Sei sulla pagina 1di 3

Mateo Jiménez López

14 de mayo de 2019
Por eso, confiar en Dios es la primera tarea para estar preparados para cualquier

sufrimiento, si confiamos en Dios le mostramos, nuestra dependencia y amor, que ya no

nos valemos por nosotros mismo y que corremos a Él para que nos ayude y rescate, nos

consuele y conforte.

Como se mencionó antes primero debemos conocer a Dios de forma íntima y

personal; una de las maneras en que podemos conocer a alguien es por medio de la

conversación, a través de la charla es que nos damos cuenta de la intenciones de alguien, de

su pasado, presente y futuro, de sus propósitos, de que le gusta y que no, y de esto se trata

la oración, son tiempos en donde conversamos con Dios y Él nos oriente, nos abre su

corazón, nos ayuda a entender sus propósitos, nos corrige, no guía, nos inspira, y nosotros

también abrimos nuestro corazón a nuestros temores, a nuestra angustia, o a nuestra duda,

nos abrimos a que Dios nos conforte y consuele, y esto hace parte de la preparación antes

del sufrimiento, es así que La oración no es un experimento dudoso que quizá produzca fe;

es más bien la expresión y el producto de una fe que no sólo cree en Dios, sino que está

dispuesta a confiar totalmente en El y su santa voluntad1

La oración como es sabida por todos, es esencial en la vida del creyente, pero es

incrementada en la adversidad y el sufrimiento, y es como si se tratara de una momento

especial o místico del cual disponemos para pedirle a Dios que responda a nuestra

inquietud, fue así como en la segunda guerra mundial esta misma práctica, la oración, causó

mucho confusión ya que muchos se quejaban de porque Dios no había respondido a sus

inquietudes, de haber sido así no habría pasado lo que paso.2

1 D. Marlvn Llovd-Jones, ¿Por qué lo permite Dios?, (Michigan: EDITORIAL PORTAVOZ) 21


2 Lloyd – Jones, ¿Por qué lo permite Dios?, 7
Mateo Jiménez López

14 de mayo de 2019
Pero sabemos muy bien que la oración es fundamental en el crecimiento de la fe del

creyente en Jesucristo, como está escrito en Filipenses 4:6-7 “No se inquieten por nada;

más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle

gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus

pensamientos en Cristo Jesús”; la oración se convierte en un proceso para el desarrollo de

la paciencia, que está ligada directamente a la fe, la confianza y la oración.

Pero es así como tampoco podemos afirmar que la oración es el arma que previene

el sufrimiento. Hubo una vez un Joven que parecía que todo le estaba yendo muy bien en su

vida, era exitoso, había sido admitido milagrosamente en la Universidad de Arizona en la

facultad de medicina, pero comenzó a sentir mucha fatiga y pronto se da cuenta que padece

leucemia y muere pronto. La pregunta es… ¿Cómo Dios permite que después de tanta

oración fuera admitido a la escuela para estudiar medicina y que muriera?, la pregunta es

más compleja responderla que hacerla, pero Karen su esposa, al saber que él moriría siendo

solo su prometida, decide adelantar la boda, entra a la escuela de Medicina en la misma

universidad y se va como misionera al África del sur hasta 19923. La oración no evita que

el sufrimiento o la enfermedad sucedan, pero nos ayudan a estar firmes en la fe y la

confianza que hemos recibido a través de la obra de Jesucristo.

Como Pablo enseña a la iglesia: Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el

sufrimiento, perseveren en la oración. (Rom 12:12), los creyentes debemos perseverar en la

oración sabiendo que esta producirá en nosotros una mayor cercanía a Dios, para conocerle

íntimamente.

3 Dobson, Cuando lo que Dios hace no tiene sentido, 11-14


Mateo Jiménez López

14 de mayo de 2019
Job exactamente tiene un confusión teológica allí, debido a que le fue enseñado que

la recompensa de la obediencia sería la bendición, sus amigos, esposa, hijos, siervos, niños,

jóvenes, todos lo tenían por una carga y molestia, Job, no sentía que su obediencia tuviera

frutos, pero su respuesta e isla que marca el principio por el cual Job, permanecía, y está

justamente en los versículos 25, 26 y 27, Job afirma de Dios: mi redentor VIVE,

impresionante, que revelación y sabiduría la que tenía Job, concluyendo que vería a Dios,

Job vivía bajo un principio poderoso y es la esperanza de saber que Dios al final siempre

triunfa, y así fuera en el muerte su fe no se vio movida, ya que el principio de la aplicación

de su fe era real para él.

Enseñándonos como estar fundamentados en los principios bíblicos es ganancia,

donde las circunstancias no nos mueven, sino que nos afirman más a lo que conocemos de

Dios y su revelación, la escritora, así como las declaraciones de Job.

Potrebbero piacerti anche