CONSTRUYE UNA IGLESIA

Muchas veces nosotros como jóvenes no valoramos el hecho de plantar una iglesia y verla crecer,
cuando nos apuntamos para un proyecto misionero sencillamente ignoramos todo el trabajo que
hay detrás de la iglesia en formación, estos pueden ser meses, incluso años o décadas, que por un
descuido todo se puede venir abajo.

Nos enfocamos en lo que se denomina “Turismo Misionero” solo vamos, ayudamos en algo,
vemos, conocemos, convivimos y nos vamos.

En estas visitas muchas veces cometemos el error de menospreciar el trabajo realizado, o

podemos cometer un error que eche a la basura los años trabajados en la comunidad, por
ejemplo, en querer imponer nuestra cultura y no centrarnos en que la iglesia sea autóctona, nos
centramos en criticar el trabajo realizado del misionero, queremos que las cosas se hagan como en
la iglesia madre, en pocas palabras la destruimos.

En esta actividad los jóvenes tomaran el papel del misionero, cada equipo se le dará la instrucción
simple de hacer una iglesia y enseñársela al que esté a cargo de dicha actividad, lo realizaran con
los materiales que encuentren en su entorno.

Los observadores tomaran una actitud dura y fuerte, y al haber terminado los jóvenes la iglesia el
observador dará una mala puntuación y derrumbara la estructura formada de los jóvenes sin
importar cuan bien hecha este, y se les pedirá que lo realicen de nuevo, y lo repetirá la acción de
puntuar mal y derrumbar la estructura no importa lo muy bonita que este o lo muy bien hecho.

Al final se juntarán los equipos y se dará la siguiente pregunta y después una reflexión.

¿les costó hacer la iglesia? ¿Que sintieron? Después de haberse derrumbado por primera vez
¿qué cambios hicieron? ¿se esforzaron más para hacerla de nuevo? ¿que sintieron?

Reflexión:

Los jóvenes son el misionero el observador es la gente que llega a criticar y a imponer la cultura
de la iglesia madre y quien destruye la iglesia, pongámonos en los pies de cada misionero que
critican, porque no está haciendo la lo mismo que la iglesia madre, pongamos en los pies del
corazón dolido cuando después de ver que la iglesia ha caído, pongamos en los pies de ese
misionero que lo critican por no dar resultados como la iglesia madre espera, pongámonos en los
pies de cada misionero, preocupémonos en orar por ellos y ayudarlos en vez de perjudicarlos más,
entendámoslos.

(12Ts 3:1-6) Por lo demás, hermanos, oren por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea
glorificada, tal como sucedió entre ustedes, y para que seamos librados de los hombres perversos
y malvados; porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y guardará del mal.
Nosotros confiamos en el Señor que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les hemos
ordenado. Que el Señor encamine el corazón de ustedes al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.
Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ordenamos que se aparten de todo
hermano que viva desordenadamente y no siga las enseñanzas que ustedes recibieron de
nosotros.