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de la Arquitectura
Pensar, hacer y conservar la arquitectura
Colección Textos fa
Facultad de Arquitectura
Teoría e Historia
de la Arquitectura
Pensar, hacer y conservar la arquitectura
Ivan San Martín Córdova
Mónica Cejudo Collera
Compiladores
México 2012
El contenido de los artículos es totalmente responsabilidad de sus autores
y no refleja necesariamente el punto de vista de la Coordinación Editorial.
Hemos puesto todo nuestro empeño en contactar a aquellas personas que poseen los derechos
de autor de las imágenes publicadas en este volumen. En algunos casos no nos ha sido posible,
y por esta razón sugerimos a los propietarios de tales derechos que se pongan en contacto con la
Coordinación Editorial.
semblanzas 388
presentación
La arquitectura encuentra su razón de ser en entregarse podrían parecer antagónicos o conflictivos, sin embargo,
a la sociedad; nuestra Facultad concibe la docencia, la en todos los casos prevaleció el espíritu de convivencia y
investigación y la difusión de los saberes en las cuatro cortesía siempre cultivado por los miembros de la Facultad.
disciplinas que la conforman, como una oportunidad de Prevaleció, también, la sensibilidad de los profesores e
satisfacer las necesidades más apremiantes de los dife- investigadores para identificar los más importantes proce-
rentes grupos sociales en nuestro país. A partir de éstas, sos sociales en el ámbito nacional e internacional y tras-
se imparte conocimiento, se exploran nuevos campos y cender para analizarlos, comprenderlos, explicarlos a la
todo se comparte. De manera similar a la riqueza que sociedad y, en la mayoría de los casos, hacer propuestas
nuestra Máxima Casa de Estudios encuentra en la diversi- innovadoras, reflexionar, motivar cambios de actitudes e
dad de su comunidad, en la pluralidad de las ideologías intentar nuevos caminos.
que acepta, comparte y respeta, así como en la cultura Los dos tomos sobre Taller de Proyectos e Historia y
nacional, hemos dado forma a la serie de libros titulada Teoría de la Arquitectura, se adentraron en explorar la re-
Textos fa. Estos cinco tomos reflejan la misma pluralidad, lación entre la práctica y la docencia de la arquitectura;
diversidad y riqueza de la comunidad integrada por los la reflexión sobre el espacio público y las ciudades; co-
maestros e investigadores de las diferentes disciplinas y mentarios sobre la arquitectura y los medios electrónicos
áreas del conocimiento que conforman nuestra Facultad. tales como las redes sociales y la internet; y aunque pocos
Intentan, asimismo, mostrar el espíritu que guió la ad- autores, también hubo algunos pensamientos entre la re-
ministración durante la cual fueron producidos; tolerancia lación de la arquitectura y los arquitectos con las institu-
hacia formas de pensar, diálogo constante, receptividad y ciones en el poder.
empatía, respeto y humildad para reconocer en otros lo Historia, ensoñaciones, fuentes hemerográficas, idea-
que uno desconoce, cordialidad, búsqueda de cohesión, rios, críticas, aproximaciones teóricas; ladrillo, acero,
equidad y homogeneidad en la calidad de la enseñanza, madera, prefabricados y piedra… Mesoamérica, Ciudad
igualdad de oportunidades y fortalecimiento en la presen- Universitaria, lecciones y legados de personajes relevan-
cia de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacio- tes en la evolución de nuestra disciplina, pasiones… el
nal Autónoma de México, dentro y fuera del país. oficio, la vocación social, la poesía… la salvaguarda y la
Estoy cierto de que al revisar estos textos, el lector des- revitalización de nuestra arquitectura… De todo ello se
cubrirá erudición y placer por la enseñanza y por la in- habla en los espacios dedicados a la arquitectura.
vestigación de la arquitectura –tanto del área de proyectos Edificios, plazas y objetos, entre otros, que intentan ma-
como de la historia y la teoría–, la arquitectura de paisaje, nifestar empeños genuinos para expresar pensamientos y
el urbanismo y el diseño industrial. Se percatará de que la significados que den sustento a acciones concretas no sólo
identidad científica y de pensamiento de quienes forman desde la arquitectura, sino también a través de la relación de
parte de nuestro claustro académico, convivieron en una ésta con el paisaje y la ciudad. Esa luz devela reflexiones en
atmósfera sana que hizo posible un intercambio enrique- torno a la evolución de esta licenciatura que dedica su ener-
cedor entre las aportaciones y posturas de todos. Así, en gía a llevarnos a caminar desde el desierto hasta la selva
cada volumen se apreciarán inquietudes, estrategias aca- tropical; a hacer retrospectivas y a abrir nuestra visión so-
démicas y cuerpos de conocimientos que en ocasiones bre esta disciplina, a encontrarnos con recuerdos y con
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concepciones de identidad; a dudar para crear… Recordar algo que no es optativo sino obligatorio, como algo que
tendencias y políticas públicas, buscar acciones integrales ya forma parte de nuestras vidas.
y no fragmentadas, estimular una actitud responsable y ex- Forma parte de nuestra cotidianeidad a tal grado, que
hortar a crear arte en los espacios públicos; trabajar en me- las aportaciones de la licenciatura en diseño industrial in-
todologías para diagnósticos; compartir perspectivas perso- tegran el tema de la sustentabilidad y la transdisciplina
nales lo mismo que fronterizas; hablar de avatares, del ayer desde la formación del diseñador, para transitar por los
y del hoy; imbuirnos incluso en el cine y por supuesto, en propósitos del diseño y su vinculación con la sociedad.
la transdisciplina, en el análisis ambiental y en los enfoques Porque es a la sociedad a la que nos debemos y si bien
sistémicos, en la estética de la sustentabilidad y en el análi- la arquitectura es la más antigua de las ramas que aquí se
sis del ámbito disciplinar, todo ello para…. ir en busca del enseñan, las otras carreras surgieron ante la clara identifi-
paisaje perdido. cación de la necesidad por atender específicamente cada
Es pues una visión solidaria de la arquitectura hacia el tema que con ella se relaciona de forma directa.
paisaje, hacia el “no lugar”; a caminar hacia un entendi- En ese orden de ideas, los escritos acerca del diseño in-
miento social, político y cultural que, de manera paralela, dustrial que han sido incluidos en esta serie, versan sobre
se construye en colaboración con el urbanismo. los motivos del diseño y su necesaria relación con otras
Así, en el tomo dedicado a éste último, encontramos disciplinas; de la globalización y de las preocupacio-
temas sobre segregación espacial y bienes públicos que nes que derivan en ocupaciones que el estudiante debe
despiertan conciencia hacia las nuevas formas de pobreza considerar. Dialogan sobre la visión social del diseño así
y desigualdad urbana; se habla de diseño universal en los como la crítica de la misma, de su relación con el espacio
entornos construidos, de metodologías urbanas, de ins- y la identidad, de su propósito y valor. La innovación y
trumentación del desarrollo urbano y de lo que significa productividad, el diseño incluyente, el impacto de las
el patrimonio de las ciudades; de la construcción de las tecnologías de información y comunicación e incluso,
ciudades desde el urbanismo, de ciudades sustentables, el diseño para no diseñadores, constituyen parte de las
de revisiones críticas y voces femeninas en estrategias de contribuciones. Así de amplio es el espectro de los cono-
revitalización urbana, de identidades e imaginarios, de la cimientos que en esta Facultad se genera. Los diseñadores
historia de esta disciplina, del origen social del suelo… incluso reflexionan en torno al diseño de la innovación o
Se discurre también sobre indicadores urbanos, acerca la innovación en el diseño, porque así se construye el co-
de movilidad desde la perspectiva territorial, del desarrollo nocimiento, con dudas, con cuestionamientos, con jue-
institucional; de las experiencias académicas y de los re- gos de palabras que motiven inquietudes, que induzcan
tos ante la globalización, de tecnologías alternativas y de acciones y nuevas propuestas.
balances de la política habitacional, del espacio y del arte De eso se trata la enseñanza de los conocimientos en
urbano, de la pobreza y de la escasez de agua y salud en la unam y como parte de ella, nuestra Facultad, deja en
México, para finalmente preguntarnos si es posible avanzar la colección Textos fa un testimonio de las investigacio-
hacia un desarrollo sustentable en un momento de crisis. nes realizadas en este periodo de ocho años. Trabajo que
La respuesta de la Facultad es sin duda, que se puede… forma parte de una etapa amplia de desarrollo del cono-
se puede porque para ello se trabaja día con día en esta cimiento de la nación misma que, antes que nada, res-
Facultad que encuentra en el diseño industrial otra disci- ponde al proyecto de toda la Universidad. De esta forma,
plina a través de la cual se brinda servicio a la sociedad las ideas presentadas en todos los volúmenes de la serie
y, por supuesto, se adentra en la búsqueda de la sustenta- arraigan sus raíces en conocimientos que vienen reela-
bilidad como un derecho fundamental del hombre; como borándose desde hace décadas como parte del universo
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intelectual nacional y, de la misma forma, intentan extenderse hacia el futuro
como propuestas para el mejoramiento de la calidad de vida de los mexica-
nos, y para el desarrollo sólido y abierto de sus culturas.
Lo que en estas líneas se ha expresado es acaso un despunte del índice
de contenidos de cada tomo que integra esta colección; un recorrido a vuelo
de pájaro que se incluye para intentar motivar a que el lector se acerque a
cada uno de los volúmenes y conozca la visión que desde nuestra Facultad
se quiere proyectar hacia el exterior.
Estas contribuciones se entregan como muestra de lo que se ha hecho en
nuestra Facultad en respuesta a lo que la sociedad demanda, y ella demanda,
ante todo, una sensibilización cultural urgente en la que se construyan actitu-
des y se induzcan acciones para entablar un diálogo con la cultura universal
contemporánea; los textos presentados en esta serie son, sin duda, ejemplo
contundente de ese diálogo.
Somos conscientes de que el mundo es cada vez más una red de ciudades
−y una serie grande de redes virtuales y físicas que en ocasiones se traslapan
y en otras se funden−, asumimos que los espacios y objetos estudiados y di-
señados en nuestra Facultad y en nuestro país, tienen un eco que trasciende
por mucho nuestras fronteras. De la misma forma, recibimos y analizamos las
propuestas de desarrollo de otras sociedades así como la forma de resolver
los problemas urbanos, arquitectónicos, medioambientales y de diseño que
los aquejan para sumar experiencias, entrelazar conocimientos, formar alian-
zas y ofrecer aportaciones contundentes.
Estas páginas sintetizan una somera pero representativa evidencia del
conocimiento generado durante los años más recientes en la historia de la
institución más antigua de arquitectura en Latinoamérica, así como de las de-
pendencias cuyas carreras han sido eje y modelo para muchas otras más jó-
venes. Éste es el camino recorrido y el paradigma de lo mucho que queda por
hacer insertos en un proyecto global de desarrollo, basado en la producción
de un conocimiento académico científico y humanista que se abre al mundo.
Para disfrutarlo, se recomienda una mente abierta y un alma fresca, para
aprehenderlo, basta una sensibilidad dispuesta a absorber lecciones, a com-
partir experiencias, a motivar nuevos significados.
Este proyecto editorial se llevó a cabo durante el periodo como coordinador
editorial del doctor Héctor Quiroz Rothe y, posteriormente, con el arquitecto
Salvador Lizárraga Sánchez, actual coordinador. A ellos, y a todos quienes
participaron en esta colección, mi sincero agradecimiento por concretar en
varios volúmenes el trabajo cotidiano de nuestro claustro académico.
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introducción
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hacia aquella realizada durante la segunda mitad del si- de estilo– además de lo estéril que sería una selección de
glo xx, no sólo porque consideramos que la arquitectura obras basadas únicamente en sus configuraciones forma-
actual es aún producto del inmediato siglo anterior, sino les, para etiquetarlas después con neologismos retóricos,
porque también muchas de sus obras todavía existen en que tanto gustan a las revistas comerciales de divulgación
pié, y muchos de sus autores han sido profesores brillan- arquitectónica, pero que nada tiene que ver con la pro-
tes en esta misma Facultad. fundidad académica. Del mismo modo, descartamos
Nuevas delimitaciones historiográficas nos llevaron a estructurar nuestra historia reciente a través de géneros
resolver una siguiente cuestión: los sucesivos cambios ar- arquitectónicos, una herramienta muy eficaz en la ense-
quitectónicos durante el siglo xx han sido provocados, ñanza profesional, pero que nos llevaría a una encrucijada
a diferencia de otros siglos precedentes, por el acelera- harto difícil de resolver: podíamos dejar fuera a muchos gé-
do desarrollo tecnológico, entendiendo con ello tanto a neros por no encontrar académicos idóneos que escribieran
los cambios en los elementos estructurales –nuevas ideas sobre ellos, o bien, presentar fragmentada la obra de aque-
de cubrición y estabilidad– como al surgimiento de ma- llos arquitectos que abordaron muchos géneros a la vez.
teriales novedosos y procesos constructivos inéditos, lo Estas renuncias historiográficas sobre el estilo y el gé-
cual no había ocurrido nunca con anterioridad. Durante nero nos llevaron a decantarnos por utilizar la selección
siglos se construyó con piedra y ladrillo, mientras que “la autoral para la realización del cuarto capítulo, ya que si
idea” de una bóveda o de una cúpula perduró durante bien se trata de una herramienta imperfecta –toda selec-
milenios, característica que no encontramos en el pasado ción histórica discrimina– que promueve la individuali-
siglo, donde membranas plásticas, maderas laminadas y dad por encima de los productores anónimos colectivos,
herrerías en aluminio conviven con estructuras neumáti- consideramos que ofrecería un panorama más neutral, en
cas, marcos prefabricados o cascarones de concreto. Pre- el sentido que las omisiones autorales que seguramente
cisamente por ello, estuvimos ciertos que una historia de hicimos, siempre podrían ser subsanadas por libros fu-
la arquitectura reciente debía incluir un tercer capítulo turos. De hecho, aun y cuando la selección de autores
dedicado a exponer la historia tecnológica que posibilitó abordados en este capítulo no es exhaustiva, considera-
la dimensión material de las obras, razón por la cual fue mos que sí abona favorablemente para dar a conocer la
decisiva la colaboración de siete académicos versados en importancia de muchos arquitectos de los que muy poco
estos temas como Berenice Aguilar Prieto, Agustín Her- o nada se había escrito sobre sus obras. Para lograr este reto,
nández Hernández, Luis Fernando Solís Ávila, Ernesto recurrimos a diez y siete destacados académicos que pre-
Ocampo Ruiz, Gerardo Oliva Salinas, Eric Valdez Olmedo, viamente tenía un vínculo intelectual o afectivo frente a su
y Juan Ignacio Del Cueto Ruiz-Funes. objeto de estudio, tales como Iliana Godoy Patiño, Jorge
Abordando así el pensamiento y la tecnología arquitec- Fabara Muñoz, Lilia González Servín, Mariano del Cueto
tónica, podíamos pasar entonces a seleccionar las obras Ruiz-Funes, Lourdes Díaz Hernández, las hermanas Lucía
arquitectónicas emblemáticas de la segunda mitad del si- y Perla Santa Ana Lozada, Luis Ortiz Macedo, Jany Cas-
glo xx, aunque para ello debíamos nuevamente llevar a tellanos López, Isabel Briuolo Mariansky, Louise Noelle,
cabo algunas renuncias historiográficas: decidimos que Honorato Carrasco Mahr, Lourdes Cruz González-Franco,
no abordaríamos una historia estilística o formalista, sobre José María Bilbao Rodríguez, Carlos González y Lobo,
todo porque son términos de muy difícil aplicación cuando Gabriel Mérigo Basurto y Xavier Cortés Rocha.
se aborda la arquitectura de la segunda mitad del siglo xx – Finalmente, consideramos que no bastaba en este volu-
recordemos, el movimiento moderno abjuró del concepto men con la recuperación de la memoria del pasado arqui-
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tectónico sin contemplar un quinto y último capítulo que ofreciese una reflexión profunda
sobre la restauración y conservación del patrimonio edificado, razón por la cual no duda-
mos en incorporar a especialistas como Alejandro Villalobos Pérez, Ricardo Prado Núñez,
Luis Arnal Simón, además de quien también esto escribe, Mónica Cejudo Collera.
Así quedó finalmente conformado este volumen, que integra la colaboración de trein-
ta y cinco académicos de nuestra Casa de Estudios, docentes de asignatura, profesores e
investigadores de carrera, así como profesores eméritos, cada uno de ellos provenientes
de posiciones teóricas e ideológicas divergentes, enriqueciendo con ello el panorama
intelectual del libro. Además, muchos de ellos han sido reconocidos durante su vida
académica dentro de la unam, tanto por la Distinción Universidad Nacional para de
Jóvenes Académicos (dunja) como el Premio Universidad Nacional (pun), por no decir
los galardones que algunos han recibido fuera de nuestra institución, o los encargos gu-
bernamentales federales, así como las contribuciones sociales, tecnológicas o científicas
en la divulgación de sus conocimientos en México y el exterior.
Esperamos que este libro ayude a la reflexión profunda de la compleja segunda mi-
tad del siglo xx, donde se consolidaron muchos aspectos actuales del urbanismo y la
arquitectura mexicanos. Se fortalecieron las ideas y nociones que inclusive crearon un
estilo mexicano, hereditario del amplio pasado barroco y neoclásico por los que había
transitado la arquitectura nacionalista y que, inclusive, sumó los antecedentes mesoame-
ricanos al lenguaje edificatorio. Pero tal vez la más notable fue la consolidación de una
academia universitaria, es decir, la generación de profesionales que han dedicado sus
esfuerzos a la docencia y a la investigación en la unam.
Ofrecemos así la conformación de este nuevo libro de historia reciente de la arquitec-
tura mexicana, en un momento en el que la arquitectura y el urbanismo se encuentran
en el umbral del cambio, en que deben responder al reto de conservar por un lado, la
arquitectura local que mantenga las fundamentos teóricos e históricos, y que a la vez
acepte las iniciativas de la nueva tecnología para crear arquitectura sustentable.
Por ello, a estos treinta y cinco prestigiados académicos les damos las gracias por ha-
ber aceptado colaborar gustosamente en esta empresa intelectual, un ejercicio colectivo
que, si nuestra memoria institucional no nos falla, no se había llevado a cabo desde hace
muchas décadas en nuestra querida Facultad.
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primera parte
La historiografía
Historia, historiar, historiando...
Ivan San Martín Córdova
Vitruvio Polión 1
Algunas de las preguntas recurrentes que hacen los alumnos a sus profesores
de historia de la arquitectura son: ¿para qué sirve estudiar historia de la arqui-
tectura?, ¿tendrá algún sentido que los profesores saturen a los alumnos con
nombres de autores y obras que probablemente nunca verán frente a ellos?,
¿qué relación puede tener una obra contemporánea con el pasado edificado,
sobre todo aquellas que no están ubicadas en centros históricos?; o bien,
acaso los alumnos más avezados preguntarán: ¿de qué me sirve conocer el
pasado si yo proyecto en el presente y de cara hacia el futuro? Y es que a
su modo de entender las cosas, no todo lo que hemos estudiado o memo-
rizado les servirá profesionalmente. Para responderlo basta una pequeña –y
respetuosa– analogía con el ser humano: ¿puede alguien que padece pérdida
progresiva de memoria decidir con objetividad sobre sus actos presentes, o
bien, programar su futuro? Pero veamos antes cómo se construye la historia
de la arquitectura, para así poder proponer después, el sentido de estudiarla.
Historia e historiografía
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Las obras construidas2 constituyen la sucesión interminable de edificaciones
realizadas por seres humanos –hayan sido o no “arquitectos”3– para satisfacer
sus complejas necesidades de habitabilidad –tanto físicas como culturales–,
las cuales les permitieron enfrentarse “artificialmente” a un entorno natural y
social determinado. Y es que la arquitectura ha sido siempre un producto rea-
lizado racionalmente por algún sujeto, aprovechando el libre albedrío que su
intelecto le otorga. No son arquitectura un panal de abejas o un hormiguero,
pues son construcciones naturales producto de códigos genéticos biológica-
mente establecidos, y no producto de la libertad intelectual de los animales.
Tampoco es arquitectura una cueva o un árbol en donde nos guarecemos por
unas horas o días, ya que no hay modificación alguna por nuestra parte. En
cambio, si construimos un muro para cubrir el acceso a la cueva, o hace-
mos una choza con las ramas de un árbol, podríamos comenzar a hablar de
los inicios de la arquitectura.4 Sí es arquitectura cuando un sujeto de manera
racional modifica materialmente su entorno natural para convertirlo en un es-
pacio arquitectónico que satisfaga sus necesidades de habitabilidad humana.
Es probable que la mayor parte de aquellas obras se hayan perdido durante
el devenir de acontecimientos humanos… algunas habrán sido buenas, otras
mediocres y hasta malas, y sólo unas cuantas habrán sido relevantes de algún
modo para los sujetos que las habitaban en aquel tiempo y lugar. Otras, en
cambio, es probable que aún existan en pie, físicamente presentes ante noso-
tros, no obstante su calidad arquitectónica. Algunas habrán cambiado de uso
y tal vez otras sólo subsistan parcialmente. Están aquí por casualidad histórica
–pues impredecibles son las acciones humanas, y por lo mismo sus posibi-
lidades destructivas– al mismo tiempo que son producto de una causalidad
también histórica, ya que fueron hechas para satisfacer ciertas causas humanas
y por ello, temporales.
Por otro lado existe la historiografía de la arquitectura, es decir aquellas na-
rraciones construidas artificialmente por ciertos sujetos –generalmente histo-
2 Aquellas que se quedaron en el riadores–que persiguen la finalidad de referirnos reflexiones sobre ciertas obras
papel, es decir, que no fueron
construidas, no son arquitectura. del pasado –inmediato o remoto– tanto de sus circunstancias físicas como de
Son proyectos de arquitectura, aquellos pensamientos arquitectónicos de sus autores, una doble direccionali-
directrices de algo que nunca
fue. Y si bien son elementos dad –material e inmaterial– de la historiografía de la arquitectura que no siem-
culturales con un valor histórico,
y por lo mismo, susceptibles de pre ha tenido el mismo peso en el contexto mexicano.
ser analizados históricamente, Huelga decir que toda narración construida mentalmente, y relatada des-
no forman parte del universo de
obras de arquitectura construidas. pués –de manera oral, impresa o digital–, constituye un hecho subjetivo, por
3 Recuérdese que ha habido muy racional y equilibradamente que intente hacerse. Desde el momento en
épocas históricas en que ha sido
imposible precisar los nombres que un “sujeto” elige el objeto de su estudio –por ejemplo, una obra especí-
u oficios de los proyectistas y
edificadores, en las que incluso fica del pasado– está ya siendo subjetivo. ¿Se me preguntará entonces dónde
ni siquiera se sabe si existió un queda la objetividad de la historia? Es sólo un anhelo disciplinar en el sujeto,
concepto similar al actual de
“arquitecto”. una aspiración que no debe abandonarlo nunca, aunque sepa que cualquier
4 Y aun en aquellos instantes
primigenios hay quienes dudan asunto del pasado que se ocupe de narrar partirá de su propia subjetividad,
que sea arquitectura, porque tanto para elegirlo como para interpretarlo y comprenderlo después.
aducen que aún no están
presentes ciertas cualidades Y es que solamente mediante el estudio del pasado edilicio –tanto de las
inmanentes, como la dimensión obras como de los pensamientos que las generaron– podremos alcanzar una
artística. Pero eso es una harina
de un costal que se analizará mejor comprensión histórica desde nuestro presente, a manera de respuesta,
mucho más adelante.
cuando los alumnos pregunten a su profesor para qué sirve conocer la historia
de la arquitectura. Diremos también que sirve para profundizar en la calidad de
pueden no interesar al resto de los ciudadanos, mini- 6. Historiografía por cultura. Aunque suele confundirse
mizando con ello la cultura arquitectónica. con la categoría anterior,8 esta metodología deriva
4. Historiografía por morfología. Este método ha sido del análisis de la arquitectura de cierta cultura –re-
utilizado no sólo por los arquitectos sino sobre todo mota o cercana– tal como ocurre cuando se escribe
por los historiadores del arte, quienes a manera de sobre la arquitectura maya o egipcia –hablando de
herramienta para conocer el pasado suelen distinguir “grandes” culturas–, o bien sobre entidades cultura-
ciertos “estilos”, es decir, agrupan obras que son afi- les más pequeñas, como la arquitectura menonita o
nes en su expresión formal, tal como ocurriría con las construcciones bereberes. En estos ejemplos, la
un volumen sobre historia del barroco o arquitectura arquitectura seleccionada proviene de la entidad
neogótica, cuya selección de obras se llevaría a cabo cultural que la generó, logrando textos atractivos y
por sus afinidades compositivas. Y aunque también didácticos. Sus debilidades, en cambio, derivan de la
podríamos llamarle “historia por estilo arquitectóni- fragilidad misma del término cultural, sometido a los
co” preferimos utilizar aquí un término más neutral sucesivos reacomodos que arrojan los descubrimien-
–morfología–, sobre todo para abordar la arquitectura tos arqueológicos, como ha ocurrido con muchos de
del Movimiento Moderno en el que, recordemos, la los vestigios del México antiguo –Cacaxtla sería un
palabra “estilo” poseía connotaciones negativas. Sus buen ejemplo– transitando su pertenencia cultural en
fortalezas son fundamentalmente didácticas, pues función de los diversos hallazgos.
estructuran de una manera visual el panorama del 7. Historiografía por cronología. Éste es uno de los mé-
pasado, mientras que las desventajas son el reduc- todos más cuantitativos que existen, pues depende
cionismo formal al que suelen llegar –olvidándose de factores numéricos fácilmente determinables,
a veces del espacio arquitectónico, por sobrevalorar tales como años, décadas o siglos, o bien cuando
los aspectos formales–, además de caer en una cata- se le ha dado una nominación a cierto segmento
logación obsesiva de las obras, en un afán de “etique- cronológico (“época clásica”, “periodo preclási-
tar” todo en términos estilísticos cuando, sabemos, co”). Por ejemplo, si se aborda la arquitectura del
existen las obras de ruptura y transgresión que, por su siglo xix, indudablemente estaremos identificando
propia condición, no pertenecen a ningún “estilo”. aquellas que fueron realizadas entre 1801 y 1900,
5. Historiografía por topología. Como su nombre lo dejando fuera tanto las precedentes como las poste-
indica, la selección se lleva a cabo por su ubica- riores. La fortaleza de este método es la precisión en
ción en cierto lugar –topos–, independientemente el momento de incorporar las obras, mientras que
de su creador y la época, o en qué país se localizan. las desventajas se presentan en la falibilidad de una
Así, por ejemplo, podríamos encontrar un libro que datación, pues no siempre se conoce la fecha exacta
abordase la arquitectura mediterránea o las cons- de una construcción, como ocurriría por ejemplo
trucciones caribeñas, donde el elemento en común con un dolmen prehistórico, cuyos márgenes crono-
es precisamente el lugar terrestre en el que se ha- lógicos son aún muy extensos.
llan, sea una región geográfica, un estado, un país o 8. Historiografía por momento histórico. Aunque
un archipiélago. La metodología historiográfica sue- suele confundirse con la categoría anterior,9 esta
le ser muy atractiva entre los turistas porque permite metodología deriva de la identificación de acon-
de manera fácil conocer un entorno; sin embargo, el tecimientos humanos, trascendentes en términos
peligro es caer en la superficialidad del relato o en sociales, económicos, ideológicos o políticos, que
el pintoresquismo de la narración. terminaron produciendo arquitectura con caracte-
rísticas muy específicas, dignas de ser historiadas. 10. Historiografía por elemento estructural. Este último
Tal sería el caso de “la arquitectura de la primera de los 10 métodos aquí expuestos no debe confun-
posguerra”10 o de las “construcciones durante la dirse con la categoría anterior, pues aquí sólo se
Revolución”, donde sería evidente que la selec- significan históricamente aquellos elementos es-
ción se ha llevado a cabo con base en una serie tructurales –no los divisorios– que han servido con-
de sucesos históricos claramente identificables. ceptualmente para la estabilidad y cubrimiento de
Si bien esta metodología no es frecuentemente las obras del pasado. Así, por ejemplo, es posible
utilizada por los historiadores de la arquitectura, construir una narración sobre la historia de los ar-
presenta grandes bondades didácticas pues resu- cos, bóvedas y cúpulas, o acaso de las estructuras
me características arquitectónicas comunes. Sus geodésicas o neumáticas –independientemente si
desventajas son el desinterés del historiador hacia están hechas de madera, piedra o acero– pues cada
aquellas épocas en las cuales “no ha ocurrido nada categoría comparte un mismo origen conceptual.
interesante” –cuando a veces esos periodos de in- Y al igual que la categoría anterior, las ventajas de
flexión suelen ser los más ricos historiográficamen- este método son sobre todo didácticas, pues ilustran
te hablando–, así como también el “síndrome de largas trayectorias del ingenio humano, traspasando
la lupa”, es decir, centrarse excesivamente en la siglos y culturas. Las debilidades en cambio saltan
franja cronológica del suceso histórico detectado, a la vista, en virtud de que existen muchos aspectos
olvidando aquellos aspectos culturales que provie- de la arquitectura que no dependen de los elemen-
nen –en términos de Fernand Braudel–11 de fenó- tos estructurales, tales como una composición esti-
menos de “media” o “larga duración”. lística o el diseño de un espacio divisorio.
9. Historiografía por material y sistema constructivo. Los métodos descritos no serán seguramente los únicos, ni
Si bien en México no es tan común este método de los mejores, son tan sólo aquellos identificados por quien
comprender la historia edilicia, en otros países –Es- esto escribe. Y si bien cada uno selecciona de manera sub-
paña, por ejemplo– se organizan seminarios y grupos jetiva ciertas obras –discriminando otras, y por ende, fue-
de investigación dedicados a reconstruir la historia de ra de la narración–, es la única manera que tenemos para
las obras del pasado a través del estudio de su desarro- acercarnos a ese pasado material, aun a pesar de las limita-
llo tecnológico, agrupándolas por materiales y proce- ciones que eventualmente encontremos en ellos. Además,
dimientos constructivos, tal como ocurriría con una en el panorama historiográfico actual rara vez suele utili-
historia de las construcciones en madera o concreto zarse sólo uno de los métodos; son más comunes las com-
armado. Sin embargo, no debe confundirse dicho binaciones de dos, tres o varios a la vez, con el fin de tener
método con aquellos libros sobre cálculo de materia- criterios selectivos que acoten más nuestro universo de es-
les, o con los catálogos de materiales, pues ninguno tudio. Es común combinar topología y género –como sería
de ellos constituye un libro de historia. Y es que las el caso de una publicación sobre la historia de los cines en
fortalezas de este método son sobre todo el carácter la Ciudad de México–, o bien vincular cultura, topología
didáctico, pues enseña a los futuros arquitectos el pa- y cronología –por ejemplo un libro sobre la arquitectura
pel que han tenido los sistemas constructivos para la maya del posclásico en la península de Yucatán–, acotando
definición de los proyectos y las obras. Su debilidad, así cada vez más nuestro objeto de estudio. Y es que debe
en cambio, es caer en la tecnocracia arquitectónica, aceptarse que ninguno de los métodos es infalible; todos
en el sentido de querer explicar cualquier decisión son selecciones arbitrarias y subjetivas (unas se incorporan,
proyectual en términos edilicios. otras se discriminan), por lo que la combinación de varios
la sociología –donde se halla la moral–, la antropo- plicación del hecho arquitectónico: los cambios ar-
logía o la filosofía –donde están la ética y la estética. quitectónicos eran producto de la evolución misma
Por ello, el historiador que pretenda registrar el pen- de la disciplina. Los textos del alemán Gofried Sem-
samiento crítico debe ser harto cuidadoso, tratando per y del francés Auguste Choisy constituyen quizás
de separar el universo axiológico del autor seleccio- interesante ejemplos de ello, hasta llegar al italiano
nado de aquél propio que como profesional posee. Bruno Zevi, y sus ideas sobre la evolución del espacio
3. Historiografía de las historias. Ésta es probablemente arquitectónico. Y aunque hoy nos parezcan lejanos y
la historiografía del pensamiento arquitectónico que remotos aquellos pensamientos, todavía hay muchos
mayores complejidades presenta, porque aquí no colegas que creen a pie juntillas en las bondades del
se trata de registrar las ideas de tal autor o las críticas progreso evolutivo –neopositivistas, pues– olvidando
de algún otro, sino de historiar las historias, es de- que cada decisión arquitectónica implica un aspecto
cir registrar las sucesivas narraciones sobre historia evolutivo e involutivo a la vez.18
de la arquitectura que ha habido durante los siglos, Otra de las escuelas historiográficas muy recurrentes
generalmente escritas por arquitectos e historiadores durante la primera mitad del siglo xx fue la dialécti-
del arte, los cuales se encuentran inmersos en las co- ca marxista que, como sabemos, sostenía que todas
rrientes ideológicas y filosóficas de sus respectivos las acciones humanas eran producto de la lucha de
entornos culturales.17 Recordemos que las narracio- clases, de la opresión de la burguesía, así como de
nes arquitectónicas no son nunca neutrales pues se los medios de producción. Muchas historias de la ar-
inscriben en corrientes de pensamiento claramente quitectura fueron influidas por esta particular visión
identificables bajo el término de escuelas historiográ- del mundo, hasta la década de los sesenta incluso,
ficas, las cuales pretenden una específica interpreta- particularmente en Italia, donde esta escuela historio-
ción del hecho arquitectónico a partir de una visión gráfica fuertemente arraigó y produjo emblemáticos
del mundo. Por ejemplo, durante la segunda mitad textos, de Giulio Carlo Argan a Manfredo Tafuri, entre
del siglo xix, la impronta de las teorías de Darwin los más importantes.
para explicar la evolución de la especie humana dio Cada una de estas tres directrices en el registro de los pen-
origen al sistema de pensamiento positivista, el cual samientos arquitectónicos es igualmente importante para
explica todos los logros sociales y tecnológicos en el significado histórico, por lo que no debe soslayarse
términos biológicos, como si fueran seres vivos. Esto ninguna –y por el contrario, reforzar aquellas que aún se
trajo consigo una visión “evolutiva” de la historia de encuentran culturalmente endebles en nuestro contexto
la arquitectura –unidireccional y ascendente–, en cultural–, y aunadas a la historiografía de las obras edifi-
donde las obras del pasado remoto eran vistas como cadas –a partir de sus 10 métodos o sus combinaciones–
producto de culturas primitivas, mientras que los lo- podremos acercarnos lo más objetivamente posible –sólo
gros tecnológicos decimonónicos –las estructuras de como aspiración, pues nunca dejamos de ser sujetos– al
acero– eran la prueba irrefutable del progreso de las entendimiento del pasado arquitectónico para compren-
civilizaciones “maduras”. De esta manera, todas las der nuestro presente y actuar en consecuencia.
historiografías positivistas compartían una misma ex-
Nicolás Mariscal
27
4 Véase la obra de Vittorio Gregotti, ciencias sociales de la época: el primero y el último compás en el campo
en especial El territorio de la de la arquitectura occidental durante el siglo. Aun así, el interés analítico de
arquitectura, Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Barcelona, España, los rapsodas de ese periodo fue dirigido a la construcción de una historia
1960. aplicada: si bien se introdujo una primera revisión historiográfica sobre la
5 Se entiende por historicismo una
aproximación a las ciencias tautología de los relatos de la arquitectura europea como exclusividad de
sociales que asume que su objetivo
principal es la predicción histórica la saga del movimiento moderno,4 ni Gedion, Pevsner, Zevi, ni el propio
mediante el descubrimiento de Tafuri, formularon la pregunta “para qué” hacer historia en términos de
ritmos, patrones, y tendencias,
leyes que subyacen en la evolución comprensión historiográfica. El pensar historia en esta generación de ar-
histórica. Sobre el tema véase el
clásico Karl Popper, The poverty of quitectos historiadores, quizás la última en el siglo xx con una inigualable
historicism, London & New York, Ark educación humanística, se concentró en el “cómo” aplicar el corpus de
Paperbacks, 1961.
6 Sobre arquitectos historiadores historias modernas y contemporáneas de la arquitectura europea al pensa-
mexicanos véase Georgina Cebey, miento crítico arquitectónico de la época. A final de cuentas, estos nuevos
Katzman, Manrique y Obregón
Santacilia: tres aportes historiográficos cánticos prefirieron justificar –a comprender– los fenómenos y el análisis
a la arquitectura contemporánea
mexicana, Tesis de licenciatura, de las narrativas e imaginarios de ese corpus que se transformó en un apoyo
Facultad de Filosofía y Letras, científico para una crítica profética.
unam, 2009; Díaz Hernández, “La
modernidad de la arquitectura Ahora bien, esta política metodológica nos habla de una compleja mirada
mexicana de principios de siglo en
la historiografía de los cincuenta”, del mundo formulada durante la segunda mitad del siglo xx: a las profecías
en Johanna Lozoya y Tomás Pérez del “para qué” han correspondido las ensoñaciones del “porqué”. Esto ha
Vejo (coords.), Arquitectura escrita.
Doscientos años de arquitectura sido particularmente indicativo en la experiencia historiográfica latinoame-
mexicana, México, Instituto ricana. Si bien la primera pregunta se enlaza con el desarrollo de una his-
Nacional de Antropología e
Historia, Colección Banco de Nivel, toria aplicada trasatlántica, la segunda implica una reflexión ontológica de
2009, pp. 117-124.
7 Referencia a la conocida opinión índole moral en la cual la mirada historicista5 mexicana resulta paradigmática.
de Wittgenstein sobre la función Inscritas en la dinámica nacionalista de una generación de arquitectos histo-
de la historia como un curioso
instrumento cuyo conocimiento riadores, que a fines de los sesenta activaron en la región la mirada latinoame-
parece indispensable pero, una
vez adquirido, no es directamente ricana de la arquitectura desligándose de los relatos de las historias del arte
utilizable; una especie de corredor universal(istas), las historias mexicanas posteriores han construido, no pocas
a través del cual es necesario para
llegar, pero que no nos enseña veces, una narrativa esencialista sobre la verdad, la bondad y la belleza de
nada sobre el arte de andar. Sobre lo mexicano.6 En el contexto narrativo mexicano preguntarse por qué hacer
lo mexicano como un imaginario
historiográfico véase Johanna historia se responde, en buena medida, con el argumento de un must ontoló-
Lozoya, Las manos indígenas de la
raza española. El mestizaje como gico legitimador de esencias culturales nacionales: la historia es un corredor
argumento arquitectónico, México, a través del cual se apre(he)nde lo mexicano.7 A partir de este particular a
Conaculta, 2010.
8 En esto ya había reparado priori, de preguntarse el para qué hacer historia de la arquitectura, se tiene
en el plano de la historia y la
filosofía Benedict Anderson, al por respuesta común: el (re)conocimiento de lo propio y de lo otro. Es decir,
pensar la nación en términos de la mexicana es una historiografía aplicada a justificar, en mayor o menor
“comunidad política imaginada
como inherentemente limitada y medida, la invención de lo mexicano.
soberana”. Este autor aclara que El concepto "invención" –utilizado con mayor frecuencia en las ciencias so-
en la observación gellneriana (E.
Gellner) sobre el nacionalismo ciales desde que se consolidara el término en la pasada década de los ochen-
–entendido éste no como el
despertar de las naciones a la ta– causa recelo cuando de la propia identidad se trata: inventados ellos, pero
autoconciencia, sino como la no nosotros. ¿Significa esto que las identidades son fabricaciones o mentiras?
invención de naciones donde no
existe– se afirma que nacionalidad En absoluto. “Invención” es un proceso creativo carente de connotaciones mo-
o nación son artefactos culturales
que no deben distinguirse por su
rales. No hay identidades verdaderas o falsas;8 lo mexicano no es una verda-
falsedad o legitimidad, sino por la dera identidad sino una identidad imaginada.9 El concepto resulta incómodo o
manera en que son imaginados.
Esto equivale a decir que no hay amenazador en el común de las historias mexicanas de la arquitectura. Pensar
comunidades verdaderas sino que lo mexicano “está ahí” –por lo cual hay motivos para buscar, rescatar o
comunidades imaginadas o, si
se prefiere, maneras de imaginar descubrir “verdaderas” identidades– choca constantemente con la valoración
comunidad (maneras de ver el
mundo). Si consideramos que la contemporánea de las dinámicas identitarias como prácticas de invención.
nación no es una realidad sino una Esta mirada histórica no debería pasar por alto cuando el corpus de histo-
comunidad imaginada, el carácter,
rias mexicanas de la arquitectura se utiliza para justificar en el presente ideas
35
Serie 1: de Arquitectura… Cuaderno de
ensayo y crítica, publicación del Seminario
de Teoría de la Arquitectura.
Coordinador: J. Víctor Arias Montes
por otro rescatar las ideas que los arquitectos habían escrito en diferentes mo-
mentos del siglo xx y que por sus características editoriales son de difícil ubica-
ción y, por ende, de complicado acceso. Para lo segundo, se organizó un foro
que lleva por nombre Seminario Nacional de Teoría de la Arquitectura (snta)
en cuya realización participan diversos profesores-investigadores de distintas
escuelas de arquitectura del país.5
Un primer producto del sta fue una publicación a manera de revista que
lleva por nombre de Arquitectura… Cuaderno de ensayo y crítica, cuyo número
inicial apareció en agosto de 19916 señalando en su presentación que
transcurso de sus trabajos. Uno, el más reciente, derivado reconstruir en otros, las creencias sobre determinadas in-
de la investigación que dio por resultado el libro Arqui- terpretaciones de diversos hechos históricos, incluidas la
tectura de la Revolución y revolución de la arquitectura, historia misma y desde luego la arquitectura.
coeditado con el Fondo de Cultura Económica en 2009, Por ello, las fuentes hemerográficas resultaron ser uno
se refiere a la publicación de tres tomos del Ideario de de los elementos más sólidos para acercarnos a ese espíritu
los arquitectos mexicanos que pretende historiar las ideas de distintas épocas y conocer con más detalle las ideas de
de los arquitectos desde mediados del siglo xix hasta fi- quienes participaron en esos años construyendo espacios
nales del xx. Organizados en tres volúmenes que llevan habitables que, al establecer diversos caminos para con-
por subtítulo Los precursores, Los olvidados y Las nuevas cretarlos fundaron, casi sin proponérselo, variadas corrien-
propuestas, recoge una selección de textos referidos a la tes doctrinarias que en muchos casos penetraban al campo
teoría, la historia, la crítica y de aspectos doctrinarios, de de la crítica y la teoría de la arquitectura.
un buen número de arquitectos mexicanos. Sin duda, un Así, lo que encontramos no solamente fueron ideas
material de carácter didáctico que ayudará a acrecentar el aisladas o espontáneas, sino conjuntos de ellas bien arti-
conocimiento hemerográfico de tres momentos clave del culadas, y en muchas ocasiones contradictorias, que per-
siglo xx de la arquitectura mexicana. mitieron una mayor claridad en nuestras interpretaciones
Los resultados de los proyectos Raíces y Hayum han sobre las ideas mismas y sus relaciones con su época y
sido, desde nuestro punto de vista, todo un éxito, pues sus actores.
con ellos se ha enriquecido el conocimiento básico general Una de nuestras convicciones fue, y sigue siendo, que
y el lenguaje e interpretaciones particulares sobre distin- nuestra formación profesional requiere, entre otros conoci-
tas épocas. Pero, sobre todo, porque varios años de ardua mientos, de una historia y una teoría cada vez más renova-
labor mostraron que el trabajo colectivo, por sobre el in- das y actuales, pero que para lograrlo es preciso enriquecer
dividual, rinde mejores y más acertados resultados pues lo ya escrito con nuevas interpretaciones, mismas que
los proyectos tuvieron, en nuestro caso, un impacto por serán posibles si se conocen con mayor detalle las ideas
demás alentador ya que se pasó de la visión individual, que nos antecedieron y que por distintos caminos hemos
muchas veces limitada y excluyente, a una visión amplia heredado y que nos cuesta trabajo, ya no digamos acep-
e incluyente en tanto que ésta considera, toma e integra, tarlas sino simplemente conocerlas críticamente.
aspectos e interpretaciones diversas sobre temas comunes Revalorar el pasado vivo, el que continúa vigente, es
enriqueciendo las visiones particulares y generales sobre fundamental en un gremio que anhela ser cada vez más
un ámbito determinado, en este caso el de la arquitectu- moderno, justo y comprometido, en el sentido de pertinen-
ra. El hecho de explicar, argumentar y confrontar nuestras cia y actualidad, participativo y solidario. Incluye en ello
ideas con otras permitió enriquecer, en algunos casos, y no sólo las ideas e influencias exteriores, sino también las
producidas nacionalmente pues son ellas las que más nos vinculan a nuestros
propios problemas.
Otro tanto sucede en el ámbito de las ideas. Se conoce, así se cree, sólo
las ideas de unos cuantos, los que quizás sin proponérselo fueron haciéndose
conocidos porque se les asoció a las grandes obras arquitectónicas o urbanas
donde ellos participaron, o bien porque en la academia o en los medios im-
presos donde las plasmaron fueron aprehendidas por otros que a su vez las
difundieron con firmeza tanto en el ámbito académico como en el profesional.
A diferencia de otros países, el nuestro carece de historias que relaten las
ideas que se han expresado en distintas épocas y que para historiar la ar-
quitectura resultan fundamentales. De ahí que, como señalábamos párrafos
atrás, tuviéramos que recurrir a las fuentes hemerográficas para nutrir las in-
terpretaciones existentes y que en ocasiones chocaban con nuestras propias
interpretaciones. Innumerables arquitectos, hoy olvidados, fueron partícipes
de esta maravillosa labor reflexiva y crítica sobre la profesión, la arquitectura,
la planificación, la enseñanza y las artes.
Quienes se acerquen a todos los productos reseñados, podrán comprobar
que tanto las interpretaciones ahí vertidas como los materiales hemerográfi-
cos incluidos, efectivamente ofrecen al lector una excelente oportunidad para
enriquecer y mejorar lo hecho hasta ahora en esta apasionante actividad que
escuetamente llamamos Historia de la arquitectura mexicana del siglo xx.
43
objeto que atrae la atención del investigador, a fin de re- gracias al pensamiento que prefiguró la realización de las
construir su unicidad y particularidad, esto es, aquello que obras edificadas, que esas obras nos resultan inteligibles,
lo hace distinto y diferente a todos los demás de su especie. tanto en su particularidad como en su generalidad. Y que,
Es a la historiografía que le solicitamos que recabe e integre al serlo, nos permiten entendernos a nosotros mismos, tan
la suma de rasgos que hacen del Aula casa rural un caso distantes en el tiempo de aquellas, pero que somos lo que
único, cuya singularidad la distingue de cualquier otra aula somos, y pensamos lo que pensamos, porque heredamos y
que se haya realizado. Este es el campo de la historiografía, nos conformamos mediante los pensamientos y los haceres
como ciencia, que es, de lo particular. de aquellos que pensaron e hicieron antes que nosotros.
La segunda forma es opuesta a la anterior. Como aque- Imbuir nueva vitalidad, al patrimonio edificado y pensa-
lla, se interioriza en el pasado, pero procurando captar, no do, renovándolo, es uno de los caminos para entender el
lo que individualiza al objeto que estudia, sino lo que de presente y preludiar el futuro, esto es, a nosotros mismos.
común tiene respecto de los demás de su especie. Esto es, De aquí la trascendencia del hacer historiográfico y teóri-
lo que de general hay en él, y lo convierte en un ejemplar co. De aquí la impostergable pertinencia de llevar a cabo,
dentro de una especie, en una manifestación del género. tanto la crítica del ideario heredado, viéndolo a trasluz de
Este es el campo de la teoría, en nuestro caso, de la arqui- las obras que mediante él se erigieron, como la autocrítica
tectura, pero también el de otras disciplinas que se ocupan de nuestra propia labor en dichos terrenos.
de lo general, como la sociología, la lingüística, la antro- Por su peso cae que los buenos oficios que es dable es-
pología, entre otras. Es la teoría la que repara en lo que de perar del ejercicio tanto de la crítica como de la autocríti-
común hay, entre el Aula casa rural, con otras escuelas y la ca, dependen de lo bien fundamentados que se tengan los
construcción de otros espacios habitables. Es la teoría la que instrumentos intelectuales mediante los cuales llevamos
se ocupará de ver el Aula como un caso más entre la mul- a cabo una reconstrucción conceptual del pasado asig-
titud que conforma el vasto campo de la arquitectura. A la nándole el sentido que tuvo en su momento, así como el
teoría le corresponde contestar las preguntas acerca del ser que cabe otorgarle en el nuestro. De ahí la pertinencia
de la arquitectura y por qué el Aula es un espacio habitable de actualizar constantemente los conceptos, categorías,
más, producido por el ser humano. hipótesis, marcos y principios empleados en la reflexión
Ahora bien, limitarse a saber lo singular del Aula, de- teórica histórica, ejerciendo la crítica y autocrítica, to-
jando de lado su pertenencia al género y a la especie, se- mando en cuenta que ambas se encuentran sólidamente
ría restringirnos a un conocimiento incompleto. Por otra imbricadas en el ideario arquitectónico.
parte, saber de su ser arquitectura, en tanto espacio ha-
bitable, omitiendo exponer la particularidad que lo dife- El ideario de los arquitectos mexicanos
rencia y corrobora, sería igualmente trunco. Y esto, ¿por
qué? Porque la realidad, como se aprecia, es la conjunción Primera propuesta
de lo particular con lo general. Por eso la historiografía y Nos encontramos en el momento justo para iniciar el estu-
la teoría, en tanto ciencias de lo particular y de lo gene- dio retrospectivo y prospectivo del ideario de los arquitec-
ral de la arquitectura, han marchado, aunque no siempre, tos mexicanos. Para llevar a cabo la crítica del conjunto de
como es el caso presente, como hermanas siamesas. Así ideas asentadas en los artículos, ensayos, visiones historio-
lo atestiguan los comentarios de muy diversa índole que gráficas, propuestas teóricas y prácticas, presentación de
sobre las obras se han elaborado, y que han llegado a nuevos materiales y técnicas constructivas, juicios acerca
nosotros bajo la forma de un patrimonio escrito, mismo de su propia práctica, a partir de las cuales los arquitectos
que exige ser salvaguardado tomando en cuenta que es mexicanos han preludiado, acompañado, justipreciado y
Cuarta propuesta
Presentemos unas preguntas más: ¿por qué si son tan ostensibles los beneficios
que esta labor crítica y autocrítica generaría para el mejor conocimiento de no-
sotros mismos, de nuestra historia e identidad, es el momento en que todavía
no contamos con una historiografía del ideario de los arquitectos mexicanos,
ni pretéritos ni actuales? ¿Por qué tampoco hemos terminado de recabar sus
reflexiones escritas, mediante las cuales asentaban y difundían los criterios,
los puntos de principio, las doctrinas, los conceptos que formaban parte de
la concepción que tenían de sí mismos, así como de su deseable participa-
ción en unas circunstancias sociales precisas, y nada sencillas, por cierto? Esta
lamentable omisión ¿se ha originado, tal vez, al conjeturar que es escasa la
cuantía del patrimonio escrito, tanto en cantidad como en calidad y, por tanto,
no ameritaba elaborar una historiografía de él? ¿Ha sido motivada por consi-
derar que la inclusión de dichas ideas en los estudios que se están llevando a
cabo no contribuye de manera importante a la mejor comprensión del hacer 2 Ramón Vargas Salguero,
arquitectónico urbanístico? ¿Acaso se explica por considerar que para la mejor “Introducción”, en Ideario de
los arquitectos mexicanos, Los
comprensión de la obra edificada, basta con el desmenuzamiento puntilloso precursores, fa-unam/inba, p. 2.
de la obra misma sin que sea necesario, y menos indispensable, implicar en
Por otra parte, la historiografía general pretérita considera que el proceso his-
tórico tiene cortes, y que entre el momento precedente y el subsiguiente no
hay continuidad. Cada momento es relativamente autosuficiente. Si acaso se
acepta la vinculación entre el pasado y el presente, o entre el antecedente y el
consecuente, es a título de superación del segundo sobre el primero. Si acaso
el consecuente deriva del antecedente, lo hace a la manera como la mariposa
emerge de la crisálida, o sea, como algo absolutamente distinto. Para este modo
de concebir el decurso histórico, la arquitectura nacional es el resultado de la
influencia de agentes exógenos al proceso específico. De fuera les vinieron las
influencias, los ejemplos, las motivaciones. Es la influencia exógena, en todos
los órdenes y niveles, tanto al nivel político, como jurídico, al económico como
al ideológico, la que predomina en la explicación de nuestro decurso histórico,
y no su dinámica interna.
Sexta idea
Séptima idea
En esta sumaria relación de temas problemáticos, no puede faltar uno que envuelve a to-
dos los demás. Se trata del halo dicotómico a través del cual se aprecian todos los temas
anteriores y según el cual, las cosas, los objetos, los valores, las personas, son o no son.
Concepción axiológica que concibe la realidad compuesta de polos contrapuestos que no
admiten gradaciones, que olvida, que las esencias y las cualidades, se dan en grados, en
escalas, en niveles. Que, entre lo bello y lo feo hay grados, como también los hay entre to-
das las cualidades o valores. Que las obras habitables construidas pueden ser más o menos
útiles o funcionales o más o menos estéticas o lógicas, y así sucesivamente, sin dejar de ser
arquitectónicas. Que, en suma, los espacios construidos habitables tienen una dimensión
arquitectónica proporcional a la habitabilidad lograda.
Conclusión
Finalizo reiterando a todos ustedes la proposición con la que inicié: es el momento adecuado
para llevar a cabo la crítica y autocrítica de nuestro patrimonio escrito. Revisar nuestra propia
producción tanto en el área teórica como en la historiográfica, sería sentar un precedente y
abrir nuevos cauces a la investigación en arquitectura. Ojalá que coincidamos.
55
Apunte de la Villa Rotonda,
Véneto, Italia. Dibujo a lápiz de
Héctor García Olvera (hgo), 2012
el de la producción de la duda se nos manifiesta como estético, ¿cuál es el sentido de la crítica?. Es eso lo que me
principio mismo de la crítica y del saber, el antecedente hace dudar y lo que ahora se me manifiesta aparentemen-
deseable y supuesto, el preámbulo del conocer, el proceso te informe, ¿eso será la materia misma de la duda? que
de la curiosidad, la reflexión y el discernimiento, el del no es blanca ni incolora, que no es consistente ni blanda;
cuestionar en sí, el de la indagación y el historiar, y la aten- que posiblemente venga del mar, pero de la ignorancia hu-
ción a la misma duda que, finalmente, es por lo que se mana, y que, en ese sentido, algo sé de ella que me atrae y
llega críticamente a saber si es que, efectivamente, se sabe no sé lo que es y que, finalmente, me hace sentir y razonar
o no se sabe.2 en el entendimiento de que lo que sé de ella me impele
El ilustre Montaner, en su pequeño gran libro Arquitec- a dudar, me alienta y me impulsa a cuestionar, a indagar
tura y crítica, hace en la introducción una cálida lectura sobre el sentido mismo del juicio y de la crítica.
del socrático poema de Paul Valéry, "Eupalinos"; nos su-
giere que aquello que en principio nos permite empezar Del ejercicio de la crítica y el teorizar
a saber que se sabe es, nada menos, que “la forma de la
materia misma de la duda”, materia de la curiosidad y la Así, indagando críticamente entre los límites de mi sentir
indagación que “...frente a una cosa que el mar arroja; y razonar, me encuentro con el maestro Kant (1724-1804),
blanca, de purísima blancura; alisada y dura, suave y li- precursor del espíritu crítico y soporte sesgado del raciona-
viana [...] que a nada se parece y que no por eso es infor- lismo funcionalista contemporáneo; maestro de mis maes-
me”, es lo que nos impulsa a inquirir, preguntar “¿quién tros Lodoli, Milizia, Valdeterra y Montaner, que designa a
la hizo?…”; eso ha de ser materia de la metáfora o la la crítica como “el proceso por el cual la razón emprende
analogía urgente y frágil, para descubrir que aquello, ob- el conocimiento de sí misma”, que define a la crítica como
viamente, tiene la forma de la incertidumbre, y que muy el juicio con el que se legitima o se condena a la propia
probablemente ha de expresar lo que nos ha de llevar a pretensión del conocimiento, sobre todo en relación con
saber lo que ya se sabe.3 sus fundamentos. La crítica se da entonces con respecto
De manera sugerentemente paradójica, Montaner, sin a “la facultad de la razón en general”, al conocimiento li-
preámbulos, como si se dijera ¡sin duda!, propone que “la berado de la experiencia y de la mera habilidad cognitiva.
crítica sobrelleva un juicio estético ” y “...que eso consiste En ese sentido, ésta puede ser negativa en tanto que coarte
en una valoración individual de una obra arquitectónica, el uso de la razón, y positiva en tanto que, por ello, legi-
que se realiza a partir de los conocimientos que dispone time el uso de sus derechos. Tal noción alienta la era de
[…] de su capacidad analítica y sintética, de su sensibi- la racionalización, la ilustración y la modernidad, sobre
lidad, intuición y gusto”.4 ¿Será eso intuición simple y todo en el sentido de la crítica a la razón misma, al juicio
producto de la mera percepción sensorial? y, en el juicio y a la eliminación del exceso de ficción, la subjetividad, el
4 Ibidem, p. 250.
5 En referencia al término “crítica”,
véase Nicola Abbagnano,
Diccionario de Filosofía, México,
fce, 1963, p. 269.
6 Ibidem.
7 Josep María Montaner,
Arquitectura y crítica, p. 11.
impacto de los mitos, la mediatización, la alienación y la nocer antes de que se conozca es un absurdo”, y sugiere
fruición ideológica. En ese sentido, la crítica no llega a ser que esto es semejante a “querer aprender a nadar, antes de
destructiva, aunque a veces eso sea deseable.5 echarse al agua...”; objeción que a su vez ha sido objetada,
En ello coinciden, azarosamente Kant, Locke, Montaner porque “la crítica, en la acepción kantiana, no obra sin
y mi Otro Yo, en señalar que la crítica tiene sus singulares antecedentes cognitivos, sino a partir de éstos [...] y con
instrumentos; que, en lo limitado del entendimiento, en el el fin de determinar los límites de su validez”.8 Y, en ese
alcance de los objetos del conocimiento y la materialidad sentido, no se trata de “aprender a nadar fuera del agua”,
de la duda más nos vale indagar libre y creativamente, ejer- como tampoco se trata de aprender de la producción de
cer abiertamente la reflexión, llevarla a término y aceptarla lo arquitectónico, fuera de la concreta experiencia de sus
un tanto inacabada, provisional y sin llegar a ser, con ello, formas de producción, sino de analizar, teorizar y entender
imperativo y tajante. Kant definía la crítica como aquello a priori los movimientos, las destrezas y los riesgos de la
que precisa “los límites y los lugares entre la sensibilidad natación o del diseño de lo arquitectónico, con el fin de
y la razón”, de allí que se formule su atemperada libertad determinar las posibilidades efectivas que ofrece el nadar
respecto del papel y el sitio de la experiencia en ello, y de o el diseñar e intervenir en la producción de lo arquitec-
su gran sujeción a la existencia previa de una teorización. tónico, antes de no saber qué hacer o ahogarse o creer
El conocimiento no sólo deviene de la condición del prin- que sólo se aprenderá simplemente practicándolo, que es
cipio procesal de la experiencia sino de la ubicación de el riesgo de la estulticia, o del ahogo.
la propia crítica de la razón, tal como se da en la noción Se trata del entendimiento de la limitación de la sensi-
a priori de la experiencia, el entendimiento y el sentido bilidad y la razón, del ejercicio mismo de la crítica de la
común. Kant, en su Crítica de la Razón Pura,6 y el joven pura razón, del desempeño previo de una pertinente teori-
Montaner en su Arquitectura y crítica, sugieren que “...la zación y determinación cognitiva en el ámbito de la expe-
crítica existe cuando existe una teoría, [...] ella es la base riencia del proceso productivo de lo arquitectónico y de la
de donde se deducen los juicios que sustentan las interpre- intervención en ello del diseño, no ajena a su complejidad
taciones”, y que así “toda crítica es la puesta en práctica social ni a su historia, y en la que se pueda evitar el riesgo
de una teoría...”7 y tendencia de ahogarse en el mar de la incompetencia y
Frente al sentido kantiano de la crítica y la teoría, y la estulticia profesional. Y, para afrontar ese riesgo, no sólo
ahora en relación con la producción de lo arquitectónico, es necesario ejercer la crítica sino producirla y, para ello,
debo considerar la ocurrente objeción hegeliana, alenta- con previa pertinencia, diseñarla; diseñar la crítica para
dora de la muy extensa postura de obcecada empírea, en producirla y ejercerla, como diseñar también, en el campo
la enseñanza del proyecto de lo arquitectónico. El maestro de la producción de lo arquitectónico, la teoría de la inter-
Hegel (1770-1831), provocador, propone que “querer co- vención del diseño que la valida o sustenta. Tal teoría ha de
forjarse en torno a lo sustancial de la misma producción y resultado del lenguaje de autoría individual y que esto a
así descubrir el lugar temático donde aquello llegue a ser su vez se soporte en la mera creencia de que la formali-
entendible y manifiesto como lo concreto de la interioridad dad de esas obras sea legible por todos los que puedan
de la obra construida, que por la forma de su espacialidad simplemente verla. Tal noción sigue sustentándose en la
y relación con el entorno donde se ubica, dé muestras de muy obsoleta postura y condición de clase, de la teoría
resolver la primigenia demanda humana de habitabilidad semiológica estructuralista sesentera, con la que incluso
y permanencia vital, para calificarla, sin rubor, como obra llegó a descubrirse fosforescencia lingüística en los signos
contenedora de lo arquitectónico, situación que no necesa- visibles de esas obras. Esto no sólo ha de ser referente a
riamente implica un juicio exclusivamente estético. ese frágil soporte conceptual lingüístico, sino que a partir
de ello, con una revisable interpretación de la obra, se
De la crítica como revisión del entendimiento presuma ejercer la más fina de las deconstrucciones. Así,
de lo arquitectónico la propuesta de los deconstructivistas y los lectores de fa-
chadas pide a gritos criticarla, o sea entenderla, en su lon-
En la tradición y los enfoques de la práctica de producción gitud histórica, construida sobre algo igualmente frágil,
de la teoría y la crítica y el sentido de los juicios, en la desacertado y confuso, y que abriga a esa otra postura de
academia, la cosa es diferente. Montaner dice, sin recato, no saber que no se sabe y creer que la obra arquitectónica
que “la teoría de la arquitectura sólo tiene sentido en rela- ha de ser la simple apariencia irreductiblemente visual.
ción a las obras arquitectónicas”; sugiere que “la tarea de Postura engendrada de la mediatizada crónica contem-
la construcción de la teoría y de la crítica arquitectónica poránea identificada como la “del tratado del arte y de lo
la realiza primordialmente la misma obra arquitectónica” bello en la visualidad pura”.10
y pone como ejemplo que “I quattro libri dell’architettura Debemos pensar de otra manera lo que debe enten-
(1570) de Andrea Palladio, con el peso específico de la pre- derse de esto que fácilmente identificamos como “obra
sentación de su propia obra, son paradigmáticos”, que “... arquitectónica”. Hagamos un nuevo ejercicio de análi-
esa obra de arte y de arquitectura va constituyendo los hi- sis reflexivo, de crítica de la experiencia de la forma de
tos de la historia de la crítica” y que “la historia de la crítica producción de una obra, aparentemente resultado de la
está en la posición que cada obra arquitectónica adopta intervención de un prestigioso proceso de diseño arqui-
respecto de las que la han precedido”.9 Pero, ¿quién es el tectónico. Realicemos, en principio, la crítica de la propia
que dice que la obra es realmente arquitectónica? historicidad de su juicio. Sustituyamos la noción de “la
Es probable que esta cándida noción, que no sólo es crítica” como aquello que comporta un “juicio estético”,
montaneriana, esté sustentada en una vieja y revisable y la noción de “la visualidad pura” por la noción primige-
noción de obra arquitectónica, cuya expresión formal sea nia de interpretación que forje identidad con los rasgos de
la naturaleza misma de la forma de la obra, y del sentido obra rotunda. Esta edificación debió haber sido una villa,
o la razón que la hace ser, que tentativamente enuncia- un hogar en el campo. Bruno Zevi, sin duda, la identifica
mos por la historicidad del proceso de producción de la como una “casa”.11 Y “casa”, conceptualmente, es “un edi-
interioridad y la exterioridad, de lo esencialmente utilita- ficio que sirve de habitación, que es útil como vivienda, un
rio de la habitabilidad, de la espacialidad de la obra mis- lugar para vivir”. Esta “cosa”, la Villa Rotunda, al parecer
ma que ha de sustentar la percepción y el entendimiento inservible e inútil, sólo devino a ser instrumento de alta
crítico de su propia existencia y su legítima cualidad de representación; fue construida en las afueras de la ciudad
ser arquitectónica. de Vicenza, entre el valle del Véneto y la vertiente de los
Alpes, 55 millas al oeste de Venecia, entre Padua y Verona,
Para una crítica de lo arquitectónico al norte del Adriático.
Está ubicada en una suave colina, cerca de un río. Por su
Probemos con la provocativa referencia montaneriana de relación con el entorno, es más que un “mirador”; el autor
una obra adjudicada al maestro Andrea Palladio, una edi- sugiere que su concepto responde a la exigencia de “ver
ficación identificada como “Villa Rotonda”. Experimente- y ser vista”. Pero resultó ser más para “ser vista” desde
mos con la crítica de esa obra que, sin duda, Montaner fuera, en “purísima visualidad”, que para “ver” desde ella
no sólo califica de arquitectónica sino de paradigmática. misma, desde su lujosa y ornamentada interioridad. En su
Su apariencia es rotunda, por todas partes es reconocida; forma cuadrada se impuso una significativa apertura en sus
descubro su imagen y me parece fascinante, es hermosa y fachadas, cuatro aperturas que abrazan el paisaje, cuatro
me pregunto si será así en la realidad. Bueno, es la obra. escalinatas levemente acordes a la forma del declive na-
Se le llama “Villa Almerico Capra Vicenza”, “La Rotonda”, tural del sitio. Evidentemente sólo fue hecha para ser vista
“Villa Rotunda”, “Villa Palladio”. Estudiosos y cronistas desde el exterior, forjando con ella la imagen de sutil domi-
de la arquitectura del calado de J. Wolfgang Goethe, Ru- nio, en lo alto de esa hermosa colina; luciendo “su intensa
dolph Wittkower, Renato De Fusco, Hanno-Walter Kruft, sujeción a la prestigiosa formalidad neoclásica”; réplica
Thomas Jefferson, Paolo Pasolini y Woody Allen, sugieren rigurosa de la frontalidad contundente del Partenón ateneo
que “ésta es una obra reputada”. El adjudicado autor, An- griego, con todo y sus pronaos columnados jónicos, co-
drea di Pietro della Góndola, alias Palladio, la presumía ronados por los tímpanos, muestra de su jerarquía formal;
como “la más famosa de sus Villas”. Hoy, notables merca- con el fondo de la alta cubierta sólida de la corporeidad
deres del turismo globalizado y de la academia opinan lo cúbica, del ático, y su ambigua intersección con una cú-
mismo. Su fama les ha dado nombre a las grandes obras pula central que exitosamente la corona.
clásicas de forma redonda como el Coliseo, el misterioso María Luisa Scalvini opina que “en este caso, no se trata
Stonehenge y el impactante Pantheon, a los que se llamó de una obra felizmente ubicada”, sobre todo en el sentido
de la relación entre la variedad formal de la espacialidad es cómoda, porque se adapta a la forma de ser de quien
natural, del entorno y la escala confusa de los intervalos la habita...”, o que “las obras antiguas no son el modelo,
rectilíneos de las cuatro idénticas fachadas y la redondez cuyos motivos arquitectónicos habría que reproducir...”,
de los remates de la espacialidad del interior central. Scal- o bien, que “concibió esta villa, en su totalidad, con sus
vini interpreta como “sutil contradicción en la formalidad distintas funciones como algo bello y como algo práctico,
de los elementos de la obra” que, según Palladio, aparen- como si fuese un todo orgánico, en estrecha armonía con
temente se justifica por la sujeción de su forma a la imagen la naturaleza...” Que no quede duda, dice Muraro, que el
del templo clásico. Solidario con el sentido de esta crítica, origen de este maestro “era más bien humilde [...] su for-
Renato de Fusco afirma que “la forma de este edificio nace mación artística era de carácter modesto, era muy práctico
de una forzada fusión de tres esquemas compositivos..., [...] se inició como obrero, artesano y pedrero; pero muy
por cierto ya experimentados en el Pantheon [...] el cir- pronto se manifestó para los grandes señorones propieta-
cular, el cuadrado y el de cruz griega”; el circular domina rios del Véneto, para los grandes mercaderes de la región”.
por su axialidad radial de simetría y ortogonalidad: la de Algo tuvo que ver en esto su padrino don Giangiorgio Cor-
sus cuatro pórticos, pronaos, atrios y escalinatas, y la de leonne di Trissino, y el golpe rudo pero persuasivo de su
la orientación astronómica de los puntos cardinales de la lectura poco reflexiva y acrítica de monstruos como don
casa, a 45º de la anterior, en simetría con la rectangularidad Marco Lucio Vitruvio Polión y don León Baptista Alberti.13
de las esquinas del cuerpo que envuelve a la circularidad Según Giovanni Doménico Scamozzi y Paolo Marton,
central de esta obra. El autor de este proyecto no fue crítico el solicitante del proyecto y de la construcción de esta
respecto de lo que evidentemente lo inspiró: el Pantheon; obra fue Paolo Almerico, que en ese momento era “Nun-
no entendió el riesgo compositivo de contradicción formal cio Apostólico de los Papas Pío iv y Pío v”, su embajador
frente a la exigencia de esa axialidad radial.12 en Venecia, personaje en la reciente coalición italiana,
Al maestro Palladio se le adjudica la autoría y la produc- destacado “hombre de la Iglesia Romana”, altísimo pre-
ción misma de esta obra. Michelangelo Muraro, productor lado eclesiástico, ejemplar sacerdote de la más alta je-
de biografías y vendedor de libros sobre las villas del Véne- rarquía, sujeto de poder y próspero poseedor de bienes
to, lo anuncia como “el genio de la arquitectura, el mago de terrenales, producto de las rentas de la Iglesia, eminencia
la luz y del color, el veronese de la arquitectura”; autor del gris en el gobierno local y la sociedad veneciana. Soli-
Renacimiento, hombre de la modernidad, es “el teórico de citó el proyecto y la construcción de la "Villa Rotunda"
Los cuatro libros de arquitectura y la fórmula eterna del cla- en ese lugar, un tanto apartado y discreto pero cercano a
sicismo” en donde explica con erudición, según R. Pane, su turbulenta residencia veneciana, porque en él deseaba
sus proyectos, vende prestigio a su amplia clientela y se realizar, en secreto, un singular enlace o duradero ayun-
atreve a asegurar, respecto de “la Rotonda”, que “esa casa tamiento con la bellísima Lucrecia de Gonzaga, joven de
alcurnia en la liberal nobleza veneciana. El encargo esta- a sus mañosas tendencias de imaginarse el mundo exclusi-
ba naturalmente condicionado por la urgencia de realizar vamente clásico y renacentista. Vincenzo Scamozzi opina
su reservado desposorio. El convenio con el susodicho que después de ese evento, este autor “se encontraba en
autor de la obra era de una duración aproximada de seis el numen poético, sometido a la influencia de una fuerza
meses. Cosa de arquitectos, la obra se realizó en una du- sobrenatural” y así su “inspiración” debió de estar entre
ración ajena a la exigencia del comitente y a su “pro- la transcripción talentosa pero irreflexiva y acrítica de las
grama de necesidades”. Fue solicitada en el verano del imágenes percibidas y la copia desfachatada de la genial
1566 y para el 1571, la obra terminaba apenas con las tipología de ese clasicismo dominante. Véase cómo, en el
mamposterías, los repellos, el estucado y la cantería, y, sentido del manejo de los signos del prestigio y del poder,
finalmente, en los acabados de la interioridad, la pintura el autor recurre, curiosamente, en la concepción de esta
y los murales, Vincenzo Scamozzi, discípulo de Palladio, y obra, a la forma y expresión central del elemento cúpula
una pléyade de artistas la complementaron hasta el año como la usaron los autores clásicos de “los templos sagra-
de 1582, dos años después de la muerte del susodicho dos”, los recintos del poder.
autor de su diseño.14 Según Muraro, el dueto Almerico-Palladio convino en
Esta obra, en tanto que casa, residencia campestre, “diseñar un tipo de edificio aristocrático, religioso y dis-
mansión, “estancia para permanecer momentos vívidos”, tinto...”, a la vez que “una casa cuya función utilitaria
nidito de amor, morada, hogar y vivienda, no pudo ser tuviera un papel secundario” y cuya “finalidad [...] era
utilizada como tal, no llegó a ser habitada, y menos por la expresar las ambiciones y el estatus socioeconómico del
amorosa pareja demandante, propietaria, potencial usuaria. tal Almerico”. Dice R. Wittkower que “con la forma de
Según Scamozzi, “sólo, en forma accidental, fue ocupada esta obra y la firma del autor [...] aumentó el prestigio
como estudio-taller” por el propio Palladio, supuesto con- de su comitente propietario” y, obviamente, el valor de
ceptor de esta obra. No llegó a ser, en rigor y en el sentido cambio del edificio: fue imposible habitarlo y sólo se usó
de la experiencia de uso, casa-habitación o villa. Se le ocasionalmente como signo de dominio. Esta obra no fue
ha llamado en forma equívoca “Villa Palladio”, cuando ni propiedad perpetua de don Almerico; uno de sus hijos
Palladio pudo habitarla. En la solicitud de producción de cedió la propiedad a la familia de Marius Capra, y en la
esta villa se exigió, según Muraro, estudioso de Palladio, transacción se propuso que la tal "Villa Rotunda" perma-
“...poner casa y plasmar los sueños ambiciosos de Pao- neciese en su calidad de ser sólo monumento emblemáti-
lo Almerico y atender su anhelo afectivo de despertar el co, y así se le conservó con especial dedicación.16
respeto y la admiración”, que mucho necesitaba. ¿Habrá Sea así esto un intento de ejercitar la crítica del enten-
sido eso lo que la hizo ser obra arquitectónica?15 dimiento de la producción de lo arquitectónico en esa
De acuerdo con Marton, la concepción formal de esta obra que ha sido, en la academia, modelo de excelen-
cosa (término que, en el sentido de esta crítica, represen- cia tipológica, referencia prima y fuente de inspiración
ta al objeto inanimado e inútil), es producto de una intensa para la producción, irreflexiva y acrítica, de buena parte
“inspiración en nobles ejemplos grecorromanos.” Palladio de la producción de obras “maestras” que han sido, sin
fue un acucioso estudiante del clasicismo; registró, apun- duda, calificadas de arquitectónicas en los siglos xvii y
tó, midió y observó con fervor inusitado el Partenón de la xviii en Inglaterra y Francia, y xviii y xix en Estados Uni-
Acrópolis, el Pantheon de Agripa y las Termas de Caracalla dos. Y que acríticamente siguen siendo inspiración de
en Roma. De ser Andrea di Pietro della Góndola (1508- nuestra casa.
1580), Giangiorgio C. Trissino, su padre putativo, lo cam-
bió a Andrea Palladio, en honor a Pallas Atenea Parthenos y
63
condición desde la cual tendría que ser explicado, para poder entender su
naturaleza, su finalidad y el sentido con el que se hace.
Entiéndase, lo anterior que a pesar de que la palabra forma se presenta
con ambigüedad en su significado, podría utilizarse aquí como lo hace Erich
Kahler2 en el sentido de estructura, la idea de forma implica así la estructu-
ración de las partes en relación a un todo. Aunque, la forma tiene implícita
también la condición de presencia, de diferencia y de identidad, que es lo que
hace que sea ella misma. Así cada forma se percibe como única, pero percibir
una cosa es, al mismo tiempo, pensar en la caracterización de aquello que se
percibe y captar los rasgos de la figura que presenta en su apariencia. Herbert
Read,3 señala que esto ocurre porque la conciencia del hombre es formal, es
decir, que la experiencia perceptual de algo, sólo es entendida en la medida
que se presenta a la conciencia como forma. La figura, por su lado, será equi-
valente a la imagen de la forma en la apariencia que es percibida.
De ahí, que en la caracterización del campo del diseño, lo primero que hay
que reconocer es que el principio por el cual pueden agruparse diversas acti-
2 Erich Kahler, La desintegración de la vidades de carácter proyectual,4 o de diseño, como son el arquitectónico, el
forma en las artes. México, Siglo xxi,
1969, pp.13 y 31 industrial o el urbano, radica en un hecho operativo que les es común y que se
3 Herbert Read, Orígenes de la constituye por la separación disciplinar existente entre la fase que comprende
forma en el arte, capítulo Las artes
plásticas, Buenos Aires, Editorial la elaboración de la forma en el proyecto y la que corresponde a la realización
Proyección, 1967, p. 98. o materialización del objeto proyectado, que se lleva a cabo mediante instru-
4 Con el propósito de aclarar
el significado de las palabras mentos, modos de trabajo y procesos productivos autónomos y diferentes. Esta
“proyectación”, “proyectual” y
“diseño”, con las que se engloba práctica, que así representada engloba una serie de enormes variantes, que van
conceptualmente la práctica de tal desde el diseño de objetos de uso cotidiano, fabricados individualmente o en
actividad y se da la identificación
de sus rasgos fundamentales, en serie, hasta el diseño de complejos habitacionales destinados a muy diversas
el prólogo a la versión castellana
del libro de Guie Bonsiepe, Teoría prácticas sociales. Pudiera delimitarse e identificarse así, de manera global
y práctica del diseño industrial, como la actividad productiva cuyo propósito es la prefiguración de los objetos
Santiago Pey, refiere “que la
complejidad del significado de útiles que conforman el entorno humano, comprendido éste en un sentido
la palabra proyectación, y el relativo a aquellos que son tangibles y cotidianos.
adjetivo proyectual, se derivan de
la traducción en italiano sobre el Ahora bien, aunque las diversas actividades del diseño pueden ser uni-
concepto alemán de gestaltung,
que no tiene una expresión similar ficadas operativamente por la estructura del proceso proyectual, sus mani-
en ese idioma.” También aclara festaciones particulares, de acuerdo con la caracterización dimensional de
que aunque limitada, la palabra
“proyectación” (acción y efecto los objetos en los que actúan, hacen que cada una de estas condiciones
de proyectar) es efectivamente la
traducción más aproximada. Esto en la práctica productiva signifique un ámbito de actuación específico. Aún
como resultado de que “en el cuando cada uno de los ámbitos de la elaboración de un proyecto carece de
acercamiento hacía el significado
de gestaltung lo que podría decirse fronteras claramente delimitadas, corresponde en su conjunto a la definición
es que esta compleja noción formal de un campo de actuación que los engloba y que identificamos como
alemana equivale a los términos
'concepción + plasmación'”. el campo del diseño. Por eso, habría que precisar que el hecho sustantivo que
Es decir que su significado es
equivalente a aquel proceso distingue a las actividades del diseño radica en que el punto neurálgico de su
mental en el que habiendo proceso se ubica, precisamente, en el paso requerido para la elaboración
aprehendido ciertos conceptos
en relación con las imágenes de la hipótesis formal,5 que va desde la formulación, interpretación y or-
relativas a ellos podemos obtener
resultados formales y plasmarlos ganización de los datos preliminares de una demanda productiva, hasta la
física y materialmente. elaboración y presentación de la propuesta del proyecto. Es decir, que dichas
5 El término "hipótesis formal"
es utilizado en referencia al actividades se identifican entre sí por la coincidencia productiva en que se
planteamiento inicial de un constituyen las acciones en la fase de la proyección.
proyecto al optar por una de las
opciones que podrían seguirse en Reflexionar entonces sobre el tema del diseño, y en particular acerca del
la configuración de la propuesta
proyectual. proceso a través del cual se lleva a cabo, significa plantear una forma de
teorizar respecto de su práctica. Por ello se considera desde el inicio del
La materialidad arquitectónica
Desde este punto de vista, la actividad proyectual o práctica del diseño implica
necesariamente el ejercicio de la creatividad para partir de la percepción y de
la memoria hacia lo que todavía no es, pero este ejercicio, constituido como un
trabajo, no es una acción casual o una gratuita infracción de lo ya constituido,
13 Ibidem, p. 36. El sentido de la
sino siempre la búsqueda y la posibilidad dentro de lo arquitectónico de
actividad proyectual dentro un orden nuevo y diverso. Si por racionalidad se entiende toda aquella acti-
del conjunto de las actividades
humanas, identificado por la vidad que tiene un significado, un objetivo y una finalidad, no existe ninguna
labor de definir el ambiente físico razón para juzgar ilógico el proceso de ordenamiento que sigue el diseño y la
mediante la figura a pesar del
poco valor que socialmente se le argumentación de su lógica interna, por más que posea conexiones y modos
atribuye, como lo señala Vittorio
Gregotti, es el único campo de particulares de proceder. Nuestro problema, por el contrario, reside en llegar a
actuación que identifica la disciplina reconocer su racionalidad específica.
arquitectónica de otros campos,
sobre todo de aquellos relacionados Asumiendo, como se ha señalado, que si la explicación del diseño requiere
con los procesos edificatorios. Pero,
puesto que el entorno habitable,
en primer término de la identificación del discurso que le es característico,
físico y social, constituye el marco para delimitarlo en su ámbito de actuación, por lo mismo las implicaciones
cultural del desarrollo humano, los
hechos arquitectónicos y urbanos o críticas que puedan hacerse sobre sus productos no podrán ser planteadas
representan actos culturales y en en un marco distinto y en un nivel diferente de aquél con el que se constituyó
ello se cifran las posibilidades de
aportación de esta práctica. su entendimiento. Sobre todo, en referencia a todas aquellas explicaciones en
donde se niega, o desvirtúa, la sustantividad de la actividad proyectual, al no
73
buen libro intitulado La arquitectura de México. Iglesias (tomo II), que incluye
una “Advertencia” de Luis Castillo Ledón, director del Museo Nacional de
aquellos tiempos.4
En un folleto muy breve de 1929, editado por la Sociedad de Arquitectos
Mexicanos, defendía don Federico Mariscal la “necesidad de reglamentar la pro-
fesión de arquitecto”, para diferenciar la arquitectura de la ingeniería, acompa-
ñado por sus colegas Alfonso Pallares y Nicolás Mariscal. Todo esto en acato de
la “Nota de Rector de la Universidad Nacional a la 1ª Comisión de Gobernación
de la Cámara de Diputados en 22 de octubre de 1924”, que decía así: “La Rec-
toría de mi cargo juzga que son carreras totalmente diversas las del Ingeniero y
de los arquitectos; así está reconocido en todos los países cultos del mundo.”
Vemos que ya desde entonces había temas que aclarar con respecto al campo
de acción de un arquitecto.
Mariscal realizó obras fundamentales para la capital, como la terminación
del Palacio de Bellas Artes y el edificio nuevo del Ayuntamiento, en el Zócalo.
Era hombre de gran simpatía don Federico, fue director de la Escuela Nacio-
nal de Arquitectura e impartió cátedra incluso en la Ciudad Universitaria de
1954, recién inaugurada, durante varios años.
También rememoramos a Ignacio Marquina Barredo, quien egresado de la
Academia de San Carlos en 1913, llegó a ser director de Monumentos Prehis-
pánicos y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (1947-1956). En-
tre otros destacados cargos nacionales e internacionales fue Doctor Honoris
Causa de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es conocido por su
obra monumental Arquitectura prehispánica, que vio la luz en 1951,5 y por
muchas otras de menor extensión, aunque también de magistral calidad, en
el difícil momento en que se estaba descubriendo la arquitectura de aquellas
que para entonces eran remotas culturas. Además, exploró y restauró mo-
numentos fundamentales del arte de Mesoamérica e impartió cátedra en la
Escuela Nacional de Arquitectura (ena).
Viene al caso mencionar a José Villagrán García como introductor de la mo-
dernidad arquitectónica en México y creador de la teoría de la arquitectura más
importante del siglo xx en nuestro medio, aplicable directamente al ejercicio
profesional del proyecto arquitectónico, dado lo cual era fundamental desde
el punto de vista de la docencia. Publicó artículos en las revistas Arquitectura
(1939-1955) y México en el Arte (1950-1959) y en los Cuadernos de Bellas Artes.
Fue director de la ena, miembro de El Colegio Nacional y se le otorgó el Pre-
mio Nacional de Artes 1968, además de reconocimientos internacionales por su
dedicación a la docencia. También tuvimos el privilegio de que fuera profesor
4 La arquitectura en México. Iglesias, nuestro en la ena. Villagrán también es conocido por sus proyectos de hospitales
t. ii, Advertencia de Luis Castillo
Ledón, introducción y noticias que pusieron a México a la cabeza de toda América.
histórico-descriptivas por Federico Éstos son los tres colosos que mencionaremos en estas líneas, consagrados
E. Mariscal, México, Imprenta del
Museo Nacional de Arqueología, en campos diferentes tanto de la investigación como del hacer arquitectónico.
Historia y Etnografía, 1932. Pero retomemos el hilo fundamental de estos comentarios, que es la pro-
5 Ignacio Marquina, Arquitectura
prehispánica, Instituto Nacional de yección de Juan de la Encina. Primero revisaremos brevemente algunos de los
Antropología e Historia, 1951.
Álvarez Noguera, José Rogelio, datos biográficos del maestro durante su estancia en el país. Llegó a México
Enciclopedia de México, tomo ix, el 20 de octubre de 1938 en compañía de su esposa Pilar de Zubiaurre y de
México, Enciclopedia de México,
1994, pp. 5017- 5018. Leopoldo, hijo del matrimonio, tras una breve estancia en Nueva York proce-
dentes de Francia y antes de España, en plena guerra civil. Ya en la capital de la
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grandes avances tanto en la producción como en su uso constructivo. Entonces
pudieron realizarse obras de escala urbana e industrial como túneles ferrovia-
rios, alcantarillas, fábricas y bloques de oficinas. Por otra parte, también fue
posible la construcción de museos e iglesias y, desde luego, de viviendas.
La mecanización se produjo en las tres fases: 1) preparación de la arcilla,
2) moldeo y 3) cocción. Se crearon diferentes tipos de hornos para acelerar
el proceso de producción. El mayor cambio que se dio en los aparejos fue el
aumento del cemento en el mortero. Hasta entonces el material más común
utilizado para morteros había sido la cal, a menudo mezclada con otros
componentes para incrementar la resistencia o acelerar el proceso.6 El ladri-
llo visto surgió de la tradición inglesa, cuyo origen se vincula con elementos
de escala urbana como los acueductos y diques, y para construir las primeras
fábricas. Posteriormente se utilizó este tipo de ladrillo para la construcción
de viviendas suburbanas.
En Estados Unidos, las máquinas para fabricar ladrillos fueron diseñadas a
fines del siglo xix para lograr una producción masiva y que en ese entonces
era mayor que en ningún otro país. Ciudades emblemáticas son Nueva York y
Filadelfia, donde Frank Lloyd Wright y H. Hobson Richardson –sus principales
exponentes– lograron en sus obras combinaciones inteligentes y complejas al
realizar hábiles interpretaciones de los métodos históricos de construcción en
ladrillo, integrados a elementos modernos, los cuales enmarcaron el inicio del
siglo xx.
La gran tradición arquitectónica del ladrillo en España se remonta a la época
de la presencia árabe y sin duda a la romana. Una importante contribución al
arte de la albañilería fue la estructura abovedada, desarrollada en el siglo xvi7
con la bóveda catalana o bóveda tabicada (llamada así por estar hecha en ladri-
llo). “La bóveda tabicada [colocación de ladrillo a tabla, es decir, en posición
horizontal] –dice Juan Carlos Rubio Masa–,8 aparece en Extremadura en el siglo
xvi, en lugar de a rosca [posición vertical].” Rubio Masa fundamenta lo anterior
a partir de los datos documentales de bóvedas tabicadas en Extremadura como
los apuntes para la realización de las obras de la iglesia del Convento de Santa
María de Zafra, que indicaban que la bóveda debía fabricarse con “ladrillo y
yeso tabicado”.9 Dicho “nuevo estilo” se propagó con rapidez pues implicaba
un ahorro de material. Sin embargo, el método tradicional de rosca no se des-
cuidó ya que con éste era posible aplicar cargas de mayor peso, explica Rubio.
el tabiquero hace el moldeado en gaveras y también el tendido de las piezas, Secado de ladrillos al aire libre.
dejándolas secar durante un día sobre el terreno para que la humedad sea Fotografía: ihp
absorbida. Se levantan los ladrillos y se acomodan en “enrejado” para dejarse
secar al sol de ocho a quince días, después de lo cual se cuecen en el horno; en
el proceso de cocimiento se utilizan aserrín y cáscaras de café.11 El cocido en
el horno dura aproximadamente diez horas. La capacidad de cada horno varía
según sus dimensiones. Los hornos se construyen con piedra, ladrillos y se suele
utilizar adobe en el perímetro. Se evitan los meses de temporada de lluvias en
la producción de ladrillo, ya que perjudican el secado y producen grietas en
las piezas. Las ladrilleras se han ubicado por tradición en las riberas de los ríos,
pues antes solía obtenerse de ahí la materia prima, además del agua.
Casa-estudio en Tlalpan,
El reconocido arquitecto mexicano Alfonso Ramírez Ponce (1937) diseña y Cd. de México.
construye bóvedas de ladrillo recargado, técnica en la que sobresale al ha- Diseño del Arq. Ricardo Flores Villasana.
berse dedicado a su solución constructiva desde hace más de cuarenta años. Fotografía: Alberto Moreno Guzmán
Es un quehacer, un oficio vivo, tanto para el maestro constructor como para
el arquitecto que diseña, que compone a partir de este noble material.17
Una de las desventajas que presenta el block frente al ladrillo es que este
último se puede cortar, no así el block; la sierra para cortar blocks es
mucho más costosa. Además, la construcción con block tiene un límite de
modulación. Tampoco es más aislante como erróneamente se pensaba; las
cualidades de aislamiento térmico del ladrillo son significativamente mayores
que las del block. El ladrillo es mucho más versátil en sus posibilidades de
uso, lo motiva a uno a crear y a diseñar; el block sólo ofrece una solución
constructiva mas no creativa.18
Para construir con cualquier material “habría que saber escucharlo”, afirma
el notable arquitecto mexicano Carlos Mijares Bracho, ya que al igual que
sucede con la tierra cruda (ya sea para adobe, tapial o bajareque), el material
es quien guía al constructor y, si uno se lo permite, el material expresará tanto
sus posibilidades como sus limitaciones. La calidad del ladrillo empezó a
perderse al comenzar a ser aplanado, lo que impedía cada vez más apreciar
su acabado, menciona Carlos Mijares.
Las obras de los autores que mostramos para ilustrar el tema fueron elegidas 17 En Alfonso Ramírez Ponce, op. cit.
18 En entrevista de la autora a Carlos
por su carácter paradigmático en la elección de tecnologías vernáculas –ma- Mijares.
teriales y mano de obra– para crear espacios de alta calidad ambiental y una
Conclusiones
Terminología
Broto, Carles, Diccionario visual de arquitectura, Barcelona, Structure, 2005, pp.
116, 117, 118, 182, 183, 184.
Medel, Vicente, Diccionario Mexicano de Arquitectura, México, Inbursa, 1994,
pp. 215 y 305.
D. K. Ching, Francis, Diccionario Visual de Arquitectura, México, gg, 1997, pp.
177-178.
Manufactura
Moreno, Franco G., El ladrillo en la construcción, Barcelona, Ad Ceac, 1981.
Smith S., La obra de fábrica de ladrillo, Barcelona, Blume, 1976.
Historia del ladrillo
Campbell, James W. P., Ladrillo: historia universal, Barcelona, Blume, 2004.
Obra de autores
Ricalde, Humberto, “Carlos Mijares Bracho: hablar en arquitectura”, en Bitácora
Arquitectura, núm. 16, México, Facultad de Arquitectura, unam, 2007.
Santa María, Rodolfo, Carlos Mijares, tiempo y otras construcciones, Bogotá, Esca-
la (Colección Somosur), 1989.
Mijares Bracho C., Tránsitos y demoras: esbozos sobre el quehacer arquitectónico,
México, Facultad de Arquitectura, unam, 2008.
Solís Ávila, L. F., Principios estructurales en la arquitectura mexicana, México,
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Archivo de Arquitectos Mexicanos, Sótano de la biblioteca, fa, unam: Imágenes
y texto: Iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Ciudad Hidalgo, 1969-
1984.
Archivo: 1/17 barra 7; Christ Church, Parroquia en Lomas de Chapultepec, México,
d.f.: 1999-02 Anteproyecto 10/414; 1999-03 Proyecto 10/416; 1988 Antepro-
yecto 7/304 (esquemas y croquis) 1971 (revistas y publicaciones) 7/306; S/f c.c
Planos varios 8/323.
Obra del arquitecto Alfonso Ramírez Ponce, en http://www.arponce.itgo.com
Hurtado Azpeitia, María Eugenia, “Bóvedas de suspiro y barro. Entrevista a Al-
fonso Ramírez Ponce”, en Bitácora Arquitectura, núm. 7, México, Facultad de
Arquitectura, unam.
González Lobo, C., Vivienda y ciudad posibles, Santa Fe de Bogotá, Escala, 1998.
Ramírez Ponce, A., “Un pensamiento que se habita. Arquitectura de Carlos Gon-
zález Lobo”, en Bitácora Arquitectura, núm. 19, México, Facultad de Arquitec-
tura, 2009.
Conferencia en la Facultad de Arquitectura de la unam, 16 de noviembre de 2011
con motivo de la distinción de la uia. Premio Vassilis Sgoutas 2011, Categoría
Colectiva.
Flores Villasana, Ricardo, Laberynthus rfv. 1948-1998… un proceso en el tiempo,
México, Facultad de Arquitectura, unam, 2000.
Dieste, Eladio, La estructura cerámica, Bogotá, Escala, 1987.
Castro, Ricardo, Salmona, Bogotá, Villegas Editores, 1998.
Tarragó, Salvador, La modernidad en la obra de Eduardo Torroja, Colegio de Inge-
nieros de Caminos, Madrid, Canales y Puertos, Ediciones Turner, 1979.
Introducción
México por su condición geográfica posee una flora por enfocarse a resolver claros cortos con elementos de
donde aún se pueden identificar varias especies de ma- madera enteriza, de los cuales permanecen varios ejem-
dera con características particulares entre sí, que han plos, sin embargo al tratar de interpretar su evolución
permitido resolver de manera notable varios géneros de podemos decir que cuando las actividades del usuario
construcción desde épocas lejanas. Dicha experiencia demandaron espacios con claros mayores, los elemen-
empieza con la construcción tradicional a través del ofi- tos de madera enteriza empezaron a resultar pesados y
cio de la “carpintería de armar” que ha dado pie a varias a complicar la maniobra durante el proceso constructivo.
innovaciones en éste campo, desde el momento en que Es decir, para claros grandes un sistema estructural con-
los artesanos empezaron a identificar diversas caracte- formado mediante escuadrías simples o posteriormente
rísticas del material, idóneas para resolver solicitaciones sistemas de alfarje, que ahora en arquitectura asociamos
acordes a cada uso. Sin embargo también hay que tener a los denominados “resistente por masa”, dejaban de ser
en cuenta particularidades que en algunas ocasiones han aconsejables. Ante esa circunstancia, apareció la necesi-
llevado a rechazar injustamente a éste noble material, y dad de empezar a crear soluciones más ligeras, capaces
que se basan principalmente en la durabilidad, combus- de disminuir las secciones. Dicho proceso dio origen en
tibilidad, variaciones volumétricas por humedad, putre- primer lugar, al concepto que ahora conocemos como
facción y destrucción ocasionada por insectos. Aquí en “barras y nudos” que se ejemplifica con la tipología de
México, todos éstos inconvenientes desde mediados del las armaduras a dos aguas, conformadas mediante pie-
siglo xx, pueden inhibirse en su totalidad con tratamien- zas de secciones pequeñas para constituir sus cuerdas,
tos accesibles internos o externos capaces de incrementar montantes y diagonales, las cuales además de ser ligeras,
notablemente su durabilidad como lo demuestran varios transmiten cargas puntuales hacia los apoyos, mediante
ejemplos que más adelante se describen, por lo tanto es esfuerzos de tracción o compresión en sus miembros, si-
incorrecto señalar a priori que la madera sea perecedera. tuación que permite apoyarlos sobre columnas esbeltas,
Lo que sí hay que tener en cuenta desde que se concibe sin ninguna situación de riesgo.
un diseño a materializarse con madera, es la necesidad
de protegerla de los rayos solares y de la humedad, ya que Fundamentos sobre la construcción con madera
estos factores son agentes degradantes de primer orden.
Como sabemos, la “carpintería de armar” que aún guar- Desde inicios del siglo xx, la “carpintería de armar”, re-
da estrecha vinculación con la construcción tradicional surgió con gran fuerza, debido en principio a necesidades
parece estar en decadencia, debido a diversas circunstan- derivadas de la primera guerra mundial (1914–1918), que
cias tanto culturales como económicas, sin embargo desde exigió a los constructores diseñar sistemas estructurales ca-
el punto de vista estructural, siempre ha sido caracterizada paces de librar mayores claros racionalizando el uso de la
91
madera. Después de ese momento histórico varias discipli- una, que no proviene de un esfuerzo o de una deformación
nas registraron avances que dieron origen a la tecnología longitudinal como la relación que estableció el matemáti-
de la madera laminada, que consiste en la conformación co francés Simón Daniel Poisson, sino la que ocurre por
de elementos estructurales mediante series de tablas unidas un cambio de temperatura denominada “deformación
con resinas, complementando ocasionalmente su acción por dilatación térmica” que cuando es impedida, causa es-
con la presión de pernos o abrazaderas que las hacen soli- fuerzos en los elementos, debido a que se restringe la libre
darias entre sí, de ésta forma se disminuye el desperdicio y dilatación. Ante ese escenario resulta importante cuantifi-
mejoran las propiedades mecánicas de la madera enteriza car las deformaciones por cambios de temperatura.
usada convencionalmente en secciones rectangulares. Este tema adquiere mayor relevancia en estructuras de
La madera laminada de origen industrial ofrece a la ar- mayor escala expuestas a variaciones de temperatura y
quitectura la posibilidad de disponer elementos con seccio- porque en la actualidad los climas tienden a hacerse extre-
nes geométricas innovadoras. En esencia dicha tecnología mosos, por lo que es indispensable diseñar juntas adecuadas,
permite sacarle máximo rendimiento al material natural y aunado a que una característica de los diseños actuales
su desarrollo se enfoca en racionalizar las secciones sim- es que suelen incorporar a distintos materiales. Dicho fe-
ples, por unas que ofrecen mayor eficacia como las seccio- nómeno de expansión térmica suele revisarse a través del
nes “i”, “t” y tubulares para configurar elementos lineales coeficiente de dilatación térmica denominado con la letra
o curvos. El concepto de la madera laminada es que todas griega a, para cada material, por ejemplo el a de la madera
las cargas se transmitan por la madera y en última instancia es 3 x 10-6, del acero de alta resistencia y del concreto es
por el adhesivo, por lo que éste sólo puede presentar pro- 12 x 10-6.
blemas de fatiga, es decir de deformaciones. Sin embargo En la práctica estos valores suelen expresarse así, por
en la actualidad se ha demostrado que varias fallas ocu- tener varios decimales que indican la deformación del ma-
rridas en estructuras de madera se deben a problemas de terial por variación de cada 1°C, y al analizase corroboran
diseño y desconocimiento sobre los fundamentos de cons- que la madera presenta buena estabilidad y es cuatro veces
trucción con éste material, más que al adhesivo o la mala más estable ante cambios de temperatura que el acero y el
calidad de la madera utilizada. Por ello a continuación se concreto, sin embargo la compatibilidad de éstos últimos,
explicarán algunos conceptos básicos, con el fin de ofrecer fundamentan la tecnología del concreto reforzado.
información para diseñar estructuras de madera. La madera posee excelente resistencia al fuego, esto
La madera es un material homogéneo, de conducta significa que en vez de fundirse primero arde y empieza
elastoplástica ya que antes de fallar presenta una etapa li- a quemarse (carbonizarse) lentamente, conservando sus
neal elástica y después una plástica, por lo tanto resulta propiedades mecánicas, este proceso de carbonización,
apta para emplearse estructuralmente. Respecto al cono- aproximadamente es de 4 cm por hora. En contraste con
cimiento sobre su desempeño mecánico, es importante materiales incombustibles como el acero que pierde sus
señalar que existe información valiosa, sobre sus esfuer- propiedades a los 250 °C, cuando a esa temperatura la
zos y deformaciones de diseño, sin embargo es impor- madera apenas empieza a arder y disminuye su resisten-
tante relacionarlos con la especie a utilizar, el grado de cia a medida que la carbonización disminuye la sección
humedad que imperará in situ y verificar un factor de se- de un elemento. Por ello es que las construcciones de ma-
guridad que permita reducir márgenes de error sobre el dera presentan un buen desempeño ante el fuego, contra-
trabajo permisible. rio a la creencia de la mayoría de las personas.
Respecto al tema de las deformaciones reversibles e La situación se mejora mucho cuando se decide una
irreversibles, es importante tener mayor consciencia sobre protección suplementaria contra el fuego ya que la poca
Adhesivos
Conexiones
La academia
vidrio, lámina, a tal grado que existe una carencia de profesionales, técnicos
y artesanos debidamente preparados para aprovechar las propiedades del
material al máximo.
Respecto a la enseñanza, el tema de la madera probablemente está con-
templado en todos los planes de estudio de las licenciaturas en arquitectura e
ingeniería, sin embargo por diversas circunstancias durante nuestra formación
profesional, percibimos que suelen predominar las temáticas sobre el concreto,
el acero y hasta el final del programa, aparece un espacio para la madera, lo
que resulta que dicho material se trate de manera muy informativa. Esta situa-
ción por supuesto que ha conducido a un franco proceso de extinción de pro-
fesionistas interesados en dicho tema, con fundamentos sólidos para concebir
propuestas de diseño a construirse con madera como material protagonista y
quienes lo hacen es por su gran talento o porque han tenido la oportunidad de
realizar estudios en el extranjero.
Por el año de 1976, cuando el Dr. Jesús Aguirre Cárdenas era director de la
entonces Escuela Nacional de Arquitectura, se promovía el tema de la made-
ra a través del Laboratorio de Estructuras Laminares, mediante el Seminario
de Estructuras Contemporáneas de Madera, que coordinaba el Arq. José Mi-
rafuentes Galván, como un intento para promover la creación de alternativas
formales y constructivas, donde los asistentes identificaban lo probable y
constataban que cada nuevo proyecto se nutría de la experiencia obtenida
en construcciones previas.
El desarrollo de dicho seminario tenía como herramienta directriz el tema
de la geometría, complementada con conceptos estructurales que fundamen-
taban el desarrollo de las estructuras laminares (esbeltas), donde mediante
composiciones creativas buscaban incrementar el desempeño mecánico y
mejorar la rigidez de una estructura esbelta con curvatura para potenciar su
inercia. A pesar de ello, con la aparición de nuevos materiales es de notar-
se que hemos descuidado el tema de la madera, que ha conducido a una
concepción errónea, y para resarcir ésta situación se necesita implementar
programas académicos a corto, mediano y largo plazo hasta alcanzar una só-
lida competitividad profesional. Respecto a la arquitectura e ingeniería, se ha
identificado que los ingenieros por su relación con la obra civil tienen afini-
dad por materiales cada vez más resistentes y los arquitectos por su relación con
Aplicaciones
Chiapas
Chihuahua
Estado de México
Veracruz
Ciudad de México
Puebla
Expectativas
Por supuesto que aún tenemos maderas donde ciertas propiedades sobresa-
len más en unas que en otras. Por ejemplo existen especies más resistentes
a posibles ataques como ocurre con elementos de roble, cedro y maderas
mas macizas como el “chijol” conocido así en Veracruz, que hasta suele
decirse que no requieren tratamientos de protección. Asimismo al tratarse de
un material de construcción renovable, su uso en arquitectura para resolver
cubiertas sigue siendo viable, por lo tanto éste elemento puede significar una
opción para fomentar la construcción con madera. En el medio de la cons-
trucción con madera, predominaba una práctica conservadora, en contraste
a lo que ocurría con otros materiales. Basta recordar la experiencia de los
cascarones de concreto armado en México, que habían florecido desde una
década antes y con amplio reconocimiento internacional.
Ante éste escenario profesional más su talento para interpretar y materiali-
zar proyectos de algunos arquitectos, lo convirtieron en un artífice de propues-
tas innovadoras resueltas con madera como elemento estructural, constructivo
y ornamental, las cuales eran posibles por el desarrollo que en ese momento
ya ofrecían los adhesivos, que permitían actualizar el concepto. En los últimos
años se han investigado materiales alternativos a la madera para solucionar
el problema de la vivienda con materiales sustentables como el bambú, que
puede resarcir circunstancias sobre la crisis maderera, con el objetivo de lograr
impulsarlo mediante normas y reglamentos que promuevan a resolver diseños
y pretendan controlar la aún existente tala ilegal, de proporción inmoderada
en manos de la delincuencia.
Restauración
GLOSARIO
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Introducción
Antecedentes
107
en 1894 con el nombre de “Porfirio Díaz”; su estructura Serrano, ubicado en la esquina de la calle Madero e Isabel la
es completamente de hierro fundido, los muros que lo de- Católica, hoy Museo del Estanquillo; se trata de un edificio
limitan son de tabique de barro prensado y horneado, y con estructura de acero de estilo ecléctico, con un reloj en
sillería de cantera. En 1895, la compañía minera francesa su fachada, que combina elementos neoclásicos con el ba-
El Boleo, establecida en Santa Rosalía, Baja California Sur, rroco francés. Entre 1897 y 1898 se construyó la ferretería
adquirió en Bruselas, Bélgica, una iglesia desarmable de conocida como Casa Boker, ubicada en la esquina que
hierro, también diseñada por Eiffel en 1884, la cual había forman las calles 16 de Septiembre e Isabel la Católica.
ganado un premio en la Exposición Universal de París en Este edificio de tres niveles se destaca por tener una estruc-
1889; posteriormente, en el año 1897 fue traída a Méxi- tura completamente de acero, es decir, columnas, trabes, vi-
co y erigida con el nombre de iglesia de Santa Bárbara. gas, entrepisos y techos de viguetas y bovedillas, incluyendo
Poco tiempo después, en 1899, en Mazatlán, Sinaloa, fue el armado de sus cornisas; fue proyectado por los arquitec-
inaugurado el mercado “José María Pino Suárez”, diseña- tos De Lemos y Cordes, y la obra estuvo bajo la supervisión
do y construido por Francisco Loubet bajo la inspiración del ingeniero Gonzalo Garita. Su fachada es de granito de
de Eiffel; se trata de un edificio con estructura de acero y Nogales y cantera de Pachuca; cuenta además con vistosos
mampostería de tabique recocido de estilo art nouveau, relieves ornamentales de bronce y crestería de latón.
que destaca por su cubierta hecha a base de perfiles de Entre 1903 y 1905 se erigió el Museo del Chopo, obra
distintas medidas y láminas acanaladas de acero. A esta a cargo de los ingenieros Luis Bacmeister y Arturo Rue-
misma época pertenece también el mercado La Paz, situa- las y del arquitecto Hugo Dorner; se localiza en la calle
do en Tlalpan, en la Ciudad de México, construido entre Enrique González Martínez, en la colonia Santa María la
los años 1898 y 1900 por Ismael Zúñiga; se trata de un Ribera. Es un edificio de acero, tabique prensado y cris-
inmueble con cubierta formada por armaduras de acero y tal de estilo jugendstil alemán, equiparable al estilo art
láminas de acero galvanizado, las columnas son de acero nouveau en Francia, diseñado por Bruno Möring. La es-
recubiertas con piedra volcánica y sus muros son de tabi- tructura, tal y como la conocemos, formó parte del pabe-
que prensado y horneado. llón de la Exposición de Arte e Industria Textil de 1902
en Dusseldorf, Alemania; posteriormente fue desarmada
Cronología del uso del acero en la construcción y traída a México por José Landero y Coss para estable-
de edificios cer la Compañía Mexicana de Exposición Permanente. En
1909 fue arrendado a la Secretaría de Instrucción Públi-
El primer edificio de varios niveles en México, con estruc- ca y Bellas Artes. Posteriormente, en 1913, se reinauguró
tura completamente de acero, fue la tienda departamental como el Museo Nacional de Historia Natural, albergando
Las Fábricas de Francia, construido en 1891 por los ar- parte del acervo del Museo Nacional de las Culturas. En
quitectos Ignacio y Eusebio de la Hidalga, en un terreno 1917 el Museo del Chopo pasó a formar parte de la Di-
ubicado en lo que hoy es la calle Venustiano Carranza. rección General de Estudios Biológicos de la Secretaría
Esta obra causó una enorme expectación, sobre todo du- de Agricultura y Fomento; en 1926 se convirtió en sede
rante el proceso de montaje de su estructura fabricada en del Instituto de Biología y en 1964 todo su acervo fue tras-
Bélgica; se pensaba que se trataba de un palacio por lo ladado al nuevo Museo de Historia Natural en Chapul-
que se le dio el nombre de Palacio de Hierro; el edificio tepec. Entre los años 1973 y 1975 fue reabierto como el
fue destruido por un incendio en 1914. Museo Universitario del Chopo, y entre 2006 y 2007 fue
En el año 1892 se construyó el edificio de la joyería La Es- objeto de restauración y se consolidó como un espacio de
meralda, de los arquitectos Eleuterio Méndez y J. Francisco promoción y difusión del arte contemporáneo.
sin modificar su estructura original, la cual está compuesta por ocho marcos de
armadura de cajón tipo Pratt dispuestos en planta en forma de abanico; los mar-
cos constan de dos armaduras paralelas que se unen en cada uno de sus nodos
por otro conjunto de barras en un plano perpendicular al del eje longitudinal de
cada marco, formando así un cajón; los apoyos de cada marco están constitui-
dos por articulaciones que absorben las contracciones y las dilataciones de cada
marco y de la estructura en su conjunto; esto hizo posible librar el gran claro
existente desde el escenario hasta el vestíbulo. Con la reciente remodelación se
le dio gran realce al acceso, ya que tiene una cubierta formada por 21 pares de
armaduras en forma de “V” soportadas por un marco de concreto con cuatro
apoyos; destacan los dos de forma cilíndrica al centro del claro.
El edificio sede del Comité Administrador del Programa Federal de Cons-
trucción de Escuelas (capfce), hoy Instituto Nacional de la Infraestructura
Física Educativa (inifed), fue proyectado por el arquitecto Francisco Artigas
y construido en 1967, siguiendo la corriente internacionalista. Este conjunto
administrativo posee una excepcional sencillez, pureza de líneas y una cui-
dadosa modulación, es de planta rectangular y cuenta con un claro central,
tiene dos niveles y un sótano de estacionamiento; destaca su columnata peri-
metral y el uso de enormes ventanales con cristal color ámbar. Su estructura
de acero hizo posible la armoniosa composición de sus fachadas, tres de las
cuales están formadas por 38 columnas perimetrales de sección cuadrada, y
tanto las columnas como su basamento y su cerramiento, están recubiertos
con mármol blanco de Carrara, con lo cual se logró un resultado excepcional
desde el punto de vista estético.
El Palacio de los Deportes fue construido de 1966 a 1968, e inaugurado con
motivo de los Juegos Olímpicos; el proyecto arquitectónico fue realizado por
los arquitectos Félix Candela, Antonio Peyrí Maciá, Enrique Castañeda Tambo-
rell y Álvaro Sánchez González como residente de obra. Este inmueble, ubi-
cado en la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, funciona como arena
cubierta y es de planta circular para diversos usos. Con esta obra el arquitecto
Conclusión
En esta breve reseña se han incluido los ejemplos más representativos del uso
del acero en la arquitectura en México en el siglo xx, en los que este material
ha hecho posible su perdurabilidad y buen estado de conservación. Resulta
evidente que existen muchos más; no obstante, los aquí mencionados son un
referente por su aportación estructural, lo que nos permite vislumbrar las po-
tencialidades que ofrece el uso del acero en la conformación de los sistemas
estructurales de la nueva arquitectura mexicana.
BIBLIOGRAFÍA
121
Contribuciones de los prefabricados
a la arquitectura del siglo xx
123
6 A. H. Allen, Introducción al concreto
presforzado, México, Instituto carga y envolventes hechas con albañilería de bloques macizos de barro
Mexicano del Cemento y del
Concreto, 1986, p 11. recocido o de concreto, recubiertas de aplanados de morteros varios), la so-
7 Dos razones principales
intensifican la prefabricación ciedad en su conjunto aceptaba por convicción y consenso durante la última
en la posguerra. La primera es mitad del siglo xx, cada vez más nuevos elementos prefabricados, precola-
precisamente una necesidad
nacional apremiante de dos y pretensados, experimentándolos y aplicándolos favorablemente en sus
reconstrucción rápida de las viviendas, edificios y ciudades, de manera siempre mixta y conjugada con
ciudades destruidas, que motiva
a muchos países a confiar sus procesos tradicionales ya aceptados, la mayoría de las veces en acciones
sus esfuerzos y recursos en
el diseño y la aplicación de de autoconstrucción y autorenovación.
novedosos sistemas constructivos En este orden de ideas, los primeros componentes prefabricados con am-
prefabricados. La segunda es
que un sinnúmero de empresas plio impacto y uso generalizado en la sociedad mexicana aparecieron du-
dedicadas a la industria bélica
deben entonces sobrevivir en la rante el tercio medio del siglo xx, inmediatamente después de la segunda
posguerra cambiando su producto Guerra Mundial,6 más como introducción comercial proveniente de empre-
ofrecido hacia los nuevos sistemas
prefabricados. México no vive sas estadunidenses en búsqueda de expansión de mercados que como una
esta devastación, por lo que su respuesta a las verdaderas necesidades constructivas de nuestra nación.7 Se
necesidad de tales sistemas no
es apremiante, convirtiéndose utilizaron, así, los ocho patrones de diseño básicos que debe contener cual-
en blanco comercial de las
industrias durante la inserción quier sistema constructivo prefabricado moderno: sistematización, indus-
de estos primeros productos en trialización con comercialización, modulación con coordinación modular,
la arquitectura mexicana. Esto
puede explicar en mucho la racionalización, normalización con coordinación dimensional, transportabi-
clara coexistencia y declarada
preponderancia del sistema lidad y movilidad, intercambiabilidad, e interconectividad con continuidad
tradicional semiartesanal ya estructural. Para 1960 ya habían entrado al mercado comercial de la industria
mencionado, sobre los nuevos
componentes prefabricados de la construcción, con fábricas mexicanas que se establecieron ex profeso,
ofrecidos, principalmente en aprovechando asociaciones comerciales con el extranjero y recibiendo trans-
vivienda, en el gusto y uso de la
población mexicana hasta finales ferencias tecnológicas, bloques huecos para muros de concreto8 y adoquines
del siglo xx y la primera década
del xxi. de cemento en pavimentos,9 además de bloques huecos de barro prensado
8 vaci 531r. Diseño y construcción de para muros –hoy tan usados en México principalmente en edificios para la
estructuras de bloques de concreto,
Instituto Mexicano del Cemento y educación, la salud y la investigación–, así como los ladrillos y las baldosas
del Concreto, México, Instituto
Mexicano de Cemento y del de barro comprimido utilizados en conjuntos habitacionales mexicanos re-
concreto, Limusa, 1990, pp. 91- currentemente. En las cimentaciones profundas se aplicaron los pilotes de
106.
9 Fue en Holanda, en la década concreto precolado con juntas soldadas, sustituyendo sistemas de pilotes
de 1950, donde el adoquín monolíticos de concreto donde la profundidad de diseño lo demandaba.10
de concreto en pavimentos
hizo su aparición profusa Entre 1955 y 1970, dos sistemas de entrepiso y cubierta fundamentales
como solución industrializada
exitosa arquitectónica y urbana, para la arquitectura mexicana de la época hicieron su aparición y se estable-
generando una influencia en cieron como opciones aceptadas por los constructores mexicanos, abriendo
países vecinos y Estados Unidos
(cf. Lilley, p. 15). la confianza y el mercado para sistemas constructivos prefabricados poste-
10 Cf. Barbará, Tomo I, 1982, pp.
94-96 riores más complejos y pesados.11 El primero en viviendas económicas y
11 Angus J. Mac Donald, Structure & residenciales: la vigueta larguero de concreto pretensada y la bovedilla de
Architecture, Oxford Architectural
Press, 2001, pp. 60-67. concreto simple precolada, unidas con un firme con malla electrosoldada a
12 Conocido popular y cadenas perimetrales de concreto armado colados in situ.12 El segundo en
comercialmente como sistema
constructivo vibosa®. edificios de oficinas y comercios: el entrepiso reticular celulado, construido
con base en bloques precolados de concreto simple, en forma de cajones
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Introducción
La arquitectura textil se conforma por toda obra construi- son: “estructuras en forma de silla de montar, estructuras de
da, que tiene como estructura principal una membrana tienda y lonarias o carpas”, en un lenguaje más coloquial.
flexible fabricada a través de tejidos sometidos a fuerzas de La arquitectura textil, y en particular las estructuras ve-
tracción para lograr su rigidez y configurar el espacio ha- larias, pueden diferenciarse de otros sistemas estructura-
bitable. Neumáticas y velarias son dos formas estructurales les convencionales principalmente por su ligereza. Esta
que se insertan en este tipo de arquitectura, cuya diferencia propiedad permite cubrir grandes espacios con una míni-
estriba básicamente en la manera de lograr su tensión en ma cantidad de material, ya que su rigidez se obtiene con
conjunto con el tipo de superficie que las configura. En el flujo de las fuerzas a través de la forma anticlástica de
las primeras, es condición que la superficie que define la su superficie, evitando así la presencia de la flexión, de
forma sea de tipo sinclástica, ya que la forma responde de tal suerte que forma y estructura se asocian de modo indi-
manera más eficiente a la presión de aire interno, necesa- visible, generando estructuras ligeras sumamente eficien-
ria para lograr su estabilidad. Por otra parte, las estructuras tes con una magnífica calidad estética. Estas condiciones
velarias tienen como superficie ideal la forma anticlástica, formales nos permiten tener algunas tipologías básicas,
cuya geometría logra su rigidez a través de la tracción que dentro de las cuales podemos encontrar paraboloides hi-
le genera una estructura de segundo orden, compuesta por perbólicos, valles con crestas, conos y arcos.
arcos o postes con cables a la membrana textil. Este texto
trata sobre la utilización de textiles como sistema estruc- Orígenes y antecedentes sobre el uso de textiles
tural aplicado a la arquitectura y su desarrollo en México en la arquitectura
durante la segunda mitad siglo xx.
La confección y utilización de membranas textiles por el ser
¿Velarias, tensoestructuras o estructuras ligeras? humano corresponde a una de las prácticas más antiguas
que éste realizaba para obtener cobijo. Entre las tribus nó-
Velaria proviene del latín velum: en español velo, tela, cor- madas de la antigüedad y algunas de hoy en día es común
tina, o vela de barco; o bien, velarium: membrana para ge- observar la aplicación de textiles o pieles de animales sopor-
nerar sombra sobre la audiencia de los teatros y anfiteatros tados con troncos de madera para construir habitaciones.
romanos; sin embargo, existen varios términos alternativos, Otro de los referentes históricos más importantes apare-
los cuales varían de acuerdo con el país o zona geográfi- ce en los vestigios de los teatros y anfiteatros romanos, los
ca de que se trate. Por ejemplo, en España son reconocidas cuales permiten afirmar que el velarium fue una práctica ar-
como “estructuras superficiales tensadas” y en México más quitectónica común, aunque no es posible asegurar que los
recientemente se ha adoptado el término usado en Centro y romanos conocieron e identificaron la propiedad de dar ri-
Sudamérica: “tensoestructuras”, debido a su comportamien- gidez a la membrana a través de la doble curvatura inversa.1
to estructural. Otros términos con los cuales se les reconoce
133
Tienda de tribus nómadas. Juan
Gerardo Oliva Salinas, 1990
importante de los elementos de la arquitectura–, después el uso de membranas y redes de cables, a través de una
la plataforma o terraza de tierra, desplantada sobre ésta el serie de proyectos arquitectónicos con distintas tipologías.
techo sobre columnas y, finalmente, la pared o valla de Luego de esa etapa de investigación, Frei Otto inició la
cortinas textiles.”3 construcción de pequeñas cubiertas fabricadas con textiles
con el apoyo de Peter Stromeyer, socio de la mayor fábrica
Antes que los hombres pensaran en construir coberti- de tiendas y carpas en Europa. En 1955 diseñó en Kassel,
zos, bardas o cabañas, se reunían alrededor de la ho- Alemania, tres pequeños proyectos para la Feria Federal de
guera, que los mantenía calientes y secos y en la que Jardinería: el Pabellón de Música, los Hongos y la Maripo-
preparaban sus sencillas comidas. La hoguera es el sa. La planeación y realización de estas estructuras duró
germen, el embrión, de todas las instituciones sociales solamente seis semanas. El Pabellón de Música es la pri-
[…] Se necesitaron cerramientos, bardas y paredes para mera velaria de Otto en forma de paraboloide hiperbólico,
proteger la hoguera y fueron necesarios terraplenes para con dos puntos altos, dos bajos y cables de acero de 16
protegerla de las inundaciones […] de esta manera los mm de diámetro en los bordes, que traccionan una mem-
cuatro elementos de la construcción primitiva surgieron brana blanca de fibras de algodón. La estructura salva un
de las necesidades más inmediatas: el techo, el terra- claro de 18 m, y los postes para fijar los puntos altos son
plén, el cerramiento y, como centro espiritual de todo, de madera de pino. Los Hongos son las primeras construc-
la hoguera, el hogar social.4 ciones en forma de almohada, construidas con una doble
membrana de tejidos de algodón blanco, sobre un marco
Tal visión de la arquitectura, que requiere de una estructura circular de madera de 6.5 m de diámetro, y la Mariposa fue
portante y un recubrimiento ligero (análogo a una cortina la primera cubierta velaria ondulada construida por Otto,
o tejido) ha tenido una gran cantidad de ejemplos, acu- salvando un claro de 17 m.
nados en su mayoría dentro del movimiento moderno y Más tarde, en 1957, Frei Otto diseñó la Tienda con la
actualmente esta postura, que se contrapone a las gran- fuente bailadora (Tanzbrunnenzelt) para la Feria de Jardine-
des estructuras masivas, es totalmente vigente y encuentra ría Federal en la ciudad de Colonia, Alemania, cubriendo
campo fértil en la arquitectura textil contemporánea. una superficie de 684 m2. Se inició así un auge, principal-
mente en los países industrializados, en el diseño y cons-
Las primeras velarias en el contexto internacional trucción de velarias y en el desarrollo tecnológico de las
hacia la segunda mitad del siglo xx membranas, a través de empresas asentadas sobre todo en
Alemania, Japón, Francia y Estados Unidos.
La concepción en el uso de textiles como sistema estructu- Los estudios desarrollados por Frei Otto para encontrar
ral empezó hasta la segunda mitad del siglo xx, cuando el la forma más adecuada a sus proyectos, establecen que
profesor Frei Otto (1925, Siegmar/Sachsen, Alemania), pre- una película de jabón sobre un borde rígido o flexible
sentó en 1954 su disertación doctoral La cubierta colgante es la forma ideal para la construcción de una cubierta
(Das Hängende Dach) en la Universidad Técnica de Berlín, velaria, ya que todas las tensiones sobre la superficie son
motivado por una entrevista que sostuvo hacia 1950 con homogéneas. De esta manera los primeros procesos para
el ingeniero Fred Severeud en Nueva York, autor en con- determinar la forma de una estructura de membrana a
junto con el arquitecto Matthew Nowicky de la Arena de tracción, consistía en elaborar modelos físicos con solu-
Raleigh, en Carolina del Norte, Estados Unidos. En dicha ciones jabonosas, que permitían ser fotografiadas para su
disertación describió la evolución de las cubiertas colgan- posterior análisis. Desafortunadamente estas soluciones
tes, los distintos materiales y fundamentos estructurales en eran demasiado efímeras y fueron sustituidas por modelos
en la mano de obra en nuestro país, entre otros factores, •• Almacenamiento: desmontada ocupa poco lugar.
y comenzó su desaparición. •• Cimentación: no precisa nada especial, basta un pe-
queño anclaje a tracción.
En este contexto se inserta el arquitecto José Mirafuen-
tes Galván (1934-1992), a quien se le puede considerar
el precursor en el uso de textiles aplicados como estruc- Se disponía de diez días para la preparación. La peculiar
tura arquitectónica en México. Durante la década de 1960 coloración de las tiendas se explica por la dificultad de
colaboró con Frei Otto en el Instituto de Estructuras Super- suministro. En tan poco tiempo no fue posible encontrar
ficiales Ligeras, y a su regreso a México dirigió el Labora- suficiente tela en México. El día de la inauguración, de
torio de Estructuras Laminares dentro del recién creado 30 tiendas se tuvieron que desmontar 20 y montarlas
Centro de Investigaciones Arquitectónicas de la unam. al cabo de tres horas en otro lugar. Con la prisa no se
De esta forma los estudiantes de la Escuela de Arquitec- podían colocar los anclajes, y los tiestos con plantas
tura, a la par de los cascarones de concreto armado, em- tuvieron que hacer el papel de puntos de sujeción.5
pezaron a conocer las nuevas alternativas en el desarrollo
científico y tecnológico aplicado en estructuras ligeras, El proyecto más significativo del arquitecto Mirafuentes,
que el arquitecto José Mirafuentes tuvo oportunidad de que destaca por su magnitud, fue el diseño y construcción
aprender y trasladar a nuestro país. de la cubierta para el patio central de Palacio Nacional
En comparación con el trabajo de otros arquitectos, en la Ciudad de México, realizada con motivo de la re-
como el mismo Félix Candela, existen muy pocas fuentes en cepción para la reina Isabel de Inglaterra en su visita a
las que pueda observarse a detalle el trabajo del arquitecto México en 1975. La estructura, de 60 m x 60 m, cubría
Mirafuentes; sólo hay referencias aisladas, como las memo- aproximadamente 3 600 m2 y fue utilizada posteriormente
rias del Seminario de Arquitectura Adaptable organizado por como hospital temporal. Durante este periodo, el desarrollo
el Instituto de Estructuras Ligeras, publicadas hacia 1979, de las membranas textiles como material constructivo co-
en donde se reporta la construcción de varios proyectos. menzaba un proceso de transformación en México. Los
Entre éstos, es posible identificar una sala de usos múltiples textiles tradicionales con fibras de algodón recubiertos
destinada a una exposición en el Club de Leones, en la con parafina empezaron a sustituirse por tejidos de fibras de
cual se describe una cubierta desarrollada por alumnos poliéster recubiertas con pvc, proporcionando mayor li-
de la Escuela de Arquitectura de México (hoy Facultad de gereza y resistencia contra el agua y la intemperie a las
Arquitectura de la unam) con las siguientes características: membranas.
En este punto cabe mencionar un fenómeno que se
•• Forma: tienda en forma de paraboloide hiperbólico, manifestó y prevaleció posteriormente. Al igual que Frei
combinada con dos tiendas de ábside cónicas, am- Otto trabajó en conjunto con Peter Stromeyer, aportan-
pliable por adición de partes iguales. do ambos los conocimientos teóricos y prácticos que la
•• Montaje: dos hombres necesitan 15 minutos para experiencia les brindó para la solución de un proyecto
montar cada tienda. en específico, en México el arquitecto José Mirafuentes
La última década del siglo xx trajo consigo una serie de avances científicos y
tecnológicos principalmente en materia de computación y nuevos materia-
les. La arquitectura, y en particular las estructuras velarias, no fueron ajenas
a estos avances y así aparecieron en la escena programas de software espe-
cializados para el diseño y construcción de arquitectura textil. Esta potente
herramienta, sumada a la creación de textiles de mayor resistencia mecánica
y recubrimientos plásticos con mayor resistencia al deterioro, detonó el pro-
greso en el diseño y construcción de la arquitectura textil en todo el mundo,
además de abrir nuevos campos de investigación en materia de determina-
ción de la forma, análisis estructural y la manufactura de cubiertas velarias.
En este contexto, los años noventa también trajeron consigo el falleci-
miento del arquitecto José Mirafuentes Galván, de manera que el Laboratorio
de Estructuras Laminares que fundara en los años setenta cambió su nombre
por el de Laboratorio de Estructuras en 1994. A partir de entonces, y hasta la
fecha, en este recinto se han diseñado de manera ininterrumpida proyectos
profesionales y de investigación vinculados con el sector público y privado
en donde predominan las estructuras velarias.
Algunos proyectos de investigación se han realizado con financiamiento del
Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de
la unam, como la cubierta modular de usos múltiples Modunam realizada en
1995 o Moduteatro en 1998, las cuales tienen la particularidad de ser estructuras
de fácil transporte y rápido montaje, con poco espacio para su almacenamiento;
además son ejemplos de la aplicación de membranas textiles para soluciones
concretas de problemas reales en el diseño de cubiertas temporales.
En esta misma línea puede citarse la cubierta del patio central de Palacio de
Minería, que fue diseñada por el Laboratorio de Estructuras después de obtener
el primer lugar en el concurso que convocó la unam en 1999, para el diseño
de cubiertas tipo para patios de edificios inmuebles de la misma institución.
En concreto
143
o “cascarones” de diversos tipos: bóvedas cilíndricas, conoides, paraboloides
hiperbólicos, “paraguas”).
Los arquitectos han aprovechado, en mayor o menor medida y con me-
jor o peor fortuna, las bondades de este material desde que su utilización
se generalizó en nuestro país a partir del periodo posrevolucionario. Es por
eso que pretender abarcar en unas cuantas páginas el papel que el concreto
armado ha jugado en la arquitectura mexicana del siglo xx es una tarea com-
pleja y difícil de acometer. Este ensayo aborda los orígenes europeos de esta
tecnología, su incorporación a la industria nacional de la construcción y la
evolución que su uso ha tenido en México desde sus primeras aplicaciones
hasta los últimos años, intentando identificar las expresiones que pueden
considerarse más propias de nuestra arquitectura, aquellas que permiten di-
ferenciarla de la de tantos otros países en los que la “piedra del siglo xx”,
como le llamó Le Corbusier,2 generó una homogeneidad estética evidente
alrededor del mundo. Entre estas expresiones más “mexicanas” destacan, por
un lado, la forma ingeniosa y económica de cubrir espacios con "cascarones"
de concreto armado y, por otro, el aprovechamiento de las cualidades estéti-
cas y tectónicas del concreto aparente.
sofocar la sublevación maya durante la guerra de castas, Cementos Hidalgo (1906), Cementos Cruz Azul (1907) y
y habían establecido relación con la clase pudiente de la Cementos Tolteca (1909), tres grandes industrias que tenían
región forjada en la industria henequenera, de donde sur- a su cargo toda la producción del país pero que no podían
gió el proyecto para levantar la nueva sede de la ferretería colocarla en mercados distantes (más allá de 250 km) por
El Candado, cuyo edificio original había sido consumido los altos costos del transporte. La industria metalúrgica tam-
por un incendio en 1902. Apenas unos meses después del bién estuvo a cargo de un consorcio de gran dimensión, la
siniestro, Ortiz Monasterio convencía a los dueños de uti- Compañía Fundidora de Hierro y Acero de Monterrey que
lizar la innovadora tecnología esgrimiendo entre sus argu- se impuso a las pequeñas fundiciones que se desarrollaban
mentos la rapidez de construcción, las ventajas de la planta en el país.11
libre y, desde luego, su eficaz resistencia al fuego.8 El mo- El estallido de la Revolución mexicana vino a interrum-
derno edificio se inauguró en Mérida a finales de 1903; pir el proceso de desarrollo que la tecnología del concreto
hasta entonces, la piedra del siglo xx sólo se había apli- armado había iniciado en el porfirismo. Con el adveni-
cado de forma limitada en determinados encargos, como miento de los gobiernos posrevolucionarios surgieron
el sótano construido el año anterior en una pequeña casa empresas de capital nacional y se dieron fusiones como
comercial del Distrito Federal, que “fue la primera obra de el caso de Cementos Monterrey con Cementos Hidalgo
cemento armado construida en México, bien insignificante para crear Cementos Mexicanos (Cemex, que es hoy una
por cierto”,9 y empezaba a utilizarse en obras de infraes- de las cementeras más importantes a nivel mundial). Más
tructura como la cimentación para el edificio de la Secre- tarde, la crisis de 1929 y los depresivos años treinta
taría de Relaciones Exteriores, de Federico Mariscal, o el afectaron a la industria nacional en su conjunto, con la
acueducto de Xochimilco.10 excepción de las industrias del cemento y el acero que co-
nocieron diferente suerte pues el gobierno federal financió
La industria del concreto en México diversos proyectos de obra pública que las beneficiaron.
Ambas industrias utilizaron en mayor medida su capaci-
Una vez obtenidos los derechos de explotación de la patente dad técnica instalada –subutilizada desde el porfirismo–
de Hennebique, y como parte de los esfuerzos por implantar para cubrir la demanda gubernamental de materiales de
la nueva tecnología en el mercado mexicano, era menester construcción para infraestructura, con lo que obtuvieron
contar con la materia prima necesaria para la fabricación del jugosas ganancias. Fueron de las pocas ramas de la indus-
concreto armado pues hasta entonces el grueso del cemento tria que incrementaron su producción en aquella época,
y el acero que se utilizaba en el país se importaba de Europa. y en el caso de la cementera reinvirtió sus ganancias en
Entre las industrias de transformación que se desarrollaron nuevas plantas y equipo.12
hacia el final del porfirismo y que cobraron una destacada La Segunda Guerra Mundial fue detonante para el arri-
dimensión en el siglo xx, se distinguen de manera relevante bo del proceso conocido como Industrialización por Sus-
aquellas ligadas a la construcción, que desempeñaron un titución de Importaciones (1939-1952) caracterizado por
papel protagónico en el desarrollo económico de México, una fuerte participación del Estado en la economía. Se
incluso hasta nuestros días. En sus inicios, las industrias na- trataba de una respuesta a los efectos de la crisis de 1929
cionales del cemento y el acero dependieron de la tecnolo- y los años de la conflagración mundial que limitaron los
gía foránea, por lo que la mayoría de su maquinaria y de los intercambios comerciales internacionales, por lo que los
técnicos que la operaban se importaron desde países indus- países con cierta infraestructura industrial –como Méxi-
trializados, en particular de Inglaterra y Bélgica. Las prime- co– pudieron desarrollarla y sustituir algunos productos
ras empresas cementeras instaladas en nuestro país fueron manufacturados, que antes se adquirían en el exterior, por
Un rubro en el que la piedra del siglo xx se expresó con toda su fuerza, ade-
más de que aportó pingües ganancias a la industria de la construcción por los
abundantes volúmenes de material utilizado, fue el de los grandes recintos para
13 De la Peña, 2006.
espectáculos deportivos o de otra índole– que han sido desde la antigüedad (pen- 14 Plana, 2004.
semos en el Coliseo romano) ejemplo de fusión entre ingeniería y arquitectura. 15 El antecedente directo de esta
obra fue el Estadio Nacional
En el caso del México posrevolucionario, el ingeniero Modesto Rolland (1881- (México d.f., 1924, demolido
en 1950), del arquitecto José
1965) jugó un papel importante en el apuntalamiento de esta industria y en la Villagrán García y el ingeniero
aceptación del concreto armado entre la sociedad cuando construyó, en 1926, Federico Méndez Rivas, que tenía
la misma planta de herradura
el Estadio Heriberto Jara en Xalapa, Veracruz, primer recinto deportivo resuelto pero una estructura de hierro
y mampostería. Para mayor
íntegramente en concreto armado, donde las gradas en forma de herradura se información de éste y otros
apoyan directamente en el terreno aprovechando su hondonada natural; sobre recintos deportivos del país, ver:
Díaz, 2011.
ellas, en la sección semicircular de la herradura, se levanta una grácil cubierta en
cantilíver que protege el acceso, la circulación principal y parte del graderío.15
El alma de concreto de la arquitectura Federico Mariscal, Juan Segura, Carlos Obregón Santaci-
moderna mexicana lia, Francisco J. Serrano y Antonio Muñoz, entre las que
destacan los edificios Durkin (1927), Ermita (1930), Guar-
Tras la crisis que sufrió la industria de la construcción duran- diola (1938) y Basurto (1942), y el Centro Escolar Revolu-
te la Revolución (1910-1920), sobrevino la época de auge ción (1934), respectivamente.22 El magnífico edificio del
del concreto armado. La introducción del nuevo material Banco de México en el malecón de Veracruz, construido
al contexto mexicano no fue “miel sobre hojuelas” pues la por Carlos Lazo en 1952, puede considerarse como un
sociedad y los propios encargados de la construcción eran ejemplo destacado y tardío de esta corriente.
reticentes a incorporar una técnica que resultaba un tanto Pero fue en la arquitectura pública donde la “piedra del
exótica y ajena a la idiosincrasia nacional. Sin las estrategias siglo xx” empezó a ganar la confianza de la sociedad en
de publicidad que se llevaron a cabo en el periodo posre- general, y de diseñadores y constructores en particular. Los
volucionario, el concreto armado no hubiera llegado a tener gobiernos posrevolucionarios emprendieron ambiciosos
el despunte del que gozó en años posteriores. En el proceso programas de construcción de edificios escolares, de vivien-
de aceptación jugó un papel fundamental la propaganda da y de salud, donde cristalizó el funcionalismo mexicano
realizada en la prensa escrita, a través de artículos periodís- con el uso de concreto armado en estructuras, entrepisos y
ticos en diarios como Excélsior y de revistas como Tolteca cubiertas. Atendiendo al principio de “honestidad del ma-
y Cemento, donde destacó la labor del publicista Federico terial” esgrimido por José Villagrán García en su cátedra de
Sánchez Fogarty en la promoción del uso del cemento, al teoría en la Escuela Nacional de Arquitectura de la unam,
que bautizó como “polvo mágico”.20 los arquitectos de la época solían utilizar el recurso pragmá-
Entre los muchos artículos publicados sobre el tema, tico y económico de dejar a la vista la estructura de concreto
cabe destacar el texto “Sobre los usos del cemento Port- y resolver los muros de cerramiento con ladrillo aparente,
land en construcciones y artefactos destinados a ellas, pintado o con aplanado de mortero, y la ventanería con
desde el punto de vista decorativo” de Bernardo Calderón sencillos perfiles metálicos, lo que dio como resultado una
y Vicente Mendiola, publicado en la Revista Mexicana estética austera que fue de uso común en todo el país.
de Ingeniería y Arquitectura en mayo de 1925, ilustra- El propio Villagrán puso el ejemplo cuando construyó
do con expresivos bocetos que permitían vislumbrar las sus primeras obras públicas, la Granja Sanitaria en Po-
posibilidades que el uso del nuevo material abría a los potla (1925) y el Hospital para Tuberculosos en Huipulco
arquitectos.21 El propio Mendiola, autor de aquellos di- (1929), donde las torres de agua de concreto aparente,
bujos, pudo aplicar sus ideas estéticas cuando constru- único elemento vertical en ambos conjuntos, adquieren
yó en 1928, asociado con Guillermo Zárraga, el edifico un protagonismo casi escultórico. El material fue tomando
de bomberos cerca de la Alameda central, mientras que paulatinamente mayor protagonismo en su obra, como se
Calderón demostró su capacidad para el cálculo de es- constata en algunos detalles de la Escuela Hogar Infantil
tructuras de concreto armado en el edificio de Seguros núm. 9 (1934), del Instituto Nacional de Cardiología (1937)
La Nacional (1930), que hizo en sociedad con Manuel o del hospital Manuel Gea González (1942), hasta desem-
Ortiz Monasterio frente al Palacio de Bellas Artes; fue el bocar en unas piezas sorprendentes por su fría expresividad
primer "rascacielos" del país, construido sobre pilotes de y nivel de abstracción: los frontones y la torre de agua que
cimentación y con muros de concreto aparente. El estilo levantó en el Parque Deportivo Arturo Mundet (1943)
art-déco, al que pertenecen ambos edificios, se consoli- que forman un interesante conjunto minimalista, y la trama
dó como uno de los puntales de la expresión temprana de concreto con que cierra el edificio de estacionamientos
del concreto armado en la capital del país con obras de de la calle Gante, en el centro histórico (1948).
43 Adrià, 2010.
44 Lira, 2003.
Colegio de México (1976), la Universidad Pedagógica Na- co, también cincelado, conocido popularmente como
cional (1979), el Museo Rufino Tamayo (1981) o diversas “teodocreto”,44 que ha caracterizado su obra posterior,
sucursales de Banamex esparcidas por la capital entre las entre la que cabe destacar la Escuela Superior de Música
que sobresale su sede central en el Centro Histórico, donde en el Centro Nacional de las Artes (1993, con Ernesto
agregaron tezontle a la mezcla de concreto para dialogar Betancourt), las embajadas de México en Berlín (2000) y
contextualmente con la arquitectura barroca del edificio en Guatemala (2003), y el enorme conjunto corporativo
contiguo, la casa de los Condes de San Mateo de Valparaí- Arcos Bosques en Santa Fe (1990-2009).
so, obra maestra de Francisco Guerrero y Torres construida Las tres últimas obras fueron hechas en colaboración con
dos siglos antes. Juan Francisco Serrano, otro de los grandes exponentes de la
Sobre el material que caracteriza su obra, González de arquitectura esculpida en concreto aparente. Ambos han se-
León escribió: “Otra constante en nuestros edificios es el guido aplicando con ciertas variantes este tipo de acabado,
uso del concreto con acabado cincelado profundo para lo que queda patente en dos piezas capitales del naciente
resaltar el agregado de mármol. Surgió como consecuen- siglo xxi: la Terminal 2 del Aeropuerto de la Ciudad de Méxi-
cia de una prolongada experimentación y en respuesta co (2005-07), de Serrano, y el controvertido Museo Univer-
al aspecto monótono que tiene el concreto normal. Este sitario Arte Contemporáneo (muac, 2006-08), de González
acabado es una tecnología pertinente a nuestra deficien- de León, que con su concreto blanco y terso vino a alterar
te mano de obra. Es una textura cálida y artesanal, que la armonía del Centro Cultural Universitario (1975-79), de
revela la mano humana y se emparenta con las piedras Orso Núñez y Arcadio Artís, conjunto de recintos culturales
naturales. Es un material que tiene buena respuesta al (Sala Nezahualcóyotl, Biblioteca Nacional, teatros, cines,
paso del tiempo, condición básica de la arquitectura.”43 salas de danza y música de cámara) cuya unidad se con-
Su última colaboración fue la remodelación del Audito- siguió con sus fachadas de concreto estriado inspirado en
rio Nacional (1991); a partir de entonces, Zabludovsky la arquitectura brutalista de Paul Rudolph, que representa
levantó monumentales conjuntos culturales en varias otra de las variantes que adquirió el concreto aparente en
ciudades de provincia (Aguascalientes, Guanajuato, nuestro medio.
Tuxtla Gutiérrez, Coatzacoalcos, Villahermosa) donde si- Pero la arquitectura entendida desde su vertiente más
guió utilizando el mismo tipo de acabado, mientras que escultórica tiene a su principal exponente en la figura
González de León, tras levantar el edificio del Fondo de de Agustín Hernández, quien saltó a la palestra a fina-
Cultura Económica (1990-92, ubicado entre el Colegio les de los años 60 con piezas arquitectónicas esculpidas
de México y la upn), intentó desmarcarse de su antiguo en concreto armado, inspiradas con frecuencia en el arte
socio buscando una variante al material; con agregado de prehispánico, como la Escuela del Ballet Folklórico de
arena de mármol consiguió un expresivo concreto blan- su hermana Amalia Hernández (1968), su propio taller
(1975), el monumental Colegio Militar (1976, en colabo- (Jose Castillo y Saidee Springall), Alejandra Canales y Ta-
ración con Manuel González Rul) o, más recientemen- tiana Bilbao, entre otros, que demuestran que la piedra
te, la Casa en el Aire (1991) y el Corporativo Calakmul del siglo xx es también –al menos hasta ahora– el material
(1997), conocido popularmente como “la lavadora”, uno predilecto e imprescindible del siglo xxi.
de los edificios emblemáticos de la opulenta y caótica
zona financiera de Santa Fe, al poniente de la capital. Concretando
Es precisamente en esta zona de la Ciudad de México
donde, entre un mar de edificios corporativos de todos Pese a todo lo comentado en líneas anteriores, en rea-
colores y sabores, se ubica uno de los últimos y mejor lo- lidad es la autoconstrucción –nos guste o no– la forma
grados ejemplos de la arquitectura mexicana en concreto más mexicana del concreto cuando hablamos en térmi-
aparente por su sana mezcla de mesura, oficio y sensibili- nos cuantitativos. El cemento Portland es el material de
dad, que contrasta con el afán protagónico de la mayoría construcción más barato del mercado; la grava, la arena
de sus vecinos: el corporativo ibm Santa Fe (1995-97), de y el agua son también accesibles, lo mismo que el block
Nuño- MacGregor-de Buen. Este equipo forma parte de hueco de concreto que es más económico que el ladrillo
una nueva generación de arquitectos que empezó a des- de barro. Además es una tecnología que, si no requiere
puntar en la última década del siglo xx y que se divide de mayores sofisticaciones, es relativamente fácil de apli-
entre los que han tomado el relevo de los Zabludovsky- car.45 Por ello, no es de extrañar que esta “arquitectura
González de León-Serrano, siguiendo sus pautas pero sin arquitectos” se haga fundamentalmente con la “piedra
con personalidad propia, y los que se han escorado hacia del siglo xx”, y que el paisaje urbano de las periferias de
una expresión más “exquisita”, con influencia de la ar- casi todas las poblaciones del país tenga un tono predo-
quitectura contemporánea europea y japonesa, donde el minantemente gris, pues son obras que se van haciendo
concreto dialoga con el acero y el cristal. progresivamente y sólo cuando están concluidas, si se
Así, la arquitectura mexicana actual tiene como refe- dispone de recursos, se procede a aplicarles color. Esta
rentes a creadores nacidos en los años 50 y 60 del siglo arquitectura autoconstruida refleja, en muchos casos, las
pasado, como los propios Aurelio Nuño, Carlos MacGre- ambiciones y sueños de las clases más desprotegidas de
gor y Clara de Buen, o Augusto Quijano, López Baz y nuestra sociedad, y las puntas de varilla que abundan en
Calleja, Agustín Landa Vértiz, Enrique Norten, Javier Sor- aquellos paisajes urbanos grisáceos parecen estar a la es-
do Madaleno, Felipe Leal, Isaac Broid, Alberto Kalach, pera –a veces indefinidamente– de un futuro más prome-
Bernardo Gómez Pimienta, Ernesto Betancourt, Honorato tedor. Son “las varillas de la esperanza.”46
Carrasco Mahr, Mauricio Rocha, Antonio Pla, Juan Pablo
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Jacques Derrida
161
abierto, marca de identidad de nuestra arquitectura, obedece a un lenguaje
espacial de lo público que da cabida al pueblo frente al edificio destinado a
prestarle sus servicios. El desarrollo de grandes plazas de acceso se relaciona
con la intención de subrayar la importancia de los edificios, cuyas fachadas se
observan a la distancia y se conservan en la memoria a lo largo del recorrido
peatonal. Asimismo, trató de recobrarse el concepto de la integración plástica,
recuperando o estilizando símbolos y motivos de la antigüedad mesoamerica-
na, aun desvinculándolos de su contexto original.
Entendidos así la coyuntura histórico política y el lenguaje geométrico afín
entre la arquitectura mesoamericana y la plástica de la modernidad podemos
explicarnos la búsqueda en la raíces de la tradición que caracterizó a los proyec-
tos emblemáticos durante los primeros 60 años del México posrevolucionario.
Los principios de racionalidad, purismo y renuncia a la tradición perfila-
ron la apología de la innovación como la meta siempre cambiante que garan-
tizaría la vigencia del movimiento moderno, cuyos precursores imaginaron
en continua dinámica. Sin embargo, la arquitectura de búsqueda pronto se
convirtió en la arquitectura de estilo internacional, que reprodujo los modelos
exitosos del funcionalismo, pero sin su potencia renovadora. Las reproduc-
ciones tipológicas con pequeñas variantes, ajenas al contexto geográfico y
cultural, pronto produjeron el cansancio que llevó a nuevas búsquedas.
Una vez cuestionada la permanencia de los ideales de la modernidad
por el pensamiento hermenéutico, basado en la interpretación plural y en
la continuidad de las tradiciones, han surgido movimientos arquitectónicos
que buscan la ruptura con el racionalismo y su pretensión de originalidad,
negadora de la historia.
La refutación metodológica del estructuralismo ha motivado la aparición
de nuevas búsquedas, como el eclecticismo histórico radical y la deconstruc-
ción, cuyo desarrollo se aparta de lo predecible y genera sus propios patrones de
crecimiento. Con esta perspectiva sentimos la necesidad de situar teóricamente
la corriente arquitectónica mexicana, que concilió la búsqueda de la arquitec-
tura internacional, con una estética nacionalista, heredera de la tradición meso-
americana.
Transcurrida una década del siglo xxi es momento de hacer una retros-
pectiva, analizando las modalidades de reapropiación que pusieron en prác-
tica los arquitectos del México moderno, e incursionar en otros sistemas de
2 Israel Katzman, Arquitectura aproximación teórica aplicables al tema. En particular nos parecen perti-
contemporánea mexicana, México,
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Cárcamo del Sistema Hidráulico
Lerma y Ricardo Rivas”, en desarrollos teóricos daremos un avance.
Integración plásica y funcionalismo; e
“Integración plástica: confluencia,
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Coloquio Internacional de Historia del
Arte, México, unam, 1999.
4 Enrique de Anda, Una mirada a la Mucho se ha escrito desde el neoindigenismo, basado en analogías forma-
arquitectura mexicana del siglo xx,
México,Conaculta, 2005. les,2 hasta la llamada integración plástica que apoyaron hacia 1950 pintores
5 Iliana Godoy, “Hacia una
hermenéutica del espacio y arquitectos nacionalistas, tendencia que han documentado investigadores
mesoamericano”, en El arte como Louise Noelle3 y Enrique de Anda.4 Con base en nuestros estudios so-
mexicano en el imaginario americano,
México, ciep/unam, 2007, pp. bre el tema5 proponemos una posible clasificación que atiende a la manera
43-54. en que el lenguaje arquitectónico de la modernidad llevó a cabo una reapro-
piación de ciertas reminiscencias ornamentales, formales mesoamericanos, adaptándolos a las nuevas estructuras
y espaciales de la arquitectura mesoamericana. y procedimientos constructivos. El caso paradigmático
de este tipo de reciclaje formal es el Museo Nacional de
Revivalismo ecléctico Antropología e Historia de Pedro Ramírez Vázquez, don-
de se retomó el partido urbano arquitectónico de Monte
Consiste en recuperar como modelos arquitectónicos la Albán y en las fachadas se conservó el contraste entre
volumetría, fachadas o secuencias ornamentales de la anti- el primer cuerpo liso y el segundo cuerpo ornamentado
güedad mesoamericana para adaptarlos a los programas de con relieves, que en este caso fueron sustituidos por una
la modernidad. Entre los primeros edificios posrevolucio- estilizada celosía de grecas de aluminio que recuerdan
narios de este tipo destaca el Museo Anahuacalli, proyec- las serpientes de Uxmal de la región Puuc. De la cita
tado por Diego Rivera, quien, con la asesoría epistolar de estructural y ornamental se pasó a supeditar los modelos
Frank Lloyd Wright y el apoyo de Juan O’Gorman, adaptó del pasado a los programas y estructuras de la arquitec-
el programa arquitectónico de su museo arqueológico a tura internacional, conservando algunos rasgos tipológi-
un volumen prismático art déco, coronado por un remate cos y ornamentales.
en forma de talud sobre tablero, que recuerda los antiguos
basamentos. Se encuentran a cada paso en este edificio Integración plástica
elementos ornamentales mesoamericanos más o menos
transformados por la creatividad de Rivera. La fuerza del muralismo impulsó a los arquitectos a in-
Ubicamos en la misma tendencia las obras y proyectos tegrar la pintura y la escultura a las fachadas modernas,
del arquitecto yucateco Manuel Amabilis, quien reprodujo rompiendo así con el purismo funcionalista. Los edificios
con la mayor fidelidad fachadas y formas estructurales ma- prismáticos permitieron sacar al exterior el colorido y los
yas, resueltas con los adelantos técnicos de la modernidad. símbolos del arte mesoamericano, unidos a los motivos del
arte popular.
Reciclaje tipológico formal El caso paradigmático de esta tendencia es la Bi-
blioteca Central de Ciudad Universitaria, obra de Juan
En el revival la técnica y materiales modernos se apli- O‘Gorman, arquitecto y pintor. Él logró convertir las fa-
can a revivir modelos del pasado; en cambio, el recicla- chadas del prisma cerrado, de proporciones cúbicas, en
je tipológico formal consiste en apropiarse de partidos cuatro gigantescos murales con una interpretación his-
urbano-arquitectónicos o bien fragmentos ornamentales tórica y cosmogónica que liga al mundo mesoamericano
Abstracción geométrica
Abstracción simbólica
El espacio poético
Marcas de identidad
Antes de hablar de la arquitectura como obra material, Derrida destacó el ca- Museo de Arte
rácter arquitectónico del pensamiento occidental a través de la historia. Para él Contemporáneo de
Monterrey. Dibujo: av
existía una estrecha relación entre lo arquitectónico y el pensamiento filosófi-
co, ya que el pensamiento se construye.9
“La arquitectura se define como un arte de sistemas”, decía, y paralelamente
se refería a la organización racional de las ideas en las distintas ramas del cono-
cimiento. Pero, más allá de esta cristalización de lo teórico en la praxis, la arqui-
tectura para el deconstructivismo es búsqueda, apertura de caminos inéditos y
desconocidos. De la misma manera discurre la construcción de los lenguajes
especializados, los cuales amplían sus horizontes conforme se desarrollan sus
contenidos y expresiones. Sabemos que este concepto del camino como trayec-
to emergente de lo humano se debe a Martin Heidegger,10 quien amplió la con-
cepción estática y generalizada del método cartesiano. Desde la sucesión lógica
de pasos a seguir desarrollada por René Descartes,11 el método ha derivado,
gracias a la hermenéutica, hacia la búsqueda de sentido, la cual se consuma en
el recorrido del camino más que en la llegada a una meta predeterminada.
Por lo tanto, si el pensamiento es camino, éste está relacionado íntima-
mente con el espacio, el lugar y la habitabilidad, tal como lo argumentó
9 Eva Meyer, “Architetture ove il
el propio Heidegger con su famoso ejemplo del puente, que al construirse Desiderio può abitare”, entrevista
a Jacques Derrida, en Domus, pp.
como lugar instaura la cuaternidad como relación entre los mortales, los di- 16-24.
vinos, el cielo y la Tierra, condición irrenunciable de la habitabilidad, que se 10 Martin Heidegger, Caminos de bosque,
Madrid, Alianza Editorial, 2001, pp.
cumple especialmente en la arquitectura mesoamericana.12 30-35.
Más allá de este esclarecimiento metódico, el presente trabajo apuesta 11 René Descartes, El discurso del método,
Buenos Aires, Lozada, 1964, pp.
con Derrida por la deconstrucción como una liberación de la autoridad en 47-51.
12 Martin Heidegger, op. cit.
que los sistemas nos han confinado con su aparente racionalidad, instaurada www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages
con fines políticos y de afirmación del poder.
13 Derrida aprovechó la
pronunciación homófona de las
palabras différence y différance, las
cuales, sin embargo, se distinguen
por su escritura, concepto clave
en la filosofía derridiana. Jacques
Derrida, L’ écriture et la différence,
París, Éditions du Seuil, 2001.
14 Ferdinand de Saussure, Curso de
Lingüística General, México, Nuevo
Mar, 1982, pp. 42-43.
15 Walter Benjamin, Tesis sobre la
historia y otros fragmentos, uacm,
2008, pp. 36-37.
16 José Vela Castillo, “Derrida
en deconstrucción: leer la
arquitectura”, en Oppidum, núm. 2,
Segovia, Universidad sek, 2006.
Al desmontar los escenarios artificialmente legitimados al extraño. Mas aquí no se trata de la invitación al “otro”
por la modernidad, el pensamiento deconstructivista nos como estrategia que permita el acercamiento conservando
conmina a regresar a la esencia de la arquitectura como las jerarquías; se trata en cambio de la emergencia de la
espacialidad propiciatoria del acontecer humano libre de visitación. Esto significa permitir la irrupción de lo oculto
coerciones ideológicas y fácticas. que irrumpe en nuestra casa sin ser invitado y nos enseña
Hemos visto que en las obras analizadas esta búsque- un modelo de convivencia armónica con el fantasma, al
da se cumple porque todas ellas transgreden de alguna que ya no se pretende borrar porque se comprende que
forma la rigidez de los postulados racionalistas y desmiti- ello es imposible. En la recuperación del pasado se intenta
fican su pretensión de universalidad. que los protagonistas silenciados recuperen sus voces.15
Si deconstruimos desde Platón el mito egipcio acerca
Reciclaje formal de la arquitectura mesoamericana de la escritura, Thot encarece al faraón el registro escritu-
ral de sus hazañas como garantía de su memoria perenne,
En la introducción al libro El origen de la Geometría de Ed- mas el faraón se da cuenta de la trampa: la escritura lo
mund Husserl, uno de sus escritos tempranos (1962), habrá de sobrevivir y terminará por sustituir su presencia
Derrida aseguraba que el lenguaje, como todo código y mediante una serie de signos que se volverán autónomos
todo sistema de repeticiones, se constituye históricamente y terminarán por relegarlo al olvido como personaje real.
como un entramado de diferencias. Sustituyendo la lógica Según Derrida “se escribe a dos manos”; con una se
binaria que enfrenta a los opuestos (día-noche, muerte-vida, manejan los conceptos tradicionales con su estructura
masculino-femenino) Derrida postuló el concepto de la hue- binaria occidental, pero con la otra –a contramano, pu-
lla como borradura del origen en un proceso que denominó diéramos decir– se borra el tranquilizador disfraz y ocurre
différance y que en español se podría traducir como “dife- un desplazamiento de sentido que rompe con el pensa-
rencia”.13 Dicho proceso es el que produce el sistema de di- miento monolítico a favor de la diseminación del sentido
ferencias que articula los distintos lenguajes como sistemas, en la creación de un nuevo orden.16
según lo postuló Ferdinand de Saussure.14 Contra la lógica de la identidad que privilegia la presen-
En la recuperación del origen, móvil e indecidible, es cia como fuente de sentido, la deconstrucción opta por la
importante el concepto de hospitalidad que significa de- escritura con su potencial abierto a múltiples significados.
jarse habitar por “el otro”. Conviene recordar la diferencia El texto cancela el acceso al origen y desenmascara los
entre hostis (enemigo) y hospes (huésped), quien acoge intentos por regresar a la fuente primordial, como suce-
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171
Ciudad Universitaria en 1952. El edificio restaurado de la Academia de San
Carlos hoy es parte del Patrimonio Inmobiliario de la unam y ahí tiene su
sede actualmente el Centro de Estudios de Posgrado de la Escuela Nacional
de Artes Plásticas.
Desde la fundación de la Universidad Nacional en el siglo xvi y hasta
principios del xx, todas sus dependencias se encontraban diseminadas en
varios edificios del Centro Histórico de la Ciudad de México, en lo que llegó
a identificarse como “el barrio universitario”. Al correr de los años y desde la
década de los veinte del siglo pasado empezó a madurar la idea de aglutinar
en un mismo recinto todas las instalaciones universitarias.
Acorde con esa idea, en 1947, apenas transcurridos 18 años de la promul-
gación de la autonomía universitaria (1929), la Universidad Nacional propuso
la celebración de un concurso de anteproyectos arquitectónicos para edificar
una Ciudad Universitaria completa, que alojaría todas sus dependencias esco-
lares, de investigación, culturales, deportivas y administrativas a partir de la idea
fundamental de centralizar las enseñanzas básicas del área de Filosofía y Letras y
de las Ciencias como ejes primordiales del proyecto, por lo cual estas dos áreas
del conocimiento adquirieron una primordial importancia en la elaboración del
proyecto arquitectónico general, mismo que sería complementado con todas las
demás dependencias del conjunto total.
Fue así como a principios de 1947 la Universidad Nacional convocó for-
malmente al Colegio de Arquitectos de México, a la Sociedad de Arquitectos
Mexicanos y a la Escuela Nacional de Arquitectura a participar en un con-
curso de anteproyectos arquitectónicos y urbanos para lo que sería su futura
Ciudad Universitaria.
Internamente, la Escuela Nacional de Arquitectura convocó a sus profeso-
res en activo a un concurso de ideas básicas para resolver el conjunto arqui-
Dibujo esquemático de
Teotihuacan. Croquis: JF, 2011 tectónico con la selección del trabajo elaborado por los arquitectos Enrique
del Moral y Mario Pani, a quienes se encargó el desarrollo del proyecto final
que presentaría la Escuela de Arquitectura en el mencionado concurso.
Es interesante mencionar que en la elaboración del anteproyecto de Ciu-
dad Universitaria colaboró lo más significativo y reconocido de la comuni-
dad profesional de la arquitectura contemporánea mexicana encarnada, en
su totalidad, por universitarios en activo y que por orden alfabético fueron
los siguientes:
Profesores: Augusto H. Álvarez, Mauricio M. Campos, Javier García Lascu-
ráin, Marcial Gutiérrez Camarena, Vladimir Kaspé, Enrique Landa, Alon-
so Mariscal, Enrique de la Mora, Enrique del Moral, Mario Pani, Augusto
Pérez Palacios y Francisco J. Serrano.
Profesores auxiliares: José Hanhausen, Salvador Ortega, Fernando Pineda
y Félix Sánchez.
Profesores ayudantes pasantes: Luis MacGregor, Manuel Martínez Páez, Vi-
cente Medel, Homero Martínez de Hoyos y Enrique Molinar.
Pasantes: Max Amábilis, Jorge Bravo Jiménez, Fernando López Carmona,
Salvador López Peimbert, Miguel Morales Guerra, Enrique Obregón,
Enrique Olascoaga y Raúl Salinas Moro.
Y por los entonces alumnos: Fernando Barbará Zetina, José Luis Benlliu-
re, Alberto Castro Montiel, Armando Franco Rovira, Benjamín Gómez
La Ciudad Universitaria de México: la más genuina propuesta de la Escuela Nacional de Arquitectura 173
Imagen de Ciudad
Universitaria hacia 1952. Fuente:
Cuadernos de Arquitectura, 1981.
Testimonios vivos, 20 arquitectos,
Cuadernos de Arquitectura y
Conservación del Patrimonio Artístico,
Serie Documentos, números 15 y
16. Secretaría de Educación Pública,
Instituto Nacional de Bellas Artes,
México, mayo-agosto, 1981,
p. 73
más profundos fundamentos de nuestra tradición arqui- na que son los extremos de una gran explanada central:
tectónica. el campus universitario, también denominado “las islas”.
El concepto compositivo de Ciudad Universitaria y el ma- Este gran espacio está delimitado, en una de sus partes
nejo de los espacios obedece a los lineamientos básicos de laterales, la norte, por el largo grupo de edificios del área
trazo y ubicación de los elementos que constituyen su con- de Humanidades y por la otra, la sur, por los edificios del
junto. No es casualidad que coincidan con las soluciones área tecnológica, la Facultad de Arquitectura y el Museo
compositivas y espaciales de nuestros grandes conjuntos ar- Universitario de Ciencias y Arte (muca).
quitectónicos históricos como Teotihuacán o Monte Albán. Como puede apreciarse, la solución arquitectónica de los
En los dos casos existe un eje longitudinal norte-sur. Respec- tres conjuntos se da en función de la presencia de un eje com-
to de Teotihuacán, este eje de composición ubica la pirá- positivo longitudinal fundamental y básico a partir del cual
mide de la Luna con su Plaza al extremo norte, el conjunto se localizan los elementos primordiales de la composición
de la Ciudadela al sur y en su desarrollo longitudinal sitúa y del conjunto, mismos que sumados a los complementarios
prolonga la llamada Calzada de los Muertos, elemento es- arman equilibrada y armoniosamente toda la propuesta.
pacial que le proporciona su unidad urbana. En el primer Este arraigado concepto de la arquitectura basada en
tercio, de norte a sur, aparece un eje transversal donde se el manejo de los grandes espacios abiertos que aglutinan
ubica el mayor de los edificios: la pirámide del Sol, y en el las partes del conjunto y en donde se propicia la actividad
segundo tercio el grupo de plataformas, patios hundidos y el de la comunidad al aire libre, debe considerarse como
conjunto habitacional y ceremonial del poniente. una importante aportación mexicana al desarrollo de la
En la ciudad zapoteca de Monte Albán también existe arquitectura y urbanismo del siglo xx.
un eje longitudinal en cuyo extremo norte se levanta el Por otro lado, en la propuesta del conjunto de Ciudad
conjunto de la Plataforma Norte, y su contraparte al otro Universitaria se aplicaron los novedosos conceptos mo-
extremo: la Plataforma Sur, que da paso a la gran explana- dernos del urbanismo contemporáneo con la creación de
da central delimitada tanto por las mencionadas platafor- un cinturón de circulación vehicular continua que rodea
mas como por los conjuntos de los edificios del oriente y y comunica los edificios de la zona escolar; con ello se
el poniente provocando, con esto, la presencia de un gran evitaron los cruces de circulación vehicular, se propicia-
espacio central que aglutina el conjunto. Sobre su super- ron las incorporaciones y los pasos a desnivel, se crearon
ficie media y central se levantan los espléndidos edificios bolsas de estacionamiento para automóviles, dejando ex-
denominados “G”, “H” e “I”, así como el “J” también co- clusivamente para el uso peatonal toda la parte interna
nocido como El Observatorio. de este cinturón, es decir, el campus universitario, con lo
En el Plan Maestro de Ciudad Universitaria se previó, cual se propició la libre interrelación estudiantil a partir
también, la presencia de un eje compositivo longitudinal de la ubicación ordenada de sus escuelas y facultades y
que ubica en uno de sus extremos el Estadio y el edificio en donde desempeñaba un destacado papel de esta rela-
de la Rectoría, y en el otro la Torre de Ciencias y Medici- ción el excelente proyecto que desarrollaron los arquitec-
La Ciudad Universitaria de México: la más genuina propuesta de la Escuela Nacional de Arquitectura 175
Vistas de Teotihuacan,
Estado de México.
Fotografía: JF, 2011
La Ciudad Universitaria de México: la más genuina propuesta de la Escuela Nacional de Arquitectura 177
arquitectónico que ha ofrecido México al desarrollo de la arquitectura inter-
nacional contemporánea.
En la elaboración total de los proyectos arquitectónicos de Ciudad Uni-
versitaria participaron cerca de 60 connotados arquitectos y profesores uni-
versitarios, todos de la Escuela Nacional de Arquitectura que, organizados
en grupos de trabajo, auxiliados con pasantes y estudiantes de arquitectura,
tuvieron a su cargo el desarrollo de los proyectos de los edificios, mismos
que se distribuyeron de la siguiente manera:
1. Plan Maestro, Rectoría y área deportiva: Mario Pani, Enrique del Moral
y Salvador Ortega Flores.
2. Biblioteca Central: Juan O’ Gorman, Gustavo Saavedra y Juan Martínez
de Velasco.
3. Filosofía y Letras, anexos e Institutos de Humanidades: Manuel de la
Colina, Enrique de la Mora y Enrique Landa.
4. Escuela Nacional de Jurisprudencia (Derecho): Alonso Mariscal y Er-
nesto Gómez Gallardo.
5. Escuela Nacional de Economía: Vladimir Kaspé y José Hanhausen.
6. Escuela de Comercio y Administración: Augusto H. Álvarez y Ramón
Marcos Noriega.
7. Facultad de Ciencias: Raúl Cacho, Eugenio Peschard y Félix Sánchez B.
8. Escuela Nacional de Ciencias Químicas: Enrique Yáñez, Enrique Gue-
rrero y Guillermo Rosell.
9. Escuela Nacional de Ingeniería: Francisco J. Serrano, Fernando Pineda
y Luis MacGregor.
10. Instituto de Geología: Juan Sordo Madaleno, Luis Martínez Negrete y
José Luis Certucha.
11. Escuela Nacional de Arquitectura: José Villagrán, Alfonso Liceaga y Xa-
vier García Lascuráin.
12. Cafetería Central: Jorge Rubio, Eugenio Urquiza y Carlos B. Zetina.
13. Escuela Nacional de Medicina: Roberto Álvarez Espinosa, Pedro Ramí-
rez Vázquez y Ramón Torres Martínez.
14. Escuela Nacional de Odontología: Jesús Aguilar Moreno, Silvio A. Mar-
gáin y Carlos Reygadas.
15. Escuela Nacional de Veterinaria: Fernando Barbará Zetina, Félix Tena y
Carlos Solórzano.
16. Instituto de Biología y Estudios Médicos y Biológicos: Domingo García
Ramos y Homero Martínez de Hoyos.
17. Alberca, baños y vestidores: Ignacio López Bancalari, Enrique Molinar
y Félix T. Nuncio.
18. Frontones (cerrado y abiertos): Alberto T. Arai.
19. Pabellón para estudio de Rayos Cósmicos: Jorge González Reyna.
20. Estadio Olímpico: Augusto Pérez Palacios, Jorge Bravo Jiménez y Raúl
Salinas Moro.
21. Multifamiliar de Maestros: Mario Pani, Enrique del Moral y Salvador
4 Carlos González Lobo, “cu: una Ortega Flores.4
ciudad de 30 años”, en Revista
de la Facultad de Arquitectura, fa/ Lo verdaderamente original e interesante de la propuesta fue el concepto ge-
unam, vol. 1, verano de 1985,
Poster Ciudad Universitaria. neral del proyecto del conjunto de Ciudad Universitaria. Fue una propuesta
genuina, unitaria y novedosa de la arquitectura mexicana que aglutinó varias
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La Ciudad Universitaria de México: la más genuina propuesta de la Escuela Nacional de Arquitectura 179
Lecciones de arquitectura en la obra
del arquitecto Enrique Yáñez
de la Fuente (1908-1990)
María Lilia González Servín
181
Aunque desde su infancia registró a una nación agitada nización de la economía e impulsar una revolución in-
por el movimiento revolucionario, en su autobiografía se- dustrial en México. A través de programas de beneficio
ñalaría que en la preparatoria de San Idelfonso “…obtuve de alcance nacional controlados desde el gobierno, se
[…] las bases de una verdadera formación de la persona- procedió a la integración y homogenización principal-
lidad al servicio de las nobles causas del saber, del saber mente en aspectos de salud y educación, fomentando una
social y de las obligaciones con la patria.”3 cultura nacionalista. Este concepto aglutinó a diversas
En 1927 inició su preparación profesional,4 el único manifestaciones culturales, generando signos y símbolos
año en el que el Plan de Estudios incluyó que la forma- de identidad que contribuyeron a consolidar la política
ción también se llevaría en la práctica, además de refor- de desarrollo nacionalista y la dotación estandarizada de
zar los conocimientos teóricos y técnicos. Su educación los beneficios sociales que intentaron integrar a la nación,
profesional también estuvo marcada por los cambios que lo cual requirió de obra pública con ese carácter.
inspiraban los arquitectos de entonces.5 Su profesor de Se ampliaron las redes de comunicaciones, se buscó co-
Composición, el arquitecto José Villagrán García,6 cues- rregir la insalubridad, se ensanchó la urbanización en los
tionaba a la arquitectura conservadora y lo agitaba a una sitios de mayor concentración de mano de obra en varias
arquitectura innovadora en armonía con su tiempo, al regiones del país con la dotación de algunos servicios pú-
igual lo motivaron otros argumentos.7 blicos y de infraestructura de beneficio social. El proceso
En esta década, la Revolución mexicana8 aún no se revolucionario también figuraba en las reflexiones de algu-
había consumado y seguía latente la posibilidad de que la nos académicos convertidos en ideólogos de los cambios,
sociedad volviera a la fase armada. Los gobiernos consti- que difundían sus ideas de manera masiva10 persuadiendo
tucionalistas9 comprendían la importancia de emprender y orientando a la arquitectura hacia una expresión nacio-
la organización social con reformas que mejoraran algunas nalista11 y sobre todo hacia los modelos de la corriente
condiciones de rezago en la mayoría de los mexicanos internacional; seducidos marcaban el rumbo a la produc-
y al mismo tiempo promover el crecimiento, la moder- ción arquitectónica.12 Yáñez señalaba que “…a partir de la
y el universo...”, en Enrique Urzaiz Lares, "Manuel Amabilis Domínguez. Una obrero, vigilar las condiciones higiénicas del trabajo en fábricas y talleres,
visión nacionalista de la arquitectura", Cuadernos de Arquitectura, núm. 9, así como proceder al estudio y solución del problema de habitación higiénica y
Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble, económica para la clase trabajadora”. Archivo Secretaría de Salud, ahssa; f-sp;
Conaculta/inba, 2003, p. ix. s-sj; c-16, 87, p. 29.
12 Yáñez de la Fuente indicaba que el movimiento funcionalista fue una 17 Yáñez señaló que “…nosotros enfocamos el racionalismo a una
revolución, “…constituye un acontecimiento singular porque no fue una interpretación de utilidad eminentemente social…”, en Enrique Yáñez. Notas
reacción […] contra el pre-existente gusto estilístico, ni se redujo a la autobiográficas y escritos periodísticos, op. cit, pp. 14-15.
introducción de invenciones constructivas, ni a la adopción de distinto 18 Como correspondía a un funcionalista riguroso, Yáñez mantuvo “una línea
lenguaje formal como resultado de cambios de dependencia política. Esta de actuación coherente con una posición de izquierda, aunque no llegó a la
revolución que tomó el nombre de funcionalismo fue una nueva actitud militancia política”. López Rangel, op. cit., p. 75.
radicalmente racionalista ante el problema arquitectónico”, en Enrique Yáñez, 19 “A los veintiséis años ingresó como docente a la recién formada Escuela
el ejercicio de la crítica. Notas autobiográficas y escritos periodístico, op. cit., p. 14. Superior de Construcción, para enseñar Composición y Arquitectura y Análisis
13 Ibid., p. 31. de Edificios”, en Enrique Yáñez. Notas autobiográficas y escritos periodísticos, op.
14 Estos lineamientos de habitabilidad los sancionaba el Código Sanitario desde cit. También publicó y fue profesor en la unam (1937-1938) y en la uam.
1891; al inicio del siglo xx se modificó, y nuevamente en 1926 y en 1930. 20 Proclamaba que se hizo en el volante que emitió la Unión de Arquitectos
15 Consultar Rafael López Rangel, Enrique Yáñez en la cultura arquitectura mexicana, Socialistas en 1938, ibid., p. 38.
p. 59. 21 Formada por Yáñez, O´Gorman, Alberto T. Arai y Raúl Cacho, entre otros.
16 En el Artículo 123 de la Constitución mexicana quedó clara la obligación 22 Enrique Yáñez, el ejercicio de la crítica. Notas autobiográficas y escritos periodísticos,
patronal de otorgar viviendas cómodas, higiénicas y baratas para los op. cit., p. 9.
trabajadores, lo que se transformó en una necesidad social que definiría al
programa arquitectónico. En 1929 se decretó el servicio de higiene industrial
y previsión social: “este servicio tuvo como finalidad proteger la salud del
Lecciones de arquitectura en la obra del arquitecto Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) 183
Entrada principal al edifico del
Sindicato Mexicano de Electricistas.
“Por el derecho y la justicia del
trabajador”. Archivo del arquitecto
Enrique Yáñez de la Fuente. Sección de
Acervo Audiovisual de la Coordinación
de Servicios de Información de la
Universidad Autónoma Metropolitana,
Unidad Azcapotzalco. Reprografía
Ma. Lilia González Servín (mlgs)
Detalle de perspectiva,
Sanatorio del Dr. Abraham Ayala
González (1944). Archivo del
Arquitecto Enrique Yáñez de
la Fuente. Sección de Acervo
Audiovisual de la Coordinación
de Servicios de Información
de la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad
atención las habitaciones colectivas, las escuelas, los hos- Azcapotzalco. Reprografía: mlgs
pitales, los cines, los centros para el desarrollo físico, etc.
Para satisfacer las necesidades de las masas de población
era necesario proceder con economía, por primera vez en
la arquitectura.”26
Al principio sus obras estuvieron planteadas en un “fun-
cionalismo radical”,27 pero contienen claras e interesantes
lecciones de arquitectura. La obra para el Sindicato Mexi-
cano de Electricistas (sme), entre 1936 y 1940, que hizo
en colaboración con el arquitecto Ricardo Rivas y que les
autorizó el ingeniero Fernando Echegaray, es un edificio
de cinco plantas arquitectónicas y una sala de asambleas
con gimnasio, ambos edificios dispuestos en paralelo para
optimizar al máximo el uso del suelo, lo que indica el de-
sarrollo de la arquitectura en vertical. Es sorprendente la
resolución del programa, que en palabras de Yáñez era
muy complejo, ya que en el diseño se pensaron múltiples
servicios concentrados en un edificio, con dos accesos di-
ferenciados para su funcionamiento. Los servicios que tuvo 26 Yáñez señaló que “…nosotros
enfocamos el racionalismo a
este proyecto se concibieron como logros de la lucha obre- una interpretación de utilidad
ra, por lo que el reto se volvió un compromiso. eminentemente social.” Enrique
Yáñez, el ejercicio de la crítica”, op.
Fue ésta una obra pionera que introdujo sistemas cons- cit., p. 15.
27 El propio Yáñez lo calificó de
tructivos novedosos en acero para el techo del auditorio, “funcionalismo puritano”, ibid.,
mismo que el arquitecto Yáñez utilizó como entrepiso para p. 16.
soportar las instalaciones deportivas. En el último nivel del
Lecciones de arquitectura en la obra del arquitecto Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) 185
Detalle de la planta isométrica del
sme. Archivo del arquitecto Enrique
Yáñez de la Fuente. Sección de Acervo
Audiovisual de la Coordinación de
Servicios de Información de la Universidad
Autónoma Metropolitana, Unidad
Azcapotzalco. Reprografía: mlgs
edificio se proyectó un sanatorio con una terraza para iluminar, asolear y ven-
tilar los cuartos para enfermos. En este espacio, los marcos rígidos de concreto
armado de la estructura se convierten en pérgolas y jardineras que dan vista a
los pacientes. Esta disposición de habitabilidad y resolución técnica será una
solución constante en varias de sus obras, al igual que el empleo de marcos
rígidos combinados con muros de carga y divisiones de menor espesor ade-
más de los entrepisos en saledizo para colocar faldones en ritmo y contraste
con los vanos horizontales que equilibran y componen la fachada principal.
En plantas libres organizó los espacios. Las ventanas de los vanos se diseñaron
con cristales de mayor dimensión lo que implicó innovar en el sistema para la
ventilación natural y en la cancelería con perfiles especiales para soportarlos.
Introdujo novedades como mamparas abatibles, aunque colocó escaleras en
forma de caracol estrechas.
En las plantas isométricas se visualizan los detalles del mobiliario y del
equipo, incluso se advierte el espesor de los muebles, lo cual resulta una
extraordinaria lectura de arquitectura. Esto se refleja asimismo en el análisis
del programa, de las características y de los requerimientos funcionales en
peculiar originalidad para describir las especificaciones de las estructuras, las
dimensiones y características de las redes de los servicios.
Al término del periodo cardenista se adentró en un proceso creativo de inte-
gración plástica en la arquitectura. Manifestó su sensibilidad y síntesis concep-
tual, ocupándose de integrar un lenguaje lógico y expresivo en la arquitectura
más allá de los aspectos funcionales; no obstante, éste siguió siendo un principio
rector que define el carácter de su producción arquitectónica. Diversificó la forma,
las proporciones de los paralelepípedos organizándolos en escuadra con ritmos
y armonía en las fachadas; incluso en las cubiertas se observan juegos geométri-
cos y con el empleo del talud se dinamizan las sombras.
Lecciones de arquitectura en la obra del arquitecto Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) 187
29 La arquitectura nosocomial se eficiencia, de la inserción de la escala humana y de la armonía geométrica
hace más efectiva y operativa en en las proporciones de los volúmenes del conjunto.
términos de eficiencia científica,
pero contribuye menos al Yáñez determinó lineamientos como la posición estratégica de los ser-
confortamiento del espíritu. Las vicios intermedios, lo que define la articulación de conjuntos en h o de la
áreas públicas se hacen más
transitables que confortables. orientación de las salas de encamados que generalmente apuntan al sur, así
como las secuencias espaciales lógicas, tanto en el interior como al exterior
generándolas a través de ejes compositivos. Utilizó módulos como referen-
tes para la distribución de los espacios, el cuadrado como principio rector
de la composición y la sección áurea para definir la armonía entre las di-
mensiones. Sin embargo, las condiciones de habitabilidad se remediaban con
sistemas tecnológicos; se redujeron los metros cuadrados por paciente en
las áreas de encamados; las áreas verdes29 pasaron a ser cubresuelos y una
buena proporción del espacio abierto se convirtió en circulaciones y estacio-
namientos con rampas vehiculares.
En algunos proyectos hizo interesantes estudios de las características am-
bientales, urbanas, arquitectónicas, tecnológicas y de habitabilidad como el
estudio de las monteas solares que consideró para los edificios del Centro Mé-
dico Nacional (1954-1961), o de vientos para el Hospital de Jalapa en Vera-
cruz. Incluso en los espacios para los trabajadores domésticos diseñó persianas
Detalle de corte sanitario de casa en las ventanas y puertas para la ventilación cruzada, ductos de iluminación,
habitación esquina Lope de Vega y Masaryk. azoteas con vegetación, entre otras condiciones de habitabilidad favorables.
Archivo del arquitecto Enrique Yáñez de la
Lo mismo hizo para los proyectos de desarrollo urbano.
Fuente. Sección de Acervo Audiovisual de
la Coordinación de Servicios de Información Con rigor y profundidad desarrolló planos destinados a la ejecución de las
de la Universidad Autónoma Metropolitana, obras, definiendo especificaciones para las redes de las instalaciones y de las
Unidad Azcapotzalco. Reprografía: mlgs descargas residuales, señaladas en los cortes arquitectónicos específicamente
para las viviendas; también quedaban indicadas las características de los mate-
riales, los detalles en muros, pisos o cubiertas, plafones, cimentaciones, estruc-
Apartamentos en Lope de Vega
y Masaryk, 1946. Sección de Acervo
turas y jardinerías en donde incluso sugería el tipo de vegetación y el mobiliario.
Audiovisual de la Coordinación Procedió de la misma manera para ordenar los consultorios y oficinas, la casa-
de Servicios de Información de la estudio, la sala de música, los espacios de estar y las diversas propuestas de
Universidad Autónoma Metropolitana,
distribución del mobiliario para las aulas de varios proyectos. Estos aspectos
Unidad Azcapotzalco. Reprografía: mlgs
quedaron plasmados en notas en los planos que él elaboró a lápiz en sus pri-
meros trabajos, destacando su conocimiento, carácter y capacidad expresiva.
Lecciones de arquitectura en la obra del arquitecto Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) 189
La forma sigue a la función en varios
auditorios que proyectó el arquitecto
Enrique Yáñez de la Fuente. Auditorio
del Hospital General del issste de
Ciudad Juárez, Chihuahua (1964).
Archivo de Arquitectos mexicanos,
Facultad de Arquitectura, unam
BIBLIOGRAFÍA
Lecciones de arquitectura en la obra del arquitecto Enrique Yáñez de la Fuente (1908-1990) 191
Enrique Carral Icaza: la coherencia
de un profesional
Circunstancia
El año en que nació Enrique Carral, 1914, llegó cargado julio, México comenzaba una nueva andadura y la Revo-
de presagios graves. Comenzó la primera Guerra Mundial, lución no acababa. Su infancia transcurrió jalonada por el
que transformaría el mapa político europeo de manera ra- drama que vivía un país en gestación: se da el asesinato de
dical e influiría decisivamente en el desarrollo de las artes, Carranza cuando Enrique tiene cinco años de edad, el de
en particular de la arquitectura. Muy poco tiempo después Obregón a sus 14, y entre ambos magnicidios la vida na-
del armisticio –que sería sólo el inicio de un compás de cional es testigo de un sinfín de muertes violentas, desde
espera que dio paso a una conflagración mayor– comen- Zapata y Villa hasta Lucio Blanco y Francisco Serrano. Por
zaba su andadura en aquella primavera de la República de eso no es extraño que su padre, prominente hombre de
Weimar, la Bauhaus, escuela que estructuró e impulsó las negocios y administrador de algunas personalidades del ré-
nuevas corrientes artísticas y su implicación social, bus- gimen porfirista –el mismo Díaz entre ellos– decidiera lle-
cando que artistas y artesanos formaran equipo y pusieran varse a sus hijos pequeños a pasar algo más de un año en
en sintonía a la arquitectura y a las artes aplicadas con una San Sebastián, España. También pasó un tiempo en París,
sociedad que aspiraba a la justicia –utopía sobre utopía– donde una de sus hermanas mayores, casada con José de
impulsada por la creciente industrialización, que requería Teresa, quien residió desde el comienzo de la Revolución.
de esta cooperación entre los géneros artísticos para lo- Ya adolescente, en el Colegio San Borja de la Ciudad de
grar el equilibrio entre forma y función. Por otra parte, es México, vivió con la zozobra de todos ante la permanente
insoslayable hablar de la contundente influencia de esta violencia. Al poco de ser muerto Obregón, otro hecho im-
institución, de la importancia que tuvo en el desarrollo de portante se produjo siendo presidente interino Portes Gil:
sus planteamientos en el mundo, y de su expansión hacia la concesión de la autonomía a la Universidad Nacional. Ésta
América debido al golpe brutal que representó la llegada al se dio cuando el joven Enrique ya era un hombre con clara
poder del nazismo, que terminaría estrangulando a la es- conciencia de lo que pasaba. El Ateneo de la Juventud hizo
cuela, la cual había intentado sepultar la visión historicista una labor que dio frutos. Carral los recogerá. Conciencia
del arte y abrir caminos por los que transitaran los crea- de una nacionalidad que un ateneísta preclaro, Alfonso Re-
dores de todas las ramas del arte, en busca –a veces con yes, definió así: “La única manera de ser provechosamente
rabiosa vehemencia– de formas nuevas. nacional, es ser generosamente universal.”
En México, en aquel 1914 no eran menores los vaivenes Las luchas en el ámbito de las artes no eran ajenas a
políticos y las luchas en que se debatían los artistas. El pa- tales confrontaciones. El crisol en que se experimentaban
norama político era más que incierto. Apenas hacía un mes los ensayos para encontrar nuevos rumbos no era otro
que Venustiano Carranza recuperaba el cauce democrático que la Academia, que cuando llegó la Revolución llevaba
de la Revolución que encabezara Madero, asesinado un casi 130 años reglamentando la enseñanza y el hacer de
año antes por Victoriano Huerta. Al nacer Carral, el 14 de los artistas y que dirigía en ese momento dramático de
193
Fachada de casa del Sr. Echeverría,
en Lomas de Chapultepec (1940), la muerte de Madero, uno de los más conspicuos arquitectos del porfiriato,
Ciudad de México. Antonio Rivas Mercado, quien entre otros logros tuvo en su haber la entonces
Colección familia Carral recién inaugurada columna de la Independencia. Como tantas instituciones
Casa propia en la Cerrada que Madero no quiso modificar –lo que pagaría con su vida–, la Academia
de Reforma, San Ángel. continuó con la estructura prerevolucionaria hasta que los propios alum-
Colección familia Carral
nos, encabezados por Gerardo Murillo, lograron en 1913 la destitución de
Rivas. Con él se fue no sólo la persona sino lo que representaba, esto es, el
eclecticismo historicista, y los nuevos aires que sacudían al mundo creativo
entraron con fuerza a remover las conciencias de los artistas mexicanos, que
se encontraron con un país por hacer con el rumbo perdido. Lo encontrarían
de la mano de Vasconcelos y en el proyecto educativo que entre otras cosas
permitió a los muralistas escombrar en las raíces preteridas del mundo indí-
gena una fuente para modelar el nuevo país a través de su obra.
Años de formación
Resulta muy significativo que cuando Carral comenzó sus estudios acababa de
ser nombrado director de la Escuela de Arquitectura José Villagrán García,
quien con el tiempo será el referente inevitable del paso de la arquitectura
mexicana a la modernidad. Bajo la guía de este pilar fundamental de la in-
troducción del racionalismo en nuestro país, el joven estudiante se encontró
una Academia de San Carlos en una efervescencia contagiosa, que despertó
en él grandes inquietudes.
Aprovechó todas las enseñanzas, con particular interés la geometría que im-
partía el maestro Centeno y las clases de escultura y dibujo, disciplinas para
las que resultó muy dotado. Fueron las clases de Teoría del maestro Villagrán
las que dieron al joven estudiante conciencia del hacer arquitectónico como
medio para contribuir a la mejora de las condiciones de vida de la sociedad.
En 1938 terminó sus estudios en la institución por la que sintió siempre una
gratitud sincera.
Para 1941 Enrique Carral era un arquitecto sólido, ya había hecho varias
casas y al poco estuvo colaborando con dos cumbres del panorama edilicio:
Pani y del Moral. Con ellos trabajó en el proyecto de la Ciudad Universitaria
donde se encargó de la zona deportiva y de un proyecto para los vestidores;
esto le permitió poner en práctica sus conceptos racionalistas los cuales lo
llevaron a una precisión absoluta.
El catálogo de obras del arquitecto es abrumador. A partir de 1941 comen-
zó una actividad titánica que no cesó hasta poco antes de morir, en 2005.
Durante esos largos años de trabajo constante en que dedicó a la docencia
muchísimo tiempo, desarrolló más de 200 proyectos de todos los géneros, mu-
chos de ellos construidos. Gran parte de estos son obras en colaboración con
su socio Augusto H. Álvarez, y además de un gran número obras personales.
Entre las casas habitación, una de sus más logradas en economía de medios
y expresividad de los materiales fue la que construyó para el señor Echeverría
en las Lomas de Chapultepec en 1945 o la suya propia, de 1950, en la cerrada
de Reforma en San Ángel y muchas otras de gran envergadura, desde conjun-
tos habitacionales, museos, universidades, hasta la que es quizá su obra más
célebre, el Conjunto Manacar, proyecto de 1963, que se construyó algunos
años después y que ha sido modificado recientemente de manera lamentable,
luciendo ahora a Insurgentes una fachaleta de película de vaqueros.
La colaboración Carral-Álvarez
En 1967 se construyó otra de sus obras más logradas: el tal vez el edificio que marcó el final de una colaboración
fino edificio de la calle Hamburgo, en el que trasluce la ad- asombrosamente productiva, señaló un nuevo derrotero en
miración que ambos mexicanos tenían por el neoyorquino la línea del estilo funcionalista que ambos habían cultiva-
edificio Seagrams, del alemán Van der Rohe. do escrupulosamente, al utilizar prefabricados de concreto
En la misma vertiente del género agrícola, debido a blanco, que establecen un ritmo de uno a tres con los va-
la admiración que despertó su intervención en Chapingo, nos acristalados.
a principios de la década de los setenta, proyectaron una La sociedad quedó disuelta después de casi un cuarto
de las obras que más satisfacción dieron al arquitecto: de siglo. Hoy, muchos edificios cuya paternidad fue com-
el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el partida en un plano de igualdad, son reconocidos como
Trigo, un edificio de sobrias formas rectangulares, con la obras de Álvarez, en lo que constituye una situación que
“epidermis vítrea” como desde entonces comenzó a de- no hace justicia a Carral. Son incontables las disputas que
cirse de los edificios insertados en la estética modernista. por la titularidad de los proyectos generan desencuentros
El año 1973 marcó el cenit de esta colaboración en- entre los componentes de las sociedades que se desinte-
tre dos socios de tan profundas afinidades: las oficinas de gran. Sobreabundan ejemplos en nuestro medio que no
la ibm, que por primera vez encargaba a una empresa no vale la pena mencionar, de tan conocidos. No fue éste
estadunidense un proyecto, que en este caso preveía dos el caso. Enrique Carral y Augusto Álvarez fueron grandes
edificios, uno de 18 niveles y el otro de siete en un lote amigos y el alejamiento entre ellos no tuvo que ver con
de 3 800 m2, en la esquina de Campos Elíseos y Mariano situaciones profesionales; es difícil saber bien a bien qué
Escobedo. Sólo se construyó uno, el de menor altura, con sucedió, pero indudablemente algo tuvo que ver con los
lo cual quedó una explanada que permite que el edificio acontecimientos de 1968, y particularmente con sus con-
sea cabalmente apreciado en su armónica proporción, secuencias para la arquitectura, una de las cuales fue la se-
resultado de una modulación de 1.22 m. Además de ser ria crisis de la entonces Escuela Nacional de Arquitectura,
que quedó escindida en dos tendencias que polarizaron al pocos en nuestro medio de la historia del estilo interna-
cuerpo docente. Dos espíritus afines empezaron a dejar de cional. Si bien el programa de tal encargo, situado en la
serlo. El arquitecto Carral fue de los pocos profesionistas confluencia de la Avenida Insurgentes con Río Churubusco
consagrados del establishment que apoyó el movimiento tenía en la ciudad antecedentes bien resueltos, como el
renovador y eso inevitablemente le generó muchos distan- cine Hipódromo de Juan Segura, o el cine Paseo de José
ciamientos. Probablemente uno de éstos entre ellos dos. Villagrán, el conjunto Manacar resuelve el encuentro de
Sea como fuere, se terminó una colaboración que dio a dos volúmenes trapezoidales, el cine y la zona comer-
nuestro país algunas de las obras maestras del movimiento cial, con un prisma rectangular, el edificio de oficinas,
moderno. Sería un esfuerzo plausible que sin restar mérito con notable armonía, haciendo que el costado curvo del
a uno se le diera también al otro, y no separar sus nombres cine se remeta desde Insurgentes para dejar que la zona
cuando se reseñe la autoría de estos edificios, pues vale comercial, de un solo nivel, ocupe el frente del terreno
aplicar a ellos lo de “tanto monta, monta tanto”, de los colindante con ella, potenciando de esta guisa su valor
reyes católicos. para tal fin. El edificio de oficinas respeta el postulado
Sin embargo, una de las obras que mejor representa su funcionalista de la planta baja libre, resaltando su impor-
comprensión de los principios del estilo internacional la tancia. Tomando los principios básicos de esta tendencia,
proyectó Carral en solitario. Se trata del conjunto Mana- como el de tener un espacio amplio a manera de plaza o
car. Si más allá de pensar que clásico es aquello que se explanada, la presencia de las esbeltas columnas en ca-
convierte en modelo digno de imitación, le damos el sen- rácter de pilotes en planta baja, únicamente un vestíbulo
tido que señala Eliot: el de reflejar un periodo de madurez con las circulaciones verticales y las plantas en cada nivel,
creativa, que sacrifica individualidad y alcanza la univer- libres, se genera una gran versatilidad para el acomodo de
salidad; este proyecto, que consta de una torre de ofici- las oficinas con ventanales corridos, ya que el revestimien-
nas, una zona comercial y un cine, obtuvo ese grado, a to exterior es cristal claro en ventanas y opaco frente a la
decir del doctor Carlos González Lobo, conocedor como losa. Para que no faltara ninguna directriz funcionalista,
grandes sueños, y ahí está ese joven, auténtico aristócrata de origen, que
vio sin embargo en las enseñanzas de Villagrán y Pani, de Obregón San-
tacilia y O’Gorman que las formas no sólo hablan de la función, sino de
justicia y de libertad. Por eso Carral se compromete con el impulso de ese
movimiento que se llamó moderno, racionalista, funcionalista, del que no
se apartó en lo sucesivo, porque para él encarna la verdad. No es sólo que,
como quería Loos, no haya ornamento; es llevar el sentido de lo necesario
al límite. Hay un eco de Díaz Mirón en la visión del arquitecto:
visión nacionalista, impidiendo que se aceptara un plan Cuando después del dramático 1968 encontró en el
establecido para universidades estadunidenses y dio la autogobierno esa línea afín a su modo de entender la for-
batalla decidida por esa tan huidiza síntesis entre la rea- mación del arquitecto, no dudó en adscribirse a esta co-
lidad y la abstracción que ha permeado desde siempre rriente y defenderla siempre, sabiendo que iba contra
los ejercicios proyectuales meramente académicos. Ha- un statu quo en el que se le reconocía como una de las
blábamos de la Bauhaus como el inevitable referente en personalidades más admiradas, contradicción vital que
la formación de los jóvenes que se adhirieron a la nueva terminó concitando en su entorno cierta incomprensión,
estética, y de los profesores que vinieron a este continente que socavó su general optimismo y lo hizo pasar en sus
huyendo del terror nazi. Hannes Meyer se convirtió en un últimos años por una crisis existencial que agudizó su
guía en este intento por lograr que la enseñanza hiciera a profunda espiritualidad y lo mantuvo alejado de la vida
los arquitectos servidores de la sociedad, más que bene- social.
ficiarios de una injusta situación social. El gran arquitecto Cuantas personas colaboraron con Carral, o simplemen-
suizo que creara la Escuela del Politécnico, estableció esa te lo conocieron, suelen referirse a él con profundo respe-
línea que piensa el proyecto como consecuencia de una to. Señalan, además de la simpatía, la generosidad como
acuciosa investigación social que determine las necesida- uno de sus rasgos más acusados. Hablan también de su
des de los usuarios específicos y así el trabajo de proyecto apostura y elegancia, pero más que nada de su capacidad
se encauce a la resolución de problemas reales. Asombra de trabajo y de su condición de hombre probo. Ojalá que
que esta conciencia adquirida en sus años de formación pronto su obra, fruto de la estricta coherencia entre el ser
permanezca inalterable en el Carral actuante y docente. humano y el infatigable creador, sea mejor conocida, sobre
Dirigió la Escuela de Arquitectura de la Universidad Ibe- todo por los arquitectos jóvenes y ocupe, con justicia, el
roamericana, y el taller Uno de la Escuela de Arquitectura lugar que le corresponde entre los auténticos clásicos de la
de la unam. arquitectura mexicana.
Walter Benjamin 1
¿Por qué habría que recordar a Jorge L. Medellín? Algunos profesionistas que
lo conocieron responden:
Manuel González Galván:2 Por su amplia obra profesional y por su alta
calidad humana.
Xavier Cortés Rocha: Por tres de sus facetas: la de arquitecto, restaurador,
y presidente y promotor de la Academia Mexicana de Arquitectura.
Más que una biografía, el presente ensayo es la recuperación de algunas
facetas de la vida profesional del arquitecto Medellín nutridas por tres vertien-
tes: el recuerdo de las personas que lo conocieron y lo trataron, el de sus ideas
urbano-arquitectónicas y el de la opinión de los usuarios de sus obras. Para
ello se han establecido algunas preguntas guías: ¿Qué recuerda del arquitecto
Medellín y por qué habría que recordarlo?, dirigida a las personas que, como
diría Paul Ricoeur, realizan un acto de “rememoración” de su persona. ¿Qué
pensaba cuando proyectaba? Es la pregunta que a manera de diálogo imagi-
1 Walter Benjamin, “Sur le concept
nario responde el arquitecto Medellín. Su finalidad es recuperar su voz, sus d' histoire” (1940), en Écrits
français, Gallimard, 1991, p. 347,
palabras, pensamientos e ideas en torno a la arquitectura y el urbanismo. Me reproducido en François Dosse,
he basado para responderla en lo que escribió en artículos de periódicos y re- El arte de la biografía, México, uia,
2007, p. 15.
vistas manteniendo, siempre que me fue posible, la coincidencia temporal en- 2 Autógrafo del arquitecto Manuel
tre la realización del proyecto y/o construcción, con lo expresado por él. Por González Galván para Jorge L.
Medellín, tomado de su biblioteca
último ¿qué opina o qué recuerda de este edificio?, es la que responden los personal.
3 Mucho agradezco al doctor en
usuarios de sus obras.3 El ciclo de la arquitectura se cierra con la percepción Arquitectura Luis Ortiz Macedo
de los habitantes y qué mejor retribución para el arquitecto que la opinión de y a Emilia Enriqueta Ortega de
Medellín sus orientaciones para
aquellos que día a día viven los espacios que proyectó. la localización de información
y fotografías del arquitecto
La estructura del ensayo intercala estas tres vertientes. Cada faceta de su Jorge Medellín. De igual forma
profesión y de las obras que aquí se mencionan, que no son todas en las que a las siguientes personas que
permitieron incluir sus testimonios
trabajó, están antecedidas por una explicación de su ubicación histórico- en este ensayo: doctores en
temporal para después ceder la palabra al arquitecto Medellín –reflexiones arquitectura, Xavier Cortés Rocha
e Iván San Martín Córdoba;
en cursivas precedidas por las siglas de su nombre (jlm), cerrándolas con las historiadora Isabel Tovar y Teresa,
licenciados José Díaz y economista
opiniones de los usuarios. Gerardo Esparza.
203
Jorge Medellín, segundo de izquierda
a derecha, en la reunión anual de la
Organización Internacional de Trabajo
en San Francisco, California, 1946.
Fotografía: Archivo particular
Jorge L. Medellín (apjlm)
Conocer los aspectos básicos de su vida profesional, todo lo que sea superstición de la mente, todo lo que sea
qué construyó, qué cargos ocupó y a qué asociaciones ilusión del espíritu; actitud positivista sí, pero al admitir lo
perteneció, son indispensables para acercarse a él y por demostrado por la ciencia como verdad lo transforma mi
eso se incluye una breve semblanza y una bibliografía espíritu en una norma espiritual.4
general al final del ensayo. Conocer la verdad lo llevó a adentrarse en la realidad
de su país, a recorrer las calles de su ciudad con espíritu
Apuntes por las calles con miras a la planificación crítico, y a verter esas experiencias en su columna del dia-
y arquitectura rio Excélsior titulada “Apuntes” y en la revista de la cual fue
subdirector –Arquitectura y lo demás– en la sección que
Jorge L. Medellín perteneció a la generación 1934-1939 llevaba por nombre “Por esas calles”, con gran sentido del
de la Escuela Nacional de Arquitectura, una de las humor pero sin perder la seriedad que el asunto ameritaba.
primeras generaciones que se educaron en el contexto de Fue un investigador innato que se apoyó en el presente,
las ideas del funcionalismo radical, del racionalismo en lo que conoció y vio, fincándose al mismo tiempo en
arquitectónico del siglo xx, en un medio donde se el pasado, en la historia que le sirvió para reconstruir los
concretaban los primeros planes urbanos para la capital cimientos de la cultura nacional de entonces.
con la apertura de las avenidas 20 de Noviembre y En su trabajo dentro de la Secretaría del Trabajo y Pre-
San Juan de Letrán. En un clima político-social donde visión Social (1943-1946) conoció un problema que se an-
se promovía la educación socialista, se llevaba a cabo la toja de actualidad para el 2012: el de la migración de
expropiación petrolera y los sindicatos se consolidaban cientos de mexicanos. Escribió sobre los braceros y la
para garantizar las mejoras laborales producto de la necesidad de construirles “colonias agrícolas” para frenar
Revolución. Se entraba a la Segunda Guerra Mundial. su salida hacia el Norte, pero también escribió sobre la
reconstrucción de las ciudades bombardeadas. La pla-
—¿Qué eran la arquitectura y la ciudad para el recién neación económico-política de un país va de la mano de
egresado arquitecto Medellín a inicios de la década de los la planificación urbano-arquitectónica; Jorge L. Medellín
cuarenta, un joven que había crecido en la Colonia Santa estaba convencido de eso y se adentró en ello.
María la Ribera y se hallaba inserto en lo anterior, entre
otras situaciones? Transportes. La estación de pasajeros
de Buenavista (1948-1959)
jlm: Yo considero –hablando de mi caso concreto– que
la actitud que debe normar nuestro criterio será la de En 1948 fue invitado por el gerente general de los Ferro-
aceptar todo aquello que sea verdad demostrada por la carriles Nacionales de México a integrar la Comisión Es-
ciencia y las consecuencias de esa verdad, desechando pecial encargada del estudio del Plan Urbano Ferrocarrilero
José Díaz: Era el lugar de trabajo de mi padre […] se me hacía muy grande
[…] el vestíbulo era plano y resbaloso, de mármol brilloso […] había un
escudo, una jardinera y un estanque con pececitos y plantas, también es-
taba el pizarrón de la llegadas y entradas de los trenes. Había una tienda
de regalos, telégrafos, las taquillas con pasamanos de aluminio, lámparas
empotradas en el techo que iluminaban muy bien en la noche, se veía muy
bonito […] el sonido era muy bueno. Recuerdo las escaleras que daban
a un piso superior con un reloj electrónico y unas puertas de vidrio que
daban a los andenes que estaban al mismo nivel que los vagones […] era
cómodo porque no tenías que subir las escaleras del vagón. Los andenes
5 Jorge L. Medellín, “La Estación
eran de cemento con columnas y un techo de un lado a otro. En la parte
Central de Pasajeros del Valle de frontal de la estación había un estacionamiento y un techito alrededor de
México”, en Ferrocarriles de México,
revista mensual, México, julio de ella, uno podía caminar por fuera sin mojarse y sin que te diera el sol. Me
1951, p. 3. gustaba mucho eso […] Recuerdo a las personas, los que trabajaban ahí
con su uniforme azul.
Un edificio en el extranjero:
la Casa de México en París (1951-1953)
Los principios con los que Jorge L. Medellín proyectaba una obra nueva eran:
responsabilidad hacia los usuarios, análisis detallado del programa arquitec-
tónico y el de su funcionamiento, el estudio de la estructura que mejor con-
venía y la consideración del medio urbano. Sin embargo, construir una nueva
obra pública en el extranjero, a inicios de los años cincuenta, implicaba algo
más: afianzar el imaginario nacional que había estado construyéndose en los
últimos 30 años.
El imaginario con el que se representa al país en el extranjero es una cons-
trucción en la que intervienen tanto los que convocan a la obra como los que
la proyectan. Desde el siglo xix con los pabellones para las ferias internacio-
nales, las embajadas, casas de cultura y edificios públicos, se ha construido y
reconstruido el imaginario de la nación tomando elementos provenientes del
mundo prehispánico, virreinal, indígena, popular, del vocabulario ecléctico,
internacional o combinando todos.
Hacia 1951 se retomó la invitación que el gobierno francés había hecho
al país desde 1923: la de construir una casa para estudiantes mexicanos en
la Cité Universitaire de París (Ciup). Por razones económicas, más que de otra
índole, un proyecto del arquitecto Carlos Obregón Santacilia de 1923 no se
había edificado, pero ya con otra economía a inicios de los años cincuenta
y con la organización de un patronato especial, se echó a andar la obra. En
aquel entonces el proyecto de Obregón Santacilia no respondía al imagina-
rio mexicano y se presentaban dos nuevos proyectos; uno diseñado por el
mismo Carlos Obregón; el otro, por los hermanos Medellín, Jorge, arquitec-
to, Roberto, ingeniero.
Se eligió el proyecto de Jorge Medellín. Sus principales sión. [Había que] ajustarse no sólo al medio ambiente sino
características fueron 90 habitaciones distribuidas en dos a las influencias arquitectónicas de vecinos, que pesaban
edificios paralelos, uno para hombres y otro para muje- mucho, entre ellos edificios de Le Corbusier –a quien tuve
res –era requerimiento para todas las casa internacionales el honor de tratar– y de otras corrientes que influían mucho
que los hombres y las mujeres estuvieran separados y que en el quehacer arquitectónico de la época. [La marque-
se incluyera un baño comunitario en cada piso y no uno sina de la entrada es] un panel del arte y de la historia;
en cada habitación como lo había propuesto el arquitecto ahí estaba Bonampak, recientemente mostrado al asombro
Medellín–, unidos por una crujía en planta baja. Especial internacional. Podía ser un buen tema y motivo para exte-
mención mereció el mobiliario que los diseñadores Jean riorizarlo en un gran panel de fachada.6
Prouvé y Charlotte Perriand realizaron para la casa y la
marquesina de la entrada principal; una manifestación ¿Qué recuerda de la Casa de México en París? Las siguien-
de integración plástica del escultor Agustín Villagra, que tes personalidades responden:
reprodujo uno de los murales recién descubiertos de Bo-
nampak en 1947. Iván San Martín: Para mí fue una total sorpresa conocer
esta obra de Medellín. De hecho, cuando fui (2008) a
JLM: [Las fachadas tienen la] discreta sencillez de incorpo- la Ciudad Universitaria de París para encontrar el pabe-
rarse al conjunto de la Ciup en una correcta y digna dimen- llón suizo de Le Corbusier, de repente me encontré con
7 Ibid, p. 160.
8 Ibid., p. 164.
la Casa de México. Me pareció una obra estupenda, casi qué pasó en ellos, cuándo y quiénes los construyeron, el
exquisita, que se adaptaba perfectamente al entorno. estilo que expresan. Esto era más vívido en las décadas
posteriores a la Revolución donde la reconstrucción del
Xavier Cortés Rocha: Yo viví allá en 1966 y 1967, era imaginario mexicano se depositó en el legado cultural
un magnífico ejemplo de arquitectura mexicana; la so- de la época virreinal y prehispánica. El respeto al pasado
lución de las habitaciones de estudiantes era espléndi- y la importancia de preservarlo a través de sus edificios
da con muebles contemporáneos muy buenos. Eran muy eran parte intrínseca de quienes se educaron en aquellos
bien pensadas y agradables. Tenía sus toques mexicanos, años. Entrar a la Academia de San Carlos fue para el jo-
como la incorporación de elementos de escultura en sus ven Medellín un hecho memorable por varias razones:
fachadas. Era muy vivible y habitable, de buena calidad. por los “baños a los perros” o novatadas que recibían los
Rafael Segovia:7 La Casa de México era más moderna que recién ingresados a la carrera de Arquitectura, y por la
las demás y muy cómoda, por ejemplo en lo que se “emoción” de estar en el viejo edificio de la Academia,
refiere a la calefacción, pues había casas en las que uno lugar donde se imaginaba ver trabajando a Manuel Tolsá,
se helaba. En lo que atañe a los servicios, las duchas y los Manuel Villar y José María Velasco, entre otros.
baños eran espléndidos. Siendo una época de reconstrucción de la cultura mexi-
cana, no es de extrañar que Jorge Medellín trabajara al lado
Paloma Ulacia:8 Recuerdo los grandes ventanales llenos de renombrados arqueólogos e historiadores haciendo le-
de luz y los jardines aledaños […] la Casa aportaba un vantamientos de monumentos históricos y aprendiendo
ambiente silencioso, meditativo, cálido y agradable. bases de arqueología –uno de sus primeros trabajos fue el
de vigilante en la zona arqueológica de Xochicalco–, para
La Casa de México sigue funcionando en la Cité Interna- ingresar después, en 1940, a la Dirección de Monumentos
tionale Universitarie de París. Recibe a estudiantes mexi- Coloniales del inah. En la década de los sesenta, ya como
canos ofreciendo hospedaje cómodo y económico, con exitoso y reconocido profesionista, se encargó de la restau-
servicios de varios tipos como biblioteca especializada, ración y adaptación de edificios históricos a nuevos usos.
actividades culturales y restaurante. Remodeló la Casa del Marqués de Apartado para las ofici-
nas de Conasupo (1962), y restauró, junto con el doctor en
Restauración. Archivo General de la Nación Arquitectura Luis Ortiz Macedo, varias plazas públicas de
(1978-1982) la capital con motivo de la xix Olimpiada en México; sin
duda sus mayores retos en este rubro los enfrentó cuando
Vivir en una ciudad en donde los edificios históricos son se hizo cargo de las obras de remodelación de Lecumberri
una experiencia cotidiana acrecienta el interés por saber para el Archivo General de la Nación (1978-1982) y las
Gerardo Esparza Medina: La primera vez que nos trajeron a ver el edificio lo
vimos todavía con las celdas […] vinimos una tarde […] quiero pensar que en
aquel momento venía el arquitecto que hizo la remodelación […] fue una expe-
riencia horrible ver el edificio como era. Yo en ese tiempo tenía apenas contados
18 años de edad. ¡Toda una experiencia! Vino la remodelación; desde mi punto
de vista fue una joya adelantada en espacio; se decía “el archivo va a albergar los
documentos treinta años” y así fue. No fue sino hasta el tiempo de Fox cuando se
requirió hacer la galería ocho. Siempre nosotros fuimos una rosa en el pantano
porque todo nuestro entorno fue de mucho riesgo […] asaltaban. Ésa fue la parte
fea, quizás el entorno no hubo oportunidad de arreglarlo, después cambió, pero
por muchos años vivimos como rosa en el pantano.
9 Jorge L. Medellín, “La
Después de 30 años de servicio, el edificio del Archivo General de la Nación transformación del Palacio de
está siendo sometido a una serie de evaluaciones arquitectónicas, estructurales Lecumberri: de penitenciaría en
Archivo General de la Nación”,
y patrimoniales. El peso de la cúpula y la alta compresibilidad del subsuelo lo en Lecumberri, un palacio lleno de
historia, México, agn, 1994, pp.
han afectado, además de que las maneras de resguardar archivos históricos han 117-118.
variado considerablemente. Se ha pensado en trasladarlo a un nuevo edificio
Su legado
10 Noviembre de 1943. —¿Por qué habría que recordar a Jorge L. Medellín? Res-
11 Eduardo Langagne (comp.), Crónica ponden quienes lo conocieron:
de una época. De la Academia de San
Carlos a Ciudad Universitaria, edición
particular de Eduardo Langagne y Eduardo Langagne:11 Por su amistad sincera y apoyo en
Adrián Mendoza, 2007, p. 12.
mis primeros pasos por la letra escrita.
Semblanza
BIBLIOGRAFÍA
Uno de los más importantes arquitectos del país entre las décadas de los
cincuenta y los ochenta fue el arquitecto Juan Sordo Madaleno, quien junto
a arquitectos como Mario Pani, Enrique del Moral, Enrique de la Mora, José
Villagrán, y su socio en innumerables obras Augusto H. Álvarez, transfor-
maron la cara de la Ciudad de México al convertirla en una urbe moderna
y cosmopolita.
El arquitecto Sordo Madaleno nació en el seno de una familia acomodada
el 28 de octubre de 1916;1 cursó sus estudios de educación básica en Madrid
y regresó a la Ciudad de México en 1927; en el Colegio Francés de San Borja
de la ciudad estudió la educación media superior. Realizó sus estudios profe-
sionales en la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional 1 Sus padres fueron don José Sordo
Autónoma de México, y obtuvo el título de arquitecto el 4 diciembre de 1939 Mijares y doña Carmen Madaleno
de Sordo, ambos de origen
con la tesis Edificios de comercios y departamentos.2 español.
2 Entre los arquitectos que
En dicha tesis planteó parte de las preocupaciones que posteriormente se obtuvieron su título el mismo
reflejaron en su obra: responder a las necesidades de las personas que habi- año que Sordo están Jorge L.
Medellín, Carlos Gómez Palacios y
tarían dichos departamentos,3 estableciendo así en el programa arquitectó- Bracho, Antonio Pastrana, Carlos
nico la existencia de cinco tipos distintos de departamentos, los cuales iban Reygadas Prieto y Augusto H.
Álvarez.
desde lo que para la época debió resultar muy novedoso y que se conoce 3 En la introducción de la tesis
planteó la existencia de tres
actualmente como “estudio”, hasta un pent-house de cuatro recámaras, tres clases sociales para llevar a cabo
baños y roof garden. En este trabajo se observa ya su visión emprendedora una construcción: la primera, las
familias acomodadas; la segunda,
y comercial; por ejemplo, en el estudio de mercado completo y en la ob- la clase media o conformada por
empleados; y la tercera, la gente
tención del cálculo de la tasa interna de retorno para la inversión realizada. pobre o el trabajador obrero.
Las primeras obras de Sordo, al igual que muchas de las de sus contemporá- El proyecto de tesis propuesto
enfoca la construcción de
neos, se vieron influidas por las ideas estéticas de la época promovidas por Le departamentos para personas de
Corbusier y Walter Gropius, corriente a la cual llamaron “Nueva Arquitectura”. clase media cuyo presupuesto era
de $125 a $200 para pago de
Esto puede observarse en las casas habitación con las que empezó su ejerci- renta. Sordo, Madaleno, Edificio
de comercios y departamentos,
cio profesional o los diversos edificios de departamentos que proyectó con su tesis para obtener el título de
socio Augusto H. Álvarez en la colonia Cuauhtémoc en la calle de Mississippi arquitecto, Escuela Nacional de
Arquitectura, unam, edición del
31 (1941), o en la Plaza Melchor Ocampo 50 (1943), donde manejó el uso de autor, 1939.
marcos de concreto armado, ventanas horizontales y la terraza jardín.
215
Casa habitación en Paseo de
la Reforma, Ciudad de México Ante la evolución de su obra, y de acuerdo con las tendencias del Estilo
(1952). Arquitecto Juan Sordo Internacional, construyó en colaboración con Álvarez edificios comerciales,
Madaleno. Fotografía: Archivo de oficinas y departamentos; destaca el inmueble sobre Paseo de la Reforma,
Sordo Madaleno (asm)
esquina con Melchor Ocampo (1947) por su calidad estética y la forma en que
responde a su emplazamiento, al proponer una fachada circular que incre-
menta el área de ventanas de los departamentos, aprovechando así la vista al
bosque de Chapultepec. Este edificio marcó un hito en el diseño de departa-
mentos en condominio al proporcionar al usuario grandes espacios iluminados
naturalmente, complementados con detalles y acabados de lujo.4
Ya sin la asociación con Augusto H. Álvarez, Sordo continuó con el diseño
de edificios altos para diversos usos; un referente en su obra es el Edificio Aná-
huac, diseñado en 1957 para la Aseguradora del mismo nombre, situado en
Paseo de la Reforma 51. Este inmueble, en conjunto con el Edificio Lafragua
del arquitecto Pani, el de la Secretaría de Recursos Hidráulicos y algunos otros
en torno a la glorieta de Colón, crearon una imagen legible y moderna de la
ciudad gracias al manejo de un mismo lenguaje y estilo arquitectónico; entre
éstos sobresale el de Sordo por su esbeltez y limpieza en la fachada; es además
uno de los primeros edificios con muro-cortina de cristal en la ciudad.
Entre 1952 y 1954 construyó para la Beneficencia Española diversos pa-
bellones como el de tuberculosos o infecciones, además de una capilla en
el mismo hospital. También dentro del área de salud diseñó los edificios cor-
porativos y de producción para el Laboratorio Wyeth-Vales en la Ciudad de
México. Paralelamente a su trabajo profesional, entre 1954 y 1957 fue pro-
4 En esta zona de la colonia fesor de composición en la Escuela Nacional de Arquitectura de la unam.
Anzures, en asociación con
Augusto H. Álvarez, diseñó En 1958 diseñó uno de los primeros hoteles de su carrera: el Hotel Presi-
aproximadamente 13 edificios dente en Acapulco, Guerrero, en el cual participó Félix Candela en el diseño
de departamentos utilizando la
planta baja para uso comercial. del club nocturno Jacarandas. En esta obra, como comentó en una entrevista,
tomó en consideración el emplazamiento del edificio en el sitio para apro-
225
Edificio de Alitalia, era acompasado, lento, y su sentido del humor amenizaba cada uno de sus
en Paseo de la juicios. Mis aficiones iban más por el lado del humanismo y de la geometría
Reforma y Lucerna, con que por el de las ciencias matemáticas; así me vinculé estrechamente con
la colaboración de Jaime
Ortiz Monasterio don Francisco Centeno, Ricardo de Robina, el maestro Villagrán García, César
Novoa y Vladimir Kaspé.
Cuando se creó el Seminario de Historia del Arte, a instancias de Robina,
fungía como director Alonso Mariscal. Ahí pude convivir con los integrantes
del Grupo de Viena (una hermosa entelequia que nos unió a muchos de los
profesores de historia: Carlos Mijares, César Novoa Magallanes, Raúl Henrí-
quez, Juan de la Encina, Ricardo de Robina y quien escribe).
Iniciamos la actividad del seminario –presidido por el maestro Juan de la En-
cina– con algunos brillantes profesores y arquitectos, y reunimos a la mayor
parte de los alumnos prominentes; así, atrajimos a José Manuel Mijares, Ricardo
Arancón, José Luis Benlliure, y a los estudiantes Jesús Barba Erdman y Manuel
Sánchez Santobeña.
El arquitecto Robina me convidó en 1958 a trabajar con él, con Manuel
Barrón y José Luis Ezquerra, pues acababan de terminar su sociedad con
Jaime Ortiz Monasterio; juntos construimos innumerables edificios y casas
residenciales, y al ser nombrado por Miguel Alemán arquitecto del Conse-
jo Nacional de Turismo, pudimos colaborar en proyectos de los principales
centros turísticos de aquel entonces. Quien siguió por esa senda fue José Luis
Ezquerra.
Además de su labor como arquitecto, restaurador y académico, también fue
autor de la primera parte del libro 400 años de arquitectura mexicana, cuya
coordinación estuvo a cargo de Pedro Ramírez Vázquez. También fundó La Ga-
ceta, que refería informaciones y documentos sobre la especialidad. Dos años
más tarde, apadrinó la primera generación de 17 arquitectos restauradores.
Ricardo y yo promovimos desde la Universidad de Guanajuato y la Escue-
la de Arquitectura de la unam sendos cursos preparatorios para la Especiali-
dad en Restauración de Monumentos.
231
El arquitecto David Muñoz nació en San Miguel de Allende, Guanajuato,
el 28 de diciembre de 1924 en donde vivió los primeros años de su vida
rodeado de hermosos paisajes y arquitectura virreinal de gran calidad, que
habrían de dejar una importante huella para su futura inclinación profesional.
Empezó a trabajar en la Ciudad de México desde los catorce años con su
padre, don Félix Muñoz, quien ya para entonces era un respetable maestro de
obras, responsable del mando de decenas de albañiles a quienes dirigía con
gran aplomo, asegurándose de que realizaran adecuadamente sus labores.
Así, bajo la tutela de su padre, David Muñoz se inició en el oficio de la
construcción desde abajo, como peón de obra (ayudante de albañil), apren-
diendo de la rudeza del oficio, repellando muros, preparando y acarreando
mezcla y pegando hiladas de tabiques en largas jornadas de trabajo. Fue así
como aprendió los pormenores de la construcción, circunstancia que le per-
mitió una gran libertad para proyectar detalles arquitectónicos de gran calidad
que habrán de caracterizar su producción arquitectónica.
Como anécdota familiar se cuenta que un día llegó a la obra un lujoso
automóvil convertible del cual se bajó un elegante hombre, el arquitecto
Augusto Pérez Palacios, quien se dispuso a dar instrucciones a don Félix Mu-
ñoz. El joven David quedó sumamente impresionado de que hubiera alguien
que le diera órdenes a su padre, el maestro de obra, y se acercó a preguntarle
quién era aquel que venía a decir cómo hacer las cosas, y que quería ser
como él. Don Félix entonces contestó: “ese hombre es un arquitecto, no sea
tarugo, eso usted no va a poder ser. ¡Ubíquese en la realidad!...” A lo que de
inmediato contestó el joven con gran determinación: “¡Yo sí quiero serlo, al-
gún día seré arquitecto!” A pesar de las limitaciones económicas, persiguiendo
su sueño de ser arquitecto, David estudió en la preparatoria nocturna, para des-
pués inscribirse en la carrera de arquitectura en la Academia de San Carlos, en
donde a partir del tercer año comenzó a destacar, ganando consecutivamente
la mención extraordinaria en la materia de composición, en el tercero, cuarto
y quinto años. David Muñoz se convirtió, así, en el primer arquitecto universi-
tario de su ciudad natal, San Miguel de Allende. En esos tiempos se realizó en
la nueva Ciudad Universitaria un concurso de arquitectura para el proyecto de
la casa del empleado universitario. En el jurado se encontraba el prestigiado
arquitecto Carlos Lazo Barreiro y la propuesta presentada por David Muñoz
resultó ganadora, con lo cual empezó una brillante carrera que con el tiempo
aportó muy interesantes ejemplos de arquitectura moderna nacional de calidad
internacional.
A partir del concurso, el joven arquitecto llamó la atención de Carlos
Lazo, quien lo invitó a colaborar con él en el gran proyecto de Ciudad Sa-
hagún, en donde se desempeñó como arquitecto del enorme conjunto hasta
su terminación, a pesar del inesperado fallecimiento del arquitecto Lazo. Al
terminar esta interesante colaboración, fue invitado por el arquitecto Max
Amábilis a desarrollar el proyecto de la Escuela de Ciencias Políticas y So-
ciales de la unam, en la cual demostró su gran capacidad y conocimientos
de construcción.
Como parte de su desarrollo profesional, David Muñoz se incorporó a la Fa-
cultad de Arquitectura de la unam como docente y comenzó a impartir clases
de proyectos a un grupo de alumnos destacados entre los cuales se encontra-
En la vida profesional, la colaboración amplia y de aná- inspiró en los conceptos arquitectónicos particularmente
lisis profundo, la participación de David siempre fue de la cultura maya en donde reitera su afinidad por las
trascendente, desde los análisis previos de los programas formas de gran peso formal con marcado predominio de
arquitectónicos, por ejemplo de la uam, en las que aflo- los paramentos macizos con vanos menores acentuando
raron nuevas soluciones para alojar un nuevo criterio de las líneas horizontales de la composición. El edificio es de
un sistema educativo novedoso y diferente. No sólo en planta cuadrada y con un enorme patio central que ador-
la concepción de la realización constructiva, sino siendo na un espejo de agua; alrededor se disponen las activi-
además nueva solución para la enseñanza universitaria.1 dades administrativas y de gobierno. El acceso principal,
de gran simetría y fuerza, se reconoce por un magnífico
Unos años más tarde, en 1979, en el estado de Chiapas, cristal color bronce que rompe con la masividad de las lí-
durante el gobierno del licenciado Manuel Velasco Suá- neas horizontales y una escalinata central entre dos enor-
rez, se construyó en la capital, Tuxtla Gutiérrez, el Palacio mes alfardas a la usanza de los templos prehispánicos.
de Gobierno. En esta zona del sureste de México floreció También al centro destaca un balcón ceremonial sobre
la cultura maya y aún se conservan importantes conjun- una gran marquesina de concreto con el escudo nacional
tos arqueológicos asentados en extraordinarios paisajes al frente.
naturales conformados por la selva exótica y cuerpos de En 1985 se convocó a la Tercera Bienal Mundial de Ar-
agua como lagos y ríos. En esta rica área geográfica, de quitectura y se registró la participación de más de 800 pro-
desarrollo cultural y bellezas naturales, en donde encon- fesionales de cuarenta y dos países. El arquitecto Muñoz se
tramos conjuntos arquitectónicos de la calidad de Pa- presentó al concurso internacional con dos proyectos: el
lenque, Bonampak y Yaxchilán, el arquitecto Muñoz fue Palacio de Gobierno del estado de Chiapas y el Edificio de
comisionado para el proyecto arquitectónico de tan im- Gobierno de upiicsa, proyectado para el Instituto Politéc-
portante edificio para las funciones sustantivas del gobier- nico Nacional años atrás. Este último resultó el ganador del
no estatal, constituyéndose por estas características en un Gran Premio y Medalla de Oro, además de contar con la
reto mayor para su práctica profesional. Su proyecto se decisión unánime del jurado. Tal acontecimiento se consti-
245
Teatro Insurgentes (1950). Archivo:
Alejandro Prieto Posada (app)
quet, entonces director general de dicha institución. El pro- obra escultórica incluida en la Unidad Independencia6 que
grama de edificación formó parte de la política social del muestra los valores culturales nacionales y prehispánicos,
gobierno del presidente Adolfo López Mateos, con base en con la aportación plástica de artistas como Luis Ortiz Mo-
los ideales revolucionarios orientados a la protección de los nasterio, Federico Cantú Garza, Francisco Eppens, Ernes-
trabajadores, el bienestar de sus familias y la capacitación to Tamariz y el propio Alejandro Prieto, quien realizó el
técnica para favorecer el crecimiento de la industria aun acueducto. Fue un logro en este proyecto la integración al
en tiempos del “desarrollo estabilizador”. Se destinaron re- ambiente natural de las zonas habitacionales mediante ex-
cursos con el propósito de realizar obra pública en sectores tensas zonas verdes y arboladas, así como la ponderación
como seguridad social, salud, urbanización y vivienda, en- hecha de la escala humana frente a la dimensión de las
tre otros, para sostener con ello el discurso ideológico de edificaciones.
justicia social y apoyar además la generación de empleos. En la Unidad Cuauhtémoc creó una síntesis geométrica
Alejandro Prieto coordinó un gran equipo de arqui- de gran calidad tanto en el diseño de las altas columnas de
tectos que llevaron a cabo estudios de factibilidad, pro- la fachada del teatro y las oficinas que tienen un fino bajo-
yectos y construcción de clínicas, hospitales, centros de rrelieve lineal, como en el plafón interior, hecho a base de
seguridad social, centros sociales juveniles, talleres de un relieve de módulos simétricos. El edificio destinado al
capacitación, teatros, centros vacacionales y unidades gimnasio destaca por los grupos de cuatro columnas obli-
habitacionales, pero también realizó proyectos propios cuas que se integran a la composición arquitectónica de las
para dicho programa. Las edificaciones que hizo para el fachadas laterales. Ahí mismo ubicó un magnifico mural la-
instituto muestran un corte funcional dada la influencia brado en piedra, de grandes dimensiones, de Federico Can-
derivada del desarrollo de posguerra; eran construcciones tú y la escultura de Cuauhtémoc realizada en bronce por
modernas acordes al discurso sobre la modernización del Ernesto Tamariz, que pueden ser apreciados desde el boule-
país y a los lineamientos de la arquitectura internacio- vard Adolfo López Mateos.
nal aceptados en el contexto nacionalista, pues permitían En tanto que en el diseño de las unidades y conjun-
respuestas ágiles para el rápido crecimiento registrado en tos, en donde existe una organización asimétrica y lineal
esos años cuando “lo nacional” se enfatizó en los parti- de los elementos arquitectónicos, interrelacionados en la
dos arquitectónicos, rescatando la gran plaza, los espa- mayoría de los casos mediante andadores cubiertos, en
cios abiertos de uso comunitario, los materiales regionales el Centro Vacacional Oaxtepec utilizó una composición
como la cantera, el tezontle o los mosaicos multicolores orgánica a partir de calles curvas, formas circulares, así
y, en algunos casos, la masividad de los volúmenes en como volúmenes cilíndricos y esféricos aplicados a las
contraposición a la transparencia del cristal funcionalista. piscinas, la estación del teleférico, el manantial de agua
Es de reconocer la integración plástica que llevó a cabo termal y el sembrado semicircular de algunos elementos
en estos proyectos, si bien no con la monumentalidad de del conjunto. Se observa el uso de pérgolas de concreto,
los primeros ejemplos realizados dentro de dicha corrien- cubiertas inclinadas, bóvedas catalanas y acabados apa-
te, sí con una calidad manifiesta, como es el caso de la rentes de materiales regionales como la piedra y el barro
Arquitectura industrial
10 Este puente fue la última obra El diseño de las plantas industriales no sólo incluía la
que llevó a cabo el arquitecto
Alejandro Prieto. parte arquitectónica sino el diseño de la infraestructura
11 La escultura se hizo de concreto de
mármol, medía 800 x 700 x 600 técnica necesaria en algunos procesos productivos o de
cm y se ubicó frente al edificio de distribución de productos. Su trabajo fue reconocido in-
administración en el año 1991.
12 Nedda G. de Anhalt, “Reflexiones ternacionalmente con la edificación de los laboratorios
de Alejandro Prieto”, en Alejandro
Prieto, op.cit., p. 63. Sustancia en Barcelona y Essex en Alcalá de Henares, y
proyectos realizados en diversos países de Centroamérica.
Laboratorios ciba
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Trabajo escultórico
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Juan Herreros 1
255
Facultad de Medicina, Ciudad
Universitaria (1950), de Roberto Álvarez
Espinosa, Pedro Ramírez Vázquez,
Ramón Torres y Héctor Velázquez.
Fotografía: Archivo Olga Palacios
(op), reproducción Carlos Guerrero
La elección del tema y lugar de su tesis profesional, que elaboró con Héctor
Velázquez Moreno, compañero y socio, parece no ser un asunto menor en
el desarrollo profesional posterior. El penal de las Islas Marías, el trabajo de
campo (o de isla), la precisión del problema, que les implicó pasar varias
temporadas con los reclusos que serían beneficiados, los relacionó también
Identificación de su estancia
con altos niveles políticos. La tesis profesional fue premiada con mención universitaria en Francia,
honorífica y posteriormente, en La Habana, se les concedió una medalla de (1951). Archivo: op
oro por la excelencia del trabajo.
La experiencia académica de Ramón Torres comenzó muy temprano, sien-
do estudiante, como ayudante de Proyectos junto a Antonio Pastrana y luego
con Augusto Álvarez. Suerte, es probable, pero también talento.
El trabajo de equipo
17 En 1953 se inauguraron en
Buenos Aires las Galerías Santa
Fe, que contenían una serie de
murales interiores recientemente
restaurados. Integración plástica
a cargo de artistas de la talla
de Batlle Planas, Soldi, Seoane,
Torres Agüero y otros, “y quizá las
galerías porteñas tengan algo de
esa seducción que las erigió en
íconos urbanos […] verdaderos
paseos de compras, quienes
querían estar a la moda debían
recorrer casi por obligación sus
pasillos […]”perfil.com 23/07/11
18 Ramón Torres, Entrevista de Felipe
Leal, abril de 2006.
19 Joseph María Montaner, Sistemas
arquitectónicos contemporáneos,
Barcelona, Gustavo Gili, 2008,
p. 16.
y los temblores, y aprovechó así los desafíos mayores del programa, incluido
el terreno triangular.
Los cortes en el anteproyecto para el edificio amime, que destaca aún en
la ciudad por su calidad, inmediatamente anterior al de la Lotería, muestran
ya las variantes que aligeran las esquinas, proponen entrepisos y liberan la
planta baja, si bien el tratamiento de las fachadas resolvió finalmente las di-
ferentes orientaciones con mayor sensatez.
Como director de la Escuela
Nacional de Arquitectura de la Villa Olímpica
unam, preside una reunión del
simposio “La contaminación
del medio y el desequilibrio Se vive, se disfruta… Los espacios abiertos, plazas, gradaciones de lo público y
ecológico”. De izquierda a lo privado, circuitos, la preeminencia del peatón, edificios que envejecen más
derecha: Félix Candela, Juan
José Arreola, Donato Alarcón,
que dignamente, revaloración permanente, espacios únicos, vida comunitaria y
Vladimir Kaspé, Ramón Torres, privada, visuales controladas entre edificios, unidad y diversidad. Materiales de
Jaime Arteaga, Eduardo Saad, bajo mantenimiento y soluciones prácticas.20 Fue una experiencia muy impor-
Joaquín Sánchez MacGregor,
tante por la premura, las limitaciones, condicionada por la rapidez, economía,
Humberto Bravo Álvarez y Pedro
Martínez Pereda. Fotografía comodidad y el reto de convertirla en condominios que después autofinancia-
Archivo de Repentina, Facultad rían la obra. Aquí el arquitecto Torres aplicó lo aprendido en Francia y las in-
de Arquitectura, unam fluencias de Louis Kahn: tabique extruido y concreto en franjas ahora verticales;
por su parte, Augusto Álvarez apostaba a modularlo todo, modularlo siempre.
En el proyecto participaron muchos “arquitectos, urbanistas, paisajistas
[…] Buscamos a los más capaces en cada disciplina y entre todos hicimos la
20 Cuando fue impostergable un propuesta”, que superó todas las críticas de los grandes conjuntos habitacio-
cambio total de la herrería, lo
que hubiera podido ser una nales de los sesenta y setenta. Hay identidad, apropiación, pertenencia, que
ardua negociación, se facilitó son parte de su vigencia actual. Formaron parte del equipo Agustín Hernán-
notablemente por la solución de
fachada continua. dez, Manuel González Rul y Carlos Ortega. Y la satisfacción: “los inquilinos
21 Ramón Torres. Entrevista de Felipe en masa nos dieron un homenaje a los arquitectos porque estaban muy con-
Leal, abril de 2006.
tentos, ¡después de 10 años de habitarla!”21
Ese hombre inquieto, de equipo, con generosidad y en- 22 Ramón Torres, Entrevista de Louise
tusiasmo asumió la empresa de ser director de la escuela Noelle.
23 Para un catálogo resumido de su
en 196525 y continuar con la labor de Jorge González Rey- obra, véase Repentina, fa-unam,
na en pro de su superación. Indudablemente moderno, octubre de 1998, núm.167, p. 8.
24 Arquitectura México, núm. 116,
como puede comprobarse en la vigencia de los cambios p. 201.
25 El joven arquitecto fue elegido
y actividades que organizó, reestructuró así el Servicio director de la ena. Reelegido
Social y el Plan de Estudios, creó la carrera de Diseño para un segundo periodo dejó
el cargo en 1972: “Renuncié
Industrial y fundó la División de Estudios Superiores para en el momento que sentí que
ya no tenía yo nada que dar”,
el posgrado en Arquitectura, promovió la formación en alejándose un tiempo.
Restauración y la Investigación Arquitectónica, creó el 26 Las carreras que se impartieron
en la modalidad de Diplomado
Laboratorio de Estructuras Laminares y el Departamento fueron: Técnico en Representación
de Enlace y Cultura. Promovió las llamadas “carreras cor- de Proyectos, Técnico en
Administración de Obras y Técnico
tas”, como una opción intermedia frente a la deserción Auxiliar en la Construcción.
escolar.26 Estableció el acervo de diapositivas como apoyo
265
Margarita y Alejandro Caso
una pasión compartida por la arquitectura
Louise Noelle
267
Alejandro y Margarita Caso.
Archivo Louise Noelle (aln) Margarita Chávez y Alejandro Caso, a lo largo de 52 años. Pero vayamos
por partes y acerquémonos a la vida de estos arquitectos, que ofrece buen
número de similitudes.2 Alejandro Caso Lombardo nació en la Ciudad de
México el 12 de julio de 1926,3 donde realizó sus estudios profesionales
en la Escuela Nacional de Arquitectura de la unam, a la vez que cursaba
pintura en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y filosofía en la Facultad
de Filosofía y Letras. Margarita Chávez nació también en la Ciudad de Mé-
2 Información proveniente de Louise xico el 10 de febrero de 19304 y realizó sus estudios en la ena; además
Noelle, Arquitectos contemporáneos cursó estética, historia del arte, literatura e historia universal en la Facultad
de México, México, Trillas, 1989;
“Alejandro Caso Lombardo”, de Filosofía y Letras, (unam); cabe agregar que ambos fueron parte de la
Cuadernos de Arquitectura, núm.
18, México, inba, 1966; Eduardo misma generación de la ena en las instalaciones de la antigua Academia
Langagne O., “Margarita Chávez de San Carlos, donde compartieron clases con compañeros como Ricardo
de Caso y Alejandro Caso
Lombardo”, Los diversos caminos de Legorreta. En cuanto a la conclusión de sus estudios, ésta tuvo que esperar
los arquitectos, México, t. V, edición
del autor, 1999; y Fernanda ya que Margarita Chávez se tituló –con mención especial– hasta 1963,
Canales y Alejandro Hernández mientras que Alejandro Caso nunca lo hizo. No obstante, establecieron un
Gálvez, 100 x 100 Arquitectos del
siglo xx en México, México, Arquine, taller de arquitectura en sociedad en 1952, se casaron un año después y
2011. Además se basa en una compartieron desde entonces su vida profesional y sus deseos de supera-
entrevista con Margarita Chávez
de Caso el 6 de febrero de 2012 y ción; por esa época emprendieron una serie de viajes de estudio a Europa
un currículo proporcionado por la
arquitecta. y África con el apoyo del ifal y la Unesco. Además, Alejandro Caso
3 Sus padres fueron el connotado se desempeñó paralelamente de forma individual en una serie de trabajos
arqueólogo Alfonso Caso y María
Lombardo, hermana de Vicente dentro del sector público: como director de Arquitectura y Planeación del
Lombardo Toledano. Vivió su
niñez y juventud en un ambiente Instituto Nacional Indigenista (1952-1969), y como gerente general de Ma-
de cultura, donde la presencia de teriales en la Conasupo (1973-1976); por su parte, Margarita Chávez creó
Antonio Caso fue fundamental,
al igual que las temporadas de y coordinó el Ateneo Cultural en la Facultad de Arquitectura por 12 años,
vacaciones escolares de invierno entre 1960 y 1972. Asimismo, en la década de los ochenta fungió como
en las zonas arqueológicas de
Oaxaca. Alejandro Caso falleció el editora de la revista del Colegio de Arquitectos de México, Arquitectura y
13 de septiembre de 2004.
4 Sus padres fueron el ingeniero sociedad. Finalmente debemos anotar que ambos tuvieron diversos reco-
hidráulico Eduardo Chávez, nocimientos por parte del gremio arquitectónico, ya que en la Academia
hermano del músico Carlos
Chávez, y Margarita Barragán. Nacional de Arquitectura Alejandro Caso fue elegido Miembro Académico
Emérito en 1980, y Margarita Chávez de Caso en 1988.
como un resultado que se inscribe originalmente en estas Como corolario, puede recogerse un buen número de
propuestas. interesantes proyectos que no se desarrollaron, pero que
Una labor menos conocida es la que llevaron a cabo en ofrecen interesantes puntos de vista y en algunos casos
el género de la vivienda, donde se puede recoger la Uni- propuestas pioneras, como el de un centro vacacional
dad Habitacional Vallejo, con 83 edificios para acomodar para el imss (1956) o los museos culturales-regionales en
mil departamentos, que se agrupan en torno a plazoletas. las ciudades fronterizas (1963). No es posible acercarse
En cuanto al ámbito privado de las casas habitación, con aquí a la amplitud de propuestas como un Centro Cultural
buen número de ejemplos en la Ciudad de México,13 des- en Saltillo (1989), un parque ecológico-cultural en Can-
taca la propia erigida en el Pedregal de San Ángel (1967).14 cún (1987) o una Terminal Marítima Turística en Puerto
Éste es un claro ejemplo de cómo una casa habitación está Vallarta (1992), entre muchos otros.
íntimamente ligada con las costumbres de los usuarios a Apuntar la colaboración ininterrumpida de estos arqui-
la vez que se convierte en un género promotor de ideas tectos, a pesar de lo sucinto de la revisión, toma bajo esta
de vanguardia; por ello las soluciones arquitectónicas de luz un sentido particular. En efecto, la presencia, el diálo-
esta residencia tomaron en cuenta las experiencias de sus go y el trabajo constante fueron parte fundamental dentro
arquitectos con el concreto aparente, llevándolo al interior de lo realizado por este taller y su muestra como un ejem-
y proponiendo un mobiliario integral realizado con ese ma- plo de las posibilidades de una fructífera sociedad y de
terial. También proyectaron cinco casas (1957) y un condo- sus resultados afortunados. Dentro de su quehacer ellos
minio (1972) para vacaciones en Acapulco y uno más en estaban convencidos de que una obra está determinada
Cuernavaca (1980). De cierta forma, una serie de las lla- por muchos factores de orden social, histórico, geográfico
madas Casa Rancho, se incluye entre estas viviendas de re- y personal, entre otros,15 sin por ello olvidar un cuidado-
creo, con dos ejemplos en Tamaulipas, “Los Ébanos” (1977) so programa basado en las necesidades reales de cada
y “Triple A” (1990), y uno más en San Luis Potosí (1975). edificación. Como se ha señalado, estas condicionantes
Finalmente, realizaron una interesante casa de vacaciones hicieron que las propuestas y realizaciones de Margarita
para ellos mismos en Isla Mujeres (2001), recurriendo a un Chávez de Caso y Alejandro Caso formaran parte impor-
lenguaje sencillo y a una apuesta a la relación natural con tante no sólo del Regionalismo sino del panorama arqui-
la brisa y el mar. tectónico de la segunda mitad del siglo xx en México.
Publio Sirio
277
su plática fresca y carismática por un lado, con su guitarra y sentida voz, por
el otro, cualidades que acompañan los recuerdos de quienes le conocieron.
En esos años escogió la profesión a la que se entregó el resto de su vida y que,
en el testimonio dejado por su madre, ésta lo describe así: “Comenzaba ya a
preguntarse ¿qué carrera seguiré? ¿Abogado, doctor, ingeniero, arquitecto? Ya,
ya sé. Arquitecto. Esa carrera me gusta mucho, hacer construcciones preciosas
llenas de confort, a la moderna… ya lo pensé, voy a ser arquitecto.”1
La carrera
Influido por las pláticas de su cuñado, el arquitecto Carlos Capdevielle, así
como por el aliento de sus familiares –que veían en las pinturas y dibujos del
joven adolescente a un prometedor artista–, tomó la decisión de inscribirse en
la Escuela de Arquitectura de la Academia Nacional de Bellas Artes e iniciarse
en la carrera e institución a las que siempre serviría. Sobre su paso, Honorato
siempre lo recordó como una de las mejores épocas de su vida, ya que en ésta
conoció a sus tutores y maestros junto con los compañeros que se convertirían
en sus socios y amigos entrañables. Tal fue el caso de sus futuros socios Luis
Portada principal de la capilla de
Enrique el chato Ocampo, Miguel el vampiro Herrera Lazo y Carlos el cama-
San Francisco en Popo Park, Estado de rón Contreras, entre los más cercanos. Entre otros destacados compañeros y
México (1948) amigos de aquellos tiempos podemos recordar a personajes como Domingo
García Ramos, Ricardo Legorreta Vilchis o Teodoro González de León. Ya en
plena carrera, el joven estudiante recibió la sabiduría de los más importantes
maestros y profesionales de la época como José Villagrán García, en teoría;
Federico Mariscal, en análisis de programas; Eugenio Peshard, en estructuras,
o Vladimir Kaspé y Augusto H. Álvarez, en composición; pero quien se con-
virtió en su liebe maister (querido maestro) fue, sin lugar a dudas, el arquitecto
Marcial Gutiérrez Camarena a quien acompañó como adjunto en su clase de
construcción, asignatura que continuó impartiendo durante toda su vida.2
Testimonio edificado de esos tiempos de formación es la capilla de San
Francisco en Popo Park, Estado de México (1946), proyecto que nació de
un ejercicio de su clase de composición y que encontró en su propio padre
al más dedicado mecenas. Ésta fue su primera obra arquitectónica, cuando
contaba apenas con 20 años de edad. Dicho proyecto es muestra del rigor
que imperaba en la formación de aquella época, al proponer una edificación de
planta muy sencilla, resuelta en una sola crujía de arcos de piedra apuntados en
1 Ada Navarrete dejó escritas sus
memorias que contemplan desde una clara referencia neogótica, con cuatro entre-ejes que albergan una serie
su nacimiento hasta su vejez bajo
el título Memorias de una diva. de vitrales que filtran la luz del espeso bosque que le rodea. A la capilla se
2 Para mayor referencia véase accede desde un pequeño atrio, por un arco de cantería trabajada cuidado-
“Semblanza de un gran maestro:
Honorato Carrasco Navarrete” de samente de acuerdo con la tradición aprendida en la clase de estereotomía;
Lourdes Cruz Franco, en Bitácora de ahí se pasa a un pequeño nártex por debajo del coro que enfrenta al altar
Arquitectura, núm. 6, octubre-
diciembre de 2001, Facultad de y que contiene tan sólo a una exquisita figura de un Cristo negro, rescatado
Arquitectura/unam.
3 Contaba el arquitecto Carrasco de un mercado de antigüedades y que fue restaurado por el propio joven
que incluso tuvo que añadir una estudiante.3
mano faltante del Cristo, la cual
obtuvo de un molde de yeso de sí El resto de su paso por la Academia fue notable y siempre se distinguió
mismo. Bajo el altar, en la cripta
de la capilla, yacen los restos del por su empeño e interés, lo que culminó brillantemente en septiembre de
propio Honorato y familiares más 1952 con una tesis por demás sobresaliente y que le valió, junto con su
cercanos.
compañero Francisco el pato Gómez Palacio, la Mención Honorífica ex-
traordinaria –única en la historia de la entonces escue- construcción del entonces denominado Taller 2, así como
la– junto con una felicitación especial del rector Luis consejero técnico suplente por el claustro de construcción.
Garrido, con el tema “Planificación del Corte de Cór- En 1958, con el arquitecto Ramón Torres, organizó los exá-
doba” y que exploró, en las más modernas tendencias menes profesionales de la ena, trabajo que concluyó en el
urbanísticas, una pequeña sección de una ciudad mo- primer reglamento de la escuela al respecto y que hasta la
delo, “impregnada de un espíritu progresista y de los fecha mantiene aspectos de aplicación en nuestra facultad.
ideales de la Carta de Atenas (1933).” Tal distinción des- De 1960 a 1965 fue comisionado por el rector, doctor Igna-
taca aún más si tomamos en cuenta que el jurado estuvo cio Chávez, para visitar y evaluar las nuevas escuelas esta-
compuesto por los arquitectos Alonso Mariscal (enton- tales de arquitectura en Guadalajara, Jalapa, Guanajuato y
ces director de la Escuela), Marcial Gutiérrez Camarena Cuernavaca, experiencia que le permitió obtener una visión
(su mentor), Francisco Serrano (destacado profesional) y nacional mucho más amplia, que reflejó en las propuestas
Pedro Ramírez Vázquez (arquitecto recién egresado en para un nuevo plan de estudios para la carrera de Arquitec-
esos años).4 tura. Fue así como en 1965 recibió por parte del H. Consejo
Técnico la encomienda para la realización de dicho plan (al
La docencia lado de los arquitectos Enrique Cervantes y Raúl Kobeh) y
que cristalizaría en una propuesta innovadora a través de la
Una vez concluida su formación profesional, el joven ar- incorporación de los cursos México i y México ii, cuyos ob-
quitecto equilibró la práctica de su oficio junto con la jetivos pedagógicos se centraban en “ubicar al alumno den-
transmisión de sus conocimientos en las aulas universita- tro de una realidad política, social y económica del México
rias. Su labor como profesor definitivo comenzó en 1951, actual, así como relacionarlo con las problemáticas que
cuando tomó la titularidad de la clase de edificación, la- tienen injerencia en la construcción y especialmente en la
bor que profundizaría con un compromiso total que invo- arquitectura en México.”5 El plan mereció la felicitación del
lucraba la preparación cuidadosa de sus cursos, de la mano Consejo Universitario y en su aplicación se titularon cerca
de una constante actualización; en nadie mejor que en él de cinco generaciones de arquitectos (de 1967 a 1972) con
aplica la frase “enseñar es aprender dos veces”. Durante su una formación académica única, empapada de una visión
paso por la Escuela Nacional de Arquitectura (ena) tuvo di- social que antecedió al futuro plan de estudios de 1976. El
ferentes cargos y responsabilidades, entre las que destacan arquitecto Carrasco se hizo titular de esas nuevas materias y
haber sido nombrado profesor de medio tiempo en el año sus clases –guitarra en mano cantando corridos revoluciona-
1954; poco después, en 1962, obtuvo la categoría de titu- rios y dando cátedra de albures y picardías mexicanas– son
lar “C”, la más alta condición establecida por los estatutos. aún hoy recordadas por varias generaciones de arquitectos
En ese mismo periodo se desempeñó como subdirector de como experiencias inolvidables.
Durante los primeros años de la década de los sesenta, y metodológico de los procesos conceptuales hasta la so-
en una de las fases más fructíferas de su trabajo académi- lución técnica y matemática de las propuestas planteadas.
co, fue recomendado por la rectoría del doctor Chávez Esa visión de amplio espectro era transmitida a sus alum-
para dirigir la nueva Escuela de Arquitectura de la Uni- nos con una rigurosa preparación de sus cátedras, com-
versidad Iberoamericana (uia), tras la salida de Augusto binada con un trato fraternal en el exterior del aula –no
H. Álvarez como director fundador. Esa encomienda en- era extraño que invitase a sus grupos enteros a departir un
riqueció el plan de estudios y la planta docente con un sábado de un encuentro bohemio en su casa de campo–,
espíritu renovador que le llevó a tener serios conflictos lo que provocaba que los alumnos encontraran a una figu-
con el padre Felipe Pardinas (destacado profesor y fun- ra fascinante de la cual nutrirse, en un intercambio único
dador de varias carreras en dicha universidad), al grado entre maestro y aprendiz. Tal vez por ello un sinnúmero de
de someter, en su siempre congruente postura de ante- profesionales destacados lo recuerdan como parte funda-
poner sus ideales a sus propios intereses, su renuncia al mental de su formación y, por mencionar tan sólo a algunos,
entonces rector, quien no la aceptó y le permitió concluir nombraremos a los arquitectos Enrique Ávila Riquelme, En-
su programa inicial con resultados positivos. Parte de las rique Maldonado o a su querido discípulo José de Arimatea
actividades derivadas de esa función fue su participación Moyao quien, bajo su tutela, obtuvo un premio interna-
como miembro fundador de la Asociación de Institucio- cional de gran envergadura en el concurso “El hábitat del
nes de Enseñanza de la Arquitectura (Asinea), así como mañana”, con una visión muy propia y modesta de una
del Congreso Latinoamericano de Escuelas y Facultades casa rural modular, adaptable a los diferentes climas y pro-
de Arquitectura (clefa) como representante de la uia. cedimientos constructivos de nuestro país.
En los años que siguieron el arquitecto Carrasco desem- Esa labor de preparación constante de sus cátedras se
peñó varios cargos académicos y administrativos dentro de manifestaba claramente en su preocupación por incor-
la escuela y en 1976 colaboró en la definición del nuevo porar nuevas tecnologías y métodos de enseñanza para
plan de estudios de los Talleres de Letra, donde aportó su complementar sus exposiciones. Puede decirse que fue un
certera visión de la profesión, pero por encima de datos visionario de las más modernas prácticas educativas que
cronológicos o anecdóticos, el valor más significativo de la hoy nos parecen cotidianas, pero hace 30 años apenas
actividad magisterial de Honorato Carrasco fue su capaci- descubrían su potencial. En consecuencia, en sus clases
dad de abordar integralmente la enseñanza de los procesos aparecían grabaciones de catedráticos como Villagrán o
que se involucran en una actividad tan compleja como la Goeritz, rescatados por él mismo de viejas versiones en
arquitectura.6 Ello fue posible por la profunda formación video Betamax o bien, celebraba ciclos de cine con claros
multidisciplinaria en la cual se forjó y que le permitía en- intereses de comprender los fenómenos arquitectónicos a
frentar campos tan diversos como el planteamiento teórico través del movimiento que aporta el denominado séptimo
El oficio
En ese grupo de proyectos tendríamos que empe- cuerpo bajo que conforma el ambulatorio, junto con los lo-
zar citando la obra más querida del arquitecto, la capi- cutorios y confesionarios –resueltos a su vez en un cinturón
lla del seminario Menor, en Tlalpan,11 la cual surgió de de muros de carga recubiertos de recinto negro–, mientras
un concurso restringido entre seis arquitectos, en 1965, que en la parte alta y en la de menor sección de la trabelosa,
para incorporar la capilla al total del conjunto del Semi- se apoya a todo el sistema en un anillo de compresión que
nario, recién terminado por el arquitecto José Luis Ben- le abre espacio a un óculo que corona el altar principal. Por
lliure. Para este proyecto Carrasco propuso una rotunda otro lado, la cuarta parte del círculo destinada al auditorio
solución basada en una planta circular ocupada en tres se solucionó con una catenaria de revolución que se apoya
de sus cuatro partes por la capilla, dejando el cuarto de en los muros de carga que lo separan de la capilla, como en
círculo restante para un auditorio que formaba parte del el borde perimetral que colinda con la circulación exterior.
programa. Ambas secciones están separadas por un par Esta solución arquitectónica no sólo fue novedosa sino que
de muros de planta y altura variable y que constituyen un además permitió reforzar una intención espacial de eleva-
fuerte componente formal y conceptual de la solución en ción hacia el altar, que adquirió un protagonismo mayor con
el exterior, al significarse como símbolo de elevación y la solución isóptica de la asamblea y con el uso de una serie
fuente de luz, que en las propias palabras del arquitecto de laminillas doradas recreando una moderna versión de los
fueron origen de su propuesta y que nos explicaba así: retablos barrocos mexicanos. El depurado resultado que ob-
“La presentación de Dios en la Tierra, bajo un criterio per- tuvo se resalta por su extraordinario estado de conservación,
sonal, es la luz, principio y fin de las cosas, que proviene ya que todas las variables necesarias para un mantenimiento
y tiende hacia el infinito, razón por la cual los hombres adecuado están presentes. Actualmente los muros de recinto
situamos al Creador en el Cielo, morada aparente y fuente se encuentran impecables y la cubierta y muros de concre-
de la luz. Dos símbolos eran claros a manejar: la luz y la to armado no han requerido más allá de una serie de capas de
elevación al infinito.”12 pintura de vez en vez. Los pisos de parquet de madera y el
Otro aspecto sobresaliente de este recinto es la notable mobiliario de la asamblea, así como los vitrales triangulares
solución que dio a las cubiertas, tanto de la capilla como del borde externo son los originales, y tanto el altar como el
del auditorio, y que manifiestan su profundo conocimien- retablo permanecen inalterados, lo cual no es producto de
to de las estructuras. De tal manera, la nave que ocupa la la casualidad o de un esmerado programa de preservación,
capilla se resolvió con una cubierta plegada en un abanico sino más bien de decisiones acertadas que a casi 45 años de
de 270° de sección decreciente, apoyada en el borde en un edificado el recinto nos permiten valorar en un sentido más
tan sólo una cubierta de teja inclinada que se soporta en en torno al cual giran los principales espacios de la casa;
un cerrado muro de piedra y se caracteriza por una serie desde allí tenemos un completo dominio del conjunto,
de botellones de vidrio que colocó el arquitecto en una pero a su vez se provoca una curiosidad para descubrir los
especie de juego entre forma y luz. Pasando el acceso, entretejidos espacios, articulados por una escalera de dos
se entra en un área rica en sensaciones, en donde se ob- rampas que se atraviesa para provocar un juego de pro-
serva un espacio de altura creciente, atravesado por un fundidades que nos remite a Piranessi. A mano derecha
rústico puente de madera que une las partes altas de la encontramos un amplio estar de baja altura, con el moti-
casa en donde se ubican las recámaras. A la derecha y en vo de una chimenea colonial (obtenida de las búsquedas
un rectángulo soterrado se localiza el estar familiar, con en demoliciones hechas por el propio arquitecto) y que
una chimenea central que es protagonista indudable, no tiene como plafón una cerrada viguería a manera de bó-
sólo de la solución sino de la intención de que en torno veda catalana, donde las soleras de barro fueron pintadas
a ella girasen las reuniones, la bohemia y la convivencia. a mano, en una clara referencia a las herencias mudéja-
Podemos afirmar que en esta construcción encontró en res. A la izquierda del hall, y tras subir medio nivel, se
su propia persona y familia al cliente más satisfecho, pues asoma el comedor que daba cabida a la numerosa familia
esta casa se significó como parte fundamental de la vida y que se une a una amplia cocina recubierta de azule-
de aquellos a los que sirvió y ésta es la búsqueda que jos coloniales de talavera, la cual nos remite a las viejas
debe perseguir cualquier arquitecto.14 cocinas de los conventos virreinales –cabe decir que el
En contraste con lo anterior, la casa de la familia Ca- arquitecto Carrasco era un entusiasta cocinero y hacía de
rrasco en Coyoacán (1968) es un ejemplo de lo que debe esa actividad otro pretexto para la convivencia. La casa
ser una casa urbana asentada en un barrio histórico y po- resuelve cada espacio acertadamente, dando luz del sur a
pular. El arquitecto escogió un solar de 500 m2 en una las recámaras de los hijos, mientras que la recámara prin-
esquina de dos pequeños callejones, que enfrenta al atrio cipal ve al oriente, de frente al atrio y a la capilla como
de la pequeña capilla colonial de San Francisco; su cla- un gesto de la devoción del arquitecto que se levantaba
ro entendimiento y atención al lugar se aprecia desde el y escuchaba cada mañana las campanadas de la misa de
planteamiento, el cual respetó dos árboles de pirul (carac- siete. Con su propia casa de nuevo nos muestra que la
terísticos de esa zona de pedregales) por lo que surgieron principal virtud de un edificio estriba en cómo se percibe
dos vacíos espaciales en donde éstos se encuentran: uno y cómo se vive, pues para ello fue creado.
sirve de patio abierto mediante una reja al callejón y el No podemos dejar de mencionar la práctica que Ho-
otro es un remanso cedido a la calle que permite agilizar norato Carrasco tuvo en la arquitectura de vivienda so-
el paso de vehículos en la esquina y que, a su vez, crea cial, en donde incursionó con numerosos ejemplos de
un remanso que da cabida al acceso principal. Una vez muy buena manufactura y que hoy siguen prestando el
adentro, el arquitecto vuelve a mostrarnos su capacidad servicio para el cual fueron construidos. En este quehacer
de asombrarnos, pues nos ofrece un hall en doble altura y se destacan los conjuntos habitacionales realizados para
cluyó con la selección de la propuesta presentada por del conjunto de la Alberca Olímpica, donde resolvió una
Carrasco. En él podemos apreciar una sencilla solución a complicada planta obligada por la preexistencia de una ci-
base de dos cuerpos separados por un patio central que mentación y un sótano construidos en los años cuarenta y
alberga una escalera escultórica, motivo focal de ese es- que utilizó inteligentemente al variar la inclinación de los
pacio. El cuerpo frontal se encuentra remetido de la calle ejes principales de la estructura, de manera que obtuvo
en su planta baja para dar cupo al estacionamiento de una planta en forma de estrella de David y que resolvió
seis autos (uno para cada socio) y a la recepción y sala con una gran losa aligerada coronada por una pirámide
de juntas (la cual contaba con un mural-tapiz de su com- inundada de la luz que ingresa por un grupo de vitrales
padre y amigo Pedro "el charro" Medina), mientras que la que la componen. En esta iglesia el arquitecto Carrasco
planta alta contenía dos de los despachos de los socios propuso un espacio de área verde interior, que hace de
hacia la calle, protegiendo la orientación poniente con esta condición ejemplo único de presencia vegetal en el
la cubierta sobresaliente. El cuerpo posterior agrupaba a interior de un recinto católico.
los otros cuatro despachos y ellos veían a un jardín poste- El otro proyecto de gran significado para el arquitec-
rior y al patio central. El patio cumplía las veces de pun- to lo constituyó el encargo de una iglesia consagrada a
to de encuentro y era común la interrupción de labores Nuestra Señora de Guadalupe en el pueblo de Miguel A.
un viernes en la tarde para dar paso a un convivio entre Silva en Ario de Rosales, Michoacán (1981), a petición
arquitectos, dibujantes y clientes con guitarra en mano. del padre de la comunidad, el reverendo Javier Hernán-
Otra virtud en este proyecto se encuentra en la estructura, dez, quien se acercó al arquitecto con la advertencia de
la cual se resolvió a base de losas aligeradas apoyadas en que no contaba con presupuesto para ello. Carrasco hizo
sendos muros de concreto que libran el claro de lindero suya la solicitud y trabó una sincera amistad con el párroco
a lindero y que ofrece, por lo tanto, un espacio interior a quien le ofreció un bello proyecto a base de una cubier-
nítido y libre de divisiones. La última etapa de su trabajo ta de techos de pañuelo y que se integra adecuadamente
profesional (que se inscribe entre los años 1980 y 1992), a los paisajes serranos de esa “tierra caliente”. El arqui-
se significó por ser un periodo reflexivo y autocrítico, en tecto Carrasco permaneció activo hasta pocos días antes
donde redujo la atención de nuevos encargos y aquellos de su muerte (por un ataque masivo al corazón) el 1 de
pocos que abordaba, los desarrolló con el cuidado y pro- abril de 1992, cuando se encontraba en el aeropuerto de
fundidad de su visión ya madura y preocupada de los ca- la Ciudad de México previamente a una visita que tenía
minos y modas por los que transitaba la arquitectura de prevista con su familia política en Chiapas. Más que crear
ese tiempo.15 De estos últimos años podemos mencionar un vacío, dejó una serie de enseñanzas que ocuparon
algunos ejemplos notables como la casa habitación del el espacio y la mente de una gran cantidad de personas
señor Emilio Cejudo en Cerro Chapultepec 9, colonia que, entre familiares, amigos, socios, clientes, discípu-
Romero de Terreros (1983), donde juega hábilmente con los y alumnos, le hacen seguir presente en esa memoria
los desniveles y orientaciones de un pequeñísimo terreno colectiva que sólo alcanzan los grandes hombres. Quizá
inclinado y que produce una serie de interesantes juegos por ello, en un gesto de modestia y satisfacción por lo
espaciales en el interior de la vivienda. Para concluir este hecho, Honorato Carrasco escribió las instrucciones para
breve repaso, es justo mencionar dos de sus últimas obras su epitafio, que hoy se lee en la cripta de la capilla en su
religiosas: la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, en querido Popo Park: “Al hombre, maestro, padre y amigo,
la avenida Popocatépetl esquina Trípoli (1981), a espaldas con cariño.”
289
¿Qué hizo que yo tuviera esa profunda vida interior
y la adquisición de una voluntad?, más que fuerza de
voluntad, el deseo de ser gobernante de mis propios
actos, y tener, fundamentalmente un carácter reflexivo:
un acopio de lecturas sumamente importantes, de lite-
ratura, de pensamiento profundo, de filosofía […]. Yo he
tratado de que esta casa interior, un poco a la manera
de Santa Teresa o de Octavio Paz o de Carlos Pellicer,
esté siempre habitada, y mis duendes son los libros, y la
belleza y el arte y la gente [...] soy una gente que tiene
mucho qué decir y que está ávida de escuchar.2
La arquitectura industrial
Corolario
Cada vez me alejaba yo más de ese racionalismo implacable, cada vez más 29 Segunda parte de la cuarta
entrevista al arquitecto Jaime
me acercaba al concreto armado, colado, al amanecer con la aurora, a la Ortiz Monasterio, realizada en la
casa del doctor Fernando Ortiz
madera, al barro, a materiales más nuestros, no con un propósito de ser pro- Monasterio en San Ángel, el 28 de
bablemente mexicano, sino hacer arquitectura contemporánea en México, noviembre de 1995, por la doctora
Graciela de Garay. Instituto Mora,
pero con los medios, el pensamiento, la idiosincrasia, esa misteriosa, clara, pho 11/17-4.
30 Miembro del Colegio y de la
real identidad que parece a veces ser buscada cuando se tiene...29 Sociedad de Arquitectos Mexicanos
a. c.; Académico emérito de la
Academia Nacional de Arquitectura
Siempre se caracterizó por su continua búsqueda y ensayo con los espacios a. c.; Miembro de Número
que conforman la arquitectura; en este sentido, cada vez fue más sensible de la Academia Mexicana de
Arquitectura a. c.; Miembro
para adaptarse a la topografía del terreno, logrando en ocasiones espacios honorario de la Sociedad de
Arquitectos de Colombia; Premio
mágicos. En sus obras se deja entrever la huella de clientes que compartieron Universidad Nacional 1999, en
con el arquitecto la aventura, la pasión y el amor que éste depositó en cada Arquitectura y Diseño recibido el 5
de diciembre del 2000. Se distinguió
construcción, lo cual se debe, en gran parte, a la confianza que supo inspirar como conferencista en diversas
universidades del país. El 16 de
y a la labor de convencimiento que tan sabiamente –afirmaba él mismo– mayo del 2002 se inauguró una
supo realizar.30 exposición de su obra y se le hizo un
homenaje póstumo en la Facultad
de Arquitectura de la unam.
Tomás Segovia
La enseñanza
303
Fichas con apuntes para el curso
de historia y composición, (sin fecha).
Archivo de Arquitectos Mexicanos,
Facultad de Arquitectura unam (aam/
fa/unam). Fotografía: José Ma. Bilbao
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 305
hay que ser bastante cautos. Pienso que no es deseable que en vez de hacer teoría
de la arquitectura, se haga arquitectura de la teoría, es decir, que se establezcan
de antemano y por otras personas las bases teóricas en las que han de apoyarse
los proyectos de los estudiantes. Esto más que aliviarlos en su tarea, les hará sentir
que están proyectando con una losa de piedra encima de la cabeza.
Los dos conceptos que más le oímos a lo largo de su desempeño en los ofi-
cios de maestro, creador artístico y arquitectónico, fueron armonía y com-
posición. Sería impensable imaginar una sensibilidad tal enarbolando esas
banderas, sometidas en un país donde ello resulte irreconocible.
José Luis nació en España un 16 de marzo de 1928 en el seno de una fa-
milia donde las bellas artes formaban parte esencial de la convivencia y de
la vida misma. Nieto de uno de los mejores y más prolíficos escultores espa-
ñoles del siglo xx, Mariano Benlliure Gil, e hijo de José Luis Benlliure López
de Arana, destacado pintor y arquitecto, nuestro José Luis se desenvolvió
desde su temprana formación humana en un ambiente donde la sensibilidad
resultaba el mejor de los vehículos para transitar y despertar un atento y pers-
picaz espíritu, ávido de reconocer en su entorno la posibilidad de acudir a la
belleza como fin último y fundamental para aspirar y procurarse a sí mismo
la felicidad. Posteriormente fue además capaz de procurárnosla mediante
sus buenos oficios. Él mismo se identificó así: “Nací con un lápiz en la mano
y pinté mi primera acuarela a los siete años en el taller de mi abuelo, entre
pedazos de mármol, barro y esculturas…”
Baste decir que a la temprana edad de ocho años participó en su primera
exposición de pintura como autor, y los recursos obtenidos de la venta de su
obra en Estocolmo, Suecia, le fueron suficientes para lograrse un pasaje al
exilio a México.
Arribó a México en 1939 a los 12 años de edad, cuando la historia per-
mitió a dos naciones hermanarse en una solidaridad, a todas luces ejemplar,
a pesar de tener siempre presente un pasado donde la colonización de una
obligó a la otra a una sana independencia emancipadora.
En España, un gobierno de facto apoyado por intereses aún más oscuros y
ruines, había sometido a sus propios paisanos a una cruel experiencia bélica
interna, conmocionando a una República democrática hasta hacerla sucum-
bir, con el altísimo costo humano que ello significó. El exilio de su propio
lugar de origen resultaría impensable para nadie, pero sucede.
Ya en México, José Luis ingresó a la Academia de San Carlos, a los 16 años
de edad.
Las aptitudes artísticas inherentes y resguardadas en su más íntimo ser le
condujeron a traer siempre consigo acuarelas, pinceles y papel, fabriano de
La arquitectura
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 307
en el taller de Enrique de la Mora, y durante el tercer año de arquitectura con
Apuntes conceptuales, proyecto
Conjunto Aristos, (octubre 1958).
Enrique del Moral, de quien dijo “…a él le debo mucho de mi formación en
aam/fa/unam. el oficio…”, y luego con Félix Candela, Vladimir Kaspé, Mauricio Campos y
Fotografía: José Ma. Bilbao José Villagrán entre otros, encontró las condiciones para realizar el proyecto
Conjunto Aristos, que pudiese considerarse un tratado de urbana educación
Acuarela, proyecto Conjunto
Aristos (1958). aam/fa/unam . y el más pertinente de los ejemplos en el que arquitectura y ciudad se entien-
Fotografía: José Ma. Bilbao den como lo que son, un solo escenario de actuación.
La Ciudad de México experimentaba un sano ambiente de desarrollo social
y económico, lo cual le permitió un vigoroso impulso. El ámbito inmobiliario
no estaba exento de ello y la metrópoli se encontraba en pleno crecimiento.
Tocó el turno a José Luis en un predio con características urbanas muy preci-
sas, donde se vio ante la posibilidad de realizar una edificación que atendiera
a varias expectativas que todo habitante de una ciudad enfrenta: pertenecer a
la capital de una joven nación, una metrópoli de magnitud y presencia mun-
diales, reconocerse como ciudadano, citadino, donde los hábitos domésticos y
los usos y costumbres aún conservaban –y conservan– las herencias colectivas
sumadas a las nuevas condiciones individuales de esa modernidad, y al res-
peto que tal caleidoscopio le merecía a un autor sensible y atento. El reto era
entonces atender el proyecto de la transición de múltiples escalas de ciudad,
donde estaban presentes metrópoli, barrio y vecindad.
En este proyecto el joven arquitecto, gran conocedor de la geometría, de-
mostró dominio de su oficio recurriendo a fuentes de inspiración en la histo-
1 Rafael López Rangel, José Luis
Benlliure, un clásico de la arquitectura ria de la arquitectura, donde él mismo reconoció la “influencia” de diversos
contemporánea de México, México, autores a quienes entonces se permitió recrear: Francesco Borromini, Antonio
2002.
Gaudí, Erich Mendelsohn, así como a las nuevas arquitecturas del Brasil.1
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 309
A la conclusión del proyecto y obra del Conjunto Aris- enriquecer siempre esa relación colectiva. Describía al
tos en 1961, viajó a España y convalidó en 1962 su se- maestro Cándido –con quien colaboró en la construcción
gundo título de arquitecto, esta vez referido a la rama de de más de una docena de casas– como el mejor construc-
urbanismo, en la Escuela Técnica Superior de Madrid. tor de hogares, refiriéndose no sólo a las chimeneas. Las
Como muestras de arquitectura para refugio doméstico casas de José Luis, resuelven debajo de un solo tejado, y
me referiré a los múltiples proyectos de casas de descanso en concordancia con la geometría inherente al mismo,
que desarrolló y construyó en Valle de Bravo (1978-1986), todas las actividades y destinos requeridos para satisfacer
así como su propia casa en la Ciudad de México (1985- necesidades, deseos y anhelos de sus habitantes.
1986). Para los diversos proyectos de las casas en Valle de Más adelante, y durante más de seis años, colaboró
Bravo era preciso destacar las características climáticas y la como proyectista para la Dirección de Arquitectura y
condición pluvial que determinan a esa comarca, que exi- Conservación del Patrimonio Artístico Nacional (dacpan)
ge a las edificaciones resolver el cobijo de la lluvia con ele- del Instituto Nacional de Bellas Artes (inba), desde 1984
mentos tan característicos como el alero como extensión hasta 1991; allí encontró nuevamente la oportunidad
del alojamiento, transición entre el interior y el exterior, su para atender proyectos donde la arquitectura y la ciudad
presencia en las fachadas alineadas sobre las aceras peato- se entienden como lo que son: un solo escenario de ac-
nales; los portales como la siguiente escala del alero, con tuación, y más aún, cuando esas arquitecturas y ese ám-
la incorporación de diversos tipos de apoyos aislados; la bito urbano tienen de manera implícita connotaciones de
ventana-balcón como el borde más reducido para resolver valores históricos, patrimoniales y artísticos, en los que
de manera simultánea el disfrute y resguardo del paisaje los buenos oficios de José Luis resultaban aún más evi-
y sus condicionantes climáticas; los sistemas constructivos dentes y mejor aplicados.
mestizos, donde tierra, arcilla y barro, amalgamados en sis- En 1986 fue necesario el proyecto del nuevo recinto
temas constructivos con la sabiduría vernácula de la tradi- para el mural Sueño de una tarde dominical en la Alame-
ción local, resuelven muros de adobe, tepetate, ladrillos y da central de Diego Rivera, muestra de un proyecto que
tejados; los entresuelos y cubiertas que ocupan la madera, implicó la salvaguarda de una pieza de las artes plásticas
mediante estructuras de vigas y tablas, y las techumbres re- de nuestro país.
sueltas con teja de barro, con las inclinaciones adecuadas En 1946, Rivera, invitado por el arquitecto Carlos Obre-
que resultan en áticos o habitaciones. gón Santacilia, fue contratado para realizar un nuevo mural
Entre 1948 y 1951 allí se construyó una laguna arti- en el salón del comedor central del nuevo hotel Del Prado.
ficial del Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán, trasto- Al año siguiente, el 13 de septiembre de 1947, Rivera con-
cando definitivamente su carácter agrícola; la estrategia cluyó el fresco, que muestra diferentes protagonistas de la
era crear una infraestructura energética en la región y con historia del país en ese parque emblemático de la ciudad.
ello un nuevo destino turístico para deportes acuáticos y En 1961 fue reubicado en el vestíbulo del mismo hotel, lo
descanso. La población matlazinca enfrentó condiciones cual exigió colocarle una estructura metálica para evitar
de desarrollo distintas. José Luis lo reconoció y desarro- daños durante su desplazamiento, y el público pudiera ad-
lló proyectos para casas de descanso que requerían de la mirarlo libremente. La pintura mural tiene una superficie de
más respetuosa y pertinente de las incorporaciones a un 60 m2, mide 4 m de alto por 15 de largo y tiene un peso
entorno, con una gran sensibilidad ante las condiciones aproximado de 35 toneladas.
históricas y culturales, además de reconocer en los oficios En 1986, para transportar la obra desde el hotel, gra-
de su población la posibilidad de compartir los suyos y vemente dañado por los sismos de 1985, se readaptó, re-
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 311
Acuarela, proyectos del pabellón para
el mural "Sueño de una tarde dominical
en la alameda central" de Diego Rivera,
en la Ciudad de México, y la Plaza de
la Solidaridad (1987). pdacpai/inba
Acuarela, proyecto de la
ampliación del Museo de San
Carlos, Ciudad de México
(1987). pdacpai/inba
Fue entonces cuando José Luis se dio a la tarea de resolver un reto arqui-
tectónico en aras de proponer una fachada hoy, para un edificio con muchos
ayeres. En el programa se establecía la construcción de un auditorio y una
biblioteca para las tareas propias de la difusión artística y cultural del recinto,
así como algunos espacios de carácter administrativo. La tarea debía servir
para concluir y articular dos fachadas que fueron diseñadas para estar entre
medianeras.
Los resultados muestran un ejercicio tectónico casi escultórico, mesurado,
sin competir con las fachadas originales, desprovisto de elementos tectóni-
cos impropios o extemporáneos pero sin caer en una austera o desdibujada
expresión.
Como último ejemplo de este texto, me referiré al proyecto de remode-
lación (1987-1990), del Edificio Condesa, proyecto y obra original (1947-
1949) de los arquitectos Villagrán García y Del Moral, edificación de 11
niveles, también con daños estructurales en los citados sismos de 1985, que
obligó a un proyecto de modificación estructural que requería, entre otras
condiciones, de la reducción del peso y por ende de su altura para garantizar
condiciones de estabilidad y oscilación adecuadas. José Luis, que continuaba
colaborando en la dacpan, se encontró con otra oportunidad para establecer
una postura arquitectónica que requería ahora de una mayor cautela, respe-
to, mesura y pertinencia, por la ubicación que el inmueble guardaba respec-
to del entorno inmediato, correspondiente al Centro Histórico de la Ciudad
de México. Ubicado en la esquina que forman las calles de 5 de Mayo y el
callejón de la Condesa, tiene por vecinos varias edificaciones de gran valor
arquitectónico, histórico y patrimonial.
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 313
En sus frentes urbanos, el actual edificio del Banco de
México, la otrora Mutual Insurance Company, edificio de
1905, obra del arquitecto A. R. Whitney en colaboración
con el ingeniero Gonzalo Garita; el Edificio Guardiola,
también propiedad del Banco de México, obra del arqui-
tecto Carlos Obregón Santacilia, de 1947; La Casa de los
Azulejos, edificación cuya historia data del siglo xvi; casa
de los Condes de los Valles de Orizaba, cuyas fachadas fue-
ron recubiertas con azulejos de talavera poblana en el siglo
xviii. En sus colindancias tiene también vecinos respetables:
al norte el que fuera Real Seminario de Minería proyectado
y construido de 1797 a 1813 por el mismo arquitecto Tolsá,
y por el lado oriente una edificación de carácter civil, cuya
expresión arquitectónica recurre a elementos tipológica y
constructivamente lógicos. Aquí los basamentos, cornisas,
molduras y remates definen las alturas y la consecuente
continuidad horizontal, además del ritmo vertical de vanos
sobre el predominio de la masa sólida de los muros alinea-
dos a la vía pública que son determinantes en la mayoría
de las edificaciones austeras, pero fabricadas en una condi-
ción tecnológica y estética homogénea y constante.
En síntesis, el maestro se enfrentó a un ámbito diverso,
plural y rico en expresiones, donde la historia de la arquitec-
tura mexicana está muy presente; por ello fue necesaria una
respuesta contemporánea basada en referentes, significados
y formas que relacionaran y permitieran una armonía poli-
cultural para distinguir la presencia del barroco novohispa-
no, el neoclásico decimonónico, el neoclásico ecléctico y
positivista del siglo xx, y el art déco de la primera mitad del
siglo pasado. Me parece ésta una muy buena muestra de
una intervención de transformación de un inmueble de la
arquitectura moderna de mediados del siglo xx, que respe-
tó todos los valores presentes en el Centro Histórico del la
Bocetos, proyecto de la remodelación
del Edificio Condesa, en la Ciudad Ciudad de México.
de México (1990). pdacpai/inba José Luis volvió a exponer sus grandes talentos y ofi-
cios conjugando de manera armónica las diversas partes
de una composición a todas luces polifacética: las de esta
Ciudad de México y su historia, sumando las transparen-
cias, formas, gamas tectónicas y plásticas, que en ella son
testigo fiel de inclusión, convivencia, respeto, y valiosa
herencia.
Para concluir sólo me resta acudir a una cita del texto
Eupalinos o el arquitecto de Paul Valéry, que José Luis solía
compartir con nosotros: “¿No has observado, al pasearte
por esta ciudad, que entre los edificios que la componen,
algunos son mudos, los otros hablan y otros en fin los más
raros, cantan?”
Y a manera de colofón incluyo un breve testimonio En 1968, aprendí con esfuerzo a tutearlo, conquista
del arquitecto Enrique Lastra de Wit, discípulo también de ese año definitorio. En 1973, me invitó junto con
de José Luis, y otro diestro maestro de los oficios de ense- otros jóvenes profesores a participar en un proyecto de
ñar, proyectar y construir, de quien tengo la fortuna de ser mejoramiento de espacios abiertos y atrios de la ciudad
aprendiz y amigo: de Oaxaca, proyecto desarrollado para la Secretaría de
Patrimonio Nacional. Al año siguiente, la rehabilita-
Vi a José Luis Benlliure por primera vez en el año de 1961. ción del ex-convento de Santa Catalina para convertir-
Estaba sobre un andamio de una obra en construcción en lo en parador turístico. En 1975 trabajamos para Auris
la Avenida de los Insurgentes esquina con Aguascalientes. en proyectos de imagen urbana de diferentes poblados
Trabajaba con el cincel y la maceta en las manos, estaba del Estado de México.
creando, lo supe después, el bajorrelieve del acceso del Estos proyectos corrieron con diversa suerte: La Mer-
Edificio Aristos. Esta imagen se convirtió para mí en el ced, el Jardín A. Labastida, el Carmen Alto, no fueron
referente de lo que es un arquitecto y fue un elemento desarrollados; del proyecto del Zócalo se tomó sola-
más de los que me fueron empujando hacia la carrera mente el esquema compositivo y fue desarrollado por
de arquitectura, de los que van definiendo una vocación. una empresa constructora sin que José Luis tuviese la
Lo conocí en la unam al darme clase de historia de la dirección arquitectónica. El resultado fue un desperdi-
arquitectura románica y gótica –qué lujo de maestro!– cio de un excelente proyecto pobremente realizado con
Fue mi “corrector” en Taller de Proyectos y lo seguí tra- el pretexto de ahorrar dinero y de no disponer del tiem-
tando en el Seminario de Historia, fundado por don Juan po necesario que el proyecto de Benlliure requería. Lo
de la Encina que renovaba aquí una institución iniciada mismo pasó con el ex-convento de Santa Catalina, del
en el Madrid anterior a la Guerra Civil. Una riqueza más que se tomó solamente la distribución arquitectónica
de las que el exilio español nos regaló.
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 315
Fotografía actual del atrio del
exconvento de Santo Domingo de
Guzmán (proyecto de 1975). Cortesía
del Arq. Enrique Lastra de Wit
Oficial de maestría: labor académica, artística y arquitectónica de José Luis Benlliure 317
Alejandro Zohn
arquitecto, maestro y poeta
Agradezco, en primer término, la oportunidad y el honor descollar como joven promesa en el proyecto del Merca-
de colaborar en esta obra colectiva –lo cual es un privile- do Libertad en San Juan de Dios, al oriente del centro de
gio que no podía desperdiciar– realizada en la Facultad Guadalajara, y que afortunadamente pudo realizarse; hoy
de Arquitectura por iniciativa del arquitecto Jorge Tamés y es quizá, por qué no decirlo, la obra maestra de la arqui-
Batta. Esto me permitirá entonces hablar de un arquitecto tectura mexicana del siglo xx.
singular, el tapatío don Alejandro Zohn Rosenthal, parte- Alejandro Zohn fue un creador de arquitectura, in-
aguas entre la arquitectura moderna racionalista y la de novador y realizador de brillantes hallazgos expresivos
impronta orgánica, regional, con el eje de coordenadas y espaciales, que abarcaron tanto la arquitectura monu-
puesto en el habitar y sus habitadores y las búsquedas en mental, a escala urbana y regional, como las obras resi-
el hacer disciplinar de la arquitectura, donde Alejandro denciales o viviendas de conjunto para quienes habitan
Zohn se destacó con una rica y variada obra dentro de la por debajo de los niveles de pobreza.
arquitectura en la segunda mitad del siglo xx. Sus aportaciones calan hondo en la imagen y vida
Hablar de un arquitecto, valorando su obra y su tra- urbana de Guadalajara, su ciudad, y hoy forman parte
yectoria, cuando el autor de estas líneas se formó genera- indisoluble del patrimonio inmobiliario y de la cultura ta-
cionalmente en y bajo la influencia de su legado y decir patía contemporánea. Además están las otras obras de su
teórico, resulta por lo menos complicado, pues la admi- madurez en diversos lugares. Generó para la cultura de la
ración y el respeto profesional al maestro y la amistad ciudad de masas una alternativa eficiente, económica y
fraternal que nos unió hasta su muerte teñirán los asertos significativa para centros comerciales y “casi” malls, a los
de esa toma de partido por él, por sus hallazgos y su obra. que dotó de un discurso poético para el paisaje urbano,
La figura de Alejandro Zohn, nacido en Viena en 1930, e impartió una lección de elevación de la calidad de vida
pero tapatío desde los primeros años de instrucción, por su en la forma de acometer el diseño y especulaciones del uso
formación sensible y el arraigo entrañable de su obra a la de la “calle mayor” de estos establecimientos, volvién-
manera de ser, vivir y estar en Guadalajara, me impulsan a dolos centros comunitarios, papel que de todas maneras
compartir con ustedes la imagen y lecturas, si bien iniciáti- ya desempeñan, pero mal... Quedará a otros estudiosos
cas y provisionales, en aras de dejar aquí una semblanza de de su obra en el futuro, explorar la función de “agente
la rica personalidad del artista y autor de obras clave que cultural activo” que Alejandro Zohn cumplió desde su
servirán para valorar la arquitectura mexicana del siglo xx. participación en la arquitectura pública para la vida cul-
En su juventud y formación profesional de ingeniero y tural urbana, pero esto aquí rebasa la dimensión de mis
arquitecto, recibió y multiplicó las docencias históricas capacidades actuales y de la extensión de estas notas. No
de Ignacio Díaz Morales y Matías Goeritz; asistió a cursi- obstante, que quede anotado aquí, en precario, su trayec-
llos con Félix Candela; fue un atento lector de los autores toria y labor como sujeto cultural activo y propositivo, la
de la escuela tapatía –Urzúa, Castellanos y Barragán–, y expresión de su vivir e investigar sobre la ciudadanía y su
logró algo insólito con el trabajo de tesis o fin de carrera: conformación en potencia.
319
Como arquitecto, Alejandro Zohn se inició temprana- Alejandro Zohn que, en relación con esta construcción de-
mente con una obra arquitectural prodigiosa: el proyecto cía en 1997: “El Mercado, indudablemente, tiene una vida
y construcción del Mercado Libertad, en Guadalajara; esta intensa y vibrante, tal vez por esto ha subsistido. [...] aun
edificación fue seguida de centenares de obras en las que cuando extensas áreas comerciales del centro y la periferia
reveló su capacidad de afrontar la singularidad del progra- están hoy vacías, el Mercado permanece lleno y pleno de
ma y la inserción en el sitio específico. actividad”; agregaba más adelante:
Cabe por ello intentar hoy una lectura incipiente de
su legado –los edificios y las intervenciones urbanísticas ...Ojalá pueda darse, algún día próximo, el equilibrio en-
tre ‘la espontaneidad y el orden’, para que el ambiente
como un conjunto–, o bien de su desmesurada capacidad
de fiesta y animación pueda seguir sin los muchos lastres
de diseñar, calcular y realizar los proyectos, así como de visuales y funcionales que aún persisten. Si esto se da
su vocación urbana entusiasta y comprometida social y algún día, el Mercado seguirá teniendo un buen futuro.
éticamente.
La primera reflexión pertinente sobre el trabajo ar- El Mercado Libertad queda como una obra en la que el si-
quitectónico de Alejandro Zohn es señalar y comprobar tio, su programa o destino así como el carácter de ámbito
como principio de su enfoque la concordancia –serena, festivo desempeñan el papel focal de los mercados en la
equilibrada y alegre–, de la característica en sus proyectos capital tapatía; ello está a la vez entrañablemente iden-
y obras; dicha característica consiste en la búsqueda de tificado con la cultura local y asimismo con su destino
innovación tanto en lo estructural y lo constructivo como variable y aún azaroso como mercado popular de masas.
en lo funcional riguroso y la construcción de una espa- Hoy éste ya es parte del folclore tapatío y visita obligada
cialidad, “otra”, reveladora de un mundo mejor para la pera el turismo.
elevación de la calidad de vida. Sus proyectos se acer- La obra monumental del citado mercado en San Juan
can a los edificios, ya desde su programa, concibiéndolos de Dios, es un ejemplo de arquitectura aquí y así de los
como el “albergue espacial de los hechos humanos” y años cincuenta. Es este caso uno tal en el que el paisaje
privilegiando esto en sus procesos analíticos de proyecto urbano y la topografía del sitio, sumados a las costumbres
y durante la realización por sobre cualquier otra cosa, lo y a los modos de mercadeo tapatío, tradicional en Guada-
cual creemos fue condición de la mejor arquitectura con- lajara, encuentran en la arquitectura un soporte espacial
temporánea, que en el caso de las obras de Zohn es la de idéntico a sí mismo. Aquí se muestran paraguas de cas-
permitir y potenciar la habitabilidad de los usuarios a tra- carones sobre columnas de triple altura y un edificio con
vés de la obra. Veamos esto con más claridad. la piel de ladrillo aperonado con una secuencia espacial
Un primer ejemplo será el Mercado Libertad, obra reali- –en un tiempo musical habitable–, llenos de fugas espa-
zada entre 1957 y 1959. Citaremos inicialmente al propio ciales para los múltiples recorridos posibles, tanto físicos
327
Restaurante Los Manantiales,
Xochimilco D.F. (1960). Fotografía: jao
terminó su encargo, retirándose de la scop a finales del diente, tanto en el sector público como privado. El se-
mismo año. gundo tiempo, gracias a la enseñanza y orientación del
En su época estudiantil también trabajó como residente arquitecto Lazo desde su etapa de estudiante, se significó
en diferentes obras de la Ciudad Universitaria y en tareas por el servicio a la colectividad a través de instituciones
de supervisión en el estadio Olímpico; fue ayudante del públicas en los tres órdenes de gobierno: federal, esta-
maestro Diego Rivera cuando éste realizaba las esculto- tal y municipal. Esta actividad, de cierta manera, quedó
pinturas de la fachada del Estadio entre 1951 y 1952. Gra- prefigurada en la primera etapa de ejercicio profesional,
cias a su contacto con la Universidad y sus organizaciones liberal, independiente y personal, puesto que tuvo la
estudiantiles, así como a su paso por la administración pú- oportunidad de contar entre sus clientes a los gobiernos
blica, se forjó en el arquitecto una sensibilidad social y la estatales de Campeche, Chiapas y Michoacán, así como a
necesidad del trabajo en equipo y con ello trascender el dependencias y organismos del gobierno federal como la
ejercicio liberal de la profesión, que al incidir en la pla- Secretaría del Patrimonio Nacional, el Instituto Nacional
neación física, territorial, urbana y espacial, a través de la de la Juventud Mexicana y el Banco Nacional Hipoteca-
labor interdisciplinaria, alejada de la enseñanza tradicional rio y de Obras Públicas, hoy Banobras.
orientada a lo individual, contribuyó a determinar su for- En su despacho particular desde los primeros años se
mación para el servicio público, misma que se desarrolló hicieron obras tan importantes como el restaurante Los
en dos sentidos Manantiales, ubicado en medio del lago de Xochimilco,
En primer término su preparación tradicional, técnica en colaboración con el maestro Félix Candela. Al poco
y de proyecto, dentro de la cual destacan como sus maes- tiempo se dio a conocer por su ondulante estructura se-
tros los arquitectos Juan Sordo Madaleno, Alonso Mariscal mejante a grandes olas. El diseño estructural y la cons-
y Roberto Álvarez Espinosa. En segunda instancia su forma- trucción lo realizó el arquitecto Candela con su empresa
ción en lo social, gracias a los arquitectos Carlos Lazo y Cubiertas Ala. Al atribuirle el periódico El Nacional la au-
Luis González Aparicio, cuyas enseñanzas, sumadas a las toría del proyecto, Candela respondió por carta, también
experiencias iniciales en las agrupaciones estudiantiles a publicada, rectificando que él se había limitado al cálcu-
la fecha le siguen siendo útiles, no sólo en política sino lo y a la construcción de la estructura, formada por pa-
en su actividad profesional para la coordinación y direc- raboloides hiperbólicos, toda vez que el proyecto y obra
ción de equipos de trabajo y en su carrera en el servicio eran del arquitecto Álvarez Ordóñez.
público. Además del citado restaurante, en la década de 1960
La carrera profesional del arquitecto Álvarez Ordóñez proyectó y construyó las amplias instalaciones sociales y
cubre casi 60 años y se dio en dos tiempos fundamental- deportivas del Centro Asturiano de México, cuyo diseño
mente. El primero corresponde, a grandes rasgos, a los 10 estructural estuvo a cargo del ingeniero Heberto Castillo.
primeros años de su ejercicio profesional caracterizado Ubicados en la colonia El Reloj, Delegación Coyoacán,
por el ejercicio de la arquitectura de manera indepen- cerca del Museo Anahuacalli, los edificios e instalaciones
han sido ampliados y transformados en el ya medio siglo transcurrido desde Nota de prensa aclaratoria sobre
la autoría de Álvarez Ordóñez acerca
su inauguración. Más de 20 años después de edificado el deportivo, en los
del proyecto arquitectónico del
años ochenta se construyó otro inmueble del Centro Asturiano de México Restaurante de Los Manantiales,
para alojar nuevas instalaciones recreativas y sociales de ciudad: un edificio firmada por Félix Candela el 17 de
de 10 niveles con estacionamiento subterráneo, en la calle de Arquímedes octubre de 1961 aparecida en El nacional
Era mi percepción que deseaba hacerlo todo, por lo que era muy importante
tener cuidado de proponerle solamente proyectos evaluados y de posible
realización, pues a pesar de las grandes limitaciones económicas de un esta-
do olvidado y alejado económica y políticamente del centro del país, el go-
bierno estatal estaba dispuesto a realizar las que quizás por falta de recursos
nunca se habían podido llevar a cabo. De tal manera, los proyectos que se le
Instituto Nacional de Neurología, piezas clave sin las cuales hoy en día no Hospital Psiquiátrico para
podría concebirse el sistema integral de salud de nuestro país. A escala na- Enfermos Mentales Fray Bernardino
cional, y como gran contribución a la salubridad en el ámbito rural, se dotó Álvarez, en la Ciudad de México,
D.F., (1965-1967). Fotografía: jao
de agua potable a más de 3 120 poblados, beneficiando a cerca de tres mi-
llones 300 mil personas, considerado por la Oficina Sanitaria Panamericana
el programa más importante llevado a cabo en su momento.
Algunos años más adelante, la capacidad organizativa y liderazgo del ar-
quitecto lo llevaron, en el sexenio 1970-1976, a la titularidad de la Dirección
General de Obras Públicas del Departamento del Distrito Federal. En esta nue-
va responsabilidad se conjugaron la gran creatividad y visión innovadora del
arquitecto con sus conocimientos y experiencias de planificación urbana para
dotar a la Ciudad de México de una infraestructura prácticamente sin prece-
dentes, que en este periodo modificó sustancialmente a nuestra capital. Se
desarrolló una importante intervención urbano-arquitectónica en el Centro
Histórico actuando puntualmente sobre vías de acceso, infraestructura urbana
y patrimonio edificado, lo cual le devolvió a la zona la dignidad y el esplendor
que con el tiempo y el abandono se habían perdido. Se ejecutaron innume-
rables acciones de y mejoramiento de la comunidad, con la construcción de
un gran número de escuelas, edificios de gobierno, como los primeros nuevos
centros delegacionales, mercados, centros sociales y deportivos, así como un
moderno sistema de reclusorios preventivos. Sin embargo, quizás una de las
obras más relevantes del sexenio fue el proyecto y construcción del Circuito
Interior y Vías Radiales, así como varios pasos a desnivel que aliviaron la ya
para entonces congestionada metrópoli. Ante las distorsiones provocadas por
el crecimiento acelerado del Distrito Federal, esta propuesta constituyó uno
de los más importantes proyectos de ordenación urbana realizados y contri-
buyó a consolidar la estructura de la ciudad y su patrón de crecimiento. Dada
la dispersión de actividades y extensión del área urbana, se tuvo como objeti-
vo primordial resolver la situación conflictiva en el norponiente de la ciudad,
para lo cual se trazaron vías rápidas radiales que ofrecieran mejores opciones
para los largos recorridos, generados por las mayores dis- conservación. Se construyeron en tan sólo cuatro años 55
tancias entre centros de trabajo y habitación. unidades médicas de primer nivel, siete unidades de se-
El Circuito Interior tuvo como objetivo regular los flujos gundo nivel y nueve de tercer nivel, en toda la República,
viales del Distrito Federal, privilegiando las opciones de y se hicieron cientos de ampliaciones y remodelaciones en
origen y destino periféricas al área central de la ciudad, inmuebles de atención hospitalaria. Entre las más represen-
a manera de libramiento para dar continuidad de acce- tativas está la conclusión de las obras del Centro Médico
so a diferentes puntos. La idea fundamental fue corregir el Nacional Siglo xxi y las primeras etapas de los Hospitales
modelo vial metropolitano, “excesivamente radial y con- de Oncología y Pediatría en la Ciudad de México.
centrador, inductor de congestión y tránsito a través del En la trayectoria profesional del arquitecto Álvarez Or-
centro de la ciudad, sustituyéndolo por un sistema vial dóñez ha resaltado particularmente su quehacer gremial
desconcentrador que permitiera inducir dispersión del y político. Participó como presidente en los organismos
flujo vial.”1 Este sistema opera de manera que las vías ra- profesionales de arquitectos como el Colegio de Arqui-
diales desemboquen en un circuito interior que como vía tectos de México, la Sociedad de Arquitectos Mexicanos,
rápida se estructuró a partir de calzadas y avenidas exis- la Federación Nacional del Colegios de Arquitectos de la
tentes, las que en gran parte siguen el trazo de antiguos República Mexicana y la Academia Mexicana de Arqui-
ríos, y aunque el proyecto a la fecha no se ha concluido tectura; además en organismos especializados como la
en su totalidad y concepción original, los últimos 40 años Asociación Mexicana de Urbanistas. En todos estos encar-
ha sido indudablemente un factor importante de desaho- gos su desempeño se ha caracterizado por una preocupa-
go del congestionamiento de vías, particularmente en el ción por el progreso y la actividad colectiva de la profesión
norponiente de la ciudad. En donde el trazo del circuito de los arquitectos, señaladamente por promover mayores
interior lo permitió, se enlazaron las avenidas existentes oportunidades de trabajo, por la búsqueda de una mayor
entonces, intercomunicadas para evitar atravesar innece- capacidad de servicio y el reconocimiento del quehacer
sariamente la trama urbana central a un gran número de de los arquitectos.
vehículos que se veían precisados a hacerlo. Aunado a lo anterior, la experiencia adquirida por el
En continuidad con su trayectoria dentro del sector pú- arquitecto gracias a su participación en las agrupaciones
blico, encauzada por su férrea vocación de servicio a la sociales universitarias ya mencionadas, que a partir de
comunidad que ha constituido el eje central de su de- sus tiempos de estudiante encabezó, esto es, presidente de
sarrollo profesional, el arquitecto se ocupó en 1991 de la la Generación 1950, Sociedad de Alumnos de Arquitectu-
Subdirección General de Obras y Patrimonio Inmobiliario ra y Federación Estudiantil Universitaria (feu) de la propia
del Instituto Mexicano del Seguro Social. En esta respon- unam, lo llevaron a incursionar en política. Organizó y
sabilidad destacaron una vez más su creatividad y capa- presidió la agrupación Arquitectos Revolucionarios de
cidad organizativa instrumentando ambiciosos programas México, además de que asumió diferentes cargos como
en los rubros de construcción, proyectos, normatividad y representante estatal y regional y en comisiones partidis-
La de José Adolfo Wiechers fue una vocación temprana, ya que desde que
ingresó a la secundaria decidió ser arquitecto, quizá por la influencia de una
madre artista que cultivaba el canto y la pintura con una gran sensibilidad.
En tercer año de secundaria empezó a trabajar con Leonardo Zevaert, un
notable ingeniero civil, primo mucho mayor que José. Sin embargo su deseo
de ser arquitecto no fue bien recibido por su padre, quien hubiera preferido
verlo ingeniero y que tenía una pobre imagen de los arquitectos: “...borra-
chos, malvivientes, duermen de día y pintan mujeres desnudas.”1 Logró su
propósito gracias a su primo, pero para ello se le condicionó a estudiar las
dos carreras –ingeniería y arquitectura– y se le impuso un programa de traba-
jo: empezar el día con clases en San Carlos, luego cumplir con un horario en
la oficina de Leonardo Zevaert, comer, trabajar con Adolfo Zevaert, ingeniero
y hermano del anterior y cerrar la jornada con clases, otra vez en San Carlos,
hasta la noche. Se omitieron sin embargo los estudios de ingeniería.
En 1949 ingresó a la Escuela Nacional de Arquitectura en el prestigioso edifi-
cio de la Academia de San Carlos, calle de Academia en el centro de la ciudad;
con él ingresó su amigo y compañero Antonio Attolini, con quien todavía se
reunía, hasta hace poco, todos los miércoles. Sus profesores de composición
fueron Jaime Ortiz Monasterio, que llevaba el taller de Juan Sordo Madaleno,
el propio Juan Sordo y Augusto Álvarez. Al lado de este último empezó a tra-
bajar profesionalmente desde el primer año, dibujando las fachadas de la Torre
Latinoamericana. Con Juan Sordo colaboró desde 1950 hasta 1985; en 1947
trabajarían juntos los tres: Álvarez, Sordo y Wiechers.
En el primer año de estudios tuvo como profesores a Luis MacGregor y Ra-
fael Mijares, en segundo a Juan Sordo Madaleno y en tercero ya era ayudante
de profesor en composición, antes lo había sido de cálculo con Manuel de
1 Este artículo se sustenta en el
la Colina; ese tercer año fue para él un parteaguas. Se denominaban con- material obtenido en varias
entrevistas sostenidas con el
cursos los ejercicios de composición, hoy diríamos de proyectos, como una arquitecto José A. Wiechers en
reminiscencia de la formación académica. El tema del concurso de tercer año su oficina de la avenida San
Jerónimo, durante los meses de
consistió en la creación de un campamento para trabajadores ferrocarrileros febrero y marzo de 2012.
en el desierto de Sonora, resuelto en casas sobre ruedas, que presentó en 31
337
Hotel Presidente, Acapulco.
Fotografía: Guillermo Zamora (gz)
Lápida de Imhotep
347
más cotidianas para la sociedad en general, en tanto que constituyen nuestro
contexto edificado inmediato, a diferencia de los trabajos de los arqueólo-
gos, los cuales se ciñen al territorio de la eventualidad, de lo inusual e inclu-
so de lo extraordinario.
Respecto del proceso de diseño, debemos reconocer su cambiante confor-
mación a lo largo del tiempo; las sociedades cambian y consecuentemente
sus expectativas de habitabilidad, sus demandas y necesidades concretas,
por ello el ejercicio de los arquitectos se ha visto sometido a diversas trans-
formaciones históricas: “Hay momentos muy similares en el trabajo inicial
donde la atención se centra en el dibujo, la abstracción y fragmentación.
Luego es dirigido hacia el desarrollo de las ideas, más tarde se convierte en
lo que debe ser la arquitectura: una más fluida organización. No ha habido
tanto ‘un cambio’ sino ‘un desarrollo’ a través de los años.”2
Arqueología y arquitectura son disciplinas cuya armoniosa relación se debe a
la afinidad de sus núcleos esenciales y procesuales: mientras un arqueólogo es
un sistemático generador de información con fundamento en la historia material
de las culturas extintas, el arquitecto es un asiduo productor de satisfactores ma-
teriales a las necesidades de escala espacial y colectiva de la sociedad.
La obsesión por el registro, la datación y la asociación contrastada con
las condiciones del contexto cultural extinto, así como la interpretación de
información, son irrenunciables labores de la arqueología contemporánea.
Desafiar la gravedad, derrotar al tiempo. Capturar el espacio, convertir lo
propio en ajeno y materializar sueños, son recurrentes y ancestrales tareas
que hemos identificado como sustanciales en la labor del arquitecto.3
Debo confesar que hace algunas décadas, en el debate de los seminarios
de investigación en nuestros espacios académicos próximos, no existían
condiciones favorables siquiera para intentar sobreponer las órbitas margi-
nales discursivas o funcionales entre la arqueología y la arquitectura; ello
tenía el alto riesgo de confrontar las condiciones dominantes de nuestro
círculo académico inmediato. En aquellos tiempos distanciamos cualquier
intento de diálogo entre ambas disciplinas y reconocimos una prudente
aproximación sucesiva, lo que nos llevó en un primer acercamiento a pro-
poner la conservación del patrimonio monumental arqueológico e histórico
como un terreno común entre ambas;4 esta propuesta ha sido sumamente
fértil y oportuna en tanto que ha contribuido a la formación no solamente
de profesionales con sólida metodología, sino que ha extendido sus ámbi-
tos de actuación a la arquitectura contemporánea en otros países.5
2 Zaha Hadid, 2007 en: http://www.
designboom.com/eng/interview/ Llama poderosamente la atención que estos intentos estuvieran ocurrien-
hadid.html
3 Alejandro Villalobos, 2000, do igualmente en otras latitudes; los notables esfuerzos de la Universidad de
“Las tareas ancestrales de York en Inglaterra (1996), la Universidad de Santiago de Compostela (2002)
los arquitectos”, en aavv, Las
humanidades y las artes ¿Crisis y la de Murcia (2004) en España; los trabajos de Amerlinck y Egenter (2001)
o revolución? Primer Encuentro respecto de una antropología de la arquitectura (Architectural Anthropolo-
Universitario de las Humanidades
y las Artes, Consejo Académico gy), han sentado las bases no solamente del debate en la relación de la ar-
del Área de las Humanidades y las
Artes, México, unam, 2007, pp. quitectura con las disciplinas antropológicas, sino que han conferido a la
388-389. arqueología y la etnoarqueología el más amplio rango de contribución en
4 A. Villalobos, Tigre triste, tesis de
maestría en arquitectura, México, la construcción de terrenos comunes multi e interdisciplinarios, donde las
depfa-unam, 1987, 214 pp.
5 http://www.buildingconservation.com
condiciones contextuales o del espacio construido en la investigación de la
conducta (colectiva) tienen una puntual consideración.
Antecedentes
355
Fachada en 1975.
Propiedad: Ricardo I. Prado (ripn)
con la opereta La duquesa del Bal Tabarin personificada departamento donde habitó la señora Iris hasta sus últi-
por la propia Esperanza Iris, y contó con la asistencia del mos días; el equipo de iluminación había sido subastado
entonces presidente de la República, Venustiano Carranza, y las butacas estaban inservibles. Se carecía de planos y
y su gabinete.3 Inaugurado con fastuosidad por las perso- por ello lo primero que se realizó fue un levantamiento
nalidades más relevantes del momento, con el pasar de los del estado en que se encontraba.
años el recinto sufrió una serie de cambios en su funciona- El teatro se construyó sobre una superficie de 40.5 x
miento y estructura física: fue teatro de opereta, de ópera, 40.5 m; el trazo de su planta era simétrico a ambos lados
de espectáculos circenses, cabaret, cinematógrafo, teatro de su eje norte-sur salvo ligeras variaciones en detalles. El
de revista y por último burlesque. partido arquitectónico era típico de los teatros italianos
Tiempo después, en 1974, y gracias al apoyo de don conocidos como teatros de “herradura” –por la forma de
Octavio Sentíes Gómez, entonces regente de la ciudad, su planta– y su forma y distribución se asemejaba a otras
el Teatro Iris fue adquirido por el Departamento del Dis- grandes salas construidas en México a finales del siglo xix
trito Federal con la idea de salvar el edificio de la ruina y principios del xx.
total y convertirlo en un teatro para la Ciudad de México. La regla clásica del teatro de herradura es una divi-
Intentar una reconstrucción fidedigna era una tarea abru- sión del total de su planta en tres grandes franjas vir-
madora, pero se disponía de los vestigios que, aunque en tuales: 1/3 para el trabajo escénico, 1/3 para el público
número muy reducido, existían en lo que quedaba del y 1/3 para recepción. Sin embargo, la planta del Teatro
original. Había además una gran cantidad de documenta- Iris no guardaba exactamente esta proporción, cuya dis-
ción gráfica: fotografías, programas, carteles y descripcio- tribución era 1/3 para la escena, 1/2 para el público y
nes de época, material que reunido y clasificado permitió 1/5 para recepción. Estas proporciones sacrificaban la
hacer una reconstrucción lo más apegada posible a lo comodidad y elegancia de los foyers y aumentaban la
que había sido el teatro en su origen. distancia del último espectador desde el patio de buta-
cas a la boca-escena (19.50 m). Sin embargo, la expli-
Descripción arquitectónica cación para este cambio de proporciones era muy cla-
ra: el teatro no fue construido con intenciones cívicas ni
Las instalaciones estaban degradadas y apenas se notaban eminentemente teatrales como otros; el objetivo de los
sus formas y conceptos originales. Los camerinos del ala empresarios era alojar en la sala la mayor cantidad de
derecha habían sido convertidos en bodegas y habitacio- público posible y obtener así elevados ingresos de taqui-
nes, y el foyer del primer piso fue acondicionado como lla. Por ello, y aunque el recinto sirvió para todo tipo de
espectáculos, su enfoque principal era hacia la presenta- remataba en la parte posterior con un ciclorama plano pe-
ción de operetas y zarzuelas, donde la señora Iris era una gado a la pared y hacia el frente con el foso de orquesta
verdadera maestra. Cuando se inauguró, podía contener con capacidad para 50 músicos. La boca-escena tenía una
aproximadamente dos mil espectadores, cifra nunca antes dimensión considerable de 17 m de claro, con una luz
vista en México en un teatro de este tipo, y que durante de casi 10 m a la clave del arco, decorado con motivos
la primera mitad del siglo xx lo hizo ser el segundo en orientalistas en yeso dorado; por dentro se sostenía con
capacidad después del Palacio de Bellas Artes. El Teatro una increíble estructura hecha en su mayoría de tiras de
Iris fue planeado con habilidad y dentro de un riguroso madera de 2” x 1/2” y 3/4”.
programa de economía. La obra se realizó en plena época En el perímetro de la planta en forma de herradura
revolucionaria y con una carencia casi absoluta de mate- estaban las plateas de primer piso y en su centro el patio
riales industriales como el cemento o el acero. Su solución de butacas. Bordeando el muro posterior de las plateas
constructiva era una maravilla de ingenio, ya que se usó se encontraba el pasillo, que se iniciaba en ambos lados
una estructura con armaduras de madera, verdaderamente de la escena en los servicios sanitarios y remataba en
asombrosas, que se combinaron con gran habilidad, casi las puertas encristaladas que daban al foyer de planta
sin concreto y fierro. En su ornamentación se utilizó en la baja. En esta zona, el pasillo se ensanchaba alojando en
mayor proporción el yeso y el estuco, reservándose para dos nichos laterales las escaleras que conducían al foyer
toques artísticos el mármol y la cantera. Su escultura cla- y a los palcos del primer piso. La recepción en planta
sicista y sus ornamentos en frisos, cintas y grecas son de baja era un rectángulo de 5 x 18 m en cuyos extremos
estupenda factura, siendo de estuco fuerte en los exteriores remataba en los espacios que alojaban las taquillas y
y de yeso en los interiores. Como se ha mencionado, la permitían el acceso por escaleras laterales a los pisos
planta se desarrolla en un lote cuadrado con una compo- superiores. Cuando comenzó la restauración, el acceso
sición simétrica sobre su eje norte sur. En el lado norte del a la escalera del lado derecho había sido bloqueado por
terreno una franja de 11 m de ancho x 40.5 m de longitud la entrada al departamento de la señora Iris. A ambos
alojaba los servicios que integraban propiamente el núcleo lados de la planta había, en forma de rampa, dos acce-
de funcionamiento teatral. A ambos lados se encontraban sos que combinaban las salidas de emergencia con las
los camerinos de las estrellas a nivel del foro, junto con ofi- entradas y salidas de artistas y del material de tramoya
cinas para el coreógrafo y controles eléctricos. A los lados y escenografía. La planta del primer piso se había pla-
de la boca-escena había escaleras para subir a los pisos neado con tres gradas de butacas siguiendo la forma de
de camerinos, y al frente de esta área estaba el foro, que la herradura, rematada por los palcos que en la parte
central tenían una caseta de luces. Al igual que en la planta baja, el pasillo
bordeaba el muro exterior de los palcos siguiendo la misma forma, y des-
embocaba al área del foyer del primer piso que tenía originalmente vista a
la calle; a ambos lados disponía de dos espacios de dispersión utilizados
como área para fumadores. En la parte correspondiente al foro, siguiendo
la forma de la parte baja, había más camerinos junto con los talleres. El
segundo y tercer piso proyectaban su línea de graderías sobre el contorno
de la herradura principal; accediendo a ellos por una prolongación del pa-
sillo estaban los palcos de segundo y tercer piso cuya isóptica se levantaba
considerablemente. Desde el tercer piso la visual era prácticamente a 45º, y
aunque el problema de visibilidad y acústica estaba resuelto en forma muy
atinada, existían varios puntos ciegos y resultaba sumamente incómodo por
la estrechez de las gradas y su pronunciada pendiente. Al fondo de cada
uno de los niveles se localizaban los servicios sanitarios.
En lo que respecta a la mecánica teatral e iluminación, cuando se inició la
primera restauración, ésta prácticamente había desaparecido. Como el teatro
carecía de puentes de iluminación, los leecos y seguidores4 antes situados
4 Leeco: reflector con pantallas de
color. Seguidor: cañon reflector bajo los palcos ya no existían, y la luz para la escena se solucionaba sólo con
cuya luz acompaña al actor en su
desplazamiento por el escenario. los varales5 y las diablas: la unidad de cambios de luz estaba fuera de uso.
5 Sistema de lámparas para La mecánica teatral, que en su tiempo fue muy adelantada, había quedado
iluminación dentro del escenario.
6 Parte del sistema de poleas de los inservible; las poleas de la parrilla hechas de madera estaban en su mayoría
tiros contrapesados.
rotas o atascadas, y el cordaje y sistemas de cornamusas6 destruidos y los
amarres se hacían en forma improvisada.
A pesar de la degradación progresiva que había sufrido el tes de la sala que alojan máquinas, camerinos individua-
recinto, al inicio de la restauración era todavía un edificio les, colectivos y talleres, así como los centros del sistema
con gran tradición por lo cual fue necesario dar continua de iluminación y sonido. Con la construcción de estas dos
información sobre la obra a los medios de difusión; sin crujías largas y delgadas se amplió considerablemente el
embargo, el crítico más duro durante el proceso fue el espacio horizontal del foro. En el sentido vertical hubo otra
público. Se adoptó el criterio de respetar en todo lo po- transformación: debajo del foro se instalaron, además de
sible el primigenio estado del teatro en cuanto a forma y bodegas y cuartos de máquinas, dos grandes camerinos
decorado, poniendo en valor el funcionamiento de sus colectivos. El foso de la orquesta se amplió generosamen-
diversos sistemas para hacer posible su incorporación a te, con capacidad para una orquesta wagneriana de 107
las más modernas normas del trabajo teatral. elementos y dotado de una concha acústica. Hacia arriba,
La planta, en lo que corresponde al lunetario y a la una estructura de acero sustituyó la torre de telares de ma-
recepción, fue respetada íntegramente y tan sólo se pro- dera ya prácticamente destruida y se instalaron a ambos la-
cedió a hacer la liberación de adendas que se le habían dos cinco puentes de tramoya; en lo alto una parrilla hecha
hecho a través del tiempo, como la reincorporación del a base de canales de acero soporta un complicado sistema
foyer del primer piso que había sido ocupado como ha- de tiros contrapesados. En planta, como el foro se amplió
bitación. Se llevó a cabo la adecuación del salón de dis- hacia los lados, pueden alojarse los carros de escenografía
persión del segundo piso y el remetimiento original de para desplazamientos laterales; asimismo, para mayor faci-
las vidrieras que destacaban el tamaño de las columnas lidad de maniobra teatral, se dotó al nivel de piso del foro
de la fachada, así como la reconstrucción íntegra de los de un acceso directo desde los camerinos individuales y
servicios sanitarios para el público. desde uno de cambios rápidos. El piso del foro fue cons-
En lo que respecta al área de trabajo teatral, cuyo esque- truido de concreto y revestido de madera. Todo el escena-
ma de funcionamiento alterado era ya obsoleto, se tomó rio tiene una contraisóptica de 4% de pendiente.
otro criterio. Todo aquello que se encontraba en la boca- Al patio de butacas se le rectificó la isóptica modifican-
escena hacia el norte, semidestruido y desprovisto de vesti- do sus niveles; se instalaron nuevas butacas con un diseño
gios originales aprovechables, fue liberado y en su lugar se especial británico ya que las originales habían quedado
construyeron bloques nuevos de seis niveles independien- inservibles. En la parte posterior central de la herradura se
Intervenciones posteriores:
Torre de telares antigua. 1984-1986 y 1999-2002
Propiedad: ripn
367
Edificio de contraste en Reims, (técnica, social, cultural), el planteamiento de una respuesta eficaz a esta
contraesquina de la catedral; tiene
problemática y la libertad creativa en el diseño de las soluciones formales
una forma que añade un nuevo
lenguaje urbano, con la aplicación que resulten necesarias.2
de materiales diferentes. Restaurar hoy día es un acto imposible, ya que nunca podrá reponerse el
Fotografía: Luis Arnal Simón (las) todo completo (restaurare) a partir de las piezas perdidas, eso que ha man-
tenido ocupados a teóricos y profesores de la materia era entendible en el
siglo xix y hasta la primera mitad del xx, cuando la restauración implicaba
la resistencia a perder el objeto, con muchas connotaciones de tipo cultural
y nacionalista; pero hoy, al ver que la reposición de lo perdido puede causar
un daño mayor al recrear una imagen ficticia, se ha vuelto a utilizar el tér-
mino “intervención”, que deja abierto el concepto y el criterio de utilización
constructiva y funcional.
No cabe duda que fue a partir de la segunda mitad del siglo xx cuando
las opiniones de organismos internacionales sobre la intervención y grado de
aplicación tecnológica y normativa de los procesos adquirieron mayor divul-
gación, no sólo la carta de Venecia (1964), pieza fundamental para dejar en
manos de los especialistas las tareas de intervención, sino otras muchas cartas,
congresos y convenciones que conformaron un marco legal-crítico sobre los
monumentos y su forma, aplicada a las funciones de una sociedad que ante-
pone el uso a la contemplación. Desde el “voto conclusivo” de Camilo Boito
de 1883, hasta la carta de restauración de 1932, el pensamiento crítico sobre
el contenido de las normas implicó el mantenimiento y la diferenciación de los
monumentos, los de tipo arqueológico y los llamados monumentos “vivos”.
El impacto de los criterios internacionales también fue un modelo que
se utilizó en México durante la primera mitad del siglo xx, sobre todo en la
restauración de los monumentos arqueológicos, a los que se les dio mayor
importancia por su valor de propaganda cultural e impacto social.
A partir de 1972, año coincidente de la expedición de la ley federal de
monumentos y la carta italiana de restauración, en la que se introdujeron los
principios de Roberto Pane y Cesare Brandi, la restauración adquirió un carácter
jurídico y más amplio, llevando los alcances de obra de arte y bien cultu-
ral al ámbito etnográfico, pictórico, urbano, histórico y ambiental, aunque
también en el campo teórico fueron introduciéndose conceptos novedosos
respecto de la interpretación del monumento, lo que creó diferencias entre el
modelo jurídico de la ley y las interpretaciones sobre los diferentes criterios
de intervención.
Esto que amplió la manera de entender el monumento y su intervención,
también inició un amplio proceso de atención política sobre los centros ur-
banos y la arquitectura, que empezaría a ponerse en valor para ayudar a
entender la historia. La estructura administrativa federal y local amplió su
interés en el tema de la conservación de los monumentos y se iniciaron am-
biciosos proyectos de mejora, integración urbana y reutilización de muchos
de los edificios que estaban parcialmente abandonados.
2 I. González-Moreno y Antonio Algo similar también iniciaron a partir de 1980 las universidades y muchas
Navarro, Cómo y por qué restaurar,
objetivos, métodos y difusión de la empresas que, aprovechando los estímulos fiscales y publicitarios, entraron en
restauración monumental. Memoria, los procesos de intervención, aplicando en muchas ocasiones criterios diferen-
1985-1989, Barcelona, Diputación
de Barcelona, 1990. tes respecto al tratamiento del monumento, lo que llevó a la crítica de muchas
intervenciones.
Obstáculos e ignorancia
5 Enrique Santoyo Villa,
Cimentaciones de templos y conventos
Parte de las agresiones a los monumentos se debe a la falta de una normati- de los siglos XVI a XVIII: 25 casos de
va que establezca grados de conocimiento sobre esta especialidad; actual- comportamiento problemático, tesis
doctoral, México, unam, 2010
mente los colegios de profesionistas (arquitectos) se oponen a delimitar el p. 670.
quehacer de la arquitectura, como si no existieran, sobre todo hoy en día, 6 Luis Arnal Simón, Manual de
conservación y mantenimiento.
múltiples formas del ejercicio profesional; el campo del análisis histórico y Monumentos históricos y artísticos de
propiedad federal abiertos al culto,
de las condiciones estructurales y geométricas es uno que debe aprenderse y México, Consejo Nacional para
ejercitarse con conocimiento claro, y así poder diagnosticar causas y realizar la Cultura y las Artes, Dirección
general de Sitios y Monumentos
intervenciones con un aparato crítico-teórico que se manifiesta en la nueva del Patrimonio Cultural, 2010,
codificación del monumento. p. 94.
BIBLIOGRAFÍA
377
Biblioteca Campechana antes organizaciones sociales, y en algunos casos los propios
Palacio de Gobierno, Ayuntamiento arquitectos creadores de la obra arquitectónica, quienes
y Aduana, San Francisco de
Campeche. Fotografía: mcc
se han preocupado por elaborar criterios y tipologías para
la protección de esta arquitectura de valor que conforme
una herencia sobreviva.
En este siglo xxi, las amenazas constantes al patrimonio
ya no sólo de especulación del terreno por parte de los pro-
pietarios. Los arquitectos y urbanistas reclaman el derecho
a erigir nuevos edificios y la sociedad cambiante requiere
de nuevos espacios. El principal desafío es lograr que con-
vivan las nuevas creaciones con la arquitectura histórica.
Los gobiernos municipales y estatales, en aras del be-
neficio público, destruyen el patrimonio edificado para
darle paso a obras del “interés social”. El turismo y sus
efectos negativos se han dejado sentir, por ejemplo, en
las zonas arqueológicas, que sin una verdadera protec-
ción a los monumentos por la derrama económica que ha
implicado su explotación indiscriminada, han atentado
El Castillo de Chichen Itzá.
Fotografía: mcc contra la preservación estructural del monumento, pero
más grave aún, con la preservación de una identidad y de
la relación antropológica del mexicano con su pasado. El
Conclusiones
389
CAPÍTULO 2. LA TEORÍA Y LA CRÍTICA
Licenciado en Filosofía, arquitecto, maestro y doctor en Arqui- Arquitecto y maestro en Arquitectura. Investigador titular C
tectura por la unam. Interesado en la teoría e historia de la tiempo completo en la ciaup de la Facultad de Arquitectura
arquitectura de México, ha publicado diversos artículos, en- de la unam. Cuenta con 42 años de antigüedad docente y
sayos y libros al respecto. Profesor investigador de carrera de de ejercicio profesional. Ha sido profesor de proyectos en
tiempo completo en la ciaup de la Facultad de Arquitectura el Taller Max Cetto en la Licenciatura en Arquitectura, y en
de la unam. Ha sido distinguido con diversos reconocimientos el Taller de investigación del campo de conocimiento de di-
por su labor como investigador y teórico. Es académico emé- seño arquitectónico en la Maestría en Arquitectura, donde
rito de la Academia Nacional de Arquitectura, miembro de la es miembro del Comité Académico y tutor. Representante
Asociación Filosófica de México e investigador nacional. profesor en el H. Consejo Técnico de la Facultad de Arqui-
tectura y en el Consejo Académico de las Humanidades y las
Héctor García Olvera Artes de la unam. Ponente del seminario permanente “La
hgo@unam.mx experiencia de la espacialidad, la habitabilidad y el diseño”.
390
abierto como un invariante continental. México, Guatemala, restauración y reestructuración de la catedral metropolita-
Colombia, Bolivia, Brasil y Filipinas (2001); La arquitectura de na, en apoyo a las investigaciones encabezadas por el pro-
San Cristóbal de Las Casas; Chiapas monumental. 29 mono- fesor emérito doctor Fernando López Carmona, dirigidas a
grafías; Pueblos-hospitales y guatáperas de Michoacán. Las salvaguardar al monumento, fortaleciendo de manera inte-
realizaciones arquitectónicas de Vasco de Quiroga y fray Juan gral la orientación establecida por él. Su desempeño, más la
de San Miguel; Metztitlán, Hidalgo. Arquitectura del siglo xv experiencia sobre el campo de la estabilidad y la geometría
(1996); unam México. Guía de sitios y espacios (2009) y Méxi- aplicada, le permitieron obtener mención honorífica en la
co. Arquitectura del siglo xvi (2010). Ha realizado labores de disertación doctoral presentada el 7 de diciembre del 2000
investigación y restauración a partir de 1972 y hasta la fecha en la unam. Su convicción ha sido significativa para pro-
en la Villa de Metztitlán; desde 1998 coordina la recuperación longar la aventura de racionalizar la actividad profesional
de los murales de Santa María Xoxoteco, municipio de San orientada a obtener resultados que se inscriben fácilmente
Agustín Metzquititlán. Con el apoyo del Conacyt dirigió la a la experiencia profesional establecida. Su participación en
catalogación de los bienes inmuebles de la Sierra Gorda del el proyecto de la catedral ha contribuido a cristalizar metas
estado de Hidalgo, investigación publicada por el Gobierno de manera práctica sobre la comprensión de la forma cons-
Constitucional del Estado de Hidalgo y por el Instituto Nacio- truida y continuar con dicha postura en el seno de la unam,
nal de Antropología e Historia. en la Facultad y en la Especialización de Cubiertas Ligeras,
donde es profesor.
CAPÍTULO 3. HISTORIA DE LA CONSTRUCCIÓN
Luis Fernando Solís Ávila
Berenice Aguilar Prieto solisavila@hotmail.com
bereniceap28@hotmail.com
391
Ernesto Ocampo Ruiz pado en congresos nacionales e internacionales dentro del
roernie@unam.mx ámbito de las estructuras ligeras; se ha desarrollado en el
diseño y construcción de cubiertas velarias apoyando a su
titular, el doctor Juan Gerardo Oliva Salinas, y ha trabajado
profesionalmente por cuenta propia.
392
Arquitecta y doctora en Historia del Arte por la unam. In- cionales e internacionales y cuenta con publicaciones so-
vestigadora del SNI, nivel I. Profesora de tiempo completo bre arquitectura. Responsable académica de los proyectos
en la Facultad de Arquitectura, donde cuenta con 35 años institucionales “El sistema arquitectónico de pabellones en
de antigüedad. Autora de varias publicaciones y reconoci- hospitales de América Latina” (papiit), del cual coordinó una
mientos nacionales e internacionales en arquitectura, arte y publicación en colaboración con investigadores de Argenti-
literatura. Su publicación más reciente es Espacio mesoa- na, Brasil, Ecuador y México; del proyecto “Arquitectura del
mericano. Un horizonte abierto, editado por Architecthum siglo xix en México” (papime) con la participación de tres
y la Facultad de Arquitectura de la unam (2011) universidades del país, así como del proyecto “Arquitectura
para la salud en México y Teorías de la Composición”.
Jorge Aurelio Fabara Muñoz
jorbara@servidor.unam.mx Mariano del Cueto Ruiz-Funes
mariano.delcueto@yahoo.com.mx
393
María de Lourdes Díaz Hernández arquitectónica de las iglesias católicas mexicanas contem-
magad@unam.mx poráneas”, en Sacralización, culto y religiosidad en la arqui-
tectura latinoamericana, “Arquitectura para la educación
básica en el Distrito Federal”, en Compendio de jornadas
de avances de investigación del ciep 2005-2008, así como
los artículos “El legado de Luis Barragán en la obra de Ri-
cardo Legorreta”, “Antonio Attolini” y “Arquitectura esco-
lar en México”, en la revista Bitácora Arquitectura, editada
por la Facultad de Arquitectura de la unam.
394
Arquitecto y maestro en Arquitectura por la unam. Estu- Jany Edna Castellanos López
dió Restauración de Monumentos en París, y desde 1956 es janycastellanos@yahoo.com
profesor de Historia del Arte y Composición Arquitectóni-
ca en la unam, así como en la Universidad Iberoamericana;
fundador y secretario del seminario “Historia de la Arquitec-
tura” en la unam (1956-1960); secretario general (1968-1969)
y director (1971) del Instituto Nacional de Antropología e
Historia y director general del Instituto Nacional de Bellas
Artes (1972-1974); fue subsecretario de Educación Pública,
presidente del Comité Nacional del International Council of
Monuments and Sites (1977); director de Fomento Cultural
Banamex (1982-1984); vocal ejecutivo del Consejo del Cen-
tro Histórico de la Ciudad de México (1984), presidente eje-
cutivo del Instituto Cultural Domecq y miembro de la Junta Doctora en Arquitectura por la Universidad Nacional Autó-
de Gobierno de la unam. Ha escrito las siguientes obras: noma de México. Psicóloga por la Universidad Autónoma
40 siglos de plástica mexicana (1970), El arte del México vi- Metropolitana (uam) en la Unidad Xochimilco. Profesora
rreinal (1971), Los monumentos de México (1984), Nuestra titular de tiempo completo en la Escuela Nacional Prepa-
pintura mexicana (1986) y Ernesto Icaza, maestro del inge- ratoria (enp) de la unam. Autora del artículo “Arquitectura
nuismo mexicano (1985). teatral del imss” publicado en la revista Bitácora Arquitec-
tura de la unam y de las Guías de estudios para la enp. Ac-
Gabriel Mérigo Basurto tualmente desarrolla investigación educativa sobre las ex-
gmerigo@prodigy.net.mx presiones artísticas de los estudiantes universitarios.
395
los diferentes niveles de licenciatura, maestría y doctorado. arquitectónicas: habitacional, servicios y transportes, entre
Ha sido invitada a cursos y estancias de investigación en otras. Varios de sus proyectos han recibido diferentes re-
Barcelona, Málaga y Buenos Aires, donde obtuvo la Beca conocimientos, tales como mención honorífica y medallas
paspa para la estancia sabática en la uba, Argentina. de plata en distintas bienales de arquitectura mexicana, así
como mención por el Centro de Cómputo del ife en Pachu-
Louise Noelle ca, Hidalgo en la V Bienal Iberoamericana de Arquitectura
noelle@unam.mx celebrada en Montevideo, Uruguay. Actualmente combina
su práctica profesional con la docencia y el servicio acadé-
mico administrativo en la Facultad de Arquitectura de la
unam, donde ha ocupado los cargos de coordinador del
Taller Jorge González Reyna, coordinador de Vinculación y
Proyectos Especiales, y en la actualidad, secretario general.
396
Es licenciado en Arquitectura por la unam. Posee una am- parte del jurado para el Premio Nacional de Ciencias y Artes
plia experiencia en el desarrollo de proyectos arquitectóni- nominado por la anuies.
cos individuales y colectivos. Colaboró 23 años en el Taller
Max Cetto de la Facultad de Arquitectura de la misma ins- Xavier Cortés Rocha
titución. Actualmente trabaja para la Autoridad del Espacio xcortesr@gmail.com
Público, de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda
(Seduvi) del gobierno de la Ciudad de México. Arquitecto, maestro y doctor por la unam. Ha sido profesor por
más de cuatro décadas en la Facultad de Arquitectura de la
Carlos González y Lobo misma institución, donde dirige tesis de maestría y doctorado.
espaciomaximocostominimo@yahoo.com.mx Su práctica profesional abarca temas de arquitectura, planea-
ción urbana y conservación patrimonial. Director general de
Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural del Conaculta,
y director −por dos periodos− de la Facultad de Arquitectura
de la unam, así como secretario general de la misma casa de
estudios. Ha presidido la Academia Nacional de Arquitectura.
CAPÍTULO 5. LA RESTAURACIÓN
DE LA ARQUITECTURA EN EL SIGLO xx
397
Ricardo Ignacio Prado Núñez Mónica Cejudo Collera
docprado@hotmail.com cejudo.m18@gmail.com
Arquitecto, maestro y doctor en Arquitectura por la unam. Doctora en Arquitectura por la unam. Profesora titular C de
Profesor del área de restauración en el posgrado de la Fa- tiempo completo de la Facultad de Arquitectura. Obtuvo
cultad de Arquitectura de la misma universidad. Es autor de la medalla Gabino Barreda en la licenciatura y en la maes-
15 libros y diversos artículos en varias publicaciones. Ha in- tría, así como mención honorífica en licenciatura, maestría
tervenido en más de 70 obras de restauración y recibido 14 y doctorado. Su tesis doctoral recibió la mención honorífica
premios por su actividad profesional y literaria. En 2011 fue del Premio Francisco de la Maza, del inah. Se desempeña
titular de la Cátedra Extraordinaria Federico Mariscal sobre como tutora de alumnos de maestría y doctorado y ha sido
temas de restauración, en la misma Facultad de Arquitectura. profesora invitada en distintas universidades extranjeras.
Entre sus principales líneas de investigación está la inser-
Luis Arnal Simón ción de arquitectura contemporánea en centros históricos y
arnals@unam.mx la preservación del patrimonio cultural y artístico de nuestro
país. Autora de varios capítulos en libros y revistas y coordi-
nadora editorial de publicaciones editadas por el Conaculta
y la unam. Fue conservadora de Palacio Nacional. Ha sido
presidente de la Sociedad Mexicana de Arquitectos Restau-
radores y del Colegio de Maestros en Arquitectura, Restau-
radores de Sitios y Monumentos.
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Teoría e historia de la Arquitectura.
Pensar, hacer y conservar la arquitectura,