Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1.1. CARACTERÍSTICAS
Según la UNAM, como acto jurídico, el testamento tiene las siguientes características:
b) Ser un acto mortis causa; es decir es un acto para después de la muerte. El evento
muerte actúa como condición para la relevancia jurídica externa del acto, así mismo la
muerte determinaría el comienzo de sus efectos, no es necesaria la aceptación de los
sucesores.
c) Es un acto jurídico perfecto y completo, que puede revocarse. Sin embargo, frente a los
terceros y beneficiarios, no tiene efecto alguno antes de la muerte del testador.
Todas las disposiciones testamentarias son esencialmente revocables aunque el testador
exprese su voluntad o resolución de no revocarlas.
El testamento es un acto esencialmente revocable hasta la muerte del testador, que podrá
revocar su testamento anterior.
El artículo 737 CC establece al respecto que: «Todas las disposiciones testamentarias son
esencialmente revocables, aunque el testador exprese en el testamento su voluntad o
resolución de no revocarlas.
Se tendrán por no puestas las cláusulas derogatorias de las disposiciones futuras, y
aquellas en que ordene el testador que no valga la revocación del testamento si no la
hiciere con ciertas palabras o señales» (las denominadas cláusulas ad cautelam). 7º.
Eficacia post mortem. Los efectos del testamento, como vimos, se producen a la muerte
del testador
Según el artículo 670 CC: «El testamento es un acto personalísimo: no podrá dejarse su
formación, en todo ni en parte, al arbitrio de un tercero, ni hacerse por medio de comisario
o mandatario. Tampoco podrá dejarse al arbitrio de un tercero la subsistencia del
nombramiento de herederos o legatarios, ni la designación de las porciones en las que
hayan de suceder cuando sean instituidos nominalmente».
Los ordenamientos forales contienen una regulación detallada de los testamentos por
comisario o por fiduciario:
b) El Código de Sucesiones por Causa de Muerte de Aragón regula en sus artículos 124 a
133 la denominada «fiducia sucesoria» y dispone que «todo aragonés capaz para testar
puede nombrar uno o varios fiduciarios para que ordenen su sucesión actuando individual,
conjunta o sucesivamente».
c) En Navarra, la Compilación de Derecho Civil Foral también contempla las figuras del
«fiduciario-comisario», para el caso de haber fallecido el causante sin haber ordenado de
otro modo su sucesión (Leyes 281 a 288) y de los herederos de confianza, en términos
similares a la normativa catalana (Leyes 289 a 295).
f) La Compilación del Derecho Civil de las Illes Balears contempla, para la isla de
Mallorca, que el testador encomiende al instituido heredero o al legatario llamado al
usufructo universal de la herencia la asignación o distribución de los bienes o la elección
de herederos, quedando a salvo las legítimas (arts 18 a 23). Para las islas de Ibiza y
Formentera contempla la fiducia sucesoria por la que cada cónyuge puede nombrar
fiduciario al otro para que ordene la sucesión de aquél entre sus descendientes comunes.
g) Es un acto libre, como dice la definición, libertad que está protegida por distintas
disposiciones del código.
j) Es un acto solemne, pues solo puede otorgarse en alguna de las formas que
limitativamente establece el código civil, si no se cumple con esta formalidad, el
testamento no existe jurídicamente, pues la voluntad del testador no debe provocar
dudas. Por esta razón, es nula la institución de herederos o legatario hecha en memorias
o comunicados secretos.
Porque su trascendencia y sus últimas consecuencias, hacen que esté rodeado de unas
solemnidades legales y garantías formales, de tal manera que, se considerará nulo, el
testamento en cuyo otorgamiento no se hayan observado todas las formalidades legales.
Según el artículo 678 CC, «se llama ológrafo al testamento cuando el testador lo escribe
por sí mismo en la forma y con los requisitos que se determinan en el artículo 688».
Del examen de los preceptos citados cabe definir esta clase de testamento como aquél
que escribe íntegramente de su propia mano y firma el testador mayor de edad con
expresión del año, mes y día en que se otorga.
Ventajas y desventajas
Requisitos
A) Capacidad
El artículo 688 CC impone que «el testamento ológrafo sólo podrá otorgarse por personas
mayores de edad».
Al ser preceptiva la autografía total, no podrán otorgar esta clase de testamento los que
no saben ni pueden escribir de su puño y letra. En cuanto a los ciegos, si supieren escribir
con caracteres caligráficos (no por el método Braille), no existirá impedimento en que
puedan testar de esta forma.
El artículo 688.4 establece que «los extranjeros podrán otorgar testamento ológrafo en su
propio idioma». De esta previsión expresa cabría deducir que los españoles no pueden
otorgar testamento ológrafo en lengua extranjera. Sin embargo, ello resultaría ilógico y la
DGRN se ha decantado por la admisión del otorgamiento en lengua extranjera (RRDGRN.
de 30/3/1931 y 11/5/1932).
Es invidente.
1. El testamento militar:
2. El marítimo:
3. El testamento realizado en el extranjero:
El artículo 676 CC clasifica los testamentos por su forma: «El testamento puede ser
común o especial. El común puede ser ológrafo, abierto o cerrado».
Según el artículo 679, «es abierto el testamento siempre que el testador manifieste su
última voluntad en presencia de las personas que deban autorizar el acto, quedando
enteradas de lo que en él se dispone».
Conforme al artículo 680, «el testamento es cerrado cuando el testador, sin revelar su
última voluntad, declara que ésta se halla contenida en el pliego que presenta a las
personas que han de autorizar el acto».
Por su parte, el artículo 677 dispone: «Se consideran testamentos especiales el militar, el
marítimo y el hecho en país extranjero».
Los testamentos especiales presuponen unas circunstancias específicas para las cuales
valen, y sólo para ellas, habiendo de demostrar quien intente reivindicar o ejercitar
derechos sobre la base del testamento, la existencia de los supuestos que hacen posible
esa forma de testar.
– El testador que no sabe o no puede firmar (puede ser tanto abierto —artículo 697.1º—
como cerrado —artículo 706. pfo. 4).
– El testador que sea ciego, sordo o declare que no sabe o no puede leer por sí el
testamento (sólo cabe el testamento abierto, artículo 697.2º y 708).