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articulaciones y los
músculos
Los huesos
Los huesos del cuerpo humano pueden sufrir de:
Osteoporosis
La osteoporosis es el debilitamiento de los huesos causado por una progresiva
pérdida de calcio. Esta enfermedad es especialmente común en gente mayor. Su
progresión se puede reducir con el ejercicio y con una dieta alta en calcio.
La osteomielitis
Es causada por la bacteria estafilocócica. El hueso sufre una necrosis (muerte del
hueso), la cual envenena la sangre. Ya que los secuestros óseos son difíciles de
combatir es necesaria una aplicación rápida de antibióticos. La osteomielitis es
muy peligrosa cuando hay una fractura abierta o una herida.
Las articulaciones
La bursitis
La bursitis es una inflamación de la bolsa serosa; las bolsas que separa la piel de
los huesos y los huesos de los tendones. Comúnmente la bursitis ataca a la cadera,
al hombro y a la rodilla. Para aliviar el dolor se aplica un sedante.
La artrosia
Es el deterioro de las articulaciones. Ocurren después de los 50 años. Para evitar la
artrosia es importante hacer ejercicio. Actualmente se pueden reemplazar las
articulaciones de la rodilla, la mano, los dedos y la cadera.
La artritis
La artritis es la inflamación de las articulaciones.
Los músculos
La tortícolis
Es una torcedura de la cabeza y la nuca. Ocurre frecuentemente al dormir en una
mala posición o al hacer un esfuerzo desacostumbrado. Una ducha caliente o paños
calientes alivian el dolor.
Osteoporosis
Sin embargo, este proceso se revierte en la edad adulta, por lo que la generación de
huesos es menor que su descomposición. Esto provoca un debilitamiento de la
estructura ósea, porque se hace cada vez más frágil y ligera.
Reumatismo
Con seguridad, en más de una conversación entre abuelitos has escuchado ese término:
que sufren de reuma y en realidad no lo pasan muy bien. Sin embargo, el reuma o
reumatismo no es una enfermedad en sí misma, sino que una serie de síntomas de
algunas enfermedades que afectan a las articulaciones, los huesos y músculos, y que se
traducen en diferentes trastornos caracterizados por dolor, rigidez e hipersensibilidad.
- Artrosis
Es uno de los males reumáticos más comunes. Es una enfermedad producida por el
desgaste de la articulación que lesiona los cartílagos, y sin la amortiguación que ellos
nos garantizan, los huesos se rozan con el consecuente dolor y deformación.
- Artritis reumatoide
Perteneciente al segundo grupo, es una extraña enfermedad, ya que es el propio sistema
inmunológico (encargado de las defensas en el organismo) el que empieza a atacar los
tejidos del cuerpo que se supone debe proteger. Este trastorno, del tipo autoinmune,
inflama las articulaciones, que se ponen rígidas, se hinchan y se deforman.
- Artropatías
Pertenece al tercer grupo de las enfermedades osteoarticulares atacando tanto al
cartílago como al tejido sinovial (por donde circula el líquido sinovial). Son provocadas
por pequeños cristales que no han sido bien asimilados o integrados por el organismo.
Si estos microcristales van al cartílago, lo endurecen y le originan una artrosis. Si, por el
contrario, se dirigen al tejido sinovial, lo inflaman y provocan una artritis.
Gota
Esta compleja enfermedad, de origen incierto, es causada por una alteración del
metabolismo del ácido úrico producido en el organismo por la ruptura de proteínas, y
como resultado de una elevación de los niveles de este metabolito en la sangre. Cerca
del 95 % de los que padecen este mal son hombres, aunque es raro en jóvenes de edad
inferior a los 30 años. Cuando se producen ataques agudos, el dolor es muy intenso y se
localiza con frecuencia en el dedo gordo del pie, aunque a veces puede situarse en el
tobillo, la rodilla, la cadera, el hombro, la muñeca, o el codo. El ataque suele comenzar
en forma brusca; la articulación se hincha, enrojece, e inflama, y se torna muy sensible.
Sin tratamiento, los ataques duran entre unos días a varias semanas.
El tratamiento requiere el reposo completo del lugar afectado y una dieta simple baja en
proteínas, además de una ingesta elevada de agua, con el fin de reducir el contenido de
ácido úrico del organismo. La fase aguda se trata con fármacos antiinflamatorios. La
gota crónica se acostumbra tratar con agentes que favorecen la eliminación de ácido
úrico y agentes que inhiben su producción.
Cáncer
Es una enfermedad maligna que puede afectar también a los huesos. Si se origina en un
hueso, se le conoce como primario. Este es frecuente en personas jóvenes y el tipo más
común es el osteosarcoma (tumor que se aloja en los huesos largos, como el fémur).
Con frecuencia, el tumor maligno del hueso es el resultado de la extensión de las células
cancerígenas procedentes de otras partes del cuerpo. Si este cáncer más tarde empieza a
desarrollarse en lugares diferentes, se le conoce como metástasis o cáncer secundario.
Este es corriente en las personas mayores y las zonas afectadas más comunes son el
cráneo, pelvis, vértebras, costillas, esternón y húmero.