancipación, no de la sumisión. El multiculturalismo
mediatizado nos ahonda en una profunda crisis social, que trastoca la ética misma del
hacer político. Esta problemática se remite de forma directa a las estructuras de partidos,
que en ocasiones juegan de forma persuasiva con la realidad con el objetivo de
conseguir un fin que no es el bien común. Esta visión errada minimiza al hombre y lo
convierte en un sumiso, incapaz de emanciparse del sistema opresor; a la vez lo
convierte en un simple medio con el cual procurar un fin.

Otra problemática muy marcada dentro de la sociedad de nuestros días, que afecta de
forma directa el correcto ejercicio de la política es el consumismo político, radical de
los sistemas de partidos. Esencialmente la Democracia es el sistema de gobierno que
pretende mirar al ser humano de forma íntegra. Por esta razón, las acciones
democráticas instan a acciones concretas que salvaguarden la dignidad de los hombres.
No obstante, los sistemas de partidos seudo-democráticos, propician la exposición
masiva y deshumanizante de los ciudadanos a los medios de comunicación, cuya
realidad más notoria es desinformar. Mediante este proceso de desinformación, si de
entretenimiento el homosapiens se convierte en un homoludens, cuya opinión pública es
distorsionada y alejada de lo que verdaderamente importa92. Mediante la exposición
masiva a los medios de comunicación, el ciudadano disminuye su actividad y, por tanto,
su contribución con el equilibrio y el desarrollo. Esto da paso a una sociedad, cuyo rol
protagónico es el de telespectadores, no de ciudadanos.

El objetivo fundamental de todo sistema democrático es la visión del hombre de


forma integral y como este tiene el rol fundante de contribuir con su entorno vital.
Mediante la redirección de las riquezas, el estado emplea políticas públicas con el

91
J. F. LYOTARD, Ética posmoderna, 54.
92
Cf. G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 69-70.
76 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

objetivo de estabilizar la economía y contribuir de forma más directa con quienes tienen
la legitimidad plena del poder, el pueblo. Dentro de las perspectivas actuales del
quehacer político, el consumismo político se presenta como una gran problemática,
donde los miembros de gabinetes elaboran campañas gigantescas de publicidad, con el
objetivo de mostrar poder y atraer a los electores. Con esto nos adentramos en un mito
del progreso, donde todo parece ir por el camino de la utopía, mientras ocurre lo
contrario93.

Frente a estas realidades, contrastamos los postulados democráticos de Giovanni


Sartori, con el objetivo de llegar satisfactoriamente a la propuesta objetiva de una
Democracia participativa, como mecanismo de integración colectiva en el accionar
político integral, que mira al hombre desde su esencialidad. Es preciso definir, con
anticipación, estas problemáticas profundas, y como nos afectan de forma masiva.
Posteriormente presentar alternativas que contrarresten su común accionar. De forma
conclusiva presentar un sistema democrático capaz de permear de forma positiva la vida
de los hombres.

3.2 Individualismo ideológico político

Durante la Modernidad, con la Ilustración, inicia el desplazamiento y


desmoronamiento paulatino de la monarquía y sus formas absolutistas de poder. Las
ideas de pensadores como John Locke, Blaise Pascal, Montesquieu en torno a la
ilustración impulsan en los ciudadanos los primeros pasos en pro de la reformación de
un antiguo y milenario régimen de gobierno centrado en la represión, no en el hombre.
El sistema de gobierno que se intenta materializar durante los años que se enmarcan en
el contexto ilustrado, se fundamenta de forma suma en el hombre libre, como núcleo de
toda acción social y reformadora.

Durante todo el proceso bélico acaecido en Europa durante la Modernidad, en pro de


la apertura del poder a las masas del estado, se dan pasos significativos y agigantados.
No obstante, en este mismo período revolucionario, nacen todas las ideologías.
Giovanni Sartori, hablando sobre la postura de Ruggiero Romano, nos explica que,
durante el lapso de tiempo comprendido en torno a la Revolución Francesa, se realzan
los cauces difusos de las ideologías, siendo cada una la antítesis de la otra:

93
Cf. R. ÁLVAREZ, La sociedad de la Nada, 52.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 77

En el breve espacio de tiempo entre 1789 y 1793, tres revoluciones (liberal, democrática y
socialista) se desarrollan una de la otra y cada una forma al mismo tiempo el complemento y
la antítesis de la otra. En ellas se encuentra la anticipación y el sumario de todas las luchas
políticas y sociales del siglo XIX94.

En esta descripción se explicita, lo que en la posterioridad afectará y reconfigurará el


resultado de las acciones que circundan en torno a la política. Las prácticas políticas que
se enmarcan en los siglos posteriores a la formulación y aplicación de las ideologías
propician formas radicalmente distintas de generación de riquezas, redistribución de
servicios y aplicación de políticas públicas. Los sistemas políticos fundamentados en
visiones ideológicas de la realidad trastocaron durante el siglo XIX y XX las formas
comunes de materializar políticas públicas, creando así confusiones a la esencialidad de
sus criterios y acciones.

A simple vista detectar la problemática es fácil, la profundidad problematizadora se


extiende y agudiza durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Con la
Guerra Fría inicia un agitado proceso de tensiones bélicas, cuyo cometido era la
discusión e instauración de un nuevo sistema económico y político. El centro y
fundamentación de este proceso era el ideologismo político, antagonizado entre el
marxismo y el liberalismo. Por esta razón, las prácticas políticas gestadas durante este
lapso tienden al antagonismo político, enfrentando ambos sistemas con políticas
aplicativas distintas. A juicio de nuestro autor «El ideologismo habitúa a la gente a no
pensar, es el opio de la mente; pero es también una máquina de guerra concebida para
agredir y “Silenciar” el pensamiento ajeno»95.

Con la desarticulación de la URSS en el año 1991 y la finalización de la Guerra Fría,


se declara el triunfo del Liberalismo Económico frente al Socialismo. Con el triunfo del
sistema económico liberal se declara, a su vez, la muerte de la ideología. Con la
finalización de la Guerra Fría, se declara de forma absoluta el triunfo de la Democracia
Liberal y la muerte del comunismo96. Declarada finalizada la etapa transitiva, que puso
fin a los hechos bélicos entre las principales super potencias, el bloque vencedor insta a
un Nuevo Orden Mundial, que reaplica la materialización de nuevas políticas públicas y
económicas. Frente a esta realidad, el comunismo clásico materializado durante los años

94
G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 193.
95
G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 89.
96
Cf. G. SARTORI, La Democracia luego del comunismo, 16.
78 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

de la revolución roja inicia un proceso de transformación popular y adecuación a


realidades específicas, aunque sin muchos resultados.

Estos acontecimientos marcados durante la última etapa del siglo XX constituyen


respuestas profundas frente a la problemática de asimilación de lo que verdaderamente
es Democracia y como la propuesta desarrollada por Sartori nos instan a la búsqueda de
alternativas viables frente a la confusión política de nuestros días, armonizando así
ambas direcciones políticas en torno a un fin último, el bien común. Frente a la
problemática de articulación de mecanismos unitarios, la propuesta de democrática
desarrollada por Giovanni Sartori nos lega mecanismos asociativos que pongan fin a la
lucha entre sistemas de izquierda y derecha. Por esta razón, nos precisa adentrarnos en
la reflexión en torno a las posturas entre los grupos ideológicos que dominaron la praxis
política de la mediana parte y finales siglo XX.

3.2.1 Grupos de izquierda

Con la Revolución Rusa o Revolución Roja de 1917 inicia un proceso de revolución


de las estructuras de la sociedad rusa de aquel entonces. Según la RAE, Revolución nos
viene a significar «Cambio violento en las instituciones políticas, económicas y sociales
de una nación»97. La revolución fue el mecanismo aplicativo en las políticas públicas de
las naciones comunistas. Los regímenes comunistas, mediante la revolución,
transformaban los cimientos de las sociedades. Ante el régimen zarista, la Revolución
bolchevique, logró instaurar nuevos mecanismos. La palabra revolución cambia su
matiz político con la gloriosa revolución francesa, puesto que, hasta tal momento,
refería de forma única al movimiento que realizaban los astros. Con la revolución
Bolchevique y la instauración del gobierno marxista de Lenin, cambia radicalmente el
matiz del término, refiriendo a las políticas violentas que propician el cambio brusco,
provocando así la instauración de un régimen fundamentado en el socialismo.

El ideal último de la cultura de la revolución intenta recrear nuevas estructuras a


partir de las acciones violentas. Con la cultura de la revolución se intenta romper con los
paradigmas tradicionales fundados en la hegemonía del poder, otorgando la titularidad
del poder a quienes dirigen, con el compromiso sumo de materializar políticas públicas
fundamentadas en la igualdad comunista y el socialismo. Las acciones comunistas,

97
RAE, Op. Cit., 1971.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 79

propiciadas por el ideologismo de izquierda recrea en los individuos el sentimiento


patriótico, que los lleva a instar acciones rebeldes en pro de la igualdad.

A juicio de Giovanni Sartori «ninguna revolución ha sido “creativa” en base a la


cantidad de violencia que haya desplegado y a cuanta sangre haya vertido»98. En la
elaboración de su teoría democrática, Sartori anula la eficacia de la revolución, puesto
que de ella se desprenden resultados que alteran el correcto orden de la sociedad: Una
estructura jerárquica, armonizada mediante las leyes. Sartori considera que del
marxismo se desprende un sentimiento moral, que lleva todas las políticas a la
comparación, con el objetivo de juzgar las políticas liberales de las acciones99. Aunque
declarado como finalizado, el ideologismo marxista, izquierdista, sigue presente dentro
de las perspectivas actuales del hacer políticos, aunque amparado en otros nombres y
nuevas estructuras de materializar políticas públicas.

3.2.2 Grupos de derecha

Con la Revolución Francesa, la humanidad rechaza de forma radical la monarquía y


la represión ejercida por la familia real y la monarquía eclesial. Frente a la problemática
gestada en el seno de Europa, se da pies a la Revolución, como mecanismo de rechazo a
toda imposición absolutista. La problemática que se da dentro de la sociedad actual,
sobre pasa las problemáticas acaecidas en torno a los girondinos y jacobinos. La
problemática se agudiza con la aparición de las ideas revolucionarias de Marx, como
contra propuesta a las ideas reformadoras de la derecha. Según la RAE, reformar nos
viene a significar «Modificar algo con la intención de mejorarlo»100.

Las políticas públicas aplicadas por los grupos de derecha se fundamentan en la


reforma, como mecanismo de mejora de las acciones de la sociedad. Con la reformación
se insta de mejor forma a salvaguardar la eficacia de las instituciones del estado. Con la
aplicación de políticas liberales, se salvaguardan las propiedades privadas de quien
forman un papel protagónico dentro del estado. En sus postulados en torno a la
Democracia, Sartori atribuye el rol despectivo de ideología de forma única al marxismo
y todos sus derivados. Frente al ideologismo, Sartori nos propone un sistema económico
mixto, que nos propicie políticas integrativas. Sartori nos propone un modelo mixto,

98
G. SARTORI, La Democracia Después del comunismo, 54.
99
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 90
100
RAE, Op. Cit.,1925.
80 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

capaz de legar propiedad privada a los ciudadanos e instar al estado a salvaguardar


bienes públicos101. Mediante la articulación de políticas económicas centradas en la
libertad del hombre, se superan mecanismos de represión que denigran la dignidad de
los hombres.

Frente al individualismo político de los partidos y sistemas de partidos, de los


gobiernos y las masas populares, es preciso materializar una propuesta democrática que
salvaguarde la unicidad y la armonización de los extractos que dinamizan la sociedad.
Frente a los sistemas centrados únicamente en el ideologismo, la democracia actúa
como mecanismo de interrelación entre los ciudadanos, aún con sus diferencias y
posturas en torno a la realidad. Es por esto qué la Democracia, como sistema de
gobierno mira al hombre forma integral y con esto armoniza su labor en la sociedad, con
el objetivo de procurar la íntegra participación en pro de la causa de la estabilidad y el
bien común, materializados en el sano desarrollo.

La tarea de todo hombre reflexivo es conocer el mundo y la realidad actual que le


toca vivir. Las acciones políticas en torno a la Democracia de hoy, necesariamente
implica repensar los sistemas de partidos y las estructuras institucionales, con el
objetivo de propiciar políticas públicas centradas en el ciudadano, sin distinción. Una
realidad marcada de toda sociedad es la fragmentación ideológica, que sobre pasa el
ideologismo político; frente a esta realidad, a las instituciones impera dar respuestas
integrativas, que insten a la participación total del demos en las políticas del Estado.
Frente a la fragmentación masiva que sufren las sociedades posmodernas, urgen
mecanismos superativos del individualismo político que nos legan las estructuras
excluyentes de gobierno.

3.3 Consumismo político y la formación de opinión

Con el paso de los años y la expansión comunicativa, los cimientos de las acciones
políticas se estremecen de forma abrupta. Con la globalización de los medios
masificados de telecomunicación, la humanidad alcanza mayor dinamismo en cuanto a
la interacción con sus lejanos se refiere. Los medios de comunicación y su expansión
logran en la humanidad la materialización de una denominada aldea global, que nos
interrelaciona de forma efectiva. A pesar de esta virtud y progreso tecnológico, con la

101
Cf. G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 216.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 81

constante interacción multicultural se supera la visión nacionalista y se readecúan


nuevas formas de proceder ante la sociedad. Con la expansión de los medios de
comunicación y las campañas publicitarias institucionalizadas se pasa a otra etapa del
accionar político, donde las verdades absolutas mueren, la sociedad se fragmenta y la
opinión pública juega otro rol distinto al esperado. Ante esta problemática de la
fragmentación ideológica de los sistemas y las marcadas campañas publicitarias, impera
la introducción de sistemas pluralistas integrativos, superadores del monismo
político102, y las campañas de marketing que atenta contra la íntegra formación de la
opinión pública.

Con el paso del tiempo, la Democracia ha sido definida desde diversas y distintas
perspectivas, centradas en el fin de la libertad igualitaria y la justicia común e
individual. Frente a la fragmentación ideológica que sufre nuestra sociedad Sartori,
considera que la Democracia es el resultado de un gobierno de opinión103, opiniones
creadas mediante mecanismos neutros, que pueden ayudar y en casos extremos
desmoronar los cimientos del sistema político. Es por esto, que las acciones
desprendidas de la Democracia deben ir dirigidas a la formación eficaz de los miembros
del pueblo. Las opiniones sociales y práxicas, que a la sociedad atañen deben ir
redirigidas a la consecución del desarrollo social y el progreso que se desprende del bien
democrático.

La sociedad es una estructura dinámica, nunca acabada, cuyos actores protagónicos


son esencialmente seres plurales. Es pues la sociedad, la macroestructura que
salvaguarda las diferencias de todos y las armoniza en pro de una causa concreta; este es
el ideal que a la sociedad impera cumplir. El pluralismo es una reinterpretación de las
voluntades de la sociedad a la luz de la legitimidad de las opiniones 104. Es por esto que,
frente a las diferencias de los hombres y la búsqueda del poder, las acciones políticas
deben estar dirigidas por juicios morales, que vean al hombre como un fin en si mismo,
no como un mecanismo mediático de persuasión para un fin fuera de sí.

La sociedad, se compone de una estructura de seres masificados en torno a un


conjunto de estructuras sociales, mediadas por las leyes, el gobierno y las instituciones
estatales. Es por esta realidad que los sistemas de redirección de las riquezas deben

102
Cf. R. A DAHL, Op. Cit., 355.
103
Cf. G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 70
104
Cf. L. A. GIL, et al, Op Cit., 13.
82 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

seguir el fin esencial para el que han sido destinados, no otro. Con la expansión de los
medios de comunicación, los poderes fácticos de la sociedad intentan distorsionar la
realidad con campañas publicitarias y mediáticas que castigan el buen funcionamiento
de la Democracia. Dialogando sobre la Democracia y la teledirección de los ciudadanos,
Russell Newman nos explica:

De cada diez cuestiones de política nacional que se plantean todos los años, el ciudadano
medio tendrá preferencias fuertes y coherentes por una o dos, y virtualmente ninguna
opinión sobre los demás asuntos. Lo cual no es obstáculo para que cuando un entrevistador
empieza a preguntar surjan opiniones inventadas en ese momento105.

Esta postura de Russell Newman pone de relieve la inconsistencia que se crea en las
opiniones de los ciudadanos con teledirección de las campañas publicitarias y la
redirección mediática en las masas populares. La paradoja de la ética del actuar político
actual se materializa con la denominada Ética del consumo, donde los valores se
intercambian y el medio se convierte, en fin. Adela Cortina nos explica en su obra ya
mencionada que «Consumir ha terminado por convertirse, al parecer, en la esencia
humana en el cambio de milenio»106. Este cambio de esencia, según Adela Cortina,
quita la Libertad a los hombres y trasforma su verdadera libertad, transformando su ser
homosapiens en un ser para el consumo107. Este consumismo masivo lo lleva a
transformar la estructura de la sociedad, en respuesta a sus ansias desenfrenadas de
consumo. Esto no se limita de forma única a la vida particular, sino que trasciende y
llega a la vida estatal, donde los gobiernos seudo-democráticos articulan grandes y
exageradas campañas publicitarias en pro de la persuasión, anulando así la importancia
de las propuestas, la competitividad y la racionalidad. Este malestar recrea la opinión
pública no en el valor de la formación, sino en la deformación masificada,
materializando la falta de objetividad.

Frente a esta realidad poco fundamentada de la opinión pública, Sartori propone la


recuperación del yo mediante la hiperciudadanía, como forma de conocimiento y
materialización de las leyes normativas de la sociedad. Con la incorporación de todos en
la causa de una mejor nación se opta de forma directa por la aplicación de un sistema
democrático fundado en la libertad y la justica, tal como hemos recalcado. Con la
materialización de un sistema democrático liberal, desde la perspectiva política
105
R. NEWMAN, The paradox of Mass Politics, 23. En: G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 78
106
A. CORTINA, Ética del consumo, 23.
107
Ibíd.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 83

propuesta por Sartori se opta por la dinamización de las estructuras sociales, con el
objetivo de superar el consumismo político, que nos introduce en un mundo de
persuasión.

Ante el devenir del tiempo, a la Democracia impera nuevas formas de adecuación de


sus acciones, sobre todo, adaptadas a los nuevos tiempos. Sartori nos explica que el
problema de la praxis política de nuestros días es mirar al hombre como un teledirigido,
coaccionado por los medios de comunicación, masificado en torno a un conjunto de
estructuras vacías. Frente a esta realidad imperan acciones aunadas en pro del correcto
funcionamiento de la maquinaria democrática108. Ante el devenir de la historia y los
cambios constantes de la humanidad y las prácticas políticas, imperan mecanismos
reformadores, que garanticen el correcto manejo de los fondos públicos, dirigidos a la
materialización de políticas públicas eficaces, no a la creación de campañas publicitarias
vacías con el objetivo de recrear opiniones públicas mediante la persuasión. Se trata de
la creación de discursos coherentes, que trasciendan el emitir premisas y se materialicen
en las acciones109.

3.4 La integración colectiva como superación del individualismo ideológico

Con la finalización de la Guerra Fría, se da por sentada la muerte de las ideologías,


sobre todo, la muerte del marxismo. Con la finalización de la lucha entre los poderes
fácticos e ideológicos, concluye un ciclo revolucionario en la humanidad, que, a juicio
de algunos, se enciende con la mecha de la Revolución Francesa en 1789, con el
desmoronamiento de la monarquía francesa110. No obstante, los años posteriores a la
desarticulación de la URSS y el triunfo del liberalismo económico, frente al socialismo,
propician en la humanidad un ambiente de libertad total, del hombre en torno al estado y
las leyes. Esta realidad, impulsa a reelaborar leyes que salvaguarden el estado de
derecho de los seres humanos, inherente a sí. Décadas antes de concluir el ya
mencionado conflicto bélico, se redacta la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, un esfuerzo aunado de las naciones por valorar lo propio del hombre, la
dignidad, manifestada en una serie de derechos, connaturales a sí.

108
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 143.
109
Cf. G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 196.
110
Cf. G. SARTORI, La Democracia después del comunismo, 15.
84 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Ante a las políticas públicas, centradas en el conservadurismo y el nacionalismo


integrativo, surgen formas dispersas y expresiones fragmentadas de libertad. Ante el
reconocimiento inherente de la dignidad de los seres humanos, pese a cualquier
situación, se seculariza de forma suma la interpretación conservadora de asimilar las
prácticas sociales. Estas manifestaciones del hombre, frente a las prácticas políticas,
tienen de forma esencial un profundo sentimiento de búsqueda de la justicia, de
igualdad y el reconocimiento de derechos ante el estado. Es por esto que se maximiza de
forma masiva el aparecimiento de grupos ideológicos, centrados en una visión
fragmentada de la realidad. Frente a esta realidad, surge la idea «todos los hombres son
iguales frente a la ley»111.

En su obra, en torno a la igualdad y la libertad, dentro del quehacer político,


Norberto Bobbio hace énfasis en el reconocimiento de la libertad de los hombres frente
al estado. A su vez, intenta superar la postura tradicionalista, centrada en el Estado,
como actor supremo y absoluto de toda acción política. Frente al absolutismo conjugado
del que Bobbio nos habla, los movimientos ideológicos toman impulso y trastocan de
forma configurativa el panorama de la praxis política en el mundo. Norberto nos explica
que estos cambios en torno a las libertades y su visión tradicional de acción son
necesarios, puestos que dinamizan el planteamiento reflexivo del hombre frente a su
libertad, impulsando así nuevas formas, reformadoras, de construir la sociedad
integrativa que nos impele112.

Con la aparición de los grupos ideológicos y su lucha incesante por libertad, justicia,
reconocimiento y amparo de las leyes, la praxis política se reconfigura e insta a
reformaciones profundas. A juicio de Sartori, las acciones fundamentadas en el
ideologismo deben, de forma necesaria, propiciar la justicia y el reconocimiento del
estado, sin trastocar lo fundamental del Estado, la libertad individual y colectiva113. Pese
a las diferencias plurales de cada uno, la participación integrativa de todos, bajo el
cultivo de las leyes deben garantizar un camino propiciador de la integración colectiva,
de todos en pro de la justicia y la libertad, como mecanismo superativo del
individualismo ideológico. Ante la visión fragmentada de la sociedad posmoderna, que
anula la existencia de valores absolutos, las leyes son el paradigma, que deben
garantizar armonía en las diferencias plurales, propiciando así un estado de equilibrio e
111
N. BOBBIO, Igualdad y Libertad, 71.
112
Ibid, 143.
113
Cf. G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 176.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 85

igualdad de oportunidades, que implica un eficaz reconocimiento de la capacidad


particular y armonización adjunto a las exigencias del estado114.

El objetivo de toda acción social debe versar sobre el ideal del bien común, cuya
concesión se asimilada desde la experiencia misma de la diversidad particular de cada
ser existencial. Hanna Arendt nos explica lo siguiente, refiriéndose al bien común:

”bien común”, lejos de señalar la existencia de una esfera política, sólo reconoce que los
individuos particulares tienen intereses en común, tanto materiales como espirituales, y que
sólo pueden conservar su intimidad y atender a su propio negocio si uno de ellos toma sobre
sí la tarea de cuidar este interés común.115

En este sentido, es Arendt explica que el bien común no es un estado político


privilegiado, dictaminado por la sociedad. Más que esto, es un esfuerzo por reconocer
los intereses particulares de los individuos que forman la sociedad. Estos intereses
materiales y espirituales son los que conservan la legitimidad de las acciones de cada
individuo, frente a esto, alguien intenta salvaguardar este estado de bienestar dentro de
la comunidad. A juicio de Hannah Arendt, el bien común y su materialización dentro de
la sociedad trasciende la historia misma de los seres humanos, supera su pasado,
presente y futuro116. Es pues el bien común un estado que trasciende las meras
propuestas ideológicas acerca de sí. Es más que fragmentación, es un estado superativo
que nos insta a salvaguardar de forma cuidadosa las particularidades de cada uno.

Ante la propuesta de Hannah Arendt acerca del bien común, nos introducimos en la
reflexión en torno a la negación del bien común mediante el fraccionalismo de las
ideologías. Giovanni Sartori, reflexionando en torno al ideologismo nos explica: «El fin
de la ideología, para serlo de verdad, tiene que ser también el final del pensabien y de la
tiranía de la ideología sobre el pensamiento»117. Es por esto que las acciones
ideológicas, deben contribuir a la superación del fraccionalismo político y llevarnos de
forma directa a la Democracia como participación integrativa de la sociedad en torno a
la búsqueda del bien común.

114
Ibid, 177.
115
H. ARENDT, La condición humana, 46.
116
Ibíd, 64.
117
G. SARTORI, La Democracia en 30 lecciones, 91.
86 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

3.5 La integración igualitaria como superación del consumismo radical

Con la expansión de los medios de comunicación masivo inicia una nueva era en la
humanidad. Los medios de comunicación masivos encarnan un verdadero sentimiento
de acercamiento entre todos los estamentos de la sociedad. Con la aparición de la
televisión, la concesión política clásica es sustituida por una nueva visión, más adaptada
a las exigencias del hombre moderno, que se encamina a las vías de la superación de los
estereotipos absolutos. Frente a esta realidad, imperan nuevas alternativas, capaces
estudiar al hombre y readecuar campañas mediáticas, que formen opiniones en torno al
fin subjetivo de quienes intentan persuadir a la ciudadanía.

Los medios de comunicación y las campañas mediáticas encarnan una visión errada
del hombre, cuyo fin se minimiza de forma única a la participación mediante el voto.
Desde esta óptica, se sitúa al homo en el plano único de la pasividad y el consumismo
sin más de informaciones superfluas. Con esta visión retrógrada del hombre, se
propician campañas mediáticas, en torno a un homovidens, teledirigido sin más al
consumismo radical de informaciones y la ejecución nimia de acciones individuales que
solo le benefician a sí, y no a sus semejantes. De esta forma, se materializa un espíritu
individualista dentro de la sociedad, que anula de forma radical las acciones
integradoras. Con esta visión consumista del hombre, se da paso a la anulación del
homosapiens por un individuo incapaz de ejecutar acciones integrales en pro de la
sociedad y su entorno.

Los medios de comunicación y la masiva exposición de los hombres ante estos fijan
en los ciudadanos una visión sentimentalista de la sociedad, encasillada y dirigida de
forma única a la emotivización de la política118. De esta forma se reduce la política a
puros episodios persuasivos, cargados de campañas publicitarias que hacen aflorar las
emociones y desligan de sí la capacidad racional. Frente a esta realidad, Sartori critica la
video-política explicando: «La racionalidad del homosapiens está retrocediendo, y la
política emotivizada, provocada por la imagen, solivianta y agrava los problemas sin
proporcionar absolutamente alguna solución. Y así los agrava».119

Esta problemática de los medios de comunicación, en relación a la política, insta a


quienes tienen el poder administrativo en la sociedad, a desviar la implementación de

118
Cf. G. SARTORI, La sociedad Teledirigida, 119.
119
Ibid, 120.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 87

políticas sociales, sustituyéndolas por campañas de marketing político, como búsqueda


de perpetuación del poder. Mediante estas campañas publicitarias masivas el Estado
desvía la funcionalidad de su rol y trastoca lo propio del estado, que es redistribuir los
fondos públicos en el pueblo; en esto gasta el dinero de los fondos públicos, no
formando opiniones de masas objetivas, sino opiniones mediadas por la persuasión.
Mediante la intervención de los medios publicitarios en el quehacer político se desvía el
fin último de toda política pública, quedando minimizado el ciudadano a un consumista
irracional de publicidad.

Frente a esta problemática, urgen mecanismos integrales que miren al hombre desde
su rol particular y escatimen esfuerzos en pro de la superación de los problemas que a él
atañen. Por esto, la propuesta democrática de Sartori hace énfasis en un hiperciudadano,
como propiciador del efectivo complimiento de las leyes y la administración pública. En
atención a esto, en la sociedad posmoderna de hoy urge la interacción de un
hiperciudadano, capaz de afrontar su realidad de forma digna. Por esto presentamos la
descripción del hiperciudadano propuesto por Sartori, visto desde el libro: La sociedad
teledirigida, de Giovanni Sartori, que postula:

hiperciudadano, al que se le pide que sea un juez de méritos, un ciudadano que decida sobre
el mérito. La teoría de la democracia […] presupone la transformación del ciudadano puro y
simple en el hiper-ciudadano que debe -debería- conocer las cuestiones sobre las que decide
y ser en cierta medida competente en las materias asignadas a su competencia.120

El papel de todo ciudadano, dentro de la sociedad, es superar el esquema pasivo de


su acción y convertirse en un hiperciudadano, capaz de transformar las acciones
comunes y encaminarse a la superación del consumismo político. Es por esto que el
papel fundamental de todo hiperciudadano es juzgar la realidad, convertirse en juez de
méritos y en esto decidir lo que verdaderamente es justo. Esto implica afrontar nuestro
ser Homosapiens y propiciar alternativas humanísticas, que vean al ser humano desde su
dimensión de ente particular e importante con el desarrollo de su entorno. Por esta
razón, las acciones de todo sistema de partido deben superar el emotivismo y
encausarnos en políticas basadas en propuestas bien fundadas, cuyo objetivo central sea
la materialización del bien común en todos los extractos plurales de la sociedad.

120
Ibid, 164.
88 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

3.6 El pluralismo como búsqueda de una Democracia basada en el bien común

Finalizada la Segunda Guerra Mundial e iniciada la Guerra Fría, se difunde en el


panorama de la praxis política mundial una notable confusión en cuanto a lo que
verdaderamente significaba la Democracia y las prácticas que a ella imperaban. La
confusión creada en torno a la Democracia limitaba, a su vez, las formas en que los
sistemas de gobierno aplicaban políticas públicas, en ocasiones distantes de lo que
verdaderamente importa, proveer a los hombres de lo necesario, en cuanto a su
realización social se refiere. Es por esta que el maestro Robert Dahl nos introduce a
reflexionar en torno a la tercera transformación, en su libro: La Democracia y sus
criterios. A juicios del maestro Dahl, la Democracia es un sistema, cuyas acciones
efectivas se van dinamizando en un proceso existencial. Frente al dinamismo cambiante
de los hombres y los sistemas políticos, la Democracia siempre debe instar a nuevas
formas capaces de garantizar las libertades individuales de los hombres121, aún en sus
divergencias en torno a las ideas fundamentales del ser humano.

Con la caída del Muro de Berlín, la idea del bien común y los elementos propios de
la Democracia se secularizan y toman otros rumbos dispersos. Estas comprensiones
difusas en torno a la praxis política dictaminan su mal funcionamiento.122 Esta mala
asimilación de los fundamentos constitutivos de la teoría y praxis política, genera en el
demos exclusión social y marginación, convirtiéndose el objetivo fundamental de la
acción política en otro que crea exclusivismo social y redirige los beneficios del poder
en algunos sectores del estado, distantes de su buen funcionamiento, no encaminando
los bienes públicos por el sendero de la íntegra administración.

Los sistemas políticos, por tanto, deben escatimar esfuerzos constantes en la


inclusión de los ciudadanos en el accionar social. La participación del demos en el
accionar social de la Nación impulsa formas integrales de dinamización de las riquezas
del estado, promoviendo así nuevas formas de asociación y contribución extra
nacionales. Por esta razón, el estado se abre al multiculturalismo, favoreciendo políticas
bilaterales fundadas en la pluralidad y la tolerancia, todo esto con el eje transversal de la
libertad. Por esta razón, la pluralidad insta a acciones concretas, capaces de superar la
exclusión social por razones de diferencias.

121
Cf. R. A DAHL, Op Cit., 373.
122
Cf. G. SARTORI, Teoría de la Democracia. Tomo I, 21.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 89

Frente a la imposición de doctrinas, ideologías individualistas y regímenes políticos


que transgreden la dignidad de los hombres, el pluralismo político es la alternativa que
salvaguarda el correcto y eficaz funcionamiento del estado. El pluralismo insta a los
ciudadanos a escatimar esfuerzos comunes en pro del reconocimiento del ente
individual y su importancia ante el estado. Con la aplicación de mecanismo
democráticos amparados en el pluralismo, aunamos esfuerzos comunes, capaces de
contrarrestar el elitismo político, religioso o étnico. Con la Democracia Liberal, cuyo
fundamento es la pluralidad, se exige apertura entre el estado y las instituciones
religiosas, sociales y los ciudadanos, siendo los individuos123, los protagonistas por
antonomasia del estado.

Mediante la aplicación de políticas pluralistas, el estado, en conjunto con sus


ciudadanos, se encaminan en la búsqueda constante de alternativas que miren el estado
como casa de todos. Es por esto qué el bien común que se desprende del pluralismo,
mira al ser humano como agente y artífice del progreso. El bien que generan las
políticas amparadas en la pluralidad, fija su atención en el hombre como beneficiario de
toda política pública. Por tanto, la Democracia exige una apertura racional del
homosapiens a la libertad, a la búsqueda de un hombre nuevo, capaz de mirar a sus
semejantes como gestores de una ciudad buena124.

Puesto el hombre de frente a la sociedad, impera una nueva visión de sí, a la vez,
nuevas formas de aplicabilidad de la Democracia. La Democracia que hoy impera,
necesariamente debe cimentarse en el pluralismo, cuyas exigencias demandan de un
nuevo ciudadano, capaz de trascender la pasividad social y comunicativa. El
hiperciudadano propuesto por Sartori es capaz de recrear mecanismos de valoración de
sus semejantes e introducción en la búsqueda de una nueva Democracia, integral, que
fije la mirada en un hombre nuevo, totalidad de la existencia.

La pluralidad es una alternativa que brinda a los ciudadanos libertad, por tanto,
orienta las políticas del estado por el camino del bien común. Las políticas públicas
amparadas en la pluralidad exigen del estado una constante apertura, en pro de la
búsqueda de soluciones viables y legítimas, capaces de dinamizar la participación de la
mayoría en lo propio de su ciudadanía. Las políticas públicas amparadas en la pluralidad
otorgan al individuo común, la capacidad de convertirse en un hiperciudadano, que

123
Cf. G. SARTORI, La Democracia en 30 Lecciones, 63.
124
Cf. G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 329.
90 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

conoce las leyes, las aplica de forma tal que genere bien, organización, educación y
desarrollo a todos los que forman parte de una comunidad.

3.7 Una Democracia integral como propuesta eficaz del accionar político.

El hombre, tal como resaltaba Aristóteles es un zoon politicon, un animal dotado de


racionalidad y capacidad de juicio. Es por esto que las acciones que se desprenden de sí
tienen la característica fundamental de tender a los demás. Es el hombre el ser que
dotado de racionalidad escatima esfuerzos aunados con sus semejantes en pro de la
organización social y el bien colectivo. Una vez constituido en ciudadano, el hombre
pasa a jugar un rol protagónico dentro de la sociedad. Es por esta razón, que su conducta
dentro del entorno vital, común a sus semejantes exige una comprensión de la dignidad
y posteriormente acciones acordes a la libertad, el respeto, la tolerancia y la valoración
de cada individuo como un actor fundamental de las acciones que se desprenden del
estado.

Tal como hemos resaltado de forma anticipada, la sociedad es el resultado de la


agrupación común de los ciudadanos en torno a las leyes y las instituciones que
dinamizan la redistribución de riquezas. Por esta razón, a los individuos reunidos en
torno a las leyes que rigen sociedad impera la inserción dentro del aparato público, esto
con el objetivo de una mayor y más directa contribución de todos con el funcionamiento
de la sociedad. Norberto Bobbio, refiriéndose a la propuesta de Hannah Arendt, nos
explica que urge una estructura democrática, como eje transversal de las cuestiones
políticas, no asimiladas como un conjunto de criterios y conceptos fundamentados sin
más, sino como parte de un todo constitutivo, que no se conforma con las meras teorías
o indagaciones, sino que trasciende y se materializa en la sociedad con la integración de
todos en torno a una causa común125, el bien que generan la libertad, la justicia y el
desarrollo. Es por esto que la materialización del bien, dentro del estado, no es tarea
única y definitiva de los poderes de gobierno, sino que va más allá y tiene como fin el
mismo hombre, actor protagónico, medio y fin de toda práctica política.

Como hemos resaltado de forma anticipada, el objetivo de toda acción social, que se
desprende de la capacidad política del hombre, va dirigida a la instauración de políticas,
que administren de forma equilibrada las riquezas de la nación, es por esto que el poder

125
Cf. N. BOBBIO, De la razón del estado al gobierno democrático, 276.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 91

de gobernar necesariamente impera la implementación de leyes eficaces que


contribuyan al efectivo desarrollo que a un estado impera. El instituto de solidaridad
cristiana, reflexionando en torno a la encíclica Rerum novarum, nos explica que dentro
del sistema democrático el poder de gobernar es atribuido a representantes mediante el
voto126. Aunque el voto es una forma eficaz en la que el pueblo toma parte de su
participación dentro del estado, Sartori nos explica que su íntegra participación no se
reduce de forma mínima a su capacidad de electividad, sino que la trasciende.

La visión de la Democracia como una propuesta eficaz en el accionar político, exige


una nueva visión del estado y del rol del ciudadano. Exige a su vez la constante
interacción entre los individuos; lo que nos lleva a la trascendencia de un mero diálogo
conceptual en torno a la política. Esta nueva visión de ciudadano implica armonía entre
todos, manifestada en la colectivización en torno a los asuntos propios del estado y
como estos necesariamente deben materializarse en el existir cotidiano de los demás127.
Esta nueva visión del accionar político impera la superación retrógrada del consumismo
social que permean lo común de nuestras sociedades.

La sociedad de la nada que atañe a nuestros días, insta a los seres humanos a desviar
la mirada de lo que verdaderamente es esencial, y los sumerge en la pasividad social
convirtiéndolos en espectadores sentimentalistas de la sociedad fundamentada en la
nada y el consumo de marcas128. Frente a la expansión radical de una sociedad
fundamentada en los valores subjetivos y la nada, urgen políticas que contrarresten esto
e insten a los ciudadanos a la colaboración armoniosa con sus semejantes. Por esto urge
una propuesta democrática, capaz de superar los estereotipos del hombre moderno y
responder al hombre que vive en la sociedad contemporánea. La propuesta desarrollada
por Sartori nos lega herramientas eficaces capaces de procurar un estado de desarrollo
que permea la vida integral del ser humano y lo mira desde su absoluta esencia.

Ante las confusiones del panorama político mundial y, las convulsiones de la


sociedad posmoderna, donde los valores quedan minimizados a estereotipos retrógradas,
urge una visión más integral del hombre y, por tanto, de la Democracia. Frente a las
diatribas del existir de forma digna, la Democracia impera inculturación e interacción
plural constante, como mecanismo de procura del bien común, es por esto que urge una

126
Cf. INSTITUTO DE SOLIDARIDAD CRISTIANA, Democracia integral, 29
127
Cf. G. SARTORI, Teoría de la Democracia, Tomo I, 263.
128
Cf. G. RITZER, La globalización de la nada, 276.
92 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

renovada mirada desde la cultura, que supere los esquemas individualistas basados en
ideologías retrógradas. Urgen nuevas formas acción política que resurjan desde la
cultura y aprecien de forma absoluta al individuo, en sus diferencias y esencia 129. Esta
nueva visión de la sociedad exige de nosotros, ciudadanos, mayor participación en el
aparato social, impera la formación integral, a fin de que podamos superar el esquema
clásico de la praxis política y nos introduzcamos en un nuevo paradigma, encabezado
por hiperciudadanos.

Como hemos resaltado, las nuevas prácticas políticas, amparadas en la Democracia,


demandan de una visión de la humanidad, más a fin a lo que esencialmente somos. Es
por esto que favorecemos políticas amparadas en el ideal empírico, más centradas en el
hombre y menos las posesiones materiales. «Lo que Sung va a proponer es una vuelta al
sujeto como centro de la sociedad y una vuelta a la utopía como sentido fundante del ser
humano»130. Por esta razón, el esfuerzo de todo sistema democrático debe instar a los
hombres a materializar un sistema democrático, que tenga como meta fundamental el
bien del hombre. Frente a las contradicciones de la sociedad de hoy, cuyo fundamento
es lo efímero, Sartori nos explica que a nosotros impera la persistencia, como
mecanismo que salvaguarda la Democracia. Por esto nos dice:

En este mundo ya todo es neo, trans, post. El “novismo” (acuñación mía) y el beyondism, el
ir más allá (acuñación de Daniel Bell), vuelven locos. Hoy día sí no “superas” si no adelantas
o saltas la valla, no existes. Arriesgándome a no existir, yo prefiero resistir131.

De frente al sin sentido del consumo desenfrenado, a la teledirección de los niños y


adultos, a la corrupción y las campañas de marketing político, que se caracterizan por el
desenfreno, la propuesta democrática de Sartori nos insta a readecuar formas
inteligentes de ejercer la política; sobre todo, fundadas en la inteligencia, como
mecanismo integrativo de todos en pro de una causa común. Para la Democracia resistir
a la pseudo democracia, debe jugar un astuto papel, que le libere de las ataduras que hoy
pululan en la sociedad. Sartori reflexiona de esta forma: «¿Sabrá la democracia resistir a
la democracia? Si, pero con la condición de jugar con más inteligencia y, sobre todo,
con más responsabilidad de lo que hoy se ve alrededor»132

129
Cf. R. ÁLVAREZ, Op. Cit., 118.
130
Ibíd, 121.
131
G. SARTORI, La sociedad teledirigida, 198
132
G. SARTORI, ¿Qué es la Democracia?, 330.
CAP. III: CRÍTICA A LAS PERSPECTIVAS POLÍTICAS ACTUALES 93

En la medida en que la Democracia sea capaz de actuar con inteligencia, frente a los
regímenes de la opresión mediática, del consumo, el individualismo, el marketing
político, el individualismo ideológico, en esa misma medida estaremos escatimando
esfuerzos efectivos, capaces de superar las perspectivas equivocas del ejercicio político
de nuestra sociedad contemporánea. Por esta razón, a los ciudadanos impera la inserción
aunada en las cuestiones políticas, capaces de superar la cerrazón populista e ideológica
e introduciéndonos en un sistema capaz de contribuir con la vida de los hombres de
forma efectiva. Por tanto, la propuesta democrática de Sartori nos propone mecanismos
eficaces, que fomenten la materialización de una acción política equilibrada y
sistemática, capaz de buscar mecanismos integrales como forma efectiva de
participación de todos en la sociedad. Pues este, es el cometido fundamental de toda
sociedad democrática, la integración de todos en la causa común de la sociedad del bien,
que aunque llena de atentados y regímenes infrahumanos, tiene el papel esencial de
propiciar a todos lo necesario para una existencia digna.

A lo largo del proceso de institucionalización y vuelta a la Democracia participativa,


La República Dominicana ha materializado bastantes avances. Manifestación notoria de
esto es la división del estado en poderes de gobiernos, las cámaras y/o cortes suprema,
cuyo accionar debe ir dirigido a una mejor regulación de los aspectos fundamentales de
la democracia. En esto, el Estado dominicano intenta salvaguardar estructuras capaces
que garanticen la Libertad justa y equitativa. Aunque hemos ido lejos, nos ha faltado
esfuerzos constantes y más éticos que garanticen una verdadera Democracia, fundada en
el Bien Común.

De forma común y desastrosa el clientelismo y la corrupción se apoderan de nuestras


instituciones. Aunque se vende la imagen utópica de un sistema bien fortalecido,
nuestros organismos institucionales se politizan, limitando la participación estatal a la
contradicción absoluta de los partidos políticos desfasados por los años. Frente a este
panorama adverso, urge la integración de una propuesta política fundada en la
Democracia que en este trabajo de grado hemos presentado. Solo de esta forma la
república Dominicana se acercará a un clima de seguridad y progreso colectivo,
superador del individualismo y consumismo político de la condición posmoderna y
actual.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN

Al finalizar este trabajo investigativo que lleva por nombre Visión filosófica de la
Democracia en el pensamiento político de Giovanni Sartori, ponemos de manifiesto la
importancia trascendental de los postulados de Sartori hoy, en torno al tema de la
Democracia y su interrelación con las estructuras sociales. La propuesta democrática
desarrollada por nuestro autor es un esfuerzo superativo del sistema democrático que se
gesta durante la antigüedad; a su vez, es un esfuerzo dinámico que intenta trascender la
mera visión del hombre, el desarrollo, la sociedad y el mundo de la Modernidad. Los
postulados políticos por Sartori nos instan a la implementación de una Democracia
fundamentada en la Libertad y la Justica, capaz de generar participación integral al
hombre y los sistemas sociales de la actualidad.

La visión filosófica en torno a la Democracia que subyace en el pensamiento político


de Giovanni Sartori es un redireccionar la mirada una vez más en el hombre y su rol
preponderante en el sistema. Es esta visión integral del hombre político la
materialización de una búsqueda constante de equilibrio y desarrollo, de bien común,
que beneficia a todos. Frente a las realidades contradictorias del hacer político de
nuestros días, la propuesta democrática desarrollada por nuestro autor es un intento
claro de instar a la sociedad a adquirir la hiperciudadanía que a ellos impera. Por esta
razón nos es preciso abordar de forma sistemática las conclusiones a las que llegamos
con este trabajo de grado.

Durante la trayectoria investigativa de este trabajo de grado nos propusimos analizar


de forma sistemática el primer capítulo, que lleva por nombre Influencias, fundamentos
y contextualización histórica de la teoría democrática de Giovanni Sartori. El objetivo
específico que nos propusimos para este capítulo primero fue: Conocer de forma
analítica las influencias filosóficas y políticas, fundamentos y el contexto del
pensamiento político y democrático de Giovanni Sartori. En el mismo escatimamos
esfuerzos por responder a la pregunta: ¿Cuáles son los postulados filosóficas y políticas
que influyen, fundamentan y contextualizan el pensamiento político de Giovanni
Sartori?
98 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

Los postulados democráticos propuestos por Giovanni Sartori inician su curso de


realización durante la segunda mitad del siglo XX, siglo marcado por ideas confusas en
torno a las prácticas políticas y sociales. Es en este contexto histórico cuando Sartori
recibe sus mayores influencias políticas, en torno a los sistemas sociales y las ideas
liberales de los pensadores modernos John Locke y Jean Jacques Rousseau y Charles
Montesquieu. A lo largo de su consolidación teórica, Sartori recibe influencias vitales
de pensadores contemporáneos a sí, tales como el maestro Robert Dahl y Norberto
Bobbio. Es precisamente en el proceso de la Guerra Fría cuando los postulados
sartorianos comienzan a expandirse. Aunque ya universalizado, no es hasta la caída del
Muro de Berlín cuando sus posturas filosóficas y políticas, alcanzan verdadera
materialización. La desarticulación de la ExURSS logra concretizar un panorama
político que intenta rechazar la represión ideológica y se centra en el valor singular de la
pluralidad. Es en este lapso en que se enmarca la teoría democrática que Sartori nos
lega.

El segundo capítulo que presentamos lleva por nombre Aproximación al concepto de


Democracia propuesto por Giovanni Sartori, tiene como meta fundamental y objetivo
específico centralizado, Definir el concepto de Democracia según la propuesta de
Giovanni Sartori. A su vez, nos centramos de forma suma en responder a la pregunta de
investigación metodológica ¿Cuál es el concepto de Democracia que desarrolla
Giovanni Sartori? Esta cuestionante constituye un eje central de nuestra investigación,
puesto que ella es un intento esclarecedor de la propuesta política que asumimos en el
pensamiento de nuestro autor.

La propuesta que Sartori nos hace en relación a la Democracia se fundamenta en la


Libertad y la Justica. Sartori asume la Democracia como un sistema político intenta
favorecer al pueblo con el poder legítimo de sí; a su vez, en su descripción se pone de
manifiesto un juicio discursivo entre poder, su ejercicio y titularidad. Aunque descrita
de forma brevísima en su libro: ¿Qué es la Democracia?, la teoría democrática de
nuestro autor sigue una serie de constituyentes que dinamizan su eficaz funcionamiento.
La propuesta en torno a la Democracia que desarrollamos intenta confluir mediante
políticas públicas institucionalizadas, la interrelación entre el pueblo y la estructura
vertical de gobierno. Mediante la inserción de los ciudadanos en el aparato público de
gobierno, el estado intenta buscar mecanismos eficaces que pongan en armonía las
pluralidades de los ciudadanos que forman el estado.
CONCLUSIÓN 99

La Democracia como sistema de gobierno, no se limita de forma única a la relación


de los hombres con un sistema político y electoral; es mucho más que esto. La
Democracia, desde la perspectiva de Giovanni Sartori, tiene el deber categórico
dinamizar todas las estructuras de la sociedad en pro de la inserción de los ciudadanos
en las causas sociales. La Democracia, desde el concepto de Sartori, es un esfuerzo
dinámico, nunca acabado, que escatima esfuerzos constantes en pro de la Libertad en
los aspectos fundamentales de las acciones humanas.

El tercer capítulo que abordamos en este trabajo de investigación tiene como título:
La Democracia participativa como superación del individualismo y consumismo
político (Crítica a las perspectivas actuales). En este mismo tenor, los objetivos
centrales que guían la elaboración de este capítulos son: En primer lugar, contrastar la
teoría democrática propuesta por Sartori ante las perspectivas reflexivas y práxicas
actuales del hacer político y social. En segundo lugar, proponer la Democracia
participativa, como un modo de superación de las perspectivas políticas adversas y
difusas de la actualidad. De estos objetivos se desprenden las preguntas metodológicas,
que de forma vital motivan y direccionan la profundidad investigativa. Nos hemos
cuestionado con las siguientes preguntas: ¿Cómo se contrasta la teoría democrática
desarrollada por Sartori con las propuestas reflexivas actuales en torno a las teorías
políticas? ¿Cómo puede la propuesta democrática de Sartori superar las perspectivas
actuales del hacer político?

Con la diversificación de los medios de comunicación masivos y la interacción


multicultural, reaparecen nuevas formas y prácticas difusas y aisladas. Frente al
fraccionalismo de la sociedad actual, surgen diversas perspectivas reflexivas en torno a
las ciencias políticas y su campo de aplicación. Ante esta realidad, Sartori intenta
esclarecer el verdadero significado de hacer políticas, de hacer Democracia. Sartori
postula que las acciones que se desprenden de la Democracia no deben quedarse en la
neutralidad, sino que deben ir dirigidas a la formación integral de las masas que
conforman la estructura estatal.

Ante el fraccionalismo posmoderno, el estado masivo de consumo que trastoca la


esencia legítima del ser humano, la hiperciudadanía que se desprende de los postulados
democráticos de nuestro pensador, son un intento masivo de revolver sobre las acciones
que a los ciudadanos compete. El hiperciudadano propuesto por Sartori es el individuo
que supera las perspectivas actuales del accionar político. El hiperciudadano es el
100 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

individuo que afronta su condición de parte importante de su comuna vital, se forma y


actúa en procura del cumplimiento sano y efectivo de las leyes.

Finalmente, la propuesta que gira en torno a la Democracia desarrollada en este


trabajo de grado es un instar a la materialización de mecanismos integrales, centrados en
la dignidad de los seres humanos. Mediante la aplicación de normativas legales y
humanísticas que dirijan las acciones sociales, la humanidad se encamina un estado de
desarrollo profundo y eficaz. La Democracia como sistema de gobierno es mucho más
que un sistema sistematizado a lo largo de la historia es más que un cúmulo de procesos
históricos. La Democracia trasciende los meres conceptos del lenguaje; a su vez, es
mucho más que un grupo de estructuras conjuntas y dinámicas.

La propuesta democrática que desarrollamos es un instar a los ciudadanos a la


conciencia colectiva, es un direccionar la mirada al optimismo social. La propuesta
democrática que desarrollamos, fundada en la Libertad y la Justicia, trasciende los
esquemas comunes de la sociedad, y en ello propone alternativas de bien común y
desarrollo.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ, R. La sociedad de la Nada, Frías editores, Santo Domingo, 2016.

ARENDT H., La condición Humana, Paidós, Traducción de Ramón Gil Novales, Buenos
Aires, 2009.

ARTILES GIL, L., La ciudadanía a la búsqueda de la política, Centro universitario de


estudios políticos y sociales, Santo Domingo, 2002.

BAGÚ, S., MARX – Engels. Diez conceptos fundamentales, Editorial nuestro tiempo,
1977.

BOBBIO, N., Igualdad y Libertad, Editorial Paidos, Traducción de Pedro Aragón


Rincón, Barcelona 1993.

____, De la razón al Estado de Gobierno, Instituto electoral y de participación


ciudadana, Traducción Isidro H. Cisneros, México, 2014.

____, El futuro de la Democracia, Fondo de cultura económica, Traducción de José F.


Fernández, Distrito Federal, 1986.

CICERÓN, M. T., Como gobernar un país, Crítica, Barcelona, 2013.

CORTINA, A., Ética del consumo, Taurus, Madrid, 2002

CHÁVEZ AGUILAR, P., San Agustín. Apuntes para un diálogo con la ética actual

DAHL, R., La Democracia y sus criterios, Editorial Paidos, Traducción de Leonardo


Wolsfon, Buenos Aires, 1991.

GALAN, E., La filosofía Política de Santo Tomás de Aquino, Editorial del Derecho
Privado, Madrid, 1945.

FERRERO, G. Il Potere, Editorial Estadium, Traducción de María Luz Morán Calvo,


1947.

FOUCAULT, M., El sujeto y el Poder, Carpe Diem ediciones, Traducción de Edgar


Garavito, Iligot, 1991.

GUEVARA, L., Manifiesto Marx y Engel, Ocean sur, Bogotá, 2007.


104 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

HABERMAS, J., Teoría de la acción comunicativa, Editorial Trotta, Traducción Manuel


Jiménez Redondo, Madrid, 2010.

HOBBES, T., Leviatán, Editorial Nacional, Traducción de Antonio Escohotado, Madrid,


1980.

INSTITUTO DE SOLIDAD CRISTIANA, Democracia integral, Ediciones Universal, Florida,


1992

KAGAN, R. El retorno de la Historia y el fin de los sueños, Taurus, Barcelona, 2009.

KALAKOWSKI, L., Amist moving and ruins, Daedalus, Traducción propia, Nueva York,
1992.

LOROUSSE, El pequeño Laurousse, Editorial Larousse, Paris, 1996

LOCKE, J., Segundo tratado sobre el gobierno, Alianza Editorial, Madrid, 2000.

LYOTARD, J. F., Ética posmoderna, Ediciones Tecnos, Madrid, 1996

MAQUIAVELO, N., El Príncipe, Editorial Claridad, Buenos aires, 1974.

MONTESQUIEU, C., Del espíritu de las leyes. Tomo II, Ediciones Orbis S.A., Traducción
de Pedro Vega. Barcelona 1985.

NEWMAN, R. The paradox of mass politics, University of Chicago Press, Traducción


propia Chicago, 1992

OCEANO, Atlas Universal de Filosofía, Grupo Oceano, Barcelona, 2003.

RAE, Diccionario de la Lengua Española, Tomos I y II

RITZER, G., La globalización de la nada, Editorial popular, Madrid, 2008.

ROUSSEAU, J. J., Discurso sobre el origen de la desigualdad, Calpe, Madrid, 1923.

_______, Contrato social, Selecciones Austral, Traducción de Fernando Urruti, Madrid,


1980.

SARTORI, G., Partidos y sistemas de partidos, Alianza editorial, Versión en español de


Fernando Santos Fontela, Madrid, 1992.

____, La sociedad teledirigida, Taurus, Ana Díaz Soler, Madrid, 2008.


BIBLIOGRAFÍA 105

____, La Democracia en 30 lecciones, Taurus, Traducción de Alejandro Pradera,


Madrid, 2009.

____, Elementos de la teoría Política, Alianza editorial, Traducción de Luz Morán,


Madrid, 1999.

____, La Democracia después del comunismo, Alianza editorial, Traducción de Luz


Morán, Madrid, 1994

____, Teoría de la Democracia. Tomo I, Rei editorial, Traducción de Fernando Sánchez


Gonzáles Buenos aires, 1998.

____, Teoría de la Democracia. Tomo II, Alianza editorial, de Fernando Sánchez


Gonzáles, Madrid, 1988.

______, ¿Qué es la Democracia?, Editorial patria, Miguel Ángel Gonzales Rodríguez,


San Juan Tlilhuaca, 1993.

YANNUZI, M., Democracia y sociedad de masas, Editorial Homosapiens, Santa fe, 2007.

ZIMMERMAN, J., La Democracia participativa. El surgimiento del populismo, Editorial


Limusa, Edgar Antonio Gonzáles Ruiz, Balderas, 1992.
ÍNDICE
ÍNDICE

VISIÓN FILOSÓFICA DE LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO


POLÍTICO DE GIOVANNI SARTORI

INTRODUCCIÓN………………………………………………………..………….....08

CAPÍTULO I: INFLUENCIAS, FUNDAMENTOS Y CONTEXTUALIZACIÓN


DE LA TEORÍA DEMOCRÁTICA DE GIOVANNI SARTORI

1.Introducción…………………………………………………………………………..16

1.1 Concepto de Pueblo (Demos) ………………………………………...……………17

1.2 Concepto de Poder (Kratos) ……………………………………………………….23


1.3 Breve excursos sobre la Democracia en la historia ………………………..............30

1.3.1 La Democracia en la Antigüedad ……………………………………......30


1.3.2 Transitividad de la Edad Media ………………………………………………….32
1.3.3 La Democracia en la Modernidad ……………………………………………….33

1.3.4 La Democracia luego de la caída del Muro de Berlín ……………………….39

1.4 El Liberalismo Político - Económico y el triunfo de la Democracia liberal.………41

1. 5 Contextualización de la teoría democrática de Giovanni Sartori.……...………….44

CAPÍTULO II: APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE DEMOCRACIA


PROPUESTO POR GIOVANNI SARTORI

2.Introducción…………………………………………………………..………………48

2.1 La Democracia política según Giovanni Sartori…………………...……………….49

2.1.1 La opinión pública.…………………………………………………..…………...52

2.1.2 Opinión pública mediante el sufragio...……………………………..………........53

2.1.3 Elemento refrendario de la Democracia según Sartori……………...……………55

2.2 Acción vertical de la democracia………………………………………..………….56

2.2.1 El constitucionalismo.………………………………….…………………...........56

2.2.2 El gobierno.…………………………………………….………………………...57
110 «LA DEMOCRACIA EN EL PENSAMIENTO DE GIOVANNI SARTORI»

2.2.3 Las instituciones.…………………………………………………….……..........57

2.3 La libertad igualitaria……………………………………………….………………58

2.4 La pluralidad……………………………………………….…………………….....60

2.5 Integración participativa de la minoría en las acciones democráticas………...........62

2.6 La Democracia como participación igualitaria de los grupos plurales y


opositores……………………………………………………………………………….65

2.7 La Democracia participativa como integración activa en la política……………….68

CAPÍTULO III: LA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA COMO SUPERACIÓN


DEL INDIVIDUALISMO Y CONSUMISMO POLÍTICO (CRÍTICA A LAS
PERSPECTIVAS ACTUALES)

3.Introducción.…………..…………………………….……………………..…………74

3.1 Perspectivas políticas actuales.…………………………………………………......75

3.2 Individualismo ideológico político...…………………………………………….....77

3.2.1 Grupos de izquierda.………………………………………………………..........79

3.2.2 Grupos de derecha..………………………………………………………….......80

3.3 Consumismo político y formación de opinión…………………………………......81

3.4 La integración colectiva como superación del individualismo ideológico…………84

3.5 La integración igualitaria como superación del consumismo radical………………87

3.6 El pluralismo como búsqueda de una Democracia basada en el bien común……...89

3.7 Una Democracia integral como propuesta eficaz del accionar político……………91

CONCLUSIÓN………………………………………………………………………...99

BIBLIOGRAFÍA………………………… ……………………………….……….....104

ÍNDICE……………………………………………………………………..…………110

Potrebbero piacerti anche